CONCURSO LITERARIO - MILITAR 1 9 8 6

El ESTADO MAYOR GENERAL DEL EJERCITO invita a los miembros de la Institución,en servicio activo o en retiro, a participar en el tradicional Concurso Literario Militar anual.

BASES:

a) TEMAS: Inéditos de libre elección del concursante, pero relacionadosdirecta o indirectamente con la Defensa Nacional o materias de carácter profe-sional.

b) TRABAJOS: Serán remitidos al E.M.G.E., "Memorial del Ejército", en original yquintuplicado, a máquina, tamaño oficio, doble espacio, escrito en una carilla.

—Extensión mínima 150 páginas. Inéditos.—En el caso de ser traducciones, no deberá haber sido traducido al

castellano con anterioridad.—Los trabajos serán firmados con seudónimos y, en sobre sellado, el

nombre y domicilio del autor.—Podrán participar en este Concurso los miembros del Ejército en servicio activo

y personal en condición de retiro que sea suscriptor del "Memorial del Ejército".—El Consejo Consultivo de Publicaciones Militares se reserva el derecho de

rechazar o declarar desierto el Concurso, en caso de que los trabajos presenta-dos no reúnan los requisitos establecidos.

c) PLAZOS: Los trabajos deberán encontrarse en el E.M.G.E., "Memorial del Ejér-cito", antes del 26. XII. 1986.

d) PREMIOS: Primer premio: 40 U.F. y diploma de honor

Segundo " : 30 U.F. "

Tercer " : 20 U.F. "

Menciones Honrosas: Podrán hacerse acreedores a ellas los concur-santes que determine el Consejo Consultivo.Recibirán Diplomas de Honor.

e) OTROS ESTIMULOS: El personal que participe obtendrá, además, una anotaciónvalorizada en el concepto "Preparación profesional", en la siguiente forma:

(1J Más 1 punto: Los concursantes que obtengan los tres primeros lugares.(2) Más 0,50 punto: Los concursantes a quienes el Consejo Consultivo acuerde

conceder mención honrosa.

f) JURADO: Consejo Consultivo de Publicaciones Militares,- emitirá su fallo antesdel 30. V. 1987.

NOTAS:

1 .—El Consejo Consultivo se reserva el derecho de publicar, en la colección "Bibliote-ca del Oficial", uno o el total de los trabajos premiados, los que serán inscritos en el regis-tro de propiedad intelectual en esa calidad, con constancia de la identidad del autor.

2.—En el caso de ser editado alguno de los trabajos como volumen de la Bibliotecadel Oficial, el autor cederá los eventuales derechos que pudiera tener sobre los ejempla-res necesarios para atender las necesidades del Ejército. A su vez el autor recibirá 25ejemplares en forma gratuita, para su libre disposición.

3.—El Consejo Consultivo se reserva, además, el derecho de publicar total o parcial-mente las obras premiadas, en las revistas militares.

R E V I S T A C U A T R I M E S T R A L( O R G A N O OFICIAL DEL ESTADO MAYOR GENERAL DEL EJERCITO)

P R I M E R C U A T R I M E S T R E

A Ñ O L X X X N° 4 2 1 1 9 8 6

NUESTRA PORTADA

"EL ROTO CHILENO"Escultura de Virginio AriasPlaza Yungay — Santiago.

CONSEJO CONSULTIVO

a.—Jefe del Estado Mayor General del Ejér-cito: MGL don Jorge O'Ryan Balbontín.

b.—Secretario de Coordinación del EstadoMayor General del Ejércio: BGR. donHéctor Darrigrandi Marques.

c.—Secretario de Coordinación de DINE(Interino): CRL. don Gustavo AbarzúaRivadeneira.

d.—Jefe Departamento Relaciones Internasdel Ejército: CRL. Mario Sche.hing Na-varro.

e.—Jefe Departamento Relaciones Públicasdel Ejército: TCL. don Emilio Timmer-mann Undurraga.

f.—Jefe Sección Revistas Militares.

"MEMORIAL DEL EJERCITODE CHILE"

DIRECTORTCL. (R) Abogado

Luis J. Beas Valenzuela

S U M A R I O

Págs.

EDITORIAL

—Estrategia nuclear, ¿Fin de la era deClausewitz? 3

ACTUALIDAD

—Combate Naval de Iquique 5—Academia de Historia Militar 6—La teología de la liberación, la doctri-

na social de la Iglesia y la política chi-lena 8

—Aliados europeos de Norteamérica . . . 14—Novela costumbrista "El dolor del

triunfo", visión real de la región deMagallanes 18

—Un testimonio estremecedor 20—Opinión pública y seguridad nacional . 22—Chile nació como país bioceánico . . . . 34—El tratado de paz y amistad con Ar-

gentina 37—El vagabundo celestial 46

TECNICO PROFESIONAL

—Los principios de la disuasión 48—Ofensiva ¿Principio de conducción mi-

litar? 58—La representación del Fisco - Ejército

de Chile 66—Rol del poder social en la nueva insti-

tucionalidad 89—La primera acción de combate aeronaval 99

HISTORIA Y GEOGRAFIA

—Cincuentenario de la Guerra Civil Española (1936-1939) 106—La figura moral de Balmaceda 117

P R E M I O S D E E S T I M U L O

El Consejo Consultivo del Estado Mayor General del Ejército, en cumplimiento a loordenado por el Sr. Vice Comandante en Jefe del Ejército, ha resuelto impartir un sis-tema de estímulo para los autores de los mejores artículos que se publiquen anualmen-te en el "Memorial del Ejército de Chile".

Estos premios son:

ler. Premio: Diploma de Honor y premio en dinero equivalente a 20 U.F.2P Premio: Diploma de Honor y premio en dinero equivalente a 10 U.F.

Los autores de los trabajos premiados como los mejores recibirán además el estímulode una anotación en su Hoja de Vida, con la correspondiente anotación de Mérito en elconcepto "Preparación Profesional"; más un punto al l° y 2° lugar.

"Los artículos son de responsabilidad de sus autores y no representan necesariamen-te el pensamiento del Estado Mayor General del Ejército o la doctrina de la Institución".

Se autoriza la reproducción parcial o total de los artículos de esta Revista. Basta in-dicar el nombre del autor y citar el nombre de la Revista "Memorial del Ejército deChile".

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EDITORIAL

ESTRATEGIA NUCLEAR, ¿FIN DELA ERA DE CLAUSEWITZ?

HABLAR de polemología o ciencia de la guerra es internarse en los múltiplesardides con que se acostumbra a ofender o defender una plaza, territorio onación. Por lo menos, ése es el significado de la raíz griega "polemikus", de

donde deriva.Sin embargo, forzoso es aceptarlo, el concepto "guerra" ha experimentado

tal cantidad de cambios, especialmente en la segunda mitad del presente siglo, quesería difícil asimilarlo en el marco de las teorías bélicas de ese pasado, no tanlejano.

La cadena de acontecimientos y cambios veloces que hoy presenciamos enun mundo convulsionado por las novedades científicas y tecnológicas han sobrepasa-do aquellos principios esclarecedores que parecían ser inamovibles. Proceso tan ace-lerado que hace muy difícil formular diagnósticos de orden social, económico y porende de orden bélico.

De este modo es notorio que en esta encrucijada de la historia se hacenecesaria una profunda revisión del Derecho Internacional, pues es muy poco deese derecho convenido lo que se salva y es aplicable, toda vez que los preceptosque lo generaron o están caducos o están próximos a desaparecer.

Al respecto, vale la pena recordar el concepto de Derecho Internacional Pú-blico, que es el conjunto de principios y reglas de carácter consuetudinario querigen las relaciones entre los Estados y demás personas jurídicas internacionales;o bien, simplemente, el concepto de comunidad internacional, como consenso uni-forme de naciones destinado a buscar, por interés superior, el bienestar o la pazentre los pueblos.

Antiguas ideas que florecieron en la época de los fundadores de esta ramadel derecho y que hoy sólo conservan su vigor si tras aquellos pueblos que la im-petran existe el aval de una superpotencia bélica capaz de imponerla, dada la"indiscutible razón de su poderío".

Numerosos han sido los libros y estudios destinados a revisar esta materia.Uno de los más interesantes fue escrito por el General de Ejército francés JeanBeaufre: "Introducción a la Estrategia Nuclear". Es posible que esta obra acabesiendo uno de esos grandes clásicos de política militar, precisamente por su conte-nido que incide en las materias aludidas con gran estatura científica y pensamientosexpresados con estilo elegante, preciso y contundente.

La tesis general de la obra valoriza en sus reales alcances la existencia delarma atómica —de características singulares— poseída por cada uno de los bloquesenemigos, revisando de paso todo lo conocido en materia de estrategia y de táctica.

Así, en una conflagración nuclear, las etapas de una guerra no tendríanrazón de ser, toda vez que las acciones aniquiladoras no dejarían posibilidad dereacción, anulando la importancia de los ejércitos convencionales. A los demás Es-tados sólo les quedaría someterse a los acontecimientos con intrascendentes alternati-vas. Naturalmente, sobre el punto abundan diversas consideraciones.

Hasta ahora han tenido aplicación dos formas de este peligroso juego, asaber: La primera es la llamada guerra fría, basada en el "equilibrio del terror",que implica estrategias de represalias masivas. Es decir, una guerra atómica poten-cial que amenaza un campo contra el otro. Teoría que fracasó en el caso cubano,pues allí soviéticos y norteamericanos se desistieron a última hora. Se supone quelos soviéticos no lograron su objetivo. Otra forma ya usada por los Estados Unidoses la llamada estrategia de represalias flexibles, consistente en responder a cadaagresión de modo dosificado y localizado. Felizmente sólo se han utilizado armasconvencionales, aunque muy sofisticadas.

Lo cierto es que el progreso científico y tecnológico va dejando obsoleta lamayor o menor potencia de un estado, obligándolo a tratar de mantener su "status"de poder, siendo usuario de ese progreso, el cual, en último término, se traduce endisponer o no de las "mejores" armas del momento.

Como ilustración del aserto anterior, es el caso de un Estado sudamericanoen conflicto bélico con una potencia europea. Recientemente, el primero utilizó pro-yectiles perseguidores del blanco, de alta potencia, capaces de hundir cualquier bu-que . . . Si este país hubiera contado con mejor entrenamiento y una mayor dotaciónde esos proyectiles, seguramente hubiera hundido la escuadra. Los resultados, siasí hubiera acontecido, tendrían consecuencias imprevisibles...

Disponer de esos medios de tal efectividad significa para un Estado estara la vanguardia en la investigación y producción de esos implementos bélicos, o"capacidad" para hacerse de esa información tan especializada, o disponibilidadsuficiente de orden económico para adquirirlos, ya sea en el mercado "blanco" o"negro".

A mayor abundamiento, citaremos el caso de Nicaragua que se niega a sus-cribir un convenio o tratado de solución pacífica para mantener el equilibrio defuerzas de esa región, lo cual reviste las características de otra transgresión a la"moral internacional" y que sólo es posible porque esa nación se siente avalada poruna de las superpotencias.

Otra situación "novedosa" de época actual es el terrorismo internacional, locual, en general, son acciones abiertas o encubiertas por esas superpotencias.

En rápida síntesis, diremos que conflictos como la guerra de Corea, Vietnam yespecialmente la "Cuarta Guerra Arabe-lsraelí", en último análisis, han sido útilesa los interéses geoestratégicos de esas superpotencias, quienen han "determinadolas características, la duración y los resultados" de esas guerras.

Detrás de estos conflictos, relativamente menores, está el telón de fondo quees la recíproca amenaza de un enfrentamiento nuclear de características aniquilado-ras, por parte de aquellos que detentan ese poder...

¡Cómo se hace necesario un nuevo Derecho Internacional con verdadera po-testad e imperio!

Pero, volviendo al planteamiento de este artículo, está claro que los teóricosclásicos del arte de la guerra no pudieron prever tanta innovación y tantos aconte-cimientos derivados. Por esas razones pensamos que, en medida importante, la erade Clausewitz se aleja definitivamente.

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COMBATE NAVAL DE IQUIQUE1879 - 1986

EL Memorial del Ejército de Chile se asocia con júbilo al recuerdo

histórico del glorioso Combate Naval de Iquique, rindiendo homenaje a la

Armada Nacional, en la persona del Capitán de Fragata y Abogado, Don

ARTURO PRAT GHAGON, sublime expresión del heroísmo en el mar.

Hacemos extensiva nuestra admiración al Ilustre contendor en esa

gesta, el Almirante peruano MIGUEL GRAU, quien en un rasgo de profun-

da hidalguía, escribió a la esposa del Héroe un relato emocionante del ho-

locausto.

Si, 21 de Mayo es clase magistral del Honor y del Deber para todos

los chilenos.

LA ACADEMIA DE HISTORIA MILITAR, ENSOLEMNE ACTO DESPIDIO A SU PRESIDENTE,MAYOR GENERAL DN. ENRIQUE VALDES PUGA

E L 11 de diciembre pasado el H. Directorio de la Academia de His-toria Militar despidió a su Presidente, Mayor General Dn. En-rique Valdés Puga.

La reunión se realizó en el Hotel Sheraton San Cristóbal, oportu-nidad en la cual el Primer Vicepresidente de la entidad, Mayor GeneralJuan Bancalari Zappettini, se refirió al accionar, brillante dirección ylas múltiples actividades realizadas por la Corporación durante la Pre-sidencia del Mayor General Enrique Valdés Puga.

Con sentidas palabras, el homenajeado agradeció el acto en su ho-nor, deseando que la Academia de Historia Militar continúe la sendatrazada desde su creación.

LA TEOLOG0IA DE LA LIBERACION,LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

Y LA POLITICA CHILENAARTURO LANE ORTEGA

E L tema de la Teología de laLiberación es la política cu-yo contenido es radicalmen-

te contrapuesto a la doctrina polí-tica oficial de la Iglesia estableci-da en las encíclicas. Su propósitoes la politización integral de laIglesia. Fundamenta el P. GustavoGutiérrez, su representante másdestacado, tal propósito, afirman-do que "la razón humana se ha he-cho razón política. Para la concien-cia histórica contemporánea, lo po-lítico no es ya más algo que seatiende en los momentos libres quedeja la vida privada y ni siquierauna región bien delimitada de laexistencia humana". Agrega que"nada escapa a lo político así en-tendido. Todo está coloreado polí-ticamente".

Pretende ser una "nueva mane-ra de hacer teología" basada en larealidad de América Latina, aun-que sus autores sostienen como des-tinataria a la Iglesia universal. Esuna creación de teólogos católicos,aunque uno de sus más destacadosexponentes, el P. Joseph Comblin,reconoce que la influencia de teó-logos europeos ha sido precursora,como es el caso del teólogo protes-tante de la ideología marxista ynacionalidad checoslovaca JosephLukl Hnomodka, fundador y pre-sidente del Movimiento de Cristia-nos por la Paz con sede en Praga,organismo que ha patrocinado nu-merosas reuniones destinadas a de-sarrollar su temática.

En Chile adhiere a sus plantea-mientos un sector del clero com-

prometido políticamente con par-tidos o movimientos de caráctermarxista, grupos de izquierda de-mocratacristiana, los militantes delMAPU y la Izquierda Cristiana ysectores marxistas por razones tác-ticas.

I. Pronunciamiento de la SantaSede sobre la Teología de la

Liberación

Aunque nos ocuparemos de losaspectos políticos de la Teología dela Liberación, conviene mencionaralgunos de los problemas que talteología plantea dentro de la Igle-sia y que el Cardenal Batzinger,prefecto de la Sagrada Congrega-ción para la Doctrina de la Fe, de-nuncia en su instrucción sobre eltema como elementos tomados di-rectamente del marxismo: la intro-ducción de la lucha de clases en elseno de la Iglesia, la denuncia dela Jerarquía Eclesiástica como re-presentante de la clase opresora yla creación de la llamada "Iglesiapopular" a partir de las comunida-des eclesiales de base, en oposicióna la Iglesia Jerárquica, constitu-yéndose la primera en una iglesiaparalela.

El erróneo empleo del conceptode pecado social, su instrumentali-zación en la lucha de clases paraestigmatizar a determinadas clasessociales, la opción preferencial porlos pobres transformada en iglesiade clase y el concepto cristiano depobre entendido como proletariadomarxista, ocupan extensamente al

Cardenal Ratzinger. Asimismo, ladenuncia de la Doctrina Social dela Iglesia como una ideología pro-clive al capitalismo "desarrollista",se inscriben dentro de su carácterrevolucionario y contrario al pluri-clasismo. Ello coloca a la Teologíade la Liberación en las antípodasde la Doctrina Social de la Iglesia.

También la Santa Sede denunciael reemplazo del concepto de orto-doxia, emanado de la Revelación,por el de otropraxis, que consisti-ría en la conquista de la verdad re-ligiosa mediante la acción revolu-cionaria. Estableciendo la praxismarxista como fuente de la ortodo-xia, se llega a contenidos substan-cialmente marxista en la Teologíade la Liberación. En apoyo de sustesis, los teólogos de la liberaciónutilizan la teoría de la lucha de cla-ses para interpretar los sucesos bí-blicos.

No obstante la claridad concep-tual y firmeza con que se ha pro-nunciado la Santa Sede frente a laTeología de la Liberación, en el re-ciente Sínodo de Obispos celebradoen Roma en noviembre de 1985, losprelados se manifestaron divididosfrente al tema. Especialmente losobispos peruanos y los brasileñosrechazaron la condenación en blo-que que pudiere hacerse de la Teo-logía de la Liberación. El presiden-te de la Conferencia EpiscopalBrasileña, Monseñor José Ivo Lon-scheider, expresó que la Teologíade la Liberación "representa no só-lo el producto de unos pocos teólo-gos más audaces, sino el fruto dela totalidad de la vida de la Igle-sia latinoamericana" y agregó queella es "indispensable para la acti-vidad de la Iglesia y el compromi-so social de los cristianos, inclusosi lleva consigo riesgos tales comolos indicados recientemente" por elVaticano. Agregó que lo que laTeología de la Liberación aboga noes "una teología de la violencia, oque impulsa a la violencia. No es

una teología que asume o justificala ideología marxista".

Como se ve, aquellos que se ilu-sionaron con la perspectiva de unaclarificación sobre el tema, no po-drán contar con una opinión uni-forme de los obispos en torno a laTeología de la Liberación. Por aho-ra, y tal vez durante todo el tiem-po que el marxismo siga gravitan-do en la política de nuestro conti-nente, se mantendrá la ambigüedady el fin de la polémica se dará enel campo de la política y no en elde la teología.

II. Momento histórico de suaparición

Nace la Teología de la Libera-ción a fines de la década del 60como reacción crítica al gobiernode la Democracia Cristiana chile-na. Todo su desarrollo posterior es-tá marcado por tal condición críti-ca. Explícitamente la señala el P.Comblin cuando dice que la Teolo-gía de la Liberación es "una críti-ca radical de la democracia cristia-na y la voluntad de superarla". Elprograma de la D.C. chilena en1964 era para este autor "un con-cepto de reforma etiquetada con lapalabra revolución por razonesoportunistas".

Sostiene el mencionado autor queante sus fracaso como ideología re-volucionaria, los teólogos liberacio-nistas han optado por "superar"el planteamiento demócrata cristia-no. Considera que los católicos noson capaces por sí solos de hacerla revolución que creen indispensa-ble en América Latina. Para ellostal revolución deberá ser necesaria-mente socialista. Por ello creenque es preciso buscar el entendi-miento revolucionario con los mar-xistas. Para Monseñor Sergio Mén-dez Arceo, mexicano, obispo deCuernavaca, la Teología de la Li-beración así concebida es "más omenos homogénea" en su contení-

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do. Se comprende entonces que larecepción del marxismo no sea ca-sual, sino que tiene el propósito de-liberado de proponer solucionesque aproximen el proyecto políti-co de la Iglesia al marxismo. Así sepretende responder a la críticamarxista sobre el carácter alienan-te de la religión: aceptando su pra-xis revolucionaria.

En la época de su aparición es-taba de moda el diálogo cristiano-marxista sin que la jerarquía ecle-siástica chilena estableciera propó-sitos, contenido y límite a tal diá-logo. Para los teólogos de la libe-ración el diálogo buscaba justifi-car el entendimiento político entre"cristianos comprometidos" y mar-xistas. Mientras que para loscomunistas tal diálogo perseguía laaceptación por los cristianos del"único socialismo auténtico, el so-cialismo científico de Marx y Le-nin y en ningún caso un utópicosocialismo cristiano", como lo ex-plicaba la revista Principios (N°127, 1968), publicación ideológicadel Partido Comunista de Chile.

Las dos divisiones que debió en-frentar el Partido Demócrata Cris-tiano, primero con el MAPU y lue-go con la Izquierda Cristiana, en-cuentran su origen en el diálogocristiano-marxista y en ambos ca-sos hubo una directa intervenciónclerical de aquellos sacerdotes queadhieren a la Teología de la Libe-ración.

Estos sacerdotes se dieron, a suvez, su propia organización paraintervenir en el gobierno de laUnidad Popular. Fue el movimien-to de los Cristianos por el Socia-lismo, que adoptó la Teología dela Liberación como su propia ideo-logía, organización finalmente pro-hibida por el Episcopado Chileno(Documento Pastoral Fe Cristianay Actuación Política, X, 1973).

En dicho documento episcopal sereconoce que los planteamientos

sustentados por los Cristianos porel socialismo representan el resur-gimiento del clericalismo en la vi-da política. Ahora se trataría deun clericalismo de izquierda.

No se puede prescindir del tiem-po histórico en que nace la Teolo-gía de la Liberación ni de las cir-cunstancias políticas que la moti-van, porque allí se encuentra lafuncionalidad política para la quefue concebida. Ensayando una de-finición histórica podemos decirque se entiende por tal aquella teo-logía revolucionaria surgida a fi-nes de la década de los años sesen-ta como reacción crítica a la "revo-lución en libertad" de la Democra-cia Cristiana y como ideología jus-tificativa del entendimiento de loscristianos con los marxistas parahacer la revolución socialista enAmérica Latina. Sus autores creenhaber logrado "la síntesis entrecristianismo y marxismo" con laconsiguiente "espiritualización delmarxismo". Algo así como una "su-ma contra capitalistas" que creentan legítima como la tarea intelec-tual de conciliar la teología cris-tiana con la filosofía aristotélicaefectuada por Santo Tomás deAquino.

III. Algunos aspectos políticos de laTeología de la Liberación opuestos

a la Doctrina Social de la Iglesia

En el presente párrafo preten-demos sintetizar algunos aspectoscontrapuestos entre la DoctrinaSocial de la Iglesia y la Teologíade la Liberación sin pretender, porcierto, agotar el tema.

1.— Mientras la Iglesia funda-menta su doctrina política contem-poránea en la filosofía tomista yen la crítica al liberalismo y almarxismo (Octogésima Adveniens,26, 32 al 34) y como tal consideraal pensamiento social cristiano co-mo su alternativa, la Teología de

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la Liberación se fundamenta en elsupuesto "cientismo social" delmarxismo y cree ser una síntesisde éste con el cristianismo.

2 .— Para la Iglesia el humanis-mo cristiano es integral. (Populo-rum Progressio, N° 42). Alcanza atodo hombre sólo por ser tal y esfundamento de derechos humanosque en su universalidad no se en-cuentran limitados por considera-ciones de raza, credo ni clase so-cial (Pacem in Terris, N° 9 y 10)A su vez, la Teología de la Libera-ción se fundamenta en la ideologíade la lucha de clases del marxismocuyo resultado es un llamado hu-manismo proletario, que reconocesus derechos humanos a quienespertenecen a dicha clase y a losque apoyan el proceso revoluciona-rio.

3 . — Según la doctrina de laIglesia hay sectores de la vida per-sonal y social que escapan al cam-po de la lucha política (Octogési-ma Adveniens, N° 46). Así lo sos-tiene también Maritain cuandoafirma que "la distinción de lotemporal y de lo espiritual apare-ce como una distinción esencial-mente cristiana". Para la Teologíade la Liberación, en cambio, todoentra en el campo de la política yla Iglesia debe ponerse al serviciode la lucha del proletariado.

4 .— La Iglesia propicia la con-ciliación de las clases sociales (Re-rum Novarum, N° 14). La Teolo-gía de la Liberación adhiere a laideología marxista de la lucha declases y entiende la "opción prefe-rencial por los pobres" declaradapor los obispos en Medellín (1968)como una incitación a ella.

5 .— La Iglesia sostiene su Doc-trina Social que afirma tener "pe-renne eficacia" (Mater et Magis-tra, N° 218, Octogésima AdveniensN° 42), que la Teología de la Li-beración descalifica como expre-sión del "capitalismo desarrollista"

e "ideología de clase media", comolo denuncia el Cardenal Ratzinger.

6. — La Iglesia hoy proclama suapoyo a la democracia pluralista(Octogésima Adveniens, N° 50).Para la Teología de la Liberacióndicha democracia es burguesa yfavorece a las clases opresoras.Por tanto, se declara opuesta alpluralismo político. Según Com-blin, "el pluralismo es inadmisible.El pluralismo no es más que tole-rancia hacia los que se engañan debuena fe".

7.— Según la Doctrina Social dela Iglesia, los cristianos deben ac-tuar lealmente dentro de la legali-dad democrática del estado plura-lista (Pacem in Terris, N° 67 al79). Para la Teología de la Libera-ción, los cambios que deben reali-zarse sólo serán posibles mediantela revolución, pues para ella todoEstado es opresivo al igual que pa-ra el marxismo.

8.— La Iglesia rechaza la vio-lencia como método de acción po-lítica (Populorum Progressio, N°30 y 31). La Teología de la Libe-ración la acepta y para justificar-la hace disquisiciones acerca de losresponsables (los contrarrevolucio-narios) de desencadenarla.

9.— La Iglesia propicia unadoctrina que rechaza explícitamen-te el socialismo para no confundirsu proyecto político con los inspi-rados por el marxismo que históri-camente se denominan socialistas.(Rerum Novarum N° 2 al 11, Cua-dragésimo Anno N° 10, 112 al 117,120, 123, 124. Mater et MagistraN° 23. Octogésima Adveniens N° 32al 34).

Si bien Mater et Magistra (N°59) califica de progreso al procesode "socialización", emplea el térmi-no no en el sentido de ideología po-lítica, sino en el de "progresivamultiplicación de las relaciones deconvivencia". En cambio, la Teolo-gía de la Liberación afirma que su

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proyecto es socialista, entendiendopor tal la "propiedad social de losmedios de producción". Es decir,igual que el marxismo.

10.— La Iglesia propicia unatercera posición entre la "izquier-da marxista" y los "excesos del ca-pitalismo". (Mater et Magistra N°23. Octogésima Adveniens, N° 26).En cambio, la Teología de la Libe-ración sostiene que tal posición só-lo representa una reforma del ca-pitalismo y opta por la vía revolu-cionaria, propiciando la alianza es-tratégica con los partidos marxis-tas.

1 1 . — La Iglesia reconoce comolegítima la existencia de tres áreasde la economía con respeto por lainiciativa privada y la propiedadprivada de los medios de produc-ción. (Mater et Magistra, N° 104al 121). La Teología de la Libera-ción ha "optado por la propiedadsocial de los medios de produc-ción", como lo sostiene G. Gutié-rrez y la generalidad de dichos teó-logos.

12.— La Iglesia desarrolla sudoctrina política y social a partirde la crítica general a la realidadcontemporánea, incluyendo la delos países sometidos a regímenesde carácter soviético (Carta Apos-tólica al Cardenal Roy, Octogési-ma Adveniens). La Teología de laLiberación permanece deliberada-mente ausente de la crítica a lapraxis soviética, salvo superficia-les referencias que no van al fon-do de las alienaciones que produ-ce tal ideología.

1 3 . — Las encíclicas postconci-liares adhieren a la teoría del de-sarrollo (Populorum Progressio,sobre la necesidad de promover eldesarrollo de los pueblos). La Teo-logía de la Liberación la rechazapor considerar que perpetúa el ré-gimen capitalista y el subdesarro-llo. Opta por la teoría de la revo-

lución liberadora del "imperialis-mo norteamericano". Por desgra-cia, careciendo de una crítica sufi-ciente de la praxis soviética, no ex-plica la dependencia que tal ruptu-ra crea respecto del imperialismosoviético.

14.— La Iglesia propicia en elorden social y político lo que undestacado pensador católico deno-minara el "ideal histórico concre-to", distinto del concepto de uto-pía, porque su realización históri-ca es posible debido a que los ele-mentos para su materialización seencuentran contenidos en la reali-dad (Octogésima Adveniens, N°37). La Teología de la Liberación,en cambio, hace uso de la utopía,porque "el pensamiento utópicoasume, según la intención inicial,su calidad subversiva y moviliza-dora de la historia", según G. Gu-tiérrez. Entre la construcción del"reino de Dios" y el establecimien-to de la "sociedad comunista" seproduce en tal teología una confu-sa y no explicada relación.

Conviene tener presente que laDemocracia Cristiana chilena, quese sustenta ideológicamente en ladoctrina Social de la Iglesia, tieneun importante sector de sus mili-tantes que se declaran seguidoresde la Teología de la Liberación, quecomo vemos aparece en oposiciónradical al pensamiento social y po-lítico de la Iglesia y de los pontí-fices.

IV. La Teología de la Liberación yla experiencia política chilena

Hace poco tiempo sostenía Rado-miro Tomic que "la nueva civiliza-ción del amor pasará por la Teolo-gía de la Liberación o no pasarápor ninguna parte". Por cierto queésta es una mera frase retórica quesólo puede aturdir a un auditoriopoco advertido. Porque para el

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Cardenal Ratzinger, Prefecto dela Sagrada Congregación para laDoctrina de la Fe, por ejemplo, laTeología de la Liberación es causade una grave crisis de la Iglesia.

Lo que hoy es crisis de la Igle-sia, ayer fue el principal detonan-te que destruyó el sistema demo-crático chileno. Como hemos visto,en su origen la Teología de la Li-beración es un esfuerzo de los sec-tores de izquierda del clero parademoler la ideología demócratacristiana y con ello al partido quela sustenta. Aprovechando su in-fluencia sobre la conciencia reli-giosa de muchos militantes demó-crata cristianos, especialmente losjóvenes, dicho sector del clero ejer-ció presión sobre ellos para produ-cir un vuelco ideológico hacia laaceptación de las tesis fundamen-tales del marxismo. Lograron im-poner la política de la Vía no Ca-pitalista de Desarrollo, cuyo ori-gen había sido concebido por laInternacional Comunista para do-tar a los países en vías de desarro-llo de un instrumento político queunificara los diversos sectores"progresistas" en pos de la con-quista del poder. Así fue ensayadaen Argelia y en Ghana.

Luego vinieron las divisiones del

P.D.C. Primero fue el MAPU, quea poco andar se declaró marxista-leninista y apoyó la candidatura deAllende. Luego fue la IzquierdaCristiana, que aceptó la metodolo-gía de análisis social marxista. En-tre ambas divisiones está la cam-paña presidencial del señor Tomic,quien se dio un programa que ho-mologó el de la candidatura mar-xista y sostuvo que gobernaría consocialistas y comunistas si era ele-gido.

De esta intervención clericalexiste suficiente evidencia docu-mental que testifica acerca de suparticipación en dichos sucesos.Basta mencionar, sin embargo, laobra de J. Castillo V. "Teoría ypráctica de la Democracia Cristia-na chilena", que contiene un re-cuento circunstanciado de las polé-micas generadas en torno a taleshechos, en que cada contradictorse respaldaba en la opinión clericalque convenía a su posición.

Es así como la Teología de laLiberación; que se presenta comouna novedad para la mayoría delos católicos de hoy, ha influidodecisivamente en la vida política denuestro país hace ya mucho tiem-po y se propone seguir influyandoen el futuro.

B I B L I O G R A F I A

GUSTAVO GUTIERREZ, Teología de la Liberación.— Ed. Sigueme, Salamanca,1973.

JOSEPH COMBLIN. DESCLEE DE BROWER, Teología de la Revolución.— Bilbao,1973.

B.A.C. 8 Grandes Mensajes.— Madrid, 1981.SAGRADA CONGREGACION PARA LA DOCTRINA DE LA FE , Instrucción so-

bre algunos aspectos de la Teología de la Liberación.— Ed. Paulinas, Santiago,1984.

JAIME CASTILLO V., Teoría y práctica de la Democracia Cristiana chilena.— Ed.del Pacífico. Santiago, 1973.

DOCUMENTO PASTORAL COLECTIVO DEL EPISCOPADO NACIONAL, Fecristiana y actuación política.— X, 1973.

JACQUES MARITAIN, Humanismo Integral.— Ed. Carlos Lhle. B. Aires, 1966.

ALIADOS EUROPEOS DE

NORTEAMERICAERIK VON KUEHNELT LEDDIHN.Tirol, Austria (Diario "El Mercurio", 16. II. 1986).

L A reacción de los aliados europeos de los Estados Unidos ante eltoque de atención del Presidente Reagan fue precisamente lo quelos observadores inteligentes esperaban. Aunque los europeos

occidentales son igualmente víctimas del terrorismo islámico, su actitudfrente a la crisis libia es —para decirlo con suavidad— vergonzosa. Escierto que algunos analistas (no muchos) tienen suficiente carácter paraseñalarlo, pero la actuación de los gobiernos es lamentable. Y ello apesar de que también deploran la muerte de ciudadanos por lo generaltotalmente inocentes, que ni siquiera han sido judíos, a quienes pudierateóricamente odiarse por simpatizar con Israel.

Nuestros observadores con frecuencia señalan que todos los malescausados por los terroristas se originan en el drama de los palestinos.Si eliminamos esta "causa última", argumentan, transformarán sus ame-tralladoras en arados. Cientos de miles de palestinos, es cierto, debierondejar sus hogares, pero ¿qué habría ocurrido si los 14 millones de alema-nes que huyeron hacia el Oeste hubiesen reaccionado de la misma mane-ra? La civilización occidental se habría desintegrado. Pero los alemanesno son los árabes, se rigen por preceptos bíblicos y no coránicos.

El Corán habla del amor sólo en un pasaje (5.59), y exclusivamentedel que existe entre Alá y su pueblo, no del que debe haber entre losseres humanos. Se mencionan las obligaciones hacia los pobres, pero sóloen un sentido material. La justicia islámica es sombría, está permitidogolpear a la esposa, y los términos "asesino" y "asesinar" de nuestrosidiomas son de origen musulmán. Jaddafi actúa en la mejor tradiciónislámica, de allí el cálido apoyo que recibe en el mundo árabe. Se demues-tra así que el supuesto de nuestros demoliberales de que la humanidadestá hecha, en fin de cuentas, de una sola pieza, y que los pueblos sonmás similar:s que disímiles (una frase idiota, bajo cualquier circuns-tancia) es totalmente infundado.

De cualquier modo, las reacciones europeas occidentales ante la ame-naza libia son otro asunto. Se trata aquí de naciones con una herenciareligiosa común, si bien debilitada fundamentalmente, cuando no destrui-da, por las nociones de democracia, el parlamentarismo y el materialismopráctico. La cultura y la civilización europeas eran "verticales"; estaba

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Dios Padre en el cielo, el Santo Padre en Roma, el rey —padre de sussúbditos— y el padre familiar, rey de la casa. El orden era feudal; habíaseñores y vasallos, y sus obligaciones eran mutuas. Las lealtades erantanto "hacia arriba" como "hacia abajo". Y los vínculos entre las perso-nas eran sagrados; los juramentos de lealtad y compromiso tenían unaconnotación religiosa, pues se invocaba a Dios como testigo.

En los textos de los tratados de paz se pedía el auspicio de la Sagra-da Trinidad (cuando, a comienzos del siglo XIX los Estados Unidosfirmaron un acuerdo de paz con Libia, entonces gobernada por el bajáde Trípoli, hubo dificultades para mencionar dicha entidad, en que losmusulmanes no creen, y, por otra parte, los agnósticos norteamericanosadujeron la separación entre la Iglesia y el Estado en su país). Pero elprimer tratado internacional de importancia en que se omitió invocarlafue el de Versalles. El representante portugués, profesor Batalha Reis,protestó contra esta irregularidad, calificándola de ominosa, pero lordHugh Cecil (aun cuando aseguraba ser cristiano devoto) lo tranquilizódeclarando: "Este tratado, querido señor, se cumplirá de todas maneras".Bueno, como sabemos, no fue así.

Había habido advertencias en el pasado, como cuando Inglaterra,durante la guerra de sucesión española, dejó plantado al Sacro Empera-dor Romano. Gran Bretaña era una monarquía parlamentaria, y cuandolos liberales ("whigs") fueron derrotados en una elección (habiendo da-do a los ejércitos aliados un brillante general, el famoso duque de Marl-borough) y los francófilos "tories" obtuvieron mayoría en el Parlamento,Inglaterra se ganó el apodo de "la pérfida Albión". La reina Ana eranaturalmente, una dama, pero desde la gloriosa revolución el Parlamentofue constitucionalmente más fuerte que la corona. Entre 1916 y 1917mi familia vivía cerca de un campamento militar de prisioneros, en Aus-tria, y, siendo niños, nos relacionábamos libremente con los presos, excep-to los italianos, porque, como señalaba mi padre (que tenía como orde-nanza a un prisionero de guerra ruso), llevaban el uniforme de un reyque, cediendo ante la presión pública, había roto su palabra.

El "ancien régime" c r í a en la palabra empeñada, en el honor puestoen juego por quien lo hacía. Ello se basaba en la lealtad, y la honra sevaloraba por sobre todas las cosas. De allí la frecuencia de los duelos,que eran quizás una forma muy tonta de defenderla, pero que como cos-tumbre reflejaban una convicción. Un funcionario que faltaba a susobligaciones, un sacerdote que era expulsado de su orden, un caballeroque deshonraba a una dama, un comerciante que cometía estafa en sustransacciones, eran cosa muy inhabitual y, siendo tan escandalosas, cons-tituían material para conmovedoras novelas y obras dramáticas.

Este orden antiguo y tradicional fue sacudido en sus cimientos pordos factores, la democracia y el espíritu comercial. Toda elección seconvertía en un festín de deslealtades, de esfuerzos gigantescos por tor-cer los compromisos ideológicos y sustraerse a los deberes con parti-dos específicos. El objetivo de una campaña electoral era reclutar traido-res, el mayor número posible, puesto que la cantidad (y no ya la calidad)pasó a ser un elemento decisivo. En Europa, con su coloración ideológica,cambiarse de colectividad política era y es equivalente a cambiar de reli-gión. Desde 1789, la de Europa ha sido cada vez más una historia dedeserciones, cohechos y cambios de orientación repentinos (motivados porconsideraciones económicas). El devenir de Francia entre el año de la

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Revolución y 1815 es una sucesión interminable de cambios de bando, enla que las personas pasan sin más de un bando al otro. Luego sobrevinouna reacción, el orden antiguo pareció restablecerse, pero el veneno si-guió actuando en el cuerpo político y social del Viejo Mundo.

Desde 1917 hasta nuestros días, la interconexión de tres revolucio-nes, la francesa, la rusa y la alemana, ha producido generaciones de trai-dores, de hombres y mujeres que traicionaron a un monarca, a una repú-blica democrática, a un régimen autoritario, a una tiranía, a otra repú-blica democrática. Hubo y hay en nuestro medio personas que han juradosimultáneamente lealtad a tres formas de gobierno diametraímenteopuestas; cuando, en 1934, el Estado Corporativo Cristiano Austríacoexigió un juramento da lealtad de todos sus funcionarios públicos, ellíder nazi declaró: "¡Bueno, habrá que jurar un poco!" (Desgraciada-mente, los oficiales alemanes, con pocas excepciones, nunca advirtierondel todo que el que hicieron ante el "Führer" era fundamentalmente invá-lido) . El verdadero héroe trágico de la saga de los nibelungos es Hagende Tronje, quien, fiel al rey Gunther, asesinó a Sigfrido y luego perecióen la corte del rey Etzel de los hunos, que se había casado con la viuda,Kriemhild.

El honor, la fidelidad, las convicciones y la permanencia no tienennada que ver con la democracia, que se basa en la popularidad, el atracti-vo personal, la flexibilidad y el cambio (esto se hizo evidente cuandosurgió la controversia sobre el aborto y representantes "conservadores"del pueblo bienamado acomodaron rápidamente su postura, en la espe-ranza de obtener unos cuantos votos más) . El profesor Helmut Schoeckacaba de publicar un libro muy exitoso, "Los doce errores de nuestrosiglo" ("The twelve errors of our century"), en el que los políticos sonmostrados como personas sin principios (aun en el caso de que defiendanpúblicamente una ideología) y con sólo un objetivo en la mente: serelegidos y reelegidos. El veredicto de Schoeck es todavía más duro queel del honorable William E. Simon, y expresa un sentimiento prevalenteen Europa.

Para empeorar las cosas, tenemos el materialismo práctico. En ciertosentido, todos somos marxistas en la actualidad. Cuando viajé a los Esta-dos Unidos y, como historiador, hablé de la primera guerra mundial, lamayoría se sorprendió de que omitiera las causas económicas de ese hecho,el más fatal de la historia moderna. Afortunadamente pude remitirlosa Sidney Fay, de Harvard, que en su libro magistral, "Los orígenes dela Guerra Mundial" ("The Origins of World War") , enfatizaba que apesar de sus vastísimas investigaciones jamás había encontrado una moti-vación económica (¡Cuántos "conservadores" norteamericanos piensany argumentan principalmente en términos económicos, encontrándose deeste modo con Marx a medio camino!).

De cualquier modo, estas conquistas del marxismo no son fundamen-talmente ideológicas, sino se deben a la vulgarización inmanentista, no espi-ritual y religiosa y materialista de las masas y sus "líderes". El hombremoderno se encoge de hombros cuando se le recuerdan las palabras deBossuet: "La vida del cristiano no es sino un peregrinaje; nuestro hogarestá en otra parte".

Tener relaciones con Libia es, por cierto, algo serio. "Les affairssont les affairs!". El materialista es un filisteo por excelencia. Me ima-gino vividamente a algunos políticos de jerarquía ingresando las pérdi-

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das ocasionadas por el terrorismo (incluyendo las vidas de contribuyen-tes) a una computadora, y ponderándolas contra las que derivarían deromper relaciones comerciales con Libia, entre ellas las remesas de losbien pagados operarios de la industria petrolera. El hombre moderno noaspira a convertirse ni en un santo ni en un héroe; su dios es Mammón.(Y ello se aplica no sólo al socialista marxista) .

El lector podrá admirarse de los maravillosos principios que susten-tan a los Estados Unidos. Esto puede ser cierto en este momento, pero,¿lo es históricamente? Los europeos, desgraciadamente, tenemos el lastrede una memoria excesivamente buena. Recordamos que "el país de Dios"abandonó a los sudvietnamitas cuando Jane Fonda, David Halberstan,del "New York Times", y Leslie Gelb determinaron la política exteriorde Washington. (En su revelador libro "La Ironía de Vietnam: El Siste-ma Funcionó" —"The Irony of Vietnam: The System Worked"—, estaúltima demostró que dicha victoria del bolchevismo era en verdad untriunfo de la democracia).

Y los europeos más viejos recuerdan Sarajevo, el primer acto gran-dioso de terrorismo en nuestra época, organizado por un país que habíaaprendido los métodos islámicos de guerra política de sus antiguos amosmusulmanes de 20 generaciones. Pero pronto, ese nido de asesinos seconvirtió en "la pacífica Servia", disfrutando de la simpatía de todoslos políticos que querían hacer del mundo un lugar apropiado para lademocracia, mientras en verdad lo hacían apropiado para los socialis-mos pardo y rojo. No, es imposible que haya confianza mutua en nuestraépoca, menos aún entre las "grandes democracias". Jacob Burkhardt,el gran pensador y visionario suizo, dijo hace 110 años: "Una vez quela política llegue a basarse en el proceso de fermentación dentro de lasnaciones, toda seguridad habrá tocado a su fin".

NOVELA COSTUMBRISTA "El DOLOR DELTRIUNFO", VISION REAL DE LA REGION

DE MAGALLANES

E L Memorial del Ejército tie-ne el agrado de presentar asus lectores una dilatada ex-

posición de la riquieza potencial dela región de Magallanes que nosbrinda la novela costumbrista "Eldolor del triunfo", de que es autorel abogado y ex Auditor de la VD.E. Francisco Camus Riquelme.

El autor ha volcado en la obrasu valiosa experiencia de más de20 años en la zona y constantes via-jes de estudio en la región, que ava-lan un conocimiento profundo delas islas y territorios continentales.Como ganadero en Tierra del Fue-go y luego como arrendatario en lapenínsula Muñoz Gamero, llevóa cabo una tarea de pionero en elmarco de la maravillosa geografíade la XII Región de Magallanes.

La atracción por nuestra Patago-nia Occidental lo movió a estudiar-la durante años, tanto en busca dela riqueza, como de su historia, yno pudo, al no encontrar la formade llevar a cabo la tarea de pione-ro por lo gigantesca, olvidarse dela maravilla que ofrece su porten-tosa geografía.

No fue extraño su contacto conlos últimos aborígenes alacalufes a

MAXIMO VALENZUELA,Comentarista literario.

quienes les cooperó para satisfacer,en alguna medida, sus necesidadesque les obligó a adquirir el hombreblanco, o el "Cristiano" como elloslos llamaban.

El indiano vio en el autor de lanovela a un amigo que nunca pre-tendió escudriñar con intención ma-lévola sus sencillas costumbres, suexistir en el habitat humano, tal vez,el más pavoroso de la tierra; sinoque, al intentar acercarse a su mo-do de ser, obtuvo, en cambio, la re-tribución auténtica de sus secretosque traspasó a la novela.

El lector va entrando en un mun-do ignoto, donde la civilización enmuchos lugares no se ha asomadoy al ir avanzando en su lectura se-rá un actor de la trama, ya sea ca-minando por la estepa, venciendocon su brioso corcel el bosque mis-terioso o tripulante de su pequeñobarco que lo llevará a lugares deensueño.

La acción se inicia durante la se-gunda guerra mundial, aconteci-miento que une a un hombre y unamujer en un amor desesperado. Elcapitán y dueño de una goleta ha si-do contratado u obligado por los ale-manes a colocar una poderosa bom-

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ba en el casco de un barco ruso car-gado con material bélico, que ha su-frido un percance causado intencio-nalmente por un agente que viaja enla nave soviética.

Se cumple el objetivo y el destinoune al marino con la única sobrevi-viente, en quien encuentra, ademásde su amor, todo el apoyo para desa-rrollar una tarea creativa en un te-rritorio nunca antes ocupado por elhombre y triunfar a pesar de todoslos sinsabores y penurias.

El lector, al navegar por los ca-nales en su pequeño barco, sabrá elsignificado de afrontar mares pro-celosos, pasos sucios e insidiosos,guiándose a veces por el instintodel fiel indio que le señala la rutadurante las terribles cerrazones yserá testigo del naufragio y del in-tento por salvar vidas o destruir-las.

Nos lleva en sus aventuras a pe-netrar por lugares de leyenda; nosmuestra la belleza sobrecogedora delos glaciares que circundan el vol-cán Burney, aún no conquistada sucumbre.

Y llegamos a cruzar pantanos, te-rrenos bamboleantes y movedizos,de los que brota el agua a la menorpresión para repentinamente abrir-se en simas mortales. Nos in-troduce en la pavorosa selvapatagónica, húmeda, fría, silen-te, donde el volátil teme penetrar ydonde los árboles son seres marti-

rizados por los liquenes y musgosque han encontrado en ellos su hos-pedaje y las plantas parásitas senutren de su sabia mientras la en-redadera los envuelve y ahoga.

El amor tiene en la novela el va-lor de la entrega absoluta; pero alsentirse traicionado cobra un des-quite. La maldad, la envidia y laambición terminan por vencer,aunque esa derrota da origen al po-der que le regala a ella un hombre,cadáver hace muchos años, para ha-cerla dueña de una gran fortunaque la transforma en una leyendaen la historia económica de Maga-llanes.

El premio y el castigo admirable-mente conformados por la plumadel escritor que deposita en el li-bro parte de sus vivencias, nos ha-rá participar en la aventura quenos descubre una zona, escenariodel drama humano que él tuvo lasuerte de conocer.

Esta obra le dice a nuestra ju-ventud que hay una riqueza mate-rial y otra, aún mayor, que es ladel espíritu, ya que nuestra Patago-nia insular espera ser redescubier-ta y se puede afirmar que existeninnumerables lugares que aún nohan sido hollados por el pie huma-no.

Hermoso reto que nos abre laspáginas de un hermoso libro, don-de lo que pareciera increíble ha su-cedido .

UN TESTIMONIO ESTREMECEDORJORGE IVAN HÜBNER,Abogado.

U NA reciente reedición, realizada por una editorial argentina, dellibro del cubano Armando Valladares titulado "Contra toda espe-ranza, 22 años en el Gulac de las Américas", ha venido a revivir

la profunda impresión que estremeció al mundo civilizado cuando apare-ció en Madrid, no hace aún un año, su primera entrega.

Nadie podía ignorar la existencia en la isla caribeña, primer terri-torio soviético en América, de numerosas cárceles en las que languidecen,desde hace muchos años, centenares de patriotas, sometidos a continuasvejaciones, torturas y crímenes, por negarse a aceptar la tiranía castro-comunista. Pero, hasta ahora, no se había conocido en forma tan comple-ta y detallada, mediante el testimonio responsable y por escrito de una desus víctimas, esta espantosa realidad que, por momentos, nos recuerdalas páginas del Infierno, del Dante.

El destacado poeta fue detenido en 1961 cuando se desempeñabacomo funcionario de la Caja Postal de Ahorros de La Habana por el"delito" de tener convicciones cristianas y haber expresado verbalmentesu discrepancia con el marxismo. (En aquella época, Fidel Castro, quehabía engañado al pueblo presentándose como un demócrata, aún no habíaconfesado su verdadera filiación, la que empezaba a rumorearse insis-tentemente. Se imprimió, entonces, una calcomanía, para pegarla en todaspartes, que decía así: "Si Fidel es comunista, que me pongan en la lista,yo estoy de acuerdo con él". Valladares se negó a ponerla en su mesade trabajo. Así comenzó su tragedia) .

Después de una parodia de "juicio", y sin que se le hubiera probadoactividad subversiva alguna, permaneció 22 años confinado en las tenebro-sas prisiones de Castro, convirtiéndose en un símbolo mundial de prisione-ro político del inhumano totalitarismo marxista. El libro que comentamosconstituye un vivido y apasionante relato que adquiere los contornos deuna pesadilla de esta terrible experiencia, de la que el autor logró sobre-vivir, "contra toda esperanza", sin doblegarse, gracias a su profunda feen Dios y a su inflexible entereza moral. Otros cristianos fueron fusila-dos cerca de él gritando "¡Viva Cuba libre! ¡Viva Cristo Rey! ¡Abajoel comunismo!".

En Cuba —denuncia— hay actualmente más de doscientas cárcelesy campos de concentración con trabajos forzados. "Algún día, cuandotoda la historia se conozca con detalles, la humanidad se horrorizarácomo lo hizo cuando se conocieron los crímenes de Stalin". Hay "ciertos

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prisioneros políticos que están hace cuatro años desnudos, sin asistenciamédica, sin visitas, durmiendo en el suelo y encerrados en celdas cuyasventanas y puertas han sido tapiadas. Jamás ven la luz del sol, ni arti-ficial".

Golpeado, humillado, escarnecido, reducido a una silla de ruedas,los comunistas lograron convertir a Valladares en un guiñapo humano,pero no consiguieron destruir su espíritu. Debido a fuertes presionesinternacionales, fue liberado en 1982. Su libro debe ser leído por todoslos que quieran conocer de cerca la realidad del comunismo.

OPINION PUBLICA Y SEGURIDADNACIONAL

LA influencia de la opiniónpública es, a la vez, un fac-tor nebuloso y también im-

portante en la formulación e im-plementación de la política nacio-nal. Existen teorías y opinionesdivergentes en lo que concierneal grado y forma de su influen-cia en los procesos asociadoscon la formulación de las políti-cas nacionales, pero muchos obser-vadores están de acuerdo en queningún gobierno puede darse ellujo de ignorarla por mucho tiem-po. Incluso, es difícil para cual-quier político identificar o definirla opinión pública. El éxito de unlíder político puede depender muybien de su habilidad para influen-ciar, dirigir o controlar la opiniónpública con un grado más grandeal que ésta pueda dirigir y restrin-gir sus propias acciones. Lo quees verdad para un líder individual,también lo es para un gobiernonacional. No importa lo prudenteque sea una acción tomada en elárea de seguridad nacional; porejemplo, su buen éxito dependerádel apoyo y la aceptación pública.

Los formuladores de política na-cional deben ser sensitivos a lasopiniones de la gente, ya sean

HERBERT OKELLANA HERRERABrigadier

abiertamente expresadas o simple-mente implícitas. Un público in-teresado y bien informado propor-cionará una atmósfera favorableque intensificará las políticas gu-bernamentales efectivas y eficien-tes en todas las áreas de preocu-pación nacional y, por el contrario,rechazará las ineficaces.

En el largo plazo, la influenciade la opinión pública sobre el Go-bierno es penetrante y durable, pe-ro su impacto inmediato en mu-chos asuntos puede ser vago e im-preciso. Grandes segmentos delpúblico no tienen preferencias so-bre muchos asuntos importantes,especialmente aquellos que soncomplejos o mal definidos o no sonde una preocupación inmediata,por no estar relacionados con susnecesidades de acuerdo a sus par-ticulares priorizaciones. En gene-ral, la opinión pública tiende a sermás interesada y participativa enlos asuntos domésticos que en losasuntos de política internacional.

A menudo, es fácil interpretaro estimar la opinión pública, yaque un gran espectro.de opinionessobre cualquier asunto, general-mente, se extenderá del apoyoirrestricto a la oposición cerraday es más difícil cuando este es-

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pectro amplio tiene mayores ma-tices intermedios. Por lo tanto, esclaro que existe un considerabledesacuerdo en el grado y la formaen que la opinión pública influyeen los procesos de política guber-namental. Por otro lado, algunosobservadores sostienen que un nú-mero relativamente pequeño depersonas constituye el elemento lí-der, el cual, en efecto, gobiernauna nación. Una perspectiva pro-nunciadamente contrastante es laque sostiene básicamente que sonlos votantes quienes determinan ladirección y quienes conforman lapolítica de los estados. Ciertamen-te, la historia ha mostrado cómo lacombinación de un liderazgo ins-truido y cuidadoso, acompañado yapoyado por una ciudadanía bieninformada y preocupada, ha con-tribuido al progreso y a la solideznacional. Por la misma razón, losproblemas nacionales no resueltosreflejan en parte el interés y elapoyo insuficiente de los remediospropuestos.

LA NATURALEZA DE LAOPINION PUBLICA

De acuerdo con un antiguo ada-gio "la voz de la gente, la voz delpueblo, es la voz de Dios" (Voxpopuli, vox Dei). Pero la gente, amenudo, habla de una sola vez yel coro de muchas bocas a veceses confuso, difícil de entender, en-gañoso o incluso mudo en la inte-racción de los intereses innumera-bles y la presión de los eventosdiarios.

Los líderes políticos sabios tien-den a separar la substancia delmero sonido, para distinguir laopinión informada del emociona-lismo reactivo, el cual lo encuen-tran difícil de definir, con algunaprecisión en la opinión pública.Más a menudo, algunos demago-gos ególatras e inescrupulosos des-

cubren en la "vox populi" cual-quier tono que deseen escuchar.En respuesta a este tono, estáncapacitados para actuar en la com-pleta creencia de que están res-pondiendo y están apoyados porel deseo público. Son éstos los queconducen a sus pueblos a la catás-trofe, después de haber cometidolos más terribles holocaustos.

Uno podría preguntarse ¿cómollegan a obtener las personas susopiniones acerca de los asuntospúblicos? En el complejo mundomoderno, ¿qué factores son másimportantes e influencian a losciudadanos? Estas son preguntasque dejan perplejo porque no hayrespuestas directas.

Las muestras de opinión públi-ca, a través de estudios o encues-tas pueden proporcionar sólo in-dicios para las actitudes públicassobre asuntos específicos. Cierta-mente, las influencias y los facto-res que moldean las opiniones delas personas son muchos y diver-sos y pueden ser muy difíciles deidentificar o evaluar. Creencias,emociones y prejuicios basados enprincipios, deseos, esperanzas, te-mores y variados grados de cono-cimiento, de una forma y otra, en-tran en el desarrollo de la opiniónde una persona. Por lo tanto, encualquier tema dado, la opiniónpública puede estar expresada cla-ramente o reprimida, apoyada convigor o apenas formada. Rara vezes unánime, pero a veces un con-senso sobre una política básica,como por ejemplo, la contencióndel comunismo, puede perdurarpor un largo tiempo.

Muchos factores como la fami-lia, amigos, instituciones educacio-nales, colegios profesionales, me-dios de comunicación, como tam-bién la experiencia personal, con-tribuyen en variados grados a lasactitudes y conocimientos de unapersona. La mayoría de las per-sonas en el momento que comien-

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zan a participar en el proceso po-lítico han desarrollado algunas ac-titudes básicas en temas tales co-mo los derechos de propiedad, li-bertad político-económica y liber-tad individual. Pero las creenciaspolíticas sistemáticas y bien ex-presada son rara vez apoyadas porlos grandes segmentos del electo-rado y la llamada "mayoría silen-ciosa" es muy importante en cual-quier elección. En muchos asuntos,pocos votantes han desarrolladoopiniones firmes y objetivas, ba-sadas en el conocimiento profundode las áreas aplicables al sistema.

Una consecuencia de esta situa-ción es que los activistas políticospueden ejercer una influencia des-proporcionada sobre el gobierno,ya sea local o nacional. Los repre-sentantes elegidos y los cabilderospueden estar ampliamente dividi-dos en los asuntos contemporáneos,pero ambos dan al sistema políticonacional sus características distin-tivas y tienen un papel importanteen moldear y articular a la opiniónpública en busca del apoyo de la"mayoría silenciosa" no militanteen partido político alguno.

Finalmente, los medios de comu-nicación masiva, incluyendo la te-levisión, la radio, la prensa diaria,los diarios y las películas, tienenuna influencia importante en elsistema político tanto en transmi-tir la información política impor-tante, como en moldear las actitu-des públicas en asuntos políticos.Además, al cubrir las noticias, losmedios por su selección e interpre-tación del material pueden influen-ciar las mentes del público. Losfuncionarios y las agencias del go-bierno están muy conscientes dela influencia de los medios de co-municación y de la influencia deestos últimos en los programas yactividades. Pero la habilidad delos medios masivos de moldear laopinión en asuntos nacionales, aun-que considerable, tiene sus límites

y no debería ser exagerada. Mu-cha, si es que no la mayoría de lagente, obtienen las noticias de latelevisión, aunque la televisión noes un medio efectivo para explicaruna tendencia o desarrollo compli-cado o incluso un evento complejo.Sólo puede presentar los puntosmás salientes y visiones momentá-neas. La prensa, con su ajustadolímite de tiempo y el énfasis pues-to en el comentario y las predic-ciones, tiene similares deficiencias.Estas deficiencias están inherentesen el periodismo contemporáneo, amenudo basado en la electrónica, ysiempre buscando "la gran histo-ria". Por lo tanto, a pesar de losmodernos milagros de la televi-sión, radio y transmisiones electró-nicas en general, el público puedeque no reciba la información pro-funda sobre nuestros asuntos im-portantes, que se necesita real-mente para formar una opiniónpública responsable, informada,racional y consciente. Esta últimaes producto de una superación cul-tural lenta y efectiva, derivada deuna elevación de la condición indi-vidual que se logra con una edu-cación profunda y sostenida delHOMBRE, inspirada en los valo-res deseables de un país.

LA EXPRESION DE LAOPINION PUBLICA

Las opiniones sobre los pro-blemas actuales, asuntos y even-tos son expresados de diferenteforma. Estas expresiones puedenreflejar la opinión pública o pue-den representar los esfuerzos pa-ra formar o influir en la opiniónpública. Así, una manifestaciónde estas opiniones sobre un asun-to actual en la televisión, en undiario o en un periódico, puedeque no represente las opiniones demucha gente. En cambio, estasmanifestaciones pueden ser las

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opiniones de un comentarista, unescritor, de un editorial o unautor. Por ejemplo, en asuntosde seguridad nacional, un dia-rio puede ser muy crítico en laanulación del programa del bom-bardero B-l. Incluso, el público ge-neral puede ser muy indiferentecon respecto a este asunto, exceptotal vez en la preocupación sobrelos costos involucrados o el efectolocal sobre el empleo. Tal editorialrepresentaría las opiniones de undiario sobre un asunto contempo-ráneo, pero no las opiniones de su-ficiente gente para merecerse elser llamada "opinión pública". Deeste modo, aunque las columnas deeditorial de un diario (artículo defondo) son un vehículo bien cono-cido para la expresión de opinio-nes, no necesariamente reflejan lasopiniones de sus lectores, ni lasección "Cartas a los Editores"puede ser considerada como repre-sentativa, ya que contiene las opi-niones de sólo unos pocos lectoresdel diario, por lo general.

Otra expresión de la opinión pú-blica es la provista por las encues-tas y los estudios de la opinión pú-blica. Estas encuestas han estadosujetas a un gran número de crí-ticas, no siempre sin justificación,y mucha gente es escéptica a suvalidez o utilidad. Sin embargo, nohay duda que las técnicas de en-cuestas han mejorado a través delos años y muchos formuladoresde política las consideran con bas-tante cuidado. Los estudios de laopinión pública pueden ser muydifíciles de interpretar o evaluar,especialmente cuando sus descubri-mientos son muy vagos o, por elcontrario, demasiado inclusivos.Pero, en los últimos años, los eje-cutivos de Gobierno, obviamente,han dependido mucho de éstos.

Sin tomar en cuenta cómo soninterpretadas las encuestas de opi-nión pública por los líderes de Go-bierno, sus resultados son general-

mente balanceados por una cuida-dosa evaluación de la correspon-dencia de los ciudadanos en par-ticular. Los miembros de un Con-greso son especialmente sensiblesa las cartas de sus electores. Pero,como un sondeo de la opinión pú-blica, las cartas a los políticos, co-mo las cartas al editor, son repre-sentativas de sólo una parte de laopinión pública. A menudo, lascartas son los argumentos cuida-dosamente ideados y muy enfoca-dos de muchos grupos de interés.Tales grupos van desde pequeñasorganizaciones locales hasta otrasmás grandes, regionales y nacio-nales. A veces, estas organizacio-nes toman la forma de grupos depresión, promulgando sus opinio-nes en grandes campañas naciona-les y a través de las actividades delos cabilderos. La mayoría de losciudadanos pertenecen a muchosgrupos de interés y algunos pue-den pertenecer a organizacionescon opiniones incompatibles, conuna muy dudosa doble militancia,equivalente individual de una polí-tica de "doble standard".

Los observadores pueden estaren desacuerdo en cuán representa-tivo puede ser un grupo dado, perolos grupos de interés a menudomuestran una amplia variedad depuntos de vista a los políticos. Co-mo la prensa, probablemente influ-yen en la opinión en cuanto másla representan y sólo son un factormás que el político tiene que con-siderar, al evaluar las opinionesdel público.

LA OPINION PUBLICA Y ELPROCESO POLITICO

La opinión pública afecta pro-fundamente el desarrollo de la po-lítica nacional, y los principalespolíticos generalmente querráncontar con un substancial apoyopúblico. Sin embargo, se debe re-

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conocer que es difícil fijar, cuan-tiíicar o evaluar en forma precisael impacto de la opinión pública enel proceso de formular políticasnacionales.

¿Es la opinión pública una in-fluencia continua? ¿Proporcionauna atmósfera o un medio ambien-te general que el político tomasiempre en cuenta?, o ¿se vuelveevidente sólo en ocasiones especí-ficas, en los momentos de mayorcrisis o cuando una innovación oun cambio radical se está por in-troducir? ¿En qué punto del pro-ceso político las consideracionesde las actitudes públicas las hacencaer y cuánto peso relativo ejer-cen en la balanza de la escala devalores de la decisión?

Las respuestas completas a és-tas y otras preguntas similares sondifíciles, si no imposibles de obte-ner, pero se pueden aventurar al-gunas generalizaciones. Por ejem-plo, parecería que el efecto de laopinión pública sobre un políticovariaría con el grado al cual esdependiente del apoyo público, pa-ra llevar a cabo sus políticas y,más fundamentalmente, para per-manecer en el poder. Un funcio-nario elegido, ansioso de mantenerel apoyo de los votantes, tiende aser más sensible a las opinionesde los votantes, que a formularuna, especialmente si éste ha teni-do poca o ninguna experiencia po-lítica.

El Presidente de los EstadosUnidos, como político que dirigeun partido político principal, estámuy consciente de la necesidad delapoyo público. Los funcionariosdel gabinete y los jefes de los or-ganismos designados por él pue-den, por su propia experiencia osituación, no siempre ser sensiblespolíticamente, pero se preocuparánmucho de la opinión pública, si susresponsabilidades se encuentran encualquier área que es de ampliointerés. Pero un miembro del ga-

binete que busca la aprobación deun programa nuevo y poco fami-liar, como por ejemplo, uno quetenga que ver con la conservaciónde la energía o protección de unmedio ambiente, necesita cultivarel entendimiento y el apoyo. Cier-tamente, en ese gran país, hay ve-ces que el Departamento de De-fensa encuentra que es necesariopromover el entendimiento públicoy del Congreso de los principalesprogramas nuevos en el presupues-to de Defensa. Por otro lado, losfuncionarios que operan en carác-ter anónimo completa o parcial-mente, en los niveles más bajos delproceso de formulación de políti-cas, puede que no sean tan sensi-bles a las opiniones del público co-mo sus superiores que son objetosde la atención general.

Lo que es verdad para las per-sonas también es verdad para losasuntos políticos. De este modo, lasacciones y políticas que se escondenmás del escrutinio público, es me-nos probable que produzcan el apo-yo popular o la oposición.

Si la gente no está conscientede una situación, puede difícilmen-te formarse opiniones acerca deésta y si no hubiera opinión pú-blica, el político no podría tenereste valioso indicador de síntomas,antecedentes o respuestas a su ges-tión.

El sólo puede actuar bajo la pre-sunción de cómo se sentiría el pú-blico, si estuviera realmente cons-ciente de la situación. Esto resultaparticularmente en el campo de laseguridad nacional, donde la reser-va es esencial en muchas áreas,donde la ausencia de publicidad ydiscusión pública restringe el de-sarrollo de la opinión. Un ejemplode esto es el caso de los vuelos dereconocimiento U-2 sobre la UniónSoviética que llegó a conocimientopúblico en 1960, con el derriba-miento de un avión piloteado porFrancis Gary Powers. En el mo-

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mentó en que el público no estabaconsciente de los vuelos, no podíahaber un sentimiento popular acer-ca de la sagacidad o convenienciadel programa. Sin embargo, unavez que los vuelos fueron publica-dos, prácticamente nadie que leyóun diario o escuchó la radio o latelevisión no formuló una opiniónde este tema, ya sea a favor o encontra. Todo el mundo opinó.

Posteriormente, continuando conel ejemplo histórico del gran paísdel Norte, la guerra de Vietnamestuvo acompañada por un consi-derable aumento en las discusio-nes públicas, relacionadas conasuntos de defensa y con la aper-tura al público de muchas audien-cias al Congreso, anteriormenteconducidas en sesiones cerradas.En los últimos años, grupos deinterés opuestos a los programasde defensa de la administraciónejercían una mayor influencia queen los años 60, y la circulación enlos medios de comunicación de ta-les programas se había extendido,en parte, porque la mayoría de lainformación estaba más disponiblepara las agencias de la rama eje-cutiva y para el Congreso. La in-capacidad del Depto. de la FuerzaAérea para avanzar rápidamentecon sus planes de la flota de bom-barderos B-l, a mediados de la dé-cada de 1970, se puede atribuir engran medida al aumento de la par-ticipación pública y al interés enlos debates sobre ciertos progra-mas de defensa y al aumento deevidencia sobre los costos de cier-tos sistemas de armas, de interéspúblico.

Muchas decisiones tomadas porel Gobierno Federal y muchas fa-ses de los procesos de formulaciónde políticas no se reprimen en se-rio por las limitaciones que resul-tan de la opinión pública. Esto su-cede especialmente en la adminis-tración del campo de acción dedefensa. Pero existen preguntas y

asuntos en ambas áreas que pue-den despertar una fuerte reacciónpública. Los funcionarios que tie-nen que ver con la formulación depolítica, consecuentemente, tienenque estar conscientes del impactode sus medidas. En algunos casos,tienen que preparar al público pa-ra una nueva política propuesta.Los cálculos errados de un Presi-dente, sobre los efectos de sus ac-ciones en la opinión pública, pue-den ser muy severos. Este tipo decálculo errado fue un factor apa-rente en la renuncia del PresidenteNixon en agosto de 1974. Su elec-ción triunfadora en 1968 y 1972no le proporcionó un cheque enblanco para el tipo de acciones re-veladas por las investigacionesWatergate.

No es siempre factible para unpolítico preparar al público parasus medidas. Por ejemplo, el Se-cretario de Estado, Henry Kissin-ger, a través de su diplomacia per-sonal, hizo una cantidad de mocio-nes políticas importantes, ya seaen público o en secreto. Al embar-carse en este curso de acción elSecretario Kissinger tuvo que asu-mir que sus acciones, eventual-mente, alcanzarían en gran medi-da la aceptación pública. El riesgode que podría hacer algo que noganara la aprobación pública eraconsiderable, pero era un riesgoque tenía que tomarse. La políticaparecio funcionar. Aunque el Se-cretario Kissinger era un miembrode la administración corroída porWatergate, generalmente la opi-nión pública mostró mucha consi-deración con el manejo de losasuntos extranjeros del Gobierno,incluyendo proposiciones a la Chi-na Comunista y acuerdos de armasestratégicas con la Unión Soviéti-ca. De estas experiencias y otrassimilares, se ha discutido que elGobierno, a veces, tiene que em-prender una acción antes que seaconsultada la opinión pública, in-

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cluso al riesgo de que ciertas me-didas estén muy lejos de ser po-pulares.

Los cambios en las actitudes pú-blicas básicas han tenido un granimpacto en la formulación de po-líticas de defensa y la conducta deasuntos internacionales. Tradicio-nalmente, y hasta la II GuerraMundial, el público americano es-taba casi siempre más preocupadoy mejor informado acerca de losproblemas y asuntos internos quede los asuntos internacionales ylos relacionados con asuntos deseguridad nacional.

Sin embargo, el papel del lide-razgo en asuntos mundiales, asu-mido por los Estados Unidos enla guerra fría, fue ampliamenteapoyado por los norteamericanos,pero este interés público pareciódebilitarse en la década de los 60,especialmente durante la guerradel Vietnam. Mientras tanto, amediados de la década del 70, ellímite entre las políticas internase internacionales se volvió menosmarcado, a medida que las nacio-nes del mundo se habían vueltomás independientes. Al mismotiempo, los avances en la tecnolo-gía militar han resultado en asun-tos complejos de defensa, no en-tendidas en forma fácil por el pú-blico. Por consiguiente, el Presi-dente y los políticos han tenidopoca manifestación de la opiniónpública, para guiarlos en algunaspolíticas internacionales importan-tes y asuntos de defensa. Aunquecontinúa habiendo un apoyo pa-sivo en la contención de la ame-naza comunista, se ha vuelto muydifícil definir e identificar estaamenaza en el cambiante terrenointernacional.

A principios de la década de los70, los norteamericanos fueron en-frentados por muchos problemasy, a menudo, de tipo doméstico,que dejaban perplejos y, al mismotiempo, el medio ambiente inter-

nacional se volvió sombrío e in-cierto. En ese momento, la con-fianza en el gobierno se debilitómucho por las investigaciones deWatergate, como también por lasacciones legales contra funciona-rios en ciertos estados. En 1974,las enfermedades de la economíade Estados Unidos —mostrandoaún los efectos de la crisis delcombustible de 1973— compitie-ron con los asuntos internaciona-les y los problemas de defensa, co-mo preocupaciones dominantes delpúblico. El decaimiento del pres-tigio presidencial asociado con lode Watergate parece haber au-mentado en esa época la influen-cia del Congreso en la política ex-tranjera y en los asuntos relacio-nados con la seguridad nacional.Pero el Congreso no fue capaz deestablecer una base permanente enel apoyo del público para su lide-razgo en esas áreas. De esta for-ma, Gerald Ford tuvo éxito enrestaurar la respetabilidad a laPresidencia y el Presidente Rea-gan ha mostrado un liderazgo fir-me, unido con el énfasis en culti-var la opinión pública. El Congre-so nuevamente ha recuperado unpapel secundario en los asuntosinternacionales y los asuntos deseguridad nacional. Estos desarro-llos acentúan el hecho de que elPresidente se encuentra en unaposición mucho mejor para guiare influenciar a la opinión pública,en asuntos nacionales, que el Con-greso o la burocracia.

Con respecto a los últimos cam-bios en las opiniones del público,las actitudes críticas contra el mi-litarismo y contra la preocupacióndel gobierno sobre la expansión delcomunismo, las cuales eran evi-dentes a principio de los años 70,parecen haberse disipado mucho amedida que la guerra de Vietnamretrocedía en el ambiente. El pú-blico norteamericano se preocupómucho a finales de los años 70 de

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la acumulación progresiva de ar-mas en la Unión Soviética y, engeneral, mostró un creciente in-terés en los asuntos internaciona-les.

El apoyo público del gasto parala defensa nacional parece estarmás firme. Estas tendencias con-tinúan en la administración Rea-gan y actualmente hemos pre-senciado cómo el ejecutivo ha ob-tenido del Congreso importantesrecursos para manejar la situaciónen Centroamérica (1985).

Se puede reconocer una relaciónde efecto y causa al examinar larelación de la opinión pública conla formulación política de la segu-ridad nacional. Las acciones de lospolíticos, para cultivar la opiniónpública en un curso de acción, pue-den pavimentar el camino para laaceptación de un programa. Peropuede que el público no esté total-mente convencido y que la persis-tencia de opiniones contrarias dela base popular impongan límitesen lo que podrían lograr los polí-ticos.

Mientras los problemas políticosa largo plazo pueden estar sujetosa la prueba de la opinión pública,en una crisis inesperada, los po-líticos no tienen tiempo para con-sultar al Congreso o a la opiniónpública para su asesoramiento.

En la acción del PresidenteFord, en respuesta al embargo deMayaguez en 1975, no tuvo tiem-po para consultar al Congreso, co-mo se especifica en el Acta de losPoderes de Guerra de 1973, peroél actuó en forma rápida y decisi-va con la firme creencia que loque estaba haciendo era necesarioy que la mayoría de los norteame-ricanos lo apoyarían. Como se ilus-tra en este incidente, en una situa-ción de crisis un presidente puedeactuar en forma rápida, para sal-vaguardar los intereses naciona-les, con la suposición de que susacciones son necesarias y adecua-

das. Lógicamente que esta suposi-ción, normalmente, se puede sus-tentar en la evaluación que el Jefede Estado hace con la asesoría desu Estado Mayor más inmediatoy su sentido político de estadista,como también, con consultas muydinámicas a grupos representati-vos de la "opinión pública" y del"sentimiento nacional", de las per-cepciones del ser e idiosincrasianacional.

Mientras se les pide general-mente que tomen decisiones a losque las formulan, sin un sondeocompleto de la opinión pública, aotros en el marco de la seguridadnacional, a menudo se les propor-ciona más tiempo y una exposi-ción más completa de los juiciospopulares. Los miembros del Con-greso, que tratan más directamen-te con el público de lo que lo hacela mayoría de los funcionarios deWashington, están muy conscien-tes y sensibles a las opiniones delos votantes individuales y a losdeseos y opiniones de cualquiergran minoría de votantes, negocioo asociación de trabajo y otro gru-po de presión dentro de su estadoo distrito. Su papel como examina-dores, críticos o defensores de lapolítica de seguridad nacional, losconvierte en un canal efectivo pa-ra atraer a la opinión pública, enlo que se refiere al proceso políti-co. Un Senador o representante,cuyos votantes están preocupadosde un problema o un asunto na-cional, es probable que se preocu-pe de esto mismo y que reflejeesta preocupación en su conside-ración a las propuestas y peticio-nes ejecutivas.

Los miembros del Congreso pue-den recibir más correspondenciade diferentes segmentos del pú-blico que los políticos ejecutivos.Las personas y grupos cuyas opi-niones son en primer lugar localeso se conciben por secciones y talvez motivadas tienden a presen-

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társela a sus representantes en elCongreso; en cambio, aquellos quetengan intereses más generales onacionales tienden a dar a cono-cer sus opiniones a los funciona-rios en la rama ejecutiva. De estemodo, el Congreso ayuda al traernuevos y diferentes puntos de vis-ta a la formulación de la políticanacional.

Las audiencias y los discursoshechos por funcionarios del Con-greso y que hablan acerca del in-terés y preocupación pública, conayuda de los medios de comunica-ción, pueden aumentar el interésde las personas en ciertos temas.También pueden proporcionar in-formación sobre las áreas relacio-nadas con el problema de ayudara educar a la población, con elobjeto de que haya más influenciapública en el proceso político. Deesta forma, la sensibilidad delCongreso a la opinión pública sepodría transmitir a la rama eje-cutiva, la cual puede reaccionarcon las actitudes populares que deotra manera no se habrían nota-do. Sin embargo, puede haber si-tuaciones en que el Congreso ten-ga que formular políticas o tomardecisiones sin el beneficio de uncompleto entendimiento del pen-samiento del público. También esposible que la opinión del públicosea errada y el Congreso tengaque llevar a cabo una acción im-popular, con la esperanza de que,eventualmente, pueda reunir sufi-ciente apoyo. Así, los funcionariospúblicos encuentran a menudo quees muy necesario educar y luegopersuadir a la gente para que apo-ye ciertas decisiones y políticas.

EL POLITTCO COMOMOLDEADOR DE LA OPINION

PUBLICA

Mientras los políticos son gene-ralmente sensibles a la opinión delpúblico, o al menos a lo que ellos

interpretan como la disposición delpúblico, no están menos preocu-pados de influir o moldear suopinión. Esto ocurre particular-mente en una democracia, dondeel apoyo de la gente es esencialpara poder mantener la viabilidadpolítica. Pero, incluso en un esta-do totalitario, donde la fuerza y larepresión forman la base del con-trol político, el gobierno buscaconstantemente el apoyo de la opi-nión masiva a través de la ampliay continua divulgación de propa-ganda, la formación de actividadesculturales e intelectuales para losfines de la política estatal y el ais-lamiento de sus ciudadanos defuentes externas de noticias e in-formación.

Una diferencia básica en el en-foque entre un régimen dictatorialy uno democrático es que el pri-mero es, a veces, mucho menos su-til en su propuesta para el apoyopúblico. Pero ambas formas de go-bierno dependen, en última ins-tancia, del apoyo popular conti-nuo. Ambos son pretendientesconstantes del corazón del público.

En los Estados Unidos, los es-fuerzos de los políticos para in-fluir en el sentimiento del pú-blico son tan antiguos como difun-didos. Todos los Presidentes, desdeGeorge Washington, han hechodiscursos u otras declaracionesformuladas de otra manera, des-tinados a recobrar el apoyo popu-lar, defender acciones pasadas opropuestas, o a disminuir las crí-ticas. En sus esfuerzos para in-fluir en el público, los Presiden-tes más recientes han sacado pro-vecho de la televisión para alcan-zar al público. Aquí tienen unaventaja más grande sobre el Con-greso y los funcionarios del Go-bierno. Los funcionarios públicostambién han participado en esteejercicio, pero en un grado máspequeño, a menudo, para discutirsus propias opiniones, en oposi-

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ción a aquellas de otras políticas,no menos conscientes de los usosy los abusos de las actitudes po-pulares. A veces, la publicidad sehace tan grande que un Presiden-te se ve forzado no sólo a elegirentre dos políticas, sino que tam-bién a decidir cuál de sus subordi-nados va a permanecer en servi-cio. El ganador de la lucha puedeatribuir, al menos parte de su éxi-to, a su habilidad para congregarde su lado a la opinión pública.

En la mayoría de los casos, lospolíticos están tratando de desa-rrollar una base amplia para lospasos propuestos de buena fe, enla cual el político cree sinceramen-te, pero para lo cual el público engeneral puede que no vea la nece-sidad o la conveniencia. Los de-bates para la aprobación públicaunidos a las elecciones nacionalespueden ser una excepción a estaregla, pero el cultivo del apoyo po-pular es una práctica de tiempocompleto y no sólo preeleccionariasolamente.

El furor en los llamados Docu-mentos del Pentágono sobre laguerra de Vietnam restauró loscargos de los esfuerzos guberna-mentales para manipular, engañaro formar a la opinión pública. Lacontroversia acentúa nuevamenteel problema: la necesidad de man-tener en secreto los asuntos deseguridad nacional en una demo-cracia, donde la gente tiene dere-cho a conocer los conflictos, conla necesidad del Gobierno de ma-nejar algunos asuntos en secreto.En una sociedad libre, este pro-blema parecería ser un mal ne-cesario. La sabiduría consiste enllegar a un justo término medio,el que establece que no está invo-lucrado ninguna agencia del go-bierno en un completo esfuerzo depropaganda para moldear la opi-nión masiva y exista una prensalibre para estimular, preguntar yprotestar. Así, permanecerá por

más tiempo la diferencia entre elcortejo legítimo del sentimientopopular de los gobiernos democrá-ticos sin llegar a la demagogia in-moral y la dominación organizadadel pensamiento individual, nece-sario para el mantenimiento de losregímenes totalitarios.

En el Gobierno de los EstadosUnidos, el político más preocupa-do en influir en la opinión pú-blica y que es un profesional eneste arte, es por supuesto el Presi-dente. Como el jefe ejecutivo dela nación tiene la atención inme-diata de la prensa, radio y tele-visión, cada vez que lo desea. Elno sólo es noticia por sí mismo si-no que es una fuente primordial deinformación y ejerce una gran in-fluencia para elegir el momentooportuno, el énfasis y la manerade tratar una noticia nacional im-portante. El arma presidencialmás importante es la conferenciade prensa, la cual en las manos deun diestro jefe ejecutivo puede serde importancia extraordinaria alinformar e influir en la opiniónpública. Pero el Presidente tam-bién depende mucho de los discur-sos y operaciones personales, comotambién de muchos métodos indi-rectos para proyectar su imagen.

Las encuestas de opinión gene-ralmente miden bien la confianzapública en el Presidente y en elGobierno en general. A menudo elPresidente es más capaz de diri-gir la atención pública, como nin-gún otro funcionario. En tanto, nosiempre es capaz de mantener supopularidad inicial; generalmente,un Presidente comienza con unsentimiento público favorable, elcual es de mucha ayuda en el lan-zamiento de su administración.

Para cualquier país es impor-tante una opinión mundial favo-rable. Para el mantenimento delas alianzas, para mejores rela-ciones comerciales, para el apoyode sus iniciativas en sus asuntos

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internacionales y otros asuntoscríticos que afectan la relación dela nación con otros países, el Pre-sidente toma el mando en los es-fuerzos para influir en la opi-nión mundial. La mayoría de lasacciones y declaraciones del Pre-sidente, las actividades de la agen-cia de información respectiva y,de hecho, de todas las agenciascon responsabilidades de ultramary muchos otros programas del Go-bierno, se emprenden en gran me-dida debido a su confianza paracausar efecto en las actitudes ylos sentimientos del resto del mun-do. Los reporteros y los editoresde los medios de comunicación ma-siva juegan un papel importanteal transmitir información y men-sajes a las audiencias extranjeras,a menudo, transmitiendo las opi-niones que el Presidente no deseaenviar a través de canales oficia-les. Por otra parte es totalmentecontraria al interés nacional lainformación distorsionada, falsa,mal interpretada y mal intencio-nada que emiten corresponsalesextranjeros desde un país libre alexterior, abusando inmoralmentede las facilidades de libertad deinformación que existen en él.

Los esfuerzos de los políticospara influir en la opinión públicahan estado bajo una gran críticaen los últimos años. A medida queaumenta el alcance de las activida-des gubernamentales, también cre-ce el poder del gobierno para mol-dear las actitudes populares. Latecnología moderna ha ampliado lahabilidad de los líderes nacionales

para dominar a los medios de co-municación masivos, mientras queal mismo tiempo la necesidad dela reserva acerca de muchos temasles da a los funcionarios de gobier-no una gran libertad de revelar oretener información que los ciu-dadanos particulares necesitan pa-ra formarse opiniones inteligen-tes.

De este modo, el político tieneuna responsabilidad ante la opi-nión pública, aunque el escucharla voz de la gente no es una ga-rantía de que siempre respetarálos derechos individuales. Por elcontrario, su comprensión del po-der de la opinión pública puedeaumentar su deseo de dominarlay formarla.

En cualquier área del gobierno,particularmente, dentro del mar-co de seguridad nacional, el poder,la reserva y la tecnología debencombinarse para dar la mayor ga-rantía de libertad que se demues-tra a través de una opinión pú-blica informada, crítica y libre. Siesta opinión está dividida, difícilde entender, inconsistente o com-pleja, tiene menos importancia queaquella que libre y tan bien infor-mada como lo puedan permitir losrequerimientos de la seguridad na-cional demuestra una nítida re-troalimentación.

Una opinión pública madura einteligente es sinónimo de desarro-llo elevado y debe ser estudiada ycomprendida, porque representa elser nacional y, como tal, es factorfundamental del proceso político.

CHILE NACIO COMO PAISBIOCEANICO

VICTOR CHAVES DAILHECoronel (R) de la Academia de

Historia Militar.

LA ARAUCANA

Chile, fértil provincia y señaladaen la región antartica famosa,de remotas naciones respetadapor fuerte, principal y poderosa,la gente que produce es tan granada,tai* soberbia, gallarda y belicosa,que no ha sido por rey jamás regidani a extranjero dominio sometida.

Alonso de Ercilla y Zúñiga(Año 1578)

LA ARAUCANA es reconocida co-mo el más alto exponente de la poe-sía española del siglo XVI y elogiadapor valores relevantes de la literatu-ra universal (Menéndez Pelayo, Cha-teubriand, Ducemin y otros. Ha sidotraducida al Fancés y al alemán. Seha considerado a "La Araucana" dig-na de figurar junto a poemas como"Orlando", de Ariosto, la "lliada", deHornero y "Os Lusiadas", de Ca-móens (inc).

En suma, "La Araucana" es el me-jor y más irrefutable testimonio geo-gráfico-histórico sobre los derechossoberanos de Chile como país bioceá-nico y antártico.

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INTRODUCCION

LA antigua Capitanía Generalde Chile, desde antes de suemancipación de España y

con dominio sobre el Océano Pací-fico, tenía costas en la parte Surdel Atlántico, hasta el Estrecho deMagallanes. Por el Norte limitaba,en el Río Loa, con el Virreynato deLima y se extendía por el Sur-Estehasta el Río Quinto. Los límitesprimitivos —cabe advertir— nun-ca fueron precisos en las colonias;el rey los cambiaba discrecional-mente y la cartografía era pobre.Chile colonial no ejerció dominiosobre el Atlántico, aunque disfru-taba de costas en dicho océano apartir del paralelo 44, como se ex-plicará más adelante.

El rey Felipe II le había segre-gado la provincia de Tucumán, en1563. En 1776, el rey Carlos IIIcreó el Virreynato del Plata, qui-tándole a Chile la provincia deCuyo (capital Mendoza) que agre-gó a dicho Virreynato. La Patago-nia o Tierras Magallánicas, ubi-cadas al Sur del Río Negro y has-ta el Estrecho de Magallanes, per-tenecían a la Capitanía General deChile.

Cronología histórica

El capitán Pedro de Valdiviapartió del Cuzco en 1540, en cali-dad de Teniente Gobernador deFrancisco Pizarro (el descubridorde Chile), con la misión de con-quistar y poblar el país que habíaabandonado Diego de Almagroaños antes por estimar éste quesus tierras eran improductivas ysin valor comercial. La muerte dePizarro transformó a Valdivia enGobernador interino de Chile.

El nuevo virrey del Perú —Pe-dro de La Gasea— le extendió alcitado capitán, en propiedad, eltítulo de Gobernador en el año1548. En la ocasión le asignó el

territorio "desde Copiapó hasta los41 grados latitud Sur, con un an-cho de 100 leguas". (Una legua es-pañola tenía 3 millas; total 300millas a partir de la costa del Pa-cífico) .

La Gobernación se extendía ha-cia el oriente, más allá de la cor-dillera andina, entre los paralelos27 y 41, situación ésta que fuetransitoria. Pedro de Valdivia ha-bía solicitado ampliación de espa-cio y jurisdicción, a lo que el mo-narca accedió, extendiéndola hastael Estrecho de Magallanes, pero sinmodificar su anchura.

La muerte de Valdivia determi-nó el nombramiento de Jerónimode Alderete, con las mismas fun-ciones y dentro de iguales límites.Además, ordenó que tomara pose-sión en su nombre de "las tierrasy provincias que caen en la demar-cación de Castilla, de la otra par-te del Estrecho". Esta demarcaciónse refería a la del "Tratado deTordesillas", de 1494, suscrito en-tre España y Portugal, en el quelos monarcas de ambos pueblos secomprometieron a cumplir la dis-posición del Papa Alejandro VIque resolvía donar a los reyes deCastilla —y a sus sucesores— "lastierras descubiertas y por descu-brir . . . " . Estas empezaban al"Oeste de una línea trazada depolo a polo, a 300 leguas al Oestede las islas del Cabo Verde".

De acuerdo a la real cédula deCarlos V, en el paralelo 27 empe-zaba la Gobernación de Chile, osea, en el valle de Copiapó. La re-gión desértica del Norte, hastaempalmar con el Perú, también lepertenecía a Chile, hasta el des-linde respectivo en el Río Loa, 21°y 27°, en longitud Sur.

El rey Carlos III detalló los te-rritorios asignados al Virreynatodel Plata. Ellos fueron: BuenosAires, Paraguay, Tucumán, Poto-sí, Santa Cruz de la Sierra, Char-cas (incluidas todas las tierras de

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esta Audiencia y las de las ciuda-des de Mendoza y de San Juan delPico, que dependían de la Gober-nación de Chile y que integrabanla provincia de Cuyo).

El ancho de las 100 leguas con-tinuó entonces por el Río Diaman-te, hacia el Este, hasta completar-se en la confluencia con el RíoQuinto, en el meridiano 65° O. deGr. (1) . De ahí siguió al Sur, pa-ralelamente a la costa, hasta el Es-trecho. En el Golfo de San Julián,más o menos en los 44°, se intro-ducía en las aguas del Atlántico,por ser de inferior extensión las100 leguas al ancho del continente.¿Puede, entonces, discutirse la so-beranía de Chile en esos territo-rios y, menos negarse el acceso deéste país a las aguas del Atlánti-co?

Varios mapas europeos de laépoca, lo estipulaban así. El másimportante, por ser documento ofi-cial español, fue el del cosmógrafoJuan de la Cruz Cano y Olmedüla,publicado en Madrid en 1775. Es-te mapa, llamó CHILE MODER-NO al vasto territorio entre el RíoNegro y el Estrecho de Magalla-nes, región que también se llamóTierras Magallánicas y Patagonia.

Con dichos límites llegó la Ca-pitanía General de Chile al año1810 y al establecimiento de la Re-pública. La guerra de Arauco ha-bía impedido a los gobernantesespañoles ejercer soberanía desdeel Bío-Bío al Sur; y en el período

(1) O. Gr., significa "al Oeste de Green-wich", Greenwich es el meridiano deese lugar en Inglaterra, a partir delcual se miden las "longitudes" al Estey al Oeste; es el meridiano cero. Notadel Autor.

de la República lo impidieron tam-bién los serios problemas de losdecenios iniciales, como asimismola guerra a muerte del Estado con-tra el bandolerismo y la rebeldíade los araucanos contra el ordenlegal establecido. Disputas limítro-fes en el siglo pasado, fueron su-peradas por el Tratado de 1881;pero ambiciones expansionistas denuestros vecinos de allende los An-des, estuvieron a punto de desem-bocar en un enfrentamiento ar-mado entre ambos pueblos.

Sólo en 1985 —y bajo un gobier-no civil argentino— se conjuró elpeligro de guerra y firmó el Tra-tado de Paz y Amistad que dejóabsoletas las desmesuradas preten-siones de los "hermanos", alimen-tadas desde antiguo por caudillosultranacionalistas muy conocidosde todos.

De ahí, entonces, que los dere-chos detentados por Chile durantemás de un siglo, tienen su origenen factores geográficos, históricosy jurídicos indiscutibles: Utti po-sideti jure de 1810; Sentencia dela Corte de Justicia Internacionalsobre el arbitraje del Canal Bea-gle; y el proceso de Mediación delPapa Juan Pablo II.

En suma, Chile nació —por im-perio de la geografía— con accesodirecto a dos océanos y no existejurisprudencia internacional niacuerdo alguno entre países quereconozcan el mal llamado "prin-cipio bioceánico", el que no ha sidootra cosa que la invención aluci-nante de una seudo geopolítica. ElTratado de Paz y Amistad de 1985dejó la situación igual como la fi-jada por el Tratado de 1881; estoes, que las aguas de los canales delSur y las del Estrecho son pose-siones de Chile, como lo han sidosiempre.

EL TRATADO DE PAZ Y AMISTADCON ARGENTINA

Coronel ALBERTO MARÍN M.,Ingeniero Militar Geógrafo.

I. ANTECEDENTES

A L iniciar este interesante tema se nos viene a la memoria unconocido adagio: "Después de la tempestad viene la calmad.La tempestad —o sea, el diferendo limítrofe austral que tuvimos

con Argentina— fue bastante larga. Como es frecuente en ellas, tuvoperíodos de relativa calma y también algunos, en especial en años recien-tes, de una violencia cercana al punto máximo. El lector las recuerdaperfectamente.

¿Hubo un motivo serio que los originase y tuvo nuestro Gobiernoalguna culpa de ella? Rotundamente decimos que no. Los viejos conflic-tos por límites, motivados por la persistente negativa del gobierno deBuenos Aires de reconocer los históricos y legítimos títulos de soberaníade Chile sobre la Patagonia y los territorios del sur del Estrecho deMagallanes, quedaron sepultados en el olvido por el Tratado de Límitesde 1881. El Tratado fue una transacción, o sea, un convenio en que cadaparte cedió algo: Chile hizo el sacrificio mayor, pues renunció a casitoda la enorme extensión patagónica para recibir, en cambio, todo elEstrecho de Magallanes y el territorio insular austral —a los que renun-ció Argentina, la cual recibió, además y como excepción, una parte deTierra del Fuego y las islas de los Estados.

La Casa Rosada y la Moneda no tuvieron discrepancia alguna al surdel Estrecho durante varios años, situación que indicaba que ambas esta-ban acordes en que, fuera de la excepción señalada, todo lo demás erachileno hasta el Cabo de Hornos y al occidente de la Tierra del Fuego.

La transacción acordada en 1881 fue del total agrado de la CasaRosada y el pueblo argentino. Los diarios de todo el país, que interpre-taban el sentir popular, la comentaron elogiosamente en no pocos artícu-los. Y el personero de Gobierno, Ministro de Relaciones Exterioresdon Bernardo de Irigoyen —con el mismo cargo en 1876 y artífice desta-cado del proyecto de Tratado, estudiado por don Diego Barros Arana—calificó al Tratado de Límites como "un triunfo diplomático", cuandose presentó ante los diputados al exponer sus disposiciones y solicitar su

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aprobación. Su discurso fue tan minucioso como extenso y el voto favo-rable de los parlamentarios fue unánime.

Estos conceptos se conservaron sin variación alguna por muchísi-mos años. Las islas y las aguas del austro lejano, en tranquila soberaníachilena y sin una sola observación de las autoridades argentinas, de lazona ni de Buenos Aires, hasta 1915, en que La Moneda recibió unaprotesta oficial por algunas concesiones dadas a pobladores en las islase islotes de Picton y Nueva. Lo mismo que había realizado muchas vecessin comentario alguno.

La Moneda no rechazó de plano la protesta, por ser injustificada ycontraria al Tratado. En su lugar, propuso que el árbitro designado enel Tratado correspondiente a 1902 resolviese la cuestión. Y de ahí partióel litigio, que, por causa qué nunca explicó la Cancillería del Plata, searrastró por años. Finalmente —por Resolución de La Moneda en 1966y disposición pertinente del Tratado General de Arbitraje— se pudo ini-ciar el proceso arbitral en el año 1971.

Después de 6 años de intensa labor de la Corte de Arbitraje —cincojueces de la Corte de La Haya— y de activa participación de los aboga-dos defensores de Argentina y de Chile, con extensos alegatos escritos,documentos probatorios, viaje a la zona del Beagle y alegatos orales,la Corte llegó, por unanimidad, a una "decisión", que la Reina Isabel,tras un bien fundado informe de sus asesores, convirtió en "sentencia"lo decidido por la Corte. Sólo podía ella aprobar o rechazar aquella deci-sión, condición que, entre otras, exigió Argentina para aceptar la reali-zación del arbitraje.

Conocemos muy bien su fallo, comunicado oficialmente a los dosGobiernos el 2 de mayo de 1967: "Las tres islas disputadas por nuestrosvecinos eran chilenas, en correcta interpretación del Tratado de 1881".

Ese laudo echaba por tierra el grandioso sueño expansionista que—allá por 1905— entusiasmó a nuestros orientales vecinos y continua-ron después otras generaciones.

Pero soñar no era bastante. Para variar el significado de un artículolimítrofe de un Tratado rigurosamente estudiado por sus propiciadoresdesde antes de 1876 hacía falta una causa que pudiera "probarse". Comono existía tuvieron que idear una, a la cual cooperaron los marinos, paradarle, al menos, una base de discusión. Sabemas que el Canal Beaglees una frontera "horizontal" en el Tratado, necesaria para señalar quepertenecen a Chile "todas las islas situadas al sur de él". Entonces, alno poder variarse la ubicación de las islas había que idear una "varia-ción del Canal Beagle" en su extremo oriental.

La cooperación de los marinos —en sus informes a la superioridadde trabajos hidrográficos allí realizados en 1907— fue ésa: el cursoasignado al canal "tenía que ser el de su brazo principal". El que seconsideraba tal, en la interpretación del artículo tercero, no tenía lasmayores profundidades y, por tanto, era "brazo secundario". Sáenz Va-liente lo llamó Canal Moat. Las islas Picton y Nueva —años desouésagregaron la isla Lennox— no quedarían al sur del verdadero CanalBeagle, sino al este. La soberanía, pues, debería corresponderle a Argen-tina.

Como ya anotamos —y tras muchos años de dificultades—, se pudorealizar el arbitraje acordado en 1915. El fallo fue justo. El procesoarbitral impecable y toda discusión debió quedar terminada al darle

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ambos países el cumplimiento obligatorio, en el plazo fijado por la Corte:2 de febrero de 1978. Pero lejos de hacer eso, el Gobierno presidido porel General Jorge R. Videla, sin respetar el Derecho ni la palabra empe-ñada al acudir libremente al arbitraje, lo rechazó y declaró "insanable-mente nulo".

II. ANALISIS DEL TRATADO DE PAZ

Entre aquella declaración de nulidad del laudo y la ratificaciónsolemne de este Tratado en el Vaticano transcurrieron tensos siete años.Aquella etapa final de la Mediación fue el broche de oro con que JuanPablo II terminó la pesada y voluntaria tarea que se impuso para deteneruna guerra fratricida, a sólo horas de su iniciación según órdenes delAlto Mando argentino, amén de llevar a ambos pueblos a una prácticay amistosa convivencia. Sin aquella oportuna intervención suya hoy ten-dríamos todavía el escalofriante recuerdo de una guerra que no quería-mos.

Esos años fueron pletóricos de sucesos, de esperanzas, de desa-lientos, de tragedias y sorpresas como la de la guerra de las Malvinas,cuyos mayores sorprendidos fueron sus iniciadores, pues en lugar deéxitos y conquistas cosecharon derrotas y pérdida del poder.

Los dioses tientan a los que quieren perder, decían antaño los queen ellos creían. Tal pareció ocurrirle al General Leopoldo Fortunato Gal-tieri, que era el Comandante en Jefe del Ejército en el gobierno delGeneral Viola, a quien derrocó en diciembre de 1981, para llevar a caboproyectos tan ambiciosos como la conquista de aquellas islas —que Ingla-terra había descubierto y ocupado siglo y medio antes—, de las islasGeorgias del Sur y . . . otras islas situadas en el Atlántico, como diríaa la delirante multitud en la noche del 2 de abril de 1982, en horas quese sentía victorioso y optimista.

Los sueños de sus lejanos antecesores, limitados a las islas que se-guían disputando a Chile, se le antojaban pequeños.. . El los haría gran-des y dignos de sus geniales jugadas estratégicas. Se nos ocurre pensarque, tal vez, él recordó a Enrique de Navarra cuando, para ser coronadoRey de Francia como Enrique IV en el siglo XVI, sólo necesitaba cam-biar de religión. "París bien vale una misa" pensó y lo hizo. Y si habíalucha en las Falkland, lo que era muy improbable, los frutos a cosecharbien valían una guerra, pensó tal vez el General.

Podemos ya adentrarnos en el tema que vamos a comentar. Debemosrecordar sí que para una imparcial apreciación de las variadas materiasque el Tratado abarca hay que tener presente dos hechos importantes:a) Es una "transacción". Por tanto, algo debió cederse de las preten-siones extremas, b) En su esencia, nos abre, anchurosos y sombreados,los beneficiosos caminos de una paz permanente. Ello sólo vale más quelo que en la transacción se entregó, pues "la paz" conduce a una vidadigna de vivirse y "la integración" —que ya está en marcha— hace queen esa vida haya, además, confianza y mayor standard de vida en el por-venir, allí donde nuestras economías, que se complementan, señala suaplicación.

Tal posibilidad fue utopía en el vecino país hasta el 30 de octubrede 1983, en que el triunfo de las urnas de un nuevo Presidente democrá-tico conducirá a una más humana y amistosa convivencia, sin mesiáni-

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cos espejismos, tanto interna como externamente. Con el nuevo ordenla utopía podía ser realidad.

Y va camino de serlo. Las instrucciones que el Presidenta RaúlAlfonsín dio a su Canciller, Dante Caputo, condujeron a contactos con sucolega Jaime del Valle, a trabajos y entrevistas de las delegaciones, consinceras intenciones de borrar intransigencias y avanzar hacia un enten-dimiento. El ilustre mediador captó prestamente la situación y dio lospasos para reactivar su demorada misión. Consecuente con ellos, estuvie-ron en Roma los Cancilleres y colaboradores, tomando parte en una reu-nión conjunta el día 23 de enero de 1984. El objetivo por alcanzar quedóregistrado en la Declaración de Paz y Amistad que se firmó esa día ydebía conducir a proposiciones definitivas o fase conclusiva de la tareaemprendida el 8 de enero de 1979.

Sigueron nueve meses de extensas sesiones de las Cancillerías, ase-sores, jefes de delegaciones ante la mediación y colaboradores especiali-zados, a cuyo término estaba listo lo dispuesto por Su Santidad. El 19de octubre entregaron al mediador el "Acuerdo" a que habían llegadopara la redacción del "Tratado de Paz y Amistad", el cual contó con subeneplácito. Unos meses más y tras una solemne sesión en el Vaticano,en que hicieron uso de la palabra los Ministros de Relaciones Dante Caputoy Jaime del Valle y S. S. el Papa Juan Pablo II —en el orden señalado—,firmaron todos el Acta de Ratificación y el Tratado de Paz fue el brochede oro del largo proceso de mediación del Santo Padre.

Base fundamental en este Tratado es el reconocimiento que en supreámbulo se hace de que "el Tratado de Límites de 1881 es funda-mento inconmovible de las relaciones entre la República Argentina y laRepública de Chile". Talvez conviene recordar que los argumentos usa-dos por Argentina para disputar como suyas nuestras islas al sur delCanal Beagle se basaban en teorías que tergiversaban fundamentalmenteel significado de los artículos limítrofes del Tratado de 1881.

El Tratado de Paz y Amistad agrupa materias específicas y el co-rrespondiente articulado. Así, por ejemplo: Paz y Amistad —paz inal-terable y amistad perpetua— comprende 6 artículos.

Delimitación Marítima.—Comprende 5 artículos. Establece el límiteentre las respectivas soberanías sobre el mar, suelo y subsuelo de ambasRepúblicas en el "Mar de la Zona Austral". Haremos algunos comenta-rios en párrafos especiales.

Cooperación Económica e Interpretación Física.—Comprende sólotres artículos. Crea una Comisión Binacional de carácter permanentedestinada a intensificar la cooperación en ambos rubros. En el ar t . 13se especifica que Chile, "en ejercicio de sus derechos soberanos", otorgaa la República Argentina las facilidades de navegación que se detallanmás adelante.

En Cláusulas Finales se consultan algunas declaraciones en for-ma solemne: "El Tratado es solución completa y definitiva de las cues-tiones que trata". "Los límites que señala constituyen un confín definitivoe inconmovible entre las soberanías de las dos Repúblicas". "Compromi-so de las partes de no presentar reivindicaciones ni interpretaciones quesean incompatibles con lo establecido en él".

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Forman parte del Tratado:

a) El Anexo N° 1, sobre procedimientos de Conciliación y Arbitra-je, que consta de 41 artículos.

b) El Anexo N° 2, relativo a Navegación, que consta de 16 artículos.c) Las Cartas que menciona el Tratado en los artículos 7 y 10 y el

Anexo N° 2, en los artículos 1, 8 y 11 y que son los siguientes:

I. Delimitación marítima.I I . Delimitación en el Estrecho de Magallanes.I I I . Rutas que deben seguir los buques argentinos por aguas inte-

riores chilenas.IV. El límite en el Canal Beagle.V. (Anexo de la N° I ) . A partir del punto "A" (término del lími-

te en el Canal Beagle) señala las líneas de base recta fijadaspor Chile y la delimitación marítima establecida en el Trata-do. Además, las curvas de profundidades da 200, 500, 1.000,2.000, 3.000, 3.500 y 4.000 metros.

COMENTARIOS

La pacífica solución alcanzada después de tan largos años de incer-tidumbre y tensiones fue como arco iris después de lluvias torrenciales,como azulado cielo en reemplazo de otro tormentoso y gris, tanto paralos habitantes de nuestro querido país como para la gran mayoría de losque habitan entre la Cordillera de los Andes y el Océano Atlántico, quetambién anhelan vivir en paz, necesitan la integración y desean trabajarsin zozobras.

Antes que conociéramos bien las diversas disposiciones del nuevoTratado con Argentina —el Gobierno hizo cumplir con estrictez el deseodel Papa de que se guardase reserva sobre la mediación— hubo artículosde prensa que reflejaban inquietud por posibles desventajas para Chilea causa de algunas de las medidas consultadas. Preferentemente se refle-jarían a los siguientes temas:

—la delimitación marítima.—las facilidades de navegación, y—el límite oriental del Estrecho de Magallanes.

La delimitación marítima(Mapa I)

Según el moderno Derecho del Mar, las tierras —costas e islas—generan soberanía sobre las aguas que las bañan, a partir de las líneasde más bajas mareas, en las costas, y de líneas de bases rectas, en terri-torios insulares. A partir de las respectivas líneas se mide el "Mar Te-rritorial" y la "Zona Económica Exclusiva". Operación simple, cuandono hay vecinos, y que requiere procedimientos especiales cuando, al ha-berlos, los respectivos derechos se sobreponen o trasladan.

Es lo que ocurre con la parte suroriental de la Isla Tierra del Fuegoy la Isla de los Estados —argentinas— y las islas chilenas Nuevas, islotesEvout y Barnevelt e islas Deceit y Cabo de Hornos. Las argentinas se

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proyectan hacia el sur y las chilenas hacia el oriente y sur. (Ver mapaN° 1) . En un caso así, hay dos soluciones: a) Matemática o de equidis-tancia (partes iguales), y b) Delimitación negociada o de equidad, con-siderando el valor de las tierras proyectantes. Las argentinas valen mu-cho más que las chilenas y ambas partes estuvieron de acuerdo de aplicarla solución b) : Chile tendría una superficie líquida menor. En soluciónmatemática, ambas superficies serían iguales, de 42.500 Km2. En el con-venio se estimó que a Chile se le dejaría, aproximadamente, 1/3 de ella.En definitiva, 10.000 Km2.

No es tan importante esta merma como a primera vista pareciera,pues este menor tamaño de nuestro mar económico se compensa con susuperior calidad. En efecto, él contiene la plataforma continental isleña,de poca profundidad y fácil de explotar por el método "costa afuera".Sus aguas contienen una fauna marina rica y variada, en su suelo abun-dan los minerales y en el subsuelo marino es muy probable la existenciade hidrocarburos.

Las extensas aguas argentinas, en cambio, ofrecen pocas expectati-vas. Tienen profundidades que casi no bajan de tres mil metros y sísobrepasan este valor, pudiendo encontrarse también muchas cercanasa los cuatro mil metros. Explotación muy difícil, pues, y también nave-gación más peligrosa. Ambos mares económicos conforman la anteriorzona controvertida, pues en el ilusorio "principio bioceánico" nuestrosantagonistas de ayer llamaban "Atlántico Sur Argentino" a estas aguas.El Tratado de Paz y Amistad lo dejó obsoleto al darles el nuevo nombrede "MAR DE LA ZONA AUSTRAL".

Las facilidades de navegación

Algunos compatriotas nuestros se inquietaron en un comienzo alsaber que el Tratado de Paz y Amistad concedía franquicias a barcosargentinos para navegar libremente en aguas chilenas, en evidente des-medro de nuestra soberanía, según suponían. Faltaba información. Elartículo 13 es del siguiente tenor: "La República de Chile, en ejerciciode sus derechos soberanos, otorga a la República Argentina las facilida-des de navegación que se especifican en los artículos 1° al 9° del AnexoN° 2". Su artículo 1° es muy claro al respecto: "Para el tráfico marítimoentre el Estrecho de Magallanes y puertos argentinos en el Canal Beagley viceversa, a través de aguas interiores chilenas, Argentina reconociólas líneas de base recta chilenas. Los buques argentinos gozarán de faci-lidades de navegación exclusivamente para el paso por la siguisnte ruta":

Se describe detalladamente esta ruta y lo mismo se hace con las si-guientes :

Navegación entre puertos argentinos en el Canal Beagle y la Antár-tida, y viceversa.

Navegación entre esos mismos puertos y la Zona Económica Exclu-siva Argentina, adyacente al límite marítimo entre los dos países, y vi-ceversa.

Y como complemento a estas precisiones están señaladas todas lasrutas en la Carta N° III del Tratado. Y en las variadas normas que sedan sobre este mismo asunto figuran disposiciones precisas sobre el em-pleo obligatorio de piloto chileno, dónde debe embarcar y desembarcaréste, sobre el paso de los buques argentinos en forma continuada —sepueden fondear sin autorización, salvo casos de fuerza mayor—, prohi-

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bición de ejercicios o prácticas con armas, lanzamiento, aterrizaje o re-cepción de aeronaves a bordo, embarco o desembarco de personas, activi-dades de pesca, investigaciones, levantamientos hidrográficos y cualquieractividad que pueda perturbar la seguridad y los sistemas de comunica-ción de la República de Chile.

Límite en el término oriental del Estrecho de Magallanes(Mapa II)

La vieja cuestión de discrepancias sobre cuál era ese término orien-tal quedó eliminada al acordar las partes "que estaba determinada porPunta Dungeness en el N. y Cabo Espíritu Santo, en el S. y que el lími-te sea la línea recta que una el "Hito ex Baliza Dungeness" situado en elextremo de dicho occidente geográfico y el "Hito 1 Cabo del EspírituSanto" en Tierra del Fuego". Dicha línea se representa en la Carta N°II del Tratado.

Se terminó, así, la exigencia de Argentina de ser "corribereña" delEstrecho y "con derecho a participar en la regulación del tráfico maríti-mo dentro de él". ¿Por qué? El Tratado de 1881 dejó bajo la soberaníade Chile "la totalidad del Estrecho de Magallanes", el cual debiera ter-minar en los hitos hoy acordados. Pero Argentina no lo veía así. El Es-trecho debía terminar en Cabo Vírgenes, por el norte, y Cabo EspírituSanto, por el sur. El Cabo Vírgenes está algunos kilómetros al norestedel Hito ex Baliza Dungeness. (Ver mapa 2) .

Comentando la solución que da el moderno Derecho del Mar cuandolos paisas tienen "costas adyacentes", veremos que la solución acordadaes la mejor y la más simple, pues al aplicar el método de equidistanciapura, "Argentina penetraría en el Estrecha" en Punta Dungeness yhaciendo lo propio en Cabo Espíritu Santo, "Chile se proyectaría al orien-te" del límite convenido. Eso no sucede en la solución acordada, querespeta lo dispuesto en el Tratado de 1881: el Estrecho es totalmentechileno.

Para llegar al feliz término pacífico del largo conflicto —en queuna de las partes hubiera preferido una solución bélica— se necesitaronmás de doce años de intensa actividad jurídica y diplomática, con unarbitraje acucioso y un laudo justo de S. M. la Reina Isabel II, primero, yuna mediación abnegada y nada sencilla tampoco de S. S. el Papa JuanPablo II, después.

El Tratado, que garantiza una paz permanente, unos límites incon-movibles y da a sus disposiciones una claridad que no permite interpre-tarlas en forma diferente, debe dejar ampliamente satisfechos a chilenosy argentinos. Ambos, también, sinceramente agradecidos al Santo Padrepor su abnegada y difícil labor de mediador, que logró trocar los horro-res de una guerra por este hermoso regalo de la paz.

Los chilenos, por nuestra parte, tenemos una enorme deuda de gra-titud con S. E. el Presidente de la República, Capitán General y Coman-dante en Jefe del Ejército don Augusto Pinochet Ugarte, por su serenafirmeza y superior tacto en la conducción de las relaciones internaciona-les en épocas de extrema tensión. Tal condición permitió que el señopCanciller Jaime del Valle y sus expertos colaboradores siguieran siemprela senda de los triunfadores.

EL VAGABUNDO CELESTIAL

CRL. (R) VICTOR CHAVES DADL.HE.

H E tenido el privilegio de ha-ber visto dos veces en mi vi-da la pasada del cometa Ha-

lley, cerca de la Tierra, en su visitaal sistema solar, "nuestra galaxia,La Vía Láctea". La primera vez, enuna noche de mayo (1910) en miciudad natal de Chillán, provinciade Ñuble. Contaba once años deedad. Fue un espectáculo impre-sionante ese fenómeno celeste, pon-derado en esos días con gran des-pliegue publicitario y que conmo-vió a la actual generación de 80años. No existían entonces los ins-trumentos ópticos y electrónicosde hoy para observar e investigaren materia de física y astronomía.

Ahora, nuevamente, después de76 años, he vuelto a ver, otravez, a este enigmático viajero es-pacial; y lo he hecho con mayoremoción e interés que cuando erayo un adolescente inexperto y no-vicio alumno de educación prima-ria.

Frente a esta segunda apariciónen el siglo del cometa, escudriñéen el firmamento, algunas noches,de amanecida, y lo hice a simplevista, sin binoculares ni otros ins-trumentos técnicos. La visión delHalley fue ahora menos brillante ysu cola difusa, debido en parte alnatural desgaste de mi vista porefecto de los años; pero no dejó de

impactarme el espectáculo. Mi ima-ginación retrospectiva voló hacia elChillán de mis primeros años, decomienzos del siglo. Afluyeron a mimente un cúmulo de recuerdos defamilia y de amigos y compañerosde colegio con quienes compartimosesos momentos de tensión e incer-tidumbre. ¡Todo un pasado imbo-rrable! ¡Qué magnánimo ha sidoconmigo el Supremo Hacedor!

Aún recuerdo los días de inquie-tante vigilia que se vivieron conmotivo de los decires y anuncios delos agoreros. La pasada del cometaHalley en 1910 desató en el mundoun pánico general, exacerbados losánimos por las más absurdas supo-siciones. Las gentes sencillas y con-fiadas presagiaban que su influen-cia traería toda clase de males ycatástrofes y hasta se creía pormuchos en la llegada del fin delmundo.

Ahora, y a pesar de mi edad y eltiempo transcurrido, conservo aún—por fortuna— la salud física ymental y la vista con qué seguirestudiando y aprendiendo en elGran Libro del Concierto Univer-sal.

Con todo, y después de observarpor segunda y última vez en mi vi-da la pasada cerca de la Tierra delenigmático viajero del espacio y de

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valorar la importancia científicadel fenómeno, no me queda sino —como paliativo a mis inquietudespostreras— formular a mis seme-jantes estas admoniciones de misobrecogido espíritu:

¡Ahonda en el estudio del Cos-mos eterno y, especialmente, en elsistema solar en el que estamos in-mersos, e interpreta las leyes delproceso de las "alteraciones gravi-tacionales de los cometas y cuerposcelestes" que forman aquel siste-ma!; ¡Penetra, con tu imaginación,en el mundo de las estrellas y re-flexiona acerca de "la edad y ex-pansión del espacio infinito, comoasimismo en "el proceso de forma-ción de los astros nacientes", lla-mados "nebulosas planetarias";¡ Investiga en la Vía Láctea" y pro-cura entender el fenómeno ese queacentúa la hipótesis de que "el Soles una estrella y que hay miles ymiles como ella en el espacio side-ral que acompañan al Sol en estamorada que llamamos Galaxia"!;¡Interpreta, además, las teorías ehipótesis de los grandes genios delas ciencias física y astronómica,en sus intentos por esclarecer laGran Verdad, no revelada para losmortales; y prostérnate, reverente-

mente, ante la Sabiduría y Poderinconmensurables del Supremo Ha-cedor de la Creación. Todo eso ymucho más podrías saber si el Ho-mo sapiens conociera los secretosde la Madre Naturaleza, inescruta-bles, que lo intrigan y limitan.Contempla, pues, el ritmo perfectodel Universo. . . "Y quedarás estu-pefacto ante lo insondable del mis-terio" ! (sic).

Y llegará el año 2.062 cuandovuelva otra vez de visita el cometaHalley. . . mientras el Hombre se-guirá soñando como siempre. ..ante lo desconocido, el misterio.

Entretanto y hasta el fin de lossiglos, seguiremos, los humanos,alucinados por esa trilogía: la delDios Todopoderoso, del Cosmos in-finito y del Hombre, limitado yefímero, que, en su soberbia con-génita, pretende saberlo y poderlotodo, aunque advierte que no llega-rá jamás a comprender el Enigmade la Creación. Enigma ese que, nisiquiera, los dioses convencionales—inventados y venerados por loshombres —han podido ni podránconcebir ni descifrar con el preten-dido Don de infabilidad divina queles atribuyen sus creyentes morta-les.

LOS PRINCIPIOS DE LA DISUASIONLUIS OLIVARES DYSLI

Mayor (EM).

I. INTRODUCCION

L OS hechos acaecidos en elmundo durante 1985 (1),demuestran el rol funda-

mental que desarrolla "La Disua-sión".

Estas situaciones han puesto enduros y difíciles apremios a lasprincipales naciones de Occidente,presentándoseles las interrogantesde: ¿Cómo reaccionar?, ¿cómo di-suadirlos de sus actitudes?, ¿cómoobtener la liberación de los rehe-nes?, ¿qué estrategia aplicar?

Para ello se emplea la Estrategiade Disuasión, la que mediante un

(1) —Desvío del avión de la TWA al Líba-no, en el que 40 pasajeros norteameri-canos fueron capturados como rehenesa cambio de la liberación de 700 shií-tas libaneses prisioneros en Israel.

—El secuestro del buque "Achille Lau-ro", en el que fue muerto un pasaje-ro norteamericano.

—Las políticas que realiza EE. UU. so-bre el régimen de Nicaragua.

—La forma cómo se conducen las con-versaciones tendientes a lograr una so-lución a los problemas del MedioOriente.

—Las conversaciones sobre desarme ycontrol de armamentos que se reali-zan en Ginebra entre USA y URSS.

delicado manejo y aplicación per-mite llevar a buen término algunosde los problemas presentados y alas otras controversias, continuarcon la búsqueda de soluciones deacuerdo a los intereses particularesde los países involucrados.

La Disuasión es una acciónopuesta al uso de las armas. Es unconjunto de medidas para evitar laguerra y obtener un determinadoobjetivo, empleando los medios psi-cológicos más que los físicos. Sepuede considerar un juego en el queparticipan dos o más contendores.

En la aplicación de las medidasdestinadas a persuadir a los opo-nentes, adquieren trascendental im-portancia "Los Principios de la Di-suasión" para guiar, dirigir y con-trolar esta actividad.

II. LOS PRINCIPIOS DELA DISUASION

La Disuasión es una estrategiade paz. En la guerra pierde granparte de su propósito. Para su apli-cación se rige por normas o prin-cipios .

Los Principios son "los primerospreceptos de un arfe, de una cien-cia: los principios de la geometría,de la física. Se emplea en plural enel título de varias obras didácticas

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elementales: principios de cálculo,de química, etc.". (2) Constituyenalgo demostrable y no variable conel tiempo. Es una ley que rige laconducta nacional, una opinión, ac-titud o convicción que ejerce unainfluencia directa en el estilo de vi-da de una nación.

Los principios de la Disuasión, in-directamente o sin enunciarlos oestudiarlos, se aplican desde épocasinmemoriales.

Estos principios pueden servir delista de comprobación principal pa-ra el buen desarrollo, evaluación dela Disuasión y consecuencias en laseguridad nacional.

En todo caso, nunca se ha pre-sentado ni sucederá una situaciónigual a otra y esto deberá tenersepresente al planificar y materiali-zar una Disuasión.

Léo Hamon lo enfoca estudiándo-lo desde el punto de vista del paísque está realizando la acción de Di-suasión. Plantea tres problemasfundamentales. (3) .

—¿Quién Disuade?—¿De qué se intenta Disuadir?—¿De qué modo?Es necesario agregar una cuarta

interrogante y que se refiere a:—¿Cuál es el plazo disponible pa-

ra Disuadir?En el conflicto del Atlántico Sur

se puede indicar claramente estasecuencia. Argentina es el país queva a Disuadir. Intenta Disuadir aInglaterra de su acción de recupe-rar las islas. Esta se realiza me-diante una campaña en los OO.II,apoyo de los No Alineados, invo-cando al TIAR, etc. El plazo dis-ponible era hasta que llegara la flo-ta inglesa a la zona de conflicto ycomenzara a actuar.

(2) Estrategia contra la Guerra. Léo Ha-mon. Edición Guadarrama. Madrid 1969.p. 129.

(3) Op. Cit. Léo Hamon. p. 213 - 214.

Los Principios de la Disuasiónson los siguientes: (4)

—La preparación militar.—No provocación.—Prudencia.—Publicidad.—Credibilidad.—Incertidumbre.—Paradoja o Contradicción.—Independencia.—Cambio.

Se han considerado además por suimportancia, los siguientes, que de-ben agregarse a la lista anterior:

—El Objetivo.—La Capacidad Ofensiva.

Del empleo de los Principios dela Disuasión se desprenden las si-guientes situaciones:

a. Efectuar una Disuasión dema-siado fuerte, puede significaruna guerra adelantada o preven-tiva.

b. Realizar una Disuasión dema-siado débil puede alentar el op-timismo enemigo.

c. Materializar una Disuasión conuna fuerza intrascendente, pue-de desembocar en una guerraaccidental o en actos irraciona-les.

En el caso a, los disuadidos ata-can cuando sus ventajas aún se lopermiten o para evitar un peligroirreparable.

En b, si se inspira optimismo, eladversario descubre sus ventajas,inclinándose por aprovecharlas.

En c, un cálculo erróneo de lafuerza Disuasiva que es intrascen-dente puede provocar el conflicto.

La presión psicológica es la prin-cipal propiedad y los propósitos delenemigo, su objetivo primordial.

(4) Air University Review. Los Principiosde la Disuasión. John M. Collins. Was-hington D.C. 1980. p. 16 - 17.

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La Disuasión emplea tres carac-terísticas:

—Las amenazas de castigo. Ejem-plo: La cuarentena y amenazade invasión en 1962. (Cuba. Cri-sis de los Cohetes) .

—Las promesas de recompensa.Ejemplo: La promesa de no in-vadir Cuba a cambio del retirode los misiles soviéticos de suelocubano en octubre de ese año.

—Capacidades relacionadas e incli-naciones no cualificadas de se-guir adelante en una determina-da situación. Ejemplo: Si en lacrisis señalada precedentementede 1962, los buques que se diri-gían a Cuba no se hubieran de-vuelto. ¿Hasta dónde habría lle-gado Estados Unidos con su cua-rentena ?

A continuación se enuncian y es-tudian los Principios de la Disua-ción.

A. El Objetivo

En la Disuasión debe establecer-se un Objetivo de Disuasión. Es de-cir, "Qué es lo que se quiere lograrcon las actividades que materializa-rán la Disuasión". Ejemplo: ¿Sequiere Disuadir de iniciar un con-flicto?, ¿se desea obtener el controlde alguna zona?, ¿se pretende obte-ner la devolución de unos territoriosocupados?, ¿se pretende obtener ladevolución de unos rehenes?, ¿sepretende retornar a una situaciónanterior?, etc.

Lo importante es que se tengaclaro cuál es el Objetivo. Este ob-jetivo influenciará directamente to-das las actividades del país (Cam-pos de Acción Interno, Externo,Económico y Bélico) .

Leo Hamon lo menciona señalan-do "¿De qué se intenta Disuadir?","¿qué acción se quiere impedir?","¿qué Objetivo se persigue?". (5) .

Con esto se está indicando lo im-portante que es tener claramente de-terminado el Objetivo, ya que ésteoriginará las acciones que deberánseguirse para obtenerlo.

B. La Capacidad Ofensiva

Una nación que está efectuandouna Disuasión debe poseer una fuer-za ofensiva que la respalde. Fran-cia, en 1940, no disponía de unafuerza capaz de respaldar su polí-tica. El Ejército estaba organizadopara una guerra similar a la Pri-mera Guerra Mundial. "Quería queAlemania renunciara a atacar aFrancia". "La Disuasión alemanatiene éxito en 1939, al entretenerselos Franco-Ingleses con su extrañaguerra". (6).

Era Francia la que había sidoDisuadida de iniciar una ofensivaque perturbara la campaña alema-na en Polonia. Francia no deseabaluchar. "Odiaban la guerra antesde que hubiese empezado". Duran-te ocho meses vivieron la "Drole deGuerre". (7) .

Francia no tenía los medios ofen-sivos para Disuadir a Alemania ypor esto fracasó su accionar, se con-tinuó la guerra, con dolorosas con-secuencias para esta nación.

La capacidad ofensiva se relacio-na directamente con la "Represa-lia", la que debe ser capaz de Di-suadir al enemigo de iniciar unaacción.

Estados Unidos en la crisis de loscohetes de Cuba, tenía un potencialofensivo que respaldaba sus accio-nes y al que la URSS no fue capazo no se sintió suficientemente fuer-te para desafiar.

En esa época, la capacidad ofen-siva de Estados Unidos se basabaen sus misiles balísticos intercon-

(5) Op. Cit. Léo Hamon. p. 216.

(6) Op. Cit. Léo Hamon. p. 116.(7) La Batalla de Francia. Alistair Home.

Bruguera. España, 1974. p. 108 - 127.

tinentales, misiles balísticos lanza-dos desde submarinos y el bombar-dero nuclear. (La Triada) . (8) .

La Estrategia de Disuasión em-pleada por Inglaterra en abril y ma-yo de 1982, en el conflicto delAtlántico Sur, tenía una capacidadofensiva. Al fracasar esta activi-dad, actuó su potencia ofensiva, laque no era sólo un bluff.

El siguiente ejemplo da una vi-sión muy clara de este principioofensivo: "En días pasados se en-contraron dos perros mastines, sehicieron el ruedo gruñéndose mu-tuamente. Ambos estaban blufean-do de modo que nada sucedió. Cuan-do estaban por separarse e irse ca-da uno por su lado uno abrió su ho-cico. No tenía dientes. Entonces elotro perro lo hizo trizas". (9) .

Con este cuento de Mark Twain,se reitera que la Disuasión debeconseguirse con ciertos medios ofen-sivos .

Leo Hamon considera como con-diciones los siguientes factores querespaldan la Capacidad Ofensiva:(10).

—Capacidad de atacar al adversa-rio, incluso si ya ha sido ataca-do.

—El poder alcanzar el territorioenemigo.

—El poder atravesar las defensascontrarias.

—El poder de destruir los objeti-vos asignados.

Con lo anterior se está indican-do la gran importancia que tiene

(8) Air University Review. Washington,1973. Volumen XXVI, N° 3 y 4. LaTriada y el Porvenir. El futuro de laDisuasión Estratégica. Coronel Roy L.Thompson y Teniente Coronel RalphN. Hoffman Jr. p. 11 - 22.

(9) El Mercurio. Santiago, Chile, 7. IV.1985. Disuasión y Defensa. Almiran-te Watkins. Cuerpo "B", p. 3.

(10) Op. Cit. Léo Hamon. p. 116.

este principio y que constituye laclave de la supervivencia y el res-paldo efectivo de la Disuasión.

C. La Preparación Militar

Cuando una nación no está pre-parada para una empresa determi-nada, aún cuando tenga esa prepa-ración en otro escenario, alienta aterceros países de iniciar una aven-tura . Ejemplo: Inglaterra teníadisminuida la defensa de las islasFalkland, lo que alentó las expec-tativas argentinas de intentar unaocupación armada.

"En 1870, los obuses cargados porla culata dieron la superioridad defuego a los alemanes, al ser toda-vía los franceses del modelo que secargaba por la boca". (11) .

En este mismo conflicto Franco-Prusiano, antes de su materializa-ción y con motivo de la guerraAustro-Prusiana de 1866, NapoleónIII, que gobernaba en Francia, per-dió considerable poder y prestigioal no estar su Ejército preparadoadecuadamente: "Para conseguirun mejor resultado manifestó algu-nas amenazas más o menos veladas,sin atreverse a hacer intervenir suEjército, el que adolecía de toda cla-se de fallas, a causa de haber sidodescuidado desde hacía muchosaños". (12) .

Francia no estaba preparada pa-ra respaldar la política emprendi-da para mejorar su posición en Eu-ropa. Se produjo una guerra, sien-do derrotada.

El agresor puede seleccionar eltiempo, lugar y carácter inicial delconflicto y además, mantener ungrado menor de alistamiento y pre-paración militar, hasta que llegue

(11) Op. Cit. Léo Hamon. p. 214.(12) Cannas. Biblioteca del Oficial. Buenos

Aires, 1930. Mariscal Conde AlfredoV. Schlieffen. Campaña 1870/71. p.169 - 170.

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el momento en que va a atacar.Luego, se debe estar permanente-mente preparado para la guerra."SI VIS PACEM PARA BELLUM"(prepara la guerra si quieres lapaz). (13). Va implícita la idea demostrar la fuerza para no tener queusarla.

"La preparación, hoy día, se alar-ga en el tiempo a causa de los pla-zos de fabricación". (14) .

Si a lo anterior se une lo sofis-ticado de los armamentos, las difi-cultades del entrenamiento y eltiempo necesario para obtener unadeterminada capacidad conjunta,vemos que la preparación militaracrecienta día a día su valor. Aque-llos países con relaciones inestableso con problemas que en cualquiermomento pueden tomar actualidad,no pueden permitirse el lujo de seratacados por sorpresa. Lo mismoocurre con países en cuyos territo-rios se encuentran presuntos obje-tivos de otras naciones.

D. La No Provocación

Se debe tener especial cuidadoque una actitud propia desmedida,aún cuando no sea bélica, obligueal adversario a tomar una iniciati-va y realizar un ataque preventi-vo. Ejemplo: Guerra Arabe-Israelíde 1967. "El 22 de mayo de 1967Egipto bloqueó el Estrecho de Ti-rán, basado en la consideración deque el Golfo de Akaba comprendíaaguas interiores, pertenecientes asu dominio. . ." . (15).

Al materializar este bloqueo pre-cipitó la guerra y el ataque llevadopor Israel, el 5 de junio de 1967,

(13) Op. Cit. Léo Hamon. p. 211. Esta fra-se constituye el lema de la Direcciónde Operaciones del Ejército de Chile.

(14) Op. Cit. Léo Hamon. p. 125.(15) Manual de Historia Militar Universal

de la ACAGUE. Santiago, 1977. p. 171.

significó a la postre la pérdida delconflicto con los árabes.

Un país, cuya potencia militar esdébil, al ser presionado puede ha-cer fracasar la Disuasión que seefectúa para prevenir una situaciónadversa. Esta situación puede evi-tarse contando con una fuerza ofen-siva de Disuasión.

E. La Publicidad

La aplicación de este principioafecta la sorpresa y seguridad.(16) .

Ni el miedo a la represalia, ni lapromesa del éxito es posible si semantienen en secreto las propias ca-pacidades. El dilema es hasta dón-de se puede insinuar la propia ca-pacidad .

¿Qué intenciones y capacidadesdeberían comunicarse a los disua-didos y cómo deberían tratar detransmitir el mensaje? (17) .

En la crisis de Cuba, esto se re-solvió como sigue:

El día 22 de octubre de 1962,Kennedy habló por cadena de radioy televisión, dio a conocer su in-tención: "Cuarentena a Cuba, lacontinua, reforzada y estrecha vi-gilancia de Cuba e información mi-litar" y señaló sus capacidades:"Será norma de esta nación consi-derar todo proyectil lanzado desdeCuba contra cualquier nación delhemisferio Occidental como un ata-que por parte de la URSS a E E .UU., ataque que exigirá una res-puesta de cabal represalia contra laUnión Soviéticas". (18) . El men-saje fue transmitido abiertamentepor cadena de radio y televisión.

(16) Afecta un Principio de la Guerra, yaque entrega información que muchasveces afecta la seguridad.

(17) Op. Cit. Los Principios de la Disua-sión, p. 22.

(18) La Estrategia de Mc Namara. Kauf-mann Williams W. Edición Sopena, Ar-gentina, p. 242.

Habrá oportunidades en que es-to no se indicará tan abiertamente,luego estos indicativos podrán ha-cerse saber a los presuntos enemi-gos de varias maneras, tales como:

—Directa o indirectamente.—Verbal o escrita.—Oficial o extraoficialmente.—Formal o informal.—Explícita o implícitamente.—Pública o Privada.—Clara o ambigua.—Etc.

Cada uno de estos sistemas debeser respaldado por un hecho, de talmanera que no quede en el aire ycaiga en el descrédito.

F. La Prudencia

Se debe actuar con discreción enla Disuasión. Se relaciona con laseguridad, ya que una acción insen-

sata puede afectarla y llegar a pro-ducir un conflicto.

La Disuasión da al enemigo se-ñales claras de que sus ventajas se-rán ínfimas y que sus pérdidas se-rán mucho más grandes de las quepueden pensar o estimar.

Este principio se relaciona direc-tamente con la Ofensiva, la Prepa-ración Militar y con la Publicidad.Ejemplo: En la crisis de Cuba de1962, la URSS aplicó este principioal actuar prudentemente, evitandouna confrontación directa. (19) .

G. La Credibilidad

Las probabilidades de apremios ocastigos promueven los fines de laDisuasión, si parece posible quesean aplicados. Esta credibilidad,aumenta esa probabilidad de lo po-sible a lo probable, siempre y cuan-do los incentivos no sean ni insu-ficientes ni demasiado intensos.

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(19) Op. Cit. La Estrategia de Me Nama-ra, p. 243.

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En la crisis de Cuba antes indica-da, una movilización de la OTANcompleta habría sido un apremiodemasiado fuerte para la URSS, loque podría haber acelerado un con-flicto. Si Estados Unidos no hubie-se realizado una movilización en suterritorio, la concentración de fuer-zas en la zona de Florida y la cua-rentena impuesta a Cuba, los apre-mios habrían sido muy débiles.

Se debe tener especial cuidado deno sobrevalorar la propia capaci-dad hasta el límite de hacerla in-creíble o bien disminuirla de talmodo que al enemigo le parezca sinlugar a dudas que no es cierta. Eladversario debe creer y conformaren su mente lo que de él se desea.

Las amenazas deben mostrarcredibilidad, conformadas por unacombinación de capacidades e in-tenciones, que den una clara evi-dencia que no solamente pueden rea-lizar lo previsto, sino que van a serejecutadas con decisión y en cir-cunstancias extremas. El que di-suade debe convencer al disuadidode la credibilidad de su amenaza.

A pesar de las afirmaciones decapacidad de lucha y potencia dela cual hacía gala el Ejército fran-cés en 1939, Hitler en una entrevis-ta concedida a Von Brauchitsch el5 de noviembre de 1939, le dijo:"Concedo muy poco valor al deseode lucha que pueda tener el Ejérci-to francés. Cada Ejército es un re-flejo de su pueblo. Los francesesno piensan más que en vivir bien yen paz. En consecuencia, por muyvaliente que sea su Ejército, pormuy bien formado y equipado quepueda estar, no muestra el ansia decombatir que debería tener. Des-pués de las primeras escaramuzasse desintegrará rápidamente". (20)

Con esto señalaba que no creíaen lo que decían los franceses, esdecir, la credibilidad francesa no

(20) Op. Cit. La Batalla de Francia, p. 151.

tenía efectos en el gobierno alemán,que comprobaba realmente cuál erala situación del enemigo.

Este principio, constituye la ba-se de la Disuasión. No siempre vaa ser fácil mantener patente esacredibilidad, ésta tiene que se ex-presada en términos que algún otro(a quien se intenta Disuadir), creeno sólo con respecto a la potenciamaterial del armamento disuasivo,sino en cuanto al valor de los se-res humanos que lo controlan.

Leo Hamon lo considera comouna condición "Credibilidad deluso". (21) . Vemos que la verosi-militud de su empleo adquiere paraeste autor su máxima importancia.

H. La Incertidumbre

La incertidumbre reemplaza a lacredibilidad cuando ésta disminu-ye o fracasa. La Disuasión depen-de entonces principalmente de lasdudas del disuadido.

La Incertidumbre es "falta decertidumbre, duda, perplejidad".

Certidumbre "seguro, obligaciónde cumplir una cosa". (22) .

Cuando aparece la Incertidumbrese hace peligroso o imposible pre-decir la actitud de los oponentes.Influirán además las dudas de losdisuadidos, sobre las capacidades dequientes intentan disuadirlo y unavez obtenida ésta puede sobrevenirel conflicto. Ejemplo: En la gue-rra Arabe-Israelí de 1967, Israel,del 22 de mayo al 4 de junio acla-ró el panorama que realmente en-frentaba e inició las hostilidades enla madrugada del 5 de junio.

La fanfarronada produce Incer-tidumbre, en la mayoría de las ve-ces infundada, por lo que no debeser empleada en la Disuasión.

(21) Op. Cit. Léo Hamon. p. 214.(22) Diccionario de la Lengua Española.

Real Academia Española. Madrid, 1947.p. 289 - 713.

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Es seguro que un conflicto se pro-ducirá, si ambas partes llevan lasituación más allá del límite de latolerancia, que no la pueden de-mostrar en sus intentos por sacarel máximo de partido, pensando enla hipótesis que el otro cederá.

"El elemento psicológico eleva laIncertidumbre al nivel de certezaeficaz". (23) . En los períodos decrisis, la Incertidumbre aumenta,especialmente considerando las ca-racterísticas de las armas moder-nas.

I. La Paradoja oContradicción

"El valor Disuasivo de defendercualquier objetivo puede variar in-versamente con su importancia in-trínseca para la parte atacada".(24).

El cambio de actitud asumido porEstados Unidos en Vietnam, aban-donando a este país a su suerte, des-pués de haber sostenido duranteaños lo que se llamó la teoría delDominó. Esta contradicción signi-ficó la caída de Vietnam del Suren poder del comunismo.

Inicialmente, se trató de demos-trar que el costo de agresión eramuy grande, lo que le daba con-fianza a los países del área, pero laDisuasión que estaba llevando elbloque marxista era mayor y fueexitosa al conseguir que EstadosUnidos, ante el enorme costo mili-tar y político, se retirara de Viet-nam.

J. La Independencia

"La seguridad colectiva consisteen un acuerdo entre Estados" (25),

(23) Op. Cit. Léo Hamon. p. 213.(24) Op. Cit. Los Principios de la Disua-

sión, p. 24.(25) La Política y Relaciones Internaciona-

les. Herbert Orellana Herrera. Memo-rial del Ejército. Santiago, 1975. p.223.

que se unen mediante intereses co-munes . Los aliados y asociados for-talecen la Disuasión mientras sir-van a sus intereses. Cuando estosintereses dejan de existir o dismi-nuyen considerablemente siendoreemplazados, la seguridad colecti-va se resiente. Ejemplo: El retirode Francia de la OTAN.

Cuando la doctrina de la repre-salia masiva se aplicó en EstadosUnidos, muchos países de la OTANpropusieron paciencia y modera-ción, por temor a que una guerraafectara gravemente su territorio.Francia creó una fuerza nuclear in-dependiente porque sospechaba queEstados Unidos difícilmente sacri-ficaría sus ciudades para salvar aEuropa de una invasión de tipo clá-sica, más aún considerando que lasfuerzas clásicas occidentales en Eu-ropa eran notablemente inferiores alas soviéticas.

K. El Cambio

Siempre se debe estar cambian-do las actividades de Disuasión. Lasque produjeron buen resultado enel pasado puede que hoy no se repi-tan . Nunca las situaciones son igua-les unas a otras, siempre hay nue-vos factores que intervienen aúncuando las situaciones sean muysemejantes.

Si la crisis de Cuba de 1962, serepitiera hoy día, Estados Unidosno podría actuar similarmente por-que la situación ha cambiado. Exis-ten nuevas políticas, nuevos gobier-nos, nuevas armas, etc.

La Planificación dé "Disuasión he-cha al más alto nivel debe variar deacuerdo a la situación del momen-to o del futuro inmediato. Lo queno varía es el Objetivo para la cualfue ideada. Este Objetivo se man-tiene hasta que se obtenga o se de-seche .

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L. La Flexibilidad

Se deben prever soluciones de al-ternativas y variantes a las activi-dades de Disuasión, ya que habránen un momento determinado, evi-dencias clara de que un procedi-miento no está resultando conformea lo planificado. Esto afecta a to-dos los Campos de Acción. No de-be tratar de llegarse a una situa-ción en la cual la Disuasión no ten-ga más recursos y con lo cual so-breviene el conflicto. Al respecto,existe una enorme cantidad de ejem-plos en la Historia Universal.

III. CONCLUSIONES

A. "Los Principios de la Disua-sión", han resultado ser unaayuda valiosa para el análisis

lógico, la planificación y desa-rrollo de esta actividad.

B. Su rol fundamental en el desa-rrollo de las relaciones interna-cionales entre las naciones delmundo, adquiere cada día unmayor valor.

C. De la Disuasión depende la su-pervivencia del mundo cuandose refiere al Nivel Nuclear.También ha demostrado su efi-cacia en los últimos 2.000 añosal referirse al Nivel Clásico.

D. Con la aplicación de estos prin-cipios, es posible deducir las con-diciones y ocasiones para Disua-dir a presuntos enemigos.

E. La Disuasión es una actividadal alcance de todas las nacionesdel orbe y ningún país puededarse el lujo de no emplearla,ya que se estaría desaprovechan-do la principal arma que se po-see en el mundo moderno.

B I B L I O G R A F I A

ACAGUE. Manual de Historia Universal. Santiago, 1977.

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OFENSIVA. ¿PRINCIPIO DE LA CONDUCCIONMILITAR?

EDMUNDO GONZALEZ SALINAS,Teniente Coronel, Prof. de HistoriaMilitar.

E L Reglamento de Conduc-ción, Estratégica expresa,en su artículo 24, que los

"principios de la guerra, desde elpunto de vista de nuestro Ejército,son:

a) Libertad de acción.b) Ofensiva.c) Mantenimiento del objetivo o

tenacidad.d) Economía de las fuerzas y

reunión de los medios.e) Sorpresa y seguridad".

Al referirse al concepto ofensiva—que es la razón de ser del presen-te trabajo— el reglamento indicaque es "una actitud estratégica quepermite lograr una decisión. Sucumplimiento requiere de libertadde acción y de superioridad poten-cial, al menos relativa, sobre el ad-versario". Bien puede observarse,a través de la letra del reglamento,que en parte alguna manifiesta ésteque la ofensiva conduce a la deci-sión. No. Especifica, sí, que "per-mite lograr una decisión". En otraspalabras, que así ocurre siempreq u e . . . siempre que se cumplanciertos requisitos previos, a aue ha-cemos mención en seguida. Estos es-

tán condensados en la palabra su-perioridad y esta superioridad pue-de ser de tipo material o de tipoespiritual. ¿Habrá necesidad de de-cir cuál es una y cuál es otra? Nosparece que no.

No siempre la superioridad ma-terial ha conducido a la victoria. Lasuperioridad espiritual, en cambioy pese a la inferioridad numéricadel momento, ha conducido en repe-tidas ocasiones al triunfo. El com-bate singular entre David y Goliates el símbolo perfecto de la victoriadel débil contra el fuerte. David erasólo un muchacho y Goliat "unhombre de guerra desde su moce-dad" —según nos relata la Biblia—,un hombrón "de una altura de seiscodos y un palmo (que) llevaba so-bre su cabeza un yelmo de cobre yllevaba puesta un cota de malla deescamas traslapadas". Iba armado,además, de una espada, una lanza yuna jabalina.

El mozalbete, en cambio, vestíael liviano y sencillo traje de campe-sino de la época y portaba "su bol-sa de pas tor . . . y en su mano esta-ba su honda de pastor y cinco pie-dras" . Además del cayado. . . y na-da más.

59

Sí, nada m á s . . . en lo material.Porque en lo espiritual poseía Da-vid una superioridad imbatible: sufe en Jehová. Y Jehová premió sufe con la victoria sobre el poderosogigante enemigo.

De acuerdo con los antecedentes,¿no sería más conveniente y lógicohablar entonces —no del principiode la ofensiva— sino del principiode superioridad en la ofensiva?

Superioridad en la ofensiva

Viene en nuestra ayuda, precisa-mente Polemología Básica, la mag-nífica obra especializada que el ge-neral Bernardino Parada (Cdte. enJefe del Ejército entre noviembrede 1964 y julio de 1967) publicó en

el último de los años citados. Es-uno de los libros más notables pro-ducidos, en los últimos tiempos, porla pluma de un distinguido profesio-nal de nuestra Institución. Puesbien, al ocuparse de la ofensiva elgeneral Parada embists en resueltoy severo tono:

"Hay que tener superioridad enla ofensiva".

"En inferioridad, optad por ladefensiva".

Líneas más abajo agrega que"caeríais en un error de principiosi tomáis la ofensiva sin el propósi-to de llegar a una decisión". A ren-glón seguido: "Si tomáis la ofensi-va es porque queréis decidir la ac-ción a vuestro favor; por lo tanto.

I

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es conveniente que contéis con algu-na forma de superioridad sobre eladversario".

Más adelante aún:

"1.—Si tomáis la ofensiva es por-que, por principio, buscáis la deci-sión y, por lo tanto, porque creéiscontar, en principio, con fuerzas su-ficientes".

"2.—Si buscáis la decisión ten-dréis, por principio, que tomar laofensiva y ser, por tanto, en princi-pio, de algún modo superior al ad-versario".

"3.—Si tenéis superioridad cae-ríais en un error de principio, si nola aprovecháis para buscar la deci-sión y, por lo tanto, en un error deprincipio si optáis por la defensi-va".

De acuerdo con tales plantea-mientos —presentados en citas tex-tuales—, observaremos que en nin-gún momento recuerda el generalParada el "principio de la ofensi-va" . No. Se refiere en un lenguajemuy claro y terminante al prin-cipio de SUPERIORIDAD EN LAOFENSIVA.

Seguimos con el general. Noscuenta que "el término superiori-dad está empleado aquí en el sentidode que ella no se da sólo por la can-tidad de medios, sino también por sucalidad y, principalmente, por sudisposición en un sistema de fuer-zas adecuado, por una articulaciónmás apropiada que la del adversarioy, finalmente, por un mejor uso delinstrumento de acción".

A lo cual nos permitimos agregarque la superioridad puede ser de ti-po material o de tipo espiritual omoral. La primera corresponde amayor cantidad en hombres y ele-mentos de lucha y la segunda (lamás importante) exige un coman-dante hábil y resuelto, una tropa de-

bidamente entrenada y de alto espí-ritu combativo y un apoyo logísticoadecuado.

Es bien explícito, al respecto, elReglamento de Conducción de Ope-raciones R . I . C . l , Ed. 1962, cuandoadvierte: "No siempre es necesariauna superioridad absoluta; bastacon ser más fuerte que el enemigoen la zona elegida para la deci-sión" . . . "La superioridad se obtie-ne por calidad en el mando, en lainstrucción y capacidad combativade las tropas y por un elevado e in-quebrantable espíritu de lucha".

De interés nos parece, a propósi-to, conocer la opinión que sobre elparticular estampó el conde YorkWartenburg en su obra "Napoleón,Jefe de Ejército". Dice que "seríaaminorar la gloria de Napoleón ha-ciendo observar que debía la mayorparte de sus éxitos a la superioridadnumérica. Pero no puede hacersemejor elogio de su política que de-mostrando que jamás comenzó unaguerra o una campaña sin estar se-guro de esta superioridad, auncuando el efectivo total de sus fuer-zas fuese igual o aun inferior al delenemigo.. . sabía asegurarse en elmomento crítico la superioridad nu-mérica en los puntos decisivos". .

II

Unos cuantos ejemplos del cam-po estratégico y del campo táctico,tomados de la Historia Militar, nosfacilitarán la comprensión del pro-blema.

Nos iniciaremos con Waterloo. El18 de junio de 1815 Napoleón atacóa Wellington en dicho rincón de lanación belga y resultó derrotado,como es bien sabido. Variadas razo-nes se han dado para explicar tanespectacular fracaso: las vacilacio-nes de Grouchy en la persecución de

Y tal como la ley mandó, allí luchamos y morimos, porque no se nace para ser feliz, sinopara cumplir con el deber.

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los prusianos, el mal empleo de laartillería, la ausencia de coordina-ción en el empleo de las tres armas,etc. La falla fundamental estuvo, enrealidad, en la circunstancia de quela campaña estaba ya comprometi-da desde el día 16 en la tarde. Enlugar de disponer la persecución delgeneral Blücher en el curso de lanoche, el Emperador le permitióretirarse sin mayor dificultad du-rante quince horas. "El podría ha-ber ganado la batalla —anota el ma-riscal Montgomery en su obra Elarte de la guerra— si hubiera per-seguido a los prusianos después deLigny con todo su ejército y hubieramachacado al ejército de Blücher,hasta el punto de que no hubiera po-dido volver a presentarse en el cam-po de batalla como una fuerza decombate efectiva durante algúntiempo y, desde luego, no el 18 dejunio para ayudar a Wellington enWaterloo".

Vale decir, entonces, que Napo-león violó en la célebre batalla elprincipio de SUPERIORIDAD ENLA OFENSIVA de que nos hablael general Parada.

Un caso nuestro sería el del com-bate de San Carlos en los días de laPatria Vieja (15 de mayo de 1813).Perseguido por las fuerzas coman-dadas por el brigadier Carrera, elEjército realista tomaba una posi-ción defensiva en una colina al estedel camino de marcha, en los aleda-ños de San Carlos. Tan pronto co-mo la I División patriota estuvo pró-xima a la posición, los defensoresde ésta rompieron sus fuergos con-tra ella y la obligaron a retroceder.En esos momentos llegaba en su au-xilio la ti División. Fue tambiénforzada a replegarse. . . y al cabode dos horas la derrota del atacanteparecía ineludible. Al caer la tardeapareció en el campo de batalla laIII División. Su comandante dictolas órdenes pertinentes para em-prender el ataque; pero los jinetes

de la brigada de caballería que in-tegraban la agrupación, en vez deavanzar, prefirieron dar media vuel-ta y tomar las de Villadiego. La de-rrota de las fuerzas de la Patria sehizo presente en toda su dolorosarealidad.

Es el caso típico del empleo de latropa por "gotas". Desechó Carrera,por una parte, obtener el triunfo enalas de la superioridad numéricaque tenía a su favor y no supo apro-vechar, por otra, el estado de des-moralización en que se retiraban lasfuerzas del comandante Sánchez.Pudiera alguien afirmar, quizás, queel prócer actuó satisfactoriamente,puesto que acató el presunto "prin-cipio de la ofensiva" (al lanzarse alataque) . . . , aunque fracasó en suintento.

Tannenberg es un caso especial-mente notable. Fuerzas rusas engran número invadieron la PrusiaOriental en agosto de 1914, dispues-tas a arrasar con cuanto se oponíaa su paso. Su comandante aplicó,también, el supuesto "principio dela ofensiva".. . y resultó chasquea-do. Efectivamente, el Grupo deEjércitos del Frente Noroeste, a lasórdenes del general Gillinski e inte-grado por los ejércitos I (generalRennenKampf, en el norte) en ladirección general Kovno-Koenis-berg-Dantzig, y II (general Samso-nov, al sur) en la dirección generalOstrolenka-Allenstein Thorn-Dant-zig, RennenKampf obtuvo un triun-fo de consideración en Gumbinnen,pero nada hizo por explotarlo debi-damente. Se limitó a continuar sumarcha con una inquietante lenti-tud, en los mismos momentos en queSamsonov avanzaba peligrosamente.Como para complicar las cosas, noera mucho lo que preocupaba a am-bos generales el mantener el contac-to entre las fuerzas a sus órdenes.

El resultado final fue la derrotaen Tannenberg y en los Lagos Ma-zurianos, a pesar de la superioridad

Aplastante de las fuerzas del zar:450.000 hombres contra 160.000 ad-versarios. Estuvo ausente en ellasla superioridad espiritual que le ha-laría proporcionado un comandantehábil y resuelto y una tropa con altoespíritu combativo.

Tres casos. Tres lecciones elo-cuentes que acabamos de ver entrelas muchas que nos presenta la His-toria Militar y que podríamos se-guir analizando. Con lo visto, basta,nos parece.

III

Examinaremos, ahora, el casocontrario, vale decir el de fuerzas•en inferioridad numérica que hantriunfado sobre un adversario máspoderoso. El lector puede encontrarvarios ejemplos de notable facturaen la obra Influencia decisiva delComandante, que corresponde al vo-lumen LV de la Biblioteca del Ofi-cial (actual Biblioteca Militar) .Empezaremos por el ya conocido ycomentado de las batallas de Tan-nenberg y de los Lagos Mazuria-TIOS . . . , enfocado, sí, desde el puntode vista germano.

En los días en que las poderosasfuerzas rusas comandadas por Gi-Uingsky avanzaban como alud incon-tenible hacia el oeste, a través de laPrusia Oriental, en agosto de 1914,se hacía cargo del mando del VIIIEjército alemán el general Hinden-burg, en su calidad de Comandanteen Jefe, y del Estado Mayor, el ge-neral Ludendorf. Se abocaron de in-mediato, ambos, a la elaboración delplan de operaciones respectivo. Esteúltimo llegó a contemplar una ope-ración en la línea interior, vale de-cir, amarre del I Ejército (Rennen-kampf), del frente norte, con unmínimo de fuerzas (2 brigadas decaballería y algunos batallones dela Guardia Nacional) y ataque conel grueso de los medios contra el II

Ejército (Samsonov), del frentesur.

El resultado fue la brillante vic-toria de Tannenberg (26 a 31 deagosto) y a ella se sumó la obtenidaen los Lagos Mazurianos (9 a 13 deseptiembre). ¡Ciento cincuenta milvencieron a cuatrocientos sesentamil! Consecuencia de la aplicaciónintegral del principio de la conduc-ción SUPERIOR EN LA OFENSI-VA por parte del binomio Hinden-burg-Ludendorf. Hicimos ya un al-cance sobre el particular, de mane-ra que no insistiremos.

Si nos trasladamos, a continua-ción, a nuestro país nos encontrare-mos con el ejemplo magnífico delasalto y toma del Morro de Arica, el7 de junio de 1880. Nos hemos per-mitido entrar en detalles que es ne-cesario considerar a fin de aquila-tar, en todo su valer, la magnitudde la hazaña.

Comandante de la agrupacióndestinada al ataque de la fortalezafue designado el ilustre coronel donPedro Lagos y la fuerza a sus órde-nes estaba integrada por 4 regimien-tos de infantería, 3 escuadrones decaballería y 4 baterías de artillería,todo lo cual hacía un total de 5.300hombres.

El enemigo, por su parte, com-prendía 1.973 hombres, distribuidosen dos agrupaciones: una en el Mo-rro, encargada de defender la bate-ría del mismo, el fuerte del Este yel fuerte Ciudadela. La otra agru-pación estaba a cargo de la defensade la playa al norte de la ciudad yen ella se encontraban las bateríasDos de Mayo, Santa Rosa y San Jo-sé. Además de los cañones de gruesocalibre que cubrían las defensas delMorro y de la playa, estaban ellasconvenientemente minadas con lascargas de dinamita respectivas.

El plan de ataque concebido porLagos era muy sencillo: un regi-miento de infantería debía apode-rarse del fuerte del Este. Otro regi-

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miento, del Ciudadela. Un tercerregimiento debía avanzar en segun-da fila, como una especie de reserva,a fin de ser empleada en ayuda decualquiera de los cuerpos adelanta-dos que lo necesitare. Capturados

los fuertes del Este y Ciudadela, di-chas unidades de primera línea de-bían esperar se reuniera a ellas eltercer regimiento, con el propósitode marchar —reunidos— al asaltode la batería del Morro.

Las otras unidades chilenas ha-brían de cumplir las siguientes mi-siones:

—la artillería cooperaría con susfuerzas desde sus posiciones enlas alturas del este;

—el Regimiento de InfanteríaLautaro avanzaría al asalto delas baterías situadas en la pla-ya norte;

—1° y 2° escuadrones de Carabi-neros de Yungay se encarga-rían de la vigilancia del sectornorte del campo de batalla, conmiras a cortar la retirada delenemigo derrotado a través delvalle del Lluta, y

—el 2° escuadrón de Cazadores acaballo habría de cumplir unamisión similar en el sector este

del campo de batalla (valle deAzapa).

El plan se cumplió tal cual habíasido concebido: el Regimiento 3° deLínea atacó el fuerte Ciudadela yel 4° de Línea el fuerte del Este. Ol-vidados, ambos, de la orden de espe-rar en dichos fuertes la llegada delBuin 1° de Línea —a fin de pasaren un solo bloque al asalto del Mo-rro—, prosiguieron su avance re-lámpago en dirección a este último.El Buin no pudo alcanzarlos; perosu llegada, algo más tarde, al obje-tivo, contribuyó en mucho a acele-rar el final victorioso.

El Regimiento Lautaro —demásestá decirlo— llevó a cabo su misióncumplidamente.

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Ahora entraremos en las intere-santes consideraciones a que hacía-mos alusión. Ellas dicen relacióncon el hecho de ser la infantería elarma única en participar en la lu-cha en el Morro y, en segundo lugar,con el balance de las fuerzas com-batientes en juego.

1.—Sólo la infantería en elrro.—Hemos visto que la cantidadglobal de las fuerzas chilenas queparticiparon en el combate de Ari-ca ascendía a 5.300 hombres, con-forme al antecedente que nos pro-porciona el coronel Wilhelm Ekdahlen el tomo II de su Historia. Pero,en verdad, ¿cuánta fue la tro-pa que atacó los fuertes de Ciu-dadela, del Este y del Morro? Fuede un total de 2.879 hombres sola-mente (Regimientos 1°, 3° y 4° deL í n e a ) . . . y ni un solo soldado más.

Examinaremos el detalle:

a) Al Regimiento Lautaro —diji-mos— le correspondió el asalto alas baterías de la playa norte.

b) No se contó con apoyo de fue-go de la artillería. Esta se encontra-ba situada en las alturas al nordes-te de Arica, a 5.000 metros de laposición peruana. Los bombardeosde la víspera habían probado quesus proyectiles no alcanzaban a daren el blanco, vale decir, en las obrasde fortificación de dicha plaza nitampoco en las baterías de la costa."A nuestro juicio —comenta elcoronel Ekdahl—, no cabe duda deque esta artillería hubiera debidoacompañar de cerca los ataques chi-lenos. No era natural asaltar unaposición como la de Arica sin laenérgica ayuda de la artillería".

c) La división naval surta en labahía tampoco participó en la lucha.Sus cañones no permitían disuararcon una elevación que permitierabatir a la batería instalada en lameseta del Morro. A ello se sumabael hecho de que el rápido avance delos Regimientos 3° y 4° de Linea im-

pedía el que los buques pudieran di-rigir sus fuegos contra la posiciónperuana. Su puesta en práctica ha-bría significado un peligroso bom-bardeo de las propias tropas.

d) La caballería —se advirtiótambién— debió cumplir la misiónde impedir, desde los valles de Llu-ta y Azapa, que el enemigo derrota-do pudiera escapar del campo de ba-talla.

Resumimos nuestro pensamientoa través de la conclusión siguiente:fue la infantería la única arma quese batió en el Morro de Arica el 7de junio de 1880.

2.—Fuerzas en presencia.— Lasfuerzas peruanas, según Ekdahl(T. II, págs. 382 y 383), se encon-traban distribuidas así:

VII División 903 infantesVIII División 588 infantesBatería del Morro 151 artillerosFuerte del Este 118 artillerosFuerte Ciudadela 101 artilleros

Total 1.861 hombres

Además, en las baterías de la pla-ya norte de la ciudad había 482 ar-tilleros.

Las fuerzas chilenas que asalta-ron el Morro fueron:

Regimiento Buin1° de Línea 885 hombres

Regimiento 3°de Línea 1.053 hombres

Regimiento 4°de Línea 941 hombres

Total 2.879 hombres

Es opinión aceptada por los co-mentaristas especializados que elcombatiente al abrigo de una posi-ción defensiva equivale a tres com-batientes que atacan a pecho descu-bierto. Hay algo más. En la obra"Los generales alemanes hablan", elcapitán Liddell Hart transcribe la

opinión sobre la materia del gene-ral Heinrici, de destacada actuaciónen la campaña de Rusia (1941-45)."A la luz de mi propia experiencia-dijo- considero que sus conclusio-nes (de L. Hart) de que el atacantenecesita de tres a uno en superiori-dad, se encuentra todavía por deba-jo de la realidad, más que sobre ella.Yo diría que para obtener el éxito elatacante necesita de seis a uno o desiete a uno en contra de una defen-sa bien organizada y que tenga queproteger un frente razonable. Hu-bo ocasiones en que mis tropas tu-vieron que luchar con números dedoce a uno y aun hasta dieciocho auno".

Diríamos, entonces, que los 1.861defensores de los fuertes del Morrohabrían equivalido a 5.583 comba-tientes, que se habrían opuesto a2.879 atacantes. Es decir, se encon-traban en condiciones relativamentefavorables para resistir la agresión,tanto más si se considera que ocu-

paban posiciones que contaban concañones de grueso calibre y que,además, todo el terreno al frente y ala subida del Morro se hallaba sem-brado de minas subterráneas quehacían explosión al ser tocadas.

Pues bien, fue tal la energía delavance de los Regimientos 1°, 3° y4° de Línea —a pesar de los obs-táculos que se oponían a su paso—que en 55 minutos (a partir de laposición de apresto) liquidaron lasituación a través de una brillantevictoria. Se cumplió, en otras pala-bras, en todas sus partes —a pesardel grave error de ubicación de laartillería— con el principio de SE-GURIDAD EN LA OFENSIVA.Estaría de sobra insistir en que enel bando nuestro actuaron un co-mandante de relevantes condicionesde conductor militar y una tropa asus órdenes de un valer combativoextraordinario.

El resultado final fue una haza-ña admirable.

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LA REPRESENTACIONDEL FISCO - EJERCITO DE CHILE

RAUL H. ROZAS AGUILERACapitán (J) Abogado

Versión del Tema desarrollado por su autor, en el seminario jurídico militar 1985,organizado por la Auditoría General del Ejército.

E L Fisco, de acuerdo a lo es-tablecido en el artículo 547del Código Civil, es una per-

sona jurídica de derecho público ynecesita para actuar en la vida ju-rídica de un representante legal,tanto del punto de vista judicialcomo extrajudicial.

En primer lugar, la representa-ción judicial del Fisco está entre-gada al Presidente del Consejo deDefensa del Estado, que en el ar-tículo 1° del decreto ley 2.573, de1979, que fijó la Ley Orgánica dedicho Consejo, establece que éstees un servicio dependiente del Mi-nisterio de Justicia, que tiene porobjeto, principalmente, la defensajudicial de los intereses del Esta-do.

En segundo lugar, la represen-tación extrajudicial del Fisco, comolo establece el artículo 24 de laConstitución Política de la Repú-blica de Chile, es decir el gobiernoy la administración del Estado, co-rresponden al Presidente de la Re-pública, quien es el Jefe del Esta-do. Su autoridad se extiende a todo

cuanto tiene por objeto la conser-vación del orden público en el inte-rior y la seguridad externa de laRepública, de acuerdo a la Consti-tución y las leyes.

Por su parte, el artículo 32 dela Carta Fundamental fija comoatribución especial del Presidentede la República, en su numeral 8,la da ejercer la potestad reglamen-taria en todas aquellas materias queno son propias del dominio legal, sinperjuicio de la facultad de dictarreglamentos, decretos o instruccio-nes que crea conveniente para laejecución de las leyes. En conse-cuencia, la representación adminis-trativa (no judicial) está entrega-da al Jefe del Estado primordial-mente, quien la ejerce mediante lapotestad reglamentaria por sí o de-legándola por decreto supremo enotra autoridad.

Representación del. Fisco-Ejércitode Chile

El Ejército de Chile forma par-te de las Fuerzas de la Defensa Na-

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cional, ya que así lo establece laConstitución Política en su artículo90, existiendo para la defensa dela patria, son esenciales para laseguridad nacional y garantizan elorden Institucional de la Repúbli-ca.

Estos conceptos son repetidos enlas normas que fijan la constitu-ción, misión, dependencia y funcio-nes de las Fuerzas Armadas, de-creto supremo secreto N° 272 de1985 (G). Se relaciona con el Go-bierno a través del Ministerio deDefensa Nacional, como serviciocentralizado o fiscal. Además delas misiones encomendadas por lapropia Constitución el Ejército deChile necesita para el cumplimien-to de sus finalidades actuar en elcampo patrimonial debidamente re-presentado. Debemos destacar quelas Fuerzas Armadas carecen depersonalidad jurídica, por lo quesu representación legal la tendrá deacuerdo a las reglas generales, esdecir, mediante autorización delPresidente de la República en ejer-cicio de la potestad reglamentaria,conferida por decreto supremo aalguna autoridad Institucional, pa-ra actos determinados y especialeso mediante las facultades que en-tregan leyes especiales a esa mis-ma autoridad.

Entre estas últimas encontramosel DFL. 1 de 1971 que confiere fa-cultades al Comandante del Co-mando de Apoyo Administrativodel Ejército para ejecutar ciertosactos o celebrar ciertos conveniosque en ese texto se señala.

También, tenemos el decreto ley1.056 que estudiaremos más ade-lante, que autoriza a los Jefes deServicio para enajenar los activosprescindibles. No podemos estimarque el Ejército es un servicio pú-blico en el sentido administrativodel término, pero para los efectosde aplicación de dicha norma legal,se asimila al Comandante en Jefe

(Vice. Cdte. en Jefe) a un Jefe deServicio.

Además, citaremos el decreto su-premo 828 de 1975 que faculta deforma permanente al Cdte. del Cdo.de Ingenieros del Ejército para queen representación del Ejército deChile autorice a suscribir por de-terminadas autoridades militarescon personas naturales o jurídicas,todo tipo de convenios relacionadoscon la explotación, administracióny mantenimiento de los predios des-tinados a la Institución.

Se trata aqui no tan sólo de re-presentación permanente del Cdte.del Cdo. referido, sino que ademásun caso de delegación de dicha fa-cultad de representación.

Por último citaremos el DL. 1.113de 1975 que también concede al Co-mandante del Cdo. de Ingenierosdel Ejército la facultad para queen representación del Fisco adquie-ran los bienes raíces para la res-pectiva Institución, además de lafacultad que les concede este cuer-po legal para delegar dicha repre-sentación en otra autoridad militarque en el mismo DL. se señalan.

BIENES DEL ESTADO

Su adquisición, administración ydisposición.

El estudio que sigue se divide entres partes fundamentales:

I. Adquisición de bienes del Es-tado, en lo que se examinarán lasdisposiciones legales que la regu-lan, de manera general, como elDL. 1.939 aplicable a toda la Ad-ministración Pública o de maneraespecial, como el DL. 1.113 que re-gula la adquisición de bienes in-muebles para las FF.AA.

I I . En la segunda parte se tra-tará de la administración de losbienes del Estado, en que tambiénse examina lo pertinente del DL.1.939 así como el DFL. que regula

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la administración de los predios fis-cales destinados al uso de las F F .AA., para finalizar con el capítu-lo.

III. En la 3a. y última parte serefiere a la enajenación de dichosinmuebles, examinándose las reglasgenerales que rigen las enajenacio-nes (DL. 1.939) y las normas es-peciales como la ley 17.174 que au-toriza al Presidente de la Repúbli-ca para enajenar viviendas, pre-dios y cuarteles de propiedad fis-cal ; el DL. 1.056 que en su título II"Enajenación de activos" cuya vi-gencia fue prorrogada indefinida-mente por la ley 18.382, trata dela enajenación de toda clase de ac-tivos de las Instituciones del sectorpúblico que no sean imprescindiblespara el cumplimiento de la Entidadrespectiva y por último el DL 2.569que faculta al Ministerio de BienesNacionales para enajenar a títulooneroso los bienes raíces de propie-dad fiscal, destinados al uso de lasInstituciones de la Defensa Nacio-nal.

I.I. Adquisición de Bienes delEstado

La adquisición de bienes del Es-tado se realiza de las siguientesmaneras: mediante compraventa,donación, expropiación y permutas.

Las facultades de adquisición debienes del Estado o fiscales que co-rresponden al Presidente de la Re-pública, las ejercerá, sin perjuiciode las excepciones legales, por in-termedio del Ministerio de BienesNacionales, debiendo este últimoformar y conservar el catastro delos bienes raíces de propiedad fis-cal y de todas las entidades del Es-tado. Para dichos fines las repar-ticiones de la Administración Pú-blica centralizadas y descentraliza-das deberán poner a disposición delreferido Ministerio los anteceden-tes e instrumentos relacionados conestos bienes, en la forma, plazos y

condiciones que señala el Regla-mento; en el caso del Ejército loanterior debe hacerse a través delMDN necesariamente como lo dis-pone la Orden Ministerial N ° 1 9de 1985.

Exenciones de impuestos y otrosderechos por actuaciones

El Fisco estará exento de todaclase de impuestos, derechos, tasas,aranceles y gravámenes, de cual-quier naturaleza que sean, en lasactuaciones derivadas de los actosy contratos que se ejecuten o ela-boren a través del Ministerio deBienes Nacionales y sus serviciosdependientes. De igual exención go-zarán respecto de tasas los documen-tos que solicite en conformidad alo anterior.

Asimismo, los Notarios, Conser-vadores, Archiveros, los Emplea-dos Públicos y, en general, todosaquellos funcionarios que puedancontribuir, en razón de sus cargos,al cumplimiento de las funcionesque correspondan al Ministerio deBienes Nacionales y a sus serviciosdependientes estarán obligados aproporcionar gratuitamente los do-cumentos y copias de instrumentospúblicos que les sean requeridos,como asimismo, a efectuar tambiéngratuitamente las inscripciones,cancelaciones y demás anotacionesque les soliciten en favor del Fis-co.

El plazo para que dichos emplea-dos cumplan con las obligacionesseñaladas será de 30 días, contadosdesde que les sean requeridos losdocumentos, informes y anteceden-tes. El incumplimiento de las obli-gaciones mencionadas será sancio-nado por la Corte de Apelacionesrespectiva cuando así procediere yen los demás casos por los JefesSuperiores del Servicio, de acuer-do a las leyes vigentes.

Es menester señalar que la exen-ción legal examinada alcanza sola-

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mente al Fisco y no podrá, quiencontrate con él, beneficiarse con laexención, así como tampoco el Fis-co podrá pactar otra forma de pa-go por los derechos y otros quesean necesarios en los actos jurí-dicos que por bienes inmuebles re-quiere contratar el mismo Fisco.

Adquisición de Bienes Raíces delEstado: Aplicable a las compra-ventas y permutas.

Legislación aplicable:

De conformidad a lo dispuesto enel artículo 26 del DL. 1.939, de1977, la adquisición del dominio debienes por el Estado se someterá alas normas del Derecho Común, alas especiales del título II del mis-mo decreto ley y a las demás quecontemplan normas específicas (v.gr. DL. 1.113), asimismo en todolo no previsto se aplicarán las dis-posiciones del Código Civil.

La compra de bienes raíces queefectúe el Fisco se realizará a tra-vés del Ministerio, previo estudiode los títulos de dominio del in-mueble y del cumplimiento de losdemás requisitos que se señalan acontinuación. Las Instituciones in-teresadas en la adquisición de uninmueble acompañarán a su solici-tud un preinforme acerca de lostítulos de dominio de la propiedady un proyecto de la escritura pú-blica que corresponda. Sin perjui-cio de lo anterior, adjuntarán losdocumentos y certificados que com-prueban la idoneidad de los respec-tivos títulos a fin que el Ministeriode Bienes Nacionales se pronuncieen definitiva.

El servicio interesado en la com-pra de un bien raíz deberá ser au-torizado previamente por el Minis-terio del cual depende y el gastoque se origine se imputará al ítemrespectivo del Presupuesto del Ser-vicio correspondiente.

La escritura de compra será re-dactada por la Dirección y suscri-ta, en representación del Fisco, porel funcionario que señale el decretorespectivo. La Dirección de Bienes,en representación del Fisco, inter-vendrá en la recepción material delinmueble adquirido en conformidada las disposiciones del DL. en co-mento, y procederá a registrarlo enel Catastro y confeccionará el in-forme del caso para su destinación.

Corresponde al Ministerio de Bie-nes Nacionales la formación del re-ferido catastro de bienes de propie-dad fiscal y de todas las entidadesdel Estado, debiendo las reparticio-nes de la Administración Públicacentralizadas y descentralizadasponer a disposición del mismo Mi-nisterio los antecedentes e instru-mentos relacionados con dichosbienes, en la forma, plazos y con-diciones que señala el reglamento.

La Dirección de Bienes Naciona-les deberá registrar los decretos yresoluciones en los cuales se auto-rice a adquirir bienes raíces parael Estado, se ordene el pago de laadquisición, y los decretos y resolu-ciones citados contendrán la frase"Regístrese en la Dirección de Bie-nes Nacionales".

Si la Contrataría General de laRepública reparara por cualquiermotivo alguno de estos decretos oresoluciones ya registrados, los de-volverá a dicha Dirección para losefectos de anular el registro.

Los Bienes Raíces que pertenez-can al Estado conforme a lo dis-puesto en el artículo 590 del CódigoCivil, podrán ser administrados ytransferidos en conformidad a laley. Estos bienes serán inscritos enel respectivo registro de propiedaddel Conservador de Bienes Raíces,de acuerdo a lo establecido en elart. 58 del Reglamento del RegistroConservatorio de Bs. Rs.

Las transferencias de dominio deterrenos fiscales situados en las zo-nas urbanas o suburbanas deberán

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referirse a un plano de loteamientoaprobado previamente por la Mu-nicipalidad respectiva. No se apli-cará esta disposición a las enaje-naciones de sitios fiscales que noprovengan de un loteo o divisiónde otro inmueble fiscal.

2. Bienes inmuebles deadquisición restringidao prohibida

Las tierras fiscales ubicadashasta una distancia de 10 Kms.,medidas desde la frontera, sólo po-drán ser obtenidas en propiedad,arrendamiento o a cualquier otrotítulo, por personas naturales o ju-rídicas chilenas.

Igual disposición se aplica a lastierras fiscales situadas hasta 5 ki-lómetros de la costa, medidos desdela línea de la más alta marea. Eneste último caso, podrán sin embar-go, concederse estos beneficios aextranjeros domiciliados en Chile,previo informe favorable de la SubSecretaría de Marina del MDN.

Con todo no podrán enajenarsea ningún título los terrenos de pla-yas fiscales dentro de una faja de80 metros de ancho medidas desdela línea de más alta marea de lacosta del litoral, los cuales seránsusceptibles de actos de adminis-tración por parte de la Subsecreta-ría da Marina del Ministerio de De-fensa Nacional.

Cabe tener presente que la fis-calización y supervigilancia queejerce el MDN a través de la Sub-secretaría de Marina se funda enlo dispuesto en el DFL. 340, de 1960sobre concesiones marítimas, queseñala a este organismo como téc-nico en el control, supervigilanciay fiscalización de toda la costa ymar territorial de la República yde los ríos y lagos navegables porbuques de más de 100 toneladas,siendo facultad privativa del Mi-nisterio y Subsecretaría ya indica-dos conceder el uso particular en

cualquier forma, de las playas yterrenos de playas fiscales dentrode una faja de 80 metros de anchomedidas desde la línea de más altamarea de la costa del litoral, comolo señalan los artículos 1° y 2° delcitado cuerpo legal.

Las concesiones marítimas, co-mo lo expresa su artículo 3°, son lasque se otorgan sobre los bienes na-cionales de uso público o bienes fis-cales cuyo control, fiscalización ysupervigilancia corresponden al Mi-nisterio y Subsecretaría referidos,cualquiera sea el uso a que se des-tine la concesión y el lugar en quese encuentren ubicados los bienes.

Sin embargo, a este último res-pecto cabe consignar que el artícu-lo 13 del mencionado DFL. disponeque las prescripciones de dichocuerpo legal no regirán para losbienes situados en las Provincias deAisén y Magallanes.

El concepto "terreno de playa"se encuentra definido en el número34 del artículo 1° del D/S. 223, de1968, de la Sub Secretaría de Ma-rina, que aprobó el reglamento deltantas veces citado DFL. 340. Deacuerdo con dicha definición el te-rreno de playa es la faja de terre-no de propiedad del Fisco hasta 80mts. de ancho, medidos desde lalínea de la playa de la costa de!litoral y desde la ribera de los ríoso lagos. Como podemos advertir elterreno de playa sólo se refiere alos terrenos de propiedad fiscal yno a los que pertenezcan a particu-lares.

Cabe consignar aquí lo dispues-to en el artículo 96 del DL. 1.939que dispone que los terrenos fisca-les adquiridos gratuitamente nopodrán ser enajenados ni gravadosmientras no haya transcurrido elplazo de 5 años, contados desde lareinscripción de dominio en el Con-servador de Bienes Raíces. Ello, sinperjuicio de la facultad que el mismoprecepto otorga a la Administra-ción para autorizar, por razones

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fundadas, la enajenación antes detranscurrido el referido plazo.

Zonas Fronterizas

El artículo 7° del DL. 1.939 dis-pone que por razones de interésnacional se prohibe adquirir el do-minio y otros derechos reales oejercer la posesión o tenencia debienes raíces situados total o par-cialmente en las zonas del territo-rio nacional, actualmente declara-das fronterizas en virtud del DFL.N° 4, del Ministerio de RR.EE., alos nacionales de países limítrofesen donde se contemplen prohibicio-nes, restricciones o limitaciones si-milares para los chilenos.

Esta prohibición se extenderá alas sociedades o personas jurídicascon sede principal en el país limí-trofe, o cuyo capital pertenezca enun 20% o más de nacionales delmismo país o cuyo control efectivose encuentre en manos de naciona-les de esos países.

Los Notarios y Conservadoresde Bienes Raíces serán responsa-bles del fiel cumplimiento de estasdisposiciones en los actos que ellosautoricen o ejecuten, debiendo losNotarios exigir una declaración es-crita bajo fe de juramento de sunacionalidad y lugar de nacimien-to de los comparecientes.

En caso de incumplimiento delos Notarios y Conservadores de laexigencia mencionada serán san-cionados en la forma establecida enel artículo 440 del COT. y con lapérdida del empleo en casos de re-incidencia.

Asimismo, el que valiéndose dedocumentos falsos, simulación decontrato o cualquier otro engañosemejante transgrediera la prohi-bición señalada en el artículo 7°del DL. 1.939 ya comentada, serácastigado con la pena de extraña-miento menor en su grado mínimoa medio.

No obstante lo anteriormente se-ñalado, los extranjeros podrán ad-quirir por sucesión por causa demuerte los terrenos ubicados en zo-nas fronterizas para el solo efectode enajenar el respectivo inmue-ble, dentro del plazo. de un añocontado desde la muerte del cau-sante. Vencido este plazo sin quela enajenación se hubiese efectua-do, el inmueble se entenderá decla-rado de utilidad pública y autori-zado el Presidente de la Repúblicapara expropiarlo en beneficio fis-cal, de acuerdo con las normas co-rrespondientes.

3. Donaciones.

El artículo 36 del D.L. 1.939, de1977 autoriza a las Municipalida-des, a las Instituciones y Empre-sas del Estado y, en general, a to-das las personas jurídicas en queel Estado tenga aporte de capital,participación o representación, pa-ra donar toda clase de bienes alFisco.

Las donaciones hechas al Fiscopor cualquier Institución o perso-na será aceptada mediante unaResolución de la Dirección sujetaa toma de razón, sin perjuicio delo dispuesto en leyes especiales. Es-tas donaciones estarán exentas detoda clase de impuestos y no re-querirán del trámite de la insinua-ción.

Tratándose de bienes raíces, co-rresponderá a la Dirección estudiary calificar los títulos de dominiodel donante y redactar la escriturapública de donación que será sus-crita, en representación del Fisco,por el Director o por el funcionarioque éste designe.

Las donaciones que se hagan alFisco deberán ser puras y simples.Sin embargo, podrán aceptarse endeterminados casos donaciones mo-dales, siempre que la modalidadconsista en aplicar el bien a la sa-

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tisfacción de una necesidad públi-ca determinada.

Las personas que ofrezcan donarbienes raíces al Fisco sólo deberánacompañar los títulos que obren ensu poder o, en su defecto, indica-rán la inscripción de dominio delinmueble. Corresponderá a la Di-rección solicitar copias de las ins-cripciones y demás documentos quese requieran para el estudio de lostítulos.

Si el donante se desistiera o nodiera curso a la oferta formulada,deberá pagar los gastos en que sehubiera incurrido, los que serándeterminados privativamente porla Dirección. Esta liquidación seentenderá aprobada si no se obje-tare dentro del plazo de cinco díasde su notificación y constituirá tí-tulo ejecutivo de aquellos a que serefiere el N° 1 del artículo 434 delCPC.

Sólo una vez que se hubierencancelado los gastos a que se refie-re el párrafo precedente, la Direc-ción devolverá la documentaciónacompañada.

Si a juicio de la Dirección, lostítulos de dominio del inmueble quese ofrece donar al Fisco no estuvie-ren lo suficientemente completos,la regularización o el saneamientode ellos se efectuará en conformi-dad al procedimiento establecidoen el DFL. N° 6 de 1968, y se lle-vará a cabo por el Depto. de Títu-los, a petición de la propia Direc-ción.

El titular del derecho de domi-nio o de otros derechos sobre elinmueble donado sólo podrá accio-nar en contra del donante, con elobjeto de que éste indemnice en laparte correspondiente a su dere-cho. En ningún caso podrá el do-nante ejercer acción en contra delFisco como consecuencia de lasprestaciones a que se pueda serobligado.

Autorización del Vice Comandanteen Jefe

Es esencial la autorización delSr. Vice Cdte. en Jefe del Ejérci-to, previo estudio por el Coman-dante de Ingenieros, para gestio-nar una aceptación de una dona-ción que se haga al Fisco Ejércitode Chile.

4. Expropiaciones.

A. Reglas Generales.B. Procedimiento.

A. Reglas Generales. (Ley Gene-ral) .

El inciso 3° del N° 24 del art. 19de la CP. establece que nadie pue-de ser privado de su propiedad, delbien sobre que recae o de algunosatributos esenciales del dominio, si-no en virtud de una ley general oespecial que autorice la expropia-ción por causa de utilidad públicao de interés nacional calificada porel legislador.

El artículo 41 del DL. 1.939, de1977 declara de utilidad pública yautoriza al Presidente para expro-piar, a través del Ministerio deBienes Nacionales, los inmueblessituados dentro del radio urbanode las ciudades o pueblos que, porsu ubicación, cabida y deslindessean indispensables para la insta-lación y funcionamiento de orga-nismos estatales, y de la Adminis-tración Civil.

La facultad contenida en la dis-posición recién citada sólo puedeejercerse en los casos de impres-cindible necesidad, y mediante D.S.fundado, el que expresará conexactitud las razones que justifi-quen la expropiación. Esta se so-meterá a las disposiciones consti-tucionales y legales pertinentes.

Tenemos entonces que para pro-ceder a la expropiación mediante

las normas contenidas en el D.L.1.939, deben cumplirse los siguien-tes requisitos:-

—que exista imprescindible necesi-dad;

—decreto supremo fundado (se ex-presarán las razones exactas quejustifiquen la expropiación); y

—la expropiación se deberá ajus-tar a la Constitución y la ley.

B. Procedimiento.

El procedimiento expropiatorioestá contenido en el DL. 2.186, de1978, aplicado a las expropiacionescualquiera que sea la ley que la au-torice o a la Institución que la de-crete. En consecuencia, se aplicaeste procedimiento a las expropia-ciones derivadas de la aplicación delas leyes 7.144 y 7.200.

* Actos preparatorios y determi~nación provisional de la indem-nización.

La entidad autorizada para ex-propiar ya sea por ley general oespecial, podrá ordenar el estudiode la expropiación de un bien de-terminado, debiendo publicarse unextracto en el Diario Oficial, de laResolución que ordene el estudio dela expropiación. Si se trata de ex-propiación de bienes raíces inscri-tos en el Conservador de BienesRaíces o en el de Minas, dicha re-solución deberá además anotarseal margen de la inscripción de do-minio o de la que haga sus vecese inscribirse en el Registro de In-terdicciones y prohibiciones deenajenar, mediante la sola presen-tación de una copia autorizada dela misma.

Estas inscripciones se hacen porvía de publicidad y de solemnidad,ya que como señala el art. 2° delDL. en estudio, sin cumplir esosrequisitos no producirá efectosrespecto de terceros.

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Cumplidos estos trámites el biencuya expropiación se encuentre enestudio, se hará incomerciable y,en consecuencia, no podrá ser ob-jeto de acto o contrato alguno queimporte enajenación o gravamendel mismo, que afecte o limite sudominio, posesión o tenencia, o quedificulte o impida su toma de po-sesión material, ni aun de ventaforzada en pública subasta auncuando el juez lo autorice, excep-cionándose de esta manera a lodispuesto en el artículo 1.464, N° 3del Código Civil.

Sanción: Imposibilidad y Nulidad(art. 10 C.C.).

Los actos o contratos celebradosen contravención a esta norma se-rán nulos y no podrán ser invoca-dos en contra del expropiante, bajoningún pretexto o circunstancia. Siel bien fuere enajenado total o par-cialmente los trámites de la expro-piación se continuarán contra elpropietario, como si no lo hubiereenajenado.

Vigencia de la resolución que orde-na el estudio de la expropiación.

Los efectos de esta resoluciónexpirarán ipso jure para el nona-gésimo día después de publicada enel Diario Oficial, debiendo, por tan-to, el Conservador respectivo can-celar todas las inscripciones quepor la dictación de dicha resoluciónse hubieren inscrito.

Expirados de esta forma losefectos de la resolución que ordenael estudio de la expropiación, laentidad expropiante no podrá re-novar la resolución en estudio res-pecto del mismo bien, sino despuésde transcurridos tres años desdeque cesaron los efectos referidos;pero podrá en cualquier tiempo ex-propiar sin la dictación previa dela resolución mencionada.

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Monto provisional de la indemniza-ción.

Todo procedimiento expropiato-rio se iniciará o continuará, segúncorresponda, con el nombramientode una comisión de tres miembrosencargados de determinar el mon-to provisional de la indemnización.La entidad expropiante designaráa los miembros de esta comisión deentre los técnicos de especialidadesque figuren en una lista de peritosaprobada por el Presidente de laRepública, por decreto del M. deHacienda, para una región o agru-pación de regiones, en la que nopodrán figurar profesionales per-tenecientes a la entidad expropian-te.

Además, en dicha Comisión nopodrá integrarse con más de unmiembro que pertenezca a la Ad-ministración centralizada o des-centralizada del Estado.

Si no hay acuerdo sobre el montoprovisional de la indemnización.

Si no se produce la mayoría devotos requerida para este efecto, elmonto provisional será determina-do por el promedio que resulte dela estimación de las cifras entre-gadas por cada uno de los peritosindividualmente considerados.

El monto provisional de la in-demnización a la fecha de la ex-propiación será, para todos losefectos legales, el que determine lacomisión constituida para ese efec-to.

* Del acto expropiatorio y susefectos inmediatos.

El Presidente de la Repúblicadispondrá la expropiación por de-creto supremo. Cuando correspon-da a alguna entidad desconcentra-da o descentralizada, se hará me-diante resolución de éste, previoacuerdo adoptado en conformidad

a las normas legales por las que serije.

Para todos los efectos legales, taldecreto supremo o resolución cons-tituirá el "acto expropiatorio", elque contendrá la fecha, individua-lización d objeto que se expropiacon su rol de avalúo si lo tuviere,el nombre del o los propietarios, elmonto provisional de la indemniza-ción, con señalamiento de la comi-sión que lo fijó y la fecha de suinforme, y la forma y plazos de pa-go de la indemnización que co-rresponde conforme a la ley.

Publicación en extracto del actoexpropiatorio

Dentro de los noventa días si-guientes a la fecha del acto expro-piatorio, éste se publicará en ex-tracto, el que contendrá los mismosdatos de dicho acto, por una solavez en el Diario Oficial en los díasprimero y quince del mes, salvoque fuere feriado, en cuyo caso sepublicará al día siguiente hábil.También se publicará por una solavez en un diario o periódico de laprovincia en que esté ubicado elbien expropiado o la parte afectaa la expropiación o, en caso de queno lo hubiere o el bien estuvieraubicado en más de una provincia,en un diario o periódico de la ca-pital de la región correspondiente.

Además, copia del extracto seenviará a Carabineros de Chile pa-ra que, por intermedio de su Uni-dad local respectiva, lo entregue ala persona que ocupe o detente elbien expropiado dentro de los no-venta días siguientes a la fecha delacto expropiatorio.

Si se tratare de bienes sujetos acualquier régimen o sistema deinscripción conservatoria, el actoexpropiatorio deberá inscribirse enlos registros de dominio, y de in-terdicciones y prohibiciones paraque produzca efectos respecto deterceros.

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Reclamo del expropiado.

Dentro del plazo de 30 días, con-tados desde la publicación en elDiario Oficial del acto expropiato-rio, el expropiado podrá reclamarante el Juez competente para soli-citar:

a) que se deje sin efecto la expro-piación por ser improcedenteen razón de la inexpropiabili-dad, aun temporal, del bienafectado, o fundado en la faltade ley que lo autorice o en la noconcurrencia de la causal legalinvocada en el acto expropiato-rio;

b) que se disponga la expropia-ción total del bien parcialmenteexpropiado cuando la parte noafectada del mismo carecierepor sí sola de significación eco-nómica o se hiciere difíciles oprácticamente imposible su ex-plotación o aprovechamiento;

c) que se disponga la expropiaciónde otra porción del bien par-cialmente expropiado, debida-mente individualizada, cuandoéste, por efecto de la expropia-ción se encontrare en alguna delas circunstancias antes señala-das; y

d) que se modifique el acto expro-piatorio cuando no se conformaa la ley en lo relativo a la for-ma y condiciones de pago de laindemnización.

Si por resolución judicial se die-ra lugar a las reclamaciones seña-ladas con excepción de la que sefunde en la inexpropiabilidad delbien o en la falta de ley que la au-torice o en la no concurrencia dela causal legal invocada en el actoexpropiatorio, la entidad expro-piante dictará el acto exprppiato-rio adicional o modificatorio que

señale el Tribunal, dentro del pla-zo de noventa días contados desdeque esa resolución quede ejecuto-riada y, si no lo hiciere, caducaráel acto expropiatorio reclamado.

* Fijación definitiva de la indem-nización.

El expropiante y el expropiadopodrán convenir el monto de la in-demnización, su forma y plazo depago, incluso la dación en pago debienes determinados, y el acuerdoprevalecerá sobre cualquier otroprocedimiento destinado a fijar laindemnización definitiva.

Este acuerdo deberá constar enescritura pública firmada por laentidad expropiante y el propieta-rio del bien expropiado, en la queconste que éste se allana a la ex-propiación y a la entrega material,el monto de la indemnización quese ha convenido y la forma en queella será pagada. En todo caso, enla escritura pública de acuerdo de-berá insertarse íntegramente el ac-to expropiatorio, con mención dela fecha y número del Diario Ofi-cial en que fue publicado su extrac-to y la individualización del bienexpropiado.

Tratándose de bienes raíces ins-critos u otros bienes cuyo dominioo posesión consta en registros pú-blicos, deberá también insertarseen la escritura de acuerdo, copia dela inscripción de dominio, con cer-tificado de vigencia a nombre delpropietario expropiado y copia deun certificado de hipotecas y gra-vámenes, prohibiciones y litigiospendientes.

* Del pago de la indemnización.

Si se hubiere producido acuerdoentre expropiante y expropiado, elpago de la indemnización se harádirectamente a éste cuando en lainscripción del bien expropiado nohubiere constancia de gravámenes

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o prohibiciones que afecten al bienexpropiado, salvo servidumbres le-gales.

También se pagará directamenteal expropiado el monto provisionalde la indemnización cuando aquélmediante escritura pública se alla-nare a la expropiación y a la entre-ga material del bien expropiado yse reservare su derecho para recla-mar el monto de la indemnización.

El pago se hará en conformidadal acuerdo, entregándose al expro-piado, o por cuenta de éste, aquien corresponda, el total o la cuo-ta al contado de la indemnizaciónconvenida y los pagarés que repre-senten la parte a plazo.

Si no se produjere acuerdo, laindemnización se pagará en la for-ma señalada en la ley que autorizóla expropiación. Si dicha ley no se-ñala que deba pagarse a plazo, seentenderá que ella debe pagarse decontado y en dinero efectivo.

Si la ley aplicable indica el pa-go a plazo, pero no establece la du-ración de éste, se entenderá, a fal-ta de acuerdo, que el plazo es de 5años y en tal caso, se pagará encuotas iguales, una de las cualesserá de contado y el saldo en anua-lidades a partir del acto expropia-torio.

A falta de acuerdo entre expro-piante y expropiado, la indemniza-ción provisional a la parte de éstaque debe pagarse al contado, seráconsignada a la orden del tribunalde Mayor Cuantía de la ubicacióndel bien expropiado mediante el de-pósito en su cuenta corriente ban-caria.

Normas presupuestarias

La ley de presupuesto consultaráanualmente un ítem excedible pa-ra los pagos de las indemnizacio-nes por las expropiaciones que de-ban hacerse con cargo al presu-puesto fiscal.

Efectos del pago al expropiado.

Pagada al expropiado o consig-nada a la orden del Tribunal el to-tal o la cuota de contado de la in-demnización convenida o de la pro-visional, si no hubiere acuerdo, eldominio del bien expropiado que-dará radicado de pleno derecho, atítulo originario en el patrimoniodel expropiante y nadie tendrá ac-ción o derecho respecto del domi-nio, posesión o tenencia del bienexpropiado por causa existente conanterioridad.

En la misma oportunidad se ex-tinguirá, por el solo ministerio dela ley, el dominio del expropiadosobre el bien objeto de la expropia-ción o sobre la parte del bien com-prendida en ella, así como los de-rechos reales, con excepción de lasservidumbres legales, que lo afec-ten o limiten.

El Conservador respectivo can-celará de oficio las inscripcionesvigentes de los derechos extingui-dos, al momento de inscribir la co-sa expropiada a nombre del expro-piante.

* Toma de posesión material delbien expropiado.

Si existiere acuerdo entre expro-piante y expropiado, éste entregaráa la entidad expropiante la pose-sión material del bien expropiadoen la forma convenida. Si conveni-da una época para la toma de po-sí.sión material, hubiere oposición,ya sea del expropiado o de terceros,la entidad expropiante solicitará elauxilio de la fuerza pública direc-tamente al Tribunal competente, elque deberá concederla sin más trá-mite.

A falta de acuerdo o en caso quela indemnización fuera consignadaen el Tribunal, el expropiante po-drá pedir al juez autorización paratomar posesión material del bienexpropiado.

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La entidad expropiante deberáinstar judicialmente por la tomade posesión material del bien ex-propiado dentro del plazo de sesen-ta días, contados desde la publica-ción del acto expropiatorio en elDiario Oficial, y, si así no lo hicie-re, el expropiado podrá pedir alTribunal que declare que el actoexpropiatorio ha quedado sin efec-to.

Para proceder a la toma de po-sesión material de todo o parte delbien expropiado, según correspon-de, el juez ordenará, a petición dela entidad expropiante, el auxiliode la Fuerza Pública con faculta-des de allanamiento y descerraja-miento.

* Desistimiento y cesación de losefectos de la expropiación.

La entidad expropiante podrádesistirse de la expropiación pordecisión unilateral adoptada en elmismo órgano y de igual modo queel acto expropiatorio, en cualquiermomento, hasta el trigésimo díasiguiente a la fecha de la sentenciaejecutoriada que fije el monto defi-nitivo de la indemnización.

El acto expropiatorio será deja-do sin efecto en los siguientes ca-sos;

a) cuando su extracto no sea pu-blicado en el plazo previsto enel art. 7° del DL. 2.186, y

b) cuando de acuerdo con lo dis-puesto en el art. 9°, declaradopor el juez el derecho a la ex-propiación total del bien par-cialmente expropiado, o el de-recho a que se extienda la ex-propiación en otras porcionesdel mismo bien, o la necesidadde modificar la forma y condi-ciones del pago no ajustados ala ley, no se adopte el acto ex-propiatorio adicional o modifi-catorio dentro del plazo de 90

días, contados desde que el fa-llo quede ejecutoriado.

Para todos los efectos legales, laexpropiación desistida o dejada sinefecto, se tendrá por no verificaday se cancelarán las inscripcionesdel acto expropiatorio y demás ins-cripciones, subinscripciones y ano-taciones practicadas.

El bien cuya expropiación hayasido desistida o dejada sin efectopor cualquiera de los modos estu-diados, no podrá ser expropiadopor la misma entidad dentro delaño siguiente a la fecha en que laexpropiación quedó desistida o de-jada sin efecto.

El expropiado tendrá siemprederecho a la reparación total deldaño que se le haya causado con laexpropiación desistida o dejada sinefecto, mediante el pago, en dineroy de contado, de la indemnizaciónque ajustare con la entidad expro-piante o, en subsidio, de lo que de-termine el juez competente.

Será juez competente para cono-cer de todos los asuntos relaciona-dos con la expropiación, el JuezLetrado de Mayor Cuantía dentrode cuya jurisdicción se encontrareel bien expropiado. Si el bien estu-viere ubicado en el territorio ju-risdiccional de más de un juez, se-rá competente cualquiera de ellos.

Normas especiales referidas a laadquisición de bienes del Estado

Decreto Ley 1.113, de 1975 que fijanormas para la adquisición de bie-nes raíces para las Fuerzas Arma-das.

Representación del Fisco.

Los Comandantes de Infraes-tructura (hoy Cdo. Ing.) del Ejér-cito, del Servicio de Obras y Cons-trucción de la Armada, del Coman-do Logístico de la Fuerza Aérea deChile, de la Dirección de Logística

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de Carabineros de Chile y de la Je-fatura Logística de la DirecciónGeneral de la Policía de Investiga-ciones, tendrán la representacióndel Fisco, para adquirir los bienesraíces para sus respectivas Institu-ciones y estarán facultados paradelegar esa representación en elJefe de la Alta Repartición, Co-mando, Unidad Operativa, Zona oUnidad independiente, dentro decuya jurisdicción se encuentre elinmueble objeto de la adquisición.La delegación deberá hacerse porescritura pública, en la que se in-dividualizará el bien raíz cuya ad-quisición se hace, el precio y suforma de pago —sirviendo sólo lacompraventa de título para dichaadquisición—. Esta representaciónque la ley otorga al citado Coman-dante es suficiente para la adqui-sición, no necesitándose decreto su-premo, como lo manifiesta la Con-traloría General en el dictamen024101 de 1984.

En uso de esta representaciónque se otorga o con el solo méritodel instrumento delegatorio, los Co-mandantes respectivos, o los Ofi-ciales a quienes se ha delegado larepresentación, procederán a fir-mar las escrituras públicas de com-praventa ante el Notario y a pagarel precio en su oportunidad.

Sin perjuicio de lo anterior, seprocederá a la publicación en ex-tracto de la escritura de compra-venta en el Boletín Oficial de la co-rrespondiente Institución de la De-fensa Nacional y se registrará enel Departamento respectivo de laDirección de Bienes Nacionales.

La delegación antedicha deberáhacerse por escritura pública, de-biendo contener a lo menos las si-guientes menciones:

—individualización del delegata-rio;

—individualización del inmueble;—precio y su forma de pago.

El Comandante u Oficial enquien se haya delegado la repre-sentación hará constar la persone-ría con que actúa, en la escriturade compraventa definitiva. Al tér-mino de la gestión el delegatariodeberá rendir cuenta documentadaa su mandante al término de su co-metido.

* Estudio de títulos.

Corresponderá al Auditor o Abo-gado de la Repartición o Unidadinteresada en la adquisición del in-mueble, estudiar sus títulos e in-formar de ellos al Comando res-pectivo. En caso que el Abogado oAuditor respectivo lo estime nece-sario podrá recabar el estudio delos títulos o su revisión, al Consejode Defensa del Estado.

El informe de títulos deberá con-tener, a lo menos, una relación detodos los actos jurídicos que se re-fieran a la propiedad en los últi-mos 30 años, con sus respectivasinscripciones y anotaciones corres-pondientes, a menos que las accio-nes o derechos que de ellos emanense encuentren extinguidos por laprescripción, tales como contratos,posesiones efectivas, adquisiciones,aportes y gravámenes, constituti-vos sobre el inmueble.

Con el informe deberán acompa-ñarse copias y certificados perti-nentes, especialmente copias delplano del inmueble ,del título y cer-tificado de inscripción de dominio,de hipotecas y gravámenes, de in-terdicciones y prohibiciones, liti-gios pendientes y de inexpropiabi-lidad.

II. Administración de Bienes delEstado.

De acuerdo a lo dispuesto en elartículo 55 del DL. 1.939, en rela-ción con su administración, los bie-nes del Estado podrán ser objeto

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de destinaciones, concesiones deuso, afectaciones y arrendamien-tos.

De las destinaciones.

Mediante la destinación se asig-na, a través del Ministerio de Bie-nes Nacionales, uno o más bienesdel Estado a la Institución que lossolicita, con el objeto que los em-plee en el cumplimiento de sus fi-nes propios.

Las destinaciones sólo se dispon-drán en favor de los servicios y en-tidades que conforman la Admi-nistración del Estado, el Poder Ju-dicial, los servicios dependientesdel Congreso Nacional y la Con-traloría General de la República.

Los bienes del Estado que hubie-sen sido destinados en conformidadal DL. 1.939, de 1977, deberán serempleados en el objeto para el cualse solicitaron. Ninguna entidad po-drá tener en su poder estas propie-dades fiscales sin utilizarlas. Eneste caso deberán ponerlas a dispo-sición de la Dirección de BienesNacionales, para su debida admi-nistración. Dicha Dirección debe-rá, asimismo, fiscalizar el debidouso y empleo que se dé a estos bie-nes fiscales, correspondiéndole pro-poner la terminación de estas des-tinaciones toda vez que las circuns-tancias así lo aconsejen.

Los gastos que se originaren porreparaciones, conservación, ejecu-ción de las obras y pago de los ser-vicios de agua potable, pavimenta-ción y demás a que estén afectoslos bienes raíces fiscales, serán decargo exclusivo de los servicios fis-cales a que dichos inmuebles esténdestinados.

En caso de que las propiedadesno estén destinadas a un serviciodeterminado, los gastos menciona-dos serán satisfechos con los fon-dos que se consulten para este ob-jeto en el presupuesto del Minis-terio.

Cambio de destino (regla general).

La ley 17.174 faculta al Presi-dente de la República para que,previa proposición de los Coman-dantes en Jefe del Ejército, Arma-da y Fuerza Aérea, en sus casos,autorice el cambio de destinaciónde los predios, viviendas y cuarte-les de propiedad fiscal, afectas alservicio de dichas Instituciones,que queden fuera del uso a que es-taban destinados, El cambio dedestinación podrá hacerlo a cual-quier otro Ministerio o servicio fis-cal, siempre que sean susceptiblesde ser usados para el objeto quedeterminó la creación del respecti-vo Ministerio o servicio.

En estos casos el decreto supre-mo que se dicte, ordenará que seconsulte el valor del predio o pre-dios en el Presupuesto correspon-diente como aporte fiscal, en lacuenta especial abierta en la Teso-rería General a nombre del Ejér-cito, Armada o Fuerza Aérea.

Concesiones de uso.

De conformidad a lo dispuesto enel artículo 57 del DL. 1939 de 1977,la concesión de uso es el otorga-miento de un derecho especial deuso, temporal y precario sobre unbien fiscal, con un fin preestable-cido y en las condiciones que en ca-da caso se determinen.

En favor de quién se disponen.

De acuerdo al artículo 57, inc. 2°del DL. 1.939 las concesiones deuso sólo podrán efectuarse en fa-vor de las Municipalidades, seryi-cios municipales, empresas, socie-dades o instituciones del Estadoque tengan patrimonio distinto delFisco, y empresas, entidades públi-cas o privadas, en que el Estadotenga aporte de capital, participa-ción o representación. Tambiénpueden efectuarse en favor de las

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personas jurídicas de derecho pú-blico o privado, siempre que éstosúltimos no persigan fines de lucro.

Las referidas concesiones seefectúan a título oneroso y sólo encasos excepcionales y por razonesfundadas se podrán conceder enforma gratuita.

Plazo y demás condiciones

El Ministerio de Bienes Nacio-nales, a través de la Dirección deBienes Nacionales, determinará lasmodalidades y condiciones de lasconcesiones de uso de bienes delEstado, no pudiendo éstas otorgar-se por un plazo superior a 5 años,los que pueden prorrogarse por pe-ríodos iguales y sucesivos, siempreque se mantengan las razones quelos justifiquen.

Mejoras en los Bienes objeto de laconcesión.

Tratándose de bienes raíces, lasinstituciones beneficiarías de estasconcesiones podrán construir o rea-lizar en ellas las inversiones quesean necesarias, aún en los casos enque las leyes y reglamentos exijancomo requisito para estas operacio-nes que se acredite el dominio delos terrenos.

Salvo acuerdo en contrario, alterminar la concesión por cual-quier causa, las mejoras quedarána beneficio fiscal, excepto aquellasque puedan retirarse sin detrimen-to del inmueble.

Caducidad de la concesión.

Las concesiones de uso podrándejarse sin efecto administrativa-mente y en forma total o parcial sila entidad beneficiaría no cumplie-re con las obligaciones que le hu-bieren fijado, o empleare el bienen un destino diferente.

Para declarar la caducidad bas-tará la certificación del incumpli-

miento o infracción, emitida por laDirección de Bienes Nacionales,previa audiencia del concesionarioo del afectado.

Sin perjuicio de lo señalado an-teriormente podrá ponerse térmi-no a las concesiones cuando así lorequiera el interés del Estado. De-berá dejarse constancia en el actoconstitutivo de la concesión tantode la caducidad por incumplimien-to de las obligaciones del concesio-nario, como de la caducidad en ra-zón del interés del Estado.

La resolución por la que declarala caducidad o se revoque la conce-sión, deberá ser notificada judicial-mente a la entidad beneficiaría afin de que, dentro del plazo que di-cha resolución señale y que no po-drá ser inferior a 30 días, contadodesde dicha notificación, proceda arestituir los bienes, objeto de laconcesión. Si vencido ese plazo nose hubiere efectuado la restitución,se procederá a ello en conformidada lo dispuesto en el artículo 595 delC . P . C .

Pago de derechos

Los concesionarios de bienes delEstado pagarán por períodos anti-cipados, como mínimo, un derechocorrespondiente a un 8% del ava-lúo fiscal del inmueble. En casoscalificados y por decreto supremofundado, podrá pactarse una rentainferior, o una forma distinta decalcular que no sea el avalúo fis-cal.

Transferencias de los bienes obje-tos de la concesión.

Las cesiones, arriendos o traspa-sos a cualquier título de los bienesmaterial de la concesión, no ten-drán valor alguno si no han sidopreviamente autorizados por la Di-rección de Bienes Nacionales. Lainfracción será causal suficientepara poner término de inmediato ala respectiva concesión.

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Gastos que originan la concesión.

Los gastos que se originan porreparación, conservación, ejecu-ción de las obras y pago de los ser-vicios de agua potable, pavimenta-ción y demás a que estén afectoslos bienes raíces fiscales, serán decargo exclusivo de los servicios aque dichos inmuebles estén conce-didos en uso.

Afectaciones de bienes raícesfiscales

Conforme a lo dispuesto en elartículo 64 del DL. 1.939 por D.S.dictado a través del Ministerio deBienes Nacionales podrán afectar-se bienes inmuebles fiscales al usopúblico.

Asimismo, por razones fundadaspodrán desafectarse de su calidadde uso público determinados in-muebles. En estos casos, el decretodeberá ser firmado, además, por elMinistro de la Vivienda y Urbanis-mo o por el Ministro de OO.PP.según corresponda.

Los terrenos desafectados, enconformidad a lo señalado ante-riormente, así como los que perdie-ren la calidad de bienes nacionalesde uso público con motivo de laaprobación o modificación de unplano regulador, se sujetarán, encuanto a su administración y dis-posición, a las normas del DL.1.939, de 1977.

De los arrendamientos.

Resolución o Decreto que lo dispo-ne;

El uso y goce de bienes del Es-tado sólo se concederá a particula-res mediante los respectivos con-tratos de arrendamiento, salvo lasexcepciones legales. Estos contra-tos se regirán especialmente por lodispuesto en el DL. 1.939 de 1977.

La resolución o deéreto que dis-ponga el arrendamiento contendrá

las cláusulas del contrato, el que seperfeccionará por el solo hecho detranscurrir 15 días de su notifica-ción al arrendatario sin que éstehaya formulado reparos. En casoscalificados y siempre que las cir-cunstancias lo aconsejen, el decre-to o resolución dispondrá la sus-cripción de un instrumento separa-do que contendrá las cláusulas delcontrato.

En estos contratos se entenderáimplícitamente reconocida por elarrendatario la facultad del arren-dador de poner término anticipadoal contrato en la forma, en los ca-sos y demás circunstancias estable-cidas en los artículos 76 y ss. delDL. 1.939.

Renta de arrendamiento.

La renta anual mínima que po-drá fijarse en el arrendamiento debienes raíces fiscales no podrá serinferior al 8% del avalúo vigentepara el pago de impuesto territo-rial. En casos calificados o pararegiones, áreas o zonas determina-das y por decreto fundado, podránfijarse rentas inferiores.

Plazo de arrendamiento.

El plazo de arrendamiento de losbienes raíces fiscales no podrá es-tipularse por períodos superiores acinco años, tratándose de bienesurbanos, ni por períodos superio-res a 10 años, si fueren rurales.

No obstante, el Presidente de laRepública podrá arrendar los bie-nes raíces del Estado por un plazode hasta 20 años, cuando se dan enarrendamiento a Instituciones edu-cacionales, de beneficio u otraspersonas, entidades públicas o ju-rídicas que las destinen a objetivosde interés nacional o regional.

En todo caso el Fisco deberá re-servarse el derecho de poner térmi-no anticipadamente, en forma ad-ministrativa y sin responsabilidad

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para él," a todo contrato de arren-damiento, previo aviso de un perío-do Completo de pago. El arrendata-rio no podrá oponerse al desahucioni alegar plazo alguno a su favor.

No podrán cederse o transferirsea título alguno los contratos dearrendamientos de bienes fiscalesni introducirse mejoras, ni trans-ferirse las mismas sin autorizaciónprevia de la Dirección de BienesNacionales.

Se podrán dar en arrendamientolos inmuebles expropiados, que noestén ubicados en el radio urbano,hasta que se destinen al fin para elque fueron expropiados. Estosarrendamientos se estipularán porperíodos de un mes y en lo demásse rigen por el DL. 1.939, de 1977.

Administración de predios fiscalesdestinados al uso de las FF.AA.

Dependencia de estos predios:

Conforme lo dispone el artículo1° del Decreto con Fuerza de Ley130 de 1953, los predios fiscalesdestinados al servicio de las F F .AA. para campos de ejercicio omaniobras dependerán directamen-te del Comando de la Unidad o Re-partición al cual se encuentranafectos. (Además se aplica el RLR.N° 1522 Reglamento Orgánico dePredios Fiscales).

En las partes no utilizadas enfines de maniobras, ejercicios uotros usos, de dichos predios po-drán ser explotados agrícolamente.Esta explotación puede ser agro-pecuaria, forestal o de conserva-ción de sus recursos naturales, deacuerdo a un plan anual de explo-tación que debe estar en concor-dancia con el Plan Quinquenal queelabora el Comando de Ingenierosdel Ejército.

Administración del predio:

La custodia y correcta adminis-tración del Predio serán de respon-

sabilidad absoluta y exclusiva de JaUnidad o Repartición correspon-diente, lo mismo que el buen man-tenimiento, la explotación racionaly el cumplimiento de un programade desarrollo y mejoras del predioa su cargo.

Asimismo, al Comando de Inge-nieros del Ejército le corresponde,a través de su Sección Predios, ve-lar por que las normas que se es-tablecen en este Reglamento seanobservadas y cumplidas. Para elcumplimiento de lo anterior, a di-cha Sección, le corresponde propo-ner, dirigir y controlar las normasen que se basa la explotación agrí-cola de los Predios Militares, orien-tándose a la centralización de losrecursos para su distribución enbeneficio del Ejército, mediante di-rectivas, instrucciones, boletines einspecciones. También el Comandode Ingenieros llevará un RegistroEspecial de los Predios Militares,susceptibles de ser explotadosagrícolamente, en el que se consig-nen en general, todos los datos in-herentes al inmueble como porejemplo, el nombre del predio, su-perficie, deslindes, gravámenes quele afecten, inventario de capital,etc.

La administración de estos pre-dios podrá estar en manos de unJefe u Oficial designado por el Co-mandante o Jefe de la Reparticióno Unidad a que esté afecto el Pre-dio, el que atenderá dichas funcio-nes sin perjuicio de las que les co-rrespondan ordinariamente.

Sin embargo, si la extensión oimportancia de la explotación hi-ciese necesarios los servicios de unProfesional o de una persona conpráctica o conocimientos especiali-zados, podrá asignarse para esteefecto a quien reúna estas condicio-nes, el que tendrá la calidad deEmpleado Civil a Contrata. El nom-bramiento de administrador con ca-lidad de Empleado Civil a Contratadeberá hacerse por Decreto Supre-

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mo y la persona deberá, además,reunir los requisitos fijados por elDFL. 1 de 1968 y su ReglamentoComplementario, para los ÉE.CC.a Contrata.

El resto del personal necesariopara la explotación será contrata-do directamente por el Administra-dor de conformidad a la legislaciónlaboral.

Utilidades

Como lo dispone el art. 6° delDFL. 130 de 1953, en concordanciacon el art. 3° del Reglamento Or-gánico y de Servicio de los PrediosFiscales destinados al Ejército, lasutilidades obtenidas por la ventade los productos de la explotaciónde los predios militares y cualquierotra, ingresan a economías genera-les de la Unidad o Repartición aque esté afecto el predio. Ademásse destina parte del ingreso a Ca-pital de explotación fondos que vanal Comando de Ingenieros (ItemPredios) y a FORA, sin perjuicioque mediante decreto supremo pue-de darse otra destinación a los fon-dos provenientes del producto deexplotación del predio.

III. Disposición de Bienes delEstado

a) Normativa general.

DL. 1.939. Título oneroso de laenajenación.

En el artículo 83 del DL. 1.939se establece que los bienes del Es-tado sólo podrán enajenarse a tí-tulo oneroso. Excepcionalmente po-drán transferirse a título gratuito,cumpliéndose para ello los requisi-tos que se disponen en el párrafoII del Título IV del mismo decretoley.

También el Presidente de la Re-pública, a través del Ministerio deBienes Nacionales, podrá vender

directamente, como asimismo me-diante subasta o propuesta públicao privada, los bienes fiscales queno sean imprescindibles para elcumplimiento de los fines del Es-tado, a personas naturales o jurí-dicas de derecho público o privado.

Precio de venta

El precio de venta de los bienesfiscales no podrá ser inferior a suvalor comercial, que será fijado poruna comisión especial de enajenacio-nes, previa tasación que deberápracticar la Dirección de BienesNacionales. El precio se deberá pa-gar al contado o en el plazo que seestipule.

Para el evento que el precio sepague bajo la modalidad del plazo,el saldo se reajustará de acuerdo ala variación que experimente el ín-dice de Precios al Consumidor de-terminado por el Instituto Nacionalde Estadísticas entre el mes ante-rior a aquél en que se celebre el con-trato respectivo y el mes anterioral de su pago efectivo y devengarálos intereses que se pacten.

No obstante lo anterior, el com-prador podrá pagar anticipadamen-te el saldo con los reajustes e intere-ses devengados hasta entonces.

Se podrán, además, fijar las con-diciones y modalidades que se esti-men adecuadas para cautelar el in-terés fiscal. Las respectivas escri-turas de venta serán redactadas porla Dirección de Bienes Nacionales.

Comisión Especialde Enajenaciones:

Cabe destacar que la referida Co-misión Especial de Enajenaciones aque se refiere el artículo 85 del DL.1.939 fue objeto de reglamentaciónmediante el decreto supremo N° 688de Bienes de 1981. En él se estable-ce que dicha Comisión estará inte-grada por los siguientes funciona-rios:

1) El Subsecretario de BienesNacionales, que la presidirá;

2) El Jefe de la División de Bie-nes Nacionales;

3) El Jefe del Catastro Nacionalde Bienes del Estado;

4) El Jefe de la División deConstitución de PropiedadRaíz;

5) El Jefe del Depto. Jurídico;6) El Jefe del Depto. Enajena-

ción de Bienes de la Divisiónde Bienes Nacionales.

El Secretario de esta Comisiónserá designado por el Subsecretariode Bienes Nacionales, quien, ade-más, le fijará sus funciones.

La Comisión determinará el va-lor comercial de los bienes que setransfieren considerando la tasaciónde éstos que deberá practicar pre-viamente la Secretaría RegionalMinisterial de Bienes Nacionalesrespectiva. El precio de la enajena-ción no podrá ser inferior al valorcomercial así determinado.

En los casos de transferencias aplazo, la Comisión podrá proponerlas garantías suficientes como laconstitución de primeras hipotecasen favor del Fisco y otras que seestimen adecuadas para el interésfiscal.

Esta Comisión fijará, además delo anterior, el valor de los bienesfiscales que se permuten.

b) Disposiciones especialesde enajenaciones.

1) Ley 17.174.

Autoridad facultada:

La presente Ley faculta al Pre-sidente de la República para que,previa proposición de los Goman-mandántes en Jefe del Ejército, Ar-mada y Fuerza Aérea, en su caso,enajene a título oneroso los predios,viviendas y cuarteles de propiedad

fiscal, afectos al servicio de dichasInstituciones, que queden fuera deluso a que estaban destinados.

Requisitas:

Tenemos, entonces, que para ha-cer uso del procedimiento estableci-do en la Ley 17.174 se requiere:

(a) proposición de los Cdtes. enJefes de la Defensa Nacio-nal ;

(b) que la enajenación se haga atítulo oneroso, siendo en estesentido concordante con lodispuesto en el art. 83 delDL. 1.939, que también haceesta exigencia;

(c) se requiere que se trate depredios, viviendas y/o cuar-teles de propiedad fiscalafectos a dichas Institucio-nes, o sea, en concepto delart. 56 del DL. citado ante-riormente que se trate de unbien que ha sido destinado auna de dichas Instituciones,a través del Ministerio deBienes Nacionales, para elcumplimiento de los finespropios de cada Institución.

(d) y, por último, se requiereque el bien que se trate quedefuera del uso al que estabadestinado. Esto último haceexcepción al artículo 58 delDL. 1.939 que establece queninguna entidad podrá teneren su poder propiedades fis-cales sin utilizarlas, debien-do ponerlas a disposición delMinisterio de Bienes Nació-les si así ocurriese, para sudebida administración.

Condiciones de la enajenación

El Presidente de la República enlos decretos supremos que dicte pa-ra cumplir con las finalidades de es-ta ley, determinará, en cada caso,

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la forma en que se realizará la ena-jenación, los deslindes del inmuebley el precio de aquélla.

Destino de los fondos

Los fondos provenientes de estasenajenaciones no ingresarán a Ren-tas Generales de la Nación, y conellos se abrirán y mantendrán cuen-tas especiales en la Tesorería Gene-ral de la República, a nombre delEjército, Armada y Fuerza Aérea,según corresponda, sobre los cualesse podrá girar con el fin exclusivode invertirlos en la adquisición depropiedades y de terrenos o para laconstrucción de nuevas instalacionesy viviendas destinadas todas ellas aluso de la Institución respectiva, oen la ampliacición, reparación y do-tación de las existentes.

Se debe consignar que medianteOrden de Comando V.CJE. EMGE.DIFE. III. (R) 4180/38, de 1985,se establecieron normas sobre inver-sión de fondos obtenidos por enaje-nación de inmuebles fiscales asigna-dos al Ejército, fondos que ingresana la Cta. 9262, C 525 a nombre"SSG.". El Comando de Ingenierosdel Ejército administra los fondos,debiendo comunicar a la T.G.E. losmontos que deba retirar de la Teso-rería General de la República.

El Comando de Ingenieros delEjército deberá elaborar anualmen-te un plan de inversiones en Bienesde Capital, incluyéndose en él fun-damentalmente las materias siguien-tes:

(a) fundamentación de la necesi-dad de efectuar las respecti-vas inversiones;

(b) monto de cada una de las in-versiones y condiciones con-tractuales de pago.

El referido plan de inversionesdeberá ser propuesto para su apro-bación al Vice C.J.E. hasta la pri-

mera quincena del mes de marzo decada año.

En aquellos casos en que se esta-blezca la necesidad de realizar in-versiones extraordinarias, no conte-nidas en el Plan de Inversiones yacitado, el Comandante de Ingenie-ros las someterá a consideración delV.CJE., señalando las mismas ma-terias requeridas en el Plan de In-versión anual.

Coordinaciones

Para cumplir sus finalidades elCdo. de Ingenieros deberá realizarlas siguientes coordinaciones:

(a) Con la Dirección de Finanzasdel Ejército para la fijaciónde los términos financierospor las inversiones que no serealicen al contado;

(b) Con el CAAE. para las in-versiones en bienes de infra-estructura social.

2) Decreto Ley 1.056. Título IIEnajenaciones de Activos.

Vigencia.

Está prorrogado en su vigencia enforma indefinida por el artículo 1°de la Ley 18.382.

El artículo 8° de este DL. 1.056autoriza la enajenación de toda cla-se de activos, muebles o inmuebles,corporales o incorporales, del Fiscoy de las Instituciones o empresasdescentralizadas del sector público,que no sean imprescindibles para elcumplimiento de los fines de la en-tidad respectiva.

Autoridad que dispone laenajenación y autorizaciones

Estas ventas, inclusive en lo quese relaciona con los bienes fiscalesdestinados en favor de los serviciosy entidades que conforman la admi-

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nistración del. Estado, serán dis-puestas por el Jefe Superior del Or-ganismo correspondiente, previa au-torización del Ministerio del ramo,que para el caso nuestro debe en-tenderse el Ministerio de DefensaNacional, además de la autorizaciónprevia que debe otorgar el Ministe-rio de Hacienda, requisito este últi-mo introducido por el DL. 3.529.

Requisitos de la enajenación

Las enajenaciones deberán hacer-se a título oneroso y en subasta pú-blica o llamándose a propuesta pú-blica. Tanto a las subastas como alos llamados a propuesta debe darseadecuada publicidad y entre el pri-mer aviso y la fecha del remate odel término del plazo para presentarlas propuestas deben mediar a lomenos 30 días.

Sin embargo, por decreto funda-do del Ministerio de Hacienda, elque deberá llevar, además, la firmadel Ministro del ramo, podrá elimi-narse el requisito de subasta o pro-puesta pública para la enajenaciónde determinados bienes. En tal caso,en el mismo decreto se fijarán pro-cedimiento y modalidades a que de-berá ajustarse la enajenación pro-yectada.

Los bienes a enajenar deberánser tasados previamente por la Co-misión Especial de Enajenaciones aque se refiere el artículo 85 del DL.1.939 de 1977.

En las licitaciones que se llevena efecto los bienes inmuebles no po-drán ser adjudicados por menos del90% de la tasación.

Si en la subasta pública o pro-puesta pública para la. enajenaciónde un bien inmueble no existiereninteresados por el mínimo corres-pondiente, el Ministro del ramo po-drá autorizar se licite en nuevasoportunidades con mínimos más re-ducidos.

Bases de la subasta o proyecto

Las demás bases de la subasta oproyecto serán fijadas por el Jefedel organismo respectivo, pudiéndo-se establecer que el precio se paguecon la modalidad del plazo. En talevento la parte de precio sujeta atérmino deberá pagarse con el rea-juste del alza del costo de la vida fi-jado por el INE, más los intereseslegales. Para calcular él reajuste secomparará el índice del segundomes anterior a la venta con el se-gundo mes anterior al del venci-miento de la cuota respectiva.

Destino de los fondos

También el DL. 3001, art. 12, es-tableció que los fondos constituyeningreso propio del servicio respecti-vo, a diferencia que primitivamenteel DL. 1056 destinaba estos fondos arentas generales.

Fiscalización

A la Contrataría General de laRepública toca la fiscalización de lacorrección de los procedimientos deenajenación. En caso de no cumplir-se las disposiciones pertinentes ylas normas de este Decreto Ley de-berá la responsabilidad administra-tiva hacer efectiva la responsabili-dad civil por el procedimiento deljuicio de cuentas y. formular la de-nuncia ante los Tribunales compe-tentes si hay responsabilidad penalcomprometida.

Comunicación

Las enajenaciones que se efectúenen conformidad con lo previsto enlos artículos anteriores, deberán sercomunicadas a la Dirección de Bie-nes Nacionales y a la Gontjaloríafieneíald la República.

miento, proyeccion, construcción,demolición, ampliación, reparación,conservación, reposición o adquisi-ción de bienes destinados al uso dela respectiva institución.

Excedentes anuales

Los fondos no invertidos al 31 dediciembre de cada año quedarán adisposición de la respectiva Institu-ción para ser empleados en los mis-mos fines.

Exención de impuestos

Todas las obras que se ejecuteny contratos que se celebren deacuerdo a las disposiciones de lapresente Ley estarán exentos de to-do impuesto ya sea fiscal o semifis-cal.

Inversión de estos fondosen instrumentos a plazo

Respecto de los fondos obtenidospor intermedio de este decreto ley,así como de la Ley 17.174, examina-da anteriormente, se planteó en laInstitución la duda de si dichos fon-dos podían invertirse en instrumen-tos a plazo en el mercado de capita-les, a fin de evitar su desvaloriza-ción en tanto se utilizan en la fina-lidad prevista de los referidos tex-tos legales.

La Contrataría General de la Re-pública, mediante dictamen 023496,de 1983, manifestó que cuando el le-gislador ha querido dotar a deter-minados entes públicos de la facul-tad de realizar inversiones de lanaturaleza indicada lo ha estableci-do así en forma explícita, comoacontece, por ejemplo, con los De-partamentos y Subdepartamentos deBienestar Social de las FF.AA., losque conforman al art. 2° del DFL.1 de 1971, del Ministerio de Defen-sa Nacional, SSG., pueden celebrarcontratos de ahorro, pudiendo, ade-más, citarse el caso de la Dirección

3. Decreto Ley 2.569.Autoridad facultada

El presente decreto ley faculta alMinisterio de Bienes Nacionales pa-ra que en uso de sus atribucionesque le confiere al efecto el decretoley 1.939, de 1977, proceda a ena-jenar a título oneroso y en las con-diciones que en el respectivo decretosupremo se señalen, los bienes raí-ces de propiedad fiscal, destinadosal uso de las instituciones de la De-fensa Nacional y que éstas pongan asu disposición.

Requisitos

Tenemos entonces que los requisi-tos habilitantes para que la facul-tad contenida en el DL 2.569 puedaconcretarse son los siguientes:

* que se trate de inmuebles depropiedad fiscal destinados aluso de las instituciones de laDefensa Nacional;

* que la enajenación se haga a tí-tulo oneroso; y

* que los bienes raíces a enaje-nar sean puestos por los insti-tutos de la Defensa Nacional adisposición del Ministerio deBienes Nacionales.

Fondos productos de la enajenación,su destino e inversión

A. Destinación: Los fondos pro-venientes de las enajenaciones quese efectúen en virtud de la presenteley no ingresarán a rentas genera-les de la Nación, y con ellos se abri-rán y mantendrán cuentas especia-les en la Tesorería General de laRepública a nombre de las respecti-vas instituciones de la Defensa Na-cional.

B. Inversión de los fondos: Losfondos depositados en las cuentasseñaladas anteriormente podrán serinvertidos en el estudio, planea-

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de Previsión de Carabineros de Chi-le, que en virtud del artículo 3° delDL. 3.560, de 1980, puede invertirparte de los recursos acumulados enel Fondo de Auxilio Social en valo-res del mercado financiero, a fin deevitar su devaluación.

Por esas consideraciones el Or-ganismo Contralor entiende que alno existir en el DL. 2.569 y Ley17.174 ninguna norma expresa quepermita el empleo de los fondos ci-

tados en valores o instrumentos quese ofrecen en el mercado de capita-les, ni tampoco una disposición le-gal que otorgue en general a las dife-rentes ramas de la Defensa Nacio-nal una atribución en tal sentido,no resulta procedente la utilizaciónen ese tipo de negociaciones finan-cieras, debiendo administrarse losfondos e invertirse de acuerdo conlas facultades previstas en esoscuerpos legales.

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ROL DEL PODER SOCIAL EN LA NUEVAINSTITUCIONALIDAD

INTRODUCCION

L 11 de septiembre de 1973,por las circunstancias histó-ricas ampliamente conocidas

y, fundamentalmente, como conse-cuencia de que la voluntad ciudada-na nacional así lo demandaba, dadala situación de crisis que el país vi-vía, las Fuerzas Armadas y de Orden

El Gobierno de las FuerzasArmadas y de Orden ha asu-mido la misión, histórica de dara Chile una nueva vnstituciona-lidad que recoja los profundoscambios que la época contem-poránea ha ido produciendo.Sólo así será posible dotar anuestra democracia de una só-lida estabilidad, depurando anuestro sistema democrático delos vicios que facilitaron sudestrucción. (Declaración dePrincipios del Gobierno de Chi-le, 11 de marzo de 1974).

CARLOS MOLINA JOHNSON,Teniente Coronel.

llevaron a efecto el Pronunciamien-to Militar, cuya ejecución permitiódar término al —a la fecha— reco-nocidamente ilegitimo gobierno dela coalición denominada Unidad Po-pular (1) , alianza en cuyo cuerpo sereunían determinados partidos yagrupaciones políticas en su mayorparte ideológicos, totalitarios y an-tisistémicos (2). Demanda éste cu-

(1) La ilegitimidad del Gobierno de la Unidad Popular fue demostrada claramente, entreotros, por la Cámara de Diputados en su declaración del 23. VIII. 1973 y los Oficiosde la Corte Suprema de Justicia del 12. IV., 26. V. y 25. VI. 1973.

(2) La Unidad Popular se formó en 1969 con los Partidos Comunistas, Socialista, Radical,Social Democracia, Acción Popular Independiente y el Movimiento de Acción PopularUnificada (MAPU).

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yo cumplimiento es deber de estasinstituciones, en aquellas circuns-tancias en que la integridad delcuerpo social al cual pertenecen seencuentra amenazada, tal como loasevera en sus concepciones al res-pecto el clásico y célebre Santo To-más de¡Aquino (3) .

La acción, materializada por lasinstituciones precedentemente seña-ladas, provoca, desde el instante mis-mo de su inicio en la mañana deaquel memorable día, una modifica-ción trascendental en nuestra vidainstitucional, de hecho en aquellosmomentos en evidente estado agóni-co, dando paso a una etapa denomi-nada de "reconstrucción nacional"(4), cuyo objetivo fundamental fue,inicialmente, recuperar al país de laaguda situación de crisis política,social y económica en que se encon-traba y, posteriormente, "la crea-ción de un orden institucional nuevoy no restaurar uno que sé fue y que,en definitiva, demostró ser ineficazpara resolver crisis graves en nues-t ra sociedad" (5), el que actualmen-te, después de haber sido definidoclaramente en la Constitución de1980, se encuentra en desarrollo.

Lo anterior condujo a la Honora-ble Junta de Gobierno a definir "losfundamentos que constituirían labase de apoyo del gobierno que en-tonces se iniciaba" (6), en una De-claración de Principios difundidaseis meses después de producido elmovimiento emancipador y cuyocontenido no es del caso comentaren todos sus aspectos, sino sólo enaquellos que dicen, relación con el

poder social, materia central de estetrabajo, y que se encuentran bási-camente considerados en su Capítu-lo III, en el cual se indica, entreotras concepciones, la del sistemainstitucional que se pretende alcan-zar, expresándose, en cuanto a ladescentralización funcional, textual-mente, que "la nueva institucionali-dad que hoy se está creando distin-guirá entre el poder político y el po-der social, separando claramentesus titulares y su forma de ejerci-cio".

Lo importante de la definiciónanterior es que en ella encontramos,dentro de lo que respecta a la des-centralización funcional, la distin-ción entre poder político y podersocial, definiéndose a este últimocomo "la facultad de los cuerpos me-dios de la sociedad para desarrollar-se con legítima autonomía hacia laobtención de sus fines específicos,transformándose en vehículo de lí-mite a la vez que de enriquecimientoa la acción del poder político", seña-lándose, además, que "está llamadoa convertirse en el cauce orgánicomás importante de expresión ciuda-dana.

Chile tiene una larga tradiciónde organización social, que se re-monta a su origen hispánico. LosCabildos, la comuna autónoma, elsindicalismo laboral y el gremialis-mo extendido a todo nivel son hitosde un proceso que revela que el pue-blo chileno ha estado permanente-mente renovando sus formas de or-ganización social de acuerdo con suevolución histórico-social".

(3)Santo Tomás de Aqúino, "Suma Teológica", Ed, Moyá y Plaza, Madrid, 1880, 1-2,-q.101, a .3, ad .3 .

(4),Declaración, de Principios del Gobierno de Chile, Ed. Esparza y Cía. Ltda. Ed. 1974,pág-1.

(5) Diversos autores:-"Hacia un nuevo concepto de partido político'', Cdno. de CienciaPolítica N° 6, Impr. Gendarmería,; Chile, 1984, pág.,13;

(6) Errázuriz Eguiguren, Maximiano, "La participación ciudadana en la Constitución Polí-tica", Ed. Andrés Bello, Chile, 1983, pág. 17.

Por otra parte, en la misma De-claración de Principios se manifies-ta que "para perfeccionar y desarro-llar un legítimo poder social es ne-cesario:

—Asegurar la independencia ydespolitización de todas las so-ciedades intermedias entre elhombre y el Estado.

—Asimismo, es menester dar pa-so en Chile a un nuevo sentidodel gremio.

Será misión de la nueva institu-cionalidad consagrar los mecanis-mos adecuados para contemplar estepoder social dentro de nuestra vidacívica, evitando que él encuentre enla presión o en situaciones de hechosu única forma cosible de manifes-tarse. La consolidación e institucio-nalización de un auténtico podersocial como el descrito ha de consi-derarse como el medio más eficazpara construir en Chile una socie-dad tecnificada, en que la palabrade los que saben prevalezca por so-bre las consignas; una sociedad deverdadera participación, en que lavoz del pueblo organizado emerjasin desfiguraciones partidistas y sinmezquindades que la empobrezcan.Nuestra democracia será entoncesorgánica, social y de participación".

Si bien, en mi personal concepto,los aspectos señalados precedente-mente permitirían llevar a efecto unsólido proceso analítico destinado adeterminar el rol y funciones delpoder social en relación a la nuevainstitucionalidad, estimo interesan-te y necesario para lograr una ade-cuada y completa elaboración deltema —el que de por sí obliga a la,inclusión del concepto de estabili-dad— hacer, previamente, una bre-

ve reseña histórica de la participa-ción ciudadana en Chile a partir delperíodo emancipador de la monar-quía española y hasta la asunción,en 1973, de la Primera Junta de Go-bierno. Con ello obtendremos unavisión clara al respecto y contar, ala vez, con el necesario marco gene-ral de referencia sobre la participa-ción ciudadana en los destinos delpaís.

La consideración de tales mate-rias tiene por objetivo el establecertodas aquellas conclusiones que per-mitan proyectarse en el tiempo y po-der, de esa manera, completar loselementos que se requieren para de-terminar el papel del poder socialen relación a la estabilidad del siste-ma institucional futuro de nuestropaís, a través del cual se podría"concretar el ideal con que se ha de-finido el régimen político chilenoen cuanto a régimen democráticocon amplia participación, en que laspersonas y los cuerpos intermediospuedan influir significativamenteen el proceso de toma de decisionesy, en definitiva, en la configuracióndel bien común, tarea que no sólocompete a los integrantes de los ór-ganos del poder político" (7).

RESEÑA HISTORICA SOBRELA PARTICIPACION

CIUDADANA

A partir de 1492, y como conse-cuencia de las actividades de coloni-zación dispuestas por los Reyes Ca-tólicos, constituyó una política per-manente de la monarquía el otorgara los vasallos de las Indias la posi-bilidad de ejercer "sus derechos po-líticos desde el primer momento"(8). Lo anteriormente señalado con-dujo a la comunidad a la adquisi-

(7) Peña Torres, Marisol "Leyes orgánicas constitucionales: Algunas precisiones", RevistaPolítica N° 3, Chile, 1983, pág. 182.

(8) Eyzaguirre, Jaime, "Ideario y ruta de la emancipación chilena", Ed. Universitaria.Santiago, Chile, 1956, pág. 37.

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ción progresiva de una concepciónclara en el sentido de que "el reyles ha concedido el derecho a repre-sentarlo cuando les atañe y un órga-no de expresión: El Cabildo" (9).

La actuación de los Cabildos tie-ne, en lo general, características si-milares en las distintas jurisdiccio-nes territoriales de las Indias moti-vo de colonización. Ello permite en-tonces circunscribir el tema a losaspectos históricos relativos a laparticipación de la comunidad enChile.

Teniendo como fuente de informa-ción —entre otras— aquellos ante-cedentes que proporcionan autorescomo Eyzaguirre, Góngora y Meza(10), podemos, de manera sintética,señalar que en las diferentes ciuda-des y durante los primeros siglos,XVI y parte del XVII, "el ejerci-cio de los derechos de petición y desúplica ya por los Cabildos, como esde sólito, ya directamente por los va-sallos, muestra al pueblo como algomás que un pasivo receptor de lasresoluciones que inspiran al rey, susvirtudes políticas, piedad y justicia,y lo muestra activo colaborar po-lítico: consciente de sus necesida-des, de los derechos que se le hanconferido y del lugar que tiene enel ordenamiento político y jurídico"(11).

A partir del siglo XVII, la situa-ción de influencia de los Cabildosva a disminuir en cierta medidacomo órgano de expresión; pero aúnmantienen ciertas prácticas que

permiten la participación ciudada-na, lo cual provoca que "si los Ca-bildos pierden en el siglo XVII lasposibilidades del ejercicio del poderpolítico, conservan siempre el papelde fiscalizadores del mismo, al pun-to de indicar, como lo veremos másadelante, a la deposición de los go-bernadores tiránicos" (12).

Posteriormente, y como conse-cuencia de "la práctica viciosa deenajenar en pública subasta al me-jor postor los oficios públicos de máslucrativo desempeño" (13), los Ca-bildos "cerrados" fueron perdiendosu primigenia significación, pero se-guirían constituyendo ese espacio delibertades de la comunidad propiode la época, indicándonos la historiaque junto a los otros Cabildos, losdenominados "abiertos" tuvieronuna efectiva consideración "en losaños precursores de la Independen-cia" (14) .

Es así que producida la invasiónnapoleónica a España, con ello laprisión de Fernando VII y la cons-titución de la Junta Suprema de Es-paña e Indias, los miembros del Ca-bildo de Santiago —a la fecha cabe-za de reino— iniciaron una serie dediscusiones, presentaciones y con-tactos con aquélla, como también enel interior de la comunidad, activi-dades todas que culminaron con lainvitación de determinados ciudada-nos a un Cabildo abierto, acto quegeneró a su término la PrimeraJunta de Gobierno, hecho que "vinoa consagrar el triunfo y el renaci-

(9) Meza Villalobos, Néstor, "La conciencia política chilena durante la monarquía", Uni-versidad de Chile, Santiago, 1958, pág. 37.

(10) Las obras de Eyzaguirre y Meza son aquellas previamente citadas. En cuanto a MarioGóngora, corresponde a "El Estado en el Derecho Indiano".

(11) Meza Villalobos, Néstor, op. cit, pág. 39.(12) Eyzaguirre, Jaime, op. cit, pág. 31 .(13) Ots. Capdequí J. M., "El Estado español en las Indias", Fondo de Cultura Económica,

México, 1971, pág. 62.(14) Ibid., pág. 62.

miento de la doctrina tradicional dela participación del pueblo en la gé-nesis del poder" (15).

Tal Junta duraría en funciones,conforme lo acordado en el Cabildo,hasta "la convocatoria de un Con-greso de representantes de todo elpaís que resolvería sobre el gobier-no más adecuado para el reino"(16), proceso que se realizó en laforma prevista y el 4 de julio de1811 tuvo lugar la apertura del Pri-mer Congreso Nacional, disolviéndo-se la Junta de 1810 y quedando mar-ginados los Cabildos como deposi-tarios de la soberanía, la que es tras-pasada al nuevo órgano de repre-sentación que nace.

A partir de ello, los Cabildos se-rán sucesivamente desplazados encuanto a su calidad de órgano departicipación y representación, que-dando disminuido notablemente, através de las diversas Constitucio-nes (de 1812 al 1828), la participa-ción ciudadana durante esta etapay, aún más, limitada a la sola facul-tad de ejercer ciertos derechos através del sufragio. Ello sucederádurante todo el conocido período deanarquía que se desarrolla en la se-gunda década del siglo XIX y cuyotérmino, al menos lo indica, la his-toria, es identificado con la batallade Lircay, acción que es consideradapor algunos como el inicio de la eraportaliana.

En aquella época, dadas las ca-racterísticas que el sistema de go-bierno presenta en términos de par-ticipación, sólo se permite el ejerci-cio de ella a una clase política, laque incluso está considerada indirec-tamente en la Constitución de 1833,condición que marca la vida políticanacional entre las décadas del 30 al50 y en las cuales es evidentementeclaro que no hay mecanismos de

participación, excepto el sufragio,lo que trae como consecuencia lasrevoluciones de 1851 y 1859, cuyascausas son, entre otras, una reac-ción social a la ausencia del espaciode participación ciudadana adecua-do a los intereses de la Nación.

Serán las reformas constituciona-les y legales de 1874 y, posterior-mente, la Constitución de 1925, lasque irán progresivamente creandoun mayor grado de participación,apareciendo en la vida política chi-lena las expresiones de masas, ca-racterísticas en la década de 1920,las que se hacen presente a travésdel sufragio universal y a quienesintentan capitalizar tanto los parti-dos parlamentarios como los ideo-lógicos que surgen en el campo de lalucha política; pero, no solamentese harán presentes en este desarro-llo dinámico y explosivo los partidospolíticos, sino también habrá un in-cremento en el desarrollo de las aso-ciaciones profesionales, gremiales ysindicales, pasando estas últimas ainfluir en el proceso político nacio-nal, constituyendo un fenómeno pa-ralelo y perfectamente coordinadocon el de los partidos políticos, co-mo también, en una gran cantidadde casos, influenciados poderosa-mente en su acción por estos últi-mos.

En muchas oportunidades la ac-ción de tales asociaciones gravitafuertemente en el desarrollo dela vida política, pudiendo determi-narse, entonces, la existencia, ade-máis de los partidos políibicos, denuevas fuerzas organizadas partici-pando en el sistema social del país,lo que ocurrió hasta llegar a sep-tiembre de 1973, en que, como con-secuencia de los factores de todosconocidos, el sistema institucionalhabía alcanzado un nivel de destruc-

(15) Eyzaguirre, Jaime, op. cit., pág. 115.(16) Eyzaguirre, Jaime, op. cit., pág. 123.

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ción casi absoluto, lo que obli-ga a que se inicie no sólo su renova-ción sino su transformación, decla-rándose para ello los partidospolíticos en receso y modificándoselas normas legales de las diferentesasociaciones, que venían constitu-yendo aquello que podríamos deno-minar como medios de participación,lo que, aún así, no permitía unaverdadera y amplia participaciónsocial en la vida cívica nacional.

PARTICIPACION SOCIALEN LA NUEVA

INSTITUCIONALIDAD

A partir de la difusión oficial dela Declaración de Principios del Go-bierno de Chile, una sucesión de di-versas referencias y documentosoficiales van dando lugar a la defi-nición de participación social dentrodel sistema institucional proyectado,entre los cuales, con el objeto delograr una adecuada concepción res-pecto de ello, es posible mencionarlos siguientes:

—En el discurso de Chacarillaspronunciado el 9 de julio de 1977por el Presidente de la República,Capitán General Augusto PinochetUgarte, se señalaron, como parte deél, características esenciales de lanueva democracia y entre ellas quedebe ser "de auténtica participaciónsocial, en cuanto a que sólo es ver-daderamente libre una sociedad que,fundada en el principio de subsidia-riedad, consagra y respeta una realautonomía de las agrupaciones in-termedias entre el hombre y el Es-tado, para perseguir sus fines pro-pios y específicos".

—En el mismo discurso, al refe-rirse al futuro texto constitucional,manifestó: "El Gobierno cree cum-

plir con su misión de esclarecer laslíneas básicas sobre las cuales anhe-la desarrollar nuestra evolución ins-titucional próxima, durante la cualtambién será necesario intensificarla elaboración y consagración jurí-dica de las nuevas formas de parti-cipación social, tanto de caráctergremial o laboral, como estudiantil,profesional, vecinal y de las demásexpresiones ciudadanas en general".

—En el Mensaje Presidencial del11 cíe septiembre de 1977 se incluyó,en cuanto a la participación social,lo siguiente: "Porque creemos queel sufragio universal es una formaválida de participación, pero no laúnica, es que hemos planteado quela nueva democracia será de autén-tica participación social, lo que exigesanear y revitalizar a los organis-mos intermedios entre el hombre yel Estado, sean éstos de carácter te-rritorial o vecinal, o bien de índolefuncional o gremial".

—-Con fecha 10 de noviembre de1977, el Presidente de la República,Capitán General Augusto PinochetUgarte, remitió a la Comisión de al-to nivel designada para estudiar eltexto de la nueva Constitución Polí-tica del Estado sus orientacionesfundamentales para el trabajo dis-puesto, entre las cuales, en relacióna la participación social, se señalóque "se insiste, igualmente, en laidea de una nueva democracia auto-ritaria, protegida, integradora, tec-nificada y de participación socialque se configurará dentro de latransformación institucional en cur-so" (17) y se indicó, además, queera necesario la preservación de laautonomía de los cuerpos interme-dios y existencia de medios institu-cionalmente legitimados para queellos puedan "comunicarse con elpoder político" (18).

(17) Cuevas Farren, Gustavo, "Perspectiva del proceso institucional en Chile", Revista Cien-cia Política N° 2, Chile, Ed. 1979, pág. 12.

(18) Ibid., pág. 12.

—En el Memorándum del 16 deagosto de 1978 presentado por laComisión de Estudios al Presidentede la República, se hizo entrega deun "extenso informe que contempla-ba los fundamentos del nuevo régi-men que se proyecta" (19) y "alhablar precisamente de las caracte-rísticas de la democracia, la Comi-sión contrapone el sistema vigentehasta 1973, el que califica de demo-cracia limitada, con el nuevo que sediseña y que estimula una ampliaparticipación de todos los sectoresde la comunidad" (20).

—El 20 de octubre de 1979, enuna entrevista hecha al entoncesMinistro del Interior, Dn. SergioFernández, éste señalaba que "en lopolítico, es necesario llegar a laaprobación de una nueva CartaFundamental en un plebiscito librey secreto, en el cual el pueblo se pro-nuncie simultáneamente sobre la du-ración y caracteres de la transición,como lo señaló el Presidente Pino-chet en su Mensaje. Ese período detransición es fundamental, no sólopara que las nuevas institucionespolíticas empiecen a aplicarse pro-gresivamente y adquirir el necesa-rio rodaje, sino, además, para quese desarrolle plenamente la partici-pación de las organizaciones inter-medias de la sociedad, dentro de unaautonomía de éstas que se funde ensu orientación hacia sus fines pro-pios y específicos".

Posteriormente, con fecha 11 deseptiembre de 1980, se sometió a lavoluntad soberana del pueblo el nue-vo texto constitucional, el que, apro-bado por una gran mayoría ciuda-dana, fue puesto en vigencia enmarzo de 1981, en cuyo texto se

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sancionan definitivamente las basesde la institucionalidad, pudiendodeterminarse que en "la Constitu-ción de 1980 el ámbito de la parti-cipación excede notablemente a loque ésta suele entenderse y que laconfina a lo político. La amplia ga-ma de posibilidades asociativasabiertas a los particulares y la opor-tunidad que tienen de intervenir enla actuación de órganos administra-tivos regionales y locales, permitiráun efectivo aporte de los habitantesen la configuración del destino dela colectividad. Cuando ello ocurrase apreciará el significado de estanota distintiva de la democracia quela califica de auténtica participa-ción social" (21), en el cual no sólose legisla en cuanto a los cuerposintermedios de la sociedad, tales co-mo juntas de vecinos, sindicatos,gremios, centros de madres, etc., si-no también se oficializan ciertos or-ganismos, regionales y comunales,que permitirán una participación ocolaboración de "los particulares enlas tareas propias de la Administra-ción. Se trata de relacionar a lacomunidad con los órganos adminis-trativos, de modo que la actuaciónde éstos, cuya finalidad debe serproporcionar bienes y servicios, nose realice al margen de la poblaciónsino con la colaboración de ésta. Enotras palabras, los habitantes debentener algún papel activo y no sermeramente beneficiarios de la acti-vidad administrativa" (22).

Es interesante hacer notar que sibien en la Constitución de 1980 estáclaramente definida la democraciade auténtica participación social, lapromulgación de las leyes orgánicasconstitucionales que la complemen-

(19) Ibid., pág. 13.(20) Bertelsen Repetto, Raúl, "Participación y representación en la nueva institucionalidad",

Revista Política N° 3, Chile, 1983, pág. 169.(21) Bertelsen Repetto, Raúl, op. cit., pág. 179.(22) Ibid., pág. 178.

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tan "resultará fundamental en laconsolidación de la nueva institucio-nalidad de nuestro país" (23), pues-to que entre ellas se encuentran lasrelacionadas con los Consejos Regio-nales de Desarrollo, los Consejos deDesarrollo Comunal y las Municipa-lidades, organismos que poseen unaimportancia fundamental en el ám-bito de la participación de las perso-nas y los grupos intermedios en lavida cívica nacional.

Además de los organismos de ran-go constitucional precedentementemencionados, con posterioridad a lapuesta en vigencia de la Carta Fun-damental de 1980 el Supremo Go-bierno resolvió la creación de otroorganismo de corte moderno exis-tente en ciertas democracias occi-dentales y cuyas actividades se en-marcan preferencialmente en elcontexto de la participación y repre-sentación ciudadana. Se trata delConsejo Económico Social, que or-gánicamente incluye, a nivel nacio-nal y regional, representantes de losdiferentes sectores ciudadanos conel objeto de que, a través de un sis-tema de reuniones periódicas, anali-cen todas aquellas iniciativas que seoriginen en las diferentes áreas queforman parte de su estructura, co-mo también aquellas que desde elnivel gubernamental se les entregapara su estudio, permitiendo asíque con la participación de todos losestamentos sociales y económicos delpaís se propongan las medidas ade-cuadas para la solución de los pro-blemas propios del desenvolvimien-to económico y social del país.

Finalmente, el Supremo Gobier-no, junto con la puesta en vigenciaoficial de la nueva Carta Fundamen-tal, difundió el Objetivo Nacional yPolíticas Generales del Gobierno deChile, lo que constituye una actua-lización de los postulados doctrina-rios originales definidos en 1975 y

que, al igual que aquéllos, orientany guían el devenir nacional para laobtención de los fines que persigueel Gobierno y en este caso, en par-ticular, se le agregan las PolíticasGenerales, que tal como en su textose señala "constituyen un marco dereferencia para el cumplimiento delas metas que se han establecido enlas diferentes áreas".

En los aspectos que nos interesan,las políticas generales incluidas enel documento precitado señalan que"la participación social será el ins-trumento que permitirá incorporara todos los chilenos a los núcleos enque desarrollan sus vidas en comu-nidad, recibiendo éstos del Estado laprotección y el impulso que les seannecesarios conforme al principio desubsidiariedad.

El desarrollo de las sociedades in-termedias entre el hombre y el Es-tado debe promoverse en forma es-pecial y con respecto a su legítimaautonomía. Toda planificación delos escalones ministeriales, regiona-les y locales se orientará coordina-damente a lograr tal propósito" y,a la vez, en las políticas específicasse indica que las "organizacionessociales de todo género que agrupansignificativamente a la población,conformarán, para las autoridades,adecuadas fuentes de conocimientode las necesidades e inquietudes dela ciudadanía. Para ello se crearány mantendrán organismos y proce-dimientos idóneos que permitan unfluido y permanente contacto entredichos organismos sociales y las di-ferentes autoridades del país".

CONCLUSION

Haciendo uso de los elementos dejuicio que entregan los anteceden-tes de los párrafos precedentes, es-timó que es posible emitir, en cuan-to al rol y funciones que podría

(23) Peña Torres, Marisol, op. cit., pág. 181.

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caber al poder social en la estabili-dad del sistema institucional futurode nuestro país una opinión que,aun cuando sustentada fundamen-talmente en sus contenidos, preten-derá ser de tipo personal.

Tal opinión parte de un supuestoque, a mi juicio, es absolutamenteválido para intentarlo, en el sentidode que, por una parte, es necesarioconsiderar como futuro a aquel pe-ríodo de la vida nacional que co-mienza al término del período detransición actualmente en desarro-llo, establecido en la Constitución de1980 aprobada por la ciudadanía, y,por otra parte, que los objetivos pa-ra él previstos se habrán alcanzadoen los términos deseados, existiendo,entonces, una democracia de autén-tica participación social, cuya per-manencia en el tiempo depende,entre otros factores, del comporta-miento que tenga, en la dinámicadel desarrollo institucional y en lavida cívica, aquel elemento defini-do conceptualmente como poder so-cial.

Asumiendo como aceptado por suvalidez el supuesto básico previa-mente expresado, estimo que dado eldesarrollo institucional que se hamaterializado en nuestro país du-rante los últimos años y las previ-siones que en tal sentido existen, esposible manifestar que, aun cuandoconstituye un difícil desafío el lo-grar una separación del poder polí-tico respecto del poder social, pro-vocado fundamentalmente por laprofunda ideologización que mues-tran las sociedades de hoy en día,creo que, a pesar de ello y derivadode las medidas actualmente en eje-cución, se contará en nuestra socie-dad con el nivel de formación cívicarequerido para lograr la consolida-ción de la nueva democracia, la queha sido concebida, a diferencia deotras Cartas Fundamentales, en elcontexto de la realidad social chile-

na, lo que de hecho constituye unavance trascendental en el ámbitodel derecho constitucional moderno.

Es allí, entonces, donde el papeldel poder social adquiere una evi-dente importancia, no sólo en la es-tabilidad del sistema institucional,sino también en la protección delsistema social en el que se encuen-tra inmerso, puesto que la partici-pación de las fuerzas que lo compo-nen otorga a la totalidad de la ciu-dadanía, sin distinciones de clasessociales, credos religiosos o activi-dades laborales, una capacidad departicipación constante y real, laque se fundamenta principalmenteen la existencia de una verdaderared, que, pasando a través de loscuerpos intermedios, une al hombreciudadano con los destinos del país.

Por tanto, las demandas ciudada-nas individuales y colectivas, de serconsecuentes con los objetivos quese persiguen, podrán alcanzar elmás alto nivel de toma de decisio-nes, influyendo así de manera efec-tiva en las resoluciones que se adop-ten, que no serán, de esa forma, sóloconsecuencia de las presiones deaquellos grupos privilegiados y eli-tistas que buscan la consecución departiculares propósitos por mediode sus diferentes grados de influen-cia, con lo que evidentemente habráno sólo una mayor participación, si-no también un mejor resguardo delrégimen democrático.

Lo anteriormente expresado per-mite determinar que es en ese con-texto donde reside la importanciatrascendental del poder social,puesto que, dadas las característicasde la nueva democracia que está ge-nerando el desarrollo del sistemainstitucional definido en la CartaFundamental, su permanencia en eltiempo se relacionará en gran medi-da con la estabilidad que en tal sis-tema se manifieste y en lo cual estrascendente el grado de participa-

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ción ciudadana que exista, ya que deello dependerá en mayor o menormedida la existencia de un nivel deequilibrio en la relación que se pro-duzca entre, por un lado, los anhe-los ciudadanos para alcanzar el biencomún y, por otro, los intereses deciertos sectores para obtener bene-ficios individuales.

Por otra parte, con el mayor nivelde participación se evitará que sólodeterminadas asociaciones, tales co-mo partidos políticos y otras de ca-rácter sindical o gremial influencia-das por los primeros, se transfor-men en seudoportadores de deman-das ciudadanas que en la prácticano las representan, pudiendo provo-car cierta desestabilización en el sis-tema institucional y, a partir de ello,no es difícil que, como ha sucedidohistóricamente, se produzca una si-tuación de inestabilidad política, conlos efectos que ello provoca en per-juicio de la vida nacional.

De lo expresado precedentemen-te podemos concluir, entonces, queel régimen democrático cuya ade-cuación a nuestra realidad social ypolítica se está plasmando, poseetales características específicas enlo orgánico, en lo social y en cuantoa participación, que otorgan al po-der social una enorme responsabili-dad en términos de cautelar y asegu-rar su existencia. La democraciaque se construye en Chile brinda alos individuos la oportunidad departicipar ampliamente respecto delos destinos del cuerpo político en elcual se desenvuelven en su calidadde parte activa del sistema que, envirtud a sus atribuciones ciudada-nas, decidieron libremente poner enfuncionamiento. Esto la diferenciade otras concepciones contemporá-neas en que "sus integrantes, aun-que sean beneficiarios del sistema,en gran medida no deciden sobre elcurso de sus vidas" (24) .

(24) Bertelsen Repetto, Raúl, op. cit., pág. 170.

Episodio de guerra en las Malvinas

LA PRIMERA ACCION DE

COMBATE AERONAVALCapitán de Fragata ALBERTO JORGE PHILIPPI, Armada Argentina

Comandante de la 3a. Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque. Graduado en la Escuelade Guerra Naval. Curso de Comando y Estado Mayor. Condecorado por su desempeño

en el Conflicto Atlántico Sur.

El 21 de mayo de 1981, las misiones de reconocimientoaéreo argentinas confirmaron que en el Estrecho de SanCarlos se hallaba un gran número de buques en apoyo deldesembarco británico en las Malvinas. Desde el continente elmando argentino ordenó a la 3a. Escuadrilla de Caza y Ata-que a lanzar un ataque aéreo. La ola inicial por tres Sky-hawks A-4Q fue seguida 15 minutos más tarde por una se-gunda ola. Cada avión estaba armado con cuatro bombas de500 libras (226,8 kg.). Los pilotos no sabían la posición exac-ta de las unidades británicas, ni tampoco sabían que el de-sembarco estaba, en su apogeo. Cada avión atacó sucesiva-mente la misma fragata Tipo 21, posteriormente identificadacorno la Ardent. Este autor era uno de los pilotos atacantes.Aquí él describe la misión y la experiencia por la que atravesóCuando su Skyhawk fue derribado. *

L A TERCERA Escuadrilla Ae-ronaval de Caza y Ataqueembarcó en abril a bordo del

portaviones 25 de Mayo, pero noparticipó en ninguna operacióncontra la flota británica debido alas adversas condiciones meteoroló-gicas. Antes del hundimiento delGeneral Belgrano, el portavionesrecibió órdenes de regresar, y losaviones A-40 fueron redesplegadosa la Base Aeronaval Río Grande enTierra del Fuego.

La primera acción de combatesucedió el 21 de mayo cuando des-pegamos tres aviones. La misión

que teníamos era "atacar a una fra-gata que se encontraba en la bocasur del Estrecho de San Carlos co-mo piquete, o que se hallaba nave-gando hacia allí por el estrecho".Luego del despegue, ya rumbo a lazona del objetivo, el controlador ra-dar de Río Grande nos advirtió quedicha fragata estaba escoltada poruna patrulla aérea de Harriers decombate.

* Una versión más breve de este relato fuepublicada previamente en Naval Review1983, el número de mayo de 1983 de U.S. Naval Institute Proceedines.

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Durante el rodaje previo al des-pegue ya conecté todas las llaves dearmamento, dejando únicamente la"master" desconectada, pues sabíaque la tensión que se siente en lamisión cuando se llega al área delblanco hace cometer errores y noquería olvidarme de nada.

La configuración de armamentoprevista era: cada avión llevaríacuatro Bombas MK-82 de 500 lbs.de peso, equipadas con cola Snake-ye, que serían lanzadas en reguerade 250 milisegundos, con lo cual sebuscaba separar las bombas aproxi-madamente unos 50 metros una deotra, y 190 tiros de 20 mm. para loscañones.

Los parámetros de lanzamientoeran: aproximación rasante a 450nudos y 50 pies de altura para evi-tar la detección radar hasta el úl-timo momento; ya próximo al bu-que a atacar (1.500 metros apro-ximadamente) finalizaban las ma-niobras evasivas, se ascendía a 300'sobre el nivel del mar, con vuelorecto y a nivel y disparando loscañones se esperaba a que el re-tículo de la mira pasara por la proadel blanco para apretar el botónque lanzaría las bombas.

Cuando se siente el golpe de lasbombas que salen, el avión da unbrinco, entonces debíamos colocartoda potencia e iniciar maniobrasevasivas durante el escape para evi-tar el seguimiento de los radares decontrol tiro o los misiles que pudie-ra lanzar el buque atacado.

La reunión posterior al despeguefue normal y los aviones ascendie-ron a 27.000 pies que era la alturaprevista para la navegación. La dis-tancia al blanco era de 385 millasnáuticas, calculando el descenso 100millas antes del blanco, de formatal de entrar debajo del róbulo delradar. Cincuenta millas antes dellegar a las Islas ya debíamos estarvolando rasante a 100 pies sobre elnivel del mar.

Computando este perfil, el tiem-po total de vuelo hacia el blancofue 58 minutos.

No tenía computadora de nave-gación ni VLF Omega, así que na-vegué por compás magnético y mar-cación ADF de cola, hasta que ini-cié el descenso; una vez rasante lanavegación es por velocidad, rum-bo, tiempo, referencias visualescuando se tiene y si no por estimaa razón de siete y media millas porminuto. Las Islas aparecieron a mivista, confundidas con las nubes quelas rodeaban, unos 5 minutos antesde lo previsto; esto me indicó queteníamos un viento de cola mayorque el pronosticado por la centralde meteorología.

Hicimos el descenso un poco másbrusco de lo planeado, porque esteadelanto imprevisto podía signifi-car que los ingleses nos detectarancon el radar. Nadie hablaba, todo loque había que hacerse lo habíamostratado en el prevuelo, contemplan-do todas las alternativas. Sabiendoque los ingleses poseían muy bue-nos equipos de contramedidas elec-trónicas, cualquier diálogo entre pi-lotos podía denunciar la presenciade los aviones aún antes de entrardentro del alcance radar.

Al iniciar el descenso, conecta-mos la "master" de armamento, ya partir de ese momento con sóloapretar el botón del bastón saldríanlas bombas.

Recalamos en la Isla de los "Pá-jaros" al sudoeste de "Gran Malvi-na" y desde allí giramos hacia laderecha siguiendo el perfil de lacosta hasta el Cabo Belgrano. Vo-'ábamos debajo de las nubes, con untecho aproximado de 500 pies, bajochubascos y con una visibilidad re-ducida a una milla o menos, queobligó a mis numerales a cerrarformación para mantenerlos encontacto visual.

Cuando llegamos al Cabo Belgra-no giramos hacia la izquierda para

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cruzar la boca del estrecho conrumbo 070°. El Cabo Belgrano seerguía negro y amenazador comoun mal presagio, su cresta cubiertade nubes, y con una pendiente pro-nunciada se introducía en el mar,tan amenazador como él.

Allí vacilé; la visibilidad se ha-bía reducido. Si la fragata inglesase encontraba en el estrecho, suradar nos detectaría a unas 15 mi-llas y lanzaría sus Sea Wolf cuan-do estuviéramos a 5 millas, cuan-do faltaban aún 4 para poder ver-la. No teníamos ninguna opción.Recibiríamos los misiles aún antesde ver al enemigo que los lanzara,ni siquiera teníamos un detectorcontramedidas electrónicas comopara saber si habíamos sido detec-tados, o si estábamos siendo ilumi-nados por un radar de control tiro,del tipo usado por el sistema SeaWolf.

Tuve intenciones de girar y re-gresar con mis numerales, estabatotalmente justificado en hacerlo;la división que salió antes que no-sotros lo había hecho.

Manteniendo la navegación porestima, rumbo, velocidad y tiemposeguí adelante: "Vamos a ver quépasa", pensé.

Sin embargo, la subconscienciame traicionó y dejé escapar un co-mentario que reflejaba toda la ten-sión y ansiedad del momento:"Qué largo es esto", refiriéndomeal ancho del canal; el tiempo decruce estaba previsto en 11 minu-tos. Los numerales recibieron y en-tendieron el real significado de lafrase.

A pesar de los inconvenientes, lanavegación se cumplió tal cual fuecalculada en el prevuelo.

Al cruzar la boca sur del Estre-cho de San Carlos y no avistarningún buque enemigo, procedí ha-cia el blanco de alternativa, que era"Atacar a los buques en el Puerto

de San Carlos". Es así que, cuan-do alcancé la costa oeste de la IslaSoledad, puse rumbo 025° y sobre-volando la playa a 50 pies y 450nudos nos dirigimos a Puerto SanCarlos, ya volando la formación deataque. Yo volaba al frente, en el3-A-307, el Teniente Márquezatrás y a mi derecha en el 3-A-312y el Teniente de Navio Arca, en el3-A-314, balanceaba la formaciónformando atrás y a la izquierda.La meteorología mejoraba rápida-mente a medida que avanzábamos.

Antes de llegar a la Bahía RuizPuente, vi a once horas, detrás deuna piedra, los palos de una fra-gata que al parecer nos había de-tectado y buscaba salir rápidamen-te de la costa hacia el centro delcanal, con rumbo aproximado 240°.Señalé el blanco a mis numerales—ya lo habían visto— y ordenéabrirnos para atacar. Me recostéhacia la derecha para que nos cu-briera el eco de la costa y para tra-tar de mantenernos ocultos por lapiedra. Cuando el ángulo en elblanco era adecuado, giré escarpa-do hacia él, con la punta de mi alaizquierda casi rozando las olas, ycuando finalicé el giro y estaba encorrida de tiro, cruzando desde laaleta de babor hacia la amura deestribor, antes de que levantara elgiro vi los disparos del cañón deproa, los cañones de las bandas ylos misiles Sea Cat, muy visibles yeludibles (para mi suerte no teníanSea Wolf). Observé piques cortosa mi frente, mientras caía a unay otra banda para evitar ser unblanco fijo. A 1.000/1.500 metrosdel blanco ascendí a 300 pies, y míconcentré en colocar el retículo demi mira en la proa, sin pensar másen nada, ya estaba jugado. Cuandoel centro del retículo se superpusocon el blanco, apreté el botón delanzamiento de bombas, aumenté a102% RPM y comencé un violento

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giro escarpado a la derecha, des-cendiendo para pegarme nueva-mente a las olas, luego girando ala izquierda; mientras tanto, escu-ché la voz de Arca gritando "¡ Muybien, señor!" Miré sobre mi hom-bro izquierdo y vi a la fragata conmucho humo en la popa, y un es-pumaje a 20 metros de su amurade estribor. No me preocupé máspor ella y ordené "Escapemos porla misma" a mis numerales, paraindicarles que usaríamos la mismaruta para el regreso ya que nosaseguraba la ausencia de enemigos.Entonces escuché la voz de Már-quez diciendo, "¡ Otra en la popa!",refiriéndose al tiro de Arca. Nosabemos cómo tiró él. Luego Arcame contó que pasó por entre unmontón de hierros y humo levanta-dos por mi bomba, porque no pu-do mantener la separación de 20segundos entre aviones que esta-ba estipulada.

Ya consideraba que habíamoszafado, cuando un par de minutosluego del ataque, un grito da Már-quez me detuvo el corazón: "Ha-rrier, Harrier!". Inmediatamenteordené ejecutar cargas exterioresy escapar con la esperanza da al-canzar refugio en las nubes que te-níamos al frente. Pero sentí unaexplosión en mi cola y que la narizde mi avión se elevaba incontrola-blemente, pese a apoyar mis dosmanos en el bastón, que estaba en-durecido. Miré a la derecha y vi unSea Harrier a 150 metros, vinien-do para el remate. Entonces comu-niqué : "Me dieron, voy a eyectar,estoy bien". Reduje potencia, abrífrenos de picada, llevé mi mano iz-quierda a la manija de eyeccióninferior, y tiré de ella. Sentí unaexplosión fuerte cuando se des-prendió la cúpula de la cabina, yJuago un fuerte dolor en la nuca.Mi último pensamiento antes dedesmayarme fue: "Me estoy desnu-cando como Peña". Cuando recupe-

ré el conocimiento estaba colgandodel paracaídas, dentro de una nu-be, con las gotas de lluvia moján-dome la cara, y había perdido elcasco y la máscara. Hacia abajo,vi al Río Carcarañá y un gran es-pumaje en sus cercanías (mi avióno el de Márquez).

Di gracias a Dios por estar vivoy me dediqué a resolver la emer-gencia. Inflé el chaleco, desprendíla anilla izquierda del arnés, y sa-qué el bote, que no se infló cuandolo arrojé al mar. Lo dejé de ladoy me preparé para la zambullida.Caí a 100 metros de la costa, des-prendí el paracaídas, volví a fra-casar con el inflado del bote, y tam-bién lo solté. Corté con el cuchilloalgunas algas que me aprisiona-ban, y nadé de espaldas hasta lacosta. Llegué tan cansado que nopodía caminar, y me tiré a reposarmientras lanzaba al aire la señalde emergencia con mi radio. Miréel reloj y eran las 15.30 horas, po-co más de una hora hasta la pues-ta del sol. Arreglé lo que me que-daba de mi equipo, y con el cuchi-llo cavé una cueva de zorro en unsector resguardado del viento.Cuando terminé ya era noche, asíque traté de dormir; cada hora melevantaba a caminar y a profundi-zar el hoyo para entrar en calor.

A eso de las dos de la mañana elcielo se encendió como de día poruna luz de bengala inglesa, y unafragata comenzó a cañonear al de-safortunado Río Carcarañá; segu-ramente habían escuchado mis se-ñales de emergencia, y creído quehabía alguien a bordo. Como lostiros largos pasaban cerca de misitio, y ante la posibilidad de quedesembarcaran tropas, comencéuna retirada "estratégica", que re-cién detuve a varios kilómetros deallí.

Continué caminando hacia elsur, donde según los mapas que

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había tratado de memorizar ha-bía establecimientos ovejeros.

El domingo 23 logré agarrar uncordero, que desollé, evisceré y aséa fuego lento, que encendí con unabengala porque los fósforos se ha-bían mojado. Comí una paleta yuna pata; al otro día desayuné laotra paleta, guardé la otra pata enel chaleco, y seguí mi caminata ha-cia el sur. A eso del mediodía meencontraba recostado contra el pos-te de una alambrada, descansandoy comiendo, cuando observé movi-mientos de vehículos en una cale-ta a 3.000 metros. Les hice seña-les con mi espejo, y se acercaronen un tractor y un Land Rover.Desde cierta distancia avanzó unapersona caminando, y después delconsabido No ivea-pons?, se acercóy se presentó como Tony Blaile, ne-ocelandés, administrador de una es-tancia local, y me ofreció su ayu-da. Me presentó a sus compañeros,quienes me ofrecieron sus merien-das cuando les conté que hacía tresdías que andaba trotando por elcampo. Tuve suerte, porque ése eraun paraje deshabitado; ellos ve-nían cada seis semanas para tra-bajar un día con el ganado.

Tony me llevó a su casa, me pre-sentó a su esposa y sus dos hijos,me preparó un baño caliente y meprestó ropa limpia de él. Descanséhasta la hora de la cena; una fa-milia muy agradable, no hablamospara nada de la guerra, sino denuestros pasatiempos favoritos:caza, pesca y radio. Tuvimos mu-cho para charlar, el tiempo se noshizo corto. Al día siguiente infor-mó mi posición a Puerto Argenti-no por la banda sanitaria. Luegome llevó a conocer el pueblito deNorth Arm que tiene 17 casas.

Al mediodía me vino a buscar unhelicóptero de la Fuerza Aérea queme llevó a Darwin, donde recomen-zaron mis problemas: correr a los

refugios cada 15 ó 20 minutos porlos ataques de los Harriers, y ob-servar a las tropas inglesas quetomaban las alturas Alberdi y Ri-vadavia preparándose para el asal-to.

Al día siguiente volé a PuertoArgentino en el último helicópteroque salió de Darwin. Allá encontrémucho optimismo en los defenso-res. Dos días más tarde, un C-130me sacó de allí, volando 500 millasde noche a 50 pies de altura.

Durante el ataque días antes, laescolta de Harriers que protegía elbuque y que no pudo interceptar-nos al ingresar, nos alcanzó por de-trás cuando escapábamos. Derri-baron a dos aviones, el del Tenien-te Márquez 3-A-312 y el mío 3-A-307.

El Teniente de Navio Arca, conel avión muy averiado, logró esca-par hacia Puerto Argentino, adon-de llegó orientado por el radar detierra, con el avión totalmente agu-jereado por los cañones de 30 mm.,con controles manuales ya que am-bos sistemas hidráulicos estabaninoperativos.

Al llegar a Puerto Argentino,trató de bajar el tren de emergen-cia, pero de tierra le advirtieronque no tenía la rueda izquierda, so-lamente dos ruedas, la de nariz yla derecha.

Ante esta situación decidió eyec-tarse, lo que hizo sobre la bahíafrente a la pista. Arca también ca-yó al agua pero fue rescatado porun helicóptero del Ejército que sehallaba volando y el cual, al nocontar con eslinga de salvataje, de-cidió meter en el agua el patín deaterrizaje, de donde tomó al Te-niente Arca y en esa forma logróllegar a tierra colgado del patín, alcual se hallaba agarrado con piesy manos.

El desafortunado Teniente Már-quez desapareció sin que tuviera-

mos ninguna información sobrecómo fue derribado. Permanente-mente recuerdo su voz angustiadaavisando a la división la presencia

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de Harriers. Gracias a ese avisotanto Arca como yo pudimos efec-tuar las maniobras evasivas quenos salvaron la vida.

CINCUENTENARIO DE LA GUERRA CIVILESPAÑOLA 1936 - 1939

MAYOR MARTIN RODRIGUEZ GONZALEZ,Miembro Academia de Historia Militar

HAY acontecimientos que gravitan en la historia misma de la hu-manidad. Algunos, como el Descubrimiento de América, represen-tan nuevas concepciones que derrumban antiguos conceptos y

muestran una realidad que debe ser aceptada; la conquista de la Lunamostró el comienzo de una era en la cual el hombre comienza a alcanzarlos límites de su imaginación; la revolución francesa marcó el comienzade un nuevo tiempo y dio vida a los nuevos conceptos que definirían lavida futura del hombre y las naciones.

Justo es reconocer, entonces, que un hecho ocurrido hace medio si-glo, también significó un ejemplo que el mundo aún no ha terminado deanalizar y capitalizar, seguramente porque la historia nos enseña quedebe pasar un siglo para que los hechos puedan ser juzgados debidamen-te y haber pasado las generaciones que lo vivieron y que, de una u otramanera, han tomado partido de sus causas, su desarrollo y sus resulta-dos. Nos referimos a la Guerra Civil Española, cruento hecho que no so-lamente fue un conflicto intestino, sino que además involucra a muchasotras naciones, y lo que es más significativo, a doctrinas internacionalespropias de nuestra época y que continúan su existencia válida hastanuestros días.

Séanos permitido también puntualizar que España tuvo, tiene ytendrá siempre, una gran importancia para nuestros pueblos hispanoparlantes. De ella heredamos su cultura, su lengua, su religión, su orgu-llo y sus apellidos. La denominación de "Madre Patria" no es un salu-do protocolar al pasado, es un reconocimiento permanente a una reali-dad tangible que llevamos en el corazón.

Es fácil imaginar que dos años y nueve meses de guerra no sonfáciles de resumir; por ello necesariamente debemos recurrir a los he-chos de mayor gravitación con la esperanza de brindar una visión quepermita apreciar la magnitud del hecho mismo y facilitar las conclusio-nes que el lector podrá deducir a la luz de ellos, sin más ambición querendir culto a la historia que es ejemplo y es verdad.

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A N T E C E D E N T E S

R EMONTEMONOS a los años del reinado de Alfonso XIII en Es-paña.Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) España man-

tuvo su neutralidad, posición bastante difícil de lograr en medio de unaEuropa convulsionada en que abundaban las fronteras en llamas. De-bemos reconocer, en consecuencia, el mérito de esta posición equidistan-te entre los bandos en lucha, producto de la cual pudo disfrutar de unprogreso industrial acelerado, lógica consecuencia de este oasis en me-dio de las ardientes arenas del desierto de la guerra que le rodeaba.

Al término de la conflagración mundial, España se encontraba ro-bustecida, poderosa y desarrollada; pero esta situación la hizo sensiblea los conflictos propios que suelen generarse entre el capital y el tra-bajo, en este caso específico entre una clase semifeudal dominante y lasnuevas fuerzas socialistas y anarquistas. Este pequeño fuego era avi-vado por las mismas naciones que se encontraban en posición desme-drada ante España y por aquellas ideologías que pretenden el dominiodel mundo y que utilizan hábilmente los conflictos internos para debili-tar a una nación, y, luego de creado el caos, adueñarse de la situaciónmerced a su condición de ser los mejores organizados y contar con apo-yo externo.

Las huelgas comenzaron a paralizar la floreciente industria espa-ñola y el terror asomó su nefasto rostro en las calles, alterando el ordeny deteniendo el progreso por medio del miedo y del crimen. Ministrosy destacadas personalidades fueron las víctimas de esta nueva y tristerealidad y las calles de España se tiñeron con la sangre de Cánovas,Dato, Canalejas y muchos otros.

Paralelamente, el regionalismo español, sentimiento que de hermo-so puede transformarse en cruel y destructor cuando el imperativo esla nacionalidad única, se hizo presente también en esta etapa, a travésdel movimiento separatista de Cataluña que, posteriormente, seríaaceptado.

El clima imperante en lo político y en lo social derivó en una ine-vitable inestabilidad ministerial que debilitó la acción gubernamental yallanó el camino a la subversión, contando con la complicidad inocentede un régimen monárquico que no era precisamente el mejor muro dacontención para los excesos promovidos desde fuera de las fronterasespañolas.

La situación imperante y que hemos descrito a rasgos generales,tratando de ponderar sólo lo más trascendente, derivó, finalmente, enla drástica decisión del General Primo de Rivera quien, en 1923, sus-pende la Constitución del año 1876, e implanta la dictadura militar.

Comienza, entonces, una carrera contra el tiempo para procuraruna estabilidad y un orden demasiado enfermo y debilitado como paratener posibilidades de sobrevivir. Los opositores liberales son detenidoso deportados, entre ellos Miguel de Unamuno, Blasco Ibáñez, etc., perola paz no se impone. Finalmente, al perder el apoyo de los militares, Pri-mo de Rivera dimite el año 1930.

Al año siguiente se llama a elecciones municipales. Este hecho sir-ve para demostrar aquello que enunciábamos al comienzo referente ala ganancia que siempre obtiene la fuerza mejor organizada cuando el

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caos reina en el ambiente. En estas elecciones del año 1931 se imponeuna mayoría republicana y socialista, hecho que precipitaría los acon-tecimientos hacia el trágico destino de España. Las consecuencias inme-diatas son el abandono del país del rey Alfonso XIII, sin abdicar a lacorona, y la instalación de un gobierno provisional republicano encabe-zado por Niceto Alcalá Zamora y Torres, con el cual se inaugura lallamada Segunda República. Era el 14 de abril del año 1931.

La promulgación de la nueva Constitución liberal-socialista ese mis-mo año, habla por sí misma de su orientación. En sus acápites principa-les dispone lo siguiente:

—Cámara única electa por cuatro años.—Presidente elegido por votación indirecta y cuyo mandato debía

durar seis años.—Ministerio responsable ante la Cámara.—Libertad de pensamiento y religión.—Nacionalización de la propiedad eclesiástica.—Laicización del Estado y la enseñanza.—Reforma agraria, impuesto a la renta, matrimonio civil, divorcio,

libertad de la mujer y protección a los trabajadores.—Disolución de la Orden de los Jesuitas.—Autonomía de Cataluña.

¡No será difícil para el lector establecer los paralelos del caso conotras situaciones de las que puede haber sido testigo!

En ese instante ya se había logrado hacer perder a España su pri-vilegiada situación que había mantenido antes, durante y después de laPrimera Guerra Mundial. Ya era parte de una Europa cuyos restos hu-meantes daban fe de la lucha terminada el año 1918 y cuyos rencoresestaban engendrando una nueva conflagración que era cual bomba detiempo a punto de estallar.

El espíritu de la España eterna vivía en una parte importante desus hijos, ajenos hasta entonces al quehacer político, pero víctimas porigual del caos y la anarquía reinantes. En agosto de 1932 se produce laprimera reacción al caos reinante materializado en la sublevación delGeneral Sanjurjo. Y aunque el gobierno pudo controlar este movimien-to reivindicatorío, una mayoría silenciosa había hecho su aparición enla escena nacional en busca de valores eternos e inclaudicables.

El año 1933 se realizan elecciones y la mayoría se manifiesta clara-mente por los partidos de derecha y de centro, asestando un duro golpeal gobierno de la Segunda República. Al producirse los nombramientosde ministros de derecha, se desata una huelga general revolucionaria yla nación nuevamente en la ingobernabilidad. Posteriormente las eleccio-nes realizadas el año 1936 muestran una fuerte mayoría del llamadoFrente Popular, integrado por socialistas, comunistas, republicanos yanarquistas. Las nuevas cortes destituyen a Alcalá Zamora y Torres ylo reemplazan en la presidencia por Manuel Azaña.

En el mes de julio de 1936 se produce la segunda sublevación. Lamayor parte del Ejército, unido a la derecha y a organizaciones naciona-listas salen a las calles a recuperar los valores trascendentes de la na-ción. El gobierno reacciona de inmediato creando milicias populares pa-

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ra enfrentar la sublevación. En ese instante la "Guerra Civil" está de-clarada. Se vivía el 18 de julio de 1936 y el país queda dividido entre Na-cionales y Republicanos. Los Generales Emilio Mola, Gonzalo Queipo delLlano y otros, buscan al líder que habría de librar la batalla decisiva;eligen a un distinguido militar que hasta ese momento había perma-necido ajeno a todo conflicto, ya que se encontraba cumpliendo con susobligaciones profesionales en las Islas Canarias. Su nombre: FranciscoFranco Bahamonde. Al morir el General José Sanjurjo, cabeza de la pri-mera sublevación, él asume el mando de las fuerzas nacionales.

INTERVENCIONES EXTRANJERAS

Aunque por razones bastante opuestas, algunas naciones extranje-ras intervienen abiertamente en esta lucha que tenía como escenario elterruño español. Alemania e Italia intervienen sin vacilaciones en favorde los sublevados (nacionales). La primera de las nombradas experimen-ta en estas acciones de guerra sus nuevas organizaciones militares y suarmamento, atada siempre a los compromisos que debió aceptar al capi-tular al término de la Primera Guerra Mundial. La Unión de RepúblicasSocialistas Soviéticas ayuda a los republicanos con toda clase de mate-rial bélico aunque, en honor a la verdad, Rusia ya estaba participandode la lucha desde mucho antes, impulsando la lucha política precedentee, incluso, a través de las milicias populares del mes de julio de 1936.

PRINCIPALES ACCIONES MILITARES

Numerosas fueron las acciones militares que se sucedieron duran-te los casi tres años de guerra civil. En nuestro afán de mostrar su de-sarrollo, ofrecemos al lector algunos mapas en los cuales se ha numera-do el sitio de los principales encuentros, los que corresponden al númeroentre paréntesis que se anota a continuación junto a los nombres de lasbatallas y combates.

En procura de hacer más clara esta relación cronográfica, las he-mos agrupado por años.

AÑO 1936:

—Enfrentamiento en las calles de Madrid y Barcelona. 19 dejulio. (1).

—Toma de Badajoz por los nacionales. 15 agosto. (2).—Toma de Talavera por los nacionales. 4 octubre. (3).—Los nacionales penetran en la provincia de Madrid al mando de

Valera. 8 octubre. (4).—Conquista de Bruñete por los nacionales. 2 noviembre. (5).—Batalla de Villarreal de Alava. 2-25 diciembre. (6).—Batalla de la carretera de La Coruña en Madrid. 13-14 diciem-

bre. (7).

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AÑO 1937:

—Comienza ofensiva contra Málaga. 14 enero. (8).—Toma de Málaga. 8 febrero. (9) .—Batalla de Guadalajara.

Fracaso de las tropas italianas. 8-18 marzo. (10).—Destrucción de Guérnica por la Legión Condor alemana. 26 ma-

yo. (11).—El acorazado alemán "Deutschland" bombardea Almería. 31 ma-

yo. (12).—Batalla de Bruñete. 6-26 julio. (13).—Toma de Aviles y Gijón por los nacionales. 21 octubre. (14).—Teruel cae en poder de los republicanos. 22 diciembre. (15).

AÑO 1938:

(16).—Ruptura del frente republicano en Teruel. 9 marzo.—Toma de Lérida por los nacionales. 3 abril. (17).—Comienza la Batalla del Ebro. 24 julio. (18).—Inicio de la campaña de Cataluña. 23 diciembre. (19).

AÑO 1939:

—Nacionales entran en Tortosa, Tarragona y Barcelona. 13-15-26enero. Campaña final. (20).

—Toma de Gerona. 4 febrero. (21)—Nacionales llegan a la frontera francesa en Cataluña. 10 febrero.

(22).—Ocupación de Madrid. 28 marzo. (23).—Toma de Valencia y Alicante. 30 marzo. (24).—Parte Oficial del Cuartel General de Burgos anunciando el fin de

la guerra. 1° abril 1939. (25).

Vale la pena consignar que la Segunda Guerra Mundial comenzócon la invasión de Polonia por las tropas alemanas el 1° de septiembrede 1939, por lo que muchos estudiosos de la historia señalan a la GuerraCivil Española como el preámbulo de esa gran conflagración.

CONSECUENCIAS DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

Algunos estudiosos hablan de un millón de muertos con motivo dela Guerra Civil. La verdad es que la cifra nunca ha podido ser compro-bada con exactitud y, a medida que pasan los años, más remota se haceesa posibilidad. Pero cualquiera que sea la cifra, lo más doloroso es queel enfrentamiento sucediera. Se trata de la tragedia de una nación se-ñera en la historia del mundo que se vio enfrentada a sí misma por laacción de ideas extranjeras que no le permitieron vivir en paz. Un en-frentamiento entre hermanos en quienes se sembró la semilla de un odioinjustificado, se atropello la autodeterminación de un pueblo y se les pu-sieron armas en la mano para hacerlos revivir la tragedia de Caín yAbel, mientras los autores intelectuales del crimen colectivo tomabanasiento en la platea para observar lo que pasaba en el escenario y com-probar si satisfacía sus apetitos.

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España, nación religiosa por excelencia y misionera por vocación,vio masacrados a sacerdotes y religiosas en manos de las turbas que es-grimen su invariable principio de que "La religión es el opio de los pue-blos". Son los mismos que buscan el amparo de esa misma iglesia, cuan-do las circunstancias les aconsejan tomarse un respiro en medio de lalucha, cuando el muro con que se encuentran resiste a sus embates. Ytal vez lo peor que podríamos mencionar entre las consecuencias de laguerra civil española: la enemistad entre hermanos, los rencores y losodios que han menguado muy poco con el paso de los años, sobre todopara quienes se vieron directamente involucrados en los hechos.

Al término de las acciones de guerra, el General Francisco Francoes designado Jefe del Estado y Comandante en Jefe de las Fuerzas Ar-madas, contando con poderes dictatoriales. Se crea un Consejo del Reinocompuesto por trece miembros, quienes asesoran al gobernante en la di-fícil tarea de reconstruir sobre las ruinas. El año 1942 se restablecenlas Cortes según modelo eminentemente nacionalista y, en 1947, ve laluz una Ley de Sucesión para retornar al reino y que un príncipe suce-diera a Franco en el mando de la nación.

ESPAÑA Y LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Al estallar el conflicto, España proclama su no beligerancia y, pos-teriormente, su neutralidad. Sin embargo, un cuerpo expedicionario es-pañol lucha durante la guerra en el frente ruso. Terminada la guerra,se negó a España su ingreso a la Organización de las Naciones Unidas.El lobo con piel de cordero jamás perdonaría a la Madre Patria el fra-caso que le propinara el año 1939. En el seno de la organización interna-cional se llegó, incluso, a llamar abiertamente al pueblo español a derri-bar el régimen de Franco. A estas acciones directas se suma la recomen-dación de la O.N.U. a sus estados miembros, a romper relaciones diplo-máticas con Madrid, hecho ocurrido el año 1946.

A pesar de todas las dificultades, España progresa cada día en lapostguerra. Se abre al turismo y crea el modelo ideal de lo que se ha da-do en llamar "industria sin chimeneas". El año 1950 las Naciones Uni-das suspenden sus restricciones y los Estados Unidos de Norteaméricaestablecen relaciones militares y comerciales más estrechas. En ese mo-mento el progreso español se hace vertiginoso con el apoyo de la naciónnorteamericana y el aporte económico de la banca mundial.

Dicen que la Historia repite sus ciclos. Conocerla no es solamenteasomarse al pasado, sino que también en importante medida, vislumbrarel futuro. La tragedia civil española es una lección que el mundo no pue-de olvidar. Los hechos están allí, a los ojos de todos. Cada ciudadano delmundo puede obtener sus propias conclusiones y, si es honrado, actuaren consecuencia. Ojalá ese millón de muertos de que se habla, no hayanentregado sus vidas en vano. Debemos pensar conscientemente de quelas condiciones del mundo no han cambiado tanto como para creer quela experiencia es una realidad superada.

FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE

Permítasenos cerrar estas líneas con la evocación de un auténticopersonaje en la guerra civil, en su patria y en el mundo. El General Fran-

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cisco Franco Bahamonde nació en El Ferrol, Galicia, el año 1892. Susestudios militares los realizó en la Academia de Infantería de Toledo.Durante su brillante carrera de soldado ocupó altos cargos, entre ellosel de Director de la Academia Militar General de Zaragoza.

Al estallar la Guerra Civil en 1936, desempeñaba un cargo militaren las Islas Canarias, desde donde viajó al continente llamado por losGenerales y por el pueblo español que puso en él sus ojos para salvar ala patria amenazada.

Nacionalista, profundamente cristiano, se entregó toda su vida alservicio de España. Sus costumbres eran sobrias y hasta místicas. Susconciudadanos lo conocieron como el "caudillo" o el "generalísimo". Congran visión de estadista y mano firme, llevó a España del caos da la re-volución a una auténtica época de oro, a través de 36 años y siete mesesde gobierno.

Murió el 20 de noviembre de 1975, a las cuatro de la madrugada,hora de España. Su espíritu vive, convertido en una lección eterna.

LA FIGURA MORAL DEBALMACEDA

L A vida interior de Balmace-da, lo que en verdad merececalificarse como su figura

moral, se transparenta nítidamenteen alguno de sus discursos, que sonde ayer y sin embargo de perma-nente actualidad. Constituyen unramillete de flores que mantendráneternamente su fragancia. Es unconjunto de pensamientos magnífi-cos que vivifican el corazón y re-montan el espíritu a las esferas su-periores de la vida.

A través de sus palabras aparecela figura de Balmaceda, grande, in-mensa, como hombre, como hijoamante, como esposo y como padre;como estadista de mirada amplia ysegura, como gobernante de noblesinspiraciones y como ciudadanosiempre enamorado de su patria.

En las líneas que transcribimosqueda retratada su personalidadmoral, que en verdad aparece insu-perable.

En la hora de su vindicación his-tórica, fundada en la justicia, que aveces tarda, pero jamás se queda amedio camino, es obra de cordurarecordar una vez más algo de lo quedijo en distintas etapas de su vidapública y cuando ya se hallaba alas puertas del infinito. Se encuen-tran en sus expresiones nacidas delalma útiles enseñanzas y conceptos

elevados, que no cambiaron de tononi de acentuación patriótica, en elinstante en que, dominado por el in-fortunio y sin reproches para na-die, resolvió abandonar la vida ennombre de altos ideales y de con-vicciones tan profundas como res-petables.

He aquí las palabras del grandehombre, que ya han hecho derra-mar a muchos corazones lágrimasde gratitud y de honda emoción:

En 1888 dijo en La Serena: "Vi-vo consagrado al servicio de misconciudadanos y a medida que meveo honrado con singulares testimo-nios de adhesión pública, me sientomás alejado del campo en quefructifican los recelos políticos, enque se encienden las pasiones per-sonales o en que suelen exacerbar-se las almas bien templadas. Desdeeste alto puesto de honor y de con-fianza nacional, puedo decir a misamigos de Coquimbo, y por mediode ellos a todos los chilenos, que notengo más interés que por lo justo,ni más amor que por lo bueno, nimás pasión que por la patria".

Posteriormente expresó en Tal-cahuano: "Por grandes que hayansido o pudieran ser en el futuro laspruebas a que nos veamos someti-dos por el destino, o por los aconte-

Doña María Encarnación Fernández de Balmaceda, madre del gran ciudadano, el Presidentede Chile, don José Manuel Balmaceda.

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cimientos, no he vacilado ni vaci-laré un solo instante en el cumpli-miento de mis deberes como primerservidor del Estado. Tengo fe enDios, que ve hasta el fondo de lasconciencias. Tengo fe profunda enmis conciudadanos, a los cuales hededicado todos mis esfuerzos paraengrandecerlos, engrandeciendo ala República. El pabellón chileno essagrado y a su sombra podemos to-dos, gobernantes y gobernados,unirnos en íntima efusión, parabendecir a la Providencia y paracongratularnos por las conquistasde progreso y del ingenio humano.Quiero en esta hora feliz elevar misvotos a la Altura, por que los quevengan en pos de nosotros nos ex-cedan en inteligencia, en actividady en acierto y sobre todo en ener-gía para hacer el bien y levantarmás aún a esta patria de nuestrocorazón y de nuestros hijos".

Al inaugurar el Congreso Cons-tituyente en 1891, declaró: "Próxi-mo a dejar el poder, volveré a lavida privada como llegué al Gobier-no, sin odios y sin prevenciones,extraños a la rectitud de mi espíri-tu e indignos de un Jefe de Estado.Es cierto que pocos gobernanteshan tenido que sufrir, como yo,agravios más inmerecidos y más in-justas inculpaciones. Nunca he per-dido por esto la serenidad de mi es-píritu y la perfecta tranquilidad demi conciencia. Estoy acostumbradoa afrontar las injust:cias de loshombres. Descanso tranquilo enel favor de Dios, que presidelos destinos de las naciones yque ve distintamente el fondo delas conciencias. El se ha de serviralumbrar el patriotismo de los chi-lenos y trazar a vuestra sagacidady sabiduría los senderos que con-ducen al afianzamiento del orden ya la solución final de las desgraciasy de la contienda que hoy dividena la familia chilena".

Después del desastre de Concón,escribe a su madre: "Estos hechosy pruebas no me han producido amí la impresión que a otros, porqueya me he familiarizado con los ri-gores de la tormenta. Si en ella cai-go, no será por temor o negligen-cia. Su hijo, como un romano, sabrámorir peleando de pie" Derrotadodefinitivamente y ya al margen dela vida, dice a sus hermanos: "Des-pués vendrá la justicia de la histo-ria. La distancia de esta región ala otra es menor que la que nosimaginamos. Nos veremos de nue-vo alguna vez y entonces, sin losdolores y las amarguras que hoynos envuelven y despedazan. Cui-den y acompañen siempre a mi ma-dre y sean siempre amigos de losque lo fueron de nosotros".

A su esposa le expresa: "Es ne-cesario dedicarse por entero a laformación, prácticas religiosas ymodo de ser de nuestros hijos. Quie-ro que sean buenos cristianos, queno ofendan ni hablen mal de nadie,que olviden las ofensas de mis ene-migos. Nos veremos de nuevo en unmundo mejor que el que dejo enhoras de odios y de venganzas, queyo ya cubro con mi olvido y mi sa-crificio".

Dedica a su madre estas tiernasexpresiones: "Tiene usted a Diosy santa fe que la conforta y levan-ta. Dios se apiade de nosotros. Cuí-dese para sus hijos y sus nietos ycrea que la ama de todo corazón elhijo que le dedicó siempre sus mástiernos y sus más vivos afectos".

De más sería hacer referencia alcélebre testamento político del granPresidente, que se inserta en estasmismas pág.nas. Generaciones en-teras lo han aprendido de memoriay los tiempos y los hechos han com-probado que sus predicciones hanresultado geniales, porque cuantoen él se expresa se ha cumplido enforma perfecta.

EL TESTAMENTOPOLITICO DELPRESIDENTEBALMACEDA

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