chesneaux hacemos tabla rasa del pasado

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traducción de A!lRELIO CAl'IZÓN DEL CAMINO < " .¡. '1 1,1 . ¿HACEMOS TABLA RASA DEL PASADO? A propósito de la bistoria J de los historiadores por lEAN CHESl'íUUX editores MEXICO- ¡SPANA ARGENTINA COtOMBIA I ¡ j i [ ¡ I I t r r I " " . , 1, ¡j u " " ¡i 11 " , i! ¡ J1 11 I te Ato _____ ____ _ ,1- .. _---

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A!lRELIO CAl'IZÓN DEL CAMINO

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¿HACEMOS TABLA RASA

DEL PASADO?

A propósito de la bistoria J de los historiadores

por lEAN CHESl'íUUX

~ editores

MEXICO­¡SPANA ARGENTINA COtOMBIA

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PRESENTACIóN

Este ensayo sobre el saber histórico está escrito por un profesiona1 (in) confortablemente instalado en su cáte­dra y su situación. Sin embargo, ambiciona ir más allá de las reflexiones generales sobre la histoD-'i quepubli. can no pocos "colegas" desde hace algunos años, siemprtC en ei interior del discurso intelectual y del "territorio" dd historlador, ¿ Qué lugar ocupa el saber histórico en la vida social? ¿Actúa en favor del oo;!en establecido o c.Q!!!~? ¿Es un' prooucto jerarqui~u"dmreñae de los espedaUstas a 105 Hconsumidores de historiaH

fc1

través dd Hbro~ la televisión v el turismo? ¿ O ante todo enraizado en una necesidad colectiva; una referencia al pasado que actúa en tooo el cuerpo social, y cuyas

no p.asarian de ser un as? tsW cuestiones son políticas,

He tratado~ pues¡ de abordarlas en, términos dir'ect,a.~

mente polítifos, a partir de una reflexión de conjunto fundada eJl...~.~azo ~a~tal~,,!,,_apar.ti~llJ.miS'!lO ..tiernpo_d~Ja:.p.iáCctica_SOflaf ... ;re:-Jas luchas. concretas!!.n l!s~e he tenido ocasión de particip'3I_d~esde_hace)¡jgu" nos~añor-D!gamos a partlr aeUriá posición marxista y comuñiSG, cualquiera que sea la imprecisión y la ambi· güedad de estos dos términos, Cualesquiera que se"" también las desventajas que representan, para llevar " cabo esta reílexíón política, mi calidad de universitario y el aislamiento social que es la contrapartida de mis privilegios. He tratado a la vez de reflexionar sobre los problemas más fundamentales del saber his!6riro -"sohre el carácter científico del conocimiento histórico, sobre la objetividad y los límites de los documentos y de las téc· ;1ic~5:> subi"t: ~as rela.:1oi1¿5 dd S¡wr~~dwicnto y de la larga duraci6n. sobre la inserción de la histoíÍa en el esp"-

. ..., ,

16 FRE!§i!NTÁClÓN

gra de evo>.:aclcmes y unas nostalgias de antiguo cornba .. tiente sioo tomar la dimensi6n de mayo de! 68 como blecha y como itapa. Pensar históricamente mayo del 68 en todo ]0 que ha abierto y en todo .io que ha expresado1

par" poder ir Lo; ternas del

< sirslamiento o a través de mis H,X'[)H {7

con los esttldian~. Pero la revlsión del saber hht6rirú ha progresado mucho ~denremente:l en espedal gradas al mef/imiento HFo:rJm~HistoireH:/ lTwvimiento _ Thgrupa cierto de historiadores y de pe,rsonas interesadas en la historia., en una perspectiva de crítica intelectual soci;WJ radical. El presente -libiO es una contri~ l:mci6n 'lU. nocomprome!e al Forum, pero que deo¡' mucho a sus interr-QgacJones colectivas; se ha enrkruec ddo con tooos Jo; inte=bioo de ideas a.;que el Fomm . ha dado ocasi6n; gracias a¡ Forum, he podido "hacer historia" al margen de Ja.;¡ facultades, al menos "n eilta ocasión. .. Gracias les doy aquí, muy caltl.,·o,,,,ment-e, a looos aquellos cUyO!! opiniones y refle"ione;¡ han penmi. tido enriquecer el ¡e"lo de este ensayo -ya porque hayan aceptado releer su manullCrito; ya porque hayan sugerido una f6rmula. o una cita, ya .implemente porque yo haya podido sacar partido de un intercambio lI,."'llistoso de puntos de vista en algún lugar de Bretaña o en Ocd. tania.. . .

De uila manera más general, la ""posición de !as ideas, 1" reflexión, el análisis; iSÓlo son en apariencia proceso. individuales. Todo texto se halla antes que nada emai. ?.ado en una sOCiedad, e!l un medio social y en un movi· miento poll!ico: En cuanto a la ilusi6n sobre su libertad

" TO: lrabajos dirigido .. [ .... ] l' Forum~HÍltoire, lJ'.~, Unité d·EcoJe. de Recnerches de geo ..

graff~ y denciaa de la JOChdad, Univenité ParisM'V'II, 2, place JUSlieu, Pari, i~005: El Forum .. Hútoire anima dh"tra.os grupo' de trabajo y publica 'mol Cuadernol (l/Hirtoirq, PD'II' qUDi ¡.¡,.l).

-;-'

¡)

5

P2ESEN"tACIÓN .H

de $~creador~~ que pueda tener- su redactor, .' ¿ Era pre~ ciso firma.r este libro?

Firmar un libro es que parece naturaL El leetor • , J l.. ' , L va a poner una BtlquetaJ el ueuutanbe podra Hacerse

nombret} el editor dis,fr;,¡tará de la notoriedad dd autor que ha publicado ya~ y de todos modos, den.tro la

indivi.dualistapburgu.esa de Ocddente~ cada cual debe ~lsllm¡r la responsabilidad Hprivada" d,,:; 10 escrito. HHace¡~ honor a la propia firman; esta dementa! del comercio funciona -también para los inte-­Iectua!es: ..

Como si un texto) este por ejempio~ se 10 debiera todo a su autor v nada a los demás. 'C:omo si las infon:nacione~ reunidas aqur, los análisis) ios tema:1 hubieran ,surgidc er, el esplé!ldido aislamiento de! cerebro de un indivi, dilO. El autO'!' no es más que un enlace, la escritura nc es más que un reflejo. Un texto, y eso es lo que el pre. sente se propone, puede ayudar a plantear J~ problemllS, a hacerlos madurar. Pero sus inforn::taeiones, sus análisis, sus temas no han podido ser formulados y despejado> por 'su autor sino porque ya circulaban. en estado la· tent", porque ya existían en la conciencia colectiva d~ manera difusa, porque estaban producidos por una ¡mIe­lictI social; en el caso presente por la cnsis del saber hist6rico, tanto entre los productores como entre los con­sumidores de ese saber. Si la historia es realmente una referencia activa y colectiva al pasado (§ 1), la reflexión sobre la historia no puede ser sino acova y CO¡ectiV~' también; las contribuciones individuales iSÓlo cuenta en la medida en que se insertan e!l esta relación activa } colectiva, para mejor formularla, para. darle más fuerza

U na firma, de todos modos, es un hecho individual E. la afición a deStacarse; no hay s¡¡io ver la agitación febril de la inmensa mayoría de los autores cuando se trata de éorregir !as pruebas, de firmar el servido de prensa, de pasar revista a las reseñas que se les han consagrado, esto sin hablar de SUlI derech"" de autor. Gu.ta afirma.roe, llamar la. atenci6n ""bre unn mi,mn.

_1

w

porque es- 10 que cuenta en el Gust:? pavo.Dea..?3e

?dliqué'H.ü mm)Ore ,~, con los

'PiítE3~J'·ri,-~AC'fON

social del occídcnte la cttbíerta de un

a:).let too Lf\ abarticc'}. es;;.:. e.,doil:,kic'rLisl'!lI) ." , t :Cti,J ¡ c.o· ni t::s el se',i(!ó'nlInC l'f.xned.ic; E'ti2;S

Ola {) ir;;:-.hlw no ha.oL.", f}nTk'1ck? qUf; ,

'S-lenQO ~'-U t.exi:J/' , . ." ";;'(: {i.lf---E t.::'IY;:.re ,\OS

(" .r.,j 'i~ 03 ''2 '~St.ab"'l ·{,)'YE\'1,;ncidCr de Lü' sc:t xnás que un ex:d-3Ci':; y un qL';{; e::.tah::'l,.

1et:; OD.l.ct{);o. f\":'.'o!uc¡ü;;:¡;,liic.c;; " o,e la

~:~1~¡~~~.¡:~~:.:,~:~!¡Sk~:;~i1c4Je~ ,~;ue )J n,uü% el

:7h;,msta t,,;;'WiO] E;)l ·jD~' f!:h{;:'; '""{:,~nre y Jo..';',2tfi03 tre.mta)

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t' tiii~ ;:ab2.n

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·Slste;tHaf.)(:;.\.l1s::.n ,'.::

c'rizz,ció r¡ del tres ;:-;e.udónirnz;s di fer-c:{){( ;;

el C(Yn10

.nü Uinto por ,.le hr

f·,,tt ,::::0 un r;1,;::¡;rne:úh:; ~·.rPTf:::;:;;I y ase·~ en ! 933. Los cientificO'j radie.> el V,l",m;;""iL,Q

la :revista faJE.'} bn. ba¡cif' na eJ aJKIX¡lHCm¡

Esto tD. Z;U3:nH) 'a k,,-;:. n""10,'1'"

cl-elJado del ante'%"; pt::fO ¿.guas

de :manern va fir.lTilldo.

!as aI."W¡g'C,IG2G'" 50:1 )2':;S El Je-etot erre COk}Of'~f :21 5:1

ta )tü

CGT.fkG en rehu::¡ón (!.-e1 ;J,uto:r u·e sus m'teú(.].oIlC;i Ss'

busr:an las .fichas ,,~,()~

en-s criticD;:; ¡lú

.sacan la lti.?: sitas o recu.erd-U'5-de. ")üner p,,,'¡(,m¡),n,ontc auLt>r en un 2!',Tmej,;'J.

la hrma ·6 '<-In.. d'e \,~c'r:,",ci:S" r:nUf:¡~

dana )' en la Ú.-::-'.ne' sus

hahcr el últ.iIJ1ú J\-ia.Y'cus.c: o el ;o;C .~jj5t:Y..}ne r:;',t, /:3te Dl,JXi ~_o '¿te. t':,;s f~;,-cij

~"N1:;.S;Z.¡'!.YAC,6'f'$ iS?-

habla{ r.obre un Ebro gu~' no St': ha, leido sino 'nt::IH:e. o que ["lO se ha leído en ,~1' ~_T

lfbro SID, embala ¡'':: no \arán SOb-i e iO :;,e ~TW;T1C H) ~l ::;:c<~

Ta; in,~'U:í ·que en ;:2,"S(~ ,jf ,n.<!_D-t:'rk '''lf; ele: ef,~':Cth'2i 'tU'

:';j f),i.lSmO,

'al""', de.. tod,;¡.s ¿:'SLft¿; C"

,eS1:ílS D.f: toda.;;:; cstai ;'J.gu,as art')tK;.\

ae; ;:::;,.s para .f,iU~"' 31..; ,':;,2'

{ji::' u;~a s'G"cial cüú,;:ctl",':,S Ls '/{-:'l: U)!Jtn~

budóL a t;¡;¡j de nue'-/o; r:o Ce:; :::t:,duc,f:" \"'1

¿uwmrrlazü Q

y $; ai fin iinnar este tI'.1.~J Cle no es P1)Tq'L'ie un c.L)';a fOfTIL?\ Sé mantl·-rne

.Lü,aJrnente debe si-emnI\: much.!)

,,'~yen.fura

':1 V1VIG'ü Iyc:h,22:adc 'H"ffi.';;;l' tln libE: es

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:ro paESJ!:Nl'AClÓN

hacia atrás, ¡.,e .repite varias veces 121 misma cuesti6n con ópticas diferentes: teor.Ía staHnista de Jos cinco estadios o" sentido hist6rk~ del movimiento occitano, crítica- dd marxismo académico o balance comp!e jo de la expé. rienda china. Camino sinuoso, enn:larañildo, que no es sino la expresión di mis incertidumbres.

Pero la hi.toría portante para dores ...

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,es decididamente algo demasiado im. se deje al arbitrio de Jos historia-

,

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¡

LA HISTORIA COMO RELACIóN ACTIVA CON EL PASADO

Territorio especializado o meznona colectiva,- El "hambre de hi.!oria".-- EJ' qué ,ampo se sitúa el ... 00 rust6rieo.-, Trampas do! ;nleletlUa!imlo y del profesionalismo.- Una expansión artilicial.

Muchos historiadores viven en J.a comodidad corpora­tiva.- La historia es su "oficio'\l su Htemtonou., Son los especialistas, y se les respeta como tales. La prensa, y más toda"ia la tel~visión, han hecho concreta y familiar su situación de expertos privilegiados del pasado. Esta co­modidad corporativa se halla sólidamente instalada en la ambigüedad misma de la palabra: "historia": el movi· miento profundo del Tiempo, a la vez que el estudio que de él se hace. La biológía estudia la vida, y la astro­nomía las estrellas. Pero "la historia" estudia "la histo­ria": signo de identificación que alimenta una extraor­dinaria suficiencia, signo de una trampa que se cierra sobre .i misma.

Sin embargo, todos tenemos condencia de que .la his· toria es algo muy distinto, y que nos' concierne a todos. El lenguaje cotidiano está lleno de referencias a la his­toria. Tenemos la "rueda de la historia", que gira implacablemente pero que pUede detenerse, acelerarse. volver hacia atrá •• Tenemos las "ironla," de la historia, sus "estratagemas", sus "lazos"; sus "designios", sus "in ..

• M. B10<h. ápologi. PUB' I'bisloi" Da l. mllitf d'/¡ü/o,i.If. :: E.' Le Roy Ladurie, Lt tnritoir6 dI l'húIDrilrJ.

!211

" .. ] r .-------- -......;

22 lA HUi~ BU *"ÓJI AC11VA CON EL PASADO

tericridades" incluso pata los espectadores... Diríase que la hisimia es una gran miquina wtmelectiva, capaz de "retener", <:> de "olvida .... los pe1SO!!ajes, las feehas, los heehos; tiene incluso sus "venederos", ya q"" está bien otganizada. Sena capaz de "lecciones", de distribuir I"",,,,,les a iDs que han c.o""lllfg'"ido subir a ro "",;cenan,," y hasta dictar Hsentex.lc-ias,n desde 10 .ah:ú de su {{trnH1Q naln

" • ';! y ca vet,e~ Ir~an.t¡el1e $'US ) re niega a

T'.ras W~ :~~:,:~:~): {~CS la

ni "'(luíe,,,,

CO'IT'iO 1;;;;

í'~~f,;:,>~~=:~d;::e el A QUe la a 'hombres desde el "xte<

robre dlJOS -u:n,3, suprema, por un > ., 1

l!'reVen:¡D.:¡e

ante Quej por p""a,!" el qHe maxl:da el1- el. pr't'--SenJe,

Sh1 die;,'; J. histo¡:-l-z; t1{} 1'1:;;&11'1.1$

d :el hombre vivo y,"",n,e"te, pO!!lee y lud:m~

Si el ?aS"'''" CUflJt.a e:; ¡''\Ol" Jo que n05= d de IHJ:t.."Stm IDe111'f)ria es

fluo<hutlefl't.at Ya se Ual'e de 1o se ha sufrid" p""iv1ffilteIll'e, l,a de la ocupa:

't0 de 10 {Jue se ha vivido activa.,

pe,sa.,j¡o, ";~~~f~;oh~ mayo 68." úene

a compren,·

¿f~;{ eJi1ik:i' V Dif:Serv,a.:r,¡ a sar.'I':':t tsr.n1-h:'ién ;:r~m:-, La ti_1SLOrm, es uüa -Te14c-i~:m i!2t:!:U)/'· cc>n el

La-á ,~,:tfe¡:--L:~ de ia ~I,- ¡<fa 1("'.') (':y:,,;;;.

(')4:\" e'

I.A HISTORiA, RELACIÓN ACTIVA roO}\; FoL' PASADO 23

tradictoria de nuestra sociedad con su pasado; pero no es más que un aspecto particular, no siempre el más impor­tante, y jamás independiente del contexto social y de la ideología dominante.

La colectiva con el pasado, el ~J.<'tivo del pasado es a la ve:!. coacción y necesidad. El

quiere romper con éL r., ¡ ,m'g,u"11,0S

rasa A la "".tez, '';exi5t'e l.HUl gran hambre de (:nt.te d

crbseT'iiaba Le

Ja por el histürisáor rvÍancerztn. re tiene nec(':~

cu:u-tdo el 26 de

hace da.ud" ~ 1974 con motivo

de la publicación simultállf'z de un ,libro ;;.')bre gajos 'i de otro sobre los cow~bo'Ys norte~"TIericanos.

de historia", quedar En' t:1eCto}

en ,este

y pn:mitivo, la haO'.: da_no Pero

una volUntaa de de Montséfrnr. donde fues-on exterminados en 12# lns últimos combatientes se interls,,:::trnente p:re~

así. como la sente en la co:nden,da OC¡,it2J1a rel,;aclellte, trata de negros, en el de} bla.ck cu:a~

arr:bi¡(Üeclz,les y las ¡nc:erl:id'jmb,,'S rnovimiento negro.

tado de dar de tia hlstona

AJ,gunos his~ y han tr2,~

hist6tio)

una nica;

otl-a "

C[;\J.~:l ~YiC·. rE n'i:o d,;::' su

E\! ins, }?J:) tr::nd~rL.'i:;1!l

F-¿:'Í.:"'l/t6:' '

menOS v téc"

,le parece bl1:::1 "O:;Llv'{'-rf-;r en

g,r-;,lpct humano en

l.{/S acÜn;~ei..~imi{:gl··

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qty'; ¿yv >:s-,,- -/l'V ¡r~;'" " ( L':h:u:'n

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::4 Ut MHntmUAj! AUU • .AC10N Ji.C1'!VA roN EL f'A2A.,,"JO

la lndude_ble,tlen1'I!, y""!"" hi"IIYri"do""",, ra-ción er;aH :modestO;'j que nu~s~ tro3 tecnÚClatas

aceptaban estar ante tiempo y de su pu;¡;;blo; pero re~

ü'r en el i~t. sus.

el contximien~c .lntt~ectusl! del :mClU&;:} se ;'; ·s.l min,-,o.> no tenía

11

y cúrKreto. pasado es un tac ...

de la socieciadJ es to que se oo:iíti,,,,,, e h:leo1ógicas:J Una :t...iWArt

violentarr!.ente dí¡'p,,'ta.da. El pasaclG~ el conodmier.1w tóríco pueden .al se~/ido dd conservatisr.no sodall o al servicio de la~ luchas populares, La historia, penetra en la lud!f1. de clases; jarn.ás es" neutTaJ~ pennan;ece ai rrmrgen de la contienda. El Ca."1to:r mHi,~ taxúe OCcitanD lVíarti canta a los corASCriptos 13..t"l= guedociános rebel,h" de Hill, que se negaban a ir "­hacerse ITMltar DO!,' Na_oole6n en Alemania o en Rusia, y 'cant.a a los vi~adores~ amotinados de 1907. Pero el re~ cuerdo de Jua"a de Arco )dos anivenanoo de su cabal­gata, cada año, Jo;¡ "capara en Franeia el nacionalismo reaccionario y e.l catolicismo conservador.

. ¿ En qué campo se sitúa el saber histórico, en qué sentido funciona la reiadón activa con el pasado? Nín­gún historiador puede eludir esta cue:ti6n por muchos deseos que sienta de hacerlo. . Al situar la relación <::olectiva con el pasado como base

del conocimien lo histórico, se invierte radicalmente la relación presente-pasado. Ya no es el pasado el que está en el puesto de mando, el que da lecciones, el que juzga

. desde do alto de su tribunal. Es el P~te el que plan .. tea las cuestiones y hace las conmínaciQQeS.

Pero el presente no necesita del pasado sÍrlO en rela­ción con el porvenir. No se trata únicamente de "vivir el presente" mejor, como se Contentaba Luden Febvre, .ino de cambiarlo (o de defenderl,,'. La memoria colee. .. , '-',

\-;j ........ _______ r~_==__ ~

i.A Mtii~rO~~A; ~t!;L.AC~6N A(;"'f~VA C'",,"1N &1" )PliSAD", 2!i

~ • P 'h' apelaCl0n a Aa HNstz'l:tH! actuaD da: respecte al ft.lttu''O, La relaci6n dia]e,~u'i,.--'1;, y H.H.l..HV~ la la vez

es trflma rx.i:.l%rrMi

L;& hismria d~ la e:; ur!.. n-wvIl';nkntü i:/Jj:j¿:t;tf1t-~~ d~¿

Ti;lno de la rl'5'c,,;sid.z¡d hacia d reIno d¡;; la Hh'::lt;'t,it .~~::l umt wdf::d:.v:t en sUD:kisren las la lucha de ,L:,s-e:~. no

te.t1et :{ la lucha entre le- entre vChl:&üero y lo se en la

'50dfdad ;;1i1 dases. u íiltim2i del ilaber hi"ó"k:c hater un de 1M de 1.11 human!-'

en. l'átl.teriá de dr:!tcubrimiento'"S1 en IT"~teriz de ¡nvo:n,,'én. en materia de cr~(.ión~ en _~teria de pn:;,g'Ie'So.*

Al afiflT,mS el ca:dlcter no sólo colectivo ráno ~th'9 cor!ocimient.o his,tóiico~ de la relación ron el pasadú¡ se relegan al mismo tlempo a segundo piano los temas u~w;'t~ les del discurso de la h'ü,toria, sus fakas evidencias tan comúnmente admitidas que ni siquiera se toma nadie d trabajo de dem.ostrarlas:

O El intdectuaUsmo: el conocimiento intdeetu:al del pasado constituiría un objeto váHdo por sí mismo, irdÍe., pendientemente de 1,. "ida social concreta. Ingeniosa. mente, los historiadores ha.'1 inventado la distinción entre la historia que se hace y la historia que se escribe. La primera ¡¡eña asunto de los "político;;", con la inierven­ción ocasional, aíortunada " lamentable (según se sea de derecha ó de izquierda), de las masas populares. La <;egunda, la que se escribe, e'taría a cargo de ,los histo­riadores.

Pero este intelectualismo está muy profundamente arraigado. Es algo natural para los historiadores de ofi· cio, y el "gran público" se ha acostumbrado a él a sU ve1.. Marc Bloch escribi6 su Apologie pour l'hi$toire cuando se hallaba expulsado· de la SorOOna, l1CClSado por los nazis, camino de la Resistencia clandestina, las torturas

, Mao T .. -Iung, PlliI Ii",. fooge, p. 248.

, .~~

, 11

25 .l..A H'JSTOJUA., aUACtÓN ACTIVA CON El. PASADO

y la muerte. Sin embargo, declara allí en su lenguaje de dinasta u niwrs; taño :

Aunque la historia· .hubiera de ser etemamente indiferente al hümo faber ú al homo f)(Jliticus¡; le bastana en su defensa

. el ser reconocida" como n~cesarla para el pleno desanollo del . ",', l" g • rUJYllO st2r i-ens L ~ •• ; ~ nene rus: goces est .. ttCO$ pro-

o El objetivismo apt>!ixica.' es corriente sonreír con desdén enando ~c cita la frase que Fénelon escribió en los cmnie:iIlO'i del siglo nAl! en. su Lettre a PAcadémie, ",,1 buen histo¡;ador no es ¿l.e ninguna época ni de ningún país"; vieja querelJ¿ '''P'''''.'!;', dicen, .. P"ro Paul Vey. !lC~ ~cia.l¡s!a en historia antigua muy "estimado" por :sw; rolega§~ cscdbe tQda\-ia -en 1968. en la Enc)!dopedta

~lIr.i.r:ersa.lis-, que p~n~le ser 113 gran empre5a <>J,!eetiva d..e loo inteler:tu:;¡jpo:>. f'F.1tnr¡,~ del si1!lo :xx "

Un historiador seri-01 es -dedr, desinteresado, no se interesa en la historia de Francia pD.' scr francés. se interesa por amor a la hi5toria.

prof""ión aceptan reflexio­y n~ rr",nte ,,obre el papel de 5U actividad

profe5wrmal en. ia vida y social francesa: ¿ actúa aquélla a del establecido, o a favor de las í~h~ levoludnnanas? OOCüS re[le;citman robre relacicrIl:es que entre"- loo te::r!.lRS sus estucHos, la. foI1.'1'1a misnla. en que SX'fn 1li,,,:,ooo. el e'l"lú.1D!··]O de la

d ~J.rguesa. Viven robre ll1 idea la Sleparación en:'re 'i sociedad.

la hi'ii!h"l-i11l

p¡",,~do, dependen" en pn'mel lE h¿lJ,ihda.d,

en la s-ú"(':ie--;:!',::ld

~ ¿l'\ZJ;"0iCiE'Ú

de la '-cS" '(~"c;aEz:a,d;] p:;'J"ii

;'~'

~--,-

LA HISTORIA, RELACtÓN AOTrVA CON E.L PASADO 27

piso en piso, degradándose de uno en otro: manuales escolares, historiadores "aficionados", vulgarización ...

Rechazar este discurso elitista no significa que no se planteen problemas reales y difíciles: ¿ se necesita cierta división del trabajo con objeto de conocer el pasado? ¿ Se puede criticar el profesionalism<>o del historiador y mantener al mismo tiempo la e"igencia de rigor cientí­fico? . .. Pero los del oficio no diocot.en estos problernas. ,,¡oo en el interior de su pequeño mundo cmporadvo y privilegiado; consideran estos privilegios corporativos como natumles. Es preciso, por el. contrario, partir del lugar global y d-el papel del pasado en nuestras socie­dades divididas con 1m sí mb--n12S, d,e$garradas por con­tradiroiones sociales agudas, y 0010 entonces pueden aborrla.rre los problemas técnicos propios del saber hi", tórico.

La prooucci6n histórica re halla hoy en expansi6n, y ,.o pocos profesionales re felicitan de ello: "",ntel:J.areí¡ de teSis, revlstaS especializadas que se n~~¿ltiplk-.an, innumt!" rabIes volúmenes ""'''1'. el gran públko, a cada paso, reediciones frecuentes de documentos guos y otras provechos.as operaciones editoriales. Pero esta expansión espectacular oculta un debate político: leE qué sentido actúa, y en henefic!o de_.'lui.é.,!?

En tanlli que la vieja histork de los hechos se mano muy vivaz, especialmente en el cine yen la telev¡.

si6n, dos corrientes históricas se encuentran hoy en fase ascendente entre los historiadores francf1>i:S; Historia", cuyos volúmenes eo1ectivos de Pierre Nora y Jacque:s Le Gofr (FaiTe de l'hisla;re. Parut :1 han sido como un manifiesto: sobre el gI"im público (editorla,les, ""i"'vi";A" tende sel" atractiva.- ~"1if::Tta a probl.eEnas

("TI d r ki'S rneJiús de ][1 DI,t,"'n il4:adi:nij

COD:H./ tn C<J;Fl1;,."It1sta ;;:stf"l "~~15J12:.;ft

:¿d iJ': ?H;;T;;'~;¡-,!,;'. rn:ZJ}nGoN ,~,~;rg!'.c: CON é,.~. f·X~/¡}·(J

del :'?:~+J~¡.~,";':: en ¡,:;'FYf'll'i-x '0~,;¡'lf2(jI", re ... .'h.tg:~ . E.stJ,.~ complejo de de c()m~

pr:-.Jmisos, de c\:;operadón, están runrl~das ambas en \Ul2\

común acepción de las í "Isa. evidelldas del discílr.;o hist6rico (§ 6) Y de las reglas rodales de funcion¡¡mlento de la imti1ud6n de la historia (§ 7), Es! ... dos corrientes, robre cuya influencia volveremos ",.mas I/eces en lo;; capí.

, . '6 $lgt2:¡tl'.\tí:!S, propagan, una y tma concepcl A.1

de k}~ l:necafjlsID:9.L.bist6ricus 9.!.!e' ?e~~ sobre lrt ~'?11#!:­~ia¡~{2j1 robre proc'e~jii~~nloviE?i~Ilt¡,~)_. a,;;-~ag ma.sas.-~tí.t{ido fundamental de la historia ':'----;:-' •• -~. • H ..l . • 1 1'1

~tana COnsbtUH'10 en un t:i$$O por w· larga ;uur-aCHJln pU.e$U de moda por el profesor Braudel; y 2::1] el ot.ro

el iento empuje Gi¡¡ las fueZ:-71iS prooucdva.$ entrun.ac cúntradicci-6n con las 1"el:ack;¡1.e5 de

ithux;er en su a Jühn

todos m,od.os~ de,?:,."", a las %T'¿~as de su hiskt¡,'i$A, i:Xpulsarias eHa j a la vez 'porq-ue re te~.r,fa

,,% estudio para especialista. privilegiados y porque se ¡m",,,Jd'Uce la duda re;pecto de su capatidad de int"rver·

acüva} su capacidad pa.'"a Hhacer la histonaH• Adep­

t::~ ~ la uNue'V'fi Historia.~1 y manUstas acadérnicú$1 cúnw ia vieja historia: de los hechos, ignor;an la relaci6n f un .. ~ntal entre saber hist6rico y 'tn'icbca sociaL

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:mantiene su poder. El de! estado trata de t;(m~ lrolar el pn,sa.do j ~¡ nkd la yaJ Divd de .:ia idw20giüJ a la veJ:o

E! estado, d ~rgani:tan el t1empo p'~do y COj'¡~ f{;)~'!nan ;;g i1113,b:ren ~n funci6n d.e.M..U; i:1!e-rt:tie5 politicos e id~,:oi6gkú·3. En el nntlguo Egipto faraónico, o en la China d~ las-dinastías impe;ria.l~5, era la sucesión de las din.:J.S-> tías Ja que Jlada los cortes en b historia

9 ja-lonab,l el

tiem¡YJ¡ fechaba los. ai'lOs~ fOrInaba la zustancla de ia con ... ciencia histórica (·oJectin!. ta histv.rb, redactada F--or co .. ' misiones ofidales de escrib:ls o de mandarines, era un ..;erddo del estádo que pre5entaba d poder iru:mi'trquiro corno la hase de toda la n1tlquina ~odaJ~ a través de la dimensión ffihma del tiempo, Tl!! rra todavía Ja estru(' .. lura.)' la f"nció" de la historia de Francia hasta el si. g,)o ,¿¡x; dispuesta de "CUlO roo con la su('p,ión de las regias dinastías: 'delSde, la infancia ::'f' grababa en las mentes d nombre de jo~ merovinKlo~. -de los rarolíngioli, de lo!\' capeto$, (on eiks wda la. idt"úiop{i'a ~ubyací"nte de acep ... taf"i~)n ¡-,octf'i f?H"h_~~:f'~"ml!'4'< Si ¡¡a-! disrursn hir.iórlr-o

~?"'~'""* ==""-",=""",,,,,,,,,,,,,,,,-,, """""""":'_~-='-'~-"-~."--' --"~~-------------------~

'X :z"~~D;li!t

b'Jx·g1.le,í" ascendente es en 2LPa"rlenCla mas r-R'"j"?l

§'j ,;iSpll,J a una re11eXlon :más general sobre el curro de La historia, es porque la "Antigüedad" y la "Edad Media" ron buenas pru:a hacer resaitar por contraste los "T¡em~ pos modernos", que realizan la dominación de la bur, guesía y le abren el porvenir; La estructura del pasado elaborada por los historiadores franceses de! siglo XIX,

Jos Tocqueville, los Duruy, los Lavisse, los Seignobos, era desde el punto de vista ideológico muy coherente: "l "progreso" iba a desembocar en el propio poder de la clase ascendente y aseguraba su perennidad.

Las clases dirigentes y el poder del eStado suelen ape­lar al pasado de manera explícita: la tradición, indui­daS en sus componentes culturales específicas la conti­nuidad, la historia, son invocadas romo fundamento de principio de su dominación. Para Bossuet, la monarquía absoluta del rey cristianísimo era el desenlace y conse­cuencia de toda ·la historia de! mundo, desde e! vaga­bundeo del pueblo judío hasta la revelación cristiana. Para Hegel, el estado prusiano era el producto errunente de toda la dialéctica de la historia. El Guomindang de Cbang Kai-shek recíase abierta.mente heredero del tradi­cionalismo de Conftlcio y combatía el comunismo en nombre del pasado chino. El llamamiento a la autoridad del pasado desempeña la misma función en la filosofía reaccionaria de los monárquicos franceses de 1815 como De Bonnald o en los cOn.ser\·adores musulmanes con· temporáneos.

Más cerca de nosotros, el poder politico del degauJlis. mo se fundaba, entre otras =s, en una hábil apropia­dón del pasado de "Francia", presentado como la cosa común del pueblo francés. Las palabras "permanencia", Hc..~tinuidadH ~ Utrn.diciónH

, Hhe:renciaH se repetían sin ce,;ar en el discurso histórico degaullista, con la ¡¡¡ten·

de reforzar el pT5tigio y la au.í0ric?.-rl del ~neral: t:tT'.2. "Frnnciaj~, considerada desde un

u.na. Idea omnipotente y en la C¡~la1

':rlJa::,~ (;.(Y.:F:

\¡'¡r<";Ha)10 y el contlnn:;¡¡d",--" ;:~t~?-_

de P~"Y"C ,~,",'~

;~,l General nevaba primordial~ permane.;1t.e~ utte'" que ent4H'K~aba er,; de la HiStoria y qlJB d

rn,::n de los p.u ~idos nO. representa'r, dice De GauUe ." salida del gobierno eD 1946.

La patria lo recuerda ... Es 1. misma llama que, u¡¡~ gene.· rodón antes, ""imaba al plils ""tero, que después le hizo erigir lo" monumentos a los muertos de nuestros pueblos 'f de nues­tras ciudades, que, {';ada 11 de noviembre, reunia las multi., tudes en tomo de las banderas de nuestros antiguos romba .. tlrntes~ q:ue arde simbólicamente bajo el Arco de Triunfo de lJEtolIe .. '. Es la mgBma llama que habrá de ir.spirnr a lo largo del porvenir como lo hiciera a lo largo del ¡:>Mado, d .lma de la Francia eterna, dedara el ¡ I de noviembre a. 1968 como p.'" conjurar el demonio de mayo del 63 ...

A Vtte$ también la utilización del pasado es menos directa, menos explícita. Si se llama a la historia en defensa del orden establecido y de los intereses de las cla­se. dirigentes, es por el rodeo de la ideología difusa: manuales escolares, filmes y televisión, imaginena ... Así, los libros de escueJ.a presentan una imagen de Luis XIV que no es inocente . .El "gran hombre" es <lueno de la historia ayer y, por lo tanto, hoy. Sus fraca.s>os pro­\-'ienen de sus "faltasH

, y Ml re inculca en la :mente de loo ninos la klea de una culpabilidad moralizante. La [¡'JeTra civil, para t."Ylar OL"O ejemplo, se halla siempre ~-:--n esos manuales rnarCMa con un signo· negativo muy p7ofu9do, por oposición a la guerra extranjera, hora de vmeba, de sacrificio y de gloria; la guerra civjJ es la catástrofe suprema:· aImagnacs y borgoñones,

religión, comunas de 1871. Las estampas propag-J.D3f1 "1"1 .J'. te i; j"q ta '! 1 ~ ~~t,v~, 'L,,,",Y'C'lIcazInen , en e. s_g"o ){IX.' es. laeo.Og'l3. ",).,:..-,'4

compuesta de referencias enL.-e las. mas,,?.3 tt_an:~ ca,as incultas a la S.3.2/}Z¡ F'rr:.;i.ü!in del eiérclk, y de .l03 s{'ilD.tranos .• mor.?-üs::rr;' dd tra-

32 Ná~'fO~ \" p~lJ:";'Tmi<. StX'1A.!..

. ~-~"d" ~g~ •• t ::.:.~S'nl0 puea-e uecv:~ e La mooa retrc· ~n t;,.

francés. Ell los comIenzos ¡:le loo añO!> !970, refJ®" jaba muy estr2t:iamente los 'mecanismos p;)Hdcos por medio de 105 cUI>les la camarilla Pompidou !!'l!.l:l!.ba d¡; mantenerse en el poder; lO!> filme, sobre la 13e!ie EpDque, ios a¡¡os 1925, y sobre todo, Vichy, destilaban el dnism<:> político, ~J arribismo individual, la ignoranda deliberada de los problemas de! presente.

A,,¡, el estado llega a inten-enir más concretamente, rhuwllzar el pasado y atraerse n. i'U s~rvido la rnemo ..

Son las fiestas nadormle"

es aJtasnente ponti{~o;

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!t'lndonan. e.":f.act..&~;ntf;! dt; la misma ?na~r:a,: ofid~l~ estatal, de wia cele'" brnd6n hist6ric~; e:Epecti\culo de nc""Si!J¡ ~c" regocijm populares; e$quemll.liz .. d6n de un ~onti!C¡m¡enoo p;¡.;¡¿do como iondfadero de la ideología drnninanl:e; ocultad6n de loo aspectos no ofid"les del acontedrnienlO <elegido, especialmente de loo info,!unb~ 'f de las h.lchas de las masas populares.

El poder cC1l!rola tod"vía el pasado <:le man<:ra 111<U­

ehQ mág activa v directa. Fundz, su práctica k-ditka~

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¡:m<eden ,",@!lgu<', quiea"" e$O$ dÚ'curúentoo ron un¡¡ ir"erm, de un ..

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nláyorfa de 105 ;¡)docu .. critica de esta noción),

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%14 :::l<?(.))¡.UA 0.} 'Pv..AC'tlC./), 3.('.>.~~:,,~.~

podem03 IDJeru: de lu series tm:iido3 que d :BiJp:&-\,,:{¡,?Jj fui :regism;do '1 no. ha Irnsmitido.1

El rontrol del pasado y de la memoria wiectiva por ~~ aparn:l." del esmdo actúa sobre las "fuentes". Muy " menudo, tiene el carác!ler de una retenci6n en la !le •.. Secreto de ~ archivos, cuando 00 destrucción 1011 ma!leriale' embarnzosos. Es!Ie control estatal da por rest.>ltado que lienzos enteros de la historia del mundo no subsistan sino por lo que de ellos han dicho opermi. !ido decir Jos opresores. Los levantamientos campesinos chinos son conocidos por lo que han escrito los historia­dores mandarines, los cartagineses por los textos romanos, los albigenses por los cronistas reales o pontificales. U l"Mll<

veces se mutila y deforma, otras se hace el silencio como ~. En el témñno extremo de esta lógica de estado, mandarines. confucianos llamaban fe; a los rebeldes y a los disidentes; feí, partícula gramatical negativa, -los que no han existido, los que no cuentan a los ojos de la hlsroria ..•

La oc.uttuió" es uno de los procedimientos más co­mentes en es!Ie dispositivo de control del 'Pasado por el poder. El pasado es un importuno del que hay que de;. em~ Después de la derrota norteamericana en Indochina, en 1915, Kissinger declaraba: no podemos pemútirnos discutir sobre el pasado; lo que. nece.; tao

/ mos es la unidad nacional con vistas.al futuro. Y Mam­fie!d, jefe de la "oposición" demócrata del Senado, re· peóa como un eco: estoy de acuerdo con el presidente; no -es éste el momento de ¡"" recriminaciones históricas.'

Las guerras imperialistas y coloniaJes constituyen, en erecto, un terreno favorito para estas operru::iones reduc· llcl!"1u. En Francia gusta mucho hablar largamente de la R,flIl:¡tmeia, convertida el! estampa popular apolítica, llin carácIU de clase. Pero, ¡ en cuanto a la guerra de Ar.

o •• Tema tabú para las dMe'! dirigenla y

-:& ¡~L'Idéal hisWrlque~' ~ RuhercndJs$ níhno 14.

~~;" E-L ';;;A~1J?OJ i"'ODB}t

<:1):fI en uua Dec\ct>lol1iaIisi:a poco pFv..fCwpi.ida For 2t_l"1aljz'T1x _S'l,i'.~

tabú para la opinióu públ"ca que pret1ere evacuar los recuerdos y las imágenes d12: r"::'~

de tortura, de la guerránecha contru un puet,¡C) entero; dUT:ln.te ocho años, y así olvidar su propia %,(~Spcifr sabilidad colectiva. Y tema tabú parn .las "grandes ruzaciones obreras francesas", para las que la gu,""''' de 1954·1962 fue, un poco como la de 1914.1918, mI minuto de verdad, y el. signo patente de su impotencia para poner en obra sus principios de in!lernacionalizmo, La .ituaci6n !lO es diferente en la propia Argelia, do~ recientemente se constituy6 un CIl!nlité nacional de vestigaciones históricas, para reunir todos los docu.'Uen .. tos y todas las :reliquias de la guerra de liberación clonal. Dirigido por el jefe de la policía, su objetl¡vo era de heCho poner al abrigo todo :[email protected] y todo te-ftl­menio que pudieran ser embarazosos para algunoo.1 El pueblo argelino =póndi6 en masa al Ilama:mientol", y después no volvió a "ir hahlar de nada. Una vez ~, la memoria popular fue desposeída.

La política de ocultación del pasado por el pocle.r per­mite un interesa"lte parnlelo entre el discurso rustooco degauHista y el discurso hist6rico giocardiano. Tes~ re,,,,­ladoc de todo lo que separa estas do. estrategias polí¡3cru: de la burguesía fFd.llCesa. Giscard ha suprimido . braci6n del 8 de mayo, aniversario de la victoria de momento culminante de ].a mitología degaullista:

E,ta guerm ha sido ,,,,!:rielda para Europa [ ... J; la ci6n <orniJa de nue,!"", opiniones es que sea la última para dejar bien señalada esta certidumbre es por lo q~e decidido no volver a conmemorar este aniver5ario~ Y 3 a ¿lO]'$.

de abrir el camino de! porverur.

Con Giscard, se pasa. por ]0 tanto' a una ,,¡,solc.g¡" modernidad sistemáticamente cultiva.da tiempo por el graL capitalismo nü,rn"":!le;rj¡~a.rH), q\..ut re~

a::n De a la burgu.esía francesa

36 ~IUHZO::;§L1k P.!tit~'::;¡Tjt'A ~:s';:"¡U\"L,

JI "

norteamericana COlno ua.hist6ritaH

política norteamericrum (por simplista . Giscará tr •. Ha también de col~ n Frnn~,)a ,en

~tado de Hl~i,.rAv¡de-.l hirst6rica't. Hav Que H vivl!" en. el

eritiCJ1l%

rC!!a'nlente ::1 eH

manj'pul" en fundón f~;,.cUr&f)$ en el ~n.j'l:/gR~rW

\)ioq"u!C de cemento de zJ7abaL

~Ovi¿tH:.as '50D. rlJ.lme·,

slilencioo voluntarios robre t~"I

emb".=ros pasado -molesta a quien.~ se

en el in terÍoi:" de un ~Jdo 0

cualqu~~ra qut'; ¡;¡e.a la ,~tiqueta poHtka 0[5,,·

¿ Pero es censurable en S1 :'IT1.1Sn"11.a

d"l pasado? ¿A quién estcrba el pasa", 1M prioridades? del

la

, ¡

r.;><.; C_'?M?l; fW;;', ;~on2,:;'. jj'

.5~ n.os {t(;UITlf"l;';t

n "I-cr"ttl>l,m, v

}' ,~nL'\tial. En. la alejada en z.parienda en ;>;u esL""Uctura

-:) tica Si! CO:füO

:relad6n j~1)aJm~'nt'';

f,mdrunentada parte los ~n'CCao>

p:ivilegiada: :trias complej~, y

de "luch" enL"e las d""

"ueva e! D1UCtU:;

UD$f¡,

Ynátic"l-S~ De -Uü?~ a

la calcc"!"',, antenor §J.)bre"

viene la crisis, o se cubre ron el SecreID Bioo, del que no se dan más que versiones tardías

fragmentarias, al menos en el extranjero. En del. capitalismo lireml, existe también una relación espe· cffiea entre las e:cigencias del :moclode producci6n do. m.inanlll y el funcionamiento del saber histórioo. Pero e;;ta relación no es directa, mecánica. Está constitu¡d~ a la vez por intervenciones abiertas del estado, muchos ejemplos dl' las cuaJes acaban de ser citados, as! C<:J[!'"M)

por presiones ideol6gicas difusas. Los historiadores están

1/" COIl .... 'eOOidoo de dispooer de su "libertad dentifica", pero , \ reproducen en su actividad profesi<:>naJ todas las con·

. ooctas caracterlsticas de la sociedad capitalista en su . _ conjunto (§§ 6 Y 7),

El saherhistóriro, atri.ndherndo tras de su objetividad, finge ignOrar que refuerza. con tóda la autoridad del Tiempo el poder de esta institución o de aquel aparato. Así "la historia de la Iglesia", sisrema ideol6gico que somelll a los eat6licos a los valores de estabilidad, de cOntinuidad, de autoridad, de adaptación lenta; los en,.. tianas de izquierda le oponen todo lo que CO'/lStituye el pasado real del catolicismo: crisis, titubeos, esoi.iones, deserciones, rupturas. ". Así también, la historia del siso tema. francés de educación, presentado por Durkheim, Marrou o Prost como una construcci6n continua, cada vez más perlecta de Carlornagno 'a la HI República, pas.ando por loo colegios de jesuitas y los liceosnapole6. nicos; ese discurso ideológico n<:> es de historiador sino en su forma; tiende a presentar como absoluto, r.omo una coIlSltrucd6n Hhlst6rica.", el' sistema actual de encerra­miento escolar y de rondiciona.rnJento de loS~n¡ños por la ideología burguesa: respeto pasivo al sabt!r, compe" tición individual, aceptación de las desigualdadeS socia. ¡es en nombre de las desigualdades de "capacidad", o "de

este estudio logra (bien a Jos de oficio, es )'nente :a;'-;:fY'11tlva. Se describen

atrnvés de ¡os tiempos, por acumuhdón ó~ los rowJCimIenl!>S y afinamiento de los mélk"'lios cr¡'t1tÁ'¡¡: """,a "c,tividad intelectual autónoma progresa com(, en mI circulto cenado.

eonfmremidad corporativ" de los historiacl<Yml .'" ~0K'.a con gusto los "rolegas" de! pasado; '! Aren Jaadún, Froissard y Gíbl:w'Tl. Son Ul"oo Ploo(""" que gusta ev<Xar, aunqUfO no sea rnis que para (onvt~'·· cene de que se han "~izado ,p~"'''1 De h~h", " través de las relaciones específicas de cad:;f. ~. l;;:¡ da.~", dirigentes casi siempre confiaron el estudio pasado" profesio!!lloles oa semiprof~<:>naJe: clérigo" JI fmiles, burócratas, archiveros, políticos ap.~d()!; del poder, ricOs ociosos, profesores. Este ca:rácter selecto es C07'.>i:anlll, Prescindieru:io de llJlOS pocos h¡stol'iadü,~ "f,,,ncmizadores" o miditantes, de la casta hist~iador de Bahoeuf, o de Li=garny, historiadO!" d", ¡" CommU?le de París, el saber histórico está acaparado una mino";a que, en connivencia <:on la "Jase dij"Íglé1l¡",

acepta sus valore;; ideol6gicos.y Heva en líneas ~rn.¡"s ha vida confortable; del escriha egipcio mico W'II'iétioo, pasando por el histor:iru::!or liberal izquieroau , .

Si el pasado cuenta para las :m.as.as populares, es :'rOh:t't

la otra vertlenlll de la vida social, cuando se in.<R'~'" rectamente en sus luchas.

:1

HISTORIA Y PRACTICA SOCIAL EL DE LAS LUCHAS POPULARES

i':! CÜKnü rech.-.zo 'f como 1"ecursc.~~

Dtci~2i!IO~.- Fondeaderos de 100 mo,';n'¡'''l,tO. na," l~s luchas sociales, del pasado ~ y masas

voput.Bres.-- celada~ de! pa.~do mhico; científico y oolitkú"~ LGs 01 H corno rupwra dd

wnu'a el orden establecido, rec;,h=x d sacio V ·sus imágenes de opresión es una tendencia :natlJ~

Hagamos tabla rasa dd pasado! __ ," Dunmte la revolución fra!l<:~.a, se decapitaban las estatuas, se des­lrozahan a martillazos jos escudos de anna¡¡, se quemaban los árboles gene:¡J6gicos y Jos pergaminos feudales. En China, la revolución cultunJ ha hecho un Jlarnamiento para harrer ln~ ,-,jiu, las "cuatro viejas": viejas ,ideas, viejas c05t"mb~.s (colectivas), v,ieja cultura, viejas cos­lumbres (individuales).

Pero el rechazo del pasado 00 excluye el :recurso al pasado. A la versión oficial dal pasado, coruornJe con los intereses de! poder y, por Jo tanto, mutilada, censu. ,ada, defornJada, las IDas;¡,¡ oponen una imagen más sólida, una imagen conforme con sus aspiraciones y que .. refleja la riqueza real de su pasado.

Este proceso es mUYJ¡eru;ible en e! siglo XIX en los IDO­

v¡mientos de Jiberaci6nnacional de Europa certtrnl. Edi. ci6n de viejos t-.os, redacción de manuales de historia nacional, presentad6n ,4" obras de arte de la Edad M". jia, recopilaci6n de cuentos folklóricos, ,,,do Jo que valo. izaba el pa52do propio de Bohemia, de Hungría, de

140] 1-1}

EN EL CAMPO Dt>; 1.A:» LUCHAS Y'Of'I.;LA~€')); 41

Servía, de Rumania eran otros lantos aporre aportad¡;¡¡¡ .. a la lueh,. de eman¡;,ip,.d6n de e¡¡toopoebJoo cont,.a el do«ninio aust.riaco :o turco.

.... ". La voluntad de liberar el pasado, de ¡¡;oovarre en él 1:*''''' ¡¡firmar .la identi...w:¡ rn,d<:rru>l, es ig en los movimientos de aibernci"'n siglo xx. Lo;; nombres mismos Ghana, lVrali~ reavivan tradiciones de Ja Edad }J:edia negra completamente olvidad?..s en la ép-oca roloruah cuando ero;; paí$..~ se ~Jaw-BbaT:.

1 "os revuludonarioo tupa.rnarOh lari~~o el nombre ....

, que 'se opuso Pi Jo~ f:$pañole!? en el el. p:;¡J¡ado es un fonde~ero de las lucha. del pre;:entte. proceso de los revolucionarios vietnamita;¡ o pale;¡timlll e.~ el mismo: sus unidades militares, ~us híen.¡v¡¡s llmll:¡·

das han sido puesta> bajo ",1 patrocinio ores guerreros de su pasado :ladonal: vencedor de los mongoles en el siglo xm, o Yarmuk, la gnm victoria de los árabes sobre los bir,anti!los en el 1Il. glo VI!. r- La reivindicaci6n del. pasado, su reconquista, suele!l

- adoptar la forma de una inve""ión de signos 'f de valores; da motivo a una burla. Cuando los mili!a!l!e.' indios ocu­paron la vieja fortaleza de Alcatraz en 1970, en la bahla .. de San Francisco, ofrecieron pagar simbólicamente 25 dó­lares de plata: e! precio ,ofrecido con desdén por l.os blancos a los indios, a rambio de insla!ar.;e en la ¡'¡a de Manhauan en <:11 siglo XVI!.

La conservaci6n dejos antiguos parajes forma parle de estas reivindkaciones populares; el derecho a un pasado propio se confunde con el derecho á exi.tir hoy. como lo explicaba un il;1dio cherokee en 1972:

El pueblo cherokee se estableció hace a!rededor de dos mil "ños " lo largo del rlo Liule Tennessee. Construyeron al!! tasas r puebl.,., en 1"" que la .ociedad ,berotee adquirió forma. Hoy. quedan muy pocos parajes o amiguo. poblad"" cllerokees. Todos fueron inundados o d""truidos. loa úniQ

" ,;!J ¡¡¡¡ay¡ 4

¡

" ¡:

42 mnollUA y "MeneA 800LU..

€Olla" que mllsiste, ,. que tici¡e mm .ignll'icaci6n para lO!! die~ "" el valle do! Lit!!e Tennessee. Y ahora, wnbién

'el ""Ile se halla mnenazado de inundación. El 8obierno se propom, eslabl"""" una presa.

[ ••• J .Po¡: qné ~ la hist"ri .. "el pueblo, CWI!!d" toda }¡¡¡ Dm'te oriental dd Tennessee está cubi~ de lagos?

l,o,<therokes "han sido despojados de su tie"", .. pliSe cadm co~o m [U~ reses" conducidos a una tirxra exL"'a.."1~

Se 1", ha ",b"d" $U identidad. Se ha deSlruld" " los ",,,¡¡do se 1m ¡" "lejado de su tierra. Se ¡o. ¡,. robado

al . dee~r qu'" !1O eTm ci¡¡¡:!.d""os de ""le país, y 'eUo no tenÍaf1 nmmJn d~.dv;'} sobre esta

e2ta mi§'t,fi03 ÍndFos no ti~~ derecho a de un 2& que verJr y detjr & sus metas: era donde ,,,,,!~b;m nue~.troo puebios~ eT"& donde com.enz6 nuestra C!lItUfa,

era dondt nuestr.,m lengua. De aqul fue de <l""de o:",timo>.

t O" .) ~ FA hombre N;ar;-co quiere privamos de esto. Comete m gmocidio !<>!al.'

k"5 dt~ _;"\u::ttr~,,Lt~L de su pa'lado origin;¡¡l fOffiL", su pmte1lta contra la domiml.ción blanm y contra el casi exllen:ninio de su

Ac",¡an a b australianos historia de i~loo; ll'.oSlsten Q11 que ocupan desde desde hace decenas de miilares

y 'ltie su modo de wda tradicional no" agricoia, de ser' ;"pn¡:mtivo", está fundado en un equili.

delnogrifico elaborado: limitación de Ja pesca y de Ja. caza, de los n"cirn¡"ntos, controi d~ las emenne¿adf"'s. Es la ocupación útanca la

¡as que en territorios

"retexro de ev.anlgeliza,r)(",.

J.-'4 ''''tl:aua el VOC;W¡O

L/bllmztiJ;)@ Ngf.ft:t S-$:r~t;F, ~-;''i)wiI'''J.;}t:rt'' -'le 19'72, t¡

"S

EN n. CAMPO DE LAS 1.UCHAS POPULARES 43

de "biceDitenario de Australia", fue atropellado por los manifestantes que llevaban sobre grandes ca ¡"teJes ""In·, dos die negro los nomhres" de las tribus ~eTm¡nadas por los bJancü6. Una "embajada aborigen" ha sido abierta bajo una tienda de cam¡x;:ña frente al Par.la-mento Canb=, . . ,"~

se como uno de los

la de la de n:o-:.r-rid 3

élite.g cClnrndú h.iswri2'$ sobre uuatro p~~ hall; situado €:Se en la, Historia. Las histt~

fuern!l p~'1(1

margen dr rjas mantenemos:~ a nosot1"1JS ia Historia.

La élite que b.a colaborado con el colonizador inglés dw­",,6 de la derr"!a de la rebelión de 1831·1838 ha obrado ~omo tooa élite de un pueblo colonizado" En lugar de luchar

d",e,,,,lm:,,zar ~ Qnehe" del eolon",.adof, se !Lo. welto un g.h~.mico~' no enfr~rit.a¡¡;¡e con el

ih':?TIte. Se a las hazaña'?) de los de lo-s SWt03 Márti",,,, loo i\1adel'elll¿

",,,,,,,llenses,, " , Generaciones de canadie.\J$e;~ fueron 2doct.rir.mdM en e<.:tf"

de retaguardia~ en el nos defi.l'Úmos como elegido que tiene.la misión evangelizar el m,unciD

difundir la civilización eat6Hca francesa por toda A:'f:r¡é", y rica. [ . .,]

quebequen.ses~ sufrimos el colonialismo~ prisionero, Para cambiu Oll",1m si¡uación

Som-oo NO$ot.""O:

I¡¡"".'X Para conocerla bien Que ar,;;.Llzar históricas que la han "

manual trata de; ijl!'t U'02¡' r.enp",,,·dé;,,, !,:;¡, re("1lpt:>

tomo plepa¡:;,·:"m, de nuestro oorveuir,~

"C' ~ ,-;L}{; }l\ ffilSTX12l, ID-íirt-f'J"as entre

:!: '~4eandre B,'''''''''''''L <i.r:'\ Pzfit ;';1amu;! :fhÍJtoir/j- f'i'iJ

~

~

H HJs'tO~¡A ,. t' ... Á':1'U.:h !.'OC!AL

j~ hisioria ofidaJ:; e~ det.ir de "la historia torre nareías con la ,'oluntad de

re::prnpif) ,Sr' .:;;u P.<1.:;aJo, pi1 ra revalua.rio y para af¡ímaf$.t~ m,f.10r ello" rm";!11CJ!i¡ a la vez:

~( D0S cnsefla la ¡'lqt)rJ;¡ de decbrabnn Url05

::':{'"S of(itan"l; rn b (r;n(cntrad6n de Montségur dI; de ] 972, es dcrü"r la hi.\)wTÍa d(" la cf:Dtralii:ad6n segtlida Luis XIV Napoleón. NO$mm.~ qu{'rr.m(¡s~ por el contrario¡-fcdcst:ubrlr hh¡.oria de Jos pueblos que" (o¡nponcn .Frane};;;. Sl~ no.~ ntu!1:an ~~ de los trO\,;~H:ii;jre$~ cI ~istema de ad" minhaadAn de l&s dudaor"s d"l mediodía en la Edad la hhiOria de lds campesinos Camisards¡ en lucha contra los sokiados dí' Luis XIV. Jos Jevantamientos de 10$ v1fiadores dd l.,;mgUf'rlHc .. < Se ~o.~ ha robado nuestro pasido~ y hoy foTllinanmm nm',"'!"!;, hi::wrll'l aHí donde !;P. driuvo.:l

, ¡\ medida qu~ $? amplían la, reivindicaciones ¡>olít;­

C:lS dt' los brNon~Ji. dí' bs, ()('citann~l de> los alsadanos. dp jo~ cono;;, rontra ('"J centralismo francés, se a<:entú!l el contenido popular d~ su herencia propia;' de este mndo. torton mn el apolíticismo conservador de los c,ordos y de lo. feliou'!,* El mismo año 1975, el Frente Cultural Alsaciano celebraba-'la guerra de Jos camp~­,in"o de 1425; los bretones conmemoraban el tricente­nario del Je\'antamien!:o de Jos Bonnets Rouges de 1675 (cuyo nombre mismo es una reconquista, ya que les manuales -de historia de Francia lo han ignorado siste­máticamente en beneficio del término "levantamiento de! papel timbrado", que refleja el punto de vista de Las fuerzas del orden) ; el teatro ocd ta.nQ de la Camera ponía en escena Jas huelgas de Jos mineros de los Cé. vennes en el siglo XIX; el teatro occitano de Tolón l'f'presentaba en todo el mediodía la lucha armada contra el golpe de estado de Napoleón III, tal como se llevó a cabo en Joo Bajos Alpes (1851). Todas estas luchas

• ú MMa., 26 ¡j@ junio de 1912. .. F.lihro: ...nlOt ... le""", de oc. ¡ .... J

Lí~

~N ~L CA~PO D& ~8 LVgHA~ POPCLA~~~

P'lP\!'I!l.!'eII escl1liooadas a largo tanto! fondeaderos parn !.a$ luch~ ca1l'ita.llmlo centrl1lista ¡rancé

Porque ®l pasado l1limenta t¡¡;m.l,ién :La memoria del ¡novimiento úbrerD

des huelgas

huelga¡¡ en ) ~ en oca:úones

<marcado

4::1

OOIl QtWll

('ontra el

parte la , En -la novel", de Rog~r \'~illand, Seau Mtl.,qult, e~ poder movi!i~ador de ja memoria pfoletaria"'~t¡l¡ bolizado por la figur.Jl del obrero ClJvrol, veterano de la hueiga de 1925 contra los fabricanteS de hj.Jado¡¡ del pequeilo valle del Bugey,en el sur del Jura frarn:é>!, y agitador (c¡da novela) enl/W huelgas de 195 ¡ contra la nonnadizadÓ!l de la produc.ción y loo efe(;!:os del P!M Manhall.

En China, el recurso a la memoria popular está «ga­nizado sistemáticamente, Se recopi'!an las baladas '1 1011 cuentOilque reflejan la:; tradiciones de 'lucha campesinas contra la opresión. En 1974, con OClI.Sión de un trivial viaje de turismo, encontré una docena de personas de edad. ltCOiIlumbradas a narrar sus re<:uemos de la. domi­naci6n ieudll'l, dejas fábricas capitalistas, d1S la ocupa­ci6n ja.ponesa, de la tiranía del Guomindang. Es una politicll aistemá ¡ka de comunicaci6n entre las genera­clones •. Los recuerdos de opresi6n y de lucha valorizan la capacidad po!!tica del pueblo, 5U aptitud para ocu­parse de sus propios asuntos en el curso de los grandes movimient06 de masas como el bond hacia adelante o ,la revoluci6n cultural.

En EstadOil UnidOil, el pasado también se ventila en lal> luchas pollucas muy vivas. En contra de la versi6n tradicionalista de ,la historia norteamericana, la exalta­ci6n de 'la frontera supuestamente igualitaria de los pio­neros, el COflSsnsus (unidad de miraa) , ia M IInif.esl

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41) alSTOlUA y PRÁCTiCA 5(,}C1.k, L

tiesemy, la fe Ú>g<!m.Ia en la "" el mundo. CQotre 00<1<>

rm.slón de Estados lJ nidos han arrem<>!ioo los hiso

A Wili""", G: Deslaí:a.n el

lmp~,~"ll;¡¡:í"" '!l<~~~ze;m;¡, el rnc.ii,IT>O, el c_","",·ter ¡",c1udo R;;¡:uerdan

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EN iO.L {1¡\MJ'O HE LAM UJCHAS f'Qt'tH ... MtF.!'l

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dexnü~

Cf, eontz2

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eJ liYx:t:t211'a : t¡¡''G -

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la,;-d1l5e$ era reía ¡iVElT"">!.e fácil de de.fini: PeTO la

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t;;'--:ÚtlC--;:;" que :.rebzs--¿ el irWl"(~{

9:>n nu.i'1::tero52-S., {::$S;3 ¡~,d-'--' p.«:- _,,,,,,,;",-,,,,,,-. '~f'.'"'~"

}

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41:1 ¡;¡.-rollJA " 'MIl'1'ICA .CCIA!,

pondo ~n prim·gf J¡¡lfU cOllll:llwla.s. "No cuenta má~ el plWlclo en CIlIIIlI(¡ II JIM! IllcnlM! mugir.,¡¡Jes y miooriwÍlll¡ (es decir, 111 mayofla de lO!! ejemplOll precedentes) que en cuanto a • luchas "fuenes"? ¿Es !3n importante la. I'f'lación con el pasado para 10lí obl'l1fOS .como pu.,; !OII campesinos (taipillC) o 1011 ulesenos (lelJ,llm)? ¿En . qué caso el recurso al PlilIIIdo ayuda $Obre todo a 111 burguesía ¡¡ reunir lllS m_ en torno suyo (por ejem­plo con ·lOlí movimientOll nacionales de Europa en el tilglo XIX) yen. qué CIl$O se trata de un proceso ,autén­ticamente popwlar? ¿Cómo diferenciar 1011 mJtos histó­ricos difundidos en e! pueblo, y ·los que fabrica la hur­guesla para consumo de aquél?

Todas estas cuestiones deben ¡¡¡;r abordadas en el terreno en que 00 plantean realmente: !i:Llic..1a • .wr":;:ia e,:!hica y no e-l deja erudición. Si hemoa de poner a ebKusli5n loo e¡utos aciJea '1 frágiles que procuran lu imágenea históriclIS {icucillS, ea porque estos éxitos ocul­tan ~rrol'l':ll, '!agilnall, trampllS politicas, cuya inexactitud "dentlfica" no eu sino el ¡igno exterior.

En ·Ia medida misma en que sU~limaban loo Mta­goniamOll de date, inclullO 'IOf de la remola In¡rlalerra Ajona, 101 leuelllTs ulopi»1as Citaban mal preparadOll para l,uchar contra IIIS clllliCS cxplotadofllS, de! IIiglo XVII inglés. Puesto que aceptaban sin criticarla una imagen idealizada de la república romana,Jas tuerza¡ populares de la revolución r ranceta eataban mal preparadas para enfrentarllll con la .hurgueal" lI.liCendellte. lÍvida ele dea­viar en au propio y único provecl!o ,el movimiento 'fINO­luc.iOllario contra la monarqula feudal. Cuand~ 118 satis­(acen con una imagen' idllica de la Occitania de antes de la conquistll nordÍllta. 101 militantes occitanOl ae hallan mill preparadoo para disputar la dirección de I¡,¡ movimiento a 'Hl'l. notables mucho más ¡:mrocupados

<:$1'!l¡'¡PJ: 1m 1':'l!l>c~6Mil oon Parb que ¡;US rel!lckihes C¡¡r,\ ¡!'i!b~j!adc!\;¡¡ occltZl'lOO, ll! ¡U¡!l¡ero~ ~()¡¡¡¡,m\,

r~~:>~ !-"nl1hl:"?~:;"lI

!M3 tl''i,,¡i!{,f't';'''';-i;

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itN' 1:1. ~M,PO D.t l.AS LUCJiAS PQPU1.UEtt 4!i

10l.iSe Raymood VII''" e" Jugar de :-nO!\W guudi,'ll junto la SIl ataúd. Y no denuncia lÍmca.nJeI!w el mito centralista de una Fl'lIJld::< ttema e imllscu.tible, !;no

la m1lologla, acomodailda pa,l'% los oecitrulg~ [ ••• J, la d~ la edad de oro, tan falsa como 1.. p.;'ced'·fI!e 'f P/lli¡¡rom por ser no mmos nacionalista, que Mee con la cmcioSn de la eN­%lIda de IN Albigenses, para reaparee~r con Mistral y Cia ...

El mito del siglo XlIl ocatrulo cumple UD doble cometido: consolar un poco a cuantos no se !wl repuesto de la de:rrola de Muret, 1213, y que a falla de poder hacer.1l!I!I Oeci¡ania real en sU siglo se repliegan '1 refugian en un meño de opio y también proporcionar la imagen de una sociedad d~· tka burguen (tolernHltia, igualdad. cultura refinada l: ide<>­¡ogt", de peq"e!!". bll"l!"ese¡¡ de ~ubp""fec!ur ... in ldIuencla robre la historia... ¡;:" I'l'eci"" liquidar e~oli rueño¡¡ que no tirvma más que pa,l'lll oscurete~ ~l sentid" de b lucha oecl¡¡¡¡· ~.i.ta, b cual se dWi!'rolla en el presente y no en el .pasado.-

, Aquí, como siempre, lo que se ventila el político. Elf' rigor der.t!fieo no 'l!S una exigencia intelectual abstracta, sino una de las condidones de un análisis polltioo co­herente.

Quien entrega al pueblo faIJa. leyendas l'e'.'Oluclonmu, quien lo entretiene C01\ historiaS" melodiosas, el! !all criminal como el ge6grafo que levantara mapas mendaces para los navegantes.'

Para ~l1J fuenas popu.!ares en lucha por Ja Iiberai:ión nacional y social, el pasado es por lo tanto un objetivo político, un tema ~e Jucha. Pero es al mismo tiempo el'jugar,de una ruptum, da ocasi6n de armnar que debe comenzar un mundo que sea cuailitativamente nuevo. Para esto, es preciso arrancarse del campo hist6rico clásico y por lo tanto de su cronología. Lo cualita­tivo afirma así su primacía sobre Jo cuantitativo, d.i5COl1ihH.N s:"~bre k., Se siente QlH~ hay q.tl'f!

:) BulJetin otA:h~fi de !l-Ú~_~ ~* ,,,,; lfi,g{j¡'! tt '¿,'t !f;: C;;;wnrTP:C?;,C,

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¡><>pwla;¡,,,,, oomprendían y oomprenden inmedi",tamente. francesa en ¡ 792, república china en

instituyeron calendarios nuevoo, signo de caduci­dad de las ~as seculares que habían acaparado la estructura misma del tiempo, signo de advenimien­to de una era nueva. En China, desde 1949, no se ha modif"ICado el caJendario por razones prácticas, pero se insiste en el advenimienllO de una nueva era (shidai, término casi· cósmico), en el hecho de que desde la liberación de 1949 "los tiempos han cambiado", como dicen ,los campes;i,nos.

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t:;;~ marxismo CCYr'\O continua~ sobre la cl~ sociaL-=" N~)¡ t:5 un ""discurso sobre la ~"'1.rÜ,,

"tf.:'T;1'4r1.~ La f;;ü${.\ ;;i1·.t~Stí,ztiz.adón de los ~!cineo ,=~=

?\J;;d:')r, rure.,¡;tamen.tt: dd presente; no es un _ mz:rxi:'it;an.- Pen.sar hlilit6ricátmmte el presente, h~flo_

pmra !Cam~

La teorla revo;lucioooria daborada por Marx y E~, desarrollada en la acción por Rosa Luxe.mburg y Le­mu, Gramsd.y Mao Tse.tung, es una teoría fundada his. t6ricamente. Analiz:anOO a la vez Ja. sociedad de !!ti

ép'xa y las fases anteriores de la hisllOria de las BOCie­dades es como los teóricos del marxismo han definido lo que se halla en juego, las vías, las esperanzas de la lucha contra el 'orden capitalista. y la explotación capi. talista, con obje!lO de construir una sociedad socialista (o unas sociedades socialistas). Las nociones fundamen. tales del materialismo histórico se aplican al'conjunto de las sociedades humanas conocidas históricamente, incluidas aquellas en las que vivimos.

Estas nociones fund:a.ment3iles constituyen una crea· ción continua. Se ha!Ja.n enriquecidas en cada etapa importan<te de la ducha por el sc:>cia>lismo. Con Lenin, se destacaroo ·las contradicciones internacionales concretas del capitalismo, los eIec!lOS desiguales de su implantación planetaria, la' op.isici6n entre ol imperialismo Y los paises dependientes. Gra.msci, siguiendo la corriente de ¡as luchas obreras en Occidente, recién tennlnada la primera guerra mundia.l, insistió en :la oomplejidad

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