comentario sobre al reminicencia del alma en el fedón

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COMENTARIO SOBRE AL REMINICENCIA DEL ALMA EN EL FEDÓN CURSO: Seminario de Platón: Fedón. PROFESOR: Camilo Vega. POR: Juan Felipe Mejía Solís. INTRODUCCIÓN: Con el propósito de dar un orden al presente trabajo escrito, se comentaran brevemente las discusiones iniciales previas a la discusión sobre la reminiscencia del alma, de modo que dichos argumentos permitan entender mejor el comentario principal. De esta manera se abordara primero de manera breve la duda se Simias sobre el motivo por el cual el filósofo no debe temer a la muerte y posteriormente la duda de Cebes sobre cómo puede ser el alma inmortal, tema que tendrá un abordaje mayor sin perder de vista el punto principal. DESARROLLO: En un primer momento, Sócrates se ve en la tarea de convencer a simias, sobre la actitud del filósofo ante la muerte, ello como resultado de la injerencia de Sócrates de que el filósofo debe estar dispuesto a morir sin mucho reparo,

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Comentario al concepto de reminiscencia en el Fedón.

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Page 1: Comentario Sobre Al Reminicencia Del Alma en El Fedón

COMENTARIO SOBRE AL REMINICENCIA DEL ALMA EN EL FEDÓN

CURSO: Seminario de Platón: Fedón.

PROFESOR: Camilo Vega.

POR: Juan Felipe Mejía Solís.

INTRODUCCIÓN:

Con el propósito de dar un orden al presente trabajo escrito, se comentaran brevemente las

discusiones iniciales previas a la discusión sobre la reminiscencia del alma, de modo que

dichos argumentos permitan entender mejor el comentario principal.

De esta manera se abordara primero de manera breve la duda se Simias sobre el motivo por

el cual el filósofo no debe temer a la muerte y posteriormente la duda de Cebes sobre cómo

puede ser el alma inmortal, tema que tendrá un abordaje mayor sin perder de vista el punto

principal.

DESARROLLO:

En un primer momento, Sócrates se ve en la tarea de convencer a simias, sobre la actitud

del filósofo ante la muerte, ello como resultado de la injerencia de Sócrates de que el

filósofo debe estar dispuesto a morir sin mucho reparo, Sócrates se ve forzado a demostrar

que ello no significa suicidarse, ya que sería básicamente una acto impiadoso, en tanto el

ser humano constituye una propiedad de los dioses, siendo ellos los únicos que pueden

decidir sobre la vida o muerte del hombre.

Sócrates se refiere más bien, a que el verdadero filósofo en su labor, lleva a cabo su

preparación para la muerte, ello en tanto el filósofo debe dar prioridad al alma y no al

cuerpo, razón por la cual la vida filosófica tiene como objetivo purificar el alma de la

perturbación del cuerpo, esa purificación obedece al objetivo de que al morir se tenga un

alma pura que pueda alcanzar el conocimiento puro, (es decir en sí mismo; las ideas).

Page 2: Comentario Sobre Al Reminicencia Del Alma en El Fedón

Bajo todo lo anterior Sócrates logra dar a entender del por qué, el filósofo no debe

angustiarse ante la muerte o su estadía en un posible Hades, pues según el propio Sócrates

“el que llega allí purificado e iniciado habitara en compañía de los dioses” (Platón, 1988,

pág. 50), es decir, no le esperara castigo o mal alguno y por el contrario obtendrá la

oportunidad de contemplar el conocimiento puro y habitar en compañía de los dioses.

Posteriormente Sócrates pasa a responder la dudas de Cebes frente a la inmortalidad del

alma, quien representa allí la duda que las personas de la época tenían sobre dicha

propiedad o característica del alma, en tanto se tiene la idea o noción de que al morir el

alma se desvanece, pereciendo junto al cuerpo. Ante esto Sócrates no solo se ve obligado a

convencer a Sócrates cobre dicho carácter inmortal del alma, sino también demostrar la

necesidad de que tenga esa propiedad.

Primero Sócrates demostrara a Cebes que el alma es inmortal en dos aspectos:

1) El alma persiste tras la muerte del cuerpo y ella puede permanecer existiendo

independiente del cuerpo.

2) El alma aun al ser liberada del cuerpo por la muerte y pasar a una “existencia espiritual”,

conserva sus propiedades o facultades naturales.

Sócrates comienza su argumentación sobre la necesidad del alma al enunciar la existencia

de un relato (70C5-70C10) que según él, menciona cómo las almas “llegan desde aquí y de

nuevo regresan y que nacen de los difuntos” (Platón, 1988, pág. 52), refiriéndose con ello al

viaje de las almas hacia el Hades y su vuelta a la vida terrenal. La necesidad de la

inmortalidad del alma radicara en permitir el desarrollo de un ciclo; una regla natural según

la cual todo nace de su contrario, ejemplificado en un momento con la belleza y la fealdad,

pues una nace de la otra, o si se quiere cada una “es en relación genérica con su contrario”,

cosa que finalmente también aplicara para el caso que atañe a Sócrates: la vida y la muerte.

De esta manera Sócrates un doble proceso genérico; de la vida a la muerte y la muerte a la

vida, que como uno solo constituyen el mencionado ciclo infinito de ida y vuelta entre algo

“menor” y algo “mayor”, que si se quiere permite interpretar en este caso que al vida

terrenal ese ese algo “menor” y la vida espiritual en el Hades ese algo “mayor”. Sócrates

Page 3: Comentario Sobre Al Reminicencia Del Alma en El Fedón

dirá que nacen entre si uno del otro y cada uno tiene su proceso genético reciproco (Platón,

1988, pág. 53)

El nacer y el morir en la conjunción de sus procesos genéticos esbozan entonces una

necesaria reencarnación cíclica, que sirve a Sócrates para evidenciar que el proceso

contrario a la muerte; el llamado revivir, es tan evidente para el hombre como la muerte,

pues obedece a un hecho necesario; es infinito ciclo regenerativo de las cosas. Ciclo que de

no existir, daría lugar a que todo se dirigiese a un solo estado, uno fijo estático y sin

cambio, lo que en el caso de la vida y la muerte llevaría a que todo se dirigiese a la muerte,

consumiéndose y paralizándose en esa última.

Ahora, demostrada la necesidad de los contrarios, bajo la cual se expone la necesidad de la

inmortalidad del alma, se pasara a exponer y analizar los argumentos de Sócrates entre 72e

y 77a dedicados a demostrar la reminiscencia de los conocimientos de las vidas anteriores

del alma, en ella.

Entre 73c4 y 73e4 Sócrates defenderá la anamnesis, concepto según el cual todo lo

recordado ha sido aprendido en un tiempo (existencia) anterior, esto apoyándose en la

teoría de la inmortalidad del alma y la existencia de un lugar donde las almas puedan

habitar, un lugar previo a la “vida terrenal”; el Hades.

La reminiscencia es por lo tanto el recuerdo de algo ya aprendido o conocido, conocimiento

al cual el pensamiento remite tras tener determinada experiencia, sensación o idea (es decir

pensamiento). Ese remitir a lo conocido llamado intuición; se da a partir de “cosas

semejantes”, objetos o cosas que nos iguales en su totalidad a lo recordado, si no que le

faltan algo para serlo. Ese algo recordado y original es llamado por Sócrates (en 74a15) “lo

igual en sí mismo”, que se puede interpretar como la idea de la cosa. De esta manera el

conocimiento de la idea intuida como semejante al objeto percibido y el reconocimiento de

su desigualdad con la idea, remite a la necesidad de haber tenido conocimiento de la idea,

es decir de aquello a lo que se dice que lo percibido se asemeja, pero que resulta inferior a

lo recordado (Platón, 1988, pág. 61) (71c4)

Se hace necesario entonces remitirse a un momento original en el que se obtuvo

conocimiento de lo “igual en sí mismo”, la idea, es decir el momento previo a la “vida

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terrenal”, en tanto es en esa vida en la que se obtiene conocimiento de lo “igual en sí” al

que remiten la experiencia de los objetos sensibles, terrenales e incompletos respecto a la

idea.

Es por lo tanto necesaria la existencia de un lugar y momento previo a toda percepción, es

decir previo a la vida corporal y terrenal, lugar donde se haya el conocimiento de lo igual

“en sí mismo”, conocimiento que sería aprendido por el alma antes de la vida terrenal,

siendo esta última donde lleva acabo la intuición de esos conocimientos pasados.

Por otra parte dado el carácter de recuerdo de la reminiscencia, es necesario que lo

conocido se olvide, para poder ser recordado, sea por la sensación de un objeto o el

aprendizaje de algo, pues de lo contrario ese contenido se sabría siempre y a lo largo de

la(s) vida(s), de lo que se puede deducir que no sería necesario que las personas

aprendiesen y por tanto recordasen lo olvidado, lo que a su vez haría innecesaria la labor de

Sócrates; “indicar” el camino hacia la sabiduría para la ciudad de Atenas.

Por otro lado, el que el alma pueda estar a parte del cuerpo y exista antes de la vida terrenal,

sumado al conocimiento que tienen de las cosas en sí mismas, permite deducir que estas

tienen entendimiento, es decir que esa capacidad reside en el alma, como propiedad de ella.

Con esto cobra sentido la idea según el cual los sentidos, las pasiones, las necesidades del

cuerpo, enturbian esa capacidad y propiedad del alma, dificultando captar las cosas “en sí

mismas”, cosa que solo se hace posible con la purificación del alma y la liberación de esta

del cuerpo, según la voluntad de los dioses.

Ahora bien esos conocimientos se olvidan al nacer, lo que reafirma la idea de los

conocimientos antes de la vida, al negar el nacimiento como el momento en el que se

adquiere dicho contenido sobre las cosas “en sí”. Igualmente la existencia de una idea de la

cosa, y un mundo donde puedan existir, queda reafirmada, por el hecho de que toda

sensación y aprendizaje remitan por la intuición a la existencia de la reminiscencia y sus

implicaciones.

Al final de esta parte del dialogo, la pregunta por la inmortalidad del alma y la reminicencia

del concoimiento, cambia hacia la pregunta por la vida después de la muerte, y si ene sa

existencia ultraterrena la vida tiene el mismo carácter o nivel que la vida previa terrena,

Page 5: Comentario Sobre Al Reminicencia Del Alma en El Fedón

(77b9 – 77c7) lo cual hace parte de la reafirmación del carácter inmortal del alma por parte

de Sócrates, ante las dudas de Cebes y Simias, con base en lo cual se llevara a cabo un

análisis sobre los varios aspectos del alma, respecto a su carácter imperecedero.

CONCLUSIONES:

-La inmortalidad del alma reafirma la labor de Sócrates en tanto si esta no fuese inmortal,

su labor y la vida filosófica no serían necesarias, pues al morir no habría nada como

resultado de esa vida. Por otro lado también reafirma su vida y labor al preparar el alma

para la muerte, cosa en la cual básicamente con sitio la obra de su vida. Para poder llegar al

Hades y disfrutar del bien mayor; el conocimiento de lo “en sí mismo” y la compañía

divina.

-El olvido del conocimiento de lo “en sí mismo” tras pasar a la vida terrenal, reivindica la

labor de Sócrates, dado que si no se olvidase los conocimientos previos a la vida, la labor

socrática seria innecesaria, pues no habría que demostrar la ignorancia de los falsos sabios,

tendría que indicar el camino hacia la sabiduría.

-La pregunta por la inmortalidad del alma y su carácter indisociable de los conocimientos

previos a la vida terrenal, lleva a la demostración de la existencia de las cosas “en sí

mismas”.

-Las ideas o cosas “en sí mismas” cobran sentido en su carácter pre-existencial, al solo

poder ser contempladas, por un alama pura, sin la perturbación del cuerpo.

-La necesidad del alma obedece a la necesidad del ciclo generativo entre opuestos, respecto

al cual cada uno cobra sentido y existencia en su opuesto.

-La necesidad de un lugar donde “habiten” las ideas, apartadas del mundo de las cosas

“iguales pero insuficientes”, obedece a que el alma ya purificada pueda captar las cosas en

su forma más pura.

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BibliografíaPlatón. (1988). Fedón. En Platón, Diálogos III: Fedón. (págs. 9-142). Madrid: Gredos, S.A.