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Contextos Y Experiencias Regionales De La Realidad Nacional Y Su Carácter Participativo En Cuanto A Comunicación Alternativa

Condiciones actuales de la comunicación alternativa en Colombia

     ¿Cómo describir la hegemonía comunicativa en Colombia?

     Debido a la evidente concentración de poder en el país, ampliamente referenciada, estudiada y analizada, los medios de comunicación generan y hacen parte de dicho síntoma por el simple hecho de estar en manos y a favor de los grandes poderes económicos, políticos y de dominación social en Colombia, sin mediación entre las partes que permita un intercambio del cual pueda partir un disenso que lleve a través de lo discursivo a un equilibrio entre los poderes y las relaciones de dominación y sumisión tan evidentes y presentes en nuestra cultura. Tales relaciones se han fundado, sostenido y perpetuado en las últimas décadas a partir del  acceso cada vez más masivo a los medios de comunicación del que se haya tenido noticia, como consecuencia de una hegemonía comunicativa con su desarrollo y diversificación ahora en diferentes frentes, como el financiero que sostiene el aparataje económico del modelo neoliberal, sin un quinto poder participante, lo cual hace entonces innegable la presencia y evidencia del fenómeno hegemónico, a tal extremo que casi llega a desaparecer el concepto mismo de comunicación y lleva a pensar en la imposibilidad de esta última en su carácter transaccional al revelarse lo comunicacional en el país como un asunto marcadamente vertical y más un ejercicio de imposición al servicio de intereses económicos y políticos particulares.

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     En Colombia, como en muchos países latinoamericanos, se tiende a seguir y a dar credibilidad a todo lo que exponen los medios de comunicación. Para la mayoría de la gente es preferible conocer la realidad a partir de lo que le dicen los líderes de opinión y las grandes cadenas para las que trabajan que indagar por sus propios medios y buscar fuentes de información alternativas y poco hegemónicas. La comunicación es un elemento muy importante para el desarrollo, el progreso y el bienestar de los seres humanos, ya que de una u otra forma tiene gran trascendencia en diversos aspectos de la vida humana. Lastimosamente en Colombia la acción comunicativa juega un papel excluyente y elitista. La comunicación se rige bajo quienes ejercen poder en el país, como los sectores políticos y económicos y así los medios muy poco promueven transparencia y responsabilidad social ya que estos funcionan de acuerdo con los intereses de las élites que defienden.

     Hoy en día nos podemos encontrar con muchos medios de comunicación alternativos que buscan defender los principios sociales y culturales de los que no tienen voz, por medio de la promoción de la igualdad social y el valor y respeto por los derechos humanos. Infortunadamente estos medios gozan de poca audiencia, pero gracias a ellos y a los principios éticos de objetividad en la comunicación son muchos los colombianos que día a día están despertando de la realidad que nos han querido mostrar por muchos años los gobiernos de turno a través de los medios de comunicación dominantes. Qué distinto fuera que a través del Gobierno nacional se crearan políticas de transparencia en la información que se da a la ciudadanía, sin obstaculizar los procesos informativos para defender a unos pocos; la ciudadanía tiene derecho a la verdad, a una sin discriminación, y es responsabilidad de los medios de comunicación mantenerla bien informada.

http://www.resumenlatinoamericano.org/2015/02/08/venezuela-manifiesto-del-movimiento-de-la-comunicacion-alternativa-y-comunitaria-del-poder-popular/

De esta manera, la hegemonía comunicativa en Colombia se da mediante la presión que ejercen los medios masivos sobre gran parte de la sociedad para hacerle pensar que todo su contenido es verídico. Esto sucede porque gran parte del público colombiano no tiene una postura crítica ante lo que le es expuesto, es ignorante y permite que le impongan distintos puntos de vista sin siquiera indagar en otras fuentes informativas para validar su

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autenticidad. El ser humano tiende a confiar en los que están en un nivel más alto en la sociedad, por eso es que resulta tan fácil para los medios masivos manipular. Un líder de opinión no debe hacer mayor esfuerzo para ser escuchado, porque siempre hay un público atento a sus palabras que no las cuestiona en lo más mínimo.

     ¿En manos de quiénes están los medios de comunicación?

     De acuerdo con el estudio ¿De quién son los medios?, realizado por el grupo Monitoreo de la Propiedad de Medios (Media Ownership Monitor-MOM) y presentado en su página de internet www.monitoreodemedios.co, los tres grupos empresariales más importantes del país tienen el control del 57% de los medios a nivel nacional y el cuarto gran propietario es la empresa internacional Prisa, la cual es propietaria de Caracol Radio. Así, la Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo controla la Casa Editorial El Tiempo con todas sus publicaciones impresas y City T.V., la Organización Ardila Lülle maneja RCN Radio y RCN Televisión y el Grupo Empresarial Santo Domingo Valorem tiene el manejo de Caracol Televisión, Blu Radio, El Espectador y Cromos. Además, existe concentración de propiedad de medios por parte de Publicaciones Semana. Este estudio cuenta con el aval de Reporteros Sin Fronteras y la Federación Colombiana de Periodistas (FECOLPER) y fue financiado por el Ministerio Federal Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo.

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http://www.las2orillas.co/de-quien-son-los-medios-de-comunicacion-en-colombia/

     Básicamente, la comunicación en Colombia, como en la mayoría de los países, está en manos de los grandes grupos económicos. Los monopolios y oligopolios son los dueños de la opinión y de la directriz en los mensajes enviados a través de los medios de comunicación, detrás de estos medios están los grupos económicos y la defensa y preservación de sus intereses y sus negocios.

A estas organizaciones empresariales se les conoce como dueñas de muchas más empresas en sectores económicos diferentes a los de la comunicación y la información, pero independientemente de esto ejercen una influencia altamente dominante en la opinión pública del país. Así, los medios de comunicación en Colombia están dirigidos por intereses de importantes grupos económicos y políticos que por supuesto imponen sus ideales e interfieren en el autónomo desarrollo de la libertad de prensa, un derecho constitucional. Estas organizaciones manejan a su conveniencia la información que pueda o no salir a través de los medios masivos que controlan. Un claro ejemplo de lo mencionado anteriormente es que nunca se verán noticias en RCN que denuncien las irregularidades de Postobón, sencillamente porque esta última hace parte de la organización Ardila Lulle, la misma que maneja RCN.

     ¿Por qué la comunicación está en manos de unos pocos?

     La razón para tomar el control de los medios de comunicación ha sido generar la estrategia más eficaz para crear un círculo vicioso que perpetúe el poder desde una óptica para nada democrática y participativa que no da voz a todas las personas, grupos y comunidades.  Colombia se ve reflejada indefectiblemente en su statu quo y su realidad social debido a que no existe una participación representativa de medios de comunicación alternativa o popular y así la gran prensa se consolida al unísono a favor de los grandes grupos empresariales a quienes pertenece: en el país el único medio que se ratifica como opción alternativa es la radio, sin que las iniciativas que se dan alcancen un impacto que genere un equilibrio de fuerzas. Lo anterior asegura que no existan voces que desestabilicen la hegemonía de los grandes poderes económicos, quienes han logrado crear toda una superestructura de control total, que va desde la raíz misma de los sistemas de producción hasta la sumisión política y el consumo mercantil de bienes y servicios que son generados y a su vez pagados como resultado de una gran fuerza laboral dependiente de toda esa cadena productiva.

     El acceso a la educación que tienen principalmente las personas con grandes capacidades económicas, la de calidad por supuesto, también se refleja en los alcances del poder que tienen los empresarios; así, entre industriales, comerciantes y los medios de

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comunicación se ha dado dicha hegemonía de la comunicación en Colombia y por eso está en manos de unos pocos: por la concentración de poder que ejercen ellos en la sociedad. Hoy en día la industria de la radio, la televisión y la prensa es el resultado de un modelo de producción que se aprovecha de sus audiencias para transmitir información basada en estándares capitalistas y para estar de lado de las élites políticas y económicas que representan. Así, solo unos pocos tienen poder en Colombia, ya que tienen la oportunidad económica para estudiar en prestigiosas universidades y conocer a personajes líderes con los que se relacionan muy cercanamente. La política y los grandes grupos económicos son muy excluyentes y esto permite que solo unos pocos, los mejor capacitados o con influencias, avancen en un mundo de poder perfectamente diseñado por ellos y para ellos mismos.

     ¿Por qué se habla de la comunicación al servicio de los poderes?

     Básicamente porque son dos caras de una misma moneda; si bien en un comienzo la información tenía como objetivo fomentar la participación democrática para contrarrestar los abusos del poder, se observa ahora un totalitarismo en la comunicación, como bien lo plantea Ramonet en su obra La tiranía de la Comunicación. Por medio de dicho absolutismo es posible oprimir social, política, económica y culturalmente a la población. Ramonet manifiesta que lo económico, lo mediático y lo político, en dicho orden, controlan las esferas del poder, en ausencia de lo que el mismo autor español formula como un poder adicional, que debería estar a cargo de la ciudadanía para balancear el alcance de los primeros por medio de su participación en la comunicación. Al no existir esta última, toda la fuerza se concentra en los primeros, quienes pueden controlar a sus anchas las relaciones sociales y de poder, porque en su visión empresarial entrecruzan alianzas para mantenerse y conformar así grandes imperios que monopolizan la labor informativa.

     De esta manera, la comunicación establece un vínculo entre los individuos y los grupos sociales a partir de lo que revela, ordena, dice y da a conocer. La comunicación no es únicamente el noticiero o el canal, es también la publicidad o el mensaje que nos dice qué hacer o qué comprar; dónde y cuándo debemos comportarnos de una manera específica, etc., debido al modelo de dominación y persuasión en la información impuesto por la ideología del sistema capitalista, el cual contribuye a un ordenamiento político y económico que lleva a que la información sea limitada y esté al servicio de quienes tienen armas de control y poder. Por lo tanto, los medios de comunicación que forman parte de una organización o grupo empresarial no tienen como debería ser, una autonomía o ideología propia ya que esta varía de acuerdo al interés del grupo u organización empresarial al que pertenecen, por lo cual la acción  comunicativa siempre estará a favor del conglomerado y

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de la ideología de los sectores políticos que esta representa: los dueños de los medios de comunicación son casi entidades económicas muy poderosas en el país quienes los utilizan como puente para dirigirse a la población e imponer sus pensamientos e ideales económicos y políticos. La comunicación entonces está al servicio de esos poderes, de los grandes de la economía, por ello deben regirse por sus ideologías y de ninguna manera pueden exponer algo que los perjudique o los ponga en tela de juicio.

¿Qué es la participación y cuál es su relación con la comunicación?

     Diferencias entre sociedad, comunidad y ciudadanía

     Si se piensa que sin una verdadera ciudadanía es difícil tener un sentido de comunidad que cohesione la sociedad, se podrá realizar una buena deconstrucción por medio de estas interrelaciones para ayudar a identificar y categorizar dichos conceptos, así: el objeto más mínimo a observar es el individuo, quien por su necesidad inherente de relacionarse logra desarrollar una consciencia, la cual lo hace partícipe en un evidente ejercicio práctico de la comunicación, concepto este que da sostén al de comunidad; es decir que la participación hace consciente al individuo, quien deviene ciudadano por medio de la comunicación que lo integra en comunidad en virtud de los rasgos culturales que lo identifican con otros al interactuar. La sociedad, vista así inductivamente es el marco referencial amplio que deductivamente representa la totalidad de grupos de personas que unidas por medio de identidades culturales forman ese gran colectivo de individuos que mejor la describe en sus interacciones, experiencias y resultados.

http://comalternativaunad.blogspot.com.co/2015/05/que-es-participacion-ciudadana.html

     La participación implica ser parte de algo, tener partido o lugar en algo, intervenir. Puede ser presentada tanto como un derecho o un deber por quienes se integran a la noción

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de comunidad o de ciudadanía. La participación puede ser un asunto ambiguo si se tiene en cuenta que lo que el Estado proclama como ciudadanía o como ciudadano, al referirse a los individuos, el cual parte de unas funciones y de un modelo de sociedad que ha sabido establecerse y proclamarse por encima de las libertades individuales y hasta de los derechos fundamentales de las personas.

Participar es un componente de la comunicación, es lo que la dota de sentido;  aunque si se habla de comunidad, la participación no ha de entenderse, ni de extenderse, a cómo sería social o ciudadanamente. Si partimos del hecho de que la ciudadanía es una invención, el resultado de una fórmula económica, sociopolítica y hasta religiosa, la participación ciudadana es un asunto predefinido por los mismos autores, gestores y dueños de esa invención: los amos de la sociedad. En la comunidad la participación se da a otra escala: la comunidad es algo que se asume y se construye de forma más variable, si se quiere entender así, y menos limitada que la ciudadanía.

Una comunidad puede llegar a autoconocerse y requiere de su autodescubrimiento y de su diálogo permanente para avanzar y mejorar. En la ciudadanía se le llama participación al cumplimiento de citas o al asistir a eventos organizados con antelación como las elecciones por voto popular, algo que se suele publicitar como democracia. La sociedad, a su vez, es una organización conformada por un grupo de personas que comparten entre sí ya sea una misma cultura o criterios que condicionan sus costumbres y estilo de vida y se relacionan entre sí por pertenecer a una comunidad. Acá los individuos se agrupan al tener en común diversos elementos como el territorio, el idioma o la ideología; viven bajo unas mismas normas, con un mismo objetivo por alcanzar y se conforman espontáneamente. La ciudadanía, en cambio, se refiere a los derechos y deberes que tiene una persona que hace parte de una sociedad, los cuales le permiten al ciudadano ser miembro de una comunidad organizada, con participación activa o pasiva.

     Ciudadanía activa

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http://definicion.mx/ciudadania-activa/

     Para ilustrar la ciudadanía activa se debe comprender además de los conceptos relacionados anteriormente el de participación. Si no hay participación es imposible que se dé la ciudadanía, lo cual puede extrapolarse a otro camino sin salida: sin ciudadanos tampoco es posible que se dé la democracia con sus instituciones. Justamente este es el punto en el que convergen la participación y la comunicación, la participación es la que hace posible la ciudadanía y lo hace posible por medio de la comunicación, cuya interacción hace que todo el engranaje entre individuo, comunidad y sociedad se efectúe, es la espina dorsal de ese acto transaccional entre los humanos, porque quien logra ser lo es por medio de su participación y por ende de su comunicación con los demás, a través de lo cual construimos nuestra consciencia en torno a nuestra experiencia de vida social y así, por tanto, llega a ser este un acto político de la existencia que cotidianamente nos valida como individuos por medio de nuestras acciones.

     La ciudadanía es activa cuando el ciudadano cumple a cabalidad con sus deberes y derechos dentro de la comunidad organizada y vela porque estos permitan el buen desarrollo de la sociedad a la que se pertenece. Un ciudadano activo constantemente hace uso de sus deberes y derechos con el fin de participar en diferentes ámbitos que le signifiquen desarrollo sostenible a su comunidad. Así, ciudadanía activa se denomina a los individuos que hacen pare de una comunidad y que asumen diferentes responsabilidades y compromisos frente a lo que acontece en ella. Un ciudadano activo es quien está involucrado en los diferentes propósitos que se asumen en su comunidad y entorno. En una ciudadanía activa no hay distinciones de géneros, edades, culturas, etnias, creencias, profesiones, raza o color, ya que todos forman una colectividad unida con el fin de mejorar el desarrollo de su comunidad y de convivir de manera pacífica por medio de la aceptación de las diferencias de los demás.