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CONJETURA 3 J. Uribe O Marzo 2015 Diferenciar, distinguir, discernir, separar. DISCRIMINACION: Segregar, marginar, excluir, menospreciar. Luego; discriminar contiene, de suyo, un concepto diferencial entre elementos de cualesquiera denominación. Ello, contiene un rasgo peculiar ya que siempre se elige a uno o algunos sobre otros o bien a muchos sobre pocos o alguno. Entonces, lo primero que se viene a presencia es que, al parecer, toda elección, toda decisión, de cualquier índole que sea conlleva o contiene una suerte de discriminación. ¿Es acaso, esta suerte de elección diferencial algo que tenga que ver con la moral o la ética en particular, algo que no puede eludir su vinculación profunda con el espíritu humano al verse enfrentado a una de sus mayores facultades en su condición humana?; la libertad y el libre albedrío en su propia y peculiar forma de hacerse presente. Es obvio que esa facultad, en el hombre como en la mujer, se empieza a hacer presente desde los primeros indicios de actividad cerebral. Podemos agregar que incluso los animales más desarrollados y quizá aquellos unicelulares o aquellos de dimensiones nano o menores, de alguna manera deben hacer uso de esta cualidad para poder habérselas con su medio más apropiado. Así, aventurándonos un poco, podríamos pensar que el universo visible como el invisible serían producto de una primera y fundamental discriminación, la cual - para los creyentes en un Ser Absoluto Creador – sería como su principal modo de operar en dicho acto trascendental: y para los no creyentes, sería la naturaleza misma la que por sí y ante sí haría las decisiones pertinentes no por un cómodo y simple azar sino por un plan absolutamente predeterminado.

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CONJETURA 3

CONJETURA 3 J. Uribe O Marzo 2015

Diferenciar, distinguir, discernir, separar.

DISCRIMINACION: Segregar, marginar, excluir, menospreciar.

Luego; discriminar contiene, de suyo, un concepto diferencial entre elementos de cualesquiera denominacin. Ello, contiene un rasgo peculiar ya que siempre se elige a uno o algunos sobre otros o bien a muchos sobre pocos o alguno.Entonces, lo primero que se viene a presencia es que, al parecer, toda eleccin, toda decisin, de cualquier ndole que sea conlleva o contiene una suerte de discriminacin.

Es acaso, esta suerte de eleccin diferencial algo que tenga que ver con la moral o la tica en particular, algo que no puede eludir su vinculacin profunda con el espritu humano al verse enfrentado a una de sus mayores facultades en su condicin humana?; la libertad y el libre albedro en su propia y peculiar forma de hacerse presente. Es obvio que esa facultad, en el hombre como en la mujer, se empieza a hacer presente desde los primeros indicios de actividad cerebral. Podemos agregar que incluso los animales ms desarrollados y quiz aquellos unicelulares o aquellos de dimensiones nano o menores, de alguna manera deben hacer uso de esta cualidad para poder habrselas con su medio ms apropiado.As, aventurndonos un poco, podramos pensar que el universo visible como el invisible seran producto de una primera y fundamental discriminacin, la cual - para los creyentes en un Ser Absoluto Creador sera como su principal modo de operar en dicho acto trascendental: y para los no creyentes, sera la naturaleza misma la que por s y ante s hara las decisiones pertinentes no por un cmodo y simple azar sino por un plan absolutamente predeterminado.Por tanto, en el acto inicial en el principium de todo lo conocido y desconocido estara presente esta discriminacin tanto como en cualesquiera de las versiones sealadas al comienzo de este escrito. Se ha constituido una especie de hermenutica para diferenciar en, ella misma, los distintos modos en que es percibida, lo cual, puede llevar a diversas interpretaciones si en ese discriminar est envuelto -de manera directa o indirecta- algn rasgo de la condicin humana. De las ocho interpretaciones sealadas, slo dos seran intrnsecamente exclusivas de los humanos discernir y menospreciar- ya que ellas requieren, adems del instinto animal, del razonamiento ms avanzado ya que dicha funcin quiere y requiere al menos la nocin de lo justo y lo bueno. La condicin humana a diferencia de la vida animal o sub animal, se va encontrando durante su existencia con episodios que le generan expectativas que debe tratar de alcanzar, sea para logros mezquinos o beneficiosos. Esta permanente situacin de discriminacin se revela, entonces, como un acto humano de trascendencia capital para la especie humana ya que si se define por una accin equivocada puede llegar a comprometer e incluso acabar con su propia vida, o bien, segn la magnitud de su decisin, acabar con la especie humana o al menos rebajar el status alcanzado hasta ese momento de su desarrollo o progreso, entendido como el proceso de adecuacin de sus condiciones de vida. Discriminar pasara as, de ser una decisin aparentemente simple a una situacin de envergadura extraordinaria.Hoy se ha puesto en discusin el verdadero sentido y valor del discriminar en tanto acto entendido como accin o, como discriminacin en tanto sustantivo que la nombra y por lo tanto, permite la existencia abstracta y a la vez concreta de su concepcin y contenido. Si pensamos que nuestra vida cognitiva es la que nos mueve espiritualmente a desarrollarnos no slo como individuos sino como personas, tendramos que aceptar que ella se debe apreciar ms como una cualidad que como una suerte de carencia y por tanto algo negativo para el ser humano. O sea que la discriminacin no puede ser excluida de nuestro hacer y saber sino que lo que ella genera es esa particular, nica, exclusiva y necesaria cualidad del ser humano que le permite hacer uso -y muchas veces abuso- de sus libres decisiones.

No es acaso, el discriminar, lo que ha permitido lo que hoy conocemos como progreso entendido como la comprensin cada vez ms elaborada tanto de las artes, las ciencias y las tcnicas? A ello tendramos que agregar aquello concerniente a los asuntos relativos a las diferentes posturas de carcter religioso en la cuales, la fe, exige -en un cierto plano trascendente y por lo tanto en su mxima potencia- el efecto discriminatorio de aquello que corresponde a la verdad como necesidad de vida. Esta discriminacin mayor, compulsa al hombre a pronunciarse sobre el creer o el no creer en algn poder superior a l mismo. Obviamente aqu estamos pensando en un adolescente o adulto al cual discriminatoriamente le asignamos una mayor capacidad de discernimiento.

Pero, el discernimiento en su meollo, no es ms que el modo en que la discriminacin acta en las personas. Y la humanidad est compuesta de persona con distinto grado de discernimiento ya que un nio debe hacerlo tanto como un adulto. (Todos hemos tenido la experiencia de cmo casi todos los nios abusan de sus padres practicando una especie de tirana cuando quieren conseguir algo que no les es otorgado de inmediato).O bien, como el caso de un nio de tres aos que le dijo a su mam que no quera juntarse ni jugar con otro nio hasta que se lavara razn?: el nio era muy moreno, de tez y piel oscura aunque no de raza negra, en cambio l era rubio y de piel y tez blanca. Nadie en su entorno haba hablado de esta diferencia lo cual nos hace afirmar que esta discriminacin es algo gentico en los hombres de distintas razas lo cual derivara en la distincin en clases sociales que discriminan por poder, dinero, saber (cultura) creencia, etc., etc.

Si leemos la Biblia aunque sea por actitud cultural, tenemos que aceptar que Dios discrimin entre los ngeles y los hombres y luego, entre los hombres eligindose un pueblo -Israel- entre los que habitaban la tierra en ese determinado momento. Y si pasamos a un plano inferior al humano, todos somos testigos de cmo los animales deben discriminar entre las diferentes especies incluso atacndose entre ellas para poder alimentarse o subsistir.Slo instinto?. As, la discriminacin humana que diferencia a unos de otros puede tomar un valor positivo o negativo segn sea la determinacin que- el previo discernimiento- llev a la accin estimada como adecuada y necesaria.

Volvemos, entonces, a encontrarnos con el tema -ms que problema- de lo bueno, conveniente, adecuado, pertinente etc. que le sobreviene al hombre previo a toda, decisin; y cuando decimos toda es que nada puede quedar fuera de ella ya que conforma un todo ineludible por cuanto en cada una de esas determinaciones nos vamos jugando nuestra existencia, la de la humanidad e incluso la del universo. La vida humana se desarrolla a partir de este juego intelectual abstracto que nos hace apreciarla como algo de inconmensurable valor o al contrario, como algo despreciable.

La segunda mirada se dirige hacia la interpretacin de discriminacin como el menospreciar cosa que, como ya se dijo, es algo que slo aquellos seres pertenecientes a la especie humana pueden realizar. Esta forma del discriminar se hace presente de inmediato como una accin negativa que una persona ejerce sobre otra. Las razones para ejercitar el libre albedro de esta manera parecieran ser inagotables en su modo de daar en su parte ms esencial a un semejante que pertenece a la misma especie humana aunque su raza, color u otra distincin puedan aparecer como significativas para ello.Menospreciar a un semejante aparece en primera instancia como una posibilidad de juicio respecto de cualquier persona arguyendo todo tipo de aparentes razones para actuar de ese modo. Sin embargo, se nos ha enseado que todos los humanos por ser personas y por tanto, poseer aquello que conocemos como la condicin humana que nos diferencia de toda otra especie terrenal o extraterrestre, tendramos que diferenciar entre la persona y la consecuencia que el despreciar provoca en ella. Algo as como el debido respeto a la persona pero, el total rechazo a su actitud. Es evidente que un crimen contra una persona es inaceptable lo cual, no quiere decir que el criminal no siga siendo persona y se le siga considerando como tal aunque debe recibir el castigo que merece su accin.

La sociedad actual (al menos la occidental y su manifestacin de vida a partir de la economa como referencia) menosprecia al que posee menos que el o los otros ya sea en forma individual o en grupos, tratndolos incluso como ghetos. Esta sociedad se autoestima como ms. Como la riqueza trae o se asocia al poder, este poder pretende dominar en todos los campos de la existencia humana llegando al desprecio y a la indiferencia como manifestaciones mnimas de su accin las que no por mnimas, pueden ser aceptadas desde el punto de vista que considera a la persona y su condicin de tal como primordial.

As, llegamos a preguntarnos si la discriminacin es algo que debera ser, de alguna manera, destronada del actuar social en todas las manifestaciones que la vida social impone o se impone de distintas maneras, prcticamente como una fuerza ms poderosa que la razn. Porque pareciera ser que, al menos en Chile, se quisiera establecer una pretendida igualdad o equidad de tipo universal al menos en el campo de la educacin, impidiendo con ello el ejercicio legtimo de la libertad para optar segn el criterio y las capacidades de cada persona o grupos de ellas que se asocian para converger en el modo de llevar a cabo sus determinaciones. La paradoja que se produce, a nuestro parecer, comienza precisamente en el principio entendido como acto inicial de la humanidad. Ella, la sociedad, debe regularse por la Ley. Y con ello se nos aparece la ley como el principio vital de la discriminacin. Como expusimos ms arriba, la ley a partir de su propio meollo, es la que establece la manera como se debe dar forma al acoger y relacionarse con el otro, con los dems, tanto individualmente como grupalmente, para obtener los frutos ms elaborados de dichas formas de convivencia.

Entonces, la conjetura se puede expresar como una paradoja ya que con la ley, que es su origen y sostn, se pretende instaurar una igualdad o equidad utpica desde este origen que las contradice. La diferenciacin, la distincin, la separacin, la segregacin, la marginacin y la exclusin, tendran su causa y efecto precisamente en esta utopa legal que puede ser considerada como una suerte de renuncia a sus derechos humanos. Los legisladores, en consecuencia, pasaran a ser los adalides de esta suerte de contradiccin internamente ineludible para todo ser humano. Pretenden acabar con la discriminacin precisamente discriminando. Esta tarea de legislar, que por supuesto consideramos esencial para la regulacin de la convivencia humana en todos sus aspectos, debera considerar siempre el pertenecer a un plano colindante, al menos, con la utopa, cuando quiere igualar imponiendo una suerte de entropa social.As como comenzamos diciendo que el Creador discrimin respecto de los ngeles y luego en varias ocasiones, Jesucristo tambin vino a discriminar entre el bien y el mal. Entre aquellos que pretenden comportarse a su manera sin considerar si ella causa el mal a sus semejantes y aquellos que se preocupan de que sus vidas no sean para causar mal sino para mitigar al mximo los sufrimientos de los dems. Discrimin cuando increp a aquellos que se haban convertido en esclavos de la ley aadindole incluso normas que no tenan relacin directa con lo esencial para la conducta y obediencia. O sea, El no vino a abolir la ley sino que vino a hacer ver y tomar conciencia de que no basta cumplir externamente con sus disposiciones sino que se debe dar cabida a lo esencial de ella que, resguardando el libre albedro, propone la opcin del libre optar. Incluso, El vino para ensear al pueblo elegido -Israel- haciendo una clara discriminacin respecto de los dems pueblos, lo cual no determin un desconocimiento de ellos en cuanto a estar constituidos por personas igualmente valiosas en tanto tales.Cristo, conociendo profundamente la condicin humana y sus carencias, vino a poner de manifiesto que la ley en tanto tal, no resolvera per se las carencias de la humanidad. El problema debera resolverse por una actitud espiritual personal que como una donacin de s mismo cada ser humano se preocupara por la condicin concreta del otro. El egosmo no tiene ya cabida y por tanto, tampoco sus derivados tales como la usura, el menosprecio, etc., y sus derivados.El poder de todo gnero debe preocuparse como tarea fundamental del bienestar de todo ser humano. As el poder del legislador o del que impera sobre otros debera cuidarse permanentemente de la condicin humana espiritual y fsica de sus congneres. El poder entendido como arma de dominacin sobre los dems sera desde este punto de vista una suerte de contradiccin interna por cuanto slo se preocupara de permanecer como tal para usufructuar de su fuerza.Entonces la conjetura se hace ms explicita ya que podemos preguntarnos;

Si la ley es, de suyo, discriminatoria; podemos usarla, sin ms como herramienta positiva y eficaz para combatir aquello que ella misma impone? Porque si se pone una mayor atencin podramos decir que algunas como ante la ley todos somos iguales tendramos que dudar al menos de su real aplicacin ya que al parecer tal disposicin no se cumple en ninguna parte del mundo habitado. Ello, porque a nuestro entender todos aceptamos, de alguna manera, nuestra identidad como algo nico que no existi, no existe, ni existir otra igual hasta el fin de los tiempos.