Abiertos al mundo circundantefilmadrid : de bernardi, allah y sang-soo

El estilo luminoso de Hong Sang-soo marcará la cuarta edición de Filmadrid. La película que inaugura el certamen es The Day After, una de sus obras

emocionalmente más profundas e intensas, mientras su vertiente más lúdica reluce en La cámara de Claire, que servirá como clausura. Como proyección especial podrá verse Ex Libris, último monumento del maestro norteamericano Frederick Wiseman. En cuanto a las retrospectivas, dedica este año un foco al veterano cineasta italiano Tonino De Bernardi y otro al jovencísimo artista estadounidense Khalik Allah.

Para el primero, el cine nunca ha significado tanto un oficio como una forma de vida. Acercarse a su figura supone volver la mirada hacia una historia del cine alternativa, casi siempre ignorada, en la que los condicionantes industriales apenas hacen mella en creadores que reniegan de ataduras o convenciones. Piamontés nacido en 1937, profesor de secundaria en un instituto rural hasta los años noventa, Tonino De Bernardi accedió al cine en los agitados sesenta. Desde ese momento, cultivó su preferencia por lo fílmico como una parte más de su vida, sin buscar la profesionalización. Respecto a su actitud como cineasta y a su ritmo de trabajo, podemos hablar, retomando la expresión del crítico Adriano Aprà, de “una necesidad de cine”. A lo largo de ya cinco décadas, la imparable carrera debernardiana ha atravesado todos los posibles contextos y formatos: desde el underground hasta largometrajes comerciales, desde el 8mm al digital, pasando por el U-Matic, el 35mm o el DV. Esta urgencia por filmar comporta el desarrollo de un estilo abiertamente anti-académico, donde la intuición prevalece sobre la técnica.

Tonino De Bernardi intenta, con su cine, abrirse al mundo circundante, que éste empape el tejido fílmico. Desde otros presupuestos, es también el caso de Khalik Allah (1985, Nueva York). Fotógrafo y cineasta, toma temprano contacto con la cámara, a los 14 años. Concretamente una Bolex, regalo materno que propicia sus domésticos e iniciáticos footages. Sin embargo, ya desde las primeras piezas aparece la actitud que fundamenta el eje de su identidad artística: la decisión de capturar el encanto desapercibido y la deferencia por todo lo que se presenta ante el objetivo, consustancial a la curiosidad y el talante del observador. En 2010, tras pedir prestada una vieja Canon 81, el impulso de reflejar la realidad circundante lo posee por completo. Reaccionando contra la atmósfera anodina de su empleo en AMC Networks, Allah comienza a habitar las calles de Harlem, ávido de hallar una oposición balsámica frente a las estructuras artificiales de la existencia. Noche tras noche, mantiene conversaciones improvisadas con transeúntes errantes, pandilleros y drogadictos, situándose en una posición que no juzga a sus interlocutores.

Tanto los consagrados Wiseman o Hong como los por aquí casi desconocidos Allah o De Bernardi representan el cine que, desde su primera edición, Filmadrid quiere privilegiar y ofrecer al público madrileño: independiente, enemigo de lugares comunes y convencionalismos, fuente de impacto e innovación, pero también de regocijo y encuentro.

En el alambre de la bella juventud

Si replicamos sus palabras, podemos hallar una especie de credo en la filmografía de Gus Van Sant (Kentucky, EEUU, 1952): “Creo que los jóvenes viven suspendidos

entre la vida y la muerte, sin saberlo. Su sensibilidad es muy particular, porque la mayoría de las veces no saben cuál va a ser su futuro”. En ese alambre, en esa angustia existencial, es donde transitan las criaturas del cineasta estadounidense desde su magnífico debut con Mala noche (1985), verdadero hito del cine indie norteamericano donde de algún modo, con sus claroscuros, su crudeza y su ternura, ya volcó todo aquello que desarrollaría posteriormente a lo largo de las décadas para convertirse en una figura esencial del cine contemporáneo. Van Sant ha recogido las inquietudes espirituales de la generación beat (con William Burroughs como invitado de honor en la memorable Drugstore Cowboy, 1985) y un legado cultural que cruza cómics, fotografía, pintura y música para afianzarse como un autor irremplazable que trasciende todas las etiquetas que le han querido colgar.

Vaya por delante que el ciclo “Espíritus jóvenes bellos”, una retrospectiva completa de Gus Van Sant, nace catalizado por La Casa Encendida (LCE) y la relevante exposición que acogerá durante tres meses en su sede (22 junio-30 septiembre), producida por la Cinémathèque Française, el Museo Nazionale del Cinema (Turín), el Musée de l’Elysée (Lausanne) y la Cinémathèque Suisse, aparte de la proyección de un ciclo “carta blanca” programado por el cineasta. La visita al cine Doré del propio autor de Descubriendo a Forrester –acaso tan esquivo a los focos públicos como el escritor encarnado por Sean Connery en aquella película–, el día 22, forma parte de una acción conjunta, propulsada por LCE, en la que también ha sido importante la colaboración de la distribuidora Diamond Films al permitir el preestreno de su última película, No te preocupes, no llegará lejos a pie, que se estrenará en salas comerciales el mes que viene. En la retrospectiva completa de sus trabajos, aparte de los que ha dirigido, incluyendo una muestra de sus cortometrajes (tan díficiles de encontrar y a su vez tan extraordinarios y exitosos en su momento), también programamos en el Doré algunas de las películas de su faceta como productor (especialmente a jóvenes talentos como Xavier Dolan y Jonathan Caouette),

Agradecimientos:

Ángel Rueda (S8. Mostra de Cinema Periférico), Pablo Mazzolo, Lucía Casani y Rocío Mateo-Sagasta (La Casa Encen-

dida), Mireia Saura Vall, Laida Lertxundi, Cassie Blake (Academy of Motion Picture Arts and Sciences), Manuel Gutiér-

rez Aragón, Jane Magnusson, Tonino De Bernardi, Khalik Allah, Gus Van Sant, Simone Devlin, Jesús Palacios, Iria Barro

Vale, Ernesto J. Pastor, Tonio L. Alarcón, Magí Crusells Vera, Emeterio Díaz Puertas, Gonzalo Claiman-Versini y Haizea

G. Viana (Diamond Films), Frederico Carmo (Festival de Fado Madrid), Todd Wiener (UCLA Film & Television Archive).Toda la programación, noticias y mucho más en nuestra web.

Sede Filmoteca Española:C/ Magdalena,1028012 MadridTel.: 91 467 2600filmoteca@mecd.es

Precio:3 € / Abono 10 sesiones: 20 € / Abono anual: 40 €

Estudiantes, miembros de familias numerosas, grupos cul-turales y educativos vinculados a instituciones, mayores de 65 años y personas en situación legal de desempleo:2 € / Abono 10 sesiones: 15 € / Abono anual: 30 €

Todas las sesiones son gratuitas para menores de 18 años.

Horario de taquilla:Invierno: de 16:15 a 22:30Verano (1 de julio a 15 de septiembre): de 17:15 a 22:30

Pasados 10 minutos del inicio de la sesión no se venderán entradas ni se permitirá el acceso a la sala.

Venta anticipada:1/3 del aforo para las sesiones del día siguiente.De 16:15 hasta cierre de taquilla (mínimo 21:30).

Sala de proyección:Cine DoréC/ Santa Isabel, 328012 MadridTel.: 91 369 3225

91 369 1125 (taquilla)91 369 2118 (gerencia)

Entrada libre a cafetería

Horario de restaurante:De martes a domingo de 10:30 a 22:30

LUNES CERRADO

Buzón de sugerencias:programacion.dore@mecd.es

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FilmadridTonino De Bernardi, Khalik Allah y Hong Sang-soo

Centenario Todo Bergman (3)Exilio y crisis

Los años del cambio (6)

Gus Van SantEspíritus jóvenes bellos

VIII Festival de Fado Madrid

Y además...Teatro Español

Sesión SensacineS8. Mostra Cinema Periférico

Field Niggas (Khalik Allah, 2014)

y proponemos dos juegos de espejos, con Alfred Hitchcock y Alan Clarke, que revelan una mirada alimentada de reflexiva y lúcida cinefilia.

El cineasta de Portland (su ciudad adoptiva y arcadia de su filmografía) mantendrá con los espectadores de Filmoteca Española un coloquio tras la proyección de Elephant–Palma de Oro de hace quince años–, centro gravitatorio de su filmografía, que ha oscilado entre la radicalidad y el cine de consumo, y pieza emblema de una tetralogía nacida bajo el signo de la juventud, la belleza y la muerte que, especialmente con sus tres primeras entregas –Gerry, Elephant y Last Days–, revolucionaron ciertas nociones del cine independiente y provocaron movimientos sísmicos en las nuevas cinefilias del siglo XXI. La reconocible estética, las estructuras fragmentadas, el minimalismo expresivo, pero sobre todo el modo en que la cámara del cineasta persigue los cuerpos de sus criaturas (bajo el confeso hechizo de Sátántangó de Béla Tarr), colocan su cine en un lugar de tránsito entre lo físico y lo espiritual, lo figurativo y lo abstracto, la presencia y la ausencia.

Pocos cineastas contemporáneos, en todo caso, han confiado en el magnetismo que ejercen los rostros y cuerpos en la pantalla para armar un sólido discurso en torno a la expresividad y las formas de la imagen. Matt Dillon, River Phoenix, Keanu Reeves, Matt Damon, Michael Pitt, Casey Affleck… También Uma Thurman (Ellas también se deprimen, 1994), Nicole Kidman (Todo por un sueño, 1995) y Mia Wasikowska (Restless, 2011) han pasado por el filtro de su mirada en momentos clave de sus incipientes carreras. Todos ellos alcanzaron cierta gloria y reconocimiento retratados por Van Sant, quien ha desarrollado como una constante filmográfica la necesidad de dar a conocer a actores con el potencial de convertirse en estrellas del firmamento hollywoodense, pero sobre todo de filmarles como iconos de una edad y una cultura siempre en fuga, inaprensible, acechada por diversas crisis. Muy escasos son los artistas que han capturado nuestro mundo líquido con tan prodigiosa sensibilidad. Disfrutemos de todo su cine.

Carlos Reviriego Director de Programación

Filmoteca Española

JULIO 2018

Cine pendienteCasa Asia

Orgullo LGTBQIngmar Bergman (4)

Paisajes, amigos, luzRadicales Libres y s8: lertxundi y mazzolo

Despojadas de cualquier tipo de narración, las películas de Laida Lertxundi recorren los espacios que habitualmente transita el cine de Hollywood,

en California (montañas, desiertos, calles, casas, paisajes urbanos), para extrañarlos, hacerlos incomprensibles, o por el contrario, hacerlos más humanos, encarnarlos y vincularlos a los cuerpos inexpresivos que los habitan. Bilbaína de nacimiento (1981), formada en Nueva York y CalArts, discípula de Thom Andersen (y James Benning, Peter Hutton…), Lertxundi se vincula con esa tradición experimental norteamericana que trabaja sobre la construcción del tiempo y los espacios comunes. Su cine es una suerte de cine doméstico que piensa y habita los paisajes en los que filma, que los ocupa para resignificarlos y trazar las fronteras que definen un espacio y la gente que lo vive. En sus películas hay música diegética, canciones que se cortan, instrumentos e improvisaciones, radios sonando, cuerpos en estado de semi-vigilia, amigos, casas, atardeceres, montañas, valles y bosques y, cada vez más, una mirada hacia el interior. Como si el paisaje fuese también un espejo en el que se refleja la vida, la memoria, su herencia como cineasta.

Hay un cortometraje abstracto y pintado a mano de José Antonio Sistiaga, Impresiones en la alta atmósfera (1988-1989) que termina con la siguiente dedicatoria. “A Vincent Van Gogh”. Una preposición y un nombre que hacen explícito el vínculo casi invisible entre el cine y el movimiento que dio comienzo al arte de vanguardia. El viejo proyecto impresionista de retratar el paso del tiempo, los cambios perceptivos, la luz, y el movimiento, encontró su perfecta encarnación en el aparato cinematográfico. Es en esa tradición, la que hace patente por primera vez el salto entre realidad y representación, donde se evidencia la gestualidad en la creación de la obra de arte, en la que podemos inscribir el trabajo del argentino Pablo Mazzolo (1976). Un cine de la materia en el que las fuerzas de la naturaleza se transforman, merced a la cámara, la emulsión, las superimposiciones, en un torrente visual, una experiencia envolvente que cruza lo físico para adentrarse en los terrenos del sueño.

Gonzalo de PedroProgramador y docente de la Universidad Carlos III

Entidades colaboradoras:

Centenario Todo Bergman (3)

Nuevas tarifas del Doré

Mi Idaho privado (Gus Van Sant, 1991). Dcha.: Mala Noche (1985)

Rosatigre (Tonino De Bernardi, 2000)

El Cine Doré presentará durante todo este mes de junio la tercera parte del ciclo “Centenario Todo Bergman”, que celebra los cien años del nacimiento del fundamental realizador sueco.

Proyectados ya filmes como El manantial de la doncella (1960) o El séptimo sello (1957), esta parte del ciclo propone una retrospectiva sobre las obras de su etapa otoñal, las más intensas, aquellas que narran crisis personales, separaciones matrimoniales y problemas de familia. Se exhibirán películas como Secretos de un matrimonio (1974) o Fanny y Alexander (1982), tanto en sus versiones íntegras para televisión como las remontadas para exhibición cinematográfica, y se contará también con documentales sobre su figura, como Descubriendo a Bergman (2013), en el que cineastas de la índole de Martin Scorsese o Francis Ford Coppola miran al genio desde sus propias perspectivas e influencias.

Como en los meses anteriores, el Cine Doré acompañará esta serie de proyecciones con coloquios y presentaciones que complementan y expanden esta revisión de la obra del cineasta. Contaremos, así, con la presentación del libro Ingmar Bergman, el último existencialista, a cargo de su autor, Jordi Puigdomènech, y del editor Juan Carlos Rentero (JC). Igualmente, la directora Jane Magnusson presentará la proyección de su documental La isla de Bergman (2006), un retrato íntimo del maestro de Fårö.

Oaxaca Tohoku (Pablo Mazzolo, 2011)

025 Sunset Red (Laida Lertxundi, 2016)

El 3 de mayo de 2018 se publicó en el Boletín Oficial del Estado la Resolución del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales del 23 de abril de 2018, que regula los precios públicos del organismo, en la que se introducen importantes cambios en las entradas y abonos para el Cine Doré, que pretenden fidelizar a nuevos públicos y ofrecer opciones económicas para espectadores asiduos.

Se mantiene la opción de entrada individual para una sesión, con un precio de 3 euros (2 euros para los colectivos con derecho a bonificación), y el abono de 10 sesiones, el cual mantiene su precio a 20 euros (15 euros con bonificación). Como novedad, se introduce un abono anual que ofrece a su titular la posibilidad de asistir a un número ilimitado de sesiones durante un año por el precio de 40 euros (30 euros para los colectivos con derecho a bonificación).

Además, se han ampliado los colectivos que tienen derecho a los precios reducidos, incluyendo a estudiantes, miembros de familias numerosas, grupos culturales y educativos vinculados a instituciones, mayores de 65 años y personas en situación legal de desempleo. Por último, los menores de 18 años podrán acceder gratuitamente a todas las sesiones, con la sola presentación del DNI en taquilla.

Esta información, así como el BOE en el que está incluida, puede ser consultada en la página web de Filmoteca Española.