contenido

Revista GRatuita CirCula los domingos Con el diario Ciudad CCs búsCala de lunes a viernes en nuestra sede: esq. san jaCinto, edif. gradillas “C”, piso 1, al lado de la taquilla úniCa de serviCios muniCipales

Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014 y 2015.Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.

02 — perfilLenín Moreno

05 — el MenJUrJe Mancheta y demás

07 — ciUdadEl vuelo del papagayo

10 — crónicas peatonales

14 — Miradas El poder de la palabra

25 — MinicrónicasEl verdadero detalle

21 — entrevistaBeatriz Aiffil

06 — Mitos Rebelión en el Mar Negro

12 — Música Un acervo en el olvido

19 — filo y bordePropaganda

24 — libreMente¿Cuál es tu cárcel?

27 — crUcicUltUraCrucigrama

28 — el rUMor de las bolas

conseJo editorialJorge Rodríguez GómezFelipe SaldiviaGustavo Borges Revilla

directoraMercedes Chacín

editor JefeCarlos Cova

directora de arteEdarlys Rodríguez

coordinador de fotoGrafÍaJesús Castillo

asesor editorialReinaldo González

coordinadora 2.0Yanira Albornoz

Web y redesJoseph CastellanosGaizka Orta

redacciónNathali Gómez MoscosoGustavo MéridaAnder De TejadaMarlon ZambranoMalú Rengifo

diseñoLisbeth Montell

fotoGrafÍaMichael MataEnrique Hernández

correctorRodolfo Castillo

loGÍsticaIdania BracamonteDaniela FernándezEdi Cordero

colaboran en esta ediciónClodovaldo Hernández, Freddy Fernández, Mercedes Sanz, Naile Manjarrés, Miguel Posani, Pedro Delgado, Indira Carpio, Jessica Mena, L. “Razor” Balza, Henry Rojas y Neptalí Segovia. Archivo Ciudad CCS.Fotografía de portada: Michael Mata.

iMpresión Complejo Editorial Alfredo ManeiroImprenta Nacional

www.epaleccs.info epale.ciudadccs@gmail.com

@epaleccs @epaleccs Épale CCS

Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114Distribución: 0212-8085843

Depósito Legal: pp201202dc4166

Una publicación de la

11 — sexodiversidadMaría

20 — GastronoMÍaPichones de sibarita

26 — poesÍao nada

PERFIL02

POR CLodovaLdo HERnándEz • clOdOheR@yahOO.cOm / IlUSTRacIóN JESSICa MEna

Rehízo su vida gRacias al chiste de un amigo sobRe amoRes contRaRiados poR la familia. estaba postRado

luego de que un ataque cRiminal lo dejaRa con discapa-cidad motoRa. a paRtiR de entonces dedicó su vida

a animaR a otRas peRsonas tocadas poR la tRagedia, mediante el humoR y la buena vibRa. ahoRa es,

nada menos, el pResidente de ecuadoR

En uno de sus peores momentos del siglo XXI, la izquierda latinoa-mericana fue salvada por un gurú de la autoayuda y un creyente de aquel aserto según el cual la risa es un remedio infalible.

Se trata de Lenín Moreno, el nuevo presidente de Ecuador, quien logró retener el poder para el bando de la Revolución Ciudadana liderada por Rafael Correa en un trance en el cual haberlo perdido hubiese significado la hecatombe para los gobiernos populares de la región, tras la derrota electoral del kirchnerismo en Argentina y el zarpazo cupular contra Dilma Rousseff en Brasil.

Moreno dio la cara por la izquierda, pero dista mucho de ser un izquierdista clásico. Viene de ser un empresario (incluso, dirigente gremial del sector privado) y, luego, un predicador de la causa del humor como medicina para grandes contrariedades que ocurren en la vida y que suelen llevar a las personas a la amargura y la depresión.

¿Cómo dio semejante giro? Pues, por la vida misma. El hombre era un próspero emprendedor, se desempeñaba como director ejecutivo de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo cuando el infor-tunio lo sorprendió en una calle de Quito: lo abordaron para robarle el carro y, pese a que él entregó las llaves, uno de los hampones le metió un tiro a quemarropa en la espalda. De resultas quedó parali-zado de por vida.

Confinado a la silla de ruedas a la edad de 46 años (nació en 1953 en el sur de Ecuador), Moreno tomó primero el camino de la derrota psicológica. Pasó cuatro años convaleciendo, en medio de los do-lores físicos que pueden imaginarse, pero un día recibió la visita de un amigo chistoso y decidió que era hora de dedicarse a reinventar su vida. La anécdota la ha contado muchas veces: el amigo se quejó porque amaba a una muchacha, pero la familia se oponía a la rela-ción. Moreno le dijo que eso era absurdo, que a estas alturas de la historia ya las familias no se oponen a los noviazgos de la gente adul-

ta. “¿Cómo que no? —respondió el amigo—, mi esposa y mis hijos no pueden ni ver a mi novia”. Moreno soltó la carcajada y comen-zó a valorar los efectos del humor y de la risa en la gente que sufre problemas como el suyo. Se convirtió en un motivador emocional, dirigiendo su discurso a otros que habían sufrido tragedias injustas.

El filón de su prédica fue, desde un principio, el valor curativo del buen genio. “El humor tiene un efecto terapéutico, no solamente ali-menta el espíritu, el alma, la mente, sino también el cuerpo mediante la inmunidad que genera. La alegría y el buen humor son poesía que surge de un espíritu sin odio”, suele decir en sus charlas.

Los libros que escribió y publicó muestran este enfoque: Teoría y práctica del humor; Ser amable es fácil, divertido y productivo; Trompabulario, Los mejores chistes del mundo; Ríase, no sea en-fermo; Filosofía para la vida y el trabajo; Humor de los famosos y Cuentos no ecológicos son algunos de ellos, todos con excelentes ventas. Pronto, aquel hombre con discapacidad se convirtió en una especie de profeta.

Desde ese lugar tan particular fue que se inició el acercamiento de Moreno a la actividad política. Con su dosis de buen humor y po-sitivismo fue un factor importante en la campaña y en los primeros años del gobierno de Rafael Correa, de quien fue vicepresidente en-tre 2007 y 2013.

Según los críticos de Correa, la figura del hombre en silla de ruedas y siempre sonriente fue un complemento excelente para el joven man-datario, quien por su determinación de responder enérgicamente a los medios de comunicación de la derecha adquirió, rápidamente, fama de peleón e intolerante.

En la Vicepresidencia, Moreno se ocupó, primero que nada, de las personas con discapacidad a través de un programa social al que se

Lenín Moreno La SonRISa En La SILLa dE RuEdaS PRESIdEnCIaL

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Edición Número Doscientos treinta y uno. Año 05. ÉPaLE CCSCaracas, 11 de junio de 2017.

bautizó como Misión Manuela Espejo, un nombre con alguna im-pronta chavista, ¿quién lo duda?

La misión lo catapultó hasta altos niveles de popularidad interna y lo consolidó como una de las figuras internacionales de la lucha por los derechos de las personas con diversidad funcional. Tanto fue así que en 2012 fue electo por la Organización de Estados Americanos como presidente del Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Discapacidades (Ceddis), y al renunciar a la Vicepresidencia, el entonces secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, lo reclutó como comisionado sobre discapacidad y accesabilidad.

A su vez, la Corte Constitucional de Ecuador decidió instaurar un premio con el nombre de Lenín Moreno Garcés para reconocer los méritos de quienes luchan por la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad.

La maquinaria mediática de la derecha comparó positivamente a Moreno con Correa, hasta que el exvicepresidente se perfiló como posible candidato a la sucesión. A partir de entonces, también em-pezaron a encontrarle graves defectos. Por ejemplo: se dieron cuenta de que mientras trabajaba como comisionado de la ONU recibía un sueldo por el servicio exterior ecuatoriano, lo cual fue presentado como un desvergonzado caso de corrupción. Los articulistas y co-mentaristas se dedicaron a dispararle toda clase de invectivas: algu-nos, desde la posición supremacista típica de los “cultos”, optaron por descalificarlo por ser un autor de libros de autoayuda. Otros dijeron que era un simple lugarteniente de Correa, quien lo manejaría a su antojo. En la refriega electoral, esos grandes medios y analistas au-naron esfuerzos a favor del principal rival de Moreno, el empresario Guillermo Lasso, aspirante a ser el Macri ecuatoriano. Por supuesto que en el trabajo de descalificación salió a relucir el proceso vene-zolano, el chavismo y, sobre todo, Nicolás Maduro. Con la ayuda de asesores venezolanos (supuestamente exiliados), la prensa ecuato-riana lo agredió de todas las formas posibles, con la esperanza de impedir su triunfo. Intentaron ridiculizarlo por el hecho de que suele cantar en sus presentaciones, o porque hace reír a su audiencia con chistes y ocurrencias, o porque sus discursos son a veces caóticos y en ocasiones se mete en profundidades científicas, como cuando afirmó que ya se han hecho experimentos exitosos de teletranspor-tación humana.

Y es que, mientras estuvo en su trabajo diplomático internacional, Moreno se vinculó a importantes científicos y conoció el Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN), donde se hacen in-vestigaciones de punta sobre temas como el bosón de Higgs y otras partículas subatómicas. Allí conoció a otro famoso hombre con dis-capacidad, Stephen Hawking, de cuya amistad suele ufanarse.

La habilidad de Moreno para embrujar a las audiencias resultó particularmente frustrante para la derecha mediática, que quería sacarlo de su terreno, provocarlo, obligarlo a mostrarse violento. No lo lograron.

Notablemente molestos por no haber podido romper la estrategia electoral, algunos comentaristas se quejaron con amargura. La pe-riodista Sol Borjas dijo: “La idea de que Moreno es un patriota es repetida por sus seguidores y pulida por su equipo de campaña. Hay un cerco estricto que hace muy difícil llegar a él y verlo fuera de la imagen heroica que presentan sus asesores. La distancia ha generado tensiones con los periodistas de los que alguna vez fue el mimado, incluso de los medios más críticos con el Gobierno”.

El humorista Luis Sepúlveda metió el dedo en la llaga del resenti-miento de la prensa contra Moreno. “¿Qué le critican a Lenín More-no, el claro vencedor de los comicios? En primer lugar, que se llame Lenín, ¡qué horror! Con semejante nombre solo puede conducir a su país al bolchevismo, a la inauguración de gulags en las hermosas se-rranías andinas, en el tórrido Oriente amazónico o en las playas del Pacífico. Otro argumento es que se movilice en una silla de ruedas y que sea un paladín mundial de la inclusión social de las personas con limitaciones. Pero lo que más molesta y desconcierta a la dere-cha es que Lenín Moreno sea un hombre de buen humor. Les ofusca hasta la histeria la idea de un presidente galardonado con el Premio Anual al Humor de Resistencia, de Francia. Y como no hay nada más subversivo que el humor, demos gracias a los ecuatorianos por demostrar que todavía funcionan las democracias”, dijo Sepúlveda, en su sitio Carne de blog.

Ahora, Lenín Moreno Garcés ha convertido su silla de ruedas en el asiento presidencial de Ecuador. En el palacio de Carondelet, este motivador y terapeuta del humor representa la vigencia de los go-biernos de izquierda en América Latina. Falta saber, desde luego, si sus ejecutorias serán coherentes con esa manera de estar en el mun-do o si terminarán siendo algún tipo de chiste. Se han visto casos.

La HabILIdad dE MoREno PaRa EMbRuJaR a LaS audIEnCIaS RESuLtó PaRtICuLaRMEntE FRuStRantE PaRa La dERECHa MEdIátICa, quE quERía SaCaRLo dE Su tERREno, PRovoCaRLo, obLIgaRLo a MoStRaRSE vIoLEnto. no Lo LogRaRon—

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el menjurje 05

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reeeee-conocernos

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to’ lo da“San Juan to’ lo tiene, San Juan to’ lo da” dice el canto devocional por uno de los santos ne-gros favoritos de los venezolanos. Anuncia la entrada de las lluvias y en una época festejó el día del esclavo liberto. Este martes 13 de junio se hablará de él desde las 3 pm en el teatro Alí Gómez García de la Fundación para la Cultura y las Artes (Fundarte). Se celebra cada 24 de junio, el día más largo del año, y constituye una de las fiestas populares más alegres de las parroquias caraqueñas, llena de magia, tambor y baile en la que se realizan diversos actos religiosos y culturales en honor al santo.

San agustín cultural

Comunifilms y el Centro Nacional de Fotografía abrieron el período de recepción de imágenes para entender la caraqueñidad, a través de la 2da edición del concurso, exposición fotográfica y toma cultural "¿Qué Signi-fica Ser Caraqueño? 2017". ¿Quiénes somos?, ¿qué nos identifica?, ¿qué nos une como ciudadanos? son algunas de las inquietudes que quiere responder el certamen, que se enmarca en la conmemoración del 450° aniversario de Caracas y que se mantendrá recibiendo propuestas fo-tográficas hasta el 30 de junio próximo. Los requisitos y las bases están en la dirección www.comunifilm.com.ve.

Ser caraqueño ¿qué Será?

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El teatro Alameda de San Agustín es un hervidero de lunes a sábado: se dictan talleres de percusión caribe-ña, afrocubana, canto, teatro, cuatro, guitarra, bailoterapia, danza, salsa casino, karate, tres cubano y mucho más. Son actividades gratuitas y con horario accesible. Si quieres participar, acércate cualquier día a las 3 pm. Si precisas de más detalles, consulta toda la programación a través de la cuenta Twitter @ccsfundarte.

No hacer todos los esfuerzos, y más, para conciliar

El milagro Vinotinto

Pero, si se ha hecho hasta lo imposible por engalanarla, ¿por qué no lograr que perdure? Frente a la plaza Diego Ibarra, uno de los más hermosos regalos urbanos para la ciudad, una

loza partida hace que media ciudad cojee, sobre todo en las horas pico

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MITOS

Rebelión en el MaR negRo

Esta historia comienza en enero de 1905, en San Petersburgo, Rusia. Algunas versiones dicen que fue el 22, otras que fue el 15, y aunque los hechos ocurridos ese día del terror, conocido como el Domingo Sangriento, pasaron varios meses antes de la historia que les queremos contar, es necesario mencionarlos para poner en contexto la situación: aquel friísimo domingo más de 12.000 trabajadores se reunieron de forma pacífica a las puertas del palacio del zar Nicolás II para protestar por los despidos in-justificados y las inhumanas condiciones en las que trabajaban. Por una orden del tío del zar, la Guardia Imperial abrió fuego contra ellos, hiriendo a aproximadamente 800 personas y dán-dole muerte instantánea a 200 más. Junto a los cuerpos, sobre la nieve, se vieron caer símbolos religiosos, fotografías del zar y otros objetos que habían llevado para hacer notar sus intencio-nes inequívocamente pacíficas.

Este suceso dio inicio a un año de rebeliones campesinas, huelgas y motines militares que se extendieron por todo el territorio ruso, a los que el zar respondió con más humillaciones. La población rusa, incluyendo el Ejército, estaba sumida en la indignación y el aturdimiento producido por el sonido de los látigos del amo. Mientras tanto, en el océano Pacífico, Rusia libraba una cruen-ta guerra contra Japón. Miles de oficiales y marineros expertos eran enviados a cubrir las bajas de altamar, y fue por esta razón que cierto acorazado del Mar Negro, de nombre Potemkin, quedó

POR MALÚ RENGIFO@MALURENGIFO

ILUSTRACIÓN JESSICA MENA

ocupado por una tripulación que estaba, en su mayoría, compues-ta por reclutas recientes y oficiales de bajo orden.

En junio de ese año los oficiales zaristas a cargo del Potemkin, luego de mucho maltratar a la tripulación de diferentes maneras, quisieron obligarlos a comer un plato preparado con carne agu-sanada. Ante la negativa de la tripulación de aceptar tal basura por comida, el alto mando del buque continuó el agravio con una serie de amenazas, dentro de las cuales incluía un simulacro de fusilamiento. Fue ese el momento en que los marineros, dándose por muertos de igual forma, se alzaron contra los oficiales zaris-tas en un tiroteo tras el cual lograron hacerse con el mando del Potemkin.

Durante 20 días anduvieron de puerto en puerto buscando apoyo, comida y combustible, hasta que en las costas de Fedosia, en Cri-mea, 22 amotinados fueron asesinados tras ser capturados inten-tando robar algunas barcazas de carbón. Luego de la pérdida, los sobrevivientes se dirigieron a la costa rumana de Constanza, don-de encallaron el barco, depusieron las armas y solicitaron asilo.

El 12 de octubre de ese mismo año el Potenkim fue reflotado y re-bautizado como Pantaleimón, para servir durante 20 años más. El motín de 1905 es recordado por los rusos como el primer ensayo para la Revolución de 1917.

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CIUDAD

El vuElo dEl papagayo

A lAs AfuerAs de unA ciudAd en lA que el cielo es cAsi inAccesible debido A los edificios,

hAce vidA un cultor que nos AcercA A lAs nubes con sus sueños de volAr hAciA lA pAz

POR Malú rengifo • @maluRengifO / fOTOgRafÍas mIChAEL mAtA

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juegos tradicionales, como a su amiga Sinaí Torres, quien es capaz de darle a la perinola más de 20 veces seguidas, y aunque aún no sabe mantener el vuelo de un papagayo, di-cen en Ciudad Caribia que los sostiene me-jor que cualquiera en toda la zona: cuando alguien necesita ayuda para alzar en el vien-to los colores de su volantín, Sinaí se para a unos cuantos largos pasos de distancia, sujetando el papagayo con una técnica pre-cisa, impecable, con pulso de cirujana y en un silencio solemne, hasta sentir crepitar el momento preciso en que el cometa necesi-ta alzar camino hacia las nubes, y durante unos segundos se alzan también al viento

Para Isaac Páez el juego tradicional promueve la resolución de conflictos

Yeisivi Romero tiene 13 años, vive en Ciu-dad Caribia y estudia 6to grado. No sabe volar papagayo, pero quiere aprender. Hace unas semanas, durante una actividad colec-tiva que se realizó en su escuela, le puso las flores a la Cruz de Mayo con la esperanza de que esta se sintiera bien bonita y bien queri-da y trajera de regalo buenas cosechas, llu-vias, alimento y compañerismo a las mon-tañas vestidas de luz de sol en las que vive.

Alex Silva es compañero de salón de Yeisivi. Él sí es un experto conductor de esas senci-llas navecillas voladoras y se está haciendo un maestro en su fabricación. Le gustan los

su mirada abierta y su sonrisa dulce de niña buena y bonita.

Comandando el flujo aéreo de la zona se en-cuentra el maestro Isaac Papagayo.

EL fEStIvAL DE LAS CrUCES AL vIEntoSe llama Isaac Páez y no quiso decir su edad, pero a juzgar por la expresión de sus cejas persiguiendo la estelas de los sueños volado-res, podría decirse que es compañero de aula de Yeisivi y Sinaí. Y no es del todo mentira, porque desde el mes de febrero de este año se traslada, cada día, desde el municipio Baruta de Caracas hasta la punta de un cerro en Ciu-dad Caribia para ejercer sus funciones como maestro de agricultura del programa Todas las Manos a la Siembra en la escuela Pedro Pérez Delgado, la cual, por cierto —y me van a disculpar el paréntesis incómodo—, toda-vía no ha sido inaugurada por el Ministerio del Poder Popular para la Educación ni ofre-ce a los niños comedor escolar. Eso hay que arreglarlo con urgencia.

Pero volvamos a Isaac Páez: apasionado por los vuelos de papel, este muchacho grande ha viajado por el país persiguiendo festiva-les de papagayo y tratando de multiplicar la experiencia en espacios como el barrio El 70 (en El Valle), la escuela Sorocaima de Baruta, el 23 de Enero y muchísimas otras que se le escapan de la memoria al vuelo de los cometas.

Estudió Agronomía y logró graduarse con mucho esfuerzo, vendiendo sus papagayos entre Caracas, Aragua y Barinas. Es cultor desde hace décadas, apasionado por el res-cate de los juegos tradicionales, a los que ve como un importantísimo recurso para la promoción de los valores del compañe-rismo y la colaboración. Siente también un profundo apego por nuestras fiestas tra-dicionales, y fue gracias a ello que un día, en una epifanía poética, decidió que inau-guraría una nueva forma de rendir tributo

El velorio se realiza gracias a un esfuerzo colectivo de recolección de materiales

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Son numerosos los espacios hacia los cua-les se va volando el pensamiento de Isaac “Papagayo” Páez, hombre para quien el vuelo de un cometa es un símbolo de paz. “Muchas personas no sabemos qué hacer para conseguir la paz en nuestras casas, en nuestras calles o en nuestro país. Creo que el camino va por los lados del arte. El arte y la cultura contribuyen a la for-mación de individuos para la paz. Estas actividades que planteo descontaminan la mente de los niños, de la gente; promue-ve el diálogo y la resolución de conflictos. Eso es lo que necesitamos”, dice.

Por sus condiciones geográficas Ciudad Caribia es el lugar ideal para el papagayódromo

a la cruz colorida que nos brinda mangos y sardinas cada año: acuñó el término “el vuelorio de la Cruz”.

Desde hace cuatro años Isaac, sin apoyo institucional —esto también hay que arre-glarlo de inmediato—, busca la forma de estimular a niños y adultos en diferentes comunidades para se unan en una “vaca” de verada, papel y pabilo, fabricar de forma colectiva numerosos papagayos en honor a la Cruz de Mayo y lanzarlos a los aires en tributo volador. Tal iniciativa le ha mereci-do reconocimientos por parte de diversas escuelas y organizaciones admiradoras de su compromiso con la cultura nuestra y la difusión de los saberes.

EL PAPAgAyo máS grAnDE DEL mUnDo y otroS EnormES SUEñoS Por CUmPLIrUn hombre que dedica su vida a alzar co-lores al viento no puede otra cosa que estar lleno de sueños gigantescos, como la pro-puesta de que Venezuela rompa el récord mundial del papagayo más grande del mun-do construyendo un dragón volador de un kilómetro de longitud (“la marca mundial es de 800 metros”, dice). Semejante empresa solo podría ser posible con el apoyo insti-tucional suficiente, para la adquisición de los materiales, y con la participación de al menos 2.000 personas que se entreguen a la construcción de un gigante que no escupirá fuego, pero tragará viento.

Registró la fundación Escuela Internacio-nal Papagayo, un espacio intangible toda-vía, pero que está abierto a recibir a todos los voluntarios apasionados por el vuelo, que quieran unirse a la labor de organizar un encuentro internacional de papagayolo-gía y juegos tradicionales en Venezuela. Ha establecido contactos con organizaciones y personas aficionadas al vuelo de cometas en más de 60 países a través de internet. Cuen-ta que con frecuencia es convocado a parti-

cipar en encuentros realizados en diversas partes del mundo, representando a Vene-zuela, pero todavía no ha podido asistir. Un poco de apoyo para alcanzar esta meta tampoco estaría de más, así como tampo-co lo estaría para la realización de lo que su mente ha concebido como el papagayó-dromo y las olimpiadas tradicionales, que intuye como eventos de participación no competitiva sino cooperativa, en los cuales los asistentes podrán socializar sus destre-zas en el manejo y elaboración de papaga-yos, gurrufíos, perinolas, trompos, yoyos y demás juegos tradicionales.

POR Malú Rengifo@maluRengifO

iluSTRaCión HenRY RoJaS

La CoLa

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CRÓniCaS PeatonaleS

ENVíE SU HISTORIA A epale.ciudadccs@gmail.com

Trabajé durante un tiempo en Comunica-lle, un grupo de teatro callejero que con frecuencia trataba los temas del momento, procurando brindar soluciones a nuestros problemas o mostrarnos a nosotros mis-mos nuestras actitudes, vicios o bondades para generar una reflexión transformadora.

Un día hicimos una acción comunicacio-nal llamada La Cola, que consistía en que todos los actores llegábamos a una plaza y nos íbamos organizando afuera de un establecimiento imaginario, uno por uno, haciendo una cola y recreando comenta-rios y situaciones típicos de las colas del mercado. Había entre nosotros varios personajes: un bachaquero vestido de ba-chaco, un paco, una mamá lactante, un coleón, una sifrina grosera y así.

Era una acción que se improvisaba cada vez que se presentaba, no tenía un guión fijo sino una estructura que seguíamos, ajustando los diálogos a las reacciones que veíamos en el público a fin de invitarlos a participar, criticar o unirse en la búsqueda de soluciones. Comenzaba con un compa-ñero que recorría el lugar susurrándole a la gente “¡hay jabón!, ¡hay pollo!”, y se iba haciendo la cola como un juego. Después yo llegaba y le preguntaba a un compañe-ro, que hacía el papel de malandro, para qué era esa cola y él siempre me respondía “no sé, pero la estoy haciendo igualito”, y la gente se reía.

Una vez nos presentamos con esa ac-ción en la esquina de Gradillas. La gente a nuestro alrededor no solo se metió en la cola sino que uno se coleó y, echando broma, jugando como si todos fuéramos niños, se pusieron a gritarle “¡coleóoon!, ¡abusadoooor!”. Más adelante, a una se-ñora el cajero de mentira le daba su pollo imaginario y otra señora se lo disputaba

porque era el último, y yo veía el pollo in-visible pa’llá y pa’cá bailar entre las manos de las doñas que se tomaban su papel muy en serio, con la media sonrisa cómplice de quien hace una travesura colectiva.

Un niño corría hasta la plaza gritando que había jabón y el pollo se había acabado, y más gente llegaba a jugar hasta que fuimos un bululú masivo de unas 40 personas, más los mirones parados alrededor, en un desconcierto alegre. Fue todo un despe-lote. El bachaco gigante corría con carga-mentos imaginarios alrededor de la mul-titud en caos, hasta que el personaje que hacía de policía terminó poniendo orden como pudo y todos le hicieron caso.

Nunca supimos si quedó una moraleja de aquella presentación, pero ese vernos unos a otros a las caras, conocidas o no, des-pelucados, eufóricos y sonrientes, aquel reírnos de nosotros mismos, parodiarnos tan espontáneamente en algarabía, es un recuerdo imborrable.

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SOBERANÍAS SEXUALES

Esta siempre ha sido igualita a las otras Marías: flaca queriendo en-gordar y gorda queriendo ser flaquita. Insultada o golpeada en la juventud, y de distintas formas, como todas. Desertora y detractora del matrimonio como contrato a la violencia, como pocas.

Casada con una hija. Soltera con dos hijas. Soltera y dueña de su casa, de sus problemas, de su carro, de su cuerpo, de su vida. Solte-ra con dos títulos universitarios, entre desempleos y decepciones. Soltera que se mudó en cinco ocasiones y acomodaba la nueva vida en un día, arreglaba tuberías, pintaba, martillaba, escuchando Los Ángeles Negros y tomándose seis frías.

Erótica. Sensual.

Honesta, leal.

Serena, intensa.

Dura y flexible.

Paciente, impaciente.

Interrogante.

Error en el sistema.

Eterna figura discordante.

Nunca ha dicho ser feminista. ¿Lo necesita?

“Mijo, vos que sois artista, haceme un Simón Bolívar y un Simón Rodríguez pa’ la escuela de la muchachita”, pide ayuda a sus 54, por-que debe hacer tareas, ser supervisora en una empresa, dar charlas de ética, limpiar la casa, cocinar, atender a tres nietas y pagar 20.000 bolívares por una rolinera para su camioneta, siendo optimista y aportando soluciones en esta crisis de mierda. ¿Quién coño puede? Ella.

María no tiene tacto ni tiempo para dar consejos. María da el ejemplo.Hija consciente, madre presente, aún obligada por las circunstancias a estar ausente. Abuela omnipotente y amante in-dependiente.

En este país cundío de heroínas dadas por sentado, naturalizadas y en el anonimato.

María se llama mi madre y es así: igualita a todas, por diferente.

POR NAiLE MANjARRÉSILUSTRACIÓN L. “RAZOR” BALZA

María

MÚSICA

Música infantil un acervo en el olvidoEn VEnEzuEla abunda El cancionEro dEdicado

a los niños, dEsdE arrullos hasta composicionEs pEnsadas para Ellos; pEro no sE Escuchan como

sE dEbEría En los mEdios, En EspEcial la radio

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POR MErCEdES SAnz • @JazzMeRcedes

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Con “Duérmete mi niño” muchos crecimos, es parte de nuestra idiosincrasia. Es una can-ción con la que las niñeras esclavas arrulla-ban al hijo del patrón. Pero qué coincidencia que la melodía es la misma que la del coro del “Gloria al Bravo Pueblo”. Hay quienes di-cen que el tema es una protesta al igual que, sin duda, nuestro Himno Nacional. Bueno, la misma Conny Méndez lo dijo en Venezuela habla cantando: El secreto compañero / es algo muy personal / que arrullamos a los niños con el Himno Nacional.

La música infantil abarca los cantos de cuna —su raíz—, recopilaciones y composiciones. La docente, instrumentista e investigado-ra especializada en esta área musical, Helen Guzmán, dice: “Se han hecho cosas muy puntuales en estos últimos 50 años. Podemos nombrar las recopilaciones de Vicente Emi-lio Sojo y su empeño porque sus alumnos de la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas hicieran composiciones a la infancia. También están los trabajos de los etnomusi-cólogos y educadores Isabel Aretz y Luis Feli-pe Ramón y Rivera, que también recopilaban las tradiciones musicales y folclóricas del país, entre las que se incluyen canciones infantiles”.

Blanca Estrella de Méscoli, Flor Roffé de Es-tévez, Ana Mercedes Asuaje y otros fueron

alumnos del maestro Sojo, quienes compu-sieron música infantil durante los 50, 60 y 70. Esos materiales aún siguen vigentes.

Entre las canciones más populares están “Pa-lomita blanca”, “La pájara pinta”, “El negrito con”, “Arroz con leche”, “María Moñitos”, “El barquito” y demás. Y en los juegos infantiles sobresalen las rondas y retahílas: “La Rana”, “Ambó Ató o Matarile”, “A la víbora de la mar”... Es amplio el repertorio de música in-fantil.

Por otra parte, la docente también destaca la música folclórica empleada con fines peda-gógicos y morales en el niño, como “El cari-te”, “La burriquita”, “Los chimichimitos”, “El pájaro guarandol”, “La muñeca de la calenda y los enanos”, etcétera. Esa es música tradi-cional que no está pensada para niños sino que es parte del acervo popular. Además de la enorme contribución de artistas como More-lla Muñoz, Serenata Guayanesa, Fabby Olano (cantautora actual) y más cultores.

¿SE dIfundE En nuEStro PAíS LA MÚSICA InfAntIL?Han existido diversos programas a lo largo de la historia. Guzmán señala que en la dé-cada de los años 50 comienza a aparecer, al menos en Venezuela, programación infantil.

Entre los programas estaban los nacionales y los retransmitidos, por ejemplo, Cri Cri, el grillo cantor (programa mexicano de radio); Bambilandia de Esther Valdés (de TV), a tra-vés del canal 5; y los hechos aquí: Sopotocien-tos (coproducido por el canal 5 en los 70). En radio: El despertador (RNV) con Yaraiví Sal-cedo, y Planeta Cangrejo (RNV) con Libeslay Bermúdez, ambos en la década de 2000, solo por mencionar algunos.

Con la Ley Resorte hubo un auge de la pro-ducción infantil, gracias a la figura del pro-ductor nacional independiente y a la obliga-ción de la transmisión de programación de este tipo en medios audiovisuales, incluso con la participación de niños y jóvenes. Pero en la actualidad no se escuchan programas ni canciones infantiles.

Dice Guzmán: “En esta última década esto ha mermado, sobre todo en la radio, que no es lo mismo para televisión, donde hay más pro-gramas. Considero que una de las cosas que ha contribuido son los cambios constantes de directivos de las emisoras, con los que se ha visto afectada, entre otros temas, la produc-ción para niños. Esto es importante que se retome porque el problema que tenemos con nuestros jóvenes es la violencia y la falta de sentido de pertenencia”.

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Edición Número Doscientos treinta y uno. Año 05. ÉPALE CCSCaracas, 11 de junio de 2017. Edición Número Doscientos treinta y uno. Año 05. ÉPALE CCS Caracas, 11 de junio de 2017.

EL PODER DE LA PALABRA

EN TIEMPOS DE ODIO

MIRADAS

RESCAtAR LoS ESPACIoS PARA EL EnCuEntRo y REDIMEnSIonAR EL PoDER DE LA PALAbRA

y DE LAS IMágEnES ES nECESARIo PARA AMAInAR EL oDIo, MáS ALLá DE LAS ELECCIonES y DE LoS vIEntoS

ConStItuyEntES. PEnSAR En EL otRo ES gARAntíA DE DIáLogo y PAz

POR MERCEDES CHACín • @MERCEDESCHACIN

los medios de comunicación. Los tradicionales (radio, televisión y prensa) y los más nuevos, donde entra internet con sus redes sociales (RRSS) conexas (Twitter, Facebook, Instagram, Periscope, etc.), que han jugado un papel definitivo y de pri-mer orden en la masificación de los sentimientos de odio que buscan, en el mejor de los casos, pre-sionar para la realización de elecciones generales o, en el peor, provocar una guerra fratricida.

Más allá de las ideas que usted crea o defienda, debe estar de acuerdo con la influencia que tienen los me-dios de comunicación ya mencionados en las con-ductas de los seres humanos en estos tiempos. En cuenta de esto quisimos aportar en esa dirección.

Esta fue la consulta: ¿qué medidas crees que deben tomar los actores políticos para desactivar el odio? Entendiendo a dos actores políticos: Gobierno y oposición, esta última agrupada en la MUD, ¿es posible lograrlo?, ¿cómo?

¿PoR QuÉ?Psicólogos, periodistas, escritores y sociólogos fueron los elegidos, ninguno de ellos o ellas im-parciales, ninguno con esa difícil (más bien impo-sible) condición de apoliticismo o independencia que tanto exhiben otros, sin serlo, desde los me-dios de comunicación con una falsa faz bien ad-ministrada. Buscamos aportar desde la voces de quienes sabemos se detienen con buena voluntad a observar esta realidad, y sobre la base de esa ob-servación opinan. Veamos.

“Es difícil escapar de la tendencia humana de agruparnos en malos o buenos, pero esa no es una buena forma de ver el mundo porque implica poner las culpas —todas— del mismo lado; y la generosidad —toda— de un mismo lado también. Desactivar el odio va a costar, pero sí se pueden poner cercos, se le puede limitar e, incluso, des-calificar. Para eso es importante encontrarse, co-nocerse, superar este anonimato acentuado ahora por las redes sociales. La gente, cuando se conoce, coopera, y de un conflicto se sale con cooperantes, no con culpables o inocentes”, nos dice Alejandra Morales Hackett, periodista de la televisora mul-tiestatal Telesur.

No sé a ustedes, pero a mí el odio me lleva siempre a una telenovela. Sospecho que conocí ese senti-miento gracias a Delia Fiallo. En las básicas tele-culebras (que aún exporta con eficacia la televisora mexicana Televisa) se muestra siempre el odio en-tre dos damiselas que se disputan el amor de un galán adinerado que, a su vez, tiene una novia de su misma clase social. La tercera en el triángulo es una pelabolas preferida por el galán. Tal situación provoca en la sifrina un reconcomio de los mil de-monios que la hace cometer actos de odio que en-vidiaría cualquier “libretista” de guerra de cuarta generación. ¿Alguna vez ha sentido usted que le miran con odio? Deje de ver telenovelas.

La realidad del siglo XXI, sin duda, supera cual-quier imaginación de libretista de telenovela o guionista de cine violento. El ser humano, ya lo sa-bemos, parece estar dispuesto a autodestruirse de a poquito... una mecha lenta que se va consumiendo mientras millones de ojos miran sin poder parar el camino hacia el desastre. Ustedes dirán que exage-ro, pero, ¿qué es, si no, la decisión de Estados Uni-dos de no luchar contra el calentamiento global? Trump ha visto demasiada televisión.

El significado de odio en los diccionarios es corto: sentimiento muy acentuado de hostilidad, antipa-tía y rechazo. Y, como los lectores y lectoras habrán supuesto, disertaremos sobre eso. No quisimos hacerlo desde significados elaborados en las aca-demias si no desde la realidad de Venezuela, que cambia a un ritmo vertiginoso, tanto que, cuando en la redacción de Épale CCS decidimos hacer una encuesta de opinión calificada que diera luces para desactivar el odio, ni la Asamblea Nacional Cons-tituyente (ANC) ni las elecciones regionales tenían fecha de realización. Pero como quien ’tá picao de culebra bejuco le para el pelo, allí estaba esa posi-bilidad plasmada.

Las manifestaciones de odio tienen rato en Vene-zuela. Sin duda este año han tomado diversas

formas, unas ya conocidas. No haremos una lista, pero la muerte violenta es

el corolario. Huelga decir que no tenemos la menor duda de la res-ponsabilidad que en esto tienen

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Edición Número Doscientos treinta y uno. Año 05. ÉPALE CCSCaracas, 11 de junio de 2017. Edición Número Doscientos treinta y uno. Año 05. ÉPALE CCS Caracas, 11 de junio de 2017.

“ASuMIR DE EntRADA

QuE EL AntICHAvISMo SE

InCLInA PoR EntERo A LA

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(REInALDo ItuRRIzA)

—

¿QuIÉnES Son?El diálogo es, ciertamente, la solución, o el comien-zo de la solución, dice la escritora Carola Chávez, pero advierte que se deben buscar interlocutores responsables. “Que sean antichavistas, está bien, que sean capitalistas, también, pero que sean res-ponsables y políticos, no como estos que tienen se-cuestrada a toda la oposición y que los llevan y nos llevan a todos al abismo. Quizá la Constituyente saque a la luz alguno de estos opositores que el país necesita. ¡Ojalá!”.

“Nosotros (el chavismo) también tendríamos que moderar el lenguaje —afirma Carola—, y para apa-gar el odio que se riega impunemente en las redes, o aplicamos la ley y la hacemos cumplir o apagamos las redes durante tres meses y que la vida respire sin Twitter y sin cadenas de whatsapp”.

Gustavo Mérida, redactor de Épale CCS, dirige su recomendación hacia el sector chavista y hacia los medios de comunicación, pues sus dueños o los pe-riodistas con influencia “son responsables de dise-minar esa emoción, el odio”.

“Entender que el lenguaje en tiempos de crispación y propagación de odio tiene que pensarse y repen-sarse antes de usarse, oral o escrito. Dejar de res-ponder los insultos con insultos, dejar de usar los adjetivos “descalificativos” que pretenden usar las preferencias sexuales (Capriloca) o el uso de dro-gas lícitas (alcohol, Tomás “Pamperito” Guanipa) o ilícitas (Freddy “Marihuanita” Guevara). En cam-bio, hay que reforzar la ironía, la verdad y el humor, usados para reflexionar, para enviar el mensaje (“Embajada” Radonski, Monstruo de Ramo Verde, María “Violencia”, etc.). Todo es posible. ¿Cómo lograrlo? Dicién-dole a cada quien, con respeto, y asegurándose que escuche lo que debe hacer”.

¿CóMo?Reinaldo Iturriza, ex ministro de Comunas y de Cultura y prepostulado a la ANC, cree también que es fundamental hablarle al otro, al distinto, al anti-chavista. “Si el antichavismo más violento y reac-cionario apela a la deshumanización del chavismo, la vía más eficaz para neutralizar esta práctica es establecer una relación de interlocución con el an-tichavismo que no está de acuerdo con la violencia, que es bastante. Asumir de entrada que el anticha-vismo se inclina por entero a la violencia es tam-bién una forma de deshumanizar al adversario, y eso implica la completa degradación de la política”.

Sobre acciones concretas para lograr el objetivo, Iturriza propone “que el chavismo recupere el es-pacio público, más allá de las movilizaciones en defensa del Gobierno que, por supuesto, son muy importantes. Es necesario tomar la calle con arte, cultura, música, libros. Y, más allá de esto, es fun-damental que retomemos la política en el territorio, que nuestra militancia haga militancia territorial. Recuperar los espacios de participación, en parti-cular los consejos comunales”.

Gioconda Espina, psicóloga, propone varias accio-nes específicas que debe liderar el Gobierno. “Que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Co-natel) pase una circular a todos los programas de los medios radioeléctricos del Estado ordenando el cese de adjetivación denigrante al opositor, ni al na-cional ni al internacional (OEA, ONU, presidentes y cancilleres, periodistas e intelectuales, etc.)”. Pide Espina que el Presidente sea el primero en acatarla. También es partidaria de la libertad de expresión “absoluta” y que los marchistas puedan llegar hasta el municipio Libertador.

Hace 21 días (cuando realizamos esta encuesta de opinión) la psicóloga pedía al Consejo Nacional Electoral (CNE) que convocara a todos los proce-sos electorales pendientes hasta 2018: elección de los diputados del estado Amazonas, elección de al-caldes y elección de gobernadores.

“En la misma convocatoria podría agregarse la consulta sobre la conveniencia o no de hacer una reforma constitucional vía constituyente, respetan-do lo previsto en la Constitución vigente”. Una vez convocadas estas elecciones, “la gente de oposición debe agarrar a sus locos enguarimbados”.

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Edición Número Doscientos treinta y uno. Año 05. ÉPALE CCS Caracas, 11 de junio de 2017.

¿CóMo HACER QuÉ?La psicóloga Lucía Azuaje pone el acento en la po-lítica comunicacional del Gobierno, que debe darle respuestas a la guerra psicológica, al problema del abastecimiento y a la inseguridad personal.

“El rol de los medios es crucial. Yo veo en muchos de los artículos de Épale CCS ese rol. Es crucial que desde su ámbito se favorezca el reconocimiento de que hay un gran problema. ¡La negación agrava la situación, por un efecto de bola de nieve pavoroso!

Muchos de sus artículos —los de Épale CCS— tie-nen esa cualidad, es su granito de arena. Sin embar-go, todos deben remar hacia la preservación de la salud mental en escenarios donde el miedo y el odio son las armas de preservación o aniquilamiento en esta dolorosa coyuntura”.

Pondera Azuaje que en tiempos de emergencia, como catástrofes naturales o sociales, es necesaria una política comunicacional en la que se le dé su justo valor al poder de la palabra como acción, con responsabilidad y con las consecuencias que ese po-der tiene. “Debemos pluralizar-NOS! ¡Ser nosotros! Hemos, aglutinarnos. Equipo. Eso es Patria. Resca-

tar las palabras civilidad, ciudadanía y llenarlas de sentido. Bajarle dos a las palabras que huelen a naf-talina y que predisponen, y evitar los silencios tan largos para temas importantes”.

¿CóMo CoMunICAR?Cuando Tom Wolfe propuso hace décadas despojar al periodismo de la inmediatez de la premura, de la inmediatez de la objetividad, de la inmediatez de res-ponder cinco preguntas que nunca serán suficientes y llenarlo de literatura, seguro no imaginaba cuán empedrado estaría el camino que nos permitiría ha-cerlo distinto. Las redes sociales, esos 140 caracteres que nos convirtieron en reporteros de la realidad y de la mentira inmediatas, esos videos editados a placer para mostrar postverdades, están haciendo estragos en las mentes de millones de seres huma-nos. Sacar al planeta del camino de la destrucción, sacar las mentes del entramado de la Big Data, sacar las mentes de la manipulación, la tergiversación y las mentiras generadoras de odios es la tarea. Hagamos de nuevo un Nuevo Periodismo, una nueva forma de decir, de hacer, de comunicar. Hagamos desde nuestros espacios fuerza para que otro mundo sea posible. Usemos el poder de la palabra.

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Edición Número Doscientos treinta y uno. Año 05. ÉPALE CCSCaracas, 11 de junio de 2017.

FILO Y BORDE

Uno debe agradecer que hechos o datos de la realidad irrumpan como impacto profundo y te rompan una convicción, una idea, una noción que creías era conocimiento. Me pasó eso en La Habana. Tenía 19 años cuando me ocurrió ser testigo de una riña callejera. Dos tipos se dedica-ron a darse golpes mientras el público aupaba, condenaba o se burlaba. Cuatro policías también miraban y coreaban. Cuando cesó la golpiza, un policía se acercó y les dijo: “Caballeros, acompáñenme”. Los tres se fueron caminando a la oficina de la policía. El hecho rompió la noción que tenía de Cuba como un país con fuerte dominio militar y policial. Si bien no era partidario de un socialismo así, la verdad es que la propagan-da anticomunista me había calado. Casi que me habría parecido normal que la policía interrumpiera de manera violenta esa pelea.

En esos primeros meses en La Habana, cada vez que veía un policía el reflejo automático era revisar si cargaba mi cédula. En mi vida cotidiana de Mérida era normal que una o dos veces por día los jóvenes fuéramos obligados a colocar nuestras manos en una pared, con las piernas abier-tas, tolerar una requisa y luego presentar la cédula y demostrar que nos sabíamos el número de manera normal y de manera inversa. No sé por qué la propaganda me había hecho creer, a pesar de mi militancia comu-nista, que en Cuba la vigilancia sería más fuerte.

Me pasó también en Irán. Fui a una tienda a comprar unos bolsos te-jidos para traerlos de regalo a las mujeres de mi familia y el traductor me preguntó para quiénes eran. Cuando mencioné que uno era para mi suegra, él sonrió y en tono cómplice me dijo: “El de la suegra es el más importante”, rompiendo así, con un golpe de humor, mis prejuicios sobre el papel de la mujer en Irán. Por si faltara un detalle, el administrador o dueño de la tienda me habló mal de su gobierno y hasta se atrevió a decir que riquezas de su país eran desviadas hacia Venezuela. Es decir, era un escuálido tan libre como un escuálido venezolano.

Otro momento así me ocurrió en el barrio El Limón, al lado de la auto-pista Caracas-La Guaira. A algún familiar se le ocurrió tomar un vuelo en la noche en la época en que estaba roto el viaducto. Como no tenía tiempo para hacer la cola de la trocha, decidí temerariamente —creía yo— hacer la ruta por El Limón.

Eran ya casi las 8 de la noche cuando, muy asustado, entré al barrio con mi carro. Uno minutos después el miedo se me convirtió en vergüenza y me dediqué a insultarme. El barrio era tan barrio como mi barrio. Allí estaba la gente sentada en las puertas de sus casas con sus niños jugando en las calles. La belleza de destino conjunto de quienes nos hemos cria-do allí, nos conocemos y nos queremos o, al menos, nos respetamos. Sé como es el barrio, pero había permitido que la estupidez de cierta clase media me lo hubiera desdibujado.

POR FREDDY FERnánDEz@filOybORde

ilUSTRACiÓN HEnRY ROJAS

ProPaganda

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Edición Número Doscientos treinta y uno. Año 04. ÉPALE CCS Caracas, 11 de junio de 2017.

GASTRONOMÍA

hay fuego en el 23POR ROdOLfO CASTiLLO@magOdemOntReuil

FOtOgRaFÍas jESúS CASTiLLO

GaleríasEdsamREST.

COCONAZO

ESCUELA DIEGO

DE LOSADA.

BLOQUE 6-B

BLOQUE 5-B

PICHONES DE SIBARITA

El título que precede a estas líneas, paráfrasis de la célebre canción que popularizó la agru-pación boricua Sonora Ponceña, no se refiere, en lo absoluto, a algún tipo de evento ígneo o balacera alguna; simplemente hace una su-til referencia al fuego más amable que pueda presentar cualquier hogar, aquel que abrasa el calor de la cocina. Y es que el restaurante El Coconazo es eso: un lugar cálido donde se puede disfrutar de la comida más casera que usted pueda imaginar.

El comedero está situado en la calle Ayacu-cho, casa N° 20-17, frente al Bloque 5 y a la escuela Diego de Losada de la combativa pa-rroquia 23 de Enero. Mientras la encargada (y heredera) del lugar, la simpática y agradable Karem Kaffure, me proporcionaba los deta-lles de la ubicación, el señor Gerardo Aguile-ra, un asiduo comensal, adyacente, cercano, interviene: “Disculpe que me meta, pero el mejor punto de referencia es que se encuen-tra a 300 metros del Cuartel de la Montaña”. Providencial intervención que me hizo pen-sar en que el fuego, el calor, la calidez del sitio se fusiona, se amalgama con el calor huma-no tan característico de nuestro pueblo, ese que no repara en hacer camaradería con un desconocido en el lugar y el momento menos pensados; ese calor que pretende ser arrasa-do por el fuego de las balas. Apropiándose de la entrevista, Gerardo agrega, cual accionista del restaurante: “El mondongo de los sábados no tiene padrote, y los callos de los jueves son los mejores de la ciudad.

Además de encargada, Karem también es chef profesional y su contribución culina-ria al negocio familiar es encargarse de los postres. Para no quedarse atrás, parafrasea al señor Gerardo: “El roll de chocolate que hago

es el mejor de Caracas”. Al decirlo no pue-de evitar mostrar una pícara sonrisa, ese alegre mohín de la femineidad venezola-na: otra calidez que la violencia pretende defenestrar.

La oferta es a la carta. Digamos que la mis-ma es de una soberbia simplicidad. Todos los días ofrecen lo que podríamos deno-minar los “caballitos de batalla”, a saber: milanesa de pollo, chuleta ahumada, carne guisada, carne a la jardinera, etc., acompa-ñados de tres contornos. Junto a estos, to-dos y cada uno de los días cocinan un plato y postre especiales. Por ejemplo: los jueves hay callos, pasticho y minestrón; el sábado, como ya se mencionó, es del mondongo. Karem recomienda llegar temprano para poder degustarlos; caso contrario habrá que conformarse con cualquiera de los “caballi-tos de batalla”, los que, en todo caso, siem-pre son una buena opción. De hecho, por llegar tarde me tocó comer chuleta ahuma-da. Una próxima visita es imperativa. Tengo en la mira el mondongo y el roll, a ver si es verdad que el plátano verde mancha.

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Edición Número Doscientos treinta y uno. Año 05. ÉPALE CCSCaracas, 11 de junio de 2017.

ENTREVISTA

Beatriz aiffil y la constituyente cimarrona

La afrodescendencia no se amiLana para exigir su espacio en La discusión constituyente. Hay viejas

deudas que quieren saLdar, que arrastran desde eL intento de reforma de 2007 e incLuso más atrás.

esta vez, prometen dejarse La pieL

POR MARLoN ZAMbRANo • @maRlOnzambRanO ⁄ FOtOgRaFías MIChAEL MATA

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Edición Número Doscientos treinta y uno. Año 05. ÉPALE CCS Caracas, 11 de junio de 2017.

No necesita invitación para llegarse. El movimiento afrodescendiente viene del éxodo, el cumbe y el cimarronaje; los ca-minos culebreros son sus caminos. Por eso, cuando no se escucharon dentro de los nueve temas planteados por el presi-dente Maduro para la Constituyente, no fue que se achantaron o se apoltronaron para quejarse. Simplemente se embalaron.

Incluso en la Constitución de 1999 sufrie-ron la exclusión. Nada menos, quedaron fuera de ese hermoso enunciado introduc-torio, motivando un esfuerzo en colectivo para agregar en la reforma que se planteó en 2007 unas líneas adicionales para un eventual nuevo preámbulo, en comple-mento de la poética pieza de Gustavo Pe-reira: “El sacrificio de las y los africanos y sus descendientes para lograr la indepen-dencia plena del país”.

Los alcances a favor de la negritud, o la afrovenezolanidad, durante las casi dos décadas de Revolución Bolivariana son inobjetables. Desde el artículo 100 de la Constitución Bolivariana, que habla de las culturas constitutivas de la venezolanidad, hasta la Ley contra la Discriminación Ra-cial y la inclusión de afrodescendientes en el censo nacional de 2011. Pero aún queda mucha tela que cortar.

Beatriz Aiffil piensa que se ha perdido de-masiado tiempo en los inagotables debates internos, como discutir, por ejemplo, si es más adecuado llamarse “negro” o “afrodes-cendiente”. “Tampoco hay que aferrarse a las cosas, nosotros sabemos cimarronear, y si no fuimos escogidos como sector, eso no implica que vamos a estar fuera del proce-so: nosotros, territorialmente, estamos en toda Venezuela”.

Milita desde hace muchos años y en mu-chos territorios a favor del reconocimien-to del elemento afro. Ahora lo hace desde la Coordinación de Movimientos Sociales y Sectores del Ministerio de la Mujer, en la línea de acción de mujeres afrodescen-dientes. Activista del movimiento Trenzas Insurgentes, coordina, a su vez, varias co-lumnas de opinión comprometida en los

diarios Ciudad CCS y Correo del Orinoco, además del programa de Radio Nacional de Venezuela Háblame Afro, al que no ha podido asistir últimamente por el colapso de la ciudad gracias a las guarimbas.

—¿CALó EL CoNCEPTo “AfRodESCENdIENTE”?—No lo ha logrado. Perdimos mucho tiem-po en tratar de imponer un concepto sobre la negación del otro, en vez de aceptar que los venezolanos prefieren llamarse “negro”. o “negra”. Había gente que decía que la ley (Ley Orgánica Contra la Discriminación Racial) no te permitía decir “negro”. Men-tira, no dice eso en ninguna línea.

—¿Lo quE SE hIZo fuE TRATAR dE IMPoNER TÉRMINoS PoLíTI-CAMENTE CoRRECToS?—Es que hay gente que te rebate eso y te dice que la madre de la humanidad viene de África, la primera mujer, y entonces todos somos afrodescendientes y pudiéra-mos discutir por ahí. El rollo, para mí, es el racismo que empieza viéndote el fenotipo. Lo primero es piel: si es oscura, inmediata-mente viene el ataque. No quiero decir que no haya racismo de negros hacia blancos y de negros entre negros.

—¿EL dEbATE SobRE RACISMo No hA PERdIdo VIgENCIA?—No ha perdido vigencia, más con los hechos recientes, que no me gustaría hur-gar muy profundo porque se pudieran desatar cosas peores de las que estamos viviendo. El crimen contra el compañero Orlando Figuera y el de Carlos Ramírez, que fueron en la misma semana, se pue-den considerar crímenes fundados en la raza y en una condición política que es el chavismo. Una cuestión terrible, pues era algo que el pueblo estaba rechazando: los linchamientos, matando individuos y luego quemándolos. En esta oportunidad vemos el máximo de la aberración, porque es quemar a la persona viva. Las fórmulas que están utilizando para engendrar odio, y que ese odio devenga en crimen, son de lo más perversas, lo que hace que la pobla-ción afro se inhiba o tenga miedo por su color de piel.

—¿CóMo SE VINCuLAN?—Es una lucha que no se considera masiva, o sea, negros hay que jode en el país, pero los movimientos están reducidos todavía a ciertos grupos. Nosotros estimulamos la necesidad de la organización en las comuni-dades, pero en torno a la afrodescendencia hay que sembrar conciencia. Aún vivimos bajo el espejismo de que en este país no hay diferencias y todos somos iguales. Fíjate que cuando Chávez incentiva esa discusión, la oposición lo acusa de dividir el país. Por eso están organizaciones como la Red de Orga-nizaciones Afrovenezolanas, la Red de Afro-descendientes de Venezuela, el Movimiento Afrodescendiente Juan Ramón Lugo, Tren-zas Insurgentes, el Cumbe de Mujeres Afro-

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Edición Número Doscientos treinta y uno. Año 05. ÉPALE CCSCaracas, 11 de junio de 2017.

venezolanas, la Coalición Unidos San Agus-tín, por nombrarte algunas.

—¿CuáLES SoN SuS bANdERAS CoNSTITuyENTES? —Primero, entrar territorialmente, y los lí-deres del movimiento afro estar pendientes de quiénes queden en esas elecciones para hacer el trabajo de concienciación. Lo que decidimos acordar, en aras de la paz den-tro del movimiento, es llamar afrodescen-dientes a los que según el Censo de 2011 se definieron como negros, negras, morenos, morenas, afrodescendientes, e incluimos a los afrovenezolanos, que dan el gentilicio. Lo otro, luchar porque en el preámbulo de la Constitución aparezca reflejada la par-

ticipación de los afros en la historia de la nación: no es solo los indígenas y luego nos independizaron los criollos descendientes de europeos, sino que también tiene está esa carga que dio la presencia de nuestros cimarrones y cimarronas, y de los afros que participaron en los procesos de indepen-dencia, que es un jalón de oreja para Gus-tavo Pereira. Luego, retomar las propues-tas de nuestro comandante Hugo Chávez Frías, que fueron poquitas pero concisas, como el principio de la interculturalidad con base en la igualdad de culturas, que fue una propuesta pendiente de la reforma de 2007. También está pendiente darle a los asentamientos de comunidades afrodes-cendientes el carácter de comunales, para

Para Beatriz se ha perdido demasiado tiempo en debates estériles

que no caigan en manos de consorcios pri-vados nacionales o extranjeros. Otro es el reconocimiento de la espiritualidad puesta en nuestra ancestralidad como parte de la diversidad religiosa que hay en este país. Otra tiene que ver con la participación po-lítica, que es bien cuesta arriba, en el sen-tido de que el Estado debía garantizar las elecciones de diputados y diputadas a la Asamblea de descendencia afro, como la paridad en el área de las mujeres. El pro-blema, al final, es la discriminación racial: a ti te ven con tu piel blanca y a lo mejor te discriminan, te llaman pan de leche… o cucaracha de panadería.

¡Uf!, ese era mi segundo nombre.

libremente

Trata de definir cómo es tu cárcel, respondiendo a preguntas como ¿en qué crees?, ¿a qué le tienes miedo?, ¿cómo crees que es la vida?, ¿qué crees que te

mereces?, ¿qué no te gusta de los demás?, ¿cuáles son tus culpas y reconcomios?, por ejemplo. Todas esas respuestas que escribas po-drían ser parte de tu cárcel.

No nos damos cuenta, pensamos ingenuamente que “somos libres”, que determinamos nuestros pensamientos, lo que hacemos, que fijamos nuestros objetivos, que sabemos lo que queremos y podemos hacer. Creemos que eso que llamamos “yo” sabe y determina nuestra vida y se mueve en la realidad de la mejor forma posible, pero ¿es así de verdad?

Mientras nos preguntamos esto, y aun si nos preguntamos esto, no nos damos cuenta de que vivimos en una cárcel. Parece esta una afirmación muy tajante y fuerte pero es total-mente real, y más real que las creencias de independencia y libertad que nos han inculcado.

Tú no estarás de acuerdo con esta afirmación, te podrás reír también de ella, pero eso no evitará que sigas en tu cárcel sin darte cuenta, como lo hacen los hámsters, que se mueven, corren y comen contentos en su mundo.

Así que ¿cuál y cómo es tu cárcel?A veces es más amplia y para otras personas es más estrecha.

Tu cárcel son todas tus ideas, creencias y valores. Son tus temores y miedos, son tus deseos que asumes inconsciente-mente, sin observarlos a la luz de la conciencia crítica.

Asimismo, parte de esta cárcel es el miedo a lo que los demás piensen de ti.

No nos enseñaron nunca a distanciarnos de nosotros mismos, de lo que sentimos y creemos, y esto trae como consecuencia que no seamos verdaderamente libres. Libertad para mí es practicar todos los días esa capacidad crítica, no solamente con lo que sucede en lo exterior a mí sino en mi interior, mis sentimientos, deseos, miedos, angustias, mis “momentos de locura”. Libertad también es construir esa capacidad de reírme

Por miguel Posani @mPosani

iLUsTraCiÓn JessiCa mena

¿cuál es tu cárcel?

eJerCiCio

de mis miedos: el miedo a la muerte, al dolor, a errar, a ser im-perfecto, a que nada es eterno, a la incertidumbre, al vacío. Ser libre es, también, tratar los conceptos como lo que son, simples imágenes que creamos para tratar de explicarnos las cosas y el mundo, pero que no son la realidad.

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Edición Número Doscientos treinta y uno. Año 05. ÉPale CCs Caracas, 11 de junio de 2017.

“la mente es como un paracaídas… solo funciona si la tenemos abierta”

Einstein

minicrónicas

Edición Número Doscientos treinta y uno. Año 05. ÉPaLE ccsCaracas, 11 de junio de 2017.

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Conocí a Cantinflas hace unos 60 años, es decir, cuando yo tenía 9, en tiempos del go-bierno del general Marcos Pérez Jiménez. Con una harapienta figura envolviendo un discurso inseguro, ingenuidad a toda ley y un humor desbordante, se presentó ante mis ojos y los de mi hermano mayor ha-ciendo que nuestra infantil risa se enlazara con otras que igualmente advertían el pro-digio de su hilarante arte.

Era la primera vez que entraba a un cine. Un edificio con la fachada de una alta pared, como algunas que posteriormente conocí en Caracas prestando igual servicio: el entre-tenimiento colectivo. En la entrada, ahora que tengo mayor uso de razón para poder afirmarlo, se exhibía un afiche con su típica figura, su nombre y el de otros dos colegas, excelentes comediantes como él: Sara García y Joaquín Pardavé. En letras más pequeñas, la también protagonista, Sofía Álvarez, y el

director, Juan Bustillo Oro. La fecha de estre-no: 1940. El título: Ahí está el detalle.

Llevar suplementos al cine de los domingos para cambiarlos o, en todo caso, venderlos, tenía como objeto completar para comprar la entrada, el maní, la cotufa, el algodón azucarado: chucherías infaltables al mo-mento de instalarse frente a la pantalla. Ese día mi hermano vendió unos cuantos, y al rato estábamos instalados en balcón de a real y medio. Habíamos llegado remontan-do una cuesta en un autobús del Instituto Municipal de Transporte Colectivo, color crema y rojo, a los que uno subía cancelan-do con un ticket que el chofer, de uniforme y gorra caqui, marcaba con un troquelador manual a razón de 0,25 por pasaje.

Para mí, el verdadero detalle redunda en la infinidad de veces que he visto esa película. Según la crítica fue la que convirtió a Can-

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tinflas en un verdadero fenómeno de masas e ídolo latinoamericano. Nuevas oportuni-dades me ha dado la vida de reír delante de la TV, Youtube o el DVD. Recientemente la volví a gozar frente a la computadora apro-visionado de birras, canillas, jamón, queso y mayonesa.

Mucha pena sentí cuando murió Cantin-flas, Mario Moreno, el 20 de abril de 1993 en su México lindo y querido (cuna natal desde el 12 de agosto de 1911), aflicción compartida con millones de admiradores de todo el mundo.

Cuando subo, en moderno Metrobús, vía a El Manicomio, giro la vista hacia la izquier-da, y al observar la fachada donde quedaba el cine Lídice me desboco en recuerdos.

POr PEdro dElgado

ENVíE SU MINICRÓNICA A epale.ciudadccs@gmail.com

Poco a poco, de la multitud fue saliendo un murmullo que acabó imitando aque-llos insultos. “¡Traidores! ¡Criminales! ¡Rojos!” “Grita tú también, Ramón, por lo que más quieras, ¡grita!”. Mi madre llevaba a papá cogido del brazo, como si lo sujetase con todas sus fuerzas para que no desfalleciera. “¡Que vean que gritas, Ramón, que vean que gritas!” Y entonces oí cómo mi padre decía: “¡Traidores!” con un hilo de voz. Y luego, cada vez más fuerte, “¡Criminales! ¡Rojos!”. Soltó del brazo a mi madre y se acercó más a la fila de los soldados, con la mirada enfurecida hacia el maestro. “¡Asesino! ¡Anarquista! ¡Comeniños!”Ahora mamá trataba de retenerlo y le tiró de la chaqueta discretamente. Pero él estaba fuera de sí. “¡Cabrón! ¡Hijo de mala madre!” Nunca le había oído llamar eso a nadie, ni siquiera al árbitro en el campo de fútbol. “Su madre no tiene la culpa, ¿eh, Moncho?, recuerda eso”. Pero ahora se volvía hacia mí enloquecido y me empujaba con la mirada, los ojos llenos de lágrimas y sangre. “¡Grítale tú también, Monchiño, grítale tú también!”Cuando los camiones arrancaron, car-gados de presos, yo fui uno de los niños que corrieron detrás, tirando piedras. Buscaba con desesperación el rostro del maestro para llamarle traidor y criminal. Pero el convoy era ya una nube de polvo a lo lejos y yo, en el medio de la Ala-meda, con los puños cerrados, sólo fui capaz de murmurar con rabia: “¡Sapo! ¡Tilonorrinco! ¡Iris!”

Por Manuel rivas (esPaña)

A estas alturas de la existenciaquien me quiera pasarpara la democracia representativale voy a meter un panfleto por las naricespara que sepa cómo se bate el cobreen las pailas más luciferinas.

SABER A QUÉ ATENERSE

EL CANTO DEL SIGLO (fRAG.)

LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS (fRAG.)

la riqueza no necesita quien la cante, por-que ella se canta a sí misma. Pero estos pobres, ¿qué canto tienen?voy a cantar con los pobres, allá lejos, a la orilla del río, donde no nos oigan los ricos, porque si nos oyen querrán comprar nuestro canto para después vendérnoslo a nosotros mismos y hacer el negocio del siglo.nuestro canto es hermoso y no sólo nos alegra a nosotros, sino que también podría alegrar a los ricos, si los ricos quisieran dejar esa pena que los agobia.no somos avaros de nuestro canto, todo el mundo puede alegrarse con él, pero el canto no se vende, porque el canto es el surtidor de la garganta.

Por Jaime Jaramillo Escobar (Colombia)

TRINOS

@indira_carpioPOR INDIRA CARPIO

Ves la lluvia de golondrinasen la solera del veranoVes el manantial desbordado del albasobre tu techoY no concibes que un díael cielo bajará hasta tu frentePorque somos la nervadura de la hojay no el linoPor eso nos amenazan todos los vientosy todos los vacíos

S/TPor César suPPini (venezuela)

Por víCtor valera Mora (venezuela)

Guardan luto los campos de Níjar. La olas del cabo de Gata recordarán siempre el nombre de quien les hizo lugar en el mapa:

Juan Goytisolo.

JA Pérez TAPiAs@JAPTAPiAs:

Edición Número Doscientos treinta y uno. ÉPALE CCS Caracas, 11 de junio de 2017.

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POR NePtalí SegOvia

1.Partido político venezolano. 5. La..., estación del Metro de Caracas. 11. La..., estación del Metro-Cable San

Agustín. 12. Conferenciante, disertador, predicador. 13. Nota musical Do. 14. Cincuenta y cinco en numeración

romana (inv).

15. Cangrejo de mar. 16. Memoria de acceso aleatorio (informática). 18. Barbarismo por yodo. 20. Expendio de bebidas alcohólicas. 21. Hija de Minos (Mit). 24. Una de los programas sociales del

gobierno venezolano.

25. Signo de la adición. 28. Nicolae..., historiador rumano. 30. Estado musical de Venezuela. 32. Grueso, gordo o espeso (f.) 34. Onomatopeya del mugido (inv). 36. Corroí, raí, carcomí. 37. Organización islámica palestina

fundada en 1987.

38. Mazorca de maíz desgranada. 40. Ante Merídiem (inic). 41. El primer estado plurinacional. 43. Persona que tiene el mismo nombre

que otra (m.). 46. Ciudad de China al SE de Jinan. 47. Vigésima letra del alfabeto español. 48. Parroquia caraqueña.

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1. Parroquia del área metropolitana de Caracas.

2. Afirmación. 3. Siglas de universidad venezolana. 4. Ratificarás, aprobarás, certificarás. 5. Quebrada..., sector del centro de

Caracas. 6. Soplo ligero de aire. 7. Especie de búfalo del Tibet. 8. Casamiento, matrimonio, nupcias

(inv). 9. Tostar, freír, sofreír. 10. Labrar, surcar, cultivar. 11. Esquina de Caracas en la avenida

Lecuna. 17. Nombre propio femenino. 19. Símbolos del oxígeno, del nitrógeno,

del litro y del gramo. 22. Hostigará, perseguirá, fatigará23. Apócope de malo. 26. Juan Carlos..., músico folclórico

argentino. 27. Aldeano, campesino, labriego. 29. Automóvil, carro, coche.31. Letra del alfabeto griego.33. Wilson..., beisbolista venezolano. 35. Prefijo con significado de

multiplicidad. 39. Antiguo nombre de Tailandia.41. Cabo..., cabo y península del NE de

Tunicia.42. Instituto Agrario Nacional (inic).44. Cifra romana que vale cien. 45. Ahora, inmediatamente.

CRUC I

Hablemos claro, usted pierde la calma hasta dormido. Le gusta avasallar a los demás con su carencia de argumen-tos. No diré más nada, usted siempre se encarga de gritar la última palabra.

1. Los argumentos son un idioma extranjero para usted. 2. El sentido de su vida se basa en el escándalo frente a cosas que desconoce, pero que criticará hasta el último instante.3. Lo verán pegando gritos ante alguna cámara o en alguna multitud. En su casa, seguro la historia es otra.4. ¿Dejar argumentar a los demás? ¿Qué es eso?5. Sabemos que cuando trata de calmarse, llega a su límite y explota solo para llamar la atención. Su ego lo consume.6. Twitter es su campo de batalla para demostrar lo fácil que es decir argumentos ad hominem.7. Habla de la paz, del reencuentro con el otro, pero ape-nas lee algo adverso, quiere sangre.8. Aunque cuente hasta 3.939.993, no logrará mucho.9. Seguro hace yoga, taichí y le habla a los demás del res-peto por las opiniones del otro. Esa es la máscara.10. En esta línea se paró y rompió esta revista en mil pedazos.

MINIMANUAL pArA ser vIoLeNto

tUIt De

ImagInarIoComo te ven tus amigos Cuando

@laespergesiaPOR NATHALI GÓMEZ

Ilustración: L. "Razor" Balza

les diCes que eres vegetariano

Edición Número Doscientos treinta y uno. Año 05. ÉPALE CCS Caracas, 11 de junio de 2017.

MeNtILIbros

Refiere los sorprendentes cambios de humor de un político dentro

y fuera de las cámaras

eL extrAño cAso DeL Dr. JekyLL y Mr. HyDe