brindis por la modernidad

7/25/2019 Brindis Por La Modernidad

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El remolino de la vida moderna se alimenta de muc&as (uentes los

)randes descubrimientos en las ciencias (sicas, ue cambian nuestras im)enes

universo # nuestro lu)ar en +l 4 la industriali/acin de la produccin, ue

trans(orma el conocimiento cient(ico en tecnolo)a, crea nuevos medios &umanos

# destru#e los vie'os, acelera el ritmo de la vida, )enera nuevas (ormas de poder

'urdico # luc&a de clases inmensos trastornos demo)r(icos, ue separan a

millones de personas de sus ancestrales &bitats, arro'ndolas violentamente por

el mundo en busca de nuevas vidas el rpido crecimiento urbano # con (recuencia

cataclsmico sistemas de comunicacin masivos, dinmicos en su desarrollo, ue

envuelven # unen a las sociedades # las )entes ms diversas estados nacionales

cada ve/ ms poderosos, ue se estructuran # operan burocrticamente # se

es(uer/an constantemente poretender sus dominios movimientos sociales

masivos de la )ente # de los pueblos, ue desa(an a sus )obernantes polticos #

econmicos, 8ntentando )anar al)!n control sobre sus vidas # (inalmente, un

mercado mundial capitalista siempre en desarrollo # drsticamente variable, ue

re!ne a toda esa )ente e 8nstituciones.

A los procesos sociales ue dan vida a este remolino en el si)lo :: # lo

mantienen en un estado de conversin perpetua se los a)rup ba'o el concepto de

moderni/acin Estos procesos &istrico-mundiales provocan una variedad

sorprendente de visiones e 8deas ue tienen como (inalidad &acer del &ombre # la

mu'er tanto los su'etos como los ob'etos de la moderni/acin, darles el poder paracambiar el mundo ue los est cambiando a ellos, permitirles entrar al remolino #

ue lo &a)an su#o. En el si)lo pasado, estas visiones # valores se unieron

libremente ba'o el nombre de modernismo. Este ensa#o es un estudio de la

dial+ctica de la moderni/acin # el modernismo.

A la espera de un asidero en al)o tan vasto como la &istoria de la

modernidad, la divid en tres (ases. En la primera de ellas, la ue va de principios

del si)lo :;8 a (ines del :;888 aproimadamente, la )ente apenas eperimentaba la

vida moderna no entenda u+ era lo ue los a(ectaba. Andaban a tientas,

desesperadamente, en busca de un vocabulario tenan poca o nin)una idea de un

p!blico o una comunidad modernos, con el ue podan compartir sus des)racias #

sus esperan/as. 0a se)unda (ase se 8nicia con la )ran ola revolucionaria de la

d+cada de 1evolucin ?rancesa # sus reverberaciones tra'eron consi)o,

abrupta # dramticamente, un )ran p!blico moderno. Este p!blico comparte la


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vida de una +poca revolucionaria ue )enera trastornos eplosivos en todas las

dimensiones de la vida personal, social # poltica. Al mismo tiempo, el p!blico

moderno si)lo :8: recuerda todava cmo es la vida espiritual # material en un

mundo ue no es moderno. 0as ideas de moderni/acin # modernismo sur)en #

se desarrollan a partir de esta dicotomia interna, esa sensacin ue proviene de

vivir en dos mundos al mismo tiempo. En el si)lo . la tercera # !ltima (ase, el

proceso de moderni/acin se epande para abarcar todo el mundo, # la cultura

mundial del modernismo lo)ra triun(os espectaculares en el arte # el pensamiento.

Por otro lado, a medida ue el p!blico moderno crece, se divide en multitud de

(ra)mentos ue &ablan idiomas etraordinariamente privados la idea de

modernidad, concebida de modo (ra)mentario, pierde )ran parte de su vitalidad,

resonancia # pro(undidad, # muc&o de su capacidad para or)ani/ar # dar un

sentido a la vida de la )ente. Como consecuencia. a&ora nos encontramos en el

centro de una +poca moderna ue perdi contacto con las races de su propia

modernidad.

0a aruetpica vo/ moderna de la primera (ase de la modernidad. anterior a

las revoluciones (rancesa # estadounidense, es la de @ean-@acues >ousseau. El

es el primero en usar la palabra moderniste en la (orma en ue se emplear

despu+s durante los si)los :8: # :: tambi+n es la (uente de al)unas de nuestras

tradiciones modernas ms vitales, desde el ensue6o nostl)ico &asta el escrutinio

psicoanaltico # la democracia participativa. Como se sabe, >ousseau (ue un&ombre pro(undamente atormentado. ran parte de su an)ustia venia de (uentes

a(ines a su propia intensidad pero tambi+n, de su a)uda respuesta a las

condiciones sociales ue &abran de con(ormar millones de vidas. >ousseau

asombr a sus contemporneos al proclamar ue la sociedad europea estaba

al borde del abismo. en el principio de cambios pro(undamente revolucionarios.

Para +l, la vida diaria en esa sociedad - en particular en Paris, su capital- era un

torbellino, le tourbillon social. Cmo poda el &ombre moverse # vivir en ese

torbellinoD

En la novela romntica de >ousseau, 0a nueva Elosa, su 'oven &+roe,

aint-Preu, &ace un movimiento eploratorio - aruetpico para millones de

)entes en los si)los (uturos- del campo a la ciudad. Escribe a su amada @ulie

desde el (ondo del tourbillon social # trata de comunicarle su asombro # su terror.

aint-Preu eperimenta la vida de la ciudad como un c&oue perpetuo entre


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)rupos # (acciones, un permanente (lu'o. # re(lu'o de pre'uicios # opiniones en

con(licto. %oda la )ente est en constante contradiccin consi)o misma, # todo

es absurdo, pero nada escandali/a, porue todos estn acostumbrados a todo.

Es un mundo en el ue -lo bueno, lo malo, lo &ermoso, lo (eo, la verdad, la virtud,

slo tienen una eistencia local # limitada. e o(recen multitud de eperiencias

pero el ue uiera dis(rutarlas debe ser ms (leible ue Alcibades, estar

preparado para intercambiar sus principios con la audiencia, para adaptar su

espiritu a cada paso.

Fespu+s de al)unos meses en este ambiente, empie/o a sentir la

ebriedad en la ue te sumer)e esta a)itada # tumultuosa vida. %oda esta multitud

de ob'etos ue pasan (rente a mis o'os me marea. Entre todas las cosas ue me

sorprenden, no &a# nin)una ue me lle)ue al cora/n sin embar)o,

todas 'untas perturban mis sentimientos, me &acen olvidar lo ue so# # a uien

pertene/co. aint-Preu rea(irma su compromiso con su primer amor, pero al

mismo tiempo advierte ue &o# no s+ lo ue amar+ ma6ana4. Fesea

desesperadamente al)o slido a ue asirse, pero 4slo veo (antasmas ue me sor

prenden, # en cuanto trato de alcan/arlos desaparecen. Esta atms(era - de

a)itacin # turbulencia, marco # ebriedad, epansin de nuevas eperiencias,

destruccin de los lmites morales # ataduras personales, (antasmas en la calle #

en el alma- es la atms(era en ue nace la sensibilidad moderna.

i nos adelantamos unos cien a6os o ms # tratamos de identi(icar el ritmo

# el timbre distintivos de la modernidad del si)lo :8:, la primera cosa ue notarnos

es el nuevo panorama, altamente di(erenciado # dinmico, en el ue se desarrolla

la eperiencia moderna. En un paisa'e de muinas de vapor, (bricas

automticas, vas de tren, enormes /onas industriales de ciudades &ormi)ueantes

ue crecen durante la noc&e, a menudo con espantosas consecuencias &umanas

de peridicos, tele)ramas, tel+(onos # otros medios masivos ue cada da

comunican ms de poderosos estados nacionales # acumulaciones

multinacionales de capital, de movimientos sociales masivos ue luc&an contra

estas moderni/aciones provenientes de arriba, con sus propias (ormas de

moderni/acin. desde aba'o de un mercado mundial siempre en aumento ue lo

abarca todo, capa/ del crecimiento ms espectacular, capa/ de a&u#entar el

desperdicio # la devastacin. capa/ de todo ecepto de estabilidad # solide/.

%odos los )randes modernistas del si)lo :8: atacan con ve&emencia este medio


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ambiente # se es(uer/an por destruirlo o &acerlo estallar desde dentro no

obstante, se sienten sumamente cmodos en +l, atentos a sus posibilidades,

a(irmativos, incluso en sus ne)aciones ms radicales, 'u)uetones e irnicos

incluso en los momentos ms serios e intensos.

Para sentir la comple'idad # riue/a del modernismo del si)lo :8: # de las

unidades ue le in(unden su diversidad, &a# ue escuc&ar brevemente a dos de

sus voces ms importantes Niet/sc&e, a uien se lo considera por lo )eneral

como una (uente importante del modernismo de nuestra +poca, # a ar, a uien

rara ve/ se lo asocia con al)una especie de modernismo.

Este es ar, &ablando un etra6o # poderoso 8n)l+s en 0ondres, 1"$G.

0as llamadas revoluciones de 1"H" no (ueron sino pobres incidentes - comien/a-,

peue6as (racturas # (isuras en la costra seca de la sociedad europea. Pero

denunciaron el abismo. Feba'o de la aparente super(icie slida, traicionaron

octanos de materia liuida, ue slo necesitaban epandirse para (ra)mentar

continentes de roca dura. 0as clases )obernantes de la d+cada reaccionaria de

1"$= dicen al mundo ue todo es slido otra ve/ pero no ueda mu# claro si

siuiera ellos lo creen as. Fe &ec&o, dice ar. la atms(era en la ue vivimos

pesa sobre nosotros con una (uer/a de I=.=== libras, pero se siente acasoD Jno

de los propsitos ms apremiantes de ar era ue la )ente la sintiera. por esta

ra/n epresa sus 8deas mediante im)enes tan etra6as e 8ntensas -abismos.temblores, erupciones volcnicas, una aplastante (uer/a de )ravedad-, im)enes

ue resonarn todava muc&as veces en nuestro propio arte # pensamiento

modernistas. Prosi)ue ar Ka# un )ran &ec&o, caracterstico de nuestro si)lo

i, ue nin)!n partido se atreve a ne)ar. El &ec&o bsico de la vida moderna,

como lo eperimenta ar, es ue la base de la vida es radicalmente

contradictoria Por un lado, en la vida industrial # cient(ica se &a 8niciado una

variedad de (uer/as ue nin)una +poca de la &istoria &umana sospec&. Por el

otro, &a# sntomas de decadencia ue rebasan con muc&o los &orrores de los

!ltimos tiempos del 8mperio >omano. En nuestros das, todo parece estar

impre)nado de su contrario. A la mauinaria ue tiene el maravilloso poder de

acortar # (ructi(icar la labor &umana la mantenemos &ambrienta # con eceso de

traba'o. 0as novedosas (uentes de riue/a se convierten en (uentes de deseo

mediante un etra6o &ec&i/o. 0as victorias del arte parecen comprarse con la

p+rdida del carcter. Al mismo tiempo ue los amos dominan la naturale/a, el


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&ombre parece estar encadenado a otros &ombres o a su propia 8n(amia. 8nclusive

la lu/ pura de la ciencia parece 8ncapa/ de brillar en otra parte ue no sea en el

oscuro (ondo de la i)norancia. Pareciera ue la (inalidad de nuestros 8nventos #

pro)resos es dar vida intelectual a las (uer/as materiales # reducir la vida &umana

a una (uer/a material. Estas miserias # misterios llenan de desesperacin a

muc&os modernos. Al)unos se liberan de las artes modernas con el (in de

eliminar los con(lictos modernos otros 8ntentarn euilibrar el pro)reso de la

industria con una re)resin neo(eudal o neoabsolutista en la poltica. in embar)o,

ar proclama una (e paradi)mticamente modernista Por nuestra parte, no

con(undimos el espritu astuto ue marca todava todas estas contradicciones.

abemos ue para traba'ar bien... las nuevas (uer/as de la sociedad uieren ser

dominadas por nuevos &ombres -# eso es lo ue son los traba'adores. on una

8nvencin de los tiempos modernos tanto como la mauinaria misma.4 As, una

clase de -&ombres nuevos-, &ombres totalmente modernos, ser capa/ de

resolver las contradicciones de la modernidad, de superar las aplastantes

presiones, sacudidas, &ec&i/os mali)nos, abismos personales # sociales, en cu#o

centro estn obli)ados a vivir todos los &ombres # mu'eres modernos. Fespu+s de

esta a(irmacin ar se vuelve abruptamente 'u)uetn # relaciona su visin del

(uturo con el pasado - con el (olLlore in)l+s, con &aLespeare 4En los si)nos ue

aturden a la clase media, la aristocracia # los pro(etas pobres de la re)resin,

reconocemos a nuestro valiente ami)o >obin ood(elloM, el vie'o topo capa/ de

escarbar la tierra con )ran rapide/, ese valioso pionero - la >evolucin---.

0os escritos de ar son (amosos por sus (inales. Pero si lo vemos como a

un modernista, notaremos el movimiento dial+ctico ue sub#ace # anima su

pensamiento, un movimiento abierto ue (lu#e contra la corriente de sus propios

conceptos # deseos. As, en el ani(iesto comunista vemos ue el dinamismo

revolucionario ue &a de derribar a la bur)uesa moderna sur)e de los impulsos #

necesidades ms pro(undos de la propia bur)uesa 0a bur)uesa no puede

eistir sin revolucionar constantemente las &erramientas de produccin, # con ellas

las relaciones de produccin, # despu+s todas las relaciones de la sociedad...

alteracin constante de la produccin, el desorden interrumpido de todas las

relaciones sociales, la a)itacin e 8ncertidumbre permanentes, distin)uen a la

+poca bur)uesa de las anteriores.


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Esta es probablemente la visin de(initiva del medio ambiente moderno, el

ue desde la +poca de ar &asta nuestros das en)endr una sorprendente

plenitud de movimientos modernistas. 0a visin se desarrolla -%odas las

relaciones (i'as, estancadas, con su anti)ua # venerable sucesin de pre'uicios #

opiniones, se desec&an, # todas las reci+n (ormadas pierden actualidad antes

dedosi(icarse. %odo lo ue es slido se evapora en el aire, todo lo ue es sa)rado

se pro(ana, # los &ombres, al (inal, tienen ue en(rentarse a... las condiciones

reales de sus vidas # sus relaciones con sus seme'antes.

As. el movimiento dial+ctico de la modernidad se vuelve, irnicamente, en

contra de su primer promotor, la bur)uesa. Pero no se detiene a& al (inal, todos

los movimientos modernos estn encerrados en este. ambiente -inclu#endo el de

ar. upon)amos. como lo &ace ar. ue las (ormas bur)uesas se

descomponen # ue en el poder se a)ita un movimiento comunista u+ evitar

ue esta nueva (orma social comparta el destino de su predecesor # se evapore

en el aire modernoD ar comprendi la cuestin # su)iri al)unas respuestas.

Jna de las virtudes distintivas del modernismo es ue sus pre)untas uedan en el

aire muc&o tiempo despu+s de ue las mismas pre)untas # sus respuestas

abandonan la escena.

i nos adelantamos un cuarto de si)lo, &asta Niet/sc&e. en la d+cada de

1""=, encontraremos pre'uicios, alian/as # esperan/as di(erentes aunue con unavo/ # un sentimiento similares &acia la vida moderna. Para Niet/sc&e corno para

ar, las corrientes de la &istoria moderna eran 8rnicas # dial+cticas de este

modo los ideales cristianos de la inte)ridad del alma # la voluntad de verdad

reventaron al cristianismo. El resultado (ue lo ue Niet/sc&e llam la muerte de

Fios # la lle)ada del ni&ilismo. 0a &umanidad moderna se encontr en medio de

una )ran ausencia. un vaco de valores #, sin embar)o, al mismo tiempo con una

abundancia de posibilidades. En s all del bien # del mal 1""IO encontramos,

como en ar, un mundo en el ue todo est impre)nado de su contrario En

estos puntos cruciales de la &istoria, se encuentran #utapuestos # con(undidos

entre s una especie de ritmo ma)n(ico, m!ltiple en rivalidad con el desarrollo, #

una destruccin # autodestruccin enormes, debidas a e)osmos violentamente

opuestos entre s, ue estallan, luc&an por el sol # la lu/, incapaces de encontrar

cualuier tipo de limitacin, de control, de consideracin dentro de la moral ue

tienen a su disposicin... Nada sin 4motivos4, #a no ms (rmulas comunes*. una


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nueva alian/a de malas 8nterpretaciones # (alta de respeto mutuos decadencia,

vicios # los deseos ms supremos burdamente unidos entre s, el )enio de la ra/a

(lu#endo sobre las cornucopias del bien # el mal una simultaneidad (atal de

primavera # oto6o... Jna ve/ ms est el peli)ro madre de la moral -un )ran

peli)ro- pero ue se despla/a &acia el individuo, &acia lo ms cercano # lo ms

uerido, &acia la calle, &acia nuestros propios &i'os, nuestro cora/n, nuestros

rincones interiores ms secretos del deseo # la voluntad. En tiempos como +stos,

el individuo se atreve a individual/arse. Por otro lado, ese individuo necesita

desesperadamente de sus propias le#es, de &abilidad # astucia para conservarse,

ealtarse, despertar # liberarse. 0as posibilidades son )randiosas # acia)as a un

tiempo. *Nuestros 8nstintos pueden diri)irse a&ora en cualuier direccin, nosotros

mismos somos una especie de caos. 0a 8dea ue tiene el &ombre moderno de s

mismo # de su &istoria si)ni(ica realmente un 8nstinto para todo, un )usto # una

len)ua para todo. Fesde esta perspectiva se abren muc&os caminos, Cmo

&arn los &ombres # mu'eres modernos para encontrar los recursos adecuados

con los cuales en(rentarse, a su todo*D Niet/sc&e observa ue #a &a# bastantes

pusilnimes cu#a solucin al caos de la vida moderna es de'ar de vivir para

ellos .ser mediocre es la !nica moral ue tiene sentido.

Ka# otro tipo de 8ndividuo moderno ue se entre)a a la parodia del pasado

4necesita la &istoria porue ella es el almac+n en el ue se )uardan todos los

tra'es. e da cuenta de ue nin)uno le ueda a la medida - ni el primitivo, ni elclsico, ni el medieval. ni el oriental-, de modo ue se prueba ms # ms,

8ncapa/ de aceptar ue un &ombre moderno -nunca puede verse realmente bien

vestido, porue nin)!n papel social de los tiempos modernos podr a'ustar nunca

a la per(eccin. 0a posicin de Niet/sc&e &acia los peli)ros de la modernidad es

aceptarlos con entusiasmo 4Nosotros los modernos, nosotros los semibrbaros.

Estamos en medio de la )loria slo cuando estamos ms cerca del peli)ro. El

!nico estimulo ue nos a)rada es lo 8n(inito, lo inconmensurable. in embar)o,

Niet/sc&e no uiere vivir permanentemente rodeado de ese peli)ro. %iene tanta (e

en una nueva clase de &ombres como ar - El &ombre del ma6ana # pasado

ma6ana*- uien, 4oponi+ndose a su presente. tendr el cora'e # la 8ma)inacin

para crear nuevos valores ue el &ombre # la mu'er modernos necesitan para

)uiar su paso por los peli)rosos in(initos en ue viven.


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0o sobresaliente de esa vo/ ue comparten ar # Niet/sc&e no es

solamente su prisa, su vibrante ener)a, su riue/a ima)inativa, sino tambi+n sus

rpidos # drsticos cambios en el tono # la in(lein. Jna rapide/ ue se vuelca

sobre la vo/ misma # nie)a de pronto todo lo ue &a dic&o, trans(ormndolo en

una )ran variedad de voces armnicas, disonantes voces ue se etienden ms

all de sus capacidades en una diversidad interminable # ue epresan #

comprenden un mundo en el ue todo est 8mpre)nado de su contrario # en el ue

-todo lo ue es slido se evapora en el aire-. Esta vo/ resuena al mismo tiempo

con conocimiento, burla, complacencia # descon(ian/a de si misma. Es una vo/

ue conoce el dolor # el miedo, pero cree, en su poder para vencerlos. En todas

partes &a# )raves peli)ros ue pueden atacar en cualuier momento, pero ni

siuiera las &eridas ms pro(undas pueden detener el (lu'o # re(lu'o de su ener)a.

>esulta 8rnico # contradictorio, poli(nico # dial+ctico, denunciar a la vida

moderna en nombre de los valores ue la modernidad misma &a creado.

esperando - a menudo contra la esperan/a ue 0as modernidades de ma6ana #

de pasado ma6ana resta6en las &eridas del &ombre # la mu'er modernos de &o#.

%odos los )randes modernistas 4del si)lo :8: -espritus tan diversos como ar #

QierLe)aard, R&itman e 8bsen, Baudelaire, elville, Cal#le, tirner, >imbaud,

trindber), FostoievsLi, # muc&os ms &ablan en ese ritmo # esa intensidad.

5u+ (ue del modernismo del si)lo :: en el si)lo ::D Fe al)una manera,

prosper # creci ms all de sus ms desen(renadas esperan/as. En la pintura #la escultura, la poesa # la novela. el teatro # la dan/a, la aruitectura # el dise6o,

en el con'unto completo de los medios electrnicos # en una amplia variedad de

disciplinas cient(icas ue ni siuiera eistan &ace cien a6os, nuestro si)lo &a

producido una plenitud sorprendente de traba'os el de la ms alta calidad. El

si)lo :: puede mu# bien ser el ms luminosamente creativo en la &istoria del

mundo, no slo porue sus ener)as creativas se revelaron en todas partes del

mundo. El brillo # la pro(undidad del modernismo actual -ue vive en las obras de

rass, arca rue/, ?uentes, Cunnin)&am, Nevelson, Fi uvero, Qen/o

%an)e, ?assbindenr, Ker/o), embene, >obert Rilson, P&ilip lass, >ic&ard

?oreman, %M#la %&arp, aine Kon) Qin)ston, # muc&os ms ue nos rodean-

nos dan muc&o de ue estar or)ullosSTU, en un mundo en el ue &a# tambi+n

muc&o de ue aver)on/arse # atemori/arse. Aun asV, me parece ue no sabemos

usar nuestro modernismo, &emos perdido o roto la relacin entre nuestra cultura #

nuestras vidas. @acLson PollocL ima)in sus pinturas )oteadas como bosues en


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los ue los espectadores podran perderse # por supuesto encontrarseO pero

&emos perdido principalmente el arte de inte)rarnos a la pintura, de reconocernos

como participantes # prota)onistas del arte # el pensamiento de nuestra +poca.

Nuestro si)lo produ'o un arte moderno espectacular, pero pareciera ue &emos

olvidado cmo comprender la vida moderna )eneradora de este arte. El

pensamiento moderno desde ar # Niet/sc&e se desarroll de muc&as maneras,

pero nuestra concepcin de la modernidad parece &aberse estancado #

retrocedido.

i escuc&amos con atencin las opiniones de los escritores # pensadores

del si)lo :: sobre la modernidad # las compararnos con las de &ace un si)lo,

encontraremos una simpli(icacin radical de la perspectiva # una reduccin de la

variedad 8ma)inativa. Nuestros pensadores del si)lo :8: eran tanto entusiastas

como enemi)os de la vida moderna, # luc&aron e&austivamente con sus

ambi)2edades # contradicciones sus autoparodias # tensiones interiores eran

al)unas de las (uentes principales de su poder creativo. us sucesores del

si)lo :: &acen polari/aciones ms r)idas # )enerali/aciones cate)ricas. e

considera a la modernidad con un entusiasmo cie)o # acrtico, o se la condena

con una le'ana # un desprecio olmpicos en cualuier caso, se concibe como un

monolito cerrado, 8ncapa/ de ser moldeado o trans(ormado por el &ombre

moderno. 0as visiones abiertas de la vida moderna (ueron suplantadas por

visiones cerradas.

0as polari/aciones bsicas se reali/aron a principios de nuestro si)lo. Au

estn los (uturistas italianos, partidarios apasionados de la modernidad en los

a6os previos a la primera )uerra mundial Camaradas, el pro)reso triun(al de la

ciencia vuelve inevitables los cambios en la &umanidad ue abren un abismo entre

estos dciles esclavos de la tradicin # nosotros, los modernos libres ue

con(iamos en el radiante esplendor de nuestro (uturo. No &a# ambi)2edad en

esto, la tradicin -todas las tradiciones del mundo 'untas- euivale simplemente a

una esclavitud dcil # la modernidad euivale a libertad, no &a# cabos sueltos.

4%omen sus piuetas, &ac&as # martillos # destru#an, destrocen las ciudades

venerables sin piedadV Adelante, prendan (ue)o a los estantes de las bibliotecasV

Fesven las a)uas de los canales para inundar los museosV... F+'enlos lle)ar, los

(elices 8ncendiarios con los dedos carboni/adosV Au estnV Au estnV ar #

Niet/sc&e tambi+n podran re)oci'arse con la destruccin moderna de las


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estructuras tradicionales pero saban cul era el costo &umano de este pro)reso,

# ue la modernidad tena ue andar un buen trec&o antes de ue sanaran sus

&eridas. Cantaremos a las )randes multitudes entusiasmadas con el traba'o, el

placer # la &uel)a cantaremos a las corrientes multicolores, poli(nicas de la

revolucin en las capitales modernas cantaremos al (ervor nocturno de los

arsenales # astilleros ue resplandecen con violentas lunas el+ctricas voraces

estaciones (erroviarias ue devoran serpientes emplumadas de &umo, (bricas

col)adas de las nubes mediante las lneas torcidas de su &umo, puentes ue

detienen los ros como )imnastas )i)antes, re(ul)entes al sol con el brillo de un

cuc&illo ve&culos aventureros de vapor... locomotoras amplias... # la lustrosa lu/

de sus aviones etc+tera, etc+teraO.*

etenta a6os ms tarde, todava podemos sentimos a)itados por el

entusiasmo # el vi)or 'ovial de los (uturistas, por su deseo de me/clar sus ener)as

con la tecnolo)a moderna # de crear un mundo nuevo. Pero (altan tantas cosas

en este mundo nuevoV Podemos verlo inclusive en esa met(ora maravillosa 4las

corrientes multicolores, poli(nicas de la revolucin. Eperimentar un trastorno

poltico de manera est+tica musical, pictricaO si)ni(ica una epansin real de la

sensibilidad &umana. Por otra parte u+ le sucede a toda la )ente arrastrada por

esas corrientesD u eperiencia no (orma parte del cuadro (uturista. Parece ue

al)unos sentimientos, &umanos mueren mientras las muinas nacen. Fe &ec&o,

en la escritura (uturista posterior 4buscamos la creacin de un tipo 8n&umano en elue el su(rimiento moral. la bondad del cora/n, el a(ecto # el amor, esos venenos

corrosivos de la ener)a vital, 8nterruptores de nuestra poderosa electricidad

corporal, sean abolidos. Con esta observacin, los 'venes (uturistas se 0an/aron

ardientemente a lo ue llamaron la )uerra, !nica &i)iene del mundo. en 191H.

Fos a6os ms tarde, sus dos espritus ms creativos - el pintor # escultor Jmberto

Boccioni # el aruitecto Antonio ant4Elia- (ueron asesinados por las muinas ue

tanto amaban. El resto sobrevivi para convertirse en peones culturales de los

molinos de ussolini, pulveri/ados por la mano muerta del (uturo.

0os (uturistas, llevaron la celebracin de la tecnolo)a moderna a un

etremo )rotesco, autodestructivo, ue ase)ur ue sus etrava)ancias no se

repetiran nunca. Pero su romance acrtico con las muinas, unido a su le'ana de

la )ente, reencarnara en (ormas menos etra6as # ms duraderas. Este tipo de

modernismo lo encontramos despu+s de la primera )uerra mundial en las


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re(inadas (ormas de la 4muina est+tica, los sermones tecncratas de la

Bau&aus, roplus # ies van der >o&e, 0e Corbusier # 0+)er, el Balet ecnico.

0o encontramos nuevamente despu+s de otra )uerra mundial, en las rapsodias de

alta tecnolo)a de BucLminster ?uller # ars&all c0u&an # en ?uture &ocL de

Alvin %o((ler. En Jnderstandin) eda de c.0u&an, publicado en 19GH 4ediante

la tecnolo)a. la computadora promete, en resumen, una condicin pentecostal de

entendimiento # unidad universales. El si)uiente paso l)ico parecera ser... evitar

los idiomas en (avor de una conciencia csmica )eneral... 0a condicin de

4in)ravide/4 ue se)!n los bilo)os promete una inmortalidad (sica, podra ser el

paralelo de la condicin de (alta de discurso ue podra otor)ar una perpetuidad

de armona # pa/ colectiva.

Este modernismo sub#ace a los modelos de moderni/acin ue los

cient(icos sociales estadounidenses de la pos)uerra, traba'ando a menudo para

)obiernos prdi)os # con subsidios de apo#o, desarrollaron para eportar al %ercer

undo. Au, por e'emplo, &a# un &imno a la (brica moderna, compuesto por el

psiclo)o social Ale 8nLeles Jna (brica diri)ida por polticas modernas de

direccin. # personal proporcionar a sus traba'adores un e'emplo de

comportamiento racional, balance emocional, comunicacin abierta # respeto a las

opiniones, los sentimientos # la di)nidad de traba'ador, ue puede ser un e'emplo

poderoso de los principios # prcticas de la vida moderna.

0os (uturistas deploraran la ba'a intensidad de esta prosa, pero

se)uramente estaran encantados con la visin de (brica como ser &umano

e'emplar ue los &ombres # mu'eres deberan tomar como modelo para sus vidas.

El ensa#o de 8nLeles se titula %&e oderni/ation o( an # se propone demostrar

la 8mportancia del deseo # la iniciativa &umana en la vida moderna. Pero su

problema, # el problema de todos los modernismos en la tradicin (uturista, es ue

al 'u)ar las muinas # los sistemas mecnicos todos los papeles principales -as

como la (brica es el tema de la cita superior-, al &ombre moderno le ueda mu#

poco por &acer, tan slo adaptarse.

i nos vamos al polo opuesto del pensamiento del si)lo ::, a auel ue da

un NoV decisivo a la vida moderna, encontramos una visin sorprendentemente

similar a la de los (uturistas. En el au)e de 0a +tica protestante # el espritu del

capitalismo, escrito en 19=H por a Reber, todo el -poderoso cosmos del orden


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econmico moderno es considerado como una 'aula de &ierro. Este orden

8neorable, capitalista, le)al # burocrtico, 4determina el destino del &ombre &asta

ue se ueme la !ltima tonelada de carbn (osili/ado. ar # Niet/sc&e -#

%ocueville # Carl#le # ill # QierLe)aard # todos los otros )randes crticos del

si)lo :8: - entendieron tambi+n los modos en ue la tecnolo)a moderna # la

or)ani/acin social determinaban el destino del &ombre. Pero todos pensaban ue

los individuos modernos tenan la capacidad su(iciente para entender su destino #

luc&ar contra +l. Por tanto, 8ncluso en medio de un presente desdic&ado,

podan ima)inar un (uturo promisorio. 0os crticos de la modernidad del

si)lo :: carecen casi por completo de esta simpata por, # (e en, sus seme'antes

modernos. Para Reber, sus contemporneos no son otra cosa ue especialistas

sin espritu, sensualistas sin cora/n # esta carencia aparece en la 8lusin de ue

se &a al, alcan/ado un nivel de desarrollo nunca antes obtenido por la

&umanidad. As, la sociedad moderna no slo est encerrada en una 'aula, sino

ue toda la )ente ue est dentro vive determinada por sus re'as somos seres sin

espritu, sin cora/n, sin identidad personal o seual *esta carencia... aparece en

la ilusin de lo ue ella &a lo)rado...-O - casi podramos decir sin ser. Au como en

las (ormas tecnopastorales # (uturistas del modernismo, el &ombre moderno como

su'eto - como ser viviente capa/ de respuesta, 'uicio # accin en # sobre el mundo-

&a desaparecido. 8rnicamente, los crticos del si)lo :: de la 'aula de

&ierro adoptan la perspectiva de los )uardianes de la 'aula como los ue estn

dentro carecen de libertad interior o de di)nidad. la 'aula no es una prisin slo les

proporciona el vaco ue an&elan # necesitan.*

Reber tuvo poca (e en su pueblo , pero todava menos en sus clases

)obernantes, #a (ueran aristocrticas o bur)uesas, burocrticas o revolucionarias.

As su posicin poltica por lo menos en los !ltimos a6os de su vida (ue un

liberalismo perpetuamente.

Jna perspectiva ms dial+ctica puede encontrarse en al)unos de los

!ltimos ensa#os de Reber, por e'emplo 40a poltica como vocacin # 40a ciencia

como vocacin, en Kans ert& # C. Rri)&t ills, ed. # t rad.. ?rom a Reber,

W(ord, 19HG. eor) immel, el ami)o # contemporneo de Reber, insin!a, pero

nunca desarrolla lo ue probablemente es lo ms cercano a una teora del si)lo

:: de la dial+ctica de la modernidad en pie de luc&a. Pero cuando la distancia # el

desprecio de Reber por los &ombres # mu'eres modernos se separaron de su


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escepticismo # su perspectiva crtica, el resultado (ue una poltica mu# a la

derec&a de la poltica propia de Reber. uc&os pensadores del si)lo :: vieron las

cosas de este modo las masas &ormi)ueantes ue nos presionan en la calle # el

Estado no tienen una sensibilidad, espritu o di)nidad como la nuestra no es

absurdo, entonces, ue estos &ombres-masa &ombres &uecosO debieran tener

no slo el derec&o a )obernarse sino tambi+n, a trav+s de sus ma#oras, el poder

para )obernarnosD En las 8deas # )estos intelectuales de Wrte)a, pen)ler,

aurras, %. . Eliot # Allen %ate, vemos cmo los mandarines modernos # los

supuestos aristcratas de la derec&a del si)lo se apropian, distorsionan #

ma)ni(ican la perspectiva neo-olmpica de Reber.

0o ms sorprendente # perturbador es el )rado en ue esta perspectiva

prosper entre al)unos de los demcratas de la reciente Nueva 8/uierda. Esto es

lo ue sucedi, por lo menos durante un tiempo, a (inales de la d+cada de 19G=,

cuando El &ombre unidimensional de Kerbert arcuse se convirti en el

paradi)ma dominante del pensamiento critico. e)!n este paradi)ma, tanto ar

como ?reud son obsoletos el estado de administracin total no slo aboll las

luc&as sociales # de clase, tambi+n los con(lictos # contradicciones psicol)icas.

0as masas no tienen 7o ni Ello, sus almas estn desprovistas de tensin o

dinamismo interno sus ideas, sus necesidades. incluso sus sue6os, no les

pertenecen. us vidas 8nteriores estn totalmente administradas. pro)ramadas

para producir eactamente esos deseos ue pueden satis(acer el sistema social #nada ms. 0os pueblos se reconocen a s mismos por sus mercancas

encuentran su alma en sus automviles, aparatos de sonido, casas de dos pisos,

euipos de cocina.

0a modernidad est constituida por sus muinas, de. las ue los &ombres

# mu'eres modernos son meras reproducciones mecnicas. Este es un re(rn

(amiliar al si)lo :: ue comparten tanto los ue aman al mundo moderno, como

los ue lo aborrecen. %ambi+n es un dis(ra/ de la tradicin moderna del si)lo i

en cu#a -rbita deca moverse arcuse, la tradicin crtica de ar # Ke)el.

8nvocar a estos pensadores mientras se rec&a/a su visin de la &istoria como una

actividad inuieta, una contradiccin dinmica, una luc&a # un pro)reso

dial+cticos, si)ni(ica retener poco menos ue sus nombres. ientras los 'venes

radicales de la d+cada de los sesenta luc&aban por cambios ue permitieran a la

)ente controlar sus vidas, el paradi)ma unidimensional proclamaba ue nin)!n


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cambio era posible # ue estas )entes ni siuiera estaban realmente vivas. A partir

de este punto se abrieron dos vertientes. Jna era la b!sueda de una van)uardia

totalmente (uera de la sociedad moderna 4el sustrato de nu(ra)os # etran'eros,

eplotados # perse)uidos por otras ra/as # otros colores, desempleados e

in!tiles. Estos )rupos. de los )&ettos de Estados Jnidos o las crceles del %ercer

undo, podan clasi(icarse como la van)uardia revolucionaria por permanecer

supuestamente intacta al beso de la muerte de la modernidad. Por supuesto, esa

b!sueda est condenada a la (utilidad. Nadie est o puede estar (uera del

mundo contemporneo. Para los radicales ue entendieron esto, aunue se

tomaran en serio el paradi)ma unidimensional, lo !nico ue uedaba era la

esterilidad # la desesperacin.

0a atms(era voltil de la d+cada de los sesenta )ener un cuerpo enorme

# vital de pensamiento # controversia sobre el si)ni(icado !ltimo de la modernidad.

ran parte de lo ms interesante de +ste )ir alrededor de la naturale/a del

modernismo. El modernismo de los a6os sesenta puede dividirse

aproimadamente en tres tendencias, basadas en sus actitudes &acia la vida

moderna como un todo a(irmativa, ne)ativa # apartada. Esta divisin *puede

sonar mu# drstica, pero las actitudes recientes &acia la modernidad tienden, de

&ec&o, a ser cada ve/ ms drsticas # simples menos sutiles # dial+cticas ue las

del si)lo pasado.

El primero de estos modernismos, el ue luc&a por ale'arse de la vida

moderna, lo de(endieron en+r)icamente >oland Bart&es en la literatura # Clement

reenber) en las artes visuales. reenber) ale)aba ue el !nico inter+s le)itimo

del arte modernista era el arte mismo adems, el !nico en(oue correcto de un

artista en cualuier (orma o )+nero determinados era la naturale/a # los lmites del

)+nero el medio es el mensa'e. As, por e'emplo, el !nico su'eto permisible para

un pintor modernista era lo plano de la super(icie lien/o. etc.O en la ue se reali/a

la pintura, #a ue -lo plano es !nico # eclusivo de arte. El modernismo era,

entonces, la b!sueda de un ob'eto de arte puro, cu#a, re(erencia (uera +l mismo.

7 eso era todo no eista una relacin propia entre el arte moderno # la vida social

moderna. Bart&es situ esta ausencia ba'o una lu/ positiva, &eroica el escritor

moderno le da la espalda a la sociedad # se en(renta al mundo de lo s ob'etos sin

pasar por nin)una de las normas de la vida social o de la &istoria. El modernismo

sur)e as como un )ran 8ntento por liberar a los artistas modernos de las


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impure/as # vul)aridades de la vida moderna. uc&os escritores # artistas - e

incluso crticos de arte # literatura- a)radecen a este modernismo el establecer la

autonoma # di)nidad de sus vocaciones. in embar)o, mu# pocos artistas o

escritores modernos se &an uedado con este modernismo por muc&o tiempo un

arte sin sentimientos personales o relaciones sociales es propenso a la aride/

despu+s de un tiempo. 0a libertad ue con(iere es la libertad de una tumba

&ermosamente reali/ada # per(ectamente sellada.

Kabla tambi+n la visin del modernismo como revolucin permanente e

8nterminable contra la totalidad de la eistencia moderna era 4una tradicin de

tradicin vencida Karold >oseriber)O, una cultura adversaria 0ionel %rillin)O,

una cultura de ne)acin >enato Po))ioliO. 0a obra de arte moderna no.,

molesta con su a)resiva estupide/ 0eo teinber)O. Busca la destruccin violenta

de todos nuestros valores, # le 8mporta poco la reconstruccin del mundo ue

destru#e. Esta ima)en aduiri (uer/a # cr+dito con(orme pro)res la d+cada de

los sesenta # se a)it el clima poltico en al)unos crculos, 4el modernismo se

convirti en una palabra clave para todas las (uer/as en con(licto.

Esto obviamente tiene parte de verdad, pero de'a muc&as cosas de lado.

Fescarta el )ran romance de la construccin, una (uer/a crucial en el modernismo

de Carl#le # ar, %atlin # Calder, 0e Corbusier # ?ranL 0lo#d Rri)&t, arL di

uvero # >obert mit&son. Fescarta toda la (uer/a positiva # conservadora de lavida ue en los )randes modernistas est siempre relacionada con ataue #

rebelda la ale)ra ertica, la belle/a natural # la ternura &umanas de F. K.

0aMrence, siempre atrapadas en un abra/o moral con su rabia # desesperacin

ni&ilistas las (i)uras del uernica de Picasso, luc&ando por mantener viva a la

vida misma, al mismo tiempo ue a!llan su muerte. los !ltimos coros triun(ales de

A 0ove upreme de Coltrane Al#os&a Qarama/ov, en medio del caos # la

an)ustia, besando # abra/ando a la tierra oll# Bloom llevando a su (in el

aruetipo del libro modernista con un 4s, di'e s uiero .

A!n &a# otra di(icultad en la 8dea del modernismo como un con'unto de

problemas tiende a plantear un modelo de la sociedad moderna como si careciera

de problemas en s misma. Elimina todos los 4disturbios ininterrumpidos de las

relaciones sociales, la incertidumbre # a)itacin permanentes ue (ueron &ec&os

bsicos para la vida moderna durante doscientos a6os. Cuando los estudiantes de


17/22

la Jniversidad de Columbia se rebelaron en 19G", al)unos de sus pro(esores

conservadores describieron la accin como -modernismo calle'ero.

upuestamente las calles tendran ue ser ordenadas # tranuilas - pese a estar

en el centro de an&attanV- si la cultura moderna &ubiera ale'ado a los 'venes de.

ellas # los &ubiera con(inado a los salones de clase # las bibliotecas universitarias

# a los useos de Arte oderno. i los pro(esores &ubieran aprendido sus propias

lecciones. recordaran ue buena parte del modernismo - Baudelaire, Boccioni,

@o#ce, a#aLovsL#, 0+)er, # otros- se aliment del problema real en las calles

modernas # trans(orm su ruido # disonancia en belle/a # verdad. 8rnicamente, la

ima)en radical del modernismo como subversin pura a#ud a (omentar la

(antasa neoconservadora de un mundo puri(icado de subversin modernista. 4El

modernismo &a sido el seductor, escribi Faniel Bell en %&e Cultural

Contradictions o( Capitalism El movimiento moderno interrumpe la unidad de la

cultura, sacude la 4cosmolo)a racional4 ue sub#ace a la perspectiva bur)uesa del

mundo como una relacin ordenada entre el espacio # el tiempo4. etc., etc. i la

serpiente modernista pudiera ser epulsada del 'ardn moderno, el espacio, el

tiempo # el cosmos se enmendaran. Entonces, presumiblemente, volvera una

edad de oro tecnopastoral # los &ombres # las muinas unidos seran (elices para

siempre.

0a visin a(irmativa del modernismo la desarroll. en la d+cada de los

sesenta, un )rupo &etero)+neo de escritores. inclu#endo a @o&n Ca)e, 0aMrenceAlloMa#, ars&all c0u&an, 0eslie ?iedler, usan onta), >ic&ard Poirier, >obert

;enturi. Coincida va)amente con el sur)imiento del arte pop a principios de esa

d+cada. us temas principales eran ue debemos -despertar a la vida ue

estamos viviendo Ca)eO, # -cru/ar la (rontera, cerrar la brec&a ?iedierO. Esto

si)ni(icaba, en principio, romper con las barreras eistentes entre el 4arte # otras

actividades &umanas como el entretenimiento # la tecnolo)a industrial, la moda #

el dise6o, la poltica. %ambi+n animaba a los escritores, pintores, bailarines,

compositores # cineastas a traba'ar 'untos en las producciones # reali/aciones de

comunicacin mita ue crearan artes ms ricas # multivalentes.

Para estos modernistas, ue al)unas veces se autodenominan

posmodernistas, el modernismo de (orma pura # el de rebelin eran ambos

demasiado reducidos, demasiadoU &ipcritas # demasiado limitantes para el

espritu moderno. u 8deal era abrirse a la inmensa variedad # riue/a de las


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cosas materiales e 8deas ue tra'o consi)o el mundo moderno. %ra'eron nuevos

aires e 8n)enuidad a un ambiente cultural ue en la d+cada de los cincuenta se

&aba vuelto insoportablemente solemne, r)ido # cerrado. El modernismo pop

recre la apertura &acia el mundo, la )enerosidad de al)unos )randes

modernistas pasado - Baudelaire, R&itman, Apollinaire, a#aLovsL#, Rilliam

Carlos Rilliams. Pero si este modernismo 8)ual su simpata imna)inativa, en

cambio nunca aprendi a rescatar su tono crtico. Cuando un espritu creativo

como @o&n Ca)e acepta el apo#o s&a de 8rn # reali/a espectculos

modernistas a pocos Lilmetros de donde )ritan # mueren muc&os prisioneros

polticos, el (racaso de la 8ma)inacin moral no es slo su#o. El problema (ue ue

el modernismo pop nunca desarroll una perspectiva crtica ue esclareciera el

punto en el ue debla detenerse la apertura &acia el mundo moderno, # el punto

en ue el artista moderno tiene ue ver # decir ue al)unos poderes de este

mundo deben desaparecer.*

%odos los modernismos # antimodernismos de la d+cada de los sesenta se

estropearon severamente, pero su clara plenitud, 'unto con su 8ntensidad # vive/a

de epresin, )eneraron un idioma com!n, un ambiente vibrante, un &ori/onte

compartido de eperiencia # deseo. %odas estas visiones # revisiones de la

modernidad (ueron orientaciones activas &acia la &istoria, intentos por relacionar el

presente turbulento con un pasado # un (uturo, por a#udar a los &ombres # a las

mu'eres de todo el mundo contemporneo a sentirse cmodos. %odas estas8niciativas (racasaron, pero sur)ieron de una )rande/a de visin e ima)inacin, #

de un deseo ardiente por dis(rutar el da. 0a ausencia de estas )enerosas visiones

e iniciativas (ue lo ue &i/o de los setenta una d+cada tan est+ril. En la actualidad

casi nadie acepta las )randes relaciones &umanas ue representa la 8dea de

modernidad. Por lo tanto, el discurso # la controversia sobre el si)ni(icado de la

modernidad, tan vivos &ace una d+cada.4 &an de'ado virtualmente de eistir.

uc&os intelectuales se &an sumer)ido en el mundo del estructuralismo,

un mundo ue simplemente borra del mapa la cuestin de la modernidad -@unto

con todas las cuestiones sobre el ser # la &istoria- Wtros adoptaron una mstica

del posmodernismo, ue re es(uer/a por cultivar una 8)norancia de la &istoria # la

cultura modernas # &abla como si todo el sentimiento, la epresin, el 'ue)o, la

seualidad # la comunidad &umanas slo (ueran inventos -de los

posmodernistas- desconocidos, 8ncluso inconcebibles, &asta la semana pasada.


19/22

ientras tanto, los cient(icos sociales, aturdidos por los ataues crticos a sus

modelos tecnopastorales, eludieron la tarea de construir un modelo ue pudiera

ser ms vlido para la vida moderna. En ve/ de eso, dividieron a la modernidad en

una serie de componentes separados - 8ndustriali/acin, edi(icacin del Estado,

urbani/acin, desarrollo de mercados, (ormacin de +lites- # resistieron los

8ntentos por inte)rarlos en un todo. Esto los liber de )enerali/aciones

etrava)antes # va)as -pero tambi+n del pensamiento ue debla comprometer sus

propias vidas # obras, # su lu)ar en la &istoria. El eclipse del problema de la

modernidad en. los a6os setenta si)ni(ic la destruccin de una (orma vital de

espacio p!blico. Aceler la desinte)racin de nuestro mundo en una coleccin de

)rupos de material privado e inter+s espiritual, viviendo en mnadas sin

ventilacin, muc&o ms aislados de lo ue debemos estar.

Casi el !nico escritor de la d+cada pasada ue tiene al)o sustancial ue

decir sobre la modernidad es ic&el ?oucault. 7 lo ue tiene ue decir es una

serie interminable, a)udsima de variaciones sobre los temas Meberianos de la

'aula de &ierro # la 8ncapacidad &umana cu#a alma est con(ormada para

adaptarse a las re'as. ?oucault est obsesionado con las prisiones, los &ospitales,

los asilos. con lo ue Ervin) o((man llam instituciones totales. A di(erencia de

o((man, sin embar)o, ?oucault nie)a la posibilidad de cualuier tipo de libertad,

#a sea (uera de esas instituciones o dentro de sus intersticios. 0as

)enerali/aciones de ?oucault devoran cualuier otra (aceta de la vida moderna Eldesarrolla estos temas implacablemente, #, con adornos sadistas, enca'ando sus

ideas en los lectores como barras de &ierro, )irando cada dial+ctica en nuestra

carne como si (uera una nueva vuelta de tuerca.

?oucault reserva su desprecio ms violento a la )ente ue se ima)ina ue

la &umanidad moderna puede ser libre. Creemos sentir un ataue espontneo de

deseo seualD olamente nos mueven las modernas tecnolo)as de poder ue

toman a la vida por ob'eto, conducidas por el desplie)ue de seualidad mediante

el poder, en su control sobre los cuerpos # su materialidad, sus (uer/as, sus

ener)as, sensaciones # placeres. Acaso actuamos polticamente, derribamos

tiranas, &acemos revoluciones, creamos constituciones con el (in de establecer #

prote)er los derec&os &umanosD *>e)resin 'urdica a las +pocas (eudales,

porue las constituciones # los actos de derec&o son slo las (ormas ue &acenO

aceptable un poder esencialmente normali/ador. Jsamos la mente para


20/22

desenmascarar la opresin como parece 8ntentarlo ?oucaultD 8n!til, porue todas

las (ormas de 8nvesti)acin de la condicin &umana 4tan slo trasladan a los

individuos de una autoridad disciplinaria a otra, # por lo tanto slo se suman al

triun(ante 4discurso del poder. Cualuier critica suena &ueca, porue el crtico aO

est 4en la muina panptica, cercado por los e(ectos de poder ue nosotros

mismos atraemos, porue somos parte de su mecanismo.

Fespu+s de estar su'etos durante un tiempo, nos damos cuenta de ue no

&a# libertad en el mundo de ?oucault, porue su len)ua'e (orma un te'ido sin

costuras, una 'aula muc&o ms &erm+tica de lo ue Reber &ubiera so6ado, en la

ue nin)una vida podra )erminar. El misterio reside en por u+ tantos

intelectuales uieren a&o)arse all 'unto con +l. 0a respuesta, creo, es ue

?oucault o(rece a toda una )eneracin de re(u)iados de la d+cada de los sesenta,

un preteto &istrico- mundial para el sentimiento de pasividad desamparo ue

nos 8nvadi a tantos # en los a6os setenta. No tiene nin)!n sentido tratar de

resistir las opresiones e in'usticias de la vida moderna, #a ue incluso nuestros

sue6os de libertad solamente endurecen las ar)ollas de nuestras cadenas no

obstante, una ve/ ue comprendemos. la (utilidad total de todo eso, por lo menos

podemos rela'arnos.

En este est+ril conteto, uiero dar vida una ve/ ms al modernismo

dinmico # dial+ctico del si)lo :8:. Jn )ran modernista, el poeta # crtico meicanoWctavio Pa/, lament ue la modernidad cortada del pasado # lan/ada &acia un

(uturo siempre 8nasible, vive al da no puede volver a sus principios # as, recobrar

sus poderes de renovacin. El ar)umento de este ensa#o es ue, de &ec&o, los

modernismos del pasado pueden darle sentido a nuestras propias races

modernas. races ue se remontan a unos doscientos a6os. pueden a#udarnos a

relacionar nuestras vidas con las vidas de millones de )entes ue viven el trauma

de la moderni/acin a miles de Lilmetros de distancia, en sociedades

radicalmente di(erentes de la nuestra, # con millones de )entes ue la vivieron

&ace un si)lo o ms. Pueden ilustrar las (uer/as contradictorias # las necesidades

ue nos inspiran # atormentan nuestro deseo de estar arrai)ados a un pasado

social # personal estable # co&erente, # nuestro insaciable deseo de crecimiento

-no slo de crecimiento econmico, sino crecimiento en eperiencia, placer.

conocimientos, sensibilidad- ue destru#e tanto los paisa'es (sicos # sociales de

nuestro pasado, como nuestros vnculos emocionales con esos mundos perdidos.


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Fel mismo modo, destru#e nuestras alian/as desesperadas con )rupos +tnicos.

nacionales, de clase # seuales, ue esperamos nos den una 4identidad- (irme, # la

internacionali/acin de la vida diaria - de nuestra ropa # cosas del &o)ar, nuestros

libros # m!sica, nuestras ideas # (antasas- ue di(unde nuestras identidades por

todo el )lobo. Festru#e nuestros deseos de abra/ar las posibilidades limitadas de

la vida # la eperiencia modernas ue arrasan con todos los valores las (uer/as

sociales # polticas ue nos empu'an a con(lictos eplosivos con otra )ente # otros

pueblos, incluso mientras desarrollamos una sensibilidad # una simpata ms

pro(undas &acia nuestros enemi)os # lle)amos a darnos cuenta, al)unas veces

demasiado tarde. de ue despu+s de todo se parecen muc&o a nosotros.

Eperiencias como +sta son las ue nos unen al mundo moderno del si)lo :8: un

mundo en el ue, como di'o ar, todo est impre)nado de su contrario # todo

lo ue es slido se evapora en el aire. Jn mundo en el ue, como di'o Niet/sc&e,

-est el peli)ro, madre de la moral -)ran peli)ro... ue se despla/a &acia el

individuo, &acia lo ms cercano # lo ms uerido, &acia la calle, &acia nuestros

propios &i'os. nuestro cora/n, nuestros rincones ms secretos del deseo # la

voluntad. 0as muinas modernas &an cambiado muc&o en los a6os

transcurridos entre los modernistas del si)lo :8: # nosotros, pero el &ombre # la

mu'er modernos, tal como los vieron ar, Niet/c&e, Baudelaire # FostoievsL#,

slo &asta a&ora empie/an a entrar de lleno a lo su#o.

ar, Niet/c&e # sus contemporneos eperimentaron la modernidadcomo un todo en un momento en el ue slo una peue6a parte del mundo era

verdaderamente moderna. Jn si)lo despu+s, cuando los procesos de

moderni/acin en)endraron una red a la ue nadie, ni siuiera en el rincn ms

apartado del mundo, puede escapar, los primeros modernistas nos pueden

ense6ar muc&as cosas, no tanto de su +poca como de la nuestra. ?iemos olvidado

las contradicciones ue tuvieron ue resolver con un es(uer/o e&austivo en cada

momento de su vida diaria, con el (in de vivir. Parad'icamente, resulta ue estos

primeros modernistas -la moderni/acin # el modernismo pueden constituir

nuestras vidas- pueden entendernos me'or de lo ue nos entendemos nosotros

mismos. i pudi+ramos &acer nuestras sus visiones, # usar sus perspectivas para

ver nuestros propios ambientes con nuevos o'os, veramos ue &a# ms

pro(undidad en nuestras vidas de lo ue creemos. entiramos una comunidad con

la )ente de todo el mundo ue luc& contra los mismos dilemas ue nosotros. 7

volveramos a estar en contacto con la cultura modernista sorprendentemente rica


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# vibrante ue se desarroll con estas luc&as una cultura ue contiene vastos

recursos de (uer/a # salud, si la reconocemos como propia.

Puede resultar, entonces, ue retroceder sea una manera de ir &acia

adelante ue recordar los modernismos del si)lo :8: nos d+ la visin # el cora'epara crear los modernismos del ::8. Este acto de memoria puede a#udarnos a

llevar al modernismo a sus races, para ue pueda alimentarse # renovarse, con el

(in de en(rentar las aventuras # los peli)ros del (uturo. Apropiarse de las

modernidades del a#er puede ser a la ve/ una critica a las modernidades de &o# #

un acto de (e en las modernidades -# en el &ombre # la mu'er modernos- de

ma6ana # pasado ma6ana.

brindis por la modernidad

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