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COLUMNA DE REY EL ORIGEN DE LA DAMA EN EL AJEDREZ. UN BELLO SACRIFICIO DE DAMA DE JUDIT POLGAR, LA INDISCUTIBLE REINA DEL AJEDREZ. Por David Bayardo Muñiz En el Chaturanga o ajedrez indio, no existía la dama o reina como pieza del ajedrez, como tampoco existió en el ajedrez persa y en el ajedrez árabe. Todos los guerreros eran hombres. Cuando el ajedrez árabe fue introducido en Europa, con la invasión del sur del continente, en el siglo VII, la pieza más importante después del rey era el Visir, general y el consejero del rey. La dama empezó a reemplazar al Visir alrededor del año 1000 y, antes del año 1200, se encontraba en toda la Europa occidental, de Italia a Noruega. Este minúsculo suceso en el gran orden de cosas, plantea importantes interrogantes acerca de la posición de la mujer durante la edad media, por ejemplo: ¿Refleja la aparición de la dama en el ajedrez, el poder real y efectivo de las reinas y de las mujeres de alto linaje? En contraste con el cercano oriente, donde el Visir era el segundo del Shah (Rey), la reina europea era la otra mitad del rey, su compañera y su suplente cuando él se ausentaba o incapacitaba. El ideal monógamo del cristianismo que unía a un hombre y a una mujer, contrastaba con la poligamia permitida por el islam. La unión del rey y de la dama en el tablero de ajedrez, simbolizaba una alianza más significativa y duradera que la del rey con su primer ministro. Esta alianza, también reflejaba otra diferencia importante entre una reina europea y la esposa de un potentado del cercano oriente, pues la reina europea tenía la expectativa de compartir el poder político con su marido, especialmente si ella aportaba un territorio al matrimonio. En países como España e Inglaterra, se permitía que las mujeres heredaran los tronos de sus padres en ausencia de un heredero varón. Incluso, algunas reinas obtuvieron el poder sin el beneficio de tener un esposo. En la India, donde el ajedrez se originó en el siglo V, no tenía sentido que hubiera una reina en el tablero. El ajedrez era la representación de una guerra exclusivamente entre ejércitos integrados por guerreros montados en animales y por la infantería. Lo mismo sucedía en Persia y en los territorios árabes, con pequeñas modificaciones. En esa época el ajedrez Tú eres la música de mi alma; asombras! siendo débil imperas, tus mandatos se imponen más allá de lo que sabes ...Alfonso Cortés (El mal amor)

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COLUMNA DE REY — EL ORIGEN DE LA DAMA EN EL AJEDREZ.

UN BELLO SACRIFICIO DE DAMA DE JUDIT POLGAR, LA INDISCUTIBLE REINA

DEL AJEDREZ.

Por David Bayardo Muñiz

En el Chaturanga o ajedrez indio, no existía la dama o reina como pieza del ajedrez, como

tampoco existió en el ajedrez persa y en el ajedrez árabe. Todos los guerreros eran hombres.

Cuando el ajedrez árabe fue introducido en Europa, con la invasión del sur del continente, en

el siglo VII, la pieza más importante después del rey era el Visir, general y el consejero del rey.

La dama empezó a reemplazar al Visir alrededor del año 1000 y, antes del año 1200, se

encontraba en toda la Europa occidental, de Italia a Noruega.

Este minúsculo suceso en el gran orden de cosas, plantea importantes interrogantes acerca

de la posición de la mujer durante la edad media, por ejemplo: ¿Refleja la aparición de la

dama en el ajedrez, el poder real y efectivo de las reinas y de las mujeres de alto linaje? En

contraste con el cercano oriente, donde el Visir era el segundo del Shah (Rey), la reina

europea era la otra mitad del rey, su compañera y su suplente cuando él se ausentaba o

incapacitaba. El ideal monógamo del cristianismo que unía a un hombre y a una mujer,

contrastaba con la poligamia permitida por el islam.

La unión del rey y de la dama en el tablero de ajedrez, simbolizaba una alianza más

significativa y duradera que la del rey con su primer ministro. Esta alianza, también reflejaba

otra diferencia importante entre una reina europea y la esposa de un potentado del cercano

oriente, pues la reina europea tenía la expectativa de compartir el poder político con su

marido, especialmente si ella aportaba un territorio al matrimonio.

En países como España e Inglaterra, se permitía que las mujeres heredaran los tronos de sus

padres en ausencia de un heredero varón. Incluso, algunas reinas obtuvieron el poder sin el

beneficio de tener un esposo.

En la India, donde el ajedrez se originó en el siglo V, no tenía sentido que hubiera una reina en

el tablero. El ajedrez era la representación de una guerra exclusivamente entre ejércitos

integrados por guerreros montados en animales y por la infantería. Lo mismo sucedía en

Persia y en los territorios árabes, con pequeñas modificaciones. En esa época el ajedrez

“Tú eres la música de mi alma; asombras! siendo débil imperas, tus mandatos se imponen más allá de lo que sabes ...” Alfonso Cortés (El mal amor)

árabe era jugado con el visir y con el elefante, resistiéndose a los cambios que tuvieron lugar

en Europa hace mil años.

Una vez que los árabes, a través del mediterráneo, llevaron el juego a España y Sicilia, el

ajedrez comenzó a reflejar las estructuras feudales europeas y tomó una dimensión social. La

dama remplazó al Visir, el caballo se transformó en caballero, el carro de guerra en la torre, el

elefante en alfil —en Francia en bufón—. Solamente el rey y los peones quedaron

exactamente iguales.

El ajedrez indio había sido jugado con piezas, que eran representaciones naturales, de

manera que parecían un ejército en miniatura.

El Chaturanga se jugaba entre cuatro jugadores con piezas que consistían en representaciones

naturales

En cambio, en el mundo árabe, después de la muerte de Mahoma, en 632, los jugadores

musulmanes transformaron las piezas realistas en abstractas, porque el Corán, al igual que la

Biblia Hebrea, prohibía representaciones de creaturas vivas.

Piezas abstractas del ajedrez árabe

En España y en Italia hubo artesanos que no tenían inhibiciones para hacer piezas de ajedrez

realistas, como las indias. Un peón podía ser representado sobre dos fuertes piernas con

escudo y espada. El caballero era representado con riendas y espuelas. El elefante,

desconocido en Europa, se transformó en el alfil, con una prolongada mitra. El rey y la dama

aparecen sentados en sendos tronos y llevan coronas sobre sus cabezas. Uno podría haber

visto en el tablero de ajedrez la misma gente que caminaba o circulaba en las calles

medievales, oraba en las iglesias románicas o concurría a las asambleas reales.

Rey medieval de marfil, del año 1200, encontrado en la Isla de Lewis

Conocemos relativamente poco acerca de la transmisión del ajedrez musulmán al mundo

cristiano y aún menos acerca de la invención de la primera dama en el ajedrez ¿Dónde

apareció por primera vez? ¿Fue inspirada esta innovación en una soberana que realmente

existió?

Manuscrito del poema de Einsiedeln, de alrededor del año 997. Contiene la primera mención escrita de

la reina del ajedrez (regina). Ha sido preservado por más de un milenio en el monasterio de Einsiedeln,

en Suiza.

Pero hay más incógnitas. La dama del ajedrez no comenzó siendo la pieza más poderosa del

tablero. En efecto, al igual que el Visir, ella era una pieza débil, pues solamente podía moverse

una casilla en diagonal. Sin embargo, a finales del siglo XV, ella adquirió un rango de

movimientos sin paralelo y sin precedentes. En 1497, cuando Isabel la Católica reinaba en

España y en el nuevo mundo, descubierto por Colón, un libro español reconoció que la dama

del ajedrez se había convertido en la pieza más potente del tablero. Se trataba del libro de

Luis Ramírez de Lucena, titulado Repetición de Amores e Arte de Axedres con CL Juegos de

Partido, el cual fue el punto de inflexión que dividió el viejo ajedrez del nuevo, que aún

jugamos en la actualidad.

Es un hecho comprobado que la dama del ajedrez alcanzó su poder supremo bajo el reinado

de Isabel la Católica, la más renombrada soberana española de todos los tiempos. Esta

convergencia de reina e ícono, nos conduce a hacernos otras preguntas: ¿Qué relación tuvo

la evolución de la dama del ajedrez con el incremento de la preminencia de las reinas durante

la baja edad media? ¿Qué eventos políticos y culturales deben ser tomados en cuenta para

que, en un período de quinientos años, la dama, que emergió tímidamente, se haya convertido

en la figura más poderosa del ajedrez?

Isabel la Católica, de autor anónimo (c. 1490). Óleo, 21 × 13,3 cm, Museo Nacional del Prado (Madrid).(Madrigal de las Altas Torres, 22 de abril de 1451-Medina del Campo, 26 de noviembre de 1504) fue reina de Castilla desde 1474 hasta 1504, reina consorte de Sicilia desde 1469 y de Aragón desde 1479.

Fernando II de Aragón e Isabel de Castilla, recibieron el título de Reyes Católicos otorgado por el Papa

Alejandro VI, mediante la bula Si convenit, de 19 de diciembre de 1496. Se dice que el lema Tanto monta,

monta tanto, Isabel como Fernando apareció en el contrato prenupcial para indicar la igualdad entre ambos.

Isabel fue la precursora del Hospital de campaña, al hacerse acompañar de personal médico y ayudantes

para atender a los heridos en el campo de batalla. Creyó en los proyectos de Cristóbal Colón, a pesar de las

muchas críticas y reacciones políticas adversas de la Corte y los científicos. Es, sin embargo, falsa la leyenda

que dice que financió con sus joyas el viaje que llevaría al descubrimiento de América. Durante el reinado

común con Fernando se produjeron hechos de gran trascendencia para el futuro del reino, como el

establecimiento de la Santa Inquisición (1480), la creación de la Santa Hermandad, la incorporación del Reino

nazarí de Granada, así como la unificación religiosa de la Corona Hispánica, basada en la conversión

obligada de los judíos, so pena de muerte o expulsión (Edicto de Granada, 1492) y más tarde de los

musulmanes.

Durante los siglos XI y XII, cuando la dama del ajedrez remplazó al visir en el tablero europeo,

hubo numerosos factores favorables a la idea de una fémina poderosa. La primera fue la reina

en el cristianismo, la cual tomó su carácter distintivo durante la alta edad media.

La reina era ante todo la esposa del rey, su fiel, leal y abnegada compañera. Al igual que el

visir oriental, ella también era consejera, especialmente en los asuntos del reino, incluyendo

los diplomáticos y los bélicos. Entre sus deberes oficiales estaba el de interceder ante el rey

en representación de ciertos peticionarios, tales como los miembros de la nobleza, del clero y

los laicos.

A nivel íntimo, ella esperaba administrar el palacio y, a un nivel aún más íntimo, tener hijos.

Esta era su principal función, porque solamente los herederos del rey y la reina podían

asegurar la continuación y estabilidad de la dinastía.

La mayoría de las reinas —así como las duquesas y condesas— llegaron a ser gobernantes

en virtud del matrimonio con el soberano, siendo conocidas como reinas consortes. Si

llegaban a enviudar, algunas de ellas eran nombradas reinas regentes, hasta que el respectivo

heredero alcanzara la edad requerida para gobernar. Pocas preciosas mujeres fueron reinas

regentes como la española Urraca de León y Castilla, quien recibió su reino directamente de

su padre en 1109. La historia registra otras reinas poderosas como Clotilde para los francos,

Teodolinda para los longobardos, Berta de Kent para los británicos, Teodora en el Imperio

Romano de Oriente, Eduvigis de Polonia para los pueblos del Báltico, Teodosia para los

visigodos, Olga de Kiev para los rusos, o la Zarina Alejandra, que se hacía cargo del gobierno

ruso cuando su esposo el Zar se ausentaba por la guerra con Alemania, sin olvidar a Elena, la

madre de Constantino el Grande, canonizada por la Iglesia y, quizá, la más notable de todas

ellas y muchas más.

A un nivel un poco más bajo, muchas mujeres nobles con títulos heredados, ejercieron el

gobierno de sus feudos. Aun después del matrimonio, no se investían automáticamente con

la autoridad de sus maridos. Tales herederas rendían homenaje a sus superiores —reyes,

emperadores y papas— en ceremonias en las que les testimoniaban su lealtad. Algunas

llegaron a ser gobernantes de facto de sus dominios, cuando sus maridos marcharon a las

cruzadas, a partir de la primera en el año 1095.

La Virgen María suele ser representada como una madre con su hijo.

Una segunda corriente cultural que coincidió con el nacimiento de la dama del ajedrez y reforzó la institución de la reina, fue el culto a la Virgen María. Desde el siglo XI, el milagro del nacimiento de Jesús llegó a ser el tema de incontables poemas, himnos, narraciones y

tratados teológicos. Cienes de iglesias fueron dedicadas a Nuestra Señora, representada generalmente como una madre con su hijo en las esculturas, pinturas y vitrales. En su privilegiada posición de madre, se podía apelar a María para que fuera intercesora ante el Señor. También podía hacer milagros por sí misma.

María, en sus caracteres de Madre de Dios, Puente de Cristo y Reina del Cielo, llegó a ser

objeto de adoración sin igual, en el cristianismo de la edad media.

Tristán e Isolda son, según Denis de Rouguemont, un prototipo literario de amor romántico.

Una tercera influencia fue el culto del amor romántico. La adoración a una bella dama, a

menudo la esposa del rey o de un noble poderoso, fue celebrada primero por los trovadores

del sur de Francia y de allí exportada a todas las cortes europeas.

Los jugadores de ajedrez, Liberale da Verona, Tempera sobre madera, 1475, Museo Metropolitano de

Arte de Nueva York

El ajedrez pronto llegó a estar asociado a personas bien nacidas y a la cortesía. El caballero

que quería ser considerado cortés tenía que jugar bien al ajedrez, ya fuese su adversario un

hombre o una mujer. El juego permitía que se enfrentaran personas de ambos sexos en

términos de igualdad y, a veces, servía para encubrir un romance. Tanto la adoración a María

como su opuesto —el amor romántico— contribuyeron al surgimiento de la reina del ajedrez.

Antes del siglo XV hubo pocas mujeres gobernantes que pueden ser vinculadas al ajedrez.

Fue a partir de ese siglo que las mujeres que gobernaban se entrelazan con el surgimiento y

evolución de la dama del ajedrez. Con el transcurso del tiempo, la dama del ajedrez llegó a ser

la quintaesencia de la metáfora del poder femenino en el mundo occidental.

A continuación un precioso sacrificio de dama de Judit Polgar, la indiscutible reina del

ajedrez, con la generosa participación de Lars Bo Hansen, como diría Garry Kasparov.

Polgar,Judit (2555) - Hansen,Lars Bo (2525) [C16] Vejstrup Vejstrup, 1989

[Muñiz, David Bayardo]

1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 ¥b4 Diagrama

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Las negras atacan indirectamente el peón de e4 sin permitir que las blancas ganen un tiempo con el avance e4-e5 y

reservan la casilla e7 para el caballo de rey. La obvia desventaja de la colocación del alfil en b4 es que a menudo termina

siendo cambiado por el caballo de c3, con el consecuente debilitamiento de las casillas oscuras, que en algunas

variantes la seguridad del rey negro pueda estar en peligro. Sin embargo, las negras gozan de una posición ventajosa

por largo término, gracias a los peones doblado en c2 y c3 y al excelente juego en el flanco de dama, al menos, en la

Winawer clásica. Como todas las aperturas, esta tiene virtudes que compensan sus defectos.

4.e5 Diagrama

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La jugada más frecuente de las blancas. Estas cierran el centro, indicando que reaccionarán en los flancos. 4...¤e7

Suele conducir a la línea principal.

5.a3 ¥xc3+ 6.bxc3 b6 Diagrama

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Una de las líneas favoritas de L.B.Hansen.

7.£g4

7.¤h3 ¤g6 8.a4 ¥a6 8...c5!? 9.¥xa6 ¤xa6 10.0–0 ¤b8 11.f4 £d7 12.f5± Nunn,J-Hansen,LB/Lugano/1989/ ‚ TD 1989/

7...¢f8

7...¤g6 es más usual.

8.¤f3 Diagrama

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8.h4 ¥a6 9.¥xa6 ¤xa6 10.h5 h6 11.¤e2 c5 12.¦h3 ¦c8 13.a4 cxd4 14.¥a3 dxc3 15.¦f3÷ Lgumina-

Hansen,LB/Lugano/1989/ ‚ TD 1989/1

8...¥a6 9.¥d3 c5 10.dxc5 ¥xd3 11.cxd3 bxc5 12.0–0 ¤d7 13.a4 ¤c6 14.¥a3 h6

14...¢g8!? … h6

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El inicio de un interesante plan

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Lars Bo, dice Judit, debe haber creído que este era un intento desesperado de salvar mi rey, sin notar que el control de

g5 de mi rey, crea una amenaza mortal.

La siguiente variante conduce a la igualdad: 32.¦bxf7 ¦xg2+ 33.¢h4 £e1+ 34.¦f2 £e4+ 35.¦7f4 g5+ 36.£xg5+ ¦xg5

37.¦xe4 dxe4 38.¢xg5 ¤xd4=

32...£xg2?? Diagrama

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Las negras pasan por alto una bonita combinación en un apuro de tiempo extremo 32...¦e4+ 33.g4 (33.¢g3 ¦e2 34.¢h4

¦e4+ 35.¢g3= £e1+ 36.¢h2) 33...£e1+ 34.¦g3 ¦de8÷

33.£g7+!! Diagrama

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Judit Polgar dice: ¡Oh ... La cara de mi oponente se tornó roja de inmediato. Después de algunos momentos, las negras

abandonaron antes de dirigirse al cadalso: 33.£g7+ ¢xg7 34.¦fxf7+ ¢h8 35.¦h7+ ¢g8 36.¦bg7# 1–0