capitulo 3

11
Lloyd y Wilma Mendoza de Mann El Discipulado, Transferencia de Vida 1 Hace varios años me interesé en la fotografía. Me compré una buena cámara de 35mm, leí algunos libritos sobre cómo sacar buenas fotografías y comencé mi «carrera» de fotógrafo. Los resultados me animaron, Después de hablar con un amigo fotógrafo periodístico, decidí que la satisfacción de ser fotógrafo no se limitaba a tomar buenas fotografías sino que incluía el revelado, y la impresión de mis fotos de tal manera que yo pudiera controlar aún mejor el resultado final. Invertí una buena cantidad de dinero en equipo para un cuarto oscuro solo para descubrir que no basta saber algo sobre tomar fotografías y tener una idea del producto final que uno quiere. Hace falta comprender todo el proceso: la toma, el revelados de la película, el pape , los químicos, el impacto de la temperatura ambiental del cuarto oscuro y de los químicos, el uso de la amplificadora, la secada, el montaje y la presentación de la exhibición final. Descubrí que una buena fotografía no es algo que sucede, sino todo un proceso que ha que comprendedor y saber manejar. Lo mismo ocurre con hacer discípulos. No es suficiente saber algo sobre trabajar con un nuevo creyente y saber el tipo de persona que quisiera tener en su iglesia. El discipulado es un proceso y hay que comprender el proceso entero y saber trabajar en cada etapa para lograr el resultado desead o a l f i n a l d e invertir horas y horas de su vida en otra persona. Una descripción de las diferentes etapas en el discipulado y un resumen breve de todo el proceso de hacer discípulos me ayudo muchísimo a saber más sobre cómo hacer este trabajo. En el material que sigue estaremos hablando de las etapas y del proceso que se sigue al llevar a una personas por estas etapas, de actitudes claves que uno busca en personas con quienes se trabaja y compromisos esperados de ellos al ir avanzando en su discipulado. En el próximo capítulo hablaremos de un perfil de personas en cada etapa y cómo se logra este perfil. Debo mucho de mi comprensión de este proceso a personas como LeRoy Eimis, conocido escritor en el campo de hacer discípulos, y Max Barnett y otros del equipo del Centro Estudiantil Bautista junto a la Universidad de Oklahoma. Pero para no crear confusión en cuanto a una terminología ya conocida por muchos pastores y líderes cristianos, en buena parte utilizaré los términos que Avery Willis usa en “El Maestro Constructor” de El Plan Maestro. Los lectores que han participado en un grupo de El Plan Maestro quizás querrán referirse a esta presentación para una representación visual de los conceptos presentados de aquí en adelante.

Upload: ariel-alcibiades-medina-mesas

Post on 27-Jan-2016

217 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

discipulado

TRANSCRIPT

Page 1: Capitulo 3

Lloyd y Wilma Mendoza de Mann

El Discipulado, Transferencia de Vida 1

Hace varios años me interesé en la fotografía. Me compré una buena cámara de 35mm, leí algunos libritos sobre cómo sacar buenas fotografías y comencé mi «carrera» de fotógrafo. Los resultados me animaron, Después de hablar con un amigo fotógrafo periodístico, decidí que la satisfacción de ser fotógrafo no se limitaba a tomar buenas fotografías sino que incluía el revelado, y la impresión de mis fotos de tal manera que yo pudiera controlar aún mejor el resultado final. Invertí una buena cantidad de dinero en equipo para un cuarto oscuro solo para descubrir que no basta saber algo sobre tomar fotografías y tener una idea del producto final que uno quiere. Hace falta comprender todo el proceso:

la toma,

el revelados de la película,

el pape ,

los químicos,

el impacto de la temperatura ambiental del cuarto oscuro y de los químicos,

el uso de la amplificadora,

la secada,

el montaje

y la presentación de la exhibición final. Descubrí que una buena fotografía no es algo que sucede, sino todo un proceso que ha que comprendedor y saber manejar. Lo mismo ocurre con hacer discípulos. No es suficiente saber algo sobre trabajar con un nuevo creyente y saber el tipo de persona que quisiera tener en su iglesia. El discipulado es un proceso y hay que comprender el proceso entero y saber trabajar en cada etapa para lograr el resultado deseado al f inal de invert ir horas y horas de su vida en otra persona. Una descripción de las diferentes etapas en el discipulado y un resumen breve de todo el proceso de hacer discípulos me ayudo muchísimo a saber más sobre cómo hacer este trabajo. En el material que sigue estaremos hablando de las etapas y del proceso que se sigue al llevar a una

personas por estas etapas, de actitudes claves que uno busca en personas con quienes se

trabaja y compromisos esperados de ellos al ir avanzando en su discipulado. En el próximo

capítulo hablaremos de un perfil de personas en cada etapa y cómo se logra este perfil. Debo mucho de mi comprensión de este proceso a personas como LeRoy Eimis, conocido escritor en el campo de hacer discípulos, y Max Barnett y otros del equipo del Centro Estudiantil Bautista junto a la Universidad de Oklahoma. Pero para no c re a r c o n f u s i ó n e n c u a n t o a u n a t e r m i n o l o g í a y a c o n o c i d a p o r muchos pastores y líderes cristianos, en buena parte utilizaré los términos que Avery Willis usa en “El Maestro Constructor” de El Plan Maestro. Los lectores que han participado en un grupo de El Plan Maestro quizás querrán referirse a esta presentación para una representación visual de los conceptos presentados de aquí en adelante.

Page 2: Capitulo 3

Lloyd y Wilma Mendoza de Mann

El Discipulado, Transferencia de Vida 2

Cuando uno habla del crecimiento físico desde la infancia a la vejez, ayuda identificar varias etapas de desarrollo:

la infancia

la niñez,

la adolescencia,

la juventud,

la adultez,

etc. Pero aún los mejores psicólogos tendrían dificultad en marcar claramente cuándo una etapa termina y la próxima comienza.

El desarrollo es un flujo continuo, un solo proceso. Pero para asuntos de análisis y proyección de trabajo con personas, ayuda dividir este proceso en etapas. Encontramos el mismo caso al hablar del desarrollo espiritual. No es posible marcar concretamente el fin de una etapa y el comienzo de la otra. Es un solo proceso de desarrollo. Pero para Asuntos de comprender mejor las diferentes fases del crecimiento dividiremos el proceso en cinco etapas.

Como ya hemos indicado en el primer capítulo, la primera etapa del proceso de hacer discípulos es un evangelismo efectivo (contenido correcto y presentación correcta del evangelio). Tanto en iglesias como en nuestra obra estudiantil se ha descubierto que cerca del 80 al 85% de las personas que aceptan a Cristo empiezan en el camino hacia Cristo por mello de un amigo o un familiar. Así que en la mayoría de los casos el primer “compromiso” que hemos de conseguir en la otra persona es el de la amistad. Se ha de cultivar la amistad de las personas a quienes queremos llevar a la fe en Cristo. Si una persona llega a ser nuestro amigo la probabilidad de que se sienta atraída a Cristo es mucho mayor (suponiendo que nuestra relación con Crispo es vital creciente). Tomo por un hecho que los lectores de este libro comprenden el significado del evangelismo. No voy a entrar en un análisis de ello. Ya que hemos hablado un poco en el capítulo 1 sobre el tipo de evangelismo que lleva a la producción de discípulos, no voy a repetir ideas ya expuestas. Nuestro papel en esta etapa es, además de ser amigos, el de un testigo. Estamos buscando personas abiertas al evangelio. Queremos que desarrollen…

una actitud favorable hacia Cristo y una actitud negativa hacia pecado.

Al testificarle a nuestro amigo, convivir con él, servirle y ayudarlo en sus necesidades, y estudiar la biblia junto con él, estamos tratando de que llegue a un nuevo compromiso; aceptar el señorío de Cristo. Esa decisión de invitar a Cristo a entrar en su vida como su Salvador y Señor es quizás la única línea bien definida que marca el paso de una etapa a otra etapa en todo el proceso del crecimiento espiritual. Al tomar esta decisión, pasa de ser un no-creyente a ser una criatura espiritual, o un nuevo creyente.

Page 3: Capitulo 3

Lloyd y Wilma Mendoza de Mann

El Discipulado, Transferencia de Vida 3

Una vez que una persona acepta a Cristo como su Salvador y Señor (ha nacido de nuevo), la tarea que nos espera es la de conservar el fruto de nuestro evangelismo. Hemos de ayudarlo a empezar el proceso de crecimiento que con la ayuda de Dios, seguirá por el resto de su vida. El propósito de nuestro trabajo en esta etapa es lograr que el nuevo creyente llegue a ser un cristiano creciente en vez de un “calentador de bancas” en la iglesia. La triste realidad en muchas de nuestras iglesias es que el nuevo creyente crece poco en los años después de la transformación inicial al aceptar a Cristo. Para

evitar este estancamiento, debemos asumir el papel de un padre espiritual que hace todo a su

alcance para asegurarse de que el nuevo creyente aprenda…

a alimentarse y defenderse de los ataques de Satanás.

Puesto que nuestro propósito central es el de lograr el comienzo del crecimiento, constantemente se

hace cosas con el nuevo creyente que propicien el crecimiento. Oramos por él y hablamos con

él para que desarrolle un hombre espiritual. Lo ponemos en contacto con otros que muestran esta actitud de hambre espiritual…

para que tenga modelos a quienes imitar y para que lo que le estamos diciendo sea reforzado por el ejemplo de otros.

Trabajamos con él para que esté deseoso de aceptar un nuevo compromiso; un compromiso de ser discipulado. Por desgracia, no todos los nuevos creyentes, ni aún todos los cristianos crecientes están dispuestos a abrir sus vidas al punto de ser discipulado por otro. Algunos se contentan con cierto crecimiento, pero un discipulado completo va más allá de lo que muchos están dispuestos a aceptar.

Aunque en un sentido todo lo que se hace con un cristiano menos maduro puede llamarse “discipular, prefiero llamar la tarea de esta etapa, “entrenamiento en el discipulado” porque es durante esta etapa cuando las cualidades y las disciplinas básicas a la vida como discípulo, y a todo el resto del proceso de desarrollo, se incorporan en la vida del discípulo. Aquí es donde se solidifican las disciplinas espirituales que empezamos a integrar en su vida en la etapa de La conservación y se ponen las bases del ministerio que tendrá más adelante. Hemos de ir transformando nuestro papel en la relación con el discípulo de un padre espiritual al papel de un siervo a medida que le servimos en sus necesidades. Hacer discípulos no es enseñorearse sobre otro, demandando que acepte nuestras creencias y que alinee su vida con nuestras instrucciones. Nuestro papel es servirle, ayudándolo a que aplique las enseñanzas bíblicas a su propia vida, no que las apliquemos por él. El discípulo es un siervo y todo el resto de su vida vivida en servicio a otros. Nosotros, los que estamos discipulándolos a ellos, tenemos que poner el ejemplo al servir a los que estamos discipulando. Nunca debemos caer en la trampa de construir pequeños reinos en los cuales los que estamos nos sirven a nosotros. La actitud que queremos fomentar en las personas con quienes trabajamos en esta etapa es el deseo de crecer. Al final de esta etapa queremos ver una madurez relativa en la vida de los discípulos. Pero una persona más o menos madura, que no esté ministrando, difícilmente, se puede llamar un discípulo. Por esto durante esta etapa se estudian los dones espirituales y se ayuda al discípulo a discernir cuáles son sus dones. Se estudian posibles formas en que estos dones pueden usarse en el ministerio amplio de la iglesia.

Page 4: Capitulo 3

Lloyd y Wilma Mendoza de Mann

El Discipulado, Transferencia de Vida 4

Al final de esta etapa es de esperar que cada discípulo empiece a ministrar en alguna forma. No todos empezarán a discipular a otros en la misma forma en que nosotros los hemos discipulado a ellos. Los dones de algunos los llevarán a ministerios de servicio o de administración o de ayuda a otros en sus ministerios. El hecho de que nuestro análisis continúa y describe otras etapas de desarrollo no quiere decir que los que empiezan su ministerio aquí y no signen a otras etapas no son tan espirituales y tan importantes como los que si avanzan a las siguientes etapas de desarrollo. Los primeros siguen en su relación con el Señor y siguen preparándose para el campo de su ministerio. En el discipulado no existe una Jerarquía en que unos son más importantes que otros. Todos son siervos los unos de los otros. En un cuerpo, como nos clarifica el apóstol Pablo, un miembro no puede jactarse de ser más importante que otro. Sólo existen diferencias de función, no de importancia. Algunos de los que discipulamos mostrarán dones, cua l i d a d e s d e l i d e r a z g o . S e r á n p e r s o n a s c a p a c e s d e e n s e ñ a r a otros, capaces de reproducirse en otros el mismo crecimiento espiritual que ellos han experimentado. Al hablar de estas personas no qu isiera crear la impresión de que no todos los creyentes deben enseñar a otros, o que el evangelismo es para unos po cos, o que ayudar a otros en su crecimiento espiritual es sólo para un pequeño grupo. Si entiendo bien las Escrituras,…

todo creyente debe evangelizar.

Todo creyente debe enseñar lo que sabe a otros.

Todo creyente debe hacer lo que pueda para ayudar a los nuevos creyentes a crecer. Pero a la vez que hay…

un don de evangelismo

y un don de enseñanza

y un donde pastoreo, …dones que harán que el ministerio de algunas personas en estos campos sea más amplio y quizás más efectivo que el de todos los demás creyentes. Permítanme clarificar que Ahora no estoy hablando de la preparación de pastores. Estoy Hablando del sacerdocio de los creyentes, del ministerio de laicos, porque hacer discípulos es un ministerio de los laicos también, y no únicamente de los pastores. Una persona no tiene que ser pastor de una iglesia ni tiene que predicar desde el púlpito para ejercer un ministerio pastoral. No confundamos el ministerio con el puesto en una organización. Al pensar en el desarrollo de estas personas que empiezan a m o s tr a r d on e s d e l i d er az g o , d e b e m o s t r at ar d e l l e va do s a u n nuevo compromiso: un compromiso de ser entrenado en el liderazgo. Otra vez vale la pena reconocer que no toda persona con la potencialidad de ser líder será dispuesta a entrenarse para serlo. Algunos simplemente no quieren la responsabilidad de ser líder; no quieren pagar el precio para llegar a serlo.

La idea al hablar de esta etapa es la preparación de líderes que pueden multiplicarse en otros discípulos. Se trata de capacitar a otros para que sean discipuladores. Es la multiplicación de obreros. 0tra vez recalco que todo discípulo debe hacer todo lo posible para discipular a otros, pero en una congregación de discípulos siempre habrá algunos que tienen los dones para hacer mejor este tipo de trabajo. A ellos les deberlos dar un entrenamiento para mejorar su capacidad de ministrar en esta forma, al igual que entrenamos a cualquier otra persona para ministrar bien Con su don, cualquiera que sea.

Page 5: Capitulo 3

Lloyd y Wilma Mendoza de Mann

El Discipulado, Transferencia de Vida 5

La tendencia entre pastores al ver el término «capacitación de líderes» es pensar en la preparación de liderazgo para la organización de la iglesia:

maestros de la Escuela Bíblica Dominical,

superintendentes de departamentos,

líderes de las organizaciones misioneras,

etc. Aunque probablemente sea Inevitable crear cierta estructura si la iglesia se involucra en hacer discípulos, aquí no estoy hablando de la estructura organizacional de la iglesia. (El discipulado cristiano, Por cierto, tiene implicaciones para la organización de la iglesia, pero no se limita a ese contexto estructural. Es de esperar que habrá cambios en la forma de escoger liderazgo a medida que la iglesia empieza a funcionar a base de discípulos que saben cuáles

son sus dones y que saben usar estos dones en ministrar a otros. Los puestos en la organización de la iglesia deben ser llenados por discípulos que tienen los dones necesarios, no por cualquier persona que estuvo ausente de la reunión administrativa en que

se nombraren los oficiales y maestros y por consecuencia no pudo decir que no.) Pero otra vez recalco que aquí no estamos hablando de la preparación de líderes para la estructura organizacional de la iglesia. Nuestra meta es preparar a personas (lideres) que puedan multiplicarse en otros discípulos y entrenar éstos estos (ot ros d isc ípu los) a hacer lo mism o con otros . Es e l patrón v isto en 2 Timoteo 2:2: “Lo que has oída de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”. Que estas personas tengan puestos de liderazgo en la estructura de la iglesia o no, es de importancia secundaria para esta discusión. El tema de la preparación de estas personas para su papel en la estructura organizacional de la iglesia pertenece a otro campo de estudio. Nuestro enfoque aquí es en la preparación de personas que ya tienen bien arraigadas en sus vidas las características de un discípulo para que ellos puedan hacer con otros el mismo trabajo que se hizo con ellos. Es un tiempo de entrenamiento en…

cómo evangelizar mejor,

cómo trabajar con el nuevo creyente,

como discipular a una persona en un pequeño grupo y en una relación de uno a uno.

en que el enfoque no está tanto en su propio desarrollo espiritual si no en la afinación de sus habilidades de ministrar. en que se concentra sobre profundizar su visión, su Comprensión de lo que Dios puede hacer en el mundo por medio de él, y de la forma en que Dios quiere que invierta su vida en su Reino. Durante esta etapa se trabaja con él sobre…

como planear un ministerio,

como interesar a otros en ser discípulos,

como evaluar su trabajo, etc. Es en esta etapa donde se empieza a ver la realidad de la multiplicación espiritual. Alguien que uno a, alcanzado para Cristo y a quien uno a discipulado empieza a alcanzar a otros y a ayudarlos en su crecimiento.

Page 6: Capitulo 3

Lloyd y Wilma Mendoza de Mann

El Discipulado, Transferencia de Vida 6

Nuestro papel cambia al de un mayordomo que es responsable ante Dios por el contenido y las experiencias que se integran a la vida del discípulo. Otra vez, uno nunca debe intentar ser el único que influye en la vida de otra persona. Cómo el padre no le da toda su educación a un hijo, sino que se responsabiliza de que reciba una educación, así es con el discipulado. Un padre depende de maestros de la escuela, de entrenadores deportistas, de consejeros en la iglesia, de libros, y de muchas otras fuentes para la educación de sus hijos. Un discipulador trata de poner a sus discípulos en contacto con muchas otras personas que tengan una visión semejante, o aun diferente, para asegurar un desarrollo balanceado en sus vidas. La tarea de esta etapa es la de capacitar, equipar, adiestrar al discípulo en las habilidades de ministrar a otros. Al trabajar con las personas que están en esta etapa de desarrollo, debemos estar tratando de cultivar una actitud de cuidado hacia otros. Queremos que desarrolle ese instinto de padre o de madre, que le impulsará a interesarse en el cuidado espiritual de otros. El compromiso que será necesario antes de pasar a la siguiente etapa es el compromiso de llegar a ser un socio en el ministerio compartido. Es un compromiso de realmente integrar su vida entera a lo que Dios está haciendo en el mundo, viviendo para el Reino, no para uno mismo.

La última etapa es la de apoyo mutuo en que el discípulo y el discipulador llegan a ser colaboradores en el ministerio. Hombro a hombro ministran juntos. Otra vez no estoy hablando de que lleguen a ser Pastores o ministros profesionales. Estoy hablando de hombres de negocio, de secretarias, de maestras, de ingenieros, de agrónomos, de carpinteros, de obreros, de amas de casa que viven para ministrar, no para ganarse la vida y subir la escalera socio-económica. Llegan a ser colaboradores con el pastor o con el líder espiritual que los ha discipulado. El papel del discipulador original llega a ser el de uno que estimula y anima al otro en su ministerio. Juntos planean el ministerio, con cada uno funcionando a su plena capacidad en ayudar a otros en su crecimiento. En algunos casos tendrán ministerios muy semejantes en ciertos aspectos. En otros casos tendrán ministerios diferentes pero complementarios. La tarea del discipulador en esta etapa es la de apoyo al ministerio del otro. Es aquí donde se experimenta el gozo de ver que Dios ha usado el ministerio de uno para levantar obreros para la mies. Es posible que algunas de las personas que alcanzan esta etapa decidan entrar de tiempo completo en algún ministerio, que decidan ser un “ministro profesional” y vivir del evangelio. Pero el laico que decide continuar en su profesión escogida mientras ministra será muy común y estará siguiendo en los pasos de uno de los grandes ministros del Nuevo Testamento: e l a p ó s t o l P a b l o , q u i e n t r a b a j a b a e n s u p r o f e s i ó n d e f a b r i c a r tiendas mientras evangelizaba y discipulaba a muchos del mundo conocido de su día.

Mientras que en la etapa anterior el nuevo discipulador se limitaba a hacer discípulos, a menudo, en esta etapa él también llega a ser un líder de otros discipuladores, uno que coordina y entrena a otros discípulos que a su vez están llegando a ser discipuladores. En un ministerio grande, pues, el pastor llega a ser el pastor-supervisor que planea el ministerio entero de la iglesia junto con varios colaboradores o líderes de díscipuladores que se encargan de diferentes aspectos del ministerio.

Page 7: Capitulo 3

Lloyd y Wilma Mendoza de Mann

El Discipulado, Transferencia de Vida 7

Quizás un colaborador se encargará de dirigir el evangelismo de la ig les ia . Otro se encargará del t raba jo con nuevos creyentes. Uno podría supervisar los grupos de díscipulado, Otro puede encargarse del ministerio de enseñanza de la iglesia; otro puede encargarse del ministerio de servicio y ayuda que la iglesia lleva a cabo por medio de los diáconos, etc. El pastor no debe temer el ministerio compartido con sus colaboradores.

1. , el cuadro del ministerio pintado por Pablo en Efesios 4:11-12 no es el cuadro de un pastor que lo hace todo. Pablo describe un pastorado que entrena a los santos para que ellos hagan la obra del ministerio. De esto hablaremos más adelante.

2. , lo que sucede cuando el pastor comparte el ministerio con sus

colaboradores es que el ministerio se expande y se multiplica. Se logra hacer mucho más ya que es mayor el número de personas que esta ministrando, y lo que se hace es más eficiente y efectivo.

La actitud que uno trata de cultivar en los que están colab o r a n d o c o n u n o e s l a d e u n v i s i o n a r i o q u e p u e d e v i s u a l i z a r lo que Dios puede hacer con él y el tipo de ministerio que Dios le tiene. Se trata de producir una personar que pueda concebir claramente la totalidad del ministerio de la iglesia y que se integra por convicción en algún aspecto de él. E s i m p o r t a n t e r e c o n o c e r q u e e n e l p r o c e s o q u e h e m o s descrito de llevar a una persona desde ser un no-creyente a ser un colaborador en el ministerio, habrá una pérdida progresiva d e l n ú m e r o d e i n vo l u c r a d o s e n c a d a e t a p a .

N o t o d o s los inconversos a quienes una les testifica van a llegar a ser nuevos creyentes.

No todos los nuevos creyentes van a llegar a ser creyentes que crecen en su vida espiritual, ni todos llegarán a ser discípulos.

No todos aquellos que tengan las cualidades de un discípulo llegarán a ser líderes que se multiplican o discipuladores.

No todos los líderes que se que multiplican llegarán a ser colaboradores. Por esto, además de la representación visual del proceso discipulador presentada en «El Maestro Constructor», me parece que una representación triangular también nos puede ayudar a comprender este proceso en el que cada vez memos gente pasa a las etapas siguientes.

No cristiano

Criatura espiritual

Discípulo

Líder que se multiplica

Colaborador

Page 8: Capitulo 3

Lloyd y Wilma Mendoza de Mann

El Discipulado, Transferencia de Vida 8

El triángulo nos puede ayudar a ver que en cada una de las etapa trabajaremos cada vez con menos gente, También nos puede ayudar a evaluar nuestro trabajo como discipuladores.

En un ministerio pueden ocurrir muchas distensiones del proceso que hemos descrito. Si el número de personas que están aceptando a Cristo es pequeño, puede ser porque su iglesia o ministerio no tenga contacto con suficientes no-creyentes. Una representación gráfica de la situación sería así:

Si hay mucho contacto con personas no-creyentes pero todavía el número de profesiones de fe es pequeño, un análisis nos podría ayudar a ver que el problema es que se está usando un evangelismo no efectivo:

No cristiano

Nuevo

Creyente

Discípulo

Líder que se multiplica

Colaborador

No

cristiano

Nuevo

Creyente

Discípulo

Líder que se multiplica

Colaborador

Page 9: Capitulo 3

Lloyd y Wilma Mendoza de Mann

El Discipulado, Transferencia de Vida 9

Si hay muchos nuevos creyentes en la iglesia en comparación con el número de contactos evangelísticos, con mucho trabajo para los que están trabajando en la conservación de los resultados, es probable que esto indique que en vez de ganar a personas para Cristo se están adoptando a los hijos de otros ministerios. En vez de tener sus propios hijos espirituales se está adoptando a los hijos de otros:

Si al evaluar su ministerio se da cuenta de que tiene contactos evangelísticos y nuevos creyentes involucrados, pero que hay pocos discípulos, quizás esto implica que hay un activismo en la iglesia al punto de que usted no tiene tiempo para llevar a algunos a un nivel más profundo, a un discipulado verdadero.

No

cristiano

Nuevo

Creyente

Discípulo

Líder que se multiplica

Colaborador

No

cristiano

Nuevo

Creyente

Discípulo

Líder que se multiplica

Colaborador

No

cristiano

Nuevo

Creyente

Discípulo

Líder que se multiplica

Colaborador

Page 10: Capitulo 3

Lloyd y Wilma Mendoza de Mann

El Discipulado, Transferencia de Vida 10

Pero puede haber otra razón por la cual se ven pocos discípulos en un ministerio. Puede ser que simplemente no haya nuevos creyentes necesarios como para que un número significativo deseen llegar a ser d i s c í p u l o s . A c u é r d e s e d e q u e n o todas las personas que se hallan en una etapa pasarán a la próxima etapa. Un número mayor de nuevos creyentes por lo general implicará que Habrá un número mayor de discípulos.

Si hay un buen número de personas que llegan a ser di scípulos en su ministerio, pero relativamente

hay pocos que llegan a discipular a otros, a ser líderes que se multiplican, quizás el problema yace en

que usted no está pasándoles la visión de la multiplicación espiritual, o que, usted no va con ellos a

evangelizar y no les está proveyendo oportunidades de discipular a los nuevos creyentes.

Todos estos ejemplos dados anteriormente, a pesar de la debilidad del proceso, muestran procesos Completos, pues se llega a la formación de Colaboradores en el ministerio. La triste realidad en nuestras iglesias es que casi siempre el proceso se queda trunco, tal vez con un inicio en el discipulado por medio de los programas de la iglesia y nada más. El pastor se encuentra solo, tratando de atender a toda la congregación que, a su vez sólo experimenta un crecimiento limitado.

Nuevo

CrIstiano

Discípulo

Líder que se multiplica

Colaborador

No

cristiano

Nuevo

Creyente

Discípulo

Líder que se multiplica

Colaborador

Page 11: Capitulo 3

Lloyd y Wilma Mendoza de Mann

El Discipulado, Transferencia de Vida 11

No

cristiano

Nuevo

Creyente

Discípulo

Líder que se multiplica

El Pastor