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ANDRÉS SEOANE BURGOS El año 1964 marcó el devenir de la ciudad de Burgos tomando como punto de partida su declaración co- mo Polo de Promoción, y cinco años después de Desarrollo Industrial. Es- paña aprobó entonces los Planes de Desarrollo, y si bien la capital burga- lesa no logró contagiar al resto de te- rritorios adyacentes la influencia po- sitiva que se pretendía con la inicia- tiva, si supuso la generación de un modelo urbano que modificó la de- mografía, la economía y la sociedad de Burgos taxativamente. Con una población que ronda los 180.000 habitantes y un parque in- mobiliario cercano a las 90.000 vi- viendas, Burgos aglutina el 29% de la actividad manufacturera en la región con más 800 establecimientos fabri- les y 1.500 hectáreas de suelo indus- trial, y ha concentrado en torno al 30% de la inversión realizada en es- te sector en las últimas dos décadas en las capitales de Castilla y León. La que hoy es capital industrial de la Comunidad, asistió tras su de- claración como Polo de Desarrollo a un proceso de metamorfosis gra- cias al apoyo económico estatal pa- ra fomentar la implantación de em- presas industriales. En menos de una década, se generaron 12.700 nuevos puestos de trabajo gracias a la instalación de casi un centenar de empresas que realizaron una inver- sión de 19.000 millones de pesetas de la época. Como explica el geógrafo Gonza- lo Andrés, comisario de la exposi- ción ‘Burgos, ciudad industrial. 50 años del Polo de Promoción y Desa- rrollo. 1964-2014’, en su estudio ‘El urbanismo en Burgos. Espacios de la ciudad contemporánea’, la industria fue «el principal desencadenante de las transformaciones urbanas», dada la necesidad de mano de obra que «produjo un acusado éxodo rural que desde la provincia y otros puntos del país trajo población a Burgos». Esto se tradujo en un incremento demográfico por el que la ciudad duplicó su población en tres lustros, pasando de 88.000 habitantes en 1964 a los 156.000 en 1981, con un crecimiento del 75%. Como conse- cuencia, el espacio urbano se modi- ficó necesariamente. En primer lugar, mediante la crea- ción de terrenos específicamente in- dustriales, como los polígonos de Gamonal y Villalonquéjar con áreas de 300 y 350 hectáreas respectiva- mente, hasta alcanzar las 750 hectá- reas. A esto hay que sumar la cre- ciente demanda de vivienda que de- rivó en un incremento de casi el 150% en el número de inmuebles, edificándose más de 33.000 vivien- das en un núcleo urbano que partía de un parque inmobiliario de ape- nas 20.000. La superficie ocupada por la ciudad se duplicó, añadiendo al suelo industrial 900 hectáreas de la expansión residencial. A día de hoy, Burgos cuenta con 3.500 hectá- reas de suelo urbano, casi la mitad industrial. POLO DE PROMOCIÓN Y DESARROLLO BURGOS, METAMORFOSIS INDUSTRIAL La capital fue declarada Polo de Promoción Industrial en 1964 y Polo de Desarrollo Industrial en 1969, alterando su configuración a todos los niveles e iniciando la evolución hacia la ciudad que hoy conocemos 50 ANIVERSARIO SIGUE EN PÁGINA 4 Imagen del antiguo cartel ‘Burgos Polo Industrial’ que puede verse en la exposición conmemorativa en el Fórum Evolución. ECB

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ANDRÉS SEOANE BURGOS El año 1964 marcó el devenir de la ciudad de Burgos tomando como punto de partida su declaración co-mo Polo de Promoción, y cinco años después de Desarrollo Industrial. Es-paña aprobó entonces los Planes de Desarrollo, y si bien la capital burga-lesa no logró contagiar al resto de te-rritorios adyacentes la influencia po-sitiva que se pretendía con la inicia-tiva, si supuso la generación de un modelo urbano que modificó la de-mografía, la economía y la sociedad de Burgos taxativamente.

Con una población que ronda los

180.000 habitantes y un parque in-mobiliario cercano a las 90.000 vi-viendas, Burgos aglutina el 29% de la actividad manufacturera en la región con más 800 establecimientos fabri-les y 1.500 hectáreas de suelo indus-trial, y ha concentrado en torno al 30% de la inversión realizada en es-te sector en las últimas dos décadas en las capitales de Castilla y León.

La que hoy es capital industrial de la Comunidad, asistió tras su de-claración como Polo de Desarrollo a un proceso de metamorfosis gra-cias al apoyo económico estatal pa-ra fomentar la implantación de em-

presas industriales. En menos de una década, se generaron 12.700 nuevos puestos de trabajo gracias a la instalación de casi un centenar de empresas que realizaron una inver-sión de 19.000 millones de pesetas de la época.

Como explica el geógrafo Gonza-lo Andrés, comisario de la exposi-ción ‘Burgos, ciudad industrial. 50 años del Polo de Promoción y Desa-rrollo. 1964-2014’, en su estudio ‘El urbanismo en Burgos. Espacios de la ciudad contemporánea’, la industria fue «el principal desencadenante de las transformaciones urbanas», dada

la necesidad de mano de obra que «produjo un acusado éxodo rural que desde la provincia y otros puntos del país trajo población a Burgos».

Esto se tradujo en un incremento demográfico por el que la ciudad duplicó su población en tres lustros, pasando de 88.000 habitantes en 1964 a los 156.000 en 1981, con un crecimiento del 75%. Como conse-cuencia, el espacio urbano se modi-ficó necesariamente.

En primer lugar, mediante la crea-ción de terrenos específicamente in-dustriales, como los polígonos de Gamonal y Villalonquéjar con áreas

de 300 y 350 hectáreas respectiva-mente, hasta alcanzar las 750 hectá-reas. A esto hay que sumar la cre-ciente demanda de vivienda que de-rivó en un incremento de casi el 150% en el número de inmuebles, edificándose más de 33.000 vivien-das en un núcleo urbano que partía de un parque inmobiliario de ape-nas 20.000. La superficie ocupada por la ciudad se duplicó, añadiendo al suelo industrial 900 hectáreas de la expansión residencial. A día de hoy, Burgos cuenta con 3.500 hectá-reas de suelo urbano, casi la mitad industrial.

POLO DE PROMOCIÓN Y DESARROLLO

BURGOS, METAMORFOSIS INDUSTRIAL

La capital fue declarada Polo de Promoción Industrial en 1964 y Polo de Desarrollo Industrial en 1969, alterando su configuración a todos los niveles e iniciando la evolución hacia la ciudad que hoy conocemos

50 ANIVERSARIO

SIGUE EN PÁGINA 4

Imagen del antiguo cartel ‘Burgos Polo Industrial’ que puede verse en la exposición conmemorativa en el Fórum Evolución. ECB

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INDUSTRIA

2 EL CORREO DE BURGOS. LUNES 1 DE DICIEMBRE DE 2014

Pocos de los que estaban en la ca-lle de Vitoria ante el Gobierno Ci-vil, celebrando la noticia de la lle-gada de una cosa llamada ‘Polo’, aquel 31 de enero de 1964 po-dían vislumbrar que la ciudad se

encaminaba a un cambio tan radical como el que iba a sobrevenirle de inmediato.

Con su nominación como ‘Polo de Desarro-llo industrial’ dentro del Plan de Desarrollo Económico y Social, que venía para convertir un país eminentemente agrícola, recién salido del aislamiento económico en una potencia in-dustrial situada entre las diez primeras del mundo, todo iba a cambiar, ocupando nuestra ciudad un lugar destacado en este proyecto de futuro.

El paisaje ciudadano nos lo describen con exactitud los cronistas de la época. Los prime-ros utilitarios discurrían por unas calles semi-vacías, aún sin semáforos, a través de las cua-les las carreteras nacionales dejaban pasar los pesados camiones, bicicletas, algunos vehícu-los particulares y carros y carretas de tracción animal. Una ciudad con mucha vida en sus mercados en la que los lugareños de las loca-lidades mas cercanas se acercaban a vender los productos de su propia cosecha y factura y donde no faltaban figuras castizas y unifor-mes, muy abundantes en los diferentes regi-mientos que llenaban la ciudad, y algún cura de los de teja y manteo, que el tiempo se ocu-pó de difuminar primero y archivar después en la memoria. El panorama representa una entrañable imagen costumbrista de una ciu-dad de 80.000 habitantes, dispuesta a asumir su propio futuro con más ímpetu del que pu-diera esperarse de la tranquila realidad de las provincias.

Porque aquella multitud que llenaba la calle de Vitoria ante el Gobierno Civil estaba forma-da por gente muy joven, incluso bachilleres y escolares que no podían ni imaginar el conte-nido ni la trascendencia de la página que esta-ba a punto de abrirse en la historia de su tie-rra, como suele suceder en las grandes ocasio-nes históricas.

Poco después, quienes ojearan el BOE sa-brían que la creación de núcleos industriales

en diversos lugares de la geografía peninsular (en aquellas fechas el otro se situó en Huelva) perseguía impulsar las actividades económi-cas y sociales ejerciendo un influjo favorable sobre sus zonas circundantes con vistas a la elevación de su nivel de renta. Y vaya si se consiguió.

156 empresas nuevas que crearon 15.893 puestos de trabajo llegaron a una ciudad que previno ya entonces su reserva de suelo indus-trial en el doble de la superficie que albergaba el municipio. Era la ‘Zona industrial de Bur-gos’ aprobada en el Pleno municipal de di-ciembre de 1964. Ahora se cumplen 50 años.

La elección gubernamental no era gratuita. Se trataba de una zona industrial de 3,7 millo-nes de metros cuadrados con una magnífica conexión a las zonas industriales del norte a través de carretera, ferrocarril e incluso la po-tencialidad de las conexiones aéreas; un abas-tecimiento de agua garantizado con el embal-se del río Arlanzón y una Central Nuclear en ciernes (Santa María de Garoña) que sería realidad en 1971. La experiencia, resultó un éxito a todas luces.

Los protagonistas de ese espectacular creci-miento resultaron ser, uno a uno y familia a fa-milia, cuantos trabajadores llegaron a nuestra ciudad procedentes de la provincia y de tierras lejanas para instalarse definitivamente en nuestra tierra como nuevos burgaleses ante una oferta de empleo que le ofrecía, seguridad, me-jora en los niveles de cali-dad de sus vidas y un futu-ro prometedor para sus fa-milias. Toda una peripecia vital que conformaría la columna vertebral de sus propias existencias. Los más de ellos, ya felizmen-te jubilados, han visto como sus hijos y aún sus nietos se han incorporado a nuevas opor-tunidades de trabajo, no sólo en la industria si-no también en los servicios que ésta apareja, logrando en muchos casos, la generación de nuevas empresas auxiliares. Son una nueva generación de burgaleses, integrados plena-mente en la ciudad a la que aman y defienden.

Los actores de la “aventura” que trajo a Bur-gos el Polo de Desarrollo han sido menciona-dos en estos días por los cronistas y justamen-te recordados, siendo muy alabada su inter-vención: desde la habilidad de Esteban Martín Sicilia al “empujar” el procedimiento, al deci-dido empeño del entonces alcalde, Honorato Martín Cobos o los esfuerzos del gobernador civil, Eladio Perlado. Y, como no, la labor de gestión de la realidad posterior por parte de los gerentes, José Fortuny y José María Peña. Todos ellos, con miles de burgaleses detrás, formaron una piña, supieron plantar cara al futuro y consiguieron cambiar de marcha el ritmo vital de nuestra sociedad hasta entrar plenamente en la modernidad del siglo XX. Fue el triunfo de la unidad de todos los burga-

leses, al que tantas veces hemos hecho alusión.

50 años después nues-tra tierra precisa de una nueva reindustrialización que, promoviendo rique-za, venga a generar nue-vos yacimientos de pues-tos de trabajo promovien-do un dinamismo social

que, en esta ocasión, nos ayude a pasar pági-na en nuestra ruta hacia el siglo XXI. Es la obligación de esta generación, heredera de los esfuerzos de aquellos pioneros, directivos y trabajadores de las primeras empresas burga-lesas. Es la continuación de su legado y el de-ber histórico que nos ocupa.

La ciudad de Burgos, merced al esfuerzo in-

versor realizado por sus instituciones en el Polígo-no Industrial de Villalon-quejar IV. está preparada para recibir nuevas em-presas con una oferta de terrenos de inmejorable calidad y unas condicio-nes óptimas para empren-der. No han sido pocas las críticas a esa previsión de suelo, en los momentos más agudos de la crisis económica, tachando de desmesurada la realiza-ción, cuando respondía a una demanda insistente del empresariado, de los actores económicos, que la administración se apre-suró a satisfacer. Nada más y nada menos que 2.400.000 metros cuadra-dos de nuevo suelo indus-trial. Con ésta previsión y las ofrecidas por el resto

de excelentes polígonos con que cuenta la ciu-dad bien podemos afirmar que la base de con-solidación industrial esta dispuesta para la lle-gada de los inversores en estos momentos en que se inician senderos de crecimiento tras el brutal paréntesis provocado por la crisis.

Los burgaleses más jóvenes están prepara-dos para incorporarse a la actividad que les propongan las nuevas industrias con la mejor disposición generando un clima laboral propi-cio, tal y como viene siendo costumbre en las empresas de Burgos en estos pasados años. Los parámetros de productividad generados son muy superiores a los de otros lugares.

Este año 2014, dedicado especialmente a la industria burgalesa y que quedará también –tristemente- en la memoria colectiva como el del incendio de uno de nuestros buques insig-nia, la factoría de Campofrío, debe marcar un punto de inflexión en nuestro desarrollo y jun-to al resurgimiento de ésta empresa cárnica, acrecentar esfuerzos y poder sumarnos al im-pulso que va a aportar contar la puesta en marcha de una nueva factoría mas moderna y capaz de producir una nueva ofensiva creado-ra que nos lleve a un desarrollo sostenido.

En esta crisis de Campofrío, como en otras muchas en la historia de nuestras gentes, de nuestra ciudad, hemos sabido estar ‘todos a una’ y los resultados se están viendo.

Solo deseo que sepamos seguir unidos y tra-bajemos juntos, no entorpeciendo las iniciati-vas, sino codo con codo camino hacia nuestro futuro en común.

Burgos y su industria merecen la pena.

JAVIER LACALLE / ALCALDE DE BURGOS

Industria y empleo para los burgaleses

«50 AÑOS DESPUÉS NUESTRA TIERRA PRECISA DE UNA NUEVA REINDUSTRIALIZACIÓN»

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INDUSTRIA

4 EL CORREO DE BURGOS. LUNES 1 DE DICIEMBRE DE 2014

La instalación de las primeras empresas como Firestone, Nicolás Correa, Gala, la Compañía Hispa-no-Holandesa de Cervezas -absor-bida en 1970 por San Miguel- e Hispanagar -la factoría más anti-gua de Villalonquéjar-, continuó en los siguientes años con la llegada de otras como Ubisa y L´Oréal. Es-te hecho coincidió con un aumento en la edificación de viviendas que hasta entonces habían desarrolla-do empresas de otras ciudades, lo que motivó el despegue de las sa-gas familiares a partir de las que surgirían los actuales grupos em-presariales como Arranz Acinas, González Alonso o Adrián Angulo.

El que en 1967 fuera nombrado gerente del Polo de Promoción In-dustrial de Burgos, José María Pe-ña, define el acontecimiento como «un sueño que afortunadamente se hizo realidad», convirtiendo a la ciudad en aquellos tiempos en «el paraíso terrenal».

El proceso de industrialización supuso una revolución para una ciudad por entonces «decadente» de la que «la gente se marchaba porque no había nada que hacer, y los estudiantes acabábamos el ba-chillerato y nos teníamos que ir to-dos sin ninguna posibilidad de vol-ver», rememora Peña. Con la insta-lación de las primeras empresas los jóvenes emigrantes pudieron vol-ver «con unas condiciones fenome-nales» y «la provincia se volcó en la capital buscando colocación, y la encontraban», relata el antiguo ge-rente del Polo.

La implantación del sector indus-trial tuvo un curso «dificultoso, co-

mo todo lo nuevo, y sobre todo cuando se partía prácticamente de cero», asegura Peña. Pero la capi-tal burgalesa presentaba unas con-diciones favorables para poder de-sarrollarse. La gran cantidad de te-rreno, la sobreabundancia de mano de obra y el privilegiado em-plazamiento geográfico fueron fac-tores decisivos en su declaración

como Polo de Desarrollo Industrial. Peña destaca que «lo que enton-

ces se hizo, hoy sería imposible», recalcando «la ilusión», «el interés» y «la buena voluntad» con los que los burgaleses se involucraron en el proceso. El antiguo gerente lo ejemplifica con la venta de terrenos para instalar los polígonos indus-triales «al precio al que se vendie-

ron, lo que permitió venderlos una vez urbanizados a un precio de ganga», e insiste en que fueron «tiempos que no pueden volver».

La pujanza con la que el Polo do-tó a Burgos permitió a la ciudad so-nar con fuerza en el ámbito nacio-nal desde el punto de vista indus-trial, lo que propició las primeras exportaciones importantes a países

como Alemania, Francia, Inglaterra o Estados Unidos.

Para Peña, Burgos hoy «práctica-mente no existiría ni tendría ningu-na importancia» si no se hubiera declarado Polo de Desarrollo In-dustrial en los años 60. El antiguo gerente manifiesta que para él las empresas son como sus «segundos hijos» porque los ha visto nacer, y

VIENE DE PORTADILLA

Vista aérea del polígono industrial Gamonal Villayuda con la ciudad al fondo. ISRAEL L. MURILLO

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INDUSTRIA

EL CORREO DE BURGOS. LUNES 1 DE DICIEMBRE DE 2014

explica que se siente ligado a este sector «muy profundamente».

De cara al futuro, y aunque «la situación es muy mala y se han quedado cosas muy importantes por el camino», Peña indica que «hay que ser optimistas, ya que se-guimos teniendo empresas que son un auténtico ejemplo en el concier-to nacional e internacional».

CIFRAS ACTUALES

BURGOS ES LA CAPITAL DE LA INDUSTRIA EN LA REGIÓN

La capital burgalesa genera el 29% del empleo manufacturero de Castilla y León, aglutinando el 16,16% de la población activa de la ciudad y aportando el 26,6% del PIB del sector regional

IMPORTANCIA DEL SECTOR

ANDRÉS SEOANE BURGOS Actualmente en Burgos predomi-na el tejido industrial, beneficiado por una posición geográfica estra-tégica y caracterizado por un dina-mismo económico que hace de la ciudad un emplazamiento empre-sarial de primer orden.

Burgos es la capital industrial de la región, dado que genera el 29% del empleo industrial de Cas-tilla y León. Este sector represen-ta en Burgos el 16,16% de la po-blación activa y aporta el 26,6% del PIB industrial de Castilla y Le-ón. Las 1.822 empresas ubicadas en la capital burgalesa aglutinan un porcentaje superior al 60% en el trabajo por cuenta ajena, supo-niendo un total de 35.700 empleos.

El 72% de las compañías manu-factureras son microempresas, el 18% pequeñas, el 7% medianas y el 3% grandes empresas. Las pymes tienen un importante peso en todos los sectores de la economía burgalesa al representar el 97% del total. La actividad industrial de Bur-gos supone el 0,83% de la pobla-ción activa nacional y genera un

1,01% del total del PIB español. Por sectores, la agroalimenta-

ción, la automoción, el metal y el sector químico son los cuatro pila-res que sustentan la actividad in-dustrial de la capital burgalesa.

La industria agroalimentaria re-presenta un 13% del total local, di-ferenciando específicamente dos tipos de empresas: el 94% de em-presas pequeñas, con una estruc-tura familiar y una arraigada pre-

sencia en zonas periféricas; y el 6% restante formado por grandes empresas líderes en el sector.

La automoción destaca de for-ma eminente con un 45% sobre el Valor Añadido Bruto (VAB) total, una macromagnitud económica que mide el valor añadido genera-do por el conjunto de productores de un área económica. De las 10 empresas que más venden en Bur-gos, tres pertencen a este sector, con cifras que superan los 3.000 millones de euros.

El sector del metal reporesenta el 22% de la industria burgalesa, dando empleo al 23% de la pobla-ción. Es el sector con mayor nú-mero de empresas, la mayoría pymes, y su labor es esencial en la creación de empleo local. En el mercado exterior, las operaciones de las grandes empresas ocupan posiciones destacadas.

El mapa local de la industria química reúne a pymes con alta productividad y tendencia a la ex-portación a través de sus múltiples y heterogéneas actividades que tienden al desarrollo sostenible.

Empresas instaladas en la fase IV del polígono de Villalonquéjar. I. L. M.

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INDUSTRIA

6 EL CORREO DE BURGOS. LUNES 1 DE DICIEMBRE DE 2014

V. MARTÍN BURGOS Jorge Villaverde es el presidente la Asociación de Empresarios del Po-lígono de Villalonquéjar y propieta-rio de Villaverde Mobiliario y Lo-gística S.L. Con el puesto recién es-trenado hace un recorrido por la historia de Burgos como ciudad in-dustrial de la que asegura «debe ser, por lógica, el centro logístico y empresarial más importante del norte de España».

Pregunta.– El paso de ser una ciu-dad comercial y artesana a un ciu-dad industrial fue enorme.

Respuesta.– Sí, fue el cambio más significativo que ha vivido esta ciu-dad en los últimos cincuenta años y representó realmente el despegue como urbe.

P.– Empresas dedicadas al textil, alimentación y metal fueron pione-ras en la Burgos industrial pero uno de los ‘gérmenes’ fue sin duda Rótu-las Ansa.

R.– Sin ninguna duda alguna, la familia Antolín pasó de tener un pe-

queños taller mecánico a desarrollar-se industrialmente y convertirse en el Grupo Antolín. Hoy, junto con la lamentablemente calcinada Campo-frí, el buque insignia de la industria burgalesa.

P.– Llegamos al momento clave, con la declaración de Burgos como Polo de Desarrollo Industrial .

R.– Tuvimos suerte porque ‘el asunto’ estuvo entre Aranda de Due-ro y Burgos, estuvo reñido aunque fi-nalmente se quedó aquí, nos guste o no, por decisión expresa de Francis-co Franco.

P.– Fueron diez años de máximo esplendor económico para Burgos.

R.– Así es por lo que me han con-tado quienes lo vivieron, y he tenido la suerte de hablar con varios de ellos, fueron años de actividad frené-tica y muy gratificante porque todo lo que se hacía daba frutos. Ojalá tu-viéramos ahora la facilidad de atrac-ción de industria que había en la época.

P.– Fue llegar y besar el santo.

R.– Sí, las empresas tenían mu-chas facilidades con terrenos asequi-bles que les facilitaron su afinamien-to en la capital burgalesa.

P.– Con alguna dificultad se encon-trarían.

R.– Supongo que encontrar mano de obra porque la población era la que era pero fue un asunto que se solventó pronto debido al éxodo ru-ral y la llegada de población de otras ciudades. Además, las infraestructu-ras y las comunicaciones eran las que eran y fueron creciendo y mejo-rando junto con la industria.

P.– ¿Qué implicó ese cambio en Burgos y en los burgaleses?

R.– Se desarrolló como ciudad, véase el barrio de Gamonal. Burgos pasó de tener unas dimensiones re-ducidas a ser una mediana ciudad y no sería tal y como la conocemos si-no se hubiera producido ese creci-miento industrial.

P.– ¿Qué queda de esos 10 años? R.– Lo más importante es que

aproximadamente un 30% de las

empresas que se desarro-llaron durante esos diez años aún siguen vivas. Creo que es una cifra muy buena que hay que celebrar.

P.– Habrá que luchar porque aquí sigan.

R.– Sin duda, Burgos debe ser, por lógica, el centro logís-tico y empresarial más impor-tante del norte de España porque es una ciudad emi-nentemente industrial. Per-der esa identidad supondría un drama.

P.– ¿Qué podemos espe-rar del futuro de Burgos en el ámbito industrial?

R.– Por pura lógica de ciclos deberíamos entrar en crecimiento, aunque será len-to. No hay que olvidar que Burgos no deja de ser atractiva industrialmente y ojalá dentro de 50 años hablemos de un Vi-llalonquéjar V o VI.

Presidente de Asociación de Empresarios del Polígono de Villalonquéjar. El sucesor de Jesús Echevarrieta no duda del «eminente caráter industrial de la ciudad» y asegura que Burgos no sería tal cual la conocemos sin la llegada del Polo Industrial

JORGE VILLAVERDE

«PERDER NUESTRA IDENTIDAD INDUSTRIAL SERÍA UN DRAMA»

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EL CORREO DE BURGOS. LUNES 1 DE DICIEMBRE DE 2014 7

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INDUSTRIA

8 EL CORREO DE BURGOS. LUNES 1 DE DICIEMBRE DE 2014

BURGOS Las viejas máquinas del primer ta-ller del Grupo Antolín, que hoy mi-ra al grafeno. Es uno de los ejem-plos que mejor representa el espí-ritu de la exposición Burgos. Ciudad industrial. 50 años del Polo de Promoción y Desarrollo 1964-2014 que se puede ver en el Fórum Evolución hasta el próximo 7 de enero de 2015.

La muestra, de corte moderno y funcional, permite recorrer lo que

supuso para una ciudad de pro-vincias, doblegada, como toda Es-paña, por una Guerra Civil atroz. La decisión del entonces bando ganador favoreció el futuro de la ciudad siendo Burgos elegida co-mo Polo de Promoción y Desarro-llo. Al albur de esta declaración se empezó a configurar el Burgos que hoy conocemos con indus-trias locales transformadas en empresas internacionales, con factorías nacionales e internacio-

CINCO DÉCADAS CRECIENDO

LA INDUSTRIA MUESTRA SUS 50 AÑOS

Pueden ver las primeras máquinas de industrias hoy punteras, cajas, imágenes y recuerdos de medio siglo del Polo de Promoción y Desarrollo

La exposición analiza desde la época de la manufactura, al desarrollo de talleres y la posterior construcción de los polígonos.

TRES ESPACIOS, TRES PERIODOS

EXPOSICIÓN

nales que eligen Burgos para ins-talarse.

Estas cinco décadas de desarro-llo desde las grandes máquinas a la gran tecnología de hoy en día se resumen en más de 500 fotogra-fías y documentos adjuntos, la mi-tad inéditos, así como 40 docu-mentos históricos originales. A ello hay que sumar un vídeo de más de una hora realizado con material documental. También las empresas de la ciudad han donado 30 objetos, máquinas y productos originales así como cuatro series de planos dinámicos multimedia que resumen toda la muestra. Es-te contenido está acompañado por una estética fun-cional y moderna formada por 5.584 cajas de cartón, el equivalente a me-dia hectárea. Tam-bién hay muebles diseñados, proyec-tores, televisiones, planchas de cartón y tablero DM ... El objetivo es mostrar que «Burgos hoy no sería una ciu-dad media con un perfil cultural, patrimonial, univer-sitario y de servicios como el que tiene de no haber sido por su in-dustria», apuntan desde la organi-zación de la exposición. «El polo cambió la ciudad y en esta exposi-ción se puede ver cómo y porqué sucedió».

La muestra se divide en tres blo-ques principales. Los inicios están centrados en la industria manufac-turera de la ciudad y el impulso in-dustrial que hubo entre 1930 y 1950 con las llegadas de las prime-ras fábricas que cambiaron la base de la artesanía histórica. La ‘Déca-da Prodigiosa’ arrancó en 1964 mostrando los efectos sociales y económicos del fenómeno del Po-lo, la implantación de empresas y las grandes cifras del proceso de construcción de las fábricas. En es-ta segunda parte de la exposición

se habla de las empresas que se instalaron y porqué lo hicieron; qué actividades realizaban y qué efectos so-ciales generaron en la po-blación que creció de forma exponencial. Burgos se convirtió, gracias a este de-sarrollo, en el destino de gran parte del éxodo rural que evitaba la miseria bus-cando otra vida mejor.

La muestra se cierra con la urbanización de los polí-gonos industriales de Ga-monal y de Villalonquéjar, el desmantelamiento de los anti-guos talleres obsoletos, las miles de nuevas fábricas para visitantes. Es una visión del origen del Burgos industrial. Sus barrios, sus indus-

trias. Un proceso lento pero que ha permitido pasar de los talleres a los polígonos. Toda una expresión de fuerza explicada con cajas de car-tón y nuevas tecnologías.

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EL CORREO DE BURGOS. LUNES 1 DE DICIEMBRE DE 2014 9

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INDUSTRIA

10 EL CORREO DE BURGOS. LUNES 1 DE DICIEMBRE DE 2014

DEL AYER Y HOY

TODA UNA VIDA CON LA INDUSTRIA

Personalidades y empresas burgalesas describen sus vidas y valoran la industria con la que han convivido durante cincuenta años

M.GASTÓN OROZCO Cincuenta años es igual a casi me-dio siglo, cinco décadas, diez lus-tros, más de dieciocho mil días, en-tre otros términos y formas de me-dir el tiempo. Son palabras que se tardan poco en decir, pero muchí-simo más en vivir.

Durante estos largos años, los burgalés han convivido con los po-los industriales como si hubieran estado ahí siempre y, quizás, hayan olvidado cómo comenzó todo. José María Peña, Raúl Sierra y los de-más narran sus escasos recuerdos en está página para revivir el espí-

ritu esperanzador de aquella época y plasmarlo en estos tiempos de re-cesión, crisis y pesimismo.

Para la mayoría, las causas de esta revolución industrial en pleno siglo veinte se debió a tres factores principales, que cimentaron la ba-se industrial burgalesa.

Por un lado, la situación geográ-fica tan privilegiada, ya que la pro-vincia limita con siete territorios distintos y está cerca de la capital y de la frontera con Francia. Estos puntos no solo favorecen la expor-

tación de mercancías, sino también aumenta la presencia de la provin-cia a nivel nacional e internacional.

La calidad del agua es otro fac-tor clave y útil para cualquier em-presa. Una zona de abundantes llu-vias, sin problemas de abasteci-miento y con numerosos ríos.

Sin embargo, fue la gran labor de los trabajadores, quienes propi-ciaron este hito económico. Su per-fil de personas trabajadoras atrajo a numerosas empresas a invertir en los terrenos de la capital, que a

su vez estaban abaratados para in-centivar la entrada de nuevas fir-mas y fábricas. Esto ocasionó un éxodo rural y un aumento de la po-blación tan inmenso, que la misma urbe tuvo que cambiar e introducir nuevas infraestructuras para mejo-rar los servicios.

Hablar de cincuenta años de in-dustria es también admitir que ha-ce tantos años Burgos revivió y de-jó de ser una ciudad de corte tradi-cional, a ser el principal exponente de desarrollo industrial en España.

TESTIMONIOS

JOSÉ MARÍA PEÑA

Ex alcalde de Burgos Durante más de diez años, ostentó el cargo público que le convirtió en el hombre que vivió de primera mano el nacimiento de los polos in-dustriales de los que hoy go-za Burgos. Recuerda esa eta-pa con mucho cariño «fue-ron unos años maravillosos, todos aportaban su granito de arena. Cada día me levan-taba pensando qué nueva empresa llegaba a la ciudad». Para Peña, las causas por las

que se produjo esta revolu-ción industrial eran numero-sas. Sin embargo, resalta el precio por el que se vendían los terrenos, como principal factor de este gran impulso económico de la zona, «eran precios de ganga, a cien pe-setas el metro cuadrado, se-senta céntimos de euro de los de ahora. Nadie ponía

pegas para vender. Todos facilitaban el ca-mino», asegura el ex alcalde.

RAÚL SIERRA

Representante de CCOO Sierra era aún muy pequeño cuando las empresas comen-zaron a asentarse. No obs-tante, recuerda como Bridgestone, Antolín o Celo-fán fueron las primeras en llegar, convirtiéndose a la vez en todo un símbolo para la ciudad. Mas, esto era tan so-lo el principio, actualmente la provincia supera la media de industrialización de toda España, ya que son muy numerosas la cantidad de empre-

sas ubicadas en esta tierra. Lo que provocó también que la población, en apenas diez años, doblara su número. «Aquí contamos con una se-rie de industrias muy diversi-ficadas. Esto ha hecho que en crisis anteriores Burgos apenas sufriera golpes o no se viera tan afectada, pues no solo nos dedicamos a un

sector, sino que tocamos muchos ámbitos», comenta el representante de CCOO.

JESÚS DELGADO

Representante de UGTLa mayor parte de la pobla-ción burgalesa no es capaz de recordar su niñez sin la industria que le rodea. Lo mismo le ocurre a Jesús Del-gado, quien comenzó a los catorce años a trabajar en una empresa dedicada a la elaboración de galletas, «la gente iba con ilusión, pues iniciaban una nueva vida en la que su poder adquisitivo crecía constan-temente, algo que en estos días nos parece

casi imposible». Burgos se consolidaba en la comuni-dad de Castilla y León como la provincia con mayor desa-rrollo industrial, con una gran carga de trabajo que se plasmaba en la mejora de los servicios y en la calidad de vida de los trabajadores. Rasgos que corren peligro , según narra el representan-

te, ante las sacudidas de la crisis y que se evitarían con nuevas formas de empleo.

NICOLÁS DULANTO

Antiguo párraco de La AntiguaUna iglesia en el corazón de Gamonal, un edifico dedica-do al culto, a la fe y lugar de encuentro de los primeros obreros. Por aquel entonces, Dulanto regía la Iglesia de La Antigua, un refugio reli-gioso muy inmerso en la vi-da cotidiana de los obreros. «Era gente muy sencilla, pe-ro muy ligada a la Iglesia y a sus citas. Tuve multitud de bodas, bautizos y comuniones», comenta el párroco.

El desarrollo de los polos no solo trajo nuevos puestos de trabajo, sino también diver-sidad. La ciudad pasó de ser un pequeño rincón con tra-diciones de pueblo, a una verdadera capital, grande y con diferentes formas de ver la vida. Apunta Dulanto que «la gente era al principio re-ticente a esas nuevas perso-

nas que venían de otros lugares, pero al fi-nal aceptaron que no eran un mal».

SAINT GOBAIN VICASA

Fábrica de vidrios Una empresa española ubicada dentro de un grupo francés es como se conoce, hoy en día, Sain Gobain Vicasa. Pero fue en mil novecientos sesenta y ocho cuando se fa-bricó la primera botella en pleno polígono industrial, cien por cien burgalés. A su la-do otras empresas vecinas como Gulder (San Miguel) o Patatas Rick (Matutano) iniciaban también su andadura. «La im-plantación del polo supuso un antes y un después, atrajo todo tipo de empresas con-virtiendo la zona en un potente entorno in-dustrial», narra José Díez Nuñez, respon-

sable técnico-comercial de la zona norte y uno de los empleados más veteranos de Vi-casa. Diego Rodríguez, encargado del de-partamento de comunicación, afirma que «hay que apostar por la infraestructura que tiene Burgos y su ubicación, se tienen que establecer exenciones fiscales y subvencio-nes para la implantación de empresas em-prendedoras que busquen nuevas posibili-dades de desarrollo». Según Rodríguez se debe recuperar las empresas que se han perdido con las crisis, porque esto ayuda-rá a generar más empleo.

FRÍAS NUTRICIÓN S.A.

Empresa de lácteosUn grupo empresarial familiar con más de noventa años de historia, toda ella ligada a la provincia y en la que cuenta con tres-cientos trabajadores en su plantilla. Un ejemplo de que no solo hay lugar para las grandes multinacionales en esta zona, sino que las pequeñas y medianas empresas son bienvenidas también en estos grandes polos industriales. En mil novecientos se-tenta y dos, Frías Nutrición S.A. llegó al polígono de Villalonquéjar, en plena ex-pansión del tejido industrial de la ciudad, «era una ubicación interesante desde el

punto de vista logístico. Pero un factor también muy decisivo era el perfil de la gente de aquí: trabajadora y con ganas de hacer las cosas bien, con esfuerzo y res-ponsabilidad. Además, siempre ha habido un apoyo desde la administración para el desarrollo de la industria local», cuenta Pa-blo Frías. La filosofía de esta empresa es la calidad y el esfuerzo, la misma que sus tra-bajadores ejercen día a día en la creación de sus productos, y la misma que se lleva gestando durante años en los polígonos in-dustriales de la ciudad.

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INDUSTRIA

EL CORREO DE BURGOS. LUNES 1 DE DICIEMBRE DE 2014

V. MARTÍN BURGOS Antonio Castro es el presidente de la Asociación de Empresarios del Polí-gono Industrial Gamonal-Villímar-Villayuda-Villafría desde hace diez años y propietario de Leisa S.A. Vi-vió de primera mano «la revolución industrial que experimentó la capi-tal» y asegura que «fue el gran hito de la historia moderna de la ciudad».

Pregunta.– Con la designación de Burgos como Polo de Promoción y Desarrollo Industrial la realidad bur-galesa dio un giro de 180 grados.

Respuesta.– Así es, Burgos era una ciudad manufacturera, sola-mente existían unas pocas factorías como la fábrica de sedas, Alpargatas Ruiz y alguna más moderna como la Real Fábrica de Moneda y Timbre y Cellophane. Era una vida que se cer-nía únicamente sobre el comercio y los talleres artesanos pero lo que realmente movía la economía del ciudad era el orden militar debido a la existencia de un acuartelamiento, por el que aquí vivía una cantidad importante de soldados. No hay que olvidar, además, que la agricultura era indispensable en la época.

P.– Y se produce la aprobación del decreto del nombramiento de Bur-gos como Polo Industrial.

R.– Significó el hito más impor-tante que vivió Burgos en la época moderna. Marcó la ciudad, la cam-bió totalmente y es que en diez años

se triplicó la población y fue el mo-mento en que se generó la construc-ción de gran parte de la ciudad tal y como hoy la conocemos.

P.– Una ‘revolución’ de ese calibre traería alguna complicación a quie-nes decidieron instalar aquí su em-presa.

R.– En lo que se refiere a mano de obra hay que hacer especial hinca-pié en la escuela del Padre Aranbu-ru, que sin quererlo se adelantó a los hechos. Allí ya se formaba en mecá-nica, carpintería y electricidad y sa-lieron buenos profesionales. Bien es

cierto que tuvo que venir mucha gente par cubrir los puestos de tra-bajo, no sólo de la provincia y la co-munidad, sino de toda España.

P.– ¿Y en cuanto al estado de las infraestructuras?

R.– Lo mejor que tenía Burgos es que se encontraba enclavada en un lugar privilegiado. La comunica-ción con la capital nacional se con-seguía con la carretera Madrid-Irún, para ir al norte de España ha-

bía que pasar por aquí y también éramos paso de la carretera de Portugal y acceso a gran parte de la costa mediterránea. No hay que olvidar el ferrocarril, fundamental en la época. Lógicamente esas in-fraestructuras eran un poco preca-rias pero rápidamente se hicieron mejoras importantes.

P.– Centrémonos en el propio po-lígono de Gamonal, la ocupación de los terrenos fue a una velocidad de vértigo.

R.– Efectivamente, fue cuestión de 10 o 15 años. En ese tiempo se implantaron industrias como Nico-lás Correa, Firestone o Matutano. En gran parte gracias a que la explana-ción era muy sencilla porque el te-rreno era muy llano y, además, esta-ba ubicado al amparo de la carrete-ra nacional.

P.– ¿Qué significó para los burga-leses la llegada de la industria?

R.– Lo más destacado es que la in-dustria supuso durante esos 10 ó 15 años de desarrollo el 60% del Pro-ducto Interior Bruto de Burgos debi-do al aumento de puestos de trabajo tanto en la construcción de las pro-pias fábricas como de las viviendas y la mano de obra que luego se e in-corporó a las factorías.

P.– ¿Qué queda de aquellos inicios en la actualidad?

R.– Los últimos datos que tenía-mos es que de las 90 importantes

Presidente de la Asociación de Empresarios del Polígono Industrial Gamonal- Villayuda. Asegura que de las 90 empresas que se ubicaron inicialmente en el polígono aún quedan ‘en pie’ una veintena. Alaba la capacidad industrial de la zona que ha sabido mantenerse gracias a la alternancia

ANTONIO CASTRO

«EL POLO INDUSTRIAL FUE EL HITO MÁS IMPORTANTE DE LA ÉPOCA MODERNA»

empresas que se implantaron en es-te polígono queda una veintena. Lo bueno es que no ha perdido un ápi-ce de su capacidad industrial por-que cuando desaparecía un empresa rápidamente se ocupaba por otra, siempre ha habido alternancia.

P.– Junto al polí-gono creció el ba-rrio de Gamonal. Surgía un nuevo plano de ciudad.

R.– Gamonal

tuvo en aquel momento un desarro-llo importantísimo con una asegura-miento de puestos de trabajo y unos sueldos que permitían que fuera un barrio floreciente. Comercialmente, a nivel de gran consumo, ha sido y

posiblemente siga siendo, la me-jor zona. Sin embargo como conjunto de elementos arqui-tectónicos es el peor ejemplo de ampliación de una ciudad.

P.– ¿Qué necesita hoy en día el polígono para seguir

siendo un núcleo industrial importante?

R.– Hay que adecentar las estructuras, espe-

cialmente viales, aceras y zonas ver-des y esperemos que en breve pueda iniciarse el Plan Director del año 2008.

«DURANTE ESOS AÑOS LA INDUSTRIA SUPONÍA EL 60% DEL PRODUCTO INTERIOR BRUTO BURGALÉS»

ISRAEL L. MURILLO

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