cervantes-guía de lectura de el coloquio de los perros (2)

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    Prof. Jos Antonio Garca Fernndez DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

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    GUA DE LECTURA DE EL COLOQUIO DE LOS PERROS, DE

    MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA

    [Para contestar adecuadamente a las preguntas de este trabajo, debers leer previamente con atencin El coloquio de los perros, una de las Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes. Texto disponible en: http://www.avempace.com/file_download/3445/Cervantes-El+coloquio+de+los+perros.pdf. Tambin debers leer con atencin los comentarios incluidos en este documento. Buen trayecto.]

    NDICE DEL DOCUMENTO

    LA PROSA EN EL SIGLO XVII. ........................................................................................................................................... 2

    MIGUEL DE CERVANTES. VIDA Y OBRA ........................................................................................................................... 2

    EL PENSAMIENTO DE CERVANTES .................................................................................................................................. 2

    LA NOVELA CERVANTINA ............................................................................................................................................... 2

    LENGUAJE Y ESTILO DE CERVANTES ............................................................................................................................... 2

    LA INFLUENCIA DE CERVANTES ...................................................................................................................................... 2

    LA OBRA NARRATIVA DE MIGUEL DE CERVANTES .......................................................................................................... 2

    LAS NOVELAS EJEMPLARES DE MIGUEL DE CERVANTES ................................................................................................ 2

    INTRODUCCIN A EL LICENCIADO VIDRIERA (1606) ................................................................................................... 2

    INTRODUCCIN A RINCONETE Y CORTADILLO............................................................................................................ 2

    INTRODUCCIN A EL COLOQUIO DE LOS PERROS ....................................................................................................... 2

    FRAGMENTOS INTERESANTES ....................................................................................................................................... 4

    Nacimiento de Berganza................................................................................................................................... 4 Cuestiones para los alumnos ...................................................................................................................................................5

    Berganza se hace perro pastor ......................................................................................................................... 5 Cuestiones para los alumnos ...................................................................................................................................................6

    Fragmento final de El coloquio de los perros ................................................................................................ 7 Cuestiones para los alumnos ...................................................................................................................................................7

    TRABAJO PARA LOS ALUMNOS DE 1 DE BACHILLERATO ............................................................................................... 7

    BIBLIOGRAFA ................................................................................................................................................................ 8

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    Prof. Jos Antonio Garca Fernndez DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

    2

    LA PROSA EN EL SIGLO XVII.

    MIGUEL DE CERVANTES. VIDA Y OBRA

    EL PENSAMIENTO DE CERVANTES

    LA NOVELA CERVANTINA

    LENGUAJE Y ESTILO DE CERVANTES

    LA INFLUENCIA DE CERVANTES

    LA OBRA NARRATIVA DE MIGUEL DE CERVANTES

    LAS NOVELAS EJEMPLARES DE MIGUEL DE CERVANTES

    INTRODUCCIN A EL LICENCIADO VIDRIERA (1606)

    Todos estos apartados estn disponibles en el documento Gua de lectura de El licenciado Vidriera, http://www.avempace.com/file_download/3198/GU%C3%8DA+DE+LECTURA+DE+EL+LICENCIADO+VIDRIERA.pdf.

    INTRODUCCIN A RINCONETE Y CORTADILLO

    Este apartado est disponible en el documento Gua de lectura de Rinconete y Cortadillo, http://www.avempace.com/file_download/3234/Cervantes-GU%C3%8DA+DE+LECTURA+DE+RINCONETE+Y+CORTADILLO.pdf.

    INTRODUCCIN A EL COLOQUIO DE LOS PERROS

    El coloquio de los perros pertenece, segn Agustn G. de Amezua, estudioso de Cervantes, a la tercera poca de las Novelas ejemplares, lo mismo que El licenciado Vidriera y Rinconete y Cortadillo. Es uno de los doce relatos incluidos en la coleccin de novelitas de intencin didctica que don Miguel public en 1613. Y es que el autor del Quijote vivi, entre 1605 y la fecha de su muerte, 1616, una etapa de enorme produccin literaria, posiblemente el periodo ms feliz de su vida, pues se granje cierta fama como escritor y sus trabajos eran solicitados por el pblico, despus de una vida llena de olvidos y sinsabores. No sabemos a ciencia cierta cundo escribi Cervantes El coloquio de los perros, pero tuvo que ser entre 1605 y 1612, pues para esa fecha el editor Francisco de Robles present el manuscrito de las Novelas ejemplares a la censura, el cual fue aprobado sin reconvenciones, convencidos como estaban los censores de que las historias cervantinas eran realmente ejemplares. Amezua la considera obra de la tercera poca, es decir, ms prxima a 1612 que a 1605. Tampoco sabemos con seguridad si el orden en que aparecieron las doce novelas La gitanilla, El amante liberal, Rinconete y Cortadillo, La espaola inglesa, El licenciado Vidriera, La fuerza de la sangre,

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    El celoso extremeo, La ilustre fregona, Las dos doncellas, La seora Cornelia, El casamiento engaoso y El coloquio de los perros- se debe a Cervantes o fue eleccin del impresor Juan de la Cuesta. Lo que s es seguro es que El coloquio de los perros es continuacin de otra novela ejemplar anterior, El casamiento engaoso, que Amezua sita en la segunda poca de composicin. O sea, que El casamiento fue escrito antes que El coloquio y sirve de marco a aquel.

    En El casamiento engaoso el alfrez Campuzano, decidido a sacar provecho de un matrimonio de conveniencia, se casa con Estefana de Calcedo, mujer de mala reputacin que finge arrepentirse de su pasado y exhibe una riqueza aparente. Tras la boda, Estefana se apropia de los bienes de Campuzano y lo abandona, dejndolo en la ruina y con una enfermedad venrea incurable. El coloquio de los perros es la transcripcin de un dilogo que el alfrez Campuzano escuch o crey escuchar mientras convaleca en el hospital, enfermo de sfilis. Y para subrayar esa posibilidad, Cipin, uno de los canes, habla de un soldado que est por all cerca, enfermo, y que acaso est oyendo su conversacin. En El coloquio, los dos canes, Cipin y Berganza, pueden milagrosamente hablar y se cuentan su vida. El primero en hacerlo es Berganza y queda para el da siguiente (que nunca llega) la rplica que deba darle Cipin. Igual que en Rinconete y Cortadillo, el final de la obra vuelve a ser abierto, como gustaba a Cervantes, partidario de una nueva teora narrativa y en dominio pleno, en sus aos ltimos, del oficio de escritor. El can Berganza, como ocurra con los protagonistas de la novela picaresca gnero que, en aquel tiempo, tuvo gran xito editorial, haba tenido varios amos, todos de baja estofa: un carnicero, unos pastores, un mercader, un alguacil, un tambor, la bruja Caizares, unos gitanos, un morisco, un poeta, un autor de comedias. Con los perros como personajes, hace Cervantes crtica social, stira de la raza humana, tan malvada que a su lado incluso el prfido lobo, famoso en las fbulas por su psima reputacin, parece inocente. La vida de Berganza se nos cuenta desde su nacimiento y el relato es, como en el Lazarillo, una novela de aprendizaje, donde el perro constata la miseria, la barbarie y la falsedad de los seres humanos. Hay una visin pesimista de la sociedad, pero tambin alguna esperanza, pues Berganza, hastiado de los hombres, se retira del mundo y se refugia en el hospital donde conoce a Mahudes, quien se dedica a cuidar a los enfermos y a practicar la caridad. l es el nico amo a quien merece la pena servir. Es evidente que a Cervantes en algunas Novelas ejemplares como Rinconete, El coloquio, El casamiento engaoso, El celoso extremeo, le gusta ms la veta realista, aprendida de la picaresca, que la idealista (propia de novelas de caballeras, bizantinas y pastoriles y presente en Novelas ejemplares como El amante liberal, La espaola inglesa, La fuerza de la sangre, Las dos doncellas o La seora Cornelia). Sin embargo, para hacer crtica social, elige Cervantes un artificio poco realista, ms bien onrico, como es que dos perros hablen, pues as tiene ms libertad para juzgar. El Prof. Flix Carrasco, en El coloquio de los perros: veridiccin y modelo narrativo, insiste en esa idea, en las precauciones que toma Cervantes, escarmentado por los malos momentos del ayer, para lanzar su stira sin peligros. Esther Karina Feria Zitelli, en El coloquio de los perros: fusin de gneros, habla de la intencin didctica de la novela y del uso novedoso del dilogo que se hace en ella, al servicio de la stira. Habla tambin de los modelos previos que inspiraron a Cervantes, como El asno de oro, de Apuleyo (123-180), novela traducida al castellano en 1513, donde un personaje llamado Lucio, aristcrata romano, es convertido en burro y viene a ser testigo y vctima de las miserias de los desposedos.

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    Por su parte, Giovanni Previtali-Morrow, en Unos aspectos autobiogrficos de Cervantes en El coloquio de los perros, dice que la vida de Berganza es, en cierto modo, trasunto de las peripecias biogrficas sufridas por el propio autor: una vida de perros. Lo cierto es que en El coloquio de los perros planea el escepticismo del Cervantes maduro, su costumbrismo magistral, las notas picarescas, la magnfica recreacin de ambientes populares y marginales. El experimentalismo de la novela, cuyos protagonistas son animales, as como su final abierto, la hacen extraamente actual.

    FRAGMENTOS INTERESANTES

    Nacimiento de Berganza

    BERGANZA: Me parece que la primera vez que vi el sol fue en Sevilla y en su matadero, que est fuera de la Puerta de la Carne; por lo que cabe imaginar, si no fuese por lo que despus te dir, que mis padres fueron alanos

    1, de aquellos que cran los matarifes o carniceros. El primero a quien tuve por amo fue un tal Nicols el

    Romo2, mozo robusto, fuerte y colrico, como lo son todos aquellos que ejercitan la carnicera. Este tal Nicols

    me enseaba a m y a otros cachorros a que, en compaa de alanos viejos, arremetisemos a los toros y les hicisemos presa de las orejas. Con mucha facilidad sal un guila

    3 en esto.

    CIPIN: No me maravillo, Berganza. Como hacer el mal forma parte de la condicin humana, es fcil de aprender. BERGANZA: Qu puedo decirte, hermano Cipin, de lo que vi en aquel matadero y de las cosas exorbitantes que en l pasan? Primero, has de presuponer que todos cuantos en l trabajan, desde el menor hasta el mayor, son gente desalmada, de conciencia relajada, que no teme al rey ni a su justicia; los ms, amancebados

    4; son

    aves de rapia carniceras: se mantienen ellos y sus amigas de lo que hurtan. Todas las maanas que son das de carne, antes que amanezca, estn en el matadero gran cantidad de mujercillas y muchachos, todos con talegas, que, llegando vacas, vuelven llenas de pedazos de carne, y las criadas con criadillas

    5 y lomos medio enteros. No hay

    res alguna que se mate de la que esta gente no se lleve diezmos6 y primicias de lo ms

    sabroso y bien parado. Y, como en Sevilla no hay obligado7 de la carne, cada uno puede traer la que quisiere; y la

    que primero se mata, o es la mejor, o la ms barata, y de este modo hay siempre mucha abundancia. Los dueos se encomiendan a esta buena gente que he dicho, no para que no les hurten, lo que es imposible, sino para que se moderen en las tajadas que hacen en las reses muertas, que las mondan y podan como si fuesen sauces o parras. Pero ninguna cosa me admiraba ms ni me pareca peor que el ver que estos carniceros con la misma facilidad matan a un hombre que a una vaca; por un qutame all esas pajas, cada dos por tres meten un cuchillo de cachas amarillas por la barriga de una persona, como si se lo clavaran a un toro en el cogote. Rara vez pasa un da sin pendencias, heridas o muertes. Todos presumen de valientes, y se comportan como rufianes. No hay ninguno que no tenga su ngel de guarda en la plaza de San Francisco

    8, comprado con lomos y lenguas de vaca.

    (CERVANTES SAAVEDRA, Miguel de, Novelas ejemplares. Seleccin, adaptacin, notas y apndice de Vicente Muoz Puelles. 2 ed. Madrid, Oxford, 2011, pp. 166-170)

    1 Alano: Perro de presa, corpulento y fuerte.

    2 Romo: Chato

    3 Salir hecho un guila: Destacar.

    4 Amancebados: Que viven emparejados fuera del matrimonio.

    5 Criadillas: Testculos.

    6 Diezmos: La dcima parte de algo. Primicias: Los primeros frutos. Tanto los diezmos como las primicias eran formas de tributacin

    habituales. 7 Obligado: Persona responsable.

    8 En la plaza de San Francisco de Sevilla estaban las instituciones donde se administraba justicia, el Cabildo y la Audiencia. Berganza

    sugiere que se daba proteccin a los rufianes, a cambio de carnes exquisitas.

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    Cuestiones para los alumnos

    1. Tambin en Rinconete y Cortadillo se sita la accin en Sevilla. Cmo era el ambiente de la ciudad,

    a juzgar por lo que leemos en ambas novelas ejemplares? Qu recuerdo guardaba Cervantes de la metrpoli andaluza?

    2. Qu parecido podemos establecer entre El coloquio de los perros y la novela picaresca a partir de

    este fragmento de la novela? 3. Por qu decimos que en El coloquio de los perros hay pesimismo?

    Berganza se hace perro pastor

    Y, asimismo, me puso de nombre Barcino

    9.

    Me vi harto y contento con el segundo amo y con el nuevo oficio. Me mostr solcito y diligente en la guarda del rebao, sin apartarme de l salvo para hacer la siesta, que me iba a pasarla o ya a la sombra de algn rbol, o de algn ribazo o pea, o a la de alguna mata, a la orilla de algn arroyo de los muchos que por all corran. Y estas horas de mi sosiego no las pasaba ociosas, porque en ellas ocupaba la memoria en acordarme de muchas cosas, especialmente en la vida que haba tenido en el matadero, y en la que tena mi amo y todos los que eran como l, que estn obligados a cumplir los gustos de sus amigas. En aquel silencio y soledad de mis siestas, entre otras cosas, consideraba que no deba de ser verdad lo que haba odo contar de la vida de los pastores; al menos, de aquellos que la dama de mi amo lea en unos libros cuando yo iba a su casa, que todos trataban de pastores y pastoras

    10, diciendo que pasaban toda la vida cantando

    y taendo con gaitas, zamponas, rabeles y churumbelas11

    , y con otros instrumentos extraordinarios. Me detena para orle leer, y escuchaba cmo el pastor Anfriso cantaba extremada y divinamente, alabando a la sin par Belisarda

    12, sin que hubiese

    en todos los montes de Arcadia13

    un solo rbol en cuyo tronco no se hubiese sentado a cantar, desde que sala el sol en los brazos de la Aurora hasta que se pona en los de Tetis

    14. Ni siquiera despus de haber tendido la negra noche por la faz de la tierra sus negras y oscuras alas,

    cesaba l sus bien cantadas y mejor lloradas quejas. Muy diferentes eran mis pastores de aquellos de los libros; porque si los mos cantaban, no eran canciones melodiosas y bien compuestas, sino un Cata el lobo do va, Juanica

    15 y otras cosas semejantes; y esto no al son

    de churumbelas, rabeles o gaitas, sino al que haca el entrechocar un cayado con otro o el de algunas tejuelas puestas entre los dedos, a modo de castauelas; y no con voces delicadas, sonoras y admirables, sino con voces roncas, que, solas o juntas, pareca, no que cantaban, sino que gritaban o gruan. La mayor parte del da la pasaban espulgndose o remendando sus abarcas

    16; ni entre ellos se nombraban Amarilis, Flidas, Calateas y

    Dianas, ni haba Lisardos, Lausos, Jacintos ni Riselos17

    ; todos eran Antones, Domingos, Pablos o Llorentes; por

    9 Barcino: De pelo blanco y pardo, y a veces rojizo.

    10 Berganza se refiere a las novelas pastoriles, gnero importado de Italia y muy imitado en Espaa, en el que tambin incurri

    Miguel de Cervantes con su Galatea (1585). 11

    Zampoa: Instrumento rstico, compuesto de muchas flautas. Rabel: Instrumento musical pastoril, semejante al lad, compuesto de tres cuerdas solas, que se tocan con arco. Churumbela: Instrumento de viento hecho de madera, parecido a la trompeta. 12

    Anfriso y Belisarda son personajes de la novela pastoril Arcadia (1598), de Lope de Vega (1562-1635). 13

    Arcadia es una regin de Grecia, en el Peloponeso, que sirvi como escenario ideal a la mayor parte de la literatura pastoril. 14

    En la mitologa griega, Aurora era la diosa del amanecer, y Tetis la del mar. 15

    Cata el lobo do va, Juanica es un cantar popular del siglo XVI, cuya letra y msica se han conservado. 16

    Abarcas: Sandalias rsticas de cuero. 17

    Nombres caractersticos de la novela pastoril.

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    donde vine a entender que todos aquellos libros son cosas soadas y bien escritas para entretenimiento de los ociosos, y no verdad alguna; que, de serlo, entre mis pastores habra alguna reliquia de aquella felicsima vida, y de aquellos amenos prados, espaciosas selvas, sagrados montes, hermosos jardines, arroyos claros y cristalinas fuentes, y de aquellos requiebros tan honestos como bien declamados, y de aquel desmayarse aqu el pastor, all la pastora. CIPIN: Basta, Berganza; vuelve a tu senda y camina. BERGANZA: Te lo agradezco, Cipin amigo; porque, si no me avisaras, de tal manera se me va calentando la boca, que no parara hasta pintarte un libro entero de esos que me tenan engaado. Digo, pues, que yo me hallaba bien con el oficio de guardar ganado, por parecerme que coma el pan ganado con mi sudor y trabajo, y que la ociosidad, raz y madre de todos los vicios, no tena que ver conmigo, a causa de que, si de da holgazaneaba, de noche no dorma, atento a los avisos de la llegada de los lobos y a sus asaltos. Apenas haba odo a los pastores gritar: Al lobo, Barcino!, cuando acuda, antes que los otros perros, a la parte donde me sealaban que estaba el lobo: corra los valles, escudriaba los montes, desentraaba las selvas, saltaba barrancos, cruzaba caminos, y a la maana volva al hato, sin haber hallado lobo ni rastro de l, sin aliento, cansado, hecho pedazos y con los pies abiertos por las ramas quebradas y puntiagudas de los rboles; y hallaba en el hato, o ya una oveja muerta, o un carnero degollado y medio comido por el lobo. Me desesperaba ver hasta qu punto serva de poco mi mucho cuidado y diligencia. Vena el seor del ganado; salan los pastores a recibirlo con las pieles de la res muerta; culpaba a los pastores por negligentes, y mandaba castigar a los perros por perezosos. Llovan palos sobre nosotros, y sobre ellos represiones; y as, vindome un da castigado sin culpa, y que mi cuidado, ligereza y bravura no eran de provecho para coger el lobo, determin cambiar de estilo, no desvindome para buscarlo, como tena por costumbre, lejos del rebao, sino permanecer con l. Si el lobo llegaba, all me encontrara. Cada semana daban la voz de alarma, y en una oscursima noche pude ver a los lobos, de los que era imposible que el ganado se guardase. Me agach detrs de una mata, pasaron los perros, mis compaeros, adelante, y desde all observ, y vi que dos pastores asan un carnero de los mejores del cercado, y lo mataban de manera que por la maana pareci que el lobo haba sido su verdugo. Me asombr, qued admirado al ver que

    los pastores eran los lobos y que despedazaban el ganado los mismos que deban guardarlo. Al punto, informaban a su amo del ataque del lobo, le daban el pellejo y parte de la carne, y se coman ellos lo ms y lo mejor. Volva a reirlos el seor, y volva tambin el castigo de los perros. No haba lobos, menguaba el rebao. Me habra gustado contrselo a alguien, pero me hallaba mudo. Todo lo cual me llenaba de admiracin y de congoja. "Vlgame Dios!, deca para m, quin podr remediar esta maldad? Quin podr explicar que la defensa ofende, que los centinelas duermen, que la confianza roba y que quien os guarda os mata?". CIPIN: Y decas muy bien, Berganza, porque no hay mayor ni ms sutil ladrn que el que est en casa, y as, mueren muchos ms entre los confiados que entre los recatados. Pero el dao est en que es imposible que las gentes puedan pasarlo bien si no se fa y confa. Mas dejmoslo aqu, que no quiero que parezcamos predicadores. Pasa adelante. (pp. 174-180)

    Cuestiones para los alumnos

    4. Explica las diferencias que observa Berganza entre los pastores de la literatura y los pastores reales a

    los que l tiene que servir. 5. Explica qu son la novela pastoril y la Arcadia y di si la novela pastoril es un gnero realista o idealista

    y por qu. 6. Resume la historia de los pastores, los lobos y los corderos.

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    Fragmento final de El coloquio de los perros

    CIPIN: Mira, Berganza, nadie ha de meterse donde no lo llaman, ni ha de querer ejercer un oficio que en

    ningn caso le toca. Has de considerar que nunca el consejo del pobre, por bueno que sea, ha sido admitido, ni el pobre humilde ha de tener la presuncin de aconsejar a los grandes y a los que piensan que lo saben todo. La sabidura en el pobre est ensombrecida; que la necesidad y la miseria son las sombras y nubes que la oscurecen y, si acaso se descubre, la consideran necedad y la tratan con menosprecio. BERGANZA: Tienes razn, y de aqu en adelante seguir tus consejos. Entr asimismo la otra noche en casa de una seora principal, que tena en los brazos una perrilla de esas que llaman de

    falda, tan pequea que poda esconderla en el seno; la cual, cuando me vio, salt de los brazos de su seora y arremeti contra m ladrando, y con tal arrojo que no par hasta morderme una pierna. Volv a mirarla con una mezcla de respeto y fastidio, y dije para m: Si yo te encontrara en la calle, animalejo ruin, no hara caso de ti o te hara pedazos entre los dientes. Me di cuenta de que hasta los cobardes y de poco nimo son atrevidos e insolentes cuando son favorecidos, y se adelantan a ofender a los que valen ms que ellos. CIPIN: Una muestra de esa verdad que dices nos la dan algunos hombrecillos, que a la sombra de sus amos se atreven a ser insolentes; y si acaso la muerte u otro accidente de fortuna derriba el rbol donde se arriman, luego se descubre su poco valor; porque, en efecto, sus virtudes solo valen lo que sus dueos y valedores han estimado. La virtud y el buen entendimiento siempre es una y siempre es uno: desnudo o vestido, solo o acompaado. Bien es verdad que puede cambiar en la estimacin de las gentes, pero no en la realidad verdadera de lo que merece y vale. Y, con esto, pongamos fin a esta pltica, que la luz que entra por esos resquicios muestra que el da avanza con paso firme. Si este gran beneficio del habla no nos ha abandonado, esta noche que viene tendr la oportunidad de contarte mi vida. BERGANZA: Que as sea, y acurdate de acudir a este mismo sitio. (pp. 266-269)

    Cuestiones para los alumnos

    7. Por qu, segn Cipin, el pobre no debe dar consejos al poderoso? 8. Qu enseanza quiere transmitir Berganza con el ejemplo de la perrilla de falda? 9. Explica en qu consiste el final abierto de esta novela de Cervantes.

    TRABAJO PARA LOS ALUMNOS DE 1 DE BACHILLERATO

    El coloquio de los perros, de Miguel de Cervantes 10. En qu sentido decimos que El coloquio de los perros resulta una novela moderna y experimental? 11. En qu sentido decimos que El casamiento engaoso sirve de marco a El coloquio de los perros?

    12. Qu parecido hay entre El coloquio de los perros y obras de la tradicin satrica como las fbulas y

    El asno de oro, de Apuleyo?

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    Prof. Jos Antonio Garca Fernndez DPTO. LENGUA Y LITERATURA- IES Avempace [email protected] C/ Islas Canarias, 5 - 50015 ZARAGOZA - Telf.: 976 5186 66 - Fax: 976 73 01 69

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