ciudades y anti-ciudades en el fin de siglo brasileño: contagio y locura colectiva en os sertões

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Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM Les Cahiers ALHIM 29 | 2015 : La transformation de l’espace urbain en Amérique Latine (1870-1930) : discours et pratiques de pouvoir Ciudades y anti-ciudades en el fin de siglo brasileño: contagio y locura colectiva en Os sertões JAVIER URIARTE Resúmenes Español English El presente artículo complica la afirmación común de que el afán del escritor brasileño Euclides da Cunha por comprender el interior de Brasil lo diferencia radicalmente de la mayoría de los intelectuales de su época. Sin dejar de ser cierta la obsesión de Euclides por volver una y otra vez al sertão, propongo en este artículo que el escritor nunca deja de mirar desde la ciudad, desde las tensiones y las transformaciones centrales a Rio de Janeiro en el fin de siglo. Por ello en Os sertões introduce en su descripción de los espacios y de los hombres de Canudos -así como del ejército enviado por el gobierno contra los rebeldes- nociones de la psicología social y del higienismo que eran parte fundamental del discurso de los intelectuales y del gobierno de la ciudad. Este artículo discute algunas de las fuentes europeas que moldearon la mirada euclidiana y repiensa los conceptos de contagio y locura colectiva. Finalmente, centro mi análisis en la representación de Canudos como el reino del desorden y la masa, como una ciudad aberrante o impensable. This article complicates the common description of the Brazilian writer Euclides da Cunha as being focused on understanding only the interior parts of his country. This would imply a stark contrast to the majority of his contemporaries. Euclides’ interest in the Brazilian backlands would mean that he was not really influenced by the urban thought and by the social tensions of the city. While Euclides was actually obsessed with –and fascinated about– the sertão, and

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Ciudades y Anti-ciudades en El Fin de Siglo Brasileño: Contagio y Locura Colectiva en Os Sertões

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  • Amrique Latine Histoireet Mmoire. Les CahiersALHIMLes Cahiers ALHIM

    29 | 2015 :La transformation de lespace urbain en Amrique Latine (1870-1930) : discours etpratiques de pouvoir

    Ciudades y anti-ciudades en elfin de siglo brasileo: contagio ylocura colectiva en Os sertesJAVIER URIARTE

    Resmenes

    Espaol EnglishEl presente artculo complica la afirmacin comn de que el afn del escritor brasileoEuclides da Cunha por comprender el interior de Brasil lo diferencia radicalmente de lamayora de los intelectuales de su poca. Sin dejar de ser cierta la obsesin de Euclides porvolver una y otra vez al serto, propongo en este artculo que el escritor nunca deja de mirardesde la ciudad, desde las tensiones y las transformaciones centrales a Rio de Janeiro en el finde siglo. Por ello en Os sertes introduce en su descripcin de los espacios y de los hombres deCanudos -as como del ejrcito enviado por el gobierno contra los rebeldes- nociones de lapsicologa social y del higienismo que eran parte fundamental del discurso de los intelectualesy del gobierno de la ciudad. Este artculo discute algunas de las fuentes europeas quemoldearon la mirada euclidiana y repiensa los conceptos de contagio y locura colectiva.Finalmente, centro mi anlisis en la representacin de Canudos como el reino del desorden y lamasa, como una ciudad aberrante o impensable.

    This article complicates the common description of the Brazilian writer Euclides da Cunha asbeing focused on understanding only the interior parts of his country. This would imply a starkcontrast to the majority of his contemporaries. Euclides interest in the Brazilian backlandswould mean that he was not really influenced by the urban thought and by the social tensionsof the city. While Euclides was actually obsessed with and fascinated about the serto, and

    http://alhim.revues.org/https://alhim.revues.org/5176https://alhim.revues.org/5247#abstract-5247-eshttps://alhim.revues.org/5247#abstract-5247-en
  • wanted to return to that space incessantly, his perspective is always that of the city: his gaze isentirely urban, infused by the transformations and tensions that Rio de Janeiro wasundergoing. This is why, in his descriptions of the backlands and its people, he incorporateshygienist notions and ideas that come from the field of social psychology. Here I discuss someof the European sources that molded Euclides perspective, and I rethink the concepts ofcontagion and collective madness. Finally, I focus my analysis on the representation ofCanudos as the reign of disorder and of the masses, as an aberrant and unthinkable city.

    Entradas del ndice

    Keywords : social psychology, masses, Canudos, collective madness, anti-cityPalabras claves : psicologa social, masa, Canudos, locura colectiva, anti-ciudad

    Texto completo

    Masa, masacre, ciudadLa Guerra de Canudos (1897) fue uno de los episodios ms trgicos de la historia del

    siglo XIX latinoamericano. En ella se enfrentaron un gigantesco ejrcito (de ms dediez mil hombres) de la flamante Repblica brasilea (fundada tan solo ocho aosantes) y el tambin muy numeroso grupo de los seguidores de Antnio Conselheiro,una mezcla de mstico y caudillo que haba logrado atraer hacia su prdica a las masasmarginadas y hambrientas a cuya situacin el nuevo sistema no haba ofrecido ningunasolucin, y contra el cual O conselheiro cuyo nombre era Antnio Mendes Maciel diriga sus palabras, considerndolo pecaminoso y alentando a sus seguidores a nopagar impuestos. Los mismos se haban instalado en un lugar remoto -desde la miradacarioca, que detentaba el poder en los primeros aos de la Repblica- del sertn delEstado de Baha. All se haban concentrado en un pueblo que los rebeldes llamabanBelo Monte, pero que hoy se recuerda todava como Canudos. Luego de sucesivasderrotas, el gobierno central de Brasil envi un enorme contingente de soldados, y elconflicto culmin en una masacre. Adems de los miles de hombres y mujeres muertosen combate, el ataque final implic la matanza -el degello, generalmente- casi absolutade los habitantes de Canudos, quienes resistieron hasta el final1.

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    La masacre se explica en gran medida por la incapacidad de los republicanos deconcebir el descontento y la protesta contra el nuevo sistema, que junto con laabolicin de la esclavitud, alcanzada en 1888 pareca ofrecer la solucin a todos losproblemas, siempre desde la perspectiva de la elite dominante, claro est. Eso es lo quelleva a Walnice Nogueira Galvo a referirse a la percepcin de la rebelin en Canudoscomo una oposio ilgica, como el apoyo a una causa incomprensvel, ya que elnuevo sistema pareca otorgar a todos el estatuto de cidadania (Galvo, 1994: 1). Sinembargo, la rebelin en el sertn mostr a los republicanos una cara del sistema quetodos preferan destruir a aceptar como real en el nuevo paraso conseguido: aquelaface da sociedade brasileira em que nenhum bem-pensante (monarquista ourepublicano) se queria reconhecer (Galvo, 1994: 2). Canudos se configur as en estediscurso no slo como el lugar de lo que se encuentra ms all de la razn y de loaceptable desde la bsqueda de los ansiados ordem e progresso (famoso logopositivista de la bandera brasilea, tambin creada en el ao de la fundacin de laRepblica), sino como un espacio aberrante o anmalo que resulta una especie demancha, de vergenza al interior del espacio nacional.

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    Os sertes (1902), de Euclides da Cunha, constituye la narracin de esta Guerra, desus orgenes y de su desarrollo, aunque el texto de enorme complejidad coloca endilogo los discursos cientficos y sociales ms recurrentes de fines del siglo XIX.

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  • Mezcla de tratado sociolgico y antropolgico, con un uso frecuente del lenguaje de lageologa y la historia militar, haciendo uso de la retrica del viaje y apropiando enforma singular y contradictoria el discurso de la ciencia del momento, Os sertes sepropone como un ensayo sobre la composicin espacial, racial y social del Brasil del finde siglo. Su discurso incorpora el discurso de las nacientes ciencias sociales y de lasteoras raciales que gozaban de gran aceptacin entre las clases intelectuales y principalmente entre las elites cariocas. Son claros los rastros de la antropologabiolgica y la psicologa social en la contradictoria descripcin del paisaje y del hombrebrasileos que Os sertes construye. Esta ambicin totalizadora, este querer hablardesde varios lugares al mismo tiempo, este querer analizar la realidad con todos losdiscursos posibles de modo simultneo, es una de las grandes riquezas del texto. Lavoluntad de denunciar la masacre que implic esta guerra, el propsito poltico dellibro, se ve superado por la vocacin esttica: se trata de un libro excesivo,maravillosamente escrito, que hace de la contradiccin y la explosin de discursos unaherramienta de produccin de una trgica belleza.

    En este ensayo me concentrar en las formas en que este texto loco, excesivo,desordenado representa precisamente la locura, el desorden, el exceso de lo otro. Esparticularmente interesante el hecho de que muchas de las teoras racialesmencionadas arriba eran contemporneas al gran crecimiento de los centros urbanos ya las grandes modificaciones que en ellos se iban dando entre fines del siglo XIX y loscomienzos del siguiente. La mirada supuestamente cientfica sobre el espacio es unamirada ordenadora, que otorga sentidos a los espacios, que busca disciplinar ycontrolar los desplazamientos y las identidades. El horror a la masa urbana es una delas principales cuestiones que provocan ansiedad y nervios en los intelectuales del finde siglo, como lo ha demostrado Graciela Montaldo (entre muchos otros) para el casohispanoamericano. Las masas urbanas comienzan tambin a ser una realidad en el Rode Janeiro de fines del siglo, como puede verse en la que acaso sea la novela msconocida sobre ciertas clases marginadas de esta ciudad en estos aos: O cortio(1890), de Alusio Azevedo2. La fuerte preocupacin mdica e higienista esfundamental no slo en la literatura naturalista, sino en casi todas las escrituras que seocupan de la problemtica social en esos aos3.

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    El imaginario de la ciudad que se quiere desesperadamente moderna, as como lastensiones que este impulso modernizador genera, estn presentes en todo el discursosocial y en la produccin cultural de fines del siglo XIX y comienzos del siglo pasado. Lamirada del intelectual brasileo es, entonces, una mirada de ciudad. Euclides da Cunhatena sin duda intereses diferentes de los de la clase dominante, y de hecho su relacincon los crculos de poder cariocas fue bastante compleja. El poder le fue casi siempreesquivo, y el propio autor no se sinti parte de esos crculos, incluso despus de pasar ala fama y ser admitido como parte de la Academia Brasilea de Letras, ya en los ltimosaos de su vida4. Adems, la atraccin de Euclides hacia el interior de Brasil, que BritoBroca llamara bellamente hantisse do serto (Broca, 1960: 100), representaba unrasgo singular en el ingeniero. Euclides dedicara su vida a viajar por el interior de supas; despus de Canudos, viajara hasta las regiones amaznicas sin ir nunca al viejocontinente, meta imprescindible para la inteligentsia de su pas. En una carta de 1896,por ejemplo, Euclides afirma: Este 28 de abril tem ainda para mim a qualidade derecordar a minha chegada nesta formosa Campanha, aonde fui parar bruscamente,deixando o seio impuro da velha capital em desordem pela sociedade mais nobre doserto (Galvo y Galloti, 1997: 95). Aqu el serto es un lugar de descanso, deserenidad, de pureza, y aparece asociado con una especie de retorno a los orgenes. Estaansia de amplitud, de espacios abiertos, representa sin duda una mirada original sobreel espacio de Brasil, donde las clases medias y altas de la costa dan sistemticamente lasespaldas al interior empobrecido y miran a Europa (y, ms modernamente, a losEstados Unidos)5.

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    Sin embargo, este artculo sugiere que el imaginario urbano -y, fundamentalmente,6

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  • Contagio y locura colectiva: Ossertes y la psicologa social

    banditry, gangland rivalry, policing, and making war all belong on the samecontinuum on the process of state building, which tends to monopolize theconcentrated means of violence. Key to this argument was the notion that states

    los discursos y las tensiones que lo constituyen en el fin de siglo- configuracentralmente la escritura y la mirada del narrador de Os sertes, sobre todo en lo que serefiere a su descripcin de los habitantes y los espacios del serto de Baha. 1897, el aode la Guerra de Canudos, es el ao de la fundacin de Belo Horizonte, una ciudadenteramente planificada y smbolo de los primeros aos de la repblica y del impulsourbanizador que la acompa. El ao de la publicacin del libro (1902) es tambinsignificativo: en ese momento el alcalde de Rio de Janeiro, Francisco Pereira Passos,ingeniero como el propio Euclides, comenz su mandato, que implicara una reformaurbanstica inspirada en el Pars de Haussmann y que cambiara de forma radical ydefinitiva el paisaje urbano carioca, conocida como o bota abaixo6.

    Al describir a los hombres del serto, Euclides hace uso de una retrica basada enuna concepcin mdica de la rebelin como un contagio. Este ltimo concepto esesencial en la psicologa social de fines de siglo que Euclides ley. Los tericos que eneste sentido ms influencia tuvieron en sus escritos fueron Scipio Sighele, a quienEuclides se refiere en forma explcita, y Gustave Le Bon, a quien no cita pero cuyasideas reproduca Sighele7. La obra de Le Bon Psychologie des foules (1895) fue deenorme influencia en los ltimos aos del siglo8. Directa o indirectamente, Euclidesdialogaba con ella.

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    El contagio es la forma central en que la masa se construye, segn esta teora. Elcontagio se da a travs de la sugestin, un procedimiento similar a la hipnosis. La masaimplica la prdida de individualidad y de la capacidad de razonar9. As, el surgimientode la masa conlleva el surgimiento de un nuevo ser, diferente de cada individuo que lacompone. Un elemento clave de la psicologa de masas que Euclides lea y reproducade modo singular lo constituye el anlisis de fenmenos sociales recurriendo al lenguajede la biologa y de la moralidad. La masa en general se compone de individuos dbiles,ms susceptibles a la sugestin, a ser influidos y fascinados por otros; el contagio esfundamentalmente moral. En este sentido, es clave la forma en que el jefe de la masa secomporta, es decir, la direccin moral, entindase en que l decide mover a la masa.La figura del lder se vuelve entonces central, pero la masa se mueve generalmente mal,hacia la violencia o el desorden. Costa Lima, al analizar la teora de Sighele, concluye:a massa um viveiro de males, campo propcio para a sugesto do contgio, para oqual a grande maioria est predisposta (Costa Lima, 1997: 66). La masa es, endefinitiva, una fuente de ansiedad, una amenaza para la paz y la disciplina, para elorden y el progreso que buscaba imponer el Estado. Adems, el contagio no es enrealidad evitable en el mundo moderno, acaso slo encausable.

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    Sin embargo, en Os sertes la retrica del contagio es decisiva, ya que no slodescribe el mecanismo mediante el cual las multitudes surgen y la lgica de laagregacin, sino que tambin es una alusin al posible hecho de que la rebelin deCanudos se extendiera por todo el pas. A pesar de que este temor fue absolutamenteparanoico e infundado, fue clave en la obsesin del Estado por aplastar estamanifestacin de resistencia10. De hecho, la propagacin temida apareca dirigida tantohacia adentro hacia la propia ciudad como hacia afuera, hacia el sertn msprofundo, donde el caos permanecera inalcanzable, lejos de la mirada y de la accin delEstado. Leeds, citando a Charles Tilly, destaca el mecanismo que emplea el podercentral para autoafirmarse a travs de la creacin de conflictos:

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  • act as protectors of their populations from both external and internal dangers,whether real or perceived, legitimate or fabricated. (Leeds, 1996: 51)

    um laboratrio infernal, destilando a febre que irradia, latente, nos germes doimpaludismo, profusamente disseminados nos ares, ascendendo em nmeroinfinito de cada ponto onde bata um raio de sol e descendo depois sobre astropas, multido enorme, milhares de organismos nos quais as fadigasdeterminam uma receptividade mrbida extraordinria. (Cunha, 2001: 75)

    Precisamente, la Guerra de Canudos marc un momento clave en relacin con laconsolidacin del aparato estatal en el proceso de modernizacin de Brasil. Es elmomento en el que el Estado establece su dominio definitivo sobre todo el territorio, apesar de que continan las exploraciones y los viajes hacia los confines ms alejados delmismo (es el caso de la Amazonia, claro est). Euclides particip en una intensacampaa que a travs de la prensa cre en Canudos una amenaza a la recin nacidarepblica de parte de un grupo con un supuesto programa restaurador de la monarquaque contaba incluso con apoyos extranjeros: Arquitetou-se uma representao deCanudos como o foco de uma contra-revoluo monarquista internacional, com sedeem Nova Iorque, Paris e Buenos Aires (Galvo, 1994: 6). Roberto Ventura se refiere eneste sentido a la mquina da propaganda da imprensa e do governo (Ventura, 1996:285) que habra cegado a Euclides.

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    Los temores a la extensin rpida del mal tienen que ver con la idea de contagio,como se explicita en Os sertes: O ambiente moral dos sertes favorecia o contgio e oalastramento da nevrose. A desordem, local ainda, podia ser ncleo de umaconflagrao em todo o interior do Norte (Cunha, 2001: 283). Hay, como hemos visto,un deslizamiento del discurso higienista en boga en esa poca hacia el plano moral. Lateora de las multitudes se conjuga aqu con el discurso mdico extendindose a laneurosis colectiva, clave por entonces en la retrica higienista del Estado. El contagioaparece ligado a la idea de la locura colectiva (Canudos permanece siempre en elmbito de lo irracional, de lo demencial), a la multitud. Incluso el propio predicador esconsiderado como una forma de enfermedad; su propio traslado por tierras sertanejas,que termina con la fundacin de Canudos, es descrito como una evolucin monstruosae imparable, como se lee en la crnica que Euclides escribe el 26 de agosto de 1897,incluida en su Dirio de uma expedio: as diversas fases da existncia desse homemextraordinrio -fases diversas, mas crescentes e sempre numa sucesso harmnica,lgica nas suas mais bizarras manifestaes, como perodos sucessivos da evoluoespantosa de um monstro (Cunha, 2006: 63). La armona y la lgica que se concedenal movimiento del creador de Canudos pertenecen en realidad a un mbitoincomprensible; este hombre se mantiene coherente en el marco de un plan que esajeno a la comprensin de quien escribe, que permanece en la extraeza ms absoluta,pero que sin embargo avanza incesante hacia un objetivo que la cita parece asumircomo claro y definido. Canudos es una suerte de producto monstruoso de esa prdica.

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    Naturalmente, el discurso higienista tambin est presente en la mirada letradasobre este espacio. Tambin en el Dirio, la descripcin de los ros llenos de barro querodean Canudos y conducen hasta ella y esta direccionalidad naturalmente essignificativa, Canudos surge de ese barro construye una atmsfera proclive e a laextensin de la enfermedad:

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    El ritmo nervioso de la escritura se usa en la retrica de Euclides frecuentementepara aludir a la representacin del espacio como contagio. Aqu tambin se emplea parahacer alusin a la diseminacin del paludismo. El objetivo hacia el que estaenfermedad se dirige es el ejrcito, que va a luchar contra Canudos: el crculo delcontagio se har completo en el mismo momento de la lucha. El conflicto, as, no esslo un enfrentamiento y una ruptura, sino tambin una continuidad imperceptible. Enla cita, la descripcin del ejrcito como una multitud enorme insiste en el aspectodesorganizado del mismo y, de acuerdo con la concepcin sobre la psicologa de masas,

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  • que um exrcito , antes de tudo, uma multido, acervo de elementosheterogneos em que basta irromper uma centelha de paixo para determinarsbita metamorfose, numa espcie de gerao espontnea em virtude da qualmilhares de indivduos diversos se fazem um animal nico, fera annima emonstruosa caminhando para dado objetivo com finalidade irresistvel.Somente a fortaleza moral de um chefe pode obstar esta transfiguraodeplorvel, descendo, lucida e inflexvel, impondo uma diretriz em que seretifique o tumulto. (Cunha, 2001: 458)

    Canudos: la ciudad como barbarie

    como una entidad especialmente receptiva al contagio ideolgico. La propia escriturajuega con la ambigedad al aproximar las referencias a la enfermedad y al ejrcitoenemigo. La relectura atenta de las ltimas lneas transcritas arriba muestra que losmillares de organismos son los hombres, no los grmenes de la enfermedad, pero estono es claro en una lectura rpida. La sintaxis de la frase coloca en un lugar prximo laenfermedad y su vctima (y potencial husped y trasmisor a su vez), identificndolos assutilmente. No slo el espacio contagia al ejrcito, sin embargo. Sus propios lderes losconducen a la destruccin. En Os sertes, el ejrcito es descrito como multitud sin ms,lo que obviamente identifica a las dos facciones como propensas a la locura y aldesorden11:

    Las comillas en el discurso de Euclides corresponden a una cita de Gabriel Tarde,probablemente extrada del libro de Sighele La foule criminelle (1892), de acuerdo a loque sostiene Lepoldo Bernucci en su utilsima edicin del texto de Euclides12.

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    Un escritor, en este caso brasileo, con el que Euclides mantiene un importantedilogo intertextual, es Raimundo Nina Rodrigues (1862-1906), mdico y criminlogo,fundador de la Escuela Cientfica Bahiana, autor de libros como As raas humanas e aresponsabilidade penal no Brasil (1894). Nina Rodrigues, influenciado por las teorasraciales europeas en boga en Brasil, entre ellas las frenologa, escribi tambin elensayo A loucura epidmica de Canudos (1897), que se incluy en el libro pstumo Ascoletividades anormais (1939). En Os sertes este autor aparece citado explcitamenteuna vez13. En otras ocasiones Euclides parafrasea textos de Nina Rodrigues a lo largo devarias pginas sin citarlo (Cunha, 2001: 200 y ss)14. Adems de dialogar con Euclidesen el texto, Nina Rodrigues es relevante porque fue l quien, despus de la decapitacinde Antnio Conselheiro al trmino del conflicto, recibi su cabeza para, supuestamente,analizarla, medirla y dar as una explicacin de la anormalidad que constitua ese lderreligioso y popular. Naturalmente, nada encontr el mdico all (Ventura, 1991: 55)15.

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    En el artculo mencionado arriba, el supuesto cientfico estudia a AntnioConselheiro y diagnostica al lder de Canudos como poseedor de un delrio crnico yde una psicose sistemtica progressiva (Cunha, 2001: 43). All se hacen mltiplesreferencias a la coherncia del delirio que sufrira o Conselheiro. Esta idea de laconsistencia de la progresin de la enfermedad recuerda a aquella descripcin en lacita reproducida arriba del mal que progresa de modo monstruoso pero lgico. En suimportante libro Estilo Tropical, Roberto Ventura discute numerosas teoras raciales,sobre todo en relacin a la ideologa del mestizaje en Brasil. All sostiene que NinaRodrigues crey probar cientficamente la inferioridad de la raza negra. Asimismo,agrega lo siguiente: Nina Rodrigues ope o litoral, reduto da civilizao e dos gruposbrancos, ao serto, dominado por uma populao mestia, infantil, inculta, em estadoinferior da evoluo social (Ventura, 1991: 54).

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    En este contexto, en que la ciudad ordenada era el paradigma del progreso y lacivilizacin amenazado por la multitud inculta, Canudos significaba el triunfo de esamasa. Era la ciudad creada desde la barbarie, es decir, una aberracin, un engendro

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  • A urbs monstruosa, de barro, definia bem a civitas sinistra do erro. O povoadonovo surgia, dentro de algumas semanas, j feito runas. Nascia velho. Visto delonge, desdobrado pelos cmoros, atulhado de canhadas, cobrindo reaenorme, truncado nas quebradas, revolto dos pendores tinha o aspectoperfeito de uma cidade cujo solo houvesse sido sacudido e brutalmente dobradopor um terremoto. No se distinguiam as ruas. Substitua-as ddalodesesperado de becos estreitssimos, mal separando o baralhamento caticodos casebres feitos ao acaso [...]. (Cunha, 2001: 291-292, nfasis en el original)

    Bibliografa

    impensable, una contradiccin, una novedad decrpita. Es el lugar fundado por lamultitud descontrolada, es el resultado del desorden de la masa, que ya no es unaamenaza en el margen de la ciudad, sino que la crea. En la descripcin que realiza deeste espacio loco, el narrador euclidiano construye a Canudos como una anti-ciudad.Malena Grzegorczyk ha notado que esta descripcin incluye exactamente todo aquelloque una ciudad no debe ser: the very description of Canudos focuses on it as adisruptive, improper urban space. In part, the portrayed rebellion is a struggle overwhat the city and any city is, can be, and ought to be (Grzegorczyk, 2005: 16).

    El horror al desorden acaso sea el elemento principal de esta descripcin. EnCanudos no existe limpieza, ni ordenamiento, ni separacin entre las viviendas. Se trata-y ese es el problema- de un lugar que no est sujeto a la ley del Estado, que se quieretotalizadora. Y las leyes, si existen, escapan a las que rigen en la ciudad letrada, quebusca ante todo ser ordenada. Este pasaje es uno de los ms frecuentemente citados deOs sertes:

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    Canudos es casi programticamente lo opuesto de lo que ngel Rama describicomo el proyecto letrado de la ciudad: en este espacio no hay rastros de lo que el crticollam razn ordenadora. En vez de una ciudad ordenada, donde resulte fcilestablecer los espacios del poder, Canudos es una ciudad sin calles, no planificada:como se tudo aquilo fosse construdo, febrilmente, numa noite, por uma multido deloucos... (Cunha, 2001: 292). Desordenada, catica, resulta una suerte de Sodoma yGomorra o, talvez, una suerte de favela dentro de Brasil. La cita juega con estructurasoximornicas como urbs monstruosa o civitas sinistra (en la pgina 296 se leecidade selvagem): las ideas a que apelan estas palabras latinas tienen que ver con elorigen mismo de la ciudad, y la segunda tiene resonancias especialmentecontemporneas a la obra, con todo el impulso civilizador que la inspira. Como estasexpresiones, Canudos es tambin una contradiccin, un engendro aberrante, catico eincomprensible. No es posible leer o codificar este espacio a travs de mapas, comosucede en la primera parte del libro, donde se incluyen mapas del territorio recorrido.Si el orden debe quedar instituido antes de que la ciudad exista, para as impedir eldesorden, lo que alude a la peculiar virtud de los signos de permanecer inalterables enel tiempo y seguir rigiendo la cambiante vida de las cosas dentro de rgidos encuadres(Rama, 1998: 21, nfasis en el original), Canudos se presenta como incapaz de ser fijadaa travs de esas operaciones. El azar, el desorden y la espontaneidad reinan; as, elpoblado escapa a la dinmica fijadora del signo. La oposicin entre lo mvil y lo inmvilcruza el texto y se coloca en el medio de las tensiones escenificadas en l. Canudosresulta as proteica, cambiante, ajena a estrategias de planificacin y ordenamientoterritorial. Por eso permanece inconcebible para Euclides.

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    AZEVEDO, Alusio, O cortio, Apresentao Paulo Franchetti, notas Leila Guenther, SoPaulo, Ateli, 2012.

    BROCA, Brito, A vida literria no Brasil: 1900, Rio de Janeiro, Jos Olympio, 1960.CARVALHO, Jos Murilo de, Os bestializados: o Rio de Janeiro e a Repblica que no foi, SoPaulo, Companhia das Letras, 1987.

  • Notas

    1 Levine (1992 : 185) sostiene que el nmero de muertos fue de 15.000, aunque muy poco sesabe sobre las dimensiones que el poblado lleg a alcanzar. Levine sostiene que [Canudos']population of 25,000 (at its height in 1895 probably closer to 35,000) made it the largesturban site in Bahia after Salvador, the capital (Levine, 1992 : 16). Sin embargo, MarcoAntonio Villa cree que esto es imposible. l concluye que Canudos no slo no era la ciudad msgrande del interior de Baha, sino que nunca alcanz a tener 25.000 habitantes, habiendoalcanzado, como mximo, los 10.000 (Levine, 1992 : 220). Lo que no parece estar en discusines la lgica desertificadora del ejrcito, la saa con que ste se propuso no dejar rastro algunode este espacio de resistencia.2 El naturalismo, claro est, dialoga con miradas centradas en la raza y en el medio. No est dems recordar el penltimo captulo de esta novela, en que se cataloga todo loirremediablemente enfermo de los sectores marginales de la ciudad, todo aquello que generaprofundo rechazo en la clase intelectual y en la elite dominante. El nuevo cortio o conventilloque se ha generado, Cabea de Gato, se va volviendo mais torpe, mais abjeto, mais cortio,vivendo satisfeito do lixo e da salsugem que o outro [cortio] rejeitava, como se todo o seuideal fosse conservar inaltervel, para sempre, o verdadeiro tipo de estalagem fluminense, alegtima, a legendria ; aquela em que h um samba e um rolo por noite ; aquela em que sematam homens sem a polcia descobrir os assassinos ; viveiro de larvas sensuais em queirmos dormem misturados com as irms na mesma lama ; brejo de lodo quente e fumegante,

    COSTA LIMA, Luiz, Terra ignota. A construo de Os sertes, Rio de Janeiro, CivilizaoBrasileira, 1997.CUNHA, Euclides da, Os sertes (Campanha de Canudos), Ed, Leopoldo M. Bernucci, SoPaulo, Ateli Editorial, 2001 [1902].

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  • donde brota a vida brutalmente, como de uma podrido (Azevedo, 2012 : 349-350).3 El libro Os bestializados. O Rio de Janeiro e a Repblica que no foi, de Jos Murilo deCarvalho se ocupa de las dinmicas de exclusin y de las tensiones sociales que se instalaronen Rio por esos aos con particular intensidad, para ya no irse. El texto fundamental deNicolau Sevcenko A revolta da vacina se centra en este conocido episodio de violenciahigienista que en 1904 gener las primeras revueltas populares urbanas significativas en lahistoria de Brasil. Sobre este punto, ver tambin el libro de Teresa Meade Civilizing Rio.

    4 Ver, por ejemplo, las tensiones de Euclides da Cunha en relacin al establishment carioca enla edicin de sus cartas realizada por Walnice Nogueira Galvo y Oswaldo Galotti. Asimismo,Thomas Skidmore y Thomas Holloway, al publicar algunas cartas inditas de Euclides,sostienen lo siguiente : these letters reflect Euclides' struggle for formal recognition andreward in the narrowly Francophilic cultural ambience of Rio de Janeiro. Although he wonmany of the positions he sought, including membership in the Academia Brasileira de Letrasand a chair in logic at the prestigious Colegio Pedro II (renamed the Ginsio Nacional by theRepublican regime), Euclides remained a psychological outsider (Galvo y Galloti, 1997 : 31).5 Maurcio Silva habla de un desvio de perspectiva do espao urbano e central para osertanejo interior (Silva, 2006 : 28) que habra caracterizado a Euclides.6 Para este tema es esencial el mencionado libro de Murilo de Carvalho, entre muchos otrostrabajos.

    7 Dialogo aqu con Luiz Costa Lima y su importante libro Terra ignota. Es particularmentepertinente para m argumento el captulo III de este libro, titulado Imitao e contgio.8 Por ejemplo, en Argentina su influencia se dej ver claramente en los trabajos de Jos MaraRamos Meja, quien en Las multitudes argentinas (1899), realizaba un anlisis biolgico ypositivista de la historia de la masa desde las revoluciones hasta el momento de la escritura. Ensu caso, el texto traduce la ansiedad intelectual con respecto a las masas urbanas ycrecientemente obreras, en gran medida configuradas por inmigrantes, finalmenteconsolidadas en el fin de siglo, cuando comienza a vislumbrarse la posibilidad de queadquieran un poder poltico real.9 Al decir de Costa Lima, citando a Le Bon : a propagao das massas apresentaria um sinalpreocupante por serem elas pouco aptas para o raciocnio e, ao invs, muito aptas para aao (Costa Lima, 1997 : 67).

    10 Es interesante sealar que, precisamente, la retrica de la resistencia es la contraria a la dela conquista. La rebelin se basaba en la no aceptacin de ciertas nociones y polticaspromovidas por el nuevo gobierno republicano. En un juego perverso, la retrica oficialatribuye la voluntad conquistadora a aquel que resiste.11 Asimismo, tanto Antnio Conselheiro como el General Moreira Csar, lder de la terceraexpedicin del gobierno contra los rebeldes, son descritos en trminos de neurosis, comoindividuos fuertemente patolgicos.12 Tanto Bernucci como Costa Lima parecen coincidir en que Euclides no tuvo un accesodirecto a los textos de Tarde, aunque mientras Costa Lima argumenta que no hay ningnindicio de las teoras del socilogo francs en Os sertes, Bernucci muestra claramente que hayrastros bien concretos de Tarde en Euclides (lo que no significa que ste haya seguido susteoras, claro est).13 La cita es la siguiente : Somente nos ltimos tempos um investigador tenaz, NinaRodrigues, subordinou a uma anlise cuidadosa a sua religiosidade original e interessante(Cunha, 2001 : 153).

    14 Debo esa informacin, una vez ms, a Leopoldo Bernucci en su edicin muy completa deltexto. No es sta la nica vez en que Euclides procede de este modo. El carcter fuertementeintertextual de su libro debe ser reiterado : Os sertes es en gran medida una reescritura, unareelaboracin de textos de diferentes tipos y tradiciones. Llama la atencin que Costa Lima nose refiera en ningn momento al trabajo de Nina Rodrigues cuando discute el lugar de laciencia en la construccin del texto mayor de Euclides.15 No menos interesante parece el hecho de que el crebro de Euclides da Cunha fueraconservado en el museo por dcadas, luego de su trgica muerte en 1909. Supuestamente,tambin podra probarse la genialidad analizando los caracteres externos de este rgano. Lacabeza del Conselheiro convivi mucho tiempo con el cerebro de Euclides. Ambascompartieron el mismo espacio del museo.

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  • Javier Uriarte, Ciudades y anti-ciudades en el fin de siglo brasileo: contagio y locuracolectiva en Os sertes , Amrique Latine Histoire et Mmoire. Les Cahiers ALHIM [Enlnea], 29 | 2015, Publicado el 18 junio 2015, consultado el 28 julio 2015. URL :http://alhim.revues.org/5247

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    Javier UriarteAssistant Professor Hispanic Languages and Literature Room N3025 - Melville Library. StateUniversity of New York, Stony Brook (Estados Unidos. E-mail: [email protected]

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