comunicacion cultura y globalizacion - catedra unesco de comunicacion social

5/15/2018 Comunicacion Cultura y Globalizacion - Catedra UNESCO de Comunicacion Soc...

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RENATO ORTIZ

CESAR FERRARI

DANIEL VALENCIA

OMAR RINC6N

FRANCISCO SIERRA

LUIS IGNACIO SIERRA

MARCELA FORERO

MARISOL MORENO

DORIS SANTOS

LUIS FERNANDO MARIN

JOSE ARIAS



CATEDRA UNESCO

DE COMUNICACI6N SOCIAL

1994 - 2003

La Catedra UNESCO de

Comunicaci6n Social de la

Pontificia Universidad Javeriana se

cre6 en 1994 y se define como un

espacio academico que busca

contribuir al mejorarniento de la

formaci6n superior de profesionales,

investigadores y docentes de lacomunicaci6n en America Latina, de

modo que su desempefio responda

cualificadarnente a las necesidades

del desarrollo integral de sus

respectivos pafses, en 1 0 pertinente a

la relaci6n entre comunicaci6n,

cultura y educaci6n, mediante

serninarios, investigaciones y

publicaciones.

Gabriel Jaime Perez, S.J.

[email protected]

Jose Miguel Pereira G.

Coordinador Academico

[email protected]

Mirla Villadiego Prins

Profesora [email protected]

Adriana Ospina

Asistente

mailto:[email protected]








Comunicacion, culturay globalizacien



Bibl ioteca

PUblica: : : ' 0 r , A

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SANTODOMINGO

F EC HA C LA SIF

Catedra Unesco de Comunicacion (2002 jul.-oct.: Bogota)

Comunicacion, cultura y globalizacion: memorias / Catedra Unesco de Comuni-

cacion; editores Jose Miguel Pereira Gonzalez y Mirla Villadiego Prins. - la ed. -

Bogota: CEJA, 2003.

285 p.

Incluye referencias bibliograficas,

ISBN: 958-683-669-X

I. Comunicacion y cultura - America Latina 2. Multiculturalismo - America

Latina 3. Cornunicacion y globalizacion - America Latina 4. Comuni-caci6n - Aspectos sociales - America Latina 5. Comunicaci6n y educa-

cion - America Latina 6. Gesti6n del conocimiento - America Latina I.

Pereira Gonz~lez,Jose Miguel, Ed. II. Villadiego Prins, Mirla, Ed. III.

Pontificia Universidad Javeriana. Facultad de Comunicacion y Len-

guaje. Departamento de Comunicacion

SCDD 302.23 ed. 21

Catalogaci6n en la publicacion - Pontificia Universidad Javeriana. Biblioteca General

Catedra Unesco de Comunicacion Social

Gabriel Jaime Perez, S.J.

Director

Jose Miguel Pereira

Coordinador Academico

Mirla Villadiego Prins

Asistente Academica

Adriana Ospina

Asistente

Disefio de portada: Francisco Cardona y Nicolas Mejia

Prohibida la reproduccion total 0parcial de este material,

sin autorizacion escrita de la Pontificia Universidad- Javeriana



Comunicaclon, cultura

y globalizacion

Renato Ortiz

(Brasil)

Cesar Ferrari

Daniel Valencia

OmarRinc6n

Francisco Sierra

Luis Ignacio SierraMarcela Forero

Marisol Moreno

Doris Santos

Luis Fernando Marin

Jose Arias

Hernando Cruz

Eduardo Gutierrez

Gabriel Alba

(Colombia)

JOSE MIGUEL PEREIRA G.

MIRLA VILLADIEGO PRINS

(Editores Academicos)

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Comunicaci6n y Lenguaje

Departamento de Comunicaci6n

Catedra UNESCO de Comunicaci6n Social

Bogota, 2003



'\

Pontificia Universidad Javeriana

UNESCO

Reservados todos los derechos

© Jose Miguel Pereira G., Mirla Villadiego Prins, Renato Ortiz,

Cesar Ferrari, Daniel Valencia,Omar Rinc6n, Francisco Sierra,Luis Ignacio Sierra, Marcela Forero, Marisol Moreno, Doris Santos,

Luis Fernando Marin, Jose Arias, Hernando Cruz, Eduardo Gutierrez,

Gabriel Alba

© Pontificia Universidad Javeriana

C E I A Centro Editorial Javeriano

Carrera 7a. No. 40-62 primer piso, Bogota, D. C.

Direcci6n:

Selma Marken Farley

Centro Editorial Javeriano

Coordinaci6n editorial:

Alfredo Duplat Ayala

Correcci6n de estilo:

Gustavo Palacio Dfaz

Autoedici6n:Angel David Reyes Duran

Primera edici6n: diciembre de 2003

ISBN: 958-683-669-X

Niimero de ejemplares: 500

Fotomecanica e impresi6n:

Fundaci6n Cultural Javeriana de Artes Graficas - JAVEGRAF



Contenido

INTRODUCCION

Comunicaci6n, cultura y globalizaci6n 11

Cdtedra UNESCO de Comunicacion 2002

I.GLOBALIZACION Y CAMBIOS SOCIOCULTURALES

1. Globalizaci6n y esfera publica: entre lo nacional

y 10 transnacional 25

Renato Ortiz

2. Revisitando la noci6n de imperialismo cultural............... 46

Renato Ortiz

3. Anotaciones sobre religi6n y globalizaci6n..................... 63Renato Ortiz

II. DIMENSIONES DE LA GLOBALIZACION:

Econ6mica, polftica y cultural

1. Los desaffos de la globalizaci6n: ldesarrollo 0atraso? ... 93

Cesar A. Ferrari

2. Nuevas y viejas formas de 10 publico en tiempos

de globalizaci6n 112

Daniel Guillermo Valencia Nieto

3. No hay globalizaci6nque valga sin localidad que sirva.. 119

Omar Rincon

III. COSMOPOLITISMO Y MULTICULTURALISMO

1. Globalizaci6n y cosm6polis 133

Francisco Sierra Gutierrez



2. Globalizaci6n, multiculturalismo y comunicaci6n 162

Luis Ignacio Sierra Gutierrez

3. Precisiones filos6ficas acerca del multiculturalismo 183

Marcela Forero

IV. COMUNICACI6N, EDUCACI6N:Y GESTI6N

DEL CONOCIMIENTO

1. Ecosistemas de comunicaci6n, analistas simb6licosy esfera publica educativa 195

Marisol Moreno Angarita

2. Sobre el sentido de la comunicaci6n en la reconstrucci6n

de los procesos educativos en educaci6n superior 204

Doris Santos

3. Las competencias: el discurso de la globalizaci6n

en la educaci6n 212

Luis Fernando Marin Ardila4. La funci6n de las unidades de informaci6n en la gesti6n

del conocimiento 226

Jose Arias O. y Hernando Cruz M.

V. MEDIOS DE COMUNICACI6N Y NARRATIVAS

GLOBALES

1. l,Por que investigar los medios? 245

Omar Rincon

2. Apuntes para un lexico minimo sobre la globalizaci6n ... 254

Eduardo Gutierrez

3. Historia de un proceso de investigaci6n. La narraci6n

del crimen y del asesino en la prensa colombiana de

los aflos ochenta 263

Gabriel Alba Gutierrez

Autores 279



INTRODUCCION I


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Comunicaci6n, cultura y globalizaci6nCatedra UNESCO de Comunicacion 2002

Con el proposito de debatir y analizar los presupuestos conceptuales y

las transformaciones propiciadas por la globalizacion en los ambitos de

la comunicacion, la educacion y la cultura desde el contexto de America

Latina, el Departamento de Comunicacion de la Pontificia UniversidadJaveriana realizo la novena version de la Catedra UNESCO de Comunica-

cion Social, entre los meses de julio y octubre de 2002. Este objetivo se

materializo en las conferencias que desarrollaron los profesores e investi-

gadores invitados sobre las transformaciones que la globalizacion habfa

generado en ambitos como la escuela, los medios de comunicacion ma-

siva, la economfa, la polftica, el conocimiento, las narrativas mediaticas,

el multilinguismo, el cosmopolitismo, la identidad nacional, la polftica,

la economfa y la cultura.

Como catedratico UNESCO 2002 fue invitado Renato Ortiz, sociologo

brasilero, doctorado en la Escuela de Altos Estudios de Paris, y que en la

actualidad se desempefia como profesor titular del Departamento de Socio-

logfa de la Universidad de Campihas. El profesor Ortiz ha publicado

entre otras las siguientes obras: Mundializacion y cultura, Otro territorio:

ensayos sobre elmundo contempordneo, Modernidad y espacio, Benjamin

en Paris y Los artifices de una cultura mundializada. El profesor Ortiz

impartio las siguientes conferencias:

1. "Globalizacion en el mundo contemporaneo", En esta conferencia

planteo que es importante analizar la globalizacion desde la nocion de

cultura mundializada, que ofrece una nueva perspectiva conceptual y que

se desvia de los tradicionales puntos de vista economicos y politicos. No

obstante, por donde se mire, esta discusion posee una marcada coherencia

pero no una verdad absoluta. Preferiblemente, la globalizacion no debe

analizarse desde una ideologfa en particular, puesto que el analisis pierde

su imparcialidad y se estarfan negando otros puntos de vista, dado que,los problemas que se discuten con respecto a la globalizacion son multi-

dimensionales.



12 JOSE MIGUEL PEREIRA G. Y MIRLA VILLA DIEGO PRINS

2. "Mundializacion de la cultura, comunicacion e identidad nacional".En esta exposicion sostuvo que el tema mas importante dentro de la pro-

blematica de la cultura es la globalizacion, muchas veces llevada a extre-

mos, ya sea por el lado de la homogeneidad 0por el de la diversidad. La

primera posicion la define como la homogeneizacion del mundo e influ-

ye notablemente en el pensamiento de quienes se gufan por las leyes del

mercado, pues este -al igual que el mundo- es el mismo en todos los

lugares. La postura de la diversidad sostiene que el mundo esta colmado

de identidades y de diferencias. Esto supone que cada identidad se redu-

ce a otra y que responde de esta manera a la idea de un mundo fragmen-tado.

3. "Las ciencias sociales en el mundo contemporaneo". En esta confe-

rencia Ortiz planteo que establecer un acuerdo acerca de los cambios

ocasionados por la globalizacion en el ambito de la cultura es muy im-

portante para el desarrollo de las ciencias sociales. A fin de comprender-

los, pues tambien son desaffos, debe hacerse un analisis de caracter his-

torico. Cuando se alude a la historia, se consigue y se vigoriza la capaci-

dad crftica, aquella capaz de conservar la perspectiva de cuanto se esta

argumentando. La perspectiva historica nos permite establecer, ademas,

si los conceptos construidos y establecidos por las ciencias sociales tra-

bajan y ayudan a comprender el mundo contemporaneo 0, por el contra-

rio, asistimos ala necesidad de crearnuevos conceptos y nuevas catego-

nas de analisis, 10 que implica estudiar y reconocer ellegado historico de

las ciencias sociales.

Ademas de Renato Ortiz, en la catedra UNESCO 2002 participaron

los profesores German Rey, Omar Rincon, Luis Ignacio Sierra, Jorge

Ivan Bonilla, Santiago Castro, Marcela Forero, Cesar Ferrari, Daniel Va-

lencia, Marisol Moreno, Eduardo Gutierrez, Fernando Marin, Doris San-

tos, William Salazar, Esperanza Torres, Jose Arias, Hernando Cruz,

Gabriel Alba, Gabriel Pabon, Jorge Aristizabal, Francisco Sierra y Jaime

Barrera.

Los IDES DEL DEBATE

Las conferencias presentadas desembocaron en una curiosa conclu-

sion, en la cual se evidencia que aun cuando, desde las elaboracionesconceptuales y los proyectos politicos, la globalizacion es mostrada como



COMUNICACION, CULTURA Y GLOBALIZACION. CATEDRA UNESCO... 13

un proceso, cuyos rasgos definitorios estan bien delineados por las crisis

politicas y economicas de los Estados nacionales modernos, por la inter-conexi on de las redes electronicas que las tecnologfas de informacion y

comunicacion han hecho posible, por la intemacionalizacion de la eco-

nomfa y por la emergencia de una cultura mundo; tambien es cierto que

desde los procesos politicos, economicos y culturales ese delineamiento

no es completamente claro, si se tienen en cuenta las ambivalencias que

los atraviesan.

De ahf que buena parte de estos debates fueran expresados a modo de

tensiones cargadas de ambigiiedades y contradicciones, pero almismotiempo de testimonios que sirven para evidenciar que el proceso globali-

zador no se define ni desde un solo espacio, ni desde un solo tiempo, ni

desde un solo discurso, sino desde una configuracion multiple en la que

conviven nuevas y viejas formas de saber, de poder, de exclusion, de

marginalidad, de cultura, de experiencias, de acciones y representaciones.

En este sentido, es posible hablar al mismo tiempo de antigiiedad y

novedad de los procesos de globalizacion, de expresiones multicultura-

listas y racistas, de indefiniciones entre el imperialismo y las redefiniciones

locales de la cultura, de desterritorializacion y reterritorializacion de los

relatos y, en general, de las industrias de la comunicaci6n, de Estado-

nacion y cosmopolis, de desarrollo y atraso, asf como de reproducci6n y

apropiacion creativa del conocimiento. Veamos mas en detalle estos plan-

teamientos que se desprenden de las conferencias de los profesores e

investigadores participantes en la Catedra.

LA ACTUALIDAD Y ANTIGUEDAD DE LOS PROCESOS

DE GLOBALIZACION

Es evidente que no existe un consenso acerca del origen de la globali-

zacion y eso pudo observarse a 10 largo de las discusiones de la Catedra,

donde fundamental mente se asumieron dos posiciones: la primera situa

el origen de la globalizaci6n en el surgimiento mismo del capitalismo, en

la vocacion aventurera que 10 llevo a conquistar mercados por fuera de

las fronteras nacionales y, mas tarde, en el impulso que tuvo este modo

de produccion con la revolucion industrial.

Desde esta perspectiva, 10 que hoy se entiende por globalizaci6n no

serfa un proceso completamente nuevo, sino la intensificacion de una

tendencia que se encuentra en el origen mismo del capitalismo. No obs-



14 JOSE MIGUEL PEREIRA G. Y MIRLA VILLADIEGO PRINS

tante, ella no impide preguntarse que novedades comportan los procesos

de globalizacion, ni que al respecto se intenten respuestas que muestran,

tanto en el modo de desarrollo informacional como en el uso intensive

de tecnologfas, la recomposicion que ha tenido el capitalismo con el pro-

ceso de globalizacion,

Siguiendo por esta misma linea de analisis, pueden situarse otras posi-

ciones entre las que se sostiene que 10 nuevo de los procesos de globali-

zacion es que la expansion de la inversion de capitales y la integracion de

las economfas se esta produciendo independientemente del ejercicio de

un control de las grandes potencias, tal como habfa ocurrido hasta finalizarla Guerra Fria, 10 cual podrfa ser, en la perspectiva de algunos investiga-

dores, una consecuencia del desarrollo de los medios de comunicacion,

del transporte y en general de la tecnologfa.

En el otro extremo estan las posiciones que sostienen que laglobaliza-

cion es un proceso novedoso, nacido del auge que el desarrollo tecnologico

ha tenido en los tiltimos afios, Desde este punto de vista, la globalizacion

sena una oportunidad no solo para crecer en terminos economicos, sino

tambien para renovar las instituciones polfticas y para reinventar cultu-

ralmente 10 local a partir del establecimiento de unas "nuevas relaciones

entre las tecnologfas y las sensibilidades emergentes" (Rincon).

Vale Iapena aclarar que las consecuencias negativas que los procesos

de globalizacion han tenido sobre los pafses de menor dinamismo econo-

mico son vistas, en el horizonte de estaperspectiva de analisis, como un

desafio que invita a los ciudadanos y a sus gobiemos a asurnir con res-

ponsabilidad las polfticas de globalizacion y no simplemente como una

moda mas a la que habrfa que seguir.

MULTICULTURALISMO Y RACISMO

Aunque el multiculturalismo es un rasgo de la globalizacion que suele

gozar de gran visibilidad y legitimidad, 10 cierto es que su inocultable

contracara la constituye el racismo, que termina provocando el choque

de las culturas locales de los pafses ricos con los fuertes flujos migratorios

procedentes, por 10 general, de los pafses menos desarrollados economi-

camente.

En buena medida, los conflictos entre culturas empiezan a ser entendi-

dos como resultado del papel que, en en context, de la globalizacion,

vienen cumpliendo "el mercado, la ciudad, la democracia y los medios




de comunicaci6n" (L. L Sierra) en la intensificaci6n de las relaciones

entre culturas distintas. Por eso se considera que el multiculturalismoexige ponerse a tono con una polftica de reconocimiento, que permita

tomar distancia de la inevitable situaci6n conflictiva que termina produ-

ciendo la convivencia de las diferentes culturas.

Sin embargo, desde una perspectiva crftica se ha dicho que la poiftica

del reconocimiento, lejos de ayudar a superar los problemas que surgen

con el pluralismo cultural, iinicamente sirve para enmascarar el verdadero

rostro del racismo y para legitimar una actitud en la que el otro, proce-

dente del pais pobre, es en la practica, acogido en el pais rico desde unaposici6n de superioridad cultural.

Visto desde esta perspectiva, el multiculturalismo es denunciado como

una ideologfa que, tras el argumento del respeto a las diferencias, legiti-

rna la situaci6n de desigualdad a la que se exponen los inmigrantes en los

pafses con mejores posibilidades de ofrecer mas oportunidades econ6-

micas y polfticas.

IMPERIALISMO CULTURAL Y REDEFINICIONES

LOCALES DE LA CULTURA

A pesar de que algunas perspectivas de analisis parecen haberle levan-

tado definitivamente el acta de defunci6n al concepto de imperialismo

cultural, 10cierto es que es innegable la tentaci6n a asociar la globaliza-

ci6n con la idea del pensamiento unico y homogeneizante, supuestamen-

te impuesto por las industrias de la cultura de masas, bajo el signo de los

tiempos del imperialismo cultural. Desde luego, no sobra aclarar que

esta tentaci6n no es gratuita y que mas bien responde a la idea segun la

cual un mercado global s610 puede sobrevivir si se apoya en una culturatransnacional, que garantice el con sumo de una producci6n de iguales

dimensiones.

Consecuentemente con esto, la cultura estaria instrumentalizada al

servicio de los intereses del gran capital, a fin de poder garantizar la

perpetuaci6n de la dominaci6n mediante la recurrencia a la alienaci6n de

las conciencias de las mayorias. Contrariando 10anterior, investigadores

como Renato Ortiz han observado que estos presupuestos no se compa-

decen con la situaci6n actual,donde dificilmente se puede hablar de ho-mogeneizaci6n cultural, gracias a que la oferta de las industrias cultura-

les se ha ampliado y diversificado en los ultimos alios y con ella se ha




provocado, a su modo de ver, un descentramiento de la que hasta poco

habia sido la cultura de masas dorninante, esto es, la estadounidense.

Para Ortiz es evidente que la cultura de masas ya no se irradia desde

un centro y que, por el contrario, es producida desde distintos puntos

que, aunque lleven impreso el sella de la inversion extranjera, buscan en

10 posible establecer un dialogo fructffero con las culturas locales, debido

a que es este el mejor modo como las multinacionales de la comunicacion

y la informacion pueden garantizarse la recuperacion de sus cuantiosas

inversiones.

Consecuentemente con esto, es imposible considerar los efectos de lacomunicacion masiva en terminos de alineacion de la conciencia y homo-

geneizacion de las culturas locales, ya que 10 que habria que considerar

seria un proceso de mundializacion, en el que se hacen evidentes las

reapropiaciones y las redefiniciones de las culturas.

DESTERRITORIALIZACION Y RETERRITORIALIZACION

DE LAS INDUSTRIAS DE LA COMUNICACION

La mundializacion de la cultura comporta, para las industrias de la

comunicacion, un doble movimiento de desterritorializacion y reterritoria-

Iizacion de los contenidos que ayuda a orientar. EI primero, el de la deste-

rritorializacion, indica que, como bien 10 ha senalado Renato Ortiz, hay

un conjunto de expresiones simb6licas que dejan de ser definidas a partir

de sus raices nacionales para poder tener una difusion mucho mas am-

plia, 10 cual no quiere decir que vayan a ser compartidas en todo el planeta,

sino solo por aquellos que mas 0 menos tienen una rnisma condicion

social y'economica.

La desterritorializacion ha supuesto la constitucion de unas narrativasglobales que encantan por el modo como conducen los relatos, para que

sea el propio destinatario el que terrnine de construir las historias a partir

de la intertextualidad 0del cruce con otros relatos. A su vez, este caracter

de las narrativas puede ser entendido como un obstaculo que, gracias

ambiguedad que comporta, impide ver con claridad las logicas que pro-

mociona el discurso globalizador y que efectivamente actiian en perjui-

cio delos destinatarios, de ahf que sea necesario el establecimiento de un

lexico mfnimo, desde donde poder juzgar estos relatos.

Por otra parte, el segundo movirniento, el de la reterritorializacion de

la cultura indica que el consumo, de las expresiones simbolicas desterri-




torializadas, se hace desde las logicas de las culturas locales. Se explica

asf el modo de operacion de las industrias de la comunicacion, donde si

bien es cierto que puede observarse un mayor flujo de inversion extran-

jera, tambien 10 es que cada vez menos esta inversion busca imponer la

produccion de contenidos afines con las logicas culturales de sus paises

de origen.

Ejemplos sintomaticos de esta situacion pueden ser, por un lado, la

industria cinematografica de Hollywood, que de estar dominada com-

pletamente por capital estadounidense, paso a tener una fuerte inversion

de capitales japoneses y europeos. Por otro, tambien puede aludirse alcaso de la industria fonografica, cuya explotacion comercial se hace.se-

gun Renato Ortiz, cada vez mas en funcion de los gustos nacionales.

ESTADO-NACI6N Y COSM6pOLlS

Sobre la crisis del Estado nacional modemo es mucha la tinta que

hasta el momenta ha corrido a proposito de la globalizacion, no sin plan-

tearse cantidad de inquietudes sobre el impacto del poder del mercado en

10 publico, el control politico y la autoridad entre otros. Frente a esta

crisis, la nueva realidad que emerge evidencia la existencia de multiples

ciudadanias: la de las ciudades, la de las regiones, la de lasorganizacio-

nes mundiales y la de una comunidad globalcosmopolita, 10 cual sugeri-

rfa que los ciudadanos deben apelar a distintas instancias desde donde

hacer tutelar sus derechos, cuando desde la instancia estatal son vulnera-

dos 0cuando esa tutela no es posible.

Esta observacion lleva a suponer quees necesario replantear las no-

ciones de soberanfa, de autoridad y de control politico, pues no existe la

posibilidad de seguir pensando la soberanfa en terminos de la "autonomfade un estado para ejercer su dominic sobre un territorio 0de una clase

social para imponer sus polfticas sobre el resto de la sociedad" (Valen-

cia). La realidad producida por el mercado lleva necesariamente a que se

socaven las bases de la autoridad del Estado nacional modemo.

Ante esta situacion, se erige un conjunto de crfticas que sostienen que

el debilitamiento del Estado-nacion ha sido funcional al prop6sito de

imponer un proceso de globalizacion orientado desde el criterio neolibe-

ral, donde se logran imponer los intereses del capital transnacional por

encima de los intereses nacionales que, mal 0bien, debfan responsabili-

zarse por el destine de los ciudadanos.



18 JOSE MIGUEL PEREIRA G. Y MIRLA VILLADlEGO PRINS

En esta perspecti va, se trata entonces de replantear la globalizacion

desde un modelo distinto al neoliberal, donde se facilite una instituciona-

lidad fuerte, capaz de hacer una defensa efectiva no solo de los derechos

y las libertades de los ciudadanos, sino tambien de unas condiciones eco-

nomicas desde donde esa situacion sea posible.

Asf, desde otros puntos de analisis, la crisis del Estado nacional moder-

no ha dado paso a una nueva realidad cultural a la que algunos investiga-

dores Haman cosmopolis, y donde la nocion tradicional de democracia es

disfuncional, en un mundo dominado por procesos y estructuras regiona-

les y globales. En este sentido, se asume que se requiere una explicacioncosmopolita de la democracia.

A este respecto, el plantearniento que se hizo es que en virtud de la

multiplicidad de escenarios en los que las personas deben interactuar

(ambitos local, regional y global), deben reconocerse derechos y respon-

sabilidades legales que legitimen la pertenencia a diversas comunidades,

con 10 cual se estaria continuando con la tendencia que hacia una demo-

cracia cosmopolita se habia iniciado con instituciones como ONU, FMI,

BID, entre otras.

El paso de las democracias tradicionales a las democracias cosmopo-

litasno se observa sin desprevenciones; puesto que la liberalizacion del

capital financiero, sumado al poder que este ha alcanzado, comportan

una "contradiccion historica entre la competitividad eficientista.y el

mundo de las relaciones interpersonales espontaneas" (F. Sierra). Por

este camino, el analisis de esta contradiccion lleva a los estudiosos del

cosmopolitismo a extraer 10 que podrfa ser denominado como su desa-

fio, esto es, la necesidad construir un senti do etico-polftico de la econo-

mfa y una conciencia critica desde la comunicacion y la educacion,

DESARROLLO Y ATRASO

Un fuerte indicio de que la globalizacion no es un proceso homogeneo

la dio el debate en el que se confrontaron las categorias desarrollo y atraso.

En los analisisque se hicieron al respecto surgio.la pregunta de por que si

la globalizacion es un proceso impuesto a traves de consensos, como el

de Washington, produce efectos tan diametralmente opuestos, como para

generar el desarrollo en algunos paises y el atraso en otros.

En las respuestas a estas preguntas se asumio que, aunque el Consenso

de Washington se planteo como un modelo de reorganizacion politico-




economico, que supone "apertura de los mercados de bienes y servicios,

liberalizacion, privatizacion de la inversion y las empresas publicas en el

marco de las democracias representativas, politicas fiscales y monetarias

usualmente restrictivas", 10 cierto es que su aplicacion tiende a ser pro-

blematica si no se armoniza con la polftica economica de cada pais, esto

es, si no se hacen esfuerzos por volver compatibles las polfticas fiscales,

monetarias, cambiarias con el nuevo modele de desarrollo que propone

la globalizacion.

No obstante, para los analistas de esta situacion, la salida de la crisis

no depende solo de la buena voluntad de los gobiemos para corregir loserrores y hacer compatibles su politica economica con el nuevo modele

de desarrollo, sino que seran necesarios nuevos consensos que perrnitan

hacer que el crecimiento de la economfa reporte beneficios para toda la

sociedad.

REPRODUCCION Y APROPIACION CREATIVA DEL CONOCIMIENTO

En tiempos de globalizacion, las practicas de la escuela estan atrave-

sadas por esta dicotornia que encierra contradiccion y ambigiiedad. La

crisis de la escuela se asocia con su insistencia en un modele de ensefianza

que pri vilegia la reproduccion memoristica por encima de la apropiacion

creativa del conocimiento. El caudal de crfticas en contra de la escuela se

encuentra apoyado, ademas, en el argumento de que mientras la globali-

zacion exige un "saber hacer en contexto" (Marin), es decir, poseer com-

petencias (para ser, mas que consumidor, productor; mas que deposito

pasivo de conocimiento, un receptor entice de mensajes; en suma, mas

que un reproductor mecanico de saberes, se trata de tener capacidad de

adaptacion a distintas situaciones 0contextos). La escuela sigue forman-do para un mundo sin contradicciones, sin retos y sin cambios.

La respuesta a la crisis estarfa dada a partir de la formacion de compe-

tencias, de tal suerte que el estudiante sea capaz de afrontar el trabajo en

las condiciones que exige el contexto de la globalizacion. Debe ac1arase,

sin embargo, que al decir de algunos analistas, el discurso de las compe-

tencias es simplemente el discurso que el proceso de globalizacion ha

trafdo consigo para la escuela; pues otra cosa es 10 que puede observarse

en la cotidianidad de las practicas educativas, donde a pesar de los es-fuerzos de algunos profesores por introducir innovaciones en el aula,

que hagan que el conocimiento perrnita hacer ese "saber hacer en con-




texto", 10 que puede observarse es que "en muchas oportunidades son los

mismos estudiantes los que piden volver a las practicas tradicionales"

(Moreno), porque no alcanzan acomprender el proposito de convertirlos

en actores de su propio proceso de aprendizaje.

El problema se amplfa porque el "saber hacer en contexto" no se abor-

da desde una perspectiva localizadora, sino desde una globalizadora, no

siempre capaz de retomar el contexto en el cual el individuo se desen-

vuelve. Desde este punto de vista, las competencias que el sujeto adquie-

re en la escuela no siempre sirven para la formaci on de criterios propios

que permitan transformar la informacion en conocimientos plenamentesignificativos para ellos.

De am que el discurso de las competencias entrafie una ambiguedad,

que sus crfticos han puntualizado muy bien al plantear que queriendo

superar los problemas de la escuela, se esta terminando por ahondarlos

bajo una concepcion completarnente instrumentalizadora del saber, que

termina desconociendo la necesidad de hacer que el individuo se reco-

nozca desde su propia subjetividad y desde su propia realidad.

CONCLUSION

Es fundamental tener en cuenta que la reflexion sobre la comunicaci6n

y cultura hay que hacerla teniendo en cuenta las tendencias polfticas,

sociales y culturales del contexto actual, caracterizado por la globalizacion

de la economfa y la mundializacion de la cultura, 10 que implica com-

prender a la primera como un fenomeno planetario que se caracteriza por

el enlace, cobertura, cali dad y velocidad de las comunicaciones; la abun-

dancia, eficiencia y contundencia de las conexi ones economicas entre

unos sectores y otros; la cobertura planetaria de la operacion de lastransnacionales; el creciente debilitamiento de los Estados nacionales,

sobre todo en los pafses del denominado tercer mundo, y, finalmente, la

existencia de problemas y causas comunes en toda la humanidad.'

Como ya 10 habia planteado Manuel Castells, asistimos a un proceso

de cambio multidimensional: la economfa es mas capitalista que nunca,

es informacional (la productividad depende de la capacidad de adquirir

conocimiento y procesar informacion), esta fundada en redes (alianzas

I Gonzalo Ortiz Crespo (1999), "Cinco c1aves de la globalizacion", en El alba del mile-

nio. Globalizacion y medios de comunicacion en America Latina, s.l., DASB.




estrategicas, descentralizacion, flexibilidad laboral) yes globalizada (fun-

ciona como una unidad en todo e1 p1aneta, 10 mas importante son los

mercados financieros), 10que ha implicado un incremento de 1adesigual-

dad, de 1apobreza, de la polarizacion polftica y de la exclusion social.'

Estos cambios y este contexto implican un replanteamiento en los

modos de hacer investigacion las ciencias sociales y particularmente en

los estudios de los procesos de comunicacion y cultura en nuestras socie-

dades. Son un desaffo para crear nuevas maneras de ver, nuevos concep-

tos y otros metodos que den cuenta de los cambios socioculturales de la

contemporaneidad.

CONTENIDO

En este libro se compilan algunos textos cedidos por Renato Ortiz y

las conferencias impartidas por profesores e investigadores colombia-

nos. Hemos organizado la presentacion de las mismas en los siguientes

capftulos 0 ejes tematicos:

En el primer capitulo, "Globalizacion y cambios socioculturales", se

incluyen los trabajos de Renato Ortiz: "Globalizacion y esfera publica:

entre 10nacional y 10transnacional", "Revisitando la nocion de imperia-

lismo cultural" y "Anotaciones sobre religion y globalizacion".

En el segundo capitulo, "Dimensiones de la globalizacion: economi-

ca, polftica y cultural", se publican los trabajos de Cesar Ferrari, "Los

desaffos de la globalizacion: (,desarrollo 0 atraso"?; Daniel Guillermo

Valencia, "Nuevas y viejas formas de 10publico en tiempos de globaliza-

cion", y de Omar Rincon, "No hay globalizacion que valga sin localidad

que sirva".

En el tercer capitulo, "Cosmopolitismo y multiculturalismo", se in-

cluyen los trabajos de Francisco Sierra, "Globalizacion y cosmopolis";

Luis Ignacio Sierra "Globalizacion, multiculturalismo y comunicacion",

y Marcela Forero, "Precisiones filosoficas acerca del multiculturalismo".

En el cuarto capitulo, "Comunicacion, educacion y gestion del cono-

cimiento", se publican los trabajos de Marisol Moreno, "Ecosistemas de

comunicacion, analistas simbolicos y esfera publica educativa"; Doris

Santos, "Sobre e1sentido de la comunicacion en la reconstruccion de los

Manuel Castells (1998), La era de la informacion: economia, sociedad y cultura, vol.

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A rias y H ernando Cruz, "La funcion de las unidades de inform acion en

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P or u ltim o, en el qu in to cap itulo, "Medios de comunicacion y narrati-

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tig ar lo s med io s?"; E du ard o Gu tie rrez , "Apuntes para un lexico minima

s obre la globalizacion", y G abriel A lba, "H is toria de un proceso de in-

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I

GLOBALIZACION Y CAMBIOS SOCIOCULTURALES



1. Globalizaci6n y esfera publica: entre 10 nacionaly 10 trasnacional*

Renata Ortiz

Las reflexiones que presento intentan explorar la relacion entre 10 publi-

co y el proceso de globalizacion, No pretendo trabajar los innumerables

aspectos que constituyen el problema. Escogf desarrollar solo aqueIIos

que me parecen mas apropiados para iIustrar los cambios que estan ocu-rriendo.

De aIguna manera sentimos que el concepto de 10 publico -referencia

obligatoria para la discusion - sigue siendo parcialmente valido, pero se

ha debilitado y su comprension nos exige una nueva formulacion. En

este sentido, el titulo de este articulo, "entre" 10 nacional y 10 trasnacionaI,

es sugestivo porque revel a no solo la indefinicion del momento, sino

tambien el espacio, el territorio, donde se insertan los nuevos terminos.

Reflexionar sobre el mundo contemporaneo exige una postura crftica y

analitica, sobre todo en 10 que respecta a los cambios recientes. Es nece-

sario interpretar la realidad que nos rodea, conocer sus caractensticas y

su conformacion. Pero el elemento especulativo, en el doble senti do de

la palabra -positivo y negativo- tensiona nuestra comprension, Es

positivo por cuanto es apertura de la imaginacion, posibilidad de accion

en el contexte que nos envuelve; pero tambien negativo, pues una re-

flexion de esta naturaleza no se guia par parametres tan certeros como la

comprension analitica; es imprecisa, vacilante y, ciertamente, induce a

error. Mas aceptar el desaffo es importante, pues el destine de todo inte-

lectual es ser contemporaneo,

Lo P(JBLICO Y LO PRIVADO

Un bello libra de Barrington Moore esta dedicado a analizar la proble-

matica de 10 publico y 10 privado en las sociedades tradicionaIes, desde

los pueblos indigenas, pasando por Atenas y el mundo del Antiguo Tes-

, Traducci6n de Emma Cristina Montana. Profesora del Departamento de Lenguas de

la Pontificia Universidad Javeriana,



26 RENATO ORTIZ

tamento, hasta la civilizaci6n china.' Su lectura nos ayuda a situar la

discusi6n fuera del ambito en el que estamos acostumbrados a circunscri-

birla. Particularmente, nos vacuna contra una cierta tentaci6n eurocentrica

aver la historia de "Occidente" como la continuaci6n y perfeccionamiento

de su pasado clasico griego (son innumerables las interpretaciones que

consideran la polis como modelo de democracia).

Lo publico y 10 privado surgen como "categonas de clasificaci6n so-

cial" en diversas sociedades -representaciones, dina Durkheim- que

abarcan sentidos multiples y diferenciados. Para quienes min se apegan

al mito del origen helenico, es bueno recordar que 10 publico en Atenasse limitaba a los ciudadanos adultos, excluidos los extranjeros y los es-

clavos, es decir, la mayorfa de los hombres comunes, y que la "ciudadanfa"

griega -si es posible usar esa metafora= (de la cuallas mujeres eran

parte desigual) se fundamentaba en una obligaci6n primaria: el servicio

militar.

Por otro lado, la esfera de 10 privado, lejos de ser exaltada y apreciada,

estaba cargada de una connotaci6n negativa. Idion era uno de los termi-

nos que se oponfa a 10 publico; a el se asociaban los idiotas, personas

ignorantes de las cosas colectivas. Subrayo este aspecto porque la sepa-

raci6n entre 10 publico y 10 privado, considerado este ultimo como una

dimensi6n positi va yno restringida a la vida personal, es parte del debate

actual. El individuo aut6nomo, independiente, fruto de un determinado

desarrollo hist6rico, de una conformaci6n social, surge como un ente

distinto, al cual se contrapone la dimensi6n colectiva de 10 publico.

Richard Sennett resalta este hecho como un elemento importante de los

tiempos modernos.' La condici6n de 10 privado se despliega en cuanto a

la intimidad, la personalidad, la sexualidad; en fin, un conjunto de atri-butos psicol6gicos y biologico-sociales.

Recuerdo que Horkheimer consideraba la privacidad burguesa como

un mecanismo fundamental de resistencia al mundo existente "alla afue-

ra", habitado por el maquinismo y el fetichismo de las mercancfas. Por

eso, el arte es visto como una esfera homologa a 10 privado; en su autono-

1 Moore, Barrington, Privacy: studies in social and cultural history, Armonk (N.Y.),

M.E. Sharp Inc., 1984.

Sennett, Richard, 0 Declinio do Homen Publico, Sao Paulo, Cia das Letras, 1988.



GLOBALIZACION Y ESFERA PUBLICA 27

mfa, configura un universo libre, alejado del utilitarismo de la tecnica.'

Marcuse tambien valora este elemento burgues que representa su facetamin no totalmente sumisa a la logica capitalista."

En este escenario tambien aparece la cuestion religiosa. Las creencias,

hasta entonces consideradas vinculo primordial de las relaciones socia-

les, pierden su posicion hegemonica, El Estado modemo despoja a los

universos religiosos de su presencia publica, y los caracteriza como par-

te de la vida privada. Eso fue 10 que Marx quiso decir en su crftica a la

cuestion judfa. Son los creyentes quienes deben escoger su propio desti-

no religioso, siempre que 10 hagan desde la res publica. Asf se garantizala libertad de creencias, una vez establecidas las fronteras de 10 privado

de cada individuo. Existe, por 10 tanto, una division entre dos esferas

diferentes: la publica frente a la privada; ambas estan separadas entre sf y

cada una de ellas define un mundo con cualidades especfficas. En termi-

nos weberianos, dirfamos que hay una racionalizacion de la vida social

que crea unidades autonomas, ciertamente interrelacionadas, pero sepa-

radas una de la otra.

Lanocion de 10 publico todavfa tiene un significado politico relacionado

con la emergencia del Estado modemo. Varios pensadores afirman que

el Estado modemo es impersonal y que esta basado en reglas y ordena-

mientos constitucionales. Su autoridad se extiende a la totalidad de una

comunidad determinada territorialmente, en la cual el cuerpo "soberano"

legitima su autoridad a traves del consenso entre los individuos. La autori-

dad impersonal requiere la separacion entre religion y Estado, pues los

fundamentos religiosos se vuelven insuficientes para definir su soberanfa,

NorbertoBobbio traduce este movimiento de manera sugestiva, al afir-

mar que el Estado modemo inaugura "la primacia de la polftica'" en un

doble senti do. Primero, la accion polftica deja de subordinarse a las leyes

de la moral, se emancipa de los valores espirituales y de las motivaciones

religiosas. Segundo, se crea un espacio especffico donde se afirman y

3 Horkheimer, Max, Art and Mass Culture, Estudios en Filosoffa y Ciencias Sociales,

1941.

4 Marcuse, Herbert, "Reflexiones sobre el caracter afirmativo de Ia cultura", en Culture

et Societe, Paris, Minuit, 1970.

5 Bobbio, Norberto, Estado, Gobierno y Sociedad, Mexico, Fondo de Cultura Econ6-

mica, 1994.



28 R EN A TO ORTIZ

realizan las acciones polfticas: los partidos, los sindicatos, las asociacio-

nes, los gobiemos, actiian dentro de sus fronteras. Cada una de esas ins-

tituciones tiene el merito de existir y actuar segun sus propuestas y obje-

tivos. Esta es la territorialidad de la politica modema.

Por consiguiente, el concepto de 10 publico no se puede desligar de la

nocion de ciudadanfa. Ella es la mediacion que "supera" la oposicion

entre 10 extemo y 10 intemo, dicotomia inherente al mundo modemo. La

realizacion del individuo, en tanto ciudadano libre y consciente, capaz

de escoger la orientacion polftica que le conviene, se concretarfa asf en

una voluntad ejercida en el ambito de la esfera publica. Estamos cierta-mente frente a un ideal que ha side contradicho una y otra vez por

la realidad historica, pero que es el parametro alrededor del cual gira la

discusion; es ellegado que motiva las preocupaciones que todavfa nos

mueven hoy.

Un ejemplo de esto es la pregunta: "l,Seria posible una esfera publica

en America Latina?". El tema inspiro a un grupo de pensadores cuya

respuesta, casi siempre negativa, se puede resumir de la siguiente mane-

ra: en America Latina, los intereses patrimonialistas, la existencia de una

sociedad del favor, el clientelismo de las clases dominantes, haran que

los intereses particulares primen sobre el orden general e impediran el

florecimiento de los valores democraticos, Por ser una extension de 10

privado, el espacio publico diffcilmente podrfa desarrollarse como una

esfera autonoma, independiente de las imposiciones privatistas.

Otro ejemplo 10 brinda esa misma pregunta aplicada al caso de Japon."

La respuesta, tambien negativa, es interesante, pues se aplican las mis-

mas categorias de analisis, pero en senti do contrario. La filosoffa confu-

cionista, con sus valores de misericordia filial y de autoridad, tiende asofocar la voluntad individual, que destaca los deseos "egofstas", en nom-

bre del respeto al orden general de la sociedad. Desde esta perspectiva,

10 privado deberfa estar al servicio de 10 publico y, en el contexto de la

modemidad, ser ordenado jerarquicamente por los valores tradicionales

6 Vease Shinichi, Yamamuro, "Le concept de public-prive", en Yoichi, H. y Sautter, C.

(org.), L' Etat et l'Individu au Japon, Paris, Escuela de Altos Estudios Sociales, 1990,Vease tambien Ortiz, Renato, 0 Proximo e 0Distante: Japdo e modernidade-mundo,

Sao Paulo, Brasiliense, 2000,



GLOBALIZACION Y ESFERA PlJBLICA 29

(reinterpretacion de la tradicion Tokugawa por la elite de la revolucion

Meiji). El concepto de sociedad civil, basado en la existencia de un ciu-dadano libre, educado para la democracia, no encuentra, por 10 tanto,

asidero, porque las manifestaciones individuales siempre se yen como

contrarias ala voluntad del soberano, en terrninos de los politologos.

En un caso, el de America Latina, tenemos un exceso de privatizacion

de 10 publico; en el otro, una ausencia de afirmacion individual. Pero en

ambos se competina por la no existencia de una esfera realmente inde-

pendiente, en la que ideal mente deberian alcanzarse valores como la de-

mocracia, la igualdad y la libertad (siendo rigurosos, eso no sucede ni en

Europa occidental ni en Estados Unidos, lugares considerados puntos de

referencia).

Un ultimo aspecto amerita mencion: la opinion publica. Ya no nos

movemos en los marcos de la soberanfa, de la libertad ciudadana expre-

sada a traves de sus instituciones representativas .La nocion de 10 publi-

co adquiere ahora una dimension mas amplia, que involucra el respeto a

la opinion que los individuos construyen y manifiestan en la vida cormin.

En este senti do, el proceso de su formaci on, es decir, los caminos que

cada uno tomaria para llegar a esta 0aquella opinion, es fundamental. De

ahi la importancia de los medios de comunicacion. El paso del periodis-

mo literario al periodismo politico, como observa Habermas, marca una

etapa importante en este proceso.?

No es fortuito que el debate sobre 10 publico abandone poco a poco

una categoria frente a los pensadores del siglo XIX. Me refiero al termi-

no multitud, que hacfa referencia a una masa amorfa de personas aglo-

meradas en un determinado espacio fisico (Ortega y Gasset decia que la

multitud se caracterizaba por su visibilidad). Se encontraba "allf", aglo-merada en un determinado lugar. Gabriel Tarde insiste en afirmar que, a

finales del siglo XIX, la prensa comenzaba a transformar a la multitud en

un grupo de individuos con opiniones propias, transmitidas y trabajadas

a traves de los periodicos," Para existir, la multitud ya no necesitaba aglo-

merarse. En realidad, la nocion de 10 publico frente a los medios de co-

municacion se amplia, como 10 anotan acertadamente los sociologos de

7 Habermas, Jurgen, L'Espace Public, Paris, Payot, 1978.

8 Tarde, Gabriel, L'Opinion et la Foule, Paris, PUF, 1989.



30 RENATO ORTIZ

la Escuela de Chicago. El individuo, antes inmerso en el anonimato de la

multitud, tiene ahora en su aislamiento la posibilidad de afirmar su idio-sincrasia. La "opinion publica" cuenta con la accion de las instituciones

colectivas, la prensa, y la dispersion de cada individuo, distancia necesa-

ria para la reflexion y la formaci on de unjuicio propio.

En esta perspectiva, a 10 largo del siglo XX se insertaron otros medios

de comunicacion: el cine, la radio, la television, el computador.En cada

momento de sustitucion de un soporte tecnico por otro, se retoma la dis-

cusion sobre la democracia, sobre la posibilidad de ampliarla 0 restrin-

girla. Se llega as! a un conjunto de oposiciones recurrentes: escritura /radio; radio / television; television abierta / television por cable; television

por cable / computador. El sentido ultimo de estas oposiciones serfa la

capacidad que los medios tecnicos tendrfan de amplificar el espacio pu-

blico. El debate actual sobre internet hace parte de esta tradicion. En el

fondo, 10 que se discute es la posibilidad de que la interaccion virtual

abra nuevosespacios para la declaracion publica de las opiniones indivi-

duales.

En este sentido, la influencia de los medios de comunicacion en la

expansion de los ideales democraticos serfa decisiva: amplianan la esfe-

ra publica e involucranan activamente alos individuos, la volverian mas

incluyente (los criticos parten del mismo principio, pero tienen una im-

presion negativa del proceso). Evidentemente, nos re-encontramos con

el mismo ideal en el que la opinion publica serfa fruto de una discusion

equitativa entre iguales. A este ideal se oponen la desigualdad social y la

organizacion de los medios de comunicacion en grandes corporaciones,

cuyos intereses son mucho menos los valores democraticos que los mer-

cantilistas.

GLOBALIZACION Y ESFERA PUBLICA. i.QUE CAMBIA

DE LUGAR?

Privacidad I polftica I opinion: tres dimensiones distintas del debate

actual. Existe, sin embargo, un supuesto basico comun, un fundamento

normal mente implfcito en la literatura especializada que se explicita con

el proceso de globalizacion: el Estado-nacion. A pesar del enfasis en la

universalidad de valores como la democracia y la ciudadania, estes solopueden tener lugar realmente en la particularidad de cada nacion, Lo

publico, asi como la opinion publica, se limita a su ambito (a veces se




habla de la opinion publica intemacional del mismo modo que se habla

de las relaciones intemacionales, 10 que de nuevo reafirma la centralidadde la nacion).

Sin embargo, el movimiento de globalizacion no se caracteriza por ser

simplemente una dimension meta-nacional; no tiene nada de "supra" ni

de "inter" relacional. Se trata de un proceso social que atraviesa el Esta-

do-nacion redefiniendolo completamente. Recordemos que la mundiali-

zacion de la cultura (he insistido en este punto) implica la transforma-

cion del concepto mismo de espacio.? En la historia de las sociedades

humanas, las culturas siempre han estado arraigadas -de algtin modo-

al medio ffsico que las rodea. La tribu, la ciudad-Estado, la civilizacion,

la nacion, son areas geograficas con fronteras bien delimitadas. Dentro

de ellas se expresan las identidades culturales de cada pueblo. Por eso,

autores como Marc Auge definen la nocion de "lugar antropologico" como

un territorio Ileno de senti do, IO un terreno geografico y simbolico que

puede circunscribir a una tribu indigena, una ciudad 0 una civilizacion,

En el se arraigan los hombres y mujeres cuya espacialidad constituye los

lfrnites identificadores de los grupos que 10 conforman. Se establece asf

la existencia de un "nosotros", referente permanente que se opone a un

"ellos", situado fuera de las fronteras.

En este sentido, el planeta estaria conformado por un conjunto dife-

renciado de sociedades parti cuiares. Cada unidad ecologica correspon-

derfa a un "pueblo" con sus habitos, sus atuendos, sus creencias, sus

maneras de trabajar la tierra, su forma de vida. La globalizacion rompe,

sin anularla, esta relacion entre cultura y espacio ffsico (de ahf el usa

cada vez mas frecuente de la categoria desterritorializacion en la com-

prension de la realidad actual). Quiero retomar la problematica de 10 pu-blico desde esta perspectiva. Su aparicion en la sociedad modema impli-

ca la existencia de fronteras precisas que 10 separan del dominio privado

e instituyen su autonomia. Se habla entonces del "espacio" y la "esfera"

publica, terminos que definen una territorialidad, un circuito idiosincra-

sico.

9 Vease Ortiz, Renato, Urn Out ro Terr it or io : ensaios sabre a mund ia li zacao , Sao Paulo,

Olho d' Agua, 1996.

10 Auge, Marc, Non Lieux, Paris, Seuil, 1992.



32 RENATO ORTIZ

Podemos entonces preguntar: l,en que medida se transforma la nocion

de espacio publico en este contexto? El advenimiento de la modemidad-mundo implica el surgirniento de un territorio compartido a gran escala

(evito deliberadamente el termino esfera publica), que transciende y atra-

viesa los espacios locales y nacionales. Se retoma el tema de los medios

de comunicacion -que Habermas habfa discutido en cuanto a la cons-

truccion de la opinion ptiblica-«, solo que ahora, en terminos globales.

Si es posible afirmar, como 10 hace Rodota, que los medios de comunica-

cion - particularmente la television - cambian las formas de hacer polf-

tica a escala nacional, sin duda 10 rnismo sucede a escala mundial.P.l.os

satelites, la comunicacion por cable, loscomputadores, la fibra optica, la

trasnacionalizacion de las empresas de comunicacion, son factores de-

terminantes en la escena polftica actual.

No sin razon, las ONG, una especie de metafora del hacer polftica en

el ambito mundial, se identifican en el uso de las llamadas nuevas tecno-

Iogfas (normal mente visto como altemativo, cosa que no es necesaria-

mente cierta). Tambien es sintomatico que en el presente siglo se inicie

el debate sobre una posible democracia cosmopolita, una sociedad civil

y una ciudadanfa mundial; es decir, temas extensivos al planeta como un

todo y ya no restringidos a las fronteras del Estado-nacion." Elgran

problema es saber si los terminos de este debate son sirnilares a los del

escenario anterior, 0 si el cambio de contexto modifica su propia natura-

leza. Dicho de otra manera: l,seria el espacio trasnacional homologo al

espacio publico nacional? Autores como Ulrich Beck creen que sf. 13Al

defender su perspectiva cosmopolita, este autor tiene en mente. un "cam-

bio de paradigma", mediante el cual el referente Estado-nacion seria re-

emplazado por un referente globalizado. Tomemos como ejemplo losderechos humanos. El error de la perspectiva tradicional serfa considerar

que estes solo son posibles en el contexto del Estado-naci6n. Un para-

digma cosmopolita debena invertir esta relacion y afirmar que los dere-

chos humanos preceden a las leyes intemacionales; asi se oreana una

legally binding world society of individuals.

11 Rodota, Stefano, Tecnopolitica, Buenos Aires, Losada, 1999.

12 Vease Held, David, Democracy and the Global Order, Cambridge, Polity Press, 1995.1 3 Beck, Ulrich, "The cosmopolitan perspective: sociology of the second age of

modernity", en The British Journal of Sociology, Vol. 51, No.1, enero-marzo de 2000.




No quiero perderme en la discusi6n del contenido propiamente politi-

co de esta propuesta, con la cual tengo incluso alguna afinidad. Meinte-resa revelar las premisas que subyacen a la argumentaci6n. Desde este

punto de vista, el Estado-naci6n aparece como un obstaculo para ellogro

de los valores universales heredados de la llustraci6n. Por consiguiente,

el espacio trasnacional significa una superaci6n -estoy tentado a decir

"hegeliana" - de las contradicciones anteriores. Si el individuo, en su

libertad, se encuentra limitado por las fronteras nacionales, 10 mas natu-

ral es que las amplie.

Por consiguiente, la democracia, la libertad,10individual, son consi-

derados valores universales que final mente se pueden realizar fuera de

cualquier particularismo (hay algo de kantiano y eurocentrico en esta

propuesta). Al dejar de ser particular, es decir, nacional, ellugar por ex-

celencia de esta realizaci6n se transfiere a la modernidad-mundo. Se pos-

tula asf una homologfa entre los espacios publico, nacional y mundial,

sin la cual serfa imposible hablar de una sociedad de individuos. La cntica

se centra, por 10 tanto, en la situaci6n restrictiva en la cual ciertosprinci-

pios, una vez afirmados, son inmediatamente negados por el particularis-

mo del Estado-naci6n; pero la validez de esos principios se conserva al

ser desplazados a otros contextos. Sin embargo, creo que las cosas son

mas complejas, puesto que el proceso de globalizaci6n abarca los con-

ceptos y el contexto en el cual ellos tienen una validez te6rica y polftica,

EI dilema es mucho mas profundo.

Una de las caracterfsticas del Estado-naci6n es la organizaci6n y ad-

ministraci6n de la politica. En 10 que respecta al gobierno, el Estado

tiene la capacidad de legislar y de conducir a los hombres y mujeres que

viven en su territorio. Su estructurajurfdica es una pieza importante en lagarantfa de los derechos individuales y la libertad de los ciudadanos. La

polftica tambien es prerrogativa de los partidos, los sindicatos y los mo-

vimientos sociales. Cada una de esas instituciones lucha por sus convic-

ciones e ideales. Pero, a pesar de las disputas y hostilidades que las sepa-

ran, comparten un postulado: el Estado es ellugar privilegiado para la

materializaci6n de la acci6n polftica. Solo el posee la tecnologfa y los

medios necesarios para una acci6n de gran impacto: politica, industrial,

monetaria, agricola, educativa, etc. Los partidos se disputan entre sf el

acceso a esos medios, pues tenerlos a su disposici6n les conferirfa mate-

rialidad a sus propuestas especfficas.



34 RENA TO ORTIZ

El Estado es, por consiguiente, un espacio de poder. Desde su micleo

se irradian proposiciones en una u otra direccion, El camino al poderpuede variar ciertamente: el autoritarismo (golpe), 0 la democracia par-

lamentaria (elecciones). Pero independientemente de la forma (esta cla-

ro que existen diferencias sustantivas entre ellas), el meollo del asunto

que estamos discutiendo es el mismo. Se supone que, una vez en el po-

der, los gobemantes acnian segun sus calculos e intereses. En principio,

todo gobierno tendrfa la capacidad de establecer metas manipulando los

medios a disposicion, sea que logre 0no sus objetivos.

Laglobalizacion implica una constatacion amarga: el poder,

0

para sermas precisos, las partes sustantivas del poder, dejan de estar articuladas

en el Estado-nacion (corporaciones trasnacionales, bancos, FMI, G-7,

etc.).'" Esto equivale a decir que el Estado ya no tiene la misma capaci-

dad para controlar y administrar un conjunto de variables que afectan

directamente a su poblacion. Sus objetivos se le escapan de las manos.

La crisis actual revel a la imposibilidad del Estado de arbitrar asuntos

fuera de su alcance, de su jurisdiccion, Y no se trata de aspectos secunda-

rios en la vida de una nacion: su propia capacidad de organizarse, su

"soberanfa", esta en juego. En este caso, la politica pierde ellugar de

primacia del que habfa disfrutado hasta entonces.

Al hablar del espacio publico mundial, a menudo se olvida que algunas

de sus caracterfsticas cambian. Hay primero una ruptura del vinculo entre

10 publico y el Estado-nacion, que perrnite la expansion de su territoria-

lidad y le atribuye una espacialidad mas incluyente. Sin embargo, como

resultado de esta expansion, los valores presupuestos anteriormente ya

no cuentan con los mecanismos operativos para su realizacion. Como no

existe un Estado global, 10 que se tiene es tan solo un conjunto de orga-nismos e instituciones dispersas (ONU, Unesco, foros intemacionales,

etc.) en los cuales se afirman. Este es el caso de los derecho humanos.

Para que sean respetados, es necesario que los diferentes pafses introduz-

can cambios en sus legislaciones y que garanticen efectivamente su obser-

vancia. La afirmacion de su universalidad es importante, pero no garan-

tiza que sean respetados en la practica. Aludir, como 10 hace Beck, ala

14 Sobre los nuevos agentes de la polftica global, vease Ianni, Octavio, A Sociedade

Global, Rio de Janeiro, Civilizacao Brasileira, 1993.



GLOBALIZAcrON Y ESFERA PUBLICA 35

importancia de una sociedad mundial de individuos permite avanzar poco

en la discusion, pues las libertades democraticas necesitan instituciones

politicas concretas que las sustenten.

En otras palabras, la expansion de 10 publico coincide con la ausencia

de mecanismos que posibiliten su realizacion. Entonces es necesario en-

frentar un problema. Al discutir 10 publico en el contexto del Estado-

nacion, se decia que esta se podria alcanzar, por 10 menos idealmente.

Independientemente de los elementos de la realidad, contradictorios entre

sf, tal ideal se mantiene vigente. Cabe preguntarse si sucede 10 mismo a

escala global. lEs posible funcionar con la misma nocion de 10 publicocuando la aplicamos a un mundo desigual, en el que el Estado-nacion

sigue siendo un micleo activo, pero debilitado por las fuerzas trasnaciona-

les? Los conceptos siguen siendo un problema en la discusion, pues cate-

gorias como la de ciudadania y sociedad civil se definen tradicionalmente

en contraposicion al Estado moderno. Ellas constituyen, como 10 afirma

Bobbio, la "gran dicotomfa" de las sociedades modernas. Todos los seres

involucrados en uno de los pol os de esta dicotomia estarfan incluidos en

un universo especffico, cuyas reglas de funcionamiento se aplicarfan a

todos. Pero lque significa una sociedad civil mundial cuya contraparte,

el Estado, no existe? i,Cuales sedan los mecanismos para garantizar una

ciudadania mundial cuando la dicotomfa anterior desaparece, 0tiene poco

sentido?

En realidad, la globalizacion implica cambios sustantivos de varias

categorias de la politica y, por consiguiente, de 10 publico. Una de ellas

es la nocion de pueblo. En un mundo globalizado, es dificil decir que la

soberanfa se legitima a traves del consenso de la voluntad popular, por-

que ella no tiene manera de expresarse. En otras palabras, no hay pueblo.Quizas por eso ha proliferado la metafora en plural, "los pueblos del

planeta", 10 cual indica la existencia de sociedades diversasque coexis-

ten, sin que haya una dimension politica cormin que las vincule entre sf.

Igualmente, la nocion de representacion, fundamental en la definicion de

los conceptos de la Ciencia Politica, se aplica mal a ciertas formas actua-

les de hacer polftica. Por ejemplo, las ONG, cuya actuacion es muchas

veces mundial, e~ realidad estan conformadas por grupos profesionales

sin ninguna representacion "popular" (sindicatos 0partidos). En la me-

dida en que muchas de las nociones que usamos se circunscriban al Esta-

do-nacion, se debilitan los aspectos aprehendidos y nombrados por ellas.



36 RENATO ORTIZ

Re fle xio na r s ob re 1 0 pub lic o s ignific a, por 10 tan to, rep en sar un a s erie de

co nc ep to s tra dicio na le s d e la s C ie ncias S oc ia les .

EnCA GLOBAL, VISIBILIDAD Y CONSUMO

E s s ig nificativo con statar qu e, en los iiltim os alios , la dis cu si6n s obre

la etica ha resurgido, ahora en term inos m undiales . En la decada de los

a fio s 9 0, la Un es co o rg an iz6 d os d eb ate s s ob re e tic a u niv ers al y s u re la ci6 n

con el tem a de la g lobalizaci6n (P an s, m arzo de 1 997; N ap oles , diciem bre

de 1 997). E I filos ofo K arl A pel ha ins is tido en la neces idad de equiparar

los problem as m undiales a partir de una base de valores com partidos por"todos ". E llibro de E dg ar Morin , Pd tr ia Terra, exp re sa e l m ismo e sp fritu ,

P ue sto q ue lo s a ctu ale s p ro blema s d el m edio amb ie nte s on d e e nv erg ad ura

m undial, serfa urgente, dice el autor, que cons truyam os una plataform a

conuin d e v alo re s compar tid os e tic amente . Por con siguie nte , no s orp rend e

qu e es tem os as is tien do al s urg im ien to de u n tip o de literatu ra, p rodu cida

s ob re to do por in telec tu ale s c at6 lico s, c uy a p re ocu pa ci6 n c en tra l e s c am i-

nar en direccion de una "etica global". H ans K ung es uno de los teologos

m as representativos de es ta corriente de pensarniento (no pretendo en

es te texto dis cutir el m erito que tiene 0n o dicha propuesta)."

La preocupacion por una accion a escala global llevo a un grupo de

repres entantes religios os a reunirse en C hicago, en 1 993, en un encuen-

tro llam ado "E l Parlam ento de las R eligiones U nivers ales". L a declara-

cion conjunta, resultado de varias discus iones , es s uges tiva. Parte de la

idea de que el m undo actual vive una profunda s ituacion de cris is : pobre-

z a, co rru pci6n p olftic a, de semp leo , h ambre, c on flicto s ra cia le s y e tn ic os ,

crim en org an izado, an arqu fa en los g ran des cen tros u rban os , drog as , co-

lap so del ecosistema." P or con sig uien te, es n eces ario reafirm ar valorescomo la democracia, la ciu dadan fa, la libertad in dividu al. E n otras p ala-

b ra s, p rin cip io s a so cia do s tra dic io na lmente con lo pub lic o, d es te rrito ria -

lizados de los E stados -n acion , em piezan a ten er validez g lobal (alg un os

p re fie ren dec ir "un iver sa l" ).

15 Kung, Hans, Uma Etica Global para a Polttica e a Economia Mundiais, Petropolis,

Ed. Vozes, 1999; Vease tambien Mancinialli, R, Eticas daMundialidade: 0nascimento

de uma consciencia planetaria, S. Paulo, Paulinas, 2000.

16 A Global Ethic: the declaration of the Parliament of the World Religions, Continuum,

Nova Iorque,1993.




Evidentemente, cualquier discusion sobre etica siempre tiene algo de

insatisfactorio. Se reafirman principios sin que necesariamente existan

los medios adecuados para garantizarlos. Esta es, ciertamente, la dife-

rencia fundamental entre etica y polfti ca. Tengo a veces la impresion de

que frente a un mundo problematico, repleto de contradicciones, la au-

sencia de soluciones a problemas concretos tiende a encontrar una cierta

compensacion psicologica en la declaracion "universal" de los derechos.

Ese no es, sin embargo, el punto que me gustarfa discutir en el momento.

Loque importa comprender es que ciertos temas, inherentes al debate de

10 publico, se recuperen en una dimension mundial.Mientras tanto, es necesario entender que tales valores, aplicados a

nivel del planeta, son reivindicados por fuerzas diversas y antagonicas

que los orientan segun sus intereses mas inmediatos. Este es el caso del

mundo del consumo, que a traves de los mecanismos del mercado, de las

estrategias de las grandes corporaciones, tiene una cobertura mundial.

No hay duda de que la afirmacion del consumo se hace de manera indivi-

dualizada. Recuerdo que la afirmacion del indi viduo, aiin en el siglo XIX,

pasaba por diferentes dominios de la sociedad. La moda es un ejemplo

de ello. El fin del Antiguo Regimen rompe las barreras tradicionales y Ie

permite al ciudadano escoger desde su destino politico hasta su vestimenta.

El decreto del 8 de brumario del afio II (29 de octubre de 1793) decfa

justamente eso: cada uno es libre de usar la ropa que le satisfaga. Se sus-

tituye asf todo un sistema estamental de indumentaria por otro basado

jerarquicamente en las distinciones de clase.'? En el, el individuo tiene la

capacidad de escoger su vestimenta en funcion de los medios que posee.

Estrictamente hablando, como sefiala Simmel, el fenomeno de la moda,

como eleccion individual de esta 0aquella tendencia, es fruto de la mo-

dernidad."

En las sociedades pasadas, las costumbres, la indumentaria, los lugares

de habitacion, estaban marcados por la territorialidad de los estamentos.

La afirmacion del consumo, y ya no dellujo, se vuelve asf una conse-

cuencia de la volicion personal." Pero, para no caer en una perspectiva

17 Vease Perrot, Phillipe, Le dessus et Ie dessous de la bourgeoisie: une histoire du

vetement au xise steele; Paris, Fayard, 1981.

18 Simmel, George, "La mode", en Philosophie de la Modernite, Paris, Payot, 1989.

19 Consultar Ortiz, Renato, capftulo "Lujo y Consumo", en Cultura y Modernidad, Sao

Paulo, Brasiliense, 1991.



38 RENATO ORTIZ

"voluntarista", es necesario agregar que el consumo s610tiene valor cuan-

do se valida publicamente, Nada mas extraiio ala logica de los objetos,

usando las palabras de Baudrillard, que encerrarse en sf mismos. Para ser

vistos, los productos y los artefactos deben exhibirse en lugares de gran

circulaci6n de publico: cinemas, centros comerciales, aeropuertos, calles,

edificios, fiestas. La dimensi6n feerica que los caracteriza requiere esta

ostentaci6n. Guardado para sf en el silencio de 10privado, ellenguaje de

los objetos no tendrfa ningun significado. La visibilidad es uno de los

rasgos esenciales de la sociedad de consumo. Sin ella, no habrfa posibi-

lidad de identificaci6n. La escogencia de este 0 aquel producto, de esta 0aquella marca, no afsla al individuo en un universo cerrado; por el con-

trario, 10aproxima a otros con quienes comparte el mismo gusto, la misma

estetica, las mismas inclinaciones.

Estilo-de-vida significa a la vez individualizaci6n y suma: individua-

lizaci6n de la escogencia, que saca a los individuos de los nichos sociales

donde se encuentran; suma de sus individualidades en redes sociales que

los envuelven conjuntamente. Por eso, los productos industriales vienen

simultaneamente marcados con el patronato de la producci6n y con la

estrategia de personalizaci6n del mercadeo; ademas, cuestionan a las

personas en cuanto a sus expectativas subjetivas y gregarias. Diferenciar

y volver a unir es su funci6n. El consumo aetna como el fen6meno de

la moda. La "imitaci6n" encierra un elemento colectivo que coloca a

las personas en un grupo u otro, pero la dimension subjetiva propicia la

afirmaci6n de la personalidad y la acentuaci6n de la idiosincrasia de

cada cual.

Estamos, sin embargo, lejos de las ideas de 10 publico y 10 privado

como las entendfamos. Para expresarse, el consumo necesita un dominiopublico, pero no necesariamente una esfera publica. Los conceptos de

democracia, libertad y ciudadania no estan ausentes, sino redefinidos:

democracia se convierte en sin6nimo de acceso a un gran mimero de

productos, libertad y posibilidad de escoger entre varios Items; "ser libre"

se desvincula de cualquier ideal de justicia, igualdad y derechos socia-

les; el ciudadano mundial, libre de los lfmites del Estado-nacion, es aquel

que participa de este universo y cuya ciudadania es fruto de su inserci6n

en el mercado, de su modo de vida. No nos encontramos simplemente

frente a una ideologia: se trata de una practica, de una etica que orienta la

existencia individual. EI consumo es un universo lleno de sefiales y de




mitos, un mundo con particularidades y exigencias propias. Es una mo-

ral, como bien nos 10 recuerda Baudrillard." Debido a los medios decomunicacion, a las industrias culturales, a las empresas trasnacionales,

a los Idolos de la rmisica pop, a las estrellas de cine, el universo de cober-

tura planetaria constituye una verdadera cultura intemacional-popular.

Por consiguiente, la critica al consumo se vuelve constante y abarca

desde los analisis sesgadamente marxistas, que loven como expresion

del reino de la mercancia, hasta los universos religiosos. La critica em-

prendida por el pensamiento islamico es un ejemplo. Autores como Akbar

Ahmed captan muy bien este aspecto al contraponer el centro comercialala mezquita. El primero seduce, estimula los sentidos, sumerge al indivi-

duo en el reino de losobjetos ofreciendole la sensualidad de las oportuni-

dades." Por el contrario, la mezquita anula la corporaJidad del individuo

y 10 saca del flujo cotidiano; su arquitectura imponente 10 impresiona, 10

transciende, Ie recuerda su condicion finita frente a la inmensidad de

Dios. En el centro comercial prevalece el hedonismo, la realizacion inme-

diata de los deseos - "yo quiero y 10 quiero ahora", seria su eslogan -.

En la mezquita los deseos estan suspendidos, asceticamente contenidos

en la emanacion divina. La mezquita es lugar de oracion, de predicacion,

donde el creyente escucha atentamente los sermones que Ie ensefian la

lucha etema entre el "bien" yel "mal", entre 10 islamico y 10 occidental.

El mundo feerico de los objetos es, por consiguiente, una maldicion, una

tentacion del demonio que debe evitarse; no es simplemente algo inmo-

vil, fijo, confinado a limites precisos. Ese es el peligro: su manifestacion

fluida en el cine, en la musica, en los objetos, en la atraccion sexual, es

"perversa" y persuasiva, "invade" la intimidad del creyente,de su casa

(la prueba, dicen los reJigiosos, es la crisis de la familia en la sociedad

"occidental").

Tomero de Bryan observa, acertadamente, que el consumo ofrece un

estilo de vida que contradice y compite directamente con la conducta

rigida y ascetica exigida por la religion islamica." Su condena es, pues,

una consecuencia Iogica del conflicto entre el "espirituaJismo" y el "rna-

terialismo del mercado". Aceptarlo serfa minar la legitimidad del saber

20 Baudrillard, Jean, La Societe de Consommation, Paris, Denoel, 1970.

21 Ahmed, Akbar S., Postmodernism and Islam, London, Routledge, 1992.

22 Turner, Bryan, Orientalismo, postmodernismo, globalismo, London, Routledge, 1994.



40 RENATO ORTIZ

religioso, abrir una brecha en el monopolio de interpretacion canonizado

en los moldes tradicionales y reinterpretado modernamente por el funda-mentalismo. Sin embargo, este antagonismo no es exclusivo del mundo

rnusulman; es consecuencia de una supuesta intolerancia a "Occidente".

Los catolicos, los protestantes y los confucionistas tambien 10 condenan

unanimemente en su hedonismo "materialista". 23 Hay, entonces, visiones

enfrentadas de 10 publico y de los principios que 10 sustentan. Al aplicarlos

a escala planetaria, son reivindicaciones apropiadaspor fuerzas diver-

gentes (en el ejemplo anterior, religion 0mercado). Lo nuevo es que las

ideologfas y los grupos divergentes -iglesias, compafifas trasnacionales,movimientos- trabajan conceptos ya no restringidos a los lfrnites del

Estado-nacion, 10 cual amplfa el horizontede la lucha polftica. El mundo

se convierte en escenario de debate y disputa entre visiones distintas.

HABITANTES PLANETARIOS SIN SALIR DE CASA

Ya habfa dicho que el proceso de mundializacion redefine la nocion de

espacio. En este sentido, nociones como "nosotros" y "ellos" , "cerca" y

"lejos", "interno" y "externo" se modifican. Al desterritorializarse, el es-

pacio se re-territorializa en el contexto de otra espacialidad (la informa-

tizacion de la sociedad acelera este movimiento). Se puede entonces hablar

de la existencia de relaciones sociales planetarizadas, es decir, de un

mundo real e imaginario que se extiende, de forma desigual y diferenciada,

por todo el planeta. Se capta la esencia de 10 que entendemos por "local"

y "nacional", dos conceptos que no podemos seguir entendiendo como

elementos autonomos cuya existencia regional esta claramente delimita-

da. Permeados poria mundializacion, los canones vigentes hasta enton-

ces se alteran profundamente. La misma oposicion mundial / nacionalJ

local se vuelve problematica,

Estrictamente hablando, la mundializacion de la cultura, para existir,

debe siempre localizarse, pues la cotidianidad de los individuos cambia

a partir de las fuerzas que la transcienden y la incluyen. En este proceso,

las relaciones existentes se rearticulan en los lugares donde estan arrai-

gadas. Lo local ya incorpora elementos de 10 nacional y 10 mundial; en

otras palabras, la mundializacion se vive "sin salir dellugar". Esto signi-

23 Sobre este aspecto vease Ortiz, Renato, "Anotaciones sobre la religion y la globaliza-

cion", en Revista Brasileira de Ciencias Sociais, No. 47, Vol. 16, octubre de 2001.




fica que 10 local es un tejido de flujos diversos, idea contraria a la con-

cepcion usual, segun la cual su diversidad se inscribe dentro de unoslfmites determinados y se opone a 10 que seria extemo. Pensar asi equi-

vale a decir que 10 local existe "fuera" de 10 nacional, y que esto, a su

vez, es extemo a 10 mundial. Esta forma de ver el problema se basa en

una dicotomfa, en mi opinion, poco productiva en terminos analiticos: la

existencia clara de fronteras entre 10 autoctono y 10 foraneo, como se

postula, por ejemplo, en los conceptos de folclor 0de imperialismo cul-

tural, en un mundo globalizado, es cada vez mas dificil de sustentar. Pen-

sar el espacio como cruce y no como sucesion de niveles independientes(local, nacional, mundial) implica una perspectiva diferente.

Los cambios que inciden en la categoria de espacio tienen consecuen-

cias en la idea de 10 publico. Retorno la distincion entre estrategia y tac-

tica, propuesta por Michel de Certau, para aclarar rni punto de vista." De

Certau define la estrategia como una accion cuyo centro es . capaz de

proyectarse a un radio mas amplio. La estrategia persigue ciertos objeti-

vos; es un calculo sobre la posibilidad de lograrlos y una accion concreta

que busca su realizacion. El estratega debe tener una vision global que Ie

permita ir mas alla de su provincia. Es 10 que hacen los militares en la

guerra, los ejecutivos de empresa para vender sus productos, y los politi-

cos para lograr sus propositos. De Certau reserva el termino "tactica"

para un tipo de calculo y de accion que se circunscribe dentro del campo

del adversario. En palabras del autor, la tactica ocupa "ell ugar del otro".

Sin los medios para elaborar un plan de gran alcance, el estratega acnia

con inteligencia dentro de un espacio previamente demarcado. En este

sentido, la estrategia se fundamenta en una concepcion mas amplia del

espacio; la tactica se lirnita a una intencion localizada. El ejemplo traba-jado por Certau es la cultura popular. Contrariamente a otras esferas de la

cultura mas integradoras, y por consiguiente susceptibles de expansion

incluso ideologica, la cultura popular aetna en un terreno fragmentado y

de manera fragmentada. Para el autor, dicha fragmentacion significa "re-

sistencia" a los proyectos hegemonicos existentes.

La reflexion propuesta es sugesti va en la medida en que se fundamenta

en una determinada concepcion del espacio. Traduciendolaa los terminos

24 Certau, Michel de, L'/nvention du Quotidien, Paris, Ed. 10/18,1980.



42 RENATO ORTIZ

que nos interesan en nuestra discusion, podna decir que el espacio publi-

co de la estrategia es mas amplio que el de la tactics, pues esta ultima se

limita a una localidad. Si eso es verdad, se puede agregar que, en el con-

texto de la modemidad-mundo, ellugar de las "provincias" tambien debe

ser pensado en terminos de estrategia y no solo de tactica.

A manera de ejemplo, hablemos de la polftica de los pueblos indfge-

nas. Cada grupo indfgena es una totalidad, es decir, una cultura especffi-

ca con religion, costumbres e idioma propio. No obstante, para defender

sus derechos, el grupo ya no confina su lucha a los lfmites de la vida

local 0nacional. Por el contrario, los objetivos que persigue se trabajanmejor cuando se exponen en el campo publico de una sociedad mundia-

lizada. La propia nocion de pueblo indfgena es sintomatica, Se trata de

una metafora (pues en las comunidades indtgenas no hay pueblo en el

senti do de ciudadanos) que ve positivamente la diversidad de culturas y

la proyecta, en terminos politicos, en el espacio mundializado.

Otro ejemplo es la lengua. Generalmente tendemos a pensarla en termi-

nos nacionales. La gramatica, la integracion y la politica lingiifstica son

equiparadas. De cierta manera, la constitucion del Estado-nacion nos Ilevo

a eso. Sin embargo, en el mundo globalizado, el mercado de bienes lingufs-

ticos cambio radicalmente; primero, con la consolidacion del ingles como

idioma mundial. Evidentemente, no se trata de una casualidad; la hegemo-

nfa de un idioma se explica por razones socio-historicas -colonialismo

britanico, imperialismo norteamericano, emergencia de una industria

cultural ubicada principal mente en Estados Unidos, etc. - .25Los asuntos

lingufsticos no se restringen al orden comunicacional; son inherentes a

las relaciones asimetricas de poder. Existe, por consiguiente, unajerarqufa

en la que el ingles ocupa un posicion destacada -en la ciencia, la publi ..cidad, la informatica y como lengua franca en el turismo, etc. -. No

obstante, eso no implica la decadencia ni la desaparicion de otraslenguas.

Segun los lingiiistas, existe actualmente un sistema integrado de idiomas

a escala mundial, una red comunicativa articulada en varios niveles."

25 Ver Crystal, David, English as a Global Language, Cambridge, Cambridge University

Press, 1998; Phillipson, R., Linguist Imperialism, Oxford, Oxford University Press,

1992.

26 Swaan, Abram de, "A political sociology of the world language system: the dynamics

of language spread", en Language Problems and Language Planning, Vol. 22, No.1,

Spring 1998.




Ciertamente, el ingles ocupa un lugar central en este sistema, pero, a su

lado, idiomas subcontinentaIes como el espafiol y el portugues son centros

de sus respectivos "sistemas solares". Eso significa que sus territoriali-

dades transcienden los espacios nacionales.

En este escenario de distribuci6n jerarquica y asimetrica de bienes

lingufsticos, una politica cultural consecuente no puede adoptar una po-

sici6n defensiva en la que se tomen medidas contra la "invasi6n" de la

lengua inglesa. La misma noci6n de "invasi6n" es inadecuada, pues el

ingles hace parte de la modernidad-mundo y en reaIidad la expresa. Una

altemativa seria considerar el espacio mundiaIizado como territorio dedisputa, es decir, como un lugar de estrategias y no s610 de tacticas (por

ejemplo, un continuo ibero 0 latinoamericano, en el cual pudieran crecer

el portugues y el espafiol a traves de un conjunto de bienes culturales,

peliculas, series de televisi6n, libros, rmisica).

En este caso, la actuaci6n en el espacio publico ya no se limitana a

una visi6n excesivamente local, entendiendo por local tanto la regi6n

como la naci6n. La idea de "resistirse" 0 "atrincherarse" en una realidad

particular resulta insatisfactoria. Aceptar tales proposiciones seria vaIi-

dar las reglas desiguales del juego trasnacionaI y conformarse con una

posici6n de inferioridad. SaIir de la particularidad de las fronteras es to-

mar el mundo como un espacio posible de acci6n polftica y cultural, un

espacio diversificado de poder, basado en la especificidad de las diferen-

tes tradiciones que 10componen.

De todos modos, el proceso de globalizaci6n tiene ritmos diferentes:

es acelerado en la economfa y la cultura, pero lento en la polfti ca. Eso

permite entender la importancia del Estado-naci6n, aunque debilitado en

este contexto. El Estado-naci6n todavfa mantiene dos tipos fundamenta-

les de actividad: la politica y el monopolio de la fuerza.

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2. Revisitando la noci6n de imperialismo cultural'Renato Ortiz

La nocion de imperio es antigua. Seaplica a un tipo de organizacion

social que se extiende sobre una vasta region geografica: imperio romano,

otomano, franco, etc. (Cfr. Duverger, 1980). El espacio es el elemento

central, la cualidad primera en su definicion. En su libro El sistema poli-

tico de los imperios, Eisenstadt considera el imperio como unaformacion

social premodema que tiene un centro de irradiacion, que abarca grandes

espacios y que congrega a pueblos dispersos y a civilizaciones diversas;

pero para mantener estos rasgos distintivos es necesario un esfuerzo cons-

tante de organizacion del orden (desarrollo de la burocracia y la fuerza

militar), ademas de un grado razonable de consenso garantizado, muchas

veces por las llamadas religiones universales -catolicismo, islamismo,

confucionismo, etc.- (Eisenstadt, 1969).

Por otro lado, el termino imperialismo es reciente, modemo, es decir,

posterior a la Revolucion Industrial. El vocablo surge en la Francia de

mediados del siglo XIX para denominar a los simpatizantes de Napoleon

III, y denota la postura autocratica del "emperador de Francia", sin que

por ello se asocie con algun tipo de conquista extema (Koebner y Schmidt,

1964). Hacia 1870, el termino pasa a ser empleado en Inglaterra para

caracterizar los lazos que vinculan a la Gran Bretafia con sus colonias.

Surge asf la idea de un imperio inglis unificado por una misma perspectiva

politica y moral. En este contexto, imperialismo tiene una connotacion

positiva. Significa poder, riqueza, afirmacion d€ una nacion que se con-sidera superior a las demas, las cuales se yen como inferiores e incapa-

ces. Existe un orgullo en ser imperialista.

La crftica a esta actitud arrogante y etnocentrica emerge tan solo a

comienzos del siglo XX, momento en que el termino pierde el significado

marcadamente ideologico para convertirse en un concepto con implicacio-

nes academicas y polfticas. El valor positivo anterior se redefine y surge

asf una lectura que resalta la dimension de dominacion, de desigualdad

, Traducci6n de Emma Cristina Montana. Profesora del Departamento de Lenguas de

la Pontificia Universidad Javeriana.



REVISITANDO LA NOCION DE IMPERIALISMO CULTURAL 47

de poder, de intereses econ6micos y financieros ocultos en las intencio-

nes de mando de las 'grandes naciones'.El primer libro que discute el tema es el de John Atkinson Hobson,

Imperialismo: un estudio, publicado en 1902. La obra inaugura todo un

debate que se inicia con la democracia social de la epoca y que tiene

consecuencias inmediatas junto con la corriente marxista (Momsen, 1980).

Rudolf Hilfering publica El capital financiero, en 1909; Rosa de Luxem-

burgo saca a la luz la Acumulacion del capital, en 1913, y Lenin escribe

el Imperialismo: fase superior del capitalismo, en 1916. No se puede

dejar de mencionar que Schumpeter, quien critica y dialoga con el pensa-

miento marxista, publica La sociologia del imperialismo, en 1919. El

concepto nace, por 10tanto, en Europa y florece sobre todo con los estu-

dios marxistas, impulsados por la revoluci6n bolchevique.

l,Cmiles son los rasgos fundamentales del imperialismo? Primero, su

dimensi6n econ6mica. Hobson insiste en que los intereses econ6micos

llevan a los pafses europeos, particularmente a Inglaterra, al expansionis-

mo. La teorfa marxista explicita min mas este elemento: la necesidad que

tiene el capitalismo de expandirse a traves de la polftica imperialista.

Para reproducirse, el capital no puede contar solamente con los mercados

nacionales; debe buscar nuevas fronteras. S610 asf se puede detener el

cicIo de crisis intemas y asegurar una nueva fase de reproducci6n. Tal

vez la unica interpretaci6n digna de menci6n que cuestiona el fen6meno

en su vertiente econ6mica sea la de Schumpeter (1955). Este autor afirma,

equivocadamente, que el imperialismo es el resultado de la supervivencia

de una mentalidad premodema que data de la epoca de la monarqufa

absoluta. En este senti do, la acci6n imperialista "carece de objetivo",

esta llena de "imprevisibilidad" (y por 10tanto es peligrosa), 10cual con-trasta con 10que el considera intrfnseco a la etica propiamente burguesa:

el utilitarismo, la racionalidad y la objeti vidad. No senan, en consecuen-

cia, los intereses econ6micos los que fundamentan las polfticas imperia-

listas, sino una actitud psicol6gica -residuo de estructuras pasadas-

propia de las clases dirigentes.

La segunda dimensi6n del imperialismo, de naturaleza polftica, reside

en su caracter nacionalista. Es sintomatico que Hobson titule la introduc-

ci6n de su libro "Nacionalismo e imperialismo", pues el concepto, desdesu origen, se centra en la idea de naci6n (Hobson, 1968). Para el, las

polfticas expansionistas de los antiguos imperios siempre tienen algo de



48 RENATO ORTIZ

"intemacionalista" que contrasta con la actuacion eminentemente chau-

vinista de los Estados modemos. Lenin retoma el mismo punto de vista.Lo que distingue la situacion modema de los periodos anteriores es que

ya no tendrfamos un iinico imperio que tiende inexorablemente al creci-

miento, sino un conjunto de pafses que compiten a escala intemacional

(Lenin, 1974). La nacion es el micleo de este capitalismo monopolista

que abarca el planeta y que 10 reparte segun el apetito inescrupuloso de

unos pocos pafses industrializados. En realidad, el imperialismo supone

la existencia de algunas naciones que compitan ferozmente entre sf. Cada

una de elIas, motivada por sus ambiciones particulares, procura ampliar

su radio de circunscripcion y limitar la accion de las otras naciones (1 0

que para varios interpretes constituye una de las causas principales de la

eclosion de la Primera Guerra Mundial). El imperialismo se reviste de un

rostro especifico: ingles, estadounidense, aleman, frances, japones.

Otra dimension constitutiva del concepto es su rasgo ideologico-cultu-

ral. Las naciones imperialistas reelaboran el discurso racista para interpre-

tarlo desde una vision nueva: la mision civilizadora. Los paises industria-

les, conformados por razas 'superiores' , tienen el deber moral de ensefiar

a las razas 'inferiores' el camino del progreso. Civilizar a losotros se

convierte en un imperativo categorico. El hombre blanco no destruye las

especies inferiores; las educa. Ese tipo de argumentacion tiene un doble

objetivo: justificar el movimiento expansionista pero tambien, como 10

afirman varios historiadores, seducir a la opinion publica, es decir, movi-

lizar el apoyo popular en tomo a los objetivos de una politica de Estado

(Ferro, 1999). El imperialismo crea y disemina una vision etnocentrica

entre las diversas clases y estratos sociales de las naciones dominadas.

Si bien es posible hablar del concepto de imperialismo sin mayor proble-ma, creo que no se puede decir 10 mismo de su homologo, el imperialismo

cultural. Yo dirfa que este ultimo es mas una nocion que un concepto pro-

piamente dicho, es decir, es un conjunto abstracto de argumentaciones que

delimitan un campo de comprension y no tanto una categorfa definida para

el analisis de los fenornenos sociales. Hay algo de fugaz y vago en la no-

cion de imperialismo cultural que dificulta circunscribirlo de manera clara

y precisa. Tal vez por eso un autor como John Tomlinson afirma que para

aprehenderla es necesario juntar las diversas acepciones que marcan el

discurso sobre el imperialismo cultural y construir su inteligibilidad a par-

tir de las innumerables situaciones en las que se enuncia (Tomlinson, 1994).



REVISITANDO LA NOCION DE IMPERlALlSMO CULTURAL 49

Un primer punto polemico tiene que ver con su origen. A pesar de las

luchas antiimperialistas y anticolonialistas que se dieron a 10 largo de

todo el siglo XX, de los partidos comunistas que asumieron una posicion

de combate explfcito frente a la dorninacion imperialista, el termino im-

perialismo cultural surge tardfamente en la bibliograffa polftica y acade-

mica. Si se es riguroso, resulta diffcil establecer una fecha exacta aunque

existen pistas que nos ayudan a situarlo de manera mas 0menos aproxi-

mada. En su libro Pensar los medios, Armand y Michele Mattelart sefialan

en una nota de pie de pagina que fue en 1968, en el Congreso de Cultura

-realizado en La Habana yen el cual participaron algunos intelectualesde izquierda (Eric Hobsbawm, Ralph Milliband, Rossana Rossanda, Jorge

Semprun, Hans Magnus Henzensberger, Aime Cesaire, Julio Cortazarj->

cuando la nocion adquirio derecho de ciudadanfa, es decir, paso a tener

visibilidad. Serfa imprudente decir que el termino fue acufiado en este

momento, pero los datos y ellugar son sugestivos pues los aiios sesenta

marcan un perfodo incesante de luchas polfticas en el que Cuba desem-

pefia un papel de la mayor relevancia.

Es posible que la expresion, que agrupa temas conocidos y diversos

como el colonialismo, el subdesarrollo y la dependencia, y que florece

en el marco del pensamiento tercermundista, haya sido utilizada ante-

riormente en contextos similares - mundo arabe, Asia e incluso America

Latina (recordemos que en 1955 se llevo a cabo la Conferencia de Ban-

dung, considerada una especie de marco intemacional de las luchas antiim-

perialistas del Tercer Mundo)-. Entre tanto, la observacion de Armand

y Michele Mattelart es interesante, pues delimita una situaci6n en la cual

un determinado clima politico favorece el empleo de una nueva catego-

ria de analisis, En realidad, a partir de los aiios setenta, el imperialismocultural se convierte en elemento cormin en los analisis que se hacen en

el campo de la cultura, particularmente en America Latina, junto con los

estudios de comunicacion (Cfr. Mattelart y Siegelaub, 1979 y 1980). En

1972, Armand Mattelart y Ariel Dorfman publican Para leer al pato

Donald; en Mexico, Argentina, Brasil y Venezuela surgen interpretacio-

nes sobre la prensa, la television y las compaiiias multinacionales, todas

marcadas por la misma problematica.' Tambien son de los afios setenta

I Un texto paradigmatico es el de Luis Ramiro Beltran y Elizabeth Fox de Cordona

(1980), Comunicaci6n dominada. Estados Unidos en los medios de America Latina,



50 RENA TO ORTIZ

los escritos de Herbert Schiller que analizan y denuncian la dominacion

cultural estadounidense: Comunicacion de masas e imperio americano,

1971, al igual que Comunicacion y dominacion cultural, 1976. A estas

publicaciones se suman los informes de la UNESCO que discuten el "nue-

vo orden mundial de la informacion". El texto de Tapio Varis, Television:

trdfico de un solo lado, que tanto influyo en los estudios en el area de

comunicacion, es de 1974.

La problematica del imperialismo cultural cubre por 10 menos dos

vertientes en el debate latinoamericano: la cuestion nacional y la domi-

nacion extranjera. La primera es, por asf decirlo, tradicional y se refiereal advenimiento de la modernidad y al destino de la nacion, Introduce y

relaciona la pregunta "lquienes somos?" -el dilerna de la identidad-

con las condiciones materiales de su existencia. En America Latina, don-

de la emergencia de una sociedad urbano-industrial es 'tardfa', la moder-

nidad se ve siempre como algo 'fuera de lugar', un proyecto que va a

realizarse en el futuro.

En este sentido, la cuestion nacional es fundamental, en cuanto elemen-

to para la comprension y para el analisis de las fuerzas economicas, polfti-

cas y sociales concretas, pero simultaneamente como espacio de actuaci6n

politica. En este convergen academicos, artistas, literatos y politicos. La

busqueda de una identidad autoctona se refleja en el movirniento de cons-

trucci6n de una nacion. En este contexto, temas como el imperialismo, el

colonialismo y el neocolonialismo se discuten recurrentemente (Real de

Aziia, 1986). Hay varias respuestas posibles que varian a 1 0 largo de la

historia de cada pais y de las fuerzas politicas involucradas: la de los

intelectuales de finales del siglo XIX, inspirada en las teorfas raciol6gicas

de origen europeo y en el principio de las explicaciones geograficas; elpopulismo de mediados del siglo XX, y, por ultimo, una corriente de

pensamiento que anticipa muchos de los argumentos contenidos en la

esencia de la idea de imperialismo cultural. Me refiero a los crfticos de la

"situacion colonial".

Georges Balandier (1951), en sus estudios antropologicos sobre la

Africa negra, utiliza por primera vez la expresion situacion colonial. Insa-

Mexico, Nueva Imagen. Consiiltese tambien a Ariel Dorfman (1980), Reader's nues-tro que estds en la tierra. Ensayos sobre el imperialismo cultural, Mexico, Nueva

Imagen.




tisfecho con la perspectiva teorica culturalista estadounidense, Balandier

querfa comprender las relaciones interculturales fuera del esquema de lainterpenetracion de las civilizaciones. Para el, el proceso de aculturacion

y de apropiacion cultural no puede ser aprendido simplemente como re-

sultado del contacto entre dos culturas distintas; es preciso redefinir el

contexto desigual en el cual se desarrolla la interaccion. A ese contexte

- una totalidad que involucra Integramente a las partes en cuestion->

Balandier 10 denomina situacion colonial. Sartre (1956) retoma el termi-

no algunos afios despues en su escrito El colonialismo es un sistema. La

interpretacion sartriana politiza la problematica analizada por Balandier(Sartre escribe en plena guerra de Argelia). El explicita una nueva di-

mension: el vinculo entre situacion colonial y alienacion.

De origen hegeliano, el concepto de alienacion coge fuerza en los cfr-

culos intelectuales franceses con la traduccion de Fenomenologia del

espiritu (1946) y los comentarios de Kojeve (1946) e Hyppolite (1946)

sobre el idealismo aleman," Se difunde asf una lectura humanista del

pensamiento de Hegel, inspirada principalmente en los pasajes referen-

tes ala dialectica sefior-esclavo. En este momenta tambien se traducen al

frances los Manuscritos del 44, de Marx. En este texto se analiza el pro-

ceso de liberacion del hombre a traves de su desalineacion gradual como

individuo y trabajador. Humanismo, marxismo y existencialismo se aso-

cian asf a un tema que les era hasta entonces distante y secundario: la

situacion colonial.

Franz Fanon (Ortiz, 1995) representa bien esta corriente de pensa-

miento.' Este autor ve la opresion colonial como parte de un movimien-

to de universalizacion del espfritu humano, en el que el.tiltimo eslabon

de la cadena de dominacion entre el sefior/colonizador y el esclavo/colo-

nizado se rompe con las luchas de independencia nacional (Fanon, 1961).

La influencia del marxismo existencialista frances tambien se manifiesta

fuertemente entre los pensadores latinoamericanos. Alvaro Vieira Pinto

(1960) decfa queel caracter ontologico de "estar en el mundo" se mani-

2 Sobre la presencia de Hegel en Francia, consiiltese Mark Poster (1977), Existential

Marxism in Postwar France, Nova Jersey, Princeton University Press.

3 En Peau Noire Masques Blancs, publicado en 1952 (SeuiJ, Paris), Ia reIaci6n senor y

escIavo se identifica con Ia oposici6n blanco y negro, pero no se encuentra min aso-

ciada con la problematica nacional.



52 RENATO ORTIZ

festaba concretamente como "estar en la nacion". Entre tanto, puesto que

historicamente la nacion estaba inmersa en una totalidad alienada, el des-

tino de los pueblos solamente se podrfa dar cuando fuera asumido dentro

de una polftica emancipatoria nacionalista.

La problematica de la situacion colonial pone en otros terminos el

debate sobre la dominacion extranjera y la cuestion nacional. Coloniza-

dor y colonizado harlan parte de un mismo sistema en el cua1el "ser" de

la nacion estarfa alienadopor el "ser del otro", es decir, junto al poder

colonialista. La colonia carecerfa, por 10 tanto, de autenticidad. Para rom-

per esta cadena de eventos, la iinica altemativa serfa el surgimiento deuna voluntad desalienante, es decir, una toma de conciencia de las con-

tradicciones inherentes a esa situacion de desigualdad. Al comprender el

fundamento de sus ataduras, el hombre colonizado podrfa, en el ambito

de las luchas nacionalistas, modificar su destine y construir para sf otro

camino. En este senti do, la nacion es una entidad ontologica y no solo

una unidad politico-social. Su liberacion y su autonomfa significanan la

superacion de la relacion sefior-esclavo, la independencia del coloniza-

do, en cuanto ser humano, de todo y cualquier tipo de dominacion.

Desde esta perspectiva teorica, el despertar de la conciencia alienada

desempefia un papel central en las actividades polfticas. En la esfera de

la cultura se da la lucha anticolonialista. Es verdad que el debate en tomo

al mimetismo cultural, ala importacion de ideas extranjeras, ha side co-

rmin en America Latina desde finales del siglo XIX. No obstante, la im-

portancia del dominic cultural nunca habfa llegado hasta el punto de re-

batir en el plano de la conciencia un esquema de dominacion que antes se

articulaba predominantemente a 10 politico y a 10 economico, En este

sentido, la "cultura importada" no serfa tan solo algo proveniente "deafuera"; ella trae en su seno un rasgo alienlgena distinto de la autentici-

dad del "ser nacional". El colonialismo encuentra sus raices en la esencia

misma de la alienacion cultural.

Otro aspecto de la problematica en cuestion es la dominacion extran-

jera. No obstante, es necesario tener en cuenta algunas transformaciones

importantes que esta ha sufrido. Ya no se trata, como a finales del siglo

XIX, de la disputa entre centros de poder. Las dos guerras mundiales

eliminaron la posibilidad de expansion de los viejos imperialismos: Gran

Bretafia, Francia, Alemania, Japon. En el contexto de la Guerra Fda, las

disputas geopolfticas toman otra configuracion. No es sin razon que




Octavio Ianni (1976) sefiala la oposicion intransigente al sistema socia-

lista como uno de los rasgos peculiares del imperialismo estadouniden-

se. Por otro lado, desde el punto de vista militar, politico y mercadologico,

Estados Unidos es indudablemente la nacion mas rica y poderosa del

planeta. La 'paz americana', es decir, la defensa de un orden mundial

conveniente a sus intereses (desde la reorganizacion de Europa hasta la

guerra de Vietnam) se impone como una situacion de facto.

Si la presencia de este pais en America Latina ya era importante antes

de la Segunda Guerra Mundial, esta se expande y se consolida durante la

Guerra Fda: presencia politica (combate en Cuba, apoyo a los golpesmilitares en Brasil, Chile, Argentina y Uruguay), economica (expansion

de las multinacionales) y militar (venta de armas, entrenarniento de ejer-

citos nacionales poroficiales estadounidenses). La 'maquina' imperialista

funciona en el sentido de llevar al maximo sus ventajas. Las teenicas

utilizadas pueden variar -desde el espionaje y la propaganda ideologica

hasta las industrias culturales-, pero los objetivos que se persiguen son

los mismos.

La nocion de imperialismo cultural se identifica con los Estados Uni-

dos. De acuerdo con las palabras de Armand Mattelart: la cultura de masas

favorece "la expansion de la influencia norteamericana y contribuye a la

esclavitud de la conciencia nacional" (1979: s. p.). En este sentido, esa

cultura, difundida intemacionalmente, funciona como una industria de la

conciencia. Cabe sefialar que el caracter expansionista estadounidense

no es percibido exclusivamente por sus crfticos. Con sefiales equivoca-

das, ideologos del Pentagono, politicos, ejecutivos de las multinaciona-

les celebran la 'americanizacion' del mundo como sinonimo de libertad

y democracia. Estados Unidos, en su vision apologetica del 'america-

nismo', afirma ser un paradigma para todos.

Jeremy Tunstall (1977) reproduce ideal mente esta ideologfa en su li-

bro Los medios son norteamericanos. Desde su vision fundamentalista,

considera que la cultura es principalmente comercio y tecnologia, por 10

cual es 'esencialmente' estadounidense (Tunstall postula la idea de la

existencia de un "ser' caracterizado por el pragmatismo). La industria

cultural, al desarrollarse preferentemente en suelo del pais del norte, ha

inventado por fin una expresion definitivamente universal. A los demasles corresponde aceptarlas sin cuestionamientos. De este modo, la histo-

ria de su predominio se justifica por su "superioridad cultural" y ya no



54 RENATO ORTIZ

por su fuerza militar y economica, El auge de los medios de ese pais

entre todos los pueblos resulta exclusivamente de la "gramatica del cine,las historietas y la publicidad". Dicho de otra forma, como el medio es el

mensaje (en palabras de McLuhan) y los medios son hegemonicamente

estadounidenses, la naturaleza de la cultura es, necesariamente, de alla,

Si la nocion de imperialismo cultural es reciente, surge entonces un

interrogante: len que medida describe ese concepto algo nuevo? lCon-

tiene alguna especificidad no considerada en los analisis anteriores? A

pesar de que la discusion sobre cultura ya esta avanzada en America

Latina y de que el concepto de situaci6n colonial se toma como referencia

importante, el tema del imperialismo cultural tiene elementos novedosos.

Desde el punto de vista politico, refuerza la relacion entre el marxismo y

la intelectualidad nacionalista. Este 'frente cormin' tiene consecuencias

importantes para el pensamiento latinoamericano. Muchos autores pasan

a criticar de forma mas consistente un conjunto de premisas elaboradas

en los pafses centrales y muchas veces inadecuadas para la comprension

de las realidades nacionales. Es verdad que el movimiento de critica a las

categorias 'extranjeras' de analisis tiene raices anteriores. La bibliografia

que se ocupa del colonialismo cultural de la inteligencia latinoamericanapretende justamente despertarla de su alienacion. Autores como Guerreiro

Ramos tienen como plataforma politico-analftica la creacion de una so-

ciologfa nacional en contraposicion a una sociologia importada.

Se puede decir, sin embargo, que la teoria de la dependencia, elaborada

en los afios sesenta y setenta, fue un intento teorico mas complejo y

sofisticado de escape de la historicidad, es decir, de una pretendida

universalidad de conceptos elaborados por la sociologia europea, mas

especificamente estadounidense. La critica sistematica a la teoria de Ia

modernizacion tiene como objetivo interrumpir el ciclo de esta dominacion

intelectual. Cabe recordar que la teoria de la dependencia tiene la ambicion

de ser una reflexion de alcance latinoamericano y no solamente nacional

como 10 veian antes autores como Guerreiro Ramos. En el ambito del

debate sobre imperialismo cultural, se arraiga entonces una fuerte preocu-

pacion con respecto a la 'colonizacion' del pensamiento, es decir, ellugar

donde se elaboran y utili zan las categorias de comprension de la realidad.

Creo, por ende, que el mayor impacto de la tematica del imperialismo

cultural se hace sentir en otra direccion; el debate pasa del plano de tomade conciencia a una dimension hasta ahora poco trabajada: la organiza-




ci6n y la difusi6n de la cultura de masas. No es casual que la noci6n se

haya desarrollado principalmente en los estudios sobre comunicaci6n.

Entran en juego algunos aspectos ausentes en las aproximaciones ante-

riores: la producci6n industrial de la cultura, la presencia y el control de

las tecnologfas en este proceso, el peso del capital en la esfera del entre-

tenimiento.

Si el imperialismo tradicionalmente se afirmaba en el plano econ6mi-

co a traves de los monopolios, algo similar estarfa ocurriendo ahora en el

mundo simb6lico con el advenimiento de multinacionales que trabajan a

escala internacional (Mattei art, 1976). En la decada de los setenta y partede la de los ochenta, los trabajos criticos sobre el imperialismo cultural

querfan justamente analizar y medir el poder de penetraci6n de las tecno-

logfas y las industrias culturales en diversos paises. Asf se pudo constatar

empfricamente el predominio estadounidense en las mas diversas areas:

firmas electr6nicas (General Electric, IBM, ITT, WesternElectric),parque

de computadores, firmas aeroespaciales, sistemas satelitales, mercado

audiovisual. Estados Unidos surge asi, irrefutablemente, como un pats

monopolizador de las tecnologfas de comunicaci6n y como el mas im-

portante centro difusor de productos culturales industrializados: cine

(Warner Bross, Universal, United Artists, Columbia), televisi6n (series

como Bonanza y Chaparral), material impreso (Time, Reader's Digest),

publicidad (McCann Erickson, Thompson, Lintas, Ogilvvy). La contra-

partida de este proceso hegem6nico se puede sentir claramente en el polo

de los pafses perifericos.

Nos encontramos asf delante de la configuraci6n de un."nuevo orden

mundial de la informaci6n" (Cfr. Pavlic y Hamelink, 1985, y Guback y

Varis, 1982). La dominaci6n, para reproducirse a gran escala, requiere la

reestructuraci6n misma de la esfera cultural. Las multinacionales del cine,

la televisi6n, la mtisica, las tecnologias de informaci6n, los medios masi-

vos de comunicaci6n pasan a tener un valor estrategico.

La noci6n de imperialismo cultural tiene ciertamente la ventaja de

demarcar claramente una serie de relaciones desiguales, pero sufre de un

conjunto de debilidades: presupone una visi6n dicot6mica del mundo

(nacional-extranjera), desdefia la construcci6n nacional de una perspec-

tiva mas crftica (la naci6n es el polo que se contrapone a la dominaci6nextranjera, 10 cual significa que se prefieran las contradicciones internas

al marco extemo) y tiende a reducir la cultura a sus productos y a favore-



56 RENATO ORfIZ

cer una vision que equipara las expresiones simb6licas con los bienes

economicos (cultura y economfa tienen dimensiones equivalentes conte-

nidas en la ecuacion: cultura 'importada' x cultura 'autoctona').

Sin embargo, la mayor dificultad proviene de la transformacion radi-

cal del contexto supuesto por la propia categoria de analisis. El proceso

de globalizacion redefine completamente los parametres de la discusion,

Primero: la nocion esta centrada en la idea de nacion; cada pais dominante

constituirfa un micleo autonomo de poder a partir del cual irradiaria sus

lfneas de fuerza. Ahora bien, el proceso de globalizacion cuestiona justa-

mente esa capacidad de control y autonomfa del Estado-nacion y 10 debi-lita frente a los flujos transnacionales (no es necesario postular el fin del

Estado-nacion para sustentar este punto de vista).

Segundo: la globalizacion implica una clara delimitacion entre centro

y periferia. Para el polo mas debil, la centralidad de la metropolis es

incuestionable, pues dominador y dominado hacen parte de una misma

totalidad. Pero l,tendria real mente senti do pensar la organizacion del

mundo contemporaneo a partir de un centro? Ciertamente existen impe-

rialismos en el seno de las relaciones intemacionales (por ejemplo, el

enfrentamiento Estados Unidos-Mexico, fuertemente rnarcado por los

intereses estadounidenses); pero la 'totalidad' dificilmente puede abarcar

o confundirse con el . proceso de globalizacion. Un world system, para

usar los terminos de Wallerstein, tiene una logica distinta al regionalismo

de los imperios. En este sentido, la categorfa pierde cobertura; tal vez

puede explicar una realidad parcial, pero deja de ser un instrumento apro-

piado para comprender la complejidad de los mecanismos globales.

Tercero: presupone una clara dicotomfa entre 10 autoctono y 10 alieni-

gena, pues 10 nacional y 10 extranjero estan circunscritos a fronteras biendelimitadas. A este principio se contrapone el escenario actual donde las

nociones mismas de espacio, de frontera, de territorio se modifican con

lamodernidad-mundo (Cfr. Ortiz, 1998). Desdeel puntode vista economi-

co, ya no es posible sostener que el imperialismo sea una nueva etapa del

capitalismo: por eso los estudios se desfasan hacia la comprension

del capitalismo global, de los mercados globales, de las estrategias glo-

bales, que de alguna forma ya no estan vinculados necesariamente con

los antiguos centros de poder. Recordemos que el concepto incluso tenia

una dimension ideologico-cultural fundamentada en la fe y en la ideali-

zacion del progreso. De allf se desprende la plausibilidad de la idea de




"mision civilizadora". No obstante, esta representaci6n ideol6gica esta

total mente desacreditada. La critica al progreso y a la racionalidad tecni-ca ya no es s610 una cuesti6n academica 0 filos6fica; hace parte de una

"opini6n publica" (partidos politicos, movimientos sociales, gobiemos,

prensa, etc.) mucho mas amplia.

Es diffcil construir un discurso plausible y convincente a partir de ar-

gumentos del tipo civilizaci6n x ignorancia, progreso x atraso, sobre todo

despues de los innumerables fracasos de los esfuerzos desarrollistas, del

panorama de penuria en la Africa negra, del surgimiento de todo un debate

sobre el medio ambiente, de los riesgos ecol6gicos, de la posibilidad deenfrentamientos nuc1eares y conflictos comerciales que involucran a paf-

ses 'desarrollados' y 'en via de desarrollo', etc. El inicio del siglo XXI es

mucho menos optimista que el final del XIX, cuando el ideal civilizador

se revestia de una aura practicamente incuestionable.

Desde una perspectiva cultural, los cambios tambien son considera-

bles. La hegemonia estadounidense, empiricamente comprobada en las

decadas anteriores, esta en tela de juicio por el surgimiento de nuevos

centros regionales -sudeste asiatico (China, Jap6n, Corea) y por la Co-

munidad Europea ~. EI fin de la Guerra Fria no s610 marca la decaden-

cia de la ex Uni6n Sovietica; Estados Unidos tambien dej6 de ser el para-

digma mundial (excepto en 10que respecta al poderio militar). Eso tiene

consecuencias directas sobre la cultura. La transnacionalizaci6n de la

oferta de productos y del consumo modifica completamente el panorama

heredado de los alios sesenta y setenta, cuando la televisi6n era "en una

sola via" y promovia inequivocamente la hegemonfa estadounidense. Los

estudios realizados en la decada de los noventa muestran que tanto en

Europa como en Asia se impone la diversidad de la programaci6n

(Sepstrup y Goonasekera, 1995). Esta diversidad se facilita por el pro-

greso tecnico de las transmisiones por satelite y por cable, que traspasan

las fronteras nacionales.

En cuanto a la penetraci6n de los programas estadounidenses en Euro-

pa y Asia, particularmente en paises como Jap6n, todavia se observa que

durante los horarios de mayor audiencia predominan los programas na-

cionales -periodisticos, series, diversos tipos de drama- (Hagiwara,

1995). Lo mismo ocurre en America Latina. EI desarrollo y consolida-ci6n de la industria cultural en Brasil, Mexico y Venezuela se da sobre

todo en la decada de los alios setenta. Este fen6meno altera el panorama



58 RENATO ORTIZ

anterior en el que la importacion de productos estadounidenses era la

regIa. Frente al fortalecirniento del mercado audiovisual interno y al au-mento del consumo de dramaturgias nacionales (principalmente teleno-

velas), las series producidas en Estados Unidos pierden espacio frente a

las empresas televisivas, y audiencia frente al publico -'-se crea incluso

un mercado latinoamericano de telenovelas que se intercambian entre

diversos paises- (Straubhaar, 1982).

Otro ejemplo proviene de la industria fonografica, A pesar de la oligo-

polizacion cada vez mayor, el mercado mundial esta dorninado por unas

pocas empresas (OdeoniEMI, Polydor/Phonogram, Bertelsmann/AriolalRCA, CBS Discos/Sony, Time- Warner/WEAlToshibaiContinental). La

explotacion comercial de la rmisica popular esta deterrninada por los

gustos nacionales. Tanto en Brasil como en Japon, la mayor parte del

consumo esta representado por generos locales (Vicente, 1999, y Ka-

wabata, 1991). Eso significa que las grandes compafifas "piensan global-

mente mas que localmente" y rompen la relacion inmediata multinacio-

nal-cultura estadounidense, asurnida en el debate anterior.

Por otro lado, las multinacionales de la cultura, al convertirse en trans-

nacionales, pierden cada vez mas los vfnculos con sus paises de origen.

Ejemplo de ella es la adquisicion de los estudios de Hollywood por em-

presas europeas y japonesas (McAnay y Wilkinson, 1992). La relacion

antes propuesta - propiedad de los medios de comunicacion-poder nacio-

nal- se rompe. Los grandes conglomerados, a traves de las megafusiones

de sectores afines (cine, prensa, edicion de libros, produccion de discos

compactos), procuran actuar de manera sinergica y hacer que cada uno

de sus ramos se dinarnice recfprocamente (Cfr. Barnet y Cavanagh, 1994).

En realidad, el 'conglomerado', que traspasa en mucho los intereses nacio-nales, fue el mecanismo que las grandes transnacionales encontraron para

operar de forma mas eficiente y lucrativa en el mercado global. El ejem-

plo mas significativo de este tipo de fusion es el matrimonio hardware/

sofware: Sony/Columbia, MatsuchitaiMCA, Phillips/A&M Records."

Finalmente, el proceso de mundializacion de la cultura hace que un con-

junto de bienes y de expresiones simbolicas se desterritorialicen y dejen

4 Sobre el mercado global y el papel de las transnacionais, vcase Anibal Ford (1999),

La marca de la bestia, Buenos Aires, Norma.




de ser definidos a partir de sus rakes nacionales. Idolos de la rmisica

pop, viajes de turismo, formas de alimentacion, sfrnbolos publicitarios,

pelfculas, programas de television, hoy son todos parte de una cultura y

un imaginario mundializado, no compartido por todos, sino por una par-

cela de grupos sociales del planeta. Lo mismo se puede decir con respec-

to a la emergencia de identidades forjadas en el seno de una sociedad de

consumo; los estilos de vida se alejan cada vez mas de su color local para

amoldarse a la territorialidad mas amplia de la modernidad-mundo."

Sin embargo, la reflexion sobre el imperialismo cultural no deja de ser

sugestiva. Nos enseiia como las categorfas de analisis en las cienciassociales estan siempre marcadas por la historicidad. Lejos de ser univer-

sales 0 permanentes, su validez depende de las situaciones concretas a

las que se vinculan. Las transformaciones del objeto sociologico -la

lectura interpretativa de la realidad-> exige, por 10 tanto, la elaboracion

de nuevas categorfas de pensamiento. Pensar el imperialismo es tambien

una forma de esclarecer la historia de la propia globalizacion entendien-

dola no solo como una ruptura en relacion con el pasado, un divisor de

aguas, sino como un proceso historico cuyos origenes se remontan a pe-

nodos anteriores. Sin duda alguna, la expansion economica del capitalis-

mo durante el siglo XIX y de las industrias culturales en el siglo XX

contribuira de forma definitiva al surgimiento de patrones mundializados

que afectan desde el comercio, la alimentacion y el vestido hasta las for-

mas de dramaturgia cinematografica y televisiva. De alguna forma, a su

manera, el debate sobre el imperialismo cultural anticipa mucho de 10

que se discutira posteriormente en terminos de mundializacion cultural.

Pues para comprender las realidades nacionales es tambien necesario,

por 10 menos en parte, desplazar la mirada al plano intemacional, espa-cio en el cual se organiza la reproduccion de los privilegios. Por ultimo,

el tema del imperialismo nos enfrenta a la cuestion del poder, dimension

que de ninguna manera podrfa ser pasada. por alto en el contexto de una

"sociedad global". EI problema es saber como pensar las jerarqufas so-

ciales y las desigualdades en un mundo descentralizado donde las nacio-

5 Vease, por ejemplo, las transformaciones ocurridas en Japan a partir de la decada de

los ochenta. Consultese Renato Ortiz (2000). 0 Proximo e 0 Distante. Japiio e

modernidade-mundo, Sao Paulo, Brasiliense.



60 RENA TO ORTIZ

nes , al menos las mas fuertes , ya no tienen la capacidad de dominio y

autonom ia que dis frutaban en la era del im perialis mo y de los proyectosnacionales.

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3. Anotaciones sobre religion y globalizacion"Renato Ortiz

Mi intencion en este texto sintetico, y de cierta forma incompleto, es

considerar algunos aspectos para comprender la problematica religiosa

en el mundo contemporaneo, No me refiero a la tematica en toda su ex-

tension 0 a las cuestiones particularmente complejas de lareligiosidad

individual en la vida modema; quiero solamente explorar una dimension

del problema y tomar la relacion entre religion y globalizacion como

foco de mi atencion. Los cambios recientes nos llevan a pensar no solo

en temas nuevos, sino tambien en objetos de las ciencias sociales con-

siderados 'tradicionales', pues algunos fenomenos que conocfamos

desde antes, muchas veces adquieren un aspecto distinto en el contexto

actual.

Para usar una metafora de Milton Santos, mi reflexion parte de la premi-

sa de que en la medida en que el mundo se expandio y se encogio, se

convirtio en un 'lugar'. Esto tiene implicaciones sobre los universos reli-

giosos. Recuerdo que la bibliograffa sociologica tradicionalmente ha

hecho una distincion entre religiones universales y particulares. La religion

universal se asocia a la idea de movilidad, mientras que la particular

tenderfa a echar rafces. Cuando Weber dice que las creencias magicas

son particulares, qui ere sefialar que su alcance se circunscribe a la locali-

dad. Estoy convencido de que el proceso de mundializacion de la cultura

transforma radicalmente nociones como 10 intemacional, 10 nacional y

10 local. En este sentido, la globalizacion tambien altera el estatus de lasreligiones 'particulares' (pienso, por ejemplo, en la movilidad de los

candombles y de los vudiis que hoy se pueden encontrar en Paris, Buenos

Aires 0Nueva York, lejos de su micleo de origen). Pero para efectos de

este texto, preferi limitarme a las llamadas religiones universales.

Estas notas tienen tambien para mf un significado particular, pues

retorno un tema con el cual inicie mi formaci on intelectual, el campo de

la sociologfa y la antropologfa de la religion. Puesto que mis tiltimos

, Traducci6n de Marfa Claudia Saiz. Profesora del Departamento de Lenguas de la

Pontificia Universidad Javeriana,



64 RENATO ORTIZ

trabajos han sido sobre la problematica de la globalizacion,' particular-

mente la mundializacion de la cultura, aprovecho esta oportunidad paravolver sobre un tema que me es familiar y vuelvo a tocar algunos ele-

mentos, no solo de la religion, sino de nuestra contemporaneidad.

1 . Generalmente se definen como religiones universales las creencias

(judafsmo, confucionismo, brahmanismo, budismo, cristianismo, islamis-

mo) cuya comprension del mundo proponen una etica en la cual el indi-

viduo escoge, con mayor 0menor grado de autoconciencia, el camino de

su 'salvacion' (Cfr. Weber, 1984). Weber contrapone esas religiones de

forma ideal mente tfpica a las creencias 'irracionales' magicas (los antro-

pologos disputan correctamente el termino irracional aplicado a la esfe-

ra magi co-religiosa), en las cuales el elemento de eleccion, de individua-

lizacion, esta incluido en las exigencias de las divinidades locales y por

la practica de las costumbres. Autores como Karl Jaspers (1994)2 consi-

deran que las religiones universales desempefiaron un papel fundamen-

tal en la historia de las sociedades humanas, al haber constituido una

especie de ruptura con el pasado hasta entonces vigente.

Jaspers observa que, alrededor del afio 500 a. C., la conjuncion de una

serie de eventos en diversos lugares -en la China de Confucio y Lao

Tse, en la India de los upanichadas y de Buda, en la Persia de Zaratrusta,

en la Palestina de los profetas judfos, en la Grecia de los pensadores

helenicos-> configura el surgimiento de una actitud completamente nue-

va en relacion con la vida. Para el, la edad mftica, es decir, la epoca en

que las sociedades fundaban su existencia en el discurso mftico habrfa

llegado a su fin. Surge ahora un conocimiento anclado al saber racionali-

zado e intelectualizado (recuerdo que Weber decfa que las religiones

universales son siempre obra de intelectuales), cuyo fundamento es deotra naturaleza. Esas transformaciones, que el autor considera constantes

en el proceso civilizador, tienen algunas caracterfsticas: 'espiritualiza-

cion' de la vida humana, supremacfa del logos sobre el mito, surgimiento

de los filosofos y de un pensamiento especulativo (teologia).

1 Vease Mundializacion y cultura, Buenos Aires, Alianza, 1997; afro territorio. Ensa-

yos sobre el mundo contempordneo, Bogota, Convenio Andres Bello, 1998, yO proxi-

mo e 0distante. Japdo e modernidade-mundo, Sao Paulo, Brasiliense, 2000.

Jaspers escribe dentro de una perspectiva teleol6gica en la cualla historia tendna una

meta, un objetivo. Se que esta propuesta es altamente comprometedora e insatisfacto-

ria, aunque no fue ese el aspecto que me interes6 en su argumento.



ANOTACIONES SOBRE RELIGION Y GLOBALIZACION 65

Se subraya asi la dimension individualizadora del proceso, sea con

relacion a la religion (etica de salvacion) 0al pensamiento (advenimien-to de la filosofia). Desde esta perspectiva, Hegel atribuye al cristianismo

un papel diferenciador, su contribucion al pensamiento filosofico por haber

aumentado un grado cualitativamente 'superior' en la evolucion de la

conciencia humana (la teoria hegeliana es evidentemente teologica). Existe

un amplio debate sobre la relacion entre individuo y religion. Louis

Dumont (1985), por ejemplo, cree que la nocion de individualismo se

origina en el cristianismo primitivo. Definida dentro de una perspectiva

puramente abstracta, la realizacion del yo se da como negacion del mun-do, como negacion estoica de la vida profana, actitud que se perfecciona

en los siglos siguientes, cuando alcanza su concepcion modema con las

llamadas sociedades 'occidentales'. Ese aspecto, ampliamente discutido

por los estudios filosoficos, sociologicos y antropologicos (con un razo-

nable grado de eurocentrismo), tiene ciertamente su importancia; sin

embargo, no es esa la dimension que quisiera recalcar.

Cuando Jaspers, y despues de el Eisenstadt (1997), define elconcepto

civilizaciones axiales, propone que estas evolucionan a partir de un eje,

de un centro de irradiacion capaz de abarcar la totalidad de un amplio

territorio. Estas son civilizaciones que constituyen una espacialidad y

una temporalidad con sentido y significado propios. Las transformacio-

nes ocurridas en el plano del pensamiento y las creencias corresponden

asi a cambios sociales sustanciales: la unificacion de las ciudades-Esta-

dos y de las tribus dentro de un poder integrador; la constitucion de las

'iglesias', instancias burocraticas administradas por intelectuales (letra-

dos chinos, sacerdotes catolicos, brahmanes hindiies, etc.); asi como la

centralizacion del Estado. Ejemplo de ella serfa, despues de la unifica-cion de China (221 a. C.), la transformacion del confucionismo, hasta

entonces una escuela mas de pensamiento, en religion del Estado, esto

es, en una totalidad coherente de explicacion del mundo y fuente legiti-

madora del poder imperial (Weber, 1964).

~Que se entiende en este caso por universal? Existe primero la dimen-

sion etica: el individuo que contrasta su inmersion inmediata en el relata

mftico pertenece ahora a un 'mundo', a un 'universo', se liberadel peso

de la tradicion local y escoge su propio 'camino'. Desde el punto de vista

sociologico, el termino encierra aspectos como: (a) una oposicion al 'par-

ticularismo', esto es, a las costumbres, a los valores y a los poderes ence-



66 RENATO ORTIZ

rrados en los limites restringidos de las localidades. Jack Godoy (1987)

observa que el surgimiento de la escritura es fundamental en este proce-so pues, contraria a la oralidad que se arraiga en 10 dado inmediatamente

(existe la necesidad constante de volver a memorizar los eventos pasa-

dos para que no caigan en el olvido), es un factor determinante en la

descontextualizacion de las normas. Ellenguaje escrito, al salirse de los

limites provinciales y materializarse en el texto, abarca un universo de

mayor amplitud simbolica, (b) Una capacidad de integracion de pueblos

diversos dentro de una misma norma de sentido. Por ejemplo, la civiliza-

cion islamica, cuya expansion a partir de una matriz religiosa y de un

idioma considerado sagrado (el arabe) consiguio fusionar grupos con

tradiciones y origenes diferentes. (c) Un poder de irradiacion a partir de

un centro. Esta es una de las lineas que Eisenstadt explora en su trabajo

sobre la politica de los imperios. En las sociedades 'premodemas' (en la

jerga sociologica, anteriores a la Revolucion Industrial) las religiones

universales daban solidez ideologica al movimiento de expansion impe-

rial (Eisenstadt, 1969). Resumiendo: la universalizacion esta asociada a

la idea de 'civilizacion', es decir, a una cultura fija en una territorialidad

amplia, integradora, capaz de expandirse a partir de un micleo cormin,que 'descontextualiza' a los individuos y a los grupos sociales de sus

situaciones demarcadas historicamente.

Las religiones universales surgen como un bloque homogeneo al ser

tratadas en contraposicion al pensamiento mitico. Sin embargo, al mirar-

se mas de cerca, se observa la existencia de diferencias significativas en

el destino de cada una de ellas. Dicho de otra forma, si la nocion de 10

universal se puede proponer ideal mente como se hizo antes, es necesa-

rio, al regresar al dominio de la historia, marcar los limites de su validez.Existe primero una restriccion de caracter doctrinario. Algunas religio-

nes tienen un cuerpo teorico, un conjunto coherente de argumentos

teologicos cuyo alcance es restringido. Este es el caso del brahmanismo,

que presupone la existencia de una sociedad de castas que existe solo en

la India. Su migracion a otros lugares se compromete asf de antemano.

Algo semejante ocurre con el judaismo. Los conceptos de alianza (es

Dios quien hace un pacto con el 'pueblo elegido' y escoge a los judios

como objeto de su preferencia y no a otros pueblos de la faz de la Tierra)

y de tierra prometida acnian, por un lado, como elementos dinamicos de

integracion del pueblo judfo y, por otro, como obstaculos al movimiento



ANOTACIONES SOBRE RELIGI6N Y GLOBALIZACI6N 67

de universalizacion del judafsmo fuera de sus fronteras particulares (Cfr.

Long, 1991). En este sentido, en comparacion con el judafsmo, puede

decirse que el cristianismo, al distanciarse de la herencia judeocristiana,

abre su perspectiva a traves del mecanisme de la conversion -Pablo

considera vital para el cristianismo la ruptura con la comunidad judfa-

(Danielou, 1985).

Entre tanto, la posible expansion de las religiones universales no repo-

sa solarnente en aspectos doctrinales; es necesario que se ajusten a las

exigencias de la historia. El catolicismo y el islamismo, para universali-

zarse, deben ser impulsados por guerras santas y por los intereses concretosde dominacion de los imperios y de las civilizaciones. Las condiciones

historicas liberan potencialidades e imponen restricciones al movirnien-

to de esas creencias. Destaco tambien otro tipo de limitacion. Gellner

(1992) observa que el movirniento de descontextualizacion de las nor-

mas, capaz de sacar a los grupos sociales de sus localidades, de sus focos

particulares, e integrarlos en una totalidad mas amplia, se hace de modo

fragmentario en las sociedades pasadas; puesto que en el mejor de los

casos se circunscribe a las ciudades y a parte de los imperios. Para el las

sociedades tradicionales, fundadas en un tipo de economfa agricola, con-

trastan directarnente con las sociedades modernas, en las cuales la Revo-

lucion Industrial redefine completarnente la estructura social rnisma.

El mundo anti guo se vena asf marcado por una rigida separacion entre

la elite (constituida por rnilitares, adrninistradores y clerigos) y las de-

mas c1ases sociales (comerciantes, artesanos, carnpesinos), los habitan-

tes de la ciudad y los de la zona rural, ademas de la enorme distancia

existente entre grupos etnicos heterogeneos que habitaban areas geogra-

ficas comunes. Esas sociedades serfan, por 10 tanto, segmentadas yestamentales al estar constituidas por compartirnientos de vasos poco

comunicantes entre sf. Por ejemplo, la coexistencia de religiones como

el judafsmo y el cristianismo bajo la dominacion islamica. Esta presen-

cia simultanea implicaba una relacion de fuerza, pero se fundamentaba

en una separacion de hecho de 'mundos' tan aparte.

Otro ejemplo: la continuidad de las creencias magico-populares en la

China confucionista, en el islarnismo, en el cristianismo de la Edad Me-

dia, en permanente contraste y desaffo a la norma culta impuesta por losletrados y las organizaciones religiosas. El choque entre religion letrada

y religiosidad popular es una con stante en la historia de todas las creen-



68 RENATO ORTIZ

cias universales (Cfr. Bourdieu, 1975). En los dos casos tenemos clara-

mente una dimension digna de ser subrayada: la imposibilidad de unifi-car la diversidad existente dentro de un rnismo patron normativo. En este

sentido, el universo religioso existe como potencialidad frecuentemente

desmentida por la realidad. Al movirniento de su expansion se contrapo-

nen, recurrente e insistentemente, las fuerzas locales que separan a aque-

llos que en principio deberfan compartir un mismo universo.

2. La relacion entre religion y modemidad fue ampliamente discutida

por los sociologos, EI desencantarniento del mundo, la secularizacion de

las instituciones y las relaciones sociales, la separacion entre Iglesia yEstado, el surgirniento de la ciencia y la tecnica como ciencias seculariza-

das; en ultimas, la perdida de la centralidad de la religion como elemento

de organizacion de la sociedad como un todo. Mucho de este debate,

cuando estuvo mal formulado, ocasiono ciertos impasses como la discu-

sion sobre el "fin de la religion" en el siglo XIX y hoy, en mi opinion,

sobre el 'retorno' de 10 sagrado. No hay duda de que una lectura evolu-

cionista del progreso llevo a innumerables pensadores a imaginar la reli-

gion como un anacronismo. Frente al avance de la ciencia, la tecnica y la

secularizacion tendrfa sus dfas contados.

Es verdad que el siglo XIX produjo tambien algunos sincretismos entre

religion y progreso y que logro mezclar polos aparentemente dispares.

Pienso en Auguste Comte y su cuito a la humanidad, y en los "hacedores

de dioses", como decfa Lenin, de Lunacharski (1973) y Gorki durante la

revolucion bolchevique. Pero ciertamente predomino una vision mas

simplificadora y menos sutil que Ie confirio a la tecnica no una primacfa,

sino el poder de eliminar definitivamente las creencias religiosas. Mien ...

tras tanto, es suficiente estar atentos para comprender que el advenirniento

de la sociedad industrial no implica la desaparicion de la religion, sino

mas bien la decadencia de su centralidad como forma e instrumento

hegemonicos de organizacion social. Esto es, el proceso de seculariza-

cion confina la esfera de su actuacion a Ifmites mas restringidos, pero no

desaparece como fenomeno social.

Dentro de esta perspectiva, el debate sobre la desaparicion de los uni-

versos religiosos es simplemente inconsecuente. Basta recordar que

Durkheim (1970), cuando discutfa la supremacfa de la ciencia sobre lareligion, decfa que esta ultima, de hecho, desde el punto de vista explica-

tiyo, perdfa terreno para el pensamiento cientffico. Sin embargo, como la




ciencia era para el una "moral sin etica", es decir, un universo interpreta-

tivo incapaz de dar sentido a las acciones colectivas, el potencial de lasreligiones como forma de orientacion de la conducta, de una etica de

accion en el mundo, permanecia completamente valido. En verdad la

modemidad desencaja, sin eliminarlo, el lugar que esta ocupaba en las

sociedades pasadas. EI fin del monopolio religioso no coincide, por 10

tanto, con el decaimiento tout court de la religion, su ruptura significa

justamente pluralidad, diversidad religiosa, sea desde el punto de vista

individual 0 colectivo (en terminos logicos no existe la necesidad de

imaginamos el 'retorno' de algo que nunca expire), La sociedad moder-na, en su estructura, es plurirreligiosa.

Del debate sobre la modemidad subrayo una dimension, poco valori-

zada en los escritos clasicos (Marx, Weber, Durkheim), la relacion entre

nacion y modemidad. EI surgimiento de la sociedad industrial no signifi-

ca solo secularizacion, desarrollo de la tecnica, racionalizacion de las

esferas del saber, surgimiento de instancias polfticas diferentes 0redefini-

cion de las clases sociales. Todo eso tiene evidentemente un papel crucial

en la organizacion de un nuevo tipo de sociedad. Innumerables obras

tratan el tema y revelan las consecuencias de este cambio radical. Entre

tanto, y este es el aspecto que me interesa, la sociedad industrial implica

tambien un proceso de integracion, economica, territorial, politica, Iingufs-

tica y cultural, que se hace en tome a otro tipo de formaci on social: la

nacion, Esta ultima tiene la capacidad de aglutinar a los individuos en el

sene de una "conciencia colectiva" que los envuelve y los transciende.

Subrayo la expresion conciencia colectiva, concepto preciado para

Durkheim.

Lanacion es un tipo de organizacion social que integra grupos y clases

sociales diferenciadas dentro de una misma totalidad. No solamente los

integra, sino que los representa simbolicamente en el centro de esta tota-

lidad. Es forma social y representacion colectiva, 0 como dina Marcel

Maus (1969), "unidad moral, intelectual y mental". La identidad nacio-

nal es una construccion simbolica con raices en la modernidad. La religion

puede 0no ser un factor de unificacion en el advenimiento de estenuevo

orden. En Francia, debido ala radicalidad de la Revolucion, el catolicis-

mo es secundario en la constitucion de la nacionalidad. Pero en AmericaLatina las cosas suceden de otra manera. En pafses como Brasil y Mexico

la idea de nacion catolica es una dimension importante en la articulacion



70 RENATO ORTIZ

de las clases y de los grupos sociales. Entre tanto, sin importar la veraci-

dad de esos ejemplos, no debe haber confusiones. La organizacion de lasociedad industrial modema, a traves de la forma Estado-naci6n, no se

hace basandose en valores predominantemente religiosos, estructural-

mente la modernidad presupone la vigencia de otros parametres. De ahf

el conflicto entre secularizacion y religion.

Ahora puedo retomar el debate sobre el fin del monopolio religioso

desde de otra perspectiva. Los filosofos, los cientfficos politicos y los

historiadores nos muestran que el Estado modemo se constituye a partir

de un conjunto de premisas: soberanfa, democracia, ciudadanfa e igual-dad de derechos. Claro, hist6ricamente antes de conquistar algunos ele-

mentos fundamentales para su funcionamiento (la centralizacion del poder

y el monopolio de la violencia dentro de un area geografica determina-

da), tuvo que disponer finalmente de una serie de mecanismos que permi-

tan garantizar su integridad (1 0 que en buena parte se hace a traves de las

guerras). Pero los principios de su legitirnidad, concebidos como validos

en el seno de su autonornia, se explican ahora dentro de una exigencia

especffica: deben ser 'universales', es decir, validos para 'todos'.

El Estado modemo es impersonal y contrasta con las concepciones

anteriores que valoraban su fundamento divino, y se basaban en un or-

den legal que delirnita una estructura comtin de autoridad compartida

por los miembros de una misma comunidad. En este sentido, soberanfa y

popular van de la mano, pues la legitirnidad del arte de gobemar se sus-

tenta a traves del consenso entre indi viduos autonomos. Para la finalidad

de esta discusion evidentemente no importa tanto si esos valores han

side efectivamente 0no compartidos por la mayorfa de la poblacion que

vive en el interior de esos Estados (existen razones objetivas, clases so-

ciales, oligarqufas, racismo 0guerras que obstaculizan la realizacion de

esos valores).

En rigor, la conquista de la ciudadanfa es lenta, gradual e incompleta.

Se vuelve mas amplia entre fines del siglo XIX y mediados del siglo XX

con el fin de la esclavitud, el derecho de la clase trabajadora de organi-

zarse sin coerciones, el sufragio femenino, el derecho de las comunidades

negras en los Estados Unidos de expresarse libremente en la vida polftica.

Sin embargo, no se extiende a todos los pafses del planeta. No obstante,es importante recordar que el pensarniento de la Iluminacion y las revo-

luciones polfticas posteriores (entre elIas la francesa y la estadounidense)



ANOTACIONES SOBRE RELIGION Y GLOBALlZACION 71

conciben como universal un conjunto de principios: democracia, igual-

dad, libertad y ciudadanfa, Entre tanto, esta universalidad solo puede

existir mientras sea una particularidad, es decir, un conjunto de valores

encarnados en el Estado-nacion. Cada nacion serfa asf un universo en

miniatura (principio utilizado incluso en las luchas anticolonialistas, pues

cada pais reivindica la universalidad de su autonornia ante la opresion y

el yugo colonial).

En este sentido, el conflicto entre Estado moderno y religion se desdo-

bla a traves de la contradiccion entre nacion y religion. Recuerdo que los

valores presupuestos por el legado iluminista no eran parte del pensa-miento religioso anterior. Ciertamente se puede 'leer' hoy el Evangelio

como un mensaje revolucionario, como pretenden los representantes de

la Teologfa de la Liberacion, Se puede establecer un lazo filosofico entre

el Coran y los preceptos de la modernidad, como 10 hacen varios inter-

pretes islamicos. Pero no olvidemos que se trata de lecturas retroactivas,

hechas a posteriori, y que definitivamente no fue asf como el catolicismo

y el islamismo se implantaron historicamente. Entonces se puede decir

que el movimiento de integracion de la nacion desencaja la capacidad

universalizadora de la religion al despojarla de la primacfa que disfruta-

ba. En este movimiento de tension y disputas es preciso destacar el surgi-

miento de un horizonte nuevo, constitutivo de la modernidad politica.

Eso significa que la universalidad de las religiones se deja de lado, pues

de ahf en adelante otro universo viene a ser prevaleciente y se realiza en

el plano de cada nacion, Todo sucede como si el Estado moderno y na-

cional segregara las ambiciones universalistas religiosas.

3.l,En que medida el proceso de globalizacion modifica 0no la posi-

cion de la religion en el mundo contemporaneo? Para eso es necesario

tener claros por 10 menos algunos aspectos de 10 que se denomina globa-

lizacion: (a) se trata de un proceso social que atraviesa los lugares de

manera diferenciada y desigual; (b) su logica no se explica a traves del

Estado-nacion, de am que hablemos de sociedad global, de world system,

de modernidad-mundo, y (c) las nociones de espacio y de tiempo son

redefinidas en este contexto. No quiero extenderme sobre las multiples

dimensiones que pueden caracterizar mejor el problema, mi intencion es

solamente sefialar la existencia del proceso y deducir algunas consecuen-cias con relacion al tema aquf discutido. Dos puntos deben esclarecerse:

primero, de la misma manera que no tiene senti do hablar de 'una' cultura



72 RENATO ORTIZ

global, he debatido este aspecto en diversos de mis trabajos, sena contra-

dictorio imaginarnos la existencia de 'una' religion global. En la diversidaddentro del proceso de globalizacion, las religiones conservan sus especifi-

cidades e idiosincrasias (decir que vivimos en un mismo mundo, no sig-

nifica que el sea identico para todos). Segundo, el papel no estructurante

de la religion en relacion con las matrices de la modernidad-mundo y del

capitalismo global tampoco se modifica. La racionalizacion de las esferas

de conocirniento, el predominio de la tecnica en el proceso productivo,

la gestion empresarial, la separacion entre Iglesia y Estado y el desencan-

tamiento del mundo son conquistas de la modernidad (esto es, elementosvalidos para el tipo de organizacion social que conocemos distinto delas

sociedades tradicionales, cuando este sistema estaba vigente). En este

sentido, noexiste un retorno a 10 sagrado. La modernidad-mundo no se

organiza segtin principios religiosos (1 0 que no significa que no existan

paises, en el mundo arabe por ejemplo, en los cuales el predominio de la

religion como conciencia colectiva no tenga un peso capital). A pesar del

florecirniento de nuevas creencias religiosas, de la intensificacion de una

religiosidad individualizada, de la vitali dad de. religiones que parecian

extintas, se impone una constatacion: ellugar que el universoreligioso

ocupaba en las sociedades tradicionales fue definitivamente remodel ado

por la modernidad. Entre tanto, no se puede dejar de entender que .la

accion de las religiones en un mundo globalizado toma otra configuracion,

Tradicionalmente la contraposicion entre religion y Estado se ha ana-

lizado dentro de una perspectiva en la cual se acennia la posicion secun-

darla de los universos religiosos. De hecho, el Estado-nacion desbanca a

la religion como fuente privilegiada de integracion social y cultural y

funda su existencia en otro tipo de logica. Eso se sinia elaramente conrelacion a la politica. A la religion le tocaria un papel menor en la medida

en que es el foco central de orientacion colectiva de las acciones. Este es

el micleo de la disputa entre legitimacion religiosa y secularizacion, Aun

cuando Estado y religion acnian conjuntamente, la relacion entre ellos

permanece separada y distinta. La nocion de concordato, analizada por

Gramsci (1975 y Ortiz, 1980a y b), revel a bien este aspecto. Cuando

Musolini y el Vaticano Ilegan a un acuerdo para una actuacion cormin, se

tiene la alianza de un Estado incapaz de imponer su hegemonia para el

pueblo italiano en conjunto, y la Iglesia catolica, a cambio de ciertas

ventajas, confiere al orden establecido un factor adicional de legitimacion.




El principio del concordato explica ciertamente la complementariedad

de intereses, pero sin dejar de demarcar la exterioridad entre poder reli-gioso y poder secular, y Ie garantiza a este ultimo mejores condiciones

para dictar sus reglas. El destino de la nacion es, por 10 tanto, aglutinado

en el espacio de su laicismo.

Mientras tanto, con la globalizacion surgen algunas cuestiones nuevas.

Hacer politica, en el sentido modemo del termino, significa actuar basica-

mente dentro de los marcos del Estado-nacion. El gobiemo, los partidos,

los sindicatos y los movimientos sociales 10 tienen como referencia prin-

cipal. La propia polftica intemacional se hace considerandolo como cen-tro, punto de partida. El dilema actual es que la debilitacion del Estado-

nacion le resta poder. Se vuelve limitada su capacidad de accion frente a

una coyuntura en la cual las decisiones de orden transnacional son cada

vez mas importantes. Existe aqui un cambio importante. Con laRevolu-

cion Industrial el Estado-nacion se concibe como ellugar ideal para la

realizacion del universo de la modemidad.

En un mundo globalizado la relacion nacion-modernidad se divide,

pues la modernidad-mundo traspasa las fronteras existentes. Lo que antes

era visto como lugar privilegiado de universalidad se vuelve pequefio,

circunscrito. Ahora las religiones que estamos considerando, debido a su

propia naturaleza, trascienden los pueblos y los Estados-nacion. Con el

advenimiento del Estado modemo, esta caracterfstica, considerada como

restrictiva en la situacion presente, se convierte en ventaja. Debido a su

vocacion transnacional, la religion, por 10 menos en teoria, puede actuar

de forma mas abarcadora sin la restriccion de las fuerzas locales. Digo

'local' porque el termino es revelador. Ante el proceso de globalizacion,

el estatuto de la nacion pasa por un cambio radical, va de 10 universal a 10

particular. Las discusiones actuales sobre politica y cultura confirman

este aspecto. El debate sobre democracia en un mundo globalizado, in-

dependientemente de la forma como este orientado (derechos humanos,

ecologia, violencia, FMI, etc.), implica la constatacion de que la sobera-

nia nacional es insuficiente para plantear los temas de accion politica

(Cfr. Held, 1997).

Si antes la nacion era el espacio privilegiado de realizacion de los

valores universalistas, ahora se vuelve un problema. Sus fronteras sonvistas como restricciones acosmopolitas. Desde el punto de vista cultural

se produce una ruptura sutil, la nacion tambien deja de ser considerada



74 RENATO ORTIZ

como algo "para todos" y se convierte en una 'diferencia'. Es decir, se

constituye en algo local especffico que se contrapone a algo que latransciende, 10 mundial, 10 global. La nocion de diferencia se sobrepone

asf a la de universal. Se puede tambien afiadir otra dimension al debate.

Anteriormente procure demarcar como el universo de la modemidad se

distingufa del universo religioso. Entre tanto, es posible argumentar que

actual mente, para algunas de esas religiones, los valores como ciudada-

nfa y democracia fueron incorporadas al discurso y a la practica religio-

sa. Por ejemplo, la Iglesia catolica, con su aggiornamento desde el con-

cilio Vaticano II, hizo que dejara de comprender la modemidad como

una amenaza para considerarla unorden legitime. Asf, la defensa de los

derechos humanos se convierte en premisa, base de una accion polftica

en el contexto de una "sociedad civil mundial" (Casanova, 1996). Aclaro

mi razonamiento. No estoy sugiriendo que la religion sea la forma ideal,

ni la mas adecuada, de hacer politica 0de proceder mundialmente. Quiero

recalcar que su caracter universalista le da otras posibilidades de accion,

posibilidades esas en gran parte denegadas al Estado-nacion. Si entende-

mos el poder como potencia, la capacidad de realizar ciertos objetivos en

determinadas situaciones concretas en el mundo contemporaneo, las ins-tituciones religiosas y las empresas transnacionales, por definicion como

"mas alla de las fronteras", disponen de potencialidades favorables para

actuar a escala globalizada (eso ciertamente ira a variar con las situacio-

nes en las cuales esas instituciones se inserten).

4. Recuerdo que la definicion de religion dada por Durkheim difiere

mucho de la propuesta por Weber. Mientras que este ultimo la considera

una especie de "empresa de salvacion de almas", Durkheim valora justa-

mente el elemento de solidaridad: vincula a los individuos al interior deuna Iglesia. Toda religion es, por 10 tanto, Iugar de memoria y de identidad.

Al congregar a las personas, Ies proporciona un terreno y un referente

cormin en el cualla identidad del grupo puede expresarse.Las creencias

religiosas, como "conciencias colectivas", aglutinan 10 que antes se encon-

traba disperso. No es fortuito que el concepto de memoria colectiva haya

side acufiado por Halbwachs (1968), un destacado integrante de la es-

cuela durkheimiana.

La memoria es una tecnica colectiva de celebracion de los recuerdos,

aproxima el pasado y congrega a los individuos en el seno de una misma

comunidad. Ahora, como ha side anotado por innumerables autores, la




tematica de la identidad se transforma radical mente con el proceso de

globalizacion. Se vuelve crucial. La crisis de las identidades nacionales

abre el espacio para la explosion de identidades etnicas, particulares, y

aun de dimensiones sobre la identidad mundializadas, forjadas en el seno

de flujos transnacionales de consumo. Puede decirse que durante dos

siglos el Estado-nacion detuvo el monopolio, la legitirnidad al decir 10

que deber fa ser el 'autentico' destino de una colectividad. La expansion

de la modernidad-mundo desbanca este privilegio. La identidad nacional

se vuelve una 'diferencia' entre varias otras. En la medida en que la religion

tiene la capacidad de agregar personas a gran escala, de crear lazos socia-les, adquiere un poder mayor. Como lenguaje, ideologia, concepcion de

mundo, dispersa pero que se extiende a una gran area territorial, la religion

vincula los intereses y coordina las acciones colectivas. Lacapacidad sim-

b6lica se incrementa al maximo con los medios de comunicacion. La era

de la informatica pone a disposicion de las organizaciones religiosas un

conjunto de mecanismos de alcance transnacional hasta entonces poco

usuales.

Ciertamente tales organizaciones siempre tuvieron la preocupacion de

organizarse a gran escala (libros, catecismos, radio, periodicos), sin em-

bargo, la tecnologfa de que disponfan tenia varias restricciones. Aun la

television tenia un radio de difusion relativamente pequefio, predorninan-

temente nacional, como el teleevangelismo. Hoy en dfa, la transmision

por cable y por satelite permite que los programas religiosos circulen en

los lugares mas diversos y distantes. EI advenirniento de internet posibi-

lita tambien el surgirniento de una literatura religiosa en linea (que se

contrapone a los periodicos de circulacion lirnitada). Los medios de comu-

nicacion impulsan la globalizacion de la educacion teologica y la coordi-

nacion de acciones piiblicas (encuentros, congresos, protestas, etc.) con

una eficiencia bastante superior al pasado. La ambiguedad que el funda-

mentalismo islamico alimenta con relacion a esas tecnologfas es signifi-

cativa. Por un lado, se yen como apoyos de una cultura occidental inde-

seable, el enemigo que debe ser combatido, por otro, son instrumentos

imprescindibles para la propagacion de sus mensajes. La television, los

casetes, el correo electronico y los videos hacen posible que toda una

cultura religiosa sea mundialmente difundida (Tabrizi, 1997).Sin embargo, es preciso entender que los medios tecnicos no propi-

cian solamente una circulacion mas rapida y eficiente de las comunica-



76 RENATO ORTIZ

ciones. En el contexto globalizado adquieren otra inflexion. Retorno la

idea de memoria colectiva para explicar mi razonamiento. Cuando

Halbwachs acufia el concepto, el tiene en mente dos dimensiones. La

primera, evidente, es con respecto a la temporalidad. Practicado en el

presente, el acto rnnem6nico evoca las memorias preteritas. EI tiempo es

su materia, pero posee otra dimension, a veces un tanto olvidada: el es-

pacio. Halbwachs insiste en decir que la memoria colectiva, para mate-

rializarse, necesita encarnarse en un lugar.

Como dicen algunos historiadores actualmente, el espacio es un "lugar

de memoria". En mi opinion quien mejor trabajo esta dimension del pro-blema fue Roger Bastide (1971) en sus estudios sobre los cultos afrobra-

sileros. Este autor quiere explicar como las creencias de los esclavos

negros pueden reproducirse en diferentes regiones del Brasil y de America

Latina, en condiciones tan desfavorables de desarrollo. EI parte de la idea

de que esas creencias constituyen una memoria que se fragmenta con el

trafico negrero. Como superestructura simbolica, necesita encontrar un

'nicho' espacial para materializarse, para existir. El candomble brasilefio

y el vudti haitiano son esos nichos. Ahf los dioses son celebrados, los

mitos revividos, y se establece un eslabon entre los afroamericanos y su

pasado africano. EI esfuerzo de rememorizacion, una lucha constante

contra el olvido, debe por 10 tanto 'localizarse', 'territorializarse'. Lo que

ni Bastide, ni Halbwachs conocfan era el movimiento de mundializacion

de la cultura que altera la propia nocion de espacio. Puede decirse que en

la situaci6n de globalizaci6n la memoria colectiva no solamente se mate-

rializa en un nicho, sino que articula cada uno de ell os a traves de los

medios de comunicacion. La ritualizacion de las memorias ya no se limita

solamente allugar especffico de la celebracion, tambien se extiende a la

multiplicidad de territorios, parte de una misma comunidad simbolica.

Es decir, las tecnologias utilizadas no son meramente medios 0mensajes,

como McLuhan querfa, son asimismo tecnicas de interaccion social. Crean

vfnculos de solidaridad que trascienden a la especificidad de los lugares.

Esas observaciones nos remiten nuevamente a la cuestion de la politi-

ca. En la bibliograffa especializada la relacion entre religion y polftica

general mente se ha pens ado como algo antitetico. El surgimiento del

Estado modemo, secularizado, Ilevo a los autores a considerarlo comoalgo intrfnsecamente asociado a la cosa publica, mientras que la religion

se limitarfa al dominic de 10 privado. Marx, cuando piensa la cuestion




judfa, razona dentro de esta perspectiva. El conflicto entre fe y concien-

cia polftica estarfa resuelto siempre y cuando los judfos confinaran sureligiosidad a la esfera de la vida privada. EI principio se aplicarfa al

catolicismo, al protestantismo, en fin, a todas las creencias religiosas.

Sus manifestaciones son legftimas cuando estan distantes de la res publi-

ca. La relacion Iglesia-Estado serfa en este caso homologa a la relacion

entre 10 privado-piiblico. En parte eso es verdad. La separacion propicia-

da por la secularizacion ciertamente coloca en situaciones diferentes al

Estado y a 10 publico, a la religion y a 10 privado. Para que los principios

democraticos pudieran afirmarse fue necesario distinguirlos de los uni-

versos religiosos. La igualdad ante la ley es un derecho de todos, no

solamente de algunos grupos de fe. Entre tanto, eso llevo a pensar en la

existencia de una esfera publica de la cual la religion estarfa completa-

mente excluida (finalmente, arguir cuestiones de este orden serfa de una

cierta forma privatizarla). Tal vez por eso la ciencia polftica tenga siem-

pre que ocuparse de los fenomenos religiosos de manera periferica,

En rigor, esa forma de pensar tiene algo de eurocentrico, Bastarfa con-

frontarla con ejemplos historicos concretos para darse cuenta de como

las creencias religiosas tienen muchas veces un papel decisivo en la vida

polftica. El caso del confucianismo en Japon es ejemplar. La esfera pu-

blica construida en tomo del Estado nacional fue, desde la revolucion

Meiji, trabajada por los valores de compasion filial, respeto a la autori-

dad, acatamiento a las reglas establecidas -el culto al emperador antes

de la derrota de 1945 0 la sumision ala autoridad sin cuestionamiento

por parte de los individuos- (Maruyama, 1996 y Shinichi, 1990). Es

imposible comprender la historia polftica japonesa sin tener en cuenta

esos elementos. Lo mismo es valido para la Teologfa de la Liberacion enAmerica Latina. Se trata de una concepcion religiosa que se intercala

directamente en el dominio publico de la accion politica. No quiero

ahondar, sin embargo, en este tipo de crftica (no es este mi objetivo en

el momento), llamo la atencion sobre el aspecto marcadamente disyun-

tivo que los estudios en ciencias sociales establecen entre religion y po-

Utica.

No queda duda de que la dimension de individualizacion, es decir, de

10 privado (intrfnseca a la modemidad) se aplica al universo religioso.

En este senti do, la aceleracion de la modemidad-mundo refuerza algu-

nos aspectos "privatizadores" del hombre contemporaneo. No es casual



78 RENA TO ORTIZ

que el termino religiosidad, utilizado para caracterizar una fe individua-

lizada, se contraponga al de religion como sistema coherente de creen-cias. Como si la inclinacion personal aventajara a la colectiva (por ejem-

plo, la existencia de un 'esoterismo' difuso entre las clases medias de

paises industrializados y de grandes centros urbanos). Sin embargo, como

bien observa Peter Beyer (1997), el proceso de globalizacion tambien

favorece a la religion al ampliar el campo de su influencia publica. En

este caso, las normas religiosas se vinculan a compromisos que sedan la

base de acciones colectivas y no solamente individuales. La dimension

de la memoria, de la identidad, se combina asi con la accion politica,

sobre todo en un momenta de debilidad del Estado-nacion. Tal vez por

eso para comprender los dilemas recientes, ciertos analisis sobre relacio-

nes intemacionales vengan cada vez mas a revalorizar el fenomeno reli-

gioso (sea para promoverlo 0para estigmatizarlo), por ejemplo, ellibro

de Hunttington (1996), El choque de las civilizaciones, en el cual el fac-

tor religioso es determinante en la definicion de los intereses y de los

conflictos." Poco importa aquf su vision conservadora y completamente

ideologica de la realidad (se trata de un intelectual organico de la "paz

americana"), cabe destacar que la religion, por su alcance, adquiere aho-

ra un peso y una fuerza politica que no poseia (la demonizacion del isla-

mismo por los medios mundiales es el reverse de esta valorizacion). Eso

es posible cuando la religion deja de ser concebida solamente como di-

mension de la vida privada, cuando religion y esfera publica dejan de ser

mutuamente excluyentes.

5. Un tema recurrente en el debate sobre las religiones universales se

refiere a la etica, Max Weber, en su libro Etica protestante y espfritu

capitalista, caracteriza muy bien esa dimension. 1 3 1 considera el protes-tantismo, particularmente en su version calvinista, como una interpreta-

cion capaz de validar una accion con implicaciones economicas especf-

ficas, en este caso capitalista. El camino de la 'salvacion' pas aria asi por

el ajuste del comportamiento indi vidual a las reglas dictadas por la men-

talidad religiosa, Por 10 tanto, etica significa accion, conducta ajustada a

un conjunto de valores prescritos. No deja de ser significativo constatar

3 Es justamente este aspecto que el te6logo aleman Hans Kung, por el contrario a lavisi6n de Hunttington, valora en su libro, el peso que la religi6n adquire en la actuali-

dad.




que en los iiltimos alios la discusion sobre etica resurja, y ahora en termi-

nos mundiales.En la decada de los noventa la UNESCO organize dos debates sobre

etica universal y su relacion con la tematica de la globalizacion (Paris,

marzo 1997; Napoles, diciembre, 1997). El filosofo Karl Apel (2000) ha

insistido sobre la necesidad de plantear los problemas mundiales a partir

de una base connin de valores compartidos por 'todos'. Ellibro de Edgar

Morin (1993), Patria tierra, explica el mismo estado de espiritu. Como

los problemas ambientales existentes tienen una envergadura mundial,

segun el autor, serfa urgente construir una plataforma cormin de valores

eticamente compartidos. Por eso, no es sorprendente presenciar el sur-

gimiento de un tipo de estudios elaborados sobre todo por intelectua-

les catolicos, cuya preocupacion central serfa aproximarse a una "etica

global".

Hans Kung (1999) es uno de los teologos mas representativos de esta

corriente de pensamiento (Manzini, et al., 2000). Para el existen reglas

basicas del comportamiento humano que se revel an en todas las religiones.

Al comparar rnaximas filosoficas de horizontes religiosos diversos - "Lo

que ttl mismo no desees, no 10 hagas tampoco a los demas" (Confucio),

"Todo 1 0 que desearas que otros hicieran por ti, hazlo ttl por ellos" (Je-

sus), "Ninguno de vosotros es verdadero creyente mientras no desee para

su hermano 10 que desea para sf mismo" (islarnismo)- el concluye que

las grandes tradicionesde la humanidad fueron siempre guiadas por los

mismos principios (se presupone por 10 tanto la existencia de valores

universales ahistoricos). La propuesta de una etica global es evidente-

mente polemica y viene marcada de un cierto eurocentrismo iluminista y

catolico, Ademas, postula la existencia de 'una' sociedad global y no deun proceso de globalizacion diferenciado y desigual en el interior del

cual cualquier unidad 'universal' es siempre problematica. Ella es tam-

bien una lectura, bien intencionada, mas interesada y descontextualizada

de la historia de las religiones. Si su perspectiva fuera realmente verda-

dera, serfa dificil entender los conflictos religiosos del pasado, a menos

queatribuyeramos a los intelectuales una mala fe, 0tal vez una incapaci-

dad de comprender los textos sagrados. En verdad, cada universo se de-

finia a partir de su propia centralidad, de ahf los choques y las persecucio-

nes (expansion de la guerra santa islamica, cruzadas, represion confucio-

nista al taofsmo, conflicto entre brahmanismo y budismo, etc.).



80 RENATO ORTIZ

El aspecto que me interesa es otro. Con el encuentro del Parlamento

de Religiones Universales, realizado en Chicago, en 1993, puede decirseque la tematica central sale en parte de su origen catolico para congregar

a miembros de multiples orientaciones religiosas. La declaracion redac-

tada en comun, resultado de las discusiones conjuntas, es sugestiva. Parte

de la idea de que el mundo actual vive una profunda situacion de crisis:

pobreza, corrupcion de los politicos, desempleo, hambre, conflictos racia-

les y etnicos, delincuencia organizada, anarquia en los grandes centros

urbanos, drogas, colapso del ecosistema. De cara a esta situacion caoti-

ca, resalta algunos puntos, dos de los cuales yo subrayaria: (a) "que un

orden global mejor no puede ser creado solamente por las convenciones

y enmarcado por las leyes; (b) que los derechos sin moralidad no pueden

perdurar y que no existira un mejor orden global sin una eticaglobal"

(Parliament of the World Religions, 1993: 18-19).

Como los signatarios del documento parten del presupuesto de que las

religiones universales, en su sabidurfa antigua, ya poseen un conjunto de

valores eticos comunes, se desprende la conclusion: esas religiones ten-

drfan un papel fundamental en la constitucion de un consenso mundial,

en la elaboracion de vfnculos morales entre personas que comparten el

mismo destino. Una declaracion de principio es siempre algo que perte-

nece al dominio de las intenciones, una utopia, y no la confirmacion de la

realidad. Sin embargo, es importante comprender los terminos del deba-

te. La declaracion del Parlamento de Religiones Universalesparte de

una constatacion, Ia manifestacion de una inmensa crisis politica, social

y economica, y de un diagnostico, la insuficiencia de las instituciones de

que disponemos para superarla. Tambien distingue la dimension etica de

la esferajurfdica. Se trata evidentemente de dominios que se relacionan,interacnian entre sf, pero cada uno de ellos es distinto del otro. Los parti-

cipantes saben que una simple afirmacion de principio no resuelve los

dilemas actuales, el documento es claro sobre este punto: "ciertamente

esta etica no implica soluciones directas para los inmensos problemas

del mundo, pero proporciona un fundamento moral para un mejor orden

individual y global" (Parliament of the World Religions, 1993: 18). No

se quiere decir con eso que las instituciones existentes, el Estado moder-

no, los organismos intemacionales, dejen de existir; por el contrario, se

cree en la posibilidad de un mejor funcionamiento de sus mecanismos

democraticos,



ANOTACIONES SOBRE RELIGION Y GWBALIZACION 81

En verdad, la declaracion presentada es politicamente progresista al

enumerar las adversidades y las desigualdades de nuestro tiempo, que

incluye sin dudar la causa de una "sociedad civil mundial". Sin embargo,

de la argumentacion desarrollada se desprende una clara conclusion: las

instituciones legales, para funcionar adecuadamente, necesitan un fun-

damento moral, vastago y religioso. En este senti do, la polftica deja de

ser una actividad autonoma (por ejemplo, la realpolitik) para enraizarse

en algo que Ie es anterior y la sustenta: la etica, Nos encontramos por 10

tanto en el polo inverso de la situacion tradicional, en la cualla religion

se presentaba como una dimension secundaria de 'hacer polftica': puesla incapacidad de los mecanismos jurfdicos para controlar y establecer

un orden mundial se ve como una insuficiencia sustantiva, no solamente

ocasional. EI discurso religioso vuelve a medir el papel de las religiones

en la esfera publica y reclasifica (tal vez fuera correcto decir desclasifica)

la polftica,

Discutir en cuanto a etica global significa plantear la cuestion de la

accion en el ambito mundial. Sabemos que toda identidad es una cons-

truccion simb6lica que se hace en relacion con un referente. Existe cier-

tamente una multiplicidad de referentes: etnicos, nacionales, de genero,

etc. Para construir sus nuevas identidades las religiones universales ne-

cesitan un referente global. De ahf la intima relacion que se establece con

la problematica ecologica, Cito, por ejemplo, los argumentos de un estu-

dioso budista: "el budismo nos ayuda a abrir nuestros ojos espirituales y

a abarcar el ciclo ecologico y global. Nos ensefia a mantener nuestras

vidas sin gastar preciosos recursos, y a controlar nuestros deseos, 10 cual

es posible segtin el principio budista del comportamiento espiritual equi-

librado, aplicable tanto a la produccion como al consumo" (Hosaka yNagayasu, 1993: s. p.).

La sabidurfa secular actuaria asf como inhibicion al comportamiento

predatorio del hombre. Los textos de Leonardo Boff (1993 y 1994) son

tambien ejemplares. Para ella etica dominante en la sociedad contempo-

ranea serfa utilitaria y centrada en el hombre. Todo se iniciarfa y terminana

con el ser humano. La ecologfa habrfa inaugurado otro paradigma, un

conocimiento ecocentrado, en el cualla relacion hombre-naturaleza encon-

trarfa un punto de equilibrio. Su interpretacion del Evangelio privilegia

asf la existencia de un Dios ecologicamente orientado. El universo divino

y el planeta Tierra holfsticamente se fundinan en el mismo cosmos, vision



82 RENA TO ORTIZ

fundadora de un nuevo paradigma y, por consiguiente, de otra manera de

ser. La idea de holismo es importante: media la vision integradora del

pensamiento ambiental, todas las partes del planeta estan vinculadas al

mismo ecosistema y permanece el caracter abarcador de la unidad divina.

Otro ejemplo. Ante el proceso de globalizacion, un pensador protes-

tante propone una relectura de la nocion de ecumenismo (Meeks, 1992).

Este deja de lado, sin descartarlo, el significado usual del termino gene-

ralmente empleado cuando se habla de dialogo entre religiones, el insiste

en el origen griego de la palabra. Oikos significa casa, hogar, morada.

Integrar la naturaleza al pensamiento ecumenico seria considerar la Tierracomo oikos, esto es, nuestra casa, la rafz de la cual todos comulgarian.

Solamente de esta manera podrian los hombres vivir en paz. Recuerdo

que Max Sorre (1954) hace mucho habia retomado el concepto de

oekoumene para describir como las diferentes sociedades se encontraban

localizadas en un determinado espacio. A cada grupo social, localizado

en un habitat especffico, le corresponderfa una 'casa', 0 sea, su rafz cul-

tural. El mundo estana compuesto por una diversidad de culturas, donde

cada una de ellas ocupan su 'medio ambiente'.

Para dar cuenta del cuadro de mundializacion, la interpretacion suge-

rida debe cambiar la nocion de oikos de su particularidad cultural hacia

10 que existiria en comiin. La 'casa' de todas las culturas ya no puede

seguir siendo el suelo geografico de cada una de ellas, sino la "patria

tierra", como dina Morin. El planeta, en su fijeza, conseguiria asi conte-

ner el movimiento de desterritorializacion inherente a la globalizacion y

dejaria a los hombres en una misma 'comunidad'. Siempre es pertinente

discutir en que medida esas perspectivas son realmente viables 0integran

solamente una vision religiosa del mundo. Quiero, sin embargo, resaltarque el vinculo entre religion y ecologfa no es fortuito. Se trata de referen-

tes simbolicos mundiales en tomo a los cuales es posible organizar una

conducta 'universal', es decir, de amplitud global. El mundo-planeta, y

no solamente los 'mundos' diferenciados de cada religion, es el esce-

nario de la accion colectiva y de la conducta individual. La etica y la

moral, preocupaciones antiguas, son ahora planteadas en terminos

mundializados.

De ahf que determinada propuesta de universalidad choca contra otras

de igual alcance, pero de naturaleza diversa. Por ejemplo, el antagonismo

entre islamismo y consumismo. Un autor como Akbar Ahmed (1992), a




partir de su punto de vista islamico, capta muy bien este aspecto al con-

traponer el centro comercial a la mezquita. El centro comercial seduce,estimula los sentidos, sumerge aI individuo en el reino de las cosas y Ie

ofrece la sensualidad de las oportunidades. En contraste, la mezquita anula

su corporeidad, 10 retira del devenir cotidiano, su arquitectura imponente

impresiona, 10 transciende y le revel a su condicion finita ante de la in-

mensidad de Dios. En el centro comercial prevalecen el hedonismo, la

realizacion inmediata de los deseos - su lema serfa "I want and I want it

now" [1 0 quiero y 10 quiero ahora] -, en la mezquita ellos estan suspensos,

asceticamente contenidos por la emanacion divina. Es lugar de oracion,de predicacion, donde el fiel escucha atentamente los sermones que Ie

ensefian la lucha eterna entre el 'bien' yel 'mal', el islamismo y occiden-

teo EI mundo encantador de los objetos es por 10 tanto un anatema, una

tentacion demoniaca que debe ser evitada. No es simplemente algo in-

movil, fijo, confinado a lfmites precisos, es el peligro, su manifestacion

fluida en las pelfculas, en la rmisica, en los artefactos, en la atraccion

sexual es 'perversa' y persuasiva; 'invade' la intimidad del creyente, del

hogar (la prueba, dicen los religiosos, la crisis de la familia enla socie-

dad occidental).

Correctamente Bryan Turner (1994) observa que el consumo ofrece

una promesa de vida que contradice y compite directamente con la con-

ducta rfgida y ascetica exigidapor el fundamentalismo islamico. Su con-

denacion es una consecuencia logica del choque entre espiritualismo y

materialismo de mercado. Aceptarlo sena minar la legitimidad del saber

religioso, abrir una brecha en el monopolio de interpretacion canonizado

en los moldes tradicionales y modernamente reinterpretado por el funda-

mentalismo.

Sin embargo, pregunto: l,seria este antagonismo especffico aI mundo

islamico? l,Resultado tal vez de una 'intolerancia' especffica en relacion

con occidente? Creo que no, y hay razones para pensar asf. El caso del

Japon es sintomatico, Sabemos que los valores confucionistas, piedad

filial y disciplina, reinterpretados en el contexte de la modernidad, fue-

ron fundamentales en la elaboracion de una ideologfa del trabajo y en el

surgimiento del Estado nacional (Morishima, 1986). En su origen, la

modernidad japonesa tiene una division con la religion. Pero recorde-mos, eso es un testimonio del pasado (Ortiz, 2000). La tradicion confucio-

nista distingue claramente entre dos nociones opuestas: oyake y watakushi.



84 RENATO ORTIZ

La primera define un conjunto de cualidades pertinentes al hombre sa-

bio: la frugalidad, la conducta equilibrada, el perfeccionarniento perso-

nal, la dedicaci6n al trabajo y la obediencia a los mayores, al jefe de la

familia y a los gobemantes. Oyake representa el equilibrio entre el hom-

bre y las leyes de la naturaleza, la dosis correcta entre su volici6n y la

voluntad divina.

Watakushi es 10 contrario. La vida es una lucha incesante contra atrac-

ciones insidiosas que se interponen entre el individuo y la senda de su

perfecci6n. Es desequilibrio, gasto inconsecuente de energfa, El mundo

del consumo ilustra la tiranfa de los deseos egofstas, de 10 pasajero enrelaci6n con 10 duradero. Esa verdad etica (fundamental en deterrninado

momento de la historia para la construcci6n de un vinculo organico entre

Estado, capital y trabajo) es redefinida con el surgimiento de una socie-

dad de consumo a partir de mediados de los afios cincuenta, y particular-

mente con las transforrnaciones de los afios setenta. En este contexto de

expansi6n econ6mica (autom6viles, computadores,juegos electr6nicos,

karaoke, viajes al exterior, entretenirniento), la contenci6n y la frugali-

dad dejan de ser vistos como positivos, pues consumir se vuelve una

'virtud' (Ia publici dad de los alios sesenta decia: "consurnir es una vir-

tud"). El watakushi del reino de los objetos pierde su connotaci6n nega-

tiva para constituirse en la expresi6n del suefio de 'todos'. Por eso mu-

chos dicen que el Jap6n vive actualmente una crisis de moralidad. La

vieja etica del trabajo, de la disciplina, del respeto a los mayores, de la

dedicaci6n a la empresa, esta ahora amenazada por el hedonismo mate-

rialista (Inoue, 1997). Situaci6n que se repite en China. Ya no se trata

solamente de la tensi6n entre la modernidad comunista y los valores re-

ligiosos, esto es, del surgirniento de la tecnica, de la ciencia y del Estadomodemo. Las transforrnaciones recientes traen una nueva dimensi6n:

La globalizaci6n de la cultura a traves de los medios, las nuevas for-

mas poderosas de arte, y la rapida comunicaci6n cuestionan, 0mejor,

horadan las cualidades cultivadas por el confucionismo. Esas cualida-

des son consideradas como demasiado exigentes por los j6venes y, a

menos que sean reinterpretadas en terminos modernos, re-empacadas

en una ret6rica modema, diffcilmente seran atractivas paras las futu-

ras generaciones de personas educadas. (Gungwu, 1997: 201)




Es cormin que percibamos el consumo como algo exclusivo del reino

material, una mera apropiacion de los bienes, escogidos segiin el gusto y

las inclinaciones de cada uno. En verdad, presupone una etica, una dis-

posicion alimentada por el imaginario colectivo. La publicidad no es so-

lamente una tecnica de venta, como 10 fue en el pasado. En las socieda-

des contemporaneas es fuente permanente de ejemplaridad, de estilos de

vida 0de normas de conducta. Al igual que las religiones, el consumo es

un universo repleto de signos y de mitos, un 'mundo' con particularida-

des y exigencias propias. Es un universo de alcance mundial, debido a

los medios de comunicacion, a las industrias culturales, a las corporacio-nes transnacionales, a los idolos de la mtisica pop 0 a las estrellas de

cine, que constituyen una verdadera cultura intemacional-popular.

Como 10 dice Baudrillart (1970), es una "moral", requiere una forma

de conducta, a 10 que yo afiado, que se contrapone a las otras moralida-

des de alcance mundial. Por eso la critica y la denuncia del consumismo

es una constante en el discurso de las mas diversas religiones. Tanto en

las predicaciones oficiales de la Iglesia catolica, condenacion del ego-

centrismo individualista por el Papa, como en el actual pensamiento

neoconfucionista encontramos argumentos semejantes en relacion con

el avance materialista, final mente 'inhumano', del mercado (para evitar

posibles malentendidos subrayo que no tengo ninguna predileccion por

la ideologia neoliberal que celebra el mercado global).

Un autor como Tu Weiming (1997) quiere incluso aproximar los pun-

tos comunes entre confucianismo e islamismo y procura revitalizarlos

como fuente espiritual 'altemativa' para la humanidad. La bibliografia

producida por los teologos catolicos y protestantes esta repleta de ejem-

plos analogos, Ellos nos explican que la institucion de mercado existe

desde hace mucho tiempo en la historia de las sociedades humanas, y no

hay nada de malo en eso. Sin embargo, en el pasado su existencia estaba

'guiada' porotras fuerzas (la tradicion moral, y las restricciones legales)

ysobre todo por las concepciones religiosas. El mercado global seria 10

contrario de todo eso, funcionaria sin ningun 'freno', un Prometeo des-

encadenado, "disolviendo todo 10 que es solido en el aire". Uno de esos

autoresafiade: "como teologo cristiano sugiero que la 'religion del mer-

cado', que es la sustancia del mercado global, desde una perspectiva cris-tiana es claramente una idolatrfa -una 'falsa religion' - que en vez de

combatirla, como hicieran los primeros cristianos en Efeso, hoy frecuen-



86 RENATO ORTIZ

temente conviven con ella, y algunas veces hasta la sacralizan" (Cox,

1999: 388).

El pasaje es sugestivo; sin embargo, antes de comentarlo cito otro.

Criticando la separacion que los econornistas hacen del mercado de otras

instituciones sociales, como si constituyera una entidad autonoma, inte-

grada, con leyes y reglas propias, otro pensador religioso nos recuerda,

en caso de que eso fuera verdad, "Dios estarfa alejado de las cosas de los

hombres". Y pondera:

Lo que separa la teologfa modema de la teologfa tradicional es la ten-dencia a pensar en Dios de una forma que deje intactas las leyes de

mercado. En verdad, hablar de Dios, en las condiciones asumidas por

la teorfa de la libertad natural y por las leyes del mercado modemo,

significa que Dios puede solamente ser aquello que la ideologfa mo-

dema del mercado Ie permite ser. (Meeks, 1993: 249)

En esospasajes existe un nftido contrapunto entre la voluntad divina y

el mercado global, que surgen como disposiciones disyuntivas y en ten-

sion. Otra dimension es tambien importante, el mercado se percibe como

una 'religion', tema recurrente entre los escritores religiosos. Desde el

punto de vista teologico existen buenas razones para que esta aproxima-

cion, a primera vista sorprendente, sea de alguna manera persuasiva. El

mercado global contiene dos cualidades asociadas con bastante frecuen-

cia a la herencia religiosa: trascendencia y omnipresencia. Su globalidad

trasciende a los individuos, a las clases sociales y a las naciones, y en-

vuelve a todos en el sene de una misma integralidad. Su dominic no

conoce fronteras, abarca el planeta entero y hombres, pueblos y naturale-

za se someten a el, La universalidad del mercado, es decir, su extension

le confiere la dimension de totalidad (y muchas veces de.totalitarismo).

Entre tanto, la trascendencia es siempre abstracta, algo en potencia,pues

para realizarse debe manifestarse en el mundo, afirrnar su omnipresen-

cia. La trascendencia del mercado se perpenia a traves del consumo, este

es el acto que la sinia, la singulariza, que insertaal individuo en su ser.

Metaforicamente yo dirfa, el con sumo se vuelve coetaneo a la presencia

en trascendencia. Entre tanto, tales virtudes nada tienen de verdaderas,les falta un fundarnento ontologico, sagrado, por eso el mercado se presen-

ta como una falsa religion y su adoracion, como una idolatrfa. Religion y




mercado surgen asf como entidades morales mundiales, concurrentes y

en conflicto entre sf. Cada uno con sus dioses, con sus exigencias, con suetica, La condenacion proferida por el saber teologico no es un dado

ocasional de la pugna de esta 0de aquella creencia con el materialismo

del mundo. Dicha condenacion es una necesidad que explica la presen-

cia de concepciones del mundo en disputa en el escenario mundial.

* * *La discusion sobre 10 universal es siempre diffcil y controvertida.

Muchos filosofos y pensadores religiosos creen en la existencia de un ser

humano, sustrato trascendente al espacio y al tiempo, a las culturas y alahistoria. Acepto que evidentemente se puede indagar sobre la naturaleza

y el destino de este postulado. Desconffo, sin embargo, de esta perspec-

tiva y prefiero alinearme con aqueUos que piensan en 10 universal como

algo historiado, inmerso en las situaciones concretas de las organizacio-

nes sociales y de las relaciones de poder. En este sentido, no existe 'el'

ser humano, sino sociedades diferentes en las que hombres y mujeres se

encuentran insertos. La tematica de 10 universal, como sinonimo de de-

mocracia, igualdad, ciudadanfa (valores que personal mente valoro mu-

cho), es por 10 tanto una problematica particular de 10 universal de la

modernidad. Diffcilmente podrfamos proyectarla en el pasado (Moses

Finley critica la impropiedad de ciertos estudios historicos cuando apli-

can a la sociedad griega el concepto de democracia), y si 10 hacemos con

relacion al futuro, de una cierta forma utopica, es porque 10 imaginamos

relativamente proximo a las formas que conocemos.

No obstante, independientemente del partido que se tome, la reflexion

sobre las religiones nos perrnite comprender como el debate, lejos de ser

algo ultrapasado como expresan ciertos estudios posmodernos, es perti-

nente y actual. El advenimiento de la globalizacion reinserta la legitimi-

dad de los 'grandes relatos' en el contexto contemporaneo e invierte un

poco los pronosticos hechos por Lyotard. Un mundo global, para ser com-

prendido y para constituirse en un espacio de accion polftica, conlleva

necesariamente la elaboracion de un entendimiento 'universal', abarca-

dor y totalizador. La afirmacion de las 'diferencias', aunque importante,

no es suficiente para dar cuenta de la situacion presente. Ciertamente, los

'relates' producidos por fuerzas e intereses distintos, muchas veces anta-gonicos, no son analogos 0coincidentes. Existen diferencias significativas

entre la perspectiva neoliberal, una apologia del mercado, la propuesta



88 RENATO ORTIZ

ecol6gica (serfa tal vez mas correcto decir las propuestas, en plural), las

visiones religiosas y un eventual neosocialismo. Entre tanto, cada una de

esas narrativas se articulan como universalidad, es decir, su amplitud es

mundial. Utilizando una expresi6n de Foucault, yo dina que son "regi-

menes de verdad", que mundialmente buscan afirrnar su validez. Sus

universales historiados coexisten, se complementan y ciertamente com-

piten entre sf. EI mundo es el escenario de su materializaci6n.

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II

DIMENSIONES DE LA GLOBALIZACION: econ6mica,

polftica y cultural



1. Los desaffos de la globalizacion, ldesarrolloo atraso?

Cesar A. Ferrari

La globalizacion es un fenomeno economico que ha significado un

crecimiento en el comercio y en los flujos de capital mundiales durante

las ultimas decadas, La supresion de las barreras allibre comercio, a los

aranceles y a los paraaranceles cualitativos y cuantitativos, y de las res-

tricciones a los flujos de capital, asf como la mayor integracion de las

economias nacionales, en terminos de complementariedad y suplementa-

riedad productiva, es la mejor expresion de la globalizacion en terminos

economicos (Stiglitz, 2002).

Tradicionalmente, el comercio intemacional y la apertura al comercio

mundial son identificados en la bibliografia economica como vehfculos

de desarrollo. La posibilidad para los paisespequefios de acceder a una

demanda intemacional ilimitada frente a una demanda intema limitada

representa un potencial de expansion tambien ilimitado de su aparato

productivo, es decir, de crecimiento economico y de empleo.

Si eso es asi, la apertura colombiana al comercio intemacional - ini-

ciada a principios de los afios noventa como parte de su proceso de inte-

gracion a la globalizacion - deberia haber propiciado el crecimiento eco-

nomico colombiano. Entonces, lPor que muchos analistas consideran

esto como una de las principales causas de la crisis economica reciente?

Por otro lado, Argentina experimento tambien una apertura, tal vez mas

intensa que la colombiana, y termino en una gravisima crisis economica.En ese contexto, los gobemantes de America Latina se han compro-

metido a eliminar las barreras al comercio en la region antes del 2005, a

traves del Acuerdo de Libre Comercio de las Americas (ALCA). Con

ello, Latinoamerica accederfa a una parte considerable de la demanda

mundial y reforzaria de tal manera el proceso de globalizacion,

No obstante, si la apertura no habrfa beneficiado a economias como la

colombiana y la argentina, lPor que tendria que hacerlo el ALCA, de

naturaIeza supuestamente reciproca? En todo caso, l,cuaI es la condicionminima que debe satisfacerse para que la globalizacion sea beneficiosa?

Dichos temas se analizan en este trabajo.



94 CESAR A. FERRARI

GLOBALIZACION, lFENOMENO ECONOMICO NUEVO?

La globalizacion no es un fenomeno economico nuevo, tiene largadata. En el sentido de una mayor integracion de las economfas naciona-

les por la via del comercio, incluso con moneda tinica, puede rastrearse

hasta las epocas de los grandes imperios. En realidad, este proceso puede

asimilarse a una tension historica entre libre mercado y proteccionismo,

en la cualla mayor parte del tiempo ha prevalecido ellibre comercio.

Durante los afios del Imperio Romano, ellibre comercio era un hecho

y la moneda romana circulaba en todo el mundo conocido. La historia de

la Biblia, en la que Cristo al mostrar la moneda romana sentencia "Dad

al Cesar 10 que es del Cesar y aDios 10 que es de Dios", 10 ilustra. Siglos

mas tarde, las economfas de Espana y sus colonias estaban integradas en

un solo espacio economico. La gran inflacion espanola durante la epoca

de oro del Imperio Espafiol, debido a la introduccion del oro de las nuevas

Indias se encuentra ampliamente documentada. Sin embargo, tambien

es cierto que para proteger su espacio economico este imperio prohibfa

la importacion a sus colonias de bienes que no se originaran en la

metropoli.

En ese sentido, puede hablarse de globalizaciones parciales para descri-

bir la existencia de econornfas integradas en el interior de dichos imperios

o de los Estados continentes y las comunidades economicas, como los

Estados Unidos y la Europa de los quince, mas recientemente. Esas eco-

nomias se han integrado por la inexistencia 0por la eliminacion de las

barreras comerciales y de capitales entre las diferentes regiones compo-

nentes de dichos espacios politicos; el libre comercio y la integracion

productiva es la norma y sus impedimentos, desviaciones combatidas.

La defensa mas importante dellibre comercio desde el punto de vistaintelectuaI se dio en el siglo XVIII. Cuando parecfa que las barreras comer-

dales se generalizarfan, David Ricardo desarrollo la teoria de las ventajas

comparativas para contrarrestarlas y contradecir las recomendaciones de

los mercantilistas de la epoca, que impulsaban leyes proteccionistas. Su

intencion era justificar la eliminacion de las corn law , que buscaban proteger

a los terratenientes ingleses de las importaciones de granos del continente.

Tal vez 10 nuevo en la globalizacion como fenomeno economico es

que la actual liberalizaci on del comercio y de los flujos financieros y la

integracion de las econornfas nacionales esta ocurriendo y superando los

espacios de influencia de las grandes potencias y, gracias a los nuevas



Los DESAFlOS DE LA GLOBALIZACI6N, i ',DESARROLLO 0 ATRASO? 95

medios de comunicaciones y transportes, con una integracion muy am-

plia a 10 largo de las cadenas productivas. De tal modo, las empresas soncada vez mas flexibles en los mercados y descentralizadas en las decisio-

nes, ya que operan globalmente en todos los aspectos: disefian, producen

y distribuyen en todo el mundo. Tambien se administran mas eficiente-

mente gracias a un sistema de promocion social, que ha privilegiado el

merito sobre consideraciones de afecto 0de conveniencia.

Esto ocurre en el contexto de 10 que ha llegado a conocerse como la

nueva economia, definida por las tendencias economicas de los paises

mas desarrollados, en particular de Estados Unidos, Europa y Japon. Sus

caracteristicas principales incluyen:

• Una actividad productiva de bienes y servicios, basada fuertemente

en una tecnologfa de procesamiento de la informacion (computadoras,

software, telecomunicaciones e internet), que se renueva rapidamente.

Se estima que la capacidad de procesamiento de un chip de computadora

se duplica cada 18 meses y se estima que seguira asi por una decada; en

2010, el computador tfpico tendra 10 millones de veces mas capacidad

que el de 1975, a menor costo.

• Una estructura productiva, cuyo componente mas importante son los

servicios. Los de tipo financieros largamente informatizados permiten

flujos de recurs os en tiempo real, nacional e intemacionalmente.

• Una produccion orientada a satisfacer una demanda crecientemente

personalizada con estandares de calidad elevados. En tiempos antiguos

esa produccion era individual, pero sin calidad uniforme; el maquinismo

y la fabrica introdujeron la produccion en serie, y la nueva tecnologfa de

la informacion permite atender demandas individuales.

• Un crecimiento economico basado principalmente.en un aumentosostenido de la productividad, que resulta basicamente de Ia innovacion

tecnologica.

La Tabla 1 ilustra las caracteristicas de dicha nueva economia, en ter-

minos de uso de internet, computadores personales y empleo en servi-

cios en los paises mas desarrollados.



96 CESAR A. FERRARI

Tabla 1.La nueva economia

Uso de internet PC Empleo en servicios

Pais % poblacion % poblacien % del empleo total

2000 1999 1900 1999

USA 48 54 33 77

Japan 22 33 21 64

Alemania 24 32 22 63

Los CONTEXTOS DE LA GLOBALIZACION

La globalizacion de la economia mundial ha condicionado un modelo

de organizacion polftica-economica reconocido como el Consenso de

Washington. Como norma de organizacion economica incluye la apertura

de los mercados de bienes y servicios, su liberalizacion y la privatizacion

de la inversion y de las empresas publicas en un marco de democracia

representativa. A estas, como normas de gestion economica, se les agre-

ga politicas fiscales y monetarias, usual mente restrictivas.

Su aplicacion en America Latina significo la superacion de 10 que habfa

sido el Consenso de la CEPAL (recomendaciones originadas en laComision

Economica para America Latina y el Caribe), que domino la organizacion

y la polftica economica de la region por 10 menos durante dos decadas,

Su principal estrategia fue la sustitucion de importaciones, la inversion

publica y la creacion de empresas piiblicas para desarrollarla. En muchos

casos fue acompafiada por una reforma agraria que pretendfa superar la

inmovilidad y liberar recursos del campo para produciralimentos baratos

a una masa urbana creciente requerida por el proceso de urbanizacion,Los resultados del Consenso de la CEPAL fueron notables. Convirtio

aAmerica Latina en la clase media del mundo; la urbanize, serniindustria-

lizo, posibilito educacion y salud masiva, asf como una gran democrati-

zacion social. En muchos de los pafses permitio superar la condicion de

sernifeudales, semirrurales y oligarquicos que los caracterizaba. Pero

no consiguio superar la pobreza masiva y con frecuencia se tradujo en

crisis recurrentes de balanza de pagos que se resolvfan con ajustes de

ingreso.

En ese contexto, el modelo cepalino hizo crisis. Las clases medias,

con una mayor informacion y mayores posibilidades de viajes intema-



Los DESAFIOS DE LA GLOBALIZACION, I,DESARROLLO 0 ATRASO? 97

cionales, abandonaron su disposicion de seguir comprando bienes caros

y de baja cali dad, y de financiar con ella un proceso de industrializacionque los beneficiaba marginal mente. Se cansaron tambien de seguir so-

portando la corrupcion e ineficiencia y las trabas burocraticas asociadas

a un Estado y a unas empresas publicas que habfan crecido de manera

sustancial.

Los tiempos estaban maduros para un cambio y las promesas de mas y

mejores bienes y servicios, asf como mayor eficiencia para garantizar un

crecimiento economico rapido permitieron, sin mayores traumas, un cam-

bio de paradigma y la entronizacion del Consenso de Washington a partirde los afios ochenta y principios de los noventa.

Pero la aplicacion de dicho Consenso en America Latina no se tradujo

en crecimientos economicos elevados y menos sostenidos. Esto tiene que

ver probablemente con aperturas y globalizaciones pero, seguramente y

con mayor responsabilidad, tambien con graves errores de polftica eco-

nomica cometidos a 10 largo de esos afios. Cabe preguntarse si las crisis

de la ultima decada, que aun agobian a casi todos los pafses de America

Latina, son peores que las ocurridas en decenios anteriores, durante la

vigencia del Consenso de la CEPAL. Los casos colombiano y argentino

10 ilustran.

COLOMBIA Y LA APERTURA FIGURADA

Durante la decada de los noventa se dice que la economia colombiana

experimento una acelerada apertura aI comercio exterior y una insercion

en la globalizacion como consecuencia de una reduccion drastica de sus

aranceles a las importaciones y de la eliminacion de diferentes mecanismos

de control cuantitativo, como las licencias de importacion, En efecto, latasa arancelaria promedio para la industria manufacturera descendio de

27,6% promedio en 1990 a 13,5% en 2000; en 1984 habfa alcanzado un

pica de 48,79%.1

Sin embargo, dicha reduccion arancelaria no se tradujo en una efectiva

apertura al exterior de la economfa colombiana, es decir, en una mayor

participacion del comercio exterior en la actividad economica, medida

como la proporcion del promedio de exportaciones e importaciones res-

1 Las cifras econ6micas colombianas se tomaron de informaci6n publicada por el DANE

y el Banco de la Republica.



98 CESAR A. FERRARI

pecto al producto interne brute (PIB). En efecto, en 1990 la dependencia

de la economfa colombiana respecto al comercio exterior era 16,12%,mientras que en 2002 era 15,25% (vease Tabla 2). En realidad, la llama-

da apertura no condujo a un mayor intercambio comercial.

Pero si la reducci6n de aranceles fue tan abrupta como la resefiada,

(,por que no condujo a una mayor apertura? La respuesta es transparente.

Los aranceles y los subsidios no son los unicos determinantes del com-

portamiento de importaciones y exportaciones, respectivamente, y por 10

tanto del grado de apertura con respecto al comercio exterior. La tasa de

cambio desempefia un papel fundamental. En el caso de los bienestransables internacionalmente, aquellos que se pueden importar 0expor-

tar, sus precios son definidos por el precio internacional nacionalizado

por tasa de cambio, aranceles y subsidios, costos financieros y ganancia

minima a la que aspira el importador.

Sucede que, entre 1991 y por 10 menos hasta 1999, simultaneamente a

la reducci6n arancelaria, se produjo un atraso cambiario de magnitud. En

efecto, el Indice de la tasa de cambio real del peso colombiano, que mide

la competitividad de la tasa de cambio respecto a las tasas de cambio de

los pafses socios comerciales ponderados por su respectivo peso en el

comercio, se redujo de 124 a 111 en esos atios; un retraso cambiario del

orden de 18%, que alcanz6 su pico (37%), en 1996. Ese atraso de la tasa

de cambio real se recuper6 progresivamente en los alios siguientes hasta

alcanzar a fines de 2002 indices similares a los del afio base.

En ese contexto, los precios de los bienes transables internacional-

mente se redujeron relativamente en forma significativa con respecto a

los precios de los no transables (los servicios). De tal manera, la produc-

ci6n nacional de estos bienes perdi6 competitividad, que fue perjudicada

adicionalmente por otros factores que actuaron en su contra, como se

vera mas adelante. Con ello, las exportaciones no pudieron crecer de

manera importante. Efectivamente, entre 1990 y 2002, las exportaciones

colombianas pasaron de 7.120 millones de d6lares a 11.900 millones, un

crecimiento del orden de 4,4% anual.

Por su parte, las importaciones, que pudieronbeneficiarse de una re-

ducci6n arancelaria del orden de 51% Ydel atraso cambiario, pasaron de

5.585 millones de d6lares a 12.700 millones en los mismos afios, un ere-cimiento del orden de 7,0% anual. Esta vez el comportarniento del ingre-

so, que junto con los precios definen la demanda, fue el encargado de



Los DESAFios DE LA GLOBALIZACION, (,DESARROLLO 0 A T R A s a ? 99

evitar una mayor expansion de las importaciones. Efectivamente, entre

fines de 1990 y 20021a cantidad de medios de pago totales -10 que enultima instancia determina el ingreso disponible de los agentes economi-

cos- paso en terminos reales de 5.390 mill ones a 9.485 millones de

pesos, 10cual indica un crecimiento del orden de 4,8% anual.

Es decir, mientras las exportaciones no se expandieron significativa-

mente por limitaciones de precio y competitividad, las importaciones no

10 hicieron por limitaciones de ingreso, a pesar de las reducciones de

aranceles y precio. En esas condiciones es entendible que la apertura

efectiva aI comercio exterior no se diera.Ello se reflejo en todos los ordenes economicos, El Indice de rentabi-

lidad promedio de la industria manufacturera colombiana se redujo de

97,1 a fines de 1992 a 79,2 a fines de 2002 (Ferrari y Aragon, 2003).

Como consecuencia, con rentabilidad decreciente e inversion publica de-

clinante, la tasa de inversion total paso de 19,3% a 11,3% del PIB en

dichos afios.

De tal modo, rnientras en la decada de los ochenta laeconornia colom-

biana crecio en terminos reales a una tasa promedio anual de 4% (la

tinica economia latinoamericana que crecio en terminos per capita en

esos alios), durante los alios noventa 10hizo a una tasa de 3%. Sin expan-

sion de las demandas intema y extema, no habia posibilidades de mayor

crecimiento economico. Como consecuencia, el desempleo paso de 10,2%

de la poblacion economicamente activa en 1992 a 17,2% en 2002, hasta

alcanzar 20,1 % en el tercer trimestre de 2000.

LA TRISTE HISTORIA ARGENTINA

Por su parte, el caso argentino es de antologia. Hasta fines del 2000

Argentina, fiel discfpula del Consenso de Washington, eramostrada por

los organismos intemacionales como ejemplo de buen manejo economico.

Durante los afios noventa liberalizo fuertemente su comercio exterior y

sus mercados y privatizo casi todas sus empresas piiblicas. Sin embargo,

a mediados del 2001 su crisis economica se hizo evidente, en diciembre

exploto,

La crisis argentina tuvo una larga gestacion vinculada a una decision

de diez afios antes de establecer un regimen de convertibilidad cambiariaasociado a una tasa de cambio fija, una emision monetaria determinada

por la entrega de dolares al Banco Central y una practica fiscal de gastos


http://slidepdf.com/reader/full/comunicacion-cultura-y-globalizacion-catedra-unesco-de-comunic

100 CESAR A. FERRARI

mayores a ingresos financiada, primero, con la privatizaci6n de activos

estatales y, luego, cuando se acab6, con endeudamiento. De tal modo, a

mediados del2001la deuda publica argentina era de 127,4 mil millones

de d6lares.

En ese contexto, la inflacion desapareci6, pero los precios relativos

mudaronen perjuicio de los que competfan con importaciones 0exporta-

ban. Mientras sus precios de venta cambiaban con la inflacion intema-

cional, los costos de los servicios aumentaban mas aceleradamente por

las privatizaciones. Los energeticos se triplicaron entre 1999 y 2001 (de-

bido a la elevaci6n de los precios del petroleo). A su vez, la restricci6nmonetaria impuesta por la convertibilidad llev6 a la tasade interes muy

por encima del Indice intemacional (26% enjunio de 2001). A principios

de los afios noventa, los salarios contribuyeron a encarecer los costos;

mas adelante, al deprirnirse con la recesi6n, los compensaron en parte.

Por su parte, sin inversi6n por la falta de rentabilidad, la productividad

no lleg6 a elevarse suficientemente.

De ta l modo, la industria argentina perdi6 competitividad y rentabilidad;

pero perdi6 mas aiin cuando Brasil, su principal socio comercial, devaluo

aceleradamente su moneda, mas de 40%,entre 1998 - 2001 Al no poder

competir con importaciones 0 exportar, redujo la producci6n y gener6

recesi6n y desempleo. Produjo tambien desequilibrio en la balanza co-

mercial y agudiz6 el deficit fiscal.

A mediados de 2001, ante la inminencia de la eesaci6n de pagos de la

deuda extema, el gobiemo decidi6 un ajuste fiscal para lograr un deficit

eero y reducir asf el gasto y los salarios de los empleados publicos y de

los jubilados en 13%. Al poeo tiempo, el Plan de Deficit Cero gener6 una

mayor reeesi6n por la redueci6n de la demanda agregada que se tradujoen un mayor deficit, eon un grave eosto social. Mientras tanto, el problema

de eompetitividad sigui6 sin tratamiento 0 soluci6n. Sin financiamiento

extemo 0activos que vender, el deficit cambiario tenia que ajustarse por

precio (devaluaci6n); mas reeesi6n era socialmente inaeeptable.

En oetubre la presi6n social era ineontenible y ante la certidumbre de

una devaluaci6n inrninente, los argentinos eomenzaron a retirar sus depo-

sitos de los baneos. La respuesta del gobiemo fue establecer en noviem-

bre el corralito financiero, que eongel6los dep6sitos en los baneos. Con

20% de los medios de pago en circulante y 80% en dep6sitos, la congela-

ci6n, de la eual pudo eseapar la mitad de los fondos, se tradujo en una

comunicacion cultura y globalizacion - catedra unesco de comunicacion social

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