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CONTROLE LOS PROCESOS DE TRATAMIENTO DEL AGUA POTABLE Ahorre tiempo y dinero. Suministre agua de gran calidad. CONTROL DE LOS PARÁMETROS CLAVE AFRONTE CUALQUIER DIFICULTAD CON LA EXTENSA GAMA DE SOLUCIONES DE ANÁLISIS DE AGUA DE HACH AGUA BRUTA MEZCLADOR FLOCULADOR CLARIFICADOR FILTROS TANQUE DE AGUA DISTRIBUCIÓN ELIMINACIÓN DE LODOS RESIDUALES Turbidez La turbidez es una propiedad óptica de las soluciones que resulta de la interacción de la luz con los sólidos en suspensión, tales como limo, arcilla, algas, materia orgánica o microorganismos. Estas partículas dis- persan y absorben la luz que pasa por el agua. La cuantificación de la turbidez consiste en medir la luz dispersada en un ángulo de 90 grados. La turbidez no especifica un compuesto concreto, únicamente indica los efectos que pueden generar las partículas en suspensión. La medi- ción de la turbidez permite la detección temprana de los cambios en la calidad del agua entrante a la planta. Materia orgánica de origen natural (NOM) La materia orgánica de origen natural (también denominada como carbono orgánico disuelto) hace referencia a cualquier materia orgáni- ca presente en la fuente natural de agua (principalmente en las aguas superficiales) y su eliminación es uno de los principales objetivos del proceso de tratamiento del agua potable. El control de este parámetro es especialmente importante cuando se utiliza cloro como desinfectante, ya que la reacción de la NOM con el cloro puede generar subproductos desinfectantes cancerígenos (es decir, trihalometanos). Carbono orgánico total (TOC) El carbono orgánico total está formado por una variedad de compuestos orgánicos en diferentes estados de oxidación. La mayor parte de TOC en las aguas superficiales está compuesta por ácidos húmicos y fúlvicos que proceden de material vegetal descompuesto. Los niveles fluctúan en función de los factores estacionales, climáticos y las condiciones to- pográficas del caudal. La eliminación del TOC es importante para controlar los subproductos de desinfección. Amoníaco Cuando se utiliza cloro en la fase previa a la oxidación (desinfección primaria) y la composición natural del agua tiene amoníaco, este amoníaco genera una demanda de cloro que consume el desinfectante. La reacción del amoníaco con el cloro forma cloraminas, que son unos agentes desinfectantes más débiles que el cloro libre. Metales (hierro, manganeso) Las aguas subterráneas suelen presentar unos niveles de metales, como hierro y manganeso, por encima de los aceptables. Estos metales provocan principalmente problemas estéticos (agua de color marrón y depósitos negros en duchas y fregaderos) y en el sabor y el olor, por lo que deben controlarse y eliminarse. Dureza La dureza del agua mide la concentración de sales de magnesio y de calcio disueltas en el agua. Puede ser de dos tipos: carbonatada o tem- poral, por la presencia de carbonato o bicarbonato de calcio y magne- sio; y no carbonatada o permanente, provocada por otras sales de magnesio y de calcio, como por ejemplo sulfatos, nitratos y cloruros. Alcalinidad La alcalinidad define la capacidad que tiene el agua para neutrali- zar los ácidos y también se denomina capacidad amortiguadora. La presencia de bicarbonatos determina una alcalinidad mayor pero hay otros iones que contribuyen a la condición de la alcali- nidad en función del pH del agua. No obstante, el pH no es una medida de la alcalinidad ni al contrario. La alcalinidad del agua es un dato fundamental porque afecta a la cantidad y al tipo de compuestos químicos necesarios para conseguir el efecto coa- gulante apropiado. Nitratos Los nitratos se componen de átomos de nitrógeno y oxígeno que se combinan con elementos orgánicos e inorgánicos y que, en cantidades elevadas, pueden ser nocivos para la salud. Los nitra- tos se encuentran en las aguas superficiales y subterráneas, sobre todo en las zonas con explotaciones agrícolas, y son uno de los parámetros que se comprueban habitualmente en las plantas de tratamiento de agua potable. Cuando hay lluvias intensas, el nivel de nitratos en las aguas superficiales aumenta y es necesario llevar a cabo un riguroso control. pH El pH representa el índice de la concentración de iones de hi- drógeno (H + ) en el agua y se mide durante todo el proceso de tratamiento del agua potable. La escala de pH va del 0 al 14 y un pH de 7 se considera neutro. El pH ácido tiene una concentración mayor de iones de hidrógeno (pH < 7) mientras que el pH básico tiene una concentración menor (y pH > 7). El pH influye en la eficacia de la coagulación y la desinfección, por lo que es impor- tante medirlo y ajustarlo. Conductividad La conductividad del agua hace referencia a su capacidad para conducir o hacer circular la corriente eléctrica. Como los iones del agua conducen la corriente eléctrica, este parámetro se mide a través de los sólidos disueltos totales (TDS). Los cambios en la conductividad del agua del suministro pueden ser indicativos de un cambio en la composición de la fuente de agua. Preoxidantes (cloro, dióxido de cloro y ozono) La preoxidación puede utilizarse con varios fines, como eliminar los metales (p. ej., Fe y Mn), ayudar a la coagulación y aumentar el tiempo de contacto (es decir, el tiempo necesario para que el desinfectante actúe sobre las sustancias nocivas). Hay distintos tipos de agentes oxidantes, y en las plantas de tratamiento se puede utilizar uno o una combinación de varios desinfectantes. La preoxidación forma parte del proceso de mejora de la coagu- lación. En el caso de las plantas que usan agua sin procesar con un alto nivel de materia orgánica de origen natural (NOM), es muy importante que no se utilice cloro en el tratamiento previo, ya que podría elevar el índice de formación de subproductos de desinfección (SPD) perjudiciales. Turbidez En la fase de clarificación (previa a la filtración) la turbidez se mide para controlar la eficacia de la coagulación y la floculación. Los niveles de turbidez altos provocan que los filtros se obstru- yan más rápidamente, lo que conlleva un gasto mayor de agua en el retrolavado de los filtros y también un consumo energético más elevado. Sólidos en suspensión La medición de los sólidos en suspensión en el agua ayuda a controlar el manto de lodos resi- duales que se forma en el interior del clarificador. A su vez, mejora la frecuencia y la duración del proceso de retrolavado. El nivel de sólidos en suspensión se puede supervisar con un turbidímetro o con un sensor de sólidos en suspensión totales. Cloro Durante el proceso de clarificación, es muy importante controlar el nivel de cloro, ya que el amoníaco y la materia orgánica pueden consumir el cloro añadido. Si se reduce la eficacia de la desinfección, la proliferación bacteriana aumenta y las bacterias forman una biopelícula que obstruye los filtros, lo que disminuye la eficacia y genera contaminación. Si la planta utiliza clora- minas, es importante que se mida la monocloramina en el filtro de entrada para controlar mejor el proceso. En el caso de que se utilizara otro preoxidante (por ejemplo, ClO 2 ) para la desin- fección primaria, podría ser necesario medir su valor residual para evitar la formación de SPD. pH El pH se controla y ajusta para garantizar una correcta desinfección. Metales Las sales metálicas suelen utilizarse como agentes coagulantes que ayudan a retirar las partículas en suspensión del agua. Sin embargo, si hay un exceso en la dosis de coagulante, se produce un aumento en la concentración de metal que debe ser supervisado y controlado para cumplir con los requisitos legales. Turbidez de rango bajo La turbidez se mide después de cada filtro para garantizar el grado correcto de filtración de acuerdo con los requisitos legales exigidos para el agua potable. Al realizar la medición de forma individual en lugar de hacerlo una sola vez de forma conjunta a todos los filtros, la planta se asegura la detección a tiempo de las posibles roturas de los filtros. Cloro + pH El control de los niveles de pH y cloro residual en el tanque de agua es muy importante, ya que cualquier variación en estos parámetros puede generar un entorno propicio para la formación de agentes patógenos. Dureza + alcalinidad La dureza y la alcalinidad actúan como indicadores de la estabilidad del agua y de su capacidad de corrosión. Si el agua es inestable, puede presentar depósitos (agua dura) o corrosión (alcalinidad baja) y dar lugar a presencia de plomo y cobre, que son sustancias controladas en el agua potable. Oxidantes (desinfectantes) La presencia de cualquier agente reductor en la red de distribución genera demanda de cloro y, por consiguiente, reduce la capacidad desinfectante del agua. Además, las fugas del sistema de distribución pueden dar lugar a contaminación patógena, por lo que es importante controlar el nivel residual de desinfectantes hasta que el agua llega al usuario final. Subproductos de desinfección (SPD) Los subproductos de desinfección se forman a partir de la reacción de la materia orgánica con el cloro y las cloraminas. Aunque este proceso se puede supervisar y controlar en la planta de tratamiento de aguas, la reacción puede estar activa durante varios días. Asimismo, debido a la posible contaminación en el sistema de distribución, el agua podría resultar contaminada con materia orgánica adicional y reaccionar con el cloro residual y formar SPDs. Prevención de la nitrificación Cuando la cloraminación es el método principal de desinfección, se debe supervisar el sistema de distribución en busca de signos de nitrificación. La nitrificación puede producirse cuando el agua está templada y estancada, lo que da lugar a un consumo excesivo de desinfectante residual. Las reacciones con monocloramina pueden liberar amoníaco, que es consumido por las bacterias nitrificantes que producen los nitritos y los nitratos. Para detectar los primeros signos de nitrificación es necesario controlar el cloro total y la mo- nocloramina residual, el amoníaco libre, el nitrito y el pH. Soluciones de laboratorio • Espectrofotómetros UV-VIS con reactivos listos para usar y aplicaciones específicas para agua potable • Turbidímetros de sobremesa y medidores electroquímicos con paquetes especiales para agua potable • Función RFID para la trazabilidad y la simplificación de la gestión de muestras Soluciones de proceso • Líderes desde hace más de 60 años en la medición en continuo de los niveles de cloro y turbidez • Gran variedad de instrumentos para medir el pH, la materia orgánica, la dureza y la gran mayoría de los parámetros descritos anteriormente Soluciones portátiles • Familia de instrumentos portátiles y robustos para uso in situ • Diseño compacto con interfaz fácil de usar • Aptas para los entornos más exigentes Para más información sobre nuestras soluciones, visite: es.hach.com DOC140.61.10050.Mar17

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CONTROLE LOS PROCESOS DE TRATAMIENTO DEL AGUA POTABLEAhorre tiempo y dinero. Suministre agua de gran calidad.

CONTROL DE LOS PARÁMETROS CLAVE

AFRONTE CUALQUIER DIFICULTAD CON LA EXTENSA GAMA DE SOLUCIONES DE ANÁLISIS DE AGUA DE HACH

AGUA BRUTA

MEZCLADOR

FLOCULADOR

CLARIFICADOR

FILTROS

TANQUE DE AGUA

DISTRIBUCIÓN

ELIMINACIÓN DE LODOS RESIDUALES

TurbidezLa turbidez es una propiedad óptica de las soluciones que resulta de la interacción de la luz con los sólidos en suspensión, tales como limo, arcilla, algas, materia orgánica o microorganismos. Estas partículas dis-persan y absorben la luz que pasa por el agua. La cuantificación de la turbidez consiste en medir la luz dispersada en un ángulo de 90 grados. La turbidez no especifica un compuesto concreto, únicamente indica los efectos que pueden generar las partículas en suspensión. La medi-ción de la turbidez permite la detección temprana de los cambios en la calidad del agua entrante a la planta.

Materia orgánica de origen natural (NOM)La materia orgánica de origen natural (también denominada como carbono orgánico disuelto) hace referencia a cualquier materia orgáni-ca presente en la fuente natural de agua (principalmente en las aguas superficiales) y su eliminación es uno de los principales objetivos del proceso de tratamiento del agua potable. El control de este parámetro es especialmente importante cuando se utiliza cloro como desinfectante, ya que la reacción de la NOM con el cloro puede generar subproductos desinfectantes cancerígenos (es decir, trihalometanos).

Carbono orgánico total (TOC)El carbono orgánico total está formado por una variedad de compuestos orgánicos en diferentes estados de oxidación. La mayor parte de TOC en las aguas superficiales está compuesta por ácidos húmicos y fúlvicos que proceden de material vegetal descompuesto. Los niveles fluctúan en función de los factores estacionales, climáticos y las condiciones to-pográficas del caudal. La eliminación del TOC es importante para controlar los subproductos de desinfección.

AmoníacoCuando se utiliza cloro en la fase previa a la oxidación (desinfección primaria) y la composición natural del agua tiene amoníaco, este amoníaco genera una demanda de cloro que consume el desinfectante. La reacción del amoníaco con el cloro forma cloraminas, que son unos agentes desinfectantes más débiles que el cloro libre.

Metales (hierro, manganeso)Las aguas subterráneas suelen presentar unos niveles de metales, como hierro y manganeso, por encima de los aceptables. Estos metales provocan principalmente problemas estéticos (agua de color marrón y depósitos negros en duchas y fregaderos) y en el sabor y el olor, por lo que deben controlarse y eliminarse.

DurezaLa dureza del agua mide la concentración de sales de magnesio y de calcio disueltas en el agua. Puede ser de dos tipos: carbonatada o tem-poral, por la presencia de carbonato o bicarbonato de calcio y magne-sio; y no carbonatada o permanente, provocada por otras sales de magnesio y de calcio, como por ejemplo sulfatos, nitratos y cloruros.

AlcalinidadLa alcalinidad define la capacidad que tiene el agua para neutrali-zar los ácidos y también se denomina capacidad amortiguadora. La presencia de bicarbonatos determina una alcalinidad mayor pero hay otros iones que contribuyen a la condición de la alcali-nidad en función del pH del agua. No obstante, el pH no es una medida de la alcalinidad ni al contrario. La alcalinidad del agua es un dato fundamental porque afecta a la cantidad y al tipo de compuestos químicos necesarios para conseguir el efecto coa-gulante apropiado.

NitratosLos nitratos se componen de átomos de nitrógeno y oxígeno que se combinan con elementos orgánicos e inorgánicos y que, en cantidades elevadas, pueden ser nocivos para la salud. Los nitra-tos se encuentran en las aguas superficiales y subterráneas, sobre todo en las zonas con explotaciones agrícolas, y son uno de los parámetros que se comprueban habitualmente en las plantas de tratamiento de agua potable. Cuando hay lluvias intensas, el nivel de nitratos en las aguas superficiales aumenta y es necesario llevar a cabo un riguroso control.

pHEl pH representa el índice de la concentración de iones de hi-drógeno (H+) en el agua y se mide durante todo el proceso de tratamiento del agua potable. La escala de pH va del 0 al 14 y un pH de 7 se considera neutro. El pH ácido tiene una concentración mayor de iones de hidrógeno (pH < 7) mientras que el pH básico tiene una concentración menor (y pH > 7). El pH influye en la eficacia de la coagulación y la desinfección, por lo que es impor-tante medirlo y ajustarlo.

ConductividadLa conductividad del agua hace referencia a su capacidad para conducir o hacer circular la corriente eléctrica. Como los iones del agua conducen la corriente eléctrica, este parámetro se mide a través de los sólidos disueltos totales (TDS). Los cambios en la conductividad del agua del suministro pueden ser indicativos de un cambio en la composición de la fuente de agua.

Preoxidantes (cloro, dióxido de cloro y ozono)La preoxidación puede utilizarse con varios fines, como eliminar los metales (p. ej., Fe y Mn), ayudar a la coagulación y aumentar el tiempo de contacto (es decir, el tiempo necesario para que el desinfectante actúe sobre las sustancias nocivas). Hay distintos tipos de agentes oxidantes, y en las plantas de tratamiento se puede utilizar uno o una combinación de varios desinfectantes. La preoxidación forma parte del proceso de mejora de la coagu-lación. En el caso de las plantas que usan agua sin procesar con un alto nivel de materia orgánica de origen natural (NOM), es muy importante que no se utilice cloro en el tratamiento previo, ya que podría elevar el índice de formación de subproductos de desinfección (SPD) perjudiciales.

TurbidezEn la fase de clarificación (previa a la filtración) la turbidez se mide para controlar la eficacia de la coagulación y la floculación. Los niveles de turbidez altos provocan que los filtros se obstru-yan más rápidamente, lo que conlleva un gasto mayor de agua en el retrolavado de los filtros y también un consumo energético más elevado.

Sólidos en suspensiónLa medición de los sólidos en suspensión en el agua ayuda a controlar el manto de lodos resi-duales que se forma en el interior del clarificador. A su vez, mejora la frecuencia y la duración del proceso de retrolavado. El nivel de sólidos en suspensión se puede supervisar con un turbidímetro o con un sensor de sólidos en suspensión totales.

CloroDurante el proceso de clarificación, es muy importante controlar el nivel de cloro, ya que el amoníaco y la materia orgánica pueden consumir el cloro añadido. Si se reduce la eficacia de la desinfección, la proliferación bacteriana aumenta y las bacterias forman una biopelícula que obstruye los filtros, lo que disminuye la eficacia y genera contaminación. Si la planta utiliza clora-minas, es importante que se mida la monocloramina en el filtro de entrada para controlar mejor el proceso. En el caso de que se utilizara otro preoxidante (por ejemplo, ClO2) para la desin-fección primaria, podría ser necesario medir su valor residual para evitar la formación de SPD.

pHEl pH se controla y ajusta para garantizar una correcta desinfección.

MetalesLas sales metálicas suelen utilizarse como agentes coagulantes que ayudan a retirar las partículas en suspensión del agua. Sin embargo, si hay un exceso en la dosis de coagulante, se produce un aumento en la concentración de metal que debe ser supervisado y controlado para cumplir con los requisitos legales.

Turbidez de rango bajoLa turbidez se mide después de cada filtro para garantizar el grado correcto de filtración de acuerdo con los requisitos legales exigidos para el agua potable. Al realizar la medición de forma individual en lugar de hacerlo una sola vez de forma conjunta a todos los filtros, la planta se asegura la detección a tiempo de las posibles roturas de los filtros.

Cloro + pHEl control de los niveles de pH y cloro residual en el tanque de agua es muy importante, ya que cualquier variación en estos parámetros puede generar un entorno propicio para la formación de agentes patógenos.

Dureza + alcalinidadLa dureza y la alcalinidad actúan como indicadores de la estabilidad del agua y de su capacidad de corrosión. Si el agua es inestable, puede presentar depósitos (agua dura) o corrosión (alcalinidad baja) y dar lugar a presencia de plomo y cobre, que son sustancias controladas en el agua potable.

Oxidantes (desinfectantes)La presencia de cualquier agente reductor en la red de distribución genera demanda de cloro y, por consiguiente, reduce la capacidad desinfectante del agua. Además, las fugas del sistema de distribución pueden dar lugar a contaminación patógena, por lo que es importante controlar el nivel residual de desinfectantes hasta que el agua llega al usuario final.

Subproductos de desinfección (SPD)Los subproductos de desinfección se forman a partir de la reacción de la materia orgánica con el cloro y las cloraminas. Aunque este proceso se puede supervisar y controlar en la planta de tratamiento de aguas, la reacción puede estar activa durante varios días. Asimismo, debido a la posible contaminación en el sistema de distribución, el agua podría resultar contaminada con materia orgánica adicional y reaccionar con el cloro residual y formar SPDs.

Prevención de la nitrificaciónCuando la cloraminación es el método principal de desinfección, se debe supervisar el sistema de distribución en busca de signos de nitrificación. La nitrificación puede producirse cuando el agua está templada y estancada, lo que da lugar a un consumo excesivo de desinfectante residual. Las reacciones con monocloramina pueden liberar amoníaco, que es consumido por las bacterias nitrificantes que producen los nitritos y los nitratos. Para detectar los primeros signos de nitrificación es necesario controlar el cloro total y la mo-nocloramina residual, el amoníaco libre, el nitrito y el pH.

Soluciones de laboratorio• Espectrofotómetros UV-VIS con reactivos listos para usar y aplicaciones específicas para agua potable

• Turbidímetros de sobremesa y medidores electroquímicos con paquetes especiales para agua potable

• Función RFID para la trazabilidad y la simplificación de la gestión de muestras

Soluciones de proceso• Líderes desde hace más de 60 años en la medición en continuo de los niveles de cloro y turbidez

• Gran variedad de instrumentos para medir el pH, la materia orgánica, la dureza y la gran mayoría de los parámetros descritos anteriormente

Soluciones portátiles• Familia de instrumentos portátiles y robustos para uso in situ

• Diseño compacto con interfaz fácil de usar

• Aptas para los entornos más exigentes

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