comisiÓn de nombramientos

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Año 2001 VII Legislatura Comisiones. Núm. 185 COMISIÓN DE NOMBRAMIENTOS PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. DOÑA ESPERANZA AGUIRRE GIL DE BIEDMA celebrada el miércoles, 17 de octubre de 2001 ORDEN DEL DÍA: Comparecencias: De los candidatos a Vocales del Consejo General del Poder Judicial, don Luis Aguiar de Luque, don Manuel Alcaide Alonso, doña María Ángeles García García, don Javier Laorden Ferrero y don Carlos Ríos Izquierdo (Número de expediente 726/000001). De los candidatos a Consejeros del Tribunal de Cuentas, don Felipe García Ortiz, don Rafael María Corona Martín, don Antonio de la Rosa Alemany, don Lluís Armet i Coma, don Javier Medina Guijarro, don Ubaldo Nieto de Alba (Número de expediente 727/000001). Se abre la sesión a las diez horas y diez minutos. La señora PRESIDENTA: Señorías, se abre la sesión. COMPARECENCIA DE LOS CANDIDATOS A VOCA- LES DEL CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDI- CIAL, DON LUIS AGUIAR DE LUQUE, DON MA- NUEL ALCAIDE ALONSO, DOÑA MARÍA ÁNGELES GARCÍA GARCÍA, DON JAVIER LAORDEN FE- RRERO Y DON CARLOS RÍOS IZQUIERDO (726/000001): DE DON LUIS AGUIAR DE LUQUE. La señora PRESIDENTA: Esta Comisión de Nombra- mientos ha sido convocada a los efectos de lo previsto en el artículo 61.1 del Reglamento del Senado con objeto de

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Page 1: COMISIÓN DE NOMBRAMIENTOS

Año 2001 VII LegislaturaComisiones. Núm. 185

COMISIÓN DE NOMBRAMIENTOSPRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. DOÑA ESPERANZA AGUIRRE

GIL DE BIEDMA

celebrada el miércoles, 17 de octubre de 2001

ORDEN DEL DÍA:

Comparecencias:

— De los candidatos a Vocales del Consejo General del Poder Judicial, don Luis Aguiar de Luque, don ManuelAlcaide Alonso, doña María Ángeles García García, don Javier Laorden Ferrero y don Carlos Ríos Izquierdo(Número de expediente 726/000001).

— De los candidatos a Consejeros del Tribunal de Cuentas, don Felipe García Ortiz, don Rafael María CoronaMartín, don Antonio de la Rosa Alemany, don Lluís Armet i Coma, don Javier Medina Guijarro, don UbaldoNieto de Alba (Número de expediente 727/000001).

Se abre la sesión a las diez horas y diez minutos.

La señora PRESIDENTA: Señorías, se abre la sesión.

COMPARECENCIA DE LOS CANDIDATOS A VOCA-LES DEL CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDI-CIAL, DON LUIS AGUIAR DE LUQUE, DON MA-NUEL ALCAIDE ALONSO, DOÑA MARÍA ÁNGELES

GARCÍA GARCÍA, DON JAVIER LAORDEN FE-RRERO Y DON CARLOS RÍOS IZQUIERDO(726/000001):

— DE DON LUIS AGUIAR DE LUQUE.

La señora PRESIDENTA: Esta Comisión de Nombra-mientos ha sido convocada a los efectos de lo previsto enel artículo 61.1 del Reglamento del Senado con objeto de

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proceder a las comparecencias de los candidatos a vocalesdel Consejo General del Poder Judicial.

En cuanto a las comparecencias previstas para esta ma-ñana está citado, en primer lugar, don Luis Aguiar de Lu-que. Hemos recibido un escrito de los proponentes por elque se retira la candidatura de don Manuel AlcaideAlonso, quien debía comparecer a las diez y media. A lasonce comparecerá doña María Ángeles García García; alas once y media, don Javier Laorden Ferrero y, a las doce,don Carlos Ríos Izquierdo. Por la tarde, la Comisión deNombramientos se reunirá para proceder a efectuar lascomparecencias de los candidatos a vocales del Tribunalde Cuentas.

Por lo tanto, si les parece bien a sus señorías, miembrosde la Comisión y portavoces de los distintos grupos políti-cos, el procedimiento a seguir podría ser que los compare-cientes intervengan durante cinco o diez minutos, eltiempo que les parezca oportuno y, posteriormente, losgrupos políticos, en el orden en que ellos mismos decidan,puedan intervenir o formular cualquier tipo de pregunta osugerencia.

Dándole la bienvenida, damos la palabra a don LuisAguiar de Luque.

El señor AGUIAR DE LUQUE: Excelentísima señorapresidenta del Senado, señores Senadores miembros de laComisión de Nombramientos de la Cámara Alta compa-rezco, y con sumo gusto intervengo, ante esta Comisión aefectos no sé exactamente si de presentar, avalar o defen-der mis méritos de cara a un eventual nombramiento comovocal del Consejo General del Poder Judicial. Pero seacual sea la forma que debe revestir mi comparecencia,quiero, en primer término, manifestar que es para mí unasatisfacción que las dos principales fuerzas políticas deeste país hayan pensado en mí como uno de los potencialesaspirantes a ocupar dicho cargo.

Después de treinta años de dedicación a la docencia einvestigación en el mundo universitario, dicho de otromodo, a la reflexión sobre el mundo del Derecho y, en par-ticular, sobre el Derecho Constitucional, la presente oca-sión, en el supuesto de que finalmente fuera nombrado vo-cal del Consejo General del Poder Judicial, me brinda laoportunidad de prestar un nuevo servicio a la sociedad es-pañola y al Estado de Derecho, en el que firmemente creo,formando parte, en su caso, del supremo órgano de go-bierno del Poder Judicial.

Esta posibilidad, que en cuanto jurista y ciudadano mehonra en todo caso, y me llenaría de satisfacción en cual-quier circunstancia, resulta particularmente ilusionante enesta ocasión en la que los dos principales partidos del arcoparlamentario han suscrito hace tan sólo cuatro meses unPacto para la Reforma de la Justicia, pacto que contemplaun amplio abanico de reformas legales, así como un igual-mente extenso conjunto de medidas, entre las que no faltanla ampliación de las dotaciones presupuestarias destinadasa la Administración de Justicia.

Precisamente por ello no puedo por menos de expresarante sus señorías la extraña tesitura en la que me encuentroen el día de hoy al tener que comparecer ante esta Comi-

sión en el marco de un proceso que, habiéndose desarro-llado en toda su primera fase por los cauces del acuerdo ydel consenso entre las dos fuerzas parlamentarias más rele-vantes, se encuentra en estos momentos interrumpido.

Entiendo en todo caso que, como es obvio, mi someti-miento al eximen de esta Comisión de Nombramientos nocomporta pronunciamiento definitivo alguno, sino tansólo, si se me permite la licencia procesal, constituye unrequisito de procedibilidad y, por lo tanto, siendo muy delamentar la situación en la que este proceso hoy se encuen-tra, espero que aunque sólo fuera porque, según el nuevoartículo 112 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, es pre-ciso el previo pronunciamiento del Congreso de los Dipu-tados, ese consenso se halle definitivamente restablecidocuando sea abordado por el Pleno de esta Cámara.

En cuanto a mis méritos, volviendo nuevamente a loque entiendo debe ser el objeto de mi comparecencia hoyante esta Comisión, pocos son los datos que yo puedo aña-dir a la información que ya obra en poder de sus señorías.

Mi dedicación a la docencia e investigación universi-tarias se inicia a comienzos de los años setenta en el de-partamento de Derecho Político de la Facultad de Dere-cho de la Universidad Complutense de Madrid, dondetuve la oportunidad de convivir con excelentes maestrosde la disciplina. Así, entre otros, don Luis SánchezAgesta, don Francisco Ruiz y Llorente, don Manuel Ji-ménez de Parga.

Partí de allí a principios de los años ochenta para de-sempeñar la cátedra de Derecho Constitucional de la Fa-cultad de Derecho de San Sebastián y, tras dos años de es-tar efectivamente impartiendo docencia y practicando lainvestigación en esa sede, accedí a la cátedra de DerechoConstitucional de la Universidad de Valladolid para, final-mente, incorporarme desde su puesta en marcha a la Uni-versidad Carlos III de Madrid, donde he desempeñado lospuestos de director del Departamento de Derecho, cuandoera el único departamento en Ciencias Jurídicas, y mástarde la condición de vicerrector de Profesorado y Secreta-rio General de la Universidad. Actualmente dirijo el Insti-tuto de Derecho Público Comparado Manuel García Pe-layo.

En medio de ese currículum, que me atrevería a califi-car de administrativo, quedan treinta años de dedicación ala investigación, que se han traducido, amén de la obten-ción de los títulos de Doctor en Derecho con premio extra-ordinario por la Universidad Complutense de Madrid, Di-plomado en Estudios Superiores en Ciencias Políticas porLa Sorbona de París, Diplomado en Derechos Humanospor la Universidad de Estrasburgo, en numerosas publica-ciones sobre los temas propios de mi especialidad, tanto enEspaña como en Francia, en Italia, en Argentina o inclusorecientemente en Brasil, así como también en una vasta ac-tividad de seminarios, cursos y conferencias en centros su-periores de varios países: Roma, Peruggia, Pisa, Siena oFlorencia, en Italia; La Sorbona, Nantes, Estrasburgo, Bur-deos o Pau, en Francia; Berna y Lausanna, en Suiza; Coim-bra y Lisboa, en Portugal, así como en otras institucionesacadémicas en la práctica totalidad de los países de Ibero-américa.

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En medio quedan también tres largos años como direc-tor del Centro de Estudios Constitucionales, vecino de estaCámara, período en el que la actividad editorial e investi-gadora y la presencia del organismo en el debate intelec-tual y político de este país; creo, modestamente, que se vionotablemente incrementada siempre desde el más escrupu-loso respeto por el pluralismo que debe presidir la activi-dad de este tipo de instituciones. Varias de las señorías queahora me escuchan pueden dar fe de ello al haber partici-pado en actos académicos en aquella Casa.

Y, simultáneamente, durante ese trienio 1993-1996 hesido miembro del Consejo de Estado y representante espa-ñol en la Comisión para la Democracia a través del Dere-cho, del Consejo de Europa, la vulgarmente conocidacomo Comisión de Venecia.

No me alargaré más en los detalles de una actividadacadémica de treinta años volcada en el estudio y análisisde los temas propios del Derecho Constitucional, con es-pecial atención en temas tales como el significado del prin-cipio democrático en el Estado constitucional, el régimenjurídico de los derechos y libertades fundamentales, las ba-ses de la organización y funcionamiento de los diversospoderes públicos, la jurisdicción constitucional, etcétera,que ahora, desde otra perspectiva, me gustaría poder pro-yectar esa reflexión y ese estudio desde la condición de vo-cal del Consejo General del Poder Judicial.

Sin perjuicio pues de ampliar aquellos aspectos de mitrayectoria curricular que la Comisión quiera conocer conmayor extensión, permítanme que dedique ya unos brevesminutos a presentar las razones que motivan1o que consi-dero mi legítima aspiración a formar parte de ese supremoórgano de gobierno del Poder Judicial.

No es ninguna novedad afirmar que una de las claves debóveda del Estado de Derecho que consagra el artículo pri-mero de nuestra Constitución es un correcto funciona-miento de los órganos jurisdiccionales, encargados de re-solver los crecientes conflictos jurídicos que las complejassociedades actuales suscitan. El artículo 24 de la Constitu-ción, fijando las bases procesales de nuestro ordenamiento,y el Título VI de esta suprema Carta fijando los principiosorganizativos del Poder Judicial, así lo confirman. Perotambién son sobradamente conocidas las deficiencias queen la actualidad aquejan a nuestra Administración de Justi-cia; deficiencias que a mayor abundamiento se ven con fre-cuencia sobredimensionadas en la opinión ciudadana.

El Consejo General del Poder Judicial, que ahora con-cluye su mandato, ha desarrollado un excelente trabajo eneste terreno llevando a cabo una muy loable labor en laque, sin perjuicio de las lógicas diferencias de opinióndada su numerosa y heterogénea composición, ha reali-zado un notable esfuerzo en el sentido de detectar las cau-sas últimas de los problemas y las líneas por las que debie-ran discurrir las mejoras. El Libro Blanco de la Justicia,primero, y las 107 propuestas de reforma presentadas porel presidente Delgado Barrio con ocasión de la apertura delAño Judicial 2001 después, han venido a mostrar algunasde las pautas a seguir en la solución de tales problemas.

Por otra parte, las dos grandes fuerzas políticas del paísen un ejemplo de responsabilidad han alcanzado asi-

mismo un importante pacto sin precedentes en este paísque comprende, según apuntaba al comienzo de mi inter-vención, un amplio programa de reformas legislativas yun extenso, elenco de medidas destinadas a lograr la recu-peración de la confianza de la ciudadanía en el Adminis-tración de Justicia.

Desde la responsabilidad del jurista dedicado al Dere-cho Constitucional y comprometido con los valores que laConstitución encarna, me parece innecesario abundar enlos motivos que explican mi legítima aspiración a formarparte del Consejo General del Poder Judicial que va a ges-tionar este trascendental período para la Administración deJusticia en nuestro país. Es un reto al que me gustaría ser-vir en los próximos años.

Nada más. Quedo a su disposición, señorías.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, don LuisAguiar de Luque.

A continuación, comienza el turno de intervenciones delos grupos parlamentarios que, si sus señorías están deacuerdo, puede realizarse por el orden habitual, es decir, deforma inversa, comenzando por el grupo más pequeño, quecorresponde al Grupo Parlamentario Mixto.

Tiene la palabra el Senador Cámara.

El señor CÁMARA FERNÁNDEZ: Muchas gracias,señora Presidenta.

Muchas gracias por su intervención, don Luis Aguiarde Luque. No le voy a hacer ninguna pregunta porque us-ted al comienzo de su intervención ha expresado ya la ano-malía de esta situación; situación en la cual partimos de unconsenso, además mayoritario, de una ruptura del mismo.

Por tanto, por deferencia hacia usted y también hacia mímismo y a esta Cámara, así como por respeto a la mayoríapolítica que ha decidido efectuar estas comparecencias, so-lamente voy a hacerle una aseveración.

En repetidas ocasiones usted ha mencionado los acuer-dos entre los dos grupos mayoritarios. Naturalmente esmuy difícil pensar que hubiese acuerdo o solución, porejemplo, en la elección de este órgano si no existiese unacuerdo entre los otros grupos mayoritarios; sin embargo,permítanme que como fuerza política pequeña y minorita-ria exprese mi deseo de que exista consenso en todo y si esposible en aquello que sean razones de Estado; por tanto esimportante también que haya consenso y acuerdo entre to-das las fuerzas políticas de este país.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Cámara.Tiene la palabra el profesor Aguiar.

El señor AGUIAR DE LUQUE: El señor Senador meha dicho que no iba a formular ninguna pregunta y, portanto, no considero necesario intervenir.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentariode Coalición Canaria tiene la palabra su portavoz adjunta,la Senadora Claudina Morales.

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La señora MORALES RODRÍGUEZ: Gracias, señoraPresidenta.

Quiero agradecer al señor Aguiar de Luque, su compa-recencia en esta Comisión y decirle que mi Grupo tampocova a hacerle ninguna pregunta. Únicamente deseo manifes-tar que estamos de acuerdo con el en el ánimo expresadopor todos para el restablecimiento del consenso en la elec-ción de los miembros del Consejo General del Poder Judi-cial.

No vamos a hacer ninguna pregunta, insisto, solamentequiero decirle que a la vista de su currículum, y escu-chando su intervención consideramos que reúne las condi-ciones para ser vocal del Consejo General del Poder Judi-cial, que tiene méritos suficientes y, por tanto, queremosdarle la enhorabuena por ello en esta Comisión.

Gracias.

La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señorAguiar.

El señor AGUIAR DE LUQUE: Muchas gracias, seño-ría.

Tampoco puedo contestarle nada a la señora Senadora.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias a ambos.¿Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vas-

cos? (Pausa.)Por el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Pro-

grés, tiene la palabra su portavoz, el Senador Isidro Molas.

El señor MOLAS I BATTLORI: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Muchas gracias señor Aguiar por las palabras formu-ladas en su presentación y en su currículum. Esta Cá-mara sabe perfectamente, y supongo que también elcompareciente, mi juicio sobre la idoneidad, entre otrasrazones, porque fui presentador de la candidatura decuatro miembros vocales por el Consejo General del Po-der Judicial.

Usted ha demostrado que tiene la capacidad técnica, elconocimiento, la experiencia en la gestión y los méritos su-ficientes que le habilitan para aspirar a este cargo. El con-senso de los dos grupos parlamentarios que habían pro-puesto su candidatura ha sido quebrado. Hemos retirado sucandidatura, pero consideramos que la habilitación perso-nal de los candidatos propuestos es suficiente para que enel caso de que una vez restablecido el consenso pudieraprocederse a la votación desarrollen una actividad muy po-sitiva en el Consejo General del Poder Judicial.

Muchas gracias, señora Presidenta.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, SenadorMolas.

Por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado deConvergència i Unió, tiene la palabra su portavoz, el Sena-dor Marimon.

El señor MARIMON I SABATÉ: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

En primer lugar, quiero dar la enhorabuena al señorAguiar, agradecerle su presencia en esta Comisión y apro-vechar esta primera intervención para poner en evidenciaalgunos hechos.

En primer lugar, las propias palabras del compare-ciente han sido suficientemente explícitas y aclaratorias.Usted ha citado que se encuentra en una extraña condi-ción y posteriormente ha mencionado una frase que con-sidero muy acertada: siendo muy de lamentar el mo-mento en que hoy se encuentra este proceso. Ésta es laprimera evidencia.

En segundo lugar, he de lamentar que a nuestra fuerzapolítica, que siempre ha tenido voluntad de colaborar entodos los trabajos del Estado, no se la haya tenido encuenta. Aunque en todo caso nada tiene que ver con usted,señor Aguiar, quiero aprovechar esta intervención paraponerlo de manifiesto. A pesar de ello, hemos creído ne-cesario estar presentes en esta Comisión de Nombramien-tos, primero por respeto a los propios comparecientes ytambién de forma especial a las instituciones, tanto a lapropia institución del Senado como a la que ustedes soncandidatos.

Al mismo tiempo, tengo que manifestar nuestro deseode que se lleven a término los nombramientos con la ma-yor brevedad posible por credibilidad en primer lugar de lapropia clase política y, en segundo lugar, por respeto a lospropios ciudadanos. En este sentido, creemos que la ciuda-danía no entiende cómo tras el consenso logrado y un pro-ceso en el que se explicitó la voluntad por parte de todoslos grupos políticos, y especialmente de los mayoritarios,de que se llevara a término a la mayor brevedad posible —lo que ocasionó incluso que el Senado habilitara el mesde julio para conseguir llegar a un acuerdo y que ustedesfueran nombrados—, posteriormente, debido a una seriede circunstancias que no voy ahora a valorar, y que los ciu-dadanos califican de alguna forma de pueriles, hoy nos en-contremos en esta situación. Por ello, al igual que han he-cho los anteriores portavoces, manifestamos nuestro deseode que se restablezca la normalidad.

Por otro lado, no tenemos ninguna duda sobre su currí-culum; así pues, al considerarlo adecuado, no formulare-mos preguntas al respecto.

En todo caso, le damos la enhorabuena en estas extra-ñas condiciones, como usted mismo las ha calificado.

Gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Marimon.Tiene la palabra el profesor Aguiar.

El señor AGUIAR DE LUQUE: Gracias, señoría.No sé si es habitual que en una comparecencia parla-

mentaria se haga una manifestación un tanto intimista delestado psicológico, pero me ha parecido obligado hacerla.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Marimon,y gracias de nuevo, señor Aguiar.

A continuación corresponde el turno de intervencióndel Grupo Parlamentario Socialista, en cuyo nombre tienela palabra su portavoz, el Senador Laborda.

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El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

En primer lugar formularé una pregunta al profesorAguiar, y considero que esta es una oportunidad para dis-frutar de su conocimiento, del que muchos de nosotros po-demos dar testimonio. Pero como la situación en la que nosencontramos, y a la que también se han referido mis cole-gas, tiene asimismo una dimensión de naturaleza políticaderivada de la fractura del consenso, tras formular esa pre-gunta, y con el permiso de la señora Presidenta, haré unaconsideración, que entiendo es obligada, tanto al profesorAguiar como al resto de los comparecientes.

La pregunta es la siguiente. Tengo interés en conocer laopinión del profesor Aguiar en relación con la formaciónde los jueces y magistrados, al ser él un docente que almismo tiempo ha tenido una experiencia europea acredi-tada en distintas universidades, como se acredita con suspublicaciones. Como digo, quisiera conocer su opinión deforma muy general sobre las posibilidades de mejorar laformación de nuestros jueces y magistrados, y especial-mente, en la dimensión europea, es decir, con los nuevosespacios europeos, la intercomunicación, y todo ese tipode cuestiones de las que venimos hablando y que son ma-teria de trabajo parlamentario. No le pido una amplia ex-plicación, sino simplemente conocer su opinión al res-pecto.

Como he dicho, posteriormente me gustaría hacer unaconsideración.

Muchas gracias, señora Presidenta.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Laborda.Tiene la palabra el profesor Aguiar.

El señor AGUIAR DE LUQUE: Gracias, señora Presi-denta.

No será ésta una consideración muy extensa, ya que dehacerla me alargaría más de lo que el mínimo respeto par-lamentario exige, y sus señorías conocen bien la proclivi-dad de los profesores a extendernos.

Comenzaré también con una anécdota de signo inti-mista. Durante el pasado mes de marzo o abril fui llamadodesde el Consejo General del Poder Judicial para organizarun encuentro académico entre la Universidad Carlos III deMadrid, a la que pertenezco, y una serie de jueces y ma-gistrados sobre la formación jurídica y la formación de losjueces. Pero a partir de mi incorporación, aunque sea comosujeto pasivo, a este proceso de nombramientos abandonéla dirección de dicho seminario, que va a tener lugar du-rante el lunes, el martes y el miércoles próximos en la Uni-versidad Carlos III de Madrid. Y pongo mucho énfasis enesos días, porque éste es un tema de una enorme compleji-dad.

Creo que todos podemos manifestar siempre la necesi-dad, pero quizá en esta ocasión más que nunca, de mejorarlos mecanismos de selección y formación. En mi opinióndebe abundarse muy seriamente en la formación perma-nente para que el proceso de selección se «aggiorne» y seadecue al signo de los tiempos. Considero que las viejaspruebas hoy día son de todo punto insuficientes; es impo-

sible retener la complejidad que actualmente cobra el or-denamiento jurídico en los clásicos temas de oposicionesy, por tanto, hay que ir hacia una formación mucho más in-tegral del futuro juez que le capacite para su desarrollo ini-cial, en los primeros momentos de su labor, y posterior-mente le incite a una formación permanente, adecuandoconstantemente sus conocimientos.

Pero no puedo decir mucho más en estos momentos,salvo lo que he indicado respecto de los métodos que hayque seguir, ya que los contenidos me llevarían mucho másallá de lo que es lógico en una sesión parlamentaria.

La señora PRESIDENTA: Gracias, profesor Aguiar.Tiene la palabra, Senador Laborda.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Profesor Aguiar, le debo a usted una explicación, queme parece obligada en esta sesión, respecto del hecho deque, en su momento, junto con el portavoz del Grupo En-tesa Catalana de Progrés y el portavoz del Grupo Parla-mentario Popular, yo avalara su candidatura. Porque, comosabe el profesor Aguiar, que se ha referido a ello indirecta-mente, mi firma ha sido retirada de esa candidatura, aligual que ha manifestado el Senador Molas.

Repito que eso merece una explicación. La retirada notiene nada que ver con su cualificación profesional, que yoconozco. No he necesitado que usted compareciera aquípara saber de su larga trayectoria como jurista y profesor,y no ya solamente como docente o científico, sino tambiénde su compromiso personal, acreditado y conocido, con losvalores constitucionales, valores que compartimos quienesestamos en esta Mesa. Por tanto, no he retirado mi firma deesa candidatura por razones de objeción a su cualificaciónpara ostentar esa posible responsabilidad, sino debido ahechos que están en el debate público y que tienen que vercon la calificación que un miembro del Gobierno hizo so-bre la negociación de estos acuerdos y con alguna descali-ficación de personas concretas que figuraban como candi-datos, lo que a todas luces nos parece inaceptable y, enconsecuencia, merece una rectificación. Ésa es la razón deque la firma del Grupo Parlamentario Socialista no estéahora sustentando su candidatura.

En la reunión en la que este órgano decidió su compa-recencia manifesté algo que usted debe conocer y que meparece necesario expresárselo aquí, públicamente. Se tratade que considerábamos de todo punto inadecuado, apartede arriesgado y probablemente inútil, que después de rea-lizado este trámite de comparecencias este órgano elevaraal Pleno el correspondiente dictamen con la candidatura.Creo que, precisamente por los méritos de los que aquí hansido llamados, sería un profundo error que corriéramos elriesgo de que esos méritos pudieran quedar alterados porun fallido acto parlamentario, como a todas luces puedesuceder.

Ésta era una explicación obligada que, repito, he consi-derado necesario manifestarle. En todo caso, le agradezcoextraordinariamente su presencia aquí y el que haya acep-tado esa responsabilidad, que yo quisiera que pudiera cul-

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minar en un acto parlamentario con éxito, aunque en estosmomentos, por razones que, insisto, nada tienen que vercon el mérito y la cualificación de los aquí convocados,creo que no puede llevarse a cabo ya que hay otros valoresque son tan importantes como la adecuación profesional yla categoría intelectual de los comparecientes que pensa-mos deben restablecerse mediante la restauración del con-senso en los términos que están en el debate público.

Muchas gracias, señora Presidenta.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, SenadorLaborda.

Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra suportavoz, el Senador González Pons.

El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señoraPresidenta.

Profesor Aguiar, me permitirá que antes de iniciar for-malmente mi intervención también yo me adentre en el te-rreno de las extrañas tesituras, y las confesiones intimistaspor las que todos hemos circulado durante esta mañana.Por tanto, empezaré confesando que para mí es una situa-ción extraña tener al profesor Aguiar en situación de reci-bir las preguntas y estar yo en la de formularlas, puestoque, habiendo visto biográficamente truncada mi carrerauniversitaria en la disciplina en la que el profesor Aguiares maestro, lo lógico sería que él estuviera preguntando yyo respondiendo sobre lo poco que he podido aprender, yaque, además, siempre he visto a don Luis Aguiar en tribu-nales, en clase y en la tarima. En fin, consideremos que sonesas extrañas cosas que tiene la democracia, que a vecescoloca al discípulo donde debería estar el maestro. Y enese sentido, permita que mi intervención se produzca enlos mismos términos de cortesía en que se han producidolas de quienes me han precedido en el uso de la palabra,que le explique muy brevemente el posicionamiento de miGrupo Parlamentario respecto de esta serie de compare-cencias que estamos llevando a cabo y, posteriormente,que le formule alguna pregunta.

Permítanme, señora Presidenta, señorías, que comienceagradeciendo a don Luis Aguiar su presencia aquí esta ma-ñana, no sólo por el gesto sino también por la hondura y elsignificado de fe cívica y democrática que ello supone. Asípues, tengo la obligación de comenzar agradeciendo muysinceramente la presencia de don Luis Aguiar ante estasala y felicitarle, no sólo por su currículum, sino tambiénpor haber sido propuesto para un puesto de tanta importan-cia política como el Consejo General del Poder Judicial, unpuesto, además, para el que se encuentra tan cualificadoprofesionalmente. Su currículum es realmente brillante yno merece ningún comentario ulterior porque se comentapor sí solo. A esa felicitación deseo añadir que a mi GrupoParlamentario le consta la aptitud de don Luis Aguiar en lamedida en la que es hoy el único proponente de su candi-datura, pues de lo contrario no habría sido propuesto. Portanto, tendría poco sentido que la aptitud profesional delcompareciente fuera cuestionada por mi parte. Le felicito,insisto en que tiene usted un currículum brillante y le agra-dezco su presencia aquí.

Permítame que, al igual que el resto de portavoces, ledé alguna explicación respecto de la jornada que estamosviviendo hoy. En opinión de mi Grupo Parlamentario escierto que se consiguió un acuerdo muy importante entrelas fuerzas políticas para la renovación de los órganosconstitucionales. Ello es tan cierto como lo es que, ennuestra opinión, las razones por las cuales algunos gru-pos parlamentarios consideran hoy roto ese acuerdo noestán relacionadas con el fondo del acuerdo, sino sólocon la superficie o con lo que constituye la tónica parla-mentaria diaria. Las intervenciones que me han prece-dido, y en la que todos los portavoces han coincidido enseñalar la aptitud del compareciente para ocupar elpuesto para el que es propuesto, vienen a demostrar quecualquier ruptura que pueda existir del consenso no estárelacionada con el fondo del asunto, sino con el día a díaparlamentario. Esa posible ruptura no está relacionadacon la aptitud de los candidatos propuestos o con su ido-neidad, sino con los rifirrafes que cada mañana tienen lu-gar en el Congreso de los Diputados y en el Senado. Porello, en términos políticos de fondo, no existen, en nues-tra opinión, razones para romper el consenso, motivo porel cual lo mantenemos; y en ese sentido, debo decirle,don Luis Aguiar, que, en tanto en cuanto no aparezca unarazón política de fondo que nos haga presumir que eseacuerdo tan importante para España y para la renovaciónde las instituciones debe romperse, mantenemos, y segui-remos haciéndolo, todas las candidaturas que presenta-mos en su día.

Pero quiero también explicarme en términos parlamen-tarios. Se han referido numerosas intervenciones anterio-res a la incertidumbre en cuanto al resultado de este trá-mite, y a este respecto quisiera señalar que, en nuestra opi-nión, la incertidumbre es consustancial a todo trámite par-lamentario, porque todo él está basado en la libertad devoto de quienes lo llevan a efecto y quienes finalmente de-ciden, y no existe libertad de voto sin incertidumbre sobreel resultado de la votación. El hecho de que algunas vecesel consenso se produzca fuera del ámbito parlamentario nodebe impedir nunca que cuando existe oportunidad de rea-lizar un trámite parlamentario que puede cooperar a laconstrucción del consenso éste se realice por más queexista incertidumbre sobre su resultado. Considero que eltrámite que estamos realizando esta mañana, incierto ayeren cuarto a su resultado, está demostrando hoy que el con-senso existente es de fondo, más verdadero y profundo delo que las declaraciones políticas permiten suponer, porquetodas las intervenciones alabando la idoneidad de los can-didatos propuestos vienen a corroborar que este trámiteque hoy realizamos, su tono y la forma en la que se está de-sarrollando puede colaborar a que ese consenso de superfi-cie venga a recuperarse.

Por ello, a los agradecimientos de rigor que le he mani-festado voy a unir uno más relacionado con su interven-ción y con su presencia hoy aquí, porque considero queambas han servido para dar un paso más en orden a que eseconsenso de superficie no relacionado con el acuerdo defondo pueda recuperarse precisamente en este trámite par-lamentario de resultado incierto, al cual deseo las mejores

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oportunidades y que finalice donde todos deseamos, en larenovación de los órganos constitucionales que debemos alpueblo que nos ha votado.

Voy a formularle, por último, tres preguntas. Ha tenidousted una intervención —permítame que se lo diga—, bri-llante y magistral como siempre, donde ha tocado todos losasuntos posibles, pero, si es posible y el trámite lo permite,tengo interés en que profundice en tres asuntos siquiera so-meramente. Me gustaría saber cómo ha percibido usteddesde su ejercicio profesional el trabajo realizado por elConsejo General del Poder Judicial durante los últimosaños. ¿Cómo ha percibido usted a este órgano constitucio-nal? Usted es un brillante y conocido constitucionalista.La segunda pregunta está relacionada con la anterior. ¿Quécree que podría hacer el Consejo General del Poder Judi-cial pare mejorar aquellos defectos que, hasta ahora, se ha-yan podido apreciar o para perfeccionar el ejercicio de sumisión constitucional tal y como la ha realizado hasta la fe-cha? Finalmente, desearía que nos diera una valoraciónmás honda de la que ya ha realizado, pues lo ha ponderadousted muy bien, pero sabe que recientemente el Gobierno,todas las fuerzas parlamentarias y los partidos políticos —se ha referido usted a ello— han suscrito un pacto por laJusticia y a partir de ahora tenemos una perspectiva degrandes transformaciones en este sentido. Me gustaría sa-ber cómo piensa usted, en concreto, que el Consejo Gene-ral del Poder Judicial puede cooperar a la realización prác-tica de este Pacto por la Justicia.

Sin más, deseo agradecerle simplemente su interven-ción y su presencia aquí, que tiene hoy un valor cívico quetrasciende con mucho el hecho de acudir a un acto parla-mentario, legal y reglamentariamente obligado.

Muchas gracias, Profesor.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador GonzálezPons.

Profesor Aguiar, el Profesor González Pons le ha for-mulado tres preguntas. Cuando usted desee tiene la palabrapara responder.

El señor AGUIAR DE LUQUE: Gracias, señora Presi-denta.

Quiero, en primer lugar, agradecer las palabras pronun-ciadas por el Senador González Pons. La mía ha sido unaintervención profesoral, yo no diría que magistral, pero esalgo que llevo practicando desde hace 30 años e irreme-diablemente se trasluce en cada una de mis actividades ymanifestaciones.

En relación con las tres preguntas —en realidad sondos— que me ha formulado su señoría, quisiera decir algoque ya he apuntado en mi intervención, y no por mera cor-tesía hacia quiera uno aspira a suceder, sino porque creoverdaderamente que el Consejo General del Poder Judi-cial, que ha venido funcionando en estos últimos cincoaños, nos ha dado en todos los sentidos un ejemplo de buenhacer, rigor y profundidad en su trabajo, y ha emprendidouna serie de actividades en mi opinión imprescindibles,pero además, con una actitud digna de alabanza en todotipo de acción política, mirando hacia el futuro aunque

quizá no sea quien en ese momento es el titular del órganoel que vaya a recibir los frutos.

Considero que tanto la elaboración de un Libro Blancode la Justicia, como las ulteriores propuestas ampliamentedebatidas en el seno del Consejo General del Poder Judi-cial, presentadas más tarde en la apertura del Año Judicialpor don Javier Delgado Barrio, actual Presidente del Con-sejo y del Tribunal Supremo, han marcado una línea de ac-tuación muy positiva para los que de algún modo puedansuceder al actual Consejo. Es una línea de acuerdo y preo-cupación por los problemas de fondo de la jurisdicción,pues, a fin de cuentas, estamos hablando del órgano de go-bierno de la jurisdicción en España. Es algo que consideroverdaderamente encomiable y no puedo sino manifestarmi adhesión a lo allí elaborado. Por supuesto habrá quemejorar algunas cosas y en el futuro el actual Consejo de-berá profundizar en algunas de ellas y, sobre todo, ejecu-tarlas.

¿En qué medida se puede mejorar el funcionamientodel Consejo? Su señoría me va a permitir, que le diga, puesme gusta ser muy honesto en mis afirmaciones, que desdeel punto de vista del funcionamiento y operatividad real dedicho órgano no puedo saberlo, mis conocimientos delConsejo a ese nivel son como cuando se abre una lata deconservas, se conoce por fuera pero nunca se ha estadodentro, y desde fuera, evidentemente, me parece un órganocomplejo. He de confesarle, aunque creo que no es nin-guna novedad, pues hay más de un constitucionalista entresus señorías, que es un órgano complicadamente cons-truido por la Constitución, lo cual le impone evidente-mente determinadas virtudes, pero también las tres impor-tantes. Desde el punto de vista de la estructura con que laConstitución le dota es un órgano de difícil funciona-miento y operatividad, pero qué duda cabe que son tam-bién muchas las virtudes que se derivan de esa estructurade cara a su funcionamiento, algo que desearía potenciar sillegara a acceder a la condición de miembro del Consejo.

Desde una actitud de prudencia, pero también defirmeza —y con esto enlazo con la tercera de sus pregun-tas—, me gustaría colaborar y contribuir al desarrollo delas diferentes medidas previstas en el Pacto para la Re-forma de la Justicia. Yo creo que hay tres grandes rúbricasen las que, sin duda alguna, el Consejo va a intervenir. Laprimera de ellas —y una vez más tengo que incurrir en mivicio profesoral— es la labor legislativa que exige el Pactopara la Reforma de la Justicia. Está todavía por hacer el lis-tado de leyes que habría que reformar, que habría que revi-sar para cumplimentar y dar plena operatividad a dichoPacto, pero estoy seguro de que son muchas, y el Consejotiene ahí para desarrollar una importante labor de informe,con carácter consultivo, por supuesto. Nada más lejos demi ánimo que dudar de dónde reside la legitimidad demo-crática para la aprobación de las leyes, pero el Consejopuede llevar a cabo una importante tarea de informe y decontribución al perfeccionamiento de los eventuales pro-yectos o proposiciones de ley que en ese sentido pudieranformularse.

Una segunda rúbrica corresponde a las labores de ín-dole administrativo, a las labores de gestión. El Pacto com-

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prende una serie de medidas típicas de gestión, que enbuena medida van a recaer sobre el órgano de gobierno delConsejo General del Poder Judicial. En tercer lugar hayuna serie de dotaciones presupuestarias previstas que a finde cuentas no son más que una concreción en números deesa tarea de gestión que el Consejo deberá desempeñar.

Yo creo que en todas estas cuestiones, el Consejo Ge-neral del Poder Judicial que asuma esta tarea en un pró-ximo futuro debe comprometerse muy vivamente, y en lamedida en que yo acceda a ello, desde aquí proclamo fir-memente mi compromiso con ese Pacto para la Reformade la Justicia, porque si no ese pacto me parece que no po-dría salir adelante.

Nada más y muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, profesorAguiar.

¿Alguna otra intervención por parte de alguno de losportavoces? (Pausa.) En ese caso, le doy las gracias muysinceramente, felicitándole por su intervención. Ha sido unplacer escucharle, y puede retirarse cuando quiera. Gra-cias. (Pausa.)

— DE DOÑA MARÍA ÁNGELES GARCÍA GARCÍA.

La señora PRESIDENTA: Señorías, continuamos conlas comparecencias.

En primer lugar quiero dar la bienvenida, en nombre detodos los miembros de la Comisión de Nombramientos, adoña María Ángeles García García.

Quiero explicarle que el procedimiento que hemosacordado es que los comparecientes intervengan duranteun tiempo de diez o quince minutos, el que considerenoportuno, para que puedan exponer su trayectoria y susméritos para la candidatura a estos puestos.

Posteriormente, cada uno de los portavoces de los gru-pos parlamentarios podrá formularle preguntas o interve-nir en el sentido que desee.

Tiene la palabra doña María Ángeles García.

La señora GARCÍA GARCÍA: Señora Presidenta, se-ñores Senadores, entiendo que la ocasión que se me brindade comparecer ante esta Comisión es para explicar mi tra-yectoria profesional pasada, porque el trabajo a desempe-ñar como vocal del Consejo General del Poder Judicial hade ser necesariamente acorde con ella.

Desde el honor que supondría para mí ser uno de losveinte vocales, junto con el Presidente, que componen elórgano político del Gobierno de un Poder del Estado, miincorporación a esta nueva tarea ha de permitirme aportarmi personal impulso a determinadas prioridades deacuerdo con mi trayectoria y los valores de justicia en losque firmemente creo.

Mi oficio es el de fiscal, que he ejercido durante más deun cuarto de siglo en una macrofiscalía, Barcelona; en unafiscalía media, Asturias; en la Fiscalía del máximo Tribu-nal del país, el Tribunal Supremo, y en la actualidad comojefe en una microfiscalía, Guadalajara.

Siempre he creído en un modelo de fiscal al servicio deuna sociedad en progreso como órgano imparcial del Es-tado y no como servidor ciego del Ejecutivo de turno, peroen íntima relación con él porque el Gobierno de la naciónemana de la mayoría parlamentaria, tiene una legitimaciónen las urnas, dirige la política interior donde están inclui-das la efectividad.de las leyes y la política criminal, ytiene, además, la iniciativa legislativa. El Ministerio Fiscales el instrumento idóneo para una política criminal eficazy para que el Ejecutivo pueda hacer valer ante los tribuna-les —y debe hacerlo— su concepción en orden a la inter-pretación de las leyes y su criterio sobre lo que el interéspúblico, tutelado por la ley y definido democráticamente,exige. Más allá de lo que una interpretación razonada y ra-zonable de la ley permite están la iniciativa legislativa o laarbitrariedad.

Mi actividad profesional como participante en las jun-tas de fiscalía para formar criterios o impulsarlos comojefe ha ido siempre encaminada a la satisfacción del interéssocial con el máximo respeto a la legislación vigente ysiempre interpretada a la luz de la Constitución y del pro-greso. Siempre he tenido un empeño tenaz en la defensa dela dignidad de la mujer, de su indemnidad física y sexual,en la defensa de los derechos de los trabajadores, de losmenores, de los desvalidos y de las víctimas del delito, tannecesitadas de protección, y en general de los derechos hu-manos.

Siempre he creído en la igualdad ante la ley penal y siem-pre he pensado —y actuado en consecuencia—, que nopuede haber en los textos penales delitos que estén «ad exi-bendum», ni puede haber tampoco zonas opacas en la actua-ción del Ministerio Fiscal ni áreas de impunidad para nadie.

Siempre me he esforzado en promover la acción de lajusticia de acuerdo con los principios y los criterios antedi-chos, y en ocasiones el éxito acompañaba mi afán. Así haocurrido con la aplicación judicial del Convenio de LaHaya sobre los aspectos civiles de la sustracción interna-cional de menores, la protección penal de la vida e integri-dad física de los trabajadores y la protección, también pe-nal, de los derechos de los trabajadores aunque sean ex-tranjeros e ilegales. El Tribunal Supremo ha acogido mispedimentos y ha reiterado mis argumentos en sentenciasnovedosas que han tenido una amplia acogida en la doc-trina científica, como se expone minuciosamente en mi cu-rrículum. Otro tanto ocurre con la violencia de género, quesiempre he perseguido con la contundencia que su grave-dad exige.

Mis otras actividades en el marco jurídico siempre hansido complementarias de mi oficio de fiscal, entre ellas ladocencia. Soy Doctor en Derecho por la UniversidadComplutense de Madrid con sobresaliente «cum laude».Mis publicaciones en revistas jurídicas especializadas, ar-tículos periodísticos, o mi participación como ponente enlos más variados foros, como se percibe con la mera lec-tura de los títulos expuestos en el currículum que obra ensu poder, reflejan el mismo empeño, y ello pese a lo va-riado de los temas e incluso pese a lo variado de las áreascivil, penal y procesal con la acogida de la doctrina cientí-fica que minuciosamente también se expone.

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Participé siempre en los movimientos asociativos. Hesido cofundadora, presidenta y portavoz de la Unión Pro-gresista de Fiscales, asociación a la que todavía perte-nezco. Comparto —no podía ser de otra manera— el diag-nóstico general sobre la lentitud, sobre la ineficacia delservicio público de la justicia que tanto exaspera a los ciu-dadanos, preocupa a sus representantes políticos y a lospoderes públicos y supone la negación de un derecho fun-damental: el derecho a la tutela judicial efectiva.

Diseñar una nueva oficina judicial o la implantaciónde nuevas tecnologías, la creación de servicios comunesque optimicen los recursos, redefinir las funciones delpersonal auxiliar y de los secretarios judiciales, la asun-ción por el Ministerio Fiscal de nuevas funciones de di-rector de la investigación penal en un nuevo marco pro-cesal, un nuevo mapa judicial, la creación de una justiciade proximidad que resuelva con rapidez asuntos seriadosque precisamente por repetidos no presentan dificultadesde decisión y trámite, la potenciación de los tribunalessuperiores de justicia y sus salas de gobierno, tan desa-provechados en la actualidad, son objetivos a alcanzarentre todos para que el servicio público de la justicia en-tre en la modernidad.

Pero la Justicia no es sólo un servicio público, sino tam-bién un Poder del Estado que controla la potestad regla-mentaria y la actividad administrativa, por lo que ningunaactuación del Poder Ejecutivo quedará sustraída a la fisca-lización, de un Poder independiente, el Judicial, sometidoexclusivamente a la Ley.

Este pilar irrenunciable del Estado de Derecho ha de serpreservado a toda costa, pero no impide una fiscalizaciónrigurosa del trabajo del juez, porque el juez es la piezaclave de la Justicia, y este control, esta fiscalización rigu-rosa del juez, ha de hacerse necesariamente por el Consejodel Poder Judicial y sus órganos delegados.

Esta fiscalización ha de ser periódica, minuciosa y re-glada para impedir inspecciones selectivas o que puedanparecerlo. Ha de servir de base, en su caso, para sancionesdisciplinarias y, sobre todo, para que los principios consti-tucionales de mérito y capacidad sean la base de los nom-bramientos más relevantes de la carrera judicial que, pesea su discrecionalidad, han de ser fundados, como fundadoshan de ser los acuerdos y propuestas del Consejo Generaldel Poder Judicial. No podemos olvidar que la interdicciónde la arbitrariedad está en el frontispicio de nuestra Cons-titución.

La formación adecuada de los jueces, hacer compati-bles independencia, responsabilidad y eficacia acaso seanlos retos de la Justicia del siglo XXI, y este objeto prefe-rente ha de hacerse mediante pacto, mediante consenso,porque las cuestiones de la Justicia son, indudablemente,cuestiones de todos y afectan directamente a todos.

Para terminar, agradezco a la señora Presidenta y a losseñores Senadores la atención que me han prestado y ex-preso también mi agradecimiento a los grupos parlamenta-rios que han pensado en mí, porque lo entiendo como unreconocimiento a una trayectoria profesional, como un re-conocimiento a muchos años de dedicación a la Justicia,todo ello sin perjuicio de la necesidad de una valoración

positiva en este momento sobre mi idoneidad y la necesi-dad, no menos importante, de restablecer el consenso parami elección efectiva.

Muchas gracias por su atención.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias a usted,doña María Ángeles.

Comenzamos el turno de cada uno de los vocales, queson los portavoces de los grupos políticos, en el orden in-verso, de menor a mayor, que es habitual en esta Cámara.

En primer lugar, tiene la palabra el portavoz del GrupoParlamentario Mixto, el Senador Cámara.

El señor CÁMARA FERNÁNDEZ: Gracias, señoraPresidenta.

Muchas gracias, doña María Ángeles García, por sucomparecencia y, desde luego, muchas gracias por su in-tervención, en mi opinión corta pero contundente en prin-cipios y valores que yo comparto.

La idoneidad de su candidatura es clara para el GrupoParlamentario Mixto, compuesto por gentes de IzquierdaUnida, como es mi caso y el de otro compañero, del Blo-que Nacionalista Galego y del PIL, el Partido Indepen-diente de Lanzarote.

Yo no pongo en cuestión en absoluto, sino todo lo con-trario, su idoneidad, su carrera profesional, en definitiva,su candidatura. Pero no le voy a hacer ninguna preguntaporque estamos en una situación extraña en estos mo-mentos, ya que mientras usted comparece, en los mediosde comunicación se hacen declaraciones extrañas paraeste marco de situación en la que nos encontramos. Haydeclaraciones y expresiones de ruptura de ese consenso,de ese acuerdo, para hacer los trámites convenientes eneste caso.

Por respeto a los órganos en los cuales estamos, por res-peto a ustedes, a los candidatos al Consejo General del Po-der Judicial, estamos aquí primero para escucharles, paraexpresarles nuestro apoyo y comprensión en este momentotan complejo y difícil como es que ustedes estén aquímientras hay declaraciones de ruptura en cuanto a las can-didaturas presentadas. En cualquier caso vaya por delantemi acuerdo personal, mi admiración por su historial y porsu propia intervención y, lógicamente, deseo que todo estose arregle para que podamos felicitarnos de que al finaltengamos una elección normalizada.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Cámara.Señora García, no se le ha formulado ninguna pregunta,

pero si quiere puede intervenir.

La señora GARCÍA GARCÍA: No considero oportunointervenir puesto que no se me ha hecho ninguna pregunta.

Gracias, señora Presidenta.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.Por el Grupo Parlamentario de Senadores de Coalición

Canaria tiene la palabra su portavoz adjunta, la SenadoraClaudina Morales.

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La señora MORALES RODRÍGUEZ: Gracias, Presi-denta.

Agradezco la intervención de María Ángeles García.Creo que nos debemos de congratular todos de que en lapropuesta para vocales del Consejo General del PoderJudicial se encuentre una mujer. Y no debemos hacerlosólo porque sea mujer, sino porque es una mujer que hatrabajado en el estudio de cuestiones que afectan a lamujer y en la defensa de sus derechos. Me parece nece-sario que eso esté representado en el Consejo Generaldel Poder Judicial porque es muy importante para noso-tras y para que esta sociedad siga avanzando en los dere-chos de las mujeres.

No voy a hacer ninguna pregunta a la compareciente,pero sí me gustaría manifestarle que, desde el Grupo Par-lamentario de Coalición Canaria, entendemos que es unapersona idónea totalmente para el puesto al que es candi-data y creemos que reúne las condiciones exigidas no sola-mente por su currículum, que nos parece relevante, sinopor la defensa de los valores en los que ha centrado partede su intervención.

Por lo tanto, considerando estas dos circunstancias, nosparece que reúne las condiciones necesarias y únicamentequiero felicitarla por estar aquí, agradecer su comparecen-cia y desearle suerte.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señoría.En ausencia del Grupo Parlamentario de Senadores Na-

cionalistas Vascos, corresponde el turno al Grupo Parla-mentario Entesa Catalana de Progrés. En su nombre tienela palabra el Senador Molas.

El señor MOLAS I BATLLORI: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Intervengo para manifestar que confirmo la idoneidadde la candidata, entre otras muchas razones porque yo sus-cribí su presentación como tal y su intervención oral creoque lo que hace es confirmar la brillantez de su currículumy su idoneidad para el cargo.

Fue presentada por consenso de las dos principalesfuerzas políticas del país, aunque su candidatura ha sidoretirada concretamente por dos de los tres grupos parla-mentarios que la presentaron porque el acuerdo fue impug-nado públicamente como tal, fue descalificado. Yo confíoen que los méritos del consenso y los méritos de las perso-nas candidatas permitan que, en el caso de que se llegue auna votación, se confirme la bondad del consenso formu-lado.

Por tanto, simplemente la felicito por su trayectoria yno hace falta que le anime a seguirla en cualquier sitiodonde se produzca porque seguro que tendrá los grandesfrutos que ha tenido hasta este momento.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, SenadorMolas.

El turno es ahora del portavoz del Grupo ParlamentarioCatalán en el Senado de Convergència i Unió, el SenadorMarimon.

El señor MARIMON I SABATÉ: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Tendría que volver a repetir mi anterior intervención,pero evidentemente no es necesario. No obstante, le mani-fiesto mis respetos. Nosotros asistimos a esta Mesa denombramientos por responsabilidad, porque creemos enlas instituciones y por la necesidad de que se lleven a tér-mino con la mayor prontitud posible estos nombramientos,pero en todo caso, como grupo político; nos hemos sentidoexcluidos. Por lo mismo, nosotros no participaremos ha-ciendo preguntas, lo cual no quita para que valoremos ade-cuadamente su currículum y su personalidad y, evidente-mente, le agradecemos que haya comparecido ante estaComisión.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Marimon.Tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario

Socialista, el Senador Laborda.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Señora García, a la vista de los datos que figuran ensu currículum y de los éxitos que ha cosechado a lo largode su carrera profesional —y me llama particularmentela atención la referencia que aparece en su currículum enrelación con el recurso de casación e interés de ley queusted planteó en el ejercicio de sus funciones y que laSala Primera del Tribunal Supremo recogió íntegra-mente, en sus términos generales y ha sido recogido porla doctrina con especial interés—, se pone de manifiestono sólo su larga trayectoria profesional en el Ministeriopúblico, su valía intelectual con publicaciones y presen-cia en los medios de comunicación y su compromiso demejorar las condiciones de su actividad profesionalcomo responsable de la asociación de la Fiscalía a la queusted pertenece, sino también su compromiso con laigualdad de los seres humanos, lo que ya avala suficien-temente su candidatura.

No obstante, como haré con los demás aspirantes a estepuesto, me creo en la obligación de manifestar las razonespor las que, después de haber avalado su candidatura, eneste momento no figura ni mi firma ni la del portavoz delGrupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés. No tienenada que ver con su cualificación personal, que yo su-brayo, sino con la fractura del consenso y las manifesta-ciones que han puesto en cuestión la validez del acuerdo—al que se ha tachado de invalidez de manera grave— yque han descalificado a determinadas personas por su cua-lificación profesional. Ésa es la razón por la que nosotros,después de haber avalado su candidatura, ahora retiramossu expediente.

Pero quiero decirle que en el momento en que se con-vocó este órgano tuve la oportunidad de señalar a los de-más miembros del mismo que considerábamos a todas lu-ces improcedente que se continuaran los trámites ulterio-res, porque roto el consenso es totalmente innecesario, inú-til e incluso contraproducente dar pasos más allá y elevarel dictamen de esta Comisión a Pleno. Como no se ha res-taurado el consenso, entendemos que se ponen en riesgo

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los valores profesionales que aquí se han puesto de mani-fiesto por parte de la compareciente.

Nosotros creemos que el acuerdo debe restablecerle, si-guiendo las exigencias que se han manifestado pública-mente. En ese sentido, hacemos votos para que se modifi-quen alguna de las graves afirmaciones que se manifesta-ron. Reiteramos nuestra conformidad con su cualificaciónprofesional, pero queremos señalar algo que es de sobraconocido, porque está en el debate público, y es que cree-mos que, dada la importancia de las personas y del órganoque hay que renovar, es inapropiado, continuar con los trá-mites ulteriores de este procedimiento.

Nada más y muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Laborda.Senador González Pons, en nombre del Grupo Parla-

mentario Popular, tiene la palabra.

El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señoraPresidenta.

Quiero hacer algún comentario sobre la intervención dela compareciente y darle alguna explicación.

En primer lugar, doña María Ángeles García, permí-tame que le agradezca su presencia aquí. Creo que en lascircunstancias en las que se está produciendo su compare-cencia trasciende con mucho el acto formal de acudir a unllamamiento parlamentario y se convierte en un ejerciciode una fe cívica y democrática que debe ser ponderada yvalorada.

En una intervención anterior he dicho que los trámitesparlamentarios deben continuarse, aunque el resultado delas votaciones que van a realizarse a continuación no estégarantizado. En demasiadas ocasiones nos quejamos deque el consenso parlamentario se produce en órganos y ac-tos distintos de los puramente parlamentarios, pero hoy te-nemos el ejemplo de cómo un acto parlamentario puedeayudar a restaurar consensos de superficie.

Usted no ignora, como tampoco lo hace ninguno de lospresentes, que su candidatura fue propuesta por el PartidoSocialista y que fue suscrita conjuntamente por el GrupoParlamentario Entesa Catalana de Progrés, el Partido So-cialista y el Partido Popular. Posteriormente, por aconteci-mientos del día a día político de todos conocidos, retiraronsu candidatura el Grupo Parlamentario Entesa Catalana deProgrés y el Partido Socialista, manteniéndola sólo el Par-tido Popular.

Usted, candidata en principio del Grupo ParlamentarioSocialista, es hoy candidata del Grupo Parlamentario Po-pular; acude a esta Comisión para comparecer y hace unaintervención a todas luces ejemplar, y obtiene como res-puesta de todos los portavoces que me han precedido en eluso de la palabra una afirmación de idoneidad respecto asu candidatura, a su currículum y al ejercicio que va a po-der desarrollar en el Consejo General del Poder Judicial.

¿Qué significa esto? Que el consenso de fondo está in-tacto, que todos los grupos parlamentarios coincidimos enla idoneidad de la candidatura y en la importancia de queestos órganos se renueven con personas con currículum tanbrillantes como el suyo —por eso, el Grupo Parlamentario

Popular puede mantener hoy su candidatura— y que loúnico que está dañado es el consenso de superficie y la re-lación diaria de los partidos políticos. Nosotros pensamosque los perjuicios que puedan derivarse de la relación dia-ria de los partidos políticos no deben dañar la renovaciónde instituciones tan importantes como el Consejo Generaldel Poder Judicial. Por eso, mantenemos su candidatura yvamos a seguir haciéndolo en un ejercicio de civismo.

Le agradezco mucho su presencia, que nos esté aten-diendo y que esté procediendo a este acto parlamentario,porque permítanme, señora Presidenta y señorías; que digatambién que creo que en este momento en la Cámara Altaestamos ayudando a que se restablezca ese consenso de su-perficie. Hoy en la Cámara Alta, realizando este acto par-lamentario en la forma en la que lo estamos llevando acabo, estamos demostrando que no existen razones defondo para que el desacuerdo perdure.

Déjeme que la felicite por su currículum y trayectoriaprofesional, no sólo en términos jurídico-profesionalessino también en términos de compromiso con los valoresde la justicia, la igualdad y la democracia. Me parece im-portantísimo que en el nuevo Consejo General del PoderJudicial haya mujeres que hayan estado luchando en el ám-bito de la Justicia por defender la igualdad entre mujeres yhombres en nuestra sociedad.

La Justicia, desde que el positivismo se hizo doctrinainevitable para los legisladores, se ha convertido en el im-perio de la objetividad y de la ciencia jurídico-práctica enun mundo en el que las razones objetivas tienen que sersiempre razones supremas. Conseguir la igualdad real dela mujer muchas veces exige razones y esfuerzos subjeti-vos no fáciles de explicar en términos de justicia absoluta.Por eso, es muy importante que juristas como usted, conuna amplia preparación jurídica y profesional, lleguen alórgano de gobierno de los jueces y puedan aportar ese ma-tiz de desigualdad en favor de la mujer que es tan precisopara que la igualdad entre mujeres y hombres sea real yefectiva.

Doña María Ángeles García, a mi Grupo Parlamentariole consta su actitud; si no fuese así, no mantendría hoy sucandidatura. Por eso, no hacemos ninguna reflexión al res-pecto y nos limitamos a hacer votos para que el consensode superficie se restablezca en lo que pudiera estar dañadoy para que cuanto antes usted pueda formar parte del nuevoConsejo General del Poder Judicial.

Permítame que le haga alguna pregunta. Usted ha ejer-cido en los tribunales de justicia, viene haciéndolo desdehace mucho tiempo, y conoce bien el Consejo General delPoder Judicial. Me gustaría que, aunque fuera somera-mente, valorarse cómo ha sido la actuación del ConsejoGeneral del Poder Judicial en los últimos años, desde elaño 1978 hasta la fecha. ¿Cómo ha visto usted ese órganode gobierno de jueces y fiscales y de administración de jus-ticia? ¿Qué cree usted que se podría hacer desde el Con-sejo General del Poder Judicial para mejorar el funciona-miento del órgano y, en general, de la justicia?

Por último, ¿en qué términos valora usted el Pacto parala mejora de la Justicia suscrito por el Gobierno, las fuer-zas parlamentarias y también por todos los órganos de re-

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presentación del ámbito de la Justicia? ¿Qué perspectivasle atribuye usted a este Pacto por la Justicia y qué esperan-zas tiene depositadas en él?

Muchas gracias otra vez por su comparecencia y permí-tame que le felicite porque creo que es un honor el habersido propuesta para un cargo como éste.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador GonzálezPons.

Doña María Ángeles García, puede contestar si lo de-sea.

La señora GARCÍA GARCÍA: Las respuestas son va-riadas y algunas son ciertamente difíciles.

Respecto al primer punto, he de decir que yo siempre heentendido que el consenso era una necesidad para el nom-bramiento de Vocales del Consejo General del Poder Judi-cial y, asimismo, siempre he entendido que yo era una can-didata de consenso. Como ese consenso está en suspenso,pende de esa reanudación el que efectivamente yo sea ele-gida Vocal del Consejo General del Poder Judicial, del que,indudablemente, me hace mucha ilusión formar parte.

La segunda pregunta es muy delicado porque viene aser más o menos: Dígame usted lo que han hecho mal losanteriores; y responder a eso es un tanto complicado. Seríaarrogante por mi parte, incluso seria dura y ásperamentecriticado que yo contestara a eso. No sé si el señor Senadorse dará por satisfecho con esta respuesta: Acaso haya en al-gunos aspectos una cierta tibieza. Creo que no es oportunocriticar aquí.

En cuanto al Pacto de la Justicia, la Justicia ha llegadoa unos extremos tales que se necesita un pacto del Go-bierno, un pacto de la oposición, un pacto de todas las fuer-zas políticas. Todas las reformas han de hacerse codo concodo Gobierno de la nación, Parlamento, ComunidadesAutónomas, sin desoír, desde luego, a las asociacionesprofesionales y una pieza clave de toda la reforma es elConsejo General del Poder Judicial.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, doña MaríaAngeles.

¿Algún portavoz quiere intervenir para hacer otra pre-gunta? (Pausa.)

Agradeciéndole muchísimo su comparecencia de hoy yfelicitándole por haber sido propuesta para este importan-tísimo cargo, puede abandonar la sala cuando lo desee.Muchas gracias, doña María Angeles García.

— DE DON JAVIER LAORDEN FERRERO.

La señora PRESIDENTA: Continuamos con la compa-recencia del candidato a Vocal del Consejo General del Po-der Judicial don Javier Laorden Ferrero.

En primer lugar, quiero dar la bienvenida a don JavierLaorden Ferrero, agradeciéndole su comparecencia hoyaquí. Tal como hemos acordado para los anteriores compa-recientes la idea es que exponga en un tiempo de 10-15 mi-nutos lo que ha sido su trayectoria y los méritos que consi-

dera que reúne para ser candidato a Vocal del Consejo Ge-neral del Poder Judicial. Posteriormente, los portavoces delos grupos políticos presentes en el Senado que forman partede esta Comisión de Nombramientos le formularán las pre-guntas o harán las declaraciones que consideren oportunas.

Por lo tanto, doy la palabra a don Javier Laorden Fe-rrero.

El señor LAORDEN FERRERO: Muchas gracias, se-ñora Presidenta, señorías.

En primer lugar, quiero darles las gracias por la oportu-nidad que me brinda la Cámara que ustedes representan depoder acceder a un órgano tan importante y de tanta tras-cendencia como es el Consejo General del Poder Judicial.Asimismo, quiero agradecer al Grupo Parlamentario Popu-lar y a las personas que han depositado su confianza en míel haber propuesto mi candidatura para integrarme en elConsejo General del Poder Judicial en calidad de Vocal.

En relación con mi experiencia profesional —creo quetodos ustedes tienen mi currículum vitae— voy a resaltaruna serie de aspectos. En cuanto a la titulación, soy Licen-ciado en Derecho y Licenciado en Ciencias Empresariales;me licencié en Derecho en Deusto y obtuve la licenciaturaen Ciencias Empresariales en ICADE. Por tanto, con inde-pendencia de mi componente jurídico, reúno la calidad deuna persona que conoce el mundo económico. En este sen-tido, y aunque no he ejercido nunca, tengo también el títulode Auditor de Cuentas.

Mi práctica profesional se ha desenvuelto siempre den-tro de los grandes despachos. Trabajé inicialmente en eldepartamento legal y tributario de «Arthur Andersen» yposteriormente me incorporé a «Cuatrecases Abogados»—que es también uno de los grandes despachosespañoles—, donde actualmente dirijo el área de Derechotributario de Madrid. Soy miembro del comité de directo-res del despacho y también del comité académico de Cua-trecases, que está compuesto por juristas de reconocidoprestigio, catedráticos, miembros de la carrera judicial yabogados del propio despacho.

Estoy especializado en Derecho Tributario y en Dere-cho Mercantil, trabajando habitualmente con grandesclientes en procesos de concentración y de adquisición degrandes grupos, empresariales. Últimamente, he asumidola responsabilidad, en el ámbito nacional, de lo que noso-tros llamamos empresas familiares. Me encargo de prestarayuda a las empresas familiares en los procesos de relevogeneracional, lo que me obliga a tocar todos los, ámbitosdel Derecho porque cuando nos encontramos ante un fenó-meno de sucesión tenemos que trabajar no solamente losaspectos fiscales sino también los societarios y civiles quepermitan que ese relevo generacional se convierta en unarealidad.

Asimismo, soy miembro del Colegio de Abogados deMadrid desde el año 1981; soy miembro no ejerciente delRegistro Oficial de Auditores de Cuenta y miembro de laAsociación Española de Derecho Financiero.

En el ámbito académico, he sido profesor de la Escuelade Práctica Jurídica, ICADE, y soy ponente habitual en or-ganismos especializados de ámbito societario y tributario.

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Adicionalmente, soy miembro del consejo de adminis-tración de diversas empresas —normalmente accedo alcargo de secretario del consejo de administración de lasmismas—, y soy miembro del patronato de la Fundaciónde Estudios. Superiores de Torrelodones, asociado a laUniversidad de Kent en Canterbury.

En el ámbito de las publicaciones, he dirigido el libro«Comentarios al Impuesto sobre Sociedades», que es unaobra enorme y que al despacho le costó mucho realizar yaque supuso dirigir un equipo de 10 ó 12 profesionales quetrabajamos durante un período de dos años para poder pu-blicar esta obra y he sido coordinador de diversos manua-les de Derecho Tributario.

Dentro de lo que se podría llamar experiencia legisla-tiva, asesoro a distintas asociaciones empresariales en laelaboración y propuestas de modificaciones legislativas endistintos ámbitos.

Creo que éste ha sido un breve resumen de lo que es miactividad profesional, pero no me gustaría acabar mi inter-vención sin explicar a los miembros de esta Comisión cuá-les son los motivos y razones que me han impulsado aaceptar esta nueva responsabilidad.

Con independencia del legítimo orgullo que todo abo-gado y todo jurista debe sentir al ser propuesto para unpuesto de la categoría que tiene el ser Vocal del ConsejoGeneral del Poder Judicial, creo que la Justicia ocupa unlugar esencial entre las estructuras básicas de nuestra so-ciedad. Creo que es uno de los pilares fundamentales deuna sociedad moderna y que no podemos tener un país ex-celente si no tenemos una Justicia excelente. Por lo tanto,el hecho de trabajar por y para la Justicia es para mí un retoapasionante.

Ayudar a mejorar el sistema judicial y a modernizarlopara que nuestra Administración de Justicia funcione me-jor creo que es un reto de interés general y es un reto frenteal cual ningún abogado puede decir que no; todo lo contra-rio, tiene que decir que sí.

El espíritu de diálogo que ha presidido y debe presidirel proceso que las Cámaras legislativas o las distintasfuerzas políticas han iniciado con el Pacto de Estado parala Reforma de la Justicia crea, desde mi punto de vista,unas condiciones buenas, idóneas para el trabajo que no-sotros deberemos desarrollar en el futuro dentro del Con-sejo General del Poder Judicial. El deseo de todos uste-des, ese deseo compartido de mejorar la Administraciónde Justicia, habilita la posibilidad de trabajar en común y,cuando se trabaja en común, las posibilidades de éxitoson enormes.

Creo también que la reforma de la Administración de laJusticia está en una fase decisiva; ustedes han convertidoeste proceso en una cuestión de Estado y como toda cues-tión de Estado debe ser prioritaria y consensuada. Por lotanto, la participación activa en este proceso es un privile-gio, una oportunidad única y me parece magnífico el hechode participar en la mejora de nuestro Poder Judicial.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, don JavierLaorden.

En primer lugar, en nombre del Grupo ParlamentarioMixto, tiene la palabra el Senador Cámara.

El señor CÁMARA FERNÁNDEZ: Muchas gracias,señora Presidenta.

En primer lugar, tengo que dar las gracias a don JavierLaorden Ferrero por su comparecencia y sus explicacio-nes. Quiero expresarle mi consideración porque creo fir-memente en su idoneidad para ocupar el puesto de Vocaldel Consejo General del Poder Judicial.

Como usted sabe, el consenso y el acuerdo entre lasfuerzas políticas es obligado y, por tanto, debido a la rela-ción actual de fuerzas en el arco político, es obligado elacuerdo entre el Partido Popular y el Partido SocialistaObrero Español para que este acuerdo llegué a feliz tér-mino. Este acuerdo está aparentemente roto, y digo apa-rentemente porque no sé cómo terminará esta polémica, yaque estamos escuchando continuas declaraciones sobre esaruptura del consenso y del acuerdo. Por ese motivo, estoymuy extrañado —quizá más que usted— porque no séexactamente cómo va a terminar esta cuestión; espero quetermine bien y que ustedes, que son excelentes candidatos,sean nombrados finalmente Vocales del Consejo Generaldel Poder Judicial.

Esta sesión es para mí extraña, estoy aquí por respeto alas instituciones, al Senado, por respeto a las mayorías po-líticas —de la misma manera que ellas han de mostrar res-peto por las minorías políticas—, por respeto a un acuerdoexistente en esta Cámara y por respeto hacia ustedes que,lógicamente, se lo merecen; por ello, no le voy a hacer nin-guna pregunta.

Quiero desearle que tenga suerte y espero que el con-senso termine por imponerse con el fin de que podamoscumplir con una labor urgente y necesaria.

Muchas gracias.

La señora, PRESIDENTA: Gracias, Senador Cámara.Tiene la palabra don Javier, Laorden.

El señor LAORDEN FERRERO: Gracias.

La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentariode Coalición Canaria, tiene la palabra su portavoz adjunta,la Senadora Morales.

La señora MORALES RODRÍGUEZ: Gracias, señoraPresidenta.

Como no podía ser de otra manera, quiero agradecer sucomparecencia a don Javier Laorden y, sobre todo, por ha-cerlo en la situación en que nos encontramos en este mo-mento, de cierta incertidumbre, por la ruptura del consensoque habían alcanzado los grupos mayoritarios, el PartidoPopular y el Partido Socialista. Todos esperamos que esteconsenso se reanude para llegar a acuerdos fructíferos den-tro de poco.

En cualquier caso, quiero felicitarle por su nombra-miento y decirle que mi Grupo Parlamentario entiende quesu currículum le avala para el nombramiento como Vocaldel Consejo General del Poder Judicial.

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No quiero hacerle ninguna pregunta porque tenemos sucurrículum y consideramos que es usted una persona idó-nea para ocupar el puesto para el que ha sido propuesto y,por tanto, sólo quiero desearle suerte para que, como usteddecía, pueda trabajar para mejorar la Justicia en este Es-tado.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.Tiene la palabra don Javier Laorden.

El señor LAORDEN FERRERO: Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Como no está presente nin-gún representante del Grupo Parlamentario de SenadoresNacionalistas Vascos, le corresponde ahora intervenir alGrupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés y, en sunombre, tiene la palabra el Senador Molas.

El señor MOLAS I BATLLORI: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Quiero agradecer al compareciente que haya ampliadoen algunos puntos el currículum que nos había hecho lle-gar.

Nos parece que es usted una persona idónea para el de-sempeño de ese cargo y, por tanto, en mi opinión no tieneusted que mostrarnos su agradecimiento porque, si es fi-nalmente elegido, será gracias al pueblo español, que es elque va a elegirle. Al paso de lo que se ha ido comentandoa los anteriores comparecientes sobre la necesidad de queel Consejo General del Poder Judicial responda a un am-plio consenso, más allá de las fuerzas políticas y sea capazde actuar con autonomía para cumplir la misión constitu-cional que tiene encomendada, creo que es una necesidadimperiosa. Mi opinión es que su trayectoria profesional ypersonal pueden avalar, a veces mejor que una simple ex-presión, que usted está en condiciones de desarrollar estaactitud en el comportamiento diario y en el ejercicio de lasfunciones que en cada momento deba desempeñar.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Molas.En nombre de Grupo Parlamentario Catalán en el Se-

nado de Convergència i Unió, tiene la palabra su portavoz,el Senador Marimon.

El señor MARIMON I SABATÉ: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

En primer lugar, le doy la bienvenida. Usted ha mani-festado la necesidad de un consenso político, y el SenadorCámara también hacía mención ala necesidad de un con-senso político entre el Partido Popular y el Partido Socia-lista. Como nacionalista y como miembro del Grupo Par-lamentario Catalán en el Senado de Convergència i Uniónos hubiera gustado que este consenso se hubiera produ-cido no sólo entre las fuerzas mayoritarias, sino entre todaslas fuerzas integrantes de las cámaras.

En todo caso, reitero nuestra voluntad, de sobra cono-cida por todo el mundo, de trabajar en la consolidación delos pilares básicos del Estado. En este caso hemos sido ex-

cluidos y, por tanto, hemos tomado la decisión de no parti-cipar en las preguntas a los candidatos: Sí estamos presen-tes por deferencia al propio candidato y a las instituciones,tanto a la que representamos como a aquella para la que us-tedes van a ser elegidos. Por ello, a pesar de que me gusta-ría hacerle preguntas, comprenda nuestra postura, y apro-vecho para manifestarle nuestro respeto como Grupo, ter-minando mi intervención con estas palabras.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Marimon.Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra

su portavoz, el Senador Laborda.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Señor Laorden, buenos días. Después de su interven-ción y tras la lectura de su currículum, compruebo que sudedicación profesional fundamentalmente ha estado cen-trada en las actividades como abogado en el ámbito jurí-dico —económico— financiero. No obstante, si acabára-mos procediendo a presentar su candidatura ante el Plenoy resultara elegido, usted tendrá como Vocal del Consejodel Poder Judicial que hacer frente a un tipo de responsa-bilidades en el gobierno político de la magistratura de losjueces en ámbitos distintos a los que ha sido su especiali-dad profesional. Por eso me gustaría hacerle tres preguntasy, luego, le haré una consideración general que vengo ha-ciendo a todos los comparecientes o candidatos.

De forma genérica o sucintamente, me gustaría cono-cer, si usted fuera elegido, qué le gustaría que hubiera cam-biado en la Justicia cuando termine su mandato. Vista sutrayectoria profesional y sus inquietudes intelectuales, quéaspectos considera que son mejorables y dónde le gustaríaponer su sello personal en el ejercicio de sus funcionescomo miembro del Consejo del Poder Judicial.

La segunda pregunta es en relación con la instauracióndel jurado. Considera usted que la instauración del juradoha mejorado la justicia penal, o es necesario proceder a al-gún tipo de reformas respecto a esta institución, que estáen la Constitución y que recientemente ha sido puesto enfuncionamiento por imperativo de la ley?

Por último, le pido su opinión sobre la Audiencia Na-cional como órgano especializado en una cuestión quesiempre es motivo de especial preocupación en estas Cá-maras, y es la aplicación de la justicia para los delitos denaturaleza terrorista. Querría conocer su postura sobre esteórgano porque para mí tiene particular interés conocer suvaliosa opinión.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, SenadorLaborda.

Tiene la palabra don Javier Laorden.

El señor LAORDEN FERRERO: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

En primer lugar, efectivamente mi práctica profesionalbásicamente se ha centrado en aspectos económicos rela-cionados con la empresa, pero eso no quita para que en mi

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práctica profesional a medida que he ido adquiriendo res-ponsabilidades dentro del despacho, me haya visto en laobligación de dirigir equipos. Y cuando dirijo equipos di-rijo operaciones que no solamente tienen incidencia tribu-taria, sino mercantil, civil, incluso en cuanto al diseño decontestaciones ante los tribunales de justicia.

En relación con el cambio de la justicia, es una preguntageneral y amplia que llevaría mucho tiempo contestar,pero sí creo que debemos luchar por conseguir una justiciamás ágil. Los ciudadanos nos demandan que la justicia seamás ágil; de más calidad, y más eficaz; en definitiva, quetengamos una justicia más profesional. Creo que se han idoponiendo una serie de instrumentos legales, como las mo-dificaciones que se han producido recientemente en la Leyde Enjuiciamiento Civil, la Ley de Responsabilidad delMenor, que van a permitir agilizar esa justicia. Pero fuerade eso, debe existir también un cambio de actitudes o decomportamientos; debe haber una nueva forma de actuarque pasa, desde mi punto de vista, por la especialización yformación de aquellas personas que tienen la obligación deejercer la función jurisdiccional. Me gustaría que despuésde estos cinco años en el Consejo hubiésemos conseguidollegar hacia una justicia más moderna, más ágil y de mayorcalidad.

En este sentido, sí puedo decir que nuestra experiencia—y permítanme que hable de mi despacho— es quecuando yo me incorpore al despacho Cuatrecasas en el año1987 éramos 50 abogados; estamos en el año 2001 y so-mos 750 abogados. Nos hemos tenido que organizar, he-mos tenido que dar un servicio de mayor calidad y, paraello, hemos dado una serie de pasos que creo que necesa-riamente la Justicia también tendrá que dar y que, de he-cho, ya ha empezado a dar. Tenemos nuestro centro de do-cumentación judicial radicado en San Sebastián; nuestraescuela de formación, la escuela judicial radicada en Bar-celona, y hemos optado por la especialización de nuestrosprofesionales. Tenemos 67 especialidades dentro del des-pacho porque estamos convencidos de que la especializa-ción es síntoma de calidad. Me gustaría que en el futuro, enla medida de las posibilidades, fuésemos hacia una Justiciamás especializada, que vuelvo a insistir en que será im-pronta de mayor calidad para nuestros ciudadanos.

Respecto a la instauración del proceso del jurado,como usted bien dice, está en la Constitución y hay unaley que ha regulado esta figura. Yo creo que la experien-cia ha demostrado que tienen que producirse una serie decambios. La figura del jurado tiene que seguir existiendo,pero creo que debe haber una composición mixta entrepersonas o ciudadanos de la calle y legos o expertos quepuedan ayudar a esas personas a tomar estas decisionestan importantes.

En cuanto a la Audiencia Nacional y los delitos de te-rrorismo, he de reconocer que no soy un experto en estacuestión, pero soy defensor de que delitos de tanta impor-tancia, donde nos estamos jugando tanto, deben ser centra-lizados en un órgano especializado. Y, aparentemente, meda la sensación de que la Audiencia Nacional lo está ha-ciendo bien en este tipo de delitos de terrorismo.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Laorden.Tiene la palabra el Senador Laborda.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Le doy las gracias por sus respuestas, y ahora tengo laoportunidad de manifestarle lo que he dicho a otros com-parecientes en esta sala. Como usted sabe perfectamente,su candidatura fue propuesta por tres grupos parlamenta-rios derivada de un acuerdo. Por tanto, yo he firmado sucandidatura, y yo tengo que darle ahora una explicación depor qué no está mi firma avalando su candidatura en estemomento procesal, lo mismo que no existe la firma delotro grupo parlamentario Entesa Catalana de Progrés, elSenador que acaba de hacer uso de la palabra. La retiradade la firma no tiene nada que ver con su cualificación pro-fesional, que me consta que es idónea para el cargo al queusted aspira, sino por algo que es de dominio público, undebate público que se ha producido en relación, precisa-mente, con la naturaleza de este acuerdo. Se ha tachadoeste acuerdo con calificativos inadmisibles y, por tanto,esto es lo que explica que nuestra firma no esté detrás de sucandidatura, señor Laorden.

También quiero señalar que en el momento en que seconvocó este órgano manifesté que me parecía inapro-piado que elevaramos a Pleno el dictamen con esta candi-datura, precisamente porque hay un riesgo de que no puedaobtener el quórum que la Constitución y las leyes estable-cen para su elección, y este riesgo entra en contradiccióncon la cualificación de quienes en estos momentos aspirana él. Y hacerlo —quiero dejarlo bien claro—, en nuestraopinión, dificulta extraordinariamente el que se pueda pro-ducir la renovación de estos órganos. Hay que señalar que,preceptivamente, debe ser el Congreso de los Diputados elprimero que proceda, en unidad de acto, a la elección delos vocales que le corresponden a ese órgano. Quería ha-cerlo constar. Es de justicia que usted conozca cuál esnuestra opinión.

Nada más. Muchas gracias, señora Presidenta.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Laborda.En el turno del Grupo Parlamentario Popular, le corres-

ponde a su portavoz, el Senador González Pons, el uso dela palabra.

El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señoraPresidenta.

Don Javier Laorden, muchas gracias por haber venido.En primer lugar, quiero manifestarle el agradecimiento

de mi Grupo Parlamentario por su presencia esta mañanaaquí en la medida en que ello colabora a demostrar que lasinstituciones funcionan y, por ello, transciende el merocumplimiento de una obligación parlamentaria.

Debo felicitarle por su currículum y por su trayectoriaprofesional, lo mismo que lo hago, a renglón seguido, porla exposición que ha hecho hoy de los mismos.

Si me dejara llevar, como ya hemos hecho a lo largo deesta mañana un par de veces, por apreciaciones subjetivasy personales, ahora mismo dibujaría en el aire dos comillas

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y una exclamación y le diría: «¡Qué difícil es exponer elcurrículum de un abogado!» Porque los jueces y magistra-dos cuentan su currículum en destinos, en ascensos y enpromociones; los catedráticos lo hacen en publicaciones;en cargos, en trabajos de investigación, pero los abogadosnos ponemos la toga desde el primer día después de acabarla carrera y a partir de entonces lo único que hacemos essentarnos frente a la mesa de nuestros despachos y decir:Pase, siéntese y cuénteme, y después acudir a los tribuna-les o a las firmas. Y en España no tenemos la costumbreque hay en otros países de llamar a los casos con nombresy apellidos y poder expresar cuál ha sido nuestra interven-ción profesional en los distintos casos de que hemos idoocupándonos.

Por eso, déjeme que subraye la importancia de que losabogados accedan al órgano de gobierno de los jueces,porque muchas veces son los verdaderos usuarios de laJusticia, son los verdaderos sufridores de la Justicia y sonlos verdaderos motores de la Justicia. A veces, los aboga-dos están más en las máquinas de la Administración de laJusticia, que los propios profesionales de la carrera judicialo de la carrera fiscal.

No ha sido muy habitual la presencia abundante de abo-gados en el Consejo General del Poder Judicial y por eso,si usted finalmente resulta elegido vocal de ese órganoconstitucional, saludaremos con alegría la presencia de unabogado más en el órgano de administración del gobiernode los jueces y de los tribunales en nuestro orden constitu-cional.

A mi Grupo Parlamentario le consta su actitud profe-sional y por eso su propuesta la hemos suscrito, junto conel portavoz del Grupo Parlamentario Entesa Catalana deProgrés, con el portavoz del Grupo Parlamentario Socia-lista, y la mantenemos pese a que, como ya ha sido expli-cado, las dos firmas anteriores fueron retiradas.

Le voy a decir —me va a permitir que lo haga con bre-vedad pero tengo que decírselo— que, en nuestra opinión,el consenso con el cual usted fue propuesto hoy pervive,Fíjese usted en que todos los comparecientes citados, yahubiesen sido originariamente propuestos por un partido opor otro partido, han acudido esta mañana, han realizadosus comparecencias con la normalidad que exige la Cons-titución y el Reglamento. Fíjese en que el pronuncia-miento de todos los portavoces ha sido sobre la considera-ción de idoneidad de las candidaturas y que, en realidad,no ha existido ninguna discrepancia de fondo ni sobre loscandidatos ni sobre la oportunidad de la renovación ni so-bre el procedimiento seguido. Las discrepancias se en-cuentran en otro orden, que es el orden político. Y, en opi-nión de este portavoz y de este Grupo Parlamentario, nodeberíamos permitir que esas posibles discrepancias delorden político enturbiaran o perjudicaran el normal fun-cionamiento de las instituciones en la constitución o en lareelección de órganos a que nos obliga el ordenamientoconstitucional. Por ello, le agradezco doblemente su pre-sencia y le felicito doblemente por su currículum y su ex-posición.

Permítame que yo también, como ha hecho el porta-voz del Grupo Parlamentario Socialista, le pida su opi-

nión sobre algunos asuntos, ya que, aunque ya han sidoabordados por usted, me gustaría un pronunciamiento sicon mayor profundidad, al menos sí con mayor exten-sión.

Tenía intención de conocer la opinión de los posiblesfuturos vocales del Consejo General del Poder Judicial so-bre el funcionamiento de dicho órgano hasta la fecha, perouna compareciente anterior ha llamado mi atención res-pecto de lo ineducado que sería manifestarse sobre lo quehan hecho los precedentes en el órgano constitucionalcuando uno está aspirando a ocupar ese mismo lugar en elConsejo General del Poder Judicial.

Por eso, reformularé mi pregunta y le diré que, dadoque toda obra humana es mejorable y la trayectoria delConsejo General del Poder Judicial ha sido intachablehasta la fecha en todos los sentidos pero también es unatrayectoria humana; ¿en qué sentido cree usted que esa tra-yectoria humana es institucionalmente mejorable, si es quelo es, y cómo piensa usted colaborar, si es que llega a serelegido vocal del Consejo General del Poder Judicial, a di-cha mejora?

Por último, quisiera una valoración más específica so-bre el Pacto para la Reforma de la Justicia, que, como us-ted sabe, fue suscrito por el Gobierno, por todas las fuerzasparlamentarias y, además, también por las asociaciones dejueces y fiscales y por el mundo de la Justicia. ¿Cómo va-lora usted ese Pacto y qué piensa que el Consejo Generaldel Poder Judicial va a tener que hacer al respecto en supróximo mandato?

Muchas gracias, de nuevo, por comparecer y muchasgracias por la atención que nos ha prestado.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador GonzálezPons.

Tiene la palabra el señor Laorden.

El señor LAORDEN FERRERO: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

En cuanto a cómo se puede mejorar, efectivamente,toda obra humana es mejorable, pero creo que lo que hahecho el Consejo General todavía no saliente en los últi-mos cinco años ha sido una labor importante. Ha poten-ciado todos los aspectos de formación de la Judicatura,ha potenciado los centros de documentación propios de lalabor judicial y ha empezado a trabajar sobre la base delos principios que se establecieron en el Libro Blanco so-bre la reforma de la Justicia. Ha empezado a trabajar enponer los pilares necesarios para que esta reforma selleve a cabo.

Si finalmente me integro en el Consejo General del Po-der Judicial, seguiremos trabajando en esta línea, seguire-mos trabajando en esa mejora de la Justicia, en esa Justiciade mayor calidad, de mayor eficacia, esa Justicia más pro-fesional.

Al final, creo que este tema, dentro de la complejidad,es bastante sencillo, sencillo en el sentido de que lo quenos demandan los ciudadanos es una Justicia mejor y paratener una Justicia mejor lo que tenemos que conseguir esque los medios materiales y humanos sean los apropiados.

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En cuanto a medios materiales, consistirá en si el Parla-mento nos da presupuesto suficiente para acometer esta re-forma, reforma referente a la informatización de la Justi-cia, para dignificar las sedes judiciales, para cubrir las ne-cesidades que haya en los órganos jurisdiccionales, paraaumentar esa planta, que creo que es necesario, pero tam-bién tendremos que trabajar, como decía antes, en el as-pecto referente a cambios de actitudes y métodos, en defi-nitiva, nuevas formas.

Nos encontramos —y todos somos conscientes deello— con un cambio importante en la sociedad. Desde elpunto de vista económico, se habla muchas veces de laglobalización de esta sociedad, globalización que no dejade significar que los ciudadanos pueden acceder a la infor-mación con una mayor rapidez, hasta el punto de habersesocializado esa información que antes era privilegio deunos pocos, lo que obliga a actuar con actitudes distintas,métodos de trabajo distintos.

Personalmente, creo que para conseguir la mejora de laJusticia será básico que la inspección que depende delConsejo General del Poder Judicial ayude a la obtenciónde datos, ayude a saber en qué situación se encuentra laJusticia actual, ayude a que las estadísticas judiciales seanfiables, sean válidas y, en definitiva, se realice un trabajoque creo que; al final, será el motor impulsor de esta re-forma de la Justicia.

En cuanto al Pacto para la Reforma de la Justicia, con-sidero que se ha convertido en una cuestión de Estado.Como decía en mi exposición, toda cuestión de Estadodebe ser prioritaria y consensuada. Cundo se ha consen-suado algo significa que las distintas fuerzas políticas hanllegado a la conclusión de que los pasos que hay que darson los que hay que dar, y el problema básico consiste enponerlo en marcha.

También expuse en mi intervención que las Cámarasparlamentarias han creado ya los mecanismos legislativos.Como mencionaba antes, nuestras normas procesales sonrecientes, como la Ley de Jurisdicción Contencioso-Admi-nistrativa, la Ley de Enjuiciamiento Civil que tienen pocosaños de vigencia; han sido bien enfocadas en el sentido deagilizar la tramitación de los aspectos judiciales se han ba-sado en la inmediación, en la oralidad y lo que pretendenes agilizar la Administración de Justicia.

¿Cuál es la labor del Consejo? La labor del Consejo,con las herramientas y con la situación que tenemos con-siste en colaborar, en consensuar, en ayudar a que esta re-forma sea una realidad, pero eso lo veremos en el día a día.Como decía y vuelvo a repetir, el objetivo es sencillo yaunque encontraremos dificultades en ponerlo en marcha,lo que nos está demandando la ciudadanía es que esta Jus-ticia sea más rápida, más ágil y más eficaz.

Muchas gracias, señora Presidenta.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Laor-den.

¿Algún otro portavoz quiere intervenir? (Pausa.)Agradeciéndole su comparecencia y felicitándole por

haber sido propuesto como candidato, puede abandonar lasala cuando quiera.

— DE DON CARLOS RÍOS IZQUIERDO.

La señora PRESIDENTA: Reanudamos la sesión conla comparecencia de don Carlos Ríos Izquierdo.

Queremos, en primer lugar, darle la bienvenida, donCarlos, y, señalarle que, como en las anteriores compare-cencias, los portavoces vocales de esta Comisión han acor-dado que usted, en primer lugar, pronuncie unas palabrasglosando su currículum, su trayectoria profesional y, acontinuación, exponga los méritos que, a su juicio, le ha-cen idóneo para desempeñar el cargo de vocal del ConsejoGeneral del Poder Judicial por el que ha sido propuesto poralgunos grupos políticos de esta Cámara. Después se haránlas preguntas por los distintos portavoces de los grupos po-líticos a las que podrá responder y se harán las aseveracio-nes o declaraciones que tengan oportuno.

Por tanto, cuando quiera, por un tiempo de 10 ó 15 mi-nutos, puede exponer su trayectoria profesional.

El señor DÍAZ IZQUIERDO: Muchas gracias, señoraPresidenta.

Señoras y señores Senadores, constituye para mí ungran honor comparecer ante esta Comisión de Nombra-mientos. Antes de nada quiero dar las gracias a todas losgrupos políticos que me han considerado merecedor de suconfianza proponiéndome como candidato a vocal delConsejo General del Poder Judicial.

Puedo garantizar a sus señorías mi propósito de conse-guir que tanto esos grupos como esta Comisión y el Plenode esta Cámara, en el caso de ser finalmente asignado paradicho cargo, no se sentirán defraudados por esta decisión.

La exposición de mi trayectoria profesional necesaria-mente se ha de iniciar en el año 1985, fecha en la cual ob-tuve la Licenciatura en Derecho por la Universidad Com-plutense de Madrid. Desde mi colegiación en el Ilustre Co-legio de Abogados de Madrid, en enero de 1986, me he de-dicado, sin interrupción alguna, al ejercicio del abogacíaprestando mis servicios profesionales en dos despachos ju-rídicos, en el estudio jurídico Mario Pajares, desde enerode 1986 hasta diciembre de 1987 y en Bufetes AsociadosLlorens-Díaz de Aguilar, antes Bufete Doctor César Llo-rens, desde la citada fecha hasta la actualidad. En este bu-fete desde octubre de 1991 desempeño el puesto de Direc-tor de su oficina en Madrid.

El trabajo profesional que he desarrollado en estos des-pachos ha sido fundamentalmente la defensa letrada entodo tipo de procedimientos judiciales, habiendo actuadode manera habitual y casi diaria en todos los ordenes juris-diccionales e instancias judiciales de prácticamente todo elterritorio del Estado.

En otras palabras, soy un abogado eminentemente pro-cesalista que ha tomado el pulso en todos los años de ejer-cicio de la situación de la Justicia en España, de todas susvirtudes, y por qué no reconocerlo, de todas las carencias ydificultades en la imprescindible labor de impartir justicia.Por ello, he sido calificado, incluso por el Presidente delConsejo General de la Abogacía Española, como un abo-gado de toga, descripción que me enorgullece y que al-canza al más profundo sentido de la función de abogado

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como partícipe en la función pública de la Administraciónde Justicia.

A lo largo de estos años de ejercicio ante los juzgados ytribunales he sido muy consciente de estar cooperando condicha alta función asesorando, conciliando y defendiendoen Derecho los intereses que me ha sido confiados. Ypuedo decir con honestidad a su señoría que esta defensade legítimos y variados intereses no me ha desviado, para-fraseando el recientemente aprobado Estatuto General dela Abogacía, del fin supremo de justicia a la que todos losabogados nos encontramos vinculados al tener muy pre-sente en el actuar profesional diario el estar prestando unservicio a la sociedad en interés público, servicio que heintentado plasmar en todas y cada una de mis actuacionesprofesionales. En cualquier escrito forense o en cualquiervista pública he sido, como miles de compañeros aboga-dos, un puente técnico y leal necesario entre el juez y los li-tigantes, entre la Judicatura y la ciudadanía.

A lo largo de estos años he compaginado mi labor pro-fesional con una cierta actividad docente y con el cargo devocal, durante algunos años en la Junta de Gobierno delGrupo de Abogados Jóvenes del Ilustre Colegio de Aboga-dos de Madrid. Estas dos actividades me han servido parainculcar, en abogados jóvenes que inician su actuaciónprofesional la finalidad propia de la que yo entiendo que esla labor del abogado y que he manifestado anteriormente aesta Cámara: servidor de la sociedad en interés público,defensa del Derecho en su concepción más amplia y for-mación técnica. Fue un empeño de toda Junta de Gobiernodel Grupo de Abogados Jóvenes facilitar la formación alos abogados que inician su andadura profesional, impul-sando la organización de cursos, la creación y consecuciónde becas profesionales, organizando una bolsa de trabajopara, en definitiva, con esta formación y experiencia po-tenciar la calidad técnica del turno de oficio y la asistenciajurídica gratuita, contribuyendo de esa manera a asegurar alos ciudadanos el derecho consagrado en el artículo 24 dela Constitución a una defensa y asistencia letrada de mayorcalidad.

Esta trayectoria profesional, con el compromiso y el es-píritu con los que la he desarrollado en estos años, me ca-pacita para el desempeño del cargo de vocal de ConsejoGeneral del Poder Judicial, pudiendo desde este órganoconstitucional seguir prestando un servicio a la sociedaden interés público. El constituyente así lo consideró al des-tacar en el artículo 122 de la Constitución Española que elConsejo General del Poder Judicial estaría integrado, entreotros, por ocho miembros elegidos entre abogados y otrosjuristas. Es decir, hay una cita expresa a la profesión que hedesarrollado en exclusividad desde mi Licenciatura en De-recho.

Entiendo que un abogado de las características y con laexperiencia profesional que he expuesto puede jugar unpapel muy oportuno e importante dentro del órgano del go-bierno autónomo del Poder Judicial, por el conocimientoreal, práctico y diario del funcionamiento de los juzgadosy tribunales, coadyuvando a velar por la garantía de la in-dependencia de los jueces y magistrados en el ejercicio delas funciones jurisdiccionales que les son propias; inde-

pendencia frente a todos, incluso frente a los órganos judi-ciales y los propios del gobierno del Poder Judicial.

Si, como he afirmado anteriormente, siempre he te-nido como finalidad en mi actuación profesional el pres-tar un servicio a la sociedad por la consecución del fin su-premo de justicia, ¿qué mayor servicio puedo prestar a lasociedad que desarrollar estas finalidades dentro del senodel órgano de gobierno autónomo del Poder Judicial? Esuna alta e imprescindible tarea en la que me comprometoa trabajar en caso de ser elegido para desempeñar estafunción.

En esta tarea no sólo voy a encontrar apoyo en el restode los vocales del Consejo del Poder Judicial que sean de-signados, sino también en el importante Pacto de Estadopara la Reforma de la Justicia, suscrito el pasado 31 demayo, cuya finalidad, como conocen sus señorías, es lamodernización íntegra del sistema judicial en el pulso deun modelo de justicia global y estable que garantice conrapidez, eficacia y calidad los derechos de los ciudadanos,que, en definitiva, redundará en una mayor calidad demo-crática y en un incremento del bienestar social: Me identi-fico y suscribo todos los objetivos del citado pacto, perosin olvidar que para impartir una verdadera justicia es im-prescindible garantizar la plenitud de la independencia delos jueces y magistrados, tarea encomendada por nuestraConstitución al órgano para el cual espero prestar mis ser-vicios durante los próximo años.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, don Carlos.Comienza el turno de intervenciones de los grupos po-

líticos de esta Cámara, en orden de menor a mayor.En primer lugar, tiene la palabra el portavoz del Grupo

Parlamentario Mixto, Senador Cámara.

El señor CÁMARA FERNÁNDEZ: Muchas gracias,señora Presidenta.

Don Carlos Ríos Izquierdo, le agradezco su presencia ysus explicaciones.

Le quería expresar una preocupación. Usted sabe per-fectamente cuál es la actual situación en la que se encuen-tra el proceso de elección del vocal del Consejo Generaldel Poder Judicial. Existe en estos momentos, y usted losabe, una ruptura del acuerdo existente sobre la base ante-rior de un consenso suficiente, aunque yo tengo que mani-festarle que una cosa es el consenso suficiente y otra el ne-cesario, porque se prestigia más las instituciones y se res-palda más y mejor a los propios candidatos.

Ha habido, por tanto, un consenso suficiente, pero, ló-gicamente, quebrado porque otros grupos no han estado deacuerdo. En cualquier caso, en estos momentos está roto,al menos públicamente así se dice y se manifiesta en estasala. Vaya por delante, en nombre de Izquierda Unida y delconjunto del Grupo Parlamentario Mixto en el Senado, mideseo de que se restablezca el consenso y de que podamosconseguir con garantías suficientes y sin espectáculos im-propios esa elección consensuada y aprovechar la actualcoyuntura para buscar lo mejor para el procedimiento enesta elección.

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Yo no le voy a formular ninguna pregunta porque es-toy situado fuera de una ruptura que no es culpa nuestra:Se ha producido, no valoro, las razones y abogo por quese restablezca, pero no le voy a formular ninguna pre-gunte. Estoy aquí, como portavoz de mi Grupo, por res-peto a ustedes, a los candidatos, y por respeto a las insti-tuciones y a esta propia convocatoria, y tiene usted todami consideración y valoración positiva, y mucho mássiendo abogado con experiencia porque hace falta esa fi-gura entre los vocales del Consejo General del Poder Ju-dicial.

Por tanto, repito, vaya por delante mi agradecimiento asus explicaciones y mi valoración positiva a su candida-tura, pero no le formulo ninguna pregunta porque yo no sécómo va a terminar esta historia emprendida por los dosgrupos mayoritarios de este país.

Gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Cámara.Si quiere intervenir el señor Ríos, puede hacerlo.

El señor RÍOS IZQUIERDO: Gracias, señoría.Agradezco enormemente su presencia y su opinión so-

bre los representantes de la abogacía en ejercicio en elConsejo General del Poder Judicial.

Gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Ríos.Turno del Grupo Parlamentario de Coalición Canaria,

en cuyo nombre tiene la palabra su portavoz adjunta, la Se-nadora Morales.

La señora MORALES RODRÍGUEZ: Muchas gracias,señora Presidenta.

En primer lugar, quiero felicitarle por ser propuestopara vocal del Consejo General del Poder Judicial, y agra-decerle su comparecencia, en la que nos ha mostrado cuálha sido su trayectoria en el mundo de la abogacía. Es im-portante, como usted mismo ha dicho, que este aspecto dela vida judicial esté incorporado al Consejo General delPoder Judicial.

Quiero agradecer esta comparecencia situándola, en elmarco en el que estamos, una situación de cierta incerti-dumbre —como ha dicho el compañero, Senador Cá-mara— por la ruptura del pacto que se había conseguidoentre los Grupos mayoritarios, el Popular y el Socialista.Nosotros esperamos que se restablezca.

Consideramos que el currículum que usted ha presen-tado y ha defendido en esta comparecencia lo avala para elnombramiento como vocal del Consejo General del PoderJudicial.

Sin formularle ninguna pregunta, quisiera desearlesuerte en el devenir de estos días, y si sale elegido, desearlesuerte en su andadura dentro del Consejo General del Po-der Judicial.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, SenadoraMorales.

Tiene la palabra el señor Ríos.

El señor RÍOS IZQUIERDO: Muchas gracias, señoraPresidenta.

Muchas gracias, señoría. Le agradezco su presencia yhago míos los votos de restablecimiento de la ruptura delacuerdo. Agradezco y reitero que nunca esta Cámara niesta Comisión será defraudada por mi actuar, si llega a ser,en el Consejo General del Poder Judicial:

Nada más, gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Ríos.Turno del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Pro-

grés, en cuyo nombre, tiene la palabra su portavoz, Sena-dor Molas.

El señor MOLAS I BATLLORI: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

En primer lugar, quiero agradecer la presencia del se-ñor Ríos en esta Comisión y la ampliación de algunospuntos del currículum que en su momento habíamos pre-sentado los grupos que le propusimos, seguramente deforma telegráfica, quizá producto de la rapidez en la con-fección final. Usted lo ha ampliado suficientemente y haseñalado algunas notas peculiares difíciles de situar en uncurrículum, por ejemplo su canto a la independencia decriterio y a la independencia de la defensa de lo que unocree, en el marco de la Constitución y de la ley. He en-tendido que su cliente era el pueblo español y la legali-dad, en todo caso, que no tenía otro cliente para su inde-pendencia, y me ha parecido bien que la sensibilidad delabogado de toga esté presente en el Consejo General delPoder Judicial.

Espero que se restablezcan las condiciones para quetanto los que le propusimos en su momento como los queno podamos votar afirmativamente para que la elecciónpueda realizarse con garantías de éxito, y que lo que eneste momento está en una situación de «impasse», algúndía, lo más pronto posible, pueda resolverse de forma efec-tiva, y los conflictos y las descalificaciones que han sur-gido y que son públicos se solucionen de forma satisfacto-ria para todos.

Muchas gracias, señora Presidenta.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, SenadorMolas.

Tiene la palabra el señor Ríos.

El señor RÍOS IZQUIERDO: Muchas gracias, señoraPresidenta.

Muchas gracias, señoría, por su presencia y sus pala-bras, y gracias a la Comisión por haber podido matizar,ampliar, profundizar y desarrollar ese currículum, quizá te-legráfico, puesto que para un abogado de toga el mérito estener la toga y utilizarla toga en defensa de la legalidad.

Nada más, gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Ríos.¿Desea intervenir el Portavoz del Grupo Parlamentario

Catalán en el Senado de Convergència i Unió, señor Mari-mon?

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El señor MARIMON I SABATÉ: Renuncio, a fuer deno ser reiterativo. En todo caso, presento mis respetos alcandidato.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Marimon.Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene su palabra

su ortavoz, el señor Laborda.

El señor LABORDA MARTÍN: Gracias, señor Presi-denta.

Buenos días, señor Ríos Izquierdo. Podemos compartir—yo lo hago— la valoración que su señoría ha hecho de laprofesión que usted viene ejerciendo desde el año 1986 y,por lo tanto, la importancia del abogado como una de lasprofesiones jurídicas que han de tenerse en cuenta en elejercicio de las responsabilidades que el Consejo tenga quellevar adelante en el supuesto de que usted fuera elegido almismo.

Me llama la atención que en su currículum figure tam-bién —creo que ha hecho referencia a ello en su exposi-ción oral— su condición de profesor de Derecho Laboralen la Escuela Jurídica Federico de Castro.

Me gustaría saber —somos un pueblo de libros y siem-pre nos gusta hacer la valoración sobre lo que la gente es-cribe— si usted tiene publicaciones y si ha expresado supensamiento, tanto sobre cuestiones de naturaleza jurídicacomo de otro tipo y que puedan tener interés para esta Co-misión, en revistas especializadas o en medios de comuni-cación diarios.

Querría hacer también otras preguntas. Me gustaría co-nocer su opinión sobre un asunto al que las Cámaras, enocasiones, hemos prestado atención, pero me consta quedurante muchos años ha sido un motivo de preocupaciónen el Consejo de Poder Judicial. Me refiero a los casos enlos que, por ejemplo, presentado un recurso de amparoante el Tribunal Constitucional, éste ha venido a fallar encontra de decisiones de órganos jurisdiccionales ordina-rios. Hubo una famosa sentencia en el año noventa y tantosque generó bastante literatura —y algo más que litera-tura— revocando la decisión de nuestro más alto Tribunal,el Supremo, en relación a un asunto sobre paternidad. ElTribunal modificó en casación la decisión de la AudienciaProvincial de Madrid y finalmente el Tribunal Constitucio-nal, como si fuera una especie de última instancia, vino adar la razón a la Audiencia Provincial en contra del criteriodel Tribunal Supremo. Pido su opinión al respecto, ya queme parece que el Consejo se ha ocupado de esas materiasen muchas ocasiones.

También querría conocer su opinión en relación con eljurado. ¿Cómo valora usted el funcionamiento del juradoen el tiempo que lleva funcionando en nuestro país? ¿De-sea hacer alguna consideración derivada de esto en rela-ción a sus posibles mejoras o modificaciones?

Por último, me gustaría conocer su opinión sobre lasfunciones de la Audiencia Nacional, entre otras, la de juz-gar los delitos de naturaleza terrorista.

Con esto me doy por satisfecho. Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Laborda.

Tiene la palabra don Carlos Ríos.

El señor RÍOS IZQUIERDO: Señoría, reitero el agra-decimiento de su presencia en esta Comisión.

Intentando poner ordena a las cuatro cuestiones suscita-das; empezaré por la primera.

No he elaborado ninguna publicación, pero sí quierohacer una salvedad y llamar la atención a sus señorías so-bre una cuestión. He manifestado al inicio de mi interven-ción que soy un abogado eminentemente procesalista.Desde las nueve de la mañana hasta las diez de la noche heestado dedicado plenamente al despachó y al ejercicio.Admiro profundamente a otros compañeros que puedencompaginar de manera asidua el ejercicio con otras activi-dades, pero yo he dado las veinticuatro horas del día a miprofesión.

Mis publicaciones son mis escritos forenses. Le puedoindicar a su señoría que anoche, cuando recibí el tele-grama de la comparecencia, estaba preparando un juicioque tenía esta mañana a las diez. El telegrama, por cues-tiones que conoce su señoría, se recibió tarde, pero me pi-llaron —valga la expresión— al pie del cañón, en mi des-pacho, preparando dicho juicio; preparando la defensa delderecho de una persona, juicio que, evidentemente, se hasuspendido, pero lo primero que he hecho esta mañana an-tes de venir a esta Comisión ha sido ir al Juzgado y solici-tar la suspensión del mismo. Es decir, mis publicacionesson los escritos forenses y mi aportación a la opinión pú-blica y los medios de comunicación son mis palabras antelos juzgados y tribunales.

Es cierto que la Constitución exige el reconocido pres-tigio. Yo no voy a entrar a valorar qué es el reconocidoprestigio, porque más que un concepto jurídico indetermi-nado es un concepto filosófico indeterminado. ¿Es que unabogado que haya publicado, con todos mis respetos,veinte libros; tiene un mayor reconocimiento de su presti-gió que un abogado que hace una labor diaria callada e im-portante en los juzgados y tribunales? ¿Puede aportar másal Consejo el conocimiento teórico del Derecho que el co-nocimiento práctico del Derecho? Entiendo que las dosaportaciones son imprescindibles. Es muy importante laaportación del conocimiento práctico del Derecho.

Con respecto a las competencias entre el TribunalConstitucional y el Tribunal Supremo en materia de legali-dad ordinaria, que es la segunda cuestión planteada y si elTribunal Constitucional se puede convertir en una tercerao cuarta instancia, o si en materia de legalidad ordinaria nopuede entrar en esas cuestiones, debo decir que más re-ciente que el ejemplo que usted me ha puesto y sobre unasunto que ha llamado mucho más la atención y que hasuscitado sus críticas, ha sido una sentencia del TribunalConstitucional en protección del derecho al honor, por laque no solamente se ha concedido la protección del dere-cho al honor, sino que se ha modificado la cuantía de unaindemnización de una persona realmente conocida en lasociedad española. Es una problemática y es una cuestiónde fijar las competencias de cada órgano. Esas competen-cias entiendo que constitucionalmente están establecidas.El Tribunal Constitucional tiene facultades para entrar a

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revisar toda vulneración en temas de derechos fundamen-tales. Si esa vulneración de derechos fundamentales puedeafectar a la legalidad ordinaria, entiendo que no puede ha-ber conflicto de competencias entre el Tribunal Supremo yel Constitucional.

Es más, quiero hacer hincapié en que en el Pacto de Es-tado de la Reforma de la Justicia, al hablar del TribunalConstitucional se dice expresamente que «se afrontarán lasmejoras del artículo 53.2 de la Constitución y, más en ge-neral, sobre la protección de los derechos fundamentales,por los Tribunales ordinarios». En ese sentido, potenciarlos tribunales ordinarios en defensa de los derechos funda-mentales tiene dos perspectivas muy positivas. Primera,que no hace falta llegar al Tribunal Constitucional, des-pués de un larguísimo período de tiempo, para conseguir ladefensa de los derechos fundamentales. Segunda, que elTribunal Constitucional tendrá necesariamente menosasuntos, es decir, que podrá tener mayor celeridad y rapi-dez, lo que en definitiva supone eficacia de la justicia.

La tercera cuestión que me ha planteado es el jurado.He de decirle que no creo que nadie niegue en esta Cámaraque han existido ciertas disfuncionalidades a la hora deponer en práctica la figura del jurado; figura constitucionaly necesaria, y así lo quiso nuestro constituyente.

Con todos los respetos, entiendo que desde la visión deun abogado con experiencia puedo entrar a efectuar unacrítica general del jurado. Hay que mejorarlo, es cierto.Pero esa mejora, como cualquier mejora en materia de jus-ticia, tiene que ser fruto del consenso tanto del legisladorcomo de todos los operadores judiciales, Una reforma enmateria de justicia que no sea fruto de un consenso va endetrimento de la calidad de la justicia, en detrimento delciudadano y, en definitiva, en detrimento del Estado deDerecho. ¿Opiniones? Muchas: jurado mixto, jurado puro,etcétera. Realidades: disfuncionalidades. Habría que com-probar mediante un estudio profundo y serio qué ha sido eljurado y su situación durante estos años para conseguir unareforma del mismo, una reforma consensuada por todoslos operadores de la justicia.

Con respecto a la Audiencia Nacional, he de decirle queentiendo que desde su creación en los años ochenta haprestado un servicio insustituible contra el crimen organi-zado y especialmente contra el terrorismo. Se está com-probando que existe cierta criminalidad, ciertos delitos ycierta justicia que requiere la especialización; que esa es-pecialización sea a través de la Audiencia Nacional o a tra-vés de salas especiales de tribunales superiores de justicia,sea como fuere, reitero ha de ser fruto del consenso. Peroes ineludible, y más a la vista de los recientes aconteci-mientos internacionales que o existen unos juzgados y tri-bunales especializados en materia de terrorismo o la socie-dad, en muchas ocasiones porque la justicia no puede lle-gar a esa especialización, se verá dificultada y mermada ensus derechos.

Por ello, reitero lo mismo que ha manifestado en rela-ción al jurado. Considero que la vida va por delante del de-recho, que la vida va por delante de los órganos judicialesy que la vida y la experiencia son las que pueden llevar auna reforma sensata, pero fundamentalmente consensuada,

de cualquier punto en materia de justicia que intentemosdesarrollar en beneficio de los ciudadanos.

Nada más.

La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el SenadorLaborda.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Me veo obligado a manifestar lo que también he tenidooportunidad de expresar a los otros comparecientes. Comousted sobe, el Grupo al que tengo el honor de representarfirmó y avaló su candidatura. Con posterioridad hemos re-tirado la firma para la misma e, insisto, me considero obli-gado en justicia a señalarle las razones por las cuales en es-tos momentos su candidatura no cuenta con el respaldo delGrupo Parlamentario Socialista. Dichas razones no tienenque ver con su cualificación profesional sino con los he-chos que hemos valorado con mucha preocupación, y queson del dominio público en relación con la descalificaciónefectuada por un miembro del Gobierno a la génesis preci-samente de este acuerdo, implicando en sus descalificacio-nes a determinadas personas.

Por tanto, reiteró en público lo que ya he tenido oportu-nidad de manifestar en varias ocasiones ante este órgano,tanto en la comparecencia pública como anteriormente, yes que nosotros consideramos que en estas circunstanciasno debería elevarse el dictamen al Pleno del Senado, entréotras razones técnicas porque no es posible elevar el dicta-men si previamente, por imperativo de la ley, el Congresode los Diputados en un único acto no elige a los diezmiembros que tiene que renovar.

Quería darle esta explicación porque me parecía obli-gado y de justicia.

Nada más. Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Laborda.El último turno corresponde al Grupo Parlamentario

Popular, en cuyo nombre tiene la palabra el Senador Gon-zález Pons.

El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señoraPresidenta.

En primer lugar, quiero agradecer a don Carlos Ríos supresencia hoy ante esta Comisión y felicitarle por su expo-sición y, al mismo tiempo, por su currículum profesional.

Cuando le estaba escuchando me ha venido a la memo-ria una publicación a la que ya me he referido en algunaocasión, que es una obra de Ihering titulada «Bromas y ve-ras de la Ciencia Jurídica», en la que el viejo maestro hablade un «cielo de conceptos jurídicos» al que sólo van los te-óricos del Derecho, vedado para los forenses y donde sóloa los grandes maestros teóricos les es dado contemplar,probablemente presentadas por Ticio y Cayo, a la mora entodo su esplendor, en toda su laxitud, en toda su comodi-dad; al dolo en toda su maldad, en su más perfecta maldad,tal y como nunca pudo ser descrito o a la buena fe en todasu inocencia y en todo su candor, esplendor y beatitud. Losforenses, por el hecho de haberse manchado las manos con

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el ejercicio del derecho, tienen vedado el acceso a esecielo, y van a una especie de purgatorio donde habitan losconceptos jurídicos no terminados de construir, edificadospor la fusión de distintos conceptos elaborados por profe-sores adjuntos, probablemente nunca, del todo reproduci-dos y desde luego vigentes en el texto de la ley.

Tengo que decirle que si en una intervención anteriorme he alegrado de la posible presencia de un abogado enel Consejo General del Poder Judicial, ahora tengo quealegrarme doblemente por la posible presencia de un fo-rense y, desde luego, por la presencia entre los candidatosde un forense del Derecho, de un práctico del Derecho, delo que usted ha denominado —y creo que un tono emo-tivo— un abogado de toga, porque muchas veces los le-gisladores y quienes administran la justicia pierden la no-ción de lo que es estar día a día en el tribunal, no digo yaen el despacho sino en el juzgado. Decir abogado de toga,señorías, es recordar cómo huele una sala de togas, es re-cordar la densidad de una toga, porque no sé si todo elmundo lo sabe, pero los abogados no tienen toga propia,sino que llegan a los juzgados y cogen una toga que estáallí para cualquiera que pueda pasar sin tener en cuenta latalla del abogado, cuántos abogados la usaron habitual-mente ni cuánto hace que se demandó el aire acondicio-nado para ese juzgado y nunca terminó de instalarse; essaber qué se siente cuando uno hace 40, 50 ó 60 kilóme-tros en su vehículo particular para asistir a un juicio defaltas, probablemente un tráfico, y se encuentra con que eljuicio ha sido suspendido y no ha sido notificado; o saberqué se siente cuando uno invita a un decimotercer café alsecretario del juzgado o a un funcionario sólo para podertener acceso a un sumario que fue prestado a una de laspartes hace meses y nunca fue devuelto; o saber qué sesiente cuando no se cobra, que es lo que tan habitualmentesucede en el ejercicio práctico, o cuando el procuradorpide una provisión de fondos que uno lamenta solicitar alcliente. Eso, al final, es ejercicio; eso es Derecho, y esoprobablemente sea el purgatorio en el cielo de los concep-tos jurídicos, pero también es una realidad de todos losdías y algo que debe estar presente en el Consejo Generaldel Poder Judicial.

Don Carlos, yo sé cómo huelen las salas de togas; sé loque cuesta ponerse una toga, y en mi caso, dada mi esta-tura, cuando las mangas quedan a la altura del codo sé loque es intentar parecer serio frente a los magistrados antelos cuales se está evacuando un informe.

Por tanto, me felicito por el hecho de que su candida-tura, que mi Grupo parlamentario mantiene, se encuentreentre las que hoy se están evacuando. Además, nos constasu actitud profesional, por la que también le felicitamos.

Por otra parte, pensamos que no ha existido una autén-tica quiebra del consenso, y paso a explicárselo, comotambién han hecho el resto de los portavoces. Existen mo-vimientos políticos relacionados con el día a día, pero ennuestra opinión el acto del día de hoy es una demostraciónclara y patente de que el consenso está vivo. Además, esteacto ha servido para reforzar ese consenso, ya que las com-parecencias se han desarrollado con normalidad y todoslos portavoces han aludido a la idoneidad de los candidatos

propuestos. Por tanto, se ha producido un acto parlamenta-rio que ha tenido consecuencias muy positivas para la con-formación de una voluntad parlamentaria.

Le agradezco su presencia hoy aquí, le felicito nueva-mente, y hago votos por que usted finalmente resulte sermiembro del Consejo General del Poder Judicial y acudaal mismo con la toga puesta, con la toga profesional paradefender a ese cliente que tendrá que acoger —si todo salecomo yo deseo—, y que no es otro que el pueblo español,como ya ha señalado el Senador Molas.

Y paso a formularle dos preguntas que también he he-cho a todos los comparecientes de esta mañana, y cuya res-puesta me parece importante conocer. En primer lugar, megustaría que me dijera en qué cree que es mejorable, si esque puede mejorarse, la actuación del Consejo General delPoder Judicial de cara a los próximos años.

Y, en segundo lugar, me gustaría que usted evaluaradesde el punto de vista del abogado de toga —es decir, es-tando a pie de juzgado, en un juicio de faltas— el Pacto porla Justicia, pacto que, con todo el boato que merece, han sus-crito el Gobierno, los grupos parlamentarios, distintos órga-nos y sus representantes, etcétera, y que algún día tiene quellegar a los atascados o superpoblados juzgados. Por tanto,¿cómo se ve desde la sala de togas ese Pacto por la Justicia?

Termino esta intervención agradeciéndole una vez mássu presencia y haciendo votos; dada su cualificación profe-sional, para que finalmente usted resulte ser elegido miem-bro del Consejo General del Poder Judicial.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador González,Pons.

Tiene la palabra el señor Ríos.

El señor RÍOS IZQUIERDO: Muchas gracias.En primer lugar, he de tranquilizarle, señoría, porque en

el purgatorio diario que supone aplicar el Derecho al su-puesto de hecho han mejorado mucho los servicios de la-vandería de los colegios de abogados. (Risas.) Y le diréque mi problema ha sido contrario al suyo: a usted lasmangas de la toga le llegaban hasta el codo, mientras queyo tengo que remangármelas todos los días. (Risas.)

Entrando en las dos cuestiones planteadas, es decir, elfuncionamiento del Consejo General del Poder Judicial yel Pacto por la Justicia, en primer lugar, las funciones y lamisión del Consejo General del Poder Judicial son varia-das y polifacéticas. Entiendo que la función primordial esel mantenimiento de la independencia —y así lo he ex-puesto al inicio— y también la información y selección dejueces. En mi opinión éstos son los dos pilares fundamen-tales del Consejo General del Poder Judicial. Y creo queestamos en un momento histórico importante en el que, ne-cesariamente, no sólo va a ser misión de los vocales delConsejo General del Poder Judicial, sino también del le-gislador, desarrollar el Pacto por la Justicia.

Dicho Pacto —y con esto paso a responder su segundapregunta— supone poner en positivo lo negativo de la Jus-ticia. Y me explico. Creo que el nuevo sistema de elecciónde vocales del Consejo General del Poder Judicial favore-cerá la independencia de los jueces españoles. Asimismo,

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la especialización planteada también en el Pacto por la Jus-ticia, redundará en eficacia, rapidez y calidad para los ciu-dadanos. Y cuando digo «en negativo» quiero decir queahora, por desgracia, y así lo vemos todos los días, nos po-demos encontrar con una Justicia lenta —sinónimo de in-justa—, con una Justicia que en algunos casos es de pocacalidad, o con una Justicia con mucha falta de medios ma-teriales. Considero, pues, que el Pacto por la Justicia es uninstrumento necesario, y por ello solicito de los gruposparlamentarios, del legislador, que de forma eficaz y rá-pida desarrollen legislativamente dicho Pacto.

Nada más.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Ríos.(El señor Laborda Martín pide la palabra.)

El Senador Laborda desea otro turno de intervención.Su señoría tiene la palabra:

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Se trata de una simple curiosidad que me ha surgido alhilo de su última intervención. Me gustaría saber por quécree usted que los jueces españoles van a ser más indepen-dientes con el nuevo sistema electoral corporativo que conel sistema mixto que está en el Pacto por la Justicia. Dichode otra manera, ¿usted cree que la independencia de losjueces ha estado alterada por el hecho de que sólo los eli-gieran las Cámaras en etapas anteriores?

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.Tiene la palabra el señor Ríos.

El señor RÍOS IZQUIERDO: Muchas gracias.Señoría, nada más lejos de mi intención que mis pala-

bras se interpreten como una crítica a la falta de indepen-dencia de otros órganos del Consejo General del Poder Ju-dicial. Pero lo mejor no es enemigo de lo bueno. Yo no en-tro a criticar si el constituyente estableció uno u otro sis-tema de elección, pero lo cierto es que, como ya he indi-cado con anterioridad, este pacto es fruto del consenso delas fuerzas mayoritarias. Y si las fuerzas mayoritarias polí-ticas consideran por consenso que se ha de llevar a cabouna reforma —y no se reforma lo bueno, sino lo que sedebe reformar—, estoy convencido de que, al ser fruto delconsenso, esa reforma va a ser mejor para el Consejo Ge-neral del Poder Judicial.

La señora PRESIDENTA: Muy prudente respuesta.

El señor LABORDA MARTÍN: Tal vez tengamosoportunidad de seguir hablando de este asunto. Y como es-pero que tenga tiempo, además, para exponer su pensa-miento por escrito, lo leeré con mucho gusto.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Agradecemos en gran me-dida a don Carlos Ríos su comparecencia. Señor Ríos,cuando quiera puede abandonar la sala.

Muchas gracias.Señorías, la sesión continúa porque, de acuerdo con la

nueva redacción del artículo 185.6 del Reglamento, que elPleno aprobó el 14 de junio de 2000, la Comisión de Nom-bramientos tiene que elaborar un informe sobre la idoneidadde los candidatos para acceder a los cargos que proceda cu-brir. El señor Letrado me ha indicado que quizá fuera conve-niente hacer el informe sobre los candidatos al Consejo Ge-neral del Poder Judicial en este momento y, en su caso, ela-borar otro informe esta tarde sobre los candidatos al Tribunalde Cuentas. (El señor Laborda Martín pide la palabra.)

Tiene la palabra, señoría.

El señor LABORDA MARTÍN: Señora Presidenta,considero que el dictamen debe hacerse a puerta cerrada.

La señora PRESIDENTA: Señoría, según el Regla-mento, la Comisión se celebra a puerta abierta. Por tanto,propongo que el dictamen sea redactado por el LetradoMayor de la Cámara y que lo estudiemos antes de iniciar lasesión de la tarde, aunque se puede hacer tras una delibe-ración, si así lo estiman sus señorías. (El señor GonzálezPons pide la palabra.)

Tiene la palabra, señor González Pons.

El señor GONZÁLEZ PONS: Señora Presidenta, notengo particular inconveniente en que la deliberación seproduzca a puerta abierta; así se han desarrollado las com-parecencias, y creo que así debe llevarse a cabo la delibe-ración. En todo caso, aunque el dictamen se redacte conposterioridad, considero que para conocer el sentido deldictamen en este momento debe haber una manifestaciónsobre la idoneidad o no idoneidad de los comparecientes.

La señora PRESIDENTA: ¿Algún otro portavoz deseaintervenir? (El señor Marimon i Sabaté pide la palabra.)Tiene la palabra, señoría.

El señor MARIMON I SABATÉ: Nuestro grupo, porlas razones antes citadas, desea abstenerse en la califica-ción de idoneidad o no idoneidad.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.Tiene la palabra el Senador Laborda.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Solicito que conste en el informe el pronunciamiento devarios de los comparecientes respecto a la necesidad delrestablecimiento del consenso.

La señora PRESIDENTA: Así se hará, y he de decir queno solamente han sido los comparecientes, sino que algu-nos miembros de la Comisión también lo han significadoen más de una ocasión.

Tiene la palabra el Senador Molas.

El señor MOLAS I BATLLORI: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

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Sólo quiero confirmar que, al menos tres de los compa-recientes han señalado la voluntad, de forma explícita, deque sean propuestos a través del consenso; como se habíahecho hasta ahora.

La señora PRESIDENTA: ¿Alguna otra intervención?(Pausa.)

El señor Secretario elaborará el dictamen y lo aprobare-mos esta tarde. (El señor González Pons pide la palabra.)Tiene la palabra, señoría.

El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señoraPresidenta.

Entiendo que, excepto el caso del Senador Marimon,que manifiesta su abstención, el resto de portavoces dan laaceptación de los candidatos para su presentación al Pleno.

La señora PRESIDENTA: Considero que el dictamentiene que ser redactado, ¿no es así?

El señor GONZÁLEZ PONS: Pero, ¿en qué sentido, se-ñora Presidenta? ¿De idoneidad o de no idoneidad?

La señora PRESIDENTA: Yo considero que el dicta-men será de idoneidad, puesto que de todas las interven-ciones se ha desprendido que se consideraba a los candida-tos idóneos. ¿Alguna intervención? (El señor LabordaMartín pide la palabra.) Tiene la palabra, señoría.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Yo quisiera esperar a conocer el dictamen. Hemos ma-nifestado en varias ocasiones que no hay objeción encuanto a la cualificación personal de los candidatos, sinembargo el dictamen es un todo. Por tanto, queremos co-nocerlo antes de pronunciarnos sobre él.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.Tiene la palabra el Senador Marimon.

El señor MARIMON I SABATÉ: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Yo también quiero aclarar que nuestra abstención no vaen función de los candidatos, sino del proceso seguido.

La señora PRESIDENTA: De acuerdo, Senador Mari-mon.

Tiene la palabra el Senador Cámara Fernández.

El señor CÁMARA FERNÁNDEZ: Muchas gracias,señora Presidenta.

Yo he indicado a todos los comparecientes mi acepta-ción respecto de su idoneidad, pero he manifestado, deforma reiterada —y también ellos lo han hecho—, la ne-cesidad del consenso más amplio posible. Por tanto, lógi-camente el dictamen tiene que recoger la realidad de loque aquí se ha manifestado, y en consecuencia me voy aremitir a lo que en él se diga. En cualquier caso, vaya pordelante que la comparecencia ha contado con el beneplá-

cito, con la aceptación por parte de este Senador; pero in-sisto en que hay que esperar al dictamen para ver si re-coge lo que se ha planteado aquí realmente por los dife-rentes grupos.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Cámara. Simplemente quiero recordarles que, de acuerdo con la

redacción que el Pleno de junio de 2000 dio al artículo 185,«la Comisión de Nombramientos elaborará un informe so-bre la idoneidad de los candidatos para acceder a los car-gos que proceda cubrir. Dicho informe se someterá alPleno.» Es decir, todas las salvedades respecto al procedi-miento, al consenso, etcétera, deberán hacerse constar porlos grupos en el Pleno, pero el informe en este momentosólo procede elaborarlo sobre la idoneidad o no de los can-didatos. ¿No es así, señor Secretario?

El señor LETRADO: La lectura del artículo 185 es laque ha hecho la señora Presidenta: un informe sobre la ido-neidad. (El señor González Pons pide la palabra.)

La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra, señoría.

El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señoraPresidenta.

No tengo ningún inconveniente en que se haga constaren el informe que los candidatos han hecho un llama-miento al consenso; al igual que los portavoces en su tota-lidad; porque además el consenso es un bien deseable queen principio nadie debe rechazar, y por tanto cualquier lla-mamiento al consenso es bueno que se haga siempre y entodo momento, y particularmente en éste. Pero insisto enque si el Secretario General de la Cámara tiene que redac-tar un dictamen, tendrá que saber si lo redacta declarandola idoneidad de los candidatos o la no idoneidad, de loscandidatos, y para ello tendremos que pronunciarnos losportavoces. Lo que no podemos hacer es dejar en manosdel Secretario General la redacción del dictamen y despuésvotarlo. Creo que debemos manifestar los portavoces siconsiderarnos que los candidatos son idóneos o no, y enfunción de eso el Secretario General redactará el dictamen,que, después votaremos.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.Tiene la palabra el Senador Molas.

El señor MOLAS I BATLLORI: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Hay una cuestión general de idoneidad, y nos hemosmanifestado públicamente sobre la relación personal, yluego hay unas manifestaciones (La señora Presidenta:Políticas.) que han hecho al menos tres de los compare-cientes marcando un grado de aceptación sobre un su-puesto que no se da; por tanto, debe constar de una formaexplícita que ha habido una expresión pública de que po-dían ser candidatos —y en ese sentido venían—, porquehabían sido propuestos desde una posición distinta. Yocreo que esto, que no afecta a la habilitación, sí afecta a ladisponibilidad de lo que debe reflejar un acuerdo para ela-

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borar este dictamen. (El señor González Pons pide la pala-bra.)

La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.Tiene la palabra, Senador González Pons.

El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señora.Presidenta.

En este momento, todos los candidatos presentados loson sólo por mi grupo parlamentario, que es el promotor delos cuatro candidatos, y no otro grupo parlamentario. A mí,como promotor de los candidatos, ninguno me ha hechoconstar ninguna condición para el mantenimiento de sucandidatura, y ninguno me ha hecho constar que su candi-datura pudiera, en algún caso, retirarse: Todos han acep-tado el mantenimiento, y yo, como promotor, lo que pidoes que el dictamen se limite a la idoneidad o no idoneidad,ya que en este momento soy el promotor de los cuatro can-didatos, aunque espero un consenso mayor. Por tanto, notengo inconveniente a que en el dictamen se haga constarque todo el mundo ha pedido un consenso mayor, pero,repito, de los cuatro candidatos que sostengo, no tengo eneste momento de ninguno de ellos la constancia de que sucandidatura la esté manteniendo sujeta a ningún tipo decondición.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador GonzálezPons.

Tiene la palabra el Senador Molas.

El señor MOLAS I BATLLORI: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Yo estoy de acuerdo en que no ha habido condición,pero también debe estar de acuerdo su señoría en que el he-cho de que se haya comparecido para expresarlo ya es algoque no puede dejar indiferente a nadie, y que ha sido reco-gido con una voluntad, explícita por todos los grupos par-lamentarios en sus manifestaciones, y por ello no se debe-ría llevar a una vía en la que la voluntad de reconocimientoinstitucional de aceptación de las reglas procedimentalesestablecidas pudiera llevara un resultado no querido.

La señora PRESIDENTA: ¿Tiene claro el señor Secre-tario la redacción del dictamen?

El señor LETRADO: Creo que sí.

La señora PRESIDENTA: Verdaderamente, es un Se-cretario preclaro.

El señor GONZÁLEZ PONS: En cualquier caso, se-ñora Presidenta, yo quiero saber si la manifestación es deidoneidad o de no idoneidad. ¿En qué sentido va a redactarel Secretario el dictamen?

La señora PRESIDENTA: Yo daría un voto, de con-fianza al Secretario, y por eso le preguntaba si lo tieneclaro. (El señor González Pons pide la palabra.)

Tiene la palabra, señoría.

El señor GONZÁLEZ PONS: Yo solicito, señora Presi-denta, un pronunciamiento de los portavoces sobre la ido-neidad o no de los candidatos.

La señora PRESIDENTA: Yo he entendido, señoría,que los portavoces se han pronunciado, todos, sobre la ido-neidad de los candidatos; otra cosa es que quieran hacerconstar que las circunstancias políticas en que se están pro-duciendo las comparecencias ante la Comisión de Nom-bramientos no son las ideales, que les gustaría que se res-tableciesen las condiciones que se dieron al principio, hacedos semanas y media, y de ahí se deduce la redacción queel Secretario dará al acta de esta sesión, que sin duda tieneque respetar el Reglamento, que dice que debemos pro-nunciarnos sobre la idoneidad de los candidatos; pero elacta, evidentemente, puede y a mi juicio debe recoger, elespíritu de todos los portavoces que son miembros de estaComisión, que quieren trasladar unas circunstancias políti-cas que se están dando en este momento sobre este asunto.(El señor Laborda Martín: De los portavoces y de los com-parecientes.) Sí, de los comparecientes también. (El señorGonzález Pons pide la palabra.) Tiene la palabra, señoría.

El señor GONZÁLEZ PONS: Señora Presidenta, ustedmisma ha leído el artículo en el que se dice que el dictamenes de idoneidad o de no idoneidad; el acta es otra cosa y el«Diario de Sesiones» es otra cosa. (La señora Presidenta:Efectivamente.) El dictamen de esta Comisión entiendoque es de idoneidad para los cuatro candidatos propuestos(La señora Presidenta: Yo así lo entiendo, desde luego.) yel dictamen que se redacte se atendrá a lo que manifiesta elReglamento de la Cámara, con independencia de cualquierotra consideración que conste en acta o en «Diario de Se-siones». ¿Es así?

La señora PRESIDENTA: Así lo entiendo yo también.¿Sus señorías lo entienden así? (El señor Laborda Martín:Lo entenderemos cuando lo veamos.) Bien, veo que SantoTomás y el Senador Laborda... (El señor Laborda Martín:Somos aliados.)

En consecuencia, se suspende la sesión, que se reanu-dará a las cuatro de la tarde, con la lectura y votación deldictamen, y después con la asistencia de los candidatos aConsejeros del Tribunal de Cuentas.

Eran las trece horas y veinte minutos.

Se reanuda la sesión a los dieciséis horas y diez mi-nutos.

La señora PRESIDENTA: Se reanuda la sesión.El señor Letrado, de acuerdo con el mandato que ha re-

cibido de la Comisión de Nombramientos esta mañana, haredactado dos posibles dictámenes para la Comisión.

En ambos casos, el preámbulo es exactamente el mismoy se refiere a la presentación de candidaturas, a la retiradade candidaturas por parte del Grupo Mixto y del GrupoParlamentario de Senadores de Coalición Canaria y al pos-

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terior escrito con el que los Grupos Socialista, y EntesaCatalana de Progrés piden que se dé por retirada su firmade las candidaturas anteriormente presentadas.

Las dos posibles versiones difieren en el último párrafo.La primera versión tiene sólo dos párrafos. El primero

de ellos dice: Una vez oídos los candidatos, la Comisión deNombramientos, en cumplimiento de lo previsto en el artí-culo 185.6 del Reglamento, ha acordado, por mayoría delos miembros presentes, informar favorablemente a la Cá-mara respecto de la idoneidad de los candidatos presenta-dos.

El segundo de los párrafos dice: El representante delGrupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergèn-cia i Unió se abstiene en dicha votación por razones de de-sacuerdo con la tramitación de este proceso, ajenas a lacondición personal de la idoneidad de los candidatos.

La segunda versión añade un tercer párrafo, que dice:Igualmente, los miembros de la Comisión constatan, tantode la intervención de los propios candidatos como de lasuya propia, el deseo común de lograr el consenso más am-plio posible.

Por parte de la Presidencia cualquiera de las dos versio-nes que logre un consenso mayor por parte de los Gruposes válida y entiendo que refleja perfectamente lo que haocurrido en la Comisión.

Entiendo que el portavoz del Grupo Popular tambiénconsidera aceptables las dos versiones.

Antes de abrir la sesión, el Grupo Parlamentario Socia-lista y el Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progréshan manifestado que quieren hacer constar cuál es su pos-tura.

Tiene la palabra el Senador Laborda.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Nosotros manifestamos nuestra abstención al dicta-men emitido por la Comisión de Nombramientos por unarazón que he tenido oportunidad de reiterar a todos loscomparecientes a lo largo de la mañana, y es que con in-dependencia del juicio que nos merezca su adecuación ala ley y su idoneidad profesional, nosotros ya manifesta-mos en el día de ayer, cuando se convocó este órgano,que consideramos inapropiado e inconveniente que estetrámite se produjera por cuanto nos tememos que se estáutilizando esta Cámara para presionar en la negociación,para presionar al Congreso de los Diputados y, por lotanto, nosotros no podemos dar nuestra conformidad aldictamen.

Hemos advertido, también a los comparecientes, delgrave riesgo que supondría que se mantuviera la rupturadel consenso hasta el punto de elevar este dictamen y, porlo tanto, forzar a la Cámara a pronunciarse por la mayoríarequerida legal y constitucionalmente. Nos parece del todopunto inaceptable y es evidente que las consecuencias deese acto supondrían algo que también justifica como ele-mento precautorio nuestra abstención, y es que entoncesquedaría definitivamente deshecho cualquier compromisoexistente entre los grupos parlamentarios, incluyendo lacomposición de los miembros propuestos.

Creo que no podemos —y lo quiero subrayar especial-mente— utilizar a las personas que nos merecen toda con-sideración —y así se lo hemos expuesto respetuosamentecuando han comparecido— para solventar un asunto queno tiene nada que ver con su idoneidad profesional, señoraPresidenta, sino con algo que está en el debate público yque muy poco le costaría al Gobierno restaurar las condi-ciones porque al Gobierno solamente se le pide una rectifi-cación de algo que afecta a nuestro amor propio e induda-blemente a la naturaleza del acuerdo que nos llevó a firmarestas propuestas.

Muchas gracias, señora Presidenta.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, SenadorLaborda.

Simplemente, quiero decir que la hipótesis que planteasu señoría sería imposible en el caso del Consejo Generaldel Poder Judicial puesto que para que se produzca la vo-tación de esta Cámara tiene que haberse producido pre-viamente la votación en el Congreso de los Diputados. Portanto, en el caso del dictamen que estamos ahora mismoviendo no sería posible, puesto que en ningún caso podrí-amos —ya lo dijimos y en el Junta de Portavoces— in-cluir en el orden del día la elección de los vocales delConsejo General del Poder Judicial por cuanto se haríanecesario que votáramos sobre todos los candidatos, ex-cluidos aquellos que, ya hubiere elegido el Congreso delos Diputados.

Yo entiendo que tanto el Grupo Parlamentario Socia-lista como el Grupo Parlamentario de la Entesa quierenque conste su abstención al dictamen y entiendo que estedictamen, como todas las otras votaciones que se producenen el Cámara, puede aprobarse, puede rechazarse o puedeproducir una abstención. Por lo tanto, no veo inconve-niente en que se recoja, si les parece bien, en los términosen que se recoge la del Grupo Parlamentario Catalán en elSenado de Convergència i Unió, aunque creo que las razo-nes son distintas, y quizá se podría matizar algo mejor; pormi parte no habría inconveniente.

Por parte del Senador González Pons entiendo que sedesea un pronunciamiento claro sobre los motivos ajenos ala idoneidad.

Tiene la palabra el señor González Pons.

El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señoraPresidenta.

Yo intervengo para inclinarme por el modelo b) que esel que recoge mejor el sentido de lo que ha sucedido estamañana en esta Comisión y que me parece que representamuy bien cuál debe ser el dictamen que debe surgir de estaComisión.

En cuanto a los pronunciamientos del resto de losgrupos parlamentarios, yo no tengo por qué entrar por-que considero que corresponden a su más legítima auto-nomía y más auténtica capacidad de expresarse con in-dependencia.

Sólo voy a decir dos cosas, señora Presidenta. La pri-mera es que me gustaría ver el acuerdo redactado antes deque nos pronunciemos definitivamente sobre él y, en se-

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gundo lugar, me gustaría que constara en acta que miGrupo Parlamentario sostiene la tesis jurídica de quepuede que se dé un supuesto en el cual esta Cámara sípueda pronunciarse sobre el resto de candidatos del Con-sejo General del Poder Judicial, con independencia de loque pueda suceder en el Congreso de los Diputados. Esuna situación no previsible, pero como jurídicamentepuede que algún día pueda llegar a plantearse, me gustaríaque constara en acta que al menos jurídicamente sostene-mos la opinión de que tal supuesto puede llegar a produ-cirse.

Muchas gracias, señora Presidenta. (El señor LabordaMartín pide la palabra.)

La señora PRESIDENTA: El Senador Laborda tiene lapalabra.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Yo quiero que conste en acta, señora Presidenta, que elportavoz del Grupo Parlamentario Socialista se adhiereplenamente a la interpretación que su señoría ha hecho dela norma legal y ya me temía lo que a continuación he es-cuchado de mi distinguido colega del Grupo Parlamenta-rio Popular, lo cual abona plenamente lo que yo antes hereferido, y es que se está utilizando no solamente este ór-gano, sino una interpretación insostenible de la ley parapresionar, en la negociación en el sentido de evitar que serectifique lo que hemos pedido discreta, pero firmente,señora Presidenta. Por lo tanto; me reafirmo en nuestrocriterio de abstención; y quisiera que aquí quedaran lascosas.

Nada más y muchas gracias. (El Senador GonzálezPons pide la palabra.)

La señora PRESIDENTA: El Senador González Ponstiene la palabra.

El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señoraPresidenta.

El Senador Laborda dice que intento que rectifique, yde mis palabras se habrá entendido que no intento que rec-tifique nada, porque con mayor claridad no he podido ex-presar mi respeto a la autonomía de la voluntad de suGrupo Parlamentario. En cuanto a su opinión sobre la in-terpretación que sostengo, me llama poderosamente laatención que sea capaz de juzgarla, sin haberla escuchadoy me lleva directamente al lugar en el que ya estaba conanterioridad, según el cual aquí hay demasiados prejuiciosporque si no he dicho cuál es mi interpretación, mal en-tiendo que pueda pronunciarse al respecto.

Yo creo que el párrafo final sobre el sostenimiento delconsenso está muy bien redactado; recoge el espíritu queaquí se ha reproducido esta mañana, recoge perfectamentecuáles han sido las manifestaciones que se han producidoesta mañana antes de que nos fuéramos, y ahora cuandohemos vuelto cada uno puede sostener las opiniones quecrea necesario. Yo no voy a entrar a juzgar las opinionesdel resto de los grupos parlamentarios.

Me parece que el borrador b) es perfecto, señora Presi-denta, y refleja bien lo que esta mañana ha sucedido en estaComisión.

Muchas gracias, señora Presidenta.

La señora PRESIDENTA: Doy la bienvenida al Sena-dor Marimon, que creíamos que estaba enfermo.

El señor MARIMON I SABATÉ: Está enfermó. Al se-ñor Marimon el médico le aconseja que se vaya a casa y letraigo una nota que he querido traerla personalmente paraque no se interpretara que era una ausencia no motivadapor otra causa que la que me está aumentando la fiebre y elmédico me aconseja que me meta en cama. Le dejo unanota que me gustaría que la leyera.

La señora PRESIDENTA: Hay dos posibilidades y pa-rece que se han inclinado por el borrador b).

Como estamos en sesión con taquígrafos y acta, Sena-dor Marimon, ¿le parece bien que lea la nota pública-mente?

El señor MARIMON I SABATÉ: Sí, señora, Presi-denta.

La señora PRESIDENTA: Señora Presidenta, por con-sejo del médico debo ausentarme, puesto que me aconsejainternarme en cama, dado mi estado febril que va en au-mento.

Quiero manifestar que mi ausencia no obedece a otrosmotivos que la incipiente gripe que amenaza mi salud yquiero asimismo mostrar nuestro respeto a todos los candi-datos, pero a pesar de ello mantenemos la postura de abs-tención.

Vale perfectamente el borrador b) del dictamen que diceque el dictamen de idoneidad se aprueba por mayoría fa-vorable a todos los candidatos.

Pido disculpas al compareciente.

El señor MOLAS I BATLLORI: Señora Presidenta, yoquiero que conste mi abstención.

La señora PRESIDENTA: Lo dábamos por hecho.

El señor GONZÁLEZ PONS: Queda redactado comoestaba, pero donde dice: Grupo Parlamentario Catalánen el Senado de Convergència i Unió se añade Grupo deEntesa Catalana de Progrés y Grupo Parlamentario So-cialista.

La señora PRESIDENTA: Valen las razones.

El señor LABORDA MARTÍN: No son las mismas. Siel señor Letrado, que ha hecho un esmerado trabajo, puedeañadir un párrafo explicando exactamente las razones denuestra abstención, yo se lo agradecería.

La señora PRESIDENTA: Dejamos entonces para úl-tima hora de la tarde la aprobación de este párrafo.

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El señor GONZÁLEZ PONS: Sí yo dejaría la aproba-ción del dictamen para luego.

La señora PRESIDENTA: De acuerdo.

COMPARECENCIA DE LOS CANDIDATOS A CON-SEJEROS DEL TRIBUNAL DE CUENTAS, DON FE-LIPE GARCÍA ORTIZ, DON RAFAEL MARÍA CO-RONA MARTÍN, DON ANTONIO DE LA ROSA ALE-MANY, DON LLUÍS ARMET I COMA, DON JAVIERMEDINA GUIJARRO, DON UBALDO NIETO DEALBA (727/000001):

— DE DON FELIPE GARCÍA ORTIZ.

La señora PRESIDENTA: Reitero las disculpas al com-pareciente. Le damos la bienvenida. Le agradecemos mo-cho que esté aquí y damos cuenta a don Felipe García Or-tiz de que el método que hemos acordado, sería que donFelipe hiciera una exposición de unos 10 ó 15 minutos so-bre su currículum, su trayectoria profesional, su vida aca-démica y cualquiera otra característica que quiera resaltar,así como los motivos por los que cree que es un excelentecandidato para ocupar una vacante como vocal del Tribu-nal de Cuentas.

Después, los grupos parlamentarios, en orden inverso asu importancia cuantitativa en la Cámara, podrán formular,las preguntas o las aseveraciones que tengan por oportu-nas.

Tiene apalabra don Felipe García Ortiz.

El señor GARCÍA ORTIZ: Muchas gracias, buenas tar-des.

Procuraré ser breve. El nombre está dicho: Felipe Gar-cía Ortiz, casado y dos hijos, Licenciado en Derecho por laUniversidad Complutense de Madrid, 50 años, 25 de elloscomo funcionario del Estado por oposición libre en elCuerpo Técnico Superior de la Administración de la Segu-ridad Social. Durante un breve período desempeñé las fun-ciones de tareas de intervención en cuyo Cuerpo estoy enexcedencia. El grado de nivel 30 equivalente a SubdirectorGeneral está consolidado desde el año 1987.

Dividiría mi actividad profesional en el sector pú-blico en dos grandes etapas, la primera en la Administra-ción de la Seguridad Social y los servicios sociales, esdecir, un área especializada que va desde la década demediados de los setenta a mediados de los ochenta, entorno a 10 años.

El primer destino fue en el Instituto Nacional de Servi-cios Sociales, específicamente en el servicio social de latercera edad, en el que tuve tres funciones importantes, lade asesor en materia de personal en las tareas de inspec-ción de las residencias de pensionistas y hogares del jubi-lado, de pensionistas, pues volvió a tomar el nombre, y laDirección del Centro de Ayuda a Domicilio de donde seimpartía la ayuda a los ancianos en todo Madrid hasta queluego se transformó y se incluyo de nuevo en el Institutode manera centralizada.

En 1983 estuve de asesor del Ministro de Trabajo y Se-guridad Social en tres áreas fundamentales también: aseso-ramiento jurídico y económico, tareas de prestaciones so-ciales, control y seguimiento parlamentario en temas deSeguridad Social y una especial colaboración en la Comi-sión de la reforma para la Seguridad Social que presidióentonces el profesor don Jaime Montalvo.

Fruto de este trabajo fue la Ley de Pensiones de 1985que sentó las bases de un nuevo sistema de control finan-ciero de la Seguridad Social. En el año 1984 me hice cargodel gabinete técnico de la Secretaría General de la Seguri-dad Social que fue una fase intensa y completa en tareas deplanificación y control de las entidades gestoras de la Se-guridad Social, es decir, el Instituto Nacional de la Seguri-dad Social, Instituto Social de la Marina, el Instituto deServicios Sociales, la Tesorería General de la SeguridadSocial y el Insalud únicamente en los aspectos presupues-tarios.

Se ponen en marcha, por primera vez, los boletines degestión y de control para el conocimiento y la evaluaciónde las entidades gestoras. Aquí ya las técnicas de planifi-cación y seguimiento facilitarían el control de los órganosfiscalizadores, es decir, Intervención Delegada y Tribunalde Cuentas.

Esta experiencia sirvió además para mi implantación enotros organismos de la Administración del Estado. Consi-dero esta etapa de ordenación, de control y de medidas deseguimiento presupuestario decisiva para la siguienteetapa que comenzó en el año 1986 como gestor de colecti-vos generalistas. Esta segunda etapa, que sería desde me-diados de los ochenta hasta la actualidad, abarcaría la Ad-ministración del Estado en el área generalista.

En pesa primera etapa de 1986 estuve como DirectorGeneral de Servicios del Ministerio de Agricultura, Pescay Alimentación durante cinco años. Desde esta direcciónse planificabala. política dé recursos humanos del Departa-mento y sus organismos autónomos. Entonces 12 organis-mos autónomos con más de 11.000 efectivos entre perso-nal funcionario y laboral.

Las tareas específicas que desempeñé en esta etapa si-guieron a la gestión le las inversiones y la contratación, elcontrol de la oficialía mayor y oficina presupuestaria, lasubdirección de los recursos jurídicos con nuevos sistemasde procedimiento —aquí se atendían básicamente los re-cursos de los ciudadanos— y el control y seguimiento delas actividades no acordes a Derecho que llevaba el sectoragroalimentario.

Otra de las tareas importantes bajo mi dirección era lainspección de los servicios con funciones de auditoriatanto operativas como funcionales. Hay que recordar aquíque estas auditorías operativas y funcionales tuvieron unaimportancia decisiva en este Ministerio por el exceso defuncionarios que en aquellas épocas tenía alguna de susáreas. Recordemos, por ejemplo, los excedentes que tuvie-ron el Servicio Nacional de Productos Agrarios, elSENPA, los déficit en organismos públicos de investiga-ción como el Instituto Nacional de Investigación Agraria oel Instituto Español de Oceanografía en los que se redistri-buyeron efectivos. Durante estos cinco años de mi estancia

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allí se aprobaron las 12 relaciones de puestos de trabajoque correspondían a otros tantos, 11.000 ó 12.000 funcio-narios, como había comentado.

Estas funciones permitieron el control de la legalidad,la eficiencia y la economía de servicios a la que hacen alu-sión los principios inspiradores del Tribunal de Cuentas.Como funciones específicas del cargo estaba la de relacio-narse mediante informes con la Intervención Delegada y elTribunal de Cuentas.

En 1991, una vez que se produjeron los cambios mi-nisteriales, regresé para hacerme cargo de la direcciónejecutiva de la organización de trabajos portuarios.Quiero hacer constar que esta organización de trabajosportuarios puso en marcha —era una organización cen-tralizada— el proceso final de las transferencias, aquellospuertos considerados de no interés general, que no erandel control del Estado, y la puesta en marcha de las so-ciedades estatales.

Cada puerto en la actualidad —como ya se inició en ladécada de los ochenta— tiene una sociedad estatal, es de-cir, es una empresa específica y separada de lo que fue laantigua organización de trabajos portuarios. Lógicamente,el control de los funcionarios, de los convenios colectivos,de las entidades de estiba y desestiba se llevaban desdeesta dirección.

En 1992, que sería la última fase en esta intensa etapacomo gestor, estuve de Secretario General del InstitutoTecnológico Geominero de España. Aquí básicamentehubo cuatro grandes tareas. De una parte, la coordinaciónjurídica y económica del organismo, la dirección de los re-cursos humanos y secretario de los órganos de Gobiernodel Instituto, es decir, la Comisión Permanente y el Con-sejo General. Estuve como representante del Estado en lasempresas públicas Adaro que inició y culminó aquí el pro-ceso de privatización y Encasur, una de las pocas empresasrentables de la minería del sur de España.

Entre otras tareas, tenía la presidencia de la mesa decontratación, los informes jurídicos y económicos en la In-tervención y en el Tribunal de Cuentas y, sobre todo, unaetapa esencial en un organismo que adolecía de importan-tes deficiencias por su carácter laboral durante los últimosaños, que fue el Plan de Mejora de la Gestión en coordina-ción con el Ministerio de Administraciones Públicas yEconomía y Hacienda. Esta etapa ya fue justamente en losprimeros meses del año 1996.

Dejamos establecidos los manuales de procedimientode servicio, el boletín de control de gestión, y las resolu-ciones y circulares de la actividad del organismo, que en23 circulares logró ordenar todo lo relativo desde el con-trol del gasto a la tramitación de las comisiones de servi-cio. Es decir, por primera vez se hicieron procedimientosordenados, que eran susceptibles de conocer por cualquierfuncionario público.

En esta etapa en el instituto tecnológico, por ser un or-ganismo público de investigación, se implantó el Plan deContabilidad Analítica, que era una de las tareas importan-tes en las que se hizo centro piloto a este Instituto junta-mente con la Intervención y el Ministerio entonces de Eco-nomía y Hacienda.

El Plan de Contabilidad Analítica, es decir, de costes,fue determinante para un organismo con actividad comer-cial como era el Instituto Tecnológico Geominero.

En marzo de 1999 terminaría mi etapa profesional deintensa labor de gestión porque entendí que después de undilatado período de gestión, era conveniente un reciclajeen áreas de asesoramiento y en otras áreas fundamentalesde coordinación. Destacaría mi estancia desde entonces,desde marzo de 1999, en el Consejo de Seguridad Nuclearen las áreas específicas de materia de control de personal,de elaboración de los pliegos de precisiones técnicas enmateria de contratación. Soy responsable de las presiden-cias de las Comisiones de acción social, de formación y delcomité de la salud y de las relaciones con las secciones sin-dicales, comité de empresa, es decir, los órganos de repre-sentación del personal.

Quiero destacar que durante 1988 fui el único alto di-rectivo de la Administración que estaba presidiendocomo miembro la reforma y la modernización de la Ad-ministración del Estado, es decir lo que fue el Plan deModernización, que luego se extendió a otros Ministe-rios. Elaboramos los manuales de procedimiento, de for-mación y de selección. Es importante destacar que desdeentonces las Comisiones de Valoración se hacen me-diante el sistema de concurso con participación de lascentrales sindicales.

Como actividad docente, he tenido relaciones y he im-partido cursos en todos los organismos de la Administra-ción, presenté ponencias individuales de los servicios so-ciales de España y en el medio rural en ponencias elabora-das, ex profeso en congresos internacionales que celebra-ron en Hispanoamérica.

Aquí daría por concluida la información esencial de loque sería el currículum.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Gar-cía Ortiz.

Quiero excusar, y que conste en acta, la ausencia delportavoz del Grupo Parlamentario Mixto, el Senador Cá-mara, que se ha disculpado porque no le corresponde a élla portavocía de su Grupo en este momento y no podía es-tar ni él ni su compañero Cabrero, que era quien tenía quehacerlo esta tarde.

Le corresponde el turno a la portavoz adjunta de Coali-ción Canaria, Senadora Claudina Morales.

La señora MORALES RODRÍGUEZ: Muchas gracias,señor Presidente.

En primer lugar, quiero agradecer la comparecencia alseñor García y felicitarle de antemano por haber sido pro-puesto como candidato al Tribunal de Cuentas.

Desde el Grupo de Coalición Canaria no vamos a ha-cerle ninguna pregunta, pero sí queríamos dejar constanciade que, nos parece que su currículum, tanto lo que había-mos visto en el escrito, como en su comparecencia, avalael nombramiento que se ha hecho para este cargo dentrodel Tribunal de Cuentas y nos parece una persona idóneapara hacerse cargo de esta responsabilidad tan importante.

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Sin más, quiero desearle suerte si finalmente, dada la si-tuación de impasse en la que estamos, es nombrado Con-sejero del Tribunal de Cuentas.

El señor GARCÍA ORTIZ: Muchas gracias:

La señora PRESIDENTA: Gracias; Senadora Morales.El portavoz del Grupo Parlamentario de Senadores Na-

cionalistas Vascos ya anunció que no estaría presente enesta Comisión, y el de Convergència i Unió acaba de ex-cusarse por razón de enfermedad, por tanto el turno le co-rresponde al portavoz de Grupo Parlamentario Entesa Ca-talana de Progrés, Senador Molas.

El señor MOLAS I BATLLORI: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Su currículum y lo que nos ha explicado de viva voz,abundando en algunos temas en concreto del currículum ydestacándolos, creo que son de una brillantez, de una com-petencia y de un servicio público a lo largo de un tiempoirrefutables. Por tanto, le felicito por su trayectoria profe-sional, creo que es una persona con una gran capacidad ycon una gran demostración de la misma a lo largo de estosúltimos años.

Muchas gracias, señora Presidenta.

El señor GARCÍA ORTIZ: Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, SenadorMolas.

El turno es ahora del Grupo Parlamentario Socialista.Su portavoz, el Senador Laborda, tiene palabra.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Buenas tardes, señor García Ortiz.Me constaba por su currículum y por algunas otras in-

formaciones algunas de las características que yo creo queusted ha acertado al exponer aquí y es la capacidad de,siendo un servidor público, proceder a la modernizaciónde las Administraciones Públicas, introduciendo criteriosde modernidad en ellas, y por tanto me parece especial-mente adecuada su candidatura para el Tribunal de Cuen-tas en esta ocasión.

No obstante, yo tengo que darle una explicación, quees lo que más me interesa en estos momentos, puesto queno le voy a formular ninguna pregunta, de por qué razónen su momento, mi Grupo Parlamentario suscribió sucandidatura y con posterioridad retiró la firma de lamisma.

Me interesa que conste en el «Diario de Sesiones»,como así lo he hecho en todas las ocasiones anteriores, laidea de que en nada se debe a falta de cualificación profe-sional —me interesa ponerlo de relieve especialmente, lohe hecho al comienzo—, sino que se debe a las circunstan-cias del debate público que todos nosotros hemos seguidodurante estos días y al que usted ha tenido además la oca-sión de asistir indirectamente mientras hemos estado deba-tiendo el dictamen de la sesión anterior.

Por tanto, sólo quiero reiterar, por una parte, nuestroconvencimiento de su idoneidad e incluso nuestra felicita-ción por esa trayectoria personal de servicio público, peroal mismo tiempo manifestar que en estos momentos, y porrazones de naturaleza política que hemos expuesto hasta lasaciedad, consideramos inapropiado que este órgano eleveel dictamen con la propuesta al Pleno, porque de hacerlodificultaría el consenso al que todos queremos llegar, con-senso en el que, efectivamente, podríamos llegar a unaelección con una candidatura con personas con la catego-ría profesional que usted tiene, que nos ha expuesto y quehemos conocido a través del currículum que usted mismonos ha presentado.

Le tengo que dar esa explicación, felicitarle, y hacer vo-tos para que ese consenso, que puede restaurarse fácil-mente, se restaure. No está en nuestras manos, en nuestraopinión, el hacerlo unilateralmente, y por tanto, reitero losargumentos anteriores.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Laborda. Turno del Grupo Parlamentario Popular en el Senado.

Su portavoz, el Senador González Pons, tiene la palabra.

El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señoraPresidenta.

Señor García Ortiz, don Felipe, en primer términoquiero felicitarle por su trayectoria profesional y por suextenso currículum, del cual yo destacaría principal-mente la vocación de servicio público, una vocación deservicio público en la más larga y admirable tradición dela Administración española, y además una vocación deservicio público que se ha visto recompensada en nume-rosas ocasiones con puestos de responsabilidad en loscuales usted ha estado a la altura de las circunstancias, haestado en el nivel que la Administración y el servicio pú-blico le exigían.

Probablemente debo felicitarle también, y lo hago,por haber sido propuesto para un órgano de tanta impor-tancia como el Tribunal de Cuentas, y lo hago en la cer-teza de que si finalmente llega usted a ocupar el cargo deConsejero, del Tribunal de Cuentas ejercerá esa funciónpública con la misma eficacia, con la misma solvencia ycon la misma profesionalidad con la que lo ha hechohasta la fecha.

Tengo también que darle las gracias, además de felici-tarle, y lo voy a hacer en nombre de mi Grupo Parlamenta-rio, y lo voy a hacer, al mismo tiempo, yo también, dándoleuna explicación, porque en las negociaciones previas quetuvieron lugar antes de la formulación de las candidaturas,la propuesta de su nombre fue formulada por el Grupo Par-lamentario Socialista y no por el Grupo Parlamentario Po-pular, sin embargo, por las razones que ya han sido expre-sadas, el Grupo Parlamentario Socialista ha retirado lafirma del escrito que sostiene su candidatura y en estosmomentos usted es un candidato propuesto por el GrupoParlamentario Popular.

Por eso, le agradezco su presencia aquí, como lo haríacon toda naturalidad en cualquier otro acto por acudir a

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una sesión parlamentaria, pero con un doble, efecto o conuna doble intensidad, puesto que su presencia aquí hoypara nosotros representa un ejemplo de civismo, un pasoadelante y un voto en favor del consenso.

Nos encontramos en una situación en la que nosotrossostenemos su candidatura, usted ha comparecido amabley yo creo que además muy honrosamente, dándonos unaexplicación extensa e intensa sobre su currículum, y almismo tiempo, todos los portavoces parlamentarios, hastadonde yo los he oído, se han manifestado a favor de su ido-neidad profesional, a favor de la adecuación de su personapara el cargo, con lo cual, en mi opinión no tiene nada quever la posible ruptura, o así llamada, del consenso quepuede existir en este momento, ni con la idoneidad de laspersonas ni con la adecuación de las personas al cargo, nicon las posibilidades parlamentarias de renovarlos órga-nos, sino con otro tipo de zigzagues, de rifirrafes de la vidapolítica diaria que, probablemente, en opinión de miGrupo Parlamentario, nunca deberían entorpecer la reno-vación de los órganos constitucionales. Como la opiniónde mi Grupo Parlamentario es la de que los rifirrafes dia-rios de entre los políticos no deben entorpecer la renova-ción de los órganos constitucionales, es por lo que miGrupo Parlamentario mantiene su candidatura, y le va amantener a usted como candidato; porque creemos que esuna persona que lo merece profesionalmente y, además, suadecuación al cargo es la que exactamente necesita el Tri-bunal al cual queremos que usted llegue como miembroelegido por esta Cámara.

Por ello mi agradecimiento y por el ejemplo que da us-ted aquí hoy con su comparecencia.

No formularé preguntas, señora Presidenta.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador GonzálezPons.

Señor compareciente, su currículum es tan revelador desu idoneidad que ninguno de los portavoces ha conside-rado oportuno formularle ni siquiera una pregunta. Conmucho gusto le concedo la palabra para lo que desee ustedexponer.

El señor GARCÍA ORTIZ: Señorías, muchísimas gra-cias por su amabilidad. Únicamente quería hacer unas bre-vísimas anotaciones. En primer lugar, agradecer a los Gru-pos —especialmente mi agradecimiento incluso al GrupoPopular— precisamente por el mantenimiento de la pro-puesta, que también es un agradecimiento recíproco peroquería, brevemente, puntualizar alguna cosa.

Quienes hemos dirigido organizaciones o colectivos —y un Consejero del Tribunal de Cuentas es un directivopúblico, que dirige un Departamento—, sabemos de la im-portancia que tiene sentirse avalado por los altos directivosde una organización, en este caso los Grupos Parlamenta-rios, incluso que este respaldo lo perciban los funcionariosque prestan su servicio en el Tribunal de Cuentas, que esnumeroso. Y quien habla a sus señorías ha sido propuestoen una candidatura de consenso. En ese caso soy deudor deese consenso y entiendo que, con la mayor humildad y simerezco la idoneidad —como me ha parecido entender—

de los Grupos, sí que es mi obligación también profesio-nal, y sobretodo, en aras de ese consenso, supeditar miaceptación de formar parte de esta candidatura hasta que serestablezca el consenso parlamentario. Lo digo sobre todopor hacer hincapié en la dificultad de aterrizar en una or-ganización muy numerosa sin el aval del conjunto de losgrupos mayoritarios.

En todo caso, muchísimas gracias.

El señor GONZÁLEZ PONS: Quisiera que el compare-ciente aclarara si esa supeditación significa que su candi-datura está sujeta a algún tipo de condición, dado que eneste momento es mi Grupo Parlamentario el que lo sos-tiene y, antes de que mi Grupo Parlamentario, decida si si-gue o no sosteniendo esta candidatura, necesitaría saber siel candidato está sometiendo su candidatura a algún tipode condición.

El señor GARCÍA ORTIZ: Tal vez la terminología nohaya sido acertada. Entendía que era un candidato de con-senso y es mi obligación moral condicionar —no sé si eltérmino es condicionar—, supeditar a que se restablezca elconsenso de los Grupos Parlamentarios, sólo con ese obje-tivo de ir a un órgano de esa importancia, con la capacidadde gestión que tiene, más avalado y reforzado.

No sé si con esto aclaro el concepto.

La señora PRESIDENTA: Hasta ahora casi todos loscomparecientes, han hecho una llamada a la reflexión delos Grupos Parlamentarios para que el consenso se resta-bleciera. De hecho, figura en el dictamen que usted ha po-dido escuchar antes.

Lo que usted esta diciendo, según lo interpreto yo, es unpaso mas, sería condicionar su propia permanencia en es-tos órganos como propuesto a que el consenso se restable-ciera. En definitiva, todo está condicionado, porque éstasson unas elecciones por consenso, pero hasta ahora no sehabía producido, digamos, esa condición individual.

El señor GARCÍA ORTIZ: Quiero manifestar exacta-mente eso, es decir, debo condicionar —ésa es mi condi-ción— en la medida en que figure en esa candidatura deconsenso. No sé si puedo o no hacer esa aseveración, desdeel punto de vista procedimental, pero sí me gustaría que secondicionase y que fuera el consenso lo que determinara laelección. Es muy difícil gestionar organizaciones en mino-rías —digo cualquiera—, desconozco la del Tribunal por-que no he estado allí.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Gar-cía Ortiz.

¿Desea intervenir alguien más?

El señor LABORDA MARTÍN: Deseó dar las graciasal compareciente.

La señora PRESIDENTA: Las gracias se las damos to-dos al compareciente. (Pausa.)

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— DE DON RAFAEL MARÍA CORONA MARTÍN.

La señora PRESIDENTA: Damos la bienvenida a donRafael María Corona Martín. Queremos agradecer queesté aquí esta tarde y le pedirnos disculpas por el retraso.

He de indicarle que el procedimiento que hemos esta-blecido es que los comparecientes pueden explicar su cu-rrículum, su trayectoria profesional, académica y cualquierotra condición o requisito que estime le hace merecedor deser propuesto como candidato a Vocal del Tribunal deCuentas.

Tiene la palabra, don Rafael María Corona Martín.

El señor CORONA MARTÍN: Efectivamente soy deHuelva. Nací allí hace bastantes años, en 1933. Por defor-mación profesional, ya que casi toda mi vida he estadounido a la docencia, utilizaré el currículum que normal-mente en los medios universitarios se aporta para cualquiertipo de concurso.

Efectivamente, como he dicho, estoy casado; soy Ba-chiller superior por el Plan 1938; simultaneé este estudiocon el de profesorado, mercantil en la Escuela Profesionalde Comercio de Murcia; obtuve el grado de intendentemercantil en la Escuela Central Superior de Comercio deMadrid; también soy licenciado en Derecho por la Univer-sidad Complutense; tengo los cursos de Doctorado y elexamen de Licenciatura en la Facultad de Derecho y, comoha dicho la señora Presidenta, soy Doctor en Ciencias Eco-nómicas y Empresariales por la Universidad Autónoma deMadrid, puesto que consideré que al estar en ella comoprofesor debía decantarme por el mundo de la empresa an-tes que por el mundo del Derecho.

He realizado varias oposiciones, y aunque aquí figuranlas que he ganado tengo que decir que me suspendierondos veces en cada una, a la tercera fue la vencida, el méritoconsiste en insistir y lo digo porque tengo que ser absolu-tamente claro y transparente en esta Comisión. Por tanto,soy catedrático numerario de la Escuela de Comercio; hoyEscuela Universitaria, de lo que anteriormente se llamabaContabilidad Aplicada y hoy se llama Economía Finan-ciera y Contabilidad, en realidad auditoría. Así se vacreando el perfil porque si la Comisión me lo permite lesdiré que soy aprendiz de muchas cosas y maestro de nada,aunque si de algo sé un poco más es precisamente de audi-torías. Evidentemente, estoy en excedencia voluntaria.

En el año 1962 ingresé en un Cuerpo llamado Intenden-tes al servicio de la Hacienda Pública; que después de mu-chas vicisitudes se llamó de Financieros y Tributarios delEstado, posteriormente de Finanzas del Estado, y hoy he-mos vuelto a ser inspectores de Hacienda, que es lo querealmente éramos. Me permito señalar que este Cuerpo erael que tenía atribuido en exclusiva la comprobación y veri-ficación de las empresas societarias, es decir, a través de lacontabilidad, no solamente del Impuesto sobre Sociedadesentonces llamado Contribución sobre las Sociedades de ri-queza mobiliaria, sino, también los impuestos, hoy reten-ciones a cuenta, que llevaba aparejado.

Obtuve después el título de Profesor titulado de Univer-sidad y finalmente en el año 1988 tuve el honor y la suerte

de ganar la Cátedra de Economía Aplicada, perfil de Ha-cienda Pública, en la Facultad de Económicas y Empresa-riales de la Universidad Autónoma de Madrid, donde con-tinúo.

En ocasiones me permito decir también que en la Uni-versidad Autónoma de Madrid, menos alumno de licencia-tura y miembro de personal de administración, he sido detodo, desde el PNN más modesto pero más orgulloso deserlo, a catedrático interino, titular, ayudante, etcétera; detodo se aprende y de todo estoy, insisto, muy orgulloso.

La actividad docente desempeñada es la propia de la es-pecialidad, así como los cursos recibidos e impartidos. Lomismo sucede con relación a las publicaciones; unos librosson buenos y otros regulares —lo de bueno lo retiro rápi-damente porque quizá unos libros no sean muy buenos yotros puedan, serlo.

Puedo decir que como intendente al servicio de la Ha-cienda Pública desempeñé las actividades propias de miCuerpo en las delegaciones de Hacienda de Lugo, Carta-gena y Granada en propiedad y en Sevilla, Badajoz y Má-laga en comisión de servicio hasta el año 1969 en el quepasé a la situación de supernumerario porque fui nom-brado subdirector financiero del Organismo AutónomoFerrocarriles de Vía Estrecha (FEVE). En junio de 1977volví al servicio activo, fui integrado en el Cuerpo de Ins-pectores Financieros y Tributarios del Estado y en febrerode 1978 tuve la suerte y el honor de ser nombrado Inspec-tor Nacional de la Hacienda Pública cargo que significabano solamente realizar la auditoría y la verificación conta-ble propia de los impuestos a nuestro cargo sino también,como les he podido comentar, ser Coordinador del análisisdel presupuesto de ingresos dentro del estudio sobre la si-tuación económica y financiera de los ayuntamientos deBarcelona, Madrid y Sevilla, realizados por órdenes minis-teriales de 1981 y 1982. Fui representante de la DirecciónGeneral de Inspección Financiera y Tributaria en la Comi-sión de Resolución de Consultas Vinculantes; Coordinadorde los servicios inspectores de comprobación de la regula-rización voluntaria de la situación fiscal, Ley 50/1977, yde las actualizaciones de valores previstas en las leyes1/1979 y 74/1980; Redactor de borradores de normas fis-cales y Analista de los borradores de normas fiscales en laDirección General de Inspección Financiera y Tributaria.

He hecho un paréntesis en mi actividad como Inspectorde Hacienda, ya que de los años 1969 a 1977 fui primerosubdirector financiero y después director financiero delOrganismo Autónomo Ferrocarriles de Vía Estrecha quecon posterioridad pasó a ser empresa pública, donde apartede las labores del día a día intenté introducir la contabili-dad por partida doble. Fuimos sometidos a auditoría porprimera vez en la historia de este Organismo Autónomo yallí permanecí con la satisfacción del cargo hasta quepensé que era conveniente mi regreso al Ministerio de Ha-cienda en el año 1977; por tanto, como les he comentado,solicité el reingreso y con posterioridad pasé a ser Inspec-tor Nacional de la Hacienda Pública.

Simultáneamente continué siendo profesor honorario,ayudante, normalmente sin remuneración alguna —no porgenerosidad sino porque era incompatible con el puesto

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que ocupaba— y creo firmemente que la docencia, al me-nos en mi caso concreto, era una formación que no podíaabandonar:

En el año 1983 empecé a vislumbrar que mi carrera aca-démica estaba limitada por pertenecer al nivel 30, dedica-ción exclusiva, lo cual, como ustedes bien conocen, signi-fica que no se puede hacer otra cosa, a diferencia de tiempocompleto en el que dedicas el tiempo necesario a tu trabajoy después puedes hacer lo que quieras; pues bien, yo teníadedicación exclusiva, solicité la excedencia y pasé a cola-borar en la Universidad, al mismo tiempo que realizaba ac-tividades complementarias de consultor en el sentido deelaborar dictámenes, sobre todo, de asuntos que entendía,como eran las fusiones de empresas, grupos consolidados,etcétera.

En definitiva, todo esto lo abandoné y al final me he de-dicado exclusivamente a la universidad porque consideréque debía pagar parte de la deuda que con ella tenía acep-tando el cargo de director de departamento, siendo elegidomiembro de la Junta de Gobierno, miembro de la Comi-sión de Profesorado, de la Comisión de Economía, es de-cir, dedicando las horas que todo ello lleva aparejado enfunción de un tiempo del que podía disponer y del que hedispuesto con muchísima satisfacción.

Por ser precisamente Inspector de Hacienda perte-nezco al Registro Oficial de Auditores de Cuentas,exento —todo hay que decirlo— de la prueba de ingreso,aunque lo cierto es que nunca he hecho auditorías, sólo laauditoría fiscal.

Como resumen de mi actuación podrán ustedes com-probar —y quisiera habérselo transmitido— que lo que hehecho en mi vida de una u otra forma ha sido practicar o in-tentar explicarla auditoría fiscal que pienso que es la mi-sión que desempeña el Tribunal de Cuentas. Por ello,cuando tuve el honor de ser propuesto como candidatopensé que algo podía aportar desde el punto de vista de untécnico en las materias que allí se pueden dilucidar.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias.Me he olvidado decirle que con posterioridad a su in-

tervención se abre un turno para que intervenga cada unode los grupos parlamentarios presentes en el Senado.Vuelvo a excusar, porque así me lo ha pedido, la ausenciadel portavoz del Grupo Parlamentario Mixto al que es im-posible estar con nosotros esta tarde; el portavoz adjuntoacudió esta mañana a esta Comisión ya que el titular no po-día estar hoy en Madrid.

Por tanto, en orden de menor a mayor, corresponde elturno de intervención al Grupo Parlamentario de CoaliciónCanaria, en cuyo nombre tiene la palabra la Senadora Mo-rales.

La señora MORALES RODRÍGUEZ: Gracias, señoraPresidenta.

Deseo, en primer lugar, dar la bienvenida a don RafaelMaría Corona y agradecer su comparecencía, así corno elsentido del humor que ha exhibido durante la misma tanpropio de la Comunidad de la que procede y que se agra-

dece bastante en este tipo de comisiones. Deseo felicitarle,como no podía ser menos, por el hecho de haber sido pro-puesto como candidato al Tribunal de Cuentas y manifes-tarle, desde nuestro punto de vista, que entendemos que elcurrículum que ha presentado y expuesto aquí avala porcompleto su nombramiento como Consejero de dicho Tri-bunal. Le felicito por su dedicación a algo tan importantecomo la docencia. Si bien no le voy a formular ningunapregunta, sí quiero desearle suerte en el caso de que defi-nitivamente sea nombrado para un cargo de tanta respon-sabilidad.

Gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senadora Morales.El portavoz del Grupo Parlamentario de Senadores Na-

cionalistas Vascos ya anunció que no estaría presente, portanto, corresponde el turno al portavoz del Grupo EntesaCatalana de Progrés, don Isidre Molas.

El señor MOLAS I BATLLORI: Señora Presidenta, se-ñor Corona, el currículum está muy resumido, pero muylleno. Es un currículum intenso que usted ha desarrolladocon convencimiento por su parte y por parte de quienes leescuchamos, por tanto no tengo nada más que decirle, ex-cepto que me parece que su vocación y compromiso con laAdministración a lo largo de toda su trayectoria son per-fectamente adecuados al cargo para el que ha sido pro-puesto.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, SenadorMolas.

Ahora correspondería el turno al portavoz de Con-vergència i Unió, que acaba de recibir una prescripciónmédica en el sentido de que es mejor que pase en cama lasubida de fiebre. Por tanto, pasamos al Grupo Parlamenta-rio Socialista, en cuyo nombre tiene la palabra su portavoz,el Senador Laborda.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Buenas tardes, señor Corona Martín. Debo decirle quesu exposición incita a confiar en usted.

Desearía formularle una pregunta, y posteriormente leharé una consideración general que vengo haciendo a to-dos los comparecientes, relacionada con cuestiones ajenasa su profesión. Me interesaría que me diera usted una opi-nión muy genérica, si ya la tiene formada, sobre qué rela-ción considera que debe existir con la Corte de CuentasEuropea radicada en Luxemburgo, así como respecto de laexistencia de órganos de fiscalización externa en las Co-munidades Autónomas. Quisiera saber si todo ello exigiríaalgún tipo de enfoque especial en el trabajo de un Conse-jero del Tribunal de Cuentas de España o si sería necesariobuscar alguna otra técnica para poner todos los elementosen común. Seguramente no me he explicado muy clara-mente, pero se trata de una cuestión compleja y difícil deresumir.

Muchas gracias.

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La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Laborda.Tiene la palabra el compareciente, señor Corona Mar-

tín.

El señor CORONA MARTÍN: Gracias, señora Presi-denta.

Señor Senador, debo decirle que en el tema de la Cortede Bruselas me ha pillado usted en «off». (El señor La-borda Martín: Está en Luxemburgo.) ¿Está en Luxem-burgo? Pues con mayor motivo. Le pido disculpas porqueno sabía donde se encontraba.

El señor LABORDA MARTÍN: Perdone usted que leinterrumpa, pero quisiera decirle que honorables conseje-ros del Tribunal de Cuentas de España han acabado siendomiembros de la Corte de Cuentas Europea, incluso hubouno que fue Vicepresidente, o al menos Decano, por algúntiempo. Es sólo una precisión, pues es ésta la razón por laque me interesaba esa cuestión.

El señor CORONA MARTÍN: Sí, gracias. Si se me per-mite decirlo, ello me da una idea. (Risas.)

Señor Senador, creo que todo lo que sea control decuentas es bueno, y muchísimo más en el sector públicodónde se está jugando con el dinero de los demás. Consi-dero que el Tribunal de Cuestas español realiza una granlabor. Como consecuencia, de mi puesto universitario re-cibo el boletín que publica bimensualmente y desde quetuve idea de que podía ser candidato le dediqué mástiempo y quedé impresionado por la labor que realiza, aun-que, como siempre, la labor de auditoría tenga escasez demedios. Es el viejo problema de hasta dónde se puede lle-gar. Si en lugar de revisar las cuentas de España se revisanlas de la Unión Europea la labor se magnifica incluso más.Por tanto, y por elevación, me parece, un puesto y una la-bor magnífica.

Me ha pedido usted una opinión. Considero que el he-cho de que exista armonización de procedimientos, garan-tías y operativa entre todos los tribunales es algo muybueno. No voy a entrar por supuesto, en el tema de la com-petencia, en si es mejor la Cámara catalana o la aragonesaque la de la nación española. Ahí no entro, pues no es mimisión, pero creo que si existiera esa colaboración seríaalgo magnífico, puesto que, además, está previsto en laLey del Tribunal de Cuentas, donde se dice que se envia-rán los informes, notas, memorias, etcétera.

La señora PRESIDENTA: Gracias, don Rafael.Senador Laborda, ¿quería usted hacer otro tipo de con-

sideración? (Pausa.) Tiene usted la palabra,

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Quisiera dar las gracias al señor Corona Martín y darlesimplemente una explicación. Yo firmé su candidatura, yaunque ahora no figura mi firma en ella, no ha sido por ra-zones de falta de idoneidad profesional, que están todasacreditadas y yo las subrayo, sino debido a un debate polí-tico en el que hemos pedido una rectificación, pues consi-

deramos que algunas manifestaciones que se han realizadohan alterado la esencia de la buena fe con la que se llegó aeste acuerdo. Y ésta la razón por la que también hemos rei-terado la inconveniencia de seguir tramitando este dicta-men, pues no podemos arriesgarnos a llegar al Pleno en lascondiciones en las que considero que todavía nos encon-tramos.

Nada más, y muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, SenadorLaborda.

(El señor Corona Martín pide la palabra.) Por su-puesto, tiene usted la palabra, señor Corona.

El Señor CORONA MARTÍN: Desearía dar las graciasal señor Senador por su explicación, que comprendo, y selo agradezco profundamente.

La señora PRESIDENTA: Gracias, don Rafael.Turno del Senador González Pons en nombre del Grupo

Parlamentario Popular.

El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señoraPresidenta.

Don Rafael, quería en primer término felicitarle por sucurrículum y por su larga trayectoria profesional en la que,como ha sido evidente tanto por las páginas que nos ha he-cho llegar como por la explicación que ha dado aquí, antela Comisión, se han juntado no sólo la ambición por saber,sino la ambición por enseñar y la vocación de servicio ha-cia los demás, tanto hacia los administrados cuando ad-quieren responsabilidades relacionadas con la Administra-ción, como, sobre todo y principalmente, hacia los alum-nos.

Quiero felicitarle por su larga y dilatada trayectoria pro-fesional y decirle que durante todo el tiempo que he estadoescuchándole he tenido la sensación de que me encontrabaante un candidato, idóneo casi para cualquier puesto quetuviera que elegir esta Cámara, porque no es sólo la sabi-duría y el conocimiento que usted tiene, sino también la se-renidad que transmite y la auténtica inteligencia y sabidu-ría que denotan sus palabras lo que nos hace sentir quecualquier institución que pusiéramos en sus manos —se lodigo con confianza, tal y como hoy le percibo— nos haríaquedarnos más que tranquilos.

Quiero agradecerle asimismo el hecho de que ustedhaya venido hoy a comparecer y esté cooperando a queesta sesión se produzca con la normalidad que cabía espe-rar. En opinión de mi Grupo Parlamentario, las razones defondo que justificaron un consenso para proponer una se-rie de candidatos al Tribunal de Cuentas, al Consejo Gene-ral del Poder Judicial y al Tribunal Constitucional siguenperviviendo y son únicamente razones superficiales lasque se aducen para interrumpir este procedimiento. Son ra-zones que tienen que ver con el día a día político, pero nocon la renovación de las instituciones ni con la trascenden-cia y seriedad que hay que dar a este tipo de decisiones delas Cámaras. No tienen nada que ver con ello, y por tanto,no existen razones de fondo para paralizar los procedi-

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mientos. Agradezco su presencia, pues considero que us-ted no está aquí sólo porque ha sido convocado, sino que,además, está colaborando para que esta sesión contribuyade alguna manera al restablecimiento de unas relacionesque no debieron romperse, porque en términos profundosno existía ningúna razón para ello.

Dada su experiencia y conocimiento del mundo de laauditoría, quisiera formularle una pregunta. Sabemos quehasta ahora el trabajo del Tribunal de Cuentas ha sido sa-tisfactorio y que a todos nos ha dado razones para avalarcuanto desde esa institución se ha llevado a cabo pero a mí,antes de que nos pronunciemos y si algún día —y esperoque sea muy pronto— podemos elegirle a usted miembrode ese Tribunal de Cuentas, me gustaría saber, en su opi-nión, en qué grado podría mejorarse el trabajo del Tribunalde Cuentas; si éste dispone de los instrumentos normativosy administrativos precisos para cumplir con su tarea, o siusted cree que habría que mejorar, de alguna manera, lasnormas que cubren y amparan el funcionamiento del Tri-bunal de Cuentas o dotarlo de algún instrumento adminis-trativo del que en este momento pudiera ser que no dispu-siese.

Sin otro ánimo que el de sentirme satisfecho por la ex-posición y la idoneidad que ha sido contemplada por todoslos portavoces, dado que hoy su candidatura la sostiene elGrupo Parlamentario Popular en solitario, le agradezcouna vez más su comparecencia y su presencia ante estaComisión.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador GonzálezPons.

Tiene la palabra el señor Corona Martín.

El señor CORONA MARTÍN: Muchas gracias, señoraPresidenta.

En primer lugar, yo no sé si se ha notado que me he ru-borizado, porque lo que ha dicho usted, por ser viejo pro-fesor, creo que ha sido de verdad, no por cortesía. Me hepuesto colorado —aunque yo no soy quién para juzgarlo—y me he emocionado profundamente.

En segundo lugar, por lo poco que yo sé, cuando uno vaa un país, si está una semana escribe un libro; si está unmes escribe un artículo, y si está un año no escribe nada,porque se da cuenta de que no sabe. Yo estoy en el primermes de lo que yo sé. Entiendo que el Tribunal de Cuentasestá magníficamente estructurado. La normativa que leampara es lo suficientemente amplia, y he contestado a sucolega que además tenía ese arropamiento de losTribunales de Cuentas autonómicos; lo único que meatrevo a pedir son más medios. No lo conozco, pero estoyseguro de que estarán faltos porque, por las memorias queyo he podido leer, no se ha podido hacer un turno de rota-ción —creo yo— para poder hacer las auditorías del sectorpúblico —entidades autónomas, empresas estatales, etcé-tera— con la agilidad que sería deseable. Ya que su seño-ría me ha preguntado, me permito contestarle diciéndoleque podría tener una mayor dotación de medios materialesy humanos, porque creo que la normativa es más que sufi-ciente.

La señora PRESIDENTA: ¿Alguna otra intervención?(Pausa.)

Le agradecemos muchísimo, don Rafael, su compare-cencia esta tarde aquí, y cuando quiera puede abandonar lasala.

El señor CORONA MARTÍN: Se lo agradezco a la Co-misión, porque venía muy preocupado, pero la verdad esque me voy contento. (Risas.)

La señora PRESIDENTA: Ha aprobado usted esta opo-sición a la primera. (Risas.)

El señor CORONA MARTÍN: Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Suspendemos la sesión unosminutos. (Pausa.)

— DE DON ANTONIO DE LA ROSA ALEMANY.

La señora PRESIDENTA: Reanudamos la sesión con lacomparecencia de don Antonio de la Rosa Alemany.

Le damos la bienvenida y le informo de que el procedi-miento, que usted ha podido ver porque ha estado en ante-riores comparecencias, es el de que exponga en un tiempode unos diez o quince minutos su trayectoria profesional,académica o cualquier otro dato que considere relevante;así como las razones que le impulsan a aceptar la propuestapara ser vocal del Tribunal de Cuentas.

Cuando termine su primera intervención, los distintosgrupos políticos de la Cámara, en orden de menor a mayor,le harán preguntas o le formularán cuantas observacionesestimen oportunas.

Tiene la palabra don Antonio de la Rosa.

El señor DE LA ROSA ALEMANY: En primer lugardaré cuatro datos personales. Soy natural de Palma de Ma-llorca, casado y con cuatro hijos.

Mi currículum es el siguiente. Hice el bachillerato en elColegio de los Jesuitas de Montesión de Palma de Ma-llorca con la calificación de notable en el examen de Es-tado.

Soy licenciado en Derecho por la Universidad de Bar-celona, años 1952-1957, con el título de examen de gradode licenciatura y calificación de notable.

Aunque no esté en el currículum quiero decir que pre-paré durante tres años oposiciones al Cuerpo de Abogadosdel Estado y por una lamentable desgracia personal nopude continuar. Entonces me presenté al Cuerpo de Letra-dos Censores y Contables del Tribunal de Cuentas y saquéel número uno de mi promoción en 1964. Estuve en el ser-vicio activo hasta diciembre de 1991, en que fui nombradoConsejero del Tribunal de Cuentas.

Me incorporé al Ilustre Colegio de Abogados de Ma-drid en 1967, ejerciendo actividades ante los juzgados ytribunales y como asesor jurídico de empresas, lo queahora se llama asesor jurídico, económico y financiero.

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A partir de enero de 1992, cómo es lógico, pasé a la si-tuación de no ejerciente por haber sido nombrado Conse-jero del Tribunal de Cuentas.

Además, soy censor jurado de cuentas a partir del mesde marzo de 1988.

También soy auditor de cuentas, con el número de re-gistro de auditores ROAC 12967.

Poseo los siguientes diplomas.Diplomado por el Instituto de Empresa de Madrid en el

curso de tributación del año 1979.Diplomado por ICADE en un curso de tributación de

personas físicas y jurídicas, curso 1979-1980.Diplomado en un seminario sobre sociedades anónimas

en noviembre de 1989 en grupo especial de directivos, es-trategia financiera.

Diplomado en inglés por el Saint James Collegue deBrighton (Inglaterra), general english and english busi-ness.

Diplomado en francés por la Alianza Francesa de Parísy, perdónenme la licencia, hablo catalán porque es la len-gua materna, aparte de que ésta es la Cámara de represen-tación territorial.

Actividades profesionales.He ejercido la abogacía ante juzgados y tribunales y

asesoría jurídica de empresas desde 1967 a 1991.Actividades docentes.Profesor del Instituto Universitario de Administración

y Dirección de Empresas (ICADE) de 1993 a 1999.Miembro del Consejo Académico del Instituto de Post-

grado y Formación Continua en el área de ciencias jurídi-cas de la Universidad Pontificia de Comillas, en que ceséen 1999.

Otras actividades.Miembro de la delegación española en el Congreso de

Eurosai, Organización Internacional de Entidades Fiscali-zadoras Superiores, realizado en Rumanía del 5 al 7 deseptiembre de 1995.

Miembro de la delegación española en el Congreso deEurosai, Organización Internacional de Entidades Fiscali-zadoras Superiores en Praga, del 20 al 25 de mayo de1996.

Miembro de la delegación española en la VII AsambleaGeneral de Olacefs, Organización Latinoamericana y delCaribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores, Santiagode Chile, del 5 al 18 de octubre de 1997.

Miembro de la Delegación Española en la VIII Asam-blea General de Olacefs, Organización Latinoamericana ydel Caribe de Entidades Fiscalizadoras, Superiores, Cara-cas (Venezuela), del 12 al 17 de octubre de 1998.

He dejado de añadir, aunque lo digo personalmente,que he dado algunas conferencias, entre ellas el año pasadoen la Fundación Universitaria de Málaga, sobre un tema desubvenciones. También he participado en varios semina-rios en Madrid como consecuencia de los que se han orga-nizado por el Tribunal de Cuentas, y en la actualidad soyConsejero en funciones del Departamento Primero de laSección de Enjuiciamiento del Tribunal de Cuentas.

Para finalizar, solamente me queda decir que llevo en laCasa del Tribunal de Cuentas más tiempo que en mi propia

casa, concretamente 25 años como funcionario, nuevecomo Consejero y, si me permiten, nueve meses y diez díascomo Consejero en funciones.

Estoy a su absoluta disposición para lo que tengan uste-des a bien preguntarme.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, don Anto-nio de la Rosa.

Comienza el turno de portavoces.Excuso, como lo he hecho en ocasiones anteriores, al

portavoz del Grupo Parlamentario Mixto, que no podía es-tar aquí esta tarde, y le corresponde, entonces el turno a laportavoz adjunta del Grupo Parlamentario de Senadores deCoalición Canaria, la Senadora Morales.

La señora MORALES RODRÍGUEZ: Gracias, Presi-denta. Antes que nada quiero agradecer la comparecenciaa don Antonio de la Rosa Alemany y felicitarle —comono—, como he hecho con el resto de los candidatos, porhaber sido propuesto como candidato al Tribunal deCuentas.

Tenemos aquí a todo un veterano en la materia que es-tamos tratando por lo que nos muestra su currículum y suintervención y, desde luego, con ese currículum que ustedtiene nosotros entendemos, desde el Grupo de CoaliciónCanaria, que lo avala perfectamente para el nombramientoal que ha sido usted considerado.

Nos parece que es idóneo para la responsabilidad queentraña y lo único que me queda por decir, porque no va-mos a hacerle preguntas, es que, en el caso de que final-mente sea usted nombrado miembro Consejero del Tribu-nal de Cuentas, le deseo suerte y que sea para bien.

La señora PRESIDENTA: Gracias Senadora Morales.El Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas

Vascos ya anunció que no estaría presente.Le toca el turno al Grupo Parlamentario Entesa Cata-

lana de Progrés.Tiene la palabra el Senador Molas.

El señor MOLAS I BATLLORI: Muchas gracias, Presi-denta.

Seré extraordinariamente breve porque se trata de uncurrículum que pocas personas pueden presentar.

No sé si hay alguien que conozca más el Tribunal deCuentas. Lo ha vivido en épocas distintas, en posicionesdistintas como funcionario y como Consejero y, por tanto,está perfectamente adaptado a lo que sería el requisito paraque alguien pudiera acceder, pero en este caso no es acce-der, sino volver a acceder, reincidir casi.

Magnífico. (El señor De la Rosa Alemany pide la pala-bra.)

La señora PRESIDENTA: Puede intervenir, señor De laRosa.

El señor DE LA ROSA ALEMANY: Con la venia de laseñora Presidenta, puedo decir en catalán «moltes grà-cies».

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El señor MOLAS I BATLLORI: «De res».

La señora PRESIDENTA: El portavoz del Grupo Parla-mentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió haenfermado y no podía estar ahora presente. Por lo tanto, lecorresponde el turno al portavoz del Grupo ParlamentarioSocialista, el Senador Laborda.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

A don Antonio de la Rosa Alemany no le voy a formu-lar ninguna pregunta. Tenemos constancia no sólo de sucurrículum, de lo que él ha expuesto, sino que también co-nocemos cuál ha sido su trayectoria en estos últimos nueveaños ejerciendo como Consejero del Tribunal de Cuentas.Por lo tanto, le diré lo que he reiterado a varios compare-cientes, y es una explicación que formalmente tengo quedarle, y es la razón por la que, habiendo prestado nuestrafirma a su candidatura, en estos momentos no cuenta estacandidatura en su conjunto con nuestro respaldo. No tienenada que ver con su capacitación profesional, que reco-nozco, sino sencillamente a las razones que están presentesen el debate público, que él ha escuchado porque ha estadopresente durante anteriores comparecencias y reitero denuevo, con insistencia, en que consideramos inconve-niente que se pueda elevar al dictamen puesto que noexiste todavía una restauración del consenso tal y comonosotros lo hemos venido solicitando.

Nada más y muchas gracias, Presidenta.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Laborda.Turno del Grupo Parlamentario Popular. En su nombre,

tiene la palabra el Senador González Pons.

El señor GONZÁLEZ PONS: Gracias, señora Presi-denta.

En primer lugar agradezco al compareciente su presen-cia, felicitándole por su currículum y por su trayectoriaprofesional. Es evidente lo que se ha dicho en el sentido deque si alguien conoce bien el Tribunal de Cuentas es elcompareciente y que por ello sus méritos están más queacreditados.

Primero voy a hacer unas preguntas, después haré unasconsideraciones también y le daré alguna explicación alcompareciente.

Usted tiene una amplia experiencia internacional conindependencia del Tribunal de Cuentas, por ello me gusta-ría que me dijese si el resto de países de nuestro ámbito tie-nen tribunales similares a nuestro Tribunal de Cuentas, siusted cree que hay algunos instrumentos que podrían im-portarse para el Tribunal o si es suficiente tal y como estáen este momento.

En relación con lo anterior, también me gustaría cono-cer su opinión respecto de los medios de que dispone elTribunal. Es obvio que usted conoce bien cuáles son esosmedios porque ha trabajado como funcionario y ha traba-jado como Consejero —si me permite, ha estado en la co-cina y ha estado en el despacho—, y sabe cómo está dotadohumanamente y sobre todo cómo está amparado normati-

vamente. Por lo tanto, le agradecería que me dijera su opi-nión sobre si los medios humanos, personales, administra-tivos del Tribunal son suficientes y también si, en su opi-nión, normativamente el Tribunal de Cuentas tiene una co-bertura legal suficiente o si quizá —insisto, tras su expe-riencia internacional y su conocimiento de órganos simila-res de otros países— el Tribunal de Cuentas debería estarsujeto a algún tipo de reforma normativa que nos permi-tiera mejorar su función y conseguir una mayor eficaciaconstitucional, tal y como todos deseamos.

Por último, usted repite mandato, ya ha estado en el Tri-bunal de Cuentas con anterioridad, tiene intención y aspiraa volver a estar en el Tribunal de Cuentas y esta intenciónla compartimos nosotros. A mí me gustaría saber cuálesserían sus proyectos para un nuevo mandato, qué expe-riencia ha obtenido del trabajo que realizó con anterioridady qué experiencia espera obtener de un mandato futuro si,cómo deseamos, su mandato es renovado y vuelve a serelegido Consejero del Tribunal de Cuentas.

Después me permitirá usted que yo le haga alguna con-sideración y también le dé alguna explicación.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador GonzálezPons.

Tiene la palabra don Antonio de la Rosa.

El señor DE LA ROSA ALEMANY: Senador, con mu-cho gusto contesto a todas sus preguntas.

En primer lugar, en el terreno internacional debería ma-tizar dos cosas. Las entidades fiscalizadoras superiores deEuropa normalmente suelen ser colegiadas —la Corte deiConti, la Cour des Comptes, el Tribunal de Cuentas espa-ñol o el alemán—, salvo en el Reino Unido, que es un Au-ditor General vitalicio.

Indudablemente, lo que a mi me ha llamado más laatención en el mundo internacional es la enorme importan-cia que van adquiriendo los antiguos países de la Europadel Este por la creación de unos tribunales de cuentas real-mente eficaces. En el Congreso de Rumanía y de Praga meexplicaban mis colegas que era fundamental la labor deltribunal de cuentas, pero no sólo en una función —y luegome explicaré más— fiscalizadora, sino en una funcióntambién jurisdiccional, porque se encontraban con enor-mes casos de corrupción, unas privatizaciones dirigidas—y perdónenme la expresión— por mafias, y eso gene-raba unos terribles perjuicios para el Estado. Entonces vimás interés en los países del Este por la promoción del tri-bunal de cuentas, e incluso me llamó la atención —yo no,digo tanto— que en el seminario de Rumanía, hablandocon la delegación rusa, me dijeron que estaban planeandonada menos que una ley del tribunal de cuentas que conce-diera a este organismo facultades penales. A mí me pareciófuera de tono, pero, claro, sitúese usted, Senador, en elcontexto de los años 94-95.

Indudablemente, el planteamiento en Centro y Sudamé-rica es distinto porque allí no hay tribunales de cuentascomo órganos colegiados, sino que se llaman contralorías.En la Contraloría de la República de Chile —que es la quemás conozco porque soy gran amigo del Contralor Gene-

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ral, pero suele ser así normalmente en las contralorías—, elcargo de contralor general es vitalicio, pero además tieneunas enormes atribuciones, en las que incluso se le oyenada menos que para el nombramiento de vicepresidente yministros del gobierno —estoy hablando de mi gran amigoArturo Aylwin—; o sea, el poder que tiene el ContralorGeneral en Chile es brutal. En los demás países —Vene-zuela, Perú, Colombia— también funcionan organismosunipersonales que dependen, indudablemente, del Go-bierno, lo cual es curioso. En la República Argentina existeel Auditor General de la República Argentina, un cargomuy parecido al británico, pero además existen los tribu-nales de cuentas regionales —lo que llamaríamos en Es-paña órganos de control externo de Comunidades Autóno-mas—. Yo soy amigo de unos y otros y, como es normal,hay fricciones.

Si quiere usted amplío mi modesta experiencia interna-cional o si le parece paso al segundo tema. (El señor Gon-zález Pons: Como usted lo considere.)

¿Mi experiencia personal? Me inclino por los órganoscolegiados. No discuto si el plazo ha de ser de 9, 10 u 11años, lo que sí puedo añadir es que, por ejemplo, en laGAO el Interventor General de los Estados Unidos es uncargo vitalicio. Es decir, las ventajas de los cargos uniper-sonales vitalicios es que están fuera de los vaivenes de lapolítica, pero también hay que tener en cuenta la peculiari-dad, la constitución de cada país y sobre todo el enfoqueque se le puede dar a los tribunales.

Pasando al segundo tema, como usted sabe, Senador, enel Tribunal de Cuentas de España hay dos grandes funcio-nes —artículo 136 de la Constitución—: la función fiscali-zadora —el Tribunal Supremo es el órgano superior de fis-calización pero no único, porque están los órganos de con-trol externo— y la función jurisdiccional, que ejerce laSección de Enjuiciamiento. Yo he sido el verdadero —yperdónenme la expresión— pionero de la potenciación dela Sección de Enjuiciamiento porque considero que es unapieza básica y complementaria de la Sección de Fiscaliza-ción. Ha habido múltiples diatribas y discusiones de ilus-tres tratadistas de Derecho Administrativo y yo en la úl-tima conferencia que di lo dije bien claro: el Tribunal deCuentas en su Sección de Enjuiciamiento ejerce la juris-dicción contable, y no lo digo yo, lo dice el artículo 136 dela Constitución. Además la Ley Orgánica del Poder Judi-cial es supletoria de la Ley Orgánica del Tribunal y de la deFuncionamiento y nos asimila a jueces. Y no quisiera serpesado pero, a mayor abundamiento, la nueva Ley de loContencioso lo dice bien claro: la jurisdicción contableestá incardinada en el orden contencioso-administrativo.Y, por último, la Ley de Enjuiciamiento Civil lo vuelve arecalcar.

Al hilo de lo que ha dicho el Senador, una de las modi-ficaciones que corresponden al Parlamento es la potencia-ción jurídica de la Sección de Enjuiciamiento. ¿Y cuál esla potenciación jurídica? En primer lugar que, a mi juicio,hay una dicotomía, muy importante entre la Ley Orgánicade 1982 y la Ley de Funcionamiento de 1989. En algunoscasos, más que dicotomía contradicciones, pues la Ley Or-gánica de 1982 se hizo en los prolegómenos del naci-

miento de nuestro sistema democrático; a mi juicio, fueuna ley muy bien pensada, pero no se tenía experiencia.Luego en 1989 la Ley de Funcionamiento, que es nuestraley procesal, desarrolla los aspectos no sólo procedimenta-les, sino sustanciales, y en estos choca con la Ley Orgá-nica. Por ello yo me permitiría sugerir, si sus señorías y elParlamento lo considera, que se estudiase muy profunda-mente una reforma de la Ley de Funcionamiento, con al-gunos retoques fundamentales de la Ley Orgánica, sobretodo con relación a la responsabilidad contable, al ilícitocontable, a la jurisdicción de la Sala de Apelación del Tri-bunal, de la que yo he formado parte durante nueve años, yen la que hemos elaborado una doctrina muy seria y sen-sata sobre la jurisdicción, el ilícito contable y la responsa-bilidad contable. En líneas generales yo quisiera que de al-guna manera estas aportaciones, si las cámaras lo estima-sen oportuno, fueran recogidas en ese aspecto.

En cuanto a la fiscalización, yo parto de la base —yaunque no me lo haya preguntado le contesto al SenadorLaborda— de que considero importantísimas las relacio-nes del Tribunal de Cuentas de España con el Tribunal deCuentas Europeo. Recuerdo que en los cuatro últimos añosen que estuvo como miembro del Tribunal de Cuentas Eu-ropeo mi gran amigo Antoni Castells, yo mantenía una co-rrespondencia continua. Me invitó varias veces a Luxem-burgo y no fui porque estaba muy agobiado. Por tanto,considero importantísimas estas relaciones.

Respecto a la otra pregunta inteligente que ha hecho elSenador Laborda, es fundamental que haya una correla-ción clara —clara, señorías—, entre el Tribunal de Cuen-tas de España y los órganos de control externo de los tri-bunales de cuentas. Me estoy refiriendo al espinoso artí-culo 30 de la Ley de Funcionamiento, digo espinoso tema,no digo más, pero sería importante establecer normas ypautas de coordinación. Y, sobre todo, me van a permitir laosadía de decir en público que el Tribunal de Cuentas es unórgano supremo de fiscalización, mientras que los órganosde control externos —con todo mi respeto— son órganoscon fiscalización en las Comunidades Autónomas. Portanto, si hablamos en una familia del hijo mayor y del hijomenor, el mayores el Tribunal de Cuentas de España y loshijos menores son los órganos de control externo de lasComunidades Autónomas, aunque todos somos hijos.

En cuanto a medios materiales, Senadores, realmente loúnico que les puedo decir es que en mi departamento deenjuiciamiento, que en teoría tiene una dotación de 40 fun-cionarios, yo trabajo con 15 y voy al mismo turno de re-parto que los demás departamentos. Esto no es ningunacrítica, ni ninguna maliciosa observación; quiero decir queyo soy partidario de que no por tener un ejército numerosose funciona mejor. Yo funciono con un equipo de cuatropersonas de mi máxima confianza que, además, dirigen alos once; en cambio hay otras personas que consideran quecuanta más gente tienen más importantes, yo no; creo quelo importante es tener los justos.

En cuanto a medios materiales, sinceramente yo diríaque estamos desnudos de informática. Me figuro quecuando ustedes acuden a la partida presupuestaria desti-nada a la informática del Tribunal de Cuentas, un órgano

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que controla billones de pesetas —y lo digo con todo ca-riño—, se deben morir de risa porque con 60 millones depesetas no tenemos ni para teléfono. Ésta es una sugeren-cia, aunque comprendo que el Consejo de Ministros y elseñor ministro de Economía y Hacienda son los que mane-jan la caja.

Por otra parte, me ha preguntado usted cómo veo el fu-turo, porque el pasado ya lo conozco. Creo que hay que po-tenciar el Tribunal de Cuentas en las dos vertientes que hemencionado, pero hay una que es muy importante: sería demáxima urgencia para la eficacia del Tribunal de Cuentasque las cámaras votasen una ley de subvenciones, porque através de ellas, y lo digo por experiencia personal, elfraude a los fondos del Tesoro es gigantesco. Entonces, elTribunal de Cuentas debería tener una ley de subvencionesen la que le diesen unos medios de los que ahora no dispo-nemos. En segundo lugar, en las subvenciones nos topa-mos con una barrera porque nosotros no podemos investi-gar más que hasta un cierto punto. Por ejemplo, las activi-dades que realizan empresas públicas y otros organismosque perciben subvenciones del Estado que, a su vez, las ca-nalizan a través de los bancos, por muchas circularizacio-nes que se hagan; no hay forma humana, Senador, de obte-ner una información fehaciente; es decir, estamos atadosde pies y manos.

Y luego hay otra cuestión muy importante que tambiénestá en la prensa, y es la financiación de los partidos polí-ticos. Yo honestamente pienso que España es el único paísque controla la financiación de los partidos políticos. Sin-ceramente, Senadores, no lo entiendo; yo no digo que seani bueno ni malo ni regular, pero considero que la finan-ciación de los partidos políticos es un tema que, a mi jui-cio, debería estar fuera. Ahora bien, las cámaras son lasque tienen que decir si se tiene que seguir adelante o no.Éste es un comentario muy personal, muy privado, y queofrezco como si estuviera hablando en voz muy alta.

Realmente finalizo aquí mi intervención porque si lesempiezo a contar problemas dirán que soy pesado. Por esosi les satisface mi intervención; esta bien y, si no, puedenpreguntarme lo que estimen pertinente; yo no tengo prisa,lo que no quiero es aburrirles. (El señor González Ponspide la palabra.)

La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra.

El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias.Estoy muy interesado y quisiera preguntarle por dos ex-

tremosa los que ha aludido en su intervención. En primerlugar, usted ha hablado y, además, lo ha hecho con pasión,de la Sección de Enjuiciamiento y nos ha demandado unareforma legislativa (El señor De la Rosa Alemany: Encuanto a procedimiento.) en el sentido de ampliar las fa-cultades de enjuiciamiento de las que dispone el Tribunal.(El señor De la Rosa Alemany: Exactamente.) Me queda laduda sobre si eso no produciría un conflicto con el PoderJudicial y si, al final, no acabaríamos convirtiendo al Tri-bunal de Cuentas en un tribunal ordinario más de adminis-tración de justicia, o si no estaríamos confundiendo dosfiscalizaciones, una que es la fiscalización contable, y otra

que es, obviamente, la fiscalización jurisdiccional, que co-rresponde, según la Constitución, en exclusiva al Poder Ju-dicial.

En segundo lugar, usted ha hecho una afirmación, bienque en tono íntimo, bien como sugerencia, sobre la finan-ciación de los partidos políticos. Sin ánimo de comprome-terle en esa respuesta, sí me gustaría que me expusieracómo se hace en otros países europeos y, por lo tanto, cuá-les son los sistemas alternativos al español, sin que ustedse pronuncie por ninguno, ya que ha sentado tan clara-mente el sistema español como una excepción. Posterior-mente yo le haré una aclaración.

El señor DE LA ROSA ALEMANY: Gracias.Contestando a su primera pregunta, Senador, no se trata

de potenciar la Sección de Enjuiciamiento en perjuicio delPoder Judicial, porque buenos son los jueces para que seles quiten competencias. Lo que sí he dicho es que la fun-ción jurisdiccional del Tribunal de Cuentas está incardi-nada en la jurisdicción contencioso-contable; es decir, enel Tribunal Supremo, porque contra las sentencias de pri-mera instancia de la Sala de Apelación hay casación ante laSala Tercera del Tribunal Supremo y; en su caso, recursode amparo ante el Tribunal Constitucional. No se trata deque nosotros invadamos competencias. Comprendo que esun tema delicado porque hay que explicar muy claramentelo que es la jurisdicción contencioso-contable, lo que es laresponsabilidad contable derivada del ilícito contable, queno es lo mismo que el ilícito civil, y le reconozco, Senador,que no es fácil.

En cuanto a la segunda pregunta sobre financiación delos partidos políticos, sinceramente no le puedo dar mi opi-nión porque no tengo más experiencia que la del Tribunalde Cuentas de España. No es que se lo oculte, es que no sési es bueno o es malo. Indudablemente, dado que hay unalegislación, el Tribunal de Cuentas tiene que controlar laactividad financiera del día a día de los partidos políticosen las campañas electorales porque, entre otras razones, senutren de fondos públicos, los fondos públicos salen delpresupuesto y los ciudadanos pagamos impuestos. Y esoes todo lo que le puedo contestar.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor De laRosa.

El Senador González Pons tiene la palabra.

El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señoraPresidenta.

Tal como le decía al principio, le agradezco sus res-puestas a las preguntas formuladas y también la extensióny la atención con la que se ha empleado en ellas y todo loque nos ha aportado. Tenga la certeza de que hemos to-mado buena nota de las ideas que hoy nos ha brindado so-bre modificaciones legislativas y modificaciones presu-puestarias. Es verdaderamente sorprendente que un órganoque tiene la función de fiscalización que cabe atribuir alTribunal de Cuentas tenga una dotación presupuestaria enmaterial informático, como la que tiene, que es probable-mente inferior a la que tenga la escuela universitaria más

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pequeña de España, y seguramente ha puesto el dedo sobrela llaga en determinadas cuestiones de las que nosotros te-nemos que tomar buena nota para el futuro. Ahí se pone demanifiesto su experiencia en el Tribunal de Cuentas, dondeya hemos dicho que ha sido prácticamente de todo, y co-noce muy bien todo lo que hace falta no sólo en cuanto amaterial, sino también en cuanto a normativa, y así lo haexpuesto. Me quedo con esas opiniones.

Yo le quiero dar una explicación también, como lo hanhecho el resto de portavoces, respecto de su presencia hoyaquí. Nosotros suscribimos con el Grupo ParlamentarioSocialista y con la Entesa Catalana de Progrés su candida-tura, junto con otras, todas ellas de consenso para formarparte del Tribunal de Cuentas y, junto con otras personali-dades del mundo del Derecho y de la Economía, el Con-sejo General del Poder Judicial y, en el Congreso de los Di-putados, el Tribunal Constitucional. Motivos no relaciona-dos directamente con este pacto hicieron que legítima-mente los otros grupos parlamentarios que sostenían estascandidaturas retiraran su firma de las mismas, de modo ymanera que hoy todos los que están acudiendo amable-mente a la Comisión son sólo candidatos propuestos por elPartido Popular, que no pierde la esperanza de que en eltrámite parlamentario subsiguiente vuelvan a recuperar laconfianza del resto de fuerzas políticas.

Nosotros pensamos dos cosas, y me permitirá que se loexplique. La primera es que no han existido razones políti-cas de fondo para la ruptura del consenso, sino que, si se haroto el consenso, ha sido por un azar de la vida parlamen-taria que sucede todas las mañanas y todas las tardes a ve-ces en el hemiciclo del Congreso de los Diputados, a vecesen el hemiciclo del Senado, a veces en las páginas de losteletipos que circulan de una redacción a otra, sin que fi-nalmente se recoja en las páginas de los periódicos el díasiguiente. En el fondo la cuestión estaba consensuada, tal ycomo sigue consensuada, y tal y como sigue atada en estemomento.

Las comparecencias que se están celebrando en el díade hoy vienen a ser una demostración palmaria de cuantoestoy diciendo, puesto que los comparecientes están acu-diendo y demostrando que tienen interés en pertenecer alas instituciones para las cuales han sido propuestos y to-dos los portavoces están coincidiendo en la idoneidad deestos candidatos. Por lo tanto, sólo queda la pregunta: Sitodo eso está siendo así, ¿por qué no damos el paso si-guiente y procedemos a la elección? Pues es, como ha se-ñalado antes el Senador Laborda, porque ha habido unaofensa en opinión de uno de los grupos parlamentarios. Élha dicho textualmente que se ha herido en el amor propio.Esta razón se considera, por algunos grupos parlamenta-rios, suficiente como para que no se siga con este procedi-miento de la elección.

Mi Grupo Parlamentario entiende que, dadas esas cir-cunstancia, existe consenso parlamentario suficiente y ne-cesario y que, por lo tanto, vale la pena continuar con elprocedimiento parlamentario. Pero le diré más: hay tam-bién una razón parlamentaria de fondo. Estamos acostum-brados a denunciar que los consensos parlamentarios seconstruyan, se cocinen y se sirvan fuera del Parlamento,

que lleguen siempre como un plato frío o como un platode anteayer y que el Parlamento se limite simple y llana-mente a ratificar lo que fuera del mismo ha sido decidido.Este acuerdo se sostuvo, se mantuvo, se construyó y sesuscribió entre las fuerzas políticas probablemente fuerade las Cámaras y de las reuniones de las comisiones par-lamentarias, como viene siendo habitual en el parlamenta-rismo moderno. En este momento no hay que negar quepasa por una situación de dificultad. Todos los compare-cientes y todos los grupos parlamentarios presentes, elque yo represento también, hemos hecho un llamamientopara que ese consenso se reconstruya y sea todo lo amplioque pueda ser.

La celebración de esta sesión, la reunión de un órganoparlamentario, puede ser una ocasión que propicie y abracauces para que en sede parlamentaria se construya eseconsenso, se amplíe ese consenso que en este momento seencuentra dañado. Estaríamos ante una oportunidad únicapara que el consenso, como viene siendo habitual en elparlamentarismo moderno, no se construya fuera de la Cá-mara y después se traiga aquí, sino para que el consenso seayude a construir en la misma Cámara. En ese sentido, éstees el espíritu que animó a mi Grupo Parlamentario a conti-nuar con el procedimiento y a mantener las candidaturasde los candidatos que en su día fueron propuestos por elPartido Socialista y por el Partido Popular, candidaturasque al día de hoy, en la medida en la que ningún candidatonos ha manifestado su renuncia expresa a seguir en lascandidaturas, vamos a mantener para los actos parlamenta-rios ulteriores.

Creo, y se lo quiero confesar ya que le estoy diciendocuáles han sido las razones que han animado a mi GrupoParlamentario a continuar con esta comparecencia de hoy,que la sesión de hoy está sirviendo y mucho para esa re-construcción del consenso y, por lo tanto, este acto parla-mentario de hoy ha servido, y mucho, para facilitar los trá-mites ulteriores en la elección de los Consejeros del Tribu-nal de Cuentas, de los Consejeros del Consejo General delPoder Judicial y también la elección que posteriormentehará el Congreso de los Diputados del Tribunal Constitu-cional, porque hoy, insisto, se ha puesto de manifiesto queexiste una clara voluntad constructiva por parte de todaslas partes, que existe una gran intención por parte de todoslos grupos parlamentarios de que los órganos sean renova-dos, que todo el mundo está de acuerdo en que los candi-datos son idóneos y que los candidatos quieren formarparte de las instituciones. Esa constatación pétrea, esaconstatación edificante y sobre la cual se puede construires un paso adelante que yo subrayo en su aspecto más po-sitivo.

Termino la intervención haciendo un llamamiento a quesirva para algo, a que lo que aquí se ha podido comprobarefectivamente sirva para reconstruir acuerdos, para resta-ñar heridas y que próximamente tenga la oportunidad defelicitarle porque ha sido usted reelegido vocal del Con-sejo del Tribunal de Cuentas. Creo que ha demostrado quetiene esos méritos, creo que lo viene demostrando ya conel tiempo y, por lo tanto, pienso que el Tribunal de Cuentasperdería un grandísimo colaborador si este trámite no diera

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lugar a su fin normal y natural y usted no fuera reelegido.Cuenta por ello con los apoyos de mi Grupo Parlamentarioy así lo vamos a seguir sosteniendo en trámites parlamen-tarios ulteriores.

Muchas gracias, señora Presidenta.

El señor DE LA ROSA ALEMANY: Debo entenderque he sido aprobado.

La señora PRESIDENTA: Todavía no ha terminado.Tiene la palabra el Senador Laborda que me había pe-

dido intervenir en un segundo turno.

El señor LABORDA MARTÍN: Quería intervenir sim-plemente por alusiones.

Como usted se ha referido a una pregunta que le he he-cho al anterior compareciente, le doy las gracias por el ca-lificativo y aprovecho para decirle que frente a lo que micolega, el Senador González Pons, ha expuesto, mi valora-ción es mucho más simple. No estoy de acuerdo en buenaparte con lo que él ha dicho, pero como antes se lo he ma-nifestado y es usted una persona atenta, no tengo por quédesarrollar esta idea.

Muchas gracias, señora Presidenta.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, SenadorLaborda.

¿Quiere intervenir alguien más? (Pausa.)Agradeciéndole mucho al compareciente el que haya

venido aquí esta tarde y felicitándole por su currículum, lepermitimos que se retire cuando lo desee.

— DE DON LLUÍS ARMET I COMA.

La señora PRESIDENTA: Continuamos la sesión conla comparecencia del Senador don Lluís Armet y Coma.

Empezamos por pedirle disculpas por el retraso que lle-vamos de casi una hora en estas comparecencias. Quieroagradecerle su presencia aquí esta tarde —sabemos que hasido difícil compaginarlo con sus obligaciones en el Parla-ment de Cataluña— y darle la bienvenida.

El orden que hemos acordado es de unos diez minutos deexplicación por su señoría de su currículum, de su trayecto-ria, de sus méritos profesionales o académicos y de todo loque quiera señalar o subrayar, puesto que el currículum ya lotenemos, y una explicación de las razones que le mueven aaceptarla propuesta como candidato a vocal del Tribunal deCuentas. A continuación habrá un turno de intervención delos grupos de menor al mayor y, en su caso, respuesta a laspreguntas que se le puedan formular por su parte.

Tiene la palabra don Lluís Armet.

El señor ARMET I COMA: Muchas gracias, señoraPresidenta, por su amabilidad, pero las disculpas en sucaso no eran, en absoluto, obligadas porque creo que la ce-leridad que está tomando esta Comisión es realmenteejemplar. Por tanto, felicito a todos los que están organi-zando estas sesiones.

Empezaré por decir que, normalmente, en la vida polí-tica siempre he hecho el esfuerzo de situarme un poco pordebajo de lo que yo consideraba que valía. Creo que estoda buenos resultados en favor de la democracia —siemprehe dicho que he sido un trabajador temporal de la demo-cracia— y buenos resultados personales, porque normal-mente he cometido pocos errores. Hoy, intentaré estar unpoco más ajustado a la realidad y, dadas las circunstanciasy sobre todo la importancia de esta Comisión de cara alpresente y al futuro, haré un cierto esfuerzo para remarcarvirtudes características de mi trayectoria profesional y po-lítica, que pueden ser perfectamente consecuentes con elcargo al que en estos momentos aspiro.

Empezaré por ser muy sintético diciendo que vengo deuna tradición profesional muy característica en nuestropaís: el peritaje mercantil, el profesorado mercantil, la in-tendencia mercantil, la carrera de económicas, y esto sehacía simultáneamente estudiando y trabajando. Se traba-jaba por las mañanas normalmente en una empresa de se-guros porque tenía un horario de ocho a tres y esto permi-tía una mejor remuneración, y, por las tardes, se hacía loque se podía, estudiando, y algunos también hacíamos co-sas por las noches; entiéndase bien, me refiero a activida-des, lúdico-políticas, básicamente. (Risas.) Esto formaparte de una generación muy caracterizada por empezar atrabajar a los quince años, y desde, este punto de vista yapuedo decir que tengo veinte años de experiencia profesio-nal significativa, ligada a lo que se pide a los vocales delTribunal de Cuentas, es decir, una experiencia en contabi-lidad, llevada tanto desde la perspectiva de nivelmedio-superior a nivel superior, y podría decir que soy uneconomista especialista en todo lo que es el terreno delanálisis de balances, de contabilidades, de análisis moneta-rios, de contabilidades financieras y de contabilidades pú-blicas.

Desde este punto de vista me gustaría remarcar muybrevemente una experiencia muy intensa en una empresade seguros que trabaja en el campo de contabilidad, segu-ros de vida, reaseguros, siniestros, en la que durante algúntiempo desarrollo una responsabilidad que, por ser joven,fue muy estimulante, de agente de seguros. Es decir elmundo del seguro queda vinculado a mi experiencia, por-que tengo también, aunque no lo he puesto un currículum,la titulación de diplomado en seguros tengo estudios entodo lo que hace referencia a aspectos actuariales y trabajéen el campo de la valoración de los riesgos. En resumen:contabilidad y valoración de riesgo como un elemento fun-damental y apasionante dentro de una trayectoria.

Cuando acabo la carrera de profesorado mercantil, en elaño 1966 paso a ser jefe de contabilidad o jefe administra-tivo. Estamos hablando de edades muy prematuras, peroera corriente en aquella época que gente de mi trayectoriaprofesional ocupara responsabilidades a una edad muytemprana, y yo con 19 ó 20 años era jefe de contabilidad deuna empresa editorial.

Después pasé a trabajar en la empresa ENHER, a travésde un concurso público al que se presentaron 300 personasy en el que cogieron a seis. Participé fundamentalmente enlos aspectos iniciales de la informática —análisis de orga-

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nización informática fue el desarrollo básico que hice— yllegué a realizar como responsable el nuevo plan contablede la empresa. Hay que recordar que era una empresa quetenía centrales hidroeléctricas, centrales térmicas y queparticipaba en centrales nucleares, lo que requería unacontabilidad analítica muy sofisticada para poder hacer uncálculo de costes muy afinado, y sobre todo para repartirlos costes generales a los costes de producción de las cen-trales, que en aquel momento tenía una gran importanciadesde el punto de vista económico.

Puedo decir que en este período acabo la carrera de eco-nómicas y soy propuesto, a los 23 años, como jefe de estu-dios de mercado de la empresa, lo que supuso un ascensode mis encantos personales, porque a los 23 años ser jefede estudio de mercados abre bastantes puertas de cara alfuturo y al presente. (Risas.)

Dentro de esta lógica, que fue una lógica nueva, tuve lasuerte de conectar con uno de mis maestros, el doctorSardá, uno de los mejores monetaristas españoles, un hom-bre del Plan de Estabilización en España, un hombre quesabía tanta economía que lo explicaba con una gran senci-llez. Yo me siento un poco ligado a esta mentalidad, y cu-riosamente, a partir de aquí desarrollo estudios en econo-mía monetaria y me interesa enormemente todo lo que sonlas interrelaciones de los flujos financieros. Puedo decir,con toda modestia, que en esto era un especialista clara-mente valorado.

A continuación entro en el servicio de estudios de unbanco y básicamente desarrolló actividades en la especia-lidad de política monetaria y financiera. Fui la persona quevio claramente sobre la base de la integración de balancesde bancos lo que sería un gran fiasco bancario que se pro-dujo en los años posteriores simplemente por el análisis dela información oficial, y pude alertar a quien pude alertar,lo que fue positivo dentro de un sistema federal y desdeeste punto de vista estoy francamente satisfecho.

Podríamos decir que aquí se acaban veinte años de ex-periencia profesional muy intensa.

¿Qué destacaría? Básicamente destacaría la suerte dehaber estado en un total de seis empresas distintas, cuatrode ellas importantes, así como haber tenido cargos de res-ponsabilidad muy relevantes y siempre ligados a lo quepodemos denominar administración, planificación, organi-zación, planificación contable y, en la última etapa, cono-cimiento de flujos monetarios y estudio en profundidad delos mismos.

A partir de aquí, siendo relativamente joven, con 34años, paso a tener responsabilidades políticas. Pero sólovoy a hacer mención de responsabilidades políticas rela-cionadas con aspectos relevantes en cuanto al posiblecargo que se está analizando en esos momentos.

En primer lugar, fui Consejero de política territorial yobras públicas con el Presidente Tarradellas; trabajar conél fue para mí no sólo estimulante sino enormemente posi-tivo porque aprendí en profundidad lo que debe ser una re-lación, entre Gobierno y Función Pública y entre organiza-ción pública, y me marcó positivamente. Tuve la suerte decontar con el 80 ó 90 por ciento del presupuesto de la Ge-neralit, que era para obras públicas.

Me gustaría señalar que tuve una idea que en aquel mo-mento en España no tenía perspectiva, que era el tema delos ferrocarriles de vía estrecha, los ferrocarriles Feve.Todo el mundo pensaba cerrarlos, pero yo defendí que losferrocarriles de vía estrecha ligados a ámbitos urbanos de-bían integrarse dentro de una autoridad única de trans-porte; existe un decreto firmado por mí defendiendo queesta autoridad de transporte era necesaria sobre la base deuna integración de todas las administraciones públicas queactuaran en el territorio. Con esta perspectiva creé la em-presa pública Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña,fui su primer presidente, y hoy me permito decir con todatranquilidad y rotundidad que es un metro del Vallés, talcomo lo habíamos soñado, como lo habíamos diseñado yperfectamente integrado dentro de la autoridad única detransporte.

También he de decir que alcanzamos un gran acuerdocon el Ministerio de Transportes en relación con la red demetro de Barcelona que no ha sido superado. Fue unacuerdo muy importante realizado con el Ministro Sán-chez Terán, el acuerdo Tarradellas-Sánchez Terán. Natu-ralmente tuve algo que ver con él porque trabajé intensa-mente para conseguir este objetivo. Lo digo porque son as-pectos importantes que tienen una cierta relación con loque estamos analizando.

Lógicamente los aspectos políticos, haber sido o noportavoz, haber estado presente en la primera Comisión deReglamento, haber sido Presidente de distintas comisio-nes, etcétera, forman ya parte de acontecimientos políticosinteresante, pero no me gustaría remarcarlos en excesoporque los conocemos perfectamente.

Quiero comentarles que en el año 1987 me integrocomo primer Teniente de Alcalde en el Ayuntamiento deBarcelona en un momento clave en el siglo XX, desarro-llando todo un conjunto de responsabilidades diversas, yahora sólo intento marcar algunos de los aspectos que con-sidero pueden tener significación.

Se encontró un modelo de cooperación institucional fi-nanciera entre Estado y Ayuntamiento, que fue ejemplar, el«holding» olímpico, llamado concretamente Holsa (el Es-tado poseía el 51 por ciento del capital y el ayuntamientoel 49 por ciento) y que sirvió de mecanismo para anticiparinversiones que se han ido amortizando en los años poste-riores a partir de unas cuotas que pagaban al 50 por cientoel Estado y el Ayuntamiento. Esto era realmente complejo.Yo era el máximo representante del Ayuntamiento de Bar-celona y vicepresidente del Consejo de Administración (elpresidente era el representante del Estado), lo que sincera-mente nos proporcionó un grado de realismo y de expe-riencia nueva en cuanto a administración pública, auditadoy valorado positivamente por el Tribunal de Cuentas.

Es decir, todo el conjunto de responsabilidades impor-tantes públicas y de gestión que he tenido el honor de diri-gir han sido auditado por este Tribunal sin encontrar as-pectos negativos; al contrario, ha habido una valoraciónbásicamente positiva. Y, aunque siempre hay aspectos quese pueden mejorar y no me gustaría ser triunfalista, hayque decir que estamos orgullosos de una gestión que ajustóel presupuesto, lo que era muy difícil, como todos ustedes

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saben. Sobre los presupuestos de inversiones hay autoresque hablan del factor π, que empieza por 100 y acaba por3,1416 trescientos y pico, es una especie de tendencia mal-sana a presupuestar bajo para acabar con una deformaciónbastante considerable.

Con esto quiero decir que seguramente fue la misiónmás importante que realicé en el ayuntamiento de Barce-lona, junto con otras, como ser responsable de urbanismoen una gran ciudad, esto es, llevé a cabo una gestión de na-turaleza económica con una complejidad bastante notable,como ustedes se pueden imaginar. Por ejemplo, mientraslas olimpiadas se estaban desarrollando en la ciudad deBarcelona, como representante de urbanismo me preocu-paba por la calificación de tres millones y medio de metroscuadrados de suelo porque pensaba que lo que se hiciera enaquel momento era clave para el futuro que queríamos di-señar, porque sin una planificación previa podríamos en-contrarnos con un colapso o con presiones especulativasmuy fuertes. Así hay ejemplos muy diversos de operacio-nes de cierta complejidad que tuve el honor de desarrollar.

Una experiencia importante es que fui Presidente deuna empresa mixta, con participación mayoritaria de laempresa privada, para conseguir que toda la enorme difi-cultad que existe en las ciudades para planificar el tema delos colectores tuviera la máxima racionalidad posible.Como ustedes conocen, Barcelona es una ciudad de tipomediterráneo en la que en media hora en septiembre u oc-tubre puede llover lo equivalente al 10 por ciento de lo quellueve en todo el año, lo que requiere un tipo de planifica-ción enormemente compleja en cuanto a depósitos de re-tención y actuaciones muy bien diseñadas para poder ata-car los temas de forma conveniente. Esta colaboración en-tre empresa pública y privada fue ejemplar, porque conce-dimos a la empresa privada unos objetivos y el sector pú-blico actuó no como garante sino como orientador, vigi-lando en todo momento la dirección por objetivos que pre-viamente se había establecido. Diría que fue una experien-cia absolutamente novedosa y muy importante.

En la última etapa de mi vida política, después de ochoaños en el ayuntamiento de Barcelona, desarrollé activida-des más suaves, de un perfil político más bajo, como es ob-vio, más tranquilas, aunque esto no quiere decir que estaren el Senado sea suave o tranquilo (Risas.), pero es evi-dente que estar de Primer Teniente Alcalde de Barcelonacon un «holding» olímpico era un trabajo de tipo ejecutivomás notable.

También he de decirles que me sitúo en un plano de unacierta discreción, si me permiten decirlo —a veces las dis-creciones son obligadas como ustedes pueden suponer— eintento desarrollar todos los cometidos que se ponen pordelante de la forma más coherente posible. Es cierto, y locomentaba hace un momento con la Presidenta, que posi-blemente este perfil político marca desde la siguiente pers-pectiva: Soy una persona que ha vivido en la empresa pri-vada y sé lo que es el realismo de la empresa privada. Soyuna persona que ha vivido el municipalismo y conozco elhiperrealismo existente en el mundo municipal, lo que sig-nifica estar cerca de la demanda social y no poder equivo-carse porque los errores los pagan los ciudadanos, eviden-

temente. He vivido el mundo autonómico, seguramente enun momento glorioso que fue el de su construcción, el mo-mento del sueño de cómo vamos a realizar la autonomíacon toda la eclosión que ello significa de ideas y proyectosy la fuerza de una juventud esperanzada con este tema. Yhe vivido responsabilidades de Estado desde la perspectivade las Cortes Generales que proporcionan un elemento demadurez y lógicamente de suavización, mientras que otrasformulaciones son en ocasiones más deterministas o exce-sivamente especializadas. Esto seguramente permite queúltimamente haya asumido diversas responsabilidades detipo central y, por ejemplo, sea el Presidente de la Asocia-ción para las Naciones Unidas en España, etcétera.

Todo ello hace que dentro de mi trayectoria haya consi-derado la posibilidad de ser candidato a vocal del Tribunalde Cuentas porque era una consecuencia lógica de una ex-periencia. Entraba de lleno en los requisitos legales, en lomarcado por la ley en cuanto se refiere a años de experien-cia. Por poner un ejemplo —y que nadie lo interprete comouna crítica al mundo funcionarial— puedo decirles quepuede ocurrir que una persona con un año de experienciacomo funcionario que pase a servicios especiales y esté 14años en política llegue a ser vocal del Tribunal de Cuentas,y que a una persona con 14 años de experiencia en la em-presa privada y 20 años en la política le falte un año parallegar a tener la experiencia requerida porque en ocasioneslas leyes están como están.

Por tanto, podría decir que soy una especie de producto,de pura sangre de lo que pide la ley, si me permiten la ex-presión, y en esto no soy nada modesto, sino que estoy ab-solutamente centrado en los objetivos que he dicho al prin-cipio que había. No voy a minusvalorar, sino que voy a ha-cer valoraciones ajustadas a lo que se pide según la ley.

Por último, y si me lo permiten, quisiera hacer algúntipo de consideración colateral dentro de esta introducciónquizá un poco apresurada. Si ustedes quieren podría desa-rrollar esta cuestión con mayor profundidad. Llega un mo-mento en el que hay que hablar de la edad.

En mi caso, y para entendernos, en otros países diríanque soy un político maduro o que aún soy joven. Aquí es-tamos en un proceso de renovación generacional sistemá-tica. Es un concepto que creo tiene elementos muy positi-vos, pero también muy negativos. En contabilidad, porejemplo, existe un activo inmaterial que recoge conceptoscomo son el nombre de la empresa, la fuerza que el mismopuede atraer, lo que uno estaría dispuesto a pagar paracomprar el nombre de la empresa a otro; en las grandes or-ganizaciones políticas los inmateriales son personas quetienen un recorrido político digno al servicio de la demo-cracia y consecuente al servicio de sus ideas, personas queen todo momento han asumido correctamente sus respon-sabilidades.

Digo esto con toda sinceridad, porque creo que explicadeterminado tipo de aspectos que a veces me ha comen-tado algún que otro Senador. Me han preguntado bastantesveces cómo era posible que siendo una persona con facili-dad, un buen parlamentario con ideas políticas y alguienque realmente podía dar mucho por la política, me hubieraentrado esta vocación por el Tribunal de Cuentas. En mi

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opinión ello forma parte de una cierta lógica y de un reco-rrido, así como, si me permiten decirlo, de la satisfacciónde poder intervenir en campos políticos profundos y sose-gados, que no sean campos aparentes y coyunturales. In-tento hacer una síntesis un poco improvisada de una deter-minada posición para que se entienda el porqué he optadopor presentarme a este examen con el consenso mayorita-rio a partir de los tres grupos de esta Cámara que, si no meequivoco, representan más del 90 por ciento de los Sena-dores y Senadoras de esta Cámara.

Les rogaría que sus preguntas fueran, además de lasque ustedes deseen formular, pues están en su derecho, lomás profundas e insolentes posible, ya que ello me per-mitiría, no ser insolente, sino defenderme, lo que es miobligación en estos momentos. Cuanto más agudas pue-dan ser mejor.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, SenadorArmet.

Permítame que le felicite por la brillantez al tiempo quela franqueza y la frescura de su intervención.

Comienza ahora el turno de portavoces. Tengo que ex-cusar de nuevo al portavoz del Grupo ParlamentarioMixto, Senador Cámara, que aunque ha estado presenteesta mañana no puede estar aquí esta tarde. Él no es el por-tavoz titular del Grupo Mixto y se ha asignado la portavo-cía a otro Senador que tampoco ha podido asistir.

Corresponde el turno a la portavoz adjunta del GrupoParlamentario de Coalición Canaria, Senadora ClaudinaMorales.

La señora MORALES RODRÍGUEZ: Gracias, señoraPresidenta.

Quisiera saludar a nuestro compañero, Senador Armet,y darle la bienvenida al tiempo que agradecemos su com-parecencia, que ha sido bastante sui géneris. No solamentenos ha expuesto su currículum desde el punto de vista po-lítico, académico y profesional, sino que además ha reali-zado una valoración bastante personal de cada una de susetapas, en las cuales ha puesto mucha ilusión y, tal y comodecía la señora Presidenta, con una frescura digna de ad-miración.

Queremos, en primer lugar, felicitarle por haber sidopropuesto como candidato al Tribunal de Cuentas. Tras es-cuchar su currículum consideramos que reúne las condi-ciones necesarias para ello. Como usted mismo ha ex-puesto, el haber pasado por distintos niveles de la Admi-nistración, así como el haber trabajado en la empresa pri-vada, proporciona una visión completa de lo que podría sersu labor en dicho Tribunal. Como he dicho, entendemosque el currículum avala perfectamente su nombramientopara este cargo de responsabilidad como Consejero delTribunal de Cuentas. Le deseamos suerte y esperamos quefinalmente sea nombrado. Sólo nos resta decirle que leecharemos de menos cuando esté allí y que confiamos enque se acordará de nosotros.

Gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senadora Morales.

Compruebo que no contribuye usted al ruego formu-lado por el Senador Armet en el sentido de que le formulenpreguntas agudas.

La señora MORALES RODRÍGUEZ: No, no vamos aformularle preguntas.

La señora PRESIDENTA: Ese caso, y teniendo encuenta que el Grupo de Senadores Nacionalistas Vascos yaadvirtió que no estaría presente, corresponde el turno alGrupo de Entesa Catalana de Progrés, a cuyo portavozruego que, teniendo en cuenta quién es el compareciente,formule alguna pregunta.

El señor MOLAS I BATLLORI: Señora Presidenta, enatención a usted formularé alguna pregunta al señor com-pareciente. Sin embargo, nuestro Grupo no tiene ningunaduda acerca de las condiciones, conocimiento y trayectoriadel señor Armet. Tenemos esa seguridad anterior a cual-quier pregunta, pero siguiendo su ruego...

La señora PRESIDENTA: Es un ruego del Senador Ar-met.

El señor MOLAS I BATLLORI: Él ha dicho que desea-ba una pregunta aguda, penetrante y, si podía ser, que fueraal fondo de la cuestión. (Risas.) Me voy a limitar a formu-lar una pregunta que sí tiene interés para la Cámara. ¿Quépiensa usted que puede aportar de nuevo o de singular alTribunal de Cuentas?

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Las preguntas de los amigosson siempre las más difíciles de responder.

Tiene la palabra el Senador Armet.

El señor ARMET I COMA: Gracias.Con relación a la primera intervención, que no ha sido

una pregunta sino una consideración personal, sincera-mente quiero agradecer a la portavoz de Coalición Canariael estilo, la forma y el desarrollo de su exposición. Mesiento obligado en este caso. Quiero decirle que siempretendré presente las buenas amistades que he hecho en elSenado, porque soy de esas personas que cree en la hori-zontalidad de la política. No en una horizontalidad exclu-siva pero sí ocasional, que es una de las maravillas másgrandes que se pueden dar en política. Los grupos no soncoherentes, sino que existen pensamientos distintos y enlugares distintos, lo que provoca que puedas entendertecon mucha gente.

La pregunta que me formula el portavoz de Entesa esuna pregunta complicada. Es típico del catedrático quequiere fastidiar al alumno que se presenta a un examen y alque no sabe si va a dar su voto favorable. ¿Qué puede apor-tar una persona como yo? Pues con toda sinceridad, puedeaportar un poco de heterodoxia ortodoxa. Le voy a ponerun ejemplo. En nuestro país se cuida mucho el principio dela legalidad. Algo puede ser legal, es decir, tiene el per-miso del Secretario, del Interventor Delegado, etcétera,

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existe un permiso, pero resulta que cuando se analiza obje-tivamente el hecho en cuestión, éste puede ser una autén-tica barbaridad desde la perspectiva del coste real que hasupuesto para la ciudadanía una determinada inversión pú-blica o una actuación. Seguramente deberíamos entrar mu-cho más en los costes de oportunidad y en los costes deoportunidad comparados e intentar hacer algo que sé quees muy difícil pero a lo que deberíamos acostumbrarnos.Un tribunal de cuentas no lleva todo a enjuiciamiento, sinoque lo que debe hacer es alertar, comparar aspectos, verque en determinado lugar no se ha gestionado muy bien.No se debe interpretar como instancias que pueden ser ins-trumentos políticos para ser utilizados unos contra otros,sino que, de alguna forma, se deben elaborar informes lomás matizados posible, que no quiere decir valientes, perolo cierto es que cuanto más matizado más valiente y más teacercas a la realidad.

¿Qué puedo aportar, modestamente, con mi experienciaprofesional o política? Pues seguramente esta especie depequeña heterodoxia, aquello que no se hace. No estaríamal, por poner un ejemplo, contar con dos o tres ingenie-ros en el Tribunal de Cuentas para que pudieran realizaruna valoración de los costes reales en obras públicas y paracosas de ese tipo, muy sencillas. Yo soy de las personasque creo que los grandes cambios se hacen en base a infi-nitésimos, a posiciones de paso a paso en todas las direc-ciones y muy consensuadas. No hay inventos, sobre todocuando las instituciones son centenarias que lógicamentetienen su orgullo de institución y sus propias inercias. Enmi opinión seguramente esto es lo que yo podría aportar.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Armet.

El señor MOLAS I BATLLORI: Yo he cumplido.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Molas.El portavoz del Grupo de Convergència i Unió ha te-

nido que ausentarse porque tenía gripe. Por tanto, corres-ponde el turno al Grupo Parlamentario Socialista.

Tiene la palabra el Senador Laborda.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

La presencia de don Luis Armet aquí y la evolución delas comparecencias me han generado cierta dificultad,quizá una sensación de incomodidad por todo lo que ya co-nocemos quienes estamos en esta sala.

Voy a exponer al Senador Armet la consideración quehe hecho a los demás comparecientes y candidatos res-pecto de la posición del Grupo Parlamentario Socialista,aunque él lo conoce y no necesita de mayor explicación, yla situación en la que nos encontramos debido a la fracturadel consenso. No desearíamos que en las circunstanciasactuales, sin haberse restablecido el consenso, este dicta-men llegara a Pleno, porque no podríamos dar el paso paravotar esa candidatura, ya que entendemos que la lógica esque se mantenga y se restaure el consenso inicial y paraeso no reiteraré más lo que es necesario. Yo creo que esbastante fácil y se espera del miembro del Gobierno que lo

haga, pero no por una cuestión meramente formal, sinoporque esto es lo que yo quisiera que en esta tarde acen-tuara la demanda de restauración del consenso.

Yo le quiero preguntar al Senador Armet algo que tieneque ver con la política. Me parece que este trámite no essimplemente un trámite para conocer la competencia pro-fesional, acreditadísima, de Luis Armet, su imaginación enlos terrenos económicos y contables, cosa que ha quedadoacreditada, además de su buen humor, sino para pregun-tarle qué siente un catalanista acreditado como usted, si lascosas van como todos deseamos, al entrar en el órgano talvez más antiguo de la organización estatal española. Si nome equivoco, el Tribunal de Cuentas existe antes que elConsejo de Estado, desde el siglo XIV o XV. Por algunasaficiones confesables que yo tengo de mirar papeles, re-cuerdo que hay largos estantes en el Archivo de Simancasdonde figura el Tribunal de Cuentas primera etapa, se-gunda etapa y tercera etapa. Quiero que me dé esa simplerespuesta, porque es evidente que el Tribunal de Cuentashoy no solamente es un organismo de fiscalización, sinotambién es un garante del funcionamiento democrático delEstado. Me interesa —si puede ser— que me responda aesa pregunta, reiterándole de nuevo la dificultad en la quenos encontramos debido a la imprudencia que cometió ensu momento el Vicepresidente del Gobierno.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra, señor Ar-met.

El señor ARMET I COMA: Gracias, señora Presidenta.Intentaré ser lo más claro posible en relación con este

tema. En mi persona hay un hecho que tiene una cierta im-portancia, y es que soy Senador y soy representante de estaCasa, con todo lo que esto representa, con la carga emo-cional que esto supone. He hecho un esfuerzo extraordina-rio a nivel personal para distinguir en todo momento mi ac-tuación como Senador, que es mi situación actual. En losúltimos meses, y ustedes lo han podido comprobar, he re-ducido la intensidad de mis participaciones claramente.Esto lo he hecho por una cuestión de prudencia y, si mepermiten, de elegancia institucional. Soy una persona queestá optando a otra realidad y tiene que tener un cierto pro-ceso. La máxima satisfacción de este Senador es que sisale como vocal para el Tribunal de Cuentas ha sido enfunción de un amplio consenso democrático, porque no sepuede contemplar de otra forma. Contemplarlo de otraforma sería vulnerar la propia naturaleza del Senador.Cuando he entrado en esta sala, entraba como candidato nocomo Senador, con todas las consecuencias que esto com-porta. Desde este punto de vista, quiero decir con toda cla-ridad que no es mi ilusión, sino que es lo que nos indica elmandato constitucional, que sólo un Senador puede acep-tar un cargo de esta naturaleza cuando forma parte de ungran acuerdo parlamentario. En este caso existía potencial-mente, y por eso se han iniciado los pasos, un acuerdo par-lamentario de alto nivel, cuantitativamente hablando. Yono voy a entrar en la naturaleza ni en si me parece bien ono la existencia o no de algún grupo parlamentario que se

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puede no sentir representado, pero sí decir que se había al-canzado una situación de ese tipo. Me gustaría ser muyclaro, por una razón muy simple, porque vuelves a una po-sición política que es la posición que tus electores te handesignado. Tú estabas dispuesto a dar el paso como candi-dato en función de un apoyo incuestionable. Si la personafuera representante ante una situación institucionalmenteasimétrica, la debilidad que entraría en la institución no fa-vorecería a ésta ni a la persona. Hago un comentario gené-rico, no estoy atribuyendo responsabilidades en este caso anadie, porque yo vengo aquí como candidato de un con-senso, no como representante de una fuerza política. Estose debe entender así porque es exactamente así.

En cuanto al último comentario del amigo Juanjo —eneste caso permítame que le diga amigo porque lo somos ya veces nos gusta discutir de historia—, quiero recordarleque en la Generalitat de Cataluña no era un gobierno, eranrecaudadores de impuestos y los vigilaban. Al principio to-dos los gobiernos políticos siempre han tenido, ya en el si-glo XIV, una naturaleza de tipo fiscal controladora. Ese do-ble juego es el principio de la esencia de la democracia,como es lógico. La pregunta tiene una gran dimensión po-lítica. ¿Qué hace un catalanista como tú en un sitio comoéste?, para entendernos. Ésta es la pregunta, que es de uncalado enorme. Soy una persona con la trayectoria quetengo, que siempre he defendido las posiciones que he de-fendido, que he luchado siempre sobre la base de los prin-cipios constitucionales y estatutarios, que estoy abierto acualquier movimiento que pueda significar una mejora enlas relaciones entre las instituciones del país y que he lu-chado y he sacrificado muchas cosas en función de unacosa que me ha parecido esencial: el sacrificio que han he-cho muchos hombres y mujeres para que las cosas fueranrazonablemente bien. Puedo decir que de esta trayectoriademocrática estoy claramente contento desde un punto devista de un balance histórico, y esto me da una especie deplus de responsabilidad que me permite optar con ilusión auna institución como el Tribunal de Cuentas, que es unainstitución que seguramente viene de tradiciones muy dis-tintas, pero que ahora está en coordinación con las Comu-nidades Autónomas y en relación con corporaciones loca-les, es decir, su trabajo responde a la nueva realidad cons-titucional española. Ésta sería la explicación, sin decir unacosa que no voy a decir, y es que era la vocación de mivida. Eso no lo voy a decir porque sería una especie de de-satino —las cosas son como son— pero sí que es un obje-tivo enormemente positivo en función de unos conoci-mientos, de una trayectoria, de una realidad —y le diré unacosa muy clara— y de una estimación profunda a la Es-paña democrática.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.Turno del Grupo Parlamentario Popular. El Senador

González Pons tiene la palabra.

El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señoraPresidenta.

El Senador Armet, el candidato Armet ha pedido que lehagamos preguntas insidiosas y dadas las dos que le han

hecho sus amigos, yo una vez más, como tengo por cos-tumbre, no voy a hacerle caso y estoy convencido de quemi pregunta resultará muy sencilla de contestar. (Risas.)

Me permitirá que empiece por decirle y por aclarar queusted hoy es mi candidato. La política tiene estas cosas.Usted hoy dice que ha entrado por la puerta como candi-dato y es verdad, ha entrado como candidato del PartidoPopular porque hoy, por las cosas de la política, que ustedsabe mucho mejor que yo que son curiosas y a veces va-riopintas, le han convertido a usted en el candidato del Par-tido Popular.

Yo voy a eludir hacer la intervención que vengo ha-ciendo a lo largo de todo el día y que volveré a hacer pos-teriormente, porque cuando estoy ante el candidato Armetestoy ante un amigo, ante una persona a la que respeto ycuya cualificación no sólo no dudo, sino que además estoydispuesto a proclamar. Por 1o tanto, ruego a quienes leye-ren el «Diario de Sesiones» que tengan por reproducidosaquí cuantos argumentos utilicé con anterioridad y me voya permitir aquí hacer una intervención distinta. Los avata-res de la política, Senador Armet, le llevan a usted hoy aser mi candidato. Para mí eso es una oportunidad y un ho-nor. Es una oportunidad —se lo voy a decir con la mismafranqueza con la que usted se ha dirigido a nosotros— por-que a mí me va a venir muy bien que usted se vaya de laCámara y por eso voy a alentar al máximo su candidatura,empujándola tanto como pueda. (Risas.)

Los grupos de oposición, perdiendo a Lluis Armet,desde luego pierden a uno de los parlamentarios más bri-llantes, más inteligentes, más imaginativos y, al mismotiempo, mejor preparados. Yo no sé si está bien o está malhablar de ausentes en esta Comisión, pero le aseguro que sitodo va como tiene que ir hoy —seguramente me equivo-caré porque entre las filas socialistas y las filas de la Entesahay magníficos parlamentarios—, en mi ingenuidad su-prema, sin el Senador Octavio Granado y sin el SenadorLluis Armet, yo afronto el debate de presupuestos de esteaño con la ilusión de un chiquillo para que lleguen las Na-vidades. Senador Armet, el mejor elogio que puedo decirde su persona es que, como parlamentario de un grupocontrario, me alegro de que se marche, porque es usted delos mejores parlamentarios que he conocido en mi vida, yya van siendo muchos los que he conocido. Además, notengo nada que decir ni de su persona ni de su personali-dad. Y de ahí viene mi segunda apreciación: es un honor.

Seguramente este proceso terminará, como terminan to-dos los procesos políticos; acabaremos cumpliendo cadauno con nuestro papel. Seguramente todo terminará sa-liendo bien, porque al final todo termina saliendo bien, yyo a los avatares que hoy hemos pasado le deberé segura-mente un día muy largo y muy cansado, también algunamalquerencia de mis compañeros de mesa, porque me healargado más de lo debido en alguna intervención, segura-mente algún disgusto, pero créame si le digo con sinceri-dad que al día de hoy le deberé un honor, y es el de habersostenido su candidatura. La historia habrá permitido, poresos recovecos, que yo, una vez haya sostenido su candi-datura —y créame que eso es algo que me satisface—, lasostenga con la convicción profunda —y he sostenido to-

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das las demás— de que no nos equivocamos cuando vaya-mos a elegirle.

Yo debería eludir el hacer preguntas, y de hecho pensabano hacer ninguna, pero tengo que hacerla al hilo de su úl-tima intervención. Usted sabe, Senador Armet, que no cabela candidatura bajo condición. Usted es candidato o no escandidato. Por supuesto que yo acepto y entiendo que usteddiga que, en el caso de ser elegido sin consenso, renunciaráa la elección —más o menos eso es lo que ha venido a de-cir—. Tal vez habría que añadir que probablemente sin elconsenso no resultaría elegido, pero seguramente aden-trarme en ese recoveco sería ponerme en una posición en laque ni usted ni yo queremos estar. Pero sí me gustaría quequedara constancia de que usted en este momento aceptaseguir, siendo candidato, no por nada, sino para que nohaya confusiones, porque usted tiene la certeza jurídica,que tengo yo mismo, de que los candidatos no se puedensometer a condiciones: o son o no son, y después lo que us-ted haga en el futuro es otra cuestión, como lo que yo hagaen el futuro es otra cuestión. Para el futuro, Senador Armet,mis mejores deseos, no sólo porque estoy convencido deque el consenso se va a restablecer, sino porque estoy con-vencido de que hoy se está restableciendo. Pero para el pre-sente, en el cual ya le digo que me honro con sostener sucandidatura, a mí me gustaría que usted me aclarara si siguesiendo candidato, dado que sabe tan bien como yo que lacandidatura bajo condición no es una figura jurídica, no esuna posibilidad que nuestro Reglamento contemple.

Nada más y muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.Tiene la palabra, Senador Armet.

El señor ARMET I COMA: Muchas gracias, señoraPresidenta.

En primer lugar, voy a responder a ese aspecto de queme vaya de la Cámara, y eso tiene un problema enorme,porque usted puede empeorar; si no tiene buenos espada-chines delante, usted se puede dormir, puede perder fuerza,puede perder estímulos (Risas.), y, como mínimo, unoscuantos estímulos creativos dentro de la oposición son ab-solutamente necesarios para agudizar el ingenio y estar aldía; es la gimnástica parlamentaria, que yo diría que esmuy importante. Es la única cosa en la que me gustaría noestar de acuerdo con usted.

En relación al tema planteado en último lugar, como es-tamos en un ámbito de sinceridad le voy a decir que hecontemplado la situación política con una cierta desazón,con una preocupación profunda por lo que significa. Enningún momento he dado mi opinión política personal,porque era un candidato, y eso lo he sabido distinguir, y sise me ha pedido opinión no he querido dar la mía personal,y lo único que sí me ha interesado, tal y como han ido lascosas, es saber que no quedará afectada la valoración pro-fesional de ninguno de los candidatos. Si se producía un le-gítimo posicionamiento de autoexclusión como candidato,se producía la imposibilidad de asistir a la sesión de con-trol, que nos marca el ordenamiento vigente, y para mí eramuy importante esta sesión porque, tal y como había ido el

debate durante tres meses, podían aparecer cuestionadosalgunos perfiles significativos de los candidatos. Habíaque hacer en primer lugar una regularización: situar las co-sas al nivel de donde nunca deberían haber salido, porquesi alguna persona hubiera sabido a priori que su nombre es-taría al pie de los caballos, no hubiera aceptado nunca sercandidato. A partir de ahí había que restablecer un equili-brio, que era el equilibrio de la dignidad personal y de ladignidad institucional, porque sin esto nada es posible enel futuro. Y obviamente, desde este punto de vista, y res-pondiendo a su pregunta concreta, yo he venido aquí comocandidato, con pleno acuerdo en este caso con mi grupopolítico, de la misma forma que he expresado una opinión,que podía ser finalista, dentro de una hipótesis que yo de-seo que no se afirme, sino que se afirme la hipótesis delconsenso, pero si se produjera una situación de ese tipo,obviamente yo querría ser un candidato de consenso.

El peligro que puede haber es que cuestionando perso-nas, cuestionando situaciones, generalizando situacionespersonales, digamos, queden debilitadas las personas, loscandidatos, e indirectamente las instituciones. Desde estepunto de vista, me he situado en una posición absoluta-mente institucional. Yo prefiero que vayan bien los órga-nos constitucionales, lo mejor posible, que sean lo más só-lidos posible, más que el interés que tengo como candi-dato; pero esto me obliga a continuar siendo candidatohasta el momento en que no pudiera serlo por lo que he di-cho al principio.

Por último, deseo francamente que se pueda llegar a unacuerdo que facilite el restablecimiento del consenso.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Armet. (Elseñor González Pons pide la palabra.) Tiene la palabra,señoría.

El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señoraPresidenta.

Senador Armet, por mantenerme en forma soy capaz deseguirle hasta el Tribunal de Cuentas y seguir allí los de-bates de los que ahora nos vamos a privar, pese a que yonunca mantuve un debate con usted porque, con sus cono-cimientos de economía y de administración local en loscampos en los que usted se movía, siempre estuve segurode perderlo.

Por lo que deduzco —y ya termino— de sus últimas pa-labras, entiendo que usted acepta seguir siendo candidato yque sigue siendo candidato en el proceso.

Nada más y muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.¿Alguna otra pregunta o intervención? (Pausa.) En ese

caso, Senador Armet, cuando quiera puede retirarse, agra-deciéndole mucho su comparecencia. (Pausa.)

— DE DON JAVIER MEDINA GUIJARRO.

La señora PRESIDENTA: Supongo que ya tiene conoci-miento de que la fórmula que se ha acordado es que el com-

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pareciente interviene durante diez minutos para explicar sutrayectoria profesional, académica y de cualquier otro tipoque considere le hace acreedor de la propuesta de candidatoa vocal del Tribunal de Cuentas que en este momento estásiendo examinada por esta Comisión de Nombramientos.

Cuando terminen su intervención los grupos políticos,en orden de menor a mayor le formularán preguntas, le ha-rán sugerencias o cualesquiera otras consideraciones quedeseen hacer constar en acta.

Tiene la palabra el señor compareciente.

El señor MEDINA GUIJARRO: Mi fecha de naci-miento es el día 10 de septiembre de 1956. Nací en Ma-drid, estoy casado y tengo cuatro hijos. Estudié en Madridel bachillerato y entre 1973 y 1978 cursé los estudios deDerecho en la Universidad Complutense de Madrid, dondeme gradué en 1981.

En 1979 oposité al Cuerpo que entonces se llamaba Es-pecial Técnico de Censores Letrados y Contables del Tri-bunal de Cuentas, hoy Cuerpo de Letrados del Tribunal deCuentas por mor de la Ley de funcionamiento del Tribu-nal. Desde aquel año hasta ahora vengo prestando mis ser-vicios en el Tribunal. En primer lugar, desde 1979 hasta1982 estuve destinado en la que podría considerarse hoy laSección de Fiscalización de la Institución, y el día 1 deseptiembre de 1982 me incorporé a la Sección de Enjuicia-miento, donde desde esa fecha estoy prestando mis servi-cios, primero en el puesto de trabajo entonces denominadoDelegado Instructor de Procedimientos Jurisdiccionales,hasta que el día 1 de julio de 1986 fui designado Jefe deDivisión de la Sección de Enjuiciamiento con nivel decomplemento de destino 30.

En 1990 fui designado Director Técnico del Departa-mento Segundo de la Sección de Enjuiciamiento, nombra-miento que duró hasta 1998, en que fui designado para elmismo puesto aunque en la Presidencia de la Sección deEnjuiciamiento, puesto que desempeño en la actualidad.

Mi actividad funcionarial la he simultaneado con tareasdocentes. En primer lugar, como Profesor Colaborador dela Cátedra de Derecho Civil de la Universidad Complu-tense de Madrid. También obtuve en el año 1985 el títulode Censor Jurado de Cuentas y el de Auditor Inscrito en elRegistro Oficial de Auditores de Cuentas. Desde 1993hasta 1999 he desempeñado el puesto de Profesor Aso-ciado de Derecho Administrativo de la Universidad CarlosIII de Madrid. He desempeñado y desempeño labores do-centes en el Instituto de Empresa de Madrid como Profesordel Máster en Asesoría Jurídica en la parte de Derechocontencioso-administrativo.

He publicado diversos libros relacionados con materiajurídica y también artículos en revistas especializadas fun-damentalmente de materia relativa al Tribunal de Cuentas.Soy colaborador asiduo de la revista de Derecho Finan-ciero de la editorial Civitas, también colaboro con la edito-rial La Ley, y asimismo con la Revista Española de Con-trol Externo.

Por último, fui distinguido por Orden Ministerial de 6de diciembre de 1995 con la Cruz de Primera Clase de SanRaimundo de Peñafort.

La señora PRESIDENTA: Señor Medina, en primer lu-gar, le pedimos disculpas por el retraso que ha habido en sucomparecencia.

Le agradecemos la presentación de su currículum, queresulta impresionante, y el pequeño resumen que acaba dehacer.

Quisiera comentarle una cosa porque creo que ha ha-bido un pequeño error. En su currículum figura que se li-cencio en Derecho en 1973, y sin embargo usted nació en1956. Me sorprende que a los 17 años se licenciara en De-recho. Deseo que nos lo aclare.

El señor MEDINA GUIJARRO: Es un error, señora Pre-sidenta. Lo que hice en el año 1973 fue empezar los estudiosde Derecho: Por tanto, hasta 1978 no obtuve la licenciatura.

La señora PRESIDENTA: Está bien. Muchas gracias.Entramos en los turnos de intervención de los grupos

políticos.Tiene la palabra la portavoz adjunta de Coalición Cana-

ria.

La señora MORALES RODRÍGUEZ: Quiero agrade-cer a don Javier Medina su comparecencia ante esta Comi-sión y felicitarle por haber sido propuesto como candidatoal Tribunal de Cuentas.

Por el currículum que teníamos en nuestras manos y porsu propia comparecencia vemos que usted es un perfectoconocedor del Tribunal de Cuentas. Debo felicitarle tam-bién por su carrera docente y por ser un estudioso dadassus publicaciones, sus artículos sobre temas relacionadoscon cuestiones relativas a su nombramiento como vocaldel Tribunal de Cuentas.

El Grupo de Coalición Canaria no va a formularle nin-guna pregunta, pero queremos que conste que usted nosparece una persona idónea para asumir la responsabilidadde consejero en ese órgano.

Le deseamos suerte si llega usted a ser nombradomiembro de ese Tribunal.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, SenadoraMorales.

Tiene la palabra el Senador Molas por el Grupo Parla-mentario Entesa Catalana de Progrés.

El señor MOLAS I BATLLORI: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Yo me he estudiado su currículum y me parece ade-cuado para el cargo para el cual comparece. Por tanto, notengo ninguna pregunta complementaria que formularle.

Por tanto, le agradezco su comparecencia.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador.Excusamos la presencia del Senador Marimon.Por el Grupo Parlamentario Socialista tiene la palabra

el Senador Laborda.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

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Señor Medina, he tenido la oportunidad de leer con dete-nimiento su currículum. Algunos de quienes estamos en esteórgano conocemos su trayectoria profesional en el Tribunalde Cuentas por nuestra cercanía a algunos de los magistradosde ese Tribunal. Creo que es usted una persona perfecta-mente capacitada desde el punto de vista legal y de la cuali-ficación y brillantez de su actividad intelectual y profesional.

Tan sólo quiero hacerle una pregunta que es la siguiente:¿Cree usted que hay alguna dificultad para dar ese salto ha-biendo estado como funcionario en el Tribunal y llegar a te-ner la responsabilidad de ser consejero del mismo?

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Laborda.Tiene la palabra el compareciente.

El señor MEDINA GUIJARRO: Creo que no. Creo queno existe ninguna incompatibilidad o ninguna dificultad.Si acaso todo lo contrario. Precisamente el haber prestadoservicios durante un tiempo en el Tribunal lo que produceson conocimientos y experiencia que creo se pueden apli-car con perspectiva distinta como consejero del Tribunal.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias.Le reiteraré las circunstancias que usted conoce ya que

ha estado asistiendo a las comparecencias.Por supuesto que doy perfecto crédito a su cualificación

profesional. Sin embargo, otras circunstancias políticasexplican la decisión de retirar la firma de su candidaturajunto con las de los demás miembros y las consecuenciasque esto trae aparejadas.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA. Gracias, Senador Laborda.Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra el

Senador González Pons.

El señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señoraPresidenta.

Señor Medina, muchas gracias por haber asistido a estasesión.

Quiero felicitarle por su trayectoria profesional y por laexposición de su currículum, así como por los proyectos enque ha venido trabajando. Creemos desde mi Grupo Parla-mentario que reúne todos los requisitos para poder formarparte del Tribunal al cual le estamos proponiendo. Éste esuno de los motivos, entre otros, por el que el Grupo Parla-mentario Popular sigue manteniendo su candidatura y porel que usted comparece hoy ante esta Comisión, para irperfeccionando los distintos pasos que tendrán lugar si esque todo sale como nosotros deseamos, su elección comoConsejero al Tribunal de Cuentas.

Quisiera, si usted no tiene inconveniente, y aunque estéavanzada la tarde, que nos expusiera brevemente cuálesson sus proyectos para el Tribunal de Cuentas, qué cosascree usted que debería cambiar el Tribunal en los próximosaños y, por ello, cuál cree que va a ser su aportación si fi-nalmente resulta elegido para este órgano.

Reitero mi felicitación y mi agradecimiento por su pre-sencia y la confianza de mi Grupo Parlamentario en su

currículum profesional como una de las causas por las cua-les mantenemos su candidatura.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.Tiene la palabra el señor compareciente.

El señor MEDINA GUIJARRO: Muchas gracias.Mis proyectos son, en principio, trabajar para el Tribu-

nal con mucha ilusión, pero es un órgano colegiado y yoespero, desde luego, contribuir a conseguir lo que sea en elTribunal pero siempre fruto precisamente de un consensoen ese Tribunal.

En cualquier caso, si al final se produce el nombra-miento y mi destino fuera en la sección de fiscalización,dependería. Yo creo que el Tribunal, en el ámbito de la fis-calización, tiene que conseguir coordinarse más tanto conel Tribunal de Cuentas Europeo como con los tribunalesautonómicos, con los órganos de control externo del Tri-bunal. Yo creo que ésa es una de las facetas que, desde mipunto de vista, debería de trabajar más el Tribunal.

En otras materias también, como en partidos políticos,o también, desde mi punto de vista, creo que es fundamen-tal aumentar el control sobre las entidades locales. Las cor-poraciones locales, desde el punto de vista del control,creo que están más necesitadas que nunca de un órgano decontrol externo, como es el Tribunal. En muchas ocasionesse encuentran en esta faceta financiera excesivamente ais-ladas y creo que el Tribunal puede contribuir a fortaleceresa situación en la que se encuentran.

Si por el contrario mi destino es en la Sección de Enjui-ciamiento, creo que hoy día esta sección, desde el año 1982,ha ido creciendo. Desde la Ley Orgánica de ese año yo creoque la jurisdicción del Tribunal se ha consolidado, sin lugara dudas, pero es cierto que quizás a estas alturas creo que se-ría beneficioso intentar algún tipo de modificación legisla-tivo de tipo procesal que tendiera a la agilización de los pro-cedimientos, sobre todo si tenemos en cuenta que los proce-sos del Tribunal vienen definidos en la Ley por remisión aotras leyes procesales que, durante este tiempo, se han mo-dificado, como la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Ad-ministrativa, la Ley de Enjuiciamiento Civil y, sin embargo,las remisiones que contiene nuestra Ley, en el año 1988, si-guen siendo a las leyes que estaban vigentes en el año 1988.Creo que esa adecuación contribuiría, sin lugar a dudas, auna agilización de los procedimientos del Tribunal.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor com-pareciente.

¿Alguna otra intervención? (Pausa.)No siendo así, puede usted retirarse.Muchas gracias. (Pausa.)

— DE DON UBALDO NIETO DE ALBA.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias por su com-parecencia y le pido disculpas por el retraso que llevamosen esta tarde.

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Le indico que el procedimiento que se ha acordado porparte de los grupos parlamentarios es que los candidatos avocales del Tribunal de Cuentas pueden hacer una inter-vención de aproximadamente diez minutos glosando sucurrículum, su trayectoria, sus méritos académicos y pro-fesionales y las condiciones que creen que reúnen paravolver a ser, en su caso, candidatos a ocupar un lugar,como vocal, en el Tribunal de Cuentas del Reino.

Después de su intervención habrá un turno para los gru-pos políticos de menor a mayor en que podrán formularlepreguntas o hacer cualesquiera consideraciones que esti-men oportunas. Las preguntas serán contestadas por elcompareciente.

Tiene la palabra don Ubaldo Nieto.

El señor NIETO DE ALBA: En cuanto al currículum,empezaré por los títulos y las oposiciones.

Soy actuario de seguros con premio extraordinario definal de carrera y Doctor y licenciado en Ciencias Econó-micas también con premio extraordinario.

En cuanto a las oposiciones, tengo dos cátedras, una deescuelas universitarias y otra de la Facultad de Económi-cas. Soy inspector de finanzas, estadístico facultativo, cen-sor jurado de cuentas, en fin, el currículum obedece aquien ha leído un libro en su vida cuando era estudiante yse decía que el que en España no hereda una posición tieneque hacer una oposición. Eso lo decía el libro, pero des-pués el libro de la vida real me ha hecho contabilizar encuentas de orden doce oposiciones, siete realizadas y cincoganadas.

Por lo que se refiere a los cargos, yo he sido siempre unprofesional, tanto como estadístico facultativo, despuéscomo inspector del Ministerio de Hacienda, desempeñétambién en mi carrera académica el cargo de Decano de laFacultad de Económicas en unos momentos muy compli-cados, concretamente de 1970 a 1973, es decir, me estrenécon el proceso de Burgos y terminé el mandato con el ase-sinato de Carrero Blanco.

Fui Senador por la UCD en la etapa de la transición, sibien antes había contribuido a fundar el Partido Liberal. Ala UCD fui como independiente. Asimismo, fui Senadoren las Cortes Constituyentes y en la primera legislatura.

A partir de entonces pasé de Consejero al Tribunal deCuentas, donde llevé el Departamento Financiero, despuésfui Presidente de la Sección de Fiscalización y actualmentesoy el Presidente de esta Institución.

He sido miembro como actuario del Instituto de Actua-rios, como economista del Consejo de Economistas, comocensor jurado de cuentas y soy académico de la Real Aca-demia de Ciencias Económicas.

En mi etapa de Decano se me concedió la Encomiendade Alfonso Diez el Sabio y en mi etapa en el Instituto Na-cional de Previsión, donde fui subdelegado, se me otorgóla Cruz de Oro de la Seguridad Social y como constitu-yente la Orden del Mérito Constitucional.

Lo que no puedo es, porque no me llegarían los diez mi-nutos, leer el currículum de trabajos y publicaciones, peroen síntesis diré que andará por los doce libros publicados yunos sesenta, setenta u ochenta artículos.

Asimismo he dado conferencias sobre temas de econo-mía y aspectos relacionados con la profesión.

Naturalmente es un currículum que obedece a unosprincipios que yo, a lo largo de mi vida, no los compartomucho, que es tener méritos de origen por haber hechooposiciones, por tener títulos universitarios. Prefiero laslegitimidades de ejercicio, del día a día, que no estas legi-timidades que le da a uno el haber sido número uno deoposiciones o el tener demasiados títulos universitarios.

En cuanto a mi trayectoria profesional, aparte de mi ac-tuación en el Ministerio de Hacienda, he venido desarro-llando mis funciones fundamentalmente en el Tribunal deCuentas, de lo que estoy bastante orgulloso y me precio deconocer bastante bien.

No voy a cansar a sus señorías con más argumentos.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.Comienza, entonces, el turno de intervenciones de los

grupos parlamentarios. Excusamos al portavoz del GrupoParlamentario Mixto, que está ausente esta tarde.

Tiene la palabra la portavoz adjunta del Grupo Parlamen-tario de Coalición Canaria, la Senadora Claudina Morales.

La señora MORALES RODRÍGUEZ: Muchas gracias,señora Presidenta.

El Grupo Parlamentario de Coalición Canaria no va aformularle ninguna pregunta a don Ubaldo Nieto, pero síqueremos aprovechar este turno para agradecerle su com-parecencia y felicitarle por su candidatura a Consejero delTribunal de Cuentas.

No tenemos nada que decir del currículum que nos hadetallado. Desde luego, siendo Consejero del Tribunal deCuentas desde 1982 y actual Presidente, entendemos quees un gran conocedor de esta entidad.

Por lo tanto, sepa que cuenta con nuestro apoyo, porqueentendemos que su currículum avala su nombramientopara este cargo, y le deseamos suerte en el caso de que, fi-nalmente, se produzcan los nombramientos.

La señora PRESIDENTA: Gracias, doña Claudina.En nombre del Grupo Parlamentario Entesa Catalana

de Progrés, tiene la palabra el Senador Molas.

El señor MOLAS I BATLLORI: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

Creo que es obvio que una persona que ha sido Conse-jero del Tribunal de Cuentas durante veinte años y es ac-tualmente su Presidente está habilitado de sobra. Toda sutrayectoria profesional como miembro del Tribunal deCuentas es conocida, y a ella me remito para no formularlepreguntas al respecto.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Molas.El Senador Laborda, en nombre del Grupo Parlamenta-

rio Socialista, tiene la palabra.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, se-ñora Presidenta.

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Yo tampoco voy a formularle ninguna pregunta al señorNieto de Alba, Presidente en funciones del Tribunal.

Me consta suficientemente, por su función en el Tribu-nal desde el año 1982 y por el privilegio que tuve de con-vivir con él durante dos legislaturas en esta Cámara, sucualificación, su estilo político y su categoría intelectual.

Como le he venido reiterando a cada uno de los com-parecientes, tengo que decirle que, habiéndole votado enotras ocasiones para el mismo órgano, en este momento,por razones que nada tienen que ver con su cualificaciónprofesional y a pesar de la alta estima que le tengo, he-mos retirado la firma de la candidatura ante nuestra peti-ción de que se rectifiquen las opiniones vertidas por elVicepresidente del Gobierno, que, en nuestra opinión,afectan al núcleo del acuerdo y a la buena fe con la quefue suscrito en tanto que hubo derivadas que afectaban aotras personas. Ésa es la razón por la que en estos mo-mentos hemos retirado nuestra firma y no hemos suscritola candidatura.

Estimamos que tal vez pueda restaurarse el consenso.En todo caso, creemos que es necesario lograr la restaura-ción del consenso antes de que este dictamen sea elevado aPleno.

Nada más y muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, Senador Laborda.En nombre del Grupo Parlamentario Popular en el Se-

nado, tiene la palabra el Senador González Pons.

E1 señor GONZÁLEZ PONS: Muchas gracias, señoraPresidenta.

Tampoco mi grupo parlamentario le hará preguntas,pero no quiero dejar de manifestarle nuestro agradeci-miento por su presencia y nuestra felicitación por su tra-yectoria.

Quiero, además, sumarme a las palabras de los portavo-ces que me han precedido en el uso de la palabra a la horade decir que no existe una cualificación mayor que la dehaber sido miembro de ese Tribunal y ocupar la Presiden-cia; porque quien estuvo cualificado en el pasado todavíalo está más en el futuro. En su caso, es muy obvio que esun honor para nosotros mantenerle como candidato y pro-curar propiciar su reelección para tan alto órgano.

Me ha hecho gracia, y me va a permitir que en tono deanécdota lo refleje, que a veces un detalle aparentementemínimo pueda decir más de nuestro carácter que todo uncurrículum. Yo he leído su currículum, que es realmenteimpresionante y dice mucho del gran economista teóricoante el que estamos, pero en su intervención se le ha coladoun guiño involuntario que pone de manifiesto el econo-mista que en realidad es. Cuando se ha referido con orgu-llo a la encomienda que usted tiene, la ha llamado placa deAlfonso diez el Sabio en lugar de Alfonso décimo, comohubiera hecho cualquiera que no sacara conclusiones nu-méricas hasta del título histórico de un rey aplicado a unacondecoración.

Creo que sólo ese gesto vale para probar que cuando ha-blamos de Ubaldo Nieto nos referimos a un contable privi-legiado y a un auténtico científico. Por lo tanto, a quien es

merecedor de la placa de Alfonso diez no tengo más queagradecerle su presencia, felicitarle y ofrecerle mis mejo-res deseos para que el consenso se restablezca.

Es, probablemente, mi última intervención en la sesiónde hoy, y hago votos para que seamos capaces de restable-cer ese consenso antes de que se produzca la votación delas candidaturas que hoy han sido examinadas. Creo quesin consenso no deben renovarse los órganos constitucio-nales.

Muchas gracias, señora Presidenta.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señoría.Gracias al compareciente, don Ubaldo Nieto. ¿Quiere

añadir algo más, don Ubaldo?

El señor NIETO DE ALBA: Simplemente, quiero dar-les las gracias por los elogios.

En cuanto a las consideraciones que se han hecho aquí,los comparecientes estamos a la espera de que se alcancenesos acuerdos y consensos. Entiendo, que a partir de ellosuno deja de tener orígenes para transformarse en elementode una institución que tiene que ser creíble y aceptable so-cialmente para que sea eficaz técnicamente. En el ámbitosocial de poco vale la eficacia técnica si no va acompañadade elementos de credibilidad y de aceptación.

En cuanto a las palabras del señor Laborda, que fuimoscompañeros, tengo que darle las gracias y decir que sé quees hombre de consenso y acuerdo. Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señor UbaldoNieto. Puede retirarse cuando quiera.

Señorías, procede que leamos la redacción que proponeel Secretario como dictamen de la Comisión, que sería:Una vez oídos los candidatos, la Comisión de Nombra-mientos, en cumplimiento de lo previsto por el artículo185.6 del Reglamento, ha acordado por mayoría de losmiembros presentes informar favorablemente a la Cámararespecto a la idoneidad de los candidatos presentados. Losgrupos parlamentarios Socialista y Entesa Catalana deProgrés se abstienen en la votación del dictamen, porcuanto están en disconformidad con que se haya iniciadoel proceso de renovación de este órgano sin el restableci-miento previo del acuerdo y, por tanto, por razones ajenasa la idoneidad de los candidatos.

El resto de los párrafos quedarían tal y como se hanleído anteriormente.

¿Están de acuerdo sus señorías? (Pausa.)Para el órgano Tribunal de Cuentas, ¿podríamos mante-

ner el mismo texto como dictamen? (Pausa.) Senador La-borda, ¿desea añadir algo?

El señor LABORDA MARTÍN: Sí, yo quiero que cons-ten en el acta la manifestaciones hechas por los señoresGarcía Ortiz y Armet i Coma respecto a que se considerancandidatos en tanto que se mantenga o se restablezca elconsenso.

El señor GONZÁLEZ PONS: Yo disiento respecto a lasmanifestaciones.

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La señora PRESIDENTA: Perdón, Senador GonzálezPons.

Hay un «Diario de Sesiones» y las manifestaciones deambos candidatos se han recogido íntegramente. Por tanto,lo que no procede ahora es que las interpretemos. Sus ma-nifestaciones están íntegramente recogidas y si ellos dis-crepan del «Diario de Sesiones» lo podrán hacer saber así¿No es así, señor Secretario?

El señor LETRADO: El informe es simplemente un in-forme. Esas cuestiones están recogidas en el «Diario deSesiones» y estarán también en el acta, lógicamente.

La señora PRESIDENTA: Para eso teníamos taquígra-fos, entre otros un campeón del mundo de estenotipia.

En el «Diario de Sesiones» constan íntegras las mani-festaciones de los comparecientes. ¿No es así?

El señor LARBORDA MARTÍN: Yo creo que esto norefleja exactamente la voluntad de los comparecientes.

La señora PRESIDENTA: Esto es un dictamen de laComisión.

El señor GONZÁLEZ PONS: Yo abundo en la tesis dela Secretaría General de la Cámara: este dictamen es deidoneidad o de no idoneidad, y digamos que ya damos unpaso más incluyendo la justificación de las abstenciones,que en realidad deberían corresponderse con votos particu-lares al dictamen y no propiamente con el texto del dicta-men. Expresar la voluntad de los comparecientes en eltexto en el que se vota la idoneidad o no idoneidad es con-vertir este texto en algo que por su naturaleza no es.Siendo, por otro lado, que sus señorías saben que los com-parecientes no pueden someter a condición su naturalezade candidatos; o son candidatos o no son candidatos, y unode los dos candidatos referidos, al ser preguntado directa-mente si aceptaba seguir siendo candidato, en este mismoacto ha dicho delante de sus señorías que sí aceptaba seguirsiendo candidato del Grupo Parlamentario Popular sin su-jeción a ningún tipo de condición.

La señora PRESIDENTA: Señor González Pons, parano entrar en el fondo de esta discusión, que creo que nosllevaría muy lejos, lo que sí puede constar en el dictamende la Comisión, si quiere el Senador Laborda, es que el Se-nador Laborda llama la atención sobre las declaraciones dedos comparecientes que estarán en el «Diario de Sesio-nes».

El señor GONZÁLEZ PONS: Entonces yo quisiera queconstaran también mis declaraciones y todo el «Diario deSesiones». Este es un dictamen de idoneidad o no idonei-dad.

La señora PRESIDENTA: Su señoría puede llamar laatención sobre lo que quiera, pero creo yo que lo que nopuede hacer ahora este dictamen es interpretar las declara-ciones que figuran en el «Diario de Sesiones». En el «Dia-

rio de Sesiones» están y lo que sí puede hacer uno de losvocales es llamar la atención sobre las declaraciones de al-gunos de los comparecientes, pero no interpretarlas.

El señor LABORDA MARTÍN: Yo creo que hay unainterpretación no coincidente entre el Senador GonzálezPons y otros miembros de este órgano respecto a la volun-tad expresada por los señores García Ortiz y Armet iComa. Porque, en mi opinión, la argumentación según lacual no hay candidatos condicionados, que es el argumentoque se ha utilizado cuando los comparecientes han estadoaquí, requeriría que, en todo caso, se les volviera a llamar,cosa que yo propongo formalmente.

La señora PRESIDENTA: Señorías, como Presidentade está Comisión de Nombramientos creo que hemos te-nido un equipo de taquígrafas y estenotipistas magnífico,que se han recogido en el «Diario de Sesiones» con todaprecisión las declaraciones de los comparecientes y las in-tervenciones de cada una de sus señorías, y si en el mo-mento de aprobar el acta de esta Comisión se entiende queel «Diario de Sesiones» no las refleja ya veríamos; pero loque ha dicho cada uno es lo que ha dicho cada uno.

El señor LABORDA MARTÍN: Señora Presidenta, lostaquígrafos no interpretan cuál es la voluntad. Yo entiendoque los dos miembros que han acudido y a los que yo hehecho referencia en estos momentos no son candidatos sise mantuviera el proceso de ser sólo presentados por ungrupo parlamentario.

El señor GONZÁLEZ PONS: A uno de los candidatosse le ha hecho esa propuesta directamente y ha respondidoque sí delante de todos los presentes.

La señora PRESIDENTA: Su señoría es libre de inter-pretar como mejor le parezca las declaraciones y las mani-festaciones que aquí se han hecho, pero está el «Diario deSesiones».

El señor LABORDA MARTÍN: Pero, señora Presi-denta, podemos salir de dudas: se les vuelve a llamar.

El señor GONZÁLEZ PONS: No, que se lea el «Diariode Sesiones»

La señora PRESIDENTA: Yo entiendo que no se lesdebe volver a llamar porque no han sido citados y tenemosun «Diario de Sesiones». Si no hubiera habido acta taqui-gráfica y quedara alguna duda sobre el sentido literal desus manifestaciones podría hacerse así, pero yo entiendoque en este momento no puede volvérseles a llamar porqueno tiene sentido. Hay un acta taquigráfica, hay un «Diariode Sesiones», el acta puede reflejar el deseo de su señoríade llamar la atención y de hacer constar su interpretaciónen el sentido de que no serían candidatos si no lo fueran deconsenso, y frente a esa interpretación hay otra, la del Se-nador González Pons, que es contraria y, repito, hay un«Diario de Sesiones».

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En este momento nosotros nos tenemos que limitar avotar este dictamen de la Comisión en los términos en queel Secretario lo propone y que entiendo que refleja lo quelos dos Grupos, Socialista y Entesa, han dicho, y si quierenañadir algo éste es el momento de hacerlo.

El señor LABORDA MARTÍN: Señora Presidenta, yodeduzco con toda claridad de la manifestación del señorGarcía Ortiz lo que antes he referido y creo que se puedeinterpretar del núcleo de la intervención del señor Armetque su aceptación está condicionada, y eso debe figurar enel dictamen: que ambas aceptaciones están condicionadas.

El señor GONZÁLEZ PONS: Señora Presidenta, el Se-nador Armet ha sido directamente preguntado por este Se-nador si aceptaba seguir siendo candidato del Grupo Parla-mentario Popular y a la vista de todos los Senadores pre-sentes ha respondido «Sí», y lo ha hecho con voz y con ungesto. Creo que es suficiente para clarificar esta cuestión.

En cuanto al anterior compareciente, yo creo que lo quehipotéticamente han dicho los comparecientes que haránen el futuro es una cuestión que no debe figurar en el acta,porque a lo mejor ni siquiera son finalmente elegidos. Elhecho claro y cierto es que ninguno de los dos ha dichoaquí hoy «Me retiro como candidato», sino que los dos si-guen como candidatos, y lo cierto es que, en la medida enque son candidatos de mi Grupo Parlamentario, no han he-cho constar su voluntad de abandonar, no me han comuni-cado que quieren dejar de ser candidatos, yo, que los pro-pongo, interpreto que siguen siendo candidato, y en el dic-tamen debe constar lo que dice el Reglamento: si son idó-neos o no son idóneos. El resto es ir más allá de lo que in-dica el Reglamento, señora Presidenta. Puede haber todoslos votos particulares que se quieran, pero el dictamen es elde idoneidad o de no idoneidad.

La señora PRESIDENTA: Está clarísimo. Aquí tene-mos un informe que emite la Comisión de Nombramien-tos, cuyo texto tenemos delante y que, a mi entender, re-fleja lo que se ha dicho. Habrá además de eso un acta deesta reunión donde figurarán las manifestaciones de sus se-ñorías: la interpretación del Senador Laborda y la interpre-tación del Senador González Pons. Y además hay un «Dia-rio de Sesiones» que recoge el acta taquigráfica de lo queaquí se ha dicho. Por lo tanto, no tenemos que seguir aquíhaciendo disquisiciones.

Este es el momento de decir si se desea que conste en eldictamen alguna otra cuestión. El dictamen lo ha elabo-rado el Secretario, entiendo que creyendo recoger la pos-tura de todos los grupos.

El señor LABORDA MARTÍN: Aquí hay una discre-pancia de interpretación.

La señora PRESIDENTA: Pero no es el dictamen de laComisión el lugar de expresarla, es el acta de la sesión, ycomo es una interpretación sobre unas manifestaciones he-chas por unos comparecientes, habrá que estar al «Diariode Sesiones».

El señor GONZÁLEZ PONS: Señora Presidenta, sino quieren seguir siendo candidatos que presenten un es-crito renunciando, pero si no siguen siendo candidatos.Se es candidato o no se es candidato, lo que no se puedeser es candidato bajo condiciones; esa figura jurídica noexiste.

La señora PRESIDENTA: Señorías, permítanme queutilice mi condición de Presidenta para pedir a los dos Gru-pos políticos mayoritarios de esta Cámara, cómo lo he he-cho en otras ocasiones, que reflexionen muy seriamente, yhago un llamamiento a la recuperación del consenso, queentiendo que es el espíritu de lo que aquí han manifestadolos comparecientes y todos los grupos políticos, incluidoslos dos Grupos mayoritarios. Entiendo, asimismo, que eldictamen de la Comisión no puede ser otro que el que aquíse refleja; el acta reflejará las dos interpretaciones y el«Diario de Sesiones» va a reflejar no solamente las inter-venciones de sus señorías, sino también las de los compa-recientes. Otra cosa no es de esta Mesa. Pueden hacer ma-nifestaciones sus señorías a los medios de comunicación,pueden hacerlas a los comparecientes, pueden hacerlasdonde quieran, pero en este momento lo que procede es de-cidir sobre la idoneidad de los candidatos.

Entiendo que la propuesta tal como la ha redactado elSecretario se aprueba por mayoría, con las abstenciones delos Grupos de Convergència i Unió, Entesa Catala de Pro-grés y Socialista en los términos que figuran en este dicta-men.

El señor LABORDA MARTÍN: Señora Presidenta,aceptando su buena voluntad, quiero que quede reflejadoen el acta que discrepo de la interpretación de este dicta-men porque entiendo que los candidatos don Felipe GarcíaOrtiz y don Luis Armet i Coma han aceptado condiciona-damente su candidatura.

Por lo tanto, si hay alguna duda, propongo que mañanase les cite para que clarifiquen el significado auténtico desus palabras porque, de otra manera, yo no podré aceptareste dictamen.

El señor GONZÁLEZ PONS: Acepto que consten en elacta las manifestaciones del Senador Laborda, pero no enel dictamen.

La señora PRESIDENTA: Incluso pueden constar en eldictamen, pero no dejará de ser una interpretación del Se-nador Laborda.

El señor GONZÁLEZ PONS: En mi opinión, señoraPresidenta, no tienen por qué estar incluidas en el dictamenporque no forman parte del mismo.

La señora PRESIDENTA: Entonces, se podrá recogercomo un voto particular al dictamen que formule el Sena-dor Laborda.

En todo caso, estamos en una Cámara parlamentaria,y todas las opiniones se pueden y se deben expresar;tendrá que ser el Secretario quien nos diga cómo ha-

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cerlo, si tiene que ser a través de un voto particular oconstar como explicación de la abstención del SenadorLaborda.

Por lo tanto, en mi opinión, se puede hacer constar pero,en todo caso, el dictamen de la Comisión no puede ser otroque el de idoneidad, de acuerdo con el artículo 185.6 delreglamento.

El señor GONZÁLEZ PONS: Señor Secretario, ¿quédebemos hacer, reflejarlo a través de un voto particular, delacta...?

El señor LETRADO: Desde luego, en el acta va a estary también en el «Diario de Sesiones», lo que no sé es si losmiembros de la Comisión estiman necesario que se for-mule un voto particular redactado por el propio autor, por-que lo que veo complicado es que aparezca reflejado en elcuerpo del dictamen.

El señor LABORDA MARTÍN: Quiero que se incor-pore en el dictamen que, a juicio de este portavoz —y nosé si de otros portavoces también— la aceptación de los se-ñores García Ortiz y Armet i Coma ha estado condicionadaa que se restablezca el acuerdo con el que primitivamentefueron presentados.

El señor MOLAS I BATLLORI: Yo me adhiero al cri-terio del Senador Laborda.

El señor LABORDA MARTÍN: Es decir, desprendo desus palabras que ellos no serán candidatos si están sóloapoyados por el grupo hasta ahora proponente.

La señora PRESIDENTA: De acuerdo.

El señor GONZÁLEZ PONS: Señora Presidenta, en-tiendo que un candidato no es quien para decir si será o nocandidato; o se es candidato o no se es, y si no quiere sercandidato tiene que presentar un escrito retirando su candi-datura, pero un candidato no es quien para decir a los gru-pos parlamentarios si será candidato o no lo será.

Yo he preguntado al Senador Armet si aceptaba seguirsiendo candidato del Grupo Parlamentario Popular, y él hacontestado que sí y está recogido en el «Diario de Sesio-nes».

No quiero polemizar porque entiendo que cada uno te-nemos que defender nuestras posiciones, de modo que —para salir de este «impasse»—, aceptaré que conste en elacta, pero rogaré que a continuación conste también el quea juicio de este portavoz, y tal y como reza en el «Diario deSesiones», el Senador Armet ha aceptado seguir siendocandidato del Grupo Parlamentario Popular y que, además,no hemos recibido ninguna indicación hasta la fecha, deninguno de los dos candidatos, en el sentido de que quieran

dejar de ser candidatos propuestos por el Grupo Parlamen-tario Popular.

La señora PRESIDENTA: De acuerdo, se recogeránesas manifestaciones.

El señor LETRADO: Pero, ¿en el acta, en el dictamen odónde?

La señora PRESIDENTA: En el acta

El señor GONZÁLEZ PONS: En el acta, en el dictamenno tiene por qué figurar.

El señor LABORDA MARTÍN: No, en el dictamen.

El señor GONZÁLEZ PONS: Pero es que el dictamenes de idoneidad o de no idoneidad.

El señor LABORDA MARTÍN: En ese caso, señoraPresidenta, yo quiero continuar la sesión porque el Sena-dor González Pons y yo hemos interpretado las palabras deestas dos personas de manera distinta y, por tanto, se lesdebe citar para mañana.

La señora PRESIDENTA: Lamento decir a su señoríaque el «Diario de Sesiones» será suficientemente explícitoy, por tanto, entiendo que no se les debe volver a citar.

El señor GONZÁLEZ PONS: Eso es lo mismo que de-cir que volvamos a jugar un partido. Habrá salido comohaya sido, mejor o peor.

La señora PRESIDENTA: Además, hay otros medios,Senador Laborda.

El señor LABORDA MARTÍN: Sí, por supuesto.

El señor MOLAS I BATLLORI: Entiendo que se puedeponer como motivación de la abstención.

La señora PRESIDENTA: Exacto. Se puede hacer asíen este segundo caso porque en el caso de los candidatos aVocales del Consejo General del Poder Judicial no ha ha-bido esta discusión.

Si quiere el Senador Laborda, en este caso se motiva laabstención con las palabras que su señoría ha pronunciado.

El señor LABORDA MARTÍN: Muy bien.

La señora PRESIDENTA: De acuerdo.Se levanta la sesión.

Eran las veinte horas.

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