ciencia, tecnologia y poder

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Ciencia, Tecnología y Poder. Elites y Campos de Lucha por el Control de las Políticas Rosalba Casas Guerrero Universidad Nacional Autónoma de México Resumen: En este artículo se plantea una aproximación a las relaciones entre ciencia, tecnología (CyT) y política, y al papel que han jugado diversos actores en el control y orientaciones de política y del poder en el desarrollo de estas actividades. Algunas preguntas que orientan este artículo, son las siguientes: ¿hasta dónde el grado de impulso a la CyT ha estado mediado por grupos de interés y redes de poder? y ¿cuál es el proceso histórico que ha conformado esos grupos? Se concluye que el campo de lucha por el control de la política de la CyT se ha complejizado ya que se ponen en juego intereses diversos y concepciones distintas. Palabras clave: elites científicas, políticas de ciencia y tecnología, ciencia y poder. Abstract: The purpose of this paper is to approach the relationships among science, technology and politics and the role that various actors have played, in the control of orientations in the development of these activities. Some of the questions that are moving our research and that are guiding this paper, are: which is the extent of the mediation by interest groups and power networks in the stimulus or lack or support to science and technology?; how are integrated the groups or elites that have defined the road of science and technology policies?; what is the historical process followed in the creation of those groups? Finally the paper argues that the fight field in the control of science and technology policies, is becoming become more complex, as new agents, new interests and new conceptions are entering in play. Key words: scientific elites; science and technology polices; science and power . Introducción L as relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad en América Latina han pasado de un interés centrado en los estudios orientados a los impactos en la política a los estudios destinados a la academia (Dagnino, Thomas y Davyt, 1996: 49). Estos autores han señalado la necesidad de revertir esta tendencia y lograr la complementación de ambas perspectivas, lo cual ha generado una veta importante de análisis en el campo CTS: las relaciones entre ciencia, tecnología, política y poder. Este es un tema, como lo ha sugerido Vessuri (1987), que ha sido dejado de lado desde la década de los setenta y que es relevante rescatar para determinar cuáles son los actores sociales y los grupos de interés 79

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  • Ciencia, Tecnologa y Poder. Elites y Cam pos de Lucha por el Con trol

    de las Polticas

    Rosalba Casas Guerrero

    Universidad Nacional Autnoma de Mxico

    Resumen: En este artculo se plantea una aproximacin a las relaciones en tre ciencia,tecnologa (CyT) y poltica, y al papel que han jugado diversos actores en el con trol yorientaciones de poltica y del poder en el desarrollo de estas actividades. Algunas preguntasque orientan este artculo, son las siguientes: hasta dnde el grado de impulso a la CyT haestado mediado por grupos de inters y redes de poder? y cul es el proceso histrico que haconformado esos grupos? Se concluye que el cam po de lucha por el con trol de la poltica de laCyT se ha complejizado ya que se ponen en juego intereses diversos y concepciones distintas.

    Palabras clave: elites cientficas, polticas de ciencia y tecnologa, ciencia y poder.

    Ab stract: The pur pose of this pa per is to ap proach the re la tion ships among sci ence,technology and pol i tics and the role that var i ous ac tors have played, in the con trol oforientations in the de vel op ment of these ac tiv i ties. Some of the ques tions that are mov ing ourre search and that are guid ing this pa per, are: which is the ex tent of the me di a tion by in ter estgroups and power net works in the stim u lus or lack or sup port to sci ence and tech nol ogy?; how are in te grated the groups or elites that have de fined the road of sci ence and tech nol ogypolicies?; what is the his tor i cal pro cess fol lowed in the cre ation of those groups? Fi nally thepa per ar gues that the fight field in the con trol of sci ence and tech nol ogy pol i cies, is be com ingbe come more com plex, as new agents, new in ter ests and new con cep tions are en ter ing in play.

    Key words: sci en tific elites; sci ence and tech nol ogy po lices; sci ence and power .

    Introduccin

    Las relaciones en tre ciencia, tecnologa y sociedad en AmricaLatina han pasado de un inters centrado en los estudiosorientados a los impactos en la poltica a los estudios destinados a

    la ac a de mia (Dagnino, Thomas y Davyt, 1996: 49). Estos autores hansealado la necesidad de revertir esta tendencia y lograr lacomplementacin de ambas perspectivas, lo cual ha generado una vetaimportante de anlisis en el cam po CTS: las relaciones en tre ciencia,tecnologa, poltica y poder.

    Este es un tema, como lo ha sugerido Vessuri (1987), que ha sidodejado de lado desde la dcada de los setenta y que es relevante rescatar para determinar cules son los actores sociales y los grupos de inters

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  • que han favorecido o impedido una efectiva y adecuada definicin yaplicacin de las polticas de ciencia y tecnologa. Pero adems, paraesclarecer cul debiera ser su participacin en la definicin yorientacin de esas polticas. Dicho tema tiene una estrecha relacincon una pregunta que surgi a la discusin en los aos setenta porVarsavsky (1972), quien sealaba que si ante la necesidad de unatransformacin rad i cal de la sociedad, el cientfico debera dedicarse ala actividad poltica y, por tanto, abandonar la ciencia para convertirseen un poltico profesional en este cam po. En este trabajo sostenemosque ste es an un fenmeno ac tual y que la participacin de grupos deinters de la comunidad cientfica en la definicin de las polticasconlleva a la bsqueda de posiciones de poder, en la coordinacin delos recursos y programas dedicados a estas actividades.

    Se trata de una lnea de trabajo que ha quedado pendiente en ladiscusin y en la profundizacin de los estudios en el cam po de lasrelaciones en tre ciencia y poder (ver Jasanoff et al., 1995). El enfoquede Bourdieu (1976) propuesto hace ya varias dcadas, en el que seconsidera a la ciencia como un cam po de lucha donde se disputa elcontrol de estas actividades, parece an sugerente para la situacin quese manifiesta en la realidad mexicana; aunque como se ver msadelante en este cam po no participan solamente representantes de laactividad cientfica, sino que se ha abierto a la contribucin de otrosagentes de la sociedad. Esto se in scribe en un punto de la agendainternacional de investigacin en este cam po que es el de lacomprensin de la ciencia como un fenmeno poltico y de poder.

    El objetivo de este artculo es plantear una aproximacin a lasrelaciones en tre ciencia, tecnologa y poltica, y al papel que handesempeado diferentes actores en el con trol de las orientaciones depoltica y del poder en el desarrollo de estas actividades. El propsitode la investigacin en la que se enmarca este texto1 es identificar yanalizar las participacin de distintos actores y su papel en el con trol de

    Convergencia N 35, mayo-agosto 2004, ISSN 1405-1435, UAEM, MxicoUniversidade Estadual de Campinas, Departamento de Poltica Cientfica e Tecnolgica, Brasil

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    1Se trata de una lnea de investigacin iniciada por la autora de este trabajo sobre ciencia, tecnologa y poder, de la que este trabajo constituye una primera aproximacin. Se haretomado el trabajo y la lnea de investigacin abordada por la autora hace variasdcadas (Casas, 1985; Casas y Ponce, 1986), al que se pretende dar continuidad yprofundidad. Es importante insistir que lo que se presenta en este artculo es un primeracercamiento al tema de las relaciones entre ciencia, tecnologa y poder en nuestro

  • la toma de decisiones y las orientaciones en ciencia, tecnologa einnovacin. Dichos actores representan una gran diversidad deconcepciones e intereses, en tre las que figuran las de las elitescientficas, diferentes grupos de cientficos y tecnlogos, asociacioneso sociedades de mltiples reas de la ciencia, el gobierno (fed eral,estatal y lo cal), el sec tor privado, el congreso, organizaciones socialesno gubernamentales, as como distintos grupos partidarios.

    Una hiptesis que hemos sealado con anterioridad (Casas yDettmer, 2003) es que las orientaciones de la poltica de ciencia ytecnologa en Mxico no han variado mucho en el tiempo, debido alpredominio y al poder que han ejercido las elites cientficas en sudefinicin. A lo largo de varias dcadas los intereses de varios gruposde cientficos son los que han predominado en las orientaciones deestas polticas y en las concepciones de los mecanismos de apoyo. Unsegundo supuesto de esta investigacin es que estas elites cientficas,aunque han cambiado su constitucin, han privilegiado unaconcepcin basada en el autogobierno de la ciencia, apoyndose enprcticas corporativistas. Un tercer argumento que gua los intereses de este trabajo, es que la reciente multiplicacin de grupos involucradosen las orientaciones de la CyT, favorece la conformacin de redes depoder en la sociedad, particularmente en tre ciencia, gobierno,empresas, el poder legislativo y la sociedad civil.

    Algunas de las preguntas que se han propuesto para estainvestigacin, y que orientan en cierta forma este artculo, son lassiguientes: hasta dnde el impulso o falta de impulso a la ciencia y latecnologa ha estado mediado por grupos de inters y redes de poder?;cmo se han conformado los grupos o las elites que han definido elrumbo de las polticas de ciencia y tecnologa?; cul es el procesohistrico que ha seguido la conformacin de esos grupos?

    El trabajo tiene la siguiente estructura: en el primer inciso sediscuten brevemente algunos enfoques que han sido elaborados para elanlisis de las relaciones en tre ciencia, tecnologa y poder; en elsegundo, se expone la parte medular de las concepciones de loscientficos que participaron en la definicin de polticas de ciencia y

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    pas, por lo que los planteamientos que se elaboran son incipientes y en cierta formaespeculativos.

  • tecnologa en tre 1935 y 1970; posteriormente se presenta la tesis sobrela transformacin del cientfico en poltico que se origina a partir de lainstitucionalizacin de la poltica de ciencia y tecnologa a principiosde los aos setenta; en el siguiente apartado se aborda la adopcin de laconcepcin de mercado en las orientaciones de la poltica de ciencia ytecnologa, y se esquematizan las diferentes posiciones que esto hagenerado en la comunidad cientfica; y finalmente se expone demanera sinttica el espectro de actores que participan desde fi na les delos aos noventa en las orientaciones de las polticas de ciencia ytecnologa, identificando los grupos de inters en los que se de bateactualmente el con trol por el poder de estas polticas. La identificacinde estos actores tiene como propsito profundizar en su anlisis enfuturas etapas de esta investigacin.

    Relaciones en tre ciencia, tecnologa y poder: enfoques

    Esta es una temtica que ha estado presente en los estudios sociales dela ciencia desde la dcada de los aos cincuenta y alrededor de la cualse han gestado varios enfoques o perspectivas que son sugerentes paraeste trabajo, y que requieren ser revisadas para rescatar aspectos quesiguen an vigentes y de los cuales en este trabajo solamente incluimosuna esquematizacin.

    El estudio de las relaciones en tre ciencia y poltica ha tenido a nivelinternacional varios enfoques. Sin intentar una sistematizacinexhaustiva se pueden distinguir los siguientes, de cuyo marcos sederiva un conjunto de conceptos que son tiles para realizar lospropsitos de esta investigacin.

    a) El primer enfoque estuvo centrado en el anlisis de las relacionesen tre ciencia y gobierno por D. K. Price (1954). Este punto de vista sedesarrolla en los aos de la posguerra, que atrajo fundamentalmente alos politlogos y a los administradores. De acuerdo con Blume (1974),el pa dre de estos estudios fue D. K. Price (1954, citado por Blume,1974). Sin em bargo, el tema fue examinado, principalmente, desde laperspectiva de las ciencias administrativas, en aspectos tales como elcrecimiento de las capacidades cientficas en el gobierno, el desarrollode contratos y administracin de programas, y el per sonal envuelto enla maquinaria de asesores cientficos.

    b) El segundo enfoque es de tipo con cep tual-terico, siendoSalomon (1970) uno de sus principales exponentes Este autor

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  • establece dos acepciones de la relacin en tre ciencia y poder: laprimera se refiere a la relacin en tre el sa ber y el poder cuando se estpensando en la prioridad que los pases desarrollados otorgaron a lasactividades de innovacin, las cuales son percibidas como fac tor de lacompetitividad internacional y que se manifiestan como el podero delas naciones. Una segunda acepcin, es la de las relaciones en tre loscientficos y el poder o la bsqueda de poder por los cientficos, que serefiere, de acuerdo con Salomn a ... una forma de hacer poltica endonde el cientfico vive no para ella o de ella, sino en ella, como unaconsecuencia y no una causa de su profesin, como un destino fijado en su vocacin ms que como el encuentro en l de disposicionesdiferentes (164). Es decir, quienes detentan el conocimiento tienenacceso al poder. Sin em bargo, tal como lo afirma el mismo autor loscientficos no son expertos en poltica; su competencia en su dominio,cada vez ms especializado, no les da ms autoridad en los demsdominios que la que tiene cualquier otra competencia tcnica (166). Esesta segunda acepcin la que interesa a nuestra investigacin y enparticular la preocupacin por el comportamiento poltico de las elitescientficas y los conflictos o negociaciones que se generan en tre stas yel Estado u otros grupos de especialistas en ciencias sociales, elcongreso, la sociedad civil, etc. Salomon re duce el asunto de ciencia ypoltica a las relaciones que los cientficos establecen con el Estado y alas que ste instituye con los cientficos o la comunidad cientfica.

    c) El tercer enfoque que es relevante a esta investigacin es el delcam po cientfico como lucha de poder desarrollado por Bourdieu. Elplanteamiento de Bourdieu (1976, traduccin de Buch, 1994) resultatambin muy sugerente para explicar las luchas que se proyectan alinterior de las comunidades cientficas. Aunque l no se refiereexplcitamente a la lucha por el poder en el plano de la definicin depolticas, s hace referencia a la lucha por el monopolio de la autoridadcientfica o de la competencia cientfica, entendida en el sentido decapacidad de hablar e intervenir legtimamente en materia de ciencia.In dica que:

    el cam po cientfico es el lugar de una lucha poltica por la dominacin cientfica,en funcin de la posicin que ocupa cada investigador, que se definen comoestrategias polticas (...) No hay eleccin cientfica (...) que no sea, por uno de susaspectos...una estrategia poltica de ubicacin al menos objetivamente orientada hacia la maximizacin del beneficio propiamente cientfico (...) (Bourdieu, 1994: 135).

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  • Lo que interesa de este enfoque para nuestra investigacin es lalucha que tiene lugar no solamente en el terreno cientfico por elmonopolio de la autoridad cientfica, sino en tre ste y otros cam pos enlos que participan los cientficos como seran el poltico, el econmico,el tico o moral, etc., y que influye en la definicin de polticas deciencia y tecnologa. Es en esta perspectiva que interesa la nocin decam po, no limitndonos exclusivamente al cientfico, sino a lasinterrelaciones en tre ste u otros cam pos en los que se manifiesta lalucha en tre grupos de inters cientficos y otros actores.

    d) El cuarto enfoque fue planteado en la perspectiva de unasociologa poltica de la ciencia, en el estudio de Blume (1974), en elque se sealan distintos aspectos para una agenda. En la perspectiva dedicho autor, el nfasis sera ms amplio y estara ms centrado en lasinterferencia que la esfera poltica y econmica han tenido sobre laciencia, que en lo que podra denominarse las caractersticas polticasde la ciencia y las interrelaciones que se construyen en tre ciencia,tecnologa, poltica y sociedad. l hace referencia a las reacciones delos cientficos ante polticas aplicadas por los gobiernos. El inters deBlume est en la interpenetracin en tre los sistemas poltico ycientfico en la sociedad moderna y en la influencia que tiene uno sobreel otro. De acuerdo con Blume, los politlogos han estado interesadosen los efectos del conocimiento cientfico sobre la poltica, peroespecialmente sobre los procesos de gobierno ejecutivo. Su nfasis haestado en las implicaciones del desarrollo cientfico para el gobierno yla necesidad para la ciencia. Otro grupo de acadmicos ha puestoatencin en los efectos del comportamiento poltico y administrativosobre la comunidad cientfica. En consecuencia tanto por razonestericas y poltico ideolgicas el inters se ha centrado en estudiarlas reacciones de las comunidad cientfica a los ambientes polticos que divergen sustancialmente del ideal de la democracia.

    De alguna manera Blume descarta el supuesto de la autonoma de laciencia y se enfoca en las relaciones en tre el sistema cientfico y elpoltico, con lo que argumenta que la ciencia debe ser vista comoesencialmente poltica. En este sentido, subraya la importancia deanalizar cmo y por quin se ejerce el con trol so cial en las comunidadcientfica y particularmente la situacin de los cientficos en ambientesdonde el con trol organizacional es impuesto. Asimismo, subraya larelevancia del anlisis del tipo de organizaciones conformadas por loscientficos, tales como la funcin, gnesis y evolucin de las

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  • sociedades cientficas, y en este marco el sacrificio de algunoscientficos de su sta tus profesional por una actitud ms militante en lossindicatos. Otro aspecto que destaca Blume es el de las elitescientficas, sobre todo cuando se refiere al sistema de asesoresgubernamentales, lo que tiene implicaciones para el resto de lacomunidad cientfica. En este sentido, el anlisis de las relaciones en tre la comunidad cientfica y la comunidad en gen eral, es bsico paraentender la comprensin del pblico y sus temores ante la ciencia y elinvolucramiento pblico en la determinacin de polticas de ciencia ytecnologa (pp. 28-30).

    e) El enfoque de ciencia, tecnologa y Estado es muy amplio eincluye, en tre otros, los siguientes aspectos: polticas definanciamiento, problemas de ex per tise en la construccin de laspolticas, movimientos sociales sobre la adquisicin y aplicacin detecnologas, controversias tcnicas, participacin pblica, asesoracientfica, regulacin so cial, as como otras reas nuevas deinvestigacin relacionadas con el derecho y la ciencia, polticascomparadas, etc. (Jasanoff et al., 1995: 527). Pero ms all de lasrelaciones de autoridad con el gobierno, en este cam po tambin seubica el anlisis de los patrones de poder en la sociedad,particularmente las relaciones en tre ciencia, empresas y gobierno(Jasanoff et al., 1995: 548).

    Uno de estos patrones de poder ha sido denominado comocorporativismo en la comunidad cientfica, que responde en pocas decri sis demandando mayores recursos para la ciencia y que de algunaforma ha llevado a la apropiacin de la poltica de CyT por ciertosgrupos (Dagnino, Thomas y Gomes, 1998). Esta idea es muy sugerentepara el anlisis de las concepciones y la influencia de las comunidadescientficas en la poltica de ciencia y tecnologa. Un aspecto cen tral deeste anlisis es si en Mxico este corporativismo slo se expresa enpocas de cri sis o si existe una actitud de apropiacin de la poltica deciencia y tecnologa por parte de los cientficos, como un asunto quedebe ser definido exclusiva o mayoritariamente por ellos.

    Otro enfoque para analizar los patrones de poder es mediante elanlisis de redes sociales (Mitch ell, 1974), el enfoque de redes deaccin poltica o redes de poder (Knoke, 1990) y las redes de poltica(Rous seau, 2000).

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  • Asimismo, la relacin en tre las comunidades cientficas y elgobierno fed eral, que han sido descritas por Bimber y Guston (1995:558), como un contrato so cial que delega mucho de la toma dedecisiones sobre las orientaciones federales de investigacin enexpertos cientficos, es relevante. La discusin que introducen estosdos autores en el sentido de que la ciencia tiene un orden normativonico y que se autogobierna, es un argumento por discutir en estainvestigacin. Esta postura ha sido sostenida con anterioridad porMerton (1973) y Polanyi (1958, 1967), para quienes la eficienteautorregulacin y autodireccin de la ciencia es la piedra an gu lar de suenfoque. Esto es un planteamiento interesante para discutir losparadigmas de las polticas en Mxico y hasta dnde han obedecido yhan estado sostenidos en este enfoque.

    De lo an te rior se desprende que hay un conjunto de acercamientospara el anlisis de las relaciones en tre ciencia, tecnologa y poder, endonde los siguientes aspectos tomados de diferentes enfoques sonsugerentes para nuestra investigacin: cam po de lucha; elites;mecanismos de con trol y regulacin; redes sociales; redes de poder;corporativismo y, de bate en tre el autogobierno de la ciencia(predominio de las elites cientficas), su importancia como fac toreconmico para la competitividad de las naciones (privatizacin delconocimiento) y su relevancia como fac tor in dis pens able deldesarrollo social.

    En lo que sigue de este trabajo se hace una revisin histrica de losactores que han participado desde 1935 en las orientaciones de laspolticas de ciencia y tecnologa, y las concepciones que se hansostenido a la luz de lo que ha sido expuesto en este apartado.

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  • Las concepciones de los cientficos de 1935-1970:2 en tre elofertismo3 y la vinculacin so cial

    Du rante el gobierno cardenista (1934-1940) se asign una importanciacen tral a la actividad cientfica y tecnolgica, particularmente paraorientar las investigaciones hacia el conocimiento de los recursosnaturales y mejorar las condiciones de la productividad del trabajohumano. Es as que el gobierno crea el Consejo Nacional de EducacinSu pe rior y de la Investigacin Cientfica (CONESIC), en 1935, que fue el primer antecedente for mal de relaciones en tre el Estado y eldesarrollo de la actividad cientfica en el pas, adquiriendo as elgobierno el carcter de promotor oficial de las actividades deinvestigacin.

    No es el propsito en esta presentacin analizar las actividades deestos organismos, asunto que ya se discuti en la obra de Casas (1985),sino referirnos exclusivamente a las diferentes concepciones queestuvieron en la base de su creacin, y a las caractersticas de loscientficos que participaron en estas instituciones y que mantuvieronrelaciones de poder con diferentes gobiernos.

    Los cientficos que participaron en el CONESIC4 coincidan en quela investigacin que se realizaba en Mxico era muy incipiente en esosaos y se prevea la importancia del desarrollo de esta actividad para lainvestigacin sobre la realidad so cial y los recursos naturales. Sepropona, por tanto, complementar el concepto de ciencia pura con elde ciencia aplicada.

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    2Este tema ha sido desarrollado por Casas (1985).

    3Dagnino, Thomas y Davyt (1996: 21) asientan que durante los aos sesenta y setentalas polticas de ciencia y tecnologa se sustentaron en cuatro elementos principales:ofertismo (nfasis de las polticas en la generacin de conocimientos, a partir deprioridades definidas en las instituciones de investigacin sin participacin de losagentes de la produccin), vinculacionismo (generacin de lazos con entre lasinstituciones de investigacin y el sector productivo, bajo la responsabilidad de lasprimeras), transferencia de tecnologa y autonoma restringida (frente a las limitacioneslocales, era difcil pensar en una estrategia basada en la autarqua).

    4Enrique Arregun, Ana Ma. Reyna, Luis Snchez Pontn, Alejandro Carrillo, LuisEnrique Erro, Alfonso M. Jaimes, Miguel O. De Mendizbal, Rafael Ramos Pedruza,Vctor Manuel Villaseor y Jess Daz Barriga.

  • Desde la perspectiva de estos personajes, el prin ci pal obstculo a laactividad cientfica era la carencia de bue nos investigadores, por lo que un primer aspecto de poltica era formar el cap i tal humano necesariopara la creacin de institutos de investigacin en diferentes reas.

    De manera muy sinttica puede afirmarse que los cientficos queparticiparon en este organismo estaban preocupados no slo por elimpulso de las actividades de investigacin, sino por la trascendenciaque tendra el vincularlas con la solucin de problemassocioeconmicos especficos, posicin que resultaba bastanteinteresante para la poca en que fue planteada, y que puede serentendida bajo el concepto de vinculacin so cial.5 Como lo afirmanDagnino, Thomas y Davyt (1996), lo que ellos denominanvinculacionismo se explica en la dcada de los sesenta en AmricaLatina, como un complemento del ofertismo y como mecanismo deaceleracin del proceso de modernizacin. Lo que es interesantedestacar es que ya a mediados de los aos treinta este grupo decientficos e intelectuales mexicanos sugeran la importancia de poneren contacto los trabajos de investigacin con las urgencias de lasociedad, argumento que, desde nuestra perspectiva, se refera ms a laidea de vinculacin so cial que a la de vinculacionismo.6 Asimismo, loscientficos encargados de definir la poltica de ciencia y tecnologa,pensaban que era necesario equipar los laboratorios con los msmodernos recursos de investigacin, como un elemento importante dela actividad in dus trial. Paralelamente se elaboraron propuestas paraadoptar un plan coordinador de investigacin y sus aplicaciones deacuerdo con las necesidades y posibilidades del pas.7

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    5 En la vinculacin social se generan importantes procesos de transferencia interactivade conocimientos entre la academia y otros sectores, que implican un impactoimportante en las formas de organizacin de diferentes grupos sociales, as como en sus prcticas productivas. Es decir, se atiende a problemas de desarrollo social (ver Casas,2002; Grammont, 2000).

    6 La palabra vinculacionismo utilizada por Dagnino, Thomas y Davyt tiene un ciertosentido peyorativo, y se refiere a la idea de hacer interactuar a la academia y la empresaen el marco de condiciones estructurales que en principio no lo favorecen.

    7 Este periodo coincide con el inicio a nivel internacional de los esfuerzos por disearpolticas de ciencia, que se generaron como respuesta a los usos que se hicieron de losresultados cientficos en las guerras mundiales.

  • En tre los diez personajes que conformaron el CONESIC, habahom bres profesionistas de las ciencias sociales y de las cienciasmdicas y biolgicas, lo que explica en gran medida la preocupacinso cial en la que se sustentaban sus planteamientos respecto a la cienciay la tecnologa. Adems, algunos tenan posiciones socialistas que enel plano del discurso marc una orientacin de las polticas de ciencia y tecnologa, con un evidente contenido so cial y con la idea clara de unavinculacin con los sectores productivos y sociales.8

    Esta tendencia en las concepciones sufri cambios importantes en la siguiente dcada (1940 a 1950), en la que constatamos la desaparicindel CONESIC (1935-1938) y la creacin sucesiva de la CICIC(Comisin Impulsora y Coordinadora de la Investigacin Cientfica)(1942-1950) y posteriormente del INIC (Instituto Nacional de laInvestigacin Cientfica) 1950-1969, todos estos organismosantecesores del ac tual CONACYT, creado en 1969 y que entr enfunciones en 1970. Esos cambios en las concepciones se debieron tanto a las polticas econmicas e industriales imperantes como a la propiasituacin que experimentaban las actividades cientficas ytecnolgicas en el pas.

    La concepcin que prevaleci en la creacin de la CICIC, que fueresultado de los planteamientos elaborados por los profesionistas ycientficos que coordinaron las acciones de este organismo,9 fue el deorientar sus actividades para conocer los problemas concernientes a laingeniera, la minera, el petrleo, la in du stria qumica, la ganadera, lain du stria forestal, la medicina y la salud, ya que la solucin de estossectores dependa de la investigacin cientfica. Aunque pareceinteresante destacar que las orientaciones de la actividad cientficaparecan tener una disposicin eminentemente aplicada, estas reas detrabajo obedecan tambin a los intereses personales de investigacinde los vocales de la CICIC, ms que a la determinacin de prioridadesbasadas en un anlisis de las necesidades socioeconmicas del pas.

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    8 Durante este periodo se crearon importantes instituciones de investigacin en el pas.Sin embargo, ninguna de estas iniciativas fue resultado directo de la obra del CONESIC.

    9 Manuel Sandoval Vallarta, Jos Zozaya, Jos Joaqun Izquierdo, Ezequiel Ordez,Ricardo Monges Lpez, Fernando Orozco, Rafael Illescas, Len Avalos Vez.

  • Las actividades de la CICIC se encaminaron fundamentalmente entres direcciones: a) en el estmulo a la formacin de una infraestructurahumana cientfica en las instituciones universitarias, particularmenteen la Universidad Nacional a la que perteneca la mayora de losvocales de ese organismo;10 b) en el conocimiento de los recursosminerales del pas, tanto en lo que se refiere a su localizacin y estudio,como en aquellos que pudiesen interesar a los proveedores de materiasprimas para la in du stria. Se realizaron estudios sobre cobre, uranio,mercurio, oro, estao, manganeso y carbn de tierra; y, c) en losestudios biotcnicos en los cam pos de la microbiologa, laparasitologa y la fisiologa gen eral, abordando investigaciones sobrealgunas enfermedades frecuentes en tre la poblacin mexicana ycausantes de los principales ndices de mortalidad (salmonelosis, tifus,brucelosis y enfermedades cardiovasculares).

    Estas acciones tuvieron una estrecha relacin con uno de losargumentos que llev a la creacin de la CICIC, que fue el de apoyar eldesarrollo in dus trial mediante la utilizacin de la investigacincientfica. No obstante, el nico logro vis i ble en esta direccin fue elinicio de la construccin de los Laboratorios Nacionales de FomentoIn dus trial (LANFI),11 por lo que las actividades de la CICIC estuvieronmuy alejadas de vincular la investigacin con el desarrollo in dus trialdel pas, que estuvo basado en la sustitucin de importacionesincluyendo fierro, acero y petrleo. La CICIC, por tanto, se orienthacia algunas actividades de vinculacin en tre el medio universitario yel gubernamental pero no con el aparato productivo.

    Las ideas o concepciones que prevalecieron en tre los vocales de laCICIC en torno a la investigacin cientfica pueden agruparse en tresrubros.

    1) Respecto al impulso a la investigacin cientfica se insista en dos directrices: la de fomentarla para el bienestar y el progreso del pueblo

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    10 La formacin de laboratorios de investigacin en el marco de ese organismo dioespecial atencin al campo de las ciencias fsicas, crendose uno de radiactividad y otrode electromagnetismo coordinados por el Dr. Sandoval Vallarta con el propsito de queregresase al pas.

    11 LANFI fue una institucin importante en el desarrollo tecnolgico en el pas establecidaen 1948.

  • y, la de promoverla para la formacin de investigadores capaces deensear y guiar a los jvenes que deseaban iniciarse en lainvestigacin. Estas dos concepciones no se contraponen en ningunaforma; sin em bargo, se enfatizaba ms la segunda posicin. Es decir, laimportancia so cial de la investigacin no era percibida con claridadentre los integrantes de este organismo. Adems, algunos de losvocales sostenan que los pases subdesarrollados, para alcanzar eldesarrollo cientfico, tendran que repetir el mismo esquema y pasarpor las mismas etapas de los otros. Es decir, mantenan la idea deletapismo para el desarrollo.

    2) Otra de las concepciones sostenidas por algunos de los vocales de la CICIC era la de vincular la investigacin con objetivossocioeconmicos. En este rengln se consideraba la importancia de ladefensa de los recursos naturales aptos para la agricultura, as como lasinvestigaciones sobre plantas tiles para la nutricin. Percibimos dosideas que, desde nuestra perspectiva, han obstaculizado la orientacinde la investigacin cientfica en el pas: la primera se refiere a que lainvestigacin dirigida a fines de utilidad so cial elimina toda aplicacindaina o perjudicial. Y, la otra, sostenida por algunos de los integrantes de este organismo, es que el logro del bienestar pblico y la solucin delos problemas de la sociedad ataen fundamentalmente a las cienciassociales.

    3) Finalmente se detectaron al menos dos concepciones respecto alos objetivos de la investigacin. La primera manifiesta en lasopiniones que afirmaban que al cientfico no lo mueve el deseo demejorar las condiciones de vida ni el afn de lucro, sino slo lacuriosidad cientfica y el empeo por descubrir la verdad. La segundaposicin, que era compartida por otros de los vocales, se refiere a latransformacin del papel del hom bre de ciencia, ya que al derrumbarsela torre de marfil, es decir, la idea del hom bre de ciencia en aislamiento, no solamente los gobernantes comprendieron que las actividades delhom bre de ciencia eran de vi tal importancia, sino que stas adquirieron responsabilidades con las que an tes no haban tenido que enfrentarse.

    Estas ltimas concepciones fueron cruciales en el pos te riordesarrollo de posiciones y objetivos que distintos grupos de cientficosen el pas generaron respecto a la ciencia y al papel del cientfico en elpas, y que orientaron las caractersticas de las relaciones en tre cienciay poder.

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  • La primera posicin del inciso tres tuvo un mayor consenso en lageneracin de cientficos en tre 1940 y 1960, muy probablementemotivada por los usos de la ciencia y la tecnologa en la SegundaGuerra Mundial. Esto ocasion que se fuera constituyendo una elite decientficos que se ubic en posiciones importantes en los organismosgubernamentales de poltica de ciencia y tecnologa, preocupada por eldesarrollo cientfico y por la necesidad de una mayor canalizacin derecursos, sin plantearse aspectos referentes a la importancia so cial deesta actividad o a la funcin del cientfico en una sociedadsubdesarrollada.

    Este es uno de los factores que explica el aislamiento de la actividadcientfica, adems de los generados por el modelo de industrializacinque sigui el pas, y la situacin de dependencia tecnolgica que elloocasion. Se puede plantear que la conformacin de esta elite tambinexplica, en cierto grado, el poco impacto que han tenido desde los aoscincuenta los diferentes organismos creados por distintos gobiernos enlas relaciones en tre ciencia, tecnologa y sociedad. Esta idea ha sidosostenida tambin por Dagnino y Thomas (1999: 43-44), quienesargumentan que

    (...) en Amrica Latina, debido a la vir tual ausencia de otros actores en la toma de decisiones de ciencia y tecnologa, los representantes de la comunidad deinvestigacin han sido los verdaderos diseadores, implementadores yevaluadores de la poltica de ciencia y tecnologa, en un grado mayor que en lospases desarrollados, por lo que han alcanzado una posicin hegemnica en esteterreno. En este sentido, estos autores argumentan, ha sido difcilcontrabalancear las inclinaciones de la comunidad de investigacin orientadasa reforzar el carcter ofertista de las polticas y las instituciones.

    Esta propensin de las polticas diseadas por las comunidadescientficas tuvieron sin duda alguna una repercusin importante en lacreacin de instituciones, la formacin de recursos humanos y elaumento de recursos a la ciencia. Sin em bargo, entorpecieron, ladefinicin de cam pos estratgicos para el desarrollo so cial yeconmico del pas y el aislamiento en tre la generacin y la utilizacindel conocimiento cientfico y tecnolgico.

    Las distintas posiciones sostenidas en tre los vocales de la CICICcon respecto a los objetivos de la actividad cientfica, generaron desdeentonces una falta de consenso sobre la importancia so cial de estaactividad, por lo que los esfuerzos de este organismo, como los de sussucesores se dirigieron a impulsar aisladamente los cam pos de

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  • investigacin que desarrollaban y en los que tenan inters este grupode especialistas. Algunos de estos intereses obedecan a modas en laslneas de investigacin que se desarrollaban a nivel internacional,mientras que otros estaban sustentados en problemas especficos anivel nacional. Desde entonces dichas orientaciones se han convertidoen una lucha de posiciones y, de alguna forma, en un signo de prestigioo desprestigio de ciertas reas de investigacin y hasta de algunasinstituciones.

    En el periodo comprendido en tre 1950 y 1970 imper una polticaorientada a asegurar el desarrollo in dus trial del pas y con ellogarantizar el crecimiento econmico, siendo decisivo el papel quedesempe el financiamiento extranjero en este proceso. La estructuraeconmica del pas du rante estas dcadas se caracteriz por laformacin de un sec tor privado que concentr el poder econmico. Apartir de 1950 aumenta la inversin extranjera directa, que, aunada a lacapacidad tcnica del sec tor empresarial mexicano, represent desdeentonces un obstculo para la utilizacin de los conocimientoscientficos y tcnicos generados en el pas. Fue as que la demanda deestos conocimientos se encamin hacia el ex te rior y se resolvi a travs de las importaciones masivas de productos y equipos.

    En 1950 se funda el Instituto Nacional de la Investigacin Cientfica (INIC) que sustituye a la CICIC y que en un principio se orient a lasmismas actividades de aqulla. A partir de los aos sesenta con unanueva ley orgnica en el INIC esta institucin enfatiza las funciones deintercambio y cooperacin internacional, as como la promocin ydifusin de la ciencia mediante diversos incentivos. Un cambio decriterio importante en la conformacin de este organismo fue el incluira representantes de las industrias y de otras dependencias del gobiernofed eral, con el propsito de establecer vinculacin en tre las actividades de investigacin y los sectores de posible aplicacin.

    En la modificacin de la organizacin del INIC en 1961 intervinoactivamente la comunidad cientfica mexicana a travs de la Ac a de miaNacional de la Investigacin Cientfica (ahora Ac a de mia Mexicana deCiencias) que acababa de ser creada en 1959, la cual formul la nuevaley del INIC aprobada por el Congreso de la Unin en 1961.

    Los cientficos que participaron en este organismo fueron muyactivos en promover la discusin sobre la importancia de lainvestigacin cientfica y tecnolgica para Mxico, la responsabilidad

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  • del hom bre de ciencia y la importancia de la planeacin cientfica. Lasacciones del INIC se dirigieron a la formacin de recursos humanos endiversas disciplinas. Sin em bargo, varios de sus integrantes expresaron su preocupacin por la falta de vinculacin de la investigacincientfica y tecnolgica con el desarrollo so cial y econmico del pas.12

    De las afirmaciones y argumentos recogidos en variaspublicaciones pertenecientes a los vocales de este organismo13 sepuede asentar que haba una preocupacin compartida en que lafinalidad de la ciencia debera ser el desarrollo econmico y so cial.Aunque haba conciencia en que la ciencia no debera ser consideradacomo una pan a cea, ya que el desarrollo estaba condicionado por otrosfactores complejos. La mayora de los vocales del INIC sepronunciaban por un desarrollo tecnolgico propio, que deberabasarse en adaptaciones tecnolgicas14 y generar as un proceso paradisminuir las importaciones.

    Tomando como base el esquema de Sagasti (1977), sobre los tiposde actitudes de los cientficos en torno a la planeacin de la ciencia y latecnologa, se puede afirmar que la mayora de los vocales del INICadoptaban una actitud tecnoeconomicista, es decir, consideraban a laciencia y especialmente a la tecnologa como medio para acelerar eldesarrollo socioeconmico.15 Es interesante resaltar que en tre lasafirmaciones vertidas por los vocales del INIC no encontramosafirmaciones que reflejen una actitud lib eral respecto a la planeacinde la ciencia, a pesar de que para la poca sta era una posicinsostenida por un grupo importante de cientficos mexicanos que se

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    12 Entre ellos cabe mencionar argumentos vertidos en diversas publicaciones de difusinde la ciencia por parte de los doctores Guillermo Haro, Jos Herrn, E. Len Lpez,Ismael Herrera y Juan Garca Ramos.

    13 Recurrimos al anlisis de documentos o trabajos elaborados por este grupo de vocales,con el propsito de analizar sus posiciones sobre la ciencia y la tecnologa.

    14 Cabe recordar que en esta poca surge la idea por insertarse en un modelo deadaptacin tecnolgica, transformando las que se importaban y adecundolas a lasnecesidades del pas. Esta idea tambin fue incluida en el concepto de tecnologaapropiada.

    15 Las otras dos actitudes propuestas por Sagasti (1977) eran: a) los cientficos liberales,cuyo principal inters es la ciencia en aras de la ciencia misma; y b) los proponentes delcrecimiento, que no le atribuyen a la ciencia y la tecnologa ningn papel propio en elproceso de desarrollo.

  • oponan a la elaboracin de polticas por parte de administradores,pues vean en ello un riesgo con tra la libertad de la investigacin y encon tra del financiamiento para estas actividades.

    Esta postura de los vocales del INIC co in cide con algunos de losplanteamientos que se difundieron en la regin latinoamericana en trelos aos sesenta y setenta, respecto a la importancia de la ciencia y latecnologa para salir del subdesarrollo y la situacin de dependencia deestos pases. En estas dcadas se gener una pensamientolatinoamericano en este tema (PLACTS),16 cuyo objetivo era acoplarla infraestructura cientfico-tecnolgica a la estructura productiva de la sociedad... es decir, nada es correctamente pensado fuera de su marcoso cial (Dagnino, Thomas y Davyt, 1996: 20-21). De acuerdo conestos autores la visin ms explcita y pragmtica respecto aldesarrollo tecnolgico en el marco de este pensamiento fue elaboradapor Sbato, quien planteaba que:

    para la adquisicin de capacidades productivas podra ser tan importantegenerarla en trminos lo cales a travs de actividades de I+D, como adquirirla en el ex te rior, o, an, copiarla sin licencia. La soberana nacional estara dada porla integracin del desarrollo tecnolgico as generado en un proyecto nacionaldeterminado, en primera instancia, en el plano poltico (Dagnino, Thomas yDavyt, 1996: 21).

    PLACTS surge en el marco de la teora de la dependencia, por lo que se haca nfasis en temas como la inclusin so cial, el desarrollogeneralizado y las tecnologas apropiadas, aspectos que segn losautores an tes citados ha sido reemplazado por el nfasis en los efectosde la globalizacin, la insercin internacional y la competitividad.

    La transformacin del cientfico en poltico, 1970-1980: nfasis enel ofertismo

    Con la creacin del CONACYT en 1970 se acenta un fenmeno quehaba comenzado a gestarse desde 1935 y que es el de la participacinde los cientficos en la toma de decisiones relacionadas con la polticade ciencia y tecnologa. Esto fue planteado explcitamente en el mbito

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    16 De acuerdo con Dagnino, Thomas y Davyt (1996), esta corriente de pensamiento laconformaron autores como Amlcar Herrera, Jorge Sbato y Oscar Varsavsky en laArgentina; Jos Leite Lopes en Brasil; Miguel Wionczek en Mxico; Francisco Sagastien Per, Mximo Halty Carrere en Uruguay y, Marcel Roche en Venezuela, entre otros.

  • del mismo CONACYT, organismo en el que se consider que eranecesario integrar un cuerpo de funcionarios y de asesores (expertos)con experiencia en la investigacin cientfica, para organizar yproponer alternativas hacia la formulacin de una poltica cientficanacional. Se establecieron dos mecanismos de participacin: elprimero a travs de la formacin de Comits de Ciencias y, el segundopor medio de la conformacin de Comits de Consulta Especfica.Adems, se abri otro mecanismo de participacin mediante lacontratacin directa y permanente de cientficos que para ocuparcargos como funcionarios del CONACYT.

    Este ltimo fenmeno, desde el punto de vista sociolgico, resultainteresante por diversos aspectos. En primer lugar refleja la carencia en el pas de per sonal capacitado para desempear las tareas de gestin yplaneacin cientfica, pues no se haba previsto la relevancia depreparar per sonal en ese cam po, necesidad que debera haber sidodetectada an tes de implementar el aparato de poltica cientfica. Ensegundo lugar, el traslado de un nmero con sid er able de cientficos afunciones poltico-administrativas en relacin con la actividadcientfica, represent en cierta forma, desde entonces, una fuga internade cerebros (Leff, 1973), en un pas con una infraestructura cientficaincipiente. Este fenmeno se agudiza du rante el primer periodo degestin de CONACYT (1970-1976), ya que per sonal recin egresadode estudios de posgrado realizados en el pas y en el extranjero esabsorbido por ese organismo, sin cuestionarse que la inversin del pasen su formacin no est siendo retribuida.

    Du rante este periodo aproximadamente cien cientficos participanen la gestin de CONACYT y un nmero importante de ellos abandona en definitiva las tareas de investigacin para convertirse en polticos de la ciencia y la tecnologa. Asimismo, se integra una elite que desdeentonces ha permanecido, obviamente con algunos cambios, en elcontrol del poder en este cam po.

    Cabe destacar que la nueva estrategia de poltica y la importanciaque co bra en la dcada de los setenta el apoyo a la ciencia y latecnologa, fue el resultado tanto de la presin que ejercieron a fines delos sesenta los cientficos a travs de la Ac a de mia Nacional de laInvestigacin Cientfica, como el cuerpo de vocales del INIC.

    En este periodo los cientficos en Mxico inician un procesoorganizado de expresin pblica sobre la situacin de subdesarrollo de

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  • la actividad cientfica y en un nivel ms moderado sobre la posicin delcientfico frente a la sociedad.

    A partir de esta fecha se radicalizan las opiniones en torno a laplaneacin de la ciencia. Por un lado, se identifica a un grupo decientficos que adopta una posicin lib eral y que ve en los intentosprovenientes del Estado por formular lneas de poltica para lainvestigacin cientfica, una amenaza y peligro con tra la libertad deinvestigacin. Esta posicin es compartida en gen eral por losestudiosos que trabajan en temas de investigacin bsica y quetuvieron su formacin en universidades extranjeras.

    Por otro lado, se fortalece otro grupo de opinin con una posicinpositiva hacia la planeacin y que fundamenta su opinin en lapreocupacin por dirigir los resultados de la investigacin haciaobjetivos de desarrollo so cial. Estos cientficos se manifiestan encontra de que la investigacin cientfica en el pas se orienteexclusivamente por las modas internacionales.

    A medida que avanzan las gestiones llevadas a cabo por elCONACYT crece el escepticismo de los cientficos por la poltica deciencia y tecnologa. Este fenmeno acrecent la posicin lib eral haciala ciencia, que fue adquiriendo caractersticas particulares. Loscientficos que participaban de esta posicin propugnanprincipalmente por un mayor financiamiento y apoyo econmico a laactividad de investigacin, pero sin intervencin del Estado en ladeterminacin de sus objetivos y temticas. Es decir, propugnaron poruna poltica para la ciencia y no una poltica de la ciencia, tal como loafirm en su momento Herrera (1971). Esto fue un reflejo del poderque adquiri la comunidad cientfica en el pas, que logr transformarel prestigio derivado de sus actividades acadmicas en la autoridadpoltica y el poder de representacin de la comunidad cientfica. Comose ha dicho ms arriba, esto motiv tambin una especie de freno a laorientacin de la investigacin hacia demandas socioeconmicas,como lo han argumentado Dagnino y Thomas (1999).

    Estas expresiones de la comunidad cientfica se hicieron or en foros como la revista Naturaleza, el Simposio sobre la Ciencia en Mxico,celebrado en 1974 y, en la elaboracin del Plan Indicativo de Ciencia y

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  • Tecnologa 1974,17 en el que participa activamente la comunidadcientfica.

    Los actores y la concepcin de la ciencia y la tecnologa en el nfasis en el mercado

    La adopcin de un nuevo modelo de desarrollo sustentado en laliberalizacin de las fuerzas del mercado, la apertura de la economa(que alcanz su mxima expresin en el proyecto de integracin delmercado norteamericano) y la reforma institucional del Estado genercambios significativos, transformando al Estado de regulador ypropietario en un Estado de fomento, orientado fundamentalmente acrear las condiciones para el desarrollo eficiente del sec tor privado,que a partir de fines de los aos ochenta es considerado reiteradamenteen el discurso gubernamental como el eje del desarrollo (Luna, 1997).

    El modelo de mercado pondra el nfasis en la demanda no slo delmercado de trabajo, sino tambin de una amplia gama de servicios detoda ndole, acelerando procesos de comercializacin de y en laacademia.

    Las polticas de ciencia y tecnologa experimentan cambiossustanciales en su concepcin. A diferencia de los aos setenta yochenta en que se hizo un nfasis es pe cial en la creacin y laconservacin de la infraestructura y la formacin de recursos humanos, los planteamientos du rante esta nueva etapa que se expresaron tanto enel Programa Nacional de Ciencia y Modernizacin Tecnolgica1990-1994, formulado du rante la administracin 1988-1994, como enel Programa Nacional de Ciencia y Modernizacin Tecnolgica1995-2000, se inscriben en el contexto de un modelo de desarrollocentrado en la modernizacin in dus trial, la apertura comercial y losprocesos de globalizacin econmica, poltica, so cial y cul tural.

    Como resultado de lo an te rior, las concepciones que permearon laspolticas de ciencia y tecnologa a lo largo de la dcada de los noventa,fueron las siguientes: 1) una clara distincin y separacin en tre laspolticas orientadas a la ciencia y aquellas relacionadas con eltecnologa, establecindose una ruptura en tre estas actividades; 2) el

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    17 Se trata del documento oficial del gobierno en turno que nunca fue llevado a la prctica,ya que con el cambio de administracin en 1976 no se tom en cuenta.

  • predominio de criterios de calidad, con base en normas internacionalesque fueron impuestos como modelo para la evaluacin de estasactividades; 3) la bsqueda de la excelencia en la formacin derecursos humanos de alto nivel; 4) la asignacin de fondos mediantemecanismos de concurso y competencia; 5) una vinculacin msestrecha de la investigacin bsica y el desarrollo tecnolgico con elsec tor productivo y, 6) la reorientacin de la demanda de educacinsuperior hacia disciplinas que requiere el desarrollo del pas,particularmente, las ciencias exactas y las ingenieras (Casas, 1997:187-192).

    Du rante este periodo se pone en juego la valores de la comunidadacadmica, que quedan rebasados en cierto sentido por los criterios demercado sostenidos no solamente por los empresarios, sino pormuchos funcionarios en el aparato gubernamental.

    Sin em bargo, a mediados de los aos noventa se observa un trnsitohacia una concertacin organizacional en tre la comunidad acadmica,el Estado y el mercado; es decir, se inicia un periodo en que tanto elgobierno como los empresarios, buscarn intervenir en la direccin delsistema de generacin de conocimiento cientfico y tecnolgicoponiendo en el tapete de la discusin, una nueva configuracin derelaciones, en la que la participacin de diversos actores y el acuerdoen tre intereses comunes habr de ser fun da men tal (Luna, 1997; Casasy Luna, 1997). Este nuevo impulso parece deberse al papel tan cen tralde la educacin, la ciencia y la tecnologa, y, en gen eral, delconocimiento para alcanzar niveles aceptables de productividad ycompetitividad en el marco de la liberalizacin y la apertura (Luna,1997: 69).

    El propio modelo de integracin de mercado, de acuerdo con Luna(1997), intent implantarse con el concurso selectivo de diversosactores sociales: particularmente el acadmico y el privado. De hecho,la apertura de espacios estatales y acadmico-institucionales a laparticipacin del sec tor privado se encuentra en ntima relacin con elimpulso de dicho paradigma, el cual sienta las bases de un esquema deconcertacin organizacional.

    Lo an te rior explica que du rante los aos noventa prevalecieran almenos tres concepciones en torno a la poltica de ciencia y tecnologaque respondan a cada uno de los grupos de inters que estaban enjuego: el apoyo a la oferta para incrementar la formacin de recursos

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  • humanos y el desarrollo de la ciencia bsica, en la que seguanimperado los criterios de la comunidad cientfica; el apoyo a lademanda, es decir, a las empresas para generar inversiones en eldesarrollo tecnolgico, que responda a los intereses del sec tor privadoy de los grupos que an en las universidades estaban centrados en eldesarrollo de tecnologa, y el apoyo a los procesos interactivos en treoferta y demanda para orientarlos a la solucin de problemas, queresponda a grupos de inters situados en la esfera gubernamental,preocupados por la desconcentracin y descentralizacin de lasactividades cientficas y tecnolgicas y su repercusin en el desarrolloregionales y/o lo cal.

    La participacin de la comunidad cientfica en la orientacin de laspolticas de ciencia y tecnologa ha tendido a ser reducida y limitada alcam po meramente cientfico; una muestra de ello es la escasaparticipacin que tuvieron los cientficos en el diseo del ProgramaEspecial de Ciencia y Tecnologa 2000-2025 (PECyT). Esto haoriginado la reorganizacin de los cientficos como grupo de inters,que a travs de organismos tales como la Ac a de mia Mexicana deCiencias o el Foro Consultivo Cientfico y Tecnolgico, constituido enel 2002, han ejercido mecanismos de presin encaminados a recuperarel con trol en las orientaciones de las polticas en el cam po cientfico.Muestra de ello es su activa participacin en el proceso de aprobacinde la Ley de Ciencia y Tecnologa y de la Ley del CONACYT en el2001 y 2002.

    El PECYT, que es el ac tual programa que orienta las polticas deciencia, tecnologa e innovacin, combina elementos de las diferentesconcepciones que han estado presentes en los planteamientos depoltica vigentes a lo largo de las cinco ltimas dcadas; es decir, secombina la idea de la ciencia como mo tor del progreso, con laconcepcin de solucionadora de los grandes problemas nacionales ycomo elemento estratgico para la competitividad internacional (verCasas y Dettmer, 2003).

    A manera de conclusin: Nuevos actores, nuevas concepciones?

    Al analizar las concepciones sobre ciencia y tecnologa que hanprevalecido en el pas desde los aos treinta, se aprecia que stas sedebaten en tre el autogobierno de la ciencia (predominio de las elitescientficas), su importancia como fac tor econmico de lacompetitividad de las naciones (privatizacin del conocimiento) y su

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  • trascendencia para el desarrollo so cial. Es importante hacer notar queestos tres enfoques son sostenidos en Mxico por diferentes actoresque, desde fines de la dcada de los noventa, se manifiestan msfuertemente en torno a estas posiciones. In clu sive, dentro del mismomarco de las comunidades de investigacin se han derivado posicionesque se orientan en esas tres direcciones: algunos grupos han apoyado el nfasis en la vinculacin con los sectores productivos, en tanto queotros sostienen que esto representan una forma de desvirtuar lainvestigacin cientfica.

    El problema que surge como resultado de la expresin de diversosactores en torno a la ciencia y la tecnologa, es que las polticas que sehan diseado desde los noventa reflejan la suma de posiciones de losintereses de diferentes actores. A lo largo de este trabajo, hemossostenido que las PCyT instrumentadas en Mxico desde los aostreinta, han sido el resultado de diversas concepciones, intereses ypreocupaciones planteados por diferentes grupos sociales (comunidadcientfica, empresarios y Estado). Afirmamos que cada uno de losplanes y programas formulados en este cam po, han contempladomltiples objetivos, instrumentos y mecanismos, derivndose de ellosresultados diversos e incluso contradictorios, sin llegar a configuraruna concepcin cientfico y tecnolgico sobre la importancia de estasactividades para las necesidades de la sociedad mexicana en proceso de transicin.

    Las actitudes y concepciones que han manifestado diversos actoresen la formulacin y aprobacin de la Ley de Fomento a la Ciencia y laTecnologa, tanto en 1999 como en el 2002, as como en la Ley delCONACYT aprobada en el 2002 y en la elaboracin del mismo PECyT en el 2000, reflejan la suma de posiciones de diferentes grupos, lejos degenerar consensos o posiciones compartidas sobre las orientaciones dela poltica.

    Un punto importante por destacar, es que en los ltimos seis aos,adems de que la poltica de ciencia y tecnologa ha estado sujeta a lasinfluencias de las elites cientficas y de los cuadros gubernamentales,se ha dado tambin una fuerte influencia del Congreso, a travs de laCmara de Diputados y Senadores, por lo que este sec tor representaactualmente a un ac tor decisivo en los planteamientos a este respecto.Cabe mencionar su influencia tanto en la aprobacin de la Ley deCiencia y Tecnologa, como su activa participacin en la aprobacin

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  • del presupuesto fed eral anual en ciencia y tecnologa , en la discusinde la Iniciativa de Ley sobre Bioseguridad o en la aprobacin de lacreacin del Instituto Nacional de Medicina Genmica. Es interesantehacer notar que las corrientes partidistas en el Congreso han sostenidodiversas posiciones respecto a estos temas.18

    En este sentido es importante comentar las alianzas que se hanestablecido en tre la elite cientfica a travs de la AMC y el poderlegislativo, en par tic u lar con algunas fuerzas partidarias,particularmente por lo que se refiere a la asignacin del presupuestofed eral. Estas alianzas son materia de anlisis en nuestra lnea deinvestigacin sobre ciencia y poder.

    Actualmente en Mxico la definicin de polticas se extiende a laparticipacin de actores muy heterogneos, producto, en gran parte,del proceso de democratizacin que experiment el pas en los ltimosseis aos (ver Diagrama). Eso implica que el cam po de lucha se havuelto ms complejo y se ponen en juego intereses diversos yconcepciones distintas. Esto in dica que para que la comunidadcientfica pueda continuar ejerciendo su con trol sobre la definicin delas polticas en este cam po, sus alianzas y redes con el poder polticoresultan in dis pen sa bles.

    De lo an te rior se desprende la discusin sobre la participacin quedeben tener los expertos cientficos en la orientacin de las polticas,tema que est siendo abordado en la literatura reciente (vase Rutgersy Mentzel, 1999). Lo que hemos argumentado parece indicar que supapel como expertos no es tan importante como su papel comopolticos y sus alianzas con fuerzas de diversos poderes del gobierno.Es decir, a diferencia de lo que se reporta que est ocurriendo en lospases desarrollados, en donde la discusin se de bate en tre laparticipacin de expertos cientficos y la participacin pblica en lapoltica de ciencia y tecnologa (Joss, 1999; Jong y Mentzel, 2001), enMxico la polmica parece estar centrada en otras preocupaciones, endonde la participacin pblica en la ciencia y con ello los procesos dedemocratizacin en la definicin de polticas no son un tema

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    18 De acuerdo con Bimber y Guston (1995), las legislaturas han recibido muy pocaatencin en los estudios sobre poltica cientfica, y son un excelente elemento paraentender cmo intervienen las instituciones polticas en las orientaciones de la ciencia.

  • fundamental. El proceso de lucha en tre grupos de la esfera cientfica seha extendido a la esfera poltica y partidista, en la que se disputa elpoder por la definicin de polticas en torno a los apoyos a lasactividades cientficas y tecnolgicas en el pas.

    Es decir, en ltima instancia lo que en el fondo representa, desdenuestra perspectiva, el de bate cen tral en el tema de ciencia, tecnologay poder, es quin o quines son los actores que deben tener el con trolsobre la generacin, aplicacin y orientaciones del conocimientocientfico y tecnolgico en el pas. Esta discusin se ha hecho cada vezms evidente a medida que se incorporan nuevos actores a la definicin de estas polticas, lo cual requiere del anlisis a profundidad desde unaperspectiva sociolgica y poltica en la que estamos empeados eninvertir esfuerzos futuros de investigacin.

    Rosalba Casas Guerrero. Ciencia, Tecnologa y Poder. Elites y Cam pos de Lucha por el Con trol de las Polticas

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  • [email protected]

    Rosalba Casas Guerrero. Licenciada en sociologa por la Facultad de Ciencias Polticas y Sociales de la UNAM. Obtuvo la Maestra enHistoria y Sociopoltica de la Ciencia en la Universidad de Mon treal yel Doctorado en Poltica Cientfica y Tecnolgica en la Sci ence Pol icyRe search Unit de la Universidad de Sus sex, Inglaterra. ActualmenteInvestigadora Tit u lar en el Instituto de Investigaciones Sociales de laUNAM.

    Recepcin: 14 de junio de 2004

    Aprobacin: 21 de junio de 2004

    Bibliografa

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