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COSMÉTICA NATURAL AVANZADA MÓDULO I RECETAS DE COSMÉTICA NATURAL

CORPORACIÓN INTERAMERICANA DE MEDICINA INTEGRATIVA Y TERAPIAS HOLÍSTICAS | CIMITH 1

Módulo I

COSMÉTICA NATURAL AVANZADA

TEMA 1: ANTECEDENTES HISTÓRICOS.

TEMA 2: COSMÉTICA NATURAL.

2.1 Principales ingredientes de origen natural.

Aceites esenciales.

Aceites vegetales.

Hidrolatos, oleatos.

Mantecas.

Arcillas.

Ceras. Algas.

Alimentos.

Actividades de evaluación.



TEMA 1: ANTECEDENTES HISTORICOS.

Desde tiempos muy primitivos se ha dado buen uso de los productos de cosméticos

para embellecer tanto a hombres como a mujeres especialmente las últimas, han sentido

la preocupación de embellecer su rostro y su cuerpo.

En la historia de la humanidad los cosméticos se han asociado más a factores

estéticos que, con la protección de la salud, generando así una división o distinción entre

ambas.

En los pueblos primitivos los cosméticos tenían un carácter mágico. En China y la

India iban asociados a las prácticas religiosas, en Egipto a la medicina.



Las diferentes culturas a lo largo del tiempo han buscado la belleza a través de la

utilización de los productos que tenían a su alcance: plantas, hierbas, rocas, leche, miel...

Hasta llegar a las épocas más recientes en que la química e ingredientes sintéticos

comienzan a estar presentes tanto en artículos de higiene como de cuidado personal.

Actualmente, se aprecia una vuelta a lo natural y ecológico. Recuperar recetas

antiguas en las que se servían de elementos cotidianos y que provee la naturaleza sin

procesados complejos.

El gusto por preparar uno mismo aquello que se precisa, controlar todos los pasos

y ser conocedor de todo lo que contienen las cremas, champús, mascarillas que entran en

contacto directo con la piel.

La combinación de los conocimientos más antiguos con los modernos hacen

posible sacar el máximo aprovechamiento de los beneficios de plantas, flores, aceites y

ser respetuosos con el medio ambiente.

LA PREHISTORIA

Desde los orígenes del ser humano la imagen ha representado un papel muy

importante en la prehistoria. Se destacaban rasgos que fundamentalmente se centraban

en la fertilidad de la mujer, las que eran representadas en esculturas voluminosas...

En los grabados encontrados, en los que se esconde una gran preocupación

por la continuidad del grupo, destacan los de Oslo (Noruega) el cual reproduce la figura

de una mujer embadurnándose de grasa de reno, que tiene plasmado al lado del torso

femenino.



En Austria se encontró la conocida Venus de Willendorf, y en la costa azul francesa

la Venus de Grimaldi, en definitiva, siempre se ha intentado trasmitir la preocupación de

la mujer por su figura.

Los productos cosméticos de que disponía la mujer en la prehistoria se limitaban

prácticamente a la arcilla, tierras de distintos pigmentos colorantes o toscos productos

elaborados a partir de grasas de animales.

El afeite más antiguo que se conoce estaba compuesto por sulfuro de antimonio.

EGIPTO

Es el lugar donde se puede marcar como el inicio de la cosmética ya que en Egipto

cumplió un papel preponderante, dejando un amplio legado de frascos cosméticos que

han sido hallados en tumbas reales. Incluso al ser tan importante dentro de la sociedad

egipcia, antes de la aparición de la moneda, los productos cosméticos podían ser

utilizados como forma de pago.

Se dice que Cleopatra se bañaba en leche mezclada con miel así, como otra reina

egipcia que se caracterizó por el cuidado de su cuerpo fue Nefertiti. Las mujeres egipcias

se maquillaban, varias veces al día, empleando una crema de propiedades detergentes y

desengrasantes.

Utilizaban aceites (vegetales o animales) mezclados con polvo de piedra caliza.

Según el papiro médico Ebers encontramos un exfoliante a base de polvo de alabastro,

sal del Bajo Egipto y miel.

También este mismo papiro menciona:

Una crema contra las arrugas compuesta por incienso, cera, aceite

de moringa y ciprés.

El problema de la pérdida de cabello podía ser tratado con aceite

de ricino o mirto.

Al maquillarse los ojos utilizaban polvo verde de malaquita.



También cuidaban con mimo su higiene con jabones naturales y perfumaban su

piel con preparados a base de plantas, raíces e incluso especias. Destaca el uso de

incienso o mirra entre las ropas como desodorante.

Los egipcios son considerados los primeros en utilizar el perfume como arreglo

personal más allá del significado religioso.

GRECIA

La Civilización Greco-Romana perfecciona en cierto grado las técnicas de

maquillaje usando productos que le dieran importancia a la piel como protagonista

principal, buscando blanquearla preparaban una mezcla de harina de yeso, harina de

habas, tiza y albayalde (carbonato clásico de plomo) obteniendo luego resultados

contrarios ya que esta mezcla al contacto con el sol, oscurecía la piel del rostro.

Durante esta etapa es donde se conoce la creación del famoso y actual rímel, un

dato curioso es que fabricaban este producto para ennegrecer sus pestañas con huevos

de hormigas y moscas muertas machacadas.

Con el khol se pintaban los ojos de negro y azul, heredando también de los egipcios

los baños y masajes. También en esta etapa se elaboraban pestañas tejiéndolas con seda o

con pelo natural.

Los hombres se rizaban el cabello y la barba y llevaban las piernas depiladas.



Aparecen los "kosmetes", profesionales dedicados al cuidado y belleza del cuerpo.

Tal era el cuidado por la belleza que se decía que "en Atenas no había mujeres viejas ni

feas".

EDAD MEDIA

En la Edad Media la pobreza, las guerras y las epidemias produjeron que la

cosmética fuera casi abandonada, el culto al cuerpo se fue dejando

poco a poco.

La iglesia católica en su periodo de represión

no permitía que las mujeres utilizaran

productos que las hicieran ver atractivas o

deseadas, la vanidad o el culto al cuerpo eran

considerados pecados.

Situación que poco a poco se fue revirtiendo gracias a las Cruzadas en Occidente

del siglo XI al XIII, lo que derivó en un intercambio maravilloso de productos

cosméticos originarios de otras culturas.

RENACIMIENTO

El Renacimiento como su nombre lo indica fue una época en donde se "renació"

de un periodo oscuro anterior.

Los valores griegos y romanos fueron readquiridos, y la cosmética volvió a su

lugar dentro de la sociedad. El cuidado de la piel fue prioritario, sobre todo lograr un

aspecto sumamente blanquecino.

Sin embargo, la higiene era descuidada y la cosmética podía utilizarse para

esconder malos olores y suciedad. En el siglo XVI los monjes de Santa María Novella,

crean el primer laboratorio de productos cosméticos y medicinales.



A finales del siglo XVI se publican libros y tratados de belleza con toda clase

de recetas de cosmética y escritos para corregir defectos del cuerpo.

Existía una obsesión por el maquillaje y los perfumes. Al igual que la mujer, el

hombre también se maquillaba y buscaba dar a su aspecto cierto toque afeminado.

Algunos de los productos que utilizaban eran: la mezcla de miel con limón para suavizar

las manos, hojas de salvia con carbón de madera como dentífrico, pétalos de geranio para

lograr el rojo intenso en los labios, etc.

Todo ello con el objetivo de mostrar una buena apariencia como símbolo del

status social.

EL SIGLO XVIII:

Con la llegada de Catalina de Médicis a la capital

francesa, el centro europeo de la moda y la estética será

París.

Desde finales del siglo XVII y durante todo el siglo

XVIII las mujeres parisinas tendrán la "fiebre del

colorete". Todas parecían cortadas por el mismo patrón:

labios en forma de minúsculo corazón, extravagantes y

empolvadas pelucas, mejillas enrojecidas con

gran profusión de colorete, polvos esparcidos por el cuello y los

hombros, con lunares coquetamente repartidos por la cara y la espalda.

Los productos de belleza deben ser elaborados artesanalmente para comprarse en

los lujosos establecimientos de Faubourg Saint Honore y los peluqueros sustituirán a las

sirvientas de la corte componiendo excéntricas pelucas.

La época dorada de la cosmética se inicia en este siglo con las más sofisticadas

cremas, esencias y aguas. Los polvos se usaban con generosidad; para las pelucas, harina

de trigo y para la cara, harina de arroz.

La higiene personal va poco a poco retomando importancia. No obstante, los

perfumes continúan siendo imprescindibles para disimular los malos olores.

Con la Revolución Francesa el apogeo de la belleza decae. Y no es hasta el tiempo

de Napoleón cuando se vuelve a retomar con su esposa Josefina. Ya en esta nueva fase



cambian las tendencias se pasa a un aspecto lánguido y con cinturas muy estrechas, y las

pelucas desaparecen por bucles en las peluquerías parisinas.

Llega después el Romanticismo y con él la

languidez, los aires desvalidos, los talles ceñidos

y las minúsculas cinturas.

Es en este momento de refinada feminidad que

surge una nueva mujer que osa vestirse como

un hombre, que fuma cigarrillos puros y que

hace las mismas cosas que un hombre; es el

tiempo de George Sand. Pero no será

más que una moda pasajera, como un aviso de lo que en el siguiente siglo, el nuestro,

sucederá.

Retornan la palidez, los polvos emblanqueciendo el rostro y los hombros, los

cuerpos pequeños y las faldas de gran tamaño. Pero esta moda de la piel de porcelana se

contradice con el estilo de vida de las mujeres de la alta sociedad. Las copiosas

comidas dejarán señales inequívocas de una mala alimentación; piel que se quiere blanca

hasta lo increíble pero que se maltrata a diario.

Junto con las cremas se redescubre un remedio antiquísimo: los balnearios. El mar,

fuente de salud según los médicos de la época, era también lugar de obligada visita.

BELLEZA EN ORIENTE:

LA INDIA:

Este extenso y complejo país es muy rico en materias

primas para la estética. Los indios es el pueblo más longevo,

mientras los romanos vivían hasta una media de 25 años,

los chinos de 40 años, los hindúes vivían hasta los 50 años.

Los productos de belleza se han usado en la India desde

tiempo inmemorial en ritos religiosos y en la vida diaria,

sin que hayan experimentado evolución de importancia.



Las flores, el kohol y los polvos de azafrán se usan

cotidianamente y aun hoy en día los niños de este país pintan sus ojos con kohol por sus

poderes desinfectantes.

En uno de los libros más antiguos sobre medicina en el mundo, el "Susruta", se

explican cuidados de belleza con aceites perfumados, entre otras muchas recetas de

extractos vegetales dedicados a la estética.

La higiene, la belleza y el cuidado del aspecto eran para este pueblo muy

importantes.

CHINA:

Es una de las culturas con más antigüedad en la cosmética. En la historia de China,

la búsqueda del equilibrio perfecto entre la mente y la materia, el cuerpo y el alma, fue la

búsqueda de la inmortalidad.

A las mujeres les gustaba llevar la piel brillante y

luminosa, utilizaban polvos de harina y flores de alazor

para conseguir un tono blanco como el marfil, que las

distinguiera de las campesinas que por su trabajo tenían la tez tostada por el Sol.

Las cremas se elaboraban con pulpa de

frutas, aceites de té o grasas animales.

Las cejas era el rasgo más significativo de

su rostro ya que se asociaba con el atractivo

persona.

Debían estar muy perfiladas. A las mujeres de gran belleza se las llamaba “emai”

que significaba bellas cejas. Los labios también cobraban gran importancia

maquilándolos con un brillante color rojo.

Los perfumes eran elaborados a base de jazmín, camelias o de maderas aromáticas

como el pachulí.



JAPÓN

El país del "Sol Naciente" recogió muchas influencias de la belleza y la cosmética

chinas. Se preocupaban mucho por el maquillaje de los ojos y también por los cabellos.

Las japonesas sienten una especial predilección por mantener la piel blanca ya que

ese tipo de maquillaje era una forma de expresar la pertenencia a las clases más

altas de la sociedad.

El cuidado del cuerpo está íntimamente ligado en Japón a la vida religiosa, por lo

que los hombres y mujeres de este país han tenido siempre en aprecio el mundo de la

estética.

Aceites, pigmentos y polvos de alazor son algunos de los

productos que estas mujeres usaban para su belleza.

La tinta china embellecía también sus ojos.

El cabello era tratado con el máximo de atenciones, puesto que

tener el pelo negro, brillante y voluminoso era símbolo de gran

belleza.



SIGLO XX Y LA ACTUALIDAD

Nunca ha sido la estética tan activa y diversamente cultivada como en el siglo

XX. Las guerras y las revoluciones sociales trajeron cambios definitivos en la industria

de la moda y en la estética que en gran medida afectaron a las mujeres con su

participación en la lucha social y política.

El siglo XX ha impuesto diversas tendencias que dependen de motivaciones

económicas y de lo que se quiera mostrar.

Podemos destacar que a partir de los años 60 la tendencia es la de los cuerpos

delgados, gran altura, vientres lisos, cabello abundante, ojos grandes, nariz pequeña,

labios carnosos, senos simétricos y sólidos, piernas largas y delgadas, cadera marcada,

aunque no excesiva, cuerpos bronceados, y, sobre todo, jóvenes (sin arrugas).

Ha habido leves alternativas, por ejemplo, en los setenta, cuando predominó la

estética de figura recta, sin cadera ni pecho, alta y extremadamente delgada, tipo Barbie

en el trance de una severa dieta. De nuevo las caderas y pechos han adquirido formas

más redondeadas y voluminosas en las últimas tendencias.

Otra de las diferencias que se encuentran en esta época es la incorporación del

hombre a la industria cosmética como consumidor. Toman los hombres un papel

activo en el cuidado de su imagen dándole, cada vez más, la misma importancia que las

mujeres.

En la actualidad a la preocupación por la belleza en el mundo femenino se

une la ciencia, con lo que se pone a disposición de las personas multitud de nuevas

técnicas que desarrollan las mejoras estéticas.

Tratamientos de electroterapia, fototerapia, ultrasonidos, ozonoterapia y así

podríamos seguir enumerando los nuevos métodos disponibles.

También destaca el deseo de volver a lo natural, a productos que no han sido

procesados mediante técnicas agresivas que los despojan de su verdadera esencia.

Las elaboraciones caseras de cremas, champús, mascarillas cobran una importante

relevancia en el sector de la cosmética. Cualquier persona es capaz de preparar una

mascarilla adecuada a las características específicas de su cutis y lo que requiera.



Multitud de empresas suministran materias primas y utensilios con los que realizar

los preparados caseros, con garantías de seguridad.



TEMA 2:

COSMETICA NATURAL.

Una piel sana es fundamental para

el bienestar de nuestro cuerpo. Y, lo

mejor para conservarla joven, fresca y

luminosa es cuidarla con productos

elaborados a partir de sustancias

naturales que mantengan su equilibrio.

La palabra cosmética procede del

griego kosmetés, traducido como que

pone en orden o que adorna. En términos generales se aplica a todas las preparaciones y

elementos de uso externo para acondicionar y embellecer el cuerpo, limpiando,

coloreando, suavizando o protegiendo la piel, el pelo, las uñas o los labios.

Un cosmético según el Reglamento 1223/2009 del Parlamento Europeo es: “Toda

sustancia o mezcla destinada a ser puesta en contacto con las partes superficiales del cuerpo

humano (epidermis, sistema piloso y capilar, uñas, labios y órganos genitales externos) o con los

dientes y las mucosas bucales, con el fin exclusivo o principal de limpiarlos, perfumarlos,

modificar su aspecto, protegerlos, mantenerlos en buen estado o corregir los olores corporales.”

No se consideran cosméticos aquellos productos o preparados empleados para la

prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, así como los destinados a

ser ingeridos, inhalados, inyectados o implantados en el cuerpo.

Entendemos por belleza y cuidados naturales aquellos que se consiguen a través

del uso de productos directamente recogidos de la naturaleza o los que han sufrido un

proceso de elaboración respetuoso con el medio ambiente, libres de químicos, parabenos,

metales pesados y diferentes agentes tóxicos.

Como base de la formulación se usan aceites vegetales, mantecas y ceras vegetales,

aceites esenciales, extractos puros vegetales, algas e ingredientes producidos por las

abejas.

Actualmente, no existe normativa unificada ni detallada de los requisitos que

deben cumplir los cosméticos para garantizar que no contienen conservantes

artificiales y que proceden de cultivo ecológico.



Debido a este vacío las empresas certificadoras privadas establecen unos criterios,

que las marcas de cosméticos que lo deseen deben cumplir, para obtener un sello o

certificación que los acredite como naturales, ecológicos o veganos tanto en la

composición como en el proceso de fabricación y embalaje.

Algunos certificados de cosmética natural implican el cumplimiento de ciertos

requisitos mínimos en cuanto al contenido de ingredientes vegetales de cultivo

ecológico, lo que es fundamental no sólo en cuanto al impacto medioambiental, sino

también para la salud, minimizando la posible presencia de residuos tóxicos en el

producto.

De manera genérica los cosméticos naturales deben cumplir las siguientes

premisas:

Los productos de cosmética natural deber partir de una base únicamente

vegetal y mineral, sin base de petróleo (parafinas).

No admiten colorantes, conservantes ni perfumes sintéticos.

La cosmética y sus ingredientes no han de estar tratados por irradiación

radioactiva y se obtienen sin uso de tecnología genética.

No conllevan ensayos en animales.

Las certificadoras más importantes en Europa son, Cosmos estándar, Ecocert,

Natrue. Acene , ICada, entre otras que ofrecen un sello para cosmética natural,

ecológica, vegana atendiendo a los tipos de componentes y el porcentaje de presencia

en el producto final.



Es una decisión personal qué clase de artículos de belleza e higiene se van a

emplear. Determinados factores hacen más recomendables unos que otros.

Las ventajas e inconvenientes más comunes cuando es la opción natural la

elegida son:

Ventajas

El más destacado es el respeto a la piel al no tratarla con elementos

químicos que pueden alterar su PH y condiciones naturales.

Devuelve a la piel el equilibro natural, fortaleciéndola y mejorándola. Las

sustancias empleadas de origen vegetal y mineral son más afines a las

características de la piel, por lo que los resultados son más visibles y

profundos.



Al evitar el uso de parafinas (que bloquean los poros), se consigue que

los productos llegan a capas más profundas de la piel con lo que los

resultados son más efectivos.

La piel respira mejor y está menos sucia y apagada.

No provocan alergias en casi ningún caso ni efectos secundarios (salvo en

situaciones especiales muy concretas que hay que tener en cuenta).

Por la forma de su elaboración, que utiliza poca cantidad de agua, la dosis

de productos a utilizar es menor que en la cosmética convencional.

Al no llevar perfumes añadidos, no interfiere con otro tipo de olores.

Admite preparar elaboraciones personalizadas basadas en elementos

cotidianos como frutas, aceites, etc ajustándose a necesidades propias.

Son respetuosos con el medio ambiente.

Inconvenientes

El principal sería el coste más elevado de los productos. Debido en

gran parte al tipo de cultivo se incrementan los precios de las materias primas.

En los últimos tiempos han aparecido nuevas marcas con precios más

asequibles.

Dificultad de encontrar cosméticos naturales con certificación.

Hay que llevar un control del etiquetado para cerciorarse del origen de los

componentes.



La variedad y disponibilidad de determinados productos no es tan amplia

como en la cosmética convencional, por lo que es complicado encontrar

artículos específicos para pieles sensibles, pieles grasas, water proof…

Al no contener conservantes artificiales su duración en buenas condiciones

es menor.

La presentación, olor y textura puede no ser a la que se está acostumbrado,

resultando poco atractivos en los primeros momentos.

2.1 Componentes y presentaciones cosméticas:

Básicamente en un cosmético se pueden encontrar una mezcla de principios

activos, aditivos, excipientes y conservantes de diferente origen y con proporciones

también distintas que los engloban en una u otra categoría: natural, ecológico,

convencional, etc.

La cosmética se prepara con 3 grandes grupos de ingredientes:

Ingredientes de origen animal

Ingredientes de origen vegetal

Ingredientes sintéticos, muchos de ellos derivados del petróleo

Aunque se cuentan por miles las sustancias que pueden estar presentes, el

número en cada producto no suele ser superior a 20.



Principios activos. - consisten en la parte fundamental del producto ya que son

los encargados de hacer la función para la que se ha creado el cosmético:

hidratación, nutrición, regeneración, etc. Su origen puede ser animal, vegetal o

sintético, vegetal, mineral o semi sintéticos.

Las funciones más habituales para las que se incluyen en las formulaciones

o preparados son:

Regenerantes. - activan la producción de sustancias como el

colágeno o la elastina indispensables para un bue mantenimiento de

la piel.

Antioxidantes. - necesarias para disminuir las arrugas, flacidez o

manchas.

Hidratantes. - evitan la sequedad de la piel mediante la aportación

de agua y el control del paso a las células.

Nutritivas. - fortalecen el tejido cutáneo para mejorar la resistencia

frente al envejecimiento causado por la edad u otros motivos.

Protectoras. - previenen los daños ocasionados a la dermis por

agentes externos como el clima, la contaminación...

Presentación:


Algunos principios activos son:

Triclosan, que retrasa la aparición de olores corporales.

Refrescantes fisiológicos, como el mentol, caolin o almidón

que, efectivamente, producen sensación de frescor en la piel.

Lanolinas, que corrigen o

mejoran el estado del

cabello, acondicionándolo.

Los peróxidos o el agua

oxigenada, que aclaran los pigmentos oscuros del cabello al

destruirlos generando la decoloración.

Excipientes. - su labor es la de aportar la textura al cosmético y actúan como vehículo

para los principios activos.

Según el que se elija determinará la presentación (crema, gel, pomada). También

pueden aportar cualidades beneficiosas al propio principio activos según sus

características.

Agua.

Alcohol (etílico, isopropílico).

Propilenglicol.

Acetona.

Eter de alcohol (polietilenglicol).

Trietanolamina.

Aceites minerales y Aceites naturales.

Presentación:


Los más habituales son:

Emulsionantes- permiten integrar los componentes acuosos y lipídicos, por lo que

resultan fundamentales para obtener una textura homogénea y agradable. Son

comunes el ácido esteárico (stearic acid), el alcohol cetílico (cetyl alcohol) y el

glicerol monoesterato (glyceryl monoesterate).

Conservantes. - como su nombre indica su papel es el de mantener durante el

mayor tiempo posible las características cosméticas. Son básicos en las

elaboraciones que incluyen agua por la proliferación de bacterias.

Existen dos grupos esenciales: los que previenen la contaminación por microbios

y los estabilizantes químicos que previenen las alteraciones en la estructura química

del producto.

Antioxidantes: protegen de la oxidación responsable de alterar las

características del cosmético.

Pueden ser naturales como la Vitamina E o sintéticos, como el ácido

gálico, ascórbico.

Antimicrobianos y/o antifúngicos: se usan mezclas de

conservantes para complementarse las acciones antibacterianas y

antifúngicas.

Los parabenos, alcoholes y metilcloroisotiazolinona son los

empleados ampliamente en la industria. Los de origen natural

como alcoholes orgánicos o árbol de té.

Aditivos. - todos los elementos destinados a dar color y olor, mejorando las

propiedades organolépticas del artículo, pero sin cualidades tratantes.

Presentación:


Destacan los colorantes que se dividen en orgánicos de origen vegetal como el

polvo de remolacha o de origen animal, como el extracto

de cochinilla e inorgánicos que suelen ser óxidos

metálicos, como el óxido de hierro, las escamas de mica,

el manganeso, el óxido de cromo y el alquitrán de la

hulla.

Además de conocer los componentes presentes en la

gran mayoría de cosméticos, las diferentes formas en que se

presentan son otra de las cuestiones importantes a la hora de

hacerlos en casa.

Dependiendo de cuál sea la utilidad será más adecuado un formato u otro, para

garantizar el resultado idóneo.

Las presentaciones más conocidas son:

Ampollas. - suele usarse para sustancias

que no se podrían almacenar en grandes

cantidades porque, una vez abiertas, se

deteriorarían con facilidad, o en

cosméticos en los cuales la cantidad de

sustancia a aplicar

tiene que ser exacta.

Polvos. - se trata de una mezcla sólida,

la cual se ha dividido hasta conseguir

polvos más o menos finos, según el

resultado

que se desee. Puede darse un polvo compacto, como en los usados para el

rostro, u otros más ligeros como el que aspecto que presenta el talco.

Loción. - sustancia líquida para facilitar su aplicación. En el mercado

existen multitud de ejemplos como lociones de afeitado, para después del

sol…


Emulsión. - son compuestos formados por líquidos apenas solubles entre

sí que, dependiendo de sus ingredientes, otorgan a la piel humectación,

emoliencia e impiden la pérdida de agua.

Existen 2 tipos de emulsiones:

Emulsiones de aceite en agua (O/W del inglés Oil y Water):

contienen pequeñas gotitas de aceite en una fase acuosa.

Son de rápida absorción y se extienden con mucha facilidad, no

dejan brillos, además de que no taponan poros. Indicadas para

pieles normales o grasas.

Emulsiones de agua en

aceite (W/O del inglés

Water y Oil): agua

rodeada de una fase

oleosa.

Su absorción es más

lenta creando así una película protectora sobre la piel. Ideal para

pieles secas, sensibles y en productos resistentes al agua.

Crema. – la presentación aspecto más utilizada por estar constituida de

una base grasa que hace que su composición admita de una manera

sencilla los diferentes principios activos.

Las cremas a su vez se clasifican en:

• Anhidras que no contienen agua. Forman una película grasa

encima de la piel que impide la evaporación del agua de sus

capas más internas, actúan por oclusión.

• Emulsionadas que poseen una parte grasa y otra acuosa. Para

poder unir ambas partes se usa un ingrediente denominado

emulsionante.

• Pomada, forma casi sólida con componentes grasos en mayor

porcentaje.


Gel. - sustancias semisólidas, que se forman al tratar líquidos con

gelificantes. A la temperatura de la piel disminuye su viscosidad y pierde

rápido el agua No contienen lípidos, por lo que están recomendado en pieles

grasas.

Algunos ejemplos son el champú, gel de baño, gel fijador y gloss labial.

Perlas. - textura sólida de presentación de algunos productos. En

determinados casos su composición se funde con el agua caliente y libera

las sustancias líquidas o semi sólidas que contiene y, en otros, hay que

proceder a abrirlas para acceder al contenido.

Suspensiones. - son formas cosméticas en las que parte de sus

componentes se encuentran en estado sólido, dispersos dentro de una

sustancia líquida.

Salvo que las partículas sólidas sean de muy pequeño tamaño,

generalmente tenderán a depositase en el fondo del recipiente o a flotar

sobre la superficie si son menos densas que el excipiente. Por ejemplo, los

maquillajes fluidos, en los que las partículas de maquillaje se hayan

flotando en un excipiente acuoso o en una emulsión.

Otro ejemplo son los exfoliantes sólidos, en los que las partículas

encargadas de limar o desgastar la superficie de la piel son pequeñas

partículas sólidas suspendidas en algún tipo de excipiente emulsionado.

Sólidos en barra. - se producen cuando un excipiente se mantiene líquido

a elevada temperatura y se introduce en un molde, donde solidifica al

enfriarse. Los más conocidos y usados son las barras de labios.


Sólidos en pastilla. - similares a los

anteriores, pero en lugar de por enfriado de

un excipiente líquido calentado, se obtienen

por prensado y moldeado de sólidos. El

ejemplo más clásico son los jabones y más

actuales los champús.

Espuma. - preparado semisólido que lleva un componente gaseoso en forma

de burbujas todo ello envasado a presión. El gas al salir a presión junto con

el resto de compuestos, consigue la típica morfología de la espuma muy

común en fijadores capilares.

Aerosol o spray. - forma gaseosa que expide el producto mediante presión.

Existen emulsiones, geles, disoluciones e incluso suspensiones (pero

siempre con excipiente líquido) envasados con un gas que envía al cosmético

hacia el exterior en forma de pequeñas gotas. Deben ser agitado antes de

su uso y aplicarse de 10 a 20 cm de distancia, dependiendo del área y uso.

Los más habituales son los desodorantes y lacas.

Pulverizadores. – similar al formato de aerosol en que se propulsa al

exterior el cosmético en forma de pequeñas gotas.

La diferencia estriba en que no está

envasado a presión, sino con un émbolo que

aporta la fuerza para que funcione.

Dosificadores. - accionando el dosificador, permite seleccionar la cantidad

exacta de producto sin entrar en contacto con el resto.


La versión airless consiste en que, al presionar

sobre el dosificador, se genera un efecto de vacío que

hace que el producto sea empujado hacia fuera sin

introducir aire en el depósito, con ello es posible evitar

la contaminación del contenido por parte de agentes

externos.

2.2 Principales ingredientes de origen natural.

La importancia de los cosméticos y artículos de higiene naturales o ecológicos

radica en que estén libres de componentes de procedencia animal o artificial en todo o

parte de su desarrollo, sin renunciar a las bondades que aportan al cuerpo.

La UE aprobó la prohibición de testar cosméticos en animales, pero no así que los

contengan en sus fórmulas.

En el listado INCI (Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos) se

reconocen los componentes vegetales por el nombre de la planta en latín seguido de:

Aqua, water o distilate: para hidrolatos y aguas florales. Extract:

para extractos.

Oil: para aceites.

Butter: para mantecas vegetales. Wax:

para ceras vegetales.

El respeto al medio ambiente y el uso

responsable de los recursos naturales,

reduciendo el consumo de sustancias que

generan toxicidad en el planeta es otra de las

condiciones de la filosofía ecológica o natural.


Algunos de los principales componentes naturales que se emplean en la cosmética

natural se exponen a continuación.

Es preciso indicar que las propiedades de algunos de ellos varían según la época

de recolección, zona y métodos de obtención, por lo que se detallan las que son más

comunes sin perjuicio de que puedan contener otras también interesantes.

Aceites esenciales:

Los aceites esenciales son concentrados de materia prima

vegetal definida botánicamente, generalmente de composición

compleja, intensamente aromáticos, no grasos, volátiles y ligeros.

Se pueden encontrar en cualquier tipo de órgano

vegetal, pero principalmente, en flores y hojas.

Algunos ejemplos:

Flores. - azahar, rosa, lavanda. Hojas. -

citronela, eucaliptus, laurel. Corteza. -

canela.

Tronco. - palo de rosa, alcanfor, sándalo.

Raíces. - vetiver.

Semillas. - nuez moscada.


Según su uso se clasifican en:

Florales

Se emplean para combatir la fatiga y el estrés. También tienen

usos cosméticos por su delicadeza aromática y poder calmante.

Ejemplos son la manzanilla, lavanda y geranio.

Posibles contraindicaciones en embarazadas y personas

alérgicas.

Cítricos

Son valorados por sus cualidades antisépticas en los

procesos infecciosos. Por ello ayudan a combatir el acné,

eczemas, estrías. Refrescan el ambiente y aportan sensación de

energía. Como ejemplo, el limón, árbol de té, bergamota.

Resinas

Poseen propiedades regeneradoras de la piel. Ayudan a

combatir arrugas, estrías e inflamaciones cutáneas.

Suelen ser olores más intensos.

Tallos

Repelen los insectos y al mezclarse con otros aceites,

otorgan propiedades relajantes como el romero y eneldo.

Hojas

En esta parte de la planta se dan aceites equilibrantes que

benefician el cutis. El pachuli, menta o albahaca son los más

conocidos.


Estos aceites se incorporan a cremas, lociones, tónicos, champús, etc, así como en

preparaciones de recetas caseras, para aprovechar sus beneficios sobre la piel y también

por su aroma.

Para que un aceite ofrezca resultados óptimos en su aplicación, éste debe ser de

buena calidad y cumplir con todas las exigencias de envasado y conservación.

El aceite debe oler igual que la planta que lo produce.

Cuando se inhala tiene que producir la misma sensación que produce

la planta al olerla. Si no huele igual, no proviene de esa planta, lo que

significa que es adulterado.

Leer las etiquetas. Deben contener el nombre original botánico, la

parte de la planta de la que se ha extraído y cualquier componente

añadido. En las que aparece AEQT (Aceite Esencial QuimioTipado)

asegura que tienen 100% calidad pura y natural. Si además tiene

certificado “BIO”, significa que se ha obtenido a partir de plantas cuyo

cultivo ecológico está certificado por un organismo autorizado.


En su composición no tienen que aparecer colorantes, aditivos o

diluyentes químicos.

Los aceites necesitan estar protegidos de la luz por lo que la botella

debe ser oscura y de vidrio. Si la botella es clara el contenido puede

haberse deteriorado por el efecto de la luz, perdiendo algunas

propiedades.

No deben dejar manchas de grasa, ya que son muy ligeros.

Si aparece un cerco de grasa no se trata de un aceite esencial.

También es importante atender al grado comedogénico de los aceites esenciales y

vegetales. Ese dato hace referencia la capacidad de absorción por la piel, pero sin que se

ocasione obstrucción en poros.


Aquellas personas con cutis grasos y poros abiertos, deberán buscar aceites

(portadores y esenciales) con un índice entre el 0 y el 2.

• Precauciones de uso:

Los aceites esenciales son sustancias volátiles de composición bastante compleja

con gran variedad de moléculas que interactúan entre sí. La capacidad de algunas de

ellas de llegar al torrente sanguíneo a través de la piel, puede repercutir negativamente

en determinas personas, bien por su estado de salud, edad u otras circunstancias como

una sensibilización previa a un cierto aceite esencial o a algún adulterante del aceite

esencial.

Para prevenir posibles riesgos hay que tener en cuenta precauciones básicas y

siempre, en caso de duda, consultar con un profesional de la salud.


• Antes del primer uso, llevar a

cabo una prueba de

tolerancia. Bastará con poner

unas gotas del producto

en la muñeca o antebrazo y dejarlo

actuar durante un día.

Si se produce escozor, rojeces,

picor o prurito no usar.

• No utilizar durante el embarazo y lactancia.

• No emplear en bebés o niños.

• No dejar los aceites esenciales al alcance de los niños.

• Los ancianos y enfermos crónicos, deberán consultar con su médico la

conveniencia o no de utilizar aceites y cuáles son los adecuados según

su situación.

• Si se está bajo tratamiento médico, consultar con el especialista.

• Están contraindicados en personas que padezcan epilepsia.

• En caso de alergias asegurarse de la planta de la que procede el

aceite.

• No usar por vía oral, salvo prescripción médica.

• No utilizar directamente sobre la piel, siempre se deben diluir en un

portador, normalmente un aceite vegetal, antes de ser aplicados sobre

la piel.


• Evitar el contacto con los ojos, oídos, genitales, mucosas y heridas.

• Los aceites cítricos son fotosensibles, por lo que no conviene la

exposición solar después de su aplicación durante unas 6 -12 horas.

• Respetar la dosificación a la hora de realizar una mezcla.

• Asegurarse de que el producto está en buen estado y cumple con los

criterios de calidad precisos.

• Lavarse bien las manos antes y después de su uso, junto con todos los

utensilios empleados.

• El uso de un aceite esencial nunca reemplaza la recomendación de

un médico o especialista.

Albahaca Tonificante.

Árbol de té Antibacteriano, empleado para tratar el acné.

Azahar Revitalizante y tonificante. Ideal para cuidados de

las pieles sensibles.

Camomila Para pieles y uñas sensibles, secas o irritadas.

Embellece el aspecto del pelo si se incorpora al agua

del último aclarado, aportando reflejos rubios.

Enebro Tonificante y reafirmante. Aumenta la calidad del

cabello.

Eucalipto Tratamiento de la piel y cabellos grasos.

Jazmín Es un aceite caro por su dificultad para

conseguirlo. Calma y suaviza la piel seca.

Lavanda Muy utilizado por sus propiedades calmantes,

cicatrizantes y múltiples aplicaciones cosméticas.

Es el único aceite que se podría aplicar sobre todo

tipo de piel y sin necesidad de diluir.


Lemongrass Cítrico, fresco y energizante. Mejora las pieles

grasas por sus propiedades antisépticas.

Si se aplican unas gotas sobre el cabello

proporciona brillo y luminosidad.

Limón Antiséptico y astringente en piel y cabello graso.

Mejora el aspecto de las uñas.

Manzanilla Antinflamatorio para aliviar las zonas con piel

áspera, enrojecida y calmarla. Pieles sensibles.

Naranja Tónico perfecto para la piel ya que la revitaliza y

protege.


Neroli Es el aceite que se extrae de la naranja agria, por lo

tanto, es un cítrico. Está muy ligado a la belleza ya que

proporciona elasticidad, hidratación y luminosidad.

Pachuli Muy conocidos por su uso en perfumería y cosmética.

Repara el aspecto de la piel estropeada de

manos y pies. Regulariza la secreción de grasa en la

piel y el cabello.

Petit grain Es un cítrico de aroma suave y floral con efectos

depurativos y refrescantes. Eficaz en pieles

maduras.

Rosa Damascena Se considera uno de los aceites más caros.

Hidrata, regenera, tonifica y alivia la cuperosis.

Rosa Mosqueta Potente restructurante de los tejidos que atenúa las

marcas y cicatrices de la piel. Mejora la textura del cutis

y alivia la sequedad.

Romero Estimula el crecimiento del cabello y puede tratar

problemas de granos y puntos negros.

Salvia Es un antiséptico que mejora los procesos de

caspa en el cabello y las irritaciones cutáneas.

También, se usa para combatir los problemas de

sudoración y mal olor en los pies.

Ylang Cicatrizante con poder anti caspa. Revitalizante

para las uñas y el cabello.

Zanahoria Por su poder de regeneración de la piel, se

aconseja para las estrías y la elasticidad de la piel.

Aporta hidratación eficaz en la zona de los codos y

rodillas.


El método de extracción determina algunas características del aceite esencial, como

la viscosidad, el color, la solubilidad, la volatilidad, y puede enriquecer o reducir la

presencia de algunos componentes. Esencialmente se practican estos tres:

Destilación por vapor

El aceite se consigue al pasar el vapor a través de

la materia prima vegetal en un equipo adecuado.

El vapor puede proceder de una fuente externa o

generarse hirviendo agua debajo de la materia

prima o con esta dentro. El vapor

de agua y los vapores del aceite se condensan para, posteriormente, por decantación

separar el aceite del agua.

Destilación en seco

El aceite vegetal o esencial se obtiene calentando a gran temperatura los tallos o

cortezas en un aparato adecuado, sin añadir agua ni vapor.

Prensado en frío

La técnica del prensado en frío se reserva para las cáscaras

de los cítricos (limón, lima, naranja dulce, naranja

amarga). El aceite esencial de los cítricos se encuentra en

pequeñas bolsas situadas bajo la piel del fruto). Para llevar

a cabo esta técnica se utilizan prensas hidráulicas. A

continuación, se separa la pulpa y el aceite esencial en

una centrifugadora.


Aceites vegetales

Es importante saber que los AE no se pueden aplicar directamente sobre la piel,

por lo que han de diluirse en otra sustancia grasa. Los aceites vegetales, también conocidos

como portadores o de base, son los más adecuados para llevar a cabo esa función.

Esta clase de aceites no se

evaporan con facilidad, a diferencia de

los esenciales, por lo que prolonga la

vida de los anteriores y suma sus

propios beneficios a los del esencial.

Los de mayor calidad son los que se

extraen por presión en frío.

Estos aceites vegetales, llamados "insaturados", son materias de gran poder

emoliente y rápida absorción, con propiedades dermatológicas comprobadas. Algunos de

ellos, pueden ser usados por sí solos como base hidratante, desmaquillante o para calmar

la piel irritada.

El modo de empleo es muy sencillo. Basta con incorporar a la cantidad

requerida de aceite portador, las gotas del aceite esencial elegido. Todo ello se mezcla

para ser usado en el momento o bien pasa a conservarse en un lugar seco y protegido de

la luz.

Son la verdadera alternativa a las grasas derivadas del petróleo y de los animales y

su utilización en ciertas fórmulas permite a los profesionales (masajistas y estetas)

personalizarlas según el tratamiento.


se n

e

s e

La calidad de los aceites depende básicamente de la naturaleza de los ácidos

grasos que los componen, ya que algunos de éstos son indispensables para el

equilibrio nutricional de la piel.

La formulación de cosméticos utilizando aceites vegetales como fase oleosa,

además de proporcionar una preciada fuente de grasas naturales

ofrece otras ventajas destacables:

Propiedades dermatológicas y cosméticas:

• Total afinidad con la piel. A diferencia de los aceites y grasas minerales

tales como la vaselina, la mayoría de los aceites vegetales penetran fácilmente

en la piel. Cuando se aplican, se dispersan en finísimas gotitas, que van

penetrando por las glándulas sebáceas y el sistema polisebáceo al combinarse

con los lípidos cutáneos.


• Excelente compatibilidad con los aceites esenciales.

• Los ácidos grasos les confieren propiedades biológicas importantes.

• Aseguran la solubilidad y el transporte de diversos nutrientes.

• Ejercen una acción vitamínica (A, D, E, F, K, etc..) que mantienen la

salud de la piel.

• Son emolientes e hidratantes. Al ser aplicados sobre la piel suavizan,

lubrican y dan elasticidad. Nutren la piel (en mayor o menor medida en

función del tipo de aceite).

son:

Los aceites portadores o vegetales que se emplean generalmente


Almendras dulces. - es un producto natural que se obtiene del prensado en frío

del fruto del almendro. Se aplica en masajes por la facilidad que otorga en la

manipulación y los efectos beneficiosos para la piel que se suman a los del aceite

esencial con el que se mezcle.

Es uno de los aceites portadores más usados ya que por su suave aroma no

interfiere con los demás aceites aromáticos.

La mayoría de usos del aceite de almendras tienen que ver con la cosmética y el

cuidado cutáneo y capilar. De hecho, debido a sus propiedades, se emplea en el

tratamiento de problemas como los eccemas, alergias y acné.

Coco. - se obtiene del interior de los cocos maduros y es útil en pieles secas y

agrietadas proporcionando elasticidad y luminosidad.


A temperatura fresca, el aceite de coco se solidifica adquiriendo un aspecto similar

a la cera, pero se fundirá con un poco de calor, por ejemplo, el producido al frotarlo

en las manos. Por su índice comedogénico alto, no se recomienda en pieles o

cabellos grasos. Ayuda a aliviar los eczemas, psoriasis e inflamaciones por su alta

capacidad de penetración en la piel y para mantener el grado de humedad.

Germen de trigo. - es de consistencia más pesada por lo que no es adecuado usarlo

en mucha cantidad

y conviene combinarlo con otro aceite

esencial más ligero. Por su alto contenido

en vitamina E mejora por sí solo las

cicatrices, eccemas y marcas de la piel.

Aporta elasticidad

y combate las mancha y sequedad, pero no se aconseja a personas con pieles grasas

por posible aparición de acné.

Los celiacos no pueden usarlo.

Jojoba. - es muy utilizado en aromaterapia por ser muy estable y permitir mayor

duración en los preparados. Otra ventaja es que no posee olor, por lo que no

interfiere con las esencias que se desean tomar como base.

Los beneficios de este aceite radican primordialmente a nivel cosmético por lo que

se puede emplear como parte de la

rutina de belleza. Aporta hidratación a

la piel y mejora los procesos de acné

por su poder anti

bacteriano.

Es rico en vitamina E, por lo que tiene propiedades antioxidantes y consigue

proteger la piel de los radicales libres. Protege el color y la vitalidad del cabello

Oliva. - se extrae de las aceitunas prensadas, es uno de los más fáciles de encontrar

y muy popular. Posee mucha vitamina E y por su estabilidad, permite

elaboraciones más

duraderas.


Es muy usado para nutrir, hidratar y limpiar la piel

de todo el cuerpo, pero otorga una sensación

grasienta por lo que debe aplicarse en poca cantidad.

Ayuda a reducir la inflamación y el crecimiento de

bacterias.

El virgen extra es el adecuado como aceite portador en elaboraciones de

aromaterapia. Como su olor es fuerte, puede rebajarse con otro aceite vegetal más

ligero e inodoro.

Uva. - se extrae de las semillas, su textura es fina y ligera y casi inodoro. Es

fácilmente absorbido por la piel. Ideal para tensar y tonificar la piel y para tratar

el acné y otras afecciones cutáneas por sus propiedades astringentes.

Aguacate. - es un aceite pesado, profundamente penetrante y rico en vitaminas A y

D. Excelente en masajes por su alta capacidad de penetración Beneficioso para

pieles maduras, además de ayudar a aliviar la sequedad y la picazón de la psoriasis

y el eczema. No apto para cutis grasos.


Argán. - sus cualidades restauradoras para las células lo convierten en un

magnífico hidratante corporal, facial y capilar aportando suavidad y luminosidad.

También es un revitalizador para las uñas frágiles y quebradizas. Da brillo al

cabello al mismo tiempo que lo hidrata.

No obstruye los poros como otro tipo de aceites, por lo que las pieles grasas pueden

usarlo.

Semilla de albaricoque. - de color amarillo pálido, es ligero y huele débilmente

dulce. Puede ser absorbido por la piel sin dejar una sensación grasa o aceitosa

después de su uso ya que su índice comedogénico es bajo.


Es un buen aceite facial, rico en vitaminas A y B, que ayudan a curar y rejuvenecer las

células de la piel. Es ideal para tratar la zona de alrededor de los ojos y la boca, así

como para hidratar el escote o el cuello.

Sésamo. - tiene un fuerte olor y consistencia espesa, pero es una buena fuente de

vitamina E. Excelentes propiedades humectantes, calmantes y emolientes adecuado

en pieles maduras y para masajes. El cutis graso es preferible que elija algún otro.

Hidrolatos o aguas florales

En la destilación de aceites

esenciales, el vapor de agua arrastra a los

aceites, que al enfriarse se depositan en la

parte superior del alambique, dejando el

agua de la extracción debajo. Esa agua

contiene las mismas propiedades

terapéuticas que el aceite del cual se ha

extraído, pero en una proporción menor y

son los hidrolatos o aguas florales.

Los hidrolatos no presentan ningún tipo de restricción a la hora de usarlos, ya

que al no contener ningún ácido no provocan alteraciones ni en las pieles más sensibles.

Sin embargo, la composición de algunos de ellos no se conoce con precisión por

lo que es aconsejable hacer un test de tolerancia.

Además, una alergia o rechazo a

un aceite esencial es una

posibilidad clara de que

también ocurra con el

hidrolato correspondiente.

No necesitan ningún

excipiente para su uso como en

el caso de los aceites esenciales.


Los hidrolatos, al igual que los aceites esenciales, pueden utilizarse en sinergia, es decir, combinar varios de

ellos (se recomienda como máximo 3) para así multiplicar los efectos y completar

acciones que por sí solos no sería posible.

Se deben observar las mismas precauciones de conservación y uso que con los

aceites para que las propiedades y resultado sean más satisfactorios.

Según el tipo de piel unas aguas florales son más convenientes que otras, pero es

aconsejable ir probando varias hasta dar con la que resulte más agradable y adecuada.

Se pueden utilizar mañana y noche, para limpiar y reequilibrar el pH de la piel

como tónico y en spray como bruma corporal para refrescar y calmar, aportando la parte

líquida en mascarillas y otros preparados.

Añadiendo unas gotas a geles, cremas o champús de uso habitual se mejoran sus

cualidades y aromas.


Existe gran variedad de aguas florales, tantas como aceites.

Rosa damascena

Excelente tónico que hidrata y

suaviza la piel.

Aplicada en pulverizaciones

mantiene el aspecto terso del cutis

durante todo el día.

Muy usado en cosmética

antienvejecimiento para todo

tipo de pieles.

Lavanda

Equilibra la piel, reduciendo el

exceso de secreción grasa.

Posee una importante acción

antiinflamatoria, astringente,

calmante, refrescante, y

regeneradora.

Azahar

Se extrae de la flor de los

naranjos y se usa en cosmética

para equilibrar la piel. Perfecto

para pieles secas y sensibles ya

que aporta hidratación y ayuda a

regenerar la piel en casos de acné,

cicatrices y estrías.


Manzanilla

Estupendo calmante para cutis

irritados o sensibles.

Entre sus propiedades, también

figuran las antisépticas y

cicatrizantes que lo convierten en

un aliado natural de las pieles

con problemas de dermatitis o

rojeces.

Además, destaca por su acción

relajante y por su actividad

para fortalecer el cabello, sobre

todo el rubio.

Hamamelis

Ofrece beneficios calmantes,

astringentes y

vasoconstrictores.

Adecuado para pieles grasas y

mixtas ya que ayuda a cerrar los

poros.

Su capacidad para tensar la piel y

reducir la inflamación ayuda a

mejorar ojeras y bolsas.

En el cabello reduce la caspa y el

exceso de grasa sin irritación del

cuero cabelludo.


Jazmín

El aroma suave y delicado de

este hidrolato junto con las

propiedades de elasticidad e

hidratación que aporta a la piel

hacen que sea un tónico ideal

para pieles secas y

desvitalizadas.

Es particularmente útil en caso de

rojeces, picores y pieles secas o

desvitalizadas.

Menta

Por sus aplicaciones cosméticas se

recomienda en cutis grasos y

mixtos para retirar el exceso de

sebo.

Refrescante, astringente y

tonificante. También, neutraliza

la sudoración excesiva.

Romero Ideal para pieles grasas, tanto del

rostro como del resto del cuerpo,

por sus efectos antisépticos y

regeneradores.

Mejora la microcirculación

epidérmica y facilita la oxigenación

de la piel, por lo que está

presente en tratamientos contra

la celulitis.

Efectivo en tónicos capilares

aumentando la fuerza del cabello

y brillo.


Oleatos

Un oleato es un aceite vegetal que se deja macerar durante un tiempo junto con

raíces, semillas, hojas o flores. Como resultado de esta maceración, el aceite vegetal

escogido, además de contar con sus propias características y propiedades, adquirirá

también todas las propiedades y los aromas de la planta con la que se ha infusionado, pero

no es un aceite esencial.

Los métodos para efectuarlo son en frío o caliente. La opción en frío consiste en

introducir en un tarro de cristal oscuro estéril, las hojas, flores o elementos seleccionados

(trocitos muy pequeños) y cubrirlos con el aceite vegetal. Una vez bien cerrado se guarda

en un lugar seco protegido de la luz y el sol. El tiempo es variable, pero lo más habitual

es de 4 a 6 semanas.

Transcurrido ese plazo, se cuela y se guarda en botellitas de vidrio oscuro o ámbar.


En la preparación en caliente, se coloca las flores, hojas, tallos etc, en un cazo

cubierto del aceite vegetal y se pone al baño maría durante 30 minutos aproximadamente.

Se deja enfriar, se cuela y se guarda en botellitas de vidrio oscuras.

Es preferible usar en la elaboración flores y hojas ya secas para evitar posibles

descomposiciones durante el procesado.

Una vez listos sirven como base para algunas cremas, mascarillas, jabones, aceite

para masajes, tónicos...

Mantecas, ceras, arcillas y algas:

Las mantecas vegetales, procedentes de frutos y semillas, se diferencian de los

aceites en su alto contenido en ácidos grasos y su textura densa y espesa. Sus propiedades

nutritivas e hidratante las hacen interesantes para la belleza y el bienestar de la piel y el

cabello.

Debido a su consistencia más espesa es conveniente calentar la manteca en las

manos para posteriormente aplicarla y repartirla sobre aquellas zonas más resecas

Se pueden emplear solas o añadiéndolas a otros preparados cosméticos. En

personas con cutis o pelo graso hay que limitar o evitar su uso para no agravar ese

problema.

La manteca de karité es una de las que más se emplea para todo tipo de elaboraciones

naturales.

El Karité es un árbol que crece sobre todo en África central y cuyo fruto es una

especie de nuez, de la que se obtiene la grasa que luego será utilizada en multitud de

productos.


Su textura es similar a la cera a

temperatura ambiente, pero al entrar en

contacto con el calor corporal se convierte

en aceite siendo así, un producto muy

sencillo de aplicar en cualquier parte del

cuerpo.

Es excelente para prevenir estrías y arrugas, proteger zonas sensibles (labios) o

suavizar zonas de gran roce (codos y talones). Repara grietas, reduce la descamación,

devuelve la elasticidad a la piel y nutre profundamente. Ayuda a resguardar la piel de las

radiaciones UVB y UVA ambientales, actuando como protector solar.

Es un ingrediente no comedogénico. No obstruye los poros. Es por eso que sirve

especialmente para las pieles sensibles o que están afectadas de acné, manchas o

dermatitis.

Se puede adquirir pura o refinada. En el proceso de refinado, la manteca puede

perder alguna de sus propiedades.

Puede volverse rancia o caducar al cabo de 12 o 24 meses.

Otra de las más conocidas es la manteca de cacao. Se extrae de las semillas

tostadas de la planta de cacao.

Sus características emolientes y

lubricantes la convierten en un remedio

para tratar zonas resecas y dañadas. Su

alto contenido en vitamina E,

antioxidantes y vitaminas ayuda a

combatir los

radicales libres, evita el envejecimiento prematuro y la aparición de estrías.

Tiene un color amarillo claro (o beige) y conserva un olor dulce con

reminiscencias de chocolate.


En cosméticos se emplea para formular productos anticelulíticos, para eliminar

manchas y como cremas hidratantes. Una de las formas más conocidas es en las

tradicionales barras de cacao para hidratar los labios.

Para el cabello se convierte en muy buen hidratante para el pelo seco. También lo

hará más manejable en el caso de encrespamiento y fuerte evitando roturas a la hora

de peinarlo.

Esta manteca contiene una buena cantidad de vitamina E por lo que su vida útil

es bastante larga de entre 2 a 5 años, siempre que se mantenga en un lugar seco y fresco

evitando que se derrita.

La manteca de murumuru es una de las más nutritivas elaborada a partir de la

grasa vegetal de las nueces de murumuru que crecen en unas pequeñas palmeras en el

Amazonas. Es de consistencia sólida y color blanco amarillento.

La acción antioxidante y los ácidos

oleico, linoleico, y láurico la convierten en

un remedio eficaz contra los daños del

cabello, especialmente los más secos y

estropeados. Las líneas de belleza capilar

la incorporan en lociones,

champús, acondicionadores y tratamientos tanto para hombre como para mujer.

Ayuda a mantener la humedad en la piel prolongando la hidratación sin dejar una

película grasa.


Ceras naturales

Permiten dar a las cremas y emulsiones distintas consistencias, texturas y

facilitan las mezclas.

Todas ellas son repelentes del agua y se convierten en aceites cuando se calientan

(tienen puntos de fusión entre 35 y 95ºC).

Cuando están líquidas, se disuelven en el elemento al que se añadan y espesarán al

enfriarse a la temperatura ambiente. Brindan un efecto filmógeno sobre la piel y la

protegen de la deshidratación.

Cada vez existen más tipos de ceras con lo que se logra mejorar en las

presentaciones y en cuanto a la variedad en aromas y acabados.

Algunas de las más importantes son:

Candelilla.- proviene de la plante del mismo nombre y está presente en formulaciones

como lápices labiales, cremas, fijadores para el cabelo, etc., al crear una barrera

para contener los productos y que no se

difuminen.

Protege la piel y es humectante creando un textura

gruesa que se absorbe fácilmente. Las propiedades

físico-químicas son similares a la cera de abeja por lo que

es muy apreciada en preparados veganos.


Carnaúba.- se obtiene de las hojas de la palma y se utiliza en artículos labiales y

cremas. Una de sus particularidades es el gran brillo que posee.

En cosmética, la cera de carnauba a menudo actúa solo como un componente

auxiliar, principalmente para el engrosamiento, la absorción, la retención de

humedad y la formación de una superficie brillante.

Cera de arroz.- se extrae del aceite de arroz y éste, a su vez, se obtiene mediante

presión en frío de los granos de arroz. Esta cera presenta un color amarillo claro

muy

parecido al de la cera de abeja.

Suaviza la apariencia de la piel,

neutraliza los radicales libres y

preserva de las agresiones externas.

Es una buena aliada para los cutis

que presentan

brillos ya que matifica al reducir la secrección sebácea.

Cera emulsificante de oliva. - está compuesta de ácidos grasos de aceite de oliva

puro que aporta una gran suavidad a la piel y crean texturas de gran penetrabilidad.

Permite la realización de cremas y emulsiones muy penetrantes en perfecta afinidad

con la piel. Aporta un efecto hidratante de larga duración y una difusión progresiva

de los activos.

Cera Lanette. - se emplea para conseguir las emulsiones en cremas, lociones jabones

o pomadas haciendo que la mezcla se estabilice e unifique. Se absorbe fácilmente por la

piel sin dejar sensación de grasa.

Cera de abeja. - Es una sustancia producida por las abejas para proteger la colmena

de contaminantes y agentes patógenos. Está considerada como un producto natural,

y 100% ecológico cuando se practica la apicultura con cuidado.

Una de las grandes ventajas que posee es

su alto contenido en antioxidantes y que,

además, hidrata, suaviza y regenera la

epidermis.

Su uso más común es en cremas,


champús mascarillas, lápices labiales, jabones... Las personas

con alergia al polen no deben usarla.

Arcillas

Son una completa fuente natural de minerales y

oligoelementos que provienen de yacimientos excavados en la

roca. Se componen, principalmente, de silicatos de aluminio

mezclados con óxido de hierro, carbonato cálcico y magnesio.

La arcilla se trata para que quede libre de gérmenes y

biológicamente controlada, se seca en

hornos especiales o al sol para posteriormente triturarla y así conseguir una

granulación homogénea.

Los beneficios para la piel son muchos: depurativos, exfoliantes, aclarantes y

antienvejecimiento, entre otros. También es posible ponérselas en el pelo y así beneficiar

a éste y al cuero cabelludo de sus virtudes. Los tipos de arcilla disponibles se identifican

con facilidad porque tienen colores diferentes debido a la presencia de determinados

minerales o sustancias.


Caolín o arcilla blanca es la menos rica en oligoelementos de todas. Es un magnífico

desodorante que utilizado a modo de polvos talco, puede absorber el exceso de sudor

eliminando malos olores.

La de color verde, es una gran absorbente de impurezas, especialmente la

denominada bentonita muy rica en magnesio con un alto poder de filtración

indicada para pieles grasas o con acné y tratamientos anticelulíticos.

La arcilla roja contiene más cantidad de hierro lo que le otorga su tonalidad, Tiene

cualidades similares a la de la arcilla verde, pero reseca menos la piel por lo que se

recomienda para pieles sensibles.

Rhassoul es otro tipo de arcilla natural que proviene de Marruecos. Se utiliza en pieles

sensibles para proporcionar un efecto purificante, sin alterar la capa externa de la

epidermis. Otro uso que se le conoce a este producto, es como agente limpiador para

el cabello graso.

La arcilla rosa, verde o amarilla son algunas variedades que también se pueden

encontrar.

El modo de empleo, en la presentación en polvo, es muy sencillo, basta con mezclarla

con agua, hidrolato, oleato, unas gotas de aceite esencial o vegetal para aportar el

líquido suficiente hasta lograr la textura que permita extenderla sobre la zona a

tratar.

Posteriormente, se aclara con agua tibia y se hidrata la piel según sus características.

No debe aplicarse en la zona del contorno de los ojos, para evitar la formación de

arrugas.

Algas

Contienen elementos beneficiosos tanto faciales como corporales por su alto

contenido en oligoelementos, sales minerales, vitaminas y aminoácidos.

Su eficacia y función cosmética varía según la dosis y el extracto utilizado.


Depurativa: las algas estimulan la circulación y favorecen la eliminación

de toxinas.

Hidratante: tienen un gran poder hidratante sobre la piel, ya que liberan

unas sustancias gelatinosas que aportan mayor cantidad de agua a la

dermis.

Emoliente: por su contenido en sustancias gelatinosas que suavizan y

evitan la pérdida de agua de la epidermis.

Nutritiva: son muy ricas en glúcidos, minerales, vitaminas y

aminoácidos.

Tonificante: el aporte de minerales aumenta la elasticidad y el tono de

la piel disminuyendo su flacidez.

Gelificantes y texturizantes de formulaciones.

Una de las presentaciones son los micronizados de algas, muy utilizados

para tratamientos anticelulíticos y adelgazantes. Forman parte de cremas y también

constituyen extractos fluidos como producto potenciador de aplicación previa al masaje

y tratamientos de talasoterapia.


Las de uso más común son:

Algas rojas o rodofíceas. - que tienen unos pigmentos ficobilínicos que les

confieren el color rojizo enmascarando el color verde de la clorofila. Poseen

efectos hidratantes, tonificantes, suavizantes, drenantes, antioxidantes y

nutritivos. Son perfectas para tratar las piernas y resto de extremidades ya que

pueden evitar la hinchazón gracias a su efecto vasoconstrictor.

Algas pardas o feofíceas, suelen ser de gran tamaño y su hábitat son los climas fríos

y marinos. Deben su coloración a la presencia de pigmentos como la fucoxantina.

Se utilizan como espesantes cosméticos.

Algas verdes o clorofíceas, el 90% de ellas viven en agua dulce. La mayoría son

unicelulares y forman parte del plancton y son una importante fuente de oxígeno

para la atmósfera. Ayudan a descongestionar las pieles con exceso de grasa o con

mucha flacidez, debido a sus concentraciones de minerales como el yodo, mejora

en los episodios de inflamación.

Los alginatos proceden de las algas pardas, rojas y

algunas verdes y se encuentran presentes en forma

de sales de sodio, potasio, magnesio y calcios.

Son elementos muy apreciados en cosmética como

gelificantes, espesantes y formadores de películas

plásticas lo que los convierten en elementos

esenciales en la formulación de mascarillas.

Las mascarillas de alginatos facilitan el transporte de los principios activos

presentes en su composición haciendo más fácil su absorción a través de la piel.

Tras su aplicación, la mascarilla se endurece, lo que permite retirar el producto de

una sola vez de un modo limpio, cómodo y rápido.


Hay variedad de tratamientos faciales y corporales, válidos para cualquier tipo de

cutis y edad.

Alimentos presentes en cosmética.

La lista de alimentos que se utilizan para mejorar el aspecto de la piel del cuerpo,

rostro y cabello, no sólo por medio de su ingesta, sino con su aplicación externa es cada

vez más amplia ya que muchas firmas cosméticas apuestan por crear tratamientos

basados en ellos. Cremas, champús, mascarillas, exfoliantes son algunos ejemplos de lo

que se puede encontrar y también preparar de manera casera.

Las personas que padezcan alérgicas a alimentos concretos, también lo serán a las

preparaciones que los contengan.

Frutas

Las frutas suponen uno de los grupos de alimentos con

mayor aprovechamiento en productos de belleza y

cuidado facial y corporal. Las semillas, la cáscara, pulpa,

en extractos, concentrados y multitud de formas para

su aplicación.

Fresa: la fresa es rica en vitamina A, C, del grupo B y minerales. Al ser una fruta

depurativa, ayuda a reducir el exceso de grasa en la piel, a aliviar los síntomas del

acné y aclarar manchas.

Granada: muy rica en vitamina A, C y E, en potasio. Reduce y previene el acné

y ayuda a la regeneración celular reparándola y favoreciendo la cicatrización.

Limón: es un gran astringente para pieles grasas y acnéicas. Reduce las manchas

oscuras. Hay que tener cuidado ya que es fotosensible.

Plátano: mantiene la piel hidratada, nutrida y con brillo, puesto que contiene

grandes cantidades de vitamina A y C.


Papaya: está llena de nutrientes y de betacaroteno, por lo que es indispensable

para la regeneración celular y para evitar el envejecimiento. Es ideal para las pieles

con arrugas y cansadas, por lo que les aporta juventud.

Naranja: contiene vitamina C), betacaroteno, ácido fólico, potasio, calcio y

magnesio. Ayuda a mantener la piel tersa, elástica y luminosa. También a regular

el sebo de la piel.

Aguacate: el aguacate es un fruto rico en grasas saturadas, vitamina D, E y

minerales. Es ideal para la piel seca, escamosa, envejecida y opaca. Al ser rico en

aceites vegetales, es un antioxidante muy potente.

Uvas: tiene capacidades astringentes, vasoconstrictoras, antioxidantes y tónicas

que la convierten en una buena aliada contra las rojeces de la piel, mejorando la

microcirculación cutánea y la luminosidad.

Cereales

Se dispone de ellos en forma de aceite, harina, semillas, etc. El arroz, la avena, y

el trigo son los más empleados en belleza. Sus propiedades calmantes,

hidratantes y nutritivas se usan en fórmulas reparadoras del cabello y la piel.

Legumbres

La soja destaca especialmente por ser altamente proteica, rica en lecitina y

ácidos grasos omega-3 y omega-6. Aporta minerales como el hierro, cobre,

magnesio, fósforo, potasio, manganeso y vitaminas como la K, la tiamina, la

riboflavina y folatos.

Es un inmejorable aliado contra el envejecimiento cutáneo, por lo que las pieles

maduras se ven

favorecidas ya que mejora la

hidratación, previene la acción de los

radicales libres y estimula la creación

de colágeno.


Lácteos

La leche contiene minerales, vitaminas, A, D, E, grasas, sales inorgánicas,

caseína, lactosa y calcio. Su principal secreto está en el ácido láctico que posee,

perteneciente a la familia de los alfahidroxiácidos o AHA (Alfa Hidróxidos).

Estos ácidos estimulan la producción natural de colágeno y biotina, que ayudan a

retener la humedad y como protector frente a agresiones externas.

El yogur es uno de los ingredientes que está muy presente en las recetas caseras y

fabricadas para embellecer el cutis y el cabello. Las proteínas que contiene hidratan

las capas más profundas y aportan firmeza y suavidad. Contiene zinc y posee un pH

ácido, por lo que es ideal para reducir la grasa

cutánea y limpiar de células

muertas. El ácido láctico

presente en su formulación es un

potente anti-envejecimiento, lo

que retrasa la aparición de líneas

finas y arrugas.

Miel y derivados

Los productos de la colmena se adaptan a las formulaciones de cosméticos

hidratantes, nutritivos y regeneradores. El extracto de polen, própolio o la jalea

real son un claro exponente.

Verduras y hortalizas

La calabaza, zanahoria, pepino o tomate se incorporan como base de cremas y

tratamientos corporales de diferentes marcas cosméticas. Poseen cualidades

seborreguladoras, hidratantes, antiarrugas y suavizantes.

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