Para el recio llano sería una pérdidainvalorable, la extinción del caimán

del Orinoco, Crocodylus intermedius

Distribución y estado actualLa distribución del caimán o cocodrilo del Orinoco

debió haber ocurrido hace aproximadamente 2 millonesde años en la cuenca del río Orinoco de Venezuela yColombia. La presencia de pobladores humanos aborígenesen la región llanera, de lo que se conozca hasta hoy día,no es de más de 18.000 años y de las razas europeas de

apenas 450 años de nuestra era. Pero el caimán no logrósobrevivir la presencia y presión humana en el 90% desu territorio histórico. Está catalogado según la ConvenciónInternacional sobre el Comercio de Especies de Plantasy Animales Amenazados (CITES) en el Apéndice I, la ListaRoja de la Unión Internacional para la Conservación dela Naturaleza (UICN) lo define como en peligro crítico-

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La coloración del caimán amarillo no lo diferencia como otra especie, inclusive ni es más o menos fiero que el de coloración más oscura

Entrevista: Ernesto O. Boede, M.V., Grupo de Especialista en Cocodrilos de Venezuela (GECV) / Telf.: 0241 822 4503 / Cel.: 0416 242 1266Ernestoboede@gmail.com

en peligro de extinción, esta en veda permanentepor el Ministerio del Ambiente y el Libro Rojo de laFauna Venezolana como especie en peligro. Actual-mente en Venezuela existen sólo dos poblacionesrelativamente grandes que posean suficientes animalescomo para pensar en su permanencia en el tiempo,las de los ríos Cojedes y Capanaparo respectivamente.Se estima que no debe haber más de 1.000 caimanesadultos repartidos por los llanos. Grupos muy reducidosinclusive muy pocos caimanes remanentes y ejemplaresaislados se encuentran todavía en los ríos Caura,Manapire, Orituco, caño Guaritico y lagunas internasdel hato El Frío en Apure, estos último en cambiocon una pequeña y tercera población en aumento,provenientes de las liberaciones del Programa de Críaen Cautiverio (PCC).

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Épocas de abundancia pasadas y que fue lo que ocurrióPrimeras narraciones

Ferdinand Bellermann, naturalista y pintor alemánenviado a estas tierras por el científico teutón Alexandervon Humboldt, remontó en diciembre de 1843 el ríoOrinoco para ir a Angostura (Ciudad Bolívar), en unbergantín a vela de dos mástiles. Impresionado por laamplitud del río, las tupidas selvas del delta, las inmensaslajas de roca granítica, mosquitos, moscas, avispas ypájaros de toda índole. Llegaba a Barrancas, pasando laciudad de Guayana la Vieja con sus fortificaciones (losCastillos de Guayana). En la orilla vio al fin los primeroscaimanes, uno tenía por lo menos 16 pies de largo (enpies ingleses serían 4,87 m), sorprendido pensaba queiban a ser más comunes de lo que había visto hasta ahoraen el bajo Orinoco.

El llanero siempre ha diferenciado al caimán oscuro del amarillo, existiendo al respecto muchas leyendas por su fiereza y peligrosidad

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En Angostura observó en las playas arenosas de la laguna cercana,otra vez caimanes asoleándose, con las fauces abiertas por muchotiempo sin moverse, tenía la impresión de que no podían volver acerrar el hocico. Asombrado estaba también de las cuevas o solapasque hacían en las barrancas del río para esconderse y veranear duranteel inclemente sol del verano (estivación). En el puerto fluvial de laciudad vio también en varias ocasiones un gran caimán nadando entrelos barcos fondeados. De regreso, navegando de madrugada con neblinabaja sobre el río, describió otra vez en la ribera la presencia de varioscaimanes junto a un esqueleto de gran tamaño.

Fray Jacinto de Carvajal en 1648 fue elprimero en describir en Apure al caimán.Veinticuatro años antes de Bellermann y19 años después de Humboldt en 1819,Graves lo identificó y registró finalmentecon el nombre genérico de Crocodylusintermedius, para diferenciarlo de los demáscocodrilos.

En marzo de 1800 emprendía Humboldtsu extraordinario viaje hacia los ríos Apure,Orinoco y caño Casiquiare. Desde los vallesde Aragua emprendieron camino a Calabozoy llanos guariqueños, atravesaron de nochea vado el río Orituco, avistando gran can-tidad de caimanes, la gente le alertabacuidar a su perro gran danés, que no bebieraa orillas del río, ya que estos cocodrilossalían a perseguir los canes en tierra firme.Le sorprendía tal comportamiento, ya queapenas a 27 Km de ahí en el río Tiznados,eran los caimanes más tranquilos y menosagresivos.

En uno de los campamentos en plenasabana, en una improvisada choza pernoc-taron y uno de sus acompañantes, acostadosobre un cuero en el barro seco, sintió enla madrugada gran algarabía y debajo deél volaron los terrones, apareciendo unjoven caimán buscando la sabana. Descri-biría el mismo Humboldt que era un caimánen estado de estivación que se habíaenterrado en el barro, despertándose porla bulla y el olor de los animales de carga.

De las babas Caiman crocodilus, escribi-ría, que eran más escasas y se encontrabansiempre en pequeños charcos y lagunasfuera del alcance de sus primos mayores. Para finales de marzo se encontraba aorillas del río Apure haciendo mediciones,cuando observó a un grupo de toninas quese acercaban. Se sorprendió cuando varioscaimanes abollados en el sitio se escabu-lleron nadando fuera del alcance de losmolestosos cetáceos. Describió cuando enplena época de lluvias, los caballos vadean-do en la sabana inundada comiendo plantasacuáticas, eran atacados por grandes cai-manes, inclusive muchos equinos presen-taban heridas en los flancos por los colmi-llos de los saurios. En abril iniciaba suviaje río abajo vía Arichuna hacia el Orino-co, cuando comenzaban las tormentaseléctricas y las primeras lluvias, creciendoel Apure lentamente. Describiría la zonacomo el territorio de los tigres, caimanesy chigüires. Observaba en las playas decenasde caimanes verdes grisáceos, con muchas

El sigilo, camuflaje, astucia y acecho, tácticas de caza muy eficientes para sobrevivir losmillones de años que tiene sobre la Tierra

Fuera del agua emite también respeto, ya que puede correr muy veloz, pero únicamenteen línea recta y cortas distancias

garzas encima, cuando todavía no habían regre-sado al río los muchos caimanes enterrados enel barro de las sabanas. Opinaba que seguramenteeran todas hembras con algunos pocos machos,ya que los grandes padrotes no permitían lacercanía de otros machos. El alimento de estoscocodrilos eran las grandes manadas de hasta60 chigüires que deambulaban entre los despla-yados caimanes. Estos roedores sabían que elcaimán sólo atacaba dentro del agua, en cambioafuera en lo seco eran atacados por los tigres.Humboldt y su acompañante botánico AiméeBonpland tuvieron la ocasión de medir doscaimanes muertos, uno midió 5,38 m y otro ungran macho 7,22 m.

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Charles Scribneranaco, cacería de cocodrilo, 1868. Fuente:H.C. Francius, 2002

Recolección de huevos para la incubación artificial, en el zoocriaderodel Hato Masaguaral. Promedio de huevos por nidada 47, depen-diendo de la edad y tamaño de la hembra

En Arichuna, acamparon una noche de luna llena cerca de la orilladel río. Muchos caimanes salían y se acostaban a cierta distancia de lasfogatas pero siempre mirando hacia ellos, se comportaban al igual quelos peces, cangrejos, toninas y demás animales acuáticos atraídos porla luz del fuego.

Describiría además el barón, los caimanes en el río Orinoco, entre lasdesembocaduras de los ríos Apure y Arauca. Eran muy grandes, algunosnadaban cerca del bongo, aprovechando las crestas de las olas para echaruna mirada rasante hacia el interior de la embarcación, daban muchorespeto. Coincidió el mes de abril con los nacimientos de los tortuguillosarrau y caimancitos en las extensas islas y bancos de arena del Orinoco.Los aborígenes habían aprovechado la recolecta de los huevos durantelas posturas meses antes, en cambio ahora los tortuguillos que salíande los nidos no saqueados eran depredados por aves de rapiña, garzasy dentro del agua por los caimanes que se daban un festín con los

quelonios. Los caimancitos que tam-bién eclosionaban de sus nidadas, semantenían cerca de las orillas y erandepredados por los zamuros. NarrabaHumboldt, que sabían defenderse yeran guapos, atacando y dando grandessaltos boquiabiertos tratando de mordera los carroñeros con sus pequeños yafilados dientes.

Más al sur de la desembocadura delrío Arauca, era donde Humboldt habíaobservado mayor cantidad de caimanes.Los indios le aseguraban que eran losanimales que venían de las sabanaspor el río Arauca, buscando el granOrinoco. Cerca de la desembocaduradel río Meta observó de nuevo enormescaimanes de siete a ocho metros.

Más arriba de los raudales de Aturesy Maipures, veían muy pocos caimanes,pudiéndose bañar tranquilamente enel río. En los ríos de aguas negras yen el caño Casiquiare ya no habíancocodrilos, veían en cambio algunaspequeñas babas en los ríos afluentesy morichales, eran los caimanes enanosy babos morichaleros Paleosuchus pal-pebrosus y P. trigonatus.

Interesantes son también las cró-nicas de finales del siglo XIX hasta1938 del médico y ganadero apureñoFernando Calzadilla Valdés. Describiría,“que en los ríos apureños era asom-brosa la procreación del cocodrilo”. Seinclinaba a creer que, “existía másabundancia en el Apure relativamenteal Orinoco, no obstante ser este ríomás voluminoso y extenso; probable-mente sería porque la impetuosidadde sus aguas impida la formación demuchos remansos en sus costas, mien-tras corriendo más sosegadas y tran-quilas las de los ríos apureños, searremansan a menudo; además lasriberas del Apure se encuentran máscercanas entre sí para permitirles tras-ladarse rápidamente de la una a laotra, junto con la mayor cantidad deganados y demás animales en las sa-banas apureñas, facilitándoles abun-dante cacería”. Daba el ejemplo de laabundancia de caimanes en el ríoMatiyure que era tal, que en la épocade sequía se tongoneaban en el barrocomo una corronchada, pasaban de uncharco a otro abriendo canales pordonde podía circular el agua estancada.

Crías de caimanes del Orinoco del Programa de Cría en Cautiverio, previo a ser liberadasen el Parque Nacional Aguaro Guariquito

Neonatos de apenas días de nacidos de la incubación artificial, Programa Cría en Cautiverio

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Estaban obligados a alimentarse de los pecesatrapados en las charcas, en el invierno conabundante agua en donde movilizarse cazabansobre todo chigüires y becerros. En el río Apuritocerca de Achaguas en la desembocadura con elMatiyure se les veía flotando en la desembocaduracomo si fueran inmensos troncos. A este apureñoletrado le impresionaba la sabiduría y bellaquezde las caimanas, conocían matemáticamente a quealtura y distancia del agua debían poner sus huevos,arriba en la barranca arenosa a cierta distancia yno muy lejos del agua, para que las primerascrecidas de abril y mayo no inundaran sus nidos,y para que sus pimpollos también llegasen rápida-mente y seguros al río. También relataba, lainteligencia y capacidad de los caimancitos, quenacían ya sabiéndose alimentar por si solos,defendiéndose reciamente también ante el enemigo,el depredador.

Personalmente recuerdo los cuentos de mi madreque nació en Ciudad Bolívar en 1919, que en unasfiestas patronales en el pueblo de Soledad, losmuchachos recogieron gran cantidad de caimancitosrecién salidos de sus nidos y los echaron en laplaza Bolívar, en pleno baile, las risas y gritos nose dejaron esperar cuando las mujeres con susfaldas hasta los tobillos zapateaban histéricamente.

Entre 1977 a 1978 realizó la Fundación para laDefensa de la Naturaleza (FUDENA) un censo dela población remanente del caimán por toda lageografía venezolana, conociéndose de esta maneracuántos quedaban y en queé lugares. Los resultadosfueron contundentes y deprimentes, el gran ríoque le dio el nombre al caimán del Orinoco ya nocontaba con ni un individuo, además los otroraríos preferidos y con grandes poblaciones de estossaurios como el Apure, Arauca y Meta quedarontambién vacíos. Los trabajos de cacería, explotacióncomercial y extinción de comienzos y mediadosdel siglo XX se ejecutaron con una precisión yeficiencia nunca antes vista en Venezuela, Colombiainclusive fue más eficiente que nosotros, acabaroncon su cocodrilo o caimán llanero, dejandoúnicamente 27 ejemplares repartidos en los llanosdel Vichada, Meta, Casanare y Arauca.

Peligrosidad y problemas con el humanoMuchos de los cuentos de su ferocidad fueron

exagerados por la imaginación popular, a pesar deque era y es un animal peligroso. Sin embargo, escierto que causaron muchas muertes sobre todode aquellos que se acercaban sin precaución a lasorillas y del descuido de los habitantes ribereños.Los relatos de Humboldt, Bellermann y CalzadillaValdés, en la época en que los caimanes pululabanen abundancia son contundentes al respecto.

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Sobre todo eran atacadas las lavanderas quelavaban la ropa junto al río, que por descuido oconfianza, no lavaban detrás de un corral de paloscolocado a una distancia prudencial. Los bonguerosal amarrar sus embarcaciones, tampoco faltabanlos que con los efectos del aguardiente se enva-lentonaban perdiendo el respecto del peligro quelos acechaba. Pero el relato de Humboldt enAngostura pienso que es uno de los más emble-máticos al respecto. Se encontraba el científicopintando y observando el sitio en la lagunaadyacente al Orinoco y a la ciudad, en dondeestaban amarradas una al lado de la otra, grancantidad de piraguas y bongos. Un indio se acercópara desamarrar la suya, parado dentro del aguahasta las rodillas, de pronto un inmenso caimánescondido debajo de los bongos lo agarro por unapierna y se lo llevó, todo ocurrió en un abrir ycerrar de ojos. Caimán cebado y bellaco al fin,escondido debajo los bongos y piraguas, sabíaque lo único que debía hacer era esperar a unincauto.

En las sabanas inundadas tenían azotadas sobretodo a las vacas y yeguas paridas, en sitios cercanosa poblados, a los perros y cochinos que se acer-caban a la orilla a beber.

Cacería y explotación comercialEscribiría Calzadilla Valdés, que fueron unos americanos

por el año de 1894 los iniciadores de la industria depieles de caimán en Apure. Los mataban a tiros o denoche se acercaban con precaución para asestarles uncertero hachazo por la nuca o entre los morrillos de losojos. Este método ahuyentaba a los demás caimanes,además que les salía costosa la cacería por la grancantidad de animales que se perdían al flotar mal heridosrío abajo y ser comidos por los caribes. De esta maneraa los dos años quedó paralizada y olvidada la prometedoraindustria.

En 1920 comenzó de nuevo el interés por la explotacióndel caimán, ya que la industria peletera francesa seespecializaba en la marroquinería y la curtiembre de finaspieles, al que lamentablemente clasificaba muy biennuestro cocodrilo. Desde 1920 hasta 1960 duró la matanzay exportación hacia Europa del caimán del Orinoco, quemutaba en esos lares a finos zapatos, carteras, correas,maletines y maletas. El centro de acopio de esta actividadcomercial fue San Fernando de Apure, de ahí que loshermanos Barbarito construyeran un palacio florentinoa orillas del río Apure.

Se organizaban las expediciones que conducían alugares conocidos y estudiados de antemano. Consistíande grandes bongos con sal para las pieles, utensilios y

Reintroducidos de donde habían sido extinguidos localmente, en una madre vieja del río Portuguesa en El Refugio de Fauna Esteros de Camaguán,Guárico. Pienso, que se ven felices de poder vivir la libertad de sus antepasados

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el bastimento de panelas de papelón, café, cazabe, quesoy carne salada para los días a permanecer en dondeestablecían las rancherías. Utensilios indispensables paralas cacerías nocturnas eran las piraguas, canaletes,arpones, potentes linternas y mecates. En las piraguas,apropiadas por ser más pequeñas y ligeras, viajaban enla popa el canaletero, en la proa el arponero con el arpónen la mano derecha y una linterna en la izquierda y enel medio un ayudante de gran utilidad en el precisomomento de la brega para rematar al caimán arponeado.Miles de caimanes también fueron capturados directamenteen sus cuevas o solapas veraniegas. Apenas en cuatroaños se habían exportado alrededor de 900.000 pieles!En el ocaso de aquella atroz explotación irracional comenzóa escasear el recurso. La desmedida ambición, avaricia,especulación y monopolio, dejaron a los muy mermadoscaimanes al fin tranquilos. Los taimados cocodrilostomaron partido de escabullirse a zonas más solitariasy distantes en busca de mayor seguridad y tranquilidad.Caimanes y caimaneros se ahuyentaron pues.

Programa de conservación del caimán del orinocoEn las últimas tres décadas se ha efectuado un intenso

trabajo de conservación, con tres aspectos fundamentales:estudios detallados sobre su estado poblacional y suecología, puesta en marcha de un programa de restauracióny reforzamiento poblacional en diversas localidadesllaneras, con el PCC y la declaratoria de un área naturalprotegida diseñada principalmente para su conservación.No obstante del esfuerzo realizado, su situación enVenezuela y Colombia sigue siendo crítica y preocupante,en el caso que las presiones humanas no puedan seraminoradas o detenidas. En los seisz zoocriaderos delPrograma de Conservación, tres de ellos ubicados yadministrados por hatos ganaderos tales como, el hatoMasaguaral y la Agropecuaria Puerto Miranda ambos enGuarico y el hato El Frío en Apure. Los otros tres zoocria-deros están ubicados en la Universidad Experimental deLos Llanos Ezequiel Zamora (UNELLEZ), Guanare, en laEstación Experimental Amazonas de la Fundación para elDesarrollo de las Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales(FUDECI) y en la Estación Biológica de Rancho Grande-MARN, Maracay. Se levantan anualmente alrededor de600 caimancitos, la gran mayoría de ellos nacieron ahímismo, por medio de la incubación artificial de huevosde las nidadas de caimanes reproductores, que se mantienencomo pie de cría. También otras crías son recolectadasen los ríos Manapire y Cojedes respectivamente. Lafinalidad de este trabajo es, contribuir con otros programaspara evitar su extinción a través del aumento de lasupervivencia de neonatos, y la cría en cautiverio por unaño para luego liberarlos al medio natural, con tamañosde por lo menos 80 cm. Esto incrementa la probabilidadde llegar a adultos, ya que por su mayor tamaño en laliberación, son menos propensos a ser depredados. Enlos últimos 18 años se han liberado alrededor de 6.350crías procedentes de los zoocriaderos, en hatos ganaderos

Trabajos en el zoocriadero del hato Masaguaral. Después de habersecriado por un año son seleccionados, revisados, sexados y registrados,con la finalidad de liberar caimanes aptos a las condiciones silvestresa que serán expuestos

En la redoma de la fuente y pedestal del Negro Primero en la entradade San Fernando de Apure, se le hace reconocimiento histórico alcaimán del Orinoco como emblema y cultura del recio Llano venezolano

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conservacionistas, parques nacionales y reservas de fauna,específicamente en los ríos Cinaruco, Capanaparo, Orinoco,Cojedes, Portuguesa, Orituco, Manapire, Matiyure, Aguaroy en el caño Guaritico afluente del río Apure.

Salvar al caimán del Orinoco, se traducirá en garantizarla conservación de la riqueza biológica, cultural y pai-sajística del Llano venezolano (Cecilia Blohm, hatoMasaguaral, 1993).