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CHASQUI EL CORREO DEL PERÚ Boletín Cultural del Ministerio de Relaciones Exteriores Año 5, número 11 Octubre de 2007 Piedra de los doce ángulos en el Palacio de Inca Roca (Ciudad del Cusco). Foto: Billy Hare. EL VIOLÍN, EL ARTE Y EL QUECHUA: ZUIDEMA, ROWE Y MURRA / PERÚ, PATRIMONIO DEL MUNDO / VALLEJO: POESÍA COMPLETA AL INGLÉS / DEL PENSAR MESTIZO / EL MUNDO DE CHRISTIAN BENDAYÁN

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CHASQUIEL CORREO DEL PERÚ

Boletín Cultural del Ministerio de Relaciones ExterioresAño 5, número 11 Octubre de 2007

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EL VIOLÍN, EL ARTE Y EL QUECHUA: ZUIDEMA, ROWE Y MURRA /PERÚ, PATRIMONIO DEL MUNDO / VALLEJO: POESÍA COMPLETA AL INGLÉS /

DEL PENSAR MESTIZO / EL MUNDO DE CHRISTIAN BENDAYÁN

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EL VIOLÍN, EL ARTE Y EL QUECHUA:ZUIDEMA, ROWE Y MURRA

Manuel Burga*Las investigaciones de los peruanistas R. Tom Zuidema, John H. Rowe y John V. Murra dominaron el

desarrollo de la historia y antropología de las poblaciones andinas durante la segunda mitad del siglo XX.Originaron una suerte de división territorial, intelectual y metodológica, de escuelas o tendencias, con

propuestas e interpretaciones propias, a veces contrapuestas, procedentes de discursos teóricos diferentes,pero con resultados afortunadamente complementarios.

ainer Tom Zuidema (1927), forma-do en la escuela antropológica ho-

landesa de Josselin de Jong, una an-tropología que tenía sus propias IndiasOrientales, como Sumatra, Tailandia,Borneo, Indonesia, donde sus estu-diantes terminaban generalmente in-vestigando. Sin embargo, Zuidema–formado en el conocimiento de es-tas Indias– vino luego a las misteriosasIndias Occidentales, pasando por su-puesto por España. Así concluye, en1962, su sorprendente y complejo es-tudio The Ceque System of Cuzco. TheSocial Organization of the Capital ofthe Incas, donde aplicó, por primeravez, el entonces controvertido y sofis-ticado análisis estructural. Esta tesis,publicada originalmente en inglés,1964, se convirtió muy pronto en unobjeto de estudio, curiosidad y acalo-radas discusiones por situarse en unplano abstracto y abordar niveles casiinvisibles de las realidades andinas.

Zuidema nos hace recordar a losgrandes intelectuales «erizos», aquellosdescritos por Isaiah Berlin1 por su ape-go a interpretar todo desde un gran es-quema, una visión del mundo, la suyapropia con frecuencia. Entonces, no hayque extrañarnos que el gran proyectode investigación que Zuidema empezócon los ceques, en su juventud, le hayaservido siempre, como en el presente,en la culminación de su carrera, paraexplicar el funcionamiento del calen-dario inca. Esto lo convierte en un típi-co intelectual «erizo», que recurresiempre a una matriz única para en-tender muchas cosas, no por un capri-cho personal, como él suele decir, sinoporque la realidad así fue. Recuerdo,que en 1982, le acompañé a buscar latumba de la capac hucha TantaCarhua, bella hija del curaca local deOcros, que pagó con su vida el ingresoal olimpo de los dioses cusqueños parasellar así el entendimiento políticoentre el inca y su padre, un modestocuraca chinchaysuyo. Buscábamos elceque invisible, caminamos incansable-mente, con el texto de RodrigoHernández Príncipe en la mano, pá-rroco de Ocros en el siglo XVI, dete-niéndonos para reconocer algunas re-

ferencias geográficas y, finalmente,rendirnos ante el misterio de la tumbade Tanta Carhua.

Estas caminatas, como las conver-saciones en su misma biblioteca perso-nal de Urbana-Champaign, me confir-maban su pasión, dominio y vocaciónpor los temas andinos. Estos ceques, quequizá no formaban parte de la concien-cia de un curaca o de un gobernanteinca, le sirvieron para entender las rea-lidades sociales, ideológicas y mentalesdel hombre andino. Este afán lo rela-cioné finalmente con lo que él mismome había contado, a propósito de su lle-gada al Perú en 1953, cuando Luis Bas-tos Girón lo inició en el estudio de losdocumentos históricos. Luego pasó alCusco, donde, no sé si por la escasez derecursos, integró una orquesta de cá-mara y sobrevivió de su violín. El violínme permitió descubrir su relación conla música, verdaderamente estrecha,una clave para entender su obra. Poreso, siempre me pareció que buscabaescribir el pentagrama de las culturas

andinas, con sus armonías y melodíaspropias, pero siempre ordenadas a par-tir de los mismos principios. Quiso po-nerle escritura a una población que nola tuvo, ni que en ese momento la ne-cesitó, porque se sirvió de otros artefac-tos para memorizar o contabilizar. Unaformulación teórica que lógicamentetenía un alto contenido de provocaciónpara los amantes del dato concreto, delos hechos realmente ocurridos, peroque a nosotros –a mí en particular– nosrevelaba la enorme complejidad de lassociedades prehispánicas.

John Howland Rowe (1918-2004)vino a Lima por primera vez en 1939 ytambién de inmediato se trasladó alCusco, para iniciar sus primeras investi-gaciones en el templo de Santo Domin-go (antiguo Coricancha). Desde enton-ces hasta el año 2004, más de sesentaaños, continuó recorriendo el Perú, susarenales, sus cerros incas, frecuentan-do las tertulias académicas peruanas,publicando e investigando sobre la his-toria andina. El profesor Rowe, a quien

tuve la suerte de frecuentar en la dé-cada de 1990, era un arqueólogo devocación y de una sólida formación enhistoria del arte. En Brown University,Providence, en 1935 y 1936, hizo Estu-dios Clásicos. Luego, en HarvardUniversity, terminó un bachillerato enArtes y en esta misma universidad sedoctoró en 1946 con la tesis Introduccióna la Arqueología de Cuzco. La clave deRowe es su formación en historia delarte, que la completó, por la exigenciade los temas andinos, con una rigurosaformación antropológica. Ambas le per-mitieron, desde sus inicios en el Perú,aplicar –al estudio de la historiaandina– una mirada muy fina y edu-cada, que incluía el interés por el do-cumento histórico, así como por losclásicos métodos de la arqueología.Siempre me pareció que se sentía muycómodo analizando la cerámica, los ar-tefactos culturales prehispánicos, losdocumentos de archivo. Por eso, nun-ca dejó de decir –con cierta ironía– quesus conclusiones se derivaban deconstataciones fácticas, de artefactosexaminados o de testimonios escritos,de la historia del arte.

Recuerdo mucho a Rowe: su expre-sión bondadosa de hombre simpático,sereno, sabio, en las entretenidas tertu-lias del Cusco, cuando sonreía –a iniciosde la década de 1990– al escucharmehablar con mi interés desbordante porentender el siglo XVIII, las noblezas incascoloniales, ese «movimiento nacionalis-ta inca» que él había estudiado tan bien,desde la noción de utopía andina. El pro-fesor Rowe, en el Cusco, durante mu-chos años, cumplió una peculiar funcióndocente, conversando con sus parescusqueños, leyendo trabajos de estudian-tes y reclutando alumnos estadouniden-ses para investigar sobre temas de histo-ria andina. Conformaba una pareja for-midable con Patricia J. Lyon, ambos in-teresados en los mismos temas, ambosinnovadores. John, gran amigo deFranklin Pease en Lima y de Jorge Flo-res Ochoa en Cusco, tenía interesesmúltiples, como un auténtico «zorro» deIsaiah Berlin, un pluralista a carta cabal.Practicó la arqueología y la historia delarte de manera paralela; trabajó con el

R. Tom Zuidema (Haarlem, Holanda, 1927).

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pico, la lampa, los laboratorios, las cróni-cas coloniales, los lienzos de la pinturacusqueña y los coloridos y pintorescosqueros para indagar por la suerte y trans-formación de los incas y la culturaandina bajo el dominio español.

Ahora aprovecho la oportunidadpara decir que lamento no haber compi-lado y editado su obra completa, que,para mi sorpresa, tal como consta en unacarta de 1994 que aún conservo, meconfió esa tarea, pero que nunca –aun-que parezca desmoralizador decirlo–pudimos encontrar un respaldo para supublicación. Luis Soberón y TeobaldoPinzás, entonces directores de la Aso-ciación Peruana para el Fomento de lasCiencias Sociales (Fomciencias), debenrecordar muy bien este proyecto, la bús-queda inútil de fondos, el desánimo quenos invadió cuando se produjo elautogolpe de 1992, que a muchos nosempujó a la migración, pero afortuna-damente el Instituto Nacional de Cul-tura (INC) de Cusco publicó en 2003,aunque en volumen pequeño, una se-lección de ensayos y artículos hecha porel propio autor2.

En muy pocas oportunidades tratéde cerca a John V. Murra (1916-2006).Quizá era demasiado joven cuando loescuché por primera vez en San Marcos,aunque lo volví a escuchar muchas ve-ces en el Instituto de Estudios Peruanos(IEP) del periodo de José Matos Mar. Poreso, al igual que otros, ingresé al conoci-miento de su obra de manera indirecta,primero a través de la lectura de ese pe-queño y fascinante libro de AlfredMétraux, Les incas (1961), y luego a tra-vés de una segunda gran presentaciónhecha, esta vez, por Nathan Wachtelen su libro de 1971, La visión de los venci-dos (La vision des vaincus). Sin embargo,creo que lo que más me acercó a su obrafue la tertulia en la casa de RuggieroRomano en París, a inicios de la décadade 1970, donde se hablaba de su obra,de su trashumancia, de su inicial posi-ción política de izquierda, de su amistadcon José María Arguedas, de su partici-pación en la Guerra Civil Española, desu apego al psicoanálisis y de la necesi-dad de leerlo directamente.

Ya se han dicho, luego de su muerteocurrida el 16 de octubre de 2006, mu-chas cosas sobre la calidad de su obra ysu original aporte a la comprensión de laorganización económica del Estado inca.Su tesis de 1955, presentada en la Uni-versidad de Chicago para obtener el gra-do de doctor, cuando tenía 39 años,cambió sustancialmente el rumbo de lahistoria andina moderna. Una tesis quea pesar de haber circulado solamente enmicrofilme tuvo una enorme repercu-sión en las ciencias sociales y se mantu-vo así, en este soporte material, inéditaindudablemente, durante 22 años, has-ta que finalmente el autor, luego de con-sultarlo con su psicoanalista, autorizó supublicación en 1978.

Los jóvenes historiadores de SanMarcos, como nosotros, tan alejados delpsicoanálisis como convencidos (no digocultivados) por la teoría marxista, ad-mitíamos que había que leer a Murrapor su participación, al lado de los repu-blicanos, en la Guerra Civil Española.

Era un atractivo que no teníanZuidema ni Rowe. Además, la propues-ta teórica de Karl Polanyi, que prove-nía de la antropología económica, lepermitió a Murra hacer una lecturainnovadora del funcionamiento econó-mico del Estado inca. Así, los incas apa-recían, a los ojos del investigador, comoastutos manipuladores de viejas tradi-ciones, para ponerlas al servicio de unnovedoso imperio, un gigante con piesde barro, con enormes dimensiones,aparentemente nuevo, pero sustenta-do en principios del pasado y no en unateoría política como demandaba la nue-va organización económica del Estado.Me sorprendió, cuando lo leí para milibro Nacimiento de una utopía, que ter-minaba dándole la razón al IncaGarcilaso, o a Blas Valera por supuesto,que según algunos especialistas solíaengañar y falsear la historia inca, peroque Murra lo utilizó para demostrar loque la gente de la época, el hatun runa,pensaba acerca del inca como unhuaccha cuyas, «amoroso y amigable»con los desvalidos. Esto fue fascinantepara mí, ya que de aquí se derivaba esailusión de considerar a la sociedad incacomo una sociedad ideal, sin mal, conbuenos gobernantes, con abundantecirculación de bienes y servicios gra-cias a la generosidad del inca.

Pero no se detuvo en el funciona-miento económico del Estado, su proba-ble crisis estructural, sino que tambiénanalizó las economías regionales, étnicas,aun campesinas, sometidas al dominioimperial, desde la noción –ahora ya con-cepto– de economía vertical. Antes, esteordenamiento era conocido, pero Murrale dio una relevancia hasta convertirloen una herramienta de análisis útil parael antropólogo, historiador, agrónomo,arqueólogo o biólogo, que se interesa-ban en esa racionalidad andina, perdi-da ahora, añorada por algunos y quizáimportante para pensar el Perú del futu-ro, para muchos.

Siempre me he preguntado: ¿quiénera este personaje, cómo es que se con-virtió en peruanista y por qué ocultó, sicabe la expresión, durante 22 años sutesis doctoral? ¿Era un «erizo» o un «zo-

rro»? Creo, sinceramente, si el finadoIsaiah Berlin lo permite, que era ambascosas a la vez. El quechua, que lo ha-blaba y que lo usaba para comunicarsecon Arguedas en los sitios más insólitos,era el violín de Zuidema y arte de Rowe,su clave personal, y lo que le permitióingresar al desconocido mundo andino.Ahora también podría preguntarme:¿por qué los tres prefirieron siemprepublicar ensayos de investigación y nolibros? La tesis de R. Tom Zuidema re-cién la editó la Pontificia UniversidadCatólica del Perú (PUCP) en 1995, gra-cias a la insistencia de su gran amigoJuan Ossio, y John H. Rowe nunca qui-so autorizar la traducción y publicaciónde su extenso estudio Inca Culture atthe Time of the Spanish Conquest, apa-recido en el Handbook of SouthAmerican Indians, en 1946, considera-do un estudio clásico. No puedo res-ponder estas preguntas, pero seguro quelas respuestas nos revelarán esas com-plejas personalidades que no investiga-ban para ser famosos en nuestro país, nipara ingresar a ningún mercado de ideasni de libros. No he añadido nada nue-vo sobre la obra de estos tres peruanistas.Me quedaré, por el momento, con esastres claves para entender a Zuidema,Rowe y Murra, que nos revelan –dealguna manera– el secreto y la simpli-cidad de los grandes investigadores.

Finalmente, para terminar, recuer-do a muchos amigos, ingenieros y agró-nomos que se interesaron en recuperartécnicas, plantas y animales andinosque habían sido prácticamente arrasa-dos por la avalancha europea del sigloXVI, que luego fueron estigmatizadospor la dominación criolla republicana.Entonces, a partir de una nueva com-prensión de lo andino, de lo indígena,los técnicos comenzaron a sostener connuevos entusiasmos, como que las cuen-cas hidrográficas había que manejarlasdesde las cabeceras altoandinas, comoen la época prehispánica, y no desde lacosta, como lo impusieron los españo-les, y que no solamente había que re-cuperar los andenes que estaban endesuso, sino que había que construirnuevos donde el hombre andino

prehispánico no tuvo tiempo de hacer-los. Esa avalancha andina, esa«andinización» del Perú, a vecespeligrosamente fundamentalista, yamostraba sus garras y era necesario en-tenderla a cabalidad para domesticarlamejor, en el buen sentido político de laexpresión.

Nosotros, desde nuestra propuestade la utopía andina, entendíamos estasactitudes como parte de un gran cam-bio respecto a nuestro pasado andino,un movimiento general, a veces incons-ciente para sus mismos actores, de res-cate y recuperación de nuestro pasadoindígena. Actuábamos como el IncaGarcilaso o Guaman Poma, subjetivados,emocionados por los nuevos descubri-mientos. Esto quizá, para los especialis-tas peruanos, fue el aporte mayor de lasobras de Zuidema, Rowe y Murra: tratara los incas como otros especialistas trata-ban a los romanos, griegos, egipcios ochinos, en sus épocas de esplendor. Ellosnos ayudaron, sin duda, a hablar másfuerte, con mayor convicción yrotundidad cuando sosteníamos que elPerú moderno, el de hoy o mañana, nopodía ser una nación real, sino asumíaesa parte de nuestra historia y esa he-rencia, que estos singulares peruanistaslo presentaban como una etapa de granbrillo cultural. Murra, Rowe y Zuidema,de esta manera, resultaron, por el cami-no de la investigación social, no solo bue-nos peruanistas, sino también imprescin-dibles constructores de la moderna na-ción peruana.

* Manuel Burga (Chepén, 1942). Doctor enHistoria por la Universidad la Sorbona deParís. Ha sido rector de la Universidad Na-cional Mayor de San Marcos (UNMSM).Tiene como líneas de trabajo la historia de lacultura, historia rural andina y las mentali-dades. Ha publicado los siguientes títulos,entre otros: Nacimiento de una utopía: muerte yresurrección de los incas, De la encomienda a lahacienda capitalista, Los yanaconas. Antologíade lecturas, La vigencia de Mariátegui: feudalis-mo, capitalismo y desarrollo desigual.

1 Isaiah Berlin, Pensadores rusos, 1978.2 John H. Rowe, Los incas del Cuzco. SiglosXVI-XVII-XVIII, Instituto Nacional de Cul-tura (INC), Región Cusco, noviembre de 2003.

John V. Murra (Odesa, Ucrania, 1916-Ithaca, Nueva York, EstadosUnidos, 2006).

John H. Rowe (Sorrento, Estados Unidos, 1918-Berkeley, California,Estados Unidos, 2004).

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CÉSAR VALLEJO:

POESÍA COMPLETA AL INGLÉSMario Vargas Llosa

La edición de The Complete Poetry*, de César Vallejo, traducida tras medio siglo de trabajo por el poetaestadounidense Clayton Eshleman, es un acontecimiento editorial que los lectores en lengua inglesasabrán apreciar. El volumen lleva una presentación de Mario Vargas Llosa, que aquí ofrecemos, y una

introducción de Efraín Kristal, de la que extraemos una parte.

El autor de estas traducciones descu-brió a César Vallejo en 1957, cuando eraaún un estudiante universitario y todavíano dominaba el español, y, como lo explicaél mismo, ha pasado buena parte de su vidaleyendo, estudiando y tratando de verteren inglés su poesía. Nunca se contentó conlo que lograba. Una y otra vez corrigió ypulió sus versiones para alcanzar la escurri-diza perfección. En su empresa hay algodel heroísmo de esos creadores que hanhecho de escribir una tentativa tan hermo-sa como imposible. Su caso revela una ad-mirable fidelidad a un poeta que, qué dudacabe, le cambió la vida. Esta lealtad y em-peño tan prolongados han hecho posibleesta edición de la poesía completa de Cé-sar Vallejo en lengua inglesa, acaso la quese acerca más a los textos que el poeta es-cribió en mano propia. Solo la denodadaperseverancia y el amor con que el traduc-tor ha invertido tantos años de su vida enesta tarea explican que la versión inglesamuestre en todo su vigor y osadía la vozinconfundible de César Vallejo.

* César Vallejo. The Complete Poetry. ABilingual Edition. Edited and Translated byClayton Eshleman. With a Foreword by MarioVargas Llosa, an Introduction by Efraín Kristaland a Chronology by Stephen M. Hart.University of California Press, 2007.

XXXII

999 calories.Roombbb ... Hulllablll llust ... sterSerpenteenic e of the sweet roll vendorengryrafted to the eardrum.

Lucky are the ices. But no.Lucky that wich moves neither more nor less.Lucky the golden mean.

1,000 calories.The gringo firmament looks blueand chuckles up its hocker. The razzedsun sets and scrambles the brainseven of the coldest.

It mimics the bogeyman: Weeeeeetrozzz…the tender railcar, rolling form thirst,that runs up to the beach.

Air, air! Ice!If at least the calor (———Better

I say norhing.

And even the very penwith which I write finally cracks up.

Thirty-three trillion three hundred thirty-three calories.

XXXII

999 caloríasRumbbb... Trrraprrrr rrach... chazSerpentínica u del bizcocheroengirafada al tímpano.

Quién como los hielos. Pero no.Quién como lo que va ni más ni menos.Quién como el justo medio.

1,000 caloríasAzulea y ríe su gran cachazael firmamento gringo. Bajael sol empavado y le alborota los cascosal más frío.

Remeda al cuco; Roooooooeeeis...tierno autocarril, móvil de sed,que corre hasta la playa.

Aire, aire! Hielo!Si al menos el calor (________Mejor no digo nada.

Y hasta la misma plumacon que escribo por último se troncha.

Treinta y tres trillones trescientos treintay tres calorías.

ay poetas que se pueden explicar ypoetas inexplicables, como Cé-

sar Vallejo. Que no se puedan explicar nosignifica que no se puedan entender, quesean incomprensibles, totalmente hermé-ticos. Significa que, a diferencia de lospoetas explicables, cuando hemos averi-guado sobre sus poemas todo lo que elconocimiento racional puede saber –susfuentes, sus técnicas, su particular voca-bulario, sus temas, sus influencias, las cir-cunstancias históricas que rodearon laelaboración de sus poemas– seguimos enayunas sobre ese fondo o aureola miste-riosa que, sentimos, es el secreto de laoriginalidad y la fuerza de esa poesía.

Que un poeta sea racionalmente ex-plicable o no nada presupone sobre la pro-fundidad o la excelencia de su poesía.Neruda es un grande y original poeta y supoesía, incluida la más oscura, la de Resi-dencia en la tierra, es asequible al análisislógico del crítico zahorí, que sabe, a partirdel texto, remontarse a sus raíces, a su en-traña más honda. Con Vallejo ocurre locontrario. Aun sus poemas de juventud,los de Los heraldos negros, muy marcadospor el modernismo y las escuelas de van-guardia que sucedieron a este movimien-to, tienen, dentro de su aparente transpa-rencia, un núcleo irreductible a la purarazón, un corazón secreto que parece es-cabullirse a todos los esfuerzos de la inteli-gencia racional para auscultarlo.

La poesía de Vallejo, por más queabunden en ella las referencias a un paisajefamiliar y a un entorno social e histórico,trasciende esas coordenadas de tiempo ylugar e instala al lector en un plano máspermanente y profundo: el de la condi-ción humana. Es decir, esa realidadexistencial de que está hecha la vida dehombres y mujeres: la incertidumbre sobresu origen y su futuro ultraterreno, los extre-mos de sufrimiento y de desesperación aque puede llegar el ser humano y, también,la intensidad de sus emociones cuandoama, se exalta, compadece o se deja ganarpor la nostalgia. Lo misterioso en ella no sonestos asuntos o estados existenciales, sino lamanera como se plasman en un lenguajeque los comunica al lector directamente,por una especie de ósmosis o contagio, másque a través de un discurso inteligible.

La de Vallejo es una poesía que hacesentir las fibras más íntimas de la existen-cia, que nos desnuda de todo lo accesorioy transeúnte, y nos enfrenta con lo quehay en nosotros de esencial: la condiciónmortal, la desesperada voluntad de alcan-zar la trascendencia, de sobrevivir de al-gún modo a la muerte, y la madeja dedesvaríos, yerros y confusiones que deter-minan los destinos individuales.

De Trilce (1922)

Cesar Vallejo.

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n los últimos años el público an-glosajón ha tenido la buena suer-

te de que algunas de las obras mayoresde la poesía hispánica han sido tradu-cidas con esmero. La poesía completade Federico García Lorca en la edi-ción de Christopher Maurer es unode los grandes aportes del hispanis-mo norteamericano; y gracias a EliotWeinberger existe en inglés una bellaedición de los poemas principales deOctavio Paz. Pablo Neruda ha sidotraducido con atino por finos poetas,entre ellos Alastair Reid. En este con-texto feliz, la labor de ClaytonEshleman ocupa un lugar especial: setrata de la primera vez que la poesíacompleta de un gran poeta hispanoha sido traducida al inglés en un solovolumen por un solo traductor quees, a su vez, un notable poeta en supropio idioma. Eshleman empezó atraducir a Vallejo hace cinco décadasy cuando cumplió setenta años deedad decidió que ya era hora de publi-car este volumen.

Nadie sabe mejor que Eshlemanque la poesía de Vallejo puede ser im-posible de parafrasear, interpretar o ex-plicar; pero también que la tarea de untraductor no consiste en la simplifica-ción de las perplejidades de una obratan compleja, sino más bien en la trans-posición de las mismas con la mayorprecisión posible. Eshleman sabe tam-bién que cuando los recursos de un idio-ma no permiten el traslado de un efec-to poético, el traductor tiene la obliga-ción de inventar paralelos que respe-ten la integridad del poema.

Así, Eshleman traduce las para-dojas de Vallejo con facilidad, y sustransgresiones de las convencioneslingüísticas con buenos instintos. Lasdisposiciones geométricas de la poe-sía de Vallejo se pueden reproducir sinmayor dificultad, pero no ocurre lomismo con sus neologismos ni consus transgresiones de la norma orto-gráfica y sintáctica castellana. En al-gunos casos Eshleman ha encontra-do equivalencias que podrían enri-quecer la lengua inglesa, como cuan-do traduce el neologismo «corazon-mente» como «hearterially». Cuan-do da con «epexegesis» para traducir«espergesia» Eshleman capta, en in-glés, la fuerza de esta palabra imposi-ble que algunos exegetas consideranun neologismo ambiguo y otros un ar-caísmo sugerente.

Eshleman logra reproducir en in-glés el impulso emotivo con el cualVallejo no tiene más alternativa que ladistorsión del lenguaje. Las equivalen-cias que encuentra para transmitir lasonomatopeyas de Vallejo son a vecestan impresionantes como su manera

La primera poesía de Vallejo tieneuna deuda reconocida con la estéticasimbolista de Rubén Darío, pero tam-bién con la de otros poetas peruanosde su tiempo: con el modernismo deAbraham Valdelomar, las ensoña-ciones simbólicas de José MaríaEguren y la virilidad anticlerical deManuel González Prada. Como suamigo Antenor Orrego señaló, Vallejofue un gran lector de la poesía del si-glo de oro español. Llenó cuadernoscon sus variantes e imitaciones de losclásicos españoles, entre ellos Lope deVega, Quevedo y Góngora. Hay ras-tros, vestigios y citas de todos ellos ensu poesía. Américo Ferrari y AndréCoyné han demostrado también quepara comprender la formación poéti-ca de Vallejo no se puede olvidar suinterés por algunos poetas centralesdel Río de la Plata, entre ellos el uru-guayo José Herrera y Reissig y el ar-gentino Leopoldo Lugones. Fuera delmundo hispánico, valga señalar la cla-ra deuda de la poesía peruana con elpoeta francés Charles Baudelaire. Enel Perú, Baudelaire fue descubiertohacia finales del siglo XIX, de modoque, como ha señalado EstuardoNúñez, el gran poeta francés fue uncontemporáneo de Darío. Vallejo leyóa Baudelaire en la traducción deEduardo Marquina, cuya sensibilidadestá más cercana a su propia poesíaque el original francés.

Con todo este aprendizaje litera-rio, Vallejo inició su propia aventurapoética. Ya con el poema liminar deLos heraldos negros comienza a distan-ciarse de las estéticas del simbolismohacia una tierra incógnita que será al-canzada, décadas después, por algunasde la figuras literarias más represen-tativas del siglo XX.

Vallejo protesta en contra de nues-tro destino con sentimientos de pie-dad, aislamiento, y culpabilidad. An-ticipando a Kafka, Vallejo proyecta laspugnas internas de un ser humanohacia un orden que supera su indivi-dualidad pero que no puede salvarle:

Yo nací un díaque Dios estuvo enfermo.

Con la repetición enfática de es-tos versos, al final de Los heraldos ne-gros, el Dios omnipotente ha sido pur-gado de la poesía de Vallejo, abriendolas puertas al mundo de Trilce, la obramaestra de la vanguardia hispánica, ya sus Poemas humanos, un conjunto depoemas que muchos consideran la másalta cumbre de la poesía peruana.

* Profesor de la Universidad de California,Los Ángeles (UCLA).

PRIMERA EDICIÓN BILINGÜEEfraín Kristal*

de reproducir, con las convencioneslingüísticas del inglés, algunas de lastergiversaciones ortográficas ysintácticas de Vallejo. Eshleman, porejemplo, logra una versión admirabledel poema XXXII de Trilce. En este poe-ma no estamos seguros si Vallejo estádeshaciendo algunas palabras paracrear sus fragmentos sonoros, o de siestá creando fragmentos sonoros paraimitar los sonidos de alguna funcióncorporal. Eshleman está a la altura delas circunstancias cuando traduce es-tos versos:

999 caloríasRumbbb… Trrraprrr rrach... chazSerpentínica u del bizcocheroengirafada al tímpano

999 calories.Roombbb ... Hulllablll llust ... sterSerpenteenic e of the sweet roll vendorengyrafted to the eardrum.

No es necesario interpretar estepoema para sentir su fuerza emotivaporque las complejidades formalesy lingüísticas de Vallejo no son lasconsecuencias de una experimen-tación gratuita con el lenguaje poé-tico, sino que suponen más bienque las convenciones del lenguajeescrito y del lenguaje hablado pue-den ser insuficientes para expresarel sufrimiento humano. Lasdisonancias y asimetrías de Vallejo,que no tienen precedentes ni paren la historia de la poesía hispáni-ca, sus silencios y sus renuncias aluso de la palabra no son entonceslas de un poeta experimental, sinolas de un poeta que está alterandolos usos del idioma por necesidad,porque no tiene otra alternativa.Son las distorsiones que surgen porlos intensos sentimientos de cul-pabilidad, de turbación, de insegu-ridad que desarticulan los usos co-munes del lenguaje. En su poesíaabunda la convicción íntima de

que la satisfacción de las necesida-des más naturales de un ser humanopuede ser vergonzosa ante el sufri-miento de nuestros prójimos, y ese sen-timiento lo lleva a veces al silencio.

La poesía de Vallejo no debe leer-se desde un solo registro, porque suvoz poética se puede desdoblar enmúltiples dimensiones: puede pasarde una a otra súbitamente, y a veceslos registros de sus poemas entran enuna pugna irresoluble, como cuandosu intento de captar la voz humanapor medio de la escritura entra enconflicto con las convenciones de laexpresión escrita y de la lectura.Vallejo no es inmune al sentimenta-lismo ni a la vulgaridad, pero sus tro-piezos son los de un poeta inspiradoque supo reorientar tanto las tradi-ciones locales como las cosmopoli-tas de su tiempo.

Para algunos la poesía de Vallejoes una de las más herméticas del sigloXX, otros consideran que se trata deuna desconstrucción de logos occi-dental. Para José María Arguedas supoesía es una ventana al alma del pue-blo andino:

Vallejo llevaba en el corazón yen el espíritu la angustiada y tor-turada sensibilidad de un granpueblo; por eso la inmensa hon-dura, la palpitación humana desu obra, su indiscutible valor uni-versal. Con Vallejo alcanza lapoesía nacional la más alta cum-bre de la lírica americana.Rubén Darío era quizá más artí-fice, más grande versificador,pero su voz es siempre la expre-sión de la queja o alegría, de lainquietud y de la emoción de unsolo hombre; él siempre hablade su solo destino. Vallejo sesiente culpable del dolor y deldestino de todos los hombres,habla y reclama en nombre detodos nosotros.

CLAYTON ESHLEMAN,POETA Y TRADUCTOR

Clayton Eshleman nació en Indiana, Estados Unidos, en 1935. Este distinguidopoeta y ensayista ha sido catedrático en el departamento de inglés de la EasternMichigan University. Ha dedicado una buena parte de su vida al estudio y latraducción de escritores hispanos como César Vallejo o Pablo Neruda, y fran-ceses como Aimé Césaire, André Breton y Antonin Artaud. Ha ganado pres-tigiosos premios por sus poemas y por sus traducciones, entre ellos el Lanon y elNational Book Award; y es autor de Juniper Fuse: Upper Paleolithic Imaginationand the Construction of the Underworld (Wesleyan University Press, 2003) y deMy Devotion (Black Sparrow Books, 2004).

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CHASQUI 6

PERÚ, PATRIMON

Ciudad de Arequipa. Grabado. Atlas geográfico del Perú. Mariano Felipe Paz Soldán. París, 1865.Lanzón de Chavín, ídolo de granito monolítico de 4,50 metros. Foto: Alejandro Balaguer.

Vista general de Machu Picchu con el Huayna Picchu al fondo. Foto: Mylene d’Auriol.

Nieves del Huascarán. Foto: Renzo Uccelli.

La historia, con su sucesión de dramas y gestas, cuenta en el P

especialmente generosa y, también, caprichosa; ha puesto casi to

territorio peruano es ocupado por la Amazonía: selva alta al pie d

al manejo de sus misterios. En la procesión de las montañas andin

las culturas solares, cuyos dones –la papa, por ejemplo– tanto be

frente al océano abundante que reúne corrientes calurosas y fr

La historia ha acumulado siglos y milenios, ada

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CHASQUI 7

NIO DEL MUNDO

Relieves en el conjunto Velarde. Foto: Heinz Plenge.

Catedral. Foto: Daniel Giannoni.

Familia de lobos de río, en Cocha Cashu. Foto: Walter H. Wust.

DIEZ SITIOS DEL PERÚEN LA LISTA DEL PATRIMONIO MUNDIAL

DE LA UNESCO

Hasta la fecha, diez sitios del Perú han sido inscritos en laLista del Patrimonio Mundial de la Unesco y se espera queotros –la milenaria ciudad de Caral, el Qhapaq Ñan o GranCamino Inca, en proyecto compartido con países vecinos yhermanos, por citar algunos– obtengan pronto tan preciado ycomprometedor reconocimiento. Entre los diez sitios inscri-tos hay parques y reservas naturales, monumentos arqueológi-cos y centros históricos. Hay biodiversidad y cultura ances-tral, con las sucesivas mezclas y mestizajes de los que resulta elpaís de hoy. Esta muestra pretende ser una invitación a la vi-sita y protección de esos sitios, a partir del trabajo de fotógra-fos y artistas que trataron de captar algunas de sus más signifi-cativas expresiones. Uno de los desafíos del Perú actual es,precisamente, mostrar su patrimonio garantizando su cuida-do. La tarea resulta impostergable, por apego a las raíces quelo nutren, por una enriquecedora vocación de diálogo y en-tendimiento con otros pueblos y culturas y por consideracióncon su porvenir.

Curaduría de la muestra «Perú, patrimonio del mundo»: Gredna Landolt,Cecilia Raffo, Alonso Ruiz Rosas

Figura antropomórfica. Foto: Yann-Artus Bertrand.

Perú con un escenario excepcional. La naturaleza ha sido aquí

odos los contrastes y variantes que quepa imaginar. La mitad del

de los Andes y, luego, la jungla, con multitud de pueblos abocados

nas, columna vertebral del Perú, anidan los cóndores y sobreviven

eneficio han procurado al género humano. En la costa desértica,

ías, florecieron refinadas culturas y bulle ahora la modernidad.

aptándose al paisaje y desafiándolo sin tregua.

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Los Pinchudos, mausoleosde la cultura chachapoyasen un acantilado sobreel río Montecristo, son losúnicos en el Perú queconservan las tallas originalesde madera. Foto: JorgeFlorez Araoz

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CHASQUI 8

LA PAPA,TESORO DEL PERÚ

En 1532 los conquistadores españoles llegaron al Imperio de los Incasen busca de oro y plata. Ahora sabemos que, junto a la

fabulosa riqueza que encontraron, había algo aún más importante:la papa, fruto, como otros alimentos nativos, del genio agrícola

del milenario poblador andino.

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La papa ha contribuido como pocos productos alimenticios a luchar contra el hambre en elmundo. En el Perú hay más de 2.300 tipos de papa. La gran cocina peruana ha hecho de sus

diversas preparaciones un arte mayor. Acercándonos al 2008, Año Internacional de la Papa, el Perúfelicita a sus consumidores, les agradece la confianza depositada en esa milenaria sabiduría y los

invita a descubrir ese arte.

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CHASQUI 9

AJIACO DE PAPAS*

Aplaste manualmente 1 kilo de papablanca cocida y reserve. En una olla, ca-liente aceite y fría 1 cebolla finamentepicada y 1 cucharada de ajo molido hastaque la primera esté transparente. Aña-da ¾ taza de ají mirasol licuado y fríasalpimentando. Incorpore la papa y agre-gue 1 taza leche y ½ taza de agua pocoa poco, siempre moviendo hasta que estécaliente. Eche 1 cucharada dehuacatay y ½ taza de queso fresco cor-tado en cuadritos, revuelva un poco paraque los sabores se compenetren y sirva.Acompáñelo con carne o huevo frito.

PAPA RELLENA CON CARNE**

Sanchoche 1 kilo de papa blanca.Pele las papas y aplástelas aún calientescon el prensa papas o tamiz. Ya frías agre-gue 1 huevo, salpimiente y amase. Sofría1 cebolla picada en cuadritos y 1 cucha-rada de ajo molido. Cuando la cebollase marchite añada 2 tomates pelados ydespepitados en cuadritos, deje cocinar5 minutos y agregue luego 250 gramosde carne molida, 50 gramos de pasas, 6aceitunas negras picadas, 2 cucharadasde culantro y 2 cucharadas de perejil.Retire cuando la carne esté cocida. For-me dos círculos de masa de ½ centíme-tro de alto y 8 de diámetro. Coloqueuno de ellos en la palma de la mano yponga en el centro una buena cuchara-da del relleno y una tajada de huevoduro. Tape con el otro círculo, cierre ydele forma ovalada. Fría en aceite hir-viendo. Si gusta, pase la papa rellena porharina. Sirva con salsa criolla.

PAPA A LA HUANCAÍNA***

Pelar 6 papas cocidas y córtelas enrodajas gruesas. Fría la ½ cebolla cor-tada en juliana gruesa hasta que dore.Licue 200 gramos de queso fresco se-rrano con la cebolla, 3 ajíes amarillossin venas ni pepas, ½ taza de leche y¼ taza de aceite. Debe lograr una cre-ma de textura uniforme. Sazone consal y el jugo de medio limón. Sirva so-bre las papas y acompañe con huevoduro, aceitunas negras de botija, cho-clo sancochado desgranado y hojas delechuga.

OCOPA AREQUIPEÑA***

Tueste 6 ajíes mirasol (sin venas nipepas) con poco aceite, a fuego alto. Pé-lelos y reserve. Prepare un aderezo con1 cebolla roja en juliana gruesa y 4 dien-

RECETAStes de ajo. Muela en un batán el ají conel aderezo y un poco de agua. Incorporeramas de huacatay y continúe molien-do. Añada 200 gramos de nueces o manítostado y ¼ taza de galletas de animali-tos. Agregue poco a poco el aceite, has-ta lograr una crema homogénea. Sazo-ne. Sancoche 12 papas cocidas y córte-las en rodajas. Sirva la papa cubierta deocopa y acompañe cada plato con me-dio huevo.

AJÍ DE CHUÑO BLANCO OTUNTA****

Sofreír en aceite caliente ½ cebollaen cuadritos, 1 diente de ajo, 3 cuchara-das de ají mirasol. Agregar ½ taza deleche evaporada, salpimentar y aroma-tizar con una pizca de nuez moscada.Agregar 12 tuntas remojadas y cocidas,cortadas en cubitos (remojar las tuntas12 horas antes de su cocción) y luego 2tazas de agua o caldo. Dejar que hiervaa fuego lento removiendo con cuidadohasta que tome punto, agregar 200 gra-mos de queso fresco desmenuzado, 1rama de huacatay y un chorro de leche.Rectificar la sazón. Servir adornando conhuevos duros.

CAUSA LIMEÑA******

Raspar 1 kilo de papas amarillas ycolocarlas en una olla grande con abun-dante agua salada. Llevar al punto deebullición y cocinar hasta que estén sua-ves, alrededor de 15-20 minutos. Mien-tras tanto, colocar 2 cebollas finamentepicadas para que se maceren en un pe-queño recipiente, con ¼ taza de vina-gre y 1 cucharadita de sal hasta quetome un color rosado. Escurrir las papasbien y cuando estén lo suficientementetibias para manipularlas, pelarlas y pa-sarlas por el prensa papas, por un coladormuy fino, o por un colador chino, presio-nándolas con el reverso de una cucha-ra. Agregar ½ taza de aceite, el jugo de1 limón, pasta de ají amarillo, sal y mez-clar hasta que todos los ingredientes sehayan incorporado bien. Sancochar los2 filetes de pescado (lenguado o corvina)y dejar a un lado para que se enfríen.Cortar 1 palta en rebanadas y salpicarcon unas gotas de limón y sal. Escurrirbien la cebolla y combinar con pasta deají amarillo (al gusto) y con el jugo de 1naranja. Reservar. Aceitar ligeramentey forrar con papel plástico para cocinaun molde rectangular de 25 centíme-tros (10 pulgadas). Esparcir la primeracapa de puré de papas, presionando li-geramente con el reverso de una cu-chara para que quede bien nivelado.Untar con una fina película de mayo-nesa. Esparcir bien con una cuchara lamezcla de granos de choclo (san-cochados) con mayonesa y agregar otracapa de puré de papas. Untar la segun-da capa de puré con otra fina películade mayonesa. Extender las rodajas depalta encima y cubrir con otra capa depuré, nivelando bien. Cubrir con el pes-cado sancochado, esparcir encima deeste una fina película de mayonesa yfinalmente cubrir todo con una últimacapa de puré de papas. Dejar en larefrigeradora una hora por lo menos hasta

que esté bien fría. Para servir, dar la vuel-ta al molde sobre una cama de hojas delechuga, desmoldar la causa y recubrirlacon el macerado de cebolla. Decorar conlas colas de camarón cocidas.

CARAPULCA CON CERDO*

Tueste ligeramente ½ kilo de papaseca, cuidando que no se dore demasia-do. Una vez fría, lávela bien. Colóquelaen un tazón, cubra con agua dos veces suvolumen y deje de un día para otro paraque se hidrate. Escurra. Dore 1 kilo depanceta de cerdo en trozos y 6 piezas (en-cuentro) de pollo en aceite y reserve. Enese aceite haga un sofrito con 1 ½ taza decebolla picada en cuadritos, 1 cucharadade ajo molido, ¾ de ají panca licuado, ½cucharadita de comino y pimienta. Aña-da la papa seca y las carnes y cúbralas concaldo de pollo o de carne, 6 clavos de olory 1 raja de canela. Cocine sin tapar y afuego bajo, removiendo de vez en cuan-do para que no se pegue. Agregue caldosi es necesario. Deje aproximadamenteentre una hora a 40 minutos, hasta que lapapa se cocine bien. Cuando ya esté listoañada 150 gramos de maní tostado y li-cuado, ½ vaso de oporto, sal, 5 galletas devainilla molidas o 1 cucharada de azúcar.Verifique la cocción de las carnes. Si veque el pollo o el cerdo ya se cocinaron,retírelos e incorpórelos al final de la prepa-ración. Mezclar y dejar al fuego durante10 minutos. Sirva con arroz graneado.

CHUPE DE VIERNES*****

Poner a freír en aceite caliente 1 ce-bolla mediana picada en cuadritos, 2 ajosmachacados, 2 cucharadas de ají colo-rado y 1 cucharadita de huacatay. Re-mover hasta que la cebolla esté blanda yentonces agregar 150 gramos de alverjas,½ taza de habas peladas, 2 zanahoriaspicadas, 1 taza de el repollo picado y 1choclo desgranado. Remover algunosminutos para que las verduras se satu-ren del ají. Agregar caldo de pescado encantidad suficiente. Si lo desea más sus-tancioso agregue en proporción menorcaldo de choros. Cuando alcance el her-vor añadir 4 papas cortadas por la mitad,4 trozos de zapallo y 1 taza de arroz blan-co que previamente ha sido levementefrito. Es el momento para colocar en elcaldo 1 rocoto entero (hay que cuidarque no se reviente, porque haría dema-siado picante el chupe). Cuando las pa-pas están listas se añade ½ taza de lecheevaporada, se ajusta la sazón y seescalfan algunos huevos (uno por cadacomensal). Si desea puede enriquecerel chupe con trozos de pescado o losmariscos disponibles. Al momento deservir se rocía el caldo con el queso fres-co rallado.

Nota: hay que cuidar que el zapallono se deshaga. Algunos recomiendancocerlo aparte para tener mayor control.

LOCRO DE PECHO*****

Sancochar 1 kilo de carne de pechode res y ½ kilo de panza (limpia y pela-da) hasta estar medianamente blandas.Se prepara el ahogado. Sobre el ahoga-do se pone ½ kilo de papas peladas ytroceadas, comino, hierbabuena y cal-do, hasta cubrirlo todo. Triturar las papasy agregar las carnes. Cada plato se coro-na con culantro picado. Se sirve conarroz

MANJAR BLANCO DE PAPAAMARILLA*

Lleve al fuego ½ kilo de papa ama-rilla hecha puré, 1 tarro de leche eva-porada, 1 ½ taza de azúcar, 1 cuchara-da de esencia de vainilla y 1 cuchara-da de mantequilla, moviendo constan-temente. Cuando espese un poco aña-da 1 copa de oporto, 1 cucharada decanela en polvo y 5 clavos de olor. Alfinalizar incorpore 3 yemas y continúemoviendo. Retire del fuego cuando lapreparación adquiera la textura de unmanjar blanco. Fuera del fuego incor-pore 125 gramos de nueces picadas ymezcle.

BIEN ME SABE DEPAPA AMARILLA**

Hervir ½ litro de leche, añadir vai-nilla de vara. Sancochar 4 papas amari-llas y pasarlas calientes por el tamiz, des-pués mezclarlas con la leche y colar todo.Se hace el almíbar con 1 ½ libra de azú-car y 2 tazas de agua hasta que tomepunto. Se mezcla con la leche y se poneal fuego hasta que tenga punto; se retiradel fuego y se le mezclan 8 yemas bati-das con ½ copa de oporto. Se vuelve aponer al fuego para que cocinen las ye-mas, se adorna con almendras tostadas.

DULCE DE COCO Y PAPASAMARILLAS**

Con ½ libra de azúcar y 1 tapa deagua se hace el almíbar y, cuando co-mienza a tomar punto, se echan 5 papasamarillas (sancochadas y prensadas encaliente) y 1 coco de Panamá rallado.Se mueve y cuando se vea el fondo delperol se baja el fuego. Batir 10 yemas yse echan poco a poco, batiendo bien has-ta que se ponga blanco.

* Teresa Izquierdo. Mariella Balbi.PromPerú. Lima, 2006.Web: www.promperu.gob.pe.

** El Perú y sus manjares. Un crisol deculturas. Josie Sison Porras de De la Guerra.Mastergraf. Lima, 1994.

*** Perú, mucho gusto. Varios autores.PromPerú. Lima, 2006.Web: www.perumuchogusto.com.

**** Embajada del Perú en Francia.Gastronomía peruana.Web: http://www.amb-perou.fr.

***** Recetario de la cocina de Arequipa.Oswaldo Chanove.Web: http://chanove.rupture.net/indexcocina.htm.

****** El arte de la cocina peruana. TonyCuster. Lima, 2003.

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el pensar mestizo no es texto des-tinado ni a explicar los mesti-

zos ni su pensamiento. El título deeste libro acaso intrigue, eso es bue-no [...]. No es un libro tampoco dehibridaje léxico como en GuamanPoma o el formidable y abrumadorde Gamaliel Churata: El pez de oro.Ya quisiera yo, mi propósito es másmodesto. Lo que en realidad sugie-ro es que la hibridación de este con-junto de trabajos no se halla en lalengua sino en las ideas. Es concep-tual. ¿Y si es así, qué significa eso?[...]

Trabajé estos textos en una suertede nomadismo intelectual. Cierto, in-vestigador, profesor, pero en fin, laerrancia no es tanto lo que cuenta,sino los temas que no deja uno, comono se abandona una maleta en unaestación. Más las adherencias de lasculturas en que se vive, tema de doblefilo. Y este es el primer punto que quie-ro sumariamente explicar. El segun-do es cómo esta condición intelec-tual, este descentramiento mental delinvestigador, abre paradójicamenteuna predisposición especial, de la queya habló Ortega: «los melancólicosprivilegios del extranjero». No pro-pongo que forzosamente haya quepartir, sino invito a examinar con cui-dado lo que un gran sociólogo y pen-sador, Norbert Elias, ha llamado eltrabajo de «distanciación». El tercerpunto es inevitable. Indicar un par deconceptos que son de mi autoría. Cier-to, Montaigne hace elogio deldépaysement, o sea, del desplazarse, ex-trañarse, partir. Exilio, destierro, sig-nifican también, según los dicciona-rios, descentrase, despistarse. La ideamisma es fecunda: el despistado, pues-to que pierde pista y camino, acasoencuentre uno mejor. La idea es vieja,se abren las vías de la sapiencia a losque van, y al parecer «hebreo» no que-ría decir otra cosa. La operación deirse se carga de ventajas y de riesgos.Sin duda, ver el horizonte, descubrirotros países, otros mundos. [...]

¿Qué pasa cuando el «intelectualcrítico» (¿pero no es esto un pleo-nasmo?) es una persona desplazada,no solo de una geografía sino que sumovilidad le permite otra manera deacceder a las ideas? ¿Hay una ventajade intelectualidad en la extraterri-torialidad? No física, o de países, sinode los departamentos universitarios.Nicole Lapierre habla de esto en

DEL PENSAR MESTIZOHugo Neira

Del pensar mestizo, de Hugo Neira* (Abancay, 1936), recopila varios escritos sobre el pensamiento denuestra intelligentzia a inicios del siglo XX: González Prada, Riva-Agüero, Mariátegui, García Calderón,

Belaunde, Porras, Haya de la Torre y Basadre. Aquí, parte del texto introductorio.

Pensons ailleurs con ocasión de aque-llos que atravesaron las fronterasinterdisciplinarias. Hay casos ejem-plares. Lévi-Strauss que ordena y cla-sifica el material antropológico des-de una cabeza nacida en la filosofía.[...]

El tema intriga. ¿Qué es la luci-dez? ¿Cuál es la fuente de donde manala originalidad, la disidencia, la he-rejía científica, filosófica, política?Corre en nuestro tiempo una apa-sionante explicación, una teoría delhombre original como outsider, y meremito a dos investigadores. En 1944el fenomenólogo Alfred Schultzretoma el tema de la lucidez del fo-rastero o extranjero en una comuni-dad cultural distinta... «Al no com-partir todos los supuestos básicos dela concepción «relativamente natu-ral del mundo», el extranjero es ca-paz de cuestionar casi todo lo que pa-rece incuestionable a los miembros

del grupo social al cual se incorpo-ra». Schultz señala «el mayor gradode perceptividad objetiva del extran-jero frente a conductas y hábitosincuestionables para el nativo de lacultural integradora». Y por paradojalque nos parezca, esta condición deestar fuera (pero no del todo) le per-mite desarrollar aguda sensibilidadpara percibir la incoherencia o in-congruencia del esquema cultural delos otros. «El forastero es capaz dediscernir, entonces, dice Schultz , laaparición de una crisis que amenacetodo el fundamento de la concepciónrelativamente natural del mundo mien-tras que todos esos síntomas pasaninadvertidos a los miembros delendogrupo, habituados a confiar enla continuidad de su forma tradicio-nal de vida. Esta referencia a la obrade Alfred Schultz , la he tomado delexcelente trabajo del mexicano GilVillegas, que a su vez le inspira la

comparación del caso de Lukács,Simmel y Ortega. [...]

Estos textos tienen un capítulollamado «Anticipaciones». El títulono es una exageración. En efecto, eltrabajo sobre Cesarismo populista es de1969, por aquel entonces su autor erajoven investigador en Ciencias Polí-ticas de París y, publicando en la RevueFrançaise de Sciences Politiques, venía acontrariar el punto de vista conven-cional de los propios franceses sobrelos movimientos y fenómenos políti-cos estudiados, vale decir, peronismo,getulismo brasileño, aprismo. ¿No esesa la labor que indaga? Nuevas cate-gorías de análisis, otra lectura, otrossignificados (solamente visibles si sepregunta a la realidad de otra mane-ra). Quiero llamar la atención sobrela anticipación de este trabajo. Esta-blecía, cuando todo el mundo aposta-ba por una transformación de la vidapolítica latinoamericana ora por laobra de la guerrilla castrista, ora porla vía de la democracia representati-va, que lo que ocurriría sería más bienla vigencia de movimientos a la vezde masas y de liderazgos fuertes. En elPerú, solo había por entonces el deVíctor Raúl Haya de la Torre. No ha-bían aparecido en las arenas públicas niAbimael Guzmán, ni Alberto Fujimori,ni Alejandro Toledo, ni OllantaHumala, menos el segundo Alan. Y enla escena latinoamericana ni Evo Mo-rales, ni Lula, ni Hugo Chávez. Fácil escomprobar hoy, para los partidarios delanálisis a la norteamericana, lo obvio.La gracia está en anticipar una suerte deinvariante en nuestra vida pública. Lade hombres fuertes y sus combinacio-nes, feroces o astutas, con las emergen-cias públicas. [...]

Tenso a mi manera los temas delas ciencias humanas con las gran-des preguntas de la humanidad en-tera. No son muchas. ¿Qué es la li-bertad? ¿Qué es el Estado? ¿Quépodemos saber? ¿Qué podemos es-perar? ¿Qué es lo que modestamen-te podemos emprender? El autor,desde lo que le queda por existir. Ellector, usted, desde lo que le quedapor tener nación, todavía.

Hugo Neira. Del pensar mestizo. EditorialHerética. Lima, 2006. 446 pp.

* Ensayista peruano distinguido en Weimarpor un jurado internacional el año 2000 comouno de los seis mejores escritores de ensayo delengua castellana. Desde agosto de 2006 esdirector de la Biblioteca Nacional del Perú.

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Manuel González Prada (1844-1918) .

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SONIDOS DEL PERÚ

AGENDACHASQUIEl correo del PerúBoletín Cultural

MINISTERIO DE RELACIONESEXTERIORES

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gratuitamente por las misiones del Perú en elexterior.

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CANATURCámara Nacional de Industria y Turismo

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Fax: (511) 445-1052E-mail: [email protected]

LA CULTURA CAMBIA EL FUTURODISTRIBUIDOR EXCLUSIVO EN EL PERÚ

Nicomedes Santa Cruz.

SUSANA BACA. COLOR DE ROSAy VESTIDA DE VIDA(Play Music, reeditados en 2006)

Ya nadie podría cuestionar la rele-vancia global adquirida por la notableintérprete peruana Susana Baca desdeque el sello independiente de EstadosUnidos Luaka Bop decidiera desperdi-gar la noticia de su imprescindible exis-tencia por todo el planeta musical. Peroresulta oportuno recordar que Bacanunca fue una artista masiva en el país:distanciada de la cultura de la peña yde los escándalos que suelen acompa-ñar el devenir por los escenarios de lamayoría de divas de la música criolla,Baca siempre apostó por el rescate delas raíces africanas de su acervo desdeuna perspectiva multidisciplinaria y haestado más cerca —ideológica y estéti-camente— de poetas y antropólogosque de sus colegas «criollas». En tal sen-tido, las reediciones de estos dos discos,ya imposibles de encontrar en sus ver-siones originales, es tan valiosa comooportuna: la gran estrella de la WorldMusic contemporánea partió artística-mente con modestia pero con pie firme,y estas dos piezas de colección no ha-cen otra cosa que confirmar que DavidByrne tenía razón cuando decidió ex-portar su talento al resto del mundo.

Tanto Color de rosa (1987) como Vesti-da de vida (1991) merecen una distri-bución internacional. Ojalá que no tar-de mucho.

VARIOS. LO MEJOR DEL GÉNEROAFROPERUANO.Afro Peruvian Music Classics(Play, 2007)

Han sido muchos los intentos porreunir en una sola producción los nu-merosos hitos del repertorioafroperuano, un disco que pudiera fun-cionar como una suerte de breviarioorgánico de un género musical que,tarde o temprano, especulamos, serádescubierto por el resto del mundo comoya ocurrió en su momento con la músi-ca cubana o brasileña. La músicaafroperuana es tan rica y diversa quetodavía no se ha conseguido prepararuna antología que recoja todas sus va-riantes y singularidades, aunque un tra-bajo como este, que como todocompilatorio, ofrece una selección im-pecable pero que sigue presentando al-gunas inevitables ausencias, sirve bas-tante bien como una introducción algénero para los iniciados. Además, esun disco perfecto para animar cualquierfiesta consagrada a celebrar las raícesafricanas de nuestra tradición musical.

Allí están los más grandes: el ZamboCavero, Nicomedes Santa Cruz, LucilaCampos, Pepe Vásquez, Eva Ayllón yPerú Negro, entre muchos más. Son 42canciones en una colección de dos dis-cos. Vale la pena.

MAGALI LUQUE. BÁSICA(Independiente, 2007)

La historia reciente registra la exis-tencia de muy pocas bandas integra-

LA PALABRA VECINA

Del 4 al 13 de setiembre se llevó acabo el Encuentro de Escritores «La Pa-labra Vecina» (Perú-Ecuador), organi-zado por el Centro Cultural IncaGarcilaso del Ministerio de RelacionesExteriores del Perú y la Organización deEstados Iberoamericanos (OEI). Este en-cuentro internacional crea un espaciopara fortalecer las relaciones culturalesentre dos países que comparten historiay memoria en la región andina, y afron-tan dilemas semejantes ante los retos delmulticulturalismo nacional.

Los escritores peruanos que partici-paron en este encuentro fueron AlonsoCueto, Mario Montalbetti, OswaldoReynoso, Rossella di Paolo, FernandoAmpuero y el ensayista Fidel Tubino.Por su parte, los escritores ecuatorianosque visitaron nuestra ciudad capitalfueron Fernando Balseca, Raúl PérezTorres, Javier Vásconez, MaríaFernanda Espinosa, Carlos Carrión yAlejandro Moreano.

Estos destacados escritores ofrecie-ron sus testimonios y compartieron suslecturas de poesía, narrativa y ensayocon el público asistente. Además de lacalidad literaria y la trayectoria inte-lectual del conjunto de participantes,cabe destacar la presencia de la poeta

María Fernanda Espinosa, quien se des-empeña como ministra de RelacionesExteriores de la República del Ecuador.

INVITADO DE HONOR

El Perú fue el Invitado de Honor enla Feria Internacional del Libro LIBER2007, que se realizó del 3 al 5 de octu-bre en Barcelona, España.

LIBER se dedica exclusivamente aprofesionales y es promovida por la Fe-deración de Gremios de Editores de Es-paña. Constituye, pues, el certamen lí-der de la industria editorial española.Participaron aproximadamente 700expositores y más de nueve mil profesio-nales de 50 países, entre libreros, distri-buidores, autores, agentes, editores, tra-ductores, bibliotecarios, periodistas, do-centes, profesionales de las artes gráfi-cas y operadores de nuevas tecnologías.

El Perú asistió a través de 30 casaseditoriales, con sus respectivas mues-tras y catálogos, los cuales fueron ex-puestos en un moderno stand en la fe-ria, donde hubo una degustación per-manente de gastronomía peruana. Asi-mismo, elaboró un variado programacultural en el que destacaron las pre-sentaciones de los escritores peruanosAlonso Cueto, Carlos Germán Belli,

Carmen Ollé, Arturo Corcuera, San-tiago Roncagliolo, Daniel Alarcón, Jor-ge Eduardo Benavides, FernandoIwasaki, Isaac Goldemberg, EnriquePlanas, Toño Angulo y Carlos Thorne,entre otros.

Por otro lado, se exhibieron dosmuestras fotográficas. Una dedicada alcartógrafo y geógrafo catalán Gonzalode Reparaz, quien vivió largos años enel Perú y realizó el primer levantamien-to cartográfico del cañón del Colca. Laotra fue «Perú: patrimonio del mundo»,fotografías de los diez sitios peruanosinscritos en la Lista del PatrimonioMundial. Además se programó unamuestra de cine y cortometrajes perua-nos presentada por la Filmoteca de laPontifica Universidad Católica delPerú.

La organización de la presencia pe-ruana estuvo a cargo de una ComisiónMultisectorial presidida por el Ministe-rio de Relaciones Exteriores e integra-da por el Instituto Nacional de Cultu-ra, la Biblioteca Nacional, PromPerú yla Cámara Peruana del Libro. Para ellose ha contado con el generoso auspiciode la Universidad San Martín de Porres,del Gremio de Editores de España, dela Pontificia Universidad Católica delPerú, de Air Comet y del Centro Cul-tural de España.

AL SERVICIO DE LA CULTURA

das exclusivamente por muchachas. Yantes, en los lejanos setenta y los in-ciertos ochenta, fueron todavía menos.En los noventa algunos memoriosos re-cuerdan a Sándalo y Lunazul, dos ban-das femeninas que siendo honestas ofre-cían muy pocas canciones memorablesen sus respectivas propuestas, salvo porun detalle. Por ambas pasó una de lasrara avis más talentosas y excéntricasde la escena musical peruana, y siem-pre destacó nítidamente, como motorcreativo y generadora de singularesmixturas sonoras. Nos referimos, claro,a Magali Luque. Y la deuda del debutsolista, que muchos solíamos reclamaren silencio cada vez que nos enterába-mos de sus nuevas aventuras artísticas(ha aportado su voz y su maestría parala ejecución instrumental a proyectosescénicos, el colectivo Cantautoras,etc.), por fin acaba de ser saldada coneste Básica tan sugerente y heterogé-neo como las propias cualidadesinterpretativas de Luque, que aquíquizá se vio un poco desbordada porlas pretensiones y presiones de unaempresa tan personal como la que re-presentó esta producción discográfica.El resultado, no obstante, con sus altasy bajas, es bastante positivo. Ya espe-ramos próximas entregas. (RaúlCachay).

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CHASQUI 12

EL MUNDO DE BENDAYÁNÉlida Román

El artista iquiteño Christian Bendayán (1973) ofrece su última muestra, titulada XXXIII Bendayán*,donde los sueños se confunden con obsesiones provocadas acaso por un mundo multicolor y

poblado de cantos de sirenas.

E l mundo propuesto por ChristianBendayán, con la crudeza de for-

mas y el festín chirriante de los colores,tiene la poco frecuente habilidad deconfundir a primera vista, y mostrar eserostro de la exuberancia tropical y eldesborde perpetuo, estridente, que losestereotipos obligan para con los usos ycostumbres de la ciudad de selva.

Más allá de la condición tributariade las imágenes populares, esas expre-siones de carteles, muros, pinturas sinacademia, ilustraciones espontáneas,su pintura busca y encuentra los signosmás densos y solapados que hurgan enlas identidades y los anhelos, las ansie-dades y los desencuentros. Protagonis-tas privilegiados, sus travestidos de abier-

más allá profundo. Su pintura inquietay desconcierta. Parece divertimento yhasta casi elogio, pero se acerca, conrespeto, a la pregunta sobre su razón ysu existencia.

Muestra sin juzgar y pide respuesta.Sabiendo que no la encontrará.

* Arequipa: Galería de Arte del CentroCultural Peruano Norteamericano (junio,2007). Lima: Sala Luis Miró QuesadaGarland, Municipalidad de Miraflores (se-tiembre-octubre, 2007). Producción y orga-nización: Martha Zegarra.Ver también: Christian Bendayán: un pintorde la selva (urbana). Lima, 2007. 144 pp.

Blog: www.33bendayan.blogspot.com

ta insolencia y demasiada alegría, sonpersonajes que hablan de necesidadesdesembozadas y relaciones despre-juiciadas. También aluden a formas derito social y entramados complejos queparecen tejer su espacio solo en fun-ción de su simpatía cálida y amistosa,verdadero ropaje de su sentido de afir-mación.

Para completar el variopinto desfi-le, Bendayán acude a la iconografíade mitos y leyendas. La sirena emergecomo símbolo excelso, entre románti-co y temible.

Sin embargo este ser-pez lleva en símismo la autodestrucción de sus de-seos: su cuerpo ambiguo le impedirásatisfacerlos. Y en la sirena vieja, des-

gastada, patética, se encuentra ese ger-men que vibra a lo largo de toda la se-rie, un instinto tanático que parece ali-mentar las carnes y la vibración quesurge de los cuerpos representados.Aún en la ternura que pueda asignarsea la pareja, esa sensación de fragilidad,desvarío, incertidumbre, se trasmite através de cada cuadro.

Sensación que se confirma y subra-ya en los paisajes citados, tan popularesy reconocibles. Ellos ostentan esa mis-ma calidad de exceso que hace intuirel estallido inútil.

A pesar de su juventud, Bendayánes un artista mayor. Hurga más allá dela superficie, muestra lo visible inme-diato y desprevenido pero transmite ese

Yo reinaré. 2004. Tríptico. Óleo sobre tela 170 x300 cm.

Enamorados. 2007. Óleo sobre tela 150 cm dediámetro.

Amazonas. 2007. Tríptico. Óleo sobre tela 220 x 360 cm.

El león. 2007. Óleo sobre tela 140 x 220 cm.

Orilla. 2007. Óleo sobre tela 170 x 220 cm. Madre soltera. 2007. Óleo sobre tela 120 x 90 cm.