composición de una instumentación orff sencilla:...

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1 Composición de una instumentación Orff sencilla: instrucciones - Duración y fraseo : nuestra instrumentación durará ocho compases: consta de una frase de ocho compases que se divide en dos semifrases de cuatro compases cada una, la primera de las cuales hace de pregunta y la segunda, de respuesta. Los ocho compases se repetirán dos veces y la repetición la marcaremos con el signo habitual de repetición: los dos puntos por encima y por debajo de la tercera línea, inmediatamente a la izquierda de la doble barra divisoria final. - Escala : la escala que vamos a utilizar es una escala pentatónica ahemitónica, (que no tiene semitonos) y que consta de las siguientes cinco notas: Do re mi sol la do Todo lo que compongamos con esta escala sonará “bien”, o, mejor dicho, nada de lo que compongamos con esta escala sonará mal, al no haber grandes disonancias. En los instrumentos de láminas, retiraremos las láminas correspondientes a las notas fa y si. Nota importante: las láminas se retiran siempre levantándolas con las dos manos y manteniéndolas siempre en posición horizontal. ¿Cómo empezar a escribir nuestra instrumentación? Lo único que podría asustarnos un poco al principio es el número de partes, de 'instrumentos' (6 partes en 5 pentagramas) que vamos a hacer sonar a la vez. Comenzaremos trazando sobre el papel pautado la llave o la doble barra inicial de un sistema de cinco pentagramas y le ponemos, de arriba abajo, los siguientes nombres o abreviaturas: 1) Primer pentagrama: flautas dulces soprano. 2) Segundo pentagrama: carillón soprano.

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Composición de una instumentación Orff sencilla: instrucciones

- Duración y fraseo: nuestra instrumentación durará ocho compases: consta de una frase de ocho compases que se divide en dos semifrases de cuatro compases cada una, la primera de las cuales hace de pregunta y la segunda, de respuesta. Los ocho compases se repetirán dos veces y la repetición la marcaremos con el signo habitual de repetición: los dos puntos por encima y por debajo de la tercera línea, inmediatamente a la izquierda de la doble barra divisoria final.

- Escala: la escala que vamos a utilizar es una escala pentatónica ahemitónica, (que no tiene semitonos) y que consta de las siguientes cinco notas:

Do re mi sol la do

Todo lo que compongamos con esta escala sonará “bien”, o, mejor dicho, nada de lo que compongamos con esta escala sonará mal, al no haber grandes disonancias. En los instrumentos de láminas, retiraremos las láminas correspondientes a las notas fa y si. Nota importante: las láminas se retiran siempre levantándolas con las dos manos y manteniéndolas siempre en posición horizontal.

¿Cómo empezar a escribir nuestra instrumentación?

Lo único que podría asustarnos un poco al principio es el número de partes, de 'instrumentos' (6 partes en 5 pentagramas) que vamos a hacer sonar a la vez.

Comenzaremos trazando sobre el papel pautado la llave o la doble barra inicial de un sistema de cinco pentagramas y le ponemos, de arriba abajo, los siguientes nombres o abreviaturas:

1) Primer pentagrama: flautas dulces soprano.

2) Segundo pentagrama: carillón soprano.

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3) Tercer pentagrama: xilófono alto.

4) Cuarto pentagrama: xilófono bajo.

5) Quinto pentagrama: utilizaremos la quinta línea (la de arriba) para poner un instrumento “agudo” de pequeña percusión (claves, caja china, crótalos o triángulo) y la primera línea (la de abajo), para poner un instrumento de percusión más grave (un pandero).

Abreviaturas:

Carillón soprano: CS.

Xilófono soprano: XS.

Xilófono alto: XA.

Xilófono bajo: XB.

La pequeña percusión suele representarse mediante sencillos dibujos esquemáticos:

Crótalos:

Triángulo:

Claves

Pandero:

caja china:

Luego ponemos la clave de sol y luego el compás (2/4 en nuestro caso) en cada pentagrama, salvo en el “quinto” pentagrama, en el que sólo pondremos el compás y no la clave, pues los instrumentos que en él se escriben son instrumentos de afinación indeterminada; en realidad, estamos aprovechando parte del pentagrama para escribir estas dos partes, pero no es un pentagrama real).

Las líneas divisorias deben atravesar de arriba abajo todos los pentagramas de cada sistema, pero sólo los pentagramas de un sistema, no los de los dos. Podemos escribir nuestra instrumentación en un sistema, poniendo las notas más apretadas, o en dos sistemas, escribiendo las notas más holgadas, más separadas. Si utilizamos dos sistemas, a) tendremos que poner la clave de sol al principio de cada pentagrama real en cada uno de los dos sistemas, pero el compás solamente en los pentagramas del primer sistema y b) las líneas divisorias no pueden atravesar los dos sistemas, porque eso querría decir que deben sonar doce partes a la vez en vez de seis. (Un sistema de pentagramas es el conjunto de pentagramas cuyas notas suenan a la vez y que van agrupados por una llave o doble barra inicial, por las líneas divisorias y por la doble barra final. Cuando se acaba el 'renglón' y debemos empezar un nuevo sistema, ha

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de distinguirse del anterior con sus propias llaves, líneas divisorias y dobles barras.) Para los instrumentos de percusión de afinación indeterminada no se pone la clave, sino sólo el compás. Al cambiar de sistema, ese compás puede volver a ponerse o no.

Es obligatorio escribir nuestra composición en dos sistemas: la pregunta en el primer sistema y la respuesta en el segundo.

¿Qué debemos escribir para cada instrumento?

Hay una regla clara: deberemos inventar, crear, componer sólo la melodía de la flauta y las partes de los dos instrumentos de pequeña percusión no afinada. Las partes de los instrumentos de láminas (carillón y xilófonos) deben memorizarse y reproducirse tal y como figuran en estos apuntes, con el mismo ritmo y las mismas notas (que serán do, sol y las notas más cercanas a sol en nuestra escala). En algunos casos, podremos elegir entre varias posibilidades, pero nunca escribir lo que se nos ocurra para los instrumentos de láminas.

Eso sí, tocaremos estas partes en clase para familiarizarnos con ellas y para que nos resulte menos difícil memorizar lo que tendremos que escribir.

Ahora vamos a ver lo que debemos escribir para los instrumentos de láminas por orden inverso de dificultad. Si al final escribimos nuestra instrumentación en ese mismo orden, deberemos dejar las notas holgadas para que quepan las partes que tienen más notas (el carillón y la melodía de las flautas).

El xilófono bajo (XB, cuarto pentagrama) hará el sustento armónico de la instrumentación, tocando simultáneamente la tónica (do) y la dominante (sol) de nuestra escala pentatónica en valores de blanca:

Es fundamental que las notas que suenan simultáneamente se escriban una encima de otra, en la misma línea vertical imaginaria. De otra manera, confundiremos a quien lea la partitura. Si esta alineación no se da en las dos notas que hace el xilófono bajo, se considera error.

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El xilófono alto (XA, tercer pentagrama) hará un arpegio con la tónica y la dominante. Tenemos dos posibilidades más fáciles de escribir, la primera de las cuales es algo más fácil de tocar. Quien quiera arriesgarse un poco para conseguir mejor resultado, puede intentar una tercera opción combinando ambos ostinatos. Por ejemplo: el segundo (el de cuatro corcheas) en los compases impares y el primero (dos corcheas y negra) en los compases pares. La jugada perfecta consistiría en partir de la primera opción para sustituir los compases segundo y sexto por do grave-sol en valores de negra y reemplazar los compases cuarto y octavo por un do grave blanca.

El carillón soprano (CS) hará un floreo sobre la dominante: hará sonar la dominante (el sol) haciéndola alternar con la nota inmediatamente superior y con la nota inmediatamente inferior (mi). Lo más sencillo es hacerlo en corcheas:

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Otra opción es seguir con las cuatro corcheas y suprimir el segundo sol y pasar de mi a la (floreo doble).

Otra opción es partir del floreo doble suprimiendo el segundo sol pero quitando el último la y convirtiendo, para compensar la duración, el último mi en una negra.

Podemos alternar el floreo que termina en corchea (el de las cuatro corcheas) con el que termina en negra, asignando siempre éste último a los compases pares y el que termina en corchea a los impares.

Y esta es, por fin, la “jugada maestra” de los carillones:

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Estas alternancias (tanto en el xilófono alto como en el carillón) están justificadas, en parte, porque en los compases 4º y 8º (los compases finales de semifrase) debe haber siempre una detención (silencio o nota larga) respecto a los compases anteriores o inmediatamente anteriores.

Podremos tocar por separado todas estas partes de instrumentos de láminas con la flauta para ver que 'suenan' bien.

El penúltimo paso (y el más difícil) es componer la melodía, melodía que deberán tocar las flautas dulces soprano.

Ámbito de la parte de flauta: vamos a fijar un ámbito mínimo de do grave a la; y un ámbito máximo de do grave a re agudo.

Cuanto más pequeño es el ámbito, más peligro correremos de repetir notas y giros melódicos; cuanto más grande sea, más peligro correremos de utilizar saltos (véase más abajo).

Respecto al ritmo , es conveniente que la primera semifrase (pregunta) y la segunda (respuesta) tengan el mismo o parecido ritmo. Los compases finales de cada semifrase (el 4º y el 8º) deberán terminar con un silencio o una nota larga: una blanca o dos negras en el 4º compás y una blanca en el 8º compás. Lo más sencillo es poner en ambos compases una blanca. De nada servirá que pongamos dos negras en el 4º compás si ponemos, por ejemplo, una blanca en el 3º: habremos anulado el efecto de detención que deben tener los finales de las semifrases. Hay que buscar la variedad rítmica y utilizar todas las figuas de que disponemos: blancas, negras y corcheas. La figura más difícil de utilizar fuera de los compases 4º y 8º es la blanca.

Nuestra pieza deberá comenzar con do; mejor con do grave que con do agudo: debemos dejar claro que nuestra obra deberá estar en la tonalidad de DO, aunque tampoco debemos abusar de repetir esa nota. La pregunta deberá terminar con una nota que no sea do (re, mi y sol son mejores que la) y la respuesta deberá terminar con un do (do blanca). El do es la tónica y manda; no debemos, por ejemplo, repetir insistentemente la alternancia de sol y re, porque nos dará la idea de que estamos en SOL mayor pentatónico en vez de en DO mayor pentatónico.

La segunda semifrase no sólo puede tener el mismo o parecido ritmo que la primera, sino que también puede tener una melodía parecida en la que sólo

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cambien las notas finales de cada semifrase. Esta recomendación es ventajosa para el alumno y facilita las cosas.

Deberemos evitar la repetición de una misma nota y o de un mismo giro melódico de pocas notas varias veces seguidas. También deberemos evitar los saltos o intervalos grandes, o utilizar muy pocos (debemos tener en cuenta que la escala que utilizamos ya tiene ‘huecos’, ya tiene intervalos mayores que el de segunda). Los intervalos de 4ª no suelen sonar bien, salvo el intervalo de sol a do agudo.

Tenemos que utilizar todas las notas del ámbito que nos hemos fijado y evitar la tendencia a utilizar sólo unas pocas notas. Nuestra melodía deberá parecer una línea ondulada, sinuosa, que baja y que sube utilizando fragmentos de nuestra escala y aprovechando todo nuestro ámbito.

Deberemos probar nuestra melodía en la flauta, comprobar si suena bien y corregirla y rehacerla en casa tantas veces como podamos y/o queramos.

Por fin, deberemos completar nuestra instrumentación con dos partes para instrumentos de percusión de afinación indeterminada, que suelen escribirse en las partituras de imprenta o en las escritas a ordenador en una sola línea para cada instrumento y sin clave. Aprovecharemos el papel pautado escribiendo el instrumento más grave (un pandero) en la primera línea (atención: es la de abajo) y el instrumento más agudo (claves, caja china, triángulo, crótalos o “chinchines”) en la 5º línea (atención: es la de arriba; las líneas del pentagrama se numeran al revés que los pentagramas). Tendremos cierta libertad a la hora de escribir estas partes, aunque se me ocurren varios consejos:

1) Deberemos escribir algo igual o muy parecido en la primera semifrase (los cuatro primeros compases) y en la segunda semifrase (los últimos cuatro compases), cambiando si acaso el final. 1b) En el octavo y último compás escribiremos una blanca para cada instrumento (seguiremos poniendo las duraciones más largas en los compases 4º y 8º, sobre todo en este último). Para ‘desobedecer’ esta norma hay que estar muy seguro de que uno lo va a hacer muy bien.

2) Si optamos porque las dos semifrases no tengan exactamente el mismo ritmo, tendrá que ser la segunda semifrase, la respuesta, la que tenga más notas que la primera , salvo en el último compás. Este consejo podría ser válido también para la melodía de la flauta si el alumno decide no seguir las recomendaciones del profesor y no escribir ritmos parecidos en las dos semifrases.

3) Introduciremos, si los utilizamos, los valores más cortos (el “taiti” y la síncopa) en el penúltimo compás de cada semifrase: los compases 3º y 7º.

4) Podremos alternar el pandero y el instrumento de percusión más agudos (el triángulo, los crótalos, las claves o la caja china), de tal manera que el pandero toque

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en el primer pulso (el pulso acentuado, a tiempo) y el instrumento más agudo, en el segundo pulso (en el pulso no acentuado, a contratiempo).

5) Suelen quedar bien los ritmos que duran dos compases y se repiten de forma exacta o no tan exaca.

5) Podremos escribir más notas en el instrumento agudo que en el pandero. No debemos escribir demasiadas notas cortas en el pandero; hay que utilizar figuras largas: blancas, negras y, sólo de forma muy excepcional, alguna corchea: no deberemos escribir muchas corcheas seguidas. Sí podremos escribir un “taiti” o una síncopa en el compás 3º y en el 7º, pero el resto de las notas han de ser blancas o blancas y negras. En el instrumento más agudo sí podremos escribir más notas cortas.

Escucharemos nuestra propia melodía y decidiremos qué ritmos que podamos escribir para las percusiones “casan” mejor con esta melodía.

Otras cuestiones

La dirección de las plicas ('palos' que acompañan a la cabeza de la nota) en la melodía de la flauta es la habitual en la música: para compensar, la plica va hacia arriba cuando las notas se escriben por debajo del si central del pentagrama (el si de la tercera línea) y la plica va hacia abajo cuando las notas se escriben por encima del citado si de la tercera línea. Con el si, la plica puede ir hacia arriba o hacia abajo. ¡Recordemos que nuestra melodía no tiene la nota si!

Sin embargo, en los instrumentos de láminas, las notas que se tocan con la mano izquierda se indicarán con la plica hacia abajo y las notas que se tocan con la mano derecha se escribirán con la plica hacia arriba. Fabricaremos en casa un xilófono de papel (de do grave a fa o a la agudos) y probaremos con dos bolígrafos gastados o con dos palos.

Podremos probar las partes de percusión de afinación indeterminada palmeando con las manos en las rodillas mientras estamos sentados: el ritmo del instrumento agudo se puede hacer con la mano derecha en la rodilla derecha y el ritmo del instrumento grave se puede hacer con la mano izquierda en la rodilla izquierda. Si somos incapaces de tocar a la vez los dos ritmos, podemos tocarlos por separado e intentar hacernos una idea de cómo sonarían juntos, o bien podemos recurrir a un familiar o amigo para que haga una de las partes mientras nosotros hacemos otra; dos personas podrán hacer las percusiones mientras el alumno toca la parte de flauta. El alumno también podrá escuchar su composición entera si la pasa a ordenador con el editor de partituras gratuito MuseScore, pero los ejercicios que habrá que hacer en casa o en clase habrán de ser escritos obligatoriamente a mano.

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En el ejercicio puntuable que haremos en clase sólo se podrán hacer los gestos correspondientes con las manos en el espacio o aprenderse en casa lo que cada mano tiene que hacer.

Respecto a la flauta, el profesor establecerá un tiempo para que los alumnos, si así lo desean, toquen lo que han escrito y comprueben si suena a su gusto.

No se pueden copiar la melodía de la flauta ni las partes de instrumentos de pequeña percusión de afinación indeterminada que ha escrito el profesor.

Ejecución de la pieza e improvisación

Tocaremos lo que tenemos escrito dos veces (16 compases), luego improvisaremos 16 compases y luego volveremos a tocar lo escrito otras dos veces (otros 16 compases). Haremos, entonces, una especie de forma lied (ABA) de 48 compases. La mejor manera de contar los compases de improvisación es pensar en el fraseo: darnos cuenta de que estamos haciendo semifrases (preguntas y respuestas) y frases.

Las flautas, el xilófono alto y el xilófono bajo no improvisan. El resto de los instrumentos de percusión improvisan, pero es esencial que la improvisación siga unos patrones rítmicos coherentes, combinando blancas, negras y corcheas en el orden que quiera cada improvisador. Hay algunos alumnos que se ponen a golpear las láminas lo más deprisa posible sin seguir ninguna coherencia rítmica y estropean el conjunto por completo. También hay que evitar la tentación de tocar sólo unas pocas láminas mientras se improvisa: deberemos ‘recorrer’ los xilófonos sopranos y los carillones arriba y abajo, de más grave a más agudo y de más agudo a más grave. No debemos dejar las cabezas de las baquetas pegadas a las láminas después de golpearlas: el sonido se apaga.

Algunos criterios de corrección

Fallos que bajan más la nota: 1) poner en un compás figuras cuya duración es mayor o menor que la duración que debe tener el compás, por ejemplo, poner una redonda en un 2/4 (nos pasamos de duración) o una negra y una corchea en el mismo compás (nos quedamos cortos). 2) Escribir en los instrumentos de láminas notas que no son las que hay que poner o escribir en cualquier instrumento las notas que no forman parte de nuestra escala: fa y si.

Cometer cualquiera de estos fallos de forma más o menos reiterada supondría la calificación de suspenso.

Otros fallos graves: 1) Terminar la pregunta con notas propias de la respuesta o terminar la respuesta con notas propias de la pregunta. 2) Unir los dos sistemas con la

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misma línea divisoria: sonarían las doce partes a la vez y nuestra obra duraría la mitad. Dejar los pentagramas sueltos, sin unirlos por medio de sistemas: los instrumentos sonarían sucesivamente de uno en uno y nuestra obra duraría cinco veces más de lo que debiera. 3) No poner ninguna clave de sol: es como si las notas no fueran notas.

Fallos de menor importancia. Bajarían menos la nota, pero también deberemos evitarlos: no poner las siglas de los instrumentos en el segundo sistema. Repetir el compás al principio del segundo sistema. No poner al final los dobles puntos de repetición. Cambiar la dirección de las plicas.

Una instrumentación técnicamente perfecta pero sin inspiración podría tener la calificación de 8,5. La inspiración supondría el punto y medio restante.

Si alguien quiere hacer algo un poco más complicado...

1) Lo más sencillo sería hacer que el xilófono soprano o el carillón alto (CA) doblaran o sustituyeran la melodía de las flautas. Para ello bastaría con poner los nombres de estos instrumentos delante del pentagrama correspondiente.

2) También podemos escribir la melodía para voz en vez de para flauta y ponerle una letra. Para ello, debemos tener en cuenta que el ámbito de un niño pequeño es de do a la (que coincide con el ámbito mínimo que hemos fijado para la melodía para flauta) y el de un niño más mayor, de la grave a do agudo o incluso a re agudo (la nota más aguda coincidiría con el ámbito que hemos fijado como ámbito máximo para la melodía de la flauta).

Pero el la y el si graves no pueden ser tocados por la flauta ni por los instrumentos Orff, así que, si utilizamos estos dos sonidos, no podremos doblar la melodía vocal con este instrumentos.

3) Si algún alumno quiere añadir a la instrumentación dos partes más de metalófono, puede pedirle la información al profesor, que se la dará en hoja aparte.

4) El siguiente es un ejemplo de cómo terminar una instrumentación de 16 compases utilizando los signos de 1ª vez y 2ª vez. Este “enriquecimiento” es incompatible con las llamadas “jugadas maestras” del carillón y el xilófono alto, porque

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éstos

tienen en otros compases detenciones mayores que las de nuestro octavo compás, que es fin de frase pero sin detención en ciertos instrumentos.

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Composición: orientaciones más urgentes para la recuperación

1) En un compás de 2/4 caben dos pulsos de negra (dos negras) o figuras equivalentes a dos negras: ni más ni menos. Por lo tanto, en un compás de 2/4 podrán entrar:

- Una blanca:

- O dos negras:

- O cuatro corcheas:

- O una negra y dos corcheas:

- O dos corcheas y una negra:

- O un ‘taiti’: negra con puntillo + corchea:

- O una síncopa: corchea + negra+ corchea:

La blanca dura dos pulsos, la negra dura un pulso y la corchea dura medio pulso. Tenemos que establecer relaciones aritméticas de tal manera que en cada compás ‘quepan’ dos pulsos: ni más, ni menos.

No podremos dejar ‘cojo’ un compás con un pulso o pulso y medio (con tres corcheas, por ejemplo) ni ‘pasarnos’ con la duración (una blanca y una negra no ‘caben’ en un compás de 2/4; una redonda, tampoco).

2) No podremos poner notas prohibidas: no podemos utilizar ni el fa ni el si.

3) Tenemos que atravesar con la llave o doble barra inicial, con las líneas divisorias y con la doble barra final los cinco pentagramas que tienen que sonar a la vez: ni más ni menos. Se han producido dos errores con frecuencia:

a) Agrupar los diez pentagramas con las mismas barras y líneas divisorias. Si hacemos esto, habremos hecho una composición de cuatro compases para doce instrumentos que suenan a la vez y tenemos que hacer una composición de ocho compases para seis instrumentos en cinco pentagramas.

b) Hacer barras y líneas divisorias que atraviesan cada una un solo pentagrama. Si hacemos esto, haremos una composición de cuarenta compases en la que van sonando instrumentos solos de forma sucesiva.

4) La primera semifrase de las flautas (cuarto compás) tendrá que terminar en una nota que no sea do; la segunda semifrase de las flautas (octavo compás) tendrá que terminar en do.

En los compases finales de cada semifrase de las flautas (el cuarto y el octavo) tiene que haber más detención que en los demás: en el cuarto compás podremos escribir una blanca o dos negras y en el octavo, una blanca.

5) El resto de los instrumentos seguirá las orientaciones que hemos dado en clase. Hay que llegar al ámbito mínimo de las flautas (de do a la) y no se puede superar el ámbito máximo (de do a re agudo).

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Composición para alumnos de diversificación y apoyo (ver el ejemplo manuscrito).

Se puede adaptar nuestra composición para primaria reduciendo el número de instrumentos: por ejemplo: flauta, xilófono alto, xilófono bajo y un solo instrumento de pequeña percusión de altura indeterminada. También se puede empezar escribiendo una melodía sola adaptando nuestro ámbito al que los alumnos estén trabajando en ese momento en la flauta dulce, como sol-la-si o sol-la- si-do-re (se le puede añadir el fa sostenido por debajo como sensible) si el conjunto de la clase utilizan flautas de digitación barroca.

Se puede cambiar el estilo básico de la composición utilizando los siguientes recursos:

1) Otras escalas pentatónicas: escala blanda (con sonoridad oriental): re mi fa la si re; no tiene do ni fa; escala pentatónica menor de blues: re fa so la do re. Con ésta última se puede trabajar también en el estilo del latin jazz buscando un ostinato para el bajo.

2) Escalas modales: nuestra composición se puede hacer muy bien, por ejemplo, en modo dórico con los mismos ostinatos con un estilo que puede resultar una mezcla de música medieval, de música celta y de las propias instrumentaciones Orff. Como indicó V. Balseiro, el modo dórico se presta a improvisar de forma individual y sucesiva; cada alumno improvisa con su instrumento de láminas una frase de ocho compases con dos semifrases: una pregunta que acabe en una nota que no sea re (ouvert) y una respuesta que termine en re (clos). El resto de los instumentos hacen los ostinatos. Las improvisaciones pueden hacerse seguidas tocando un estribillo al principio o a l final o se puede intercalar, a modo de rondó, el estribillo entre improvisación e improvisación.

3) Composición tonal; se puede componer por ejemplo, una canción pop con distintos esquemas: A) I-V-VI-IV (tal vez el bajo obstinado más frecuente en el pop); B) I-V-VI-III-IV-I-IV-V (el canon de Pachelbel). C) El anatol (Blue moon) I-VI-IV-V ó D) el de When a man loves a woman, de Percy Sledge: I-V (1º inversión)-VI-III (1ª inv.) -IV-V-I-V.

Para completar los acordes seguiremos el mismo procedimiento que vamos a ver más adelante en el arreglo de una melodía en modo mayor pero no tenemos que decidir qué acorde poner sino que los acordes ya los tenemos dados. Entonces, se les dice qué notas tiene cada acorde: acorde de DO Mayor: do, mi y sol; acorde de SOL mayor: sol, si y re; acorde de la menor: la, do y mi y acorde de FA Mayor: fa, la y do. Se pone en el xilófono bajo (o en el bajo eléctrico) la fundamental del acorde; se disponen el resto de las notas del primer acorde en los demás instrumentos de láminas y el resto de los acordes se hacen poniendo las notas de ese acorde conservando en su sitio las notas comunes cuando las haya y buscando que las notas no comunes estén lo más cerca posible de las notas del anterior acorde; todas las notas de los acordes se escriben en blancas, por ejemplo. La melodía puede tener un ritmo sencillo (las síncopas del pop son difíciles de escribir porque no están pensadas para ser escritas) y es la batería lo que le aporta el ritmo al conjunto. Respecto a las características rítmicas de la melodía, sirven las dadas para la melodía de la instrumentación pentatónica; la elección de las notas se realizará intentando enlazar notas de los acordes que estén sonando en cada momento con notas de paso y buscando que no haya saltos. Para hacer progresiones melódicas es mejor el esquema del Canon de Pachelbel que el I-V-VI-IV. Se les puede pedir que compongan dos frases de 8 compases cada una: una para que haga de estrofa y otra para que haga de estribillo.

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Podemos hacer la composición en 2/4 ó 4/4 o bien en 6/8 ó 12/8, en el estilo de For your precious love, de Arthur Brooks, Richard Brooks y Jerry Butler. La batería se puede repartir entre tres alumnos (es más sencillo según D. Goodkin, que hizo lo propio con una batería básica de jazz) o incluso se puede enseñar la “batería de casa” a los alumnos para que practiquen los más motivados y pueda hacer un solo alumno la parte de batería. El charles se sustituye por una pequeña caja de cartón puesta a la izquierda encima de una mesa (y se toca con la mano izquierda que empuña, cruzada hacia la izquierda, un palo o un bolígrafo gastado); la caja de casa se hace directamente encima de la mesa con la mano izquierda cruzada hacia la derecha por debajo del brazo derecho; el bombo se hace con el pie derecho que golpea sobre el suelo y el charles con el pie izquierdo, que también golpea sobre el suelo. El redoble se puede practicar con dos baquetas de caja sobre un periódico sujeto con precinto a una mesa.

4) Composición en el estilo de la música contemporánea. Partimos de la audición de un fragmento esperando que un alumno diga: “esto lo hago yo” o “esto puedo hacerlo yo” para responderle: “exacto: vamos a componer”. La música contemporánea tiene la ventaja de que no hay ninguna restricción ni prohibición: todo es posible.

a) voz: susurros, ruidos no articulados; repetición de un fonema.

b) procesos de acumulación, jugando bien con la intensidad, bien con la entrada progresiva de más músicos, bien con la altura (cada vez más agudo), bien con la duración (o bien haciendo sonidos cada vez más rápidos o bien aumentando la proporción de momentos de sonido frente a los de silencio)

c) Procesos de rarefacción.

d) estallidos sonoros súbitos (bing bang); súbito piano. (S. Sciarrino, Le figure della musica. Da Beethoven a oggi, Milán, Ricordi, 1998).

e) Un instrumento puede llevar el pulso (como en Rituel, de Boulez), luego dejar de llevarlo o luego reanudarlo.

f) Instrumentos de láminas: alternar continuamente entre las dos cajas para que el resultado sea disonante y contemporáneo. Se les puede pedir que los momentos en que intervengan sean cada vez más largos (también puede decidirlo el director), o más fuertes, o

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sugerirles que partan del centro del instrumento para irse alejando o al revés. La alternancia puede hacerse con notas largas que se van acortando progresivamente. Se pueden hacer glissandi.

g) Especie de hoquetus con efectos antifonales o espaciales; con voces se puede dividir una palabra en sílabas haciendo que cada persona o pequeño grupo situado en un lugar del aula haga una sílaba (como en Le visage nuptiel de Boulez, tal y como propone E. Muñoz Rubio).

h) Se pueden imitar las micropolifonías de Ligeti con la voz (según el citado Enrique Muñoz) o bien con las flautas dulces: empieza un alumno con una nota y se van sumando poco a poco más alumnos que van tocando notas a distancia de semitono, bien más agudo o bien más grave o alternando grave y agudo. A cada alumno se le adjudica una nota y basta con que cada alumno toque esa nota.

i) Sonidos no convencionales 1) con la flauta: frullati , cantar mientras se toca, buscando sonidos sobreagudos sin importar que suenen mal, golpear la flauta con anillos; 2) con los instrumentos de láminas: golpeando la caja, frotando las láminas con arcos de violín, tocando las láminas con escobillas, incluso con escobillas caseras.

Se pueden golpear con las baquetas o con las manos los pupitres, las sillas, el suelo con los pies, percusiones corporales...

j) Se puede combinar el sonido de los instrumentos enumerados anteriormente con grabaciones que los alumnos han podido hacer en sus casas grabando ruidos de la vida cotidiana, incluso superponiendo sonidos hechos por ellos con el ruido ambiente, en casa (grifos, cisternas, puertas, pasos...) en la calle o el campo. Se pueden hacer sonar simultáneamente varias grabaciones grabaciones hechas por distintos alumnos, haciendo que suenen primero de forma sucesiva y luego simultánea o de forma escalonada.

k) Se anima a los alumnos que creen sus propias grafías para lo que van a componer; incluso que escriban cómo se traduce en música cada signo que han creado.

l) Se les aconseja que las composiciones sean cortas.

Ópera escolar

La iniciativa parte de unos cursos para maestros impartidos en el Metropolitan Opera House de Nueva York y en la Royal Opera House, de Londres; la idea se importó en España y se realizaron cursos de este tipo destinados a tutores de primaria en el Teatro Real de Madrid destinados a tutores de primaria.

Con todos los estilos que hemos visto hasta el momento se puede componer una ópera escolar, adoptando un estilo diferente para cada número de la ópera: en las escenas de mayor intriga o incertidumbre se puede utilizar el estilo de la música conteporánea; si hay personajes de origen oriental se puede utilizar la escala blanda; según sean las escenas alegres o tristes se pueden utilizar escalas (sean o no pentatónicas) mayores o menores.

Está claro que la ópera cómica (con diálogos hablados) tiene las de ganar frente a la ópera seria (con recitativos) a la hora de servirnos de modelo; el diálogo hablado podría tener

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entidad argumental completa y las arias, a la manera de la ópera barroca, podrían consistir en recreaciones de estados de ánimo de los personajes principales. También se puede hacer una obertura instumental, números corales y, si se diera el caso, alguna danza. Se puede terminar con un coro. No todos los personajes tendrían que cantar; cantarían los menos vergonzosos, y a los más tímidos se les podría adjudicar un instrumento para tocar o la proyección de los sobretítulos de los textos cantados con el ordenador y el cañón.

Los decorados más fáciles de preparar son los que corresponderían a una miniópera ambientada en un centro docente: una aula se simula con una pizarra blanca y pupitres encima del escenario; el patio puede ser simulado con el escenario vacío con uno o dos alumnos botando balones o saltando a la cuerda. Los alumnos/as más desarrollados/as pueden representar papeles de profesores.

Los argumentos de las óperas compuestas por los alumnos de Ángel Ocaña pretenden combatir conductas negativas propias de nuestro tiempo (el racismo, la xenofobia) y fomentar la educación en valores. Pero se pueden buscar argumentos de otro estilo.

Elaborar arreglos sencillos

Un arreglo consiste en adaptar una obra musical dada a otra plantilla instrumental distinta de la original, a veces (no siempre) cambiando algún acorde. Si el punto de partida es una melodía en vez de una obra polifónica, primero tendremos que armonizarla antes de asignar los instrumentos que queramos que toquen cada parte.

Vamos a ver tres tipos de arreglos. En primer lugar, veremos dos tipos de arreglos 'a mano' y luego veremos que se pueden hacer con ayuda del ordenador.

1) Arreglar una melodía 'a mano'

1.1) Arreglar sin ayuda del ordenador una melodía pentatónica

Es el arreglo más sencillo. Arreglaremos esta melodía pentatónica con las mismas reglas que hemos seguido para hacer nuestra composición. De este modo, arreglar una melodía pentatónica consiste en 'hacer una composición' como la que ya hemos hecho, 'composición' en la que no tenemos que componer la melodía, porque ya

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nos la han dado hecha. El resto de los instrumentos hacen lo mismo que harían si nosotros hubiéramos compuesto la melodía.

1.2) Arreglar sin ayuda del ordenador una melodía en modo mayor

Es más complicado. Utilizaremos los mismos instrumentos que en nuestra composición pero con un segundo xilófono alto en vez del carillón. Por lo tanto, asignaremos, de arriba abajo, el primer pentagrama a las flautas (dobladas o no por el xilófono soprano o por uno de los dos carillones), el segundo pentagrama al primer xilófono alto, el tercer pentagrama al segundo xilófono alto, el cuarto pentagrama al xilófono bajo y dispondremos debajo de este último xilófono de dos partes de instrumentos de pequeña percusión de afinación indeterminada.

El xilófono bajo podrá dar tres notas en valores generalmente más largos que las figuras de la melodía (blancas, por ejemplo). Estas tres notas son la tónica o primer grado de la escala (do si estamos en DO Mayor); la dominante o quinto grado de la escala (sol si estamos en DO Mayor) o la subdominante o cuarto grado de la escala (fa en DO Mayor, igualmente). Cada una de estas tres notas es la fundamental de los acordes de tónica, dominante y subdominante, acordes que vimos en segundo de ESO y cuyas notas vienen enumeradas más abajo.

La elección de estas notas del xilófono bajo es, de lejos, lo más difícil de este tipo de arreglos, porque apenas hay reglas y tendremos que guiarnos por el sonido. Como norma general, digamos que utilizaremos la tónica (do en DO Mayor) cuando en la melodía tengamos las notas del acorde de tónica (do, mi o sol), utilizaremos la dominante (sol en DO Mayor) cuando en la melodía tengamos las notas del acorde de dominante (sol, si, re o fa) y utilizaremos la subdominante (fa en DO Mayor) cuando en la melodía tengamos las notas del acorde de subdominante (fa, la o do). Pero hay dos pequeños problemas: en primer lugar hay notas comunes a más de un acorde (do y sol) y, en segundo lugar, no hay que poner un acorde por cada nota de la melodía, sino más bien uno por cada varias notas de ésta. El último acorde será siempre un acorde de tónica; el primer acorde también será de tónica la mayor parte de las veces; el penúltimo acorde será casi siempre de dominante y el antepenúltimo, de subdominante, buscando procesos de tónica-subdominante-dominante. Pero esto último es teoría que no siempre se refleja en la práctica.

El profesor marcará con una cruz en la melodía las notas que son de paso; el resto de las notas son notas que nos permitirán saber qué acorde o qué acordes podremos elegir:

Si en la melodía tenemos do, mi o sol, en el bajo pondremos do.

Si en la melodía tenemos sol, si, re o fa, en el bajo pondremos sol.

Si en la melodía tenemos fa, la o do, en el bajo pondremos do.

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¿Qué nos guiará para elegir la nota del bajo? El sonido. ¿Y cómo podremos escuchar nuestra elección si no sabemos tocar un instrumento polifónico? Hay dos métodos: a) escribir nuestras dos melodías en el ordenador mediante un editor de partituras (MuseScore, por ejemplo), escuchar cómo suena y establecer los cambios necesarios hasta que nos guste y b) juntarnos con un compañero que toque con la flauta una de las dos partes (la de la flauta o la del xilófono bajo) mientras nosotros tocamos la otra parte; nos fijaremos en el sonido y estableceremos los cambios pertinentes hasta que suene como nosotros queremos. La flauta que hace las veces de xilófono bajo no es un instrumento suficientemente grave, pero no tenemos otra cosa.

Una vez que tenemos compuesta la parte de xilófono bajo, escribiremos para los dos xilófonos alto las dos notas (la tercera y la quinta) que nos faltan de cada acorde, buscando siempre las notas más cercanas a las del acorde anterior, porque así suena mejor y porque, además, facilitaremos de este modo la tarea de los intérpretes de estos dos xilófonos, que así utilizarán los intervalos más pequeños posible y no tendrán que dar saltos. El camino más corto es, siempre que podamos, repetir la misma nota.

Si en la bajo tenemos do, en los xilófonos alto pondremos mi y sol (o sol y mi).

Si en la bajo tenemos sol, en los xilófonos alto pondremos si y re (o re y si).

Si en la bajo tenemos fa, en los xilófonos alto pondremos la y do (o do y la).

En último lugar, compondremos dos partes para instrumentos de pequeña percusión de afinación no determinada siguiendo las mismas indicaciones que seguimos para hacer nuestra composición.

Si calificara este último tipo de arreglo, no seré demasiado estricto en la elección perfecta de las notas del (xilófono) bajo, pero el resto del proceso sí habrá que hacerlo con corrección. Eso sí, no se podrá fallar en la elección del último acorde, que deberá ser de tónica.

1) Arreglar una obra con ayuda del ordenador

Se pueden hacer arreglos con ayuda del ordenador con el editor 'Sibelius'. Los inconvenientes que tiene esta forma de hacer los arreglos es que 'Sibelius' es un programa de pago y que el arreglo no siempre se puede llevar a cabo, sobre todo si el número de partes de la plantilla instrumental de origen y de la de destino no coinciden.

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Primero tendremos que seleccionar la partitura que queremos arreglar: para ello, no hace falta que seleccionemos la partitura entera, sino sólo el primer compás de cada pentagrama del primer sistema, cosa que haremos pinchando primero en el primer compás del primer pentagrama y pinchando después en el primer compás del último pentagrama pulsando a la vez a la tecla de la mayúscula.

Después, copiaremos con “Editar / Copiar” o pulsando a la vez Ctrl+C.

Aunque se pueden escribir a mano los pentagramas de la nueva plantilla vocal y/o instrumental para la que queremos arreglar nuestra partitura, es mucho más cómodo elegir una de las plantillas que nos ofrece Sibelius. Para ello, elegiremos “Notas / Arreglo” o pulsaremos a la vez las teclas Ctrl+Mayús+V; en el cuadro de diálogo que se nos abre, seleccionaremos la plantilla correspondiente a la agrupación para la que queramos arreglar nuestra partitura.

El número de pentagramas seleccionados como destino ha de concordar con el estilo de arreglo elegido; de lo contrario se producirá un mensaje de error.

Para solucionar este error seguiremos el procedimiento original pero utilizando el estilo de arreglo “Explode” si queremos distribuir las notas de un pasaje a lo largo de un número de pentagramas mayor que los del original. Si queremos reducir la música compuesta con un número determinado de pentagramas a una agrupación con menos pentagramas, seguiremos el procedimiento general, pero eligiendo uno de los estilos de arreglo de reducción.

Instrucciones básicas para escribir a ordenador nuestra composición con el editor de partituras MuseScore

Para tener la pantalla completa, tachamos el MuseScore connect (“Conectar con la comunidad”) que nos viene a la derecha pinchando en el aspa.

Vamos al menú Archivo / nuevo y ponemos título a nuestra partitura. Abajo, elegimos “crear nueva partitura desde el principio” (con un poco de suerte vendrá elegido por defecto). Siguiente.

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Como con cualquier otro programa informático, tendremos que guardar pronto nuestro archivo y seguir guardando los cambios con frecuencia, para evitar posibles problemas. Para guardar hay que ir al menú “archivo”, submenú “guardar como”. Por defecto, MuseScore guardará nuestro archivo en el formato exclusivo de MuseScore, así que debemos desplegar el 'filter' que hay al lado del nombre del archivo y elegir formatos estándar como el MIDI (“Archivo MIDI Standard”) si pretendemos hacerlo sonar y que lo puedan abrir otros editores de partituras (Sibelius, Finale, Encore...) o el PDF (“Archivo PDF”) si pretendemos enviar o imprimir la partitura sin efectuar cambios en ella.

Vamos ahora a elegir los instrumentos que hemos utilizado en nuestra composición manuscrita.

MuseScore nos va a permitir poner los instrumentos en nuestra partitura de arriba abajo. Nos aparecerán dos columnas: a la izquierda, la “lista de instrumentos” que podemos elegir (con los nombres en inglés) y a la derecha, los instrumentos que hemos elegido. Abrimos primero el desplegable (pinchando en la crucecita que parece un signo más:+) de Woodwinds (instrumentos de viento madera), seleccionamos soprano recorder (flauta dulce soprano) y pinchamos en ‘añadir’. Nos resultará más cómodo si después de utilizar un desplegable, lo cerramos.

Ahora desplegamos Pitched Percussion (percusión de afinación determinada) y vamos añadiendo -siguiendo los mismos pasos que antes- Orff Soprano Glockenspiel (carillón soprano Orff), Orff Alto Xylophone (xilófono alto Orff) y Orff Bass Xylophone (xilófono bajo Orff). Por supuesto, después de seleccionar cada instrumento, pinchamos en ‘añadir’.

Desplegaremos ahora Unpitched Percussion (percusión de afinación indeterminada) y seleccionamos y añadimos, por ejemplo, el triángulo (Triangle) y el pandero (Frame Drum). Como instrumentos agudos tenemos, además del triángulo (Triangle), las claves (Claves) la caja china (Wood Blocks) y los crótalos o ‘chinchines’ (Finger cymbals); como instrumento grave disponemos del citado pandero (Frame Drum). Muse Score situará los instrumentos en el orden en que los hemos elegido de arriba abajo. Si queremos cambiar el orden, seleccionamos el instrumento elegido en la columna de la derecha y pulsamos “arriba” o “abajo”. Si hemos añadido un instrumento por error, lo seleccionamos y pinchamos en “descartar”.

MUY IMPORTANTE: cuando hayamos terminado de añadir nuestros instrumentos, no debemos pinchar en ‘Terminar’ sino en ‘siguiente’ para elegir la armadura. Elegiremos la que viene marcada por defecto, sin ningún sostenido ni ningún bemol (pues nuestra instrumentación está en Do Mayor pentatónico) y le damos

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a ‘siguiente’. Si le damos a ‘Terminar’ antes de tiempo, MuseScore va a elegir por defecto la armadura que queremos en este caso pero también va a elegir el compás de 4/4 en vez del de 2/4.

A continuación, elegiremos el compás (2/4) con la flecha que nos permitirá pasar del cuatro del numerador (que viene por defecto) al dos; no pondremos nada en la casilla que pone ‘compás de anacrusa’ y fijaremos el número de compases: ocho.

Ahora sí: pincharemos en ‘terminar’ y podremos ver nuestra partitura en blanco -sin notas- con el título, instrumentos, armadura y compás que hemos elegido.

Podemos introducir notas de tres maneras distintas: 1) con el ratón, 2) con los atajos del teclado del ordenador y 3) conectando éste a un teclado MIDI. Los dos últimos sistemas son más rápidos, pero también más complicados. Si alguien quiere y puede utilizarlos, deberá mirar cómo se hace en el manual oficial de MuseScore, que se puede consultar on-line en la página de descargas del programa. En clase sólo veremos cómo se introducen notas con el ratón.

Para empezar a introducir notas con el ratón, hay también tres formas: 1) ir al menú ‘notas’, submenú “introducir nota”; 2) pinchar en la N que hay en la segunda barra horizontal de arriba, y 3) pulsar en el teclado la letra N. Cuando la N de la barra aparece con un recuadro alrededor, MuseScore está listo para escribir notas, que aparecerán en azul acompañadas de una flecha negra y que podremos subir y bajar con el ratón antes de pinchar para ‘fijar’ cada nota en su sitio. Volviendo a pinchar en la N de la barra o pulsando esta tecla en el teclado, deseleccionaremos la opción de escribir notas, la citada N de la barra dejará de estar enmarcada y podremos hacer otras tareas.

Es posible que no podamos escribir notas al principio en las líneas en las que se escriben los instrumentos de percusión de afinación indeterminada. En ese caso, pinchamos “percusión” en la paleta de la izquierda y seleccionamos la cabeza de nota que queremos elegir: cabeza normal, redondeada, o cabeza en forma de aspa (que a veces se utiliza en la percusión).

La duración de cada nota se elige pinchando en la figura correspondiente (blanca, negra, corchea, etc.) que viene en la misma barra en la que viene la N

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Para escribir un puntillo, en modo introducción de notas seleccionaremos en la figura correspondiente en la barra, pinchamos en el puntillo (que está a la derecha de las figuras) y escribimos la nota en el pentagrama. Si queremos añadir un puntillo a una nota previamente escrita sin él, seleccionamos esa nota en modo edición y pinchamos en el puntillo de la barra.

Para corregir , se vuelve a escribir sobre la nota que queramos cambiar. El submenú “borrar los compases seleccionados” del menú “editar” hace desaparecer los citados compases pero sin dejar el hueco y haciendo que los siguientes compases ocupen su lugar.

Se rehace igual que en un editor de textos.

Para copiar y pegar, primero tendremos que deseleccionar la opción de escribir notas (pinchar en la N de la barra es lo más socorrido) y pinchar en el compás que queramos. Por defecto, se seleccionará el compás entero. Para seleccionar más de un compás, seleccionamos primero el primer compás (pinchando en él con el ratón), pulsamos la tecla de la mayúscula y, sin dejar de pulsar esta tecla, pinchamos con el ratón el último de los compases que queremos seleccionar. Para copiar o cortar tenemos tres opciones, que son las mismas que en Word y en otros editores de textos: 1) menú “editar” y submenúes “copiar” o “cortar”, 2) botón derecho del ratón e, igualmente, “copiar” o “cortar” y 3) pulsar a la vez las teclas control + c (copiar) o control + x (cortar). Para pegar, primero seleccionamos el primer compás del lugar donde queremos pegar la selección y luego tenemos las mismas tres opciones que teníamos para copiar o cortar: 1) menú “editar” y submenú “pegar”, 2) botón derecho del ratón y “pegar” y 3) pulsar a la vez las teclas control + v. Estas funciones son especialmente útiles, porque tenemos que escribir ostinati.

Para subir, bajar o cambiar de página, podemos hacerlo arrastrando con el navegador que viene debajo de la partitura, en el que se nos muestra ésta en un tamaño menor y la zona que aparece ampliada con un recuadro azul.

Para poner al final el signo de repetición, debemos ir al menú “líneas de compás” de la paleta de la izquierda. Elegimos el signo “fin de repetición” (posando el ratón, sin pinchar, aparece el nombre; son los dos puntos a la izquierda de la doble barra), pinchamos en él y lo arrastramos hasta el último compás de cualquiera de los

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pentagramas. MuseScore pondrá el signo en el último compás de todos los pentagramas del sistema.

Sonorización de imágenes fijas

Power Point 2003

1) Si no tenemos creado un icono de este programa en el escritorio o en el menú Inicio, tendremos que ir a Inicio / Todos los programas, / Microsoft Office / Microsoft Power Point. Pinchamos y se abrirá el programa.

2) Power Point presenta por defecto una sola diapositiva. Pincha en Insertar / Imagen / Desde archivo… y selecciona la imagen que quieras insertar. Nosotros elegiremos el icono de la página en blanco en el panel desplegable de opciones de herramientas de la derecha, en Diseños de objetos. Si en el panel desplegable de la derecha no aparece el diseño de página, deberemos pinchar en Crear una presentación nueva y en Presentación en blanco.

3) Pincha en Insertar / Nueva Diapositiva cada vez que quieras insertar una nueva diapositiva y repite el proceso de insertar la imagen: Insertar / Imagen / Desde archivo…Con el zoom que aparece en la barra de arriba, podemos hacer que la imagen se ajuste a la diapositiva si es demasiado grande. Repetiremos el proceso tantas veces como imágenes queramos insertar.

4) Debemos guardar cuanto antes: pincha en Archivo / Guardar como, ponle el nombre que quieras, elige ubicación y guárdalo; después le damos al icono de guardar de la barra de arriba (el icono del disquete) con cierta frecuencia, por si acaso sucede algún imprevisto. Hay quien aconseja ir después de Guardar como al menú desplegable de Guardar como tipo y elegir Presentación con diapositivas de PowerPoint. Da un nombre a nuestra presentación y pincha en Aceptar. De momento, no daremos este último paso: debe bastarnos con Guardar como y con guardar luego con cierta frecuencia.

5) Una vez hayamos insertado las imágenes, deberemos animar la transición de éstas. Iremos al menú Presentación / Transición de diapositivas. Ahí podemos elegir, a la derecha, el tipo de transición que nos ofrece Power Point o no elegir ninguna transición: entonces, las imágenes se sucederán una tras otra sin más. El propio programa nos hace una prueba de la transición que queremos probar con una imagen antes de aplicar los cambios.

6) Para asignar un tiempo determinado a cada diapositiva, pincha con el botón derecho del ratón en la primera diapositiva y elige Transición de diapositiva… En el panel de la derecha, en Diapositiva avanzada, marca la casilla Automáticamente después de… y fija el número de segundos de duración de la diapositiva. A

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continuación, haz lo mismo con cada diapositiva (un tiempo aceptable puede ser de 3 a 5 segundos).

7) Para añadir música de fondo a toda la presentación: pincha en Insertar / Películas y sonidos / Sonido de archivo… y selecciona el archivo de sonido que quieras insertar de música de fondo.

8) En la ventana emergente, pincha en el botón Automáticamente.

9) Si no quieres que el icono del altavoz se vea en la presentación, pincha una vez y arrástralo fuera de la diapositiva, hasta el fondo gris. También se puede ir a Configuración de sonido y marcar la casilla ocultar el icono de sonido durante la presentación con diapositivas. En ese caso, pincha en Aceptar.

10) Pincha con el botón derecho del ratón en el altavoz que aparece y elige personalizar animación.

11) Pincha dos veces en el título del archivo de sonido, que aparecerá en el panel de la derecha.

12) En Detener la reproducción, selecciona después de…y escribe el número de diapositivas de tu presentación.

13) Para ver nuestra presentación, tenemos tres o cuatro opciones: a) menú Ver / Presentación de diapositivas; menú Presentación / Ver presentación; teclear F5 o bien pinchar en un pequeño icono que parece una copa, si es que aparece en algún lugar de la pantalla.

14) Si no hemos traído de casa el archivo de audio, deberemos descargar de Internet una pista de música libre de derechos. Hay varias páginas dedicadas a este tipo de música; una de ellas es www.freeplaymusic.com

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Power Point 2007 1) Power Point presenta por defecto una sola diapositiva.

2) Pincha en Insertar / Imagen y selecciona la imagen que quieras insertar.

3) Pincha en Inicio / Nueva Diapositiva cada vez que quieras insertar una diapositiva.

4) Para añadir música de fondo a toda la presentación: pincha en Insertar / Sonido / Sonido de archivo… y selecciona el archivo de sonido que quieras insertar de música de fondo.

5) En la ventana emergente, pincha en el botón Automáticamente.

6) Pincha en Animaciones / Personalizar animación.

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7) Pincha dos veces en el título del archivo de sonido.

8) En Detener la reproducción, seleccionar después de… (escribir el número de diapositivas de nuestra presentación).

9) En Configuración de sonido, marcar la casilla ocultar el icono de sonido durante la presentación con diapositivas. Pincha en Aceptar.

10) Para asignar un tiempo determinado a cada diapositiva: en Animaciones / Avanzar a la diapositiva, marcar la casilla Automáticamente después de… y fijar el número de segundos de duración de la diapositiva. A continuación, hacer lo mismo con cada diapositiva (un tiempo aceptable puede ser de 3 a 5 segundos).

11) Para guardar nuestra presentación: pincha en Círculo con cuadros de Office / Guardar como… y después en el menú desplegable de Guardar como elegimos Presentación de PowerPoint (de modo que siempre se abre en la vista Presentación).

12) Da un nombre a tu presentación y pincha en Aceptar.

Open Office – Impress

En la primera ventana, elige plantilla vacía y pincha en Crear.

Para insertar imágenes, en el menú, pincha en Insertar / Imagen / Desde archivo…

Para insertar diapositivas, en el menú, pincha en Insertar / Diapositiva.

Para agregar sonido de fondo a toda la presentación, pincha en la primera diapositiva con el botón derecho del ratón y elegir Transición de diapositivas.

En el apartado Modificar transición / Sonido, pincha en el menú desplegable y pincha en Otro sonido… y elige la música que quieras poner de fondo.

En Avance de diapositiva asignar un tiempo entre 3 y 5 segundos (en todas las diapositivas).

En Archivo / Guardar como… asigna un nombre y pincha en Guardar.