coloquio nacional de filosofia

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' iW^BU^^iiiiif¡^ SITUACIÓN ACTUAL DE LA FILOSOFÍA EN MÉXICO (A propósito del Primer Coloquio Nacional de Filosofía) Gabriel Vargas Lozano Del 4 al 9 de agosto del año pasado se llevó a cabo, en la Uni- versidad Nicolaíta, el Primer Coloquio Nacional de Filosofía. La circunstancia de que acaben de ser editados los tres volúmenes que contienen una selección de las ponencias presentadas y el hecho de que este acontecimiento no recibiera la suficiente resonancia en los medios de difusión, nos permite volver sobre el tema, a fin de hacer una rápida consideración de la forma en que se gestó y llevo a la práctica la idea de realizar un coloquio de esta naturaleza. Esto mismo nos permitirá intentar un análisis panorámico y, por tanto general, de los diferentes aspectos teóricos que se manifestaron en dicho evento. La idea de celebrar un Coloquio Nacional de Filosofía surgió como parte de un programa de intensificación de las actividades de la Asociación Filosófica de México, a raíz de la renovación de su Comité Directivo, en el mes de noviembre de 1973. Su antecedente más inmediato en importancia era la realización en nuestro país del XIII Congreso Internacional de Filosofía que se efectuara en 1963, teniendo como sede la Fac. de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional. Dicho Congreso contribuyó a dar un incremento significativo al desarrollo ¿e la filosofía en nuestro país. La Asociación Filosófica de México (AFM) inició las labores concretas de organización del coloquio en julio de 1974 y las fina- lizó un año más tarde, en agosto de 1975. Cuatro ideas fueron las que lo impulsaron y le dieron confi- guración : Primero, la de promover una reunión de trabajo entre los profe- sionales de la filosofía en México, que era prácticamente la prime- ra en mucho tiempo, dado el tradicional aislamiento que existe en todos los órdenes de la vida universitaria. 231

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    SITUACIN ACTUAL DE LA FILOSOFA EN MXICO

    (A propsito del Primer Coloquio Nacional de Filosofa)

    Gabriel Vargas Lozano

    Del 4 al 9 de agosto del ao pasado se llev a cabo, en la Universidad Nicolata, el Primer Coloquio Nacional de Filosofa.

    La circunstancia de que acaben de ser editados los tres volmenes que contienen una seleccin de las ponencias presentadas y el hecho de que este acontecimiento no recibiera la suficiente resonancia en los medios de difusin, nos permite volver sobre el tema, a fin de hacer una rpida consideracin de la forma en que se gest y llevo a la prctica la idea de realizar un coloquio de esta naturaleza. Esto mismo nos permitir intentar un anlisis panormico y, por tanto general, de los diferentes aspectos tericos que se manifestaron en dicho evento.

    La idea de celebrar un Coloquio Nacional de Filosofa surgi como parte de un programa de intensificacin de las actividades de la Asociacin Filosfica de Mxico, a raz de la renovacin de su Comit Directivo, en el mes de noviembre de 1973.

    Su antecedente ms inmediato en importancia era la realizacin en nuestro pas del XIII Congreso Internacional de Filosofa que se efectuara en 1963, teniendo como sede la Fac. de Filosofa y Letras de la Universidad Nacional. Dicho Congreso contribuy a dar un incremento significativo al desarrollo e la filosofa en nuestro pas.

    La Asociacin Filosfica de Mxico (AFM) inici las labores concretas de organizacin del coloquio en julio de 1974 y las finaliz un ao ms tarde, en agosto de 1975.

    Cuatro ideas fueron las que lo impulsaron y le dieron configuracin :

    Primero, la de promover una reunin de trabajo entre los profesionales de la filosofa en Mxico, que era prcticamente la primera en mucho tiempo, dado el tradicional aislamiento que existe en todos los rdenes de la vida universitaria.

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    Segundo, la de iniciar un contacto con profesores e investiga* '' dores de otras esferas del saber como la Economa, la Sociologa, la

    Historia, el Psicoanlisis y la Fsica, lo que permitira darle a la reunin un carcter interdisciplinario.

    ; Tercero, la de realizar una confrontacin con un nmero importante de investigadores extranjeros, procedentes de Europa, Estados

    | Unidos y Latinoamrica. I Y cuarto, la de promover el desarrollo de la filosofa no Tan slo 1 en la ciudad de Mxico, sino tambin en el interior del pas. Jus-j lamente de esto surgi la idea de celebrar el Coloquio en Morelia, ! en donde por otra parte haba sido dictada la primera ctedra de j filosofa en Mxico. Sin embargo, por causas que no viene al caso

    mencionar, no lo comprendieron as los anfitriones de la Escuela de Filosofa, quienes se abstuvieron de participar primero en las labores de organizacin y luego en el coloquio mismo.

    La respuesta a la invitacin que hiciera la A.F.M., a los diversos especialistas, super los lmites previstos. El Comit Organizador, integrado por representantes de todas las Escuelas de Filosofa, con la salvedad mencionada y de los Institutos de investigaciones filosficas del pas,, recibi ms de setenta ponencias, mismas que fueron programadas bajo alguno de los tres distintos rubros que se

    . sealaban en la convocatoria. En efecto, en el Coloquio se intentaban abordar tres grandes temas: I. La filosofa y la Ciencia. En donde se analizaran las relaciones histricas o actuales entre los dos campos;. II. La filosofa y la Ciencia y Social, en donde se pretendera saber cul podra ser la posible vinculacin y colaboracin mutua, y finalmente la tercera seccin, en la que se estudiara la situacin actual de la filosofa en Latinoamrica.

    Sera una labor muy compleja- y que desbordara ampliamente el marco de ste artculo, el, pretender realizar.un anlisis detallado de cada una de las ponencias presentadas o una crtica amplia de los temas que suscitaron ms inters o discusin. Sin embargo, y a nesgo'de pasar por alto algn aspecto importante, trataremos de hacer un examen suscinto de las tendencias ms representativas. Esto'nos permitir, a su vez, obtener una visin de conjunto, lo ms objetiva posible, respecto de los diversos.problemas y tendencias vingentes, tanto en otros pases como en el nuestro.

    I. La Filosofa y la Ciencia

    En esta seccin, de entre una mixtura de temas que comprendan ;desde la vocacin como principio de la ciencia, hasta la metodologa de la historia de.Ja tecnologa, en Mxico y la intervencin de las matemticas en la dinmica de la fsica, podramos decir que; des-

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    tac un conjunto de problemas de particular relevancia para el. estudio de las relaciones entre la ciencia natural y la filosofa:

    En primer trmino, el anlisis de las relaciones entre ambos sectores del saber a lo largo de la historia, la superacin definitiva de su contraposicin y el sealamiento de casos concretos y vas posibles de la colaboracin entre los especialistas.

    En segundo lugar, el reconocimiento de la necesidad de un enfoque profundo de los problemas epistemolgicos clsicos de verdad descubrimiento, evidencia y otros ms.

    Y en tercer lugar, la necesidad de establecer una teora de las relaciones entre la filosofa, la ciencia y la historia social.

    Justamente en torno a estos problemas se pronunciaron las ponencias de Marx W. Wartofsky, Thomas Brody, Juan Antonio uo, Jos Ferrater Mora, Hugo Padilla, Mir Quezada y Eli de Gor-tari, entre otros. Respecto de Eli de Gortari debemos hacer notar que, en su carcter de Presidente de la A.F.M., presidi las labores del Coloquio y fue, como es lgico suponer, uno de los dos principales animadores del mismo. .

    1 Lugar aparte merecen las ponencias de Th. Moro Simpson, estudioso de la funcin de la sintaxis lgica, en ciencia, quien present una ponencia titulada Verdad lgica^ convencionalismo y analitici-dad en Carnap; Jaime Labastida, quien indag sobre las relaciones entre la nocin de substancia en Aristteles y de res extensa en Descartes, apuntando hacia la construccin de una teora ontolgica materialista; y, por supuesto-Mario Bunge, quien desarroll su novedosa tesis sobre la fundamentacin de una ontologa cientfica o de la ciencia. Bunge, conocido por sus trabajos sobre la investigacin cientfica, rechaza el concepto tradicional de ontologa para apuntalar tericamente, una nueva disciplina, que con el mismo nombre, reflexione sobre lo que es la realidad desde y a partir de la ciencia fctica y sin desdear la utilizacin explcita de herramientas matemticas.

    Si quisiramos describir rpidamente cules fueron las tendencias que dominaron globalmente en esta seccin, podramos decir que dos: la analtica, concentrada en los problemas lgicos del lenguaje y en cierto modo aterida por ellos; y la marxista, que considera que deben estudiarse los problemas filosficos y cientficos desde una perspectiva histrico-social, lo suficientemente compleja para no caer en el esquematismo.

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    II. La filosofa y las ciencias sociales

    Esta fue la seccin que despert ms inters entre los invitados y observadores. En ella se presentaron los problemas ms diversos:

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    desde la religin como hecho histrico, ]a relacin entre historia y psicoanlisis, la esttica como ciencia, la relacin entre lings--tica y filosofa, hasta problemas tericos de la periodizacin histrica.

    Pero lo interesante fue que pudimos apreciar sensiblemente la transformacin y evolucin histrica que ha sufrido la filosofa en la ltima dcada. En efecto, algunas concepciones han encontrado nsvas vetas problemticas, otras han ingresado en un perodo de repianteamiento de sus propios fundamentos y algunas ms han encontrado obstculos que pueden precipitar su decadencia.

    Jos Gaos observaba, en una conferencia que impartiera en Venezuela por el ao de 1962, que las corrientes vivas de la filosofa eran, para entonces: el neopositivismo, bajo el nombre de filosofa cientfica o analtica; el materialismo histrico y dialctico; el neo-tomismo; la fenomenologa y el existencialismo.

    Respecto del neopositivismo ya hemos referido la forma en que se present en la primera seccin. Sin embargo, tambin apareci en sta en el examen de algunos problemas como los de ideologa, ciencia social y de prueba.

    Sin embargo, en la corriente en que pudimos apreciar una transformacin importante fue en el marxismo. Dentro de esta concepcin se observa un abandono de las antiguas posiciones esquemticas y una reconsideracin crtica de sus tesis ontolgicas, epistemolgicas y metodolgicas, a la luz de los nuevos descubrimientos de la ciencia.

    En este sentido, podemos destacar, en orden de importancia, tres grandes tendencias:

    1) El creciente inters por el anlisis de las relaciones entre ciencia e ideologa. En este apartado, tuvo especial significado, por su rigor y originalidad, la tesis de Adolfo Snchez Vzquez, quien ocupara el cargo de secretario de la A.F.M. y del Coloquio y en quin recayera el trabaj ms pesado de direccin y organizacin del mismo), Snchez Vzquez puntualiza en catorce tesis el estrecho vnculo que por su gnesis, contenido y funcin tienen la ideologa y la ciencia, a partir de una revisin crtica de los argumentos de Weber, Parsons y Manheim. ; 2) La investigacin sobre los fundamentos de una ontologa so

    cial; Esta cuestin fue abordada por Carol Gould quien partiendo

  • cin entre la filosofa y la ciencia no puede establecerse desde la generalidad sino- desde la especificidad de los diferentes discursos.

    Por su parte, la concepcin neo-tomista, que sin duda todava se manifiesta en Mxico, sobre todo en ciertos sectores resagados, ha experimentado una interesante mutacin en el Coloquio. Jos .Ignacio Palencia interpret el fenmeno religioso desde el punto de vista histrico y sobre la base de la teora hegeliaha de la representacin. Desde nuestro punto de vista, ste fue un notable intento por desprenderse de las ataduras medievales y por vincularse a una concepcin ms coherente de la realidad.

    Finalmente, la tendencia existencialista estuvo representada por Ricardo Guerra Director de la Facultad de Filosofa y Letras de la UNAM, quien bajo el tema de Autodestrucdn y comunidad concreta expres que "la esencia humana consiste en asumir la nada y la libertad como el fundamento mismo del hombre. Frente al nihilismo en todas sus formas se abre ahora como nica va la necesidad de la vuelta al origen, al fundamento, en el ser mismo del hombre. El ser mismo del hombre entendido como comunidad concreta, como construccin y creacin histrica, es el nico punto d partida posible. La proyeccin, la evasin del hombre fuera de sus lmites en la libertad o en la nada absoluta conduce a su aniquilamiento. El olvido de la realidad humana concreta lleva a la enajenacin y al totalitarismo". Hemos querido citar in extenso este prrafo final para que se descubra en toda su presencia, el planteamiento Hegeliano-heidggeriano.

    Como .se desprende de lo anterior, podemos concluir que asistimos a un proceso de crtica, de cambio y de decantacin de las diversas corrientes filosficas.

    : La segunda seccin tambin recogi ponencias en torno a. tres problemas,de primera importancia: a) las relaciones posibles entre la filosofa y la eiencia- social. En este punto fue una segunda ponencia de Mario Bunge, la que acapar las crticas de muchos participantes quienes le sealaron sus recadas tecnocrticas o sus posiciones fuera del contexto latinoamericano. A pesar de ello, debe reconocerse su -inters polmico, b) la importancia, en ciencias sociales, de los conceptos . d - enajenacin y revolucin. En el tratamiento de estos tenias, cabe destacar las ponencias de Adam Schaff, Agustn Cueva y Gajo Petrovic. Y c) la fundamentacin cientfica de la esttica. Sobre este tema se conocieron las ponencias de Jos Antonio Portuonbjo, Jos Luis Balcrcel y Alberto jar.

    III. # situacin actual de la;filosofa latinoamericana.

    n JJ4i iesta "tercera seccin las cosas; se presentaron con mayor niti-

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    dez. Superada ya la polmica sobre si es posible una filosofa en o de latinoamrica, la mayora de los participantes coincidieron en lo general, con Leopoldo Zea, en que la temtica actual de la filosofa en Latinoamrica es la del cambio social y correlativamente, la de la dependencia y liberacin.

    ; Sin embargo, la discrepancia surgi cuando se pretendi indagar acerca de cmo podra abordar la filosofa tal problemtica. Fue

    \ justamente en torno a esta cuestin que, de una manera de otra, sie virtieron las argumentaciones de Abelardo Villegas, Mir Que-sada, Arturo Andrs Roig, Mara Rosa Plazn, Mara Elena Ma-

    i gis, Ricaurfe Soler, Mario Sambaino, Enrique Dussel y muchos otros ms.

    En forma breve diremos que algunas de las crticas ms agudas se concentraron contra la concepcin historicista y relativista de origen Diltheyano y Orteguiano que durante mucho tiempo domin la filosofa de la historia latinoamericana.

    En su ponencia, Villegas apunta que adems de esta crtica a las posiciones historicistas, existe la necesidad de establecer, como presupuestos de una filosofa actual en latinoamrica, una teora del cambio social, un anlisis concreto de los modelos sociales, una crtica a la ideologa neofascista y una definicin de los conceptos de neocolonialismo y dependencia.

    Por otro lado, en esta tercera seccin logr tambin expresin una filosofa que surgiera de dos movimientos: uno terico, la crtica a Heidegger, Husserl y Hegel; y uno prctico, la necesidad de vincular a la filosofa con el proceso histrico-social de Latinoamrica. Esta tendencia segn Dussell, que es uno de sus ms entusiastas promotores pretende ser "superacin de la ontologa, del universalismo abstracto de la filosofa moderno europea, del manejo preciso pero ntico de la lgica y del lenguaje". En este brevsimo pasaje de su ponencia podr notarse el carcter abstracto y confuso del planteamiento.

    Nosotros pensamos para expresarlo esquemticamente, que el problema de la relacin entre la filosofa y el suelo real en que nace y se desarrolla, que en este caso es Latinoamrica, no puede ser abordado sino desde una teora econmico-social slidamente fundada y una correspondiente teora de las ideologas.

    Junto a estos trabajos se presentaron otros, tambin interesantes, sobre la influencia filosfica en la ideologa de la Revolucin Mexicana y sobre el desarrollo y situacin d la ciencia social en Latinoamrica.

    Hemos queridos hacer esta resea de-algunas de las posiciones ms significativas que se presentaron y defendieron en el Coloquio, para qu se tuviera una'idea global y panormica de la importancia

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    ^ue adquiri. El Coloquio Nacional de Filosofa signific una oportunidad, verdaderamente poco frecuente, de reunir a un numeroso grupo de especialistas en filosofa y ciencia, para debatir durante cinco das sobre un conjunto complejo de temas.

    Lo nico que podramos lamentar fue el poco tiempo dedicado a la discusin de cada trabajo, y la variedad de temas. Algunos participantes inclusive aventuraron la crtica de que lo que se gan en extensin y dispersin se perdi en profundidad. Y tal vez podra haber sido justa esta crtica si no hubiesen ignorado dos aspectos peculiares que influyeron en la organizacin de la reunin: por un lado, el carcter pionero del evento y por otro, el estilo de trabajo de los intelectuales latinoamericanos que determin que las ponencias fueran entregadas hasta el ltimo minuto, lo que oblig a practicar sucesivas modificaciones del programa, con la consecuente reduccin del tiempo de discusin.

    En trminos generales podemos decir que el Coloquio cumpli ampliamente con los propsitos bajo los cuales fue concebido. Esperaremos a ver qu ocurre en el segundo, a realizarse en Monterrey el prximo ao. Por lo pronto, quedan tres volmenes como testimonio del primero.

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