calavera

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Libro de microficciones de M. F. Wlathe

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Page 1: CALAVERA
Page 2: CALAVERA
Page 3: CALAVERA

CALAVERA

M. F. Wlathe

Page 4: CALAVERA

CALAVERA

Primera edición

M. F. Wlathe

http://wlathe.blogspot.mx/

https://www.facebook.com/mfwlathe

https://twitter.com/Wlathe

México, D. F. 2013

Esta obra está sujeta a la licencia Reconocimiento-

NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported de Creative

Commons. Para ver una copia de esta licencia, visite

http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/.

Page 5: CALAVERA

Prefacio 7

CALAVERA 9

Agradecimientos 101

Sobre el autor 102

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Page 7: CALAVERA

A mis muertos

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Page 9: CALAVERA

Prefacio Este libro es producto de mi curiosidad, el resultado

imperfecto de un primer experimento. Ansioso por

adentrarme en tres mundos distintos y, al menos para

mí, casi desconocidos: la microficción, la

autopublicación digital y el libro objeto, decidí crear un

proyecto que los conjuntara. CALAVERA es mi primera

expedición en cada uno de esos mundos donde, como

era de esperarse, encontré muchos más retos de los que

pude anticipar. También hallé grandes satisfacciones y

excelentes compañeros de viaje, a los cuales agradezco

infinitamente, pues sin ellos jamás habría podido

concluir este proyecto. Por último, espero que usted,

lector, encuentre en este libro alguna palabra, frase o

imagen que también lo haga viajar.

M. F. W.

Page 10: CALAVERA
Page 11: CALAVERA

9

El fantasma de mi abuela me arropa y me arrulla con

amor, pero temo que si me duermo no volveré a

despertar.

Page 12: CALAVERA

10

Desde que la vi con otro, para mí ella se volvió un

fantasma; aunque el muerto hubiera sido yo.

Page 13: CALAVERA

11

—Vamos, hijita. Hoy es el día que nos toca estar juntos

—dijo el papá.

La niña miró el calendario para recordar cuál de los dos

era el muerto.

Page 14: CALAVERA

12

Recordó que su compadre era abstemio cuando al

brindar por los viejos tiempos arrojó un trago a la tierra

del panteón y la tierra jamás lo absorbió.

Page 15: CALAVERA

13

La Catrina se enamoró de mi radiografía.

Page 16: CALAVERA

14

Las flores que deja en el panteón amanecen rotas frente

a su puerta desde aquel día en que se equivocó de tumba.

Page 17: CALAVERA

15

Su mamá revisó el ropero y debajo de la cama en busca

de fantasmas. El niño miró a través de ella y sonrió.

Page 18: CALAVERA

16

–Señor, ¿me da mi calaverita?

El hombre arrancó la calavera del tzompantli y se la

entregó a la niña.

Page 19: CALAVERA

17

Primero las atraía a su casa con dulces, luego con

caminos de cempasúchil.

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18

En el espejo sólo veo una calavera.

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19

Le susurré: ¡Morena linda! Y la calavera de azúcar sonrió.

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20

El abuelo cenó tranquilo con la familia; sin embargo, se

alteró al ver su foto en el altar.

Page 23: CALAVERA

21

Ella era un hombre con calavera de mujer.

Page 24: CALAVERA

22

Aunque estaban vivos, enterramos a sus hijos con él para

que no tuviera por qué regresar.

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23

Hace un año sembré el cráneo de mi madre en el jardín;

hoy, docenas de hermanos cuelgan del árbol que creció.

Page 26: CALAVERA

24

La Catrina tiene los huesos negros y el interior de

colores.

Page 27: CALAVERA

25

Sigues tan bella como siempre, dijo al besar la calavera

de su esposa.

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26

Entre esqueletos, el tamaño del fémur sí importa.

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27

Era delgada y muy blanca, tenía la voz profunda, una

gran sonrisa, cuencas vacías y un collar de flores.

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28

Trató de engañar a la muerte bailando, pero nadie puede

bailar para siempre.

Page 31: CALAVERA

29

Un par de gusanos resbalaron por las cuencas de la

calavera cuando se dio cuenta de que nadie vendría a

visitarla.

Page 32: CALAVERA

30

Convertí a mi musa en una novela, forrada con su piel y

decorada con sus huesos.

Page 33: CALAVERA

31

A nadie le extrañó que a su calavera le crecieran cuernos.

Page 34: CALAVERA

32

Los fantasmas cambian de calavera como los cangrejos

ermitaños de concha.

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33

El cirujano plástico le mostró diferentes cráneos de

bebé; la Catrina eligió los de tamaño medio para sus

implantes de pecho.

Page 36: CALAVERA

34

Ella estaba feliz de haber encontrado a un hombre tan

trasparente que no se dio cuenta de que era un fantasma.

Page 37: CALAVERA

35

Mi esqueleto de cristal se estrelló contra su corazón de

piedra.

Page 38: CALAVERA

36

Fui a que me leyeran los huesos, pero no soporté el

dolor cuando cambiaron de página.

Page 39: CALAVERA

37

Ella puso un altar en la sala y me dijo que esa noche

conocería a mis suegros.

Page 40: CALAVERA

38

Al otro lado de la Luna los cráteres dibujan una calavera.

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39

Tragó el gusano del mezcal consciente de que sus

hermanos vendrían a vengarlo.

Page 42: CALAVERA

40

—¿Por qué limpias la cripta si tu familia nunca viene de

visita?

—Porque este año pienso ir a traerlos.

Page 43: CALAVERA

41

Descubrí que siempre estuvo tras mis huesos cuando

exhumó mi cadáver.

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42

Entre los muertos, los gusanos siguen siendo la mejor

forma de perder peso.

Page 45: CALAVERA

43

Nunca pudo sacarla a bailar, debido a su temor de que lo

arrestaran por profanar tumbas.

Page 46: CALAVERA

44

En el porno entre esqueletos uno nunca sabe si queda

poco o mucho a la imaginación.

Page 47: CALAVERA

45

Preocupada por su alimentación, la joven madre puso un

tazón de verduras en la ofrenda de sus hijos.

Page 48: CALAVERA

46

Los profanadores sólo encontraron palabras en la vieja

tumba del escritor.

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47

La culpa es un gusano que carcome los huesos de los

vivos.

Page 50: CALAVERA

48

Cada año es más difícil proveer la comida para la

ofrenda de mi tío caníbal.

Page 51: CALAVERA

49

Entre sus huesos encontré tu nombre, me pregunto qué

hallaré entre los tuyos.

Page 52: CALAVERA

50

En medio de una creciente pila de cráneos, los

decapitados buscan sus cabezas para que sus familiares

puedan reconocerlos.

Page 53: CALAVERA

51

La gente puso flores a su paso y le ofreció comida,

entonces supo que había muerto porque en vida nunca

nadie lo trató así.

Page 54: CALAVERA

52

Las calacas hacen el amor hasta volverse polvo.

Page 55: CALAVERA

53

El día evaporó sus huesos y por la noche me llovieron

sus recuerdos.

Page 56: CALAVERA

54

Cuando me dijo que me haría una calaverita, no pensé

que me arrojaría ácido en la cara.

Page 57: CALAVERA

55

—Voy a sacar a pasear a los niños.

—Está bien, pero no olvides volver a enterrarlos.

Page 58: CALAVERA

56

Cada flor de cempasúchil es un alma que intenta

regresar.

Page 59: CALAVERA

57

De sus huesos salía una música conmovedora, una

música que parecía llorar.

Page 60: CALAVERA

58

Bailé sobre la tumba sin percatarme de que en la lápida

estaba escrito mi nombre.

Page 61: CALAVERA

59

Muy tarde descubrí que entre sus huesos la Catrina no

tiene corazón.

Page 62: CALAVERA

60

Las calaveras de bebé son de chocolate.

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61

Arrojé las cenizas de mi mujer al aire y se quedaron

flotando sobre mi cabeza, como una nube negra.

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62

La enterré en la playa para que el mar la cobijara.

Page 65: CALAVERA

63

Recordó seguir el plan: esconder la evidencia y enterrar

el cuerpo; lo único que olvidó fue primero matarla.

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64

Su biblioteca estaba llena de cráneos porque prefería

pasar más tiempo con los autores que con sus libros.

Page 67: CALAVERA

65

Siempre creyó que moriría cuando ella lo dejara; sin

embargo, lo único que murió fue su sonrisa.

Page 68: CALAVERA

66

Después de hacerle el amor le quité la máscara de látex y

descubrí con horror que sólo había una calavera.

Page 69: CALAVERA

67

No falla, se quejó la muerte, siempre que hay más trabajo

viene alguien y se suicida.

Page 70: CALAVERA

68

El panadero atribuía el éxito de sus panes de muerto a

que tomaba de forma literal el nombre de estos.

Page 71: CALAVERA

69

La Catrina tiene tobillos de mármol y un caminar

asesino.

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70

No fue fácil decapitar a su actriz favorita, pero valió la

pena. Su colección de cráneos por fin estaba completa.

Page 73: CALAVERA

71

Su canto saca a los muertos de sus tumbas y despierta los

fantasmas que habitan en mí.

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72

El pueblo enojado enterró vivos a sus políticos en las

cenizas de sus muertos.

Page 75: CALAVERA

73

¿Cómo olvidarla si su fantasma me visita todas las

noches?

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74

Aunque se disparó en la cabeza, siempre la imagino

saltando de una ventana. Una ventana que se abrió

cuando todas las puertas se cerraron.

Page 77: CALAVERA

75

Algunas veces la carroza de la muerte luce igual a una

patrulla.

Page 78: CALAVERA

76

Al amanecer todos tenían su nombre escrito en la frente,

pero ninguno despertó.

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77

Recibir un beso de ella cada noche lo seguía

reconfortando, no importaba que hubiese muerto hace

años.

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78

—No quiero morir —dijo mientras se desangraba entre

mis brazos. Me conmovió tanto que, por un momento,

olvidé que yo era la muerte.

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79

Convertí su belleza escultural en mi propio mausoleo.

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80

Le extraje los huesos porque ella siempre dijo que lo de

adentro era lo más importante.

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81

Para los muertos las flores brillan más que las velas.

Page 84: CALAVERA

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Cansados de verlo cada año, la familia le dejó un camino

de flores que volvía a la tumba.

Page 85: CALAVERA

83

Después de pasar tanto tiempo acostado quiso estirar sus

huesos, pero los tenía hechos polvo.

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84

Abrí su cuerpo buscando flores.

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85

Hoy, por fin, vas a conocer a tu hermanito. Dijo mi papá

mientras desenterraba el cadáver.

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86

Esa noche descubrió con horror que la Catrina tenía

tentáculos.

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87

Bailo en colores que se derriten mientras la muerte me

invita otra pastilla.

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88

Sólo cuando se portaban bien, el sepulturero dejaba a sus

hijos buscar tesoros entre las cajas que había enterrado.

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89

Su temor hacia los esqueletos lo obligó a extraerse los

huesos que había en él.

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90

Hice una fogata con sus huesos para sentir de nuevo su

calor.

Page 93: CALAVERA

91

Percibí en mi casa el aroma de las flores bajo las cuales la

enterré y supe que jamás me perdonaría.

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92

La Catrina es un pulque blanco vestido de curados.

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93

Al verse convertido en esqueleto, quiso pellizcarse para

saber si soñaba, pero no encontró dónde.

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94

Sus huesos se aferraron a la tierra, su alma al cielo y sus

recuerdos a mí.

Page 97: CALAVERA

95

Cada año amanece en el bote de basura la comida del

altar a la niña que murió de anorexia.

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96

Quien se come la última pieza de pan de muerto siempre

es el primero en fallecer.

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97

Pese al dolor de no haber comido en días, el vagabundo

mantuvo intacta su única hogaza de pan sobre su altar de

cartón.

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En un país de muertos a los vivos se les pone ofrenda.

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99

Atormentado por su fantasma, finalmente, decidí

enterrarla.

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Agradecimientos

Debo empezar por mi mamá, mi abuelita y mi hermana

quienes me apoyan de forma incondicional en todos mis

proyectos. Mi mamá incluso me ayudó a pintar y

barnizar las calaveras artesanales. También, toda mi

gratitud para Miguel Lupián, director de Penumbria, por

revisar, corregir y pulir mis borradores, ayudarme en la

difusión y por sus muchas ideas y consejos. Del mismo

modo, mi más sincero reconocimiento a aquellas

personas que no pararon de animarme y demostraron un

honesto interés por mi trabajo, en especial a Gabriela G.

Palapa, Rebeca Martínez, Consuelo Guerrero y Katnira

Bello.

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Sobre el autor

Mariano F. Wlathe nació en la Ciudad de México en

1986, estudió Ciencias de la Comunicación en la UNAM

y ha publicado cuentos en diferentes antologías y

revistas.

Wlathe

mfwlathe Wlathe

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CALAVERA

de M. F. Wlathe

se terminó en la Ciudad de México

en septiembre de 2013.

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