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LAS PROFECÍAS MAYAS

R.A.Z.D. ruamzadi@hotmail.com

La Paz - Bolivia En las profecías se dice que quienes no las crean se convertirán en las verdaderas víctimas.

Porque en quienes “no tengan miedo” se fundarán los nuevos pueblos.

del mensaje de Ocosingo Chiapas, julio de 1993 Guardianes Mayas de la Comunidad Lacandona

1 kin = 1 día 1Tun = 360 kines 1 Katum = 20 tunes = 7.200 kines = 20 años del calendario gregoriano 1 Baktum = 20 katumes = 144.000 kines 2012 = Año 13.000 (en años mayas)

Lápida de la tumba del rey-dios Pacal II, “El Grande”.

Templo de las Inscripciones (Palenque-México)

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PRIMERA PARTE: HISTORIA DE LAS PROFECÍAS MAYAS

Sobre la tumba de Pacal II “El Grande” y las profecías Mayas

Es el año 631 DC., en Arabia el profeta Mahoma marcha victoriosamente hacia la Meca, reclamando el Ka´aba para el establecimiento de la creencia original, el Islam (en el calendario Islámico es el 9 AH). Con este acto triunfal el ciclo histórico del Islam comienza en oriente. Mahoma había completado la misión de su vida.

El mismo año, 631 DC, al otro lado del mundo, en Palenque (México), el gran rey maya, K'inich Janaab' Pakal (Pacal II, llamado “El Grande”), anota el número de días transcurridos desde el inicio del Gran Ciclo, el ciclo del ensayo del hombre en la Tierra: 1.366.560 son los días. Este es el número previsto, el número que marcaría su destino y la razón de la misión de su vida.

De su profundo conocimiento de matemática astronómica Pacal supo que ésta era una buena fecha para acercarse a su divinidad suprema Hunab-Ku, en los términos de los trece baktumes del Quinto Ciclo Solar. También supo que en esta fecha comenzaba el periodo de 52 años número 73, desde el comienzo de la cuenta de los días. Hasta entonces, 3744 años habían pasado.

Al cumplimiento de este ciclo de 52 años, Pacal determinó la mejor manera de escribir la profecía del final de la historia (no sobre fin del tiempo ni el fin del calendario maya, sino el fin de la historia). Pacal sabía que su propia era culminaría con la finalización del ciclo de 52 años número 73 (683 DC) y así ordenó la construcción de un gran monumento funerario que, de acuerdo a sus especificaciones, debía realizar su hijo, Chan Bahlum II, en su honor. Y luego, habiendo pasado cuatro katumes (80 años en la Tierra), Pacal murió; era el año 683 DC y para entonces el gran sarcófago monolítico ya lo esperaba.

Cubierto de jade, su cuerpo fue colocado a descansar; en la palma de la mano derecha sostenía un cubo y en la palma izquierda una esfera, ambos de piedra obsidiana verde. Encima del sarcófago se colocó una magnífica lápida (la que siglos después desataría controversias). Luego, y a lo largo de nueve años, un gran templo en forma de pirámide de nueve pisos fue construido alrededor de la tumba. El templo fue dedicado en el año maya 9.13.0.0.0 (692 DC), una fecha proféticamente codificada. Ese año maya indicaba que 9 baktumes más 13 baktumes pasaron desde el inicio de la cuenta de los días. Cuando llegaron los españoles, ocho siglos más tarde, pocos sabían de la existencia del enclave denominado Palenque (que en maya significa “la cama es grande, o abundante”). Pero habían mitos, leyendas y ciertas tradiciones proféticas que hablaban de un gran rey-dios llamado Pakal que construyó una casa oscura y que dejó detrás suyo 22 (9 + 13) tablas que hablaban del futuro y de la venida de la religión cósmica de Hunab-Ku, “Único Dador del Movimiento y la Medida”.

Para principios del siglo XIX Palenque había sido desenterrado, mientras buscadores intrépidos y arqueólogos encontraban el camino a sus ruinas míticas. Hasta la mitad de siglo XX, nadie tenía idea de lo que había debajo del gran Templo de las Inscripciones (como se llegó a conocer a la pirámide de Pacal). Ninguna tumba había sido mejor escondida hasta ahora. Pero el 15 de junio de 1952, el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier se encontró en una cámara con seis esqueletos decapitados frente a una gran losa trapezoidal de piedra. Al abrirla descubrió que dentro se hallaba la estupendamente tallada tapa del sarcófago del gran rey de Palenque.

Nada sobre la tumba de Pacal fue dejado a la casualidad, ni siquiera su descubrimiento. Desde el tiempo de la dedicatoria del Templo y la tumba, en el año 692 DC, hasta el tiempo de su descubrimiento en 1952, hubo un intervalo de exactamente 1260 años.

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La Biblia, la civilización maya y la numerología

Este número, el 1260, es encontrado dos veces en el Libro de las Revelaciones, el Apocalipsis de San Juan: el número de los dos testigos de la profecía y el de la mujer embarazada vestida con las 12 estrellas y sus pies sobre la luna.

“Y daré a mis dos testigos que profeticen por 1260, vestidos de cilicio.” 11:4

Estos dos testigos pueden muy bien ser Pacal II y Mahoma, ya que sus profecías son para el final del tiempo histórico. Mientras que, sobre la mujer embarazada llevada al exilio por el dragón de siete cabezas, está escrito:

“Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por 1260 días.” 12:6

Esta mujer representa el espíritu cósmico de la humanidad llevado al exilio por las fuerzas del materialismo. Ella da a luz a un hijo que se convierte en el rey que emprenderá la batalla final del cielo en la Tierra.

Es evidente que Pacal II procuró que su tumba fuera tan cuidadosamente encubierta que solamente un evento fortuito, ocurrido en el momento preciso, la sacara a la luz. Que este momento fuera exactamente 1260 años después, correlacionando matemáticamente con el Libro del Apocalipsis, es un tema de profunda consideración.

El mensaje de la tumba podría interpretarse así: 1260 es el número del exilio de la humanidad. Y éste es el mensaje de los dos testigos de la profecía bíblica. Las 12 estrellas son los primeros doce baktumes, y la luna es el treceavo. 1260 significa que cuando la tumba sea descubierta el mundo estará en el “exilio” del materialismo. El mundo de materialismo gobernado por el calendario gregoriano de 12-meses y la hora de 60 minutos del reloj mecánico (es decir, 12:60) muestra la frecuencia del tiempo mecanizado y el número del “exilio”.

Pero la dedicatoria y el descubrimiento de la tumba también estaban sincronizados con el cierre del Ciclo Solar. Desde 1952 hasta 2012 solo corren 60 años (60 + 1260 = 1320). Esto significa que desde la dedicatoria de la tumba en 692 hasta el cierre del Gran Ciclo en 2012 hay 1320 años. El número codificado en las matemáticas del Calendario Maya 13:20 = 13 baktumes, 20 katumes (cada uno, el número del ciclo que se completa en el año 2012).

En esencia Pacal II nos estaría diciendo: “Cuando mi tumba sea descubierta, 1260 años habrán transcurrido. En ese tiempo la humanidad se encontrará exiliada en la era del materialismo. Quedarán 60 años antes del final del ciclo en 2012 (es decir, 1320 años desde la dedicatoria de mi tumba). Para sobrevivir los tiempos finales anunciados por el cierre del Ciclo, la humanidad debe dejar el exilio del materialismo y el tiempo mecánico de la frecuencia 12:60, para retornar a vivir en sincronización con los ciclos universales de la naturaleza, es decir el 13:20”.

Este es el significado de los números 13 y 20 y el significado de la profecía de 2012 hallada en la tumba de Pacal II en Palenque. Juntos (el 13 y el 20), crean la frecuencia universal de sincronización con el centro del Universo. Si la especie humana puede hacer el cambio del 12:60 al 13:20, entonces será el inicio de la Nueva Creación.

Para el mundo maya, el ciclo de 5125 años (1.872.000 días) que termina en 2012 es un fractal (algo que se repite en múltiples escalas) de calibración del tiempo cósmico perfecto. Sus dos indicadores claves son el 13 y el 20 (es decir, 13:20), la frecuencia de tiempo natural. Estos dos factores (13 y 20) también

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crean el Tzolkin (cuenta sagrada de los días) o el índice de las 260 permutaciones (días), la base de todos sus calendarios. Por ende, la medida de 1.872.000 días se divide perfectamente en 13 sub-ciclos de 144.000 días cada uno, ó 13 baktumes. Cada baktum se divide perfectamente en 20 sub-ciclos llamados katumes de 7200 días cada uno (o 20 katumes por baktum). Esto significa que hay 260 (13×20) katumes en los 13 baktumes, y que actualmente estamos en los últimos cuatro años del katum número 260, el final de toda la historia.

El treceavo y último baktum empezó en el año 1618. Este es el año que marca efectivamente el comienzo de lo que se ha llamado “la revolución científica”. La fecha 1618 también es conmemorada por el perfeccionamiento del reloj mecánico. Este reloj, la base de la mecanización del tiempo, representa la fundación de la civilización moderna y sin él la revolución industrial nunca hubiera acontecido. Pero el Calendario Maya afirma que la “revolución científica” que arrancó en 1618 terminará, junto con toda la historia humana, 144.000 días más tarde, o sea en el año 2012.

Este número de días en un baktum (144.000) es el mismo número que aparece tan prominentemente en el libro número 27 del Nuevo Testamento, el Apocalipsis de San Juan.

“Luego escuche el número de los que fueron sellados: 144.000 de todas las tribus de Israel…” 7:4

“Luego mire y allí ante mí estaba el Ciervo parado en el Monte Zion, y con él 144.000 quienes tenían su nombre y el de su padre escrito en sus frentes.” 14:1

“Y cantaron una nueva canción… y nadie pudo oír la canción excepto los 144.000 que habían sido redimidos de la tierra.” 14:3-4

- ¿Es mera casualidad que el número de los días transcurridos hasta la hora del último día en el “fin de la historia”, y el número de los elegidos redimidos de la Tierra, en el Apocalipsis de San Juan, sean el mismo número: 144.000?

R. No lo sabemos. Pero las coincidencias con la Biblia son inquietantes. El 11 de agosto de 1999, no sólo tuvo lugar el último eclipse total del milenio previsto por los mayas, sino que en los cielos tuvo lugar una configuración astrológica muy rara: la Gran Cruz Cósmica, formada en los signos de Tauro, Leo, Escorpio y Acuario; y por el Sol, la Luna y tres planetas del sistema solar.

Esta Cruz nos remite al Apocalipsis porque evoca a «los cuatro vivientes custodios del Trono».

El primero es descrito como «semejante a un león» (Leo), el segundo «semejante a un toro» (Tauro), el tercero «con semblante humano» (Acuario, el Aguador) y el cuarto «semejante a un águila» (que parece no concordar con Escorpio).

Vemos que nos hallamos ante un simbolismo complejo que encaja con las profecías mayas del comienzo del «Sexto Sol»: una nueva era que, según predicen, supondrá «el final del miedo». En este final del último katum del calendario maya estaríamos ante una encrucijada: destrucción (transformación negativa) o proyección (transformación positiva). Los mayas afirman que los hombres de este tiempo tendrían dos caminos: uno de locura y autodestrucción y otro de serenidad y autoedificación. Hoy (año 2008 DC) nos hallaríamos en una especie de «tierra de nadie»: una fase que ya no pertenece a la vieja era, pero que tampoco corresponde a la que amanecerá dentro de cuatro años, cuando (según palabras mayas) «se abra la puerta cósmica de un tiempo renovado».

Como lo afirma la Biblia “He aquí os digo un misterio: no todos dormiremos (moriremos), pero todos seremos transformados”.

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Para los antiguos mayas, en el último cataclismo del «Cuarto Sol», la civilización humana (¿Atlántida?, ¿Lemuria?...) había sido destruida por una gran inundación que dejó pocos sobrevivientes (de los cuales ellos se consideraban los descendientes), y que la presente civilización del «Quinto Sol» sería destruida por el fuego. La Biblia también nos dice que la presente generación ya no sería destruida por el agua (como en tiempos del Diluvio de Noé), sino por medio del fuego: "Haré pasar a esa tercera parte por el fuego y la purificaré como se purifica la plata, y la probaré como se prueba el oro...." (Zacarias,13:9)

Los mayas pensaban que al conocer el final de esos ciclos, muchos seres humanos se preparaban para adaptarse a lo que vendría y que, merced a ello, habían logrado conservar viva la humanidad sobre el planeta. Es evidente que los hechos corroboran las profecías mayas lo suficiente como para tomarlas en serio y examinarlas, sin prejuicio, a la luz de lo que sabemos del mundo actual, lo que nos lleva a preguntarnos ¿responderá a una programación cósmica la modificación física e intelectiva de lo viviente? R. No lo sabemos. Pero los mayas nos transmiten un mensaje de esperanza: nos dicen que esta época será el "final del miedo" y que, si somos capaces de enfrentar este nuevo destino, podremos sobrevivir como especie y civilización.

Tal como se verá más adelante, la profecía maya afirma que al acercarse el año 2012 una ola de calor aumentaría la temperatura del planeta, produciendo cambios climáticos, geológicos y sociales sin precedentes y con una rapidez asombrosa. Si el acelerado derretimiento de los glaciares en todo el mundo y la aparición de zonas verdes en la Antártida es ya un hecho comprobado, todavía está por confirmarse la aparición de un cometa con alta probabilidad de impacto contra la Tierra (según lo sostiene otra de las siete profecías).

También la Biblia se refiere al calor venidero como “el día ardiente como un horno”, y en el Apocalipsis de San Juan se predice la llegada de un cometa llamado «Ajenjo», el signo del «Final de los Tiempos».

Ciertos grupos gnósticos y afines a la “nueva era” han indicado, por su parte, que el supuesto megaplaneta errante, Hercólubus, se mueve a través del universo acercándose a la Tierra cada 35 mil años, y que por ello es causante de las grandes extinciones masivas que azotan periódicamente nuestro planeta. Las órbitas de este hipotético mundo rojo gigante y la Tierra se hallarían demasiado cerca al final de cada año sideral (tiempo que transcurre entre dos pasos consecutivos de la Tierra por un mismo punto de su órbita) y, como quiera que su masa sería 600 veces mayor que la Tierra, su sola cercanía provocaría grandes catástrofes. La llegada de Hercólubus (cuyo advenimiento habría sido profetizado por los mayas y Nostradamus), está signada por el incremento en el caos global y los desastres naturales.

Otros creen que quien se acerca a la Tierra es un mundo que los mismos hombres de ciencia ya bautizaron con el nombre de “Estrella de Barnard” o "Barnard I" (a veces identificado con el hipotético Hercólubus), llamado así en honor a su descubridor, el astrónomo norteamericano Edward E. Barnard. Este mundo, que tiene la designación oficial de Munich 15040 y se encuentra en la Constelación de

Ofiuco o Serpentario, tendría una órbita enorme y se estaría moviendo rápidamente hacia la Tierra (a una

velocidad aproximada de 110 km/s). Pero, afortunadamente, los astrónomos calculan que recién hasta dentro de 10.000 años se acercará a nosotros a un máximo de 3,8 años-luz de distancia.

Sin embargo, para algunos mayas catastrofistas de la “nueva era”, la Estrella de Barnard está más cerca de lo que imaginamos. Afirman que su llegada marcará el fin del katum-13, que ellos calculan para año 2043, (lo que supone una demora de 31 años respecto a lo especificado en el Templo de las Inscripciones de Palenque) "Nuestros hijos no lo verán, pero nuestros nietos sí lo verán", afirman sus ancianos.

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El «Final de los Tiempos» bíblico es el “no-ser” filosófico de los tiempos modernos, es decir, el “tiempo del no-tiempo” maya.

El Tiempo del No-Tiempo Para los mayas, Hunab-Ku es el centro de la galaxia, y a su vez el corazón y la mente del Creador (si bien existían "esencias" menores como Chaac, el dios de la lluvia maya, Hunab-Ku era el centro y origen de todo). De acuerdo con su concepción, el centro negro del universo (Vía Láctea) era morada del supremo Creador y hacia allí, a través del Sol, dirigieron su mirada para estudiar las estrellas (paradójicamente, la astronomía actual ha descubierto que, efectivamente, el centro de la Vía Láctea es negro, pues está ocupado por un agujero negro supermasivo que mantiene cohesionadas enormes regiones y sistemas solares de la galaxia). Como también se verá más adelante, las profecías mayas parecen tener genuina base científica, y muchos de sus rasgos estarían en proceso de cumplimiento. El paralelismo hallado entre su contenido y augurios similares realizados por distintas personalidades a lo largo de la historia no deja de ser perturbador: los indios Hopi, Teofrasto Paracelso, Edgar Cayce, el mago Merlín histórico, la profetisa de la edad media llamada Madre Shipton, San Malaquías, las síbilas y oráculos de la antigüedad, el I Ching, la Biblia y el llamado “Libro Perdido” de Michel de Nostradamus, recuperado en 1.994 en Italia, son solo algunas de las voces que alertan sobre el mismo recurrente fenómeno: algo sin precedentes inmediatos va a pasar en los próximos años. Como ejemplo, veamos que las conclusiones de los estudios matemáticos de Teofrasto von Hohenheim (llamado Paracelso), sobre el llamado "Final del Tiempo", indican que será una época marcada por “finales y principios”, en una fecha que ronda los años 2012 al 2017 (lo que guarda correlación con las antiguas predicciones de Nostradamus, cuyo desfase de cumplimiento en 1999 se produjo por el uso del inexacto calendario gregoriano para su medición). La fecha maya clave del final de este proceso es el año 2012, cuando termine lo que ellos denominan "Tiempo del No-Tiempo". - Pero, ¿qué es lo que verdaderamente podría ocurrir? R. Los mayas nos dicen que, desde el centro de la galaxia (Hunab-Ku), cada 5.125 años surge un "rayo sincronizador" que corrige al Sol y al sistema con una poderosa emanación de energía. En la rotación completa del Sistema Solar alrededor del centro de la galaxia, ellos hacían una división de la elipse formada en dos partes con una fracción de 12.812 años cada una, llamando a la fracción más cercana al centro de la galaxia “Claridad”, y a la parte más alejada “Oscuridad”. A su vez, dicha elipse era partida en cinco períodos de 5.125 años: los cuales eran denominados: “Mañana, Mediodía, Tarde, Atardecer y Noche”. Según los mayas, prácticamente al inicio del milenio ingresaremos en la mañana galáctica, la cual es marcada por el “rayo sincronizador” de Hunab-Ku (Dios). Pero si bien algunas personas, de una u otra manera, sienten estar viviendo los tiempos bíblicos del Apocalipsis (“cuando todo esto ocurra, sabed que el fin está próximo”, dicen las Escrituras), la profecía maya enfatiza en la recomendación de “no tener miedo” a lo que suceda.

SEGUNDA PARTE: LAS SIETE PROFECÍAS MAYAS Diagnóstico planetario (prólogo a las Profecías)

En el balance actual sabemos que sufrimos los dramáticos saldos de la injusticia social y económica. Sentimos el costo de la guerra, por convicciones políticas, por territorios, por creencias religiosas, y aún por la paz. Sentimos el peso de la sobrepoblación y la ausencia de oportunidades. Sentimos también la

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degradación de los valores humanos, la intolerancia y el escaso valor conferido a la democracia de las naciones. Sentimos el costo de ser Prometeos modernos, cuando las nuevas tecnologías de la información y comunicación nos condenan a la soledad y el aislamiento, a la vez que nos conectan fría e impersonalmente con el mundo entero. Buscamos respuestas y un camino seguro para transitar en los tiempos actuales, pero nadie encuentra una manera universalmente satisfactoria de lograrlo. Sentimos los penosos efectos del millón de años de existencia que tenemos como especie inteligente en el planeta.

Paralelamente, nuestro mundo refleja un drástico cambio. Existe un índice creciente de catástrofes naturales vinculadas, o no, a la actividad del ser humano en la Tierra. Hay más erupciones volcánicas, más polución ambiental, debilitamiento de la capa de ozono, contaminación de mares, envenenamiento por descomposición de basura y desechos industriales. La devastación de los recursos naturales esta acabando con las fuentes de agua potable y con el aire que respiramos; el clima ha cambiado y la temperatura del planeta tiende a subir. La extinción se cierne sobre gran cantidad de especies animales y vegetales. Glaciales y nevados se derriten, mientras grandes inundaciones suceden en todo el mundo. El agotamiento de los combustibles orgánicos y/o derivado de fósiles plantea interrogantes sobre el futuro de los usos energéticos y el costo social y económico de una eventual reconversión.

El legado Maya

Los mayas previeron este des-orden de cosas y nos dejaron (a nosotros, los habitantes del planeta Tierra de hoy) un mensaje escrito en piedra, un mensaje que contiene siete profecías, con una parte de horror y otra parte de esperanza. Un mensaje que cumple con el principio activo y biológico de la plenitud, decadencia, muerte y renacimiento. Un mensaje dividido entre el horror de lo que muere y la grandeza de lo que nace.

El mensaje de horror profetiza sobre las catástrofes que van a desatarse sobre nuestro mundo en un período de tiempo relativamente breve; mientras que el mensaje de esperanza nos habla sobre los nuevos cambios (¿transformación, evolución, mutación?) que sufrirá la humanidad sobreviviente como especie. Merced a su ciencia, increíblemente avanzada para una civilización tan antigua (se piensa que existían desde hace al menos 3.000 años), los mayas sabían que estos hechos tendrían lugar inevitablemente.

Hábiles conocedores del tiempo y el espacio, consagraron toda su existencia al estudio y medición exacta de los ciclos de las estrellas (son los autores del calendario terrestre más preciso jamás diseñado). Conocían las estaciones climáticas, el ritmo del tiempo y el orden estelar. Pensaban en su presente y su futuro, y fueron capaces de predecir su propio fin.

Respecto al futuro de la humanidad (los tiempos actuales), los mayas dejaron un mensaje para la posteridad, un mensaje con la forma de siete profecías que reunían la síntesis de generaciones de conocimiento. Su legado fue grabado en piedra para mostrar las visiones de lo que acontecerá en el tiempo del katum 13, como conclusión final de sus estudios científicos y religiosos sobre el funcionamiento del Universo.

A continuación se transcriben parcialmente algunos extractos de dichos textos (en cursiva), seguidos por “las más conocidas” interpretaciones del significado de cada profecía en su conjunto. Como se notará, los fragmentos obtenidos guardan escasa relación con las interpretaciones más generalizadas extendidas por la red Internet (aquí trascritas en Interpretación:). Ha sido imposible conseguir más traducciones literales de estos textos para hacer las comparaciones de rigor que exigiría un estudio serio de estas siete Profecías Mayas.

Primera Profecía

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Profecía de los Holkanes (cofradía de guerreros) Fragmentos: …..Hix, el jaguar será su anuncio (1999 – 2009). Serán tiempos de peleas violentas, tiempo en que arda el fuego en el ombligo del corazón de la Tierra, en que arderán la Tierra y el Cielo, en que haya de tomarse el espanto por alimento, en que los sacerdotes implorarán a los cielos. Perdido será el pan y la limosna, llorará Cuy la lechuza, llorará Icim el búho, por toda la extensión de la Tierra, por toda la extensión de los cielos. A orillas del mar tendrá abiertas sus fauces el terrible cocodrilo Aín (planeta Saturno), y el maligno Xooc (tiburón), será tiempo del Xuxob y las avispas anunciadoras de los males y las enfermedades, según los Hmenes (curanderos nativos mayas)….

Interpretación: “El materialismo y el odio del mundo terminará el 21 de de diciembre del año 2012, y con ello llegará el fin del miedo”, dice esta primera profecía. En este día la humanidad tendrá que escoger entre desaparecer como especie pensante que amenaza destruir su planeta, o evolucionar hacia la integración armónica con todo el universo, tomando conciencia de todo lo viviente (aquello de lo que forma parte y aquello en lo que tomará parte). Esta Primera Profecía nos dice que a partir de 1999 nos quedarán sólo 13 años para realizar mejoras en nuestra conciencia, percepción y actitudes, respecto a nosotros mismos y respecto a lo que nos rodea. La Profecía recomienda integrase a todo lo existente para precipitar “el final del miedo”. Los mayas creían que nuestro Sol (al que llamaban kinich-Ahau, comprendiendo su relación con la Tierra y nuestro Sistema Solar) era un ser vivo que “respiraba” y que, cada cierto tiempo, era capaz de sincronizarse con el enorme organismo al que pertenecía: el centro del Universo (al que llamaban Hunab-Ku, concepto equiparable al del Dios de los cristianos) y que, al recibir su luz directa, la estrella que conocemos como Sol brillaba más “intensamente”. Los mayas afirman en sus escritos que este “Sol brillante” tiene lugar cada 5.125 años y que, al término de este periodo, la Tierra se ve afectada por un desplazamiento de su propio eje de rotación (para la ciencia contemporánea, ciclo precesional), lo que ocasiona grandes cataclismos que alteran la configuración geográfica del planeta. Para estos científicos y astrónomos de la antigüedad la “respiración de la galaxia”, era un acontecimiento universal y cíclico, con capacidad de alterar profundamente la constitución de los planetas y sistemas solares, cambiando la conciencia de los seres vivos que pasaban por ellos. Basados en sus observaciones los mayas predijeron que, a partir de la fecha de creación de su civilización en 3113 AC (4 Ahau 8 Cumku), el 21 de diciembre del año 2.012 DC (es decir, 5.125 años en el futuro), el Sol recibiría una fuerte descarga proveniente del centro de la galaxia, modificando su polaridad y produciendo una gigantesca llamarada radiante de naturaleza desconocida. Los mayas profetizaron que, algunos años antes de este evento, la actividad solar se incrementaría y que su calor sería muy intenso (quizá por el aumento del viento solar, o energía irradiada al espacio). Reconocían a este periodo como: el tiempo del no-tiempo, un periodo de 20 años (llamado por ellos último katum, o katum 13), o los últimos 20 años del Gran Ciclo Solar de 5.125 años, es decir: desde 1.992 hasta el año 2.012. El libro sagrado maya Chilam Balam, dice: ....."En el trece Ahau, al final del último katum, el itzá (hombre de Yucatán) será enrrollado y rodará Tanka, habrá un tiempo en el que estará sumido en la oscuridad y luego traerá la señal futura de los hombres del sol. Despertará la tierra por el norte y, por el poniente, el nuevo itzá despertará". A esto denominan: advenimiento del Sexto Ciclo Solar, y es presentado como la nueva era en que la humanidad asciende un peldaño más en la “elevación” de su conciencia.

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La primera profecía anuncia que siete años después del comienzo del último katum, es decir desde 1999, comenzará una época de oscuridad que nos enfrentará a todos con nuestros propios miedos; afirman que las palabras de sus sacerdotes serían escuchadas por todos. Llamaron a esta época “el tiempo en que la humanidad entrará al gran salón de los espejos”, una época de cambios para enfrentar al hombre consigo mismo, para hacer que se mire en los espejos del salón, que se conozca y que examine su relación con los demás, con la naturaleza que le rodea, con su planeta y con el Universo.

Segunda Profecía Profecía del movimiento Fragmento: ….Cawak trueno. Cuando se asiente el Akbal (rayos solares del oeste), habrá una gran inundación que provendrá del asiento del Muluc (agua de las mareas), entonces se hablarán entre sí las montañas y el movimiento será hasta por encima de la propia redondez de la Tierra, (¿eje de la Tierra ?), por sobre Uk Chapat, 7 ciempies, escolopendra, (relacionado con los movimientos terrestres, la noche y las lunaciones, también con el signo Akbal), en ese año se perderán las ropas y habrá generaciones estériles, porque el agua les arrebatará el pan y arrebatados les serán los alimentos de la boca (acorde a la cuenta larga, el día 26 de diciembre de 2004 fue 12 Akbal)…. Interpretación: Esta Segunda Profecía tiene que ver con lo que aconteció el 11 de agosto de 1999. Se trató de un eclipse de sol sin precedentes en la historia de este fenómeno: un anillo de fuego se recortó en el cielo para anunciar la alineación en “Cruz Cósmica” (con centro en la Tierra) de varios planetas del sistema solar. Los mayas predijeron que a partir de éste eclipse ocurriría algo singular en la personalidad de los habitantes de la Tierra: perderían fácilmente el control de sus emociones, o afianzarían su paz interior y su tolerancia. “Antes del amanecer es cuando la noche se hace más oscura”, afirmaban. La segunda profecía maya predice el advenimiento de un ciclo catártico para beneficio de la humanidad y el planeta, donde se reciclarán los remanentes de las fuerzas positivas y negativas preparadas para la gran transformación. La profecía manifiesta que la energía que se recibe desde el centro de Hunab-Ku (nuestra Vía Láctea), intensificará su poder y acelerará su “vibración”, afectando aún a otras galaxias circunvecinas y al propio universo conocido. Esto, (siempre según los “intérpretes” de la red) produciría transtornos en el Sol y en la Tierra; a la vez que promovería un cambio (¿actitudinal, biológico, creencial?) sin precedentes en el ser humano, dando lugar al nacimiento de una CONCIENCIA COLECTIVA (?), en un grado más profundo que el estudiado por E. Durkheim o A. Giddens, por estar fundado en una naciente empatía global. En el final de este ciclo (el último katum antes de tal cambio), cada hombre se constituirá en su propio juez y así, al ingresar al salón de los espejos, será clasificado (¿por quién, o quienes?) de acuerdo a las características positivas que haya desarrollado en su vida, definiendo el lugar que ocupará en la nueva sociedad. Los mayas creían que durante este periodo previo, el cielo y el infierno se manifestarían al mismo tiempo y que cada ser humano elegiría vivir en uno o en el otro. Aparentemente, en esta época de introducción al cambio, todas las opciones estarían disponibles y los valores morales se hallarían más relajados que nunca, para facilitar que cada persona se manifieste libremente y como en verdad és (la plenitud del libre albedrío bíblico).

Tercera Profecía Profecía de las consecuencias Fragmento:

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….el primer Pop (mes) la estera será un tiempo de gran amontonamiento de calaveras, del amanecer y de permanecer alertas cuando venga la gran destrucción; y será sellada la superficie por el árbol sagrado del Yaxche Ceiba (árbol de la verdad que separa lo bueno de lo malo). Entonces será cuando aparezcan las fuentes del agua, y Chac (el que chorrea las serpientes) se yerga desde el fin de las aguas profundas hasta la tierra y los pantanos, entonces otro poder llegará a manifestarse…. Interpretación: La tercera Profecía Maya nos dice que una ola de calor aumentará la temperatura del planeta, produciendo cambios climatológicos, geológicos y sociales en una magnitud sin precedentes y a velocidad asombrosa. Los mayas creen que el aumento de la temperatura se dará por varios factores: uno de ellos generado por el hombre que, “en su falta de armonía con la naturaleza destruye el mundo en que vive”, mientras que otros serán generados por el Sol, que al aumentar su vibración producirá más energía radiante, incinerando progresivamente la atmósfera del planeta Tierra. Inicialmente, el aumento paulatino del calor producirá huracanes y tornados; al subir la temperatura, disminuirá la humedad relativa en el ambiente, lo que traerá como consecuencia menos nubosidad en el cielo y mayor exposición a una sobrecarga de rayos ultravioleta procedentes del Sol. Se evaporarían las aguas de los suelos y se producirían incendios forestales en todo el planeta. Al reducirse la cantidad de agua de lluvia, también menguará el caudal de los embalses y lagos, creando serios problemas a la flora y fauna de la tierra (transtornando la economía mundial y haciendo subir los precios de los alimentos). Adicionalmente, plagas de insectos y nuevas enfermedades tropicales harían su aparición, aún en regiones septentrionales.

Cuarta Profecía Profecía de la inundación Fragmento: …inundaciones, tiempo en que la Tierra desate su rostro y vomite todo lo que se tragó, soltando su carga en 5 ahau; sólo reinará el poder del agua según declare su palabra. La Flor de Mayo (la humanidad) será la bebida, habrá agua profunda sobre la faz del mundo, cuando reine totalmente la tormenta; sólo entonces saldrán de su gruta los itzaes (brujos del agua)…. Interpretación: La cuarta profecía Maya nos habla del derretimiento definitivo de los casquetes polares de la Tierra y las subsiguientes inundaciones de grandes porciones continentales. Los mayas se basaron en el giro de quinientos ochenta y cuatro días del planeta Venus para calibrar sus cálculos solares que prefiguraban este acontecimiento en la Tierra. Advirtieron que cada 1.872.000 kines (días), o sea 5.125 años terrestres, se producen alteraciones crecientes y que, cuando esto ocurra nuevamente, el hombre deberá estar preparado para su destrucción a gran escala. En el llamado Códice Dresde (el más antiguo de los cuatro Códices mayas existentes) también figura la cifra 1.366.560 kines, que tiene una diferencia de un katum (o 20 años) con la cifra que aparece en el Templo de la Cruz de Palenque, donde se halla tallada la cifra: 1.366.540 kines. Este katum es llamado por los mayas el “tiempo del no tiempo”, periodo que estamos viviendo desde 1992 y que fija al 21 de diciembre de 2012 como la fecha de su finalización. En dicho Códice, los mayas escribieron que cada 117 giros del planeta Venus, el Sol sufre grandes alteraciones (lo que hoy comienza a advertirse al aparecer enormes manchas en su superficie, propiciando la generación de tormentas solares que debilitan el escudo electromagnético que protege a la Tierra). El Códice Dresde marca para esta fecha el descenso de Ixnuk (luna vieja) desde la banda del

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cielo y el último tránsito del planeta Venus (quien era frecuentemente mostrado como guerrero negro) por la cara visible del Sol.

Quinta Profecía Profecía del final Fragmentos: …..entonces, muy dolorosamente morirá la Flor de Mayo; según dicen las pinturas, se dirá que fue santa y hasta se creerá en su santidad. Aquel que sea sabio entre nosotros comprenderá esto que digo: será cuando finalice la existencia de la nueva religión (cristianismo, asume la traducción), que ya habrá sido comprendida por la gente. Así será el fin de los hombres de la Flor de Mayo. Pasarán grandes pruebas los señores que gobiernan la Tierra, perderán sus escudos y se verán desnudos, tal como son se verán, y si no vencieran las pruebas deberán regresar al monte y a la piedra. De llanto son mis palabras, y recordadas serán cuando llegue el tiempo del último Katum que nos aliviará de tantas miserias…. Interpretación: La Quinta Profecía maya predice el final de “todos los sistemas humanos basados en el miedo”, sistemas sobre los que se halla fundamentado el accionar de nuestra civilización. Al acercarse la fecha fatal, prácticamente todas las economías del mundo entrarían en crisis y se habrían desatado olas especulativas sobre la mayoría de los principales insumos y productos de uso cotidiano y cotización regular. Y a esta crisis económica se sumaría la crisis energética.

Los 19 mil objetos de manufactura humana que se hallan en la orbita terrestre verían dañados sus componentes por la creciente cantidad de electromagnetismo proveniente del Sol: precipitándolos a la Tierra, derivándolos hacia el espacio o, simplemente, desconectándolos. Lo propio ocurriría con el sistema de electricidad, que es la columna vertebral de las sociedades contemporáneas: sería interrumpido globalmente, produciendo un efecto dominó en todas las naciones del mundo. Otras fuentes energéticas alternativas también se verían comprometidas, al sufrir las consecuencias de los repetidos movimientos sísmicos combinados con la actividad electromagnética descontrolada.

En el terreno sociológico, los sistemas religiosos basados en un Dios que infunde miedo entrarían al debate cotidiano. Cada religión acudiría a su propia doctrina para pretender explicar por sus propios medios los acontecimientos vividos. Pero pronto aparecería un solo camino espiritual para la raza humana; un camino capaz de borrar las delimitaciones establecidas entre cada una de ellas y las concepciones distintas de ver y entender a Dios (¿ecumenismo?).

Sexta Profecía Palabras de Oxlahun Tikú (13 deidad) Fragmento: ….Esta es la palabra de Oxlahun Tiku (año), como fue explicada a los Ah Kines, sacerdotes del culto solar (quienes realizaban proyecciones astrales): Que coman y que beban, porque a su tiempo se encorvará la Tierra y se acercarán a su faz. Entonces escalarán las nubes, escalaran las montañas, será un tiempo en que sufrirán derrotas, revueltas y motines, cuando el tronco de la Ceiba haya sido sellado. Cuando sean barridas las orillas de las aguas, el señor de la flauta roja encenderá el fuego con las raíces de sus pies, y entonces el profeta sonará sus ocarinas y dirá: “llegó el día del agua”….

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Interpretación: La Sexta Profecía Maya predice la aparición de un cometa cuya trayectoria pondría en riesgo la existencia misma de nuestro planeta (afortunadamente, en el panorama estelar de los próximos treinta años sólo un candidato, el asteroide de 320 metros MN4, que tendrá su máxima aproximación el 13 de abril de 2029, parece reunir los requisitos necesarios para convertirse en el “cometa del juicio final”, aunque lo más cercano que estará de nosotros será una distancia segura de cuatro radios terrestres). Pero en sus escritos los mayas nos advierten de algo estremecedor: el peligro de no conocer las órbitas de grandes residuos cósmicos que cruzan la trayectoria espacial de la Tierra, lo que implica que ésta cultura sabía que, aún con los mayores y más complejos instrumentos de medición estelar, sólo es posible monitorear un escaso porcentaje del espacio profundo. Dejando en la incógnita lo que ocurre en el restante no registrado, desde donde podría emerger alguna desagradable “sorpresa” cósmica. Los mayas veían a los cometas como agentes de cambio. Su llegada a la Tierra, con potencia y poder, activaba el funcionamiento de la misteriosa CONCIENCIA COLECTIVA que distinguiría al nuevo hombre a partir de 2013 (no obstante, a pesar de que se cree que la influencia cometaria ha sido causa de las grandes extinciones masivas, en el curso de las eras geológicas de la Tierra, no está claro que haya sido un factor determinante para la aparición de rasgos evolutivos en las especies. Con la llegada de este cometa, el enigma de la “evolución” sería despejado). Haciendo algo de historia, se ha asociado la aparición de los cometas a situaciones políticas difíciles, conflictos y catástrofes naturales de magnitud, como la que coincidió con la erupción del volcán Vesubio que destruyó a Pompeya en el año 79 de nuestra era, o con el derrocamiento de rey Harold por Guillermo el Conquistador en Inglaterra. Desde siempre, los cometas han desatado pánico colectivo (como el Halley que en su aparición de 1910 desencadenó una ola de terror) o suicidios en masa (como el de los 39 miembros de la secta Heaven Gates, que en 1997 creyeron que el enorme cometa Hale–Bopp era una tapadera que escondía a una enorme nave alienígena con capacidad de recogerlos si se despojaban de sus envolturas carnales, lo que infortunadamente se apresuraron en realizar).

Séptima Profecía Fragmentos 1: El descenso de Hunab-Kú ….Esta es la memoria de cómo vino Hunab Kú, Dios Único, Oxlahun tikú y el cuadrado de la verdad, a decir su palabra a los Ah Kines, y a los profetas Chilames Balames, brujos intérpretes. La razón porque se llaman Chilames Balames, es porque se acuestan tendidos, sin moverse ni levantase, echados en su propia casa. Pero no se ve rostro, ni forma, ni tamaño de quien les habla por encima del edificio de la casa.

Comenzó a ser pronunciada la palabra cuando estaban reunidos en la casa de Chilam intérprete, se postraron y escucharon: “Oh Chilam intérprete, gran Ah Kin, sacerdote del culto solar, han de saber que llegó el día, porque ya se asienta el Katun de la Flor de Mayo (la humanidad), nadie entenderá los días de penitencia que se manifestarán en el poder que viene, nadie entenderá como vienen ahora las penitencias que medrarán en este poder. Su sustancia será la cera y por la cera descenderá la justicia. Cuando se hundan y les amanezca entonces entenderán, cuando al moverse el cielo y la tierra anuncien el final de los hombres de la Flor de Mayo…. Fragmentos 2: Profecía de su final y el nuestro ….Prepárense, apercíbanlo, ustedes hermanos mayores, aperciban a los hermanos menores, quienes padecerán la carga, porque si no la padecieran se les enredarán los pies como al venado (¿seremos víctimas?), porque así será, como la mortandad de los venados cuando brota el pan del pueblo.

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Esta provincia tendrá el nombre de Yucatán, como se le dirá cuando llegue la otra enseñanza, pero no solo ha de ser su lugar aquí, sino también entrará el zopilote a sus casas y será tiempo de muerte violenta de gentes y animales. Así será el tiempo en que el bastón de oro sea el símbolo de la justicia, y sea la cera blanca por donde baje la justicia del cielo, comenzarán a entender cuando se muevan el cielo y la tierra. Muy doloroso será ese final, cuando se volteen hacia arriba las raíces de los árboles y tiemblen en todas las provincias. Traicionada terminará esta palabra, así es que no entreguen a sus hijos a los obispos, pero si lo hicieren, esperen hasta el término, cuando sabrán por qué se mueven los cielos y por qué la tierra camina (posible alusión al movimiento del eje terrestre)….

Interpretación:

Esta profecía Maya nos habla del momento que en que el sistema solar, en su giro cíclico, “saldrá de la noche para entrar en el amanecer de la galaxia”. Dice que a partir de 2012 la luz emitida desde el centro de la Vía Láctea (Hunak-Hu) se “sicronizará” con los seres vivos en la Tierra, desencadenando una transformación interna generadora de “nuevas realidades”, individuales, colectivas y universales. Será el tiempo en que recibiremos un “nuevo sentido”: LA TELEPATÍA (?). La capacidad de leer el pensamiento revolucionará totalmente a la civilización. Desaparecerán todos los límites y se terminará con la mentira y el secreto, porque nadie podrá ocultar nada. Desaparecerán las leyes y los controles externos (como la policía y el ejército), pues acabarán las individualidades de las especies. Con este don, se implementarán tecnologías para usar energía lumínica en la transformación de la materia, produciendo (de manera más sencilla) todo lo necesario para la subsistencia de la nueva humanidad. En poco tiempo se conformará un gobierno mundial armónico con portavoces planetarios; ya no existirán fronteras ni nacionalidades; terminaran los límites impuestos por la propiedad privada y no se necesitará el dinero como medio de intercambio. Con la comunicación a través del pensamiento podrá generarse un megasistema inmunológico que eliminará los efectos de las enfermedades, prolongando la vida de las personas. Las experiencias, recuerdos individuales y conocimientos adquiridos por generaciones de seres humanos estarán disponibles para todos los demás, será como una “Internet mental” que multiplicará exponencialmente el acceso al conocimiento, creándose sinergias nunca antes imaginadas. Pero eso no es todo, además de conectarnos íntimamente los unos con los otros, nos contactaremos con la Tierra, con nuestro Sol y con la galaxia entera, colocando a la humanidad en camino hacia la expansión por todo el Universo. Posteriormente ocurrirá una de las trasformaciones más notables: la gran conexión humana engendrará un nuevo ser de orden galáctico (y ya no los múltiplos atómicos que hoy somos), lo que implicará el relacionamiento directo con la entidad que mora en el centro del universo conocida como Hunab-Ku, y que nosotros llamamos Dios. A partir de sábado 22 de diciembre del año 2012 todas las relaciones humanas estarán encaminadas a la tolerancia y la flexibilidad, pues el ser humano sentirá a otros como parte de sí mismo. Comprenderá que los reinos mineral, vegetal, animal, y la materia esparcida por el universo en todas sus escalas (desde el átomo hasta la galaxia), son seres vivientes con una conciencia evolutiva que debe respetarse. Para los mayas los procesos cósmicos eran cíclicos y nunca cambiaban. Lo que cambiaba era la consciencia de los seres que transitaban a través de ellos, y siempre era un proceso de perfeccionamiento.

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Apostilla: (Sobre las profecías del “Libro Perdido de Nostradamus”, el Chilam Balam y los Códices Mayas) No obstante lo descrito hasta ahora sobre las Profecías Mayas (y algunas otras interpretaciones libres que circulan por ahí) muchos rasgos coinciden con las profecías gráficas del denominado “Libro Perdido de Nostradamus” en el que, por medio de 80 acuarelas, se muestra una cronología de 3 eclipses solares, varios de luna y la rueda de 8 rayos que representa la alineación de la Cruz del plano de traslación terrestre con la Cruz del movimiento galáctico y cuyo centro se halla entre géminis y capricornio, más concretamente en un extremo de la constelación décimo tercera: la que representa a un hombre con una serpiente (Ofiuco, o el Serpentario), el cual es situado en dirección al centro de nuestra galaxia o Vía Láctea. Para refrendar esto, dicho punto es señalado por la flecha de sagitario (punto medio entre la última estrella de capricornio y la última de la flecha de sagitario). El caso es que esta alineación trascurre en un periodo de 20 años (¿el último katum maya?), en que se producen eclipses, guerras, derrumbes de torres gemelas y la llegada de un anticristo marcado por la luna creciente (que puede ser del islamismo), un periodo entre 1995 y 2012. Una extraña coincidencia, porque no pudo haber conexión entre Nostradamus y la cultura maya para describir aparentemente el mismo fenómeno astronómico y situarlo en la misma fecha histórica. En otro orden de cosas cabe mencionar que, parte del Chilam Balam (o Libro de los Libros de la sabiduría maya publicado por primera vez en 1948 sobre escritos provenientes de un periodo posterior a la Conquista), muestran fechas no apegadas al calendario original fijado en los Códices Mayas (que fueron elaborados en periodos anteriores a la Conquista), lo que delata concluyentemente las inexactitudes en la traducción e interpretación de los textos mayas provenientes de la época de la colonia (el Popol Vuh, por ejemplo), empezando por el uso indebido del calendario gregoriano para corroborar o denegar los cálculos mayas. No obstante estos defectos, aún hoy los descendientes mayas atesoran este Libro, considerándolo dotado de la esencia real de su pensamiento. Lo leen en ocasiones muy especiales, como en la llamada “Verdadera Iglesia de la Cruz Parlante, Chan Santa Cruz” (nombre original de la actual población Felipe

Carrillo Puerto, en el Estado de Quintana Roo, México), que ha guiado a los descendientes mayas desde

la llegada del “otro poder” (cristianismo) y espera paciente el final anunciado por Hunab-Kú. Al igual que sus antepasados, los actuales mayas creen que su civilización es la quinta iluminada por Kinich-Ahau (el Sol), el “Gran Quinto Ciclo Solar”, y que antes habrían existido sobre la Tierra otras cuatro civilizaciones pertenecientes a otros tantos Ciclos Solares, las que fueron sucesivamente destruidas. Enseñan que cada civilización es sólo un peldaño en el ascenso hacia la CONCIENCIA COLECTIVA de la humanidad.

TERCERA PARTE: LA CIENCIA ANTE LAS PROFECÍAS MAYAS Mil años antes que otras civilizaciones de su época, los mayas dominaban un sistema numérico binario exponencial con base en el número 2, contando de a 20. Quinientos años antes que los árabes, utilizaron el concepto del 0 y su calendario (que sincroniza la Tierra, el Sol, la Luna y el universo), es más exacto que el que utilizamos actualmente. Sus medidas astronómicas probaron ser tan exactas, que comparándolas con las medidas tomadas por la NASA (Centro Aeroespacial Estadounidense) son diferentes en apenas milésimas de segundo; por ejemplo: según los mayas, la rotación completa de la Tierra alrededor del Sol es de 365,24,20; mientras que la NASA la calcula en 365,24,22 (días, minutos y segundos). Estos increíbles astrónomos midieron incluso la rotación de nuestro Sistema Solar alrededor del centro de la galaxia, lo que corresponde a 25.625 años. ¿Cómo fueron capaces de medir con tal

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precisión una rotación estelar de 25.000 años sin disponer de los equipos de percepción ultrasensible de la actualidad? Misteriosamente, los mayas abandonaron sus ciudades en pleno auge de su brillante civilización, dejando atrás palacios, observatorios astronómicos, obras de arte, cientos de monumentos y estelas monolíticas, para luego... desaparecer. Se dice que quedaron algunos guardianes de sus ciudades estado y que ellos fueron quienes preservaron los valiosos cuatro Códices Mayas sobrevivientes a la época de la Conquista. Las ciudades mayas abandonadas guardaron secretos que se fueron perdiendo a medida que nuevas culturas florecieron en sus alrededores (olmecas, toltecas, aztecas, etc.). El cumplimiento de las predicciones que la antigua cultura maya hizo para el periodo que media entre los años 1992 y 2012 de nuestro calendario gregoriano, plantea un profundo misterio y una pregunta inquietante: ¿nos encontramos realmente viviendo el final de una era cósmica y veremos dentro de cuatro años el amanecer de otra era con signo muy distinto? Los datos científicos recopilados en años recientes respaldan el advenimiento de este tiempo. Veamos cómo: * En septiembre de 1994, todas las líneas magnéticas terrestres sufrieron disturbios, disminuyendo y moviéndose; lo cual ocasionó que muchas ballenas encallaran y pájaros en migración perdieran el rumbo. Incluso en los aeropuertos, los equipos se magnetizaron y los aviones debieron aterrizar manualmente. * En 1996, la sonda espacial Soho, enviada a estudiar al Sol, descubrió que nuestra estrella ya no tenía polo norte y/o sur, se había convertido en un solo campo magnético, las polaridades se homogenizaban. * En el mismo año, se produjo un "bamboleo" magnético que ocasionó que nuestro Polo Sur, en un solo día, se moviera 17º de su posición normal, comportándose erráticamente. * En 1997 ocurrieron grandes tormentas magnéticas provenientes del Sol, las que incluso inutilizaron algunos satélites que orbitaban la Tierra.

* En 1998 la NASA detectó la emisión de un potente flujo de energía proveniente del centro de la galaxia que nadie supo explicar.

* Según mediciones comparadas, la Tierra ha perdido gran parte de su energía magnética y ha acelerado su frecuencia vibratoria. Lo que significa que si en 1996 teníamos 4 Gauss (unidad de medición magnética), en 1999 habían disminuido a 1.5 Gauss. Por su parte, la aceleración de la frecuencia vibratoria terrestre demuestra que en 1997 era de 7.8 Hz (Hertz, frecuencia de repetición de una onda o partícula por segundo), mientras que en 1999 se elevó a 11.5 Hz.

- ¿Y esto qué significa y en qué nos afecta?

R. Respecto a los efectos de la pérdida de energía o inversión del magnetismo terrestre, estudios realizados en cosmonautas rusos, en un ambiente con magnetismo artificial, mostraron que al disminuir el magnetismo a registros cercanos a 0 Gauss, primero se produce en la persona gran confusión, luego agresividad creciente, hasta llegar a la locura; lo cual implica que el electromagnetismo influye directamente en la conciencia y la razón humana. Para nuestro cuerpo, las ondas cerebrales se dividen en Beta, Alfa, Theta y Delta, medidas en hertzios. Beta es el pico más alto, con un estado de alerta, consciente y lúcido que se encuentra entre 12-30 Hz; mientras que Alfa se presenta como un estado de meditación y ensueño, hallándose entre los 8 a 12 Hz; por su parte Theta implica un mayor grado de relajación y adormecimiento, de 4 a 8 Hz y, finalmente, Delta implica sueño profundo con 1 a 4 Hz.

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Por su parte, la aceleración de la frecuencia vibratoria terrestre afecta estos registros. Sabemos que el "sonido del silencio", o sea la llamada resonancia armónica ideal (o Resonancia Schumann del equilibrio), es de 7.1 Hz. Pero el día de hoy, el 11.5 Hz alcanzado desde los años 80, nos empuja globalmente hacia el estado de lucidez y alerta permanente de los 12 Hz, algo inicialmente beneficioso para los que estudian o trabajan, pero con resultados catastróficos a largo plazo para la salud humana (estrés, problemas nerviosos, desórdenes del comportamiento y enfermedades mentales) Con estos registros, aunque el organismo humano estuviera cansado y agotado, el descanso real ya no existiría. El estado de alerta ha desplazado al estado de calma sensorial. Recordemos que hasta hace poco el electromagnetismo y la frecuencia vibracional terrestre siempre habían poseído registros estables y continuos pero ahora, y debido a esta aceleración, el día de 24 horas de duración es percibido como si fuera de 16. Consecuentemente, la sensación de que los días nos parecen más cortos que antes no es una ilusión sino una realidad, es el trastorno de la resonancia Schumann. Según los expertos, el máximo alcanzado será de 13 Hz. - ¿Es ahora posible la relajación plena? R. Negativo. Los efectos combinados del caos electromagnético y la aceleración de la frecuencia vibratoria terrestre provocarán en la gente insomnio, hiper concentración mental y nerviosismo, características cada vez más acentuadas en estos últimos años y que se atribuye a las exigencias del trabajo y el ritmo de vida de la sociedad moderna. Las tendencias constructivas y destructivas de los seres vivos están sobreestimuladas (el reino animal, por ejemplo, empieza a mostrar rasgos ajenos a su naturaleza: ciertos hipopótamos defienden ahora a otras especies animales, las orcas marinas depredadoras respetan la vida de los cachorros de sus víctimas y las ponen a salvo en tierra, los chimpancés empiezan a fabricar armas rudimentarias y se organizan para atacarse en tribus. Y como antítesis de esto, otros animales, de naturaleza habitualmente pacífica, nos sorprenden con respuestas imprevisiblemente agresivas, autodestructivas, y hasta homicidas). - ¿Cuánto podría soportar una persona que no sepa entrar en un estado de conciencia más relajado y profundo, que no pueda manejar sus emociones y recomponer un campo magnético estable para su propia protección? R. Muy poco. Hoy generaciones enteras están naciendo, creciendo y desarrollándose bajo estos desconcertantes influjos, adquiriendo gratuitamente la sobrecarga energética de un mundo intrínsecamente en crisis. El temor cada vez más manifiesto, la locura, la violencia inconcebible, la desazón, la fatiga moral y espiritual, la preeminencia de la negatividad, son una demostración clarísima de cuán poderosas son estas perturbaciones electromagnéticas y vibracionales para la vida en nuestro planeta. Para luchar contra esto se plantea entonces un imperativo vital: mostrar cualidades superiores a la simple adaptación al cambio, esto es: derrotar la individualidad y el temor, generar una forma de pensar más solidaria y perfecta, y demostrar que estos registros electromagnéticos y vibracionales pueden ser corregidos, estabilizados y controlados por el ejercicio de un esfuerzo conjunto de la voluntad humana. Según los mayas, ésta aceleración planetaria y su consiguiente pérdida de campo magnético irá en aumento (llegando tal vez a 0 Gauss), invirtiendo o anulando la polaridad planetaria, lo que cambiará el curso de la historia humana de manera dramática (como se observa en la interpretación de la Tercera Profecía: el cielo y el infierno se manifestarían al mismo tiempo, y cada ser humano vivirá en uno o en el otro).

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Enigmas que permanecen hasta hoy Pero lo que es cierto para la Tierra no es menos cierto para el Sol. El 20 de enero de 2005 una sorpresiva tormenta solar alcanzó la Tierra con su máximo de radiación tan sólo 15 minutos después (cuando lo habitual son 2 horas) de iniciarse una serie de explosiones solares. Según el California Institute of Technology fue de lo más violento registrado en los últimos 50 años. Y también de lo más misterioso. Los científicos creían que dichas tormentas se producían en la corona solar por las ondas de choque asociadas a eyecciones de plasma. Sin embargo, en este caso parecen haberse originado extrañamente en el interior del astro rey, según afirmaron científicos de la Universidad de California. Para rematar, un portavoz del grupo de investigación satelital Reuven Ramaty High Energy Solar Spectroscopic Imagen (RHESSI), concluyó su declaración con una frase muy significativa: «Esto implica que realmente no sabemos cómo funciona nuestro Sol». El insólito fenómeno del 20 de enero pulverizó todos los modelos predictivos de nuestra ciencia. - ¿Por qué se produjo una actividad tan intensa y anómala justo en ese momento? R. El pico de máxima actividad de nuestra estrella (en su ciclo principal de 11 años) tuvo lugar el año 2000. Para 2004 los físicos solares observaron una ausencia total de manchas en el Sol, algo que siempre anuncia la proximidad de un mínimo de actividad. Dicho mínimo se produjo entre 2005 y 2006, unos 4 años antes del nuevo máximo previsto para el año 2010 o 2012, o sea en vísperas de la fecha para la cual los antiguos mayas profetizaron el final de la era correspondiente al «Quinto Sol», y el comienzo de otro ciclo cósmico llamado: el «Ciclo del Sexto Sol».

Las fechas de los mayas Una fecha importante de las profecías mayas fue el eclipse total de Sol del 11 de agosto de 1999, que se verificó puntualmente de acuerdo a sus predicciones. Según el Chilam Balam (el libro sagrado maya posterior a la Conquista), siete años después del inicio del último Katum (1999) comenzaría una era de oscuridad y las convulsiones de la Tierra –sismos, huracanes, erupciones volcánicas– aumentarían sensiblemente. El 15 de septiembre de 1999, sólo un mes después del mencionado eclipse, una misteriosa explosión proveniente del espacio eclipsó durante horas el brillo de algunas estrellas. Las radiaciones de ondas de radio, rayos gamma y rayos X multiplicaron su intensidad por 120. Astrónomos como Richard Berendzen y Bob Hjellming, del Observatorio Radioastronómico de Nuevo México (EE.UU), calificaron este fenómeno como un enigma «digno de una investigación detectivesca». Ante la objetividad de estos hechos cabe preguntarse: ¿podría ser esa misteriosa e inexplicada radiación de 1999 parte de los primeros rayos provenientes del centro de la galaxia que, según los mayas, alcanzarían al Sol antes del año 2012, disparando los fenómenos sísmicos que convulsionarían a la Tierra?. ¿No evoca esto a «la llamarada radiante» que, según los mayas, emitiría el Sol después de recibir ese «rayo»?. ¿Y qué de la igualmente enigmática explosión solar del 20 de enero de 2005 que ha dejado perplejos a los científicos?

El eclipse del 11 de agosto de 1999 y la fuerte radiación proveniente del espacio del 15 de septiembre de 2005, inauguran un periodo de repetidos cataclismos naturales en la Tierra. El día 7 de ese mismo mes inicial de agosto se produjo un terremoto de 5,9º (escala Richter) en Grecia, con 218 muertos; el 8, inundaciones catastróficas en China con miles de muertos; el 17, un terremoto de 7,4º en Turquía con 15.000 muertos; el 20, un terremoto de 7,6º en Taiwan con 2.000 muertos; el 22, una cadena de terremotos menos destructivos –entre 2º y 5,2º– en todo el planeta; el 30, un terremoto en Oaxaca (México) que dejó más de 100 muertos; y el 10 de octubre las lluvias produjeron 300 muertos y 500.000

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damnificados también en México. En todo 2004 se registraron 31 erupciones volcánicas significativas, y sólo entre enero y abril de 2005 se detectaron 21 erupciones importantes.

Esta no es una lista exhaustiva de catástrofes ni mucho menos, sino sólo una muestra de algunos fenómenos muy destructivos ocurridos en los dos meses que siguieron al eclipse de agosto de 1999. Incluir los conflictos humanos que estallaron en esos dos meses y otras catástrofes naturales derivadas requeriría un abultado volumen de páginas, baste decir que el cono de sombra del eclipse del 11 de agosto se proyectó sobre Medio Oriente, Irak, Irán, Afganistán, Paquistán e India, señalando un área sacudida por los conflictos sociales y religiosos más sangrientos del planeta y la amenaza permanente de una grave confrontación entre Paquistán e India, ambos con arsenal nuclear desarrollado.

¿Somos hijos de Hunab-Ku o del dios de Sagitario? La ciencia se halla en una incógnita: ¿pertenecemos, como creíamos, a la Vía Láctea o somos en realidad nativos de la galaxia Sagitario? Lo más interesante de este descubrimiento es la relación que establece esta pertenencia del sistema solar con la Profecía Maya, que predice el fin de la historia para el año 2012. La eclíptica (el plano sobre el que esta montado nuestro sistema solar) debería ser paralelo al plano galáctico, sin embargo no es así. En la práctica, la eclíptica presenta un enorme ángulo de inclinación respecto al plano galáctico, ¿por que?. Porque nuestro sistema solar en realidad pertenecería a Sagitario, una pequeña galaxia que está siendo absorbida por la Vía Láctea. Durante el año 2003 se realizó un completo escaneo del cielo con rayos infrarrojos. La información obtenida sirvió para que un equipo conjunto de las universidades de Virginia y Massachussets, construyeran un mapa del cielo, en el que se ve la galaxia enana de Sagitario siendo devorada por la Vía Láctea. Los investigadores descubrieron que nuestro sistema solar se encuentra en el punto donde se unen ambas galaxias; es decir, en el lugar donde Sagitario está siendo absorbido. De acuerdo con información recabada por un proyecto que estudia las emisiones infrarrojas en el espacio de la Universidad de Massachusetts, la Vía Láctea está consumiendo a uno de sus vecinos en una muestra dramática de canibalismo galáctico. El estudio publicado en la revista especializada Astrophysical Journal, es el primero en dar a conocer los resultados del mapeo realizado en 2003 en toda la extensión de la Galaxia de Sagitario, mostrando con detalle cómo sus fragmentos envuelven y atraviesan a la Vía Láctea. Se utilizó una supercomputadora para clasificar cerca de 50 mil millones de estrellas y crear un mapa estelar que mostrara a nuestro sistema solar justo en la intersección en la que ambas galaxias se están uniendo. Sagitario es 10 mil veces más pequeño en masa que la Vía Láctea, por lo que está siendo estirado, separado y absorbido. Significa esto que, si éramos originalmente nativos de Sagitario, ¿es el centro de esta galaxia, y no el centro de la Vía Láctea, el padre de Kinich-Ahau (nuestro Sol y sistema planetario)?. Y de ser cierto, ¿la nueva teoría destruiría el significado de las profecías mayas?. R. Negativo para ambas preguntas. Recordemos que este acontecimiento cósmico fue predicho para el 21 de diciembre de 2012 (la fecha de los mayas) por el propio Libro Perdido de Nostradamus. Además, la astronomía moderna reconoce su realización: “la Tierra, el Sol y el resto del sistema solar atraviesan un gran „ecuador galáctico‟, zona con elevados niveles de energía desconocida, lo que está teniendo un impacto perceptible sobre nuestro planeta”, explican los científicos. El ángulo con el que es visible la Vía Láctea en el cielo había intrigado a los astrónomos desde siempre. Si nuestro planeta se hubiera originado en la Vía Láctea, estaríamos orientados a la eclíptica de la galaxia, con los planetas alineados alrededor del Sol en una posición muy similar a la de nuestro Sol. Por el contrario, el extraño ángulo parece sugerir que el Sol está influenciado por otro Sistema. Ahora el

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mapa infrarrojo parece resolver el enigma y aclarar el verdadero origen de nuestro sistema solar. “Pertenecemos a otra galaxia en proceso de fusionarse con la Vía Láctea. La Vía Láctea no es, de hecho, nuestra galaxia de origen. El misterio de por qué la Vía Láctea siempre se ve con ángulo en el cielo nocturno no había sido aclarado hasta hoy”, afirmó Michael Skrutskie, coautor del estudio y profesor de astronomía de la Universidad de Virginia.

Por su parte, la propia Universidad de Virginia, en la revista Badastronomy (Mala Astronomía) ha deslindado responsabilidades sobre esta teoría, rechazando la hipótesis del origen extragaláctico del Sistema Solar. La contra argumentación se basó en los estudios del movimiento del Sistema Solar a través de la galaxia, revelando que éste sigue una órbita perfectamente alineada con el plano galáctico (algo que sería imposible para una estrella procedente de Sagitario).

Es decir, que parece claro que somos hijos de Hunab-Ku (el centro de la Vía Láctea) después de todo, y que el hecho de que actualmente nuestros Sistema Solar se sitúe en el punto de encuentro de ambas galaxias es una simple casualidad.

La noticia concluye manifestando:

“….no obstante, la Universidad de Virginia considera que este evento no tendrá ninguna consecuencia práctica; siendo un suceso astronómico que, como el paso de los cometas, solo tendrá significado para quien desee dárselo.”

Un cuento, para terminar

FLATLAND (“Planilandia”): (Adaptación de un cuento popular del reverendo Edwin Abott)

En el país denominado “Planilandia”, los personajes son formas geométricas diversas que viven en un mundo exclusivamente bidimensional. Al comienzo de nuestra historia, el narrador, un cuadrado de mediana edad llamado Cuadrado 2009, tiene un sueño inquietante en el cual visita un reino unidimensional, el “País de la Línea”, cuyos habitantes sólo pueden moverse de un punto a otro. Con creciente frustración intenta explicar quien es él, una línea de líneas proveniente de un país en el que se puede uno mover no sólo de punto a punto, sino también de lado a lado. Los habitantes del “País de la Línea”, enfadados, no le creen y están a punto de agredirle cuando se despierta sobresaltado.

Un poco más tarde, al día siguiente, intenta ayudar en sus estudios a su nieto, un pequeño Hexágono. El nieto sugiere la posibilidad de una tercera dimensión, un reino en el que habría arriba y abajo, además de un lado y otro lado. Cuadrado 2009 tacha esta idea de “estúpida e inimaginable”. Aquella misma noche el Cuadrado tiene un encuentro extraordinario y decisivo para su vida: recibe la visita de un habitante del “Reino de las Tres Dimensiones.

Al principio, Cuadrado 2009 se siente simplemente confundido por su visitante, un Círculo dotado de una extraña sensación de volumen. El visitante se presenta a sí mismo como “Esfera 1” y decide dar a conocer a Cuadrado 2009 una experiencia de profundidad, para ayudarle a comprender la existencia de la tercera dimensión.

El Cuadrado, entonces, experimenta la sensación de ser Cubo y queda tan fuertemente conmocionado que luego dice: “Tenía una sensación confusa y mareante en la visión; veía múltiples líneas articuladas y un espacio en su interior; era algo mejor y diferente a lo que conocía. Yo era, y no era, Cuadrado 2009 al mismo tiempo. Cuando pude recobrar la voz, lancé un grito de agonía: ¿¡¡esto es el cielo, o el infierno!!?”,

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pregunté. La voz de Esfera 1 replicó serenamente: “No es ninguna de las dos cosas. Es el conocimiento de las tres dimensiones de mi Reino (ancho, alto y largo). Abre tus ojos otra vez, y trata de entender con tranquilidad”.

Tras haber tenido esa experiencia vivencial de las Tres Dimensiones, Cuadrado 2009 se convirtió en su más ardoroso apóstol, intentando convencer a los conciudadanos de “Planilandia” de que las Tres Dimensiones eran algo más que nociones propias de matemáticos chiflados, y que era posible llegar a ser Cubo 1. Pero a causa de su insistencia, y en beneficio público, fue finalmente encarcelado. Cada año, en lo sucesivo, el sumo sacerdote de “Planilandia”, el Círculo Jefe 2000, acudiría para comprobar si Cuadrado 2009 recuperaba su sano juicio, pero éste continuaba insistiendo en que existía un “Reino de las Tres Dimensiones”. No pudo olvidarlo, aunque era incapaz de explicar por qué.

Años después, cuando el “Reino de las Tres dimensiones” ya era una realidad conocida, nadie recordaba a Cuadrado 2009 (aunque si lo hubieran hecho tampoco hubieran podido encontrarlo).

Cuadrado 2009 había desaparecido.

Imagen sita en el Códice de Viena (Vindobonensis) Un poder emerge del centro de la Vía Láctea

COSMOGÉNESIS 2012

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GLOSARIO MAYA

Haab: Orbita planetaria medida por 18 ciclos de 20 días más el Uayeb de 5 días (ciclo de 365 dias).

Hunab Ku: "Único dador de movimiento y medida"; término galáctico maya para Dios o Alá.

Iblis: Nombre del Angel disidente de la creación; también conocido como Satán; poder ilusorio del ego humano en todas sus formas.

Katun: Cuenta de 7200 kin o días, 20 por Baktun; algo más que los diecinueve años solares, una generación humana.

Kin: Un día, pariente afín, relacionado, igual, Sol y día (en maya). Unidad galáctica de medir, la base de las proporciones y las relaciones.

Funciones dimensionales: Tiempo, Vida, Sentido y Muerte.

Tonos galácticos: Los trece poderes de la creación, siempre en relación uno con otro, los trece tonos galácticos crean una onda encantada.

Transducir: Capacidad de tomar una forma de energía o información y cambiarla a otra.

IN LAK'ECH: "Yo soy otro Tú", código de honor maya.

Tzolkin: Calendario Sagrado Maya, calibrador galáctico de la cuarta dimensión, giro galáctico de 260 kines, módulo armónico, medida tetradimensional del tiempo galáctico.

Holón: Una estructura del universo tetradimensional de cualquier forma de evolución.

Haab: Calendario civil de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos.

Cuenta Larga: Calendario que es una mezcla del Tzolkin y el Haab.

Uinal: 20 kines.

Tun: 18 uinales (360 kines).

Katún: 20 tunes (7.200 kines).

Baktún: 20 katunes (144.000 kines); la cuenta de trece baktunes es la medida del ciclo de la historia desde 3113 AC hasta 2012 DC.

Pictún: 20 baktunes (2.880.000 kines).

Calabtúb: 20 pictunes (57.600.000 kines).

Kinchiltún: 20 calabtunes (1.152.000.000 kines).

Célula de tiempo: Cuatro sellos solares codificados por el color en sucesión diaria: rojo, blanco, azul y amarillo.

Tun : ciclo de 360 días.

Moon : ciclo de 354 días.

Venus : ciclo de 584 días.

Lual: Día (Sol).

Akab: Día (Noche).

Kal: Semana (20 días).

Tzol: Orden, distribucion.

Planeta Babilónico: Nombre dado a la civilización moderna de materialismo exclusivo; la mente humana capturada por la frecuencia de tiempo 12:60, calendario gregoriano.

Torre de Babel: nombre dado al poder del tiempo falso desde el comienzo de la historia; base del planeta babilónico.

Telepatía: Poder tetradimensional de inteligencia para la unificación de las especies tridimensionales en la forma de arte planetario.

Sincrometría: Medida de sincronicidad; ciencia tetradimensional para practicar la telepatía.

Kinich-Ahau: Nombre galáctico maya para nuestro Sol y su sistema planetario; el sistema solar todo como un ser.

Oxlahun Tiku: invocación para convocar el poder del trece, el poder consciente del tiempo; se refiere también al universo de trece dimensiones.

Notación galáctica: Sistema de cuentas mayas del punto y barra, de código del 0 al 19.

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Luna: Satélite natural que rige el ciclo menstrual femenino de 28 días y ciclo biológico humano; trece por cada orbita anual.

Kuxan Suum: "Carretera que alcanza las raíces de las estrellas, pasando a través de cada una de las dimensiones celestiales"; las fibras etéricas que conectan el plexo solar con el centro de la galaxia; "el ombligo de Hunab-Ku".

División de los días:

1. Yahalcab o Zaz Halcab, que era el amanecer y el alba. 2. Hatzcab Kin, era la mañana. 3. Chumuc Kin o Chunkín, era el medio día. 4. Okinal, era la tarde. 5. Emelkín u Ockin, era la puesta de sol. 6. Akab, era la noche. 7. Kaz Acab, era el anochecer. 8. Chumuc Acab, era la media noche. 9. Potakab, era antes del amanecer.