cartilla de antropologia y filosofia
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Antropologia y Filosofia : Cuestiones y convergencias clase 1
Pregunta guía:
¿Cuáles son los puntos en los que convergen o divergen la antropología y la filosofía para dar
respuesta a la interrogante sobre el hombre y su lugar en el mundo?
Procedimiento para el aprendizaje:
a) Leer la lección en su totalidad, primero con una lectura de exploración para tener una idea
general del texto y en una segunda lectura procurar dar respuesta a la pregunta guía.
b) Identifique los conceptos claves de la lectura.
c) Busque información adicional que pueda ampliar lo expresado en la lectura, mediante una
revisión a las referencias de la lección o investigando en otras fuentes bibliográficas.
d) Realice las actividades de refuerzo.
e) Exprese con sus propias palabras los temas que se han tratado en la lección, buscando
encontrar una posible respuesta para la pregunta guía.
Producto:
Elaborar un mapa conceptual con la información de la lección.
Antropología
La palabra antropología proviene del griego άνθρωπος anthropos, “hombre (humano)”, y λογος,
logos, “conocimiento”. Sin embargo en el uso coloquial de la palabra, que se ha extendido desde
finales del siglo XI, y en consonancia con lo dicho por Plessner la antropología sería:
"La teoría del hombre que se desprende de las investigaciones de anatomistas,
historiadores en el campo de la prehistoria, biólogos de las razas y de la herencia: una
investigación empírico-comparada de los posibles orígenes del género humano y de su
diferenciación en razas".
Lo cual reduciría a la antropología a ser una mera parte de la biología, aquella parte que se ocupa
del hombre.
Existe otra significación para el término antropología, el cual menciona un abordaje de esta ciencia
a los estudios de las diversas formas de vida de los pueblos, primordialmente de los llamados
pueblos ágrafos, este es un tipo de estudio que en Europa se suele conocer como etnología.
Filosofía
Del latín philosophĭa, que a su vez proviene del griego antiguo φιλοσοφία, literalmente traducido
como “amor por la sabiduría”.
En la actualidad una definición de filosofía con tan somera explicación nos dejaría sin conocer
exactamente lo que es filosofía, ya que el término encierra tal cantidad de significaciones que hace
muy difícil comprenderlo si nos reducimos a su mera etimología o incluso si nos conformamos con
una definición particular, ya que en este tipo de definiciones se suelen encerrar sesgos provocados
por opiniones personalísimas de lo que “puede” o “debe” ser la filosofía.
A pesar de ello, podemos para agrupar esas multiples definiciones de lo que es la filosofía en tres
conjuntos de posibles opiniones:
Nos encontramos con una primera opinión, harto generalizada, en la cual la filosofía se reduciría a
un mero concepto colectivo en el cual se aborda todo aquello que no puede aún ser tratado
científicamente. Esta es la opinión de un sinnúmero de filósofos positivistas.
Una segunda opinión afirma, contrario a la primera, que la filosofía no es una ciencia y por lo tanto
no puede abordarse, explicarse o subordinarse como lo hacen las ciencias. El objeto de la filosofía,
según los filósofos que sostienen esta opinión, es aquello que se halla por encima de la razón; lo
incomprensible. Esta opinión es sostenida principalmente por el existencialismo.
Según los filósofos existencialistas, las ciencias paulatinamente han salido del seno filosófico (en
donde se engendraron de una u otra forma) y llegará un momento en que todas se desprendan de
la filosofía, sin que esta se vea afectada, pues aunque aquello que toca a laRazón ya concierne a
una u otra ciencia a la filosofía siempre le quedará un tipo de pensar “poético”, situado en la
frontera misma de la razón.
Una tercera opinión, con respecto a lo que es filosofía, sostiene que el “hombre” es el fundamento
y supuesto de todo lo demás. Para los partidarios de éste sentir, todo en la realidad se refiere al
hombre y dado que las ciencias han dejado a un lado esta referencia, toca a la filosofía enfrentarse
a ella, por ello la filosofía tiene al hombre como su objeto propio.
Podemos agregar a lo anterior, que la filosofía no se identifica con las ciencias ni se limita a una
sola parcela del conocimiento sino que dada su naturaleza resulta un tipo de ciencia universal.
Para la filosofía no existen los linderos que las otras ciencias han elaborado para defender sus
campos exclusivos de conocimiento. Dado su carácter universal, la filosofía aborda libremente los
objetos particulares en que se ocupan las demás ciencias.
Por lo tanto la filosofía, y muy particularmente el hacedor de filosofía, no se limita al método
empírico (reductivo) como único medio para abordar al objeto de su estudio, ya que la filosofía
cuando considera un objeto lo observa desde el punto de vista de sus límites, es decir de sus
aspectos fundamentales. De ahí que la filosofía sea considerada como una ciencia de los
fundamentos, pues donde las demás ciencias se dan por satisfechas, la filosofía sigue inquiriendo
e investigando, por lo tanto es un tipo de ciencia radical.
Actividades de refuerzo:
a) Defina los conceptos de antropología y filosofía, con la ayuda de un diccionario especializado.
c) Contraste la significación de ambos conceptos con lo que se ha expresado en la lección.
Antropología filosófica
Es la antropología que se plantea la cuestión del hombre en forma fundamentalmente filosófica. El
concepto fue acuñado por Max Scheler en su breve obra “El puesto del hombre en el cosmos”,
pero también fue desarrollado, y quizás con mayor detalle, por Helmuth Plessner en su libro “El
hombre y los estadios de lo orgánico”.
Para Sheler la antropología filosófica ha de encontrarse entre el saber positivo y el metafísico, con
esta afirmación se responde al papel intermedio y mediador de esta antropología.
Como ya hemos mencionado, desde el punto de vista científico la antropología es la ciencia del
hombre como entidad biológica dentro de la naturaleza. Por lo tanto la antropología científica
podría considerarse en más de un sentido como un apartado dentro de la biología y/o una ciencia
que se auxilia de múltiples disciplinas para intentar comprender la naturaleza del hombre.
Por su parte la antropología filosófica considera al hombre no sólo en su ser natural sino también
en su ser esencial, no sólo en el lugar que ocupa dentro de la naturaleza, sino también dentro del
espíritu.
La antropología científica y la filosófica son dos disciplinas que únicamente convergen en su
preocupación por entender al hombre, pero divergen radicalmente en el sentido de la pregunta que
les da origen. La antropología filosófica extiende su problemática de estudio a la cuestión de la
esencia del hombre, su puesto en el cosmos y su destino, por lo tanto podría ser visto como un
puente que une a las ciencias positivas con la metafísica.
Aunque esta antropología es de creación reciente se hallan en el pasado filosófico huellas del
intento por responder a la pregunta que da sustento a esta disciplina, como ejemplo citamos a:
Sócrates quien se diferenció de los filósofos de su época (interesados en la cosmología)
por preocuparse en el problema del hombre y el lugar de éste en la naturaleza.
Blaise Pascal con un claro interés filosófico- antropológico a lo largo de su obra, afirma que
"el hombre es una caña pensante".
Kant el cual entendió con el nombre de antropología el conocimiento en general del
hombre y de sus facultades (antropología teórica), del hombre y de sus habilidades
(antropología pragmática), del hombre y de su conducta en la vida (antropología moral).
Nietzsche manifiesta en su filosofía que el hombre es algo digno de ser superado.
A pesar de su carácter, la antropología filosófica no pretende ser un saber último y definitivo sobre
el hombre, por ello establece nexos con otras disciplinas; con la misma antropología científica (con
la cual comparte intereses), con la psicología, la sociología, el conocimiento del hombre y la
filosofía de la historia por mencionar sólo algunos ejemplos.
En este momento seguramente ya ha quedado claro que la antropología filosófica es una
antropología de la esencia y no una antropología de las características humanas; a lo que
solamente hay que agregar que la antropología filosófica se distingue particularmente de casi todas
las demás clases de antropologías pero ha de servirse de los datos proporcionados por esas otras
formas de antropología, nutrirse de ellas para llegar a nuevas consideraciones sobre la esencia del
hombre.
Para ejemplificar lo anterior podemos decir que mientras la antropología de las características
humanas afirma que el hombre tiene cuerpo, la antropología filosófica va más allá de esa
afirmación y se hace la siguiente pregunta: "¿Qué significa para el hombre tener cuerpo?".
Es partir de esa pregunta que surge en el hombre una consternación, al saberse a si mismo
diferente del resto de la naturaleza por el mero hecho de poder hacerse una pregunta que lo
trasciende. Con lo anterior podemos afirmar que el problema de la antropología filosófica nace
pues de una profunda consternación existencial.
Actividades de refuerzo:
a) ¿Quién acuño el término de antropología filosófica?
b) Defina el concepto de antropología filosófica y su método especial para resolver la pregunta
sobre el hombre y su lugar en el mundo.
c) Elabore otras posibles preguntas en donde la antropología filosófica vaya más allá de los datos
proporcionados por la antropología clásica.
El Hombre
Desde el punto de vista de la antropología podemos hablar del hombre según su naturaleza o
según su esencia.
De acuerdo a su naturaleza podemos decir que el hombre es una sola especie animal, denominada
como Homo sapiens. El género Homo fue muy diversificado en el pasado, tanto que durante el
último millón y medio de años incluyó numerosas otras especies. Actualmente el Homo sapiens es
la única especie viva del género Homo que prevalece.
Se ha determinado que el Homo sapiens pertenece a una familia de primates, los hominoideos.
Evolutivamente se fue diferenciando desde África y de ese ancestro surgió la estirpe de la que
forman parte los homínidos.
Por otro lado, desde el punto de vista de la esencia es más complejo hablar del hombre, pues nos
tendríamos que remontar hasta el primer atisbo por definir al hombre, esto es en la filosofía griega,
y de ahí avanzar a lo largo de la historia del pensamiento filosófico indagando sobre la esencia del
hombre, empresa harto compleja y laboriosa a la que solamente podemos intentar darle una
somera revisión.
En el curso de la historia del pensamiento filosófico fueron los Sofistas y Sócrates los primeros que
pueden ser considerados como antropocentristas (centrados en el hombre) , su interés en el
hombre apareció al advertir en él un raciocinio, llegando a catalogarlo como un "animal racional".
Propusieron que el ser humano es una cosa cuya naturaleza consiste en poder decir lo que son las
demás cosas, es decir una “cosidad”.
La filosofía griega también enfatizó al hombre como algo que es; como un ser dinámico en
contraposición con el posible carácter estático del cosmos, como un ser que asciende o desciende
(teoría del alma de Platón), un ser racional, un ser ético. El hombre es esto o es aquello... lo es por
que esa ha sido su naturaleza y no puede dejar de serlo por que esa es su esencia.
Con el trascurso de los siglos y la influencia del judaísmo, cristianismo e islamismo en occidente se
desprendió al hombre de esa naturaleza como animal racional y se le transformó en una criatura.
Una "criaturidad" en la que no sólo se encerraba al hombre sino al mundo entero, el cual había
sido creado para el hombre quien a su vez ha sido creado a imagen y semejanza de Dios. Bajo
este supuesto el ser humano no es nada, pero al mismo tiempo lo es todo en el mundo que se le
ha brindado, es pues, la criatura más próxima a Dios.
A pesar de ser despojado de la naturaleza de “cosidad” el hombre fue dotado a lo largo de esta
época de la naturaleza de "persona". Dotado de esa naturaleza el hombre comenzó a
desenvolverse en un drama existencial, un conflicto trascendental que algunos pensadores griegos
ya habían insinuado; el hombre es ciudadano de dos mundos, poseedor de dos naturalezas, un ser
que puede albergar una profunda miseria o manifestar una infinita grandeza.
El siguiente pensamiento de Pascal resume muy bien la concepción del hombre durante esa etapa
del pensamiento:
"¿Qué es el hombre dentro de la naturaleza? Nada con respecto al infinito. Todo con
respecto a la nada. Un intermedio entra la nada y el todo."
Fue en la época del Renacimiento cuando comenzaron a destacar ideas con respeto al hombre, un
sinnúmero de ellas, que buscaron nivelar dicho concepto tal como ocurrió con el concepto mismo
del universo. El hombre a partir de esta época se hizo partícipe del infinito, un dominador de la
naturaleza mediante la ciencia y la técnica. Es en esta etapa cuando comienzan a germinar ideas
sobre el hombre como un ser histórico y/o cultural, que ocupará un amplio espacio de discusión en
la época moderna y contemporánea.
Ya entrados en el pensamiento moderno, nos encontramos con que los problemas en torno
al conocimiento tuvieron gran importancia para determinar la naturaleza del hombre. Para
pensadores como David Hume el conocimiento solamente puede entenderse en virtud de la
naturaleza del hombre. De acuerdo con Hume todas las ciencias están ligadas al hombre de una u
otra forma y si dan la percepción de no estarlo existe un punto en el que tienden a regresar al tema
del hombre.
En épocas recientes han cobrado mayor fuerza los intentos por explicar o conocer la esencia del
hombre, quizás eso explica el que hayan aparecido disciplinas como la antropología filosófica y el
conocimiento del hombre (antropología, psicología y caracterología) como un intento por
concatenar dichas explicaciones sobre la esencia humana.
Si bien muchos de los temas que estas disciplinas explican no son concepciones desconocidas en
la historia del pensamiento, también es cierto que antes de estas disciplinas no se había
profundizado tan hondamente en estos como hasta ahora. Lo anterior se ejemplifica mejor a partir
del desarrollo que durante gran parte del siglo XIX y XX tuvieron ideas como: El inconsciente, la
historicidad del hombre, la esencia del hombre en el espíritu, la simbolización y el sentido, el
historicismo, el sociologismo, el existencialismo, el materialismo dialéctico o el conductismo sólo
por mencionar algunos ejemplos.
Actividades de refuerzo:
a) ¿Qué pensadores consideraron al hombre como una "cosidad" y por qué?
b) ¿Qué pensador afirmaba que el conocimiento solamente puede entenderse en virtud de la
naturaleza del hombre?
c) ¿Qué filósofos fueron los primeros interesados en la cuestión del hombre (antropocentrismo)?
Resumen
Antropología: entendida como un estudio del hombre, que por una parte puede ser
abordada como una exposición biológica del ser humano y por otra como un estudio de las
diversas forma de vida de los pueblos, generalmente ágrafos.
Filosofía: etimológicamente definida como "amor a la sabiduría ". Hoy día resulta un
concepto demasiado difícil de definir dada la amplia variedad de enunciaciones hechas sobre
lo que "es" o "debe" ser filosofía. Podemos meramente intentar comprender lo que se ha dicho
en torno a la filosofía y en virtud de ello formarnos un concepto muy general sobre el término.
Antropología filosófica: término elaborado por Max Scheler, con el que se designa el
estudio de la esencia del hombre. Es un tipo de disciplina de carácter mediador entre las
ciencias positivistas y la metafísica, pues se nutre de diversas ciencias que abordan
directamente al ser humano, pero va más allá de estas llegando a hacerse preguntas
trascendentales para determinar al hombre y su lugar en el mundo.
Hombre
Según la antropología clásica: El hombre es denominado como Homo sapiens, una
especie que pertenece a una familia de primates que ha evolucionado y diferenciado de un
ancestro común en África. El Homo sapiens es la única especie viva del género Homo que
prevalece.
Según la filosofía: Resulta difícil hablar del hombre en términos filosóficos
(indagando sobre su esencia), pues es un ejercicio amplio y laborioso, tendríamos que
remontarnos a la filosofía griega y de ahí partir para investigar en las diversas etapas del
pensamiento las huellas que los filósofos nos han dejado sobre la eterna pregunta; ¿qué
es el hombre y cuál es lugar en el mundo?
Referencias
Bochenski, J.M., 1989, Introducción al pensamiento filosófico, Barcelona: Herder.
Carpio, A., 1993, Principios de filosofía, Buenos Aires: Glauco.
Ferrater, M., 1964, Diccionario de filosofía, Buenos Aires: Sudamericana.
Antropologia filosofica Cassirer Leccion 2
Pregunta guía:
¿Qué nos dice Ernst Cassirer sobre la Antropología filosófica y sobre el hombre en su
libro Antropología filosófica?
Procedimiento para el aprendizaje:
a) Leer la primera parte del libro Antropología filosófica de Cassirer (capítulos I al V).
b) Identificar los conceptos clave de la lectura.
c) Realizar un resumen por escrito de la lectura.
d) Expresar mediante un ensayo los temas que se tratan en la lectura, con la pregunta guía como
eje del ensayo y buscando que la conclusión del trabajo de respuesta a dicha pregunta.
Producto:
Elaborar un ensayo académico sobre la lectura.
Antropología filosófica: Consideraciones
En la primera parte de su libro Ernst Cassirer hace una pequeña semblanza de lo que es y ha sido la antropología filosófica. Comienza por
sostener que la ciencia antropológica se ha visto dividida tradicionalmente en tres vertientes, muy desligadas unas de otras, a saber; una
antropología científica, una de corte teológico y una eminentemente filosófica. Es comprensible la preocupación del autor al advertir que
mientras estas tres visiones del hombre vallan por caminos distintos y excluyéndose mutuamente, muy poco avanzaremos en la cuestión que
por tantos siglos nos ha intrigado: ¿Qué es el hombre?
El veredicto de nuestro autor es categórico: “No poseemos una idea clara y consistente del
hombre”. Esto se debe a que las distintas disciplinas enfocadas en el hombre han procurado
ensombrecer y desarticular en lugar de dar claridad y puntos de unión con respecto a lo humano.
Fue hasta hace muy poco que realmente se ha buscado integrar el conocimiento sobre el hombre,
a fin de crear un mayor bagaje de marcos teóricos y conceptuales que respondan a las incógnitas
que aun encierra este “animal racional” que somos.
A través de las paginas de su libro, Cassirer, nos remonta al pasado para mostrarnos como los
primeros grandes pensadores ya hacían antropología, dado que al meditar sobre el universo ellos
indudablemente hacían profundos estudios sobre la humanidad. El origen del cosmos estaba
enteramente ligado al origen del hombre, no se podía hacer una investigación sobre el hombre sin
adentrarse en los misterios del universo, dado que para la filosofía antigua las categorías hombre-
universo estaban íntimamente relacionadas.
Actividades de refuerzo:
a) Según el autor, la ciencia antropológica ha sido dividida tradicionalmente en tres vertientes,
¿cuáles son estas vertientes?
b) Explique con sus propias palabras lo que el autor quiere decir con la frase: “No poseemos una
idea clara y consistente del hombre”.
Antropología filosófica: A través de la historia de la filosofía
Como es de esperarse la duda antropológica inicia desde la filosofía, con Sócrates quien se
aventuró a dilucidar al ser humano. Este máxime pensador logró comprender que solamente en el
trato con el hombre es que podemos llegar a conocer su carácter; “no se puede entrar en el secreto
de la naturaleza sin haber estudiado antes el secreto del hombre” dice Cassirer, parafraseando al
filósofo, y resulta tan clara esta afirmación que aun hoy en día podemos precisar que no podemos
conocer el misterio que se enraíza en nuestras sociedades o en nuestras culturas sin antes
conocer lo que es el hombre.
El siguiente paso en el devenir antropológico nos adentra en otra corriente de pensamiento
filosófico; el Estoicismo, que se debate entre el equilibrio del universo y de el hombre. De acuerdo
a los filósofos de esta etapa, nada puede alterar el equilibrio perfecto entre la creación y la
humanidad.
El estoicismo, en contra parte con las tesis de los primeros filósofos griegos, promulgaba un
movimiento “antropológico” más optimista pero centrado en la razón. Para estos pensadores el
hombre estaba en el centro del universo y en ese “centro” se encuentra en un eterno equilibrio,
advirtiendo que el ser humano solamente será libre e independiente mediante la razón.
Con el paso del tiempo la idea estoica sobre el hombre sería rechazada por la Filosofía
medieval (siguiente paso histórico en nuestro recuento antropológico), dado a que bajo el
pensamiento cristiano el hombre adquirió la característica de un ser eminentemente divino pero
rodeado de pecado, cuyo único objeto de existencia en este mundo material era recuperar su
“gracia” perdida. La visión antropológica cristiana del medievo deífico la existencia humana pero al
mismo tiempo la hizo presa de si misma, pues las virtudes más trascendentales en la humanidad
resultaron ser también las que podrían condenar lo primordial en el hombre; su alma. Para la
filosofía cristiana el hombre se podía definir como un ser de luz pero a la vez como un ser de gran
oscuridad.
Cassirer, en su recuento histórico sobre la duda antropológica, llega a un punto donde considera
que el adelanto en las observaciones empíricas removieron las barreras artificiales entre la
naturaleza y el hombre. Barreras que se impusieron, según podemos constatar, bajo un enfoque
filosófico en el que la humanidad era vista como una criatura epicentrica de toda la creación.
Es entonces que aparece René Descartes, con su duda metódica, encerrando al hombre en los
límites de su propia conciencia desde donde se comienza a categorizar todo nuestro universo
conocible. Con esta acción es con la que los filósofos creen encontrar una llave para todas sus
incógnitas, la matemática.
El punto de unión entre el hombre y la naturaleza se volvió más intenso por las explicaciones que
la matemática y las ciencias nos proporcionaron, pero estas no sólo intentaron explicar al mundo
físico sino también al mundo cultural; volviéndose la contención de todas las cosas, así como en el
pasado ese lugar había sido ocupado por la metafísica y la religión.
A pesar de ello, el hombre jamás se ha sentido conforme con las definiciones que sobre si mismo
ha hecho y por esta razón, advierte Cassirer, no se estancó en la eterna duda del “pienso luego
existo” sino que proliferó en su ejercicio de autodescripción, del cual surgieron intelectuales con
antropologías diversas y acordes a los nuevos tiempos. De entre estos pensadores podemos
mencionar a Friedrich Nietzsche, quien proclama la voluntad de poderío como la fuerza primordial
en el ser humano, aquella que nos vuelve lo que somos, la que nos hace trascender al mundo
físico; aparece también Sigmund Freud, quien hace señalamientos sobre el hombre (desafiando el
pensamiento de su época) y advierte que el hombre esta inminentemente constituido por instintos,
el más importante de todo ellos el instinto sexual; por último cabe citar a Karl Marx quien en un
contexto muy diferente considera que es el instinto económico lo que nos da verdaderamente
nuestra cualidad como seres humanos.
Después de esta breve descripción del fenómeno humano, a través del pensamiento filosófico de
varios siglos, llegamos (junto con el autor) a la idea de que la metafísica, la teología, la matemática
y la biología fueron adquiriendo la guía del pensamiento en cuanto al problema del hombre, el gran
conflicto apareció en el momento en que dejó de existir una guía rectora sobre este eterno
problema, sin esa orientación el conocimiento sobre el hombre se dispersó.
Quizás en virtud de esa sensación de carencia de guía, es que Cassirer va más allá de hacer un
recuento sobre lo que se ha dicho en torno al problema y llega a proponer una nueva guía rectora
de significado para la duda sobre el hombre, señalando una de las cualidades más importantes que
la humanidad ha poseído y posee, una cualidad que el autor concibe correctamente como; “la
capacidad de darse cuenta de lo que se es y de lo que se puede llegar a ser” es decir la
característica intrínsecamente humana de crear símbolos.
Actividades de refuerzo:
1) Seleccione la respuesta correcta para cada una de las siguientes preguntas:
I) Consideraba la voluntad de poderío como la fuerza primordial en el ser humano.
a) Sigmud Freud
b) Sócrates
c) Friedrich Nietzsche
II) Creía que no se puede entender el secreto de la naturaleza sin antes haber estudiado el
secreto del hombre.
a) Sigmud Freud
b) Sócrates
c) Friedrich Nietzsche
III) Afirma que la principal característica humana es la de crear símbolos.
a) Karl Marx
b) René Descartes
c) Ernst Cassirer
Antropología filosófica: "Animal simbólico"
La capacidad de crear símbolos ha permitido que nos adaptemos a nuestro ambiente y ha marcado
una diferencia importantísima entre el mundo material, separándonos de las reacciones meramente
orgánicas.
Para Cassirer el hombre ya no puede vivir de cara a su realidad, necesita de símbolos que le
arropen y le den fuerza para enfrentarse a su compleja y problemática existencia. Al haber sido
apartado del mundo sensible el hombre creó un sistema (quizás a manera de mecanismo de
defensa) para enfrentarse a un mundo ante el que se percibe como algo más que un mero
organismo, una criatura que puede cambiar la existencia entera y que es consciente de ello.
Conforme avanza en sus hipótesis, el autor da un salto cualitativo al definir al hombre y lo hace con
dos sencillas palabras: animal simbólico.
Según nuestro autor, todo el proceso de la cultura se encuentra cimentado en el pensamiento
simbólico de que esta provisto el hombre, por ello es enfático al diferenciar que es un símbolo y
que no lo es; concibe a los símbolos como “designadores” de sentido. Con lo que se abre un
universo de posibilidades para el simbolismo, llegando incluso a darle sentido a la desafiante
psique humana.
Es por ello que sin el simbolismo, advierte Cassirer, el hombre se vería confinado meramente a
necesidades biológicas y a intereses meramente pragmáticos, pues el mundo ideal de la religión,
las artes, la filosofía y las ciencias se han abierto ante nuestros ojos por la capacidad simbólica que
hemos desarrollado.
El simbolismo humano posee cualidades tan interesantes como; la universalidad, donde cada cosa
tendrá un único nombre; al mismo tiempo los símbolos son extensamente variables, ya que el
símbolo no esta limitado a las barreras idiomáticas y los que llegan a estar circunscritos a un
idioma pueden ser expresados con una gran infinidad de términos.
Cassirer advierte que podemos decir que el hecho humano del “tiempo” y el “espacio” trascurren en
niveles diferentes; un nivel organístico y uno de naturaleza simbólica. El autor parafrasea
a Kant para señalar que el tiempo es una vivencia interna del ser humano mientras que el espacio
es nuestra experiencia externa del mundo que nos rodea.
Entonces podemos captar que el simbolismo se desenvuelve en el tiempo pensado como; pasado,
presente y futuro. Es precisamente nuestra capacidad simbólica la que nos arrastra en ese mundo
de imágenes de añoranza, nostalgia y melancolía por lo que fue o será.
El tiempo y el espacio simbolizados son sin duda lo que ha permitido la existencia, avance y
permanencia de las culturas, pues solamente buscando dejar huella en el tiempo (a través de
nuestro pasado o de un futuro indeterminado) y en el espacio es como podemos entender la
creación, casi innata, de las culturas.
Podemos pues afirmar junco con nuestro autor que: “El conocimiento humano es, por su
verdadera naturaleza, simbólico”. Por ello es que Cassirer se atreve a afirmar que al hombre se
le debe estudiar no en su vida individual sino en su vida social, ir más allá de ese texto complejo
que representa “el hombre” y que según los antiguos sólo podía llegar a ser comprendido mediante
la filosofía. Pero antes de eso debemos corregir nuestro método de estudio sobre la humanidad,
pues aunque subjetivo este no debe ser nunca individual, tal como lo sostenía el padre de la
sociología Auguste Comte, al precisar que el hombre no explica a la humanidad sino es esta
misma la que debe explicar al hombre.
Actividades de refuerzo:
a) Explique con sus propias palabras por que el autor define al hombre como un “animal simbólico”.
b) De acuerdo a lo leído, explique con sus propias palabras como concibe Cassirer un “símbolo”.
c) Según las ideas del autor, ¿qué es lo que ha permitido la existencia, avance y permanencia de
las culturas?
Conclusión
Podemos cerrar nuestras consideraciones sobre esta lectura sosteniendo, tal como lo han hecho
los filósofos modernos, que al acércanos al mundo humano (la sociedad y/o la cultura) resulta que
las matemáticas o la biología realmente se vuelven ineficientes para tratar de comprender
cabalmente el carácter simbólico de cada una de las manifestaciones de este mundo.
Es por ello que Ernst Cassirer afirma que para poder hablar de una verdadera antropología
filosófica esta nos debe proporcionar unavisión estructural de cada una de las actividades
netamente humanas y para poder hablar de una antropología es menester que esta abarcase en
sus dominios de estudio a cada una de las actividades que el ser humano desarrolla; tanto en el
espacio simbólico como en el físico (que siempre será creado a partir del primero).
Cassirer E., 1945, Antropología filosófica, México: UNAM
Guajardo G., Serrano F.J., 2001, Guía técnica para elaborar un ensayo, Querétaro:
Facultad de Filosofía, UAQ.
El problema de Sócrates
El Proyecto de Aprendizaje Antropología filosófica pertenece al Departamento de Filosofía de
la Wikiversidad
Lección 3
Pregunta guía:
¿Cuál fue la problemática que Sócrates implantó en el terreno de la antropología filosófica?
Procedimiento para el aprendizaje:
a) Lectura de los capítulos I al VI del libro Sócrates de Rodolfo Mondolfo.
b) Identificar los conceptos clave en la lectura.
c) Realizar un resumen por escrito de la lectura.
Producto:
Elaborar un resumen sobre la lectura.
Sócrates
“Yo buscaba —dice Sócrates, Men.t 72 y sigs.— una única virtud y encuentro ahora un enjambre. Y, sirviéndome de esta imagen del enjambre, si te pregunto, ¿cuál es la naturaleza de las abejas?, contestarás que hay muchas abejas y de muchas especies. Pero... si te pregunto, ¿qué es aquello por lo cual las abejas no son distintas sino que son todas abejas? ... Y, en lo que respecta a las virtudes, también sucede algo parecido: aunque hay muchas y de muchas especies, en todas resplandece una esencia común por la cual todas son virtudes...
”
El valor de Sócrates dentro de la filosofía es incuestionable, para bien o para mal es un punto de
referencia en la filosofía antigua, aquel que marcó un antes y un después en el camino filosófico,
alguien que influyó profundamente en el quehacer de las ideas...
Sin embargo a pesar de su valor la vida de este personaje esta envuelta entre misterio y realidad,
eso por que no lego ningún escrito que retratase su pensamiento, pues privilegiaba a la discusión
sobre la escritura. Por ello la tarea revelarnos su pensamiento recayó en manos de sus discípulos
(Platón yJenofonte, los más importantes), tarea que con el paso del tiempo se les ha criticado, ya
que al contraste de uno y otro sobre una misma persona hace que se considere que distorsionaron
la imagen del filosofo hasta transformarlo en el modelo de virtud que ahora conocemos. Claro que
ese supuesto tiene un sustento psicológico que sirve de atenuante; y es que para cada discípulo
las cualidades del maestro fueron valoradas de manera diferente, por lo mismo es que a la hora de
describir a Sócrates resulta que aparecen diferentes características en un mismo hombre.
La fuente más importante de información que tenemos sobre Sócrates son los Diálogos de Platón,
en los cuales el propio Sócrates es protagonista de varios de ellos. En estos escritos Platón
desarrolla perfectamente la forma en que su maestro desenvolvía su método y su pensamiento. El
valor de esta obra para comprender a Sócrates es monumental, con todo y que muchos estudiosos
consideren que varios de los diálogos (sobre todo los tardíos) ponen en boca de Sócrates teorías
del alumno, es decir que Platón aprovecha el peso de su maestro para darle validez a sus propias
ideas.
Lo anterior ha puesto de cierta manera en entre dicho que tanto conocemos de Sócrates y de su
filosofía, llegando a preguntarnos incluso si podemos confiar en las fuentes que han rescatado
su pensamiento. Esa duda ha generado infinidad de debates, algunos que incluso han llegado al
extremo de afirmar que Sócrates no existió, que fue meramente una forma en que diversos
filósofos idealizaron el pensamiento ateniense. Claro que es precisamente con el contraste entre
las fuentes que se logra descartar esa tesis.
¿Pero entonces quien era Sócrates y que podemos decir de su filosofía?
Sócrates fue un ateniense que vivió en los dos últimos tercios del siglo V a.C. Hijo de un escultor y
una comadrona, fue un hombre que sirvió a su patria (se dice que con gran valor) en diversos
enfrentamientos bélicos que sacudieron al mundo helénico. Por un tiempo siguió el oficio de su
padre hasta que optó por seguir la carrera pedagógica(aunque de forma singular), muy de moda
en aquellos tiempos por los sofistas.
La situación política y social que vivía Atenas (y en general toda el mundo helénico) fue propicia
para que proliferaran los maestros itinerantes, quienes cobraban altas sumas por instruir a la
juventud en conocimientos generales y en retórica. Dado el clima político, era común que los
jóvenes y sus padres buscasen la mejor educación para con ello aspirar a los mejores puestos; un
poco de barniz cultural con otro tanto de arte discursivo era suficiente para que cualquiera pudiese
aspirar al quehacer político.
Muchos sofistas se hicieron de gran fama en aquellos tiempos, claro que su ideal no era la filosofía
(salvo contadas excepciones) sino meramente instruir a los hijos de los más ricos, por ello iban de
ciudad en ciudad cotizando sus lecciones. Sócrates no siguió ese camino, muy al contrario lo criticó
y desafió... Interesado por la filosofía comenzó a estudiar a los filósofos naturalistas, aquellos que
buscaban respuestas en lo que les rodeaba. Fue entonces que Sócrates descubrió su verdadera
vocación, y siguiéndola logró que la filosofía retornarse al hombre, eso por que en lugar de
preguntarse por la existencia, por la esencia o por el ser, como sus antecesores, este filosofo se
preguntó por el hombre, comenzó a hacer antropología filosófica.
Ya los filósofos sofistas habían iniciado el camino antropológico en la filosofía, pues la corriente de
pensamiento iba en esa dirección, pero fue Sócrates quien transitó cabalmente ese camino e
incluso se opuso radicalmente a la tendencia relativista de los sofistas. Por que mientras ellos
hablaban de una justicia particular a cada situación o a cada lugar, Sócrates fue más allá y afirmó
que si bien existen diversas justicias también existe una “justicia” que las define a todas. De esa
característica por los conceptos universales nació su fama de encontrar definiciones a las cosas,
fama que el propio Aristóteles le reconoce.
Una frase que define muy bien a la filosofía de Sócrates es esa de: “Conócete a ti mismo”, que
aunque estuvo inscrita en el templo de Apolo (en Delfos) se le atribuye al filosofo, pues él aspiraba
a que las personas (todos aquellos que encontrase a su paso) buscasen dentro de si, conociesen
su interior, escudriñasen sus pensamientos en busca de la verdad. Fue a raíz de esa inscripción
que Sócrates se dio cuenta de una máxime verdad que definiría el rumbo de su
pensamiento; “sólo se que no se nada”, otra frase clave en la filosofía socrática. Conociéndose
así mismo el filosofo se dio cuenta que no sabía gran cosa, que estaban errados los que creían
saber y que era su misión (encomendada por el Dios) hacerles notar a los otros esa cuestión; tal
como lo cuenta en un pasaje de su Apología:
“Querefonte —narra Sócrates, Apol., 21— habiendo ido una vez a Delfos, tuvo la osadía de preguntar al oráculo si había alguien más sabio que yo. Y la Pitia le contestó: «Nadie». Al oir esto yo pensé: ¿Qué quiere decir el Dios?, ¿qué es lo que esconde en sus palabras?, pues tengo la certeza de no ser sabio, ni mucho menos. Entonces, ¿qué quiere decir cuando afirma que soy el más sabio entre los hombres? Y largo tiempo estuve pensando qué era lo que quería decir. Después me puse a indagar. Interpelé a uno de los que pasan por sabios y me dije: ahora voy a desmentir el vaticinio y a mostrar al oráculo que éste es más sabio que yo, aunque él haya dicho que yo lo soy. Pero, al examinarlo, he aquí lo que me ocurrió... Al conversar con él descubría que parecía sí sabio a muchos y sobre todo a sí mismo, pero que no lo era, e intenté demostrarle: «Tú crees ser sabio y no lo eres...» Al irme pensé: en verdad soy más sabio que él pues nadie entre nosotros sabe nada bello y bueno, pero él cree saber y no sabe; yo no sé, pero tampoco creo saber. Y por esta pequeñez parece que soy más sabio: porque no creo saber lo que no sé.
”
En ese pasaje se aprecia el hecho de que Sócrates a lo largo de su vida apeló a la virtud, pero no
simplemente a la virtud moralista (como sostienen algunos de sus críticos) sino a una forma de
vida que trasciende y dota a la existencia de significado; una vida más bella, buena y justa.
De la cita también podemos señalar ese ideal del filósofo por cuestionar a todos o más bien a aquel
bien dispuesto, según determinase su "daimon", para mostrarle su falta de conocimiento; ello
mediante la refutación y la ironía, para luego ya con el espíritu limpio de error comenzar la labor de
parto en el sujeto, en un tipo de analogía que el propio Sócrates hacia sobre su misión, similar al
trabajo que hace una partera (como su madre) denominado mayéutica, que pasaría a ser el arte de
hacer nacer pensamientos.
En cada uno de los diálogos platónicos en los que interviene Sócrates es notorio como el filósofo
pretende llegar a un conocimiento mayor del que tiene o parte su interlocutor, le hace preguntas a
las cuales cada vez es más complicado responder y es entonces que aparece el espíritu genial de
este pensador, que con sus cuestionamientos limpia al espíritu del error en que se encuentran sus
interlocutores (como si fuese un medico del alma), algunos responden interesados otros indignados
o llenos de dudas, y es que la fama de Sócrates de ser un sembrador de dudas era muy conocida
en su ciudad. El mismo afirmaba que no estaba ahí para resolver cuestiones sino para fomentarlas
y que fuese el propio dueño de esa idea o pensamiento quien la resolviese.
El carácter de lucha por la moral y de sembrador dudas hizo que así como fama Sócrates
cosechase enemistades, fue de ahí de donde nacieron las intrigas que lo llevaron a la muerte. Fue
acusado de tratar de introducir el culto a otros dioses y de corromper a la juventud, cargos de los
cuales se defendió elocuentemente y logró apenas una amonestación monetaria, pero dado su
carácter que tendía a exaltar los ánimos en una segunda votación los jueces por mayoría votaron
por la pena de muerte, condena que el filósofo cumplió de la misma manera como exhortó a vivir a
los hombres; con dignidad y respeto a un bien o poder mayor.
Actividades de refuerzo:
a) Leer los capítulos restantes de la obra "Sócrates" de Rodolfo Mondolfo.
b) Leer los dialogos "Apologia de Sócrates" y "Critón".
c) Explique con sus propias palabras la visión antropológica de Sócrates.
Conclusión
El genio de Sócrates en la cuestión que nos atañe estriba en haber apuntado a la cuestión
primordial que una filosofía hecha por humanos debe apuntar; el propio hombre.
Con el interés fijo en lo humano ya podemos hablar de una "filosofía" en el sentido extenso de la
palabra. Es a partir de la ligazón “hombre y mundo” que el camino de las ideas queda trazado para
pensadores venideros, puesto que resultaba infructífero separar ambas variables en el terreno de
la filosofía, por que precisamente es como “hombres” que comprendemos nuestro lugar en el
mundo y por ende filosofamos.
La filosofía presocrática es rica en significados y simbolismos pero es una filosofía joven, no es
sino con la aparición y legado de Sócrates que ya podemos hablar de una filosofía irrestricta,
aunque muchos críticos consideren que el pensamiento de Sócrates responde a la decadencia del
genio helénico, claro que eso solamente puede explicarse en un análisis más extenso que escapa
al interés principal que nos sucita este pensador.
Mondolfo, R., 1996, Sócrates, Buenos Aires: Eudeba.
Platón, 1973, Apología de Sócrates, trad. Noussan-Lettry, Buenos Aires: Astrea.
------, 1973, Critón, trad. Noussan-Lettry, Buenos Aires: Astrea.
------, 1973, Menón, trad. Noussan-Lettry, Buenos Aires: Astrea.