Carlos José Rodríguez Hurtado.

Filosofía III año.

Profesora Paula Baldwin Lind.

Carta del diablo a su sobrino.

Querido Áinfean:

La manera en la que hablas de la inteligencia de tu paciente, muestra sólo tu ignorancia

e ineptitud. Quizás sea considerado un genio por sus pares, pero Él ha creado al hombre

inferior de manera que el y sus soldados puedan controlarlos. Recuerda también que

Nuestro Padre perteneció a las filas del Enemigo, por lo tanto, es superior en todo

sentido y nosotros somos superiores por extensión. Me avergüenza escuchar que mi

sobrino teme a la inteligencia de un hombre. Donde tú ves una dificultad, yo veo una

gran oportunidad. Pero para asegurar su alma, debes actuar con extrema cautela e

increíble audacia.

Lo primero que me gustó de tu nuevo paciente es su estado de viudez. Incluso si no lo

muestra, o no lo sabe, debe culpar a alguien por esta situación. Los hombres son

animales repugnantes que deben culpar de todas sus miserias a terceros. Comienza por

susurrarle al oído que el Enemigo pudo haberla salvado. Luego, cuando este

pensamiento este enraizado en su persona, pregúntale ¿por qué no la salvó? Y, como

todo católico, se culpará a sí mismo. Recuerda que la religión de occidente se basa en la

falsa humildad y en el concepto del sufrimiento. Él ha creado a los hombres para sufrir.

Luego, se arrepintió e intentó de redimirlos. Para esto, envió a su hijo a la tierra, en uno

de los trucos más sucios que ha realizado desde el inicio de la contienda, pero los

hombres no eran lo que Él esperaba y pudo ver su gran error, por lo que decidió

castigarlos y decirles que deben sufrir. Les dijo que su hijo murió por sus pecados e

insinuó la idea de que la única forma de salvarse es sufriendo. Los católicos creen que

sufren por que se lo merecen. Es de suma importancia que crea que merece sufrir y por

eso Él ha matado a su mujer.

Otra cosa perfecta de la personalidad de tu nuevo paciente es su necesidad de sentirse

redimido. Para esto, debes contactar a Gánchoir (de quien podría aprender) y a Nimhe.

Tengo entendido que ellos están a cargo de dos de sus amigos más cercanos.

Mencionaste que tu paciente guarda sentimientos por la paciente de Gánchoir. Debes

incitar estos sentimientos, pero siempre con un dejo de culpa, por tratar de remplazar a

su mujer, y recordándole que ella es demasiado para él. Encárgate de que disfrute su

tiempo con sus amigos, pero, cuando ellos ya no se encuentren cerca, recuérdale lo

miserable que es. Aquí es donde entra en juego la inteligencia de tu paciente. Hay gente

cuya simpleza les impide darse cuenta de lo infelices que son, tu paciente es lo

suficientemente inteligente para notar su miseria. Haz que se divierta, pero no dejes que

sea feliz. Así, comenzará a culpar al Enemigo por su infelicidad. Se sentirá victima de la

providencia divina con la que Él los engaña y les da un sentimiento de resguardo. No

hay paciente mejor que aquel que camina los pasos del Enemigo y guarda rencor contra

Él. Haz que su diversión gire entorno de los pacientes de Gánchoir y Nimhe. Los

humanos llaman a esto amistad, pero es sólo un acto egoísta en el que buscan placer. La

amistad es una de las mentiras más grandes que les contamos a estos ingenuos. No es

nada más que la búsqueda de la satisfacción propia en otras personas.

Áinfean, lo más importante es que se sienta constantemente miserable, pero que, al estar

en compañía de sus dos “amigos”, crea estar feliz. Debes implantar en su cabeza la idea

de que se merece todo el sufrimiento posible y es culpa de Él. Convéncelo de que

sufriendo esta redimiéndose de alguna manera, pero que culpe al Enemigo. Deja que su

rencor crezca y asegurarás su alma.

Tu afectivo tío, Cian.