brenda maría díaz vargas director: Éder garcía-dussán
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‘PÍDELO POR LOS MÉRITOS DE MI INFANCIA Y NADA TE SERÁ
NEGADO’: LA RESIGNIFICACIÓN DEL MUNDO SOCIAL EN EL
SANTUARIO DEL DIVINO NIÑO JESÚS DEL 20 DE JULIO
Brenda María Díaz Vargas
Director:
Éder García-Dussán
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Facultad de Ciencias y Educación
Diciembre de 2019
AGRADECIMIENTOS
A la primera persona que le quiero agradecer es a mi tutor Éder Dussán, quien sin su ayuda
y conocimientos no hubiese sido posible realizar este trabajo. Quiero agradecer a mi hermana
Natalia Díaz Vargas por recalcarme siempre la importancia de perseverar, a mi abuela Gladys
Sáenz Villabona, quien me educo con los mejores valores que pueda tener una familia, a mis
Padres pues sé que se esforzaron en enseñarme el valor de trabajar por lo que se quiere. A
mis compañeros de Maestría, porque fue un proceso en el que compartí experiencias muy
valiosas. A mis amigos, por siempre tener las palabras indicadas y apoyarme en los
momentos más difíciles. A mis familiares, por todo su apoyo. Por último, quiero agradecerle
a cada una de las personas que contribuyeron a la investigación por medio de sus testimonios,
pues hicieron posible este trabajo.
RAE
ASPECTOS FORMALES
ASPECTOS DE LA INVESTIGACIÓN
PALABRAS
CLAVE Palabras Claves: Imagen-símbolo, Secularización, Prácticas Religiosas
Urbanas, Devoción, Libertad de Cultos.
DESCRIPCIÓN
El objetivo de esta investigación fue comprender de qué manera los posibles
procesos de secularización en el ámbito nacional, y tras la dinamización de
la nueva carta constitucional, han resignificaron las prácticas religiosas en
torno a la imagen-símbolo del Divino Niño del 20 de Julio. Después de
avanzar en este propósito con ayuda de los marcos teórico y metodológico
esbozados, se puedo ver cómo persisten prácticas religiosas enclavadas a
propósito de la imagen del Divino Niño Jesús a pesar de los diferentes
aspectos de la vida moderna que empañan rituales y mitos de orientación
hispano-católica, tal como se puede confirmar a partir del análisis de los
testimonios de quienes asisten al santuario. La resignificación, si se puede
hablar de ella, pasa por la generación de la imagen como símbolo de nación
y como estrategia mística para dejar a voluntad de una deidad (en este caso,
en su versión infantil, con todo lo que ello connota) el devenir y destino de
una individualidad o de una comunidad, manteniendo la fe ciega en una
ayuda sobrenatural para los conflictos que atormentan a los participantes de
estos rituales.
FUENTES
Las fuentes teóricas más importantes para esta investigación fueron algunas
obras de Habermas (2008), Dussel (1994), de Viviescas (1991), de Jaramillo
(1998) y Mora (2010); mientras que, para el aspecto metodológico,
Sampieri (2014) y Guber (2001) resultaron fundamentales. Para los
esfuerzos de comprensión, nuevamente fueron importantes las obras de
Jaramillo (1998), de Gutiérrez Girardot (1986), Fierro (2002) y de Medina
(2013).
TIPO DE
DOCUMENTO
Monografía de grado. Trabajo de Investigación
TIPO DE
IMPRESIÓN
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Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Repositorio Institucional, RIUD
Número Topográfico: #### 2019
TÍTULO ‘PÍDELO POR LOS MÉRITOS DE MI INFANCIA Y NADA TE SERÁ
NEGADO’: LA RESIGNIFICACIÓN DEL MUNDO SOCIAL EN EL
SANTUARIO DEL DIVINO NIÑO JESÚS DEL 20 DE JULIO
AUTOR Brenda María Díaz Vargas
DIRECTOR Éder García-Dussán
CONTENIDOS
Este documento está compuesto por siete acápites así: Planteamiento del
problema, Marco teórico, Marco Metodológico, Hallazgos, Conclusiones,
referencias bibliográficas y, finalmente, anexos que contiene muestras
representativas de material etnográfico.
METODOLOGÍA
Inscrito dentro de un paradigma hermenéutico y un diseño etnográfico, la
investigación se arriesgó adelantar una comprensión de un fenómeno
social desde el punto de vista de quienes residen un lugar; para poder
descubrir y describir las acciones de un grupo social que se establece en el
santuario del Divino Niño. Para avanzar el análisis, con apoyo de las
premisas del enfoque cualitativo, se pudieron establecer unos fenómenos
sociales a través de experiencias, vivencias y opiniones de quienes asistían
al santuario del Divino Niño del 20 de Julio en el segundo semestre de
2019.
CONCLUSIONES
Aunque la secularización le quita el valor a lo sagrado y se asocia en
Colombia con la libertad de cultos a finales del siglo XX, la imagen-símbolo
del Divino Niño Jesús sigue convocando a un representativo grupo de
participantes, quienes ejecutan prácticas religiosas centradas en la petición
por la oración, y basadas en una fe que se ancla en la representación infantil
del hijo de Dios como elemento visible de postergación de la Modernidad,
pero, también como imagen de inclusión y símbolo de identidad nacional,
expuesto bajo la lógica explícita de un ente que interviene en el destino y
las cuitas de sus oradores, haciéndose el fenómeno más fuerte con la
aparición de testimonios de la devoción al Divino Niño y milagrerías
asociadas a su figura mística.
PÍDELO POR LOS MÉRITOS DE MI INFANCIA Y NADA TE SERÁ NEGADO’: LA
RESIGNIFICACIÓN DEL MUNDO SOCIAL EN EL SANTUARIO DEL DIVINO NIÑO
JESÚS DEL 20 DE JULIO
RESUMEN
El estudio buscó comprender hasta qué punto algunos procesos constitutivos de la
Modernidad, tales como la secularización, han resignificado las prácticas religiosas asociadas
a la imagen del Divino Niño Jesús, ocurridas en la iglesia del Divino Niño del 20 de Julio, al
sur de la ciudad de Bogotá. La metodología trabajada en esta investigación estuvo inscrita en
el enforque cualitativo con la dinamización del diseño de la Etnografía, permitiendo
describir, analizar e interpretar la postura de algunos de los asistentes a la Iglesia del 20 de
Julio frente al problema de un posible desencanto de las prácticas religiosas. Después de todo
el análisis de la información lograda in situ, se logró encontrar cuatro hallazgos importantes,
a saber: la imagen del Divino Niño evidencia una postergación de la Modernidad, si se
entiende como proceso unificador de progreso social a través del empoderamiento racional,
siendo esta imagen clave de inclusión social, al tiempo que símbolo de nación; finalmente se
confirma que todo esto está incluido en una referente que sostiene regímenes conductuales
místico-populares.
YOU ASK WHAT YOU WANT FOR THE MERITS OF MY CHILDHOOD AND
NOTHING WILL BE DENIED TO YOU: THE RESIGNATION OF THE SOCIAL
WORLD IN THE SHRINE OF THE DIVINE CHILD JESUS ON JULY 20
ABSTRACT
The study sought to understand to what extent some constitutive processes of the
Modernity, such as secularization, have resigned religious practices associated with the
image of the Divine Child Jesus, occurred in the church of the Divino Niño Jesús del 20 de
Julio, south of the city of Bogotá. The methodology worked in this research was inscribed in
the qualitative approach with the dynamization of the design of ethnography, allowing to
describe, to analyze and interpret the position of some of the attendees of the Church of 20
de Julio regarding the problem of a possible disenchantment of religious practices. After all
the analysis of the information obtained in situ, it was possible to find four important sites,
namely: the image of el Divino Niño evidences a postponement of Modernity, whether it is
understood as a unifying process of social progress through rational empowerment, being
this key image of social inclusion, as well as a symbol of nation; finally it is confirmed that
all this is included in a reference that sustains mystical-popular behavioral regimes.
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................. 1
1 .............................................................................................................................................. 3
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ............................................................................... 3
1.1. Antecedentes investigativos ................................................................... 7
1.2. Delimitación del problema ............................................................................... 18
1.3. Justificación ...................................................................................................... 27
1.4. Pregunta y subpreguntas ................................................................................... 28
1.5. Objetivos ........................................................................................................... 29
2 ............................................................................................................................................ 30
MARCO TEÓRICO ............................................................................................................. 30
3 ............................................................................................................................................ 49
MARCO METODOLÓGICO ............................................................................................. 49
3.1. Paradigma Hermenéutico y enfoque cualitativo ................................................ 51
3.2. Diseño Etnográfico ............................................................................................ 51
3.3. Instrumentos de Investigación ................................................................................ 54
3.4. Las entrevistas ................................................................................................... 55
3. 5. Diario de Campo ................................................................................................... 57
3.6. Observación no-participante .................................................................................. 57
3.7. E uso de la fotografía ............................................................................................. 59
3.8. Características generales de la Población indagada .......................................... 60
3.9. Relación entre objetivos y fases metodológicas ..................................................... 61
3.8. Categorías, subcategorías y Unidades de análisis ............................................. 61
4 ............................................................................................................ 63
HALLAZGOS ...................................................................................... 63
4.1. Preludio ...................................................................................................... 63
4.2. Resultados del Análisis .............................................................................. 64
4.3. Descubrimientos más notables .................................................................. 73
5 ............................................................................................................ 83
CONCLUSIONES ................................................................................ 83
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ................................................. 86
ANEXOS .............................................................................................................................. 90
LISTA DE IMÁGENES
Imagen 1. Padre Italiano Juan del Rizzo…………………………………………………. 37
Imagen 2. Altar del primer templo del Divino Niño, en 1942…………………………… 38
Imagen 3. Procesión en honor al Divino Niño Jesús al comenzar su devoción en Bogotá. 46
Imagen 4. Al terminar la eucaristía los niños y los objetos religiosos son bendecidos en
nombre del Divino Niño. Fuente: Archivo visual de la investigadora, 3 de noviembre de
2019. ..................................................................................................................................... 64
Imágenes 5 y 6. Feligreses entrando al Santuario del Divino Niños arrodillados. Fuente:
archivo visual del a investigadora 10 de noviembre de 2019) ............................................. 65
Imágenes 7 y 8. Devoto enseñándole a su hijo a tener fe en el Divino Niño y Devotos
realizando la novena frente al santuario del Divino Niño. Fuente: Archivo visual de la
entrevistadora, 20 de octubre de 2019) ................................................................................. 66
Imágenes 9 y 10. Conglomeración de Devotos y Vendedores, durante las eucaristías que se
realizan los domingos (Izquierda) Los Feligreses que se encuentra enfermo, visita el
santuario del Divino Niño, para que le conceda un favor (derecha). Fuente: Archivo de la
investigadora, 10 y 17 de noviembre de 2019. ..................... ¡Error! Marcador no definido.
Imagen 11. Feligreses frente a la imagen del Divino Niño. Fuente: archivo visual de la
investigadora, 3 de noviembre de 2019. .............................. ¡Error! Marcador no definido.
Imágenes 12 y 13. Aviso publicitario en la revista Cromos, ejemplar publicado el 24 de
julio de 2006. Tomado de: Arango Lozano, C. A., & Sojo Gómez, J. R. (2018). ............... 71
Imágenes 14 y 15. La plazoleta del Divino Niño con un gran número de Devotos
escuchando la eucaristía (Izquierda) y Feligreses en su gran mayoría se quedan de pie,
porque el templo se llena los domingos (Derecha). Fuente: Archivo visual de la
investigadora, 6 de octubre de 2019. .................................... ¡Error! Marcador no definido.
Imagen 16 y 17. Divino Niño Jesús del 20 de Julio y Jesucristo en la pasión. ............¡Error!
Marcador no definido.
Imagen 18. Logo publicitario del programa Los puros Criollos, presentado por Santiago
Rivas ..................................................................................... ¡Error! Marcador no definido.
Imagen 19. Sacerdote salesiano, Julio Cesar Herrán Castillo. Fuente. Archivo visual de la
investigadora, 13 de noviembre de 2019 .............................. ¡Error! Marcador no definido.
Imagen 20. Sacerdote salesiano, Carlos Adelmo Cubillos Moreno. Fuente: Archivo visual
de la investigadora, 15 de noviembre de 2019. .................... ¡Error! Marcador no definido.
Imagen 21. Sacerdote salesiano, Jaime Enrique Morales Alfonso. Fuente: Archivo visual de
la investigadora, 15 de noviembre de 2019. ......................................................................... 93
Imagen 22. Vendedora informal, María Enriqueta Orjuela. Fuente: Archivo visual de la
investigadora, 5 de noviembre de 2019. ............................... ¡Error! Marcador no definido.
Imagen 23. Vendedor informal, Cesar Forero. Fuente: Archivo visual de la investigadora, 5
de noviembre de 2019........................................................... ¡Error! Marcador no definido.
Imagen 24. Vendedora informal, Leonor Roldan. Fuente: Archivo visual de la
investigadora, 5 de noviembre de 2019. ............................... ¡Error! Marcador no definido.
Imagen 25. Feligrés, Kevin David Agudelo Gómez. Fuente: Archivo visual de la
investigadora, 5 de noviembre de 2019. ............................................................................... 98
Imagen 26. Feligrés, José Hermelindo Garay. Fuente: Archivo visual de la investigadora, 5
de noviembre de 2019........................................................................................................... 99
Imagen 27. Feligrés, Janeth Pirela. Fuente: Archivo visual de la investigadora, 5 de
noviembre de 2019. ............................................................................................................ 100
LISTA DE CUADROS
Cuadro 1. Primer esfuerzo de maduración del proyecto. Fuente: Elaboración de la
investigadora. ........................................................................................................................ 26
Cuadro 2.Comprensión de la etnografía para comprender fenómenos sociales. Fuente:
Elaboración del a investigadora. ........................................................................................... 52
Cuadro 3. Formato de Diario de campo. Fuente: elaboración de la investigadora .............. 59
Cuadro 4.Relación entre objetivos de la investigación y fases metodológicas. Fuente:
Elaboración de la investigadora ............................................................................................ 61
Cuadro 5. Tabla de Categorías, subcategorías y unidades de análisis. Fuente: Elaboración
de la investigadora ................................................................................................................ 62
1
INTRODUCCIÓN
La devoción al Divino Niño Jesús se viene cultivando desde hace unos 300 años y se
realiza en todos los continentes. Entre las representaciones icónicas más acreditadas tenemos
el Niño Jesús de Praga (Checoslovaquia), el Santo Niño de Atocha (México), el Divino Niño
de Arenzano (Italia) y el Niño Jesús de Bogotá (Colombia); este último se instauró en un
barrio popular hace unos 85 años atrás y, junto con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús,
son las representaciones más acreditadas para respaldar la fe de muchos colombianos,
convirtiéndose, con el paso de los años, en una piedad que se ha ampliado a varios países de
América Latina. Su importancia es tal, que se celebran, en promedio, 21 misas un domingo,
entre las 5:00 am y las 7:00 pm, así: dentro de la parroquia se celebran 15 y en la plazuela
principal 6, repartidas en el día, siendo la más masiva e importante la misa de las 12 M, en
donde varios de los sacerdotes la realizan en la plaza:
[…] Hay misas cada hora, desde las cinco de la mañana hasta las siete de la noche.
Pero quince oficios religiosos no han resultado suficientes y, por eso, hacia el
mediodía, es común que se celebren misas simultáneas en el templo y en la plaza
principal del barrio, a pocos metros de distancia. Al menos cuarenta y cinco mil
personas llegan cada domingo hasta este barrio para pedir y para agradecer (Quiroz,
2017, p. 23).
Pues bien, la subsistencia de este fervor religioso en torno a la figura infantil de Dios,
conservada en un barrio popular, pero con masiva asistencia de muchos asistentes de toda
condición social y económica, hace que no pase desapercibida por los ojos de los humanistas
y estudiosos de las ciencias sociales; ni mucho menos para los investigadores inscritos en el
campo de Comunicación-educación, pues es sabido que las instituciones religiosas actúan
como un potente crisol de pedagogía socio-urbana y, muchas veces actúa, ora prolongando
un estatu quo, ora generando discursividades de resistencia y reconstrucción de identidad
local o nacional.
2
En este contexto académico, nos permitimos cruzar este hecho comunicativo notorio en la
urbe bogotana del siglo XX con ecos en el siglo XXI, esa que cuando nació la devoción del
Divino Niño no pasaba de ser una aldea que apenas vivía los efectos de un borrón a sus siglos
de época colonial física y social con unos 150.000 habitantes, con las condiciones civiles de
la vida moderna que se vive en su interior, donde está incluido desde el discurso de la
Modernidad el proceso de la secularización, para tratar de ver qué tantos cambios de sentido,
o resignificaciones posibles ha sufrido las prácticas religiosas en torno a esta representación
infantil de Dios. Para dar cuenta de esto organizamos el informe de la siguiente manera:
En el primer capítulo, se encuentra abreviado el planteamiento general de nuestra pesquisa,
los antecedentes para llegar a nuestra pregunta de investigación y las sub-preguntas
orientadoras, junto con los objetivos específicos y general; por último, el aporte hacemos
notar los aportes capitales que hace el trabajo al campo Comunicación-Educación. En el
segundo capítulo, se redactan los ejes temáticos que conformaron en esqueleto de la
investigación, a saber: Modernidad, Secularización y Prácticas Religiosas. Para desarrollar
dichos ejes se tuvieron como base teórica a Dussel (1994), Viviescas (1991), Mora (2010),
Rivas (2013), Taylor, (2011), entre otros autores. En el tercer capítulo se puede encontrar la
Metodología de investigación, inscrita en un enfoque cualitativo y un diseño etnográfico,
pues este permitió conocer un fenómeno cultural a partir de los Diarios de campo y las
entrevistas. Por último, en los capítulos finales se encuentran los hallazgos de esta
investigación y las conclusiones, donde afirmar que el Divino Niño es un símbolo de Nación,
implica afirmar que es una representación de los colombianos, pero no solo de ellos, sino de
las personas que vienen del exterior, pues lo encuentran como un representante de la fe, ya
que cada vez aparecen testimonios de personas que consideran que el Divino Niño realiza
milagros casi imposibles.
3
1
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Muchos investigadores se han venido preguntado sobre el funcionamiento de las
instituciones religiosas y sus diferentes códigos de actuación, permitiendo generalizar un
proceso de debilitamiento de las religiones o proceso de secularización como una constante
en las valoraciones al respecto y, por tanto, generando una reubicación de la religión en la
vida social, privándola de un rol dinámico, como prueba de la victoria de la razón, bandera
impuesta por la Modernidad, por lo menos en Europa.
Aunque es importante resaltar que la Modernidad permitió dar origen a nuevos credos, un
claro ejemplo es Colombia con la Constitución de 1991 donde declara, en su artículo 19, que
se garantiza la libertad de cultos: “[…] Toda persona tiene derecho a profesar libremente su
religión y a difundirla en forma individual o colectiva. Todas las confesiones religiosas e
iglesias son igualmente libres ante la ley”. A partir de esto, las consecuencias fueron
evidentes y, en el año 2013, el Ministerio del Interior reconocía unas 3600 iglesias, mientras
que, en Bogotá, a comienzos de la década de 2010, había 310 templos católicos y más de
1.500 lugares de culto.
En este sentido, como se tiene certeza de cómo la iglesia católica empezó a sufrir un
descentramiento, resulta preciso comprender el desinterés por parte de los asistentes a los
templos, lo que genera formas de privatización de significados sagrados y de las prácticas
sociales asociadas con estos espacios públicos urbanos, antes estrictamente parroquiales y
colectivos. Sin embargo, es importante resaltar que las dinámicas desarrolladas en el barrio
20 de Julio persisten y se caracterizan por la conglomeración que se evidencia cada domingo
por parte de los feligreses que asisten; es decir, que nos encontramos frente a un panorama
donde las prácticas religiosas siguen teniendo una cierta importancia, a pesar de que surge el
problema si en Colombia los procesos secularización ha transformado o no dichas prácticas.
Ante este panorama y su cuestionamiento, este trabajo buscó identificar si los procesos de
secularización, o sus coletazos en la sociedad actual, y que surgen con la Modernidad
4
occidental, han venido transformando las prácticas religiosas en torno al conjunto de rituales
y cultos o si, por el contrario, algunas de esas prácticas se resisten a abandonar esos cultos y
esas dependencias a deidades y el control del devenir social e individual, creando nichos
donde la comunicación y sus metas se torna interesante para los estudios de Comunicación-
educación, fluctuando dentro del campo de lo institucional-educativo e institucional-socio
comunitario (Huergo, 2010); en este sentido, resultó problemático comprender las
consecuencias de una secularización europea en relación con los procesos vividos en
Latinoamérica y que se centran; principalmente, por los cambio de poder y, por tanto, de
control, de las instituciones religiosas, dado que Dios ya no es el centro de todo destino
colectivo, sino que el hombre tiende a ocupar todas las esferas de la vida gracias a los
procesos de individualismo y de privatización de la vida, especialmente desde aquello que
Romero llamó “La ciudad burguesa” en las ciudades latinoamericanas. Dicho de otra forma,
cambios en los que la Modernidad, sustentada en los grandes cambios suscitados por la
Revolución Francesa y la Revolución Industrial en Europa, conlleva a darle importancia a un
antropocentrismo donde el hombre es “[…] el hacedor del conocimiento y el fin de todo
conocimiento” (Mora, 2010, p. 33), permitiendo que lo divino se vea debilitado y se
establezca, como efecto, toda la confianza en el hombre y de cómo todo esto, por efectos de
la influencia española (Jaramillo, 1998), terminó o no por afectar la relación entre los sujetos
y la presencia divida en sus vidas.
Debido a esto, se desprende el racionalismo que Kant proclama cuando “[…] buscaba la
autonomía y suficiencia de la razón, pues a través de ella llega el hombre a su mayoría de
edad” (Mora, 2010, Ibid.). Es decir, que la razón permite que se llegue a la felicidad porque
la fe no permite que los individuos sean racionales. Por tanto, con la Modernidad aparece el
concepto de secularización que cambiará la perspectiva frente a las prácticas religiosas;
asimismo, es importante entender que la Modernidad en Latinoamérica no se desarrolló de
la misma manera que en Europa.
En efecto, si se echa una mirada hacia atrás, hacia el origen de las naciones colonizadas,
Dussel (1994) plantea que Latinoamérica fue colonizada por los europeos, lo que permitió el
dominio de estos al introducir de manera violenta una nueva estructura tríadica: política,
social y económica; en este sentido, la manera de subyugar a los nativos fue la conquista
5
espiritual, donde Dios se convirtió en el centro de la vida de los nativos. Las afirmaciones
anteriores sugieren que, en el siglo XV, se desarrolló la Modernidad occidental mientras que,
en Latinoamérica, se vivió la represión por parte de los conquistadores y colonizadores.
Ahora, ante esto, se hizo necesario analizar algunos fenómenos que se desarrollaron con
la Modernidad europea para entender si las prácticas religiosas se transformaron en las
ciudades de Latinoamérica, y más concretamente, en relación con la imagen del Divino Niño,
para el caso de la ciudad de Bogotá. En un primer momento, surge la “[…] desaparición de
lo sacro en forma total. Es una posición contraria a los antropólogos teológicos que aceptan
que el hombre es religioso por naturaleza” (Mora. 2010, p. 39); es decir, que la secularización
consiste en la desacralización de las figuras religiosas y como sustituto, a ocupar ese lugar,
aparecerían los procesos racionalización. Dentro de este marco, Mora afirma que
[…] En la Modernidad se da la caída de las prácticas religiosas de tipo mágico,
supersticioso y utilitario, además de las visiones de tipo cosmológico. Caen también
los condicionamientos sociológicos de la fe, para dar paso a la religiosidad de opción
personal que lleve a una religión muy racional y desmitificada en procesos y roles.
En otras, es el paso de la religiosidad popular a la religiosidad pura (Ibid., p. 40).
De este modo, la Modernidad y su secularización originaron la privatización de la religión,
lo que provocó una disputa entre la sociedad y la iglesia; es decir, que lo racional implicó el
desarrollo de la secularización, definida como la decadencia de las prácticas y creencias
religiosas de las sociedades desarrolladas. Debido a esto, el Vaticano II rechazó el proceso
de Modernidad, puesto que representaba un potencial peligro frente a la fe de los asistentes
a la iglesia. Es por esta razón que “[…] El Papa Juan XXII el Concilio Vaticano II, da
comienzo al programa de "Aggiornamento" más vasto de toda la iglesia, solo para que la
iglesia no quedará fuera del camino” (Ibid., p. 50).
Es hacia el siglo XIX que se puede hablar de Modernidad y, desde este panorama, se
desprende la posible Modernidad en Latinoamérica porque, para ese momento, los países
latinoamericanos estaban terminando de liberarse del yugo de los europeos (1810-1819 para
el caso colombiano). De este modo, en Colombia había una lucha entre el Estado y la Iglesia
por la aceptación de las ideas occidentales, razón por la cual la iglesia debió refugiarse en el
6
partido conservador, quien estableció todo el poder a la iglesia, a su vez que el partido liberal
se inclinó por las ideas de corte radical impuestas por los conservadores.
En efecto, entre representantes de los conservadores y los liberales, surgidos a mediados
del siglo XIX, se agudiza el problema, porque desde 1886 los conservadores tendrán el poder
por lo menos medio siglo, hasta 1930; lo que implicó que los liberales no estuvieran de
acuerdo con dicha constitución. Para tal efecto, en 1946 el partido conservador pierde el
poder, todo lo cual generó el conflicto bipartidista y conllevó al deterioro de la iglesia
católica.
En efecto, aunque la disputa entre conservadores y liberales continuaba, las creencias
religiosas se mantenían; un claro ejemplo es la imagen del Divino Niño, que se estaba
propagando por la visibilidad de sus milagros desde 1940 en el naciente barrio obrero del 20
de Julio, lo que empezó a generar la popularidad de quienes lo visitaban. Posteriormente, esta
imagen se politizó; así pues, diferentes figuras como la de Samper Pizano, agradecería su
recuperación del atentado de 1989 yendo con los medios de comunicación al Santuario del
Divino Niño. Seis años después, siendo ya presidente, iría con su esposa al mismo lugar a
agradecer la liberación de soldados, víctimas diez meses antes del primer secuestro masivo
de actores militares, agenciado por las FARC en Caquetá. Años antes, Luis Carlos Galán,
Carlos Pizarro y Bernardo Jaramillo expresaban públicamente su devoción al Divino Niño.
De hecho, el ataúd de Pizarro fue empapelado con sus estampitas.
De igual manera, entre 1996-1997 los secuestros de policías y soldados siguió vigente y
fue el santuario del Divino Niño el lugar elegido por las madres de los afectados para
gestionar su libertad. En julio de 1999 el Congreso condecoró al Divino Niño con la más alta
distinción, la Orden de la Democracia, El Gran Collar. Este icono también lo usó el profesor
y político Antanas Mockus en su administración como apoyo y legitimación de su mandato.
Aún más, en septiembre de 2001 el entonces candidato Álvaro Uribe visitaba el santuario,
acompañado de cámaras y fotógrafos; es decir, el Divino Niño se convirtió poco a poco en
un icono que empataba creencias y destino socio-político, y se veía como elemento común
en todas las clases sociales.
7
A partir de todo este panorama, esta investigación se propuso analizar cómo los procesos
socio-históricos asociados con la época reciente permite re-comprender las prácticas
religiosas en el barrio 20 de Julio, entendiendo que el Divino Niño permitió la dinamización
de dichas prácticas a partir de símbolos que tienen como soporte determinadas creencias,
sentimientos y valores; es decir, que se desarrollan en un espacio geográfico urbano hasta
territorializarlo y que a su vez se convierte en espacio de identidad donde se puede ver hasta
qué punto los ideales de la Modernidad han cuajado en el seno de la sociedad local.
Así, pues, frente a la creencia que las prácticas religiosas urbanas se han visto
intervenidas por procesos de secularización que desestiman en gran medida el papel de la
religión en las sociedades actuales, y lo reemplazan ahora con otro tipo de conocimientos
ético, estético y científicos, nos interesó ver, a través de las voces de diversos tipos de
participantes de las actuales prácticas religiosas en el lugar objeto de nuestra atención hasta
qué punto podemos ver el triunfo de la Secularización o si esta se ha readaptado o
reinterpretado a la luz de las necesidades y trasegares de sus participantes. ¿Es posible
constatar un desencanto de las religiones y un abandono a sus creencias y prácticas?, ¿hay
una capa social que permite actuar directamente en el mundo social, sin la mediación de la
deidad?; ¿cómo esto se ha venido filtrando la bandera de la autonomía del pensamiento y del
actual individual y social, y qué cambios ha generado en las prácticas sociales de los
asistentes a la veneración del Divino Niño, en el barrio popular del 20 de Julio, al sur de la
ciudad de Bogotá?.
1.1.Antecedentes investigativos
En las siguientes líneas se da cuenta de la aproximación del problema específico sobre las
categorías trabajadas, a saber: Modernidad y prácticas religiosas urbanas. Esta búsqueda
contó con el insumo de 20 investigaciones ejecutadas desde el año 2000 hasta el 2018 en
Iberoamérica, específicamente en países como Colombia, Ecuador, Argentina, México y de
Europa una investigación de la Universidad de Salamanca. Se incluyó en este archivo leídos
dos tesis Doctorales, 17 tesis de maestría y un artículo de investigación. Para tener acceso a
estos documentos, se consultaron bases de datos como RIUD, Scielo, Redalyc, Universidad
Javeriana (PUJ) y Digitalia, que se constituyen como repositorios y centros de
8
documentación de algunas universidades de la ciudad de Bogotá. De este modo, para la
elaboración de los antecedentes investigativos, se recuperaron las investigaciones
anteriormente mencionadas, con el fin de analizar los estilos teóricos y metodológicos,
básicamente, que planteaban los trabajos revisados.
En cuanto a las investigaciones que abordan las prácticas religiosas en torno a la imagen
del Divino niño, se tuvo en cuenta el Trabajo Interdisciplinario, A. S. O. C. I. A. C. I. Ó. N.
(1998). El trabajo, ya vetusto pero significativo, hace un análisis sobre los problemas sociales
a partir del concepto de espacio público donde prima el colectivo y se establecen unas
categorías como el imaginario, usos y los tiempos, desde allí se hace un análisis como el
comercio informal interviene en las dinámicas urbanas desde la religiosidad y los productos
que allí se venden, todo se liga a la cultura de los ciudadanos que habitan el barrio.
Por otra parte, se menciona que el Divino niño es una figura que contiene fines políticos
y económicos; este santuario es uno de los más visitados porque se encuentra ubicado en un
lugar estratégico y permite el acceso a todos los ciudadanos, este es uno de los problemas en
la organización del espacio ya que los domingos no se puede caminar porque el mercado que
allí se establece no permite una fluidez , por tanto el tesista propone darle un significado al
espacio desde la economía, la política, la religiosidad y lo social, que permita plantear una
estrategia de organización del espacio a partir de las necesidades de los ciudadanos y las
dinámicas sociales del barrio. Por consiguiente, los hallazgos de esta investigación, explica
el fenómeno que se presenta en el barrio 20 de julio como es la organización del espacio a
partir de unas categorías de análisis como el mercado informal, el barrio, los imaginarios
religiosos, la población que frecuenta estos lugares y los diferentes conflictos que se pueden
presentar por ser una zona transitada por diferentes habitantes.
Por esta razón, esta investigación propone que se impulsen campañas que mejoren las
relaciones de convivencia a partir de los actores que habitan el barrio los domingos, entre
ellos los vendedores ambulantes, los habitantes, la fuerza pública, la iglesia entre otros. En
este sentido la religión ocupa un papel importante en la comercialización de productos de
carácter religioso lo que implica que la plazoleta del 20 de Julio este ocupada por diferentes
vendedores formales e informales, es importante entender que estos hacen parte de las
9
dinámicas sociales del barrio. El 20 de Julio debe ser reconocido desde lo cultural, lo social,
lo político y lo estético que pertenece a los imaginarios de cada ciudadano, esto implica la
existencia de problemáticas de tipo urbano que hacen parte de la cotidianidad de quienes
habitan este espacio.
Por otra parte, la investigación de Hanna Cabrera (2007) se basó en el consumo cultural
y la devoción al Divino niño a partir del contexto urbano, busca analizar etnográficamente la
devoción al divino niño Jesús de Quito. La metodología utilizada fue la semiología, la historia
cultural y la antropología; el autor realiza una descripción a partir de testimonios y la
literatura religiosa entorno al Divino niño Jesús y la importancia de esta imagen que se ha
difundido en los diferentes sectores populares. Por otra parte, elabora la geografía de los
santuarios del Divino Niño entorno al territorio basado en lo sagrado. Por último, se realizó
un estudio sobre el uso y las prácticas ciudadanas a partir de la imagen del Niño y el consumo
cultural que tiene este santuario a partir del contexto Quiteño.
Los hallazgos de la investigación permitieron conocer la devoción al niño Jesús en Quito,
donde explican las prácticas y las formas de apropiación de la imagen y, por tanto, las
relaciones en el ambiente popular ecuatoriano. Aquí se evidencia la relación que tienen los
diferentes grupos poblacionales cercanos al santuario con los productos comerciales como
las novenas, la literatura religiosa, la biblia y los diferentes relatos de los feligreses entorno
al niño. Así las cosas, el divino niño se convierte en una figura iconográfica que se materializa
en la cotidianidad de los creyentes, siendo su imagen de fácil acceso para todas las clases
sociales; en consecuencia, el consumo es utilizado para la movilización de los comerciantes
en los diferentes espacios que son determinados por las dinámicas sociales que parten de lo
sagrado y que permiten la participación y congregación de los feligreses en torno a los
imaginarios que se refuerzan. Es por lo que,
[…] a nivel social en la medida en que constituye un nudo que define un territorio
cuya notoriedad se expresa en tanto constituye un lugar significativo, de encuentro
de gente cuyas relaciones se tejen a partir de la apropiación y uso que le dan a la
imagen. Su emplazamiento dentro de un barrio, su ubicación “de paso” entre diversos
94 flujos, entre unas calles, la definición de una ruta de acceso de transporte público
10
y el establecimiento de un calendario de fiestas, conmemoraciones y misas,
establecen una cartografía sagrada—cuyo punto de referencia es el santuario—
superpuesta al mapa de la ciudad levantado en función de servicios básicos,
componentes demográficos o indicadores de marginalidad, áreas rurales y sectores
urbanos (Cabrera, 2007, p. 94).
En esta misma línea se revisó el trabajo doctoral de Ochoa Bohórquez (2012), que focaliza
la acción religiosa como factor cultural; en este sentido, lo mágico–religioso hace parte de
los individuos como sujetos sociales. Por eso, cuando una persona hace parte de un grupo
religioso debe asumir los ritos, ceremonias y mitos, que le permiten identificarse con un
poder sobrenatural que aparece en su actuar cotidiano. Por lo tanto, existen lugares donde se
practican estos rituales como lo son las iglesias, templos y allí se encuentran las
representaciones físicas de estos objetos de culto. Aquí, la religión es la manera como una
persona se identifica de manera individual y colectiva dependiendo del grupo religioso al que
pertenezca, asimismo,
[…] El hecho religioso en las sociedades modernas ha sido determinante dentro de
los procesos de construcción de ciudadanía: en unos casos como una referencia que
contiene los alcances de lo ciudadano (como en los regímenes donde la religión
afirma jerarquías) y, en otros, como un horizonte indispensable para el proceso de
ciudadanización (como en esos casos donde la religión crea los marcos simbólicos
para hacer admisible la presencia) (Ochoa, 2012, p. 62).
A partir de la anterior investigación, encontramos que la religión hace parte de los
ciudadanos, la cual se expresa por medio de la fe; es por esto que visitan los templos,
generalmente los domingos. Un ejemplo de esto es el barrio 20 de Julio, donde los feligreses
se conglomeran entorno al monumento del niño y hacen una clase de rituales para que sean
concedidos sus deseos. Las imágenes de estas figuras religiosas permiten un acercamiento
del individuo basado en el discurso religioso, donde los iconos representan esas creencias
colectivas, posibilitando una relación entre las personas desde sus imaginarios espirituales.
Es así como las imágenes que hacen parte de las representaciones colectivas y simbolizan
las creencias sociales le dan sentido a lo sagrado y a lo profano, como una forma de poder
11
que limita a la sociedad, tales como las normas, los valores, los mitos, las ideas, las
tradiciones y los proyectos que determinan los credos; por tal motivo, la religión ocupa un
papel importante ya que permite al hombre entender cuál es su lugar en el universo.
Asimismo, la investigación de Tejedor Vega (2018), basó su indagación en la renovación
urbana que tiene como fin mejorar las condiciones del barrio 20 de Julio, ya que este espacio
es frecuentado por diferentes visitantes que asisten a la iglesia del Divino Niño; en este
sentido la idea de este proyecto es mejorar la calidad de vida de quienes viven, trabajan y
asisten a esta zona y, para ello explica cómo están conformado los espacios públicos y la
vivienda; en este sentido, la plaza de mercado del 20 de Julio es un lugar que permite el
intercambio entre quienes habitan este lugar de suyo importante porque teje relaciones
sociales y comerciales por la gran variedad de productos que se pueden encontrar allí. Es así
como se entiende que esta propuesta cree
[…] una infraestructura que agrupe un equipamiento renovado como lo es la plaza de
mercado junto con el comercio informal albergado en espacios físicos para el libre
intercambio, relacionándolos con las actividades culturales, espirituales y
residenciales del sector, brindando servicios para diferentes actividades con apoyo de
la Secretaría Distrital de la economía Social, IPES , el cual aporta para el desarrollo
económico de espacios de venta informal y plazas de mercado en el distrito (2018, p.
16).
En este sentido, el hallazgo de este trabajo es implementar una plaza subterránea que dé
solución al problema del espacio público, lo cual brindaría seguridad para quienes transitan
el lugar; así como también reubicar los vendedores informales en locales en un edificio y, en
consecuencia, se sugiere la creación de un espacio dispuesto para las festividades culturales
y religiosas.
Por otra parte, está el trabajo de Arango y Sojo (2018), investigación adelantada al interior
de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en Bogotá, y que busca señalar cómo la imagen del
Divino Niño ha sido utilizada en establecimientos comerciales, mochilas y gorras, donde se
hace visible la experiencia iconográfica dentro de los contextos publicitarios, analizando, de
paso, las ambigüedades del uso de la imagen en la sociedad. Es decir, que los investigadores
12
se dedicaron a trabajar con la imagen del Niño con el fin de conocer cómo los bogotanos se
representan con un símbolo y cómo este trasciende las prácticas sociales y cotidianas de
orden meramente religioso.
Otro aspecto importante de esta investigación fue el análisis de las diversas imágenes que
existen alrededor del mundo como la imagen del Niño de Praga, el Santo Niño de Atocha en
México, el Santo Niño de Filipinas, el Divino Niño en Italia, el Niño Jesús de España y
Divino niño de Perú. Este ejercicio les permitió a los investigadores reconocer que la imagen
del Divino Niño del 20 de Julio tiene unas características únicas para entender la
trascendencia de la imagen no sólo a nivel religioso, sino a nivel publicitario. El
descubrimiento de dicha investigación se centró en concluir que la imagen del Divino Niño
ha sido utilizada por diferentes empresas como estrategias de venta; sin embargo, esto
provocó la manifestación de grupos sociales que deseaban la protección de la imagen; por
tanto, no se obtuvo ningún resultado con ello; es decir, que la publicidad se ha aprovechado
de estas imágenes para aumentar sus ganancias.
Por otra parte, Sánchez y Madelanie (2017), adelantan un trabajo doctoral donde se enfoca
el estudio del turismo religioso a partir de los planes turísticos para estudiar cómo este tipo
de excursiones mueve a millones de personas. Aquí las autoras realizan un análisis sobre el
santuario del Divino Niño y cómo se potencia como un atractivo turístico por la importancia
de su efigie milagrosa, con el fin de potenciar el desinterés por parte de los visitantes a los
lugares religiosos. Esta investigación tuvo como meta implementar un conjunto de
actividades y atractivos turísticos para impulsar el plan de difusión propuesto y su hallazgo
fue resaltar que el turismo religioso permite el acercamiento a las imágenes religiosas que
implican sentimientos de fe, esperanza y agradecimiento; lo que permite un acercamiento
con las prácticas religiosas.
Otro trabajo previo es el de Espinosa Poveda (2014), investigación que hace un análisis
sobre las imágenes religiosas y las diferentes tiendas que se encuentran al lado de las iglesias;
es decir, que el culto católico se encuentra arraigado a las imágenes religiosas y que así
mismo se resalta los milagros de imágenes como las del divino niño. La característica
principal de estas imágenes son los milagros, lo que genera la movilización de las masas para
13
conseguir un favor. Por tal razón, esta investigación toma como centro la imagen del Divino
Niño, por ser una figura emblemática y de tradición. Y, como principal hallazgo radica “[…]
principalmente en el carácter milagroso que se adjudica a esta figura de credo católico, pero
además se debe agregar que hay varias esferas que toman parte para que un fenómeno así
suceda, entre ellas el espacio, el tiempo, y las ordenes sociales acompañadas por una jerarquía
específica” (2014, p. 7).
En esta misma línea, aparece la investigación de Murillo Gutiérrez (2018), investigación
que consiste en la reconstrucción de la historia del Divino Niño del 20 de Julio, la cual se ve
inmersa a diferentes historias representadas por los medios de comunicación como libros,
folletos religiosos y similares, permitiendo identificar microhistorias a partir de las
experiencias de quienes habitan este espacio. Así, pues, esta investigación tiene como
finalidad resolver el problema de comunicación por medio de relatos, donde el emisor y el
receptor crean un lazo desde la microhistoria, la memoria y el relato, lo que se convierte en
una alternativa de comunicar la historia de un lugar como el Divino Niño del 20 de Julio. Por
cierto, el hallazgo de esta investigación fue
[…] lograr que, por medio de la autenticidad, tanto del comerciante como de la devota
y la naturalidad en sus relatos, se creará, primero microhistoria y segundo, se logró
salvar del pasado esos relatos que estaban inexistentes. De igual forma según el
mismo autor, microhistoria se construye por medio de la búsqueda de relatos en
personas comunes y corrientes de cierta región, pueblo o ciudad, comparándolo con
mi matriz, los cuatro perfiles hacen parte de esas personas en nuestro país que son
luchadores con ciertas costumbres y con experiencias que contribuyen con la
definición de microhistoria”. (2018, p. 67).
También incluimos el trabajo de Emily Cioran, una descripción del origen social y
religioso de lo instalado en el barrio Veinte de Julio, haciendo un recorrido con la comunidad
que dio origen a la devoción del Divino Niño. Este trabajo también explica cómo se
desarrollan las dinámicas del barrio los domingos a partir del santuario del Niño, amén de la
importancia de este sector de la ciudad, ya que se ha convertido en el pilar fundamental de la
fe cristiana de los bogotanos. Entre los hallazgos de esta investigación se rescata el
14
conocimiento de cómo, desde el pasado y el presente, se ha venerado la imagen del Divino
Niño, y la gran influencia a partir de la comunidad de los salesianos. Por otra parte, se revisa
la economía, la cual se ha visto favorecida por el comercio formal e informal, convirtiéndose
en una zona de gran crecimiento económico y al tiempo que espacio de veneración.
En esta lista, resultó muy valioso también rescatar la investigación de Alfaro y Zamir
(2009), que explica cómo la administración distrital se encarga del ordenamiento territorial
urbano en Bogotá lo que implica conocer sobre el uso y apropiación del suelo a partir de la
organización política, social, cultural, económica, ambiental a nivel local. En este sentido el
plan de ordenamiento territorial permite organizar y planear la ciudad a partir de las
dinámicas culturales, en donde la participación ciudadana es nula en los procesos de
organización el territorio, por esta razón esta investigación se ha preocupado por establecer
un acercamiento al ciudadano en el ordenamiento territorial. Una de las grandes conclusiones
del investigador es comprender la participación ciudadana como un instrumento para la
organización del territorio y la influencia de los mismos actores en las decisiones sociales,
políticas y económicas. Al respecto se afirma que esta investigación:
[…] ha pretendido aproximarse a un aporte conceptual o referencial de cualificación
y gestión social, para generar un diálogo directo en la relación técnica social más
equitativo y equilibrado en cuanto a las decisiones de aplicación del modelo de
ordenamiento territorial en niveles de planeación, se puede asegurar, que el no
reconocimiento y la no inclusión de los procesos socio-políticos y culturales como
las prácticas culturales, puede llevar a la no interdependencia de las estructuras del
modelo, a la no articulación de niveles de planeación -sectores y sistemas-, y a la no
consolidación del marco de confianza, credibilidad y seguridad entre entidades
públicas, privadas y la ciudadanía, para el fortalecimiento de la institucionalidad y de
la participación social, que propenda hacia la construcción de la Región Bogotá
Cundinamarca mediante la concertación de voluntades y el mejoramiento de los
comportamientos individuales y colectivos (Alfaro y Zamir, 2009, p. 180).
Para finalizar la categoría de prácticas religiosas, encontramos la investigación Bermúdez
y Romero (2018), un estudio de cómo el espacio público resulta importante para intervenir
15
la problemática que se evidencia en el corredor por la falta de organización dentro de este
espacio, por tal razón se hizo una revisión teórica que permitiera redefinir el concepto del
espacio:
[…] La reunión de estos insumos resulta en una comprensión integral de un fenómeno
urbano, arrojando conclusiones sobre; la teoría y la manera de analizar un evento en
el espacio público; la problemática visible y la problemática de fondo; El ser en
esencia y el ser en potencia del lugar; la intervención de la superficie en la que se
desarrolla el evento. El aporte de este trabajo es una crítica a proyectos realizados
previamente para atender esta problemática (2018, p. 9).
Los descubrimientos de esta investigación relievan que el corredor de la calle 27 sur, entre
la Carrera 10 y carrera 5 busco dar solución a los problemas de espacio, concluyendo que
“[…] se puede analizar un problema dividiéndolo en partes más pequeñas, que en la ciudad
estas partes son las intersecciones y que, a partir de entender su papel en las urbes, desde una
revisión teórico-histórica, se logra ordenar estos espacios.” (Ibid., p. 41).
En este orden de ideas, se encontraron dos investigaciones en relación con la ciudad y la
religiosidad y culto al Divino Niño. La primera, de Gómez Mora, que identifica cómo las
propuestas urbanísticas han permitido potenciar las relaciones entre el hombre y los
escenarios públicos; es decir, que permite reconocer las diferentes percepciones de quienes
habitan un espacio para su interacción y su participación, encontrando que
[…] las particularidades urbanísticas de un modelo como el de ciudad dentro de la
ciudad evidencian diferentes fortalezas que permiten la correcta humanización del
espacio. Las oportunidades ofertadas por un proyecto que permite la participación e
integración comunitaria son propicias para fortificar las condiciones de los espacios
públicos. No obstante, también es claro que los desafíos por afianzar un entorno
verdaderamente autosuficiente y que recree la mixtura como expresión de pluralidad,
son latentes frente a problemáticas de uso inadecuado y carencia de apropiación.”
(Gómez, p. 106).
16
Por esta misma línea de investigaciones, se instala la de Rojas Paladines (2015), cuyo
objetivo principal son los canales televisivos para posicionar los productos de arcilla
elaborados por mujeres artesanas del Divino Niño, lo que permitió reconocer la incidencia
de la televisión
“[…] como herramienta comunicacional para promocionar los productos terminados
de cerámica del barrio Cera. La opinión de la ciudadanía lojana también marcó una
gran importancia en virtud de que manifiestan que sería necesario se realice la
promoción o difusión de las artesanías a través de los medios de comunicación social
locales, especialmente de la televisión” (2015, p. 11).
Aún más, en esta investigación se les dio valor a las mujeres artesanas del Divino Niño
por sus creaciones artísticas a partir de los medios de comunicación, lo que permitió
posicionar sus productos a nivel local, por ser una comunidad que consume productos
religiosos.
Bien, para finalizar este recorrido y análisis de antecedentes investigativos seleccionados,
se encontraron las siguientes investigaciones, que se relacionan con la categoría de
Modernidad. En primer lugar, el trabajo Borthiry Loreficchi, (2009), como potencial circuito
turístico cultural, relevando información del patrimonio cultural que lo integra, e
identificando las deficiencias que presenta para poder establecer propuestas que tiendan a
minimizar las falencias y debilidades, y fortalecer sus potenciales puntos estratégicos.
En segundo lugar, la investigación de López Pereira (2008), que revisa los partidos
políticos asociados con una religión, como el caso del partido MIRA, posicionado en
programas radiales y televisivos a nivel nacional e internacional. En realidad, este estudio
revisa “[…] los orígenes del MIRA, sus factores de crecimiento y las herramientas que utiliza
para promover sus ideas, sea un tema de interés para la política local y nacional de Colombia
(2008, p. 4), mostrando, al final , que el progresivo cambio que han sufrido los movimientos
políticos en Colombia dieron origen a nuevos grupos como MIRA por ser una de las iglesias
más importante dentro de las comunidades cristianas; por ser escogida por “[…] Dios para
llevar a su rebaño a disfrutar de ‘los ríos de leche y miel’ que tiene preparados Dios para sus
17
escogidos” (Ibid., p. 91), lo que ha motivado a muchos creyentes asistir y a creer en este
partido de fe y esperanza.
A su vez, López Altamar (2014) revisa la educación religiosa escolar en Colombia,
revisando especialmente cómo se ha desarrollado a partir del ámbito social, económico y
político. Para López entender la educación religiosa escolar en Colombia es comprender las
disputas de poder entre liberales y conservadores por conservar la relación entre la Iglesia y
el Estado en los ámbitos educativos. De esta manera, la iglesia tuvo que acomodarse a nuevos
hechos históricos que promovieron una de enseñanza más secular.
Al respecto Sandoval (2005), adelanta una tesis Doctoral donde revisa el tránsito de la
Modernidad a la Posmodernidad, a partir de la literatura en Colombia, lo que permite hacer
una relectura de los procesos de modernización: “[…] en este sentido, Mito se ha establecido
como frontera entre lo viejo y lo nuevo en la evolución de las letras en Colombia. La aparición
de Mito toma, así, un cariz "adamítico" y se convierte en un producto novedoso que se
explicaría por el genio y la Modernidad de sus gestores y no por la dinámica propia y
centenaria que ha tenido en el país el proceso de modernización literaria y social” (2005, p.
3). Al final, se concluye que la literatura dio origen a una nueva forma de entender la
realidad.
Otro estudio, el de Moreno Parrado, surge por la problemática de la Modernidad en
Colombia, a partir de la novela ‘Caravana de Gardel’. Este análisis, hecho desde la teoría de
los campos de Bourdieu y desde la propuesta de Bajtín en torno al contenido, al material y a
la forma, “[…] permite valorar la obra artística con una mirada integral, en la que confluyen
hombre, escritor y entorno para su creación; de igual manera, ayuda a vislumbrar cómo se
tejen el campo cultural y en especial el literario en relación con las propuestas y estudios
literarios contemporáneos” (2015, p. 6).
Por otra parte, la disertación doctoral de Bryon y David, (2018), examinan la
recomposición de las prácticas y creencias religiosas a partir de un grupo de estudiantes de
seis universidades de la ciudad de Cali, tomando la secularización como eje central para
entender las causas por medio de las cuales las instituciones religiosas se han venido
privatizando. Al final, se muestra que “[…] en los estudiantes encuestados es palpable un
18
avance del proceso de secularización, especialmente en tres características observadas: la
desinstitucionalización de las creencias religiosas, la privatización de las prácticas, y la
subjetivación en las formas del creer; elementos todos conexos al proceso de privatización
de la religiosidad.” (p. 6). A partir de los procesos de secularización se puede afirmar que
cada individuo decide el credo que desea profesar y construir unas experiencias a partir de lo
privado.
Así las cosas y, a partir del análisis de las investigaciones mencionadas anteriormente, se
encontró que son pocos los trabajos que se han realizado apostando por ver los detalles
etnográficos que permitan valorar hasta qué punto los proceso y empujes posibles de la
Secularización, herencia del a Modernidad como propuesta de una nueva forma de leer y
vivir el mundo social, han re-significado las prácticas religiosas con respecto al barrio 20 de
Julio.
1.2.Delimitación del problema
El problema tratado en este esfuerzo tuvo como eje central, y a partir de algunas ideas
regentes de las propuestas de Habermas y Kant, la secularización y los procesos de
racionalización y su empalme en la cotidianidad de un grupo de asistentes al santuario del 20
de Julio. Según Habermas (2008), la Modernidad es un paradigma o modelo de la vida
cotidiana que permite re-comprender el papel de la ciencia, pero, sobre todo, de la religión
en las sociedades. La secularización se superpone al papel de la religión en las sociedades,
presumiendo ahora un conocimiento ético, estético y científico, relegando así la religión a
meras prácticas privadas; mientras que la racionalización es la imposición de la ley social
(nomos) sobre la ley divina (physis). Algunos de sus fundamentos están en la reflexión que
hizo Kant en el texto de 1784 titulado ¿Qué es la Ilustración?, considerado por muchos
investigadores en las ciencias sociales el texto de la Modernidad.
Sus proyecciones están en comprender que, finalmente, la Modernidad (que no debe
confundirse con la Modernización y el Modernismo), es un proceso histórico con ínfulas de
universalidad, gestado desde ciertas revoluciones sociales, como por ejemplo El ego
cartesiano, La reforma protestante, la Revolución francesa, la Revolución industrial, la
Ilustración europea con su Enciclopedismo, la Colonialidad, el Imperialismo, etc.; y que
19
termina por crear una nueva subjetividad, un nuevo eje de atención, centro y fin de la historia;
es decir, que obliga al sujeto a estar o del lado del centro o de la periferia en el mundo
occidental.
No obstante, si se acuña las ideas y reflexiones de Dussel (1994), se evidencia cómo los
conquistadores, por medio de la violencia, introdujeron la religión católica, entendiendo que
en Latinoamérica la Modernidad fue postergada. De este modo, es importante resaltar que se
trabajará también en armonía con las posturas de Viviescas (1991), quien nos permitió
entender los procesos de Modernidad a partir de las ideas de Occidente; de esta manera, se
pudo hacer un análisis sobre la resignificación de las imágenes religiosas y los cultos
colectivos y espontáneos en torno a ellas.
Para tal efecto fue necesario establecer el otro eje temático, las prácticas religiosas,
entendidas como un sistema de símbolos en el que se articulan ciertos conocimientos,
sentimientos/emociones, valores e ilusiones enlazados con símbolos que permiten la
construcción de lo sagrado y lo profano en una sociedad; por tal razón, se avanzó un análisis
apoyado en Mora, (2010), Arango y Sojo (2018) y otros artículos que permitieron entender
cómo se practica la religión en las zonas urbanas, al tiempo que ver cómo varios individuos
coinciden en las cosmovisiones y el ethos, y cómo se crean comunidades religiosas (o
comunidad moral, al decir de Durkheim).
Esto implicó comprender lo siguiente: la similaridad entre los miembros y diferencia
frente a otras comunidades, justo aquellas que no coinciden con sus cosmovisiones y ethos.
Así, pues, se diferencian hacia afuera y se cohesiona hacia adentro; y, para lograr esto, se
apoyan los iguales (ya alejados de los otros y lo otro) en símbolos de identificación y de
identidad comunitaria (como el caso del Divino Niño, por ejemplo), lo que les permite
reconocerse como una comunidad, justamente. Así las cosas, esas comunidades lo son en la
medida en que ejecutan prácticas religiosas a partir de símbolos que sirven de soporte a sus
creencias, sentimientos y valores, y esto sucede en un espacio geográfico urbano que se hace,
por obra de la ritualización, en un espacio sagrado donde se hacen ciertos sacrificios (sacrum-
facere).
20
De esta manera, se apostó por la siguiente cuestión: ¿la imagen del Divino Niño puede ser
resignificada a partir de los posibles coletazos de un cierto proceso de Modernidad en
Colombia, especialmente aquellos centrados en la Secularización? Estos resultados se
consiguieron con el razonamiento inductivo para obtener conclusiones de los hechos
particulares, a partir del estudio de tres tipos de asistentes (vendedores, sacerdotes y
habitantes), con el fin de observar si los visitantes al santuario se han visto influidos con las
posibles transformaciones con relación a sus creencias y prácticas religiosas, entendiendo
que la secularización consiste en desacralizar y establecer otras formas vitales de vivir la
religiosidad como eje central de todos los individuos.
De aquí surgió el siguiente esquema primario y orientador, que permitió comenzar a
sazonar toda la propuesta investigativa, la cual se fue ajustando con el desarrollo de los
marcos teórico y metodológico que, más abajo se abrevian en este informe:
Elemento Cualidad
Tema Recomposición entre el mundo de la modernidad y el mundo religioso en los espacios
urbanos
¿Cómo se llega
a la pregunta?
Desde la década de 1960, muchos investigadores se han venido cuestionando sobre el
funcionamiento de las instituciones religiosas y sus diferentes códigos de actuación,
permitiendo generalizar la idea de un debilitamiento de las religiones o secularización
como una constante en las valoraciones al respecto y, por tanto, una reubicación de la
religión en la vida social privándola de un rol dinámico, como prueba de la victoria de la
razón, bandera impuesta por la Modernidad.
Pero, paradójicamente, frente a este panorama, lo que se ve es una multiplicación de
religiones, al lado de nuevos ritos y de corrientes esotéricas. Por ejemplo, en Colombia se
dice que hay más iglesias que colegios, eclosión auspiciada por la Constitución de 1991
que valida la libertad de cultos. Así, en 2013, el Ministerio del Interior reconocía 3600
iglesias, mientras que, en Bogotá, a comienzos de la década de 2010, había 310 templos
católicos y más de 1.500 lugares de culto.
Este panorama permite la estandarización de las ofertas; pero, también, un desinterés por
los aspectos de la vida sagrada y un crecimiento del deseo por la vida sensible, lo que
genera formas de privatización de significados sagrados y de las prácticas antes
estrictamente parroquiales o colectivas. Sin embargo, a pesar de todo esto, persisten los
encuentros masivos de catecúmenos y, en algunos lugares, de forma masiva, tal como
sucede en el barrio 20 de Julio de Bogotá. Por ejemplo, los domingos hay misa de 5:00
a.m. a 7:00 p.m., con eucaristías cada hora, siendo las de las 9:00 a.m. y 12:00 m, misas
campales.
Ante este panorama, donde lejos de extinguirse los cultos cristianos y colectivos, se
sostienen en el tiempo, podemos hablar de una recomposición de la religión, pero no de su
fin; lo que permite, por ejemplo, encontrar que estos cultos ofrecen menos peso punitivo y
otra forma de entender la moral y las reglas que se traducen en consejos éticos frente a las
cuitas existenciales.
Así las cosas, es válido cuestionarse esa relación entre una supuesta Modernidad
adelantada en nuestro ámbito cultural y la supervivencia de las religiones y sus cultos; pues
si se afirma que la religión debe estar a la orilla del universo o vida moderna, lo que se
21
observa es que los cultos religiosos gozan de buena salud y siguen siendo capaces de
convocar e ilusionar. Así, las cosas, los procesos de racionalización deben ser puestas entre
paréntesis para entender el cumplimiento de sus promesas. Al tiempo, cabe la pregunta por
las nuevas formas de asumir las creencias religiosas y cómo estas se ubican en relación
con la modernidad (o la modernidad postergada o la paramodernidad o la
tardomodernidad)
Pregunta
Problema
¿De qué manera el proceso de secularización adelantados en nuestra cultura resignifica
las prácticas religiosas asociadas a la imagen del Divino Niño acontecidas en la iglesia
del Divino Niño del 20 de Julio de la ciudad de Bogotá?
Ejes temáticos
identificados
La
modernidad
o la vida
moderna
Entendida desde Habermas (1989), es un paradigma o modelo de la vida
cotidiana que permite re-comprender el papel de la ciencia, pero, sobre
todo, de la religión en las sociedades. La secularización se superpone al
papel de la religión en las sociedades presumiendo ahora un conocimiento
ético, estético y científico, relegando así la religión a meras prácticas
privadas; mientras que la racionalización es la imposición de la ley social
(nomos) sobre la ley divina (physis). Sus bases están en la reflexión que
hizo Kant en el texto de 1784 titulado ¿Qué es la Ilustración?
Sus proyecciones están en comprender que, finalmente, la Modernidad
(que no debe confundirse con la Modernización y el Modernismo), es un
proceso histórico con pretensiones de universalidad, gestado desde
ciertas revoluciones sociales (V. gr. El ego cartesiano, La reforma
protestante, la revolución francesa, la revolución industrial, la ilustración
europea con su enciclopedismo, la colonialidad, el imperialismo, etc.), que
termina por crear una nueva subjetividad, como centro y fin de la historia;
es decir, que obliga al sujeto a estar o del lado del centro o de la periferia
en el mundo occidental.
La modernidad, como proyecto, se abandera de la secularización, proceso
que consiste en un desengaño de las religiones, esto es, en un abandono de
las creencias y prácticas mágicas, que permite actuar directamente en el
mundo social.
Prácticas
religiosas
urbanas
La religión es un sistema de símbolos y prácticas [Cfr. Geertz, C. (1989)
La interpretación de las culturas. Barcelona: Gedisa]; es decir, la
articulación de ciertos conocimientos, sentimientos/emociones, valores e
ilusiones enlazados con ciertos símbolos que permiten la construcción de
lo sagrado y lo profano en una sociedad. Esta mezcla de saberes y
emociones centrada en símbolos (íconos) ayuda a sedimentar dos aspectos:
(i) Cosmovisiones (prejuicios, estereotipos, valores, etc.) para
entender la vida social;
(ii) Modelos o modos de vida o de actuación colectiva (ethos).
Ahora bien, cuando varios individuos coinciden en las cosmovisiones y el
ethos, se crean comunidades religiosas (o comunidad moral, a decir de
Durkheim), lo cual implica similaridad entre los miembros y diferencia,
frente a otras comunidades, justo aquellas que no coinciden con sus
cosmovisiones y ethos: se diferencias hacia afuera, se cohesiona hacia
adentro, se apoya en símbolos de identificación y de identidad comunitaria
(como el caso del Divino niño, por ejemplo) lo que les permite reconocerse
como una comunidad, justamente.
Así las cosas, esas comunidades lo son en la medida en que ejecutan
prácticas religiosas a partir de símbolos que sirven de soporte a sus
creencias, sentimientos y valores y esto sucede en un espacio geográfico
urbano. Ese espacio, se va convirtiendo en territorio, esto es el
lugar/territorio se hace lugar sagrado y crisol de sentidos. Las prácticas
22
religiosas lo son, entonces, si se anudan a un espacio urbano donde se
arraigan y contiene significaciones constantes. En otras palabras: espacios
de identidad, producto de las interacciones de una comunidad.
Objetivos
General Comprender la forma como algunas condiciones de la vida moderna
permiten resignificar las prácticas religiosas urbanas acontecidas en la en
la iglesia del Divino Niño del 20 de Julio de la ciudad de Bogotá
Específicos
1. Describir las prácticas religiosas urbanas que acaecen en la iglesia del
Divino Niño del 20 J. y sus alrededores más próximos a partir de sus
usuarios.
2. Analizar las maneras como los usuarios del territorio religioso del 20 de
Julio (Iglesia y alrededores) co-construyen tiempos, espacios, instituciones
y sistemas de valores alrededor de la imagen del Divino Niño
3. Explicar las formas como se unen las líneas de sentido de los usuarios
con algunas claves contextuales e históricas de la nación.
Supuestos
1. La fractura o postergación de los procesos que sostienen la Modernidad (secularización
y racionalización) supone un desencanto y unas cualidades sociales y culturales centradas
en la anomia social, acompañada de nuevos sentimientos como miedo y/o angustia por su
destino
2. A partir de lo anterior, suponemos que la anomia social hace que los ciudadanos
resignifiquen lo que se juega en los territorios de identidad, como lo que sucede en las
prácticas religiosas urbanas
3. Los discursos de la fe en territorios urbanos dinamizan nuevas formas de dar sentido a
los tiempos, los espacios, las instituciones y las interacciones entre ciudadanos; incluso de
dar sentido a la calidad misma de los participantes de las prácticas religiosas urbanas.
Balance crítico
de Antecedentes
Primer rastreo
y síntesis de su
lectura
comprensiva
LA DEVOCIÓN AL DIVINO NIÑO EN QUITO UNA ETNOGRAFÍA DEL
CONSUMO POPULAR RELIGIOSO. (2007, Ecuador) Esta investigación se basó en el
consumo cultural y devoción al Divino Niño partir de un contexto urbano, en este sentido
se buscó analizar etnográficamente la devoción del Divino Niño de Quito, se utilizó la
metodología fue la semiología la historia cultural y la antropología, en consecuencia,
realiza una descripción a partir de testimonios y la literatura religiosa entorno al Divino
niño Jesús y la importancia de esta imagen que se ha difundido en los diferentes sectores
populares. Esta investigación tiene como fin entender el consumo cultural que tiene el
santuario del Divino Niño a partir del contexto quiteño.
DINÁMICA SOCIO CULTURAL DEL BARRIO 20 DE JULIO DURANTE LOS DIAS
DOMINGOS. (2007, Bogotá) Esta investigación hace un análisis sobre los problemas
sociales a partir del concepto de espacio público donde prima el colectivo y se establecen
unas categorías como el imaginario, usos y los tiempos desde allí se hace un análisis como
el comercio informal interviene desde la religiosidad y otros productos que se venden allí
todo se liga a la cultura de los ciudadanos que habitan el barrio. En este sentido el Divino
niño es una figura que contiene fines políticos y económicos este santuario es uno de los
más visitados porque se encuentra ubicado en un lugar estratégico y permite el acceso a
todos los ciudadanos, esta es uno de los problemas en la organización del espacio ya que
los domingos no se puede caminar porque el mercado que allí se establece no permite una
fluidez , por tanto el tesista propone darle un significado al espacio desde la economía, la
política, la religiosidad y lo social donde se pueda organizar desde las necesidades de los
ciudadanos y las dinámicas sociales del barrio.
DIVINA PRESENCIA EL NIÑO MILAGROSO DEL BARRIO 20 DE JULIO. (2012,
Colombia) Esta investigación analiza como las imágenes religiosas son de fácil acceso para
los colombianos existen numerosas tiendas al lado de las iglesias comercializándolas, los
buseteros las tienen en la parte frontal de sus vehículos, los otros conductores en las puertas
traseras, muchos de ellos cuelgan rosarios en los espejos retrovisores y para no ir más lejos
los sicarios paisas veneran a la advocación de la Virgen del Carmen como su protectora a
23
la hora de ir a matar. El culto católico es algo bien arraigado a la cultura colombiana
gracias, en gran parte, y casi exclusivamente a la conquista española y el proceso de
evangelización llevado a cabo por ésta durante la colonia. Es así como surge la pregunta
de qué clase de poder sostiene el imaginario religioso, entre sus componentes a resaltar la
imagen religiosa y el milagro.
RECREACIÓN DEL DIVINO NIÑO A TRAVÉS DE RELATOS. (2014, Colombia) Esta
Investigación consiste en la reconstrucción de la historia del Divino Niño del 20 de Julio
saber si es posible o no reconstruir historia por medio de microhistoria, y en la búsqueda
de la definición de microhistoria emergen dos términos igual de importante que son
memoria y relato. De esta surgen diversas historias en los medios de comunicación masiva,
en libros, folletos religiosos y demás, pero siendo esta una historia meramente local podría
ser cautivador, recoger microhistoria a través de una comunidad perdida en un espacio
específico, de personas comunes de la sociedad que estuvieran dispuestas a relatar las
experiencias que vivieron de esta historia en un espacio y tiempo específico.
ANÁLISIS DEL TURISMO RELIGIOSO OBSERVADO EN EL SANTUARIO DEL
DIVINO NIÑO, PARA EL DISEÑO DE UN PLAN DE DIFUSIÓN TURÍSTICA. (2017,
Colombia) El presente trabajo de investigación se enfoca en el estudio del conocimiento
sobre el turismo religioso, y como este tipo de turismo mueve a millones de personas a
conocer sitios que son representativos o hacen alusión a una religión u otra, así también
que tienen representación espiritual personal o colectiva. El Análisis del turismo religioso
observado en el Santuario del Divino Niño, para el diseño de un plan de difusión turística.
Aquel desinterés en potenciar turísticamente cada uno de los atributos del Santuario
conlleva a una baja afluencia de visitantes y mucho más
en el área del turismo religioso, el cual posee características particulares para aportar en el
desarrollo económico de los moradores que habitan alrededor del conjunto de atractivos
que posee el cantón.
Mapa
Conceptual
Primario o
primera versión
esquemática
Vida
moderna
urbana
(VMU)
Procesos de
secularización
Símbolos
Valores
Comportamientos
Procesos de
racionalización
Ley social
Anomia social
Práctica
religiosa urbana
(PRU)
Sistemas simbólicos culturales
Comunidades religiosas
Prácticas religiosas
Territorialidad identitaria
Desarrollo del
marco teórico a
partir de los
ejes temáticos
del problema
La modernidad es un fenómeno esencialmente europeo que inicia en el siglo XV con la
Reforma protestante, la Revolución Francesa, la Ilustración y la Revolución Industrial,
estos hechos históricos son fundamentales para entender el origen de los hombres
racionales y la separación de la Iglesia en los diferentes estamentos de la vida.
En este sentido la modernidad para Habermas busca liberar los potenciales cognitivos de
los individuos para así organizar la vida cotidiana, es decir que es un proyecto inacabado
que se debe construir a partir de nuestras necesidades con el fin de encontrar la felicidad.
En consecuencia, la Ilustración permitirá llegar a esa felicidad, porque el nombre puede
liberarse de los prejuicios y la superstición que existían con la Iglesia.
Por tanto, Kant dirá que “El ilustrado no tiene que ser un erudito, sino alguien que sepa
utilizar convenientemente sus recursos intelectuales y se interrogue así mismo por las
razones que le hacen asumir una determinada pauta o conducta.” En este sentido la
Ilustración permitió el surgimiento de la secularización como la decadencia de las prácticas
24
y creencias religiosas en las sociedades modernas, es así como surge un nuevo paradigma
sobre las prácticas religiosas a partir de la modernidad.
Dussel planteará que “La modernidad de Europa será el despliegue de las posibilidades
que se abren desde sus centralidades en la historia mundial y la constitución de todas las
otras culturas como su periferia.” Es decir que la modernidad será un nuevo modelo para
la vida cotidiana de otras culturas como América Latina, pero es necesario entender que
esta se desarrolla en el siglo XIX con la Independencia. Así, la Modernidad de América
Latina tuvo un desarrollo principalmente político, porque surge una conciencia
antiimperialista, de una valoración del mestizaje, de una conciencia indigenista acerca de
la discriminación de los indios.
En este sentido América Latina tuvo que adaptarse a las trasformaciones que la expansión
del modo de producción capitalista imponía desde Europa, así mismo ideas como la
secularización que marcaron una renovación eclesial adoptando un nuevo tipo de cristianad
que vino hacer funcional para el proyecto político que tomaron en sus manos los destinos
de estos países.
Por tanto, en el mundo moderno la iglesia católica ya no se presenta necesariamente para
legitimar un orden económico y el mantenimiento de la sociedad, sino que la Religión se
desarrolla desde la objetividad social o el ámbito de lo público a la subjetividad de lo
privado, esto quiere decir que la privatización de la Religión encuentra su eco en el
catolicismo luego del acelerado proceso de urbanización impuesto por el mundo
occidental.
En América Latina, la iglesia conservo su predominio hasta el siglo XIX, gracias al retraso
con que llegan las ideas europeas, es decir que las prácticas religiosas sufren algunos
cambios desde este siglo. Por otra parte es importante revisar la modernidad en Colombia
para entender porque las prácticas religiosas sufrieron algunos cambios, cuando se revisa
sobre la modernidad en Colombia se evidencia que este era un país conservador, claro
ejemplo de ello es la Constitución de 1.886 donde Colombia se considera un país Católica
esto irrumpió con las ideas de la modernidad, porque esta institución fue intolerante hacia
las ideas modernas, es así como el partido conservador va a estar en contra de lo que
impone el mundo moderno.
En este sentido Colombia permitirá la libertad de credo hasta la Constitución de 1.991
donde se consolida el liberalismo como ideología del sistema capitalista y la aparición de
múltiples factores como la secularización que consistía en la desacralización del mundo
moderno y en la racionalización del pensamiento, es así como Einstein “sostendrá que a
medida que las sociedades se hacen más industrializadas se convierten en menos
religiosas,” por tanto las instituciones religiosas ejercen una menor influencia en la
sociedad, porque disminuye la necesidad de asistir a la Iglesia.
En consecuencia, el paso de la modernidad generara la perdida de símbolos, doctrinas y
modelos de comportamientos religiosos y se le comienza a dar valor a los símbolos
mundanos que antes eran censurados por la Iglesia, es decir que se cede el paso a la
secularización como la indiferencia total hacia la religión. Crespi afirma que en la
modernidad se da la caída de las prácticas religiosas de tipo cosmológica, a pesar de que
Colombia es un país principalmente católico se evidencia que la Religión ha perdido
feligreses, por ideas como la privatización de la religión y como punto central del
desencantamiento del mundo.
En el caso de Colombia hay que entender que sus templos y santuarios fueron construidos
en las plazas para tener la presencia de Dios como la máxima figura de lo sagrado, en este
25
sentido los barrios van a conservar la misma estructura entendiendo esto, el barrio 20 de
julio es un claro ejemplo de las manifestaciones simbólicas, teniendo como referencia al
Divino Niño el cual fue propagado por la comunidad de los Salesianos en el año 1.937 por
el padre Juan del Rizzo que se encargó de promover la Devoción al Niño. Sin embargo, se
ha convertido en una preocupación para la Iglesia la falta de feligreses en los templos por
tanto se convierte en una tarea comprender por qué estas imágenes se han trasformado
desde el concepto de secularización y racionalización que han dado origen a nuevas
concepciones sobre estos símbolos.
Por tanta esta investigación busca comprender porque el Divino Niño se ha trasformado
desde el concepto de modernidad. Es importante saber que representaba el Divino Niño
para los asistentes a la Iglesia del Divino Niño, existen testimonios como los de Samper
quien agradece al niño por su recuperación del atentado de 1989 yendo con los medios de
comunicación al santuario del Divino Niño, para mostrar lo milagroso que era el Niño.
Seis años después, siendo ya presidente, iría con su esposa al mismo lugar a agradecer la
liberación de soldados, víctimas diez meses antes del primer secuestro masivo de actores
militares, agenciado por las FARC en Caquetá. Por tanto, la figura del niño se convierte en
una figura de nación cuando es conmemorado por el Congreso y se condecora al divino
niño con la más alta distinción, de orden de la Democracia: con El Gran Collar en el año
de 1.999. Este icono también lo usó el profesor y político Antanas Mockus en su
administración como apoyo y legitimación de su mandato. Así mismo en septiembre de
2001 el entonces candidato Álvaro Uribe visitaba el santuario acompañado de cámaras y
fotógrafos, para expresar su Devoción al niño.
Hoy en día la Devoción al Divino Niño sigue aglutinando devotos de todas las clases
sociales y de diversos grados de formación, buscando un espacio propicio para alimentar
su fe, sus creencias y encontrar respuestas a los distintos problemas que aqueja la vida
diaria.
Sin embargo nos encontramos frente a un nuevo orden donde la religión pierde su parte
tradicional por la modernización de la sociedad, en este sentido la figura del sacerdote
pierde sentido ya que era el puente principal para el encuentro con los santos, la misa por
ejemplo era el principal encuentro de los habitantes, ahora las imágenes de los santos se
pueden encontrar en los medios de comunicación, y las misas son celebradas por los
canales televisivos, con el arribo del mundo urbano la vida social se vuelve mucho más
dinámica pues la ciudad se amplía por los procesos de industrialización.
Primera versión
del diseño
metodológico
que viabiliza la
propuesta
Como metodología, viene de la antropología y es una propuesta para estudiar las
comunidades a través de herramientas como la descripción, la encuesta, la entrevista, etc.
Que permiten la familiarización, la participación, y la coexistencia y el conocimiento de
un mundo ajeno al investigador. En ese orden de ideas, la etnografía como diseño permite
comprender fenómenos sociales desde el punto de vista de quienes lo escenifican.
Por eso es útil para esta investigación, dado que el diseño permite enfrentar las
significaciones posibles que los actores dan a sus prácticas (aquí religiosas), al tiempo que
nos permite ver la manera como conciben sus lógicas de interacción, permitiendo llegar
hasta las bases del conocimiento del entorno social.
La etnografía /urbana/ como posible diseño. Consiste en la observación y análisis de los
grupos humanos considerados en su particularidad. Este diseño exige trabajar sobre el
terreno y la observación directa, no se queda en el nivel de descripción y tiende a
reconstrucciones generales. Al respecto, se debe tener en cuenta:
* El trabajo etnográfico, comienza en los trabajos de recolección de datos en el “campo”,
en donde se intervienen tanto el sujeto investigado como el sujeto investigador, en esta
forma, se tiene un significado objetivo de su modo de vida: La Cultura.
26
* Se concibe como una herramienta de orientación que utiliza varias técnicas para obtener
algún tipo de información a partir de SUJETOS – OBJETOS y criterios específicos. Es
entonces el método, el elemento orientador de las técnicas que deben utilizarse.
Se debe tener cierto control de variables Culturales como:
-Localización, Situación y Condiciones del Área de Estudio – Implica la ubicación del
barrio, municipio o vereda a nivel nacional o departamental. Límites y área territorial, vías
de comunicación y/o acceso.
-Tendencia de la Tierra – En lo que corresponde a propiedad o no de ella, uso y
distribución, formas de producción, división social, ocio.
-Creencias y prácticas tradicionales – Estas tienen que ver con aquellas expresiones que
tocan la concepción cultural de tradición acerca de los fenómenos de la vida cotidiana de
la comunidad, en especial de la salud y cuyo matiz es de un hondo sentido mágico religioso.
* Técnicas de investigación etnográfica
Sistematización de la Información: Obliga a establecer un contacto previo con el medio en
el cual se va a actuar pues solo de esta forma se podrá indicar el trabajo de clasificación y
ordenamiento de datos.
1. Entrevista Dirigida -Es un medio necesario para comprender la cosmovisión de
la gente y los significados valorativos para su vida.
2. Observación del Participante – Que es la técnica que consiste en captar la realidad
sociocultural de una comunidad o grupo social a través de la inserción del
investigador.
3. Diarios de Campo
4. Registro Visual
Cuadro 1. Primer esfuerzo de maduración del proyecto. Fuente: Elaboración de la investigadora.
Ahora, si bien los antecedentes revisados dejan advirtieren análisis de tipo sociológico,
con inmersión in situ y con estudios históricos de respaldo, no conectan suficientemente
relaciones entre posibles resignificaciones tras las evidentes mutaciones sociopolíticas de la
nación en tiempos donde apuran procesos de orden más ideológico y erudito, como la
Modernidad, que vienen de afuera y que obligan a que la ciudadanía se sacuda de ciertos
restos conductuales individuales y colectivos. Es ahí donde creemos que nuestra
investigación aporta elementos para seguir enriqueciendo esta área temática y este fenómeno
de religiosidad popular que aquí fijamos como objeto de atención.
Así las cosas, ya encausado y fijado un vacío reflexivo donde pudimos instalarnos desde
el trabajo de antecedentes, sólo nos resta exponer cómo comprendimos nuestra meta de
acción directora, a saber: estudiar posibles resignificaciones en esas prácticas religiosas en
una unas condiciones típicamente sesgadas en nuestra cultura en la vida moderna. Para eso,
entendemos la resignificación como un efecto de concepción cognitiva producto de varias
27
desterritorializaciones, definida por García-Canclini (1989) como unas reubicaciones
territoriales parciales de eventos simbólicos o icónicos otrora clave de ciudad, tales como la
plaza, la calle, la iglesia, etc. Estas desterritorializaciones generarían, en nuestra comprensión
del hecho, nuevas formas de significar los eventos mencionados; es decir, nuevas formas de
referenciar, dar importancia, valorar, asociar y sentir un evento pues es sabido que todas
estas acciones son típicas de la carga de sentido de la palabra significar (Niño, 2002),
permitiendo con esto generar un consenso relativamente homogéneo entre las comunidades,
además de distribuir percepciones y transformar constantemente las experiencias colectivas.
1.3.Justificación
Pues bien, a partir de todo el trabajo de delimitación, aclaraciones conceptuales básicas
y de revisión y lectura de las investigaciones consultadas para Antecedentes, este esfuerzo
permitió ver las diferentes propuestas investigativas en torno al santuario del Niño. Se
encontró que no se ha realizado una investigación que relacione las prácticas religiosas-
urbanas con los procesos de Secularización; es decir, que esta investigación resulta ser
innovadora porque, aunque el tema ha sido trabajado desde la disputa de la Iglesia con las
ideas de Modernidad, no se ha profundizado en las prácticas religiosas desde lo urbano y en
territorios situados con el devenir social tal como se presenta en la actualidad.
Se sabe, por otra parte, que la Maestría en Comunicación-Educación, de la Universidad
Distrital, FJC tiene como uno de sus énfasis la Cultura Urbana, donde el investigador está
azuzado a avanzar análisis sobre los problemas que aquejan una sociedad; por esta razón
resultó importante conocer qué ha sucedido con las prácticas religiosas desde lo urbano
entorno a los procesos de Secularización. Es decir, que este trabajo aporta a los objetivos de
la Maestría, especialmente en aquello donde se apuesta por “Aportar al desarrollo del
conocimiento científico e investigativo de los saberes propios del campo Comunicación-
Educación, desde una perspectiva transdisciplinar de las Ciencias Sociales y Humanas, de
manera que dichos desarrollos resulten apropiados para la solución de problemas y demandas
existentes en estos campos y en los distintos ámbitos de su uso y aplicación.” (Proyecto
Curricular Maestría en Comunicación-Educación, 2017, p. 21).
28
Por tanto, creemos que con este esfuerzo se contribuye a la implementación de nuevos
esquemas teóricos-metodológicos a partir de la redefinición de los procesos que dan forma a
la Modernidad, y con base en algunas ideas trabadas de Dussel y Habermas, entendiendo que
sus propuestas fueron desarrolladas, por una parte, en Latinoamérica y, por otra, en Europa,
lo que nos permitió hacer una distinción de cómo se ha transformado las prácticas religiosas
de los asistentes al santuario del Divino Niño en relación con la Modernidad. Es así como se
espera estudiar las posturas de los asistentes, a partir del trabajador informal, quien convive
con las dinámicas urbanas, por otra parte, el habitante quien acude a la imagen para solicitar
un favor al Niño y por último el sacerdote quién nos permitirá conocer un panorama de si la
cantidad de asistentes al templo se han mantenido o han cambiado por la Modernidad, lo que
me permite conocer las perspectivas de una comunidad frente a unas ideas de racionalización
y secularización impuestas por occidente.
Dentro de mis expectativas deseo continuar trabajando en esta investigación donde pueda
establecer una teoría propia desde el doctorado, ya que siento una afinidad con el tema que
me encuentro investigando. Así mismo que esta investigación sea publicada en una revista
indexada.
1.4. Pregunta y subpreguntas
Gracias a todo el esfuerzo previo aquí ya esbozado, se construyó la siguiente pregunta de
investigación: ¿De qué manera el proceso de secularización en nuestra cultura actualmente
resignifica las prácticas religiosas asociadas a la imagen del Divino Niño acontecidas en la
iglesia del Divino Niño del 20 de Julio de la ciudad de Bogotá? A lo cual se sumaron las
siguientes sub-preguntas, a saber: ¿Cuáles son las prácticas urbanas de los asistentes a la
iglesia del Divino Niño del 20 Julio?; ¿Por qué es importante analizar cómo los usuarios co-
construyen la imagen del Divino Niño a partir de la Modernidad?; ¿Cuáles son los hechos
históricos que conllevaron a los usuarios del 20 de Julio a cambiar su forma de ver la imagen
del Divino Niño?
29
1.5.Objetivos
Objetivo General
Pues bien, a partir de las preguntas arriba esbozadas y con el marco de comprensión logrado
hasta este momento en todo el proceso investigativo adelantado, centramos la siguiente
pregunta de investigación: Comprender la forma como algunas condiciones de la vida
moderna permiten resignificar las prácticas religiosas urbanas acontecidas en el santuario del
Divino Niño del 20 de Julio, en la ciudad de Bogotá.
Objetivos Específicos
1. Describir las prácticas religiosas urbanas que acaecen en la iglesia del Divino Niño del
20 Julio y sus alrededores más próximos a partir de sus usuarios.
2. Analizar las maneras cómo los usuarios del territorio religioso del 20 de Julio (Iglesia
y alrededores) co-construyen tiempos, espacios, instituciones y sistemas de valores alrededor
de la imagen del Divino Niño.
3. Explicar las formas como los elementos analizados proyectan una resignificación de
los actos religiosos en torno a la imagen del Divino Niño.
Así las cosas, este trabajo, al adelantar acciones para comprender cómo ciertos procesos
de la secularización posiblemente transformaron el significado vivencial y religioso de los
diferentes símbolos religiosos y sus rituales contiguos, tales como la imagen del Divino niño
del 20 de Julio en la plazoleta del Divino Niño, nos permitió lanzar nuevas líneas de
comprensión sobre lo que sucede en nuestra sociedad bogotana en torno al poder de lo Divino
y el pensamiento mágico, además de sus efluvios en lo social popular. Más concretamente,
se buscaron pistas para entender cómo, desde la plazoleta del Divino Niño, se ha
resignificado esta Imagen que, desde los años treinta del siglo pasado, instaurado por la
comunidad salesiana, ha venido siendo un modelo identitario que cada vez pierde más
timidez local, nacional e internacional.
30
2
MARCO TEÓRICO
La Modernidad es un fenómeno esencialmente europeo que inicia en el siglo XV con la
Reforma protestante, y luego se enriquece con eventos sociopolíticos y económicos tales
como la Revolución Francesa, la Ilustración y la Revolución Industrial. Estos
acontecimientos son fundamentales para entender el origen de los hombres racionales y la
separación de la Iglesia en los diferentes estamentos de la vida. En este sentido, la Ilustración
permitió el surgimiento de la secularización como la decadencia de las prácticas y creencias
religiosas en las sociedades modernas. Ahora, por su parte, América Latina no vivió los
mismos procesos que Europa, ya que mientras se desarrollaba la Modernidad allá, aquí se
estaba viviendo el proceso de colonización, lo que implicó que la civilización moderna
tuviera dominio sobre los pueblos originarios, iniciando esto con apoyo de las prácticas
religiosas, la imposición de deidades foráneas y la fuerza un credo que era, en principio ajeno
del todo a los nativos de la nueva España.
En efecto, La conquista de América se caracterizó por la exaltación del orgullo español
por cumplir la misión divina de afrontar el mundo de las tinieblas e incorporar al reino de
Dios (o reino de la luz) ‘los nuevos terrenos’. Este argumento, de “recompensa”, se unió a
otro, de corte político, a saber: debido a la retirada progresiva de la Iglesia española al
protestantismo europeo, el descubrimiento de América se interpretó como una
“compensación”; por lo que, desde el comienzo, estuvo trazada por el imaginario de la
Virgen, pues es Colón quien arriba al continente en el navío bautizado “La Santa María”. Esa
España enroscada por el discurso de los teólogos del convento dominico de San Esteban de
Salamanca, generalizó un esquema mental para afrontar el encuentro de América: la religión
de los conquistadores, única y absoluta, debía infundirse. Los misioneros, “portadores de la
luz”, lograrían la conversión por medio de la palabra, el fuego y la espada. La espada y la
cruz formaron así un binomio indisoluble, pues en nombre de la fe, la espada sometería a los
hombres. Tal método fue guiado por esa misión de “conquista espiritual de los indios”, cuyo
celo misionero se concentró en “arrancarlos del diablo” (Sanabria, 2004).
31
Es así como la colonización fue posible gracias a catecismos ilustrados y se sirvieron del
teatro para hacer comprender a los indios los misterios de la religión católica; mientras los
atrios eran la morada de imágenes de la pasión de Cristo, sirviendo a su vez de escenario para
las celebraciones dramatizadas de la Virgen María, cuya figura más usada fue la de la Virgen
purísima o Inmaculada Concepción de María. Es el caso de la aldea de Bogotá, donde el
primer obispo, Don Juan de Quevedo, la uso para conquistar el alma de los indígenas. Para
tal efecto, usó altares de madera recubiertos con láminas de oro y en los techos de los
claustros, sendas imágenes de santos y ángeles, así como hermosos cuadros de esta Virgen,
expuestos a la veneración de los indios (Friede, 1989).
Todo esto sucedió así en la época colonial bogotana, controlada por una lógica religiosa
y ávida de iglesias en su casco histórico, mientras que a nivel nacional la iglesia conservó su
predominio hasta el siglo XIX, por la dilación con que llegan algunas ideas europeas; es
decir, que las prácticas religiosas sufren algunos cambios desde este siglo, por la
secularización que marcó una renovación eclesial gracias al reconocimiento de otras prácticas
religiosas asentadas en la Constitución de 1991.
En efecto, a finales del siglo XX se desestimó políticamente la pérdida de símbolos,
doctrinas y modelos de comportamientos religiosos, lo que implicó darle más valor a los
símbolos mundanos que antes eran censurados por la Iglesia. Sin embargo, cabe aclarar que,
aunque la secularización se haya dado desde este orbe, hoy en día la Devoción al Divino
Niño sigue aglutinando devotos de todas las clases sociales y de diversos grados de
formación, que buscan espacio propicio para alimentar su fe, sus creencias y para encontrar
respuestas a los distintos problemas que aqueja la vida diaria. En los siguientes apartados se
hará un análisis teórico para comprender si la imagen del Divino Niño ha sido resignificada
o no en la época actual, caracterizada por la eclosión de religiones y libertad de cultos y
creencias.
Ahora, suponemos que la Modernidad generó cambios profundos en las sociedades
occidentales que, posteriormente, se expandieron en todo el mundo; en este sentido, la vida
32
moderna se consolida con la Ilustración y con la Secularización por ser un proceso histórico
donde el hombre se convierte en el centro de todo cuanto puede ser. Sin embargo, en
Latinoamérica la Modernidad surge a partir de una conciencia indigenista y antiimperialista
con la discriminación que se vivió durante el proceso de colonización, lo que implicó que las
sociedades latinoamericanas reconstruyeran su identidad cultural, su igualdad racial y los
valores de libertad que se perdieron con los conquistadores. En este ambiente, la religión
católica también sufrió cambios y que a la decadencia de las prácticas y creencias religiosas
estrictamente católicas, lo que traería consigo reacciones violentas y exclusión; sin embargo,
no todas las sociedades latinoamericanas han transformado sus prácticas religiosas ya que,
en la actualidad, algunos países se consideran católicos, por estas razones se avanzará un
análisis de cómo han cuajado los procesos de la Modernidad y las Prácticas religiosas en
torno al Divino Niño.
La Modernidad se consolida como un mundo o una sociedad que se contrapone con la
sociedad tradicional, de suerte que lo moderno se conecta con la idea de lo nuevo. No
obstante, a propósito de esto, Enrique Dussel, (1994) menciona que la Modernidad fue
fraccionada en Latinoamérica porque:
[…] El mundo se divide en el Viejo Mundo y en el Nuevo Mundo. El nombre del
Nuevo Mundo proviene del hecho de que América [...] no ha sido conocida hasta hace
poco para los europeos. Pero no se crea que esta distinción es puramente externa.
Aquí la división es esencial. Este mundo es nuevo no sólo relativa sino absolutamente;
lo es con respecto a todos sus caracteres propios, físicos y políticos [...] El mar de las
islas, que se extiende entre América del Sur y Asia, revela cierta inmaturidad por lo
que toca también a su origen [...] No menos presenta la Nueva Holanda caracteres de
juventud geográfica, pues si partiendo de las posesiones inglesas nos adentramos en
el territorio, descubrimos enormes ríos que todavía no han llegado a fabricarse un
lecho [...] De América y de su grado de civilización, especialmente en México y Perú,
tenemos información de su desarrollo, pero como una cultura enteramente particular,
que expira en el momento en que el Espíritu se le aproxima. (Dussel, 1994, p. 20).
33
Es decir, el pensamiento latinoamericano entiende la Modernidad desde un concepto
poscolonial, donde se instauraron ideas desde la Modernidad europea, lo que fue impuesta a
los pueblos colonizados. En consecuencia, Dussel menciona que para “[…] Habermas, como
para Hegel, el descubrimiento de América no es un determinante constitutivo de la
Modernidad, sino que la experiencia no sólo del "Descubrimiento", sino especialmente de la
"Conquista" será esencial en la constitución del “ego” moderno, pero no sólo como
subjetividad, sino como subjetividad "centro" y "fin" de la historia” (Ibid., p. 50). Siguiendo
esta propuesta, el filósofo argentino menciona que
[…] La Modernidad se originó en las ciudades europeas medievales, libres, centros
de enorme creatividad. Pero "nació" cuando Europa pudo confrontarse con "el Otro"
y controlarlo, vencerlo, violentarlo; cuando pudo definirse como un "ego" des-
cubridor, conquistador, colonizador de la Alteridad constitutiva de la misma
Modernidad. De todas maneras, ese Otro no fue "des-cubierto" como Otro, sino que
fue "en-cubierto" como "lo Mismo" que Europa ya era desde siempre. De manera que
1492 será el momento del "naci- miento" de la Modernidad como concepto, el
momento concreto del "origen" de un "mito" de violencia sacrificial muy particular
y, al mismo tiempo, un proceso de "en-cubrimiento" de lo no-europeo (Dussel, 1994,
p. 8)
A partir de lo anterior, se puede considerar que en Latinoamérica no desarrolló el mismo
concepto de Modernidad que surgió en Europa, porque los conquistadores se presentaron
como la primera nación moderna que posee características racionales y que puede dominar
por su superioridad frente al mundo; en este sentido, los pueblos originarios se vieron
obligados a cumplir con lo establecido por el conquistador. En efecto, es importante revisar
el proceso de conquista en Latinoamérica para entender cómo el conquistador cambio las
formas de vida, estableciendo nuevas estructuras políticas, sociales y económicas. No
obstante, Dussel sostiene que una manera de reprimir a los nativos fue el cambio de creencias
y prácticas religiosas, porque se impuso la religión católica, por lo que se gestó:
[…] La conquista espiritual y el "encuentro" de dos mundos. Por tales entendemos el
dominio que los europeos ejercieron sobre el "imaginario" (imaginaré diría Sartre)
34
del nativo, conquistado antes por la violencia de las armas. Es un proceso
contradictorio en muchos niveles. Se predica el amor de una religión (el cristianismo)
en medio de la conquista irracional y violenta. Se propone de manera ambigua y de
difícil interpretación, por una parte, al fundador del cristianismo que es un
crucificado, una víctima inocente en la que se funda la memoria de una comunidad
de creyentes la Iglesia; y, por otra, se muestra a una persona humana moderna, con
derechos universales (1994, p. 62).
Desde entonces, la religión católica fue impuesta en las culturas Latinoamericanas,
aunque en sus inicios fue rechazada por los pueblos originarios. Así, resulta importante hacer
este rastreo para entender cómo las prácticas religiosas se convirtieron en la cotidianidad de
las sociedades y se fueron transformando con la posible concepción de Modernidad. Al
respecto, Dussel afirma que la “[…] conquista espiritual debió enseñarles la doctrina
cristiana, las oraciones principales, los mandamientos y preceptos, de memoria, cada día.
Esto incluía igualmente un ciclo diferente del tiempo (ciclo litúrgico), y del espacio (lugares
sagrados), etcétera.” (Ibid., p. 62).
En ese mismo orden de hechos, se produce la imagen de un Dios castigador por parte de
los españoles para que los nativos sintieran temor y cumplieran con las labores impuestas; de
este modo, la aculturación fue un movimiento unilateral, ya que el conquistador quiso
imponer sus leyes, instituciones y su religión. En el caso de Colombia, Mora menciona que
“[…] la población india no fue despojada de sus territorios, ni aniquilada. Por el contrario,
no solamente suministró la mano de obra sino, también, la base de una raza mestiza
engendrada por los conquistadores” (2010, p. 79). Resultado de este proceso, fue que el
indígena tuvo que dejar sus propias creencias culturales y sus prácticas religiosas para
sobrevivir al proceso de Conquista.
Una manera de originar terror en los indígenas fue la Inquisición, institución que permitió
que los españoles ejercieran control en los comportamientos de los nativos. Siguiendo las
explicaciones de Mora, este investigador afirma que las comunidades religiosas como los
“[…] Franciscanos y dominicos llegaron a una religiosidad centrada en el dolor de Cristo y
los dolores de la Virgen, en las devociones marianas y en la multiplicidad de oraciones a los
35
santos” (Ibid., p. 89). Es decir, que el español luchó para que los indígenas y los negros
adoptaran la vida espiritual por medio de la imposición de oraciones que fueron enseñadas
por las comunidades religiosas. Así las cosas, la primera consecuencia de todo este proceso
de dominio y violencia epistémica fue la mezcla de la religión aborigen con la fe católica
dominante, la cual se ha convertido en un fenómeno en toda Latinoamérica. Es por eso que
Cabrera afirma al respecto que “[…] la religiosidad de los indios es formalista y superficial;
lo que, en muchos casos, yace bajo un aparente acatamiento católico un fondo tenaz de
paganismo: es el caso de los ídolos detrás del altar” (2007, p. 30).
Asimismo, los españoles construyeron iglesias donde antes los indígenas celebraban las
fiestas para sus dioses; en este sentido, los conquistadores mantuvieron las mismas fechas
para celebrar la consagración de los antiguos paganos, tomando los lugares sagrados para
promover las figuras religiosas impartidas por la Iglesia católica; de esta manera, las
imágenes religiosas fueron ubicadas en las zonas altas, donde antes se encontraban los dioses
de los pueblos originarios.
Por tal razón la iglesia católica se encargó de incentivar nuevos santos donde su
característica principal era hacer milagros. De esto se desprenden imágenes como la del
Divino Niño que, desde Europa, se veneraba la imagen de San Cristóbal en las procesiones
ampliamente desde la Baja Edad Media y que se representa llevando al niño Jesús en sus
hombros. Se sabe que la adoración al niño Jesús tiene su origen en el 1200 a través de la vida
ejemplar del Monje franciscano portugués san Antonio de Padua y su devoción fue propagada
por la carmelita francesa Margarita del Santísimo Sacramento en 1636, quien señaló haber
oído del niño “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y tu oración
será escuchada”. Luego se extendería por toda Europa. Pero también hay que señalar que,
de hecho, hay una profecía que explica la existencia del Niño en el nuevo Mundo, siguiendo
esta imagen del santo Cristóbal y su relación homónima con el almirante italiano Crisóforo
Colombo:
[…] Apenas cundió en Europa la noticia del descubrimiento del entonces Nuevo
Mundo, algunos estudiosos de las sagradas escrituras coincidieron en señalar que se
había cumplido una profecía: el santo, por consejo del sabio Cucufas, esperaba al
36
Niño Dios para, puesto a su servicio, cruzar el mar océano. Cristóbal Colón había
encarnado al Santo de la profecía por llevar su nombre y, simbólicamente sobre sus
hombros, pasó el Niño Dios, con el mundo en sus manos, al continente que acaba
descubrir para la cristiandad (Cabrera, 2007 p. 33).
Ahora bien, anteriormente habíamos señalado que el proceso de evangelización dependió
de los conquistadores y que originó la manifestación de una religión popular; es decir, que
en un primer momento la evangelización dependió de la extirpación de idolatrías locales y
de la regulación de la religiosidad andina por medio del restablecimiento del culto a vírgenes
y a santos, lo que permitió el surgimiento de las rituales patronales y santuarios; además de
procesiones y romerías que identifican a un colectivo que es motivado por sus estimulaciones
individuales de tipo económico, existencial, familiar y/o por causa de graves o dolorosas
enfermedades; por esta razón se hacían ofrendas a los santos y las vírgenes, dependiendo de
la clase de milagro que se pedía; de esta manera, evolucionan las creencias locales y
regionales.
En este orden de ideas, la devoción al Divino Niño nace con la figura del Niño de Praga,
en la República Checa, quien fue propagado por las hermanas carmelitas, existentes desde
mediados del siglo XV en Italia y Francia. Según Cabrera, se dice que la imagen es producto
de una visión extática que sufrió el andaluz Fray José de la Santa Casa, quien descubre la
imagen mientras barría la cocina; desde entonces, ese día se consideró como un milagro. Esa
misma noche, en un sueño se le apareció Fray José al Padre Prior y le comunica que:
[…] Esta imagen no es para vosotros; dentro de un año vendrá doña Isabel Manríquez
de Lara, a quién se la darás, quien a su vez la entregará a su hija como regalo de bodas,
quién la llevará a bohemia y de la capital de aquel reino, será llamado “NIÑO JESÚS
DE PRAGA”. Desde entonces su devoción fue administrada por el orden de las
carmelitas. (2007, p. 33).
En este contexto, el Divino Niño aparece en el contexto colombiano gracias a las gestiones
del sacerdote católico italiano Juan del Rizzo, reconocido por haber construido la primera
Iglesia del barrio 20 de Julio, lugar donde se propagó la imagen a partir de una revelación,
37
mientras rezaba su meditación lo llevó a concentrarse en la imagen del Niño Jesús que
desencadenaba en los brazos de la virgen. Desde ese preciso momento, se produjo la
revelación que todo lo que se deseaba pedir, debía ser ensalzado por los méritos de la infancia
de Jesús para que nada fuera negado.
Imagen 1. Padre Italiano Juan del Rizzo. Propagador de la devoción al Divino Niño. Tomado de:
https://es.aleteia.org/slideshow/el-divino-nino-del-20-de-julio-12-curiosidades-que-debes-saber-
6791/?from_post=323420
Así, pues, en un principio, el padre Juan veneraba la imagen del Niño Jesús de Praga, lo
que generó un conflicto entre las dos comunidades, los salesianos y la orden carmelita por la
imagen, lo que obligó al padre salesiano Rizzo crear una nueva figura del Divino Niño,
creación propia de la comunidad salesiana; en este sentido Cabrera comenta que el Padre:
“[…] se fue para Bogotá donde un taller de imágenes y se encontró con una figura pequeña
38
del niño sonriente, clavado en una cruz. Hizo que le quiten la cruz, porque en un principio ha
estado crucificado el niño...pero no se llamaba divino Niño, sino niño de la predestinación.
(Ibid., p. 34). El padre Juan del Rizzo estaba convencido que era importante honrar la imagen
del Niño, pues así se darían innumerables milagros para quienes asistieron al santuario, y
empezó con una serie de misas y celebraciones en el barrio 20 de Julio; asimismo, los
asistentes durante nueve domingos visitaban el templo para recibir favores del Niño y dar
donaciones a la iglesia, si los milagros eran cumplidos.
Imagen 2. Altar del primer templo del Divino Niño, en 1942. Tomado de: https://es.aleteia.org/slideshow/el-
divino-nino-del-20-de-julio-12-curiosidades-que-debes-saber-6791/6/
Según las investigaciones de Ferro Medina, el mito del Divino Niño del 20 del Julio se re-
semantizó a partir de la visita de Pastrana Arango, luego de su secuestro y su posterior
decisión de ser alcalde la Bogotá en 1998:
[…] El candidato Pastrana y posterior alcalde de Bogotá votaría en los siguientes 10
años en la plaza del 20 de Julio hasta cuando fue elegido presidente de la República
y su mesa de votación se traslada a la plaza de Bolívar. Estos serían unos votos de
39
confianza: religioso, cívico y político, imbricación sin la cual no podría dejarse de
entender al Divino Niño (2002, p. 31).
Ahora, todo lo anterior permite hacer una reflexión sobre las prácticas religiosas y su
influencia para la creación de imágenes como la del Divino Niño. Así las cosas, en los
siguientes apartados se hará un análisis sobre los periodos de 1810 a 1991 en Colombia, para
entender cómo desde la Independencia y la posible Modernidad en las prácticas religiosas se
mantuvieron vigentes ciertas prácticas religiosas, ya que los europeos se “[…] sentían
llamados a ensanchar la cristiandad y a propagar el evangelio” (Mora, 2010, p. 89).
Los periodos 1810 a 1848 responde al proceso de Independencia donde los conquistadores
pierden su dominio en el territorio, pero las instituciones religiosas continuaron de la misma
manera, porque “[…] hay una continuidad entre la Colonia y los primeros años de República.
Igual sucede con lo religioso, se cambió de realista a patriota, pero la mentalidad religiosa
siguió igual” (Mora, 2010, p. 54). Después, surgen ideas emancipadoras, lo que generó que
se dividieran los bandos políticos, pero, igual, seguían concibiendo la misma fe católica. Por
tanto, Mora (2010) afirma que “[…] el 23 de julio de 1810, a los de la mañana se publicó un
bando en la que se afirmaba que se mantenía la integridad de la fe católica y los derechos de
Fernando VII. Y las relaciones Iglesia – Estado continuaron en la misma forma que estaban
entre Iglesia y Monarquía” (Ibid. p. 57). Esto explica por qué los patriotas y los realistas le
suplicaban a Dios por la victoria y, asimismo, la disputa por apropiarse de Nuestra señora de
Chiquinquirá para que los protegiera; es decir, que la Iglesia mantuvo una relación estrecha
con el Estado; sin embargo, se empezó a debilitar cuando se disminuyen las órdenes sagradas
en Colombia por la falta de recursos económicos.
A partir de lo anterior, se puede interpretar que, en Colombia, existen dos tipos de iglesia,
a saber: la tradicional, que apunta a una sociedad conservadora y, por otra parte, una sociedad
popular y revolucionaria; todo lo cual implicó un conflicto para la iglesia católica porque
algunas ideas de Modernidad como la secularización se estaban gestando en Latinoamérica.
Incluso, Habermas menciona que
40
[…] la Modernidad, como el mundo nuevo, el mundo moderno, se distingue del
antiguo por estar abierto al futuro, el inicio que es la nueva época se repite y perpetúa
con cada momento de la actualidad que produce de sí algo nuevo. A la conciencia
histórica de la Modernidad pertenece, por tanto, el deslinde entre «lo novísimo» y lo
moderno: la actualidad como historia del presente dentro del horizonte de la Edad
Moderna, pasa a ocupar un lugar prominente. También Hegel entiende «nuestro
tiempo» como «tiempo novísimo» (2018, p. 17).
Es decir, la Modernidad de Occidente se basó en acontecimientos que dieron origen a una
nueva forma de pensamiento tales como la Reforma, la Ilustración, la Revolución francesa y
la Secularización. En este sentido Kant en su escrito titulado ¿Qué significa orientarse al
pensar? el cual fue publicado en 1786 define que […] La ilustración no consiste como
muchos se figuran, en acumular conocimientos, sino que supone un principio negativo en el
uso de la propia capacidad cognoscitiva, pues con mucha frecuencia quien anda más holgado
de saberes es el menos ilustrado en el uso de estos” (1994, p. 10) Esto es, que los ilustrados
se vuelven racionales cuando se cuestionan sobre sus determinadas conductas, lo que permite
liberarse de su minoría de edad.
En consecuencia, los procesos de secularización permitieron la transformación de las
prácticas religiosas a partir de Martín Lutero, quien posibilitó que el hombre recuperara su
libertad a partir del uso de la razón. Así, en relación con la secularización, surgió la
decadencia de las prácticas religiosas en las sociedades modernas, permitiendo que la religión
fuera privatizada por las políticas liberales, donde la racionalización permite el desarrollo de
la secularización porque se le da más valor a lo profano y menos credibilidad a los mitos y
las creencias. Es por esto que, “[…] a medida que las sociedades se hacen más
industrializadas se convierten en menos religiosas” (Arango y Sojo, 2018 p. 45), lo cual
genera un efecto inmediato centrado en que las instituciones religiosas pierden poder dentro
de las comunidades; razón por la cual muchas familias han dejado de asistir a la Iglesia
porque ya que no les encuentran función individual ni colectiva a estas prácticas.
De esta suerte, a pesar de que la Modernidad lleva a las sociedades a liberarse de la
sumisión a los Dioses, de las jerarquías hereditarias y del poder tradicional, “[…] desde ahora
41
la sociedad se ve obligada a inventarse a sí misma de arriba a abajo según la razón humana,
no según la herencia del pasado colectivo” (Viviescas, 1991 p. 144). De modo que los
primeros esbozos de Modernidad se presentaron con “[…] la élite criolla neogranadina en el
siglo XVIII. Su percepción del atraso hispánico, y del atraso adicional en el que estaba
nuestro territorio, estuvo vinculado desde el comienzo a la adopción de un pensamiento
protoliberal, cercano al liberalismo europeo” (Ibid., p. 231). Es decir, que el desarrollo de la
economía, la educación y la política estuvieron ligadas al pensamiento europeo, pero este no
se estableció en su totalidad en Latinoamérica.
La Modernidad en Latinoamérica se desarrolló a medias. De hecho, “[…] la
Modernización tiene lugar desvinculada de un proyecto moderno e impone a un tiempo su
racionalidad formal (cálculo, secularización, racionalización, eficiencia, lucro, etc.) dentro
de una dinámica económica y política excluyente que encuentra en su interior sus propios
límites” (Viviescas, 1991, p. 259), algo que surge dentro de una estructura conservadora que
no desea cambiar sus dinámicas sociales, políticas y económicas. Dicho de otra forma, la
Modernidad, como se sabe, propuso la secularización como una forma de cambiar las
prácticas religiosas; sin embargo, Viviescas afirma que “[…] la secularización de la sociedad,
la sensibilidad sustentada en los criterios de utilidad, productividad, eficiencia, la
intersubjetividad inmersa en la cultura de la imagen, la moda, el consumo compulsivo y el
hedonismo solo afectan, a un reducido núcleo de la sociedad, mientras que la vida de las
mayorías transcurre de espaldas a la Modernidad” (1991, p. 260).
Esto se puede reescribir afirmado que las prácticas religiosas se mantienen en
espacios modernizados pero sin modernidad; por tanto, transcurren alrededor de unos
valores católicos cultivados en la Colonia. Efectivamente, en el caso de Colombia, las
estructuras políticas, sociales y económicas han tenido una contrariedad con la Modernidad,
porque mantiene la misma estructura que dejaron los colonizadores; es decir, “[…] el poder
la Iglesia y de la herencia ha sido, y sigue siendo, protuberante en la evolución de la sociedad
colombiana” (Ibid., p. 260). En lo que sigue expondremos algunas de esas contrariedades de
la Modernidad en Colombia.
42
Lo primero que habría que decir es que en el periodo que va de 1848 a 1960 se dio un
choque entre las nuevas ideas de Modernidad y secularización en relación con la iglesia; por
lo que “[…] la nueva clase formada por comerciantes, burócratas e intelectuales busca la
modernización del estado a través de un estado liberal “laisseferista”, de la introducción de
una secularización en cuanto a las relaciones Iglesia versus Estado” (Mora, 2010, p. 58). En
este sentido, la idea de progreso impulsó a los hombres a transformar su mundo, lo que
implicó un choque entre la Modernidad y lo tradicional, pero lo que marcaría los procesos en
Colombia hasta el siglo XX es la hegemonía conservadora y las guerras civiles que sumaron
ocho, entre 1839 y 1902.
En este ámbito de agitación, aunque la Iglesia se vio afectada por el programa del Partido
Liberal, el Partido conservador mantendría el respaldo a la Iglesia católica y fue inminente
que la esta mantendría su lugar de poder, tal como es por todos conocido en la época de la
Regeneración o los periodos del presidente Rafael Núñez con ecos fuertes hasta mediados
del siglo XX. Es que el papel de la iglesia en la política y sociedad mantuvo un sistema de
creencias concentrado en la exclusión a creencias diferentes, manteniendo una mayoría
anclada en las formas, mitos, ritos e imágenes-símbolos impuestos por la lógica hispano-
católica.
Es que, sin duda, el entendimiento de porqué ha primado la lógica del catolicismo en
Colombia como una clara talanquera a los procesos auténticos de secularización se deben,
ante todo, a l freno que La Regeneración, en el siglo XIX, puso al desarrollo de las ideas
filosóficas en el país, y que se manifestó en el enfrentamiento entre los positivistas y los
utilitaristas liberales versus los conservadores, éstos últimos partidarios de la ideología
hispano/católica y de su interpretación por parte de la iglesia. Así las cosas, la administración
Núñez recurre a la iglesia católica como elemento esencial de la cohesión nacional y se le da
el control del aparato educativo en materias religiosas e ideológicas.
Así las cosas, la constante de la religión y su intervención en nuestra formación histórica,
se vivencia como una tradición que se ha transmitido de generación en generación en lo
relativo a la forma de interacción e intervención, pues es claro que aquí las cosas se aprenden
por autoridad. El colombiano, partidario del Sagrado Corazón de Jesús (especialmente
43
después de la Guerra de los Mil días) y cuanta Virgen se le ofrezca (Herencia de la Colonia),
y desde el siglo XX con la imagen infantil de Cristo, adaptado a los pobres para reflejar una
pobreza en todo orden, actúa como resquicio de esa historia jalonada de tanta intervención
de las órdenes mayores del catolicismo en la vida civil y que aún hoy sigue como una
herramienta para enfrentar la realidad, como una guía de consuelo por tanta desventura. Es
que, desde la emancipación del yugo español, la educación de las multitudes se ha reducido
a la versión hispánica de la religión y moral cristianas que se resumen la obra del padre
Gaspar Astete y que comenta Rafael Gutiérrez Girardot de esta forma:
[…] Si se tiene en cuenta que durante más de tres siglos -escribe Gutiérrez Girardot-
los niños hispánicos han aprendido a descifrar el mundo con el Catecismo de La
Doctrina Cristiana del padre Gaspar Astete, no es difícil deducir que los niños del
siglo XVIII, de los siglos XIX y XX, han sido acuñados en un momento decisivo de
su socialización por una concepción del mundo y de la vida no solamente anacrónica
sino determinada por los problemas de militancia que acosaron al catolicismo español
del siglo XVI, por los problemas que le plantearon la reforma de Lutero y el
erasmismo (1986, p. 9).
Es que, para entender esta idea de Gutiérrez Girardot hay que recordar que España, en los
comienzos de la Modernidad, fue una paradoja histórica que consistió en que al tiempo que
favorecía notoriamente el desarrollo del capitalismo, ella misma permanecía feudal, y
proyectaba en los territorios por ella conquistados la anacrónica estructura señorial y el
espíritu medieval, aún más “[…] la persecución a los judíos sirvió también de pretexto para
perseguir también las ideas, y en particular las alemanas, las de aquel joven fraile agustino
(Martín Lutero)”. (Jaramillo, 1998, p. 10). Esto le permite a Gutiérrez concluir que
[...] Tras su forma simple de preguntar y responder, tras su apariencia "racional", se
oculta la intolerancia y su forma "decisionista" de pensamiento ("si o no como Cristo
nos enseña", que impone naturalmente el sí y crea la noción de "amigo-enemigo",
popularizada luego en la "asignatura" de "historia sagrada" con la fase de Cristo, "el
que no está conmigo está contra mí"). Para el niño, el mundo histórico se reduce a los
partidarios del "sí", los buenos y católicos, y los del "no", necesariamente los malos
por no católicos. Esta estructura antagonista se profundiza cuando en el curso de los
44
estudios al adolescente se le enseña a odiar literalmente... a todas las figuras que
dijeron "no" al Padre Astete y a lo que él representaba, a "los Otros" que, para agravar
la maldad, no eran españoles. El odio trajo como consecuencia la calumnia y al mismo
tiempo la hipocresía: se condenaba "moralmente" a Lutero por haber roto con el
mandamiento del celibato, pero se callaban cuidadosamente las intenciones del
erasmismo (Ibid.)
Entonces, este enraizamiento terrible de la lógica religiosa acabada de esbozar tiene su
origen más cercano en la postura de Núñez. Así, por ejemplo, tal como recuerda el historiador
Medófilo Medina (2013), La Regeneración cedió al Vaticano áreas de decisión del Estado y
una re-catolización, aprovechando la hegemonía, algo que se fortalece nuevamente en 1936
con una reforma a la carta constitucional de 1886, con lo cual se da una cierta recuperación
militante por parte de la iglesia debido a que desde 1858 y hasta 1930 habían reposado los
presbiterianos y algunos misioneros de la iglesia adventista del Séptimo Día y la Sociedad
Bíblica Americana. Esto significó, en pleno siglo XX la persecución y la muerte a los
protestantes, además del cierre, a la mejor manera de una cacería de brujas hacia 1955,
además del cierre de 159 escuelas protestantes y la muerte anónima de evangélicos,
especialmente en la zona del Tolima (V. gr. Ataco, cerca de Chaparral y Coyaima), con
anuencia de los sacerdotes católicos de turno; mientras que algunos católicos devotos en
algunas zonas de Boyacá tenían por costumbre apedrear casas de protestantes.
De esta forma, la iglesia católica fluctuó entre su lugar de poder y la supuesta
transformación de las prácticas religiosas por medio de la Constitución de 1991, que se
oficializa como un Estado social de derecho donde se reconoce la libertad de cultos. En este
contexto sociocultural y político, toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión
y a difundirla de forma individual o colectiva. Todas las confesiones religiosas e iglesias son
igualmente libres ante la ley: “[…] Es decir, que esta constitución reconoce la diversidad, las
nuevas tendencias religiosas y los derechos que tiene cada individuo para elegir su religión”
(Ibid. p. 60), lo que da origen a la visibilización en Colombia de, por ejemplo, luteranos,
menonitas, episcopalianos, ortodoxos, interamericanos, bautistas, presbíteros, otros grupos
cristianos: pentecostales y evangélicos; pero, también, de grupos no inscritos como los
45
testigos de Jehová, mormones, luz del mundo, y otras religiones como judíos y musulmanes
y otros más, siendo los feligreses en la Iglesia Católica, un conjunto más de esta unidad
(Medina y Murillo 2013).
De acuerdo con lo anterior, se puede tener claridad sobre la Modernidad de Europa y la
de Latinoamérica. En Europa se desarrollaron los procesos de racionalización y
secularización, que permitieron que el hombre tuviese una posición diferente al mundo, entre
ellos lo sagrado. Pero, en el caso de América Latina se evidencia un choque entre las ideas
de Modernidad de occidente, en primer lugar, porque los europeos desarrollan la Modernidad
en Latinoamérica a través del proceso de Colonización, donde se evidencia la superioridad
del conquistador; es decir, que los originarios se convierten en instrumentos para sustentar la
idea de Modernidad europea. En segundo lugar, podemos encontrar que las prácticas
religiosas fueron una manera de reprimir a los nativos, resultado de ello fue la construcción
de templos y adoración a santos.
Después de visualizar este panorama en Colombia, la Modernidad europea fue malograda
porque, aunque dos partidos políticos tuvieron contradicciones sobre las prácticas religiosas,
se puede evidenciar a partir de los antecedentes que este país es uno de los más religiosos por
la devoción a diferentes santos; sin embargo, la secularización aparece con la constitución de
1991 al aceptar nuevas prácticas, y nos encontramos así con imágenes como la del Divino
Niño, que toma solidez, porque diariamente aparecen testimonios sobre los diferentes
milagros que hace a sus Devotos.
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Imagen 3. Procesión en honor al Divino Niño Jesús al comenzar su devoción en Bogotá. Tomado de:
https://es.gaudiumpress.org/content/50440-Divino-Nino-Jesus-del-20-de-Julio--del-oratorio-salesiano-al-
Santuario-con-mas-de-60-mil-visitas-semanales
Así, pues, nos encontramos con un paisaje social donde pareciese que lo más cercano a
Modernidad es su postergación y renovadas prácticas religiosas con re-semantizados
símbolos-imágenes de culto, pues el Divino Niño de Praga, ya en el barrio popular del 20 de
Julio, está sin su pomposo vestido, sin su cruz y con la bella y esperanzadora insignia: “Yo
reinaré”. De esta suerte, podemos sostener las siguientes ideas-fuerza, tras este recorrido y
que sirvieron para enfrentarnos inicialmente con lo analizado tras recopilar el corpus
etnográfico de los informantes que sirvieron para adelantar nuestra pesquisa, uniendo autores
como Habermas y Viviescas, verbigracia, a saber:
A mayor modernización, mayores posibilidades de cumplir efectivamente el proyecto
moderno con su bandera de la razón sobre el pensamiento mágico y místico
A partir de lo anterior, mayor modernización, menor religiosidad y sus prácticas
adjuntas
Sin embargo, En América Latina el proyecto moderno se da a medias, la vida
colectiva deviene a espaldas de los ideales de la modernidad, debido al poder de la
47
iglesia y de la herencia colonial, que impone desde el siglo XVI la primacía de un
padre/gamonal y sus huellas físicas y conductuales en la vida urbana y periurbana.
En el caso de América Latina, con el proceso de colonización, se tuvo como resultado
el encuentro de dos mundos y la consolidación de la Modernidad de Occidente.
En el caso colombiano, con la Regeneración, se instaló y enraizó socioculturalmente
la postura hispano-católica como filtro para leer e interpretar la realidad social y para
determinar las interacciones y deseos del pueblo.
Así las cosas, el problema de si las prácticas religiosas son resignificadas por efectos
posibles de los procesos de la Modernidad, lo que vemos es que la que se encuentra una
dualidad entre la Modernidad de occidente y la Latinoamericana, porque los teóricos
sustentan que la Modernidad únicamente fue europea, y que su objetivo fue dominar otros
territorios como sucedió en la Colonización; así, pues, todo lo anterior nos apoya la noción
que las prácticas religiosas en Colombia sufrieron algunas transformaciones; sin embargo, la
imagen del Divino Niño se convierte en un paradigma que espera ser reevaluado con el
desarrollo de investigación, lo que nos permitió comprender hasta dónde la imagen del
Divino Niño sigue siendo un símbolo que sostiene una nación no moderna -o paramoderna-,
o si ha cambiado su significado para quienes asisten al santuario.
Finalmente, aunamos a estas reflexiones teóricas la urgencia de conectar este desarrollo
teórico con las reflexiones que adelanta la Maestría en Comunicación-Educación. Para este
proyecto curricular, los objetos de estudio aspiran a estar sometidos, primero a un análisis
crítico; y segundo, a una revisión que permita aportar nuevas formas de debate que accedan
a la construcción de teorías, en este sentido este marco analiza las mediaciones entre “la
ciudad, el país y la región en el contexto de las sociedades globales” (Cfr. Proyecto Curricular
Maestría en Comunicación-Educación, 2017, p. 7). En esta línea de trabajo sugerida, esta
investigación abordó tres perspectivas que se establecen en la Maestría y erigió un análisis
sobre los diferentes hechos que marcaron los atisbos Modernidad y que, en principio, arrojan
como efectos nuevas formas de ver el mundo.
48
Dentro de este marco, se pudo encontrar lo social, ya que el campo Educación-
Comunicación se profundizó sobre los problemas centrales de un contexto, a partir de los
escenarios urbanos, como lo presenta este trabajo a partir del recorrido histórico que buscó
comprender la forma como algunas condiciones de la vida moderna eventualmente afectan
las prácticas religiosas urbanas, a partir de la imagen del Divino Niño ubicado en el barrio
20 de Julio. Desde lo político, es evidente cuando se menciona el partido conservador y el
partido liberal en Colombia, quienes fueron polémicos por disputarse el poder. Finalmente,
el resultado de este conflicto fue la Constitución de 1991 cuando se establece la libertad de
culto que tuvo como resultado la secularización, lo que permite entender por qué las prácticas
religiosas tuvieron algunas transformaciones.
No obstante, nos encontramos frente a un fenómeno urbano, porque la imagen del Divino
Niño hace parte de la cotidianidad de lo urbano y se considera como un símbolo de nación.
sin embargo, tuvo que afrontar la Modernidad, problema que se ha analizado en los anteriores
apartados. Así pues, esta investigación hace un aporte a la Maestría Comunicación-
Educación porque “busca profundizar en los problemas centrales de ese contexto, tales como:
el carácter mediático de las interacciones simbólicas cotidianas, los escenarios urbanos como
espacios de redimensionamiento de las esferas pública, privada e íntima.” (Ibid., p. 18)
Este trabajo de grado aporta a los objetivos de la Maestría, primero porque es
transdisciplinar, segundo porque contribuye a un problema que ha sido trabajado, pero no
profundizado desde la línea de investigación de cultura urbana y tercero porque proporciona
una nueva perspectiva desde las ciencias sociales y humanas, dando origen a una nueva forma
de conceptualizar la Modernidad desde la resignificación de las prácticas religiosas a partir
de la imagen del Divino Niño.
49
3
MARCO METODOLÓGICO
Como se sabe, esta investigación buscó comprender algunos procesos constitutivos de la
Modernidad, tal como la secularización, y sus posibles resignificaciones a propósito de las
prácticas religiosas asociadas a la imagen del Divino Niño, ocurridas en la iglesia del Divino
Niño del 20 de Julio, al sur de la ciudad de Bogotá.
La secularización, en épocas pretéritas, fue condenada en todas sus posibles acepciones;
no obstante, el magisterio de la Iglesia Católica se ha tomado el trabajo de seguir funcionando
a pesar de algunas evidencias de secularización, las cuales ya se presentan, con un inicio
jurídico, en la Edad Media, manifestado en el proceso de “reducir” algunos elementos
considerados sagrados al plano pagano o civil. Siglos después, la sociedad ha visto como
imprescindible la sana división entre lo que es considerado sagrado para un colectivo de
personas (por ejemplo, los cristianos) y lo que no lo es para otros grupos religiosos. Así las
cosas, la secularización, que pudo tener un inicio transgresor, termina siendo un devenir que
se ha venido aceptando lentamente. Para el caso de la República de Colombia, gracias a su
nueva Constitución Política de 1991, esta permite el abandono a la vinculación con la Iglesia
Católica desde de su carácter identitario para convertirse en un Estado Laico.
No obstante, América Latina y Colombia no vivieron de igual manera esta tensión porque,
mientras en Europa se abrían puertas a la Ilustración como proceso final de la Modernidad,
en los países latinos se luchaba por la liberación de las colonias europeas, lo que generó una
profunda desigualdad de pensamiento.
Ahora, en el ámbito propiamente religioso, hay posturas diversas, incluso opuestas, acerca
de los conceptos aquí relacionados: secularización y prácticas religiosas. Uno de los puntos
de vista que se pueden considerar más adecuados es la oportunidad que la autonomía de la
Modernidad ofrece a la sociedad secular sin restricción religiosa. Es decir, las personas o los
colectivos tienen la oportunidad de hacer un ejercicio propio e independiente de elección del
sentido vital de sus vidas, del direccionamiento existencial-religioso para la profundización
50
de su vida en lo sagrado, sin un condicionamiento ni una presión, elementos que si son
propios de la premodernidad.
Bajo estas premisas, esta investigación se trazó las metas de avanzar una descripción, un
análisis y una interpretación de lo que comentaron y explicaron algunos de los asistentes a la
Iglesia del 20 de Julio frente al problema de posibles cambios o resignificaciones debido a
posibles influencias de la secularización en/desde las prácticas religiosas (y, como veremos
más adelante, subordinados a tres grupos diferentes de asistentes), y cuyo centro de culto es
la imagen del Divino Niño. Por lo tanto, pensamos que la mejor manera de abordar esta
problemática fue con la apropiación del camino trazado por el diseño etnográfico que, con el
uso de instrumentos como el diario de campo, las entrevistas y algunas muestras fotográficas,
durante varios domingos, día donde suele haber más confluencia de asistentes ya que este día
se celebra la eucaristía, nos arrojó un material de análisis o corpus importante para poder
indagar sobre nuestro derrotero investigativo. Para ello, describiremos rápidamente el
paradigma, el método y los detalles del diseño, como marco general de nuestra forma de
proyectar la respuesta a nuestra pregunta de investigación, seguido de los detalles de cómo
empararon objetivos investigativos y fases metodológicas. Finalizaremos evidenciando
explícitamente cuál fue la forma operativa de tratar la relación de los ejes temáticos inscritos
en la pregunta investigativa llevados a su representación visible y medible en unidades de
análisis, las cuales nos permitieron analizar y dar cuenta de los hallazgos.
51
3.1. Paradigma Hermenéutico y enfoque cualitativo
Este paradigma también conocido como interpretativo, pretende comprender nuevas
perspectivas de un tema con relación a lo antropológico, la etnografía, lo simbólico y el
interaccionismo. Se refiere específicamente a que el conocimiento se da tras procesos de
construccionismo que permite el aprendizaje por medio del relacionamiento cultural, social
y físico en el que está inmerso. Es así como las experiencias y la interacción son el resultado
de las vivencias del individuo (Hernández Sampieri 2013). Es así como la interpretación de
la experiencia social y los “textos” de sus protagonistas se convierten en el centro del
paradigma de indagación donde nos instalamos. Aquí, la interacción es entendida, al tiempo
como un fenómeno o problema de investigación, como objeto de reflexión y como excusa de
interpretación en busca de significados y sentidos aportados implícitamente por los
participantes de una actividad comunicativa determinada.
Todo esto, mientras que el enfoque cualitativo pretende conocer los fenómenos sociales a
través de experiencias, vivencias y opiniones de diferentes grupos poblacionales con respecto
a un tema, la importancia del mismo es la percepción que cada individuo tiene frente al objeto
con el que se relacione, es así como este paradigma y enfoque son aplicables a esta
investigación puesto que a partir de los mismos, se buscará comprender si las prácticas
religiosas en torno a la imagen del Divino niño fueron resignificadas tras algunos procesos
de secularización a la luz de vendedores, sacerdotes y devotos (Taylor y Bodgan, 1984).
3.2. Diseño Etnográfico
El diseño elegido en esta investigación fue la Etnografía, dado que nos permitió
comprender este fenómeno social, objeto de estudio, desde el punto de vista de quienes
residen en un lugar y lo significan como territorio a través de rituales; en este caso religiosos;
es decir, que la etnografía permitió descubrir y describir las acciones de un grupo social
asistente al santuario del Divino Niño Jesús y las prácticas ejecutadas alrededor de ellas.
Ahora, la manera de forjar un trabajo etnográfico es el uso serio y sistemático de la
observación del investigador como participante; además de las entrevistas, la revisión de
documentos, entre otros instrumentos, tales como los registros fotográficos. Es por eso que
Cook y Crang afirman que: “[…] Estas formas de investigación tienen como finalidad
52
estudiar los procesos micro que se llevan a cabo al interior de una población, con el fin de
poder establecer generalidades para poblaciones con características similares” (2007, p. 35).
Según la profesora e investigadora del CONICET (Argentina) Rosana Guber (2001), este
diseño y método, al tiempo, busca comprender los fenómenos sociales desde la cosmo-visión
de los actores. De ahí el término etno que se suma a grafía no remite exclusivamente a los
grupos étnicos sino a lo propio, a lo local. Es que la significación o las re-significaciones que
los actores dan a sus prácticas, además de la forma como conciben su entorno y sus prácticas
y sus lógicas de acción son lo importante para lograr comprensiones en el orbe de lo social.
En ese orden de ideas, este diseño-método permite no solamente una comunicación ínter
subjetiva, y posibles empatías (con riesgos de antipatía o simpatía), sino conocimiento del
entorno social. Aún más, la etnografía puede entender simultáneamente como diseño, método
y texto, así:
Diseño (Etno) Método de investigación Descripción textual
(Grafía)
Es una práctica de conocimiento
que busca comprender los
fenómenos sociales desde la
perspectiva de sus sujetos
sociales. La comprensión intenta
subsanar tres cuestiones: qué
(reporte), por qué (comprensión)
& cómo es (interpretación o
‘descripción densa’)
Conjunto de actividades que se suele
designar como ‘trabajo de campo’ y
cuyo resultado se emplea como
evidencia para la descripción.
Los fundamentos y características de
este método radican en que son los
actores los que expresan el sentido de
su vida, su cotidianidad y su devenir.
El texto etnográfico es el
resultado del trabajo de
campo, donde el
investigador intenta
representar, interpretar o
traducir una cultura (o
algunos de sus aspectos) a
quienes no la conocen.
La cualidad más importante es la
descripción densa, que depende
del ajuste a la perspectiva nativa
de los integrantes de un grupo
social y reconoce los marcos de
interpretación dentro de los
cuales los actores clasifican
conductas y le atribuyen sentido
El investigador parte de una ignorancia
metodológica y se aproxima a una
realidad que estudia para conocerla:
cuanto más sepa que no sabe, más
dispuesto estará a aprehender esa
realidad. El investigador desea
describir-interpretar una cultura para
hacerla inteligible a quienes la
desconocen, en una cierta <<traducción
cultural>>.
Se manifiesta la relación
entre teorías y campo,
mediada por los datos
etnográficos.
Se aprehenden las estructuras
conceptuales con que la gente
actúa y hace inteligible su
conducta y la de los demás. Su
pretensión es vincular teoría e
investigación, favoreciendo
nuevos descubrimientos.
Uso de encuestas, técnicas no directivas
(la observación participante y
entrevistas no dirigida) y la residencia
con los sujetos de estudio, pues el
conocimiento siempre está mediado por
la presencia del investigador.
Allí queda consignada la
sustitución progresiva de
determinados conceptos
por otros más adecuados y
universales.
Cuadro 2.Comprensión de la etnografía para comprender fenómenos sociales. Fuente: Elaboración del
a investigadora.
53
Ahora bien, centrando este diseño en nuestro esfuerzo tenemos que, para lograr el objetivo
central delineado, se establecieron las características de la población, así como también las
características del contexto y las formas de interacción investigadora vs. grupo de indagados,
para la cual se tuvo en cuenta que, normalmente, esta capa de participantes
[…] no es homogénea, así viva en una misma población, la generalización no se
puede llevar a cabo, es por tal motivo que las metodologías cualitativas permiten el
acercamiento a la población en cuestión para identificar sus formas de acción e
interacción diferentes dependiendo de las dinámicas en las que se encuentren
inmersas. (Murillo, 2014 p. 38)
Así, pues, lo primero que se hizo fue ubicar los perfiles de los informantes que se planearon
para esta investigación, para lo cual se tuvieron en cuenta tres grupos de asistentes frecuentes
al santuario del Divino Niño Jesús en la iglesia del barrio 20 de julio y sus alrededores; a
saber: un grupo representativo de vendedores informales, un grupo de sacerdotes y algunos
devotos a la imagen del Divino Niño. Cabe aclarar que las entrevistas se realizaron con
diferentes personas de cada grupo acabado de describir, ya que cada una desempeñaba, en el
momento de la investigación, 2019, una labor diferente dentro de este contexto, en los
ámbitos sociales, económicos y religiosos.
Con el fin de dar respuesta a cada uno de los objetivos específicos, se propuso que el
proceso de investigación se iniciara con trabajo descriptivo, acción que permitiera
caracterizar la población de manera sistemática; seguido del establecimiento de las
correlaciones que podía tener un grupo de individuos, acto este logrado a partir del Diario de
campo, que dio respuesta a uno de los objetivos específicos, a saber: describir las prácticas
religiosas urbanas que acaecen en la iglesia del Divino Niño del 20 Julio y sus alrededores
más próximos a partir de un grupo de asistentes. Asimismo, se tuvo en cuenta el proceso
explicativo que permitió conocer el porqué de los hechos a partir de las relaciones causa-
efecto. Es que,
54
“[…] en este sentido, los estudios explicativos pueden ocuparse tanto de la
determinación de las causas (investigación post facto), como de los efectos
(investigación experimental), mediante la prueba de hipótesis. Sus resultados y
conclusiones constituyen el nivel más profundo de conocimiento” (Fidias y Arias,
2012, p. 26).
De acuerdo con lo anterior, se dio cuenta de otro de los objetivos específicos, el de explicar
las formas como se unían los sentidos de los usuarios con algunas claves contextuales e
históricas de la nación, para intentar vislumbrar por qué la secularización dio origen a la
transformación de las prácticas religiosas. Dentro de esta misma línea, se tuvo en cuenta el
proceso analítico que consistió en la descomposición de un todo para comprender cada uno
de sus elementos; por tanto, se tuvieron en cuenta los resultados descriptivos y explicativos
para dar cuenta del último objetivo específico que es analizar las maneras cómo los
asistentes-usuarios del territorio religioso del 20 de Julio (iglesia y alrededores) co-
construyen tiempos, espacios, instituciones y sistemas de valores alrededor de la imagen del
Divino Niño.
3.3. Instrumentos de Investigación
Dentro de los instrumentos utilizados, y en armonía con el diseño, tuvimos las entrevistas,
técnica permitió un contacto directo con las personas que son fuente de información, en este
sentido la entrevista debe estar soportada por un cuestionario que sea flexible y tiene como
propósito recoger ideas centrales que contribuyan a la investigación. Por otra parte, se usaron
tres tipos de entrevistas, a saber: la estructurada, la semiestructura y la entrevista no
estructurada. Para esta investigación adelantaron las entrevistas estructuradas. Por otra parte,
se usó la entrevista estructurada, de la cual el profesor Cerda afirma que “[…] señala que
a esta entrevista también se le denomina entrevista directiva; se realiza a partir de un esquema
o formato de cuestiones previamente elaborado, el cual se plantea en el mismo orden y en los
mismos términos a todas las personas entrevistadas” (1998, p. 256). Este tipo de entrevista
consintió conocer el testimonio de los vendedores, sacerdotes y feligreses frente a esta
investigación.
55
Por otra parte, el proceso para realizar la entrevista se llevó a cabo siguiendo los
parámetros determinados por Bernal y que se clasifican en etapas, a saber: se parte del
problema de investigación y los objetivos, después se prepara una entrevista estructurada a
partir del tema a tratar, en este sentido “[…] se entra en contacto previo con las personas que
se van a entrevistar y se concreta la entrevista” (2006 p. 257). Así, de los entrevistados, se
eligieron tres sacerdotes, tres vendedores y tres feligreses, teniendo en cuenta su clase social,
así mismo la calidad de respuestas en las entrevistas, que fue empleada de acuerdo con las
características del entrevistado.
3.4. Las entrevistas
Nuestro marco teórico permitió tolerar, a partir de las posturas de Dussel (1994) y
Viviescas (1991), las causas que plantean que la Modernidad en nuestro medio sociocultural
fue malograda, ya que los españoles desarrollaron su idea de Modernidad a partir del dominio
de los pueblos nativos, entre ellos la imposición de las prácticas religiosas, lo que originó las
creencias a imágenes religiosas como la del Divino Niño; pero esta tuvo que enfrentarse a
los procesos de secularización a partir de la Constitución de 1991 cuando se estableció, hace
más de 28 años la libertad de cultos, lo que originó una posible resignificación de las
imágenes religiosas y sus prácticas adjuntas. A partir de esto, se planeó la siguiente batería
de cuestiones para abordar los grupos de participantes arriba descritas, así:
3.4.1 Sacerdotes
a) Según su experiencia y su posición frente a los cultos, considera que la secularización
ha transformado las prácticas religiosas a propósito de la imagen del Divino Niño
b) De qué manera la vida moderna ha transformado la imagen del Divino Niño y sus
cultos
c) Considera que la Devoción al Divino Niño se ha visto afectada por los procesos de la
vida moderna actual
d) Teniendo en cuenta el contexto de Modernidad, considera que la población de Devotos
al Divino Niño aumentó o disminuyó a partir de la libertad de cultos
56
e) Cree usted que la imagen del Divino Niño sigue es un símbolo de Nación. Si es así, ¿en
qué medida?
3.4.2 Vendedores
a) De acuerdo con el contexto, considera que el consumo de la imagen del Divino Niño
se ha mantenido o, por el contrario, ha disminuido sus ventas
b) Cree usted que la imagen del Divino Niño puede ser un símbolo que represente la
nación o el país. Si es así ¿en qué medida?
c) Según su experiencia y punto de vista, considera que los feligreses han aumentado o
disminuido por la libertad de cultos
d) Para usted que representa o simboliza la imagen del Divino Niño
e) Cree usted que la imagen del Divino Niño tiene un nuevo significado a partir de las
circunstancias de la vida moderna
3.4.3. Feligreses o asistentes
a) Según su experiencia, para usted qué significado tiene la imagen del Divino Niño
b) Cree usted que la imagen del Divino Niño tiene un nuevo significado a partir de las
circunstancias de la vida moderna
c) Qué razones y creencias lo mueven para considerarse devoto a la imagen del Divino
Niño Jesús
d) Cree usted que la imagen del Divino Niño puede ser un símbolo que represente la
nación o el país. Si es así ¿en qué medida?
Una vez planeada la rejilla de preguntas, se pasó a la realización de la entrevista; asimismo,
se les señaló a los participantes el objetivo de la investigación y a partir de ello se inició la
entrevista de manera escrita y grabada.
57
3. 5. Diario de Campo
El diario de campo es uno de los instrumentos que permite sistematizar día a día las
prácticas para enriquecerlas o modificarlas. Según Bonilla y Rodríguez, “[…] el diario de
campo debe permitirle al investigador un monitoreo permanente del proceso de observación.
Puede ser especialmente útil al investigador en él se toma nota de aspectos que considere
importantes para organizar, analizar e interpretar la información que está recogiendo” (2000,
p. 129).
En consecuencia, el diario de campo posee dos tipos de registro la genérica y la específica,
en este sentido, el registro fue el específico, porque se estableció una relación entre teoría y
práctica. Se tuvo como fuente principal la observación a través de la planeación de cómo
observar el objeto de estudio y como fuente secundaria los elementos que nos permitieron
tener un mayor abordaje del problema. Para tal efecto, se tuvo en cuenta los siguientes
elementos para recopilar la información que nos admitió recopilar la información y,
asimismo, a la elaboración del informe a partir de la descripción, argumentación e
interpretación.
a. Argumentación: La finalidad es profundizar en el problema de investigación a partir
de la teoría lo que nos permite indagar sobre el objeto de estudio. En el caso de esta
investigación son los vendedores, feligreses y sacerdotes con quienes se busca
adentrarse en el posible problema.
b. Descripción: La finalidad de la descripción es detallar de manera objetiva el santuario
del Divino Niño que es donde se evidencia el posible problema y se busca describir a
los asistentes en relación con el problema de investigación.
c. Interpretación: Se necesita de argumentar desde la teoría, pero debe completarse con
la experiencia vivida en “[…] la práctica para poder comprender e interpretar qué
sucede” (Martínez, 2017 p.77).
3.6 Observación no-participante
Fidias, establece que “[…] La observación es una técnica que consiste en visualizar o
captar mediante la vista, en forma sistemática, cualquier hecho, fenómeno o situación que se
58
produzca en la naturaleza o en la sociedad, en función de unos objetivos de investigación
preestablecidos.” (2012, p. 69). En ese orden de ideas, las observaciones permiten describir
situaciones existentes a partir de la observación al participante, y también permite “[…] la
descripción sistemática de eventos, comportamientos y artefactos en el escenario social
elegido para ser estudiado” (Marshall y Rossman, 1989, p. 79). De igual manera, el trabajo
de campo implicó el uso de los cinco sentidos a partir de una “foto escrita” (orto-foto-grafía)
para describir a cada uno de los participantes.
Es decir, el trabajo de campo permite una mirada activa para tomar nota de los detalles
más importantes. La observación me favorece en la investigación ya que, por medio de ella,
puedo establecer una unión con la comunidad para que se sientan con la naturalidad de
evaluar sus diferentes comportamientos. En efecto, una vez realizadas las respectivas
observaciones, se revisaron los resultados obtenidos y entendieron lo que sucedía siempre
desde la visión de investigadora-observadora.
Así, se tuvieron en cuenta los roles que jugaba cada persona al interior de un entorno y
cómo se relacionaban entre sí a partir del uso social del lenguaje; esto es, la simbología que
fue utilizada por la comunidad encuestada. Por último, la construcción de la información se
llevó a cabo con auxilio de los Diarios campo; además de fotografías y grabaciones, para así
tener la información necesaria para satisfacer una respuesta a la pregunta investigativa.
La observación aquí referida fue de tipo simple o no participante, entendida como “[…]
la que se realiza cuando el investigador observa de manera neutral sin involucrarse en el
medio o realidad en la que se realiza el estudio” (Fidias, 2012 p. 69). Asimismo, la
observación fue no estructurada, ya que no se especificaron los detalles que se desean
observar; sólo se tuvieron en cuenta los tres tipos usuarios que asistían al santuario del Divino
Niño Jesús. En cuanto al propósito del diario, fue cubrir cada jornada desde el 3 de septiembre
de 2019 y hasta 17 de noviembre de 2019 (la última jornada de esta investigación), y se usó
el siguiente cuadro:
Domingo 3 de noviembre [2019]
59
Domingo 10 de noviembre [2019]
Domingo 17 de noviembre [2019]
Cuadro 3. Formato de Diario de campo. Fuente: elaboración de la investigadora
3.7 E uso de la fotografía
A través de la fotografía es posible contrastar tipologías de información: “[…] Por
ejemplo analizar formas organizativas familiares, laborales, políticas, religiosas, etcétera de
distintos grupos sociales; estudiar cambios secuenciales o procesuales a través del tiempo”
(Salazar, 1997 p. 34); o analizar situaciones o relaciones entre actores sociales:
“[…] También es posible descubrir jerarquías o detalles que a simple vista no se
perciben, pero más tarde se observan, luego del análisis de imagen y relaciones entre
cada fotografía como un conjunto, entre otras posibilidades. Sin embargo, es
importante tener capacidad de expresar y analizar detalles de la vida social y construir
discursos con base en los mismos.” (Ibid.)
Por tanto, la muestra fotográfica permitió cumplir con el objetivo que se esforzó analizar
las maneras cómo los usuarios del territorio religioso del 20 de Julio (Iglesia y alrededores)
co-construyen tiempos, espacios, instituciones y sistemas de valores alrededor de la imagen
del Divino Niño.
60
3.8. Características generales de la Población indagada
El Padre Juan del Rizzo comenzó a narrar a las gentes los milagros que hacía el Divino
Niño Jesús a quienes le rezaban con fe, y a quienes ayudaban a los pobres. La Devoción al
Divino Niño se considera como uno de los enclaves religiosos populares más importantes
por los diferentes milagros que ha realizado, lo que implica que acudan más feligreses a hacer
una acción de gracias y en busca de ayuda a sus necesidades. Este hecho hizo que el fenómeno
que se presenta en el barrio 20 de Julio es la conglomeración de feligreses los días domingos,
lo que implica que se realicen veintisiete misas desde las cinco de la mañana hasta las siete
de la noche situación que ha generado un crecimiento en los imaginarios religiosos y así
mismo han impulsado la economía informal por la importancia que tiene el santuario, en
este sentido desde la propagación de la imagen del Niño ha sido instrumentalizado con fines
políticos, económicos y sociales.
De acuerdo con lo anterior se hace necesario especificar las características de los tres
grupos poblacionales que se relacionan con la imagen del Divino Niño:
3.8.1 Sacerdotes: hacen parte de la comunidad religiosa de los Salesianos de don Bosco,
tienen como origen el sueño de san Juan Bosco quien se sintió llamado por Dios para ser una
presencia amorosa y eficaz en medio de la juventud que vive en abandono, especialmente su
trabajo está enfocado con jóvenes y adultos mayores que se ubican en las periferias y aquellos
en condición de vulnerabilidad. Dentro de sus obras más importantes el santuario del Divino
Niño, lugar que tiene el mayor número de donaciones que se reparten con los más
empobrecidos.
3.8.2 Vendedores informales: se dedican a la venta en la calle de productos religiosos del
divino tales como, novena, escapularios, imágenes, calcomanías, manillas entre otros
productos que tienen la imagen de los diferentes santos. Esta población se enfoca en suplir
las necesidades de la adquisición de la imagen del Divino niño a bajo costo, se ubican cerca
al santuario como estrategia de mercadeo.
3.8.3 Feligreses: son aquellos que profesan la fe católica y asisten a una parroquia o
santuario, le son fieles a la imagen del Divino Niño, con regularidad asisten los domingos a
la eucaristía para cumplir con el compromiso que tienen como creyentes, asimismo si se
61
encuentran haciendo el novenario para que el niño les conceda un milagro, el cual debe ser
retribuido con algún tipo de donación o penitencia.
3.9 Relación entre objetivos y fases metodológicas
Pregunta de
investigación
Objetivo
general
Objetivos específicos Fases metodológicas y
herramientas/instrumentos
¿De qué manera el
proceso de
secularización
adelantado en
nuestra cultura
actualmente
resignifica las
prácticas religiosas
asociadas a la
imagen del Divino
Niño acontecidas
en la iglesia del
Divino Niño del
20 de Julio de la
ciudad de Bogotá?
Comprender la
forma como
algunas
condiciones de la
vida moderna
permiten
resignificar las
prácticas
religiosas
urbanas
acontecidas en el
santuario del
Divino Niño del
20 de Julio, en la
ciudad de
Bogotá.
Describir las prácticas
religiosas urbanas que
acaecen en la iglesia del
Divino Niño del 20 Julio y
sus alrededores más
próximos a partir de sus
usuarios
Fase 1 Descripción con ayuda de
entrevistas, observación y diarios
de campo
Analizar las maneras cómo
los usuarios del territorio
religioso (Iglesia y
alrededores) co-construyen
tiempos, espacios,
instituciones y sistemas de
valores alrededor de la
imagen del Divino Niño.
Fase 2 o de análisis textual de los
elementos constitutivos a
propósito de la imagen-símbolo
del Divino Niño Jesús
Explicar las formas como los
elementos analizados
proyectan una
resignificación de los actos
religiosos en torno a la
imagen del Divino Niño
Fase 3 o de lectura contextual
sobre las posibles
resignificaciones de las prácticas
religiosas
Cuadro 4.Relación entre objetivos de la investigación y fases metodológicas. Fuente: Elaboración de la
investigadora
3.8. Categorías, subcategorías y Unidades de análisis
Como esfuerzo final, se avanzó el trabajo deductivo de convertir las categorías teóricas o ejes
temáticos en unidades más fácilmente detectables, empíricas y visibles para el análisis del
material etnográfico recogido, generando como efecto la siguiente sistematización
operacional de la pregunta de investigación:
Pregunta Categorías
teóricas
Definición operacional Subcategorías Unidades de
análisis
62
¿De qué manera el
proceso de
secularización
adelantado en nuestra
cultura resignifica las
prácticas religiosas
asociadas a la imagen
del Divino Niño
acontecidas en la
iglesia del Divino Niño
del 20 de Julio de la
ciudad de Bogotá?
Religiosidad
Popular Urbana
(RPU)
Es la manifestación de
formas de ser, de estar y
de expresar una
vinculación con lo
sagrado
Vínculo
religioso
Rituales
Santuario
Sector
Social
Vendedores
Informales
Sacerdotes
Feligreses
Prácticas
religiosas
urbanas
(PRU)
Espacios de identidad,
producto de las
interacciones de una
comunidad religiosa
Imagen Niño
Símbolo
Sentidos
Funciones
Cuadro 5. Tabla de Categorías, subcategorías y unidades de análisis. Fuente: Elaboración de la
investigadora
Así las cosas, en los siguientes capítulos se dará cuenta de los hallazgos y conclusiones
de esta investigación. Los instrumentos-clave de donde se obtuvo el material que orientó este
trabajo analítico fueron los apuntes consignados en el diario de campo, sumado al registro
fotográfico y las entrevistas a tres perfiles de participantes de las prácticas religiosas
asociadas con la imagen del Divino Niño Jesús, a saber: sacerdotes, vendedores informales
y devotos y que se concentran en el trabajo de campo realizado in situ con la población objeto
de atención, y tras haber realizado otras visitas de observación y empoderamiento por parte
de la investigadora (octubre de 2019), que corresponden a los domingos del mes de
noviembre de 2019.
63
4
HALLAZGOS
4.1. Preludio
Este capítulo tiene como propósito dar a conocer los resultados obtenidos a partir de la
Metodología Etnográfica aplicada a la dinámica comunicativa instalada en el 20 de Julio en
torno al símbolo del Divino Niño 20 de Julio. Para obtener dicha información se tuvieron en
cuenta herramientas propias del diseño, tales como los diarios de campo y las entrevistas, los
cuales fueron aplicados durante los meses de octubre y noviembre de 2019. Es importante, a
su vez, recordar que esta investigación tuvo como objetivo comprender la forma cómo
algunas condiciones de la vida moderna admiten ciertas resignificaciones frente a las
prácticas religiosas urbanas acontecidas en la iglesia del Divino Niño del 20 de Julio de la
ciudad de Bogotá, por lo menos en el segundo semestre de 2019, una época, por cierto trazada
por los vestigios de muchos acontecimientos políticos y sociales, tales como el desprestigios
de la dirección del Gobierno Nacional de turno, sumado a los movimientos estudiantiles,
sindicales y similares, que han devenido en una paro nacional prolongado, masivo y creativo
en el tiempo, convirtiéndose en un suceso histórico de gran envergadura.
En primer lugar, es prudente subrayar que, para realizar el trabajo de campo, se tuvieron
en cuenta los perfiles humanos necesarios para responder al objetivo mencionado
anteriormente. Y, para ello, se entrevistaron nueve personas que se adecuaban a la naturaleza
y búsqueda general de la investigación, entre ellos, ciudadanos con roles sociales tales como
vendedores informales, devotos y sacerdotes; todos caracterizados por ser residentes o hayan
residido en el barrio 20 de Julio. Así las cosas, para realizar las entrevistas se buscaron tres
perfiles ciudadanos, a saber: (i) vendedores informales de artículos religiosos, en especial la
imagen del Divino Niño y todo lo alusivo al mismo; (ii) Feligreses, teniendo en cuenta las
edades y que fueran devotos al Divino Niño, eligiendo, finalmente, a tres personas, quienes
64
aceptaron ser entrevistados; (iii) los Sacerdotes pertenecientes a la comunidad Salesiana;
pero que, además, vivieran cerca de los devotos a la deidad simbólica del Divino Niño.
Asimismo, se tuvo en cuenta los diarios de campo, los cuales encriptaron registros
descriptivo-explicativos de los diferentes actores que participan dentro de las dinámicas del
domingo. Los resultados de las entrevistas y diarios de campo permitieron, así, ampliar los
horizontes del problema planteado el cual fue el siguiente (Cfr. Capítulo uno del informe) A
partir de ello, se realizó un análisis entre la teoría expresado en el capítulo dos (Según los
autores) y los resultados obtenidos en las entrevistas (Sacerdotes, Vendedores y Feligreses)
y diarios de campo.
4.2 Resultados del Análisis
Dussel, (1994) afirma que los conquistadores les enseñaron a los pueblos nativos la
doctrina cristiana, las oraciones, los mandamientos y, asimismo, la importancia de los
tiempos litúrgicos y los lugares sagrados; actualmente se siguen replicando dichas oraciones,
lo cual se puede evidenciar en el Santuario del Divino Niño cuando todos los domingos, y
antes de terminar la eucaristía, se bendice a los niños y ciertos objetos religiosos, tal como se
evidencia en la siguiente imagen:
Imagen 4. Al terminar la eucaristía los niños y los objetos religiosos son bendecidos en nombre del Divino
Niño. Fuente: Archivo visual de la investigadora, 3 de noviembre de 2019.
65
Asimismo, Mora, (2010) menciona que la religiosidad fue centrada en el dolor de Cristo
y las devociones marianas, lo que dio origen a una multiplicidad de oraciones a los santos;
en este sentido, se pudo evidenciar que los devotos mantienen una relación con el Divino
Niño al realizar los nueve domingos para obtener un favor(es); de hecho, muchos de los
feligreses llegan al templo arrodillados solicitando esas demandas, bajo la doctrina de una fe
en el milagro o la intervención divina en asuntos humanos. Esto se fundamenta en el hecho
que todo creyente sólo se arrodilla ante un ser que considera más poderoso; de suerte que ese
comportamiento es interpretado como un acto de reconocimiento de unas jerarquías y una
posición que supone un poder que es mediado por el querer y el saber del feligrés En las
siguientes dos imágenes, se puede confirmar el acto ritual de petición de los feligreses frente
a la imagen instalada en el lugar sagrado:
Imágenes 5 y 6. Feligreses entrando al Santuario del Divino Niños arrodillados. Fuente: archivo visual del a
investigadora 10 de noviembre de 2019)
Aún más, se pudo encontrar y sostener, desde Dussel, que el espacio del santuario y la
Plaza del 20 de Julio representa una relación sagrada, comercial y de fe ya que, a través de la
Imagen del Divino Niño, esta postura fue expresada por los entrevistados; como la Devota
Janeth Pirela quien atestiguó que [..] Desde mi mamá conocí la imagen, ella nos crió a mí y
a mis cinco hermanos, con la fe hacia al Divino Niño, de hecho, a nuestros hijos también les
66
infundimos la creencia hacia la imagen y a nuestros nietos también se les está enseñando a
tener fe”, mientras que el Vendedor Cesar forero dijo: “ Para mí el Divino Niño es sagrado,
porque es especial ya que me ha hecho milagros como poder mantener a mis hijos por medio
de este negocio de los artículos religiosos, desde lo que llevo como vendedor ambulante
nunca me ha faltado la clientela y él nunca ha desamparado a mi familia”.
En este sentido es un espacio sagrado, porque allí se pueden encontrar con el Divino Niño
y, además, pueden tener una relación más cercana con el Divino Niño, enseñando a las nuevas
generaciones la importancia de ver para creer, de tocar para demandar, de asistir para ganar
indultos, tal como se deja ver en la siguiente memoria visual; pero, asimismo, se evidenció
el establecimiento del ritual comunicativo, centrado en rezar la Novena frente al santuario
del Divino Niño, recurso de intervención y demanda; y, finalmente, ejercicio de devoción
pedir por una intención o para obtener ciertas gracias:
Imágenes 7 y 8. Devoto enseñándole a su hijo a tener fe en el Divino Niño y Devotos realizando la novena
frente al santuario del Divino Niño. Fuente: Archivo visual de la entrevistadora, 20 de octubre de 2019)
Es decir, la Imagen del Divino Niño no es tocada por los procesos de Modernidad, tal
como se pudo evidenciar a partir de los testimonios de milagros por parte del Devoto José
Hermelindo Garay quien dijo “[…] Me vine de mi pueblo en el año 65, porque tenía una hija
muy enferma, así que decía traerla acá donde el Divino Niño y le pide con mucha fe, para
que se mejorara, solo vine un domingo y ella se curó, desde ese día, sé que él hace milagros
y que representa la figura de Dios”; asimismo el testimonio de la Vendedora informal Leonor
67
Roldan quien dijo “[…] Yo me considero creyente a la imagen del Divino Niño, porque él
salvó a mi hijo de nueve años que tenía una enfermedad llamada Angiofibroma Juvenil, los
médicos me decían que solo viviría hasta los 18 años, pero yo encomendé al Divino Niño y
lo salvó, ya tiene 41 años, por esa razón yo creo profundamente en el Niño”. Es decir, la fe
al Divino Niño ha aumentado, porque cada vez aparecen más creyentes que propagan la
imagen y se instalan a esa ritualidad. En las siguientes imágenes es posible entrever cómo no
sólo son masivas las visitas al santuario, sino, cómo es posible ver cómo, al igual que en
siglos pasados, se va a los espacios sagrados a pedir por una intención, especialmente si se
trata de buscar el favor de un mejoramiento de la salud de los feligreses:
Imágenes 9 y 10. Conglomeración de Devotos y Vendedores, durante las eucaristías que se realizan los
domingos (Izquierda) Los Feligreses que se encuentra enfermo, visita el santuario del Divino Niño, para que
le conceda un favor (derecha). Fuente: Archivo de la investigadora, 10 y 17 de noviembre de 2019.
Ahora, este tipo de prácticas religiosas se da desde creencias afincadas en la religiosidad
popular y que, por ejemplo, en el caso de los actos de rezar y orar se vincula con la idea que
los cristianos pueden influir en la voluntad divina. En este caso, a deidad infantil de Cristo,
haría el favor a cambio de oraciones y novenas. Aún más curioso, es que los favores se harían
bajo la lógica del intermediario, pero notando que, en este caso, es de una forma muy
particular: es el niño Cristo quien intercede hacia Cristo, hijo de Dios: hay peticiones e
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intenciones dirigidas a la misma deidad, sólo que en periodos humanos psicológicos y
biológicos diferentes. Se establece, así, un complejo sistema semiótico donde la
comunicación se hace efectiva, dependiendo de las perlocuciones posibles que se esperan y
de las gramáticas que allí se dinamizan: mensajes verbales estereotipados, las imágenes y los
objetos cachivaches de diversa índole que entran en relación con los otros códigos.
Ahora bien, aunque Riva, (2016) menciona que la Secularización es el declive de las
prácticas religiosas, habría que aclarar que esto no fue tan visible en este ejercicio etnográfico
y en relación con la Imagen del Divino Niño, porque se evidenció una vinculación sagrada
entre los vendedores a partir de la divulgación, la venta de la misma y acontecimientos
milagrosos en sus vidas, desde los Sacerdotes se vincula con los feligreses por medio de
visitas a los enfermos y los que más lo necesitan y desde los Devotos se vincula a partir de
las eucaristías y los milagros.
Es decir, todas las clases sociales los Vendedores: V1,V2,V3 Leonor Roldán afirmó: “[…]
La imagen del Divino Niño siempre será la misma para los que somos humildes y creyentes,
porque él nunca se olvida de los que más lo necesitamos”, mientras los Sacerdotes S1, S2,
S3 Jaime Enrique Morales dijo que “[…] Lo que simboliza el Divino Niño para los Devotos,
se convierte en un icono de la presencia de Dios hecho hombre en medio de nosotros, pero
la imagen como tal ha conservado en aquello que en la liturgia dice; Te alabo y te bendigo
padre porque has ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes, y se las has revelado a
los humildes, y creo que ese es el misterio, pues para los humildes, la Imagen es el icono del
poder de Dios, capaz de sentir misericordia por el que sufre, por el que necesita, por el que
tiene un sueño, una esperanza positiva que realizar, por eso es la fe a un Dios capaz de ayudar
a los que lo necesitan”. Todo esto, mientras que, del conjunto de los Feligreses: F1, F2, F3,
Janeth Pirela, afirmó:
[…] La imagen del Divino Niño significa todo para mí, yo lo llamo mi Niñito lindo
y mi Niñito santo, mi creencia al Divino Niño, empezó cuando mi mamá me regaló
la imagen y desde allí la conservo, para nuestra familia es muy importante el Divino
Niño, por eso cada navidad le hacemos su pesebre y celebramos su llegada, siempre
con la devoción al Santo Niño, quien siempre cuida de los humildes.
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Por tanto, se vinculan a lo sagrado por medio de una característica muy propia que emana
la imagen en cuestión, a saber: la humildad, por cierto, un valor cristiano que también se
entiende como una virtud consistente en un conocimiento propio, un conócete a mí mismo
griego, a propósito de las propias limitaciones y debilidades de cada sujeto y que espanta
toda soberbia y sensación de poder-saber superior al reconocido en la imagen de la
deidad. Este tipo de reconocimientos implícitos se puede vivenciar en los actos kinésicos y
proxémicos que los feligreses profesan frente a la imagen, que denota claramente respeto
frente a la deidad, al tiempo que un acto que deja ver a plenitud una escenificación de
humildad, tal como se evidencia en esta imagen:
Imagen 11. Feligreses frente a la imagen del Divino Niño. Fuente: archivo visual de la investigadora, 3 de
noviembre de 2019.
En este sentido, la Imagen del Niño Tradicional sigue teniendo el mismo matiz social y
funcional desde que Juan del Rizzo, hace más de 75 años “[…] se fue para Bogotá donde un
taller de imágenes y se encontró con una figura pequeña del niño sonriente, clavado en una
cruz. Hizo que le quitaran la cruz, porque en un principio ha estado crucificado el niño...pero
no se llamaba divino Niño, sino niño de la predestinación (Ibid., p. 34). Esta imagen
representa la humildad de las personas que más lo necesitan. Desde la visión del Sacerdote
salesiano Carlos Adelmo Cubillos tenemos que la imagen se ha conservado igual desde 1935,
como la consiguió el Padre Juan del Rizzo que inició la Devoción aquí en el sur de Bogotá,
porque como usted bien sabrá la Devoción al Niño Jesús es antiquísima, desde la imagen del
70
Niño Jesús de Praga, se empezó a divulgar por toda Europa hasta que llegó a Latinoamérica;
es así como el Padre Juan del Rizzo decide irse a un almacén llamado el Vaticano que era
atendido por un italiano llamado Brando, el cual muestra al Padre la imagen de un niño con
los Brazos abiertos y una bata humilde, así es como nace la Devoción al Niño de Jesús del
barrio 20 de Julio.
Desde la Vendedora Informal Cesar Forero dice que “Vienen personas de otros países
a visitar al Divino Niño, sobre todo en los meses de septiembre y noviembre que es la fiesta
del Niño, estos meses son los más concurridos por Devotos de Colombia y de otras partes
del mundo” y desde la postura de la Devota Janeth Pirela “Considero que la imagen del
Divino Niño se encuentra en todas partes del mundo, de hecho, a la parroquia a la cual yo
asistía en Venezuela, estaba la imagen del Divino Niño y había muchos devotos a la imagen”.
Lo que significa que la Imagen tiene un reconocimiento a nivel nacional y mundial, lo que
implica que siga manteniendo su mismo significado, esto se pudo evidenciar a partir de la
multitud d feligreses del extranjero que visitan el santuario los domingos1.
Así mismo, Durán menciona que “[…] La presencia significativa del Divino Niño Jesús
en la vida social, cultural y política de Colombia en los últimos doce años pone en evidencia
la consolidación de un símbolo capaz de construir y revitalizar una identidad nacional” (2000,
p. 767). En consecuencia, el Divino Niño es un símbolo de Nación a partir de programas
televisivos como los Puros Criollos. También ha sido utilizada la Imagen en la publicidad
del afamado y paradójicamente elitista restaurante Andrés Carnes de Res; incluso, las Minas
antipersona se han representado en junta de la Imagen del Divino Niño, así como la foto
familiar con la Llama en frente del santuario, todo lo cual hace parte de las dinámicas de
quienes asisten al santuario.
1 En los anexos se encuentran las entrevistas de Vendedores: V1, V2, Sacerdotes: S1, S2 y Feligreses: F1, F2.
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Imágenes 12 y 13. Aviso publicitario en la revista Cromos, ejemplar publicado el 24 de julio de 2006.
Tomado de: Arango Lozano, C. A., & Sojo Gómez, J. R. (2018). Yo reinaré, p. 149). y Afiche institucional
ganador en un concurso organizado por el Instituto de Artes de Idartes para la promoción de la carrera
Grafica Digital por Julián Arbeláez. Tomado de: Arango Lozano, C. A., & Sojo Gómez, J. R. (2018). Yo
reinaré, p. 150.
Por último, desde la Constitución de 1991 el país se oficializa como un Estado social
de derecho donde se reconoce “la libertad de cultos”; es decir, que esta constitución reconoce
la diversidad, las nuevas tendencias religiosas y los derechos que tiene cada individuo para
elegir su religión” (Ibid. p. 60). Sin embargo, fue evidente que la imagen del Divino Niño no
se vio afectada por la libertad de cultos, ya que devoción al Divino Niño, en vez de disminuir
ha aumentado, “[…] lo cual se evidencia los días domingos con la presencia de hasta setenta
mil personas” (fragmento de un testimonio del Sacerdote salesiano Carlos Adelmo Cubillos);
tanto en el santuario como en la plazoleta, lo que implica que la Imagen del Niño es un
imaginario urbano, porque representa la fe de los devotos, vendedores y sacerdotes, esto es
evidente los domingos pues se convierte en una símbolo urbano que tiene un reconocimiento
social, masivo y popular pues es capaz de movilizar a devotos de todas partes de Colombia
y del mundo.
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Imágenes 14 y 15. La plazoleta del Divino Niño con un gran número de Devotos escuchando la eucaristía
(Izquierda) y Feligreses en su gran mayoría se quedan de pie, porque el templo se llena los domingos
(Derecha). Fuente: Archivo visual de la investigadora, 6 de octubre de 2019.
Así las cosas, esta investigación, cuya meta final fue analizar si la imagen del Divino Niño
tuvo un nuevo significado a partir de los procesos más romos de una posible secularización,
pudo evidenciar que la fe a la imagen del Divino Niño, lejos de anularse por una fe en la
razón humana o en los procesos de unos nomos sobre la ley y la lógica divinas, se ha
mantenido con un buen número de feligreses. Esto se puede afirmar por los diversos
testimonios de los feligreses acerca de los milagros que ha realizado el Divino Niño, tales
como salvar a los “enfermos en fase terminal de Cáncer o con enfermedades como el
Angiofibroma juvenil, entre otras, así mismo dicen los Devotos, que la imagen les ha
concedido favores como un trabajo estable, el dinero que han necesitado para comprar sus
viviendas y dicen que todo ha sido posible gracias a la Devoción que le tienen a la Imagen”.
(Sacerdote salesiano Carlos Adelmo Cubillos).
En este orden de ideas, afirmamos que se podría mencionar que la secularización en
Colombia se establece con la Constitución de 1991, Artículo 19, referido a la libertad de
cultos; en este sentido, la secularización buscó desplazar las prácticas religiosas; sin embargo,
aunque aparezcan nuevos cultos, para los devotos a la imagen del Divino Niño esta deidad
representada y climatizada gracias a su re-territorialización local desde la imagen del Divino
Niño de Praga efectuado por Del Rizzo, sigue teniendo un significado religioso de culto, de
petición, de adoración, de redención; pero, sobre todo, de búsqueda de intervención divina
en el devenir humano; todo esto aunque la sociedad se transforme, para el corazón de los
73
creyentes el Divino Niño sigue siendo un símbolo de fe y esperanza para todas las clases
sociales.
4.3 Descubrimientos más notables
Ahora bien, si nos preguntamos, entonces, cuáles son las resignificaciones posibles de
estas prácticas en las actuales condiciones de la vida moderna en la ciudad de Bogotá, aunque
hemos ya insistido en que estas prácticas reflejan condiciones tradicionales, y en buen
número de asistentes, y con tantos clacos de actividades que otrora se han venido gestando
en el orbe de los cristianos, tales como el de pedir indulgencias, milagros y orar por
intenciones, bajo el costo de un trueque evidente, entonces debemos sostener que lo que sí
podemos exponer como efectos de re-significación son los siguientes aspectos, a saber:
1. Elemento visible de postergación de la Modernidad (tardomodernidad)
Como se sabe, gracias a los estudios multidisciplinares, Colombia mantuvo una lógica
social y unas ciudades coloniales hasta bien entrado el siglo XIX y la época republicana no
mejoró el asunto, pues hasta el mismo Libertador Simón Bolívar prohibió la entrada de
doctrinas filosófico-sociales seculares y estructuras civiles que permitieran que la sociedad
se sacudiera de las dependencias trascendentes o metafísicas para la consolidación de un
cuerpo civil que superara ese aislamiento y esa actitud pacata y miedosa frente al mundo
exterior (Jaramillo, 1998).
Aún más, tal como lo deja ver el historiador Jaime Jaramillo Uribe (1982), el siglo XIX
enraizó más esa falta de organización que llevó a apuntalar en la personalidad colectiva un
ethos de irregularidad y la indisciplina industrial, pero, también, una educación no secular,
lo cual perpetúa el matrimonio de la cultura colombiana con el espíritu español que eleva la
concepción metafísica entre el pueblo y, claramente, la creencia en la caridad del otro y la
salvación ultraterrena centrados en diversos principios de deidad, base de la cosmovisión
española de la vida social y en la que no sólo los hidalgos, sino los criollos y luego los
burgueses mantuvieron la tradición hispánica que iba en contravía de todo posible triunfo de
la racionalidad, la felicidad y la autonomía; o lo que es igual, a evitar todo rasgo de
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modernidad en la versión de Tracy o de Bentham, y más bien cambiadas por la doctrina
alemana de Heinecke, que entroniza toda acción a la trascendencia dentro de un marco de
providencialismo o, lo que es igual, un estado que condena la modernidad y superpone el
esquema colonial que es el hacendario, donde hay un patrón-padre y un súbdito-hijo, que
obedece ciegamente la autoridad (Jaramillo, 1998).
Y, aunque la hegemonía conservadora, con su Constitución de 1886, había dejado un
matrimonio sólido entre Estado e Iglesia, la Revolución en Marcha de la República liberal
afecta este lazo de manera parcial, pero se relega tal escisión Iglesia-Estado para calmar el
partido Conservador; de suerte que durante el siglo XX primó la lógica hispano-católica. Es
por esto que la valoración de los profesores Medófilo Medina y Óscar Murillo es significativa
en la medida en que
[…] Por haber sido la religión católica la confesión protegida de manera especial por
el Estado y por el hecho de que por largo tiempo a Colombia no afluyó una migración
extranjera significativa que hubiera traído otras influencias en materia de fe, la
hegemonía cultural-religiosa del catolicismo ha sido incontrastable. Por otro lado, se
trata de una religiosidad de obvia raíz hispánica, inclinada a la práctica del culto
ostentoso y ritualista que no orienta hacia la interiorización de una ética aceptada que
lleve a la gente a obrar correctamente (2013, p. 101).
Esto siguió prolongando la existencia nacional de un mundo social centrado en formas
soterradas de esclavismo, de exclusión bajo la lógica del burgués y el proletario, la
imposibilidad de valores equivalentes. Es por eso que la imagen del Divino Niño, ya re-
semantizados y adaptada a un colectivo, el de los excluidos, pega muy bien en un mundo que
sostiene como única salida ante la injusticia y la segregación a los pobres, el fanatismo ritual,
la milagrería y la superstición, todo esto, claro está, controlado por la ausencia tolerancia y,
por tanto, de libertad religiosa que, aunque se promulgue en la constitución, se vive como
única salida para atenuar la dura vida enemiga. Estos son los matices históricos de nuestra
modernización sin modernidad, de nuestra modernidad postergada, de nuestra secularización
pirata.
75
Estas características tan coloniales y tan pre/modernas, tardo/modernas o para/modernas,
empata muy bien con una época social/nacional aún infantil porque prima una ingenuidad
aún conservada en el pueblo, más si la comparamos con la Modernidad como concepto que
respalda la autonomía y la toma de riendas de la vida individual y colectiva. Todo esto
permite calificar las masas de doblemente infantiles: por un lado, infantiles en cuando no son
maduras a propósito de los ideales de la modernidad; por otro, infantiles porque, hijos de una
nación aún infantil comparada las europeas, piden intervenciones ultraterrenas a la
representación de un niño, lo cual es digno de explicar de alguna forma, por ejemplo,
afirmando que es a través del hijo querido como se llega a la madre intercesora, para que, por
medio de ella, se cumpla el milagrito. Es que, creemos, que detrás del Divino Niño y su éxito
en el orbe hispano-católico colombiano, está la Virgen María.
2. Imagen que apuesta por una semiosis que se detiene en la inclusión social
Ahora, si se analiza la imagen, constatamos rápidamente que esta tiene dos orbes
claramente analizables, a saber: lo icónico y el mensaje lingüístico. La imagen revela un niño,
de rostro feliz, con vestimenta simple y unicromática, de color rosa (que, como se sabe por
semiosis connota las rosas, el rosario y, por tanto, la divinidad femenina, la bella intercesora),
un cinturón azul cielo, los brazos abiertos y los pies descalzos. A esto se suma el hecho de
las ausencias de imágenes, a saber: ausencia de un acompañante-tutor y ausencia de una cruz.
76
Imágenes 16 y 17. Divino Niño Jesús del 20 de Julio y Jesucristo en la pasión. Tomado de:
https://www.google.com/search?q=pasi%C3%B3n+de+jesucristo&rlz=1C1CHBF_esCO865CO865&source=
lnms&tbm=isch&sa=X&ved=2ahUKEwix8_LZ-8:
Nótese que allí reposa una sintaxis visual que permite leer que esa imagen es admite
consuelo a los más sufrientes, al tiempo que actúa como una reacción a la tradición
excluyente de la sociedad colombiana. En efecto, tenemos que /rostro alegre/y /ausencia de
cruz/, connota no dolor, ausencia de sufrimiento y, por tanto, felicidad, todo lo cual se opone
a la imagen de Jesús adulto, esto es, /Jesús postrado en la cruz/ y /rostro herido/ que connota
desconsuelo y muerte. Además, el hecho de que esté con un traje simple y descalzo, recuerda
que es un niño humilde, con lo cual se puede establecer con mayor facilidad un proceso de
identificación si se piensa en los participantes primigenios de su ritual, a saber: gente popular
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de un barrio obrero en la creciente ciudad de Bogotá, a nivel de barrios populares, en la
primera mitad del siglo XX.
No obstante, el mejor indicio del ícono aquí revisitado es que al mezclar /brazos abiertos/
y /rostro alegre/, se lee claramente la inclusión (social), lo cual se refuerza con el mote
lingüístico que lo suele acompañar, a saber: /El amigo que nunca falla/ + /niño tradicional/
+ /rostro alegre/. Sumando esto, tenemos que hay un alguien con el que se cuenta para las
acciones buenas.
Todas estas líneas de sentido se refuerzan en los pragmático con panorama que completa
la performance social así establecida, a saber: las ventanillas para recibir mercado donado y
limosnas, rodeados de puestos ambulantes que ofrecen a bajo precio la imagen del Niño (en
afiches, llaveros, estampas, almanaques, porcelanas, postales, cuadros, novenas, imanes y
altares), pero también artículos de primera y segunda necesidad.
3. Imagen que se hace símbolo de nación: hacia la imagen-símbolo (simimago).
La imagen se ha venido instalando en la sociedad local y nacional como un símbolo de
Nación, y esto en parte porque esta ha sido divulgada por políticos, sujetos del mundo
deportivo, vendedores ambulantes, devotos y sacerdotes, quienes han relatado la importancia
de esta imagen para el país y, asimismo, la Imagen ha traspasado fronteras, llegando a otras
partes del mundo; esto se puede vislumbrar, según el Sacerdote Salesiano Carlos Cubillos,
uno de nuestros intervinientes en esta investigación, quien dice que “[…] los días domingos
se evidencia la presencia de hasta setenta mil personas, que visitan el santuario y la
plazoleta”.
Incluso, cabe aclarar que los asistentes al santuario no son sólo colombianos, se puede
encontrar peregrinos del extranjero como los peruanos, ecuatorianos, venezolanos,
mexicanos, cubanos, europeos y visitantes de Estados Unidos, entre otros. Así las cosas, si
nos preguntamos si el Divino Niño es, al tiempo, imagen y símbolo de nación, tendremos
que afirmar que el Divino Niño puede entenderse como un imaginario urbano, materializado
en un símbolo el que da cuenta de lo real. En un neologismo: imagen-símbolo o simimago.
Planteamientos semiológicos como los de Ferro Et. Al. (2002) describen la importancia de
78
considerar la realidad como una construcción; esto es, como dinámica entre objeto y
sujetos. Así, pues, pensar y relacionar la realidad depende, entonces, de una forma perceptiva
(visual) ligada a una manera social particular. Para el caso del símbolo aquí tratado, este
cristaliza un imaginario y se justifica como imagen-símbolo de nación, puesto que:
Hace parte del conjunto icónico de la tradición hispano-católica (de la novena
navideña)
Confiere respeto, admiración, tradición, confiabilidad y potencia para transformar la
realidad violenta y/o cotidiana de todo un país (cualidades sagradas y milagrosas)
Representa valores culturales como ternura, bondad, belleza, ingenuidad,
transparencia; valores desprendidos de la fuerza matriarcal y patriarcal, que se ajusta
a la crisis de la familia colombiana.
Posee cualidad mediadora (por ser hijo de Dios): ‘Todos los padres les dan gusto a
sus hijos, si los quieren’.
Es de fácil lectura icónica, sin pretensiones estéticas ni académicas.
Mantiene una cierta neutralidad, pues a pesar de ser usado con fines políticos y
mafiosos, no se compromete con ninguno de ellos directamente.
Facilidad de acceder a él, gracias a una multiplicidad de imágenes y su reproducción
en múltiples almanaques, porcelanas, etc. Además, se le conoce como Divino Niño,
sin importar su presentación publicitaria, en todas partes del mundo.
Se encuentra en todos los estratos sociales y proyectos ideológicos; es un símbolo de
inclusión por excelencia, vocero de diferentes actores sociales, mediador,
legitimador, hincha de la Selección de fútbol, con proyección e identificación
nacional en el exterior por ser una imagen única que permite evocar a Colombia con
el icono de pertenencia común.
Está en camisetas, billeteras, parqueaderos, santuarios, altares caseros, etc.
Posee condición urbana, rural, popular. Esto es, resulta ser un símbolo masivo y de
alto alcance.
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Así las cosas, si bien es cierto que esta investigación evidenció que los procesos de
secularización no han transformado sustancialmente el significado de la imagen-símbolo del
Divino Niño, pues es claro que se mantiene el legado de los colonizadores quienes
impusieron la religión católica y las diferentes imágenes religiosas, cabe aclarar que la
imagen del Divino Niño surge alterno a la Modernidad, esto quiere decir que aunque
aparecieran nuevos cultos, el Divino Niño sigue siendo un símbolo identitario pues, como se
mencionó anteriormente, los Devotos aún reconocen la imagen y vienen de todas partes del
Mundo, esto se debe a la divulgación de testimonios que muestran los milagros que puede
realizar el Divino Niño, abriéndose un lugar para que sea símbolo de nación, al tiempo que
deidad de petición y milagrerías.
4. Referente conductual místico popular: hacia la carnavalización moderna
enmascarada
Se evidencia, además, que, aunque la secularización, desde las posturas letradas,
deslegitima las prácticas religiosas en Colombia, estas se han mantenido bajo la sombra del
Divino Niño porque entre los creyentes se evidencian todas las clases sociales; es decir, se
convirtió en un espacio incluyente, un topos social donde todos caben. Esto es muy
significativo para nosotros: es que la imagen-símbolo del Divino Niño hace algo fabuloso
entre sus simpatizantes y es unirlos como iguales por un momento de sus vidas cotidianas.
Al ser todos iguales, como hermanos, ante Dios, hay una sutura de la crisis social que se
manifiesta, primero, como la desigualdad y la injusticia derivada de ella. En ese sentido, la
aglomeración dominical, repetida en el calendario social de los creyentes cada semana, actúa
como un carnaval a donde se va a imbuirse de nuevas fuerzas la asistenta, así como a romper
imaginariamente las diferencias sociales que tanto mal hacen a la estabilidad de una sociedad.
En suma: estamos ante la persistencia de unas prácticas que sirven de sutura imaginaria para
neutralizar la exclusión social, manifiesta en las clases y castas sociales (búsqueda de la
hermandad, donde todos son iguales), como clave de una carnavalización readaptada y re-
territorializada, si se quiere.
80
Evidencia de ello, es por ejemplo, Pastrana Arango luego de su secuestro y posterior
decisión de ser alcalde se consideró devoto al niño, figuras como la de Samper Pizano
agradecería su recuperación del atentado de 1989 yendo con los medios de comunicación al
santuario del divino niño y propagándose como creyente a la imagen, años después Luis
Carlos Galán, Carlos Pizarro y Bernardo Jaramillo expresaron su devoción al divino niño, de
hecho, el ataúd de Pizarro fue empapelado con estampitas del Niño. Además, entre 1996-
1997 los secuestros de policías y soldados sigue vigente y es el santuario del divino niño el
lugar elegido por las madres de los afectados para solicitarle el favor al niño por su libertad.
En consecuencia, el Divino Niño simboliza, es un modelo identitario para los diferentes
asistentes al templo. Es innegable su poderío y reconocimiento como un signo mediador que
interviene en la política colombiana, asimismo en el conflicto armado y también como un
mecanismo de cultura que nos permite entender las dinámicas de la comunidad que asiste al
templo del niño.
Por lo tanto, aunque el Niño es un símbolo de identidad, ha tenido que enfrentarse a ciertos
rezagos de la Modernidad, especialmente cuando se reconoce que, entre los periodos de 1960
a 1991, “[…] la Iglesia llega a la modernidad cuando acepta muchos de los principios
liberales, democráticos una sana secularización, la independencia de poderes, la autonomía
de la ciencia” (Mora, 2010 p. 60). En consecuencia, la imagen del Divino Niño no tendría el
mismo valor a partir de la secularización, porque el hombre tiene la libertad de elegir sobre
sus propias creencias. Al respecto Taylor (2006) plantea la relación entre la modernidad y lo
secular:
[…] Éste es un término muy utilizado para describir la sociedad moderna; e incluso
en ocasiones se ofrece como explicación parcial de algunas características de esta
sociedad. Sin embargo, el término es más lugar de preguntas que fuente de
explicaciones. Describe un proceso innegable: el retroceso de la creencia en Dios, e
incluso más, la decadencia de la práctica religiosa, hasta el punto de que, de haber
sido central en la vida de las sociedades occidentales, públicas y privadas, se ha
convertido en algo subcultural, una de las muchas formas privadas de compromiso
que algunas personas se permiten (Taylor, 2006, p. 424)
81
Todo lo anterior permite considerar como la imagen del Divino Niño se ha sostenido a
partir de la decadencia de las instituciones religiosas. Una causa es que la imagen genera
cercanía para quienes asisten al santuario a diferencia de otros santos. Por tanto, Durán (2000)
explica cómo es vista la imagen del Niño:
[…] La presencia significativa del Divino Niño Jesús en la vida social, cultural y
política de Colombia en los últimos doce años. pone en evidencia la consolidación de
un símbolo capaz de construir y revitalizar una identidad nacional. Más aún cuando
el derrumbamiento de la imagen Sagrado Corazón como símbolo nacional se hizo
innegable en agosto de 1994, fecha en la cual la Corte Constitucional, motivada en
una solicitud de la Procuraduría General de la Nación, declaró inexequible el artículo
2° de la ley 1°de 1952, en el cual se ordena la renovación anual de la consagración
del país al Sagrado Corazón por parte del presidente de la República a su delegado”
(Durán, 2000, p. 767)
Es decir que, aunque la secularización busca debilitar las experiencias religiosas se
encuentran en dualidad con imágenes como las del Divino niño por ser un constructor de
identidad colectiva. En efecto, aunque la Modernidad desplome las experiencias religiosas,
pareciese que, en Latinoamérica, no se establecieron las mismas teorías que en Occidente. Es
por eso que se “[…] diferencia lo mundano de lo religioso, más aún una secularización como
declive de las prácticas y las creencias tradicionales, o habría que decir también una
secularización como privatización de la Religión” (Rivas, 2016, p. 59). Sin embargo, los
asistentes al santuario del Divino Niño, en el barrio popular del 20 de Julio, han tomado la
imagen como un identificador para los enfermos, que escucha a los oprimidos por los
problemas de la vida cotidiana.
Por tanto, a esta investigación le falto tener en cuenta a los Devotos de otros países, pues
esto podría mostrar una visión más amplia de lo que representa la imagen-símbolo del Divino
Niño frente a el proceso de secularización, es claro que se pueden realizar otras
investigaciones en torno a los peregrinos que vienen de todas partes del mundo. Esta
investigación tiene un gran impacto porque representa la fe que tienen muchas personas
frente al Divino Niño, esto se puede argumentar desde las diferentes entrevistas donde se
82
afirma que la secularización no transformó la imagen. En este sentido como resultado de esta
investigación se hizo un artículo con el fin de ser publicado donde se evidencia los resultados
de este trabajo.
Por último, la Maestría en Comunicación-Educación se define como un campo de
conocimiento donde la investigación es inter y transdisciplinar que abarca fenómenos
sociales y culturales, esto quiere que esta investigación aporta a los anales de la Maestría,
porque hace un análisis de un fenómeno cultural que se presenta en el Barrio 20 de Julio, al
mostrar cómo la imagen- símbolo del Divino Niño ha mantenido su significado a partir de la
secularización que surge con la Modernidad. En consecuencia, se puede afirmar que, aunque
las condiciones sociales, políticas y económicas, se transforman, la imagen del Divino Niño
seguirá haciendo parte de las dinámicas urbanas.
83
5
CONCLUSIONES
Llegados a este momento del informe, recordamos que esta investigación tuvo como
finalidad comprender de qué manera el posible proceso de secularización como parte de las
condiciones de la vida moderna ha podido afectar y resignificar, y en qué medida, las
prácticas religiosas asociadas a la imagen del Divino Niño Jesús acontecidas en la iglesia el
Divino Niño del 20 de Julio, en el sur de la ciudad de Bogotá.
Pues bien, se recopilaron varios registros etnográficos y, a través de sus indicios
afirmamos, por lo menos de manera parcial que, frente a dicho cuestionamiento, se pueden
proponer resignificaciones relevantes a partir de una secularización marcada con las ventajas
en términos de libertad de credo religioso gracias a la nueva carta constitucional, y en relación
concreta con la imagen del Divino Niño Jesús porque, se pudo evidenciar que los procesos
que involucran la Modernidad en Latinoamérica y, concretamente en Colombia es fracturado
o, por lo menos, postergado, para usar la feliz terminología del filósofo colombiano Rubén
Jaramillo Vélez (1998), haciendo que las dependencias en la dirección de la vida de varios
feligreses aún dependan de un destino puesto en poderes y decisiones sobrehumano; y por
otro lado, haciendo que las instituciones religiosas funden instituciones educativas y
participen e impacten en la política, tal como se vio de manera frontal con el Plebiscito de
2016, sólo para poner un ejemplo reciente.
Efectivamente, al analizar los diarios de campo y las nueve entrevistas escogidas a
vendedores, sacerdotes y feligreses, se logró corroborar que las posturas investigadas, como
la de Rivas (2010) y Taylor (2006), no son confirmadas de manera absoluta, pues mencionan
la secularización como premisa para la decadencia de las prácticas religiosas. Frente a estos
teóricos, se pudo vislumbrar que la imagen del Divino Niño Jesús sostiene el significado
ritual y social que se comenzó a instaurar desde su divulgación en el año 1935 debido a las
piruetas del Padre Juan del Rizzo; de suerte que sigue representando la humildad de las
clases menos favorecidas, y sigue siendo el pretexto para que el gobierno de las vidas sea
84
delegado a una entidad supraterrenal que no son los mismos participantes. Aún más, los
devotos han ido aumentando al pasar los años, pues la imagen-símbolo o simimago del
Divino Niño Jesús ya se instala como parte de la identidad social y nacional de los
colombianos e, incluso, de un buen puñado de extranjeros, quienes toman la simimago como
un referente de fe y ritualización.
En este sentido, la secularización se desarrolló en Europa pero, en el caso de Colombia,
las estructuras políticas, sociales y económicas han tenido una contrariedad con la
Modernidad, porque mantiene la misma estructura que dejaron los colonizadores, es por eso
que todo lo relacionado con la imagen del Divino Niño se desarrolla de manera alterna a los
principios de auto-nomos propios de una Modernidad filosófica; y, muy a pesar de unos
cambios sustanciales reposados en la Constitución de 1991, donde se aplica la Libertad de
cultos y que, como analizamos en el apartado anterior, obedece a una sedimentación de
rasgos del a cultura hispánica que la vida republicana ingenuamente quiso extirpar pero que
evolucionó hasta nuestros días.
Por otro lado, dentro del conjunto de las resignificaciones posibles, constatamos cómo la
imagen refuerza su calidad de signo y se hace símbolo de nación que se amarra con las ideas
imaginarias (pues, finalmente es una imagen) y a las imaginerías de inclusión y de poder
hacia un futuro incierto. En efecto, se puede decir que el Divino Niño, es símbolo de nación
pues es masivo para los devotos, vendedores y feligreses, ya que esta imagen se puede
encontrar en todas partes como en los buses, en programas televisivos como Los puros
criollos, transmitido hasta el 2018 por Señal Colombia, además de la diversidad de publicidad
como la de Idartes y el aviso de Revista Cromos, entre otros; indicando que el Niño es
importante para el país por el significado que tiene para quienes creen en adorar una imagen
infantil del Salvador y que se refuerza en la novena navideña, tan tradicional en Colombia
aún.
85
Imagen 18. Logo publicitario del programa Los puros Criollos, presentado por Santiago Rivas. Tomado de:
https://www.google.com/search?rlz=1C1CHBF_esCO865CO865&biw=1600&bih=789&tbm=isch&sa=1&e
i=IC7-
Lo interesante de esto, y esta fue otra forma de dar respuesta a nuestra pregunta
investigativa, fue que la peregrinación, que propiamente es una per-urbanización, actúa como
una nueva forma, muy sutil, de carnavalización, ya que allí se instaura efímeramente un orden
social y todos son iguales; es que la religión, en suma, permite la cohesión social de los
diferentes y, ya hermanos, se siente un mundo más aliviado, emocionalmente más ameno:
religare. Esto es significativo, sin duda, en una nación que, desde la Colonia, ha cultivado la
exclusión, la segregación social y la clasificación diferencial de los cuerpos como mecanismo
de devenir sociocultural.
Así las cosas, durante los meses de octubre y noviembre de 2019, y gracias a los
instrumentos usados en el diseño etnográfico, se evidenció la alta presencia de feligreses, de
personas con alguna enfermedad que buscaban una respuesta del divino niño por medio de
las novenas y plegarias, no sólo se acercaba aquel que padecía la misma, sino sus familiares
acompañando la fe y esperanza a la imagen del Niño. Queda grabado en la memoria cognitiva
y visual (imagoteca) de la investigadora, la presencia de los limosneros, de los vendedores
informales, niños jugando en la plazoleta con las palomas o burbujas de jabón, la fotografía
familiar con la llama a inmediaciones del santuario, la salida multitudinaria de los feligreses
del templo y todas las dinámicas populares que caracterizan el barrio 20 de Julio.
86
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ANEXOS
Descripción de Perfiles
Desde el inicio de la investigación era necesario hacer entrevistas con diferentes de personas que
pertenecieran a la comunidad, pero que tuviesen una actividad diferente, por tal razón se tuvieron en
cuenta a tres vendedores informales de la plazoleta del Divino Niño, tres devotos y tres sacerdotes
salesianos. En consecuencia, lo importante fue determinar una muestra que respondiera a la
investigación. Por tanto, se detalla la información de cada perfil junto con las entrevistas realizadas,
asimismo estarán acompañadas de algunas fotografías.
Entrevista No.1
Nombre: Julio Cesar Herrán Castillo Edad: 43 años 15 años como sacerdote de la Comunidad
Salesiana.
Imagen 19. Sacerdote salesiano, Julio Cesar Herrán Castillo. Fuente: Archivo visual de la investigadora, 13
de noviembre de 2019.
a) Considera ¿Que la secularización transformó las prácticas religiosas?
Bueno, si entendemos como secularización ese sentido y esa nueva sensibilidad frente a lo
espiritual, a lo religioso y hasta la misma visión de Dios, claro que sí porque la secularización es el
cuestionamiento de lo propio religioso, entonces frente a eso toda práctica religiosa sea católica o no
sea católica, se ve transformada, se ve tocada, se ve cuestionada, a partir de la secularización.
b) ¿De qué manera la Modernidad transformó la imagen del Divino Niño?
Bueno, acá hay un elemento para analizar y es saber cuándo aparece la figura del Divino Niño. Lo
primero es que el Divino Niño no nace antes de la Modernidad, sino se presenta en un ambiente
contemporáneo. Ya sí Modernidad se entiende como una corriente donde se pone más al centro al
hombre y se desplaza a Dios, entonces es claro que esta corriente de pensamiento desplaza las
prácticas religiosas y algunos sentires; pero como todo en la sociedad muta y se transforma, esto
también tiene una transformación en el corazón del creyente.
91
c) Considera ¿Que la Devoción al Divino Niño se vio afectada por los procesos de Modernidad?
Cuando entendemos procesos de Modernidad, si hacemos referencia a ese desplazamiento del
centro de Dios, para que lo ocupe el hombre, pues claro, porque se interroga las practicas, se crean
otros centros de interés y va mutando la misma práctica social entorno a la Devoción.
d) Teniendo en cuenta el contexto de Modernidad; considera ¿Que la población de Devotos al
Divino Niño aumento o disminuyo a partir de la libertad de cultos?
Bueno acá hay un elemento interesante, yo no diría por la libertad de cultos más bien por la
apertura de otras formas religiosas, porque antes había muy pocas religiones, pero ahora la
multiplicidad de ofertas es bastante, entonces la gente opta por elegir, por ende, habrá una
disminución y creo que es parte de la lógica, de esos mismos procesos sociales de pluralidad y
diversidad que se presentan.
e) Cree usted ¿Que la imagen del Divino Niño sigue siendo un símbolo de Nación?
Bueno, un símbolo de nación acá se tendría que analizar muy bien la pregunta, porque, que
entendemos como símbolo de nación. Es claro que el Divino Niño si es un símbolo y se utiliza en
diversos ambientes, por ejemplo, Andrés Carne de Res tiene un Divino Niño todo matachado y la
Pulla en su logo de intro para sus videos utiliza al Divino Niño con otros símbolos nacionales,
podríamos decir que es un símbolo y un referente, pero tocaría indagar hasta qué punto ese referente
es religioso o simplemente cultural. Pero por otra parte para los Devotos es un referente espiritual
muy profundo, pero para el resto de sociedad que inmuta tanto y que está en tanta transformación
habría que ver si para ellos es un símbolo de nación.
Entrevista No.2
Nombre: Carlos Adelmo Cubillos Moreno Edad: 83 años 54 años como Sacerdote de la
Comunidad Salesiana
Imagen 20. Sacerdote salesiano, Carlos Adelmo Cubillos Moreno. Fuente: Archivo visual de la
investigadora, 15 de noviembre de 2019.
a) Considera ¿Que la secularización transformó las prácticas religiosas?
La secularización no ha cambiado la Devoción, antes, por el contrario, más bien ha aumentado,
eso se nota por los diversos peregrinos de los diferentes países que han conocido la imagen del Divino
Niño y vienen dar gracias por los favores recibidos; y otras veces para pedir alguna gracia especial.
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De todas maneras, la secularización no ha afectado esta Devoción tan hermosa que hay en Colombia
por el Divino Niño.
b) ¿De qué manera la Modernidad transformó la imagen del Divino Niño?
No, La imagen se ha conservado igual desde 1935, como la consiguió el Padre Juan del Rizzo que
inició la Devoción aquí en el sur de Bogotá, porque como usted bien sabrá la Devoción al Niño Jesús
es antiquísima, desde la imagen del Niño Jesús de Praga, se empezó a divulgar por toda Europa hasta
que llegó a Latinoamérica; es así como el Padre Juan del Rizzo decide irse a un almacén llamado el
Vaticano que era atendido por un italiano llamado Brando, el cual muestra al Padre la imagen de un
niño con los Brazos abiertos y una bata humilde, así es como nace la Devoción al Niño de Jesús del
barrio 20 de Julio.
c) Considera ¿Que la Devoción al Divino Niño se vio afectada por los procesos de Modernidad?
En absoluto, No han logrado cambiar la Devoción al Divino Niño y se nota en los peregrinos,
todos los días hay peregrinos del Perú, de Venezuela, de República Dominicana, de México, de
Europa, del Japón y de muchos otros sitios incluyendo a Colombia, esto se debe a la divulgación de
la Imagen, conozco la historia de unos Australianos que vinieron a visitar al Divino Niño, para pedirle
el favor que los ayudará a concebir un hijo y después de cinco años vinieron a presentarle su hijo al
Niño Jesús. Por ejemplo conozco otra historia de dos hermanas de Estados Unidos, una de ellas estaba
diagnosticada con Cáncer avanzado, unas personas les contaron acerca del Divino Niño y les dicen
que se encomienden a él y que lo fueran a visitar, finalmente ella se curó tengo la fotografía de las
dos hermanas, estos testimonios muestran que son muchos los favores del Niño Jesús, es claro que
quien sea devoto y propague la imagen del Divino Niño, notará que son verdaderamente grandes los
favores que serán recibidos. Así mismo dicen los testimonios de Devotos, que dicen que la imagen
les ha concedido favores como un trabajo estable, el dinero que han necesitado para comprar sus
viviendas y dicen que todo ha sido posible gracias a la Devoción que le tienen a la Imagen-símbolo.
d) Teniendo en cuenta el contexto de Modernidad; considera ¿Que la población de Devotos al
Divino Niño aumento o disminuyo a partir de la libertad de cultos?
En absoluto, la gente es supremamente piadosa y tiene fe, todos esos cultos raros que hay todos
creen en Dios, algunos también en su hijo Jesucristo como nosotros los católicos. En el caso de la
devoción al Divino Niño, en vez de disminuir ha aumentado esto se evidencia los días domingos con
la presencia de hasta setenta mil personas, aquí en el santuario y en la plazoleta, únicamente lo llenan
los devotos a la imagen del Niño Jesús, recuerdo que solo un político ha llenado esta plaza y fue Luis
Carlos Galán cuando hacía propaganda para la Presidencia. Esta plazoleta se llena el domingo de
ramos, el viernes santo, los domingos de pascua y la fiesta del Divino Niño que es el primer domingo
del mes de septiembre.
e) Cree usted ¿Que la imagen del Divino Niño sigue siendo un símbolo de Nación?
Ciertamente, usted ve en la televisión colombiana en programas como los puros criollos uno de
los símbolos es la imagen del Divino Niño con el sombrero vueltiao, ósea que la imagen es todo un
símbolo para los Devotos del Niño Jesús.
Entrevista No.3
Nombre: Jaime Enrique Morales Alfonso Edad: 73 años 54 años como Sacerdote de la
Comunidad Salesiana
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Imagen 21. Sacerdote salesiano, Jaime Enrique Morales Alfonso. Fuente: Archivo visual de la investigadora,
15 de noviembre de 2019.
a) Considera ¿Que la secularización transformó las prácticas religiosas?
Sí, indudablemente el proceso de secularización que se ha dado en la humanidad en el pensamiento
humano ha influido muchísimo, el descubrir que existe una autonomía humana frente a su poder
creativo, a su poder incluso de poder controlar muchas cosas que eran imposibles a partir del adelanto
de la ciencia y la técnica, eso le ha quitado una fuerza al sentido de lo trascendente, de lo religioso,
porque el hombre se siente muy capaz y muy dueño de organizar su propia vida, una autosuficiencia
de no necesitar de lo trascendente asimismo de un sentido de Dios en su vida. En occidente es notable
que hay un bajón del sentido religioso y de la existencia humana, eso surge por los medios de
comunicación que han cambiado esa percepción. Sin embargo, la secularización ha ayudado
positivamente porque ha permitido una purificación del sentido religioso de la vida.
b) ¿De qué manera la Modernidad transformó la imagen del Divino Niño?
Creo que la Modernidad ha influido pero no tan directamente en la Imagen del Divino Niño, se ha
pretendido por otros movimiento religiosos ridiculizar la imagen como algo que no tiene sentido, no
es la Imagen de yeso, es lo que simboliza para los Devotos y se convierte en un Icono de la presencia
de Dios hecho hombre en medio de nosotros, pero la imagen como tal ha conservado en aquello que
en la liturgia dice; Te alabo y te bendigo padre porque has ocultado estas cosas a los sabios y a los
prudentes, y se las has revelado a los humildes, y creo que ese es el misterio, pues para los humildes
la Imagen es el icono del poder de Dios, capaz de sentir misericordia por el que sufre, por el que
necesita, por el que tiene un sueño, una esperanza positiva que realizar, por eso es la fe a un Dios
capaz de ayudar a los que lo necesitan.
c) Considera ¿Que la Devoción al Divino Niño se vio afectada por los procesos de Modernidad?
Puede que sí haya afectado sobre todo en las nuevas generaciones, mientras crecen y maduran,
aunque se puede ver un número muy significativo de jóvenes que asisten al santuario del Divino Niño.
Considero que se mantiene, aunque se hayan dado unos cambios en las nuevas generaciones.
d) Teniendo en cuenta el contexto de Modernidad; considera ¿Que la población de Devotos al
Divino Niño aumento o disminuyo a partir de la libertad de cultos?
94
No, creo es entre los humildes y los sencillos, aun me sorprende encontrar familias de Clase alta
vayan a visitar el santuario, pero es claro que recurren por algún favor, ya que la Imagen es un
trascender, por los testimonios de otros acerca de los milagros, pero es claro que cuando reciben un
favor hacen una donación económica para quienes más lo necesitan. Es la presencia misericordiosa
de Dios en la figura de un Niño humilde, Dios que sigue haciendo ese milagro maravilloso en la
humanidad como testimonio que el poder de Dios está siempre en los humildes y en los sencillos.
e) Cree usted ¿Que la imagen del Divino Niño sigue siendo un símbolo de Nación?
Si, porque la Imagen representa la fe del pueblo colombiano, que es un pueblo eminentemente
religioso, sin embargo, existen otras imágenes como el Señor Buga, el Señor Caído, la Devoción a
las vírgenes de Chiquinquirá, pero la del Divino Niño es una de las más significativas por el número
de personas que acuden de aquí y en otros sitios del mundo.
Vendedores
Antes de empezar con los resultados de las entrevistas, quisiera expresar que detecte un panorama
muy amplio de vendedores informales alrededor de sesenta puestos de artículos religiosos, en
consecuencia al inicio de mi recorrido me encontré con muchos vendedores que no desearon que les
realizara la entrevista, porque la mayoría del tiempo estaban ocupados con clientes, sin embargo
algunos me comentaron que eran devotos a la imagen del Divino Niño por los milagros que les había
realizado y por otra parte otros vendedores creen en la existencia de un Dios pero no en la imagen.
También me di cuenta en la forma como se organizan en la plazoleta para que los artículos sean
atractivos para quienes asisten al templo, así mismo evidencie que los vendedores están expuestos a
las condiciones inclementes del clima, sin embargo, pude observar el buen ánimo que le ponen a su
trabajo.
Así pues, encontré tres perfiles que aceptaron la entrevista y que se adecuaban a las características
de los vendedores que estaba buscando, lo primero fue encontrar comerciantes que estuvieran entre
los 40 años a 70 años y que tuvieran un puesto en la calle de artículos religiosos, asimismo que
estuvieran ubicados alrededor de la plazoleta. Dichas entrevistas se realizaron el 5 de noviembre de
2019 en la plazoleta del 20 de Julio, lo primero que hice antes de empezar la entrevista, fue hablar
con ellos acerca de su vida y su trabajo como vendedor, después procedí a entregarles las preguntas,
para que se sintieran más cómodos para responder, desde un inicio los tres vendedores fueron muy
cordiales y pude evidenciar la fe de los tres vendedores, hacia la imagen del Divino Niño.
Entrevista No.1
Nombre: María Enriqueta Orjuela Edad: 67 años Vendedor 1: 25 años como vendedora
ambulante de artículos religiosos.
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Imagen 22. Vendedora informal, María Enriqueta Orjuela. Fuente: Archivo visual de la investigadora, 5 de
noviembre de 2019.
a) De acuerdo con el contexto considera, ¿Que el consumo de la imagen del Divino Niño se ha
mantenido o por el contrario ha disminuido sus ventas?
Considero que ha disminuido el consumo de la imagen, porque hay muchas religiones y los de
otras religiones no creen en el Divino Niño, porque lo ven como una idolatría a una estatua que no
representa nada. No es que uno se esclavice a la imagen, sino que el Niño es un medio para llegar a
Dios quien es el que hace milagros. Aunque existan muchas religiones como los testigos de jehová,
los cristianos, los católicos, entre otros todos creemos en el mismo Dios.
b) Cree usted ¿Que la imagen del Divino Niño sigue siendo un símbolo de Nación?
Si, considero que es un símbolo de Nación porque es visitado por personas de otras ciudades de
Colombia y no solo de nuestro país sino también de países como México, Perú, Venezuela, Brasil,
Costa Rica, Puerto Rico, que son devotos al Divino Niño.
c) Considera, ¿Que los feligreses han aumentado o disminuido por la libertad de cultos?
Han disminuido los feligreses, porque anteriormente un domingo uno pasaba a las 5:00 am y la
Iglesia estaba llena, ahora vienen muy pocos a la eucaristía, esto se debe a las diferentes religiones
que le lava el cerebro a la gente y no les permiten creer en este tipo de prácticas.
d) ¿Para usted que representa la imagen del Divino Niño?
Pues la verdad no es que yo sea muy rezandera, pero sé que hace muchos milagros, yo la verdad
a él no le pido porque yo no creo en los santos, cuando voy a la Iglesia le pido a Dios por mis
necesidades.
e) Cree usted ¿Que la imagen del Divino Niño tiene un nuevo significado a partir de la
Modernidad?
Para mí el Niño no ha cambiado porque sigue representando la humildad de las clases populares,
sin embargo, aunque saquen nuevas figuras del Niño este sigue teniendo el mismo significado.
Entrevista No.2
Nombre: Cesar Forero Edad: 42 años Vendedor 2: 30 años como vendedor ambulante de
artículos religiosos.
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Imagen 23. Vendedor informal, Cesar Forero. Fuente: Archivo visual de la investigadora, 5 de noviembre de
2019.
a) De acuerdo con el contexto considera, ¿Que el consumo de la imagen del Divino Niño se ha
mantenido o por el contrario ha disminuido sus ventas?
Ha disminuido las ventas, porque han aparecido otras religiones que no adoran las imágenes y la
misma Iglesia también se ha encargado de alejar a los feligreses.
b) Cree usted ¿Que la imagen del Divino Niño sigue siendo un símbolo de Nación?
Si, porque vienen personas de otros países a visitar al Divino Niño, sobre todo en los meses de
septiembre y noviembre que es la fiesta del Niño, estos meses son los más concurridos por Devotos
de Colombia y de otras partes del mundo.
c) Considera, ¿Que los feligreses han aumentado o disminuido por la libertad de cultos?
Si, los Devotos han disminuido por las diferentes religiones, ya que muchos han dejado de creer
en la Iglesia Católica.
d) ¿Para usted que representa la imagen del Divino Niño?
Para mí el Divino Niño es sagrado, porque es especial ya que me ha hecho milagros como poder
mantener a mis hijos por medio de este negocio, desde lo que llevo como vendedor ambulante nunca
me ha faltado la clientela y él nunca ha desamparado a mi familia.
e) Cree usted ¿Que la imagen del Divino Niño tiene un nuevo significado a partir de la
Modernidad?
No, desde mi parecer el Divino Niño siempre será el niño de los pobres, el humilde el que nunca
se olvida de los menos favorecidos.
Entrevista N.3
Nombre: Leonor Roldan Edad: 70 años Vendedor 3: 38 años como vendedora ambulante de
artículos religiosos.
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Imagen 24. Vendedora informal, Leonor Roldan. Fuente: Archivo visual de la investigadora, 5 de noviembre
de 2019.
a) De acuerdo con el contexto considera, ¿Que el consumo de la imagen del Divino Niño se ha
mantenido o por el contrario ha disminuido sus ventas?
Desde mi parecer se ha mantenido el consumo de la imagen, porque no solamente vienen personas
de Bogotá sino también de otras ciudades a conseguir la imagen y asimismo otros artículos religiosos.
Como nosotros los vendedores ambulantes, no solo vendemos la imagen del Divino Niño, sino otros
artículos como las veladoras, las camándulas, los escapularios, manillas, almanaques, y otras
imágenes de otros santos eso hace que se mantengan las ventas, sobre todo en semana santa,
septiembre y noviembre que es la fiesta del Divino Niño.
b) Cree usted ¿Que la imagen del Divino Niño sigue siendo un símbolo de Nación?
Considero que sí, porque no solo en Colombia lo veneramos hay gente que viene de Estados
Unidos, Inglaterra, Cuba, Brasil y México a celebrar la fiesta del Niño, de hecho, los extranjeros se
unen a las comparsas y a las eucaristías ofrecidas al Niñito.
c) Considera, ¿Que los feligreses han aumentado o disminuido por la libertad de cultos?
Pues se han mantenido los Devotos, aunque se dio la libertad de culto muchas de esas religiones
se han encargado de estafar la gente, por eso no les creen.
d) ¿Para usted que representa la imagen del Divino Niño?
Para mí el Divino Niño, representa un símbolo de Dios porque la enseñanza que nos dieron que
Jesús nació en un pesebre y venía a salvarnos. Yo me considero creyente a la imagen del Divino Niño,
porque él salvó a mi hijo de nueve años que tenía una enfermedad llamada Angiofibroma juvenil, los
médicos me decían que solo viviría hasta los 18 años, pero yo encomendé al Divino Niño y lo salvó,
ya tiene 41 años, por esa razón yo creo profundamente en el Niño.
e) Cree usted ¿Que la imagen del Divino Niño tiene un nuevo significado a partir de la
Modernidad?
La imagen del Divino Niño siempre será la misma para los que somos humildes y creyentes,
porque él nunca se olvida de los que más lo necesitamos.
Feligreses
En primer lugar, antes de mostrar los resultados de las entrevistas, tuve que centrarme en los
perfiles de feligreses que deseaba para la investigación, ya que me encontré con una multitud de
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Devotos. Al principio del recorrido por el templo, los feligreses se negaban a realizar la entrevista,
después de buscar por un tiempo en la Iglesia encontré tres Devotos que se ajustaban a las siguientes
características; que perteneciera a una clase social, la edad podría ser entre 18 años a 70 años, otra
haber vivido o vivir en el 20 de Julio.
Al contactar los tres feligreses y proponerles un encuentro para una entrevista acerca del Divino
Niño, tuve una respuesta positiva y fueron muy comprometidos al ayudarme con toda la información
que les solicité. Dichas entrevistas se realizaron el miércoles 6 de noviembre de 2019 en la Iglesia del
20 de Julio. Lo primero que hice con cada feligrés fue entregarles las preguntas para que supieran que
les iba a preguntar y se sintieran más cómodos, me encontré con unas historias de vida diferentes,
donde el común denominador era la creencia al Divino Niño.
Entrevista No.1
Nombre: Kevin David Agudelo Gómez Edad:18 años Devoto hace 10 años.
Imagen 25. Feligrés, Kevin David Agudelo Gómez. Fuente: Archivo visual de la investigadora, 5 de
noviembre de 2019.
a) ¿Para usted qué significado tiene la imagen del Divino Niño?
Desde muy pequeño mi Mama me traía a la Iglesia del 20 de julio, acá siempre dan unos papelitos
con la imagen del Divino Niño, ella me decía que si los recolectaba todos mi hermano regresaría a
la casa, ya que él estaba en otro lugar, entonces yo empecé a recogerlos y le pedía con fe al Niño que
regresara mi hermano, hoy en día él está con nosotros, y me he dado cuenta que si uno tiene fe, él le
cumple a uno los milagros.
b) Cree usted ¿Que la imagen del Divino Niño tiene un nuevo significado a partir de la
Modernidad?
No, La imagen del Divino Niño siempre tendrá el mismo significado porque yo he venido desde
que era pequeño y para mí siempre ha representado una figura milagrosa.
c) ¿Porque se considera devoto a la imagen del Divino Niño?
A los dieciséis años tuve una crisis de fe, me empecé a considerar ateo, porque había muchos
problemas en mi casa y dejé de creer en el Divino Niño, no le encontraba ningún sentido a la Religión.
Pero me daba cuenta de que mi Mama le seguía pidiendo con fe al Divino Niño, ya que ella tiene una
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figura del Niño en la casa y todos los días le ora. Así que un día decidí regresar y pedirle al Divino
Niño por los problemas de mi casa, empecé a venir todos los días y las cosas empezaron a mejorar,
me siento más seguro desde que volví a creer en el Divino Niño.
d) Cree usted ¿Que la imagen del Divino Niño sigue siendo un símbolo de Nación?
Considero que para algunos es un símbolo de Nación, porque estamos los que creemos
profundamente en los milagros del Divino Niño y hay otros que solo vienen a visitarlo, porque es
considerado lugar turístico de Bogotá, pero no porque crean en la imagen del Divino Niño.
e) ¿Cómo conoció la imagen del Divino Niño?
Mi mamá nos traía todos los domingos y yo me aprendí todas las oraciones y los cánticos del
Divino Niño, de esa manera lo empecé a conocer, después por los milagros que ha hecho en mi
familia, por estas razones me considero creyente al Divino Niño.
Entrevista No.2
Nombre: José Hermelindo Garay Edad: 70 años Devoto hace 50 años.
Imagen 26. Feligrés, José Hermelindo Garay. Fuente: Archivo visual de la investigadora, 5 de noviembre de
2019.
a) ¿Para usted qué significado tiene la imagen del Divino Niño?
Me vine de mi pueblo en el año 65, porque tenía una hija muy enferma, así que decía traerla acá
donde el Divino Niño y le pide con mucha fe, para que se mejorara, solo vine un domingo y ella se
curó, desde ese día, sé que él hace milagros y que representa la figura de Dios.
b) Cree usted ¿Que la imagen del Divino Niño tiene un nuevo significado a partir de la
Modernidad?
Considero que puede haber mucha libertad de culto, pero la fe ante la Imagen sigue siendo la
misma y somos muchos los que seguimos creyendo en el Divino Niño.
c) ¿Porque se considera devoto a la imagen del Divino Niño?
Cuando yo me vine del campo tuve una crisis económica muy fuerte y adicional tenía mi hija
enferma, vine acá al 20 de Julio a encomendar mi situación al Divino Niño y está mejoró, hasta el día
de hoy él no me ha desamparado, no es que yo tenga mucha plata, pero gracias al Divino Niño no me
falta nada.
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d) Cree usted ¿Que la imagen del Divino Niño sigue siendo un símbolo de Nación?
Si, uno encuentra la imagen del Divino Niño en todas partes como en las iglesias, los buses, las
tiendas, entre otra, por eso la imagen es un símbolo de nuestro país.
e) ¿Cómo conoció la imagen del Divino Niño?
Me contó una cuñada que trabaja acá en la Iglesia, sobre lo milagroso que era el Divino Niño, así
que vine para acá y con toda la fe vine a pedirle al Niño hoy en día mi familia está muy bien y no nos
falta nada.
Entrevista No.3
Nombre: Janeth Pirela Edad: 56 años Devota toda su vida.
Imagen 27. Feligrés, Janeth Pirela. Fuente: Archivo visual de la investigadora, 5 de noviembre de 2019.
a) ¿Para usted qué significado tiene la imagen del Divino Niño?
La imagen del Divino Niño significa todo para mí, yo lo llamo mi Niñito lindo y mi Niñito santo,
mi creencia al Divino Niño, empezó cuando mi mamá me regaló la imagen y desde allí la conservo,
para nuestra familia es muy importante el Divino Niño, por eso cada navidad le hacemos su pesebre
y celebramos su llegada, siempre con la devoción al Santo Niño quien siempre cuida de los humildes.
b) Cree usted ¿Que la imagen del Divino Niño tiene un nuevo significado a partir de la
Modernidad?
El significado del Divino Niño siempre será el mismo, porque él nació de su mamá la Virgen
María que por obra y gracia del espíritu santo lo concibió desde allí los católicos tenemos fe al Divino
Niño porque él es nuestro salvador.
c) ¿Porque se considera devoto a la imagen del Divino Niño?
Soy Devota porque me ha hecho muchos milagros, como librar a mi hermana de un cáncer,
nosotras todos los días le pedíamos con fe que la salvara y ella está viva gracias al Divino Niño. Otro
milagro que me hizo fue poder venir a vivir a Colombia, yo soy venezolana y la situación en mi país
está muy complicada, yo le pedía al Divino Niño que me diera la oportunidad de venirme para acá y
por eso vengo agradecerle, por permitirme estar llegar a este país.
d) Cree usted ¿Que la imagen del Divino Niño sigue siendo un símbolo de Nación?
Considero que la imagen del Divino Niño se encuentra en todas partes del mundo, de hecho, a la
parroquia a la cual yo asistía en Venezuela, estaba la imagen del Divino Niño y había muchos devotos
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a la imagen. Nosotros los católicos reconocemos la imagen del Divino Niño y a la Virgen María, otras
religiones por ejemplo no las reconocen
e) ¿Cómo conoció la imagen del Divino Niño?
Desde mi mamá conocí la imagen, ella nos crió a mí y a mis cinco hermanos, con la fe hacia al
Divino Niño, de hecho, a nuestros hijos también les infundimos la creencia hacia la imagen y a
nuestros nietos también se les está enseñando a tener fe.
DIARIOS DE CAMPO
DIARIO DE CAMPO DEL 3 DE NOVIEMBRE AL 17 DE NOVIEMBRE DE 2019
Domingo 3 de noviembre [2019]
Hora de inicio: 8:00am
Hora de Finalización: 12:00 pm
Durante el recorrido se evidencia alrededor de sesenta puestos de vendedores ambulantes, los
cuales ofrecen artículos religiosos, entre los que se encuentra agua en botella, estampitas, manillas,
camándulas, figura del divino niño, almanaques, novenarios entre otros. Predominan las mujeres
como vendedoras de artículos religiosos y jóvenes menores de edad. Los vendedores se encuentran
localizados alrededor de la plaza, sin embargo, hay una en medio una valla que separan a los
vendedores del templo.
La mayoría de las vendedoras llevan a sus hijos de brazos o niños entre 1 a 5 años. Dentro de las
estrategias de mercadeo, los vendedores se cuelgan los artículos religiosos y los promocionan
aumentan el tono de su voz con el fin de ofrecer sus productos. Los precios oscilan entre 1000 a
30000 pesos. Frente al templo se encuentran locales oficiales de los artículos.
Antes de iniciar la Eucaristía los feligreses se acercan a los vendedores informales para adquirir
los artículos que serán bendecidos. En varios puntos del templo hay imágenes y figuras del niño,
algunos feligreses se conglomeran en torno de estas para hacer el novenario con sus enfermos,
entre ellos personas en sillas de ruedas, camillas, muletas y bastones. Ir a la eucaristía se convierte
en un plan familia, en el que predomina el grupo poblacional de la tercera edad, adultos y niños,
se observa que hay pocos jóvenes.
Cada hora se predica una eucaristía desde las 5:00 am hasta las 7:00 pm. Se realizan 21 misas. En
la eucaristía del mediodía fue en la que más feligreses hubo, con presencia de perros, algunos
devotos llevan sus sillas o bancos puesto que el templo se llena muy rápido. El templo ofrece
servicio de baño por valor de 600 pesos, asimismo servicio de restaurante en el que se encuentra
desayuno, almuerzo y cena. Los fondos que que recogen son para las obras salesianas. Se
encuentra un punto de donaciones, uno para mercados y otro para ofrendas de dinero. Algunos
feligreses ofrecen ramos al divino niño.
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En la plazoleta se realizan tres eucaristías entre las 9:00am y 12:00 pm, paulatinamente en el
templo se sigue impartiendo la misa. Dentro de las dinámicas de la plazoleta y durante la eucaristía
se evidencia la presencia de mendigos, vendedores de mango, helados, arequipe, pelanga, algodón
de azúcar y aquellos que ofrecen el servicio del paseo con la llama y la fotografía familiar al lado
del animal.
Los sacerdotes visten con la sotana color verde, que hace referencia al tiempo ordinario litúrgico.
Durante el sermón el sacerdote invita a hacerle bien al prójimo, a confesarse y pone como ejemplo
la figura del divino niño. Por último, la eucaristía termina con la bendición de los artículos
religiosos y el agua bendita. Finaliza la misa con un cantito al Divino Niño.
DIARIO DE CAMPO DEL 3 DE NOVIEMBRE AL 17 DE NOVIEMBRE DE 2019
Domingo 10 de noviembre [2019]
Hora de inicio: 6:00 am
Hora de Finalización: 12:00 pm
Como es costumbre cada domingo se presentan muy temprano los devotos al santuario, esta vez y
más por las condiciones favorables del día se presenta mayor número de feligreses en la plaza
principal. De igual forma algunos de los creyentes se cubren con sombrillas por el sol tan fuerte
que hace. Los niños corren por la plazoleta persiguiendo palomas, una de las niñas corre alrededor
de las burbujas de jabón que saca uno de los vendedores ambulantes.
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Algunos de los feligreses llegan en bicicleta y se hacen alrededor de la plaza para escuchar la
Eucaristía, al mismo tiempo van llegando más devotos a la misa que será celebrada en el templo.
Se da la bendición de los artículos religiosos al finalizar la misa, sin embargo, alrededor hay
demasiado ruidos por los vendedores que ofrecen ropa y otros artículos.
Alternamente se celebra la Eucaristía en el templo, sobre las 10:00am está bastante llena y se da la
conglomeración de los feligreses, fuera de la entrada hay muchas personas, pues no hay espacio
para que más devotos ingresen a la iglesia. Fuera del templo se encuentran personas de logística
con chaleco naranja quienes son los encargados de organizar a los feligreses. Además, en la entrada
se hace la entrega de un folleto que contiene a letra de cantos y el evangelio del día.
Se evidencia la presencia de enfermos y una multitud que desea acercarse a la imagen del niño,
algunos de ellos ingresan con los novenarios y la imagen del Divino Niño para ser bendecida, por
otra parte, un grupo de personas hacen fila para poder confesarse, mientras algunos de los devotos
consumen alimentos dentro del templo. Como la iglesia está tan llena muchos feligreses están de
pie, o algunos de ellos llevan su propio asiento.
La Eucaristía está siendo grabada por un canal televisivo, por la fiesta del Divino Niño Jesús. El
sacerdote durante la celebración exhorta que para tener la eternidad es necesario ayudar al prójimo.
Hay mayor presencia de población, adultos y adultos mayores, dentro del templo se encuentran
perros. Llama la atención como una devota llora, toca la cabeza de una mujer mayor y mira la
imagen.
Durante la celebración varios de los devotos se arrodillan, la celebración va finalizando con
cánticos mientras los feligreses cantan y aplauden, el sacerdote da la bendición a los niños quienes
son levantados por sus padres mirando hacía la imagen del Divino Niño, el sacerdote termina la
bendición diciendo: “Oh divino niño bendice a estos niños por los méritos de su infancia”. Se
finaliza la eucaristía con el canto divino niños Jesús acompañado de un baile que dirige el
sacerdote. los devotos salen y la mayoría vienen con sus familias y perros. Al lado de la iglesia se
encuentra un punto de primeros auxilios. Varios congregantes hacen la fila para la entrega de
ofrendas. Fuera del templo se encuentran 5 limosneros, la mayoría de ellos ancianos y mujeres con
niños en brazos. Alrededor de la plazoleta se encuentran 9.
Cerca al templo hay alrededor de 60 puestos de artículos religiosos, se hacen próximos al lugar
con el fin de acercarse a sus clientes y ofrecer los productos, una vendedora juega con su hija, con
burbujas mientras se van acercando lo compradores a su punto de venta. Otro vendedor organiza
el mercado para los feligreses. También están los comerciantes con las llamas para la fotografía.
Una de las vendedoras ambulantes se ubica a la entrada de la iglesia con su hija en silla de ruedas
y llora pidiendo sanación. En la plazoleta se genera una discusión que genera tensión entre
vendedores y policía, puesto que la fuerza pública busca que los vendedores no estén en ese punto
de la plaza con sus productos. En otro lugar de la plazoleta se encuentra una vendedora gritando:
- Almanaques y novena del divino niños “la de los nueve domingos”
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DIARIO DE CAMPO DEL 3 DE NOVIEMBRE AL 17 DE NOVIEMBRE DE 2019
Domingo 17 de noviembre [2019]
Hora de inicio: 8:00am
Hora de Finalización: 12:00 pm
Durante el recorrido se evidencia alrededor de sesenta puestos de vendedores ambulantes, los
cuales ofrecen artículos religiosos, entre los que se encuentra agua en botella, estampitas, manillas,
camándulas, figura del divino niño, almanaques, novenarios entre otros. Predominan las mujeres
como vendedoras de artículos religiosos y jóvenes menores de edad. Los vendedores se encuentran
localizados alrededor de la plaza, sin embargo, hay una en medio una valla que separan a los
vendedores del templo.
La mayoría de las vendedoras llevan a sus hijos de brazos o niños entre 1 a 5 años. Dentro de las
estrategias de mercadeo, los vendedores se cuelgan los artículos religiosos y los promocionan
aumentan el tono de su voz con el fin de ofrecer sus productos. Los precios oscilan entre 1000 a
30000 pesos. Frente al templo se encuentran locales oficiales de los artículos.
Antes de iniciar la Eucaristía los feligreses se acercan a los vendedores informales para adquirir
los artículos que serán bendecidos. En varios puntos del templo hay imágenes y figuras del niño,
algunos feligreses se conglomeran en torno de estas para hacer el novenario con sus enfermos,
entre ellos personas en sillas de ruedas, camillas, muletas y bastones. Ir a la eucaristía se convierte
en un plan familia, en el que predomina el grupo poblacional de la tercera edad, adultos y niños,
se observa que hay pocos jóvenes.
Durante la celebración varios de los devotos se arrodillan, la celebración va finalizando con
cánticos mientras los feligreses cantan y aplauden, el sacerdote da la bendición a los niños quienes
son levantados por sus padres mirando hacía la imagen del Divino Niño, el sacerdote termina la
bendición diciendo: “Oh divino niño bendice a estos niños por los méritos de su infancia”. Se
finaliza la eucaristía con el canto divino niños Jesús acompañado de un baile que dirige el
sacerdote. los devotos salen y la mayoría vienen con sus familias y perros. Al lado de la iglesia se
encuentra un punto de primeros auxilios. Varios congregantes hacen la fila para la entrega de
ofrendas. Fuera del templo se encuentran 5 limosneros, la mayoría de ellos ancianos y mujeres con
niños en brazos. Alrededor de la plazoleta se encuentran 9.