combara mónica transversalidad
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7/26/2019 Combara Mnica Transversalidad
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Revista Geogrfica Venezolana
ISSN: 1012-1617
Universidad de los Andes
Venezuela
Colombara, Mnica
Gnero, ambiente y desarrollo. Desde caminos paralelos hacia la transversalidad
Revista Geogrfica Venezolana, vol. 47, nm. 2, julio-diciembre, 2006, pp. 157-186
Universidad de los Andes
Mrida, Venezuela
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=347730364002
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Gnero, ambiente y desarrollo. Desde caminos paralelos
hacia la transversalidadGender, environment and development. From parallel paths
to transversality
Colombara Mnica*Recibido: junio, 2005 / Aceptado: diciembre, 2005
Resumen
Este trabajo plantea la necesidad de abrir espacios de dilogo y debate poltico para in-corporar la perspectiva de gnero en la formulacin, planificacin y ejecucin de polticasambientales que apunten a la sustentabilidad de los proyectos de desarrollo. La primeraparte analiza la interconexin entre las mujeres y el medio ambiente a partir del anlisis dedocumentos, declaraciones y planes de accin emanados de las distintas reuniones interna-cionales tanto en cuestiones referidas al ambiente como a las mujeres. Posteriormente, un
breve anlisis de las polticas para la mujer en el desarrollo, sus principales caractersticasy su correlacin con la visin histrica de los conceptos gnero y ambiente permite detectaralgunas orientaciones tericas que interpretan dicha relacin. Por ltimo, considera la ne-cesidad de realizar propuestas conceptuales y metodolgicas para mejorar los diagnsticos y
los estudios en general acerca de la interconexin entre el sistema de gnero y las cuestionesambientales y su impacto, en el contexto de las polticas de desarrollo que se implementanen organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.
Palabras clave:mujer; gnero; ambiente; desarrollo; polticas pblicas.
Abstract
This paper states the need to create a space for dialog and political debate to incorporate thegender perspective into the making up, planning and carrying out of environmental policiesaimed at the sustainability of development plans. The first part analyses the interconnec-tion between women and environment through a close reading of documents, statementsand plans of action derived from different international meetings concerning issues relatedno only to environment but also women. The following part consists of a brief analysis of
women-oriented politics in the development, their main characteristics, and their connec-tion to the historical aspect of the categories of gender and environment, that enables thedetection of certain theoretical approaches to this relationship. Finally, the need to produceconceptual and methodological proposals in order to improve the studies of the intercon-nection between the gender system and environmental issues, as well as its impact, withinthe context of development policies that are put into practice in governmental and non-go-
vernmental organizations.
Key words:woman; gender; environment; development; public policies.
* Instituto Superior de Formacin Docente 41 de A. Brown, Buenos Aires-Argentina, e-mail: monica.
[email protected]. Fundacin Propuesta. Buenos Aires-Argentina, e-mail: [email protected]
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Introduccin
El ecologismo1 y el feminismo son con-
siderados los movimientos sociales msvigorosos del siglo XX, por su praxis po-ltica y por la diversidad de sustentos te-ricos, con un gran proceso de expansine influencia en las relaciones sociales,econmicas y polticas, no slo entre losestados sino tambin en la vida privadade las personas.
Si bien se aprecia, desde los aos 70,una creciente toma de conciencia a nivelmundial sobre la estrecha relacin en-tre los problemas ambientales y los deorigen social, econmico y poltico, anno se encuentran soluciones integralesa los mismos. Asimismo, la situacin delas mujeres ha experimentado cambios ylogros en algunas regiones; sin embargo,
es mucho lo que todava queda por hacerdado que no todas las mujeres tienen elmismo nivel de acceso a oportunidades,responsabilidades ni a derechos.
Es posible que ambos movimientospersistan con las caractersticas mencio-nadas al comienzo ante la envergadura delos problemas ambientales y de los quepadecen las mujeres, lo cual ha motivadoque las relaciones de gnero, el desarrollo
y el medio ambiente se transformen entema de estudio y anlisis relativamentecreciente, aunque todava no difundidotanto en los mbitos acadmico y polticocomo en las agendas gubernamentales oen las polticas internacionales.
El estilo de desarrollo vigente produce
desigualdad entre las personas y carecede sustentabilidad en el tiempo para lossistemas naturales. La relacin entre el
conjunto de acciones y relaciones socia-les que inciden sobre el sistema natural
y los efectos de los cambios ambientales
sobre los actores sociales agrava an msla situacin.
Este trabajo tiende algunas lneas deanlisis y reflexin sobre las relacionesde gnero y las cuestiones ambientalesdentro de un modelo de desarrollo inte-grado; asimismo, plantea la necesidad deprofundizar la investigacin en el mbito
acadmico y de abrir espacios de dilo-go y debate poltico para incorporar laperspectiva de gnero en la formulacin,planificacin y ejecucin de polticas am-
bientales.Es necesario un nuevo estilo de de-
sarrollo, de transformacin productivacon equidad, que incluya la igualdad deoportunidad para hombres y mujeres,
asegurando el manejo sustentable de losrecursos naturales y del ambiente, con unenfoque integrador de polticas intersec-toriales.
La primera parte de este artculo con-sidera la interconexin entre las mujeres yel ambiente, en el marco de las propuestaspara alcanzar un desarrollo sustentable, apartir del anlisis de los documentos, de-claraciones y planes de accin emanadosde las distintas reuniones internacionalestanto en cuestiones referidas al medio am-
biente como a las mujeres.Posteriormente, un breve anlisis de
las polticas para la mujer en el desarro-llo, sus principales caractersticas y sucorrelacin con la visin histrica de los
conceptos gnero y medio ambiente per-mite detectar algunas orientaciones te-ricas que interpretan dicha relacin.
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Por ltimo, considera la necesidad derealizar propuestas conceptuales y meto-dolgicas para mejorar los diagnsticos y
los estudios en general acerca de la inter-conexin entre el sistema de gnero y lascuestiones ambientales y su impacto, enel contexto de las polticas de desarrollo aimplementar en organizaciones guberna-mentales y no gubernamentales.
Las declaraciones y documentosinternacionales como expresin dedeseo: un anlisis evolutivo y compa-rativo
La Conferencia de las Naciones Unidassobre el Medio Humano, realizada enEstocolmo en 1972, (Naciones Unidas,1972) fue el primer encuentro guberna-
mental de envergadura sobre temas am-bientales. El nfasis estuvo puesto en losaspectos tcnicos de la contaminacinprovocada por la industrializacin, el cre-cimiento demogrfico y la urbanizacin, ylas consecuencias negativas de estos pro-cesos. El debate deriv hacia dos grandestemas: las relaciones entre las medidasambientales y el crecimiento econmico,por un lado, y los efectos del crecimientopoblacional, por otro. Es interesante se-alar que en la declaracin de esta confe-rencia siempre se ha utilizado el trminohombre, en el sentido genrico de serhumano, y en ningn apartado se nom-
bra a la mujer o las mujeres.En ese mismo ao, el Informe Meado-
ws, (Meadows et al., 1972) afirmaba queel crecimiento econmico posee lmitesambientales y que, de continuarse por
ese camino, se terminara en una cats-trofe ambiental, hambrunas generaliza-das y reduccin de la poblacin.
La discusin se dogmatiz originn-dose una oposicin entre las polticasambientales y las polticas econmicas.Esa polarizacin se dio porque el desa-rrollo era concebido slo como creci-miento econmico y medido en trminosmateriales. As fue amplindose el debateentre ambientalistas y economistas.
Por otro lado, la Primera EstrategiaMundial para la Conservacin (UICN/PNUMA/WWF, 1980) no involucrabamayormente la temtica social, y las mu-
jeres slo eran asociadas a temas como elanalfabetismo y el crecimiento demogr-fico.
Surgieron algunos foros de discusiny trabajos de especialistas, especialmente
en Amrica Latina, y, tambin comenz ainstalarse, muy tmidamente, una opininintermedia, que recin a mediados de ladcada siguiente dara lugar a una nuevaeconoma del desarrollo sostenible.
En 1983, en un contexto caracteriza-do por fuertes polmicas en temas talescomo el deterioro creciente de las reasnaturales y de las condiciones ambienta-les, la conservacin de la flora y fauna, eltransporte transfronterizo de sustanciastxicas, entre otros, se conform, por ini-ciativa de la ONU, la Comisin Mundialsobre el Medio Ambiente y el Desarrollo(CMMAD).
Esta comisin focaliz su trabajo enlos estilos de desarrollo y sus repercusio-
nes para el funcionamiento de los siste-mas naturales, subrayando que los pro-
blemas del medio ambiente se encuentran
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directamente relacionados con los de lapobreza, la satisfaccin de necesidades
bsicas de alimentacin, salud y vivien-
da, las fuentes renovables de energa y elproceso de innovacin tecnolgica.
En el informe, denominado Nuestrofuturo comn, esta comisin defini lasustentabilidad como la posibilidad desatisfacer las necesidades del presentesin comprometer la capacidad de que
las futuras generaciones puedan satisfa-
cer sus propias necesidades (CMMAD,1987: 23).Esta definicin implica incor-porar el largo plazo como un elementoindiscutible en la planificacin del de-sarrollo, as como la consideracin intrae intergeneracional de la equidad. Esteconcepto, a pesar de los cuestionamien-tos a su estatus cientfico, sigue vigente yes muy utilizado, aunque su amplitud lo
ha dejado expuesto a variadas interpreta-ciones, a veces muy distintas.
Por otro lado, cabe recordar que si-multneamente surgan movimientosde mujeres y/o feministas especialmen-te en el hemisferio norte, en lo que dioen llamarse la segunda ola del feminis-mo2, cuyo objetivo fundamental fue elde procurar una mayor participacin dela mujer en la vida econmica y poltica;estos movimientos ejercen presin sobrela opinin pblica y sobre los gobiernospara mejorar el estatus de las mujeres.Los investigadores empiezan a centrar-se en la divisin del trabajo basada en elsexo y en el impacto de las estrategias dedesarrollo y modernizacin sobre las mu-
jeres. Es decir, las mujeres comienzan aser consideradas como un pilar del desa-rrollo econmico.
Asimismo, la Organizacin de las Na-ciones Unidas (ONU), cuando identificaun rea problemtica en relacin al de-
sarrollo humano, utiliza el mecanismo dededicar un ao internacional a la mismallamando as la atencin de la comunidadinternacional en torno al tema, estimu-lando a los gobiernos de los pases miem-
bros a analizar la situacin al interior delos mismos y en sus agencias, cada una enel mbito de su mandato especfico, para
contribuir a la reflexin y a la elaboracinde estrategias.Es as que, en el marco de la 1 Confe-
rencia Mundial sobre la Mujer realizadaen 1975, en Ciudad de Mxico, se esta-
blece el Ao Internacional de la Mujer,bajo el lema Igualdad, Desarrollo y Paz3(Naciones Unidas, 1975), basndose en laconsideracin de que existe la posibilidad
real y sostenible de alcanzar la paridadincluso en un contexto de guerra, pobre-za y marginacin.
La importancia de esta conferenciaestuvo dada no slo por la amplitud delos temas abordados sino tambin por losaspectos de inequidad de gnero surgidosen el desarrollo de la misma. Culminacon la propuesta de un Plan de Accinaprobado por la Asamblea de las NacionesUnidas y con la Dcada Internacional dela Mujer (1976-1985). Se introduce elconcepto de participacin de las mujeresen el proceso de desarrollo denominadoMujer en Desarrollo o MED (Womenin Development/WID), que expresala preocupacin por la desigualdad o
desventajosa posicin de las mujeres y eldeseo de terminar con la discriminacincontra ellas.
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Otros hechos significativos en el pla-no internacional fueron el surgimientodel instrumento internacional ms im-
portante sobre los derechos de la mujer,o sea, la CEDAW o Convencin sobre laEliminacin de Todas las Formas de Dis-criminacin contra la Mujer, que entr en
vigor en 1981 (Naciones Unidas, 1979)4, yla 2 Conferencia Mundial sobre la Mu-
jer, realizada en Copenhague, en 1980,(Naciones Unidas, 1980), durante la cual
fue evaluado el nivel de cumplimiento delPlan surgido de la 1 Conferencia Mun-dial sobre la Mujer. Se aprob un nuevoPlan de Accin, centrado en las reas desalud, educacin y empleo.
Durante la Dcada Internacional dela Mujer se lograron avances en lo que serefiere a herramientas de promocin dela condicin de la mujer, como por ejem-
plo, nuevos instrumentos normativos na-cionales, la creacin de organismos inter-nacionales especficos para el adelanto dela mujer: UNIFEM (Fondo de NacionesUnidas para las Mujeres) y el INSTRAW(Instituto Internacional para la Investi-gacin y la Formacin para el Adelantode la Mujer), entre otros.
Recin en 1984, el Programa de lasNaciones Unidas para el Medio Ambien-te (PNUMA), recientemente creado, es-tableci un grupo de mujeres asesorasdenominado Senior Womens AdvisoryGroup on Sustainable Development, elcual comenz a reflexionar y asesorar alPrograma respecto a la conexin existen-te entre la problemtica de exclusin que
afecta a las mujeres, los roles que desem-pean y el deterioro del medio ambienteen el contexto del desarrollo y de la supe-
racin de ambas situaciones.Al finalizar la Dcada Internacional
de la Mujer, en 1985, se realiza en Nai-
robi, la 3 Conferencia Mundial sobre laMujer (Naciones Unidas, 1985), donde seconstata el retroceso de la situacin de lasmujeres sufrido en gran parte del mundoen desarrollo. Tambin se alerta acercadel bajo nivel de cumplimiento de losPlanes de Accin anteriormente acorda-dos. Por estos motivos, se obtiene un alto
consenso sobre la necesidad de adoptarnuevas legislaciones sobre la familia, elderecho civil, el derecho al trabajo y depromover una poltica ms activa en loscampos sanitario y educativo, favorecien-do as la equidad desde la perspectiva degnero.
Y es en la dcada de los 80 cuando sur-ge el concepto gnerocomo instrumento
analtico, a partir de la conciencia cadavez mayor de las desigualdades debidas alas estructuras institucionales. No se fijaen las mujeres como grupo aislado y ho-mogneo, sino en los roles y necesidadestanto de los hombres como de las muje-res: un enfoque que requiere aportes deunos y de otras con el fin de realizar loscambios necesarios para alcanzar mayorigualdad entre ellos puesto que, ms queintegrar a las mujeres en un proceso dedesarrollo dado, se trata de construir unmodelo nuevo que modifique aquellas re-laciones de poder basadas en la subordi-nacin de las mujeres.
Surge entonces el enfoque Gnero yDesarrollo o GID (Gender and Develop-
ment/GAD), concentrndose en el pro-blema de la desigualdad de las relacionesentre hombres y mujeres. Propone que el
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propio desarrollo se defina con la partici-pacin activa de la mujer, que las muje-res pasen a ser consideradas promotoras
de cambios y de lucha; es decir, agentesactivos del desarrollo.
Este enfoque propone conceptos, me-todologas y estrategias para reestructu-rar las relaciones de poder entre hombres
y mujeres, creando condiciones para quelos procesos de decisin sobre el futuropersonal y colectivo puedan ser equitati-
vos en todos los mbitos de interaccinhumana. Analiza las relaciones socialesentre hombres y mujeres y no slo lasituacin de las mujeres. Concibe a lasmujeres como sujetos de cambio social.Coloca la construccin de la ciudadanapor encima del combate a la carencia.
Pretende contribuir a la generacinde un modelo de desarrollo integral que
supere los enfoques centrados en la pro-duccin econmica y en el consumo, yque tenga como referencia a la personahumana.
Es a partir de las Estrategias orien-tadas hacia el futuro para el adelanto dela mujer adoptadas en la Conferenciade Nairobi, en 1985 (Naciones Unidas,1986), que el tema del medio ambiente seincorpor oficialmente a la discusin so-
bre las mujeres considerando sus mutuasrelaciones, y vinculando a su vez estos te-mas con la preocupacin del desarrollo.
En el documento hay cuatro prrafosdedicados al tema del medio ambiente,entre los cuales se destaca aquel que dice:Se deben evaluar las repercusiones am-
bientales que las polticas, programas oproyectos puedan tener sobre la salud de
la mujer y sus actividades, incluidas sus
fuentes de empleo e ingresos, y se deben
eliminar los correspondientes efectos
adversos (Naciones Unidas, 1986: 10).
En el contexto del Foro de las Orga-nizaciones No Gubernamentales (ONGs),paralelo a la conferencia, se organiz untaller denominado Impacto de la crisisambiental sobre las mujeres que redactun plan de accin orientado a fortalecerel liderazgo femenino en el manejo y laadministracin ambiental, y a proveer
informacin, educacin y capacitacin alas mujeres en la temtica del medio am-biente.
Tambin debe mencionarse el informeNuestro futuro comn, de la ComisinMundial sobre Medio Ambiente y Desa-rrollo (CMMAD, 1987)5, el cual si bien nohace mencin de la relacin gnero y am-
biente, define el concepto de desarrollo
sustentable y apuesta por el cambio so-cial, econmico, poltico y cultural. Esteproceso de cambio demanda que en suconstruccin participen todos los actoressociales de forma equitativa, tanto en lasdecisiones respecto a la direccin que sele va a otorgar a las polticas como en los
beneficios del crecimiento econmico y eldesarrollo. Por ese motivo, es ineludiblela consideracin de procedimientos y ob-
jetivos igualitarios para varones y muje-res y el mejoramiento de la distribucinde los recursos naturales, econmicos ysociales.
En 1990, la Comisin de Desarrollo yMedio Ambiente de Amrica Latina y elCaribe (CDMAALC, 1990), elabor el in-
forme Nuestra propia agenda enfatizan-do los vnculos entre riqueza, pobreza,poblacin y medio ambiente; tambin in-
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tent sentar las bases para iniciar un pro-ceso de sustentabilidad en la regin. Porsu parte, la Comisin Econmica para
Amrica Latina (CEPAL/PNUMA, 1990)determin la necesidad de armonizar losdesafos, de tornar las economas latinoa-mericanas ms competitivas, promovermayor equidad y permitir la preservacinde la calidad ambiental y del patrimonionatural de los pases, a la vez que consi-der la relacin entre desarrollo y medio
ambiente como de carcter sistmico.En 1992, la Primera Conferencia delas Naciones Unidas sobre el Medio Am-
biente y el Desarrollo, realizada en Rio deJaneiro, marc un hito al producir acuer-dos que incorporan el desarrollo susten-table como meta principal y se destacael rol de las mujeres; por este motivo sedar un mayor detalle a la misma.
En 1990, cuando se realiz la primerareunin preparatoria de la Cumbre de laTierra, en el programa oficial no se men-cionaba el rol de las mujeres en la preser-
vacin del medio ambiente y las distintasmodalidades que adquiere su insercinen los procesos de desarrollo. Su poste-rior incorporacin en el programa es elresultado de reuniones realizadas, bajo lainiciativa del PNUMA, en frica (Harare,Zimbabwe, 1989), pases rabes (Tnez,1990), Asia (Bangkok, 1991), AmricaLatina y el Caribe (Quito, 1991), dondeparticipantes presentaron informacinsobre los principales problemas ambien-tales de cada regin y sus efectos sobre lapoblacin femenina, a la vez que hicieron
propuestas para incorporar al debate conmotivo de la conferencia.
Otros antecedentes fueron la Asam-blea Mundial sobre la Mujer y el MedioAmbiente Socios en la Vida; all se pre-
sentaron experiencias populares, sos-tenibles, replicables y econmicamente
viables, llevadas a cabo por mujeres, entemticas como energa, agua y sanea-miento, residuos, biodiversidad y educa-cin ambiental; y al Congreso Mundial deMujeres por un Planeta Sano, organizadopor el Comit Internacional para Polti-
cas de Accin (IPAC) y la Organizacinde Mujeres para el Medio Ambiente y elDesarrollo, asistieron 1500 mujeres pro-
venientes de 83 pases, quienes analiza-ron las distintas formas en que la crisisambiental y el estilo de desarrollo vigenteafectan a la poblacin femenina.
Estos foros cuestionaron el paradig-ma de desarrollo vigente y llamaron a
introducir cambios que aseguren la sus-tentabilidad y un estilo de desarrollo cen-trado en las necesidades y los derechosde las personas. El consenso alcanzado sepresent en el documento Agenda 21 de
Accin de las Mujeres, que constituye unmarco ideolgico desde el cual tomar me-didas, y donde la democracia participati-
va, el acceso universal a la informacin,las posiciones ticas y la completa parti-cipacin de las mujeres en igualdad conlos varones son bases para el cambio.
Las actividades realizadas por gruposy redes de mujeres, sumado a la crecienteconciencia internacional sobre la proble-mtica de gnero y medio ambiente, se
vieron plasmados en el principio 20 de la
Declaracin de Rio que expresa: Las mu-jeres juegan un rol principal en el manejo
ambiental y el desarrollo. Por esa razn
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su participacin total es imprescindible
para lograr un desarrollo sustentable(Naciones Unidas, 1992: 11). Tambin los
cuarenta captulos sectoriales e intersec-toriales aluden a la participacin de lasmujeres para alcanzar un desarrollo sus-tentable hacia el prximo siglo.
Tambin se hicieron propuestas deacciones que conduzcan a superar la si-tuacin de discriminacin que afecta alas mujeres. Entre stas se destacan: a)
implementar medidas para fortalecer yestimular instituciones, organismos nogubernamentales y grupos de mujerespara su capacitacin en el uso y manejode los recursos; b) promover la reduccinde la enorme carga de trabajo de las mu-
jeres a travs del establecimiento de guar-deras, la divisin igualitaria de las tareasdomsticas entre varones y mujeres y la
utilizacin de tecnologas ambientalmen-te sanas; c) implementar programas paraestablecer y fortalecer servicios de saludpreventiva y curativa que sean dirigidosa las mujeres y manejados por ellas e in-cluyan servicios de planificacin familiarque sean seguros, baratos y voluntarios.
A partir de entonces algunas agenciasdonantes, organismos internacionales
y gobiernos mostraron inters en con-siderar aspectos de la relacin gnero ymedio ambiente, tal como ya se estabahaciendo a nivel de la investigacin y elactivismo, pero la vinculacin adecuadade estos temas en la implementacin depolticas parece ser an muy difcil.
La instalacin de esta perspectiva se
observa posteriormente en las distintasconferencias y reuniones internacionalesrealizadas, donde se fueron incorporan-
do y profundizando estos puntos de vista.Es decir, fue adquiriendo legitimidad yun lugar propio en declaraciones, planes
y programas, tanto a nivel mundial comode Amrica Latina y el Caribe.
De este modo, en el Programa de Ac-cin emanado de la Conferencia Inter-nacional sobre Poblacin y Desarrollo,realizada en 1994 en El Cairo, se expresaque La habilitacin y la autonoma dela mujer y el mejoramiento de su condi-
cin poltica, social, econmica y sanita-ria constituyen en s un fin de la mayor
importancia. Adems, son indispensa-
bles para lograr el desarrollo sostenible(Naciones Unidas, 1995: 20).
Aqu fue incorporado el concepto deempoderamientode las mujeres; es de-cir, la necesidad de que las mujeres ad-quieran poder, fuerza y autoestima, como
requisito para un desarrollo equitativoentre los gneros. Su propsito es darms poder a las mujeres mediante unamayor confianza en s mismas.
A su vez, en la Declaracin de Copen-hague sobre Desarrollo Social, productode la Cumbre Mundial sobre DesarrolloSocial realizada en 1995, en el punto 7 seafirma: Reconocemos que no se puedelograr un desarrollo social y econmico
sostenible sin la plena participacin de la
mujer y que la igualdad y la equidad en-
tre la mujer y el hombre constituye una
prioridad para la comunidad interna-
cional, y como tal, debe ser un elemento
fundamental del desarrollo econmico y
social(Naciones Unidas, 1996: 4).
A nivel de Amrica Latina y el Caribe,en el Programa de Accin Regional paralas Mujeres de Amrica Latina y el Cari-
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be, 1995-2001 (CEPAL, 1995a: 22-34),se observa un acercamiento integral a lainteraccin mujeres y medio ambiente.
Dicha relacin se encuentra consideradaen el rea Estratgica II cuando expresa:Desarrollo econmico y social con pers-
pectiva de gnero: participacin equi-
tativa de las mujeres en las decisiones,
las responsabilidades y los beneficios del
desarrollo.
En el diagnstico correspondiente se
presenta slo un avance de carcter muygeneral donde se indica el progresivo re-conocimiento de la importancia de pro-teger el medio ambiente y de la adopcindel Programa 21, mientras que entre losobstculos identificados se destacan prin-cipalmente tres: a) la falta de claridad delas propuestas sobre un desarrollo sus-tentable que permita un reparto equitati-
vo de sus beneficios entre mujeres y hom-bres, y carencia de oportunidades paraque stas participen en la identificacinde la problemtica y en la formulacin yaplicacin de polticas y programas rela-cionados con los problemas ambientales,lo que hara ms eficientes y efectivos susaportes a la solucin de los mismos (p-rrafo p); b) la falta de decisin polticapara ejecutar acciones concretas tendien-tes a mejorar el manejo de los recursospara el logro de un desarrollo sustentable(prrafo q); y c) la caracterizacin de lasmujeres nicamente como administra-doras domsticas de la crisis ambiental(prrafo r). A partir de estos obstculosse plantea el Objetivo Estratgico II.6 Al-
canzar una participacin equitativa de lasmujeres en el diseo y el manejo de laspolticas de medio ambiente, con once
acciones estratgicas que permitirancumplirlo.
Un prrafo especial merece la 4 Con-
ferencia Mundial sobre la Mujer Accinpara la Igualdad, el Desarrollo y la Paz,(Naciones Unidas, 1995) y el Foro de Or-ganizaciones no Gubernamentales pa-ralelo, realizados en Pekn, en 1995. Enesa ocasin, la vinculacin entre gnero,medio ambiente y desarrollo sustentableadquiere ya un lugar protagnico.
Como resultado de esta conferencianacen dos documentos: la Declaracinde Pekn y la Plataforma de Accin, enlos cuales se refleja este enfoque bsico.En la Declaracin de Pekn se consagrael compromiso de la comunidad inter-nacional en favor de la promocin de lasmujeres y establece las responsabilidadesde los gobiernos en reflejar la perspectiva
de gnero en todas las polticas y progra-mas a escala nacional, regional e interna-cional. Se reconoce la necesidad de unaplena implicancia de las mujeres paracrear la igualdad con los hombres, en laspolticas orientadas a la erradicacin dela pobreza, a la promocin del crecimien-to econmico y de la equidad social, a laproteccin del medio ambiente y a la con-solidacin de la democracia, como acto-res y beneficiarios ambos de un procesode desarrollo sostenible centrado en laspersonas. En el punto k, hace referenciaespecfica al medio ambiente planten-dose objetivos estratgicos y medidas quetienen como temas centrales la situacinde pobreza que afecta a muchas mujeres,
la necesidad que participen activamenteen la adopcin de decisiones relativas almedio ambiente en todos los niveles, y la
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integracin de la perspectiva de gneroen las polticas y programas para un de-sarrollo sostenible.
En la Plataforma de Accin se recono-ce el principio de que mujeres y hombresdeben compartir el poder y las responsa-
bilidades en el hogar, en el lugar de tra-bajo y, a nivel ms amplio, en la comuni-dad nacional e internacional.
Resumiendo, el principal mensaje esque la equidad de gnero es un objetivo
que debe afectar al conjunto de las polti-cas y planes de desarrollo de los pasesyque las cuestiones de gnero dejan de serun asunto que implica slo a las mujeresenglobndolas en un sector acotado alque se orienta una accin especfica; pa-san a ser consideradas desde un enfoqueque afecta, de modo transversal, a todos
y cada uno de los mbitos propios del de-
sarrollo.La evaluacin realizada en la Cum-
bre para la Tierra + 5, en Nueva York, en1997, (Naciones Unidas, 1997a), muestraalgunos logros en materia de proteccinambiental, pero tambin refleja grandesdficits en los procesos de instrumenta-cin de las acciones y que los cambiosen las estructuras econmicas y polticasno han conllevado progresos en la supe-racin de la pobreza y en el logro de laequidad.
En este mismo proceso, la Comisinde la Condicin Jurdica y Social de laMujer de las Naciones Unidas destac,una vez ms, la necesidad de incorporarel enfoque de gnero en la corriente prin-
cipal del desarrollo, as como en el diseoe implementacin de los programas y po-lticas ambientales, incluyendo aquellas
medidas emanadas del Programa 21 y dela Plataforma de Accin de Beijing en losniveles nacional y local. De manera com-
plementaria, en el Informe de la JuntaConsultiva de Alto Nivel sobre el Desa-rrollo Sostenible para el examen de 1997,de los compromisos de Rio, se sostieneque uno de los requisitos para conseguircambios positivos hacia el desarrollo sus-tentable es que se fomente la autonoma
y la movilizacin de la mujer (Naciones
Unidas, 1997b).Los Objetivos y Metas del Milenio,promovidos por las Naciones Unidas enseptiembre de 2000 (Naciones Unidas,2000), abordan los temas que ms pre-ocupan a la comunidad internacional,entre ellos, promover la igualdad entrelos gneros y la autonoma de la mujer(3), mejorar la salud materna (5), garan-
tizar la sostenibilidad del medio ambien-te (7). Estos objetivos y metas incidirnen las polticas pblicas nacionales y lo-cales pero muchos especialistas y ldereshan cuestionado los fundamentos en losque se sustentan por sus limitaciones enla concepcin del desarrollo as como eltratamiento limitado de las cuestionesrelativas a la inequidad de gnero. Ade-ms, no pareceran tomar en cuenta loslogros alcanzados hasta el presente porla lucha de las mujeres, encarnada en losacuerdos internacionales a los que adhi-rieron los pases.
Un ltimo prrafo va destinado a laCumbre Mundial sobre el DesarrolloSostenible tambin denominada Ro+10,
realizada en Johannesburgo, en 2002(Naciones Unidas, 2002). En esa ocasin,las autoridades de la misma y los gobier-
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nos reconocieron los magros resultadosobtenidos durante la dcada anterior aldeclarar que el objetivo de esa cumbre
era revigorizar, al nivel poltico ms alto,el compromiso mundial con la asociacinNorte-Sur para acelerar la aplicacin delPrograma 21.
El anlisis de los documentos, decla-raciones y planes de accin de las reunio-nes internacionales previamente citadas,ha permitido detectar la interconexin
entre las cuestiones ambientales y las es-pecficas de las mujeres. A continuacinse pasar revista a las polticas para lamujer en el desarrollo, sus principalescaractersticas y su correlacin con la vi-sin histrica de los conceptos gnero yambiente lo cual ha permitido detectaralgunas orientaciones tericas que inter-pretan dicha relacin.
Formas de abordaje de la relacingnero, medio ambiente y desarrollo:evolucin y situacin
El debate sobre mujeres y medio am-biente surge a mediados de la dcada delos setenta. El estudio realizado por E.Boserup (1970), fue uno de los primerosrealizados con perspectiva de gnero, talcomo hoy se la caracteriza, al analizar laparticipacin de las mujeres en el con-texto de las variables econmicas y enrelacin a los varones de sus grupos so-ciales; signific un sustancial cambio derumbo en la percepcin sobre el papel de
las mujeres en el desarrollo econmico.Desarroll una tipologa de los sistemasde produccin agrarios y mostr que los
programas rurales tenan efectos negati-vos sobre ellas por desconocimiento delimportante rol que juegan en la agricul-
tura, considerndolas como las principa-les vctimas del deterioro ambiental queenfrentaba el sector.
A partir de ese momento comienzana delinearse distintas orientaciones con-ceptuales y metodolgicas sobre cmoabordar la interrelacin gnero, medioambiente y desarrollo, que genricamente
se denominan: a) ecofeminismo, b) muje-res y medio ambiente y, c) gnero, medioambiente y desarrollo sustentable.
Estas lneas de pensamiento aportandiferentes ideas, tienen sus propias di-nmicas, responden a diferentes reali-dades sociales y territorios geogrficos,
y dan lugar a diferentes interpretacionesacerca del papel del desarrollo y su ma-
nera de repercutir sobre las mujeres y elmedio ambiente. Por lo tanto, algunosenfoques reconocen a las mujeres comoadministradoras invisibles y cotidianasdel medio ambiente, valoran su rol comosoporte ambiental y educadoras am-
bientales, pero sin plantear su situacindesventajosa producto del sistema degnero dominante. En otros casos, se lasconsidera un recurso econmico o una
variable demogrfica. Desde otras posi-ciones se las coloca como vctimas y, porlo tanto, como potenciales salvadoras delmedio ambiente, mientras que otros lasconsideran las principales depredadorasa partir de las mltiples tareas que cum-plen empleando los recursos naturales y
su vinculacin con la pobreza.A continuacin se presentan sintti-
camente los principales argumentos que
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sostienen el ecofeminismo, la posicinmujeres y medio ambiente, para finalizarplanteando los postulados fundamentales
de la corriente gnero, medio ambiente ydesarrollo sustentable que puede liderarun nuevo enfoque en la elaboracin depolticas pblicas que apunten a la sus-tentabilidad.
a) El ecofeminismo
El feminismo ecolgico es un cuerpo de
ideas y prcticas que hacia los aos 70vinculaba a los movimientos ecologista,pacifista y de mujeres. Segn Plumwood(1992), el ecofeminismo es tan diverso
y complejo como el feminismo mismo;resulta de la aplicacin de perspectivasfeministas a los problemas de la ecolo-ga. Adquiere diferentes formas pero entrminos generales es posible distinguir
dos de ellas: el ecofeminismo cultural y elecofeminismo social.
El ecofeminismocultural ve a la opre-sin de la mujer y de la naturaleza comoconsecuencia de la dominacin masculi-na que ha creado una sociedad obsesio-nada por el control y el dominio de ambos(Mies y Shiva, 1993). Apunta a remediarlos problemas ecolgicos y de la mujer atravs de la creacin de una cultura al-ternativa de mujeres; enfatiza la cuestinde una nueva relacin espiritual con lanaturaleza al resaltar la transformacinpersonal y reforzadora de la mujer y sus
valores; defiende la recuperacin de unprincipio femenino que implica armona,sostenibilidad y diversidad.
Desde esta posicin, la lder ecologis-ta Vandana Shiva (1989) afirma, por unlado, que todas las mujeres tienen una
relacin especial con la naturaleza, y con-sidera a la mujer como un concepto y unarealidad unitarios, centrados en el hecho
de ser madre y cuidadora de vida, sin re-conocer la heterogeneidad existente al in-terior de esta categora determinada porla pertenencia tnica, la clase social y laedad, entre otros factores. Por otra par-te, establece que sus experiencias ya sean
biolgicas, determinadas por el cuerpofemenino y sus funciones (embarazo,
parto, lactancia, menstruacin), o cultu-rales (el cuidado y la crianza de los hijos)le dan a la mujer una psiquis natural di-ferente. A su vez, la cercana de las muje-res con la naturaleza les proporcionaraa stas un conocimiento especial que lespermitir salvar el planeta y su naturalpropensin para proteger el ambiente esuna extensin de sus roles de cuidado del
grupo familiar y de la comunidad.Esta responsabilidad de salvadoras
y cuidadoras privilegiadas ha sido muycriticada porque se les delega a las muje-res sin considerar especficamente si dis-ponen o no de los recursos para hacerlo(Leach, 1991). Adems, esta perspectivaresulta insatisfactoria en la medida quees esttica y no incorpora los cambioshistricos y su impacto en la dinmica deinteraccin entre las personas y su me-dio, y no contextualiza social, histrica ymaterialmente la construccin de gnero,o sea, el ser mujer en un tiempo y espaciodeterminado.
El ecofeminismosocial, por su parte,tiende a enfatizar los aspectos social y
poltico ms que los aspectos personalesy espirituales. Ve a la naturaleza comocategora poltica ms que natural. Ar-
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gumenta que no es tanto que las mujerespor s mismas sean un modelo para ar-mar una mejor relacin con la naturaleza
-dado que ellas son tambin producto delpatriarcado y han desarrollado sus apti-tudes y su identidad como subordinadasa ello- sino que el objetivo es la construc-cin de una cultura no dicotmica, de unasociedad con una nueva visin econmica
y sociopoltica basada en la satisfaccinde las necesidades bsicas, caracterizada
por ser anticolonialista y antipatriarcal.Idealiza las sociedades tradicionales y si-ta en un lugar protagnico el respeto ala diversidad cultural.
Cabe resaltar la contribucin de estaperspectiva al debate ambiental porquetrajo de manera explcita el tema de laparticipacin femenina en el uso y mane-
jo de los recursos naturales. Sin embargo,
sus anlisis no han explicado del todo lamultiplicidad de niveles y la compleji-dad de relaciones que se dan entre hom-
bres, mujeres y ambientes, as como losdiferentes impactos que los problemasambientales tienen sobre hombres y mu-
jeres. Y su contribucin al desarrollo depolticas pblicas, que apunten al mejo-ramiento de la situacin de ambos facto-res ms all del discurso, no es clara.
b) Mujeres y medio ambiente
La corriente conocida como Mujeres yMedio Ambiente (MMA) se inserta den-tro de la lnea de pensamiento y accindenominada Mujeres en el Desarro-llo (MED) o Women in Development
(WID), que marc una etapa en el campode los proyectos y programas de desarro-llo. Cabe recordar que el concepto MED
fue introducido en el marco de la 1 Con-ferencia Mundial sobre la Mujer (Mxico,1975), para expresar la preocupacin por
la desigualdad o desventajosa posicinde las mujeres y el deseo de terminar conla discriminacin contra ellas. En mu-chos casos, sigue vigente hasta la actua-lidad con un importante impacto entrelas Organizaciones no Gubernamentales(ONGs), y se centra en las mujeres y susnecesidades como individuos y grupos
(Colombara, 2005).Es posible encontrar diferentes lneasdentro de esta corriente. Inicialmente,esta posicin tuvo una gran influenciadel ecofeminismo, al basarse en la pre-suncin de que las mujeres poseen unaespecial afinidad con la naturaleza, quese encuentran comprometidas con ella,que sus objetivos en el uso de los recur-
sos y en la proteccin de la naturaleza secaracterizan por el altruismo y que sonlas principales voluntarias para lucharcontra el deterioro ambiental (Jackson,1993). El problema central es el hecho deignorar el contexto; es decir, las distintasestrategias cotidianas de supervivencia,la variedad de objetivos que se asocian aluso y manejo de los recursos ambienta-les, las relaciones de poder, y fundamen-talmente, las relaciones de gnero quediferencian a varones y mujeres en losprocesos de produccin y reproduccin.
Este enfoque destaca el papel de lasmujeres ya sea como administradorascotidianas de los recursos naturales(Dankelman y Davidson, 1989) y su vul-
nerabilidad frente a los cambios ambien-tales debido a su dependencia de dichosrecursos, o como cuidadoras del medio
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ambiente, a la vez que se las considera elrecurso ms valioso y abandonado (Lin-ggard y Moberg, 1990). Por tales motivos,
segn esta corriente, es necesario apoyarlas contribuciones de las mujeres al ma-nejo y preservacin del medio ambiente(Collins, 1991) y contemplarlas espec-ficamente en los programas y proyectosambientales, ya que son un importanteinstrumento de proteccin ambiental, da-das las distintas formas de organizacin
que han desplegado ante los cambios am-bientales y las experiencias exitosas quehan desarrollado (Dankelman, 1985).
Esta corriente valora los roles quedesempean las mujeres (Colombara,1995), pero centrarse slo en los rolesinvisibiliza el tema del poder, cmo seregulan esos roles y la valoracin socialque tienen, o sea, los obstculos que en-
frentan para participar activamente enlos procesos de adopcin de decisionessobre el manejo y la gestin de los recur-sos ambientales.
Muchos programas ambientales in-corporan un componente mujer, o slotrabajan con ellas, respondiendo a lahiptesis de que los problemas de lasmujeres son posibles de aislar y enfren-tarlos de modo particular. Sin embargo,los resultados de esos proyectos de de-sarrollo y de las polticas implementa-das han demostrado que esta perspecti-
va es insuficiente. En este sentido, Rico(1993a) expresa que la evaluacin de lasrepercusiones que han tenido distintosproyectos y programas de desarrollo di-
rigidos a las mujeres implementados enAmrica Latina y el Caribe, muestra quemuchas veces, como resultado de algu-
nas de las iniciativas que se han centradoslo en ellas, han terminado con mayoresresponsabilidades, ms fatigadas y con
menos oportunidades de optar y cambiarsu desventajosa posicin en relacin alos varones, a pesar de los avances quehan significado en cuanto a contribuir ala identificacin de su particular proble-mtica. Adems, las polticas especficasdirigidas a las mujeres son un requisitonecesario, pero no suficiente, para la in-
tegracin del enfoque del gnero en losmodelos de desarrollo.Al comienzo, el enfoque MED -Muje-
res en Desarrollo- con todos sus matices seencontraba ligado a estrategias que dabanpor sentado que el desarrollo beneficiaraautomticamente a todos. Posteriormen-te, se constata que los beneficios de lamodernizacin no fluyen, ni automtica-
mente, ni de manera igual para todos. Porlo mismo, este enfoque comienza a tenerfuertes crticas, comienza a ser cuestiona-do en sus fundamentos debido al escasoimpacto directo sobre el desarrollo.
La primera crtica ha sido su tenden-cia que, al generar programas dirigidosde forma especializada a las mujeres tra-tndolas como una poblacin-objeto es-pecfica a travs de acciones singulares yacotadas, dificultan una consideracin deconjunto del papel asignado a los hom-
bres y mujeres que trata de implicar aambos en la accin transformadora.
La segunda crtica se centra en la in-tegracin social de las mujeres en las es-trategias en curso del desarrollo, lo cual
comporta a menudo la aceptacin de lasestructuras sociales existentes que per-petan las desigualdades; tal integracin
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se promueve sin cuestionamiento algunode la divisin de gnero dominante y susimplicaciones para el modelo de desarro-
llo imperante.La tercera crtica es que tiende a
centrarse fuertemente en los aspectosproductivos del trabajo de las mujeres,soslayando la carga de sus funciones so-ciales y reproductoras. Y tambin que losproblemas de las mujeres tienden a que-dar siempre ms relegados a programas
marginales y proyectos aislados.Por lo tanto, resulta legtimo centrar-se especficamente en las experiencias ypercepciones de las mujeres en progra-mas diseados para promover la igual-dad entre hombres y mujeres. En conse-cuencia, se proponen acciones contra ladesigualdad en este mbito; se fomentanprcticas integradoras, para ayudar al
desarrollo, redescubriendo el poderosopotencial que suponen las mujeres
Y es en la dcada de los 80 cuandolos estudios de las relaciones de gnero,con roles especficos que implican no so-lamente a las mujeres sino tambin a loshombres, pasa a ser considerada comopromotora de cambios y de lucha; es de-cir, como agente activo del desarrollo.
c) Gnero, medio ambiente y
desarrollo sustentable
Cabe recordar que la categora gnero(gender) surge entre las feministas uni-
versitarias de habla inglesa, en la dcadade los setenta, al pretender diferenciarlas construcciones sociales y culturales
de la biologa humana. En otras palabras,plantean que las caractersticas conside-radas femeninas o masculinas son adqui-
ridas mediante un complejo proceso deaprendizaje en lo individual y en lo socialque va ms all de la naturaleza de su
sexo.La lnea de pensamiento gnero, me-
dio ambiente y desarrollo sustentable seentronca con el enfoque conocido comoGnero en el Desarrollo (GED), conso-lidado en la dcada de los noventa. Partede los siguientes principios: a) no tratade integrar a las mujeres en los procesos
de desarrollo existentes, sino construiralternativas para transformar las rela-ciones sociales desiguales, hacia una ma-
yor autonoma y empoderamiento de lasmujeres, b) analiza las contribuciones delas mujeres dentro y fuera del mbito do-mstico, ya que ellas desarrollan de ma-nera simultnea roles de reproductoras
y productoras; c) las mujeres son vistas
como agentes de cambio y no recepto-ras pasivas; en este sentido promueve yconsolida cambios profundos en las es-tructuras sociales, econmicas y polticasprevalecientes.
Segn Rico (1993a), este enfoquesostiene que la discriminacin que afec-ta a las mujeres se expresa a travs de ladivisin por gnero del trabajo y la con-secuente asignacin casi exclusiva de laresponsabilidad de la crianza de los hijos
y del trabajo domstico a las mujeres; delacceso desigual de varones y mujeres a losrecursos productivos y a sus beneficios yde las limitaciones a la participacin enlos procesos de adopcin de decisiones yal acceso al poder pblico en sus diversas
expresiones.Esta corriente considera a la construc-
cin de gnero como uno de los agentes
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intermediadores de las relaciones entrelas mujeres y los varones con el medioambiente. Al partir de este concepto se
produce un profundo cambio en la deli-mitacin del objeto, ya no se habla slode las mujeres sino de las relaciones so-ciales que stas establecen y del sistemade poder en el que estn insertas, y serenuncia al esencialismo dominante enlas lneas de pensamiento anteriormentepresentadas.
Los postulados de gnero, medio am-biente y desarrollo sustentable permitenidentificar las diferencias existentes en-tre las mujeres enfatizando el carcter so-ciohistrico y cultural de los procesos desubordinacin y negociacin en los quese encuentran insertas. A escala local,no todas las mujeres experimentan losproblemas ambientales de igual manera;
esta relacin depende de los estilos devida, de la localizacin geogrfica, de laestructura social y de la interconexin delos sistemas de gnero, clase y etnicidad,como as tambin del ciclo de vida de laspropias mujeres. Esto se suma al tipo derelacin que tienen con los varones de suncleo familiar y los patrones de divisinde tareas y de adopcin de decisionesal interior de las unidades domsticas,todo lo cual determina en gran medidalas prcticas de acceso, uso, propiedad ycontrol de los recursos.
A escala global, esta perspectiva sitalas relaciones de gnero en el contextoconcreto de pases y regiones, teniendoen cuenta la economa poltica del actual
escenario del desarrollo, la manera comoste influye sobre el sistema de gnero y elmedio ambiente, y otorgando especial in-
ters al hecho de que los efectos negativosdel deterioro ambiental recaen preponde-rantemente sobre las mujeres pobres.
Desde esta corriente la participacinde las mujeres no slo est caracterizadapor su lugar de vctimas de los cambiosambientales dada la vulnerabilidad di-ferencial de varones y mujeres a los im-pactos negativos de estos cambios, sinotambin como conocedoras, usuarias yconsumidoras de los recursos naturales,
as como sujetos de experiencia y creati-vidad en el trabajo comunitario y, por lotanto, en su carcter de propositoras demecanismos que conduzcan a la susten-tabilidad.
Esta perspectiva intenta superar lacomprensin reduccionista de los rolesde gnero al considerar las relacionessociales de produccin y de poder en el
acceso diferencial a los recursos, las es-pecificidades culturales y las identidadesde gnero en el actual proceso de cambiosocioeconmico. Propone mirar dife-rencialmente las relaciones que estable-cen varones y mujeres con los recursosambientales, para comprender algunasde las variadas maneras en que tales re-cursos son manejados socialmente y lasprcticas de produccin y de reproduc-cin social presentes en cada contextoespecfico.
Por consiguiente, reconoce comoprioritario desarrollar estudios que ana-licen no slo los impactos de los cambiosambientales sobre las sociedades huma-nas sino tambin los patrones de relacio-
nes sociales presentes en la produccinde esos cambios, para luego implementaracciones que alivien la presin sobre los
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recursos naturales y promuevan un ma-nejo sustentable. Propone que el anlisisde gnero se tenga en cuenta no slo al
planificar el manejo de los recursos am-bientales a nivel local, sino tambin enrelacin con las tendencias globales ycmo stas inciden en la situacin socialde las mujeres y de los varones.
Esta perspectiva sostiene, respecto alas orientaciones de polticas, que no sonsuficientes los programas y proyectos di-
rigidos a mujeres; tambin debe involu-crar a los varones, para que el conjuntode acciones de desarrollo contribuya a laequidad. En este sentido, en la concep-cin e implementacin de polticas sobregnero y medio ambiente en el contextode un proceso de sustentabilidad, las mu-
jeres no deberan ser consideradas slocomo un recurso para la conservacin y
mejoramiento del medio ambiente, parala transmisin de una nueva cultura am-
biental o para el xito de los proyectosporque conduce a que los programas dedesarrollo encierren muchas veces im-portantes discrepancias entre las necesi-dades, tanto prcticas como estratgicas,de las mujeres y los requerimientos parapreservar el medio ambiente (Moser,1989).
Asimismo, la aplicacin del enfoquede gnero en el diseo de las polticasambientales y econmicas permite iden-tificar y disminuir el impacto diferencialde stas sobre mujeres y varones, las quegeneralmente se plantean con el falso su-puesto que sus efectos son iguales para
ambos.Segn Rico (1998), la concepcin de
las polticas pblicas desde la perspectiva
de gnero enfrenta una constante tensinentre el ser y el deber ser, en tanto, poruna parte, implica reconocer, valorar y
potenciar los papeles que desempeanlas mujeres en cada contexto especfico ysus aportes al desarrollo y, por otra parte,superar la rigidez de la divisin de los ro-les y la exclusin y subordinacin que lasafecta para poder alcanzar la equidad y lasustentabilidad.
Por lo tanto, el desafo es encontrar
conceptos y estrategias de desarrollo quebeneficien tanto la posicin de las mu-jeres en relacin a los varones como lacalidad de vida de la poblacin y el me-dio ambiente, de manera sinrgica e in-tegral, en el entendido que los beneficiosse refuercen entre s. Tambin pretendecontribuir metodolgicamente a la plani-ficacin e implementacin de programas
y proyectos de desarrollo, destaca la ne-cesidad del carcter consultivo y parti-cipativo en todas las etapas del proceso,donde mujeres y varones, contribuyan ala elaboracin de los diagnsticos y de laspropuestas, de modo que se comprome-tan cotidianamente con la sustentabili-dad a la vez que se profundiza la demo-cracia.
Hay coincidencia con Rico (1998)cuando expresa que es importante desta-car que las conexiones tericas entre lasdiferentes corrientes crticas del desarro-llo, los cambios ambientales y el sistemade gnero han progresado de modo casiindependiente de las polticas de desa-rrollo adoptadas por los gobiernos en
cada uno de los pases. Por esta causa,constituye un desafo a futuro realizarun trabajo analtico sobre los enfoques y
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concepciones sobre gnero y medio am-biente y sustentabilidad que subyacen aestas polticas, as como insistir en que la
perspectiva de gnero forme parte de lacorriente principal del desarrollo (mains-treaming).
Algunas reflexiones y propuestaspara el mejoramiento de los diag-nsticos y estudios ambientales con
perspectiva de gnero
El sistema de gnero y el medio ambien-te, adems de tener relacin entre s, sontemas transversales que ataen a todoslos sectores de la planificacin del desa-rrollo. Esta situacin, sumada a la diver-sidad econmica, social y ambiental delos pases de Amrica Latina y el Caribe,
por un lado, y a la falta de marcos te-ricos, la escasez de datos cientficos y laausencia de mecanismos institucionales
y polticos articuladores, por otro lado,conforman fuertes desafos para el dise-o e implementacin de polticas y pro-gramas ambientales con perspectiva degnero.
Este hecho demanda la adopcin deenfoques multisectoriales y multidisci-plinarios y tcnicas de investigacin par-ticipativas que permitan establecer unametodologa adecuada para abordar elsistema de gnero y el medio ambientede forma combinada, que tome en cuentaun conjunto de variables tanto biolgicascomo sociales para estructurar esquemas
de comprensin de la compleja interrela-cin entre ellas.
Criterios y dimensiones a considerar
A continuacin se presentan los criterios,
dimensiones y variables tomados de Ma-ra Nieves Rico (1998) que deberan serconsiderados no slo en la elaboracinde los diagnsticos, sino tambin paramejorar la calidad de los estudios acercade la interrelacin entre gnero y medioambiente. Segn los objetivos de los es-tudios encarados puede haber distintos
puntos de entrada en relacin a los dis-tintos factores, por lo tanto, y de acuer-do a las necesidades, hay que establecerprioridades en los vnculos y profundizaren ellos de modo que se puedan extraerrecomendaciones y propuestas operati-
vas (Figura 1).
Criterios contextuales
Estos criterios conceptuales de carctercontextual, interrelacionados entre s,otorgan el marco desde donde hay queanalizar la situacin a diagnosticar o ainvestigar y que, en cierta medida, carac-terizan a la perspectiva de gnero en eldesarrollo.
Ubicacin tmporo-espacial
El concepto de medio ambiente se obje-tiva cuando se lo enmarca dentro de uncontexto histrico y territorial determi-nado. Es decir, en la relacin diacrnicaentre el ecosistema y la accin humanaque sobre l se ha realizado, para darcomo resultado una situacin concretaen un momento y un espacio particular.
Asimismo, las relaciones que se cons-truyen entre los varones y las mujeres,tambin poseen un carcter histrico
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cultural y se especifican a partir de pro-cesos asociados a territorios particulares,tales como los sistemas de produccin yde apropiacin simblica y cotidiana dela naturaleza y el entorno.
Vinculacin global-localTambin es necesario incorporar en elanlisis la relacin existente entre el ni-
vel local y los cambios ambientales glo-bales en sus dos direcciones: por un lado,la contribucin de los procesos locales alos problemas ambientales con impactomundial y, por otro, los efectos que losprocesos globales tienen sobre comuni-dades y espacios determinados. Tambinsera conveniente considerar la existen-cia de polticas nacionales o estrategiaso planes de desarrollo sostenible, quecubren una amplia gama de objetivosambientales, econmicos y sociales, y susimpactos sobre la poblacin y los recur-sos naturales de unidades territoriales
concretas.
Enfoque relacional
Las relaciones entre los seres humanosest mediatizada por aspectos de coope-racin, competencia, solidaridad, conflic-to y poder, lo cual da lugar a una matrizcompleja y heterognea en la que se in-
sertan tanto la cotidianidad de las perso-nas como las definiciones de polticas yde modelos de desarrollo, potenciando oresistiendo los cambios necesarios paraalcanzar la equidad.
Asimismo, las relaciones que se esta-blecen entre la sociedad y la naturaleza atravs de los sistemas productivos y repro-ductivos de la vida social, caracterizan pa-trones de relacionamiento que se corres-ponden con las formas de desarrollo.
En este contexto, uno de los aspec-tos estratgicos a tener en cuenta son lasconstrucciones y relaciones de gnero quese insertan en los patrones de ocupacin
y de intervencin del medio ambiente.Rico (1998) tambin sostiene que,
desde este criterio, es necesario contem-plar las polticas gubernamentales queapuntan directamente a reducir la brecha
Figura 1. Esquema interaccin gnero medio ambiente. Fuente: Rico, 1998: 33
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existente entre varones y mujeres y, porlo tanto, producir cambios en sus rela-ciones, tales como los planes de igualdad
de oportunidades, ms an cuando stosconllevan la consideracin del medio am-
biente como un rea estratgica para, atravs de objetivos concretos, impulsar laigualdad de oportunidades.
Dimensiones y variables operacionales
Tambin es necesario considerar las si-
guientes dimensiones y variables, cuyaspotenciales relaciones se visualizan a tra-vs de los flujos en el esquema (Figura 1).
Sobre el medio ambiente
Ecosistemas y localizaciones espa-ciales. Los ambientes rurales y ur-
banos difieren fundamentalmente ensu relacin con la naturaleza, el tipo
de deterioro que experimentan, susfuentes de degradacin, as como suasociacin con la pobreza y la estruc-tura social. Por lo tanto, es necesariodistinguir terica y metodolgicamen-te si el estudio hace referencia a unosu otros, dado que no son conceptosintercambiables.Los estudios y diagnsticos requierenenfoques particulares de modo tal quelas polticas ambientales respondan alas especificidades territoriales y delos recursos naturales involucrados,as como a las distintas insercionesproductivas de las mujeres y los varo-nes en cada caso.
Asimismo, es importante caracterizar
los ecosistemas a partir del relieve,suelos y condiciones climticas e hi-drolgicas que condicionan tanto los
problemas ambientales como los sis-temas productivos preponderantes.
Recursos naturales. Es importante
identificar claramente los recursosnaturales renovables y no renovablesafectados: tierra, agua, aire, bosques,entre otros, y sus particulares din-micas de constitucin, reproduccin
y reposicin de los stocks, as comola biodiversidad presente en cada eco-sistema.
Infraestructura fsica y servicios.
Serequiere tambin conocer la cobertu-ra y calidad de los servicios y de la in-fraestructura fsica, especialmente ladotacin de viviendas, ya sea de asen-tamientos urbanos o rurales que seencuentran directamente asociados adistintos problemas ambientales y ala calidad de vida de la poblacin.
Cambios y problemas ambientales.
Es necesario identificar los proble-mas ambientales en el presente, ascomo tambin analizar los cambiossufridos, considerando la situacinen el pasado, a travs de datos no slocuantitativos sino tambin cualita-tivos (como por ejemplo, a travs dela memoria colectiva o la transmisinoral de las comunidades).
La relacin entre los problemas am-bientales y la poblacin debe ser ana-lizada recprocamente, o sea, no slopor el impacto que los primeros tie-nen sobre la segunda, sino tambinpor la participacin que sta tiene enla produccin de los primeros. Ambos
se encuentran asociados a variablesdemogrficas tales como la fecundi-dad y la migracin y son diferenciales
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segn sexo, clase social, pertenenciatnica, edad, nivel educativo, partici-pacin en las reas productiva y re-
productiva de la vida social, y en losprocesos de adopcin de decisiones yel poder.
Aspectos mediatizadores6de la relacin
Impactos y costos de los problemasambientales. Los cambios ambien-tales producen impactos negativos
tanto sobre los sistemas productivoscomo sobre la calidad de vida de lapoblacin, especialmente sobre lasalud fsica y mental de las personas
y sobre la productividad de los siste-mas de subsistencia. Por otro lado,los esfuerzos que realiza la poblacinpara mitigar estos impactos implicancostos traducidos principalmente en
dinero, tiempo y oportunidades de al-canzar un mayor bienestar.
Estas consecuencias del deterioroambiental deben analizarse desde sucarcter diferencial sobre mujeres y
varones a partir de su asimtrica in-sercin en la estructura social, y con-secuente vulnerabilidad.
Produccin de los cambios ambien-tales. Para comprender los cambiosambientales es necesario determinarel uso y manejo de los recursos quehacen las personas, as como el acce-so y control que tienen sobre los mis-mos, para posteriormente determinarsus consecuencias ambientales. Asi-mismo, es necesario prestar atencin
al tipo de tecnologas en uso tanto anivel productivo como reproductivo odomstico, sus efectos depredadores
y contaminantes, as como su utiliza-cin tanto por mujeres como por varo-nes y los roles a las que se encuentran
asociadas. Otro tema a considerar sonlos patrones de consumo de los secto-res de mayores ingresos y los valoresculturales que establecen dichos pa-trones y los del bienestar, dada su re-lacin con la sobreexplotacin de losrecursos ambientales.
Uso y manejo de los recursos. El an-
lisis de gnero en la gestin de los re-cursos demanda considerar los rolesque se le adscriben tradicionalmentea mujeres y varones en los mbitosproductivo y reproductivo, as comolos nuevos papeles e inserciones queestn experimentando junto con otroscondicionantes-limitantes asociadoscomo la pobreza y sus efectos sobre el
medio ambiente. Al mismo tiempo, elconocimiento del uso y manejo dife-rencial de los recursos permite identi-ficar, para luego replicar o potenciar,los conocimientos, prcticas y tecno-logas que contribuyen a la proteccindel medio ambiente y a la sustentabi-lidad.
Acceso y control sobre los recursos.Esta variable se encuentra ntima-mente relacionada con la participa-cin en los procesos de adopcin dedecisiones y en el poder que tienen losdistintos sectores sociales y los indivi-duos. La distribucin del capital y elacceso a los recursos naturales, entreellos la tierra, son factores indicati-
vos del grado de equidad existente enuna sociedad. Por eso es importan-te el anlisis del acceso y control en
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relacin a los recursos ambientalesdesde el enfoque de gnero, asociadocon aspectos legales, culturales y eco-
nmicos que regulan el poder entre ysobre las personas y la discriminacinque afecta a las mujeres respecto a los
varones. Otros temas a investigar se-ran, por ejemplo, la relacin propie-dad de la tierra y gnero, o las polti-cas financieras y el actual acceso quelas mujeres tienen al crdito.
Sobre la poblacin
La poblacin no debe tomarse como untodo homogneo; en su anlisis debenconsiderarse distintas variables cuyoscruces especifican caractersticas de losdistintos grupos sociales, tales como losque se plantean a continuacin.
Sistema sexo/gneroSe plantea la necesidad de: i) desagre-gar todos los datos por sexo; ii) hacer unanlisis de estos datos desde el enfoquede gnero; es decir, respecto a la divisingenrica de los roles sociales, el acceso alos recursos y la participacin en el poderde mujeres y varones, que permitan de-terminar el grado de equidad existente;iii) especificar la construccin social delas relaciones y las identidades de gneroa partir del cruce con las otras variablesen consideracin.
Estratificacin social y participacin en
los sistemas productivos
Esta dimensin hace posible determinar
cul es la relacin socioeconmica de losdistintos segmentos sociales con el medioambiente y los recursos naturales. Es im-
portante considerar diferencialmente lascaractersticas y la calidad de los empleos
y del trabajo desempeado y los niveles
de ingresos correspondientes que per-mitan superar la pobreza y alcanzar una
buena calidad de vida.A modo de ejemplo, tradicionalmente
la agricultura se ha considerado un sectorpredominantemente masculino, los cen-sos nacionales mostraban escasa partici-pacin de las mujeres y los estereotipos
respecto a las campesinas conducan apercibirlas como dueas de casa que nocontribuan significativamente al desa-rrollo del sector. Sin embargo, al analizarla divisin del trabajo por gnero las mu-
jeres de las zonas rurales se conviertenen importantes colaboradoras en la agri-cultura, en las responsables de las etapasdecisivas en la produccin y elaboracin
de alimentos, la atencin y el cuidado delos huertos y del ganado domstico y, amenudo en las nicas encargadas de larecoleccin de la lea, el agua y el forra-
je (Garca Ramn, 1995). Asimismo, elpapel que les compete a los sectores conmayores ingresos, mediante el consumo,en la sobreexplotacin y el deterioro delos recursos naturales, es otra dimensinque se debe tener en cuenta.
Pertenencia tnica y sistemas culturales
La consideracin de la variable tnica ylas particulares cosmovisiones y apro-piaciones del espacio y la naturaleza delos diferentes grupos cobra validez en losestudios de la interaccin de la poblacin
con el medio ambiente. La variable cul-tura y su operacionalizacin proporcionaelementos que hacen posible identificar
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las representaciones y simbolizacionesque, como grupo o individuos, hacen dela naturaleza y sus recursos, las formas
de acceso, el uso que le dan y las tcnicaspara extraerlos, los patrones de ocupa-cin y de asentamiento en los territorios
y la lgica de distribucin de tareas deacuerdo a patrones asociados al sexo, laedad y la especializacin en el trabajo.
En esta direccin, es importante co-nocer la opinin y las demandas de los
distintos grupos y organizaciones de mu-jeres, as como las de los varones de losdiversos orgenes tnicos y segmentos so-ciales, para la solucin de los problemasambientales.
Salud y comportamiento reproductivo
El deterioro de los recursos y los pro-blemas ambientales tienen, en general,
como ya vimos, un impacto negativo so-bre la salud de la poblacin. Es necesarioorientar polticas paliativas y preventivasque conduzcan a minimizar el grado ynivel de estos efectos en la actualidad yeliminarlos en el futuro. Si bien esos efec-tos afectan a toda la poblacin, tiene ma-
yores consecuencias sobre la morbilidady mortalidad infantil, y por lo tanto, in-directamente, sobre las mujeres, quienesson las principales encargadas del cuida-do de la salud familiar.
Un anlisis diferencial de gnero per-mite visualizar que la causa principal delas consecuencias negativas sobre la sa-lud de las mujeres no son tanto los facto-res ambientales mismos, sino las fuerzas
sociales que determinan la exposicin dela mujer a esos peligros, que pueden serresumidas en dos: marginacin y falta de
poder para revertir estos condicionantes,combinadas con la vulnerabilidad de sufuncin biolgica como reproductoras.
Tambin es necesario conocer la calidadde atencin que recibe la poblacin y elacceso a los servicios y a los seguros desalud que posee.
Socializacin, educacin y capacitacin
La formacin integral de los recursos hu-manos es un factor central para iniciar
cualquier proceso de sustentabilidad deldesarrollo. El tipo y la orientacin de lasocializacin que reciben las nias y losnios, as como el nivel de educacin y ca-pacitacin, puede dar seales tanto de lasposibilidades que tienen las personas deminimizar o resistir al impacto negativode los problemas ambientales sobre sus
vidas, como de potenciar prcticas de uso
y manejo de los recursos que conduzcan asu proteccin y una gestin sostenible.
Al respecto hay que considerar si-tuaciones concomitantes a las polticasambientales, tales como los factores es-tructurales que inciden en la exclusin delas mujeres pertenecientes a los sectoresms rezagados de la educacin formal, laintegracin de contenidos ambientales yno sexistas en los currculos de la educa-cin en sus diferentes niveles, la incorpo-racin de los conocimientos de las muje-res sobre el uso y manejo de los recursosa los programas de educacin ambiental
y al diseo, ejecucin y evaluacin de laspolticas, la implementacin de iniciati-
vas de educacin ambiental no formal y
sus participantes, el acceso y la partici-pacin de las/los jvenes en el desarro-llo cientfico y tecnolgico de los pases,
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especialmente en carreras universitariasy tcnicas asociadas al campo ambiental,etc.
Trabajo reproductivo
Desde el enfoque de gnero es necesariovisibilizar no slo los procesos de manejode los recursos asociados con la produc-cin sino tambin los que estn vincula-dos con la reproduccin social.
El uso y manejo de los recursos am-
bientales se inserta en la cotidianidad dela poblacin a partir del trabajo repro-ductivo que realizan principalmente lasmujeres en el cumplimiento del rol degnero que cultural y socialmente se lesasigna. Las mujeres, sobre todo las mspobres, diariamente enfrentan la carenciao las dificultades de acceso a los servicios,a la infraestructura o a los recursos como
el agua potable, y si bien son las principa-les responsables de conseguirlos, trans-portarlos y almacenarlos, generalmenteno participan en la administracin de lasfuentes.
La importancia del rol reproductorpara la sustentabilidad de los hogares,los costos que les implican a las mujeres yel manejo diario de los cambios ambien-tales a nivel de las familias, as como laexistencia de determinadas prcticas nosostenibles, sumadas a las limitacionesque enfrentan, como la pobreza, la faltade recursos y de capacitacin son temasimportantes de relevar en un estudiocentrado en la interaccin gnero-me-dio ambiente. Asimismo, es importante
identificar la participacin de los varonesen las distintas etapas de su ciclo vital, enla satisfaccin de las necesidades repro-
ductivas de los hogares y la sociedad y elestado de situacin de la temtica de lasdenominadas responsabilidades familia-
res compartidas.
Migracin
Las disparidades en infraestructura, ser-vicios, ingresos y oportunidades entre lasciudades y el campo continan reforzan-do los desplazamientos migratorios hacialas ciudades. Adems de migrantes por
razones econmicas y sociales, es posibledistinguir la categora de migrantes eco-lgicos. En esta condicin se encuentran,por ejemplo, los habitantes de los ecosis-temas frgiles y tambin los habitantesde zonas rurales de secano con suelosempobrecidos y erosionados cuyas uni-dades econmicas no pueden sostenera todos los miembros de la familia. Por
estas razones, entre otras, la poblacinde muchas ciudades ha aumentado a unritmo que ha saturado la capacidad de lasinfraestructuras y ha rebasado la crea-cin de empleo urbano.
La consideracin del anlisis de gne-ro en la migracin debe tener en cuentados factores, por un lado, la presenciacuantitativa y cualitativamente cada vezms significativa de las mujeres en losflujos migratorios, especialmente en lamigracin rural-urbano, y por otro, lasconsecuencias que la migracin de loshombres provoca en los lugares de origendado que la responsabilidad de la subsis-tencia de los hogares y de la administra-cin de los recursos queda en manos de
las mujeres.Tambin al considerar esta dimen-
sin hay que identificar y caracterizar la
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presencia de migracin internacional omovimientos emergentes, como los tem-porales, los urbano-urbano y los intraur-
bano, en la medida que han adquiridoen las ltimas dcadas una importanciacreciente.
Participacin en los procesos de adop-
cin de decisiones y en el poder
Los procesos de democratizacin y desustentabilidad social y poltica del desa-
rrollo requieren para su construccin dela participacin equitativa y responsablede todos los actores sociales en los dis-tintos niveles de adopcin de decisiones
y en su control, as como en el poder entodas sus esferas. El lugar que ocupan enla estructura social y las limitaciones queenfrentan distintos sectores de la pobla-cin para acceder a las fuentes del poder
econmico, poltico y social, y especfica-mente a la direccin de las polticas am-
bientales de carcter local y global, queinfluyen directamente sobre su calidadde vida, indican el grado de responsabi-lidad que les compete como agentes pasi-
vos o activos de los cambios ambientalesy/o de las prcticas sostenibles.
Al considerar esta dimensin es im-portante conocer la participacin activade varones y mujeres, a travs de un tra-
bajo gratuito, solidario y cooperativo, eniniciativas locales destinadas a paliar lasdeficiencias existentes o superar algunosde los problemas ambientales y as mejo-rar la calidad de vida de sus familias y delentorno y la transferencia de recursos pri-
vados y estatales hacia estas actividades.Tambin hay que investigar las instan-cias intermedias tales como las ONGs de
mujeres y ambientales, la participacinde los distintos segmentos de la pobla-cin en las distintas organizaciones de la
sociedad civil, y si stas son consultadas oconsideradas interlocutores vlidos en ladefinicin de la agenda pblica respectoal diseo y a la implementacin de polti-cas que apunten hacia un desarrollo sus-tentable. Asimismo, es necesario situarel involucramiento de varones y mujeresen los actuales procesos de descentraliza-
cin y de fortalecimiento municipal quese estn implementando en los pases, ascomo el compromiso y voluntad polticaexistente para implementar polticas am-
bientales con perspectiva de gnero.
Conclusiones
Como se ha podido apreciar previamen-te tanto las cuestiones ambientales comolas de las mujeres estn presentes, cada
vez ms, en la agenda internacional. Noobstante, la mayora de las veces correnpor caminos paralelos y las interconexio-nes son an muy tmidas y los desafospara lograr el desarrollo sustentable soninmensos.
Como lo seala Caren Levy (1992),tomado de Rico (1998), hay una curiosasemejanza de destinos entre la problem-tica de gnero y la del medio ambiente:las dos cobraron fama gracias a las acti-
vidades y movilizacin de dos movimien-tos sociales, el feminista y el ecologista,
y para los dos se crearon departamentos,
proyectos, programas especficos, con elresultado de ser marginalizados de lascorrientes principales del desarrollo, con
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escasos recursos humanos y materiales.Asimismo, a menudo se observa que lasiniciativas de las mujeres y las del me-
dio ambiente compiten unas con otraspor los escasos recursos disponibles, en
vez de ser complementarias.Ante esto, muchas veces se tiende a
enfatizar la naturaleza institucional delproblema; es decir, se intenta lograr unacoordinacin de estrategias y esfuerzosentre quienes estn encargados de los
proyectos ambientales, por un lado, yquienes lo estn del tema de gnero, porotro. Sin embargo, la visin sistmica quese desprende de la conceptualizacin deldesarrollo sustentable supone ms queeso, requiere un cambio de enfoque y dementalidad para que la sensibilidad am-
biental se abra a la comprensin de lasimplicaciones de la equidad social, y que
aquellos que se posicionan en el logro dela justicia, la igualdad y la equidad social
y de gnero dimensionen nuevas formasde relacin con la naturaleza.
Tanto el gnero como el ambiente,adems de relacionarse entre s, son te-mticas que cruzan transversalmente to-dos los sectores de la planificacin del de-sarrollo; el desafo es identificar las reasen que ambas problemticas se poten-cian as como aquellas donde entran enconflicto para avanzar en propuestas depolticas pblicas. Tambin es necesarioromper con el enfoque sectorial que tra-dicionalmente ha caracterizado la prcti-ca de la planificacin, lo cual demanda laadopcin de enfoques multisectoriales y
multidisciplinarios.Para poder disear estrategias y adop-
tar instrumentos para revertir y evitar el
deterioro ambiental, los polticos y plani-ficadores requieren informaciones fiablessobre el estado del medio ambiente, las
presiones a las que est sometido, su ori-gen y su impacto sobre la poblacin. Algosimilar ocurre respecto a la situacin ycondicin de las mujeres y los varones almomento de disear una poltica de g-nero.
Entre los principales problemas que seplantean en el diseo e implementacin
de polticas y programas ambientales conperspectiva de gnero, tanto a nivel na-cional como provincial o local, se puedenmencionar la falta de marcos tericosadecuados, la escasez de datos cientficosfidedignos, la ausencia de mecanismosinstitucionales y polticos articuladores,como consecuencia de que an ambas te-mticas son emergentes y estn en cons-
truccin. Asimismo, metodolgicamente,los diagnsticos son insuficientes y losindicadores ambientales y de gnero antienen poca elaboracin.
Se ha observado que los principalesobstculos, desde el punto de vista de unapoltica de generacin de conocimientos
y de informacin respecto a la interre-lacin entre gnero y medio ambiente,se centran en: a) el aprovechamientorestringido de los recursos informativosprovenientes de los censos, encuestas dehogares y otras fuentes estadsticas; b) lafalta de comunicacin y de coordinacinentre las instituciones y organismos quehan llevado a cabo los estudios, proyectos
y programas de desarrollo; c) objetivos no
definidos de manera estratgica; d) faltade inversin y de recursos disponibles; e)importantes lagunas de informacin y as-
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pectos an no explorados (Rico, 1998).Por lo mencionado anteriormente,
es prioritario el mejoramiento de las es-
tadsticas existentes -tanto ambientalescomo de las de gnero- y la elaboracinde nuevos indicadores ms detalladosque respondan a las necesidades de estarelacin, para disponer de herramientas,tanto de evaluacin y de seguimiento delas polticas a implementar como paraayudar con informacin confiable a los
procesos de adopcin de decisiones en eldesarrollo de esas polticas.Asimismo, para mejorar la informa-
cin es necesario realizar estudios decarcter transdisciplinario que, por unaparte, aporten datos empricos detalladosque posibiliten desarrollar eficazmentepolticas y programas ambientales conperspectiva de gnero, as como, por otra
parte, permitan establecer una metodo-loga adecuada para abordar el sistemade gnero y el ambiente de forma com-
binada, teniendo en cuenta datos queabarquen un conjunto de variables tanto
biolgicas como sociales para estructuraresquemas de comprensin de la complejainterrelacin entre stas.
Notas
1 Cabe aclarar que se interpreta al ecologis-
mo como un movimiento sociopoltico que
plantea una defensa de la naturaleza. Den-
tro del ecologismo se pueden encontrar dis-
tintas corrientes, tan distintas entre s que
cabra hablar de ecologismo. Uno de elloses el ambientalismo que, sin oponerse al
capitalismo, defiende ciertas medidas inter-
vencionistas (alejndose as del Ecologismo
Liberal).
2 El detonante del surgimiento de la llamada
segunda ola del feminismo fue la publica-
cin del libroLa mstica de la feminidadde
Betty Friedan, que apareci en Norteam-
rica en el ao 1963. Gener una gran mo-
vilizacin de mujeres, lo que contribuy a
conseguir importantes reformas legislativas
en el campo matrimonial y familiar, no slo
en EEUU sino tambin en Europa.
3 Igualdad:la igualdad es al mismo tiempoun objetivo y un medio por el cual los indi-
viduos se benefician del mismo trato en el
marco de la ley y de las mismas oportuni-
dades para gozar sus derechos y desarro-
llar sus talentos y habilidades de manera
que puedan participar en el desarrollo
poltico, econmico, social y cultural, tan-
to como beneficiarios y como agentes acti-
vos Desarrollo:desarrollo significa desarrollo
total, incluyendo desarrollo poltico, econ-
mico, social, cultural y en las otras dimen-
siones de la vida humana, as como tambin
desarrollo de los recursos econmicos, ma-
teriales y crecimiento fsico, moral, intelec-
tual y cultural del ser humano. El desarro-
llo tambin requiere una dimensin moral
para asegurar que sea justo y corresponda
a las necesidades y a los derechos del indi-
viduo y que la ciencia y la tecnologa sean
aplicadas en un marco socioeconmico que
garantice la seguridad de todas las formas
de vida en nuestro planeta
Paz: El concepto de paz incluye no slo
la ausencia de guerra, violencia y hostili-
dades en el nivel nacional e internacional,sino tambin gozar de la justicia econmica
y social, de la igualdad y de toda la gama
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de derechos humanos y libertades funda-
mentales dentro de la sociedad.
4 Esta Convencin es la culminacin de ms
de treinta aos de trabajo de la Comisin
Jurdica y Social de la Mujer; recoge los
principios de toda la normativa precedente
respecto a los derechos de las mujeres en
varios mbitos, legales, culturales, repro-
ductivos, econmicos.
5 Tambin conocido como Informe Brunt-
land, por el apellido de quien ejerci la pre-
sidencia de la Comisin.6 Rico utiliza el concepto mediatizador asu-
miendo que entre la poblacin y sus espe-
cificidades y el estado del medio ambiente
no hay continuidad causal, sino una o ms
realidades o agentes intermediadores que
los relacionan en un proceso dialctico y
que son los que permiten la explicacin de
las interconexiones.
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