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Introducción

¿Por qué hacer dinámicas?

En todo tipo de instituciones y organizaciones se ha visto la necesidad de detenerse, de hacer incisos en los procesos cotidianos de interacción, cuando se habla de preparación y formación. Los psicólogos, educadores o animadores de las mismas, buscan afanosamente bibliografías para conseguir materiales con los que realizar buenas interacciones de conocimiento interpersonal, romper el hielo inicial en los grupos o para lograr una jornada más lúdica y agradable durante el tiempo destinado para su formación.

Las dinámicas recuperan el buen clima de un grupo, ofrecen posibilidades de interacción diferentes a la cotidianidad en la que se ven inmersos los mismos participantes o estudiantes. En ellas puede ocurrir lo que en la vida diaria no se puede experi-mentar. Por tanto, las dinámicas de grupo son una serie de ideas claras, con ciertas reglas de juego bastante definidas, expuestas o planteadas a un grupo de personas (estudiantes, empleados o participantes) para que las realicen. De ahí que las posibilidades sean infinitas, puesto que en las dinámicas cada persona y cada grupo le da un tinte o matiz especial.

Hacemos una dinámica para romper con la rutina, para unirnos, conocernos, reducir los niveles de estrés, manifestar la imaginación o la creatividad, competir de una forma sana y diferente, divertirnos, atribuirnos algo, imaginar, reflexionar, consolidar

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procesos formativos... ¡Las hacemos porque las necesitamos en nuestros grupos y en las relaciones interpersonales!

Algo de teoría

El mundo de la interacción grupal es cotidiano y se manifiesta desde todos los ámbitos. El proceso de grupo pretende que las relaciones interpersonales entre los miembros de un grupo de personas (en el aula de clase, el seminario, el departamento, la oficina, el taller... o la co-munidad) puedan darse en las mejores condiciones posibles o bajo parámetros aceptables de interrelación para que los objetivos comunes establecidos tengan un mejor clima o ambiente para su consecución.

El grupo es una realidad en las relaciones humanas, habiéndose expresado múltiples definiciones para definir los aspectos fenomenológicos que permitieran comprenderlo. Encontramos así algunas características comunes a la mayoría de las conceptualizaciones: por lo menos cierto número de miembros; algún referente territorial mínimo; un objetivo común; algunas ventajas psicológicas y existenciales para adscribirse a él; cierto grado de pertenencia al grupo, entre otras.

Cuando se logra un buen clima y una adecuada ambien-tación, los procesos grupales consiguen una mayor efectividad, porque así los individuos alcanzan lazos más afectivos o comprometidos con el grupo al que pertenecen, lo cual redunda en un conocimiento interpersonal más cercano y una mayor motivación para conseguir las metas comunes (por ejemplo:

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terminar un curso, una carrera, un proyecto, mejorar las relaciones cotidianas o alcanzar mayores niveles de motivación y autoestima).

Desde hace mucho tiempo la pedagogía se ha preocupado por alcanzar la mejor clase para el mejor aprendizaje, hasta el punto de que hasta el día de hoy, las nuevas pedagogías del sentido tan solo son formas de ilustrar la temática de un aprendizaje cada vez más significativo que adquiera carácter de verdadero instrumento en cada docente. Dentro de los grupos se genera la necesidad de un animador, de una localización lo más adecuada posible para la integración, la preparación rigurosa del docente (en el caso de las materias) o de un líder que dirija el proceso que involucra a la comunidad. Hoy se está de acuerdo en que lo lúdico permite una gama muy variada de posibilidades para facilitar el aprendizaje o elevar los niveles de autoestima o motivación de grupos que desean alcanzar un objetivo común. Lo lúdico sugiere nuevas interpretaciones de la realidad, de tomar parte en ella, de asumirla y por otra parte, conlleva elementos pedagógicos, reflexivos, imprevistos que proporcionan a los grupos nuevas percepciones de lo existente, pues debemos recordar que la realidad también posee rasgos de cotidianidad, rutina y monotonía, que merman la motivación de los grupos sociales.

La psicología social, desde 1950, ha desarrollado una importante teoría sobre la dinámica de grupo, explorando todos los posibles procesos que se suscitan de una interacción (obe-diencia, conformidad, atribución, disonancia, conflicto, innovación, minorías..., solamente por mencionar algunos tópicos), dando forma al campo de la psicología grupal tan actual, donde los grupos desarrollan interacciones.

Hacia el año 1930, época naciente de la dinámica de grupo como tal, la educación fue una de las condiciones para que se

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iniciara su progreso; la influencia de Dewey tuvo mucha fuerza, pues amplió los conocimientos y el discurso sobre la educación; la idea era aprender haciendo y surgieron los proyectos de grupo, las actividades extra curriculum y el gobierno estudiantil. De allí que el interés de los profesores era el de fomentar en sus estudiantes las habilidades de liderazgo, la generación de una pertenencia responsable mediante la cooperación, y por supuesto, las relaciones humanas. Está claro que los profesores se veían en la obligación de tomar decisiones, cuya repercusión se notaba en las circunstancias que rodeaban a los niños. También se realizaba la educación de los adultos y surgió la idea de un maestro líder que generara motivación, moral y conocimientos.

Por ello, dentro del aula, los recursos del profesor, educador o animador de grupo, requieren de estrategias que posibiliten los procesos de aprendizaje y brinden motivación, para que se genere un clima organizativo dentro del aula, teniendo en cuenta que hay infinidad de procesos en todo el mundo que se dan en grupo, más concretamente, desde las clases, recintos o aulas de interacción.

Las relaciones humanas (por utilizar el término tradicional) dentro del aula requieren siempre la renovación de procesos pedagógicos que hagan más interesantes las interacciones, que motiven el deseo de aprender; los grupos presentan en su interior conflictos que deben resolver, sea entre sus miembros, o con el mismo educador, situación a la que no escapa ningún curso en ningún lugar del mundo. Los grupos presentan siempre una dinámica interna (que compete a las actuaciones de sus propios miembros) y una dinámica externa (que son las variables que los grupos reciben desde otras instancias o agentes). Por otra parte, en el mundo de la pedagogía y de la metodología se presenta la situación de docentes con clases magistrales, extraordinarias, pero que son rutinarias y aburridas. A su vez se encuentran docentes

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con clases agradables y divertidas, pero pobres en contenido y metodología. Las dinámicas de grupo, cuando son organizadas y realizadas dentro del aula, suavizan, orientan, influyen, facilitan, recrean, cohesionan, fundamentan procesos de aprendizaje que motivan a los estudiantes o miembros de la interacción. Aunque esto no es nada nuevo, los profesores deberían perseverar en el desarrollo y estudio de sus aplicaciones para poder contar con clases o cursos más amenos, cargados de afectividad, desahogo o liberación interior y que por otra parte, suavicen las resistencias internas que imposibilitan un buen clima grupal.

El aula es un lugar concreto donde cualquier situación o posible interacción se puede dar, y también una gran oportunidad para que cada animador saque el mayor provecho de ella. En realidad cada educador cuenta con energías y debilidades en su manejo grupal: sea por rigidez y ecuanimidad, sea por exceso de liberalidad y desorganización, circunstancias donde las diná-micas grupales desempeñan papeles orientadores de procesos.

Debemos recordar, una vez más, que una dinámica en el contexto de esta propuesta, es una idea con cierto grado de siste-matización que se comparte con el grupo para que la ejecute, dándole su sello particular; idea que responde a intenciona-lidades y énfasis beneficiosos para sus miembros. Una dinámica es una actividad que ofrece posibilidades al grupo: lúdicas, reflexivas, liberadoras, de cohesión, educativas, siempre con un contenido pedagógico, pero que mantiene diferencias con un juego propiamente dicho, aunque tengan muchas afinidades con lo lúdico y lo divertido. La dinámica es una opción diferente para los miembros de un curso o grupo y también un as en la manga del coordinador o profesor que quiera consolidar nuevas formas de asumir la realidad en sus estudiantes; las dinámicas rompen con la cotidianidad bajo otra serie de representaciones y actuaciones interpersonales.

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Sin embargo, existe una realidad en estos procesos: algunos animadores cuentan con la facultad para realizar, desarrollar e innovar en este campo, mientras que otros no cuentan con tanta suerte (y es una gran mayoría la que no se ha aventurado a experimentar esta herramienta en el mundo pedagógico).

De modo que veamos algunas posibilidades importantes para interactuar con nuestros alumnos o estudiantes:

Tipología de las dinámicas de grupo

Las dinámicas de grupo son actividades con objetivos múltiples, y lo que en realidad pretende el animador es crear un mejor clima en el grupo y facilitar los procesos de formación pedagógica. Tienen el reto de romper con la rutina cargada de estrés al que todo ser humano se ve expuesto por distintas razones. Por tanto, las dinámicas se convierten más que indispensables en el tratamiento e interacción con los grupos. La simple rifa de unos cuantos paquetes de galletas se puede convertir dentro de un grupo en una dinámica, por el simple hecho de que todos desean ganar o probar suerte. La dinámica surge, se crea y se comparte. Quizás el reto esté en saber presentar la idea al grupo, haciéndole ver lo interesante que podría ser participar, puesto que no sabemos qué va a suceder.

En este libro se distinguen cinco posibilidades de dinámicas de grupo que pueden ser interesantes en la medida en que reflexionemos y nos decidamos a probar otras variantes e innovaciones. Nos daremos cuenta de que al percibir la idea inmediatamente nos invade el deseo de realizarla con los grupos donde participamos o conducimos procesos.

Aquí se ofrece un material interesante que puede ser trabajado con grupos a partir de los doce años. Aunque no se pretende clasificar por edades, porque una dinámica puede servir a múltiples propósitos y reflexiones, dependiendo del énfasis que

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el animador del grupo le quiera dar, sí se puede decir qué tipos de dinámicas se encontrarán en el presente texto:• Dinámicasdondesereflexionaenelámbitopersonaly

grupal.• Dinámicasoactividadesdeafinidad• Dinámicas«lúdicasdegrupo».• Dinámicas«anónimas».• Dinámicasdeinteraccióngrupal,percepcióninterpersonal

y esfuerzo individual.

Por favor: Lee y haz un estudio previo de los pasos o las pautas de la dinámica. Ello te generará seguridad y firmeza al plantearla al grupo. No temas realizar cualquier cambio, pues nuestra manera de ver e interpretar las cosas es diferente y nos han dado la creatividad como algo susceptible de mayor desarrollo con la práctica.

El Autor

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Construyendo el poema

Intencionalidad: Estimular la capacidad de improvisación y construcción graciosa de un poema, basándose en la observación de una ilustración.

Contexto: Un grupo con el cual se haya venido interactuando de manera satisfactoria y se haya logrado un proceso aceptable de integración.

Acción:• Elanimadorexplicalaimportanciadelaobservaciónenla

vida cotidiana, tanto para una mayor eficacia en las rela-ciones sociales como para encontrar el lado alegre de la existencia.

• Sedibujanosepegandosilustracionesenelpanel(paraser observadas) que presenten situaciones graciosas; por ejemplo: una persona comiendo helado pero manchada del mismo; dos personas comiendo un perrito caliente largo y delicioso, un chimpancé bien vestido...

• Selepidealosparticipantesdelgrupoqueguiándoseporla observación de las ilustraciones, cada uno deberá crear un poema alusivo de carácter jocoso y rimado.

• «Supongamosquelailustraciónelegidafueselaqueapareceenlapágina14».

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De esta forma, una composición podría ser:¡Ojalá que no me duelacon esas tenazas tan grandes,mi pobre muelano sea que después lo demande!

O también:

¡Una muela menosde esta boca extraigo,quietos y serenossi no me caigo!

• Alfinaldelaactividadseleeránlospoemas.¡Lacreatividades infinita!