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EL DESARROLLO ECONÓMICO INTEGRAL LATINOAMERICANO LA RESPONSABILIDAD SOCIAL COORPORATIVA EL COMPONENTE ÉTICOY LAS FINANZAS Ramón Casilda Béjar Consultor del Banco Interamericano de Desarrollo Madrid, julio 2005

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  • EL DESARROLLO ECONMICO INTEGRAL LATINOAMERICANO

    LA RESPONSABILIDAD SOCIAL COORPORATIVA

    EL COMPONENTE TICOY LAS FINANZAS

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    Muchas personas son reunentes a mezclar la tica con la economa, y rehusaran igualmente pronunciarse en materia de tica y desarrollo econmico; por el mismo motivo que declinaran una invitacin a beber y luego conducir un automvil. Amartya Sen* Premio Nobel de Economa 1998

    * Qu impacto puede tener la tica?. Conferencia inaugural en la reunin internacional sobre: tica y Desarrollo. Banco Interamericano de Desarrollo. Washington, diciembre 2003.

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    REFLEXIONES SOBRE EL DESARROLLO ECONOMICO INTEGRAL LATINOAMERICANO

    1. LA ECONOMA DEL DESARROLLO La economa del desarrollo, figura a la vez entre las ramas ms antiguas y ms recientes de la economa. Es a partir de la magistral obra de Adam Smith1: Investigacin sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones (1776), cuando los economistas clsicos2, comenzaron la bsqueda de las fuentes del progreso y analizar el proceso de cambio econmico a largo plazo. El objetivo de la economa clsica era el crecimiento econmico, pero tambin la distribucin que emanaba de esa visin. Poco o nada cabe aadir a la altura de nuestro tiempo, acerca de la importancia y trascendencia que tuvo para el avance de los conocimientos econmicos este ilustre escocs, catedrtico de Filosofa Moral3 durante muchos aos en la Universidad de Glasgow, donde imparti sus enseanzas de lgica, amplindolas para incluir teologa natural, tica, jurisprudencia y economa, trasmiti los ideales de la ilustracin, en tanto que su mensaje liberal ha inspirado el desarrollo de las economas de mercado hasta el presente. 1 Reconocido como el padre de la ciencia econmica. Fundador de la escuela de economa clsica. Amigo personal de David Hume, de carcter individualista y pragmtico, 2 Los tres grandes maestros fueron su fundador Adam Smith, David Ricardo y J. Suart Mill y el notorio hetereodoxo Robert Malthus. 3 Autor de otro insigne libro: Teora de los sentimientos morales.

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    Arthur W. Lewis, premio Nobel de Economa 19794, nos recuerda lo que llamaba A. Smith el progreso natural de la opulencia, es lo que denominamos: la economa del desarrollo5. Precisamente, el retorno al crecimiento y desarrollo econmico como gran tema de la economa no se produjo, sino hasta despus de la Segunda Guerra Mundial. La expresin desarrollo econmico, rara vez se haba utilizado antes de la dcada de 1940. Durante aos anteriores, los economistas interpretaban el desarrollo econmico en el sentido de que denotaba crecimiento en el ingreso por habitante real en los pases subdesarrollados. Otros, sin embargo, subrayaron que desarrollo significaba crecimiento ms cambio, en especial cambio en valores e instituciones. Tambin comenz a expresarse en trminos cuantitativos, siendo su precursor Simn Kuznets. Finalizada la gran contienda, no haba dudas entre la mayora de los economistas y polticos occidentales, de que el problema ms importante era el de promocionar un nivel de pleno empleo. Los ltimos aos de la dcadas de 1940 y 1950 se convirtieron as, en muchos aspectos, en el perodo pionero para la nueva economa del desarrollo que se enfoc hacia los pases de Asia, frica y por supuesto Amrica Latina. Se hablaba de lograr el avance econmico para todos, con estabilidad y seguridad. Para ello, era necesaria la comprensin de las fuerzas del

    4 Recibi el Nobel junto con Theodore Schultz. Sus trabajos se centran en los problemas del desarrollo econmico, incluyendo en ellos no solo los factores econmicos, sino tambin los culturales y antropolgicos. 5 Arthur Lewis. Teora del desarrollo econmico. FCE. Mxico, 1956. En la introduccin Lewis destaca: Un libro de este tipo pareca necesario debido a que la teora del crecimiento econmico absorbe una vez ms el inters del mundo entero y en razn de que por espacio de alrededor de un siglo no se ha publicado un tratado omnicomprensivo sobre el tema. El ltimo gran libro que abarc este amplio mbito fue el de John Stuart Mill: Principios de Economa Poltica. Con algunas de sus aplicaciones a la filosofa social. Londres, 1848. Primera versin en espaol del FCE. Mxico, 1943.

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    desarrollo y resultaba esencial la elaboracin de las polticas apropiadas para apoyarlas debidamente. El pensamiento econmico, es inducido comnmente por la necesidad de resolver problemas de poltica. Esto fue cierto, en lo que se refiere al perodo inicial de la configuracin de la economa del desarrollo, pues esta no surgi como una disciplina terica estructurada, sino que se forjo como una materia prctica en reaccin a las necesidades de quienes formulan las polticas para asesorar a los gobiernos acerca de lo que se poda y deba de hacer a fin de facilitar que sus pases salieran del estado de pobreza crnica. Muchos de los pioneros en materia de desarrollo, como los revelan sus ensayos y biografas, desempearon cargos activos en la formulacin de polticas durante las dcadas 1940 y 506. En otras palabras, desde hace ms de cincuenta aos, los economistas recomenzaron la bsqueda, esforzndose en pos de la frmula, para que los pases pobres, pudiesen llegar a ser tan ricos como los de Europa y Amrica del Norte. Concretamente, en Amrica Latina se inicia esta bsqueda liderada por Ral Prebisch7 y otros economistas como Celso Furtado8, desde la Comisin 6 Gerald M. Meier y Dudley Seers. Pioneers in Development. World Bank &Tle Oxford University Press, 1984. 7 Fue el primer Secretario General Ejecutivo de la CEPAL y pionero en el estudio del desarrollo en Amrica Latina. En 1949 escribi: El desarrollo econmico de Amrica Latina y sus problemas principales. La obra que sintetiza la culminacin de su pensamiento respecto al desarrollo econmico latinoamericano es: Capitalismo perifrico. Crisis y transformacin. FCE, Mxico, 1981. Respecto a las cinco etapas en la evolucin de sus ideas, puede consultarse: Pioneers in Development. Este libro es un homenaje a la primera generacin de quienes se especializaron en economa del desarrollo como: L. Bauer, C. Clark, A.O. Hirschman, J. Tinbergen, P. Rosentein-Rodan, H. Singer, W.W. Rostov, W.A. Lewis, G. Mirdal y R. Prebisch. 8 Fundador junto a Ral Prebisch de la CEPAL. Una recopilacin de sus experiencias profesionales y reflexiones personales sobre el desarrollo latinoamericano son sus libros: A fantasia organizada. Paz e Terra. Ro de Janeiro, 1985. Os ares do mundo. Paz e terra. Ro de Janeiro, 1991. La Tambin dieron un

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    Econmica para Amrica Latina (CEPAL)9, donde plantearon la existencia de una serie de obstculos estructurales que frenaban el crecimiento econmico de los pases y que se encontraban en la raz del subdesarrollo10, definiendo simplemente la condicin de los pases ms pobres, que entonces se denominaban subdesarrollados. Sin embargo, este trmino tomo posteriormente un sentido despectivo y desde entonces ha desaparecido del vocabulario internacional, siendo sustituido por el de pases en vas de desarrollo. Desde entonces, transcurridos casi sesenta aos desde su creacin, se han sucedido diferentes etapas de pensamiento cepalino y la llamada escuela estructuralista11, a la vez que se han ido matizando sus ideas de poltica econmica que surgieron a raz de sus recomendaciones tericas, tendentes a identificar la especificidad de las situaciones concretas del atraso

    gran impulso al estudio del desarrollo econmico en situaciones de desequilibrio y el papel del financiamiento externo y de las reformas internas.fantasa organizada. Eudeba, Buenos Aires, 1988. Los vientos del cambio. FCE, Mxico, 1993. 9 La ms antigua de las comisiones econmicas regionales de las Naciones Unidas, fundada en 1946 y con sede en santiago de Chile, con el objetivo de promover el estudio de los problemas econmicos de los pases latinoamericanos. 10 El significado original era neutral, definiendo simplemente la condicin de los pases ms pobres, que entonces se denominaban subdesarrollados. Sin embargo, este trmino tomo despus un sentido despectivo y desde entonces ha desaparecido del vocabulario internacional, siendo sustituido por el de pases en vas de desarrollo o ms actualmente llamados emergentes. 11 En Espaa la corriente estructuralista la impulsaba Juan Velarde y una serie de economistas como: Garca Delgado, Roldn, Muoz, Molero, Serrano, Donoso. Con anterioridad esta lnea de investigacin se abre con Flores de Lemus y continua con Perpia, Torres, Sanpedro y Tamames, entre otros. Para ms detalle y amplitud, puede consultarse los libros de Jos Molero (seleccin): El anlisis estructural en economa: Ensayos de Amrica Latina y Espaa. FCE. Madrid, 1981. Vicente Donoso, Jos Molero, Juan Muoz y ngel Serrano (editores): Transnacionalizacin y Dependencia. Ediciones Cultura Hispnica (ICI). Madrid, 1980. Tambin puede consultarse; Ramn Casilda Bjar: La dcada dorada. Economa e inversiones espaolas en Amrica Latina 1990-2000. Parte I. Economa de Amrica Latina. El pasado reciente y la evolucin acontecida. Punto 3. Del crecimiento hacia fuera al crecimiento hacia dentro. Ediciones de la Universidad de Alcal. Madrid, 2002.

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    econmico en Amrica Latina. A diferencia de los economistas neoclsicos, que daban por supuesto un sistema de precios de mercado que funcionaba de manera armnica, el anlisis estructuralista procuraba identificar rigideces especficas, desfases, escaceces y excedentes, elasticidades bajas de la oferta y la demanda y otras caractersticas de la estructura de los pases en desarrollo que afectan a los ajustes econmicos y a la eleccin de la poltica del desarrollo. El liderazgo de esta corriente de pensamiento latinoamericano, lo ejerca Prebisch y entre otros destacaban el citado Furtado, Pinto, Sunkel, Dos Santos, Faletto, Frank y Cardoso. A este respecto cabe sealar lo instado por Gunnar Myrdal12; los pases subdesarrollados deben producir una nueva generacin de economistas que pudieran crear un cuerpo de pensamiento ms ajustado a la realidad y aplicable a los problemas de sus pases. Cuando se mira retrospectivamente, la mayora de los que comenzaron a teorizar sobre el subdesarrollo eran economistas de pases desarrollados. Cabe destacar que los primeros tiempos de la CEPAL, se iniciaron con una profundizacin del anlisis de la situacin del subdesarrollo, desde una progresiva sustitucin del marco conceptual utilizado en las teoras del crecimiento econmico, hacia un creciente esfuerzo de interdisciplinariedad13. Aos ms tarde, otras organizaciones asumieron esta lnea de trabajo, como sucedi con el Club de Roma, cuando encargo la preparacin del informe: Los lmites del crecimiento14 y

    12 Premio Nobel en 1974, compartido con Friedrick A. Von HayeK 13 Celso Furtado: Lecturas de Economa. Ensayos. El subdesarrollo latinoamericano. FCE. Mxico, 1982.

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    veinte aos ms tarde una nueva actualizacin con el ttulo: Ms all de los lmites del crecimiento15, realizado ambos por un grupo interdisciplinar, que ciertamente, provocaron un impacto inusual a nivel mundial e intensas polmicas que an persisten, tras sus advertencias respecto a los lmites y las consecuencias del crecimiento instaurado en nuestro Planeta Tierra. Las siguientes reflexiones, limitadas por espacio y tiempo, responden a una visin integral del desarrollo econmico latinoamericano, que trataremos de exponerlas con creciente especificidad. Esta visin integral, responde, al hecho de que durante la mayor parte de su historia, estos pases en desarrollo, vivieron bajo polticas de mejoramiento econmico y social y de gobernabilidad segmentadas. Por consiguiente, pensamos, que despus de la evolucin acontecida y con la acumulacin de conocimientos e informacin, es el momento de plantearse implantar un sistema16 interconectado por un bucle de retroalimentacin positivo17 que determine un crculo virtuoso del desarrollo econmico. 14 Producido por un equipo de investigadores de carcter interdisciplinar del Instituto Tecnolgico de Massachussets en 1972, bajo la direccin de Dennos L. Meadows, sobre la base del modelo Tierra de Jay Forrester, segn las tcnicas de dinmica de sistemas. Se trataba de verificar si el desarrollo econmico ilimitado poda tener futuro o si bien existan lmites al crecimiento por el carcter finito de los recursos y por la incapacidad del sistema Tierra para absorber los efectos de las distintas contaminaciones (atmsfera, agua, suelo, etc.), que acabaran por saturar la capacidad de autorregulacin de la biosfera. 15 Realizado tambin por un equipo interdisciplinar en 1992, dirigido por Dennos Meadows y varios de sus antiguos colaboradores como: Donella Meadows y Jorgen Raners. Nuevamente las conclusiones fueron altamente polmicas, si bien constituyen una advertencia condicional, no una mera prediccin. Estas no pasaban por alto que: como si no existieran lmites al crecimiento econmico ni al proceso de acumulacin de riqueza por unos pocos pases industrializados, mientras se agiganta la brecha entre los pases pobres y ricos. 16 Un conjunto de elementos interconectado que est organizado de forma coherente en torno a un mismo objetivo. Un sistema es ms que la suma de las partes. Puede exhibir comportamientos dinmicos, adaptativos, de persecucin de objetivos, de autopreservacin. Donella H. Meadows, Dennos L. Meadows y Forjen Randers. Ms all de los lmites del crecimiento. El Pas Aguilar. Madrid, 1993.

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    2) EL CARCTER INTEGRAL DEL DESARROLLO ECONMICO LATINOAMERICANO Cuando desde la economa se parten de posiciones cientficas, no es fcil percibir el carcter integral del desarrollo, derivado de su ntima interdependencia con las variables culturales, polticas, sociales, medioambientales y morales. Sin embargo, cuando hay que convivir con la praxis del mundo real de cada da, se perciben, con angustiante claridad, las serias limitaciones que tienen los enfoques parciales del desarrollo. Entonces se logra comprender la ntima relatividad y complejidad del problema, como fruto de los fracasos y aciertos de las polticas econmicas, aprecindose mejor los riesgos de cualquier simplificacin que pretenda reducir el problema del desarrollo a enfoques parciales o unilaterales18. Dicho de otra manera, un desarrollo integrado, no puede sacrificar a las personas o su hbitat natural en aras del crecimiento econmico. Al contrario, como expone la CEPAL: Progreso y crecimiento deben traducirse en una satisfaccin cada vez ms amplia de sus necesidades. Por lo tanto, significa que el desarrollo no debe apuntar slo a responder a las crecientes ansias de consumo de las personas, que, por legtimas que sean, no agotan las aspiraciones respecto a la calidad de vida.

    17 Una cadena de relaciones causa-efecto que se cierra sobre s misma de forma tal que un incremento en cualquiera de los elementos de la cadena iniciar una secuencia de cambios que aumentar a un ms el elemento original. Un ciclo positivo puede ser un crculo vicioso o un crculo virtuoso, dependiendo de que el crecimiento que genera sea deseado o no. Vase: Ms all de los lmites del crecimiento. 18 Enrique V. Iglesias: tica, sociedad y desarrollo. Una visin Iberoamericana. Discurso de aceptacin de la distincin de Acadmico Honorario de la Real Academia de Ciencias Morales y Polticas de Espaa. Madrid, 1993.

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    Por consiguiente, el desarrollo, tambin debe tener como metas construir un clima social y humano de mayor seguridad y confianza mutua; consolidar un orden poltico democrtico con ms participacin ciudadana en la gestin y las decisiones pblicas; difundir el bienestar hacia quienes tienen menos acceso a los beneficios de la modernidad, realizar proyectos donde los ciudadanos adquieran un mayor sentido de compromiso y pertenencia respecto de la sociedad en que viven, buscando la proteccin y mejora del hbitat natural para quienes lo habitan hoy y quienes lo harn en el maana19. Pudiese ser, que este conjunto de procesos virtuosos, compongan el bucle de retroalimentacin positivo. Partiendo de estos postulados, con todas las prevenciones, respecto al tema, me permitir especificar las dimensiones del "desarrollo econmico integral latinoamericano desde el componente tico, la responsabilidad social corporativa y las finanzas, comenzando por las tareas pendientes. 1. Las tareas pendientes La regin vive desde los ltimos aos, un autntico proceso de transformacin poltica, econmica y social. En lo poltico, durante las ltimas dos dcadas observamos el retorno generalizado del sistema democrtico y su consolidacin segn los pases. As es, desde mediados de los aos ochenta del siglo pasado, cuando comenz la instauracin de la democracia hasta la cada reciente del ltimo presidente en Bolivia20, 19 Equidad, desarrollo y ciudadana. CEPAL. Santiago de Chile, 2000. 20 Se produjo en mayo de 2005.

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    quince Gobiernos han sido incapaces de cumplir ntegramente el perodo para el que fueron elegidos. Entre las presidencias interrumpidas destacan Bolivia y Ecuador, que lo hicieron en tres ocasiones y Argentina y Hait dos veces, mientras que Brasil, Paraguay, Per, Repblica Dominicana, Guatemala y Venezuela solo lo fueron en una ocasin. Durante este perodo segn el Latinobarmetro21, el porcentaje de ciudadanos que apoyan siempre y sin resquicios la democracia cay ocho puntos porcentuales. Las mayores decepciones con el sistema se dieron en Nicaragua, Paraguay, y Bolivia, mientras que Chile, Honduras y Venezuela reforzaron el prestigio del sistema democrtico22. Nos es nada difcil constatar que detrs de cada uno de estos fracasos o decepciones existen causas mltiples, las cuales suelen responder a causas concretas del pas. Estas han sobresalido durante la ltima crisis boliviana, que hace que la democracia pierda apoyos, y el rumbo de sus convicciones y valores, derivando hacia turbulencias peligrosas. Sin embargo, el informe23 del PNUD, opina claramente que en la regin: no hay malestar con la democracia, sino que existe malestar en la democracia. En cuanto a lo econmico, se ha realizado una drstica revisin, como reaccin a la dcada perdida de los aos ochenta, despus de las penosas lecciones heredadas de la 21 Latinobarmetro es un estudio de opinin que se realiza desde 1996 en Amrica Latina, donde se entrevista a un promedio de 1.000 personas por pas representando a la poblacin urbana de 17 pases: Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Mxico, Nicaragua, Panam, Paraguay, Per, Uruguay y Venezuela. 22 Ruiz, Juan Jos: Fantasmas y fracasos. El Pas. Madrid, 18 de junio 2005. 23 La democracia en Amrica Latina: hacia una democracia de ciudadanos. Naciones Unidas. Nueva Yok, 2004.

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    crisis de la deuda externa24 y ms actualmente, por los desiguales y desalentadores resultados obtenidos una vez aplicadas las reformas contenidas en el Consenso de Washington (CW)25. Podra decirse que, gracias a estos cambios, Amrica Latina, reconoce mejor los cdigos del crecimiento y del desarrollo26, y los imperativos de laracionalidad econmica. Pero tambin, se toma conciencia, de que el mero crecimiento no asegura la equidad y la justicia social, y que sin estos logros ser imposible consolidar la estabilidad econmica y legitimar las democracias polticas. Por consiguiente, una de las grandes tareas pendientes del siglo veintiuno, resulta ser la conciliacin entre democracia, crecimiento y equidad, que 24 El Banco Mundial, calcul que durante el perodo 1983-1990, la produccin per cpita disminuyo en un ocho por ciento, el crecimiento del PIB fue del cero por ciento y los ingresos por habitante un once por ciento menos respecto a los alcanzados al comenzar la dcada. Para Enrique V. Iglesias, la explicacin a la crisis de los ochenta, radicaron en la combinacin de tres factores: 1. Las formas en que estructuralmente se manejaron las economas de la regin durante los ltimos decenios, 2. Naturalmente, el problema de la deuda externa. 3. La evolucin del escenario internacional. 25 Instaurado a partir de la conferencia internacional, convocada por el Institute for Internacional Economics (Washington, 1989). John Williamson, enumero los diez puntos sobre los que se centraran las reformas, que son: 1. Disciplina presupuestaria; 2. Cambios en las prioridades en el gasto pblico; 3. La reforma fiscal; 4. Los tipos de inters; 5. El tipo de cambio; 6. Liberalizacin Comercial; 7. Poltica de apertura respecto a la inversin extranjera directa; 8. Poltica de privatizaciones; 9. Polticas desreguladoras; 10. Derecho de propiedad. Casilda Bjar, Ramn: La dcada dorada. Economa e inversiones espaolas en Amrica Latina 1990-2000. Parte I, punto II. El Consenso de Washington. Una nueva poltica econmica. 26 Durante los aos ochenta, los conceptos de crecimiento y desarrollo se distanciaron. El desarrollo, adquiri una mayor dimensin humana, referida a la distribucin del ingreso, a la satisfaccin de necesidades bsicas como la salud, la educacin, la libertad y la elevacin del nivel de vida. Mientras que crecimiento, significa un aumento del tamao de la economa por la asimilacin o adquisicin de bienes y servicios. En cambio, desarrollo, implicara la expansin o la realizacin de las posibilidades de ese pas. Cuando una economa crece, se hace mayor cuantitativamente. Cuando una economa se desarrollo, se encuentra mejor cualitativamente. El crecimiento cuantitativo y la mejora cualitativa podran seguir caminos diferentes. Las Naciones Unidas admitieron que el crecimiento econmico poda producirse incluso sin consecuencias sociales positivas para una determinada sociedad. Miguel ngel Galindo y Graciela Malgerini: Crecimiento Econmico. Principales teoras desde Keynes. McGraw Hill. Madrid, 1994.

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    indudablemente, no se pueden lograr sola y nicamente mediante frmulas tecnocrticas. La otra gran tarea pendiente, que desafortunadamente no es un tema nuevo, se centra en la pobreza, que encabeza las prioridades en toda la regin, pues ha quedado demostrado que la ortodoxia del equilibrio macroeconmico no ha aportado ninguna respuesta definitiva en este campo27. Para encarar estos maysculos desafos, se necesitan realizar mltiples transformaciones que deberan asentarse en los nuevos valores de la solidaridad, que a su vez tienen directa relacin con el desarrollo econmico integral, que tratar a continuacin. 2. El nuevo enfoque integrador del desarrollo

    Histricamente, una caracterstica relevante del desarrollo econmico latinoamericano, ha sido la interaccin entre las estructuras internas y externas, intensificndose notablemente durante el auge del comercio internacional desde finales del siglo diecinueve, cuando se consolid una estructura de productiva basada en la exportacin de materias primas, y la importacin de manufacturas. A su vez, esta relacin reforz considerablemente los vnculos

    27 Enrique V. Iglesias. Cambios y crecimiento en Amrica Latina 1988-1998. Ideas y acciones. Banco Interamericano de Desarrollo. Washington, 1999. El autor, ofrece su visin de esta poca cargada de cambios en todas las direcciones que la regin tuvo que enfrentar; desde la cada del muro de Berln, el regreso de la democracia, la puesta en marcha del Consenso de Washington y las nuevas coordenadas de un contexto internacional condicionado por los efectos de la globalizacin y las nuevas tecnologas. Complementariamente, tambin puede consultarse: Reflexiones sobre el desarrollo econmico. Hacia un nuevo consenso latinoamericano. Banco Interamericano de Desarrollo. Washington, 1992. Aqu se ofrece un anlisis de los desafos, caractersticas y posibles soluciones de los principales problemas del desarrollo de la regin.

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    entre las economas latinoamericanas y los mercados mundiales28. Esta demanda de exportaciones y la entrada de capitales, tuvieron un impacto profundo en las diversas estructuras econmicas, sociales y polticas durante este perodo. En consecuencia, iniciado el siglo veinte, los pases basaron la organizacin de su desarrollo econmico, desde este modelo abierto a las exportaciones de sus principales materias primas en las que se especializaban29. Posteriormente, bajo el impacto de la gran crisis de 192930, los pases centraron sus estrategias de desarrollo en un proceso de industrializacin bajo la proteccin del Estado Empresario, orientado a sustituir con produccin local, las manufacturas que antes importaban con las divisas generadas por las exportaciones de sus materias primas. Al amparo de este modelo, conocido como industrializacin mediante la sustitucin de importaciones, que abarc el perodo comprendido entre los aos 1933 a 1980, se obtuvieron importantes crecimientos. Sin embargo, al transitar hacia los aos ochenta, el modelo entr en crisis, al no haber generado exportaciones de manufacturas competitivas, todo lo cual, adems, se

    28 Las economas latinoamericanas 1950-1990. Ricardo French-Davis, scar Muoz y Jos Gabriel Palma, tomo 11. Historia de Amrica Latina. Leslie Bethell (editor). Cambridge University Press. Crtica. Barcelona, 1994. 29 Rosemary Thorp. Progreso, pobreza y exclusin. Una historia econmica de Amrica Latina en el siglo XX. Banco Interamericano de Desarrollo y Unin Europea. Washington, 1998. 30 Se ha descrito habitualmente esta crisis, como el momento decisivo de la transicin de Amrica Latina desde un crecimiento econmico hacia fuera, hasta otro hacia dentro, caracterizado por una alto proteccionismo de sus productos nacionales, mediante polticas intervencionistas de los gobiernos, considerando al sector pblico como el motor bsico de la economa. Casilda Bjar, Ramn: La dcada dorada. Parte I. Punto 3. Del crecimiento hacia fuera al crecimiento hacia dentro.

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    combin con la recesin econmica internacional y con el aumento de los precios del petrleo (crisis energtica 1973). Esto llev a los pases a una situacin extremadamente difcil, que, durante algunos aos, lograron paliar mediante un excesivo endeudamiento externo, alimentado por la expansin de los mercados financieros internacionales (petrodlares). El ciclo finalmente se agot, pues al efecto combinado de las dificultades exportadoras y financieras, se unieron la imposibilidad para atender el pago de la deuda reveladas por Mxico31 en 1982, desencadenando la crisis de la deuda externa. Esta crtica situacin, econmica y social, coloc a la regin, una vez ms, en una situacin que pareca sin escape. Iniciados los aos noventa, la salida vino a proporcionarla la aplicacin, por parte de la mayora de los gobiernos, de un conjunto de reformas estructurales tendentes a liberalizar y abrir sus economas con la aplicacin del mencionado Consenso de Washington. Esto signific para los pases, tratar de restablecer sus equilibrios fiscales, las prioridades del gasto pblico, aplicar tipos de inters competitivos, controlar la inflacin, mejorar los sistemas impositivos, liberalizar el comercio exterior, la reforma fiscal, la apertura a la inversin extranjera directa, las privatizaciones pblicas y aumentar la competitividad internacional de sus economas.

    31 El 18 de agosto de 1982 declaro formalmente una moratoria para el pago de su deuda externa con la banca comercial internacional. El coeficiente prstamos/capital de nueve de los bancos ms grandes de EE.UU. respecto a Amrica Latina era del 180 por ciento; de esta cifra los prstamos vigentes en Mxico representaban el 50%.

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    Las reformas, fueron introducidas, con diferentes ritmos en su aplicacin y en su intensidad, contribuyendo generalmente a poner la casa macroeconmica en orden. Sin embargo, se ha constatado, que estas reformas constituyeron una condicin necesaria, pero no suficiente, para reanudar el desarrollo con las caractersticas exigidas por las nuevas circunstancias mundiales de gobernabilidad y competitividad, que las prevalecientes cuando se instauro el CW32. Ante estas realidades, desde la ptica del nuevo enfoque integrador del desarrollo, se hacen necesarias, sembrar el terreno para lograr una mayor eficiencia, innovacin, competitividad y equidad. La germinacin de estas semillas, exige la combinacin de mltiples factores, entre los cuales destacamos siguiendo a Enrique V. Iglesias33:

    1) continuar con la liberalizacin de los mecanismos de mercado y el impulso del sector privado, inspirado por una nueva cultura productiva ms creativa, innovadora y emprendedora; comprometida con la incorporacin de la equidad;

    2) incentivar la vinculacin entre un tejido productivo

    que incorpore la innovacin tecnolgica, como resultado de una firme interaccin entre los agentes e instituciones pblicas y privadas;

    3) la imperiosa necesidad de fortalecer, ampliar y

    modernizar los sistemas bancarios y los mercados de

    32 Casilda Bjar, Ramn. El Consenso de Washington. Del Consenso de Washington a la Agenda del Desarrollo de Barcelona. Documento de Trabajo, N 10. Real Instituto Elcano. Madrid, febrero 2005. 33 Cambio y Crecimiento en Amrica Latina 1988-1998. Ideas y acciones.

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    capitales, con el objetivo de fomentar y aumentar el ahorro familiar y la financiacin empresarial, preferentemente a la pequea y mediana empresa34;

    4) hacer frente a la impostergable obligacin moral de

    una deuda social acrecentada por las sucesivas crisis econmicas, mediante polticas destinadas a prestar servicios compensatorios a los sectores sociales ms necesitados, potenciando programas de salud, educacin, vivienda, y oportunidades de empleo;

    5) proseguir la necesaria modernizacin del Estado, para

    hacerlo ms eficiente, emprendedor, y cooperante con los diversos sectores de la sociedad civil organizada.

    Abordar simultnea y concatenadamente todos estos puntos, constituyen, un grueso reto que irremediablemente tendr que enfrentar la regin. Si bien, emprender estas tareas es adems de difcil y complejo, un enorme desafo desde la perspectiva del gasto pblico, pues requiere una rigurosa asignacin de prioridades, a la vez que una coordinacin con la sociedad civil, especialmente con las empresas en el mbito de la responsabilidad social corporativa (RSC) que exponemos a continuacin. 3. La responsabilidad social corporativa La evolucin del pensamiento econmico y de las ideas empresariales durante los ltimos aos, ha aumentado considerablemente el inters por la dimensin social. No 34 Es un hecho ampliamente contrastado, que en tiempos de crisis econmicas estas unidades actan como autntico amortiguadores sociales. Adems, crean el mayor nmero de empleos y ofrecen una salida natural para emprendedores.

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    obstante para Milton Friedman35, las compaias pueden perjudicarse as mismas y a la sociedad, si se dedican a tareas que superan sus competencias, sus valores y su funcin. Continuaba su argumentacin, afirmando que una empresa solo tiene una responsabilidad: obtener los mejores resultados econmicos. Conseguirlos es la primera responsabilidad, y si no obtiene unos beneficios al menos iguales a sus costes totales, es socialmente irresponsable, pues despilfarra los recursos de la sociedad. El rendimiento econmico es la base, sin el, la empresa no puede desempear ninguna otra responsabilidad, ni puede ser buen empleador, ni generar riqueza, ni ser buen vecino. Sin embargo, las empresas, ante la sociedad, tienen la responsabilidad de intentar encontrar colaboraciones vlidas para los problemas sociales bsicos que encajen en sus competencias. Desde esta concepcin, aquellas que practican la responsabilidad social, estn adquiriendo un alto impacto positivo en las sociedades que se encuentran presentes, y por extensin en los mercados. Los empresarios consideran cada vez ms, que las actuaciones, actividades y en torno y directamente asociadas con la RSC, deben ser valoradas como una inversin y no como un gasto. Aunque sera irresponsable por su parte aceptar, y an ms querer asumir, responsabilidades que contrariasen, estorbasen o distorsionasen su capacidad para realizar su principal tarea, actividad y misin36. Los escndalos empresariales que se han producido durante los ltimos aos; Enron, WorldCom, Arthur Andersen o Parmalat, han servido para incrementar la 35 Premio Nobel de Economa 1976, 36 Peter F. Drucker. La sociedad poscapitalista.

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    sensibilizacin que tiene la sociedad y los mercados sobre las formas que operan, se conducen y dirigen las empresas. Por consiguiente, la adopcin de la RSC, significa algo ms que una mera moda de marketing o de imagen pblica, sino una clara muestra de responsabilidad empresarial, la cual ya forma parte de la estrategia corporativa de las ms importantes empresas, que adems, la difunden en los pases en donde se encuentran presentes, y ante los respectivos grupos de inters nacional e internacional. Una compaa que quiera ser competitiva en el futuro, no slo puede pensar en conseguir beneficios, sino que adems tendr que compatibilizar su labor productiva con una poltica que acte en beneficio del entorno en el que desarrolla su actividad, basndose en principios como el respeto a los derechos humanos, la mejora de las relaciones con los empleados, el compromiso con la sociedad que le rodea y el respeto al medio ambiente. En la actualidad, la mayor parte de las firmas que componen el Fortune 500, describen en su pgina Web, los logros en materia de RSC y casi la mitad de las incluidas en el Fortune 250, elaboran informes especficos sobre aspectos sociales y medioambientales de sus actividades. Tambin se ha comprobado que las diez empresas ms admiradas del mundo, segn el ranking de PricewaterhouseCoopers (PWC 2004), desarrollan prcticas de la RSC y las difunden para aprovechar los efectos positivos que genera la transparencia informativa. An ms, se abre paso la tendencia hacia un modelo de empresa, que de acuerdo con el cdigo de buen gobierno

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    de la empresa sostenible, que se caracteriza porque crea valor econmico, medioambiental y social a corto y largo plazo, contribuyen de esta forma al aumento del bienestar de las generaciones presentes y futuras. Definitivamente, las empresas que tienen un comportamiento socialmente responsable, disean sus estrategias y establecen sus procedimientos internos de gestin, teniendo en cuenta no solo la dimensin econmica de sus acciones, sino tambin la social y la medioambiental, consideran, la RSC, como una concepcin estratgica que engloba todas las decisiones empresariales adoptadas por razones que a primera vista se encuentran ms all de los intereses prioritarios de las empresas37 como resultan ser las finanzas, que tratamos seguidamente. 4. La responsabilidad social corporativa y las finanzas. La materializacin de la RSC en las finanzas, de forma destacada se implementa en los Estados Unidos, donde es creciente la presin pblica para crear, junto a los indicadores de calidad usuales, un ISO de calidad social que permita a los inversores elegir empresas que las practiquen. Las firmas con estrategias claras y contrastadas en responsabilidad social, estn siendo mejor valoradas financieramente por los mercados y adems, los ms prestigiosos fondos de inversin americanos ya no invierten en empresas que no dispongan de memoria social y medioambiental. 37 Mariano Nieto Antoln y Roberto Gabo: Responsabilidad social corporativa. La ltima innovacin en management. Universia Business Review. N 1, primer trimestre. Madrid, 2004.

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    Esto representa un factor competitivo, pues estas compaias, se encuentran ante una mejor disposicin de los analistas e inversores burstiles. La inversin con criterios de RSC esta creciendo constantemente tanto en cantidad como en la variedad de productos disponibles. Actualmente, se puede invertir con criterios de responsabilidad social en renta variable, renta fija y fondos de pensiones, alcanzando adems toda clase de activos, lo que demuestra su madurez a la vez que facilota su acceso y utilizacin. La existencia de ndices de sostenibilidad, estn motivando a las empresas a incrementar sus polticas de RSC. Segn el ndice de RSC FTSE4 Good en su informe (2004), destaca que 260 empresas de todo el mundo han decidido modificar su poltica medioambiental y social para adaptarse a los nuevas normas de este ndice, que a pesar de la incorporacin de criterios cada vez ms estrictos el nmero de empresas que ha logrado cumplirlos se ha incrementado notablemente desde su lanzamiento38. Siete compaias espaolas39 se encuentran registradas, pues han logrado cumplir las sucesivas revisiones del ndice. Por su parte, los activos del ndice Dow Jones for Sustainability (DJSI), pasaron de los 1.700 millones de euros a finales del 2002 hasta los 3.200 en el 2004. En Europa40, existen ms de 280 fondos ticos, sociales o ecolgicos41 , con un crecimiento del 70% respecto a 1999,

    38 Julio del 2001. 39 Grupo Santander, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Bankinter, Inditex, Telefnica, Gas Natural y Repsol YPF. 40 Estudio realizado por SRI Compass (2003).

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    gestionando durante el 2003 la cantidad de 34.000 millones de euros pertenecientes a inversores institucionales principalmente de fondos de pensiones, a los que se les debe aadir otros 12.000 millones correspondientes al mercado de particulares42. Los pases que lideran este campo son Blgica, Suecia, Inglaterra y Francia. Siendo este ltimo el pas que ms dinamismo esta demostrando en los ltimos aos. De manera especial, pide que se invierta en empresas que se destaquen en valores como los derechos humanos, el respeto y el desarrollo de la persona, y que realicen inversiones constructivas en pases en desarrollo. En Espaa, el punto de partida fue el ao 1997, cuando se lanza el primer fondo que inverta exclusivamente en el sector medioambiental. Posteriormente en 1999 se crearon los dos primeros fondos ticos. En comparacin con otros pases europeos, el crecimiento ha sido ms lento alcanzando los 80 millones de euros43. Sin embargo, se comprueba una paulatina muestra de inters en el tejido empresarial espaol, destacando los grandes bancos y empresas que precisamente se encuentran establecidas en Latinoamrica44.

    41 Segn la agencia de calificacin Standard & Poors, existen principalmente dos grandes reas en esta clase de activos financieros: los fondos ticos y los ecolgicos.. Tras casos como el de Enron, los partcipes reclaman ms informacin sobre las actividades comerciales y financieras de las empresas. En consecuencia, la cantidad de fondos ticos y socialmente responsables ha ido aumentando en toda Europa. 42 Datos recogidos en Diario Cinco Das. Madrid, 10 de mayo de 2004. 43 Para ms detalle y amplitud puede consultarse: Antonio Partal y Javier Ibaez Jimnez: Finanzas sociales. Innovacin financiera para la cooperacin internacional. En tica y mercado de valores. Javier Benceslao Ibaez Jimenez y Jos Luis Fernndez Fernndez (Directores). Marcial Pons. Madrid, 2002. 44 Estos son los bancos SANTANDER, BBVA y empresas como Telefnica, Repsol YPF, Inditex y Gas Natural.

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    En Amrica Latina, destaca Argentina, donde existe un gran reclamo latente en esta direccin. Una reciente encuesta, detecto que el 86,5% de los consumidores dicen que la responsabilidad social pasa a definir sus compras; el 52,6% est dispuesto a pagar ms por el precio de productos de empresas socialmente responsables, y el 77%, a dejar de comprar los productos y mercaderas de las irresponsables45. Todo este acontecer, no escapa a instituciones como el BID, que desde su programa: Iniciativa Interamericana de Capital Social, tica y Desarrollo Econmico, viene impulsando diferentes reuniones y seminarios para crear y fortalecer las demandas percibidas en toda la regin, para que los valores ticos ocupen un lugar central en el mundo de la economa y las finanzas. Enrique V. Iglesias, creador de esta iniciativa46, resaltaba durante la Reunin Internacional de Washington47: el inters en la tica no excluye la plena conciencia de la necesidad de afianzar una economa estable, competitiva y tecnolgicamente moderna. Si bien, nos exige ocuparnos de los grandes temas pendientes, tales como los intolerables niveles de pobreza e inequidad que caracterizan a nuestra regin. Definitivamente, integrar desarrollo econmico, responsabilidad social corporativa y finanzas, representa

    45 Bernardo Kliksberg. Ms tica, ms desarrollo. La Nacin, Buenos Aires, 13 de febrero 2004. 46 Desde su creacin en el 2002 hasta finales del 2003, se han realizado sucesivos encuentros en distintos pases del continente sobre temas ticos claves para el desarrollo, que contaron con la participacin de ms de 23.000 personas representando a centenares de organizaciones pblicas y privadas. 47 Reunin Internacional sobre: tica y Desarrollo. Washington, diciembre 2003.

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    un desafo prcticamente desconocido, pues, la regin ha vivido histricamente en un mundo compartimentado e incluso, ejercido una gobernabilidad segmentada. Por el contrario, hoy no es posible gobernar un mundo globalizado como el actual, ni convivir en l, volviendo a la visin parcelada del pasado, pues adems, el proceso de globalizacin al que asistimos, va unido a una fuerte tendencia en la diferenciacin de las organizaciones, las estructuras productivas, las tecnologas y las relaciones econmicas y comerciales. Es as, como la diferenciacin coexiste desde un mundo que busca la diversidad desde la unidad, con otro que se fortalece en lo local para ganar lo global. No obstante, en ltima instancia, hay un factor que condiciona este nuevo enfoque integrador del desarrollo econmico, porque ninguna propuesta, en funcin nicamente de la razn o de la tcnica, podr tener la capacidad de persuasin para lograr que todos las organizaciones e instituciones pblicas y privadas, aprendan a colaborar entre ellas. Este factor, indudablemente es la tica48, que resulta la condicin esencial para promover y satisfacer los respectivos intereses en un cambio de actitudes, de apertura, de colaboracin y de solidaridad en beneficio del bienestar de la sociedad, con una proyeccin hacia las futuras generaciones del continente que se beneficiaran de un nuevo enfoque de integracin social.

    48 En la filosofa hegeliana, la tica (sttichkait) se refiere a una moral social, mientras que la moral (moralitat) se refiere a la conciencia individual. Emilio Fontela Montes: Economa del altruismo. Emilio Fontela Montes y Joaqun Guzmn Cuevas (coordinadores). Economa tica y bienestar social. Ediciones Pirmide. Madrid, 2003.

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    5. Un nuevo enfoque de integracin social y econmica No cabe duda, de que uno de los aspectos centrales que presenta el desarrollo econmico integral, se refiere al logro de una mayor integracin social y econmica. Al igual que lo ocurrido en Europa durante la posguerra, los procesos de desarrollo y modernizacin latinoamericanos, dependen, fundamentalmente, de la gradual incorporacin a los circuitos formales econmicos, de los agentes sociales menos productivos y ms pobres. Es importante competir en un mundo liberalizado, con un grado razonable de equidad social, que incremente la productividad mediante la calificacin de los recursos humanos postergados. As mismo, la inversin, la innovacin y el espritu de empresa slo prosperan en un clima de estabilidad y confianza pblica. Estas condiciones slo se dan en un ambiente de participacin social, basado en una comunidad de ciudadanos bien informados, libres y comprometidos con el desarrollo econmico de sus respectivos pases. Por ello, no se debe concebir la cuestin social de forma unidimensional; como un imperativo de justicia social orientado nicamente a superar la pobreza y otras carencias asociadas, sino que se debe sumar la exigencia tica de extender una serie de oportunidades que habilite a los ms necesitados al acceso de trabajos productivos, con ingresos dignos, para contar con su plena participacin ciudadana.

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    Evidentemente, resulta intolerable mantener una media del 40 por 100 de la poblacin en condiciones de pobreza, y el 15% en la extrema pobreza. Este amplsimo sector desfavorecido coincide aproximadamente, desde un punto de vista productivo, con el amplio universo de los desempleados, trabajadores informales, empleados por cuenta propia y microempresarios, que no tienen acceso al sector formal de la economa. Para contrarrestar esta situacin, es prioritario en el corto plazo; continuar aplicando polticas asistenciales conducentes a disminuir la pobreza extrema, mediante la prestacin de servicios compensatorios, procurando mejorar la focalizacin de los mismos en los grupos de ms bajos ingresos, a la vez que aumentar la eficacia en su prestacin. En el mediano plazo; se impone establecer una estrategia de integracin social ms amplia y de resultados duraderos, debiendo incluir no solo las conocidas polticas en el campo de la salud, la educacin y la mejora de las condiciones de vida en las ciudades y en el medio rural, sino que paralelamente, se debern articular la creacin de nuevas oportunidades de acceso al empleo para jvenes y los trabajadores experimentados, que se vieron expulsados del sistema productivo por los imperiosos ajustes de las crisis econmicas y la deslocalizacin geogrfica o la subcontratacin fuera de la regin. Este es un aparatado en las nuevas estrategias empresariales, que habra que evaluar con gran atencin, pues Amrica Latina necesita que sean contratados empleos de alto valor aadido, pues esta modalidad competitiva ser uno de los nuevas modalidades para

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    atraer la IED, siempre y cuando se ofrezcan adems de salarios menores que el pas de referencia, una excelente cualificacin profesional preferentemente en el campo de las nuevas tecnologas y actividades conexas, como facilidades de instalacin mediante las infraestructuras adecuadas y bajos costes de comunicaciones. Igualmente, se tienen que instrumentar los suficientes incentivos para dar salida a los emprendedores que buscan su oportunidad en el mundo empresarial, y muy especialmente en el nuevo marco de las nuevas tecnologas, donde los jvenes son los verdaderos protagonistas como es el caso exitoso de la India que tan excelentes resultados esta proporcionando, donde las empresas de nuevas tecnologas de los jvenes emprendedores, estn compitiendo con las ms avanzadas del mundo en la exportacin de software. Esta poltica comienza a dar resultados y est atrayendo al pas a las grandes multinacionales tecnolgicas como IBM, que despedir 4.700 personas en Estados Unidos y las contratar en India y China. Accenture duplicar sus trabajadores en India, alcanzando 10.000 empleados para desarrollo y mantenimiento de software, centros de atencin de llamadas y servicios financieros. AOL, prescinde de 450 empleados en California, pero tiene su centro de atencin al cliente en Bangalore, la ciudad tecnolgica ms dinmica de la India, que ha superado al mtico Silicon Valley. Como muestra, de las 52 compaias mundiales que otorga el ndice de mximo nivel de calidad tecnolgica (SEI-CMMM Level 5), 43 se encuentran en India, y 20 en Bangalore49. 49 Joan Carles Ambrojo. Ciberp@s. Madrid, 8 de abril 2004.

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    Los resultados se han mostrado progresivamente favorables, pues se ha exportado durante el 2003, software y servicios por 10.000 millones de dlares, previendo alcanzar 50.000 millones para el 2009.50 Sin embargo, este es un extenso y expansivo mercado, que estimula la entrada de nuevos competidores como es el caso argentino. En efecto, Argentina, que desde la ciudad de Tandil51 desea emular el modelo indio, es el pas que desde sus capacidades y oportunidades, desea reproducir este modelo hind, y esta esforzndose por ello. Tiene a su favor que las condiciones actuales a pesar de la crisis econmica, son an mejores que las de India cuando comenz esta estrategia haca finales de los aos setenta, calculndose que el mercado de productos informticos a nivel mundial asciende a 180 mil millones de dlares e India ha captado un mnimo 0,2% despus de treinta aos. Recordemos, por su trascendencia para este nuevo enfoque de integracin social y econmica, que el bienestar a partir de la Edad Contempornea, se basa en la invencin y la innovacin que realizan los cientficos y aplican los empresarios, y de los dos, el factor ms crtico y ms difcil de generar es el empresarial, como se puede comprobar a lo largo y ancho de la regin. Cualquier pas, que quiera avanzar ms rapidamente para acortar la brecha

    50 Asociacin Empresarial Nascom 2004. 51 Provincia de Buenos Aires, donde se encuentra el polo tecnolgico conocido como el Silicon Valley argentinino.

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    con las naciones desarrolladas, necesita, ms que nada; empresarios creativos e innovadores52. Actualmente, esta generalmente aceptado que en los pases ms adelantados, la funcin innovadora no la llevan ya a cabo los empresarios, sino las empresas, que inventan e innovan de una forma continuada en sus grandes y especializados laboratorios de investigacin. Si bien, hay excepciones tambin, pues en las empresas tecnolgicas de la nueva economa, el empresario sigue siendo esencial en esta primera fase de creacin e innovacin. Por ello, es vital apoyar y contar con jvenes emprendedores, pues sern los que impulsen competir y crecer sostenida y de manera equilibrada econmica y socialmente.

    52 Schumpeter, fue quien con ms fuerza impulso esta idea bsica de la funcin innovadora del empresario, que se produce, en tanto menos desarrollado es el pas. Vase: Jhosep A. Schumpeter: The theory of economic development. Cambridge University Press, 1934.

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    III) EL COMPONENTE TICO EN EL DESARROLLO ECONMICO INTEGRAL LATINOAMERICANO Los valores morales del hombre econmico de Smith, eran parte tan slo de su hombre total, cuya conducta estaba marcada primordialmente por su deber, es decir, su sistema se basaba en la conciencia individual. Pero la conciencia individual desapareci del panorama contemporneo, y el mercado se convirti en la fuente de la verdad53. Otros autores54 consideran que para Smith, la verdadera filosofa moral esta comprometida con la felicidad humana y el bienestar de este mundo, no existiendo oposicin entre las exigencias de este mundo y las exigencias de la perfecta moralidad. Con este propsito escribe: La Teora de los sentimientos morales, donde desarrolla su sistema de tica sobre la base de la doctrina de un orden armnico guiado por la Providencia, e incidentalmente aplica su doctrina general con estricta coherencia al orden econmico. En la Riqueza de las naciones, abandona aquellos supuestos bsicos que en la Teora de los sentimientos morales se caracterizaban por su optimismo, adoleciendo a veces de cierta rigidez, y lleva a cabo una investigacin especializada de la naturaleza de aquel orden econmico que propicia el incremento de la riqueza.

    53 Carlos Federico Obregn Daz. De la filosofa a la economa. Trillas. Mxico, 1984. 54 J.J. Spengler y W.R. Allen. El pensamiento econmico de Aristteles a Marshall. Tecnos. Madrid, 1971.

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    La necesidad de discernir los valores morales, que inspiran las cambiantes situaciones histricas, con el objeto de asegurarse el predominio de la persona y de evitar su subordinacin a leviatanes sociales, o su disolucin en reacciones relativistas, compromete a lderes polticos, empresariales, sindicales y de opinin, esforzarse por aplicar la preocupacin tica al mundo de las realidades, en donde se sita la lucha por el progreso econmico y el bienestar social. Este singular compromiso, abre paso a los imperativos ticos que debe incorporar la sociedad latinoamericana en su bsqueda, afanosa y difcil, del desarrollo econmico Integral. Como anteriormente expresamos55, inexorablemente se impone la conciliacin entre democracia, equidad y crecimiento, y esta conciliacin no se puede lograr sola y nicamente mediante frmulas tecnocrticas. Por el contrario, se necesitan nuevos valores, que tengan directa relacin con el componente tico para atender al menos las siguientes necesidades: 1) ampliar y consolidar las bases de las demandas polticas

    en estas sociedades; 2) instrumentar una autntica reforma social integral, que

    parta de la profunda desarticulacin que subsiste en la sociedad latinoamericana y de las distancias econmicas que separan a sus grupos sociales;

    3) abordar un enfoque integral del desarrollo econmico,

    bajo las reglas de una nueva cultura de la solidaridad. 55 Punto 1. Las tareas pendientes.

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    Y como punto especial, insistimos, se encuentra el hasta ahora irremediable tema de la pobreza , que adquiere una prioridad absoluta, y as lo interpretan los nuevos lderes como el presidente de Brasil; Luiz Inacio Lula da Silva, y los organismos internacionales como el Banco Mundial, que en su informe anual sobre Amrica Latina (2003)56, centra su investigacin en torno a este problema y la persistente desigualdad, aduciendo: que esta situacin mina el proceso de desarrollo en s, proponiendo actuar en cuatro reas centrales para lograr ms equidad en cuanto a la distribucin de la riqueza, el ingreso y las oportunidades.

    En torno a estas reas se deben unir los gobiernos y la sociedad civil, con el fin de romper este destructivo patrn de pobreza y desigualdad siendo estas las siguientes: 1) construir instituciones polticas y sociales ms abiertas; 2) asegurar que las instituciones y las polticas econmicas procuren mayor equidad; 3) aumentar el acceso de los pobres a los servicios pblicos, especialmente educacin, salud, agua y electricidad, as como el acceso a tierras cultivables y servicios rurales; 4) reformar los programas de transferencia de ingresos de modo que lleguen a las familias ms pobres. Propone adems; la necesidad de que las naciones emprendan profundas reformas de las instituciones econmicas, polticas, sociales y mejoren el acceso de los pobres a servicios y bienes bsicos, en especial la educacin.Enfatizando, que resultan claves

    56 Informe anual que representa la ms importante investigacin sobre la situacin del continente, presentado en la ciudad de Mxico (2003).

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    para afrontar ambos temas; pobreza y desigualdad57, emprender amplias reformas institucionales. Igualmente le sucede al Fondo Monetario Internacional, que en la Cumbre Extraordinaria de las Amricas (Monterrey, enero 2004), su entonces Director Gerente; Horst Khler destac: que con la economa estadounidense al frente de la recuperacin del continente americano y motor del crecimiento mundial, la pobreza generalizada se rie claramente con el enorme potencial de crecimiento de la regin. Si bien, cada pas debe encontrar su propio plan para el xito, sealando a su vez para ello a tres elementos cruciales.58. Para cortar el nudo gordiano de la pobreza, son evidentes las enormes posibilidades que brinda la formulacin de un giro estratgico del Consenso de Washington59, introducindole nuevos puntos no contemplados en su redaccin original y que consideramos junto a Emilio Fontela60, que convendra incluir de manera prioritaria, al menos los siguientes:

    57 Durante la dcada de los noventa no se mejor la distribucin de la renta. De media, el 10 por ciento ms rico de la poblacin percibe el 40 por ciento de la renta, mientras que el 10 por ciento ms pobre debe conformarse con el 1,5 por ciento. Bernardo Hernndez San Juan. Las reformas econmicas en Latinoamrica: entre el populismo y la madurez. Boletn Econmico de ICE N 2779. Madrid, septiembre 2003. 58 Estos son: 1. Buenas instituciones; 2. Gestin acertada a largo plazo de las finanzas pblicas y 3. Expansin del comercio exterior. Tambin llam la atencin sobre el buen entorno de crecimiento para el 2004, que repercutir favorablemente en Amrica Latina, especialmente por la recuperacin de la economa norteamericana, para que las mximas autoridades aprovecharan la oportunidad para consolidar y ampliar las reformas econmicas. Asimismo, advirti que los altos y persistentes niveles de deuda pblica siguen siendo un grave riesgo para el crecimiento econmico sostenido y la elevacin del nivel de vida. 59 Ramn Casilda Bjar. Latinoamrica y el nuevo consenso de Madrid. Diario Expansin. Madrid, 22 de enero de 2004; y, Amrica Latina. Nueva poltica econmica. Diario Expansin. Madrid, 5 de abril 2004. 60 Un nuevo Consenso Internacional en Madrid. Diario Expansin. Madrid 11 de febrero 2004.

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    1) mejor distribucin de la renta, como complemento indispensable de la lucha contra la pobreza, que confiere un papel central a la poltica econmica, a las reformas fiscales y a la proteccin social; el mensaje europeo de la economa social de mercado sigue teniendo vigencia en los pases en vas de desarrollo;

    2) conseguir una poltica financiera internacional, que

    permita la estabilidad monetaria y frene los movimientos especulativos, que tambin est vinculada a las reformas fiscales y a la creacin de zonas monetarias, por ejemplo en el Mercosur;

    3) un amplio acuerdo sobre la lucha contra la corrupcin

    y la difusin de prcticas ticas en el comportamiento de los agentes econmicos, privados y pblicos;

    4) potenciar un sistema de estmulo del tercer sector para

    las actividades sin nimo de lucro y la participacin activa de la riqueza local en la solucin de los problemas de la pobreza, elemento clave de las nuevas estrategias de reforzamiento del funcionamiento de los sistemas democrticos;

    5) proteger y favorecer los procesos de transferencia de

    tecnologa y de investigacin que permita aprovechar y competir lo antes posible en las potencialidades de la Sociedad del Conocimiento.

    Esta lista de prioridades, implica una cierta transferencia de la responsabilidad del desarrollo de la economa, como preconizaba el Consenso de Washington, a la poltica y a

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    la sociedad. Los nuevos crculos viciosos61 que frenan el progreso en Amrica Latina y en el resto del mundo que perdi el tren de la Revolucin Industrial, integran procesos econmicos, polticos y sociales que son interdependientes y requieren enfoques globales y pluridisciplinares62. La transformacin de Espaa durante los ltimos treinta aos, como la de toda Europa despus de la segunda Guerra Mundial, es un ejemplo visible de la necesidad de esta conjuncin de reformas entre lo econmico, lo poltico y lo social. De tal manera, que la economa contempornea pone en evidencia las consecuencias de la idealizacin durante ms de dos siglos del homo economicus y consiguientemente, numerosos comportamientos sociales que originan desigualdades y desastres se derivan del creciente economicismo de nuestras sociedades. De ah la necesidad de una nueva tica econmica y de un cambio de valores que integren en mayor medida egosmo y altruismo63. 61 El crculo vicioso de la pobreza, concepto acuado por el economista estoniano; Ragnar Nurkse, en su clsico libro: Problemas de la formacin de capital en los pases insuficientes desarrollados. Nurkse, era muy consciente de que para romper el crculo de la pobreza . . . El progreso econmico no es un asunto espontneo ni automtico. 62 Emilio Fontela Montes y Joaqun Guzmn Cuevas. La teora circular del desarrollo. Un enfoque complejo. Revista de Estudios de Economa Aplicada. Volumen 21-2. Madrid, Agosto 2003. Los autores exponen de manera didctica, que existen numerosas teoras del desarrollo que identifican circularidades en los fenmenos econmicos, pero tambin en fenmenos polticos y sociales. Estas circularidades estn interrelacionadas y se amplifican mutuamente, con el resultado que el sistema explicativo de los procesos de desarrollo es extremadamente complejo. El anlisis estructural causal o cualitativo, uno de los enfoques ms simples de descripcin de sistemas complejos, facilita la identificacin de circularidades y de las alternativas de jerarquizacin indispensables para una solucin de problemas que en principio son interdependientes, se disea como ejemplo una jerarqua para los problemas del hipodesarrollo basada en una opcin democrtica, apoyada por capitales externos y con un esfuerzo prioritario en el mbito de la educacin. 63 Begonia Miedes Ugarte. Elaboracin de una hiptesis de actor socio-econmico e implicaciones metodolgicas. Universidad de Huelva, 2001.

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    IV) CONCLUSIONES Promover el trabajo conjunto y la colaboracin entre elementos como los mencionados, acostumbrados a tener pocas o malas relaciones entre s, presenta dificultades epistemolgicas, tcnicas y ticas. Las primeras, porque no estamos habituados a comprender el mundo en forma integrada, y porque una alianza entre la lgica jerarquizadora del poder y la lgica clasificadora de la razn, nos conduce a separar y antagonizar lo que en la sociedad siempre debi permanecer unido. Las segundas, porque ninguno de estos actores: Estado, sector privado y sociedad, haban articulado un discurso comn, que les permitiera entenderse y colaborar, ni los canales e instrumentos necesarios para acercarse y trabajar juntos; lo cual hace pertinente construir ese discurso y esos instrumentos. Precisamente cuando se utilizan como instrumentos las finanzas y los mercados financieros, es posible crear una materia multidisciplinar, al incorporar la dimensin tica al campo financiero, actualmente caracterizado por nutrirse de una concepcin estrictamente tcnica, renunciando generalmente a la reflexin de los fines con los que se utilizan estas herramientas financieras. Con este sesgo multidisciplinar, las finanzas incorporan formalmente los aspectos sociolgicos y ticos necesarios, en una direccin que apunta hacia una ciencia econmica ms pegada a las realidades y tendencias sociales, y que a su vez, le permite disponer de un cuerpo autnomo de

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    conocimientos relativos al empleo social especfico de todas las herramientas, procedimientos, y sistemas al uso en el campo de la economa financiera64. Adems, la tica, en ltima instancia, es la condicin decisiva, porque como sealbamos, ninguna propuesta en funcin nicamente de la razn o de la tcnica podra tener la capacidad para lograr que todos estos actores aprendan a colaborar entre ellos, desde un cambio de actitudes, de apertura y de solidaridad. Precisamente, es sta dimensin tica, la que reclama bregar por un desarrollo econmico integral, que haga posible alcanzar todos estos objetivos tan deseados en las polticas econmicas y sociales. Aunque esta dimensin tica, debe alejarse de las conocidas reacciones pendulares del pasado, de polticas que en un caso privilegiaron lo econmico ante lo social, en aras de un economicismo estrecho, y en otro, pretendieron alcanzar grandes y respetables logros sociales, pero sacrificando las bases de una economa dinmica y en crecimiento. En consecuencia, se tuvo economa sin sociedad, y sociedad sin economa65. La respuesta de la ciencia econmica al reto de la tica (sittlickait), se encuentra en la economa del bienestar, pues como seala Samuelson:66 en un cierto punto, la economa debe integrar funciones ticas de bienestar que provienen del exterior del campo econmico. Este es el sentido de la funcin econmica del bienestar que 64 Antonio Partal. Finanzas sociales: Innovacin financiera para la cooperacin internacional. 65 Enrique V. Iglesias. Cambio y crecimiento en Amrica Latina 1988-1998. Ideas y acciones. 66 Paul Samuelson. Foundation of economic analysis. Cambridge (Mass.). MIT Press, 1947.

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    sustancialmente se puede enriquecer prestando ms atencin a la tica, y el estudio de la tica tambin puede beneficiarse de un contacto ms ntimo de la economa67. De igual manera, insistimos, que para alcanzar la eficiencia competitiva, es necesario una estrecha relacin e incorporacin del progreso tecnolgico junto a un alto nivel de educacin68 y formacin profesional69, desechando mantener la competitividad espuria, que solo trae resultados a corto plazo que desaparecen velozmente70. Tambin resulta vital, contar con un Estado eficiente y fuerte, capaz de salvaguardar los bienes comunes, que respete y haga respetar debidamente la legislacin, que fortalezca las instituciones y solidifique su marco legal, para que no pierdan quienes si las respetan, y ganen 67 Amartya Sen. Sobre tica y economa. Alianza Universidad. Madrid, 1987. 68 La pobreza no crea mercado, nos dicen los lderes empresariales latinoamericanos; Carlos Slim y Gustavo Cisneros: hay una relacin fatal entre los niveles de educacin y pobreza. Los latinoamericanos debemos empuar los lpices como dagas. La educacin asegura el despegue de las energas creadoras de nuestros conciudadanos. La educacin libera los talentos y capacidades personales de ciudadanos que de ninguna manera estn condenados a la ignorancia y a la miseria. Carlos Fuentes (Prlogo). Gustavo Cisneros. El adelantado. Planeta. Madrid, 2004. 69 Asociamos progreso tecnolgico y formacin profesional, al considerar que la tecnologa no puede por s sola mejorar la productividad, ni la competitividad, ni el nivel de vida. Adems, es necesario tener muy presente que la incorporacin del progreso tcnico no es simplemente producir ms de lo mismo. Ms bien, es un proceso de sustitucin de los bienes existentes por otros nuevos. Muchas personas involucradas en la produccin de los bienes tradicionales, pueden perder su trabajo, incluso si se generan nuevos empleos para producir los nuevos bienes, que pueden ser para trabajadores con otra cualificacin. Esta asociacin, no resulta novedosa. Joseph Shumpeter, observaba ya en 1942; que el proceso de crecimiento tecnolgico, revolucionaba incesantemente la estructura econmica, destruyendo sin cesar la antigua, y creando una nueva. Este proceso de destruccin creativa, lo considera como una verdad central del capitalismo. Desde otra visin ms actual, podemos decir: 1. El conocimiento tecnolgico se puede difundir fcilmente de una persona a otra. 2. La tecnologa alcanza su mximo potencial, cuando las personas ms cualificadas se hacen cargo de ella o se asocian entre s. 3. Las personas menos preparadas pueden quedarse fuera de este proceso de destruccin creativa y ser irremediablemente atrapados en una trampa destructiva. 70 Enrique Garca (Prlogo): Retos para el nuevo milenio en Amrica Latina. CAF-TM Editores. Santaf de Bogot, 1998.

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    quienes las evitan. Y definitivamente, recalcamos; que el inters en la tica, no excluya la plena conciencia de la necesidad de contar con un sistema de economa de mercado71 estable, dinmica, tecnolgicamente moderna y en contina competitividad72 segn los parmetros y realidades de los pases en el contexto internacional. El Premio Nobel de Economa Amartya Sen73 (1998) subraya: los valores ticos de los empresarios y los profesionales de un pas, junto a otros actores sociales claves, son parte de sus recursos productivos. Si son a favor de la inversin, la honestidad, el progreso tecnolgico y la inclusin social, sern verdaderos activos; si, en cambio, predomina la ganancia rpida y fcil, la corrupcin y la falta de escrpulos, bloquearn el desarrollo. Considerando que en 1776, Adam Smith ofreci su respuesta a lo que l consideraba la principal cuestin econmica de su tiempo: Cul es la causa de la riqueza de las naciones?. Como esta an no ha sido alcanzada satisfactoriamente para todas las naciones, sino al 71 El sistema de economa de mercado, afecta a todas las dimensiones de nuestras vidas. Permite lograr lo que nuestros antecesores habran considerado un nivel asombroso de cooperacin que abarca el conjunto de la sociedad, nacional y global. Sirve tambin para mantener la paz social. Pero, por otro lado, su regla del quid pro quo plantea un desafo a la misma nocin de necesidad. No, no estoy metiendo en este prrafo el resumen del libro, solamente estoy haciendo que vuelva a sonar una meloda ya oda. Es aquella que dice que hay que pensar en trminos de sociedad, no de economa. El sistema de mercado solo puede entenderse como una parte amplia de la estructura y vida de la sociedad, pero cuyos efectos la impregnan a toda ella. La cuestin es: Qu tipo de sociedad queremos?. Charles E. Lindblom. The Market System. What it is, how Works, and what to make of it. Yale University, 2000. El sistema de mercado. Cmo funciona y cmo entenderlo. Alianza. Madrid, 2002. 72 Conjunto de capacidades tecnolgicas, financieras y educativas que tiene un pas frente a los dems y que le permite crecer equilibrada y sostenidamente. Ramn Casilda Bjar. La nueva economa y el desarrollo econmico latinoamericano en un mundo global. Revista de la sociedad internacional para el desarrollo, N 33. Madrid, 2003. 73 por su contribucin a la economa del bienestar, que ha permitido una comprensin de los mecanismos econmicos que provocan hambrunas y pobreza.

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    contrario, la brecha se agranda entre las ms ricas y las ms pobres74, como tantos y tantos economistas, Amartya Sen, busca respuesta para la que considera principal cuestin econmica de nuestro tiempo: Cul es la causa de que exista tanta pobreza en medio de tanta riqueza y prosperidad econmica?. Indudablemente, si la ambiciosa bsqueda como expresaba al principio de estas reflexiones, acabase teniendo xito, sera uno de los triunfos intelectuales ms grandes y beneficiosos de la humanidad y para la humanidad75. Mientras tanto, el desarrollo econmico integral, forma parte de una gran diversidad de instituciones pblicas y privadas, asociaciones empresariales y sindicales, diferentes organismos multilaterales y organizaciones como Naciones Unidas y su Pacto Mundial76. Ser que se est gestando una poca de convergencia hacia una concepcin del desarrollo estimulado desde el componente tico; como sistema de creencias, valores y pautas de conducta que armonizan la convivencia. 74 James D. Wolfensohn, Presidente del Banco Mundial, ha declarado. En estos tiempos de reconstruccin despus del conflicto EE.UU.-IRAK, si queremos un mundo ms estable y pacfico, debemos devolver la esperanza y la prosperidad a los tres mil millones de personas que viven con menos de 2 dlares al da. Banco Mundial. Encuesta mundial a 2600 personalidades de 48 pases. Washington, junio 2003. 75 Como muestra de esta bsqueda ms all de la teora econmica, sino tambin desde las propias experiencias en los pases en desarrollo, puede consultarse: William Easterly. En busca del crecimiento. Andanzas y tribulaciones de los economistas del desarrollo. Antoni Bosch Editor. Barcelona, 2003. 76 Esta iniciativa, anunciada por el Secretario General de Naciones Unidas; Kofi Annan, durante el Foro Econmico Mundial de Davos (1999). La puesta en marcha por Naciones Unidas se produjo en el 2000. El Pacto Mundial, hace un llamamiento a las empresas para que adopten nueve principios universales en los mbitos de los derechos humanos, las normas laborales, y el medio ambiente. Espaa, es uno de los pases lderes en su implantacin, al contar con ms de doscientas empresas adheridas (2003). Ramn Casilda Bjar. El Pacto Mundial. Liderazgo empresarial para el siglo XXI. Revista Ejecutivos, N 141. Madrid, marzo, 2004.

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    No olvidemos, que la tica se propone humanizar el mundo, pues el hombre es la medida, como ense sabiamente Protgoras77. Tampoco olvidemos, la responsabilidad social corporativa y su incidencia en las finanzas, que debera constituirse en una palanca de transformacin de las inversiones respecto a su compromiso social, que permita contribuir desde sus posiciones a mejorar un mundo econmico y financiero global, pero tambin interdependiente fsico y social. As lo han sentido muchas personas, como por ejemplo, un economista como John Maynard Keynes, quien en 1932 escribio: El problema de la necesidad, la pobreza y la lucha econmica entre clases y naciones, no es ms que un desorden alarmante, un desorden innecesario y transitorio. Puesto que el Mundo Occidental ya posee la tcnica y los recursos, si pudiramos crear la organizacin para utilizarlos, capaz de reducir el Problema Econmico que absorbe en la actualidad nuestra energa moral y material, hasta una posicin de importancia secundaria De tal forma que no esta est lejano el da en que el Problema Econmico ocupara las sillas de la ltima fila, las que le pertenecen, y en la palestra del corazn y la mente, quedar ocupada por nuestros problemas reales; los problemas de la vida y las relaciones humanas, de la creacin, la conducta y la religin78. 77 Victoria Camps. La imaginacin tica. Seix Barral. Barcelona, 1983. 78 J.M. Keynes. Preface: Essays on Persuasin. New Cork. Harcourt, Brace and Company, 1932.

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