colegio sthella de hernández, carchá, a.v. · 2020. 5. 5. · cognición social: procesos de...
TRANSCRIPT
Instrucciones Generales: Realice una lectura previa del material informativo que se le
proporciona, seguidamente proceda a realizar las actividades descritas, trabaje solo (a),
limpio (a), ordenado y con letra legible.
ACTIVIDADES
INSTRUCCIONES ESPECÍFICAS:
o Iniciaremos una serie de actividades para retroalimentar los tipos de conocimiento que los niños utilizan durante su aprendizaje, adaptados al área natural y social.
o Lea y copie la siguiente información elaborando un organizador creativo.
o Elabore 3 actividades cognitivas diferentes que desarrollen esa habilidad en sus alumnos. En la imagen se le proporcionan ideas a utilizar.
RECURSOS:
Utilice su cuaderno. Material didáctico si tuviera. Lapiceros negro y azul (colores si
tuviera) Marcadores, resaltadores o
crayones. Regla y lápiz (Si es necesario) Diccionario (Si es necesario)
TEMA/INFORMACIÓN 1. Aprendizaje cognitivo:
Las habilidades cognitivas son procesos mentales que se desarrollan desde la niñez y nos permiten desenvolvernos con éxito en la vida cotidiana. Estos procesos nos preparan para recibir, seleccionar, procesar, almacenar y recuperar la información que necesitamos relacionar con el mundo.
Algunas de las habilidades cognitivas que con frecuencia requieren mayor entrenamiento son las siguientes: Funciones ejecutivas, atención y memoria.
Otras habilidades cognitivas que también es importante entrenar en caso de que se identifique alguna dificultad son:
Orientación: Consciencia de nosotros mismos y del contexto en un momento determinado.
Habilidades visoespaciales: Capacidad para representar, analizar y manipular objetos mentalmente.
Gnosias: Capacidad para reconocer información previamente aprendida por uno o varios de los sentidos.
Praxias: Habilidad para realizar movimientos organizados para lograr un fin.
Lenguaje: Capacidad para expresar y comprender ideas que se comunican a través de signos y símbolos convencionales.
Cognición social: Procesos de análisis e interpretación de pensamientos, emociones y
EJEMPLOS:
1. Actividades artísticas:
Colegio Sthella de Hernández, Carchá, A.V.
Carrera: 6to. MEIBI
Curso: Medio Social y Natural y su Didáctica
Fecha: 04/05/2020
Guía de Estudio No. 3
comportamientos propios y de los otros, en contextos sociales.
¿Cómo se pueden desarrollar las habilidades
cognitivas? Algunas actividades que ayudan a desarrollar estas habilidades son las siguientes.
1. Juegos: libres o estructurados (con reglas). 2. Videojuegos educativos. 3. Ejercicio y actividades deportivas. 4. Actividades artísticas. 5. Mindfulness y ejercicios de atención.
(Puede ingresar al siguiente link para ampliar su información).
http://towi.com.mx/habilidades-cognitivas-desarrollan/
2. Juegos:
COLEGIO STHELLA DE HERNANDEZ DOCENTE: CRISTIAN ALEJANDRO RUIZ GARCIA CURSO: EXPRESION ARTISTICA Y CORPORAL GRADO: 6TO MEIBI ACTIVIDAD: Elaboración de instrumentos de imitación de sonidos de instrumentos musicales. En el cuaderno escribir los posibles instrumentos que se encuentren en su hogar que puedan emitir sonidos parecidos a los instrumentos musicales. (Mínimo 8 cosas). (Elaborarlos, abajo tienen unos ejemplos). Ejemplo:
Ejemplo:
Guía #3 Sexto MEIBI Curso: Enfoques pedagógicos Jornada: Matutina, Vespertina. Tema: Modelos Pedagógicos Instrucciones: Continuando con los modelos pedagógicos de la semana anterior, ahora trabajaremos el conductismo. Realice la lectura de la siguiente información. Al finalizar escriba en su cuaderno una anécdota donde algún docente haya trabajado el modelo conductista. Para darle una mejor idea donde haya obligado a memorizar. 2. Modelo conductista El modelo pedagógico conductista considera también que el papel de la educación es la de transmisión de saberes, viéndola como una manera de generar la acumulación de aprendizajes. Se basa en el paradigma conductista en su vertiente operante, proponiendo que a todo estímulo le sigue su respuesta y la repetición de esta se ve determinada por las posibles consecuencias de dicha respuesta. A nivel educativo se pretende el aprendizaje por modelamiento de la conducta, fijando la información a través del refuerzo. El rol del alumno bajo este paradigma es también pasivo, si bien pasa a ser el foco principal de atención. El maestro sigue estando por encima del alumno, en un rol activo en el que emite las situaciones e informaciones que sirven de estímulo. Abunda el uso de metodología memorística y imamitivo-observacional. Los procedimientos técnicos y las destrezas suelen ser bien aprendidos bajo esta metodología a un nivel procedimental, considerándose el aprendizaje como cambio de conducta. Se trabaja a través de una evaluación sumativa en que se tienen en cuenta los niveles de conducta esperada y el análisis de los productos elaborados a lo largo de la evaluación (como los exámenes).
GUÍA No. 3 CURSO: Realidad Sociocultural GRADO: Sexto MEIBI
JORNADA: Vespertina TEMA: “HISTORIA DE GUATEMALA”
CATEDRÁTICA. PEM Gleidy Esperanza Catún Cel. 57300003
ACTIVIDAD: Lea detenidamente el tema que se le presenta a continuación y luego elabore una línea
de tiempo con el mismo. Recuerde que debe utilizar materiales que estén a su alcance, puede
elaborarlo en el cuaderno o en el material que se le sea más fácil trabajar. (Cualquier duda respecto a
los trabajos de mis cursos, no duden en llamarme, estaré atendiendo sus llamadas de 13:00 Hrs. a 18:
00 Hrs.
NO OLVIDE QUEDARSE EN CASA.
HISTORIA DE GUATEMALA
Las tierras bajas del Petén, en el norte del país, fueron el hogar de la
civilización maya clásica, cuyo apogeo se situó entre los siglos VII y IX d.c. Los Mayas
fueron el origen de la difusión del arte, la arquitectura, la cerámica y la escritura
guatemaltecos, y el sitio de Tikal abriga aún las ruinas de 3000 estructuras, entre ellos,
templos piramidales, plazas y numerosos monumentos. Entre 1250 y 1520 fueron
organizados los primeros estados (Quiché, Cakchiquel), cuyas guerras perpetuas debieron
facilitar la colonización española.
Fue el lugarteniente de Hernán Cortés, Pedro de Alvarado, quien conquistó el país, en 1524.
Santiago de Guatemala, la primera capital, fue fundada en 1527. En 1542, el país formó la
capitanería general de Guatemala, bajo la dependencia del virrey de México.
El país proclamó su independencia el 15 de septiembre de 1821, para ser inmediatamente
integrado al imperio mexicano de Iturbide. Recuperó su autonomía en 1823 y luego formó
parte de las Provincias Unidas de América Central, constituidas por las actuales Guatemala,
Honduras, Salvador, Nicaragua y Costa Rica. La federación se dislocó en 1839 después de
una revuelta dirigida por el guatemalteco Rafael Carrera, proclamado presidente vitalicio en
1854.
A fines del siglo XIX, bajo la presidencia de Justo Rufino Barrios (1873-1885), el país
entró en una fase de expansión económica (desarrollo del cultivo de café y las
infraestructuras) que se acompañó de una apertura a los intereses extranjeros, proseguida
bajo la presidencia de Manuel Estrada Cabrera (1898-1920). Fue en esta época que la
empresa norteamericana United Fruit Company constituyó, en la costa del Pacífico, un
verdadero imperio bananero que fue la primera potencia económica del país.
La política del general Jorge Ubico, presidente desde 1931 y ferviente partidario de la
oligarquía hacendada, se mostró tan represiva que fue derrocado en 1944. Un civil, Juan
José Arévalo fue elegido presidente el mismo año. Logró acabar su mandato a pesar de
veinte intentos de golpe y, en 1948, una contienda con Gran Bretaña sobre la frontera de la
Honduras-Británica, futuro Belice.
El coronel Jacobo Arbenz Gúzman, elegido en 1951, prosiguió la política progresista de su
predecesor, en particular una reforma agraria que perjudicaba a un gran número de intereses
norteamericanos (una parte de las tierras no cultivadas de la United Fruit debían regresar al
Estado). Enseguida los Estados Unidos acusaron a Guzmán de simpatías comunistas, y su
gobierno fue derrocado en 1954 por un ejército de exiliados políticos dirigidos por el
coronel Carlos Castillo Armas, con la ayuda de la CIA. Este último fue nombrado, después
elegido presidente, el mismo año. Después de su asesinato, en 1957, el general Ydígora
Fuentes debió sucederle.
En el transcurso de la década siguiente, el país entró en un período de problemas políticos
cada vez más violentos que oponían a la guerrilla rural pro-revolucionaria (IAR,
Movimiento del 13 de mayo), al poder represivo detentado de hecho por los militares, y a
las milicias de extrema derecha (Nueva Organización Anticomunista, Mano Blanca)
sostenidas por el ejército.
Los asesinatos políticos pusieron fin a los mandatos del general Carlos Araña Osorio,
elegido presidente en 1970, luego, después del año 1974, del general Kjell Laugerud
García. En la misma época, el país fue víctima de un ciclón devastador (1974) y un violento
terremoto (1976) que dejaron un millón de guatemaltecos sin techo. La violencia tuvo
entonces un aumento considerable, que marcó la presidencia del general Romeo Lucas
García (1978-1982). La guerra civil había dejado ya decenas de miles de víctimas.
La victoria de los sandinistas en 1979 en Nicaragua exacerbó la guerilla, y la represión
aumentó, tocando a los indios y diversos grupos de opositores (sindicalistas, universitarios,
periodistas, etc.). En enero de 1980, 39 indios murieron en el incendio de la Embajada de
España, que ellos ocupaban para reclamar una investigación sobre los crímenes cometidos
contra su comunidad. Las "desapariciones" se volvieron una constante del terrorismo de
estado. El 23 de marzo de 1982, dos semanas después de la elección del general Aníbal
Guevara para la presidencia, un golpe de estado militar instaló en el poder una junta de tres
hombres dirigida por el general Efraín Ríos Montt. Desde junio, éste asumió solo la
presidencia. Habiendo rechazado los guerilleros su oferta de amnistía, las actividades anti-
guerilla se extendieron a los campos, conduciendo a un verdadero genocidio contra los
indígenas y los paisanos. Ríos Montt fue derrocado el 8 de agosto de 1983 por el general
Oscar Mejía Victores.
La elección presidencial de diciembre de 1985 fue ganada por el demócrata-cristiano
Vinicio Cerezo Arévalo, sobrino del antiguo presidente José Arévalo, y primer presidente
civil después de 23 años. El país conoció una nueva escalada de violencia e inseguridad en
1986 y 1987 (secuestros, asesinatos). En enero de 1996, el conservador Alvaro Arzu fue
elegido para la presidencia del país. Arzu purgó el alto mando del ejército de los oficiales
implicados en las exacciones cometidas contra la población civil y logró firmar el 29 de
diciembre de 1996 un acuerdo de paz con la guerrilla de la Unión Revolucionaria Nacional
Guatemalteca (UNRG). Poniendo fin a 36 años de una guerra civil que dejó más de cien
mil muertos y cuarenta mil desaparecidos y obligando a más de cien mil personas a dejar el
país, este acuerdo preveía la desmovilización de las fuerzas rebeldes, la reducción de los
efectivos del ejército y el reconocimiento de los derechos económicos, políticos y culturales
de la mayoría india.
El Premio Nobel de la Paz 1992 había sido otorgado simbólicamente a Rigoberta Menchú,
una joven india maya exiliada en México para escapar a la persecución. Rigoberta Menchú,
en adelante portavoz de la causa de los indios, regresó a vivir en Guatemala, como lo han
hecho cerca de 2500 personas desde 1993.
GUÍA No. 3 CURSO: Literatura Universal
GRADO: Sexto MEIBI
JORNADA: Vespertina
TEMA: “EL PÁRRAFO”
CATEDRÁTICA. PEM Gleidy Esperanza Catún
Cel. 57300003
EL PÁRRAFO
Los párrafos constituyen la estructura de un texto; fundamentalmente y fortalecen un
escrito, sin ellos este no tendría forma.
Hay varios tipos de párrafo, el más frecuente es el de desarrollo de un concepto. Este se
forma por varias oraciones. Generalmente está constituido por una idea central y otras
secundarias que la refuerzan, ejemplifican, aclaran o especifica. Todas estas oraciones
deben estar relacionadas entre sí por medio de signos de puntuación o nexos.
Un párrafo debe ser claro y coherente; esto se logra mediante una adecuada organización
de las oraciones que deben estar bien distribuidas.
Entre las características que debe tener un párrafo están las siguientes:
Se inicia con mayúscula y termina con punto.
Tiene una idea central o principal.
Posee varias ideas secundarias que refuerzan a la principal o dependen de ella.
El orden del tema expuesto puede ir de lo general a lo particular o viceversa.
Veamos cómo se cumplen estas características en el siguiente ejemplo:
Quien viaja a Petén por motivos de trabajo va generalmente en avión; el amante del
turismo lo hace en automóvil; quien desea hacerlo en forma económica utiliza el bus.
Estas son tres maneras de visitar Petén.
ACTIVIDAD:
Con las siguientes ideas, redacte un párrafo. Primero, ordénelo colocando la idea
principal al inicio y luego, a la inversa:
El avión sale el lunes en la madrugada.
El aeropuerto queda lejos de mi casa así que me madrugaré.
Tengo ya todo listo en las maletas.
Me invitaron a visitar Chile
Redacte un párrafo en donde exprese lo que sabe de la literatura china y en otro
párrafo lo que sabe de la literatura india. Recuerde que cada uno debe tener una idea
principal y varias secundarias.
(Cualquier duda respecto a los trabajos de mis cursos, no duden en llamarme, estaré
atendiendo sus llamadas de 13:00 Hrs. a 18: 00 Hrs.) RECUERDE QUEDARSE
EN CASA.
GUÍA No. 3 CURSO: DIDÁCTICA DE IDIOMA ESPAÑOL
GRADO: Sexto MEIBI
JORNADA: Vespertina
TEMA: “PLANIFICACIÓN DE CLASE”
CATEDRÁTICA. PEM Gleidy Esperanza Catún
Cel. 57300003
ACTIVIDAD: Elabore una planificación de clase, puede ser de la etapa 4, 5 o
6.
Debe utilizar cualquiera de las metodologías que tiene en el documento que
les compartí en digital: MODALIDADES DE ENSEÑANZA. Puede escoger
cualquier tema que sea del segundo bloque en el área de Comunicación y
Lenguaje. Recuerde que debe utilizar el formato que les he dado.
Colegio Sthella de Hernández Escuela de aprendizaje Curso Literatura Maya Grado Sexto MEIBI (Vespertina)
Guía de auto aprendizaje semana 3 Docente: Brenda Molina Hernández Instrucciones: Lee analiza e interpreta luego realiza un ensayo en una hojas tamaño oficio debidamente marginada.
Hans Christian Andersen: Historia de una madre
Estaba una madre sentada junto a la cuna de su hijito, muy afligida y angustiada, pues temía que el pequeño se muriera. Éste, en efecto, estaba pálido como la cera, tenía los ojitos medio cerrados y respiraba casi imperceptiblemente, de vez en cuando con una aspiración profunda, como un suspiro. La tristeza de la madre aumentaba por momentos al contemplar a la tierna criatura. Llamaron a la puerta y entró un hombre viejo y pobre, envuelto en un holgado cobertor, que parecía una manta de caballo; son mantas que calientan, pero él estaba helado. Se estaba en lo más crudo del invierno; en la calle todo aparecía cubierto de hielo y nieve, y soplaba un viento cortante.
Como el viejo tiritaba de frío y el niño se había quedado dormido, la madre se levantó y puso a calentar cerveza en un bote, sobre la estufa, para reanimar al anciano. Éste se había sentado junto a la cuna, y mecía al niño. La madre volvió a su lado y se estuvo contemplando al pequeño, que respiraba fatigosamente y levantaba la manita.
– ¿Crees que vivirá? –Preguntó la madre–. ¡El buen Dios no querrá quitármelo!
El viejo, que era la Muerte en persona, hizo un gesto extraño con la cabeza; lo mismo podía ser afirmativo que negativo. La mujer bajó los ojos, y las lágrimas rodaron por sus mejillas. Tenía la cabeza pesada, llevaba tres noches sin dormir y se quedó un momento como aletargada; pero volvió en seguida en sí, temblando de frío.
– ¿Qué es esto? –gritó, mirando en todas direcciones. El viejo se había marchado, y la cuna estaba vacía. ¡Se había llevado al niño! El reloj del rincón dejó oír un ruido sordo, la gran pesa de plomo cayó rechinando hasta el suelo, ¡paf!, y las agujas se detuvieron.
La desolada madre salió corriendo a la calle, en busca del hijo. En medio de la nieve había una mujer, vestida con un largo ropaje negro, que le dijo:
–La Muerte estuvo en tu casa; lo sé, pues la vi escapar con tu hijito. Volaba como el viento. ¡Jamás devuelve lo que se lleva!
– ¡Dime por dónde se fue! –Suplicó la madre–. ¡Enséñame el camino y la alcanzaré!
–Conozco el camino –respondió la mujer vestida de negro pero antes de decírtelo tienes que cantarme todas las canciones con que meciste a tu pequeño. Me gustan, las oí muchas veces, pues soy la Noche. He visto correr tus lágrimas mientras cantabas.
– ¡Te las cantaré todas, todas! –dijo la madre–, pero no me detengas, para que pueda alcanzarla y encontrar a mi hijo.
Pero la Noche permaneció muda e inmóvil, y la madre, retorciéndose las manos, cantó y lloró; y fueron muchas las canciones, pero fueron aún más las lágrimas. Entonces dijo la Noche:
–Ve hacia la derecha, por el tenebroso bosque de abetos. En él vi desaparecer a la Muerte con el niño. Muy adentro del bosque se bifurcaba el camino, y la mujer no sabía por dónde tomar. Se levantaba allí un zarzal, sin hojas ni flores, pues era invierno, y las ramas estaban cubiertas de nieve y hielo.
– ¿No has visto pasar a la Muerte con mi hijito?
–Sí –respondió el zarzal–, pero no te diré el camino que tomó si antes no me calientas apretándome contra tu pecho; me muero de frío, y mis ramas están heladas. Y ella estrechó el zarzal contra su pecho, apretándolo para calentarlo bien; y las espinas se le clavaron en la carne, y la sangre le fluyó a grandes gotas. Pero del zarzal brotaron frescas hojas y bellas flores en la noche invernal: ¡tal era el ardor con que la acongojada madre lo había estrechado contra su corazón! Y la planta le indicó el camino que debía seguir.
Llegó a un gran lago, en el que no se veía ninguna embarcación. No estaba bastante helado para sostener su peso, ni era tampoco bastante somero para poder vadearlo; y, sin embargo, no tenía más remedio que cruzarlo si quería encontrar a su hijo. Se echó entonces al suelo, dispuesta a beberse toda el agua; pero ¡qué criatura humana sería capaz de ello! Mas la angustiada madre no perdía la esperanza de que sucediera un milagro.
– ¡No, no lo conseguirás! –Dijo el lago–. Mejor será que hagamos un trato. Soy aficionado a coleccionar perlas, y tus ojos son las dos perlas más puras que jamás he visto. Si estás dispuesta a desprenderte de ellos a fuerza de llanto, te conduciré al gran invernadero donde reside la Muerte, cuidando flores y árboles; cada uno de ellos es una vida humana.
– ¡Ay, qué no diera yo por llegar a donde está mi hijo! –exclamó la pobre madre–, y se echó a llorar con más desconsuelo aún, y sus ojos se le desprendieron y cayeron al fondo del lago, donde quedaron convertidos en preciosísimas perlas. El lago la levantó como en un columpio y de un solo impulso la situó en la orilla opuesta. Se levantaba allí un gran
edificio, cuya fachada tenía más de una milla de largo. No podía distinguirse bien si era una montaña con sus bosques y cuevas, o si era obra de albañilería; y menos lo podía averiguar la pobre madre, que había perdido los ojos a fuerza de llorar.
– ¿Dónde encontraré a la Muerte, que se marchó con mi hijito? –preguntó.
–No ha llegado todavía –dijo la vieja sepulturera que cuida del gran invernadero de la Muerte–. ¿Quién te ha ayudado a encontrar este lugar?
–El buen Dios me ha ayudado –dijo la madre–. Es misericordioso, y tú lo serás también. ¿Dónde puedo encontrar a mi hijo?
–Lo ignoro –replicó la mujer–, y veo que eres ciega. Esta noche se han marchitado muchos árboles y flores; no tardará en venir la Muerte a trasplantarlos. Ya sabrás que cada persona tiene su propio árbol de la vida o su flor, según su naturaleza. Parecen plantas corrientes, pero en ellas palpita un corazón; el corazón de un niño puede también latir. Atiende, tal vez reconozcas el latido de tu hijo, pero, ¿qué me darás si te digo lo que debes hacer todavía?
–Nada me queda para darte –dijo la afligida madre, pero iré por ti hasta el fin del mundo.
–Nada hay allí que me interese –respondió la mujer pero puedes cederme tu larga cabellera negra; bien sabes que es hermosa, y me gusta. A cambio te daré yo la mía, que es blanca, pero también te servirá.
– ¿Nada más? –Dijo la madre–. Tómala enhorabuena. -Dio a la vieja su hermoso cabello, y se quedó con el suyo, blanco como la nieve.
Entraron entonces en el gran invernadero de la Muerte, donde crecían árboles y flores en maravillosa mezcolanza. Había preciosos, jacintos bajo campanas de cristal, y grandes peonías fuertes como árboles; y había también plantas acuáticas, algunas lozanas, otras enfermizas. Serpientes de agua las rodeaban, y cangrejos negros se agarraban a sus tallos. Crecían soberbias palmeras, robles y plátanos, y no faltaba el perejil ni tampoco el tomillo; cada árbol y cada flor tenía su nombre, cada uno era una vida humana; la persona vivía aún: éste en la China, éste en Groenlandia o en cualquier otra parte del mundo. Había grandes árboles plantados en macetas tan pequeñas y angostas, que parecían a punto de estallar; en cambio, se veían míseras florecillas emergiendo de una tierra grasa, cubierta de musgo todo alrededor. La desolada madre fue inclinándose sobre las plantas más diminutas, oyendo el latido del corazón humano que había en cada una; y entre millones reconoció el de su hijo.
– ¡Es éste! –exclamó, alargando la mano hacia una pequeña flor azul de azafrán que colgaba de un lado, gravemente enferma.
– ¡No toques la flor! –Dijo la vieja–. Quédate aquí, y cuando la Muerte llegue, pues la estoy esperando de un momento a otro, no dejes que arranque la planta; amenázala con hacer tú lo mismo con otras y entonces tendrá miedo. Es responsable de ellas, ante Dios; sin su permiso no debe arrancarse ninguna. De pronto se sintió en el recinto un frío glacial, y la madre ciega comprendió que entraba la Muerte.
– ¿Cómo encontraste el camino hasta aquí? –preguntó–. ¿Cómo pudiste llegar antes que yo?
– ¡Soy madre! –respondió ella.
La Muerte alargó su mano huesuda hacia la flor de azafrán, pero la mujer interpuso las suyas con gran firmeza, aunque temerosa de tocar una de sus hojas. La Muerte sopló sobre sus manos y ella sintió que su soplo era más frío que el del viento polar. Y sus manos cedieron y cayeron inertes.
– ¡Nada podrás contra mí! –dijo la Muerte.
– ¡Pero sí lo puede el buen Dios! –respondió la mujer.
– ¡Yo hago sólo su voluntad! -replicó la Muerte-. Soy su jardinero. Tomo todos sus árboles y flores y los trasplanto al jardín del Paraíso, en la tierra desconocida; y tú no sabes cómo es y lo que en el jardín ocurre, ni yo puedo decírtelo.
– ¡Devuélveme mi hijo! –rogó la madre, prorrumpiendo en llanto. Bruscamente puso las manos sobre dos hermosas flores, y gritó a la Muerte:
– ¡Las arrancaré todas, pues estoy desesperada!
– ¡No las toques! –Exclamó la Muerte–. Dices que eres desgraciada, y pretendes hacer a otra madre tan desdichada como tú.
– ¡Otra madre! –Dijo la pobre mujer, soltando las flores–. ¿Quién es esa madre?
-Ahí tienes tus ojos -dijo la Muerte-, los he sacado del lago; ¡brillaban tanto! No sabía que eran los tuyos. Tómalos, son más claros que antes. Mira luego en el profundo pozo que está a tu lado; te diré los nombres de las dos flores que querías arrancar y verás todo su porvenir, todo el curso de su vida. Mira lo que estuviste a punto de destruir.
Miró ella al fondo del pozo; y era una delicia ver cómo una de las flores era una bendición para el mundo, ver cuánta felicidad y ventura esparcía a su alrededor. La vida de la otra era, en cambio, tristeza y miseria, dolor y privaciones.
–Las dos son lo que Dios ha dispuesto -dijo la Muerte.
– ¿Cuál es la flor de la desgracia y cuál la de la ventura? –preguntó la madre.
–Esto no te lo diré –contestó la Muerte–. Sólo sabrás que una de ellas era la de tu hijo. Has visto el destino que estaba reservado a tu propio hijo, su porvenir en el mundo.
La madre lanzó un grito de horror:
– ¿Cuál de las dos era mi hijo? ¡Dímelo, sácame de la incertidumbre! Pero si es el desgraciado, líbralo de la miseria, llévatelo antes. ¡Llévatelo al reino de Dios! ¡Olvídate de mis lágrimas, olvídate de mis súplicas y de todo lo que dije e hice!
–No te comprendo –dijo la Muerte–. ¿Quieres que te devuelva a tu hijo o prefieres que me vaya con él adonde ignoras lo que pasa?
La madre, retorciendo las manos, cayó de rodillas y elevó esta plegaria a Dios Nuestro Señor:
– ¡No me escuches cuando te pida algo que va contra Tu voluntad, que es la más sabia! ¡No me escuches! ¡No me escuches!
Y dejó caer la cabeza sobre el pecho, mientras la Muerte se alejaba con el niño, hacia el mundo desconocido.
COLEGIO STHELLA DE HERNANDEZ
GRADO: Sexto Magisterio de Educación Infantil Bilingüe Intercultural CURSO: Didáctica del Idioma Materno DOCENTE: Vilma Eugenia Caal Yaxcal TEMA: Los maestros crean y recrean situaciones comunicativas auténticas, semejantes a las de la vida cotidiana y que tenga un sustento y propósito claro. INSTRUCCIONES GENERALES:
Lea detenidamente y analice el documento que a continuación se le
presenta.
INSTRUCCIONES ESPECIFICOS: Después de leer el documento copie las ideas principales.
Escoge una lectura de 2 párrafos de lo que tenga a su alcance y copie en el
cuaderno.
Realice la lectura utilizando las estrategias y desarrollando en los tres
momentos de la lectura.
Al finalizar realice un comentario de cómo fue su experiencia de los tres
momentos de lectura.
IV. Los maestros crean y recrean situaciones comunicativas auténticas, semejantes a las de la vida cotidiana y que tengan un sentido y propósito claro para las niñas y niños.