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Boletin de suscripción a la asociación WAWITAI C/ Florencio Jardiel, 3 -2ºA 50003 - ZARAGOZA SI DESEAS COLABORAR, RELLENA TUS DATOS EN LA CARA POSTERIOR Y ENVÍALO EN UN SOBRE A: CORTAR POR LA LINEA... Boletín trimestral informativo de la Asociación Wawitai - 15-enero-2013 A todos, asociados, amigos, colaboradores y co- nocidos de la asociación, os comunico que nuestro presidente Luis Cuartero Lapieza, falleció el día 18 de diciembre en Zaragoza a los 79 años de edad, tras sufrir una intervención quirúrgica de corazón que al cabo de varios días no superó. Desde aquí queremos hacer un pequeño home- naje a su persona y plasmar la personalidad de quien ha impulsado y animado esta asociación. Aunque natural de Vitoria, alberga a lo largo de toda su vuda un profundo sentimiento aragones del que a menudo hace gala. Hijo de aragoneses, él natural de Magallón y ella de Castiliscar, vive hasta los ocho años en Alagón y mas tarde, ya adulto, fija su residencia en la casa fa- miliar de la Avenida de Las Torres, en Zaragoza. Estudia la carrera sacerdotal en los seminarios de Alcorisa y Zaragoza completando sus estudios en Sa- lamanca, donde se licencia en Teología. En marzo de 1959, el destino (o la providencia) le hace cruzar el océano hasta Sucre (Bolivia). Allí y durante los siguien- tes once años se ocupará de formar en el seminario de la ciudad, a los futuros sacerdotes bolivianos. De vuelta a España desarrolla toda su función sa- cerdotal en Zaragoza, salvo un paréntesis de varios años en Madrid. Una de las tareas de la cual se siente más gratifi- cado y así lo manifiesta en ocasiones, es la de ser el de director del Colegio de Infantes del Pilar durante más de diez años. Entre las muchas actividades que desarrolla, será delegado diocesano de Misiones y de las Obras Misio- neras Pontificias, canónigo del Pilar y consiliario de la junta de Acción Católica y del Movimiento de Cursi- llos de Cristiandad, entre otras. Alegre, polifacético y de gran disponibilidad al servicio de los demás, le encanta viajar y fruto de ello recorre a lo largo de los años casi toda la geografía nacional, así como la de otros países, especialmente Palestina, tierra ésta por la que siente gran entusiasmo que contagia a mucha gente. En 1995 y a raiz de uno de sus viajes a Bolivia, tie- ne ocasión de contemplar la angustiosa necesidad que padecen los niños en aquel país. En concreto, los de la guardería “El Ángel” de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra... Con el sufrimiento de aquellos niños en su cora- zón vuelve a España y no tarda mucho en contagiar y animar a un grupo de matrimonios amigos a fundar la asociación Wawitai, nombre que él mismo sugiere por ser una palabra que en quechua (idioma de una buena parte de los campesinos de Bolivia) significa “mi niñito querido”. Desde entonces Wawitai es una de sus grandes pasiones a la que anima en un segundo plano, aun cuando sea uno de los primeros en los deseos de su corazón... Solo cuando a mediados de 2011, y en una dificil situación en que la Junta, por diversas circustancias se plantea la extinción de la asociación, y dado que Luis ya esta liberado de sus responsabilidades ecle- siásticas, es cuando decide asumir la dirección de la misma, dándole nuevos bríos, animándonos a todos con renovada ilusión a continuar con la ayuda a los niños de Bolivia y Malawi y volcándose con entusias- mo en la tarea que ha mantenido hasta el último mo- mento, incluso cuando Ingresado ya en el “Miguel Servet”, ocupa su preocupación la celebración de la asamblea anual del 14 de diciembre, por la que se interesa de manera especial... Como vicepresidente y presidente en funciones, y compartiendo el sentir de toda la Junta, estamos dispuestos a seguir la obra que él impulsó, continuan- do en la misma línea de trabajo, con los mismos pro- yectos y abiertos a otros que puedan surgir en el tiem- po y se puedan asumir. “Descansa en paz” no es la frase que surge de nuestros labios ni de nuestro corazón... Nosotros decimos: ¡Gracias PADRE! Pues ahora Luis “ya” VIVE en plenitud a tu lado, “ya” sabe lo que es sentir la totalidad del AMOR que es. Desde ahí, él sigue entre nosotros y “en noso- tros”... Por lo tanto: ¡Continuemos! ¡Hay tantas cosas por las que poder trabajar en favor de la solidaridad y la justicia...! Ernesto Martínez Martín Vicepresidente de la asociación Wawitai A nuestro amigo Luis Cuartero Presidente de la Asociación Wawitai Noticias desde Malawi. Calendario de 2013 Nota de la redacción. ¡Por favor .....!!!!!! NOTICIAS DE CASA. OTRAS COSAS DE MALAWI...

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Boletin de suscripción a

la asociación WAWITAI

C/ Florencio Jardiel, 3 -2ºA50003 - ZARAGOZA

SI DESEAS COLABORAR, RELLENA TUS DATOS EN LA CARA POSTERIOR Y ENVÍALO EN UN SOBRE A:

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A todos, asociados, amigos, colaboradores y co-nocidos de la asociación, os comunico que nuestro presidente Luis Cuartero Lapieza, falleció el día 18 de diciembre en Zaragoza a los 79 años de edad, tras sufrir una intervención quirúrgica de corazón que al cabo de varios días no superó.

Desde aquí queremos hacer un pequeño home-naje a su persona y plasmar la personalidad de quien ha impulsado y animado esta asociación.

Aunque natural de Vitoria, alberga a lo largo de toda su vuda un profundo sentimiento aragones del que a menudo hace gala.

Hijo de aragoneses, él natural de Magallón y ella de Castiliscar, vive hasta los ocho años en Alagón y mas tarde, ya adulto, fija su residencia en la casa fa-miliar de la Avenida de Las Torres, en Zaragoza.

Estudia la carrera sacerdotal en los seminarios de Alcorisa y Zaragoza completando sus estudios en Sa-lamanca, donde se licencia en Teología. En marzo de 1959, el destino (o la providencia) le hace cruzar el océano hasta Sucre (Bolivia). Allí y durante los siguien-tes once años se ocupará de formar en el seminario de la ciudad, a los futuros sacerdotes bolivianos.

De vuelta a España desarrolla toda su función sa-cerdotal en Zaragoza, salvo un paréntesis de varios años en Madrid.

Una de las tareas de la cual se siente más gratifi-cado y así lo manifiesta en ocasiones, es la de ser el de director del Colegio de Infantes del Pilar durante más de diez años.

Entre las muchas actividades que desarrolla, será

delegado diocesano de Misiones y de las Obras Misio-neras Pontificias, canónigo del Pilar y consiliario de la junta de Acción Católica y del Movimiento de Cursi-llos de Cristiandad, entre otras.

Alegre, polifacético y de gran disponibilidad al servicio de los demás, le encanta viajar y fruto de ello recorre a lo largo de los años casi toda la geografía nacional, así como la de otros países, especialmente Palestina, tierra ésta por la que siente gran entusiasmo que contagia a mucha gente.

En 1995 y a raiz de uno de sus viajes a Bolivia, tie-ne ocasión de contemplar la angustiosa necesidad que padecen los niños en aquel país. En concreto, los de la guardería “El Ángel” de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra...

Con el sufrimiento de aquellos niños en su cora-zón vuelve a España y no tarda mucho en contagiar y animar a un grupo de matrimonios amigos a fundar la asociación Wawitai, nombre que él mismo sugiere por ser una palabra que en quechua (idioma de una buena parte de los campesinos de Bolivia) significa “mi niñito querido”.

Desde entonces Wawitai es una de sus grandes pasiones a la que anima en un segundo plano, aun cuando sea uno de los primeros en los deseos de su corazón...

Solo cuando a mediados de 2011, y en una dificil situación en que la Junta, por diversas circustancias se plantea la extinción de la asociación, y dado que Luis ya esta liberado de sus responsabilidades ecle-siásticas, es cuando decide asumir la dirección de la misma, dándole nuevos bríos, animándonos a todos con renovada ilusión a continuar con la ayuda a los niños de Bolivia y Malawi y volcándose con entusias-mo en la tarea que ha mantenido hasta el último mo-mento, incluso cuando Ingresado ya en el “Miguel Servet”, ocupa su preocupación la celebración de la asamblea anual del 14 de diciembre, por la que se interesa de manera especial...

Como vicepresidente y presidente en funciones, y compartiendo el sentir de toda la Junta, estamos dispuestos a seguir la obra que él impulsó, continuan-do en la misma línea de trabajo, con los mismos pro-yectos y abiertos a otros que puedan surgir en el tiem-po y se puedan asumir.

“Descansa en paz” no es la frase que surge de nuestros labios ni de nuestro corazón...

Nosotros decimos: ¡Gracias PADRE! Pues ahora Luis “ya” VIVE en plenitud a tu lado, “ya” sabe lo que es sentir la totalidad del AMOR que es.

Desde ahí, él sigue entre nosotros y “en noso-tros”...

Por lo tanto: ¡Continuemos! ¡Hay tantas cosas por las que poder trabajar en favor de la solidaridad y la justicia...!

Ernesto Martínez MartínVicepresidente de la asociación Wawitai

A nuestro amigo Luis CuarteroPresidente de la Asociación Wawitai

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NOTICIAS DE CASA.OTRAS COSAS DE MALAWI...

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Boletín de Asociación y Domiciliación Bancaria a favor de la Asociación WAWITAI.

Nombre y Apellidos:

Domicilio:

C.P.:

Provincia:

Teléfono Móvil:

E.mail:

D.N.I.

Localidad:

Teléfono Fijo:

Fax:

Deseo que, a partir de la fecha, carguen en mi cuenta abajo indicada la cantidad de :________________________

Banco/Caja:

Digitos Cta.Cte:

En ____________________________ a _____________ de ___________________ de 201___________ Firma:

CORTAR POR LA LINEA...

trimestrales

semestrales

anuales

Cartica de Julio Feliú tras las entrevistas...

Queridos amigos de Wawitai:Tras quince largos años de estrecha colaboración con Malawi, no

sería justo omitir lo mucho que Wawitai ha hecho por éste pequeño país en el corazón de África. Hasta ahora hemos hablado mucho de mí, ahora me toca a mí hablar de vosotros.

Todo comenzó con la visita de “Luisico”en el año 1995. Wawitai, era un pequeño grupo de familias que nos apoyaba como podían. Ese fue el germen del comienzo de toda esta aventura. En aquel viaje Luis pudo ver, disfrutar y sentir la vida cotidiana de este país. Encajó desde un principio y asimiló todo lo que pasaba a su alrededor; valían bien los años de cura y misionero que pasó en América…

Nos hicimos buenos amigos. Sé que él también tiene “la culpa” de todo lo que ha ido aconteciendo después y además fue el primer zaragozano que me, mejor dicho, nos visitaba en Malawi.

En 1997 llegaron Antonio y Mila. Miembros del grupo de familias querían conocer la familia de huérfanos que habían apadrinado. En su mes de estancia calaron en la realidad de Malawi; mi parroquia (entonces era Chilinde) el hospital de Mtengo wa Nthenga, el hospital de Kapiri, el hos-pital de Mlale, el orfanato de Chezi, la misión de Nkata Bay, la escuela de carpintería de Kanengo… pero sobretodo el grito de un país que no les dejó indiferentes. Al siguiente año, volvieron con sus hijas Elisa y Pilar, para que también tomaran contacto con otras realidades… Mas tarde, volverían a Malawi más veces, en representación de Wawitai, gestionarían los progra-mas y proyectos que se acometieron en el país.

“Los maños” (representantes de Wawitai) se dieron cuenta de que sus hermanos de Malawi necesitaban mucho cariño, pero también algo de mano dura; no basta llorar para tener. Es mejor (como bien dice el dicho) darles la caña y el anzuelo, que darles el pescado sin esfuerzo. También los Malawianos pudieron enseñar a los Zaragozanos que el cariño no es enemigo del respeto de unos a otros. Les enseñaron que la ayuda mutua, la hospitalidad y la generosidad, son valores para todas las circunstancias, amanezca nublado o con sol. La sonrisa es necesaria tanto por la mañana como por la tarde; o sea: respeto y entrega en todo momento.

Sin duda, fue este quinteto, con la colaboración del grupo de fa-milias que les apoyaba, quien dio el pistoletazo de salida para que una vez constituida Wawitai, ya como Asociación, comenzaran a llegar ayudas de todo tipo. La Asociación Wawitai es una entidad que aquí se conoce tanto o más que cualquiera de las grandes ONG’s que operan en Malawi. No os quepa la menor duda que en todos estos años Wawitai llegó a hacer lo que ninguna otra ONG había hecho. Puedo recordar, y seguro que dejo alguno, programas de becas de educación, de alimentación, proyectos de infraes-tructuras, de aparatos de diagnostico y de análisis, de regadíos, de amue-blamiento de aulas, de creación de escuelas de informática, de programas sanitarios para evitar la transferencia del VIH entre madre y feto (proyecto piloto que luego sirvió para que lo hiciera suyo el Gobierno de Malawi) y además los más de veinte contenedores que llegaron llenos de vida, de es-peranza e ilusión; sobretodo en los años de la hambruna. La Asociación se

movió por todas las instituciones públicas y privadas para conseguir los fondos que dieran forma a todos los proyectos, además de los fondos de Wawitai y, seguramente también algo de dinero extra que salió de los bolsillos de ese grupo de matrimonios.

Se hizo posible la colaboración de Hospitales Zaragozanos con cen-tros hospitalarios y con el Ministerio de Salud de Malawi. Esto supuso un ir y venir de médicos, enfermeras y técnicos que colaboran con los hospitales de este país. Nos visitó una representación del Gobierno de Aragón para evaluar los proyectos subvencionados y puedo asegurar que quedaron muy satisfe-chos.

Es una pena que la crisis también llegara a Malawi, a África entera… El grifo de las subvenciones se cerró en todo el mundo y ahora solo contamos con la ayuda de gente como vosotros, que sigue creyendo en un mundo me-jor.

De mi experiencia personal y la de los maños con los Malawianos ya os he hablado un poco anteriormente, pero añadiré: que es muy duro experi-mentar en propias carnes ser considerado como un objeto de benefi cio más que como vecino y amigo. Sin embargo, ahí están gritando a nuestros oídos las obras de Chezi, Mtengo wa Nthenga, Kapiri y otras muchas más en Malawi y en toda África, que en defi nitiva, no son obras, sino nombres propios: Teresa, Brígida, Ángela, Juanita, Mercedes, María José, Rita, Inmaculada, Amparo, Ja-vier, Dionisio, Jesús... y tantos otros y otras más, escondidos bajo sus nombres. No, no es ideología lo que les lleva a actuar contra corriente, es una fuerza del amor que les quema dentro, un amor que viene de lo “Alto” y les hace pisar por tierra. Pasar haciendo el bien día a día, hora a hora. Son los huérfanos, los enfermos, los pobres, los marginados de este país, cuyo eslogan dice: “el corazón ardiente de África”.

En sus viajes también vieron a gente a la que el polvo del camino les impidió caminar: misioneros que vuelven a casa por cansancio, enfermedad, desaliento... son los heridos de la batalla que merecen todo nuestro respeto y admiración. Yo también me pude contar entre ellos hace pocos años, pues a todos, África nos pasa factura.

En cierta ocasión me decía Antonio: ¿Cómo es posible que haya que fi lmar, fotografi ar, grabar la miseria para poder mover los corazones de los es-pañoles? Es de pena que en España, en occidente en general puedan sacarse millones para el desarrollo pero no para ayuda fraterna. ¿Cómo es posible que a nadie pueda pedírsele un céntimo para ayudar a comprar un ladrillo para la casa de las Hermanas o del Catequista que son hoy por hay y aquí, los autén-ticos agentes de un desarrollo integro? ¿Cómo pueden los españoles y sus organizaciones ser tan ciegos que no vean que la realidad humana es mucho más compleja que lo que ellos tienen en sus programas de ordenador? Se podría ir y gritar en esos despachos de aire acondicionado, calefacción, bien amueblados e iluminados y con los medios más modernos, que la caridad no es sólo desarrollo y que el desarrollo ha de ser un desarrollo íntegro. ¿Cómo es posible que organizaciones basadas en la Caridad cristiana hayan de seguir la batuta de la sociedad y no la de Cristo? Es muy duro tener que decir a los amigos, incluso a los más íntimos que se permiten dar lecciones de coopera-ción a los misioneros: “¡eh colega, no te pases!”. -Parece un insulto pedir un euro para terminar una capilla-. Para los que nos llamamos cristianos parece como si tuviésemos vergüenza pedir para ayudar a los que tienen ilusión por construirse un lugar apropiado y un poco cómodo para rezar y “celebrar”, más que su fe, “su esperanza”… La verdad es que quien no vive esta situación, por bien que se la expliques, le cuesta comprenderla… Existe el hambre de pan, sin duda alguna, pero igualmente el de dignidad; de ser hombres e hijos del mismo Dios. Estos hermanos nuestros quieren dejar de ser objetos y ser más sujetos de su propio destino.

Los viajes de nuestros “primeros maños” a Malawi fueron y son gri-tos del corazón, encendido por una fe madura que hicieron (para sus propias vidas…) de sus viajes a Malawi, un cántico a la hermandad fraterna donde ya no hay barreras creadas por los prejuicios ni las diferencias. Sé que se sienten como iguales con los africanos y cada vez que han regresado a Malawi, saben que han vuelto a su casa.

Un abrazo desde el fondo del corazón con mis más sentidas gracias. ¡Ala pues…! ¡Hasta pronto!

Julio.

En la gala de entrega de subvenciones del Colegiode Médicos de Zaragoza...