capitulo 5

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Capitulo 5: La búsqueda. -No te hagas el dormido.- Dijo María de forma reprochante. -¿Cuando te diste cuenta?- Le pregunté somnoliento. -Hace unos minutos. Resulta que María había despertado hace un buen rato y estaba observándome mientras esperaba que despertara. -No me mires tanto.- Dije yo, levantándome de mi cama. -No tenía otra cosa que hacer.- Contestó ella jugando con su pelo. En ese momento me levanto y María se para y me da un abrazo. -Me da tanto gusto que estés de vuelta. Le Sonreí y fui a buscar ropa para ir a bañarme. Aun que suene extraño, con María tenemos el habito de que cuando uno de los dos se baña el otro se sienta al lado de la puerta del baño esta estando entre abierta y solemos conversar. -¿Y cómo planeas ayudarme a buscar el mágico lugar de mi sueño? -En mi casa tengo un mapa de la ciudad… ¿Perdón, pero como describías ese lugar? Eso nos puede ayudar a encontrarlo. -Era en un Cerro. Un mirador, según recuerdo. -Un Mirador…- Dice María. -No alcancé a ver como estabas vestida. ¿Ya te duchaste? -Sí. Estoy con mi chaqueta favorita y unos jeans. Ella siempre usaba esa chaqueta. Una chaqueta de cuero sintético color café claro que se ajustaba bien a la forma de su figura. Le gustaba usarla cuando había ocasiones especiales. -Así que iremos a tu casa.- Dije saliendo del baño ya vestido. -Sí. -Bueno. Entonces vamos. Bajamos las escaleras y fuimos a la cocina donde mi Madre. -¿Van a salir?- Preguntó Eleanor.

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Capitulo 5: La bsqueda.

-No te hagas el dormido.- Dijo Mara de forma reprochante.-Cuando te diste cuenta?- Le pregunt somnoliento.-Hace unos minutos.

Resulta que Mara haba despertado hace un buen rato y estaba observndome mientras esperaba que despertara.

-No me mires tanto.- Dije yo, levantndome de mi cama.-No tena otra cosa que hacer.- Contest ella jugando con su pelo.

En ese momento me levanto y Mara se para y me da un abrazo.

-Me da tanto gusto que ests de vuelta.

Le Sonre y fui a buscar ropa para ir a baarme. Aun que suene extrao, con Mara tenemos el habito de que cuando uno de los dos se baa el otro se sienta al lado de la puerta del bao esta estando entre abierta y solemos conversar.

-Y cmo planeas ayudarme a buscar el mgico lugar de mi sueo?-En mi casa tengo un mapa de la ciudad Perdn, pero como describas ese lugar? Eso nos puede ayudar a encontrarlo.-Era en un Cerro. Un mirador, segn recuerdo.-Un Mirador- Dice Mara.-No alcanc a ver como estabas vestida. Ya te duchaste?-S. Estoy con mi chaqueta favorita y unos jeans.

Ella siempre usaba esa chaqueta. Una chaqueta de cuero sinttico color caf claro que se ajustaba bien a la forma de su figura. Le gustaba usarla cuando haba ocasiones especiales.

-As que iremos a tu casa.- Dije saliendo del bao ya vestido.-S.-Bueno. Entonces vamos.

Bajamos las escaleras y fuimos a la cocina donde mi Madre.

-Van a salir?- Pregunt Eleanor.-S, Vamos a casa de Mara y despus vamos a buscar un lugar en la ciudad. Tal vez volvamos a la noche.- Le dije.-Promteme que te vas a cuidar.-Estar bien.- Contest.

Le di un abrazo a mi madre y nos fuimos en direccin a casa de Mara, la cual no quedaba lejos.

-Qu haremos si ese lugar es real?- Pregunt.-No s. Sera extrao. Seguro que no fuiste a algn Mirador cuando ms pequeo antes de que nos conociramos?-Seguro.

Al llegar a la casa pude ver que en la entrada deca Familia Candlelight. El apellido de Mara que siempre encontr que le vena mucho a su personalidad. En aquella casa viva Su Madre y su Hermana. Su padre viva en otro lugar ya que sus padres estaban separados.

Llegamos a la puerta y nos abri su hermana. Sabrina Candlelight, la hermana menor de Mara, una chica algo sombra de forma de ser con el pelo teido negro. Su apariencia recordaba a un Vampiro. Sola estar encerrada en su pieza escuchando msica pesada en volumen alto. De todas formas detrs de esa apariencia se encontraba una chica tierna y adorable, pero nunca tanto como Mara.

-Daniel, estaba preocupada por ti!- Exclam Sabrina, mientras me daba un abrazo.- Cmo te encuentras?-Mucho mejor, gracias.- Le contest-No me vas a saludar a mi?- Dijo Mara de forma regaante.-Hola.- Contest Sabrina con un tono frvolo.

Sabrina era as con sus familiares. Bastante fra, un tempano era caliente comparado con ella. Pero con las otras personas poda ser muy adorable o tambin muy agresiva, dependiendo de quien fuese.

Sabrina era muy similar de cara a Mara pero tena el pelo ms largo adems de ser negro y con ropa negra y con los mismos bellos ojos.

-Qu desean?- Pregunta Sabrina.-Venimos a ver unas cosas y despus tenemos que salir.-Nuestra Madre est?- Pregunt Mara.-No, sali a comprar unas cosas y vuelve enseguida.- Dijo Sabrina algo desganada.

Sabrina se movi y nos dej entrar. La casa de Mara era muy pulcra, se poda sentir el olor a cera y desinfectantes que emanaba del suelo, llegaba a marear. Todo muy limpio a excepcin de la habitacin de Sabrina. La casa era de un piso y Mara posea 2 de las 5 habitaciones para ella. Una de esas era un estudio donde ella hacia dibujos y escriba y la otra era su habitacin. Saba que una era la habitacin de Sabrina y otra de su madre, pero haba una enigmtica habitacin que nunca supe para que era.

-Vamos a mi estudio. Ah tengo el Mapa.- Dijo Mara.-Bueno.- Contest.

El estudio tena un escritorio con varias luces y lpices de diferentes tipo y del otro lado del lugar haba una mesa con 2 sillas de esas acolchonadas, de cuero negro y sin respaldo, en las cuales si pasabas mucho tiempo sentado se te adheran los pantalones a ellos. Haba un extrao olor a marcador de pizarra y pinturas en el ambiente.

Nos sentamos en esas sillas y Mara puso el mapa. Se notaron solo 3 cerros en este sector de la ciudad.

-El Cerro Saint George, El Cerro Saint Gabriel y el Cerro Stern. Tenemos tiempo para visitarlos todos.- Dijo Mara relajada.-Primero al Saint George porque queda ms cerca y al final el Cerro Stern.-En orden de lejana, eh? Me Parece.- Dice Mara.- Pero primero almorcemos ac para ir con ms energa.Y as fue. Minutos despus lleg la Madre de Mara. Juliet Candlelight, aun conservando su apellido de casada. Era una mujer extraamente ms alta que Sabrina y Mara. Con los mismos grandes y radiantes ojos plateados, adems del pelo un poco ms oscuro que el de Mara.

-Daniel! Qu agrado de verte de vuelta!- Exclam.-Muchas gracias seora Candlelight No le molestara que me quedase a almorzar?-No hay problema, siempre eres bienvenido aqu.- Dijo amablemente y luego aadi- De Todas formas est todo listo as que vallan a sentarse.

Pasaron por mi mente esas palabras y como un misil fui directo al bao a lavarme las manos con velocidad para poder estar listo para comer. Me las habr lavado unas 3 veces para sacarme la sensacin de suciedad mientras Mara me miraba con desaprobacin.

Al volver nos sentamos en la mesa. Yo me sent al lado de Sabrina y frente a Mara Mientras Mara sentada al lado de su madre.

Nunca me haba sentado al lado de Sabrina y eso hizo que ella se ruborizara. Siempre estuvo el problema que yo aparentaba gustarle y lo cual pona de un humor iracundo ms all de mi comprensin a Mara.

-Y a donde van a salir?- Pregunt la Madre de Mara.-A buscar algo relacionado a un sueo que tuvo Daniel cuando estuvo en el hospital.- Contest Mara.-Un sueo?-Pregunt Sabrina muy Curiosa.-Un sueo que pareca muy real.- Dije con nostalgia.-Yo s mucho de sueos.- Dijo Sabrina con la voz temblorosa y muy nerviosa.- He ledo muchos libros al respecto.-No tenemos tiempo para eso.- Interfiri Mara algo celosa.-Bueno Me tienes ac si un da me necesitas.- Dijo Sabrina nerviosa.-Gracias. Lo tendr en mente.- Le contest.

Ella me sonri. No era muy comn ver a la pequea Sabrina sonriendo.

Al Rato terminamos de comer, y fuimos a buscar el auto de la madre de Mara que nos haba prestado para poder ir a los diferentes lugares que tenamos que visitar.

Primero era el Cerro Saint George que curiosamente se llamaba de la misma forma que el parque que solemos frecuentar con Mara. De todas formas estaban bastante cerca el uno del otro y podran estar relacionados.

Fuimos y cuando empezamos a subir por el camino me vino un recuerdo casi como un rayo atravesando un rbol:

Estamos llegando, mira hacia afuera, es muy lindo este lugar y pensar que no hemos salido de la ciudad

En ese momento mir hacia afuera y vi que el lugar no se pareca. Pero quien sabe, tal vez mi memoria fallaba.

-Pas algo?- Pregunt Mara mientras conduca.-No, Nada. Todo est bien.

-Te parece familiar el lugar?- Pregunt Mara.-No... Creo que no es aqu.- Contest.-No hay problema, pasaremos un rato para conocer de todas formas.- Me Dijo con una sonrisa optimista.-De todas formas es lindo el lugar.- dije.

Era un camino en medio del bosque precioso. Era irreal y absurdo que tanta belleza se pudiera encontrar dentro de la ciudad, lleno de arboles vivaces y alegres. Un verde ofuscante y la vista de los suburbios de la ciudad a los alrededores.Despus llegamos al mirador del cerro en donde nos bajamos.

-Es muy linda la vista.- Dice Mara con un brillo radiante y contagioso de alegra en su mirada.-Si encuentras este lugar bello, cuando veas el de mi sueo te impresionars.-Ojal sea real.- Dijo Mara ilusionada.-Eso solo el destino lo puede decir.

Mientras Mara se quedaba emocionaba contemplando la vista yo me quedaba viendo los mapas para saber cmo podamos llegar al cerro Saint Gabriel. De ah record la vista que tena desde el mirador en el sueo y tanto como el Cerro Stern y el Cerro Saint Gabriel tenan vistas similares, pero de diferentes perspectivas. As que ambos eran posibles.

Me estoy acercando. Pens.

-Daniel, ven! Mira!- Exclam Mara con mucha energa.-Qu pasa, Mara?-Las nubes se pusieron y se pueden ver los rayos del sol.- Dijo emocionada.

Fui donde ella y nos pusimos a ver. Se poda ver como unos rayos de luz caan del cielo sobre la ciudad, se vean tan ntidos que pareca que uno poda agarrarlos. Ella de la emocin me empez a apretar la mano. Le encantaban los fenmenos de luz que ocurran cada cierto tiempo.

Pasaron unos minutos y Mara me tom del brazo. Nunca le haba dejado hacer eso, pero esta vez se lo permit. Habremos estado unos minutos as hasta que record que el da no era eterno y que tenamos que ir al siguiente cerro.

-Mara, es hora de irnos.- Le dije.-Si.- Contest algo melanclica.-Vamos, tenemos todo el ao para volver aqu. Ahora tenemos algo que hacer.-le aad tratando de animarla.-Bueno.- Contest alegre.- Pero promteme que volveremos.-Promesa.

Nos subimos al auto, Mara como conductor y nos fuimos de ah contemplando ese bello lugar.

-Impresionante que hayan lugares tan bellos en la ciudad y que no los conociramos.- Coment Mara.-S. Deberamos salir a explorar ms seguido.- Aad.-Cambiando de tema. Qu tienes con mi hermana?- Dijo Mara de forma algo interrogante y amenazante.-Nada La conozco de aos y le tengo cario, nada ms- Le contest algo sorprendido con la pregunta.

Mara me gru con esa ira celosa que suele tener. La verdad es que no entiendo mucho a Mara.

Momentos despus logramos salir del cerro y fuimos directo al siguiente lugar.

-En algn momento me dejars hablar con Sabrina sobre los sueos?- Pregunt-No.- Contest con un tono cortante y no me volvi a contestar otra pregunta similar.

Mara, una chica difcil. Siempre fue as conmigo. Recuerdo que tena una pretendiente cuando tenamos 14 aos. Mara logr asustar a aquella chica. Recuerdo que eso fue porque termin pasando ms tiempo con ella que con Mara, lo cual no le gusta.

Llegando al cerro las nubes se fueron y empez a hacer ms calor. Era extrao que el clima cambiara tan bruscamente.

Entramos a un camino de tierra que daba la subida del lugar. Al adentrarnos nos dimos cuenta que este cerro estaba descuidado. Seco con las plantas algunas sin vida y otras muy cansadas con las ramas dando al cielo como si fuera una plegaria para pedir agua. Desde este cerro haba visin de la ciudad ms que nada. Se poda sentir el devastador abandono si uno pona el odo a escuchar el ambiente, carente de aves, animales y de vida en s.

Llegamos a un mirador algo abandonado que daba depresin verlo. Estacionamos y nos bajamos a estirar las piernas de todas formas.

-Ac no es, de eso estoy segura.- Dijo Mara.-Ests en lo correcto.- Contest.-Ojal sea el Cerro Stern. Si no esto habr sido un desperdicio.-No lo creas. Pasamos un momento bastante lindo en el cerro Saint George.- Me contest con una sonrisa.-Eso es verdad.- Le aad.

-Quieres encontrar a Nadia Verdad?- Pregunt Mara preocupada-No lo s.- le dije, algo afligido por el ltimo sueo.-Vamos al Cerro Stern?- Pregunt Mara emocionada.-Vamos.- Le contest.

Bajamos por el camino y fuimos directo al Cerro Stern. Me puse a leer en la gua y deca que el Cerro Stern era conocido por su espiritualidad y porque era un lugar privilegiado para ver las estrellas. Un momento! Ver las Estrellas?

-Dnde Estamos?-En un mirador que descubrimos con mi padre cuando era una nia. Hay muchos lindos recuerdos aqu mirando las estrellas.

Record ese fragmento de conversacin con Nadia. Era el cerro Stern y ahora estoy seguro de eso.

-Que pas, Daniel? Tu cara se ilumin como nunca antes.- Dijo Mara sorprendida.-Es el Cerro Stern. De eso estoy seguro.- Dije confiado.-Veremos.- Me dijo con una sonrisa.

Empezamos a subir por el Cerro Stern entrando por un parque de proporciones picas de una belleza inmaculada. Tena un estanque con cisnes y unas estatuas de ngeles hechas de mrmol con un moho subiendo de una manera reptante. Baj la ventana y poda sentir la humedad en el aire, era verdaderamente relajante. Cerr los ojos y empec a sentir las aves volando en los alrededores y anidando en rboles, el canto de los cisnes y el sonido del viento. Ese parque era algo ajeno a la realidad, realmente pens que estaba soando de nuevo.

Mara estaba tan emocionada como yo y algo rabiosa por nunca haber venido a este lugar antes.

Empezamos a subir el cerro y llegamos a un lugar con 2 caminos. El de la izquierda que era ms empinado y no pareca haber usado en mucho tiempo puesto que tena daban una sensacin de abandono y el de la derecha, un camino que al parecer todos ocupaban.

-Qu camino, Daniel?- Pregunt Mara.

Me qued sin moverme un momento y sent que una parte de mi me deca qu camino tomar.

-El de la izquierda y no me cuestiones.- Le dije de forma cortante.-Bueno.- Dijo algo sorprendida.

Subimos y llegamos al mirador de mi sueo. La verdad es que me qued atnito por unos segundos. No lo poda creer. So con un lugar que nunca haba visto en mi vida y era exactamente igual al de la realidad. Era un mirador que no tena sillas ni nada. Un espacio de tierra rodeado por bosques desde los que se poda ver toda la ciudad en su mximo esplendor. Una belleza intachable e incuestionable. Y haba de ser ms bello durante la noche.

Nos bajamos del vehculo, ambos boquiabiertos.

-Es ac. Cierto?- Dijo Mara an sorprendida.-S. Es ac.- Le contest con voz temblorosa.-Cmo puede ser?- Pregunt.-No lo s. Lo nico que se, es que esto es real.- Le repliqu.-Pero si tu sueo es real. Ella ser real?- Dijo sorprendida.-No lo s.- Respond ponindome las manos en la cara en seal de impresin.-Comamos algo?- Pregunt Mara cambiando el tema.- Me ofreci de forma tierna.-Cundo trajiste comida? No te vi entrarla al auto.- Le pregunt algo sorprendido.-Hago muchas cosas sin que te des cuenta, Daniel.

En ese momento Mara saca dos sndwiches que tena guardados en un lugar del auto que no alcanc a ver.

-Jamn y queso. Siempre sabes lo que me gusta.- Le dije sonriendo.-Pongo mucha atencin en tus gustos. No me sentira buena amiga si no fuese as.- Me respondi sentada en la parte delantera del auto mientras se coma su sndwich.-Ahora que encontramos este lugar. Qu hars? Supongo que esto te motivar a encontrar a esa mujer No?- Dijo comiendo su sndwich con una pasin que solo le veo tener cuando come algo muy bueno.-No lo s. Tengo que pensarlo. Pero el siguiente paso va a ser importante, solo s eso.

De un momento al otro record que en el sueo Nadia me llevaba a por un camino secreto oculto entre arbustos hasta un camino rupestre, hasta llegar a la cima.

-Mara, sgueme.- La tom de la mano y la llev por los arbustos por el camino del sueo hasta que llegamos a la cima. Llegamos cansados y ya iba a anochecer.

Se vea la luna brillar en el ocaso desde donde se poda ver la ciudad entero en su mximo esplendor. Tanto como Mara y yo quedamos perturbados por la belleza de la vista del lugar. Cuando Mara se puso a decir cosas sobre lo bello que estaba todo, yo empec a verlo todo borroso y frente mo se apareci la imagen de Nadia.

-Llegaste. No puedo creerlo. Empezaba a perder la fe.- Dijo Nadia con un tono extrao.-Nadia?-Ests cerca, Daniel. No tanto como me gustara, pero lo ests.- Me afirm. Su voz se escuchaba con poca fuerza.-Nadia

En ese momento se desvaneci y pude ver a Mara a unos cinco centmetros de mi rostro con cara de preocupacin abismal.

-Ests bien?- Pregunt con preocupacin.-Eh. S, creo que estoy imaginando cosas.- Contest algo aturdido.-Se hace tarde, creo que deberamos irnos.- Dijo sonrindome.

Bajamos hasta el mirador en silencio. Se vea que Mara tena dudas sobre lo que haba pasado pero no dijo nada.

Al llegar al mirador, Mara me pidi unos minutos para ella hablar por telfono. No pude averiguar que estaba hablando pero se notaba tranquila, as que no me preocup.

Despus de eso nos subimos al auto y empezamos a hablar en el camino.

-Daniel?-Que sucede?- Pregunt-Ya lo habl con mi madre. Me quedar a dormir a tu casa una vez ms porque estoy preocupada por ti.- Me dijo en tono maternal.-Por qu? Yo estoy bien.-Se que no es as, osino no te hubieras quedado congelado cuando llegamos a la cima.- Me reprendi.- Pero de todas formas si estuvieras bien, quiero asegurarme.-Bueno. De todas formas me hace bien tu compaa.

Mara me sonri y se qued callada el resto del viaje.

Habr sido Nadia de verdad? O solo fue una alucinacin? Pues yo lo vi muy real. No s qu pensar.

Al entrar con el vehculo en los suburbios pens: Por qu yo? y la verdad es que no puedo contestar eso. Senta en mi corazn que la obsesin por Nadia iba aumentando.

-Llegamos. Son ms o menos las 9:30 as que saludamos a tu madre, hacemos algunas cosas y a dormir.- Dijo Mara con un tono entre maternal y aliviada.-Hoy fue un da largo la verdad.-S, lo fue.- Contest.

Mientras Mara estiraba sus msculos fuera del auto yo fue a tocar la puerta ara que mi madre nos abriese.

-Daniel! Cmo te fue?- Pregunt mi madre al abrir la puerta y verme.-Bien, encontramos lo que queramos.- Le dije feliz.-Eso es bueno. Vienes con Mara?-S, est en el auto y se quiere quedar a dormir.- Le contest.-Entren, que est empezando a ponerse fresco.

Mara, mi madre y yo entramos a la casa. De pronto vi que Mara subi las escaleras y se desapareci temporalmente mientras yo me tomaba un vaso de jugo con mi madre.

-Donde fue Mara?- Pregunt mi madre extraada.-Ya sabes cmo es.- Le contest.

De pronto baj con un pijama que usaba yo cuando ms pequeo. Un pijama de color negro con dibujos de naves espaciales, estrellas y planetas, que haba sacado de mis cosas.

-Te queda bien, Mara.- Le dije sonrojado.-Gracias.- Contest haciendo una reverencia, de seguro estaba jugando.-Dnde lo encontraste?- Pregunt mi madre extraada. Hace aos que no veamos ese pijama en uso.-Entre las cosas de Daniel. Lo vi hace tiempo y siempre me lo quise probar.-Si quieres qudatelo.- Dijo mi madre de forma amable.-Me encantara pero no sera capaz. Gracias de todas formas, Eleanor.- Contest Mara con una sonrisa.

Unos instantes despus Mara bosteza con una fuerza descomunal, la cual nos asusta a mi madre y a m.

-Vamos a dormir, Daniel?-Bueno, estoy muy cansado.

Me desped de mi madre y Mara me toma de la mano llevndome hasta arriba.

-Esta noche no me sentar a hablar contigo. Estoy muy cansada.-Bueno.- Le contest con los ojos entrecerrados.

Mara se fue a su habitacin y yo me fui a dormir con la ropa puesta. Estaba muy cansado para cambiarme.