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  • La televisin ha sido, sinduda alguna, el medio de co-municacin ms popular del si-glo XX. Su trascendencia e in-

    fluencia en la configuracin de la sociedad de fin desiglo es incuestionable. Es bien sabido que el medionace con vocacin significativamente distinta a susfunciones actuales. Las funciones asignadas por JohnReith, fundador de la BBC, a la radio y televisin pbli-cas, all por los aos veinte suelen citarse como mode-lo inicial para las televisiones que iban tambin sur-giendo en otros pases, entre ellos el nuestro. Reithasignaba a la radio y la televisin las tareas de informar,educar, y entretener, y prometa imparcialidad en po-ltica, noticias y asuntos de actualidad.

    A D E N D A

    Alfonso Gutirrez Martn es profesor de Tecnologas de laEducacin en la Universidad de Valladolid ([email protected]).

    Alfonso Gutirrez MartnSegovia

    Educar para los medios en la era digital

    Media education in the digital age

    Comunicar, n 31, v. XVI, 2008, Revista Cientfica de Educomunicacin; ISSN: 1134-3478; pginas 451-456

    Los cambios que se estn produciendo en el panorama comunicativo actual van a afec-tar decisivamente a la televisin como medio de comunicacin de masas. Tal vez lamirada que tengamos que educar no sea slo la del receptor, sino tambin la del crea-dor de mensajes audiovisuales, la del usuario de un medio interactivo, la de partcipede una experiencia audiovisual en el ciberespacio. En la comunicacin que propone-mos pretendemos referirnos a los aspectos clave de de la educacin para la televisiny los medios en general. Se tratar de ver hasta qu punto siguen siendo vlidos hoy day qu modificaciones requieren en la era digital.

    Changes taking place in the current media scenery will affect the television as massmedia decisively. Maybe students and the rest of the people should be educated notonly as critical viewers, but also as creators and producers of audiovisual messages, asusers of interactive media, as part of audiovisual experiences in cyberspace. In thispaper the author revises the key aspects of media education (including television, ofcourse), explores to what extent they are still valid nowadays and what new changesare required in the digital age.

    Educacin para los medios, televisin, alfabetizacin digital.Media education, television, digital literacy.

    Recibido: 10-05-07 / Aceptado: 06-10-07DOI:10.3916/c31-2008-03-034

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    Los objetivos de los actuales canales de televisin estn clara y peligrosamente sesgados hacia la dimensin delentretenimiento. El peligro, en realidad, no es que el medio entretenga y divierta mucho, sino que condicione lasotras funciones (incluso hasta su desaparicin) a la de divertir. Como ya hace un par de dcadas planteara Postman(1991) el que la televisin emita contenidos triviales no es ningn problema, el verdadero problema es que triviali-ce todos los contenidos que emite.

    Desde su creacin se plantea la televisin como instrumento con enorme potencial para la educacin formal yno formal, pero es su papel como agente de educacin informal, su influencia en las opiniones, concepciones, ideo-loga y comportamiento de los telespectadores, sobre todo de los nios, lo que ms preocupa a muchos investiga-dores y educadores.

    En los pases anglosajones, con mayor tradicin en la educacin para los medios, lleg a ser tal la importanciay popularidad de la pequea pantalla que se plante incluso abordar el estudio de la televisin como ncleo de laeducacin para los medios, en detrimento del habitual estudio del cine (Masterman, 1980). Este mismo autor, cincoaos ms tarde sin embargo, defiende un enfoque ms global en la educacin para los medios (Masterman, 1985).Sus planteamientos, recogidos en este ltimo libro, que se public en castellano en 1993, han sido decisivos para eldesarrollo de esta materia en todo el mundo. La convergencia de tecnologas, medios y lenguajes no nos permitepor ms tiempo hablar de la televisin sin las obligadas referencias a Internet, digitalizacin e interactividad. EnGutirrez (2005) sealamos tres cambios en los medios, que afectan directamente a la televisin, como los ms sig-nificativos desde un punto de vista educativo:

    El avance en la digitalizacin de imagen, sonido y texto. El auge de Internet y las redes de comunicacin. La proliferacin de nuevos dispositivos y documentos multimedia interactivos.Ya no es posible establecer claros lmites entre las distintas pantallas, entre el televisor y el ordenador, como los

    dos ms representativos. Sin embargo, y aunque se asemejen cada vez ms los dispositivos (pantallas planas) y losusos, no debemos olvidar que el medio ms popular sigue siendo la televisin convencional que se mira ms quese utiliza, la televisin como medio de difusin (que no tanto de comunicacin) de masas.

    Parece que en los ltimos aos el tiempo dedicado a la televisin ha disminuido en relacin directa al aumentode uso de otros dispositivos, sobre todo el ordenador. Esto ha hecho creer a algunos que la televisin podra per-der su protagonismo como medio ms influyente, pero, debido a la convergencia antes citada, observamos que lasmigraciones digitales llevan el contenido televisivo a esos otros medios que compiten con la TV en el ocio y nego-cio de los usuarios. La televisin como proveedora de documentos audiovisuales pasa a las redes de comunicacin,a los receptores mviles, donde puede verse como se haca y se hace en el saln de nuestras casas. Pero no se tratade una mera traslacin de contenidos de uno a otro medio, esto es slo un primer paso, y el tipo de mensajes, ascomo las condiciones de recepcin de dichos mensajes pueden cambiar decisivamente. La influencia educativa delmedio tambin. Por lo tanto, desde la educacin para una recepcin crtica y un consumo responsable deberemosactuar en consecuencia.

    Los cambios en los medios traen consigo, como no podra ser de otro modo, la necesidad de plantearse cam-bios en la educacin para los medios, educacin en materia de comunicacin, alfabetizacin audiovisual, digital, ocomo quiera que llamemos a una formacin bsica para la comunicacin en la sociedad de la informacin y delconocimiento. La alfabetizacin y educacin para los medios (y se incluira lgicamente la TV en lugar preferente)se ha propuesto siempre aumentar el nivel de comprensin y disfrute de los estudiantes con los medios, favorecerla comprensin de cmo los medios producen significados, cmo se organizan, cmo construyen su propia reali-dad. Todo ello sin olvidar las destrezas y conocimientos necesarios para crear productos mediticos. La alfabetiza-cin para los medios ha sido tambin definida como la capacidad de acceder, analizar y producir comunicacin devarias formas. En nuestras anteriores propuestas de educacin multimedia y alfabetizacin digital hemos defendidosiempre priorizar los contenidos crtico-reflexivos sobre los instrumentales, y dar mayor relevancia a la capacidad decrear mensajes, sin olvidar, claro est, la recepcin crtica. Proponemos incluso la creacin multimedia como prin-cipio bsico de la alfabetizacin digital y de la formacin del profesorado en TIC.

    Es evidente que para el siglo XXI la mirada que tenemos que educar no ser slo la de un receptor de infor-macin, sino tambin la del creador de mensajes audiovisuales, la del usuario de un medio interactivo, y la del ciu-dadano partcipe de una experiencia audiovisual en el ciberespacio.

    Como ya hemos apuntado, el tercer milenio y la irrupcin de las TIC en todos los mbitos de nuestras vidas,traen tambin importantes cambios en el panorama comunicacional, que afectan y van a seguir afectando decisiva-

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    mente a la televisin como medio de comunicacin de masas. Se producirn cambios equivalentes en la educa-cin para la TV, para los medios? En este artculo vamos a referirnos a los que han sido considerados aspectos clavede la educacin para los medios en general. Trataremos de ver hasta qu punto siguen siendo vlidos hoy da y qumodificaciones requieren para formar parte de la alfabetizacin digital que exigen los nuevos tiempos. No se trata,ya adelantamos, ni de reinventar la rueda, ni de seguir con las mismas cubiertas de toda la vida. Es decir, los prin-cipios bsicos de una educacin crtica para los medios de masas tradicionales son perfectamente aplicables, ydeben de ser aplicados, a la educacin de los individuos para un uso responsable de los nuevos medios. Eso s, conla modificaciones pertinentes para mantener su validez y evitar que sean rechazados por obsoletos.

    1. Claves de la educacin para los medios en la Sociedad 2.0Partimos aqu de lo que se ha venido considerando como aspectos clave o contenidos mnimos de la educacin

    para los medios en las ltimas dcadas (Gutirrez, 2003: 67) y analizaremos su pertinencia para educar la mira-da en la sociedad digital del tercer milenio:

    Los documentos que nos ofrecen los medios de comunicacin no son mero reflejo de la realidad que repre-sentan, no son ventanas al mundo, no son trozos de realidad plasmados en un soporte; son construcciones, formasde representar una realidad. Una fotografa de una casa es una forma de representar la realidad casa como lo seraun dibujo, un ideograma, o las palabras house, maison o casa. A pesar de su aspecto natural, los productos delos medios son cuidadosas elaboraciones que obedecen a razones tcnicas, a condicionantes del propio lenguaje,y, por supuesto, a las intenciones de sus creadores.

    El alto grado de iconicidad de las representaciones de los nuevos medios, las imgenes tridimensionales, losmundos virtuales, contribuye a que las representaciones que nos ofrecen se confundan inconscientemente con lorepresentado. En un futuro donde la inmersin en el documento audiovisual interactivo sea ms frecuente que sucontemplacin desde el exterior de un dispositivo bidireccional claramente diferenciado, necesitaremos ms quenunca hacer conscientes a los usuarios de que la imagen no es la realidad. Las conexiones que se estn creandoentre los mundos virtuales y los reales, la repercusiones de Second Life, por ejemplo, en la cuenta corriente de laprimera vida del usuario, contribuyen a confundir los hechos que suceden en la vida real con los que se crean enla virtual. Cunto ms implicacin sensorial del telespectador se produzca en el consumo del mensaje, ms necesi-dad habr de dar pautas que le ayuden a considerar los productos audiovisuales o multimedia como construccio-nes que obedecen a las intenciones de sus creadores.

    Las empresas mediticas son complicados entramados con grandes intereses comerciales e ideolgicos queaparecen reflejados en las propias producciones y en las formas de distribucin. Comenzbamos este artculohablando del nacimiento de la televisin como servicio pblico. La proliferacin de cadenas privadas y la privatiza-cin de las pblicas, junto con la creacin de grandes empresas de comunicacin multimedia, convierten el pano-rama actual de la televisin, inseparable de otros medios, en un entramado econmico social de mltiples y com-plejas ramificaciones. Si este principio pierde relevancia en la nueva alfabetizacin digital no es porque lo que sedice no sea ms cierto que nunca, sino porque se considera tan obvio que casi nadie parece pensar de otra mane-ra. La idea de servicio pblico e imparcialidad en los medios se considera desfasada. Recientemente hemos asisti-do a un vergonzoso ejemplo de cmo los intereses comerciales priman sobre los pblicos en el mundo de la televi-sin y de los medios en general:

    En marzo de 2007 la BBC se ve obligada por la Comisin Europea a cerrar su portal educativo Jam que lle-vaba funcionando con notable xito desde enero de 2006. Desde este portal de Internet se ofreca enseanza vir-tual para nios de entre 5 y 16 aos directamente relacionada con los currcula oficiales del Reino Unido. Aunqueresulta difcil creerlo desde nuestro punto de vista, la razn del cierre fue la denuncia de los centros educativos pri-vados. Estas instituciones educativas con nimo de lucro se quejaban de que la iniciativa de la BBC perjudicabasus intereses econmicos, y reclamaron ante la Comisin Europea alegando que este servicio pblico de la BBC enla web se haba puesto en marcha sin tenerles en cuenta y que perjudicaba los intereses econmicos del sector edu-cativo privado. La Comisin atendi la reclamacin y los representantes de la cadena pblica, adems de retirar elprograma, llegaron a admitir en un comunicado que promover la educacin y el aprendizaje es uno de los grandesobjetivos y obligaciones de la cadena, y que ha de llevarse a cabo de acuerdo a los intereses del pblico, pero des-pus de considerar su efecto en el mercado. (Comunicado de Chitra Bharucha, directora de la BBC en funcionesdisponible en: www.bbc.co.uk/bbctrust/news/press_releases/14_03_2007.html, consultado en agosto, 2007). SiMr. Reith levantara la cabeza

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    Los medios de comunicacin actan como agentes educadores de la audiencia, transmiten una ideologa ycontribuyen decisivamente a crear una determinada identidad cultural o tipo de sociedad. La televisin (analgicao digital, convencional, generalista, temtica, pblica o privada, por cable, por ondas, en Internet, bajo demanda,TV 2.0, etc.) siempre se ha considerado como un medio con grandes posibilidades para favorecer la enseanza yel aprendizaje. Su potencial como recurso didctico tiene el correspondiente parangn en su capacidad de influen-cia en la educacin de los usuarios. La educacin para los medios ahora, como antes, debera conseguir que loseducandos fuesen conscientes del papel de los medios en la configuracin de ideologas y grupos sociales, de suinfluencia en nuestra forma de pensar e incluso en nuestra manera de actuar. Hoy da, y ms an en un futuro pr-ximo, sin embargo, el saberse influido por los medios de masas supone tambin el ser conscientes de tu propia capa-cidad de influencia. Esta posibilidad de emitir, y en cierta medida influir se hace manifiesta en Internet y la proli-feracin de portales que admiten documentos audiovisuales de cualquiera que tenga algo que decir, como veremosms adelante al hablar del papel de las audiencias.

    Las posibilidades que los nuevos medios ofrecen a los grupos ideolgicos minoritarios son analizadas por Ortega(2007), quien cuestiona el efecto uniformador de la globalizacin meditica y seala que los nuevos medios per-miten que se pongan en contacto personas con intereses comunes pero alejadas entre s. Las minoras sumadas aca-ban siendo no mayoras, sino masas. Todo ello favorece la diversidad a escala global, pero tambin local. Los espa-cios internos de minoras, a menudo relegadas o socialmente excluidas, tienen sus propios canales de comunicacin,desde luego en radio, a veces en la televisin e incluso en papel y en la Red.

    Leung (2007: 67) investiga sobre la presencia de las minoras tnicas en el ciberespacio, su produccin, la formaen que estn representadas y el uso que hacen de la Red para representarse a s mismas y ver otras representacio-nes. Define la autora Internet como medio de minoras y tecnologa de la resistencia.

    Ser interesante que nuestros jvenes aprendan a analizar crticamente cmo estn representados en los distin-tos medios y qu pueden hacer ellos para influir en esas representaciones, y, por lo tanto, en la idea que de ellostenga la sociedad en general.

    Las audiencias no son entes pasivos y amorfos, sino que participan en la negociacin de los significados pro-puestos por los productos mediticos. Dos espectadores del mismo programa de televisin procesan la informacinde forma diferente dependiendo de las condiciones de recepcin, de los intereses personales y conocimientos pre-vios, etc. Cada uno negocia el significado de forma diferente. La televisin como medio de masas ha sido fre-cuentemente criticada por generar pasividad en los espectadores, a quienes se imaginaban absortos en el fondo delsilln. Esto se ha presentado como especialmente negativo para los ms jvenes, que, segn algunos estudios cadavez dedican ms tiempo a otros medios ms interactivos, como videojuegos, programas de ordenador, navegacinpor Internet, uso del telfono mvil y menos a la televisin. Como la televisin sigue siendo el gran medio de ocioen los hogares (aunque esta superioridad no est tan clara en el caso de los jvenes), sigue siendo tambin necesa-rio desde la educacin para los medios advertir que, aunque fsicamente se permanezca quieto, es muy importan-te la actividad mental que exige y provoca el discurso televisivo. Por otra parte, la actividad que supone teclear omover el ratn no es necesariamente educativa si no va acompaada de la correspondiente actividad mental dedecodificacin de los mensajes. Educar la mirada sigue siendo necesario para disfrutar, informarse y aprender delmedio lo ms y mejor posible. De todos modos en este punto debemos poner de manifiesto que las condiciones derecepcin de la televisin estn variando mucho al integrase con otros medios que permiten una mayor interactivi-dad. La digitalizacin de la seal, por otra parte, va a permitir que el mando de la televisin sirva para algo ms quecambiar de canal, tambin la televisin del saln puede convertirse en un dispositivo interactivo.

    La educacin para los nuevos medios debera tratar de conseguir que este cambio de la recepcin hacia unamayor implicacin de los usuarios del medio (que dejaran de ser ya meros espectadores) no se limite a un aumen-to de la oferta y a una televisin o vdeo a la carta. El veo lo que quiero, cuando quiero y donde quiero que yase vende desde las plataformas digitales no hace sino reforzar nuestro papel como receptores y consumidores. Siguesiendo una idea de los medios de masas (aunque se individualice y personalice su uso) en la Sociedad 1.0. Lomismo podramos decir de la TV por cable, IPTV, o de cualquier otra migracin al ciberespacio de un medio tra-dicional unidireccional, si el nivel de participacin del espectador se limita a la posibilidad de elegir desde el mandoa distancia o desde el teclado. El salto cualitativo en la implicacin de los usuarios en el uso de medios de comuni-cacin estara en capacitarles para la creacin y emisin de contenidos, conseguir una comunicacin multidireccio-nal. En muchos casos la comunidad bidireccional se utiliza simplemente para que la empresa meditica consigadatos sobre consumo y preferencias de los usuarios que puedan serles de utilidad.

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    Desde entornos educativos, y si queremos que esta sociedad de tanta informacin se convierta en una sociedaddel conocimiento ampliamente compartido, debemos abogar por una televisin y unos medios de comunicacindemocrticos y de libre acceso para los educandos y la ciudadana. Los llamados canales de TV abiertos, comuni-tarios y de acceso pblico son un modelo a seguir (www.communitymedia.se/cat/index.htm se enumeran setecien-tos ejemplos). La tecnologa actual s lo hace posible, y los jvenes ya lo han descubierto como lo prueba la popu-laridad de YouTube. Es lo que se conoce como Internet Televisin, donde los contenidos no dependen tanto deempresas proveedoras, sino que cualquiera puede generar un producto audiovisual y ponerlo a disposicin de todoslos dems. Existen lugares como http://www.jumpcut.com/, que incluso te permiten editar y modificar en lnealos vdeos e imgenes disponibles.

    Siempre hemos defendido la creacin multimedia como parte fundamental de la educacin para los medios y,como apuntbamos anteriormente, la consideramos desde hace aos clave de la alfabetizacin digital imprescindibleen la Sociedad de la Informacin. La evolucin de los acontecimientos, y de los medios y redes de comunicacin,han convertido la educacin de emisores en una necesidad ya ineludible. La vieja idea de emirec defendida porCloutier es cada vez ms posible en la Web 2.0.

    Una de las caractersticas ms definitorias de lo que se considera Web 2.0 es que la mayor parte de sus conte-nidos no han sido creados por un emisor profesional, por una empresa meditica, para muchos receptores, comoocurre en el modelo de los medios de masas y de la primera fase de Internet. La Web 2.0, y la TV 2.0 son el resul-tado de la colaboracin y participacin de millones de usuarios que aportan sus creaciones y las ponen a disposi-cin del resto de los cibernautas. Vemos cmo tambin los tradicionales medios de comunicacin invitan constan-temente a sus lectores, oyentes o espectadores a participar en sus pginas y pantallas con pequeas producciones.En este panorama se nos antoja una irresponsabilidad que el educar la mirada no incluya la capacidad de crear loque otros puedan mirar. De hecho nuestros alumnos, como buenos nativos digitales que son, en terminologa dePrensky, ya participan cada vez ms en estos entornos virtuales con pequeas producciones. En la mayor parte delos casos, por desgracia, no hacen sino emular lo ms zafio de las emisiones comerciales en torno al sexo y la vio-lencia. El que en lugar de vdeos sobre el happy slapping o similares nuestros alumnos, los jvenes, disfruten cre-ando y divulgando productos ms creativos y enriquecedores tal vez dependa de una adecuada educacin para losmedios que les prepare para ello.

    En una economa de mercado la cantidad de espectadores o consumidores de un producto meditico justifi-ca a dicho producto y se convierte en la principal razn de su existencia. Si un programa tiene xito comercial, sivende bien no se cuestiona su calidad o su posible influencia negativa o positiva. Si no vende, tampoco, desapa-rece sin ms.

    Mientras vivamos en una sociedad neoliberal donde el dinero sea el mximo valor y hasta la cultura y el cono-cimiento se conviertan en mercanca, seguir siendo vlido este principio. Las modificaciones de los medios apun-tadas en el apartado anterior, sin embargo, suponen tambin cambios en la venta y distribucin de productos medi-ticos, y, por lo tanto, nuevos aspectos que tener en cuenta en la educacin en materia de comunicacin para el ter-cer milenio. El principal aspecto que habr de ser considerado es el control de los medios. Internet y las redes delfuturo se escapan al control de los grandes magnates de la comunicacin y cada vez ms parte de los contenidosde Internet se distribuyen sin nimo de lucro. Aqu se rompe la idea de la audiencia como mercanca par vender alos anunciantes que pagan los sueldos y el programa.

    Por un lado tendremos los medios de comunicacin tradicionales que trasladarn a las redes el modelo de con-seguir el mayor nmero de espectadores o usuarios para sus patrocinadores, y por otro, los defensores de divulgargratuitamente la cultura y de poner sus obras al alcance de todos sin compensacin econmica. En la lnea de fric-cin de estos dos modelos encontramos a los partidarios de divulgar gratuitamente no slo su obra, sino tambin lade los dems. Cuando de divulgacin se trata, y no de obtener beneficio econmico, el copyright podra verse comoproblema para la libre evolucin de Internet. Existe toda una industria (sociedades de autores, polticos, estudios deradio, cine, televisin, casas discogrficas, algunos creadores de contenido, etc.), basada en un negocio de gestinde contenidos que estara llamado a adaptarse o morir ante las nuevas posibilidades de distribucin de la Web 2.0,Web 3.0 Web X.0 que en su da llegue. Qu papel va a jugar esta industria, defensora a ultranza de los dere-chos de autor, ante la expansin del software de dominio pblico, las licencias creative commons, el copyleft?

    En el caso de productos audiovisuales, o lo que ya denominan Internet TV, tenemos ya un claro ejemplo delpoder del dinero y de los intereses econmicos de las grandes empresas: el citado YouTube. Como todos sabemoseste lugar de Internet, creado a primeros de 2005, permite a los usuarios subir vdeos que quedan a disposicin de

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    quien quiera verlos. En principio esta posibilidad aumenta enormemente la posibilidad de dar a conocer nuestrosmensajes, nuestras ideas, nuestros productos, que o tendran cabida en los tradicionales medios de comunicacin.Un lugar basado en la idea de compartir y que se alimenta de la creatividad de sus usuarios y aportaciones desin-teresadas. Esta libertad de compartir tiene sus riesgos cuando lo que se comparte est sujeto a copyright, cuandose pone a disposicin de todos fragmentos de series de televisin, de pelculas, etc. YouTube se ha convertido enun enorme almacn de videoclips, anuncios y extractos de programas comerciales de TV. De momento la aparicinde estos extractos puede servir incluso para publicitar los programas de donde provienen, pero la industria cinema-togrfica y de televisin, que tiene en venta esos mismos productos, ve con recelo la posibilidad de que un mayorancho de banda permita la circulacin fcil y fluida de pelculas y programas completos. En octubre de 2006Google, a pesar de disponer de un servicio similar, Google Video, compra YouTube por 1.650 millones de dlares.Algunos lo ven como una forma de controlar el tipo de contenidos y auguran que ocurrir algo similar a lo que yaocurriera con Napster en el caso de la msica. La presin de las empresas mediticas acabar con lo que ellos,basados en las discutibles leyes del copyright, llaman piratera en la Red. El control volvera en gran medida a lasempresas de comunicacin.

    Existe en esta compra de YouTube por parte de Google un segundo aspecto ms sutil, no tan comentado y msen lnea con el principio de educacin para los medios que estamos comentando aqu. Google, ms que conteni-dos, lo que ha comprado en realidad, y ello justificara su gran inversin, es audiencia, usuarios, visitantes de eselugar, que a su vez pueda vender a los anunciantes, con lo que volvemos al tradicional sistema de comprar y ven-der audiencias. En cuanto a los productos audiovisuales de los que se nutre el sitio a algunos pocos les parece ina-ceptable que esta gran empresa obtenga beneficio econmico con las aportaciones voluntarias de gente ms dis-puesta a compartir que a vender. Un espacio que se vea como un lugar libre y abierto a que cada uno desintere-sadamente aportase su granito de arena de produccin audiovisual puede quedar controlado y convertido en unescaparate ms del comercio virtual.

    Con este breve recorrido por los aspectos clave de la educacin para los medios hemos tratado de poner demanifiesto cmo los cambios que se producen en el modo de distribucin y recepcin de los productos tienenimportantes implicaciones educativas y la educacin con y sobre la televisin habr de adaptar sus contenidos ymetodologa.

    La transformacin de la televisin nos est invadiendo con conceptos como TV 2.0, Internet TV, P2PTV (Peerto peer TV), HDTV (High Definition TV), IPTV (Internet Protocol TV), Streaming Video, Mobile TV, etc.Variaciones tcnicas interesantes sobre las que desde el mundo de la educacin debemos reflexionar, pero que enningn caso deben hacernos olvidar los objetivos ltimos de educar la mirada: recepcin crtica y participacin res-ponsable. Del modelo de persona y ciudadano que pretendamos deben partir nuestras propuestas para ensear aver televisin, a consultar y a aportar informacin a travs de este medio, a participar en redes sociales, en consul-tas de opinin, a comprar con el mando a distancia, etc. Por muy novedosos y atractivos que sean los medios, queno nos impidan ver los fines.

    ReferenciasGUTIRREZ, A. (2003): Alfabetizacin digital. Algo ms que ratones y teclas. Barcelona, Gedisa.LEUNG, L. (2007): Etnicidad Virtual. Raza, Resistencia y World Wide Web. Barcelona, Gedisa.MASTERMAN, L. (1980): Teaching About Television. London, Macmillan.ORTEGA, A. (2007): La fuerza de los pocos, en Galaxia Gutenberg (www.fp-es.org/feb_mar_2007/story_19_12.asp).POSTMAN, N. (1991): Divertirse hasta morir. Barcelona, La Tempestad.

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