carta marx - feuerbach (11!08!1844)

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¿Será posible que los sajones no denuncien la censura, en esta Dieta regional? ¡Valientes constitucionalistasl Esperando saber pronto de usted, Rutenberg pesa sobre mi conciencia. Fui yo quien le llevé a la di- rección de la Gaceta Renana, y no sirve para nada. Más tarde o más temprano, habrá que deshacerse de él. ¿Qué aconseja usted, caso de que el artículo sobre el arzobispo no obtenga el imprimatur de la alta censura policiaca? Deberá publicar- se, 1) por nuestra Dieta, 2) por el gobierno, y 3) por el Estado cris. tiano. ¿Cree usted que debo enviarlo tal vez a Hoffmann y Campe? No creo que sirva para las Anekdota. París, 11 de agosto de 1844, me Vanneau 38. Muy estimado señor: ¡ Aprovechando la ocasión que se me ofrece, me tomo la libertad de enviarle un artículo mío en el que se apuntan algunos elemenos de mi filosofía crítica del derecho,a que ya había terminado, pero que he decidido redactar de nuevo para expresarme con mayor claridad. No atribuyo ningún valor especial a este. ensayo, pero me es grato apro. vechar la ocasión para expresárle ':la· a1fa·estilna~,~§»y -si me pefiñi~ te la palabra- el amor que siento pfif"üstea. Su Filosofía deliü- turo y su Esencia de ldfe [uat-son, tlestl"e-liiego, a pesar de su volu- men reducido, obras de mayor peso que toda la literatura alemana ac- tual junta. f En estas obras ha dado usted -no sé si deliberadamente- una fun. damentación filosófica al socialismo, y los comunistas han interpreta- do así estos trabajos desde el primer momento. El concebir la unidad del hombre con el hombre, basada en las diferencias reales entre ellos, y el bajar el concepto del género humano del cielo de la abstracción para situado en la tierra real, ¿qué es todo eso más que el concepto de la sociedad? Están a punto de aparecer dos traducciones, una en inglés y otra en francés, de su Esencia del cristianismo, que se hallan ya casi a punto de imprimirse. La primera se publicará en Manchester (cuida.• da por Engels) y la segunda en París [244] (al cuidado del francés,doc..· . tor Guerrier, y del comunista alemán Ewerbeck, con la ayuda de un estilista francés).b En estos momentos, los franceses se abalanzarán sobre el libro, pues ambos partidos -el de los curas y los voltarianos y el de los mate. rialistas- tienden la vista en busca de ayudas de fuera. Es. un hecho característico el que, en la actualidad, al contrnrio de 10 que ocurría en el siglo V, la religiosidad haya ido a refugiarse a la clase media y a la clase alta, mientras la irreligiosidad' -pero la irreligiosidad del hombre que se siente como tal hombre-- ha descendido al prole- tariado francés. Tendría usted que asistir a una de las reuniones de los obreros franceses para poder apreciar la virginal lozanía, la noble- a Se trata de la Crítica de la filosoffa del derecho de Hegel. Introducción. Véase •• SUpta, pp. 491 ss. b Este párrafo aparece, en el original, entre corchetes. [679 ]

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marx, feuerbach, carta

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Page 1: Carta Marx - Feuerbach (11!08!1844)

¿Será posible que los sajones no denuncien la censura, en esta Dietaregional? ¡Valientes constitucionalistasl

Esperando saber pronto de usted,

Rutenberg pesa sobre mi conciencia. Fui yo quien le llevé a la di-rección de la Gaceta Renana, y no sirve para nada. Más tarde o mástemprano, habrá que deshacerse de él.

¿Qué aconseja usted, caso de que el artículo sobre el arzobispo noobtenga el imprimatur de la alta censura policiaca? Deberá publicar-se, 1) por nuestra Dieta, 2) por el gobierno, y 3) por el Estado cris.tiano. ¿Cree usted que debo enviarlo tal vez a Hoffmann y Campe?No creo que sirva para las Anekdota.

París, 11 de agosto de 1844,me Vanneau 38.

Muy estimado señor:

¡Aprovechando la ocasión que se me ofrece, me tomo la libertad deenviarle un artículo mío en el que se apuntan algunos elemenos de mifilosofía crítica del derecho,a que ya había terminado, pero que hedecidido redactar de nuevo para expresarme con mayor claridad. Noatribuyo ningún valor especial a este. ensayo, pero me es grato apro.vechar la ocasión para expresárle ':la· a1fa·estilna~,~§»y -si me pefiñi~te la palabra- el amor que siento pfif"üstea. Su Filosofía deliü-turo y su Esencia de ldfe [uat-son, tlestl"e-liiego, a pesar de su volu-men reducido, obras de mayor peso que toda la literatura alemana ac-tual junta.

fEn estas obras ha dado usted -no sé si deliberadamente- una fun.

damentación filosófica al socialismo, y los comunistas han interpreta-do así estos trabajos desde el primer momento. El concebir la unidaddel hombre con el hombre, basada en las diferencias reales entre ellos,y el bajar el concepto del género humano del cielo de la abstracciónpara situado en la tierra real, ¿qué es todo eso más que el conceptode la sociedad?

Están a punto de aparecer dos traducciones, una en inglés y otraen francés, de su Esencia del cristianismo, que se hallan ya casi apunto de imprimirse. La primera se publicará en Manchester (cuida.•da por Engels) y la segunda en París [244] (al cuidado del francés,doc..· .tor Guerrier, y del comunista alemán Ewerbeck, con la ayuda de unestilista francés).b

En estos momentos, los franceses se abalanzarán sobre el libro, puesambos partidos -el de los curas y los voltarianos y el de los mate.rialistas- tienden la vista en busca de ayudas de fuera. Es. un hechocaracterístico el que, en la actualidad, al contrnrio de 10 que ocurríaen el siglo V, la religiosidad haya ido a refugiarse a la clase mediay a la clase alta, mientras la irreligiosidad' -pero la irreligiosidaddel hombre que se siente como tal hombre-- ha descendido al prole-tariado francés. Tendría usted que asistir a una de las reuniones delos obreros franceses para poder apreciar la virginal lozanía, la noble-

a Se trata de la Crítica de la filosoffa del derecho de Hegel. Introducción. Véase ••SUpta, pp. 491 ss. b Este párrafo aparece, en el original, entre corchetes.

[679 ]

Page 2: Carta Marx - Feuerbach (11!08!1844)

za de que dan pruebas estos hombres agotados por el trabajo. Tam-bién los proletarios ingleses hacen progresos gigantescos, aunque lesfalta el carácter cultural de los franceses. Y no debo tampoco dejarde señalar los méritos teóricos de los artesanos alemanes que trabajanen Suiza, en Londres y en París. Lo que ocurre es que el artesanoalemán es todavía excesivamente artesano.

En todo caso, la historia va alumbrando ya entre estos "bárbaros"de nuestra sociedad civilizada el elemento práctico para la emancipa-ción del hombre.

El contraste entre el carácter francés y el nuestro, el de los alema.nes, no se me ha revelado nunca con tanta fuerza y tanta nitidez comoen una obra de Fourier que comienza con estas palabras: "l'hommeest tout entíer dans ses passions". "Avez..vous jamais rencontré un hom.me qui pensa.tpour penser, qui se ressouvint fJo:Lrse ressouvenir~ q~iimaginltt pour imagíner? qui voulait pour voulOl.r?cela vous est-tl la-mais arrivé el vous méme? , , , non, évidemment non! " e

Por tanto, el móvil principal tanto de la naturaleza como de la so-ciedad es la atracción mágica, pasioTUlly no reflexiva, y "tout ~tre,homme, plante, animal ou globe a requ une somme des forces en rap..port a:vec Sel. mission dans l'ordre universel".d ;

De donde se sigue que "les attractions sont proportioneUes aux des.tiné.es".e [2451

¿No parece como si en todas estas afirmaciones el autor francés sepropusiera enfrentar su passion al actus purusdel pensamiento ale-mán? N o se piensa solamente por pensar, etc.

De cuán difícil se les hace a los alemanes sobreponerse a la unila.teralidad de lo antagónico ha venido a dar una nueva prueba en suGaceta Literaria crítica berlinesa mi amigo de much05 años Bruno Bauer,ahora distanciado de mí. No sé si ha leído usted esa publicación. Hayen ella mucha polémica tácita contra usted..

El carácter de esta Gaceta Literaria puede reducirse a que, en ella,la crítica se convierte en un ente trascendente. Estos berlineses no seconsideran hombres que critican, sino críticos que tienen, por añadidu-ra la desgracia de ser hombres, Sólo reconocen, por tanto, una nece.sidad real, que es la necesidad de la crítica teorética. De ahí que ,re-prochen, por ejemplo, a Proudhon el tomar como, punto ~e partIdauna "necesidad" "práctica". Ello hace que esta cntlca se pIerda, porconsiguiente, en un triste y pretensios~ :-,piritua,lismo. La Concienc,üto la Autoconciencia es, para ella, la umca cualIdad h~mana. Se me-ga, por ejemplo, el amor porque en él la am~~a es sImpl~mente un"objeto" ¡Abajo el objeto! De ahí que esta cntIca se consIdere como

e "El hombre está todo él, entero, en sus pasiones". "¿Habéi~ encontrado nuncaun hombre que piense simplemente por pensar, que ~ecuer?e SImplemente por re-cordar, que imagine simplemente por imaginar, que qUIera SImplemente p,or ~uerer?¿Os ha sucedido nunca eso a vosotros mismos? ¡Indudablemente q~e no! d 'Todoser, el hombre, la planta, el animal o el globo terráqueo, ha reCibido una s?ma d,~fuerzas en relación con la misión que tiene que cumplir dentro del orden uDlversal.e "Las fuerzas de atracción son siempre proporcionales a los destinos,"

el único elemento activo de la historia. Frente a ella toda la huma.nidad es simplemente masa, una masa inerte, que sól~ tiene valor encontraste con el Espíritu. Y, consecuentemente, considera como el ma-yor de ~os crímenes el que el críti~o t.e~g~ un temp~amento y abri-gue pasIOnes,pues debe ser un aoqJO~t lromcamente frío corno el hielo.

De ahí que Bauer declara, literalmente:"El crí~ico no debe participar en los padecimientos ni en los goces

de la socIedad; no debe conocer ni la amistad ni el amor, ni el odioo el recelo; debe levantar su trono en medio de la soledad, donde sólode vez en cuando escapa de sus labios la carcajada de los dioses olím.picos acerca de un mundo vuelto del revés." [2461

Como se ve, el tono de la Gaceta Literaria baueriana es el tono deldesprecio pasional, tarea que le resulta tanto más fácil cuanto quelanza a la cabeza de los demás los resultados obtenidos por ella mismay l?or la época. Se limita ,a poner de manifiesto las contradicciones y,sa~lSfecha con ~llo, se retIra, exclamando despectivamente: "¡Huml".DIce que la crítlca no da nada, pues es demasiado espiritual para ello.Y ·hasta se atreve a expresar la esperanza de que "no está lejos el díaen que toda la humanidad decadente se agrupará en tomo a la críti.ca" -y la Crítica ~on él y Cía-; "cuando ese día llegue, sondearán aesta masa en sus dIversos grupos y extenderán a todos ellos el testimo.nium paupertatis".1r

~al parece como si Baue~ se lanzara a la lucha por rivalidad contraCTlStO. Me propongo pubhcar un pequeño folleto contra estos extra-víos ,de la Crítica:h, Y sería de un valor inapreciable para mí el quepreVIamente me hICIeseusted conocer su opinión y en general me ha.ría feliz si se dignase usted hacerme llegar pront~ unas letr~s suyas.Los artesanos alemanes que trabaJ'an aquí es decir los comunistas varios. '"CIentos de ellos, han escuchado este verano dos veces a la semanaconferencias sobre su Esencia del cristianismo,' dadas por sus instructore~secretos i y se han mostrado notablemente sensibles a estas enseñanzas.El pequeñ? extracto de la carta de una dama alemana publicado en elfolletón numero 64 del Vorwarts ha sido tomado, sin conocimiento del~ au~o,ra,de una carta de mi mujer, que se halla actualmente en Tréve-ns, vlSltando a su madre} [241]

Con los mejores deseos en cuanto a su salud y bienestar, queda suyo

: ,Sotos, sabio, en griego. Ir Certificado de pobreza. h Se refiere a La sagrada fa.milla. Véase el tomo III de nuestra colección, i Se refiere a los dirigentes de la Ligade los justos. j Carolina van Westphalen,