cría masiva de diatraea saccharalis y su agente de control ... · las estrategias que el hombre ha...

74
Cría masiva de Diatraea saccharalis y su agente de control biológico Cotesia flavipes en condiciones de laboratorio Tesis para optar al grado de MAGÍSTER EN CIENCIAS AGRARIAS (Orientación Producción Sostenible) Tesista: Lic. María del Pilar Medina Pereyra Director: Dr. Mariano Ordano Directora Asociada: Mg. Ing. Agr. Analía Ruth Salvatore Comisión de Supervisión: Ing. Agr. Adriana Jaime Dra. Marta Yasem de Romero Facultad de Agronomía y Zootecnia Universidad Nacional de Tucumán 2013

Upload: others

Post on 30-Apr-2020

3 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Cría masiva de Diatraea saccharalis y su agente

de control biológico Cotesia flavipes en

condiciones de laboratorio

Tesis para optar al grado de MAGÍSTER EN CIENCIAS AGRARIAS

(Orientación Producción Sostenible)

Tesista: Lic. María del Pilar Medina Pereyra

Director: Dr. Mariano Ordano

Directora Asociada: Mg. Ing. Agr. Analía Ruth Salvatore

Comisión de Supervisión:

Ing. Agr. Adriana Jaime

Dra. Marta Yasem de Romero

Facultad de Agronomía y Zootecnia

Universidad Nacional de Tucumán

2013

A mis padres,

Lucrecia y Victor Hugo,

por inculcarme el valor

del estudio y la superación.

“Mi pasado, Señor,

lo confío a tu misericordia,

mi presente a tu amor,

mi futuro a tu providencia”.

San Pío de Pietrelcina.

AGRADECIMIENTOS

Al Dr. Mariano Ordano, no sólo por dirigirme brindándome generosamente su

tiempo y conocimientos, sino también por alentarme constantemente a superar

obstáculos y limitaciones para encontrar los frutos en el trabajo realizado.

A la Mg. Ing. Agr. Analía Salvatore por la colaboración en la dirección de tesis

sumando un valioso aporte de conocimientos, experiencia y calidez humana.

A la Dra. Marta Yasem y a la Ing. Agr. Adriana Jaime, miembros de la comisión

de supervisión, por las sugerencias y cuidadosa revisión del manuscrito.

A la Fundación Miguel Lillo, al Ingenio y Refinería San Martín del Tabacal y a

la Dra. Carmen Reguilón, directora del Proyecto que dio marco para el desarrollo de

esta tesis, así como también al plantel técnico del mismo.

A los Sres. Marcos Pérez Visñuk, Luis Morales, Leopoldo Risso y José Luis

Moyano por la colaboración activa en los experimentos realizados.

Al Lic. Hugo Pablo Pereyra de la Fundación Miguel Lillo por la ilustración de la

portada.

A mi esposo Victor por su contención y apoyo en los momentos necesarios.

INDICE GENERAL

RESUMEN 1

SUMMARY 3

1. INTRODUCCIÓN GENERAL

1.1. Introducción 4

1.2. Sistema de estudio 5

1.2.1. Diatraea saccharalis: características 5

1.2.2. Daños e importancia económica 6

1.2.3. Cotesia flavipes: características 8

1.2.4. Antecedentes como agente de control biológico 9

1.3. Hipótesis general 9

1.4. Objetivos generales 9

1.5. Objetivos específicos 10

2. CICLO DE CRÍA MASIVA EN LABORATORIO 11

3. EFECTO DE LA DIETA

3.1. Introducción 16

3.2. Materiales y métodos 17

3.2.1. Composición de las dietas 17

3.2.2. Procedimiento en el laboratorio 18

3.2.3. Análisis de datos 20

3.3. Resultados 21

3.4. Discusión 27

4. EFECTO DE LA DENSIDAD Y PROPORCIÓN SEXUAL

SOBRE LA FECUNDIDAD DE DIATRAEA SACCHARALIS

EN CONDICIONES DE LABORATORIO

4.1. Introducción 29

4.2. Materiales y métodos 30

4.2.1. Procedimiento 30

4.2.2. Análisis de datos 34

4.3. Resultados 34

4.4. Discusión 36

5. EFECTO DEL NÚMERO DE PARASITOIDIZACIONES

5.1. Introducción 37

5.2. Materiales y métodos 38

5.2.1. Procedimiento 38

5.2.2. Análisis de datos 39

5.3. Resultados 40

5.3.1. Efecto de parasitoidismo simple o doble 40

5.3.2. Efecto del número de vasos utilizados para realizar

dos parasitoidizaciones

44

5.4. Discusión 46

6. EFECTO DE LA EDAD LARVAL DEL HUÉSPED

6.1. Introducción 48

6.2. Materiales y métodos 49

6.2.1. Procedimiento 49

6.2.2. Análisis de datos 50

6.3. Resultados 50

6.4. Discusión 55

7. CONCLUSIÓN GENERAL 56

8. BIBLIOGRAFÍA 59

9. ANEXOS

9.1. Anexo 1: Dieta artificial. Composición 67

9.2. Anexo 2: Preparación de la dieta 68

1

RESUMEN

Una herramienta del control biológico de plagas es la cría masiva de parasitoides

o enemigos naturales para la liberación en el campo. En este sentido la cría masiva en

laboratorio, tanto de Diatraea saccharalis, una plaga de gran interés económico, como

de su parasitoide Cotesia flavipes, ha dado lugar a estudios destinados a su ajuste y

mejoramiento, desde principios del siglo XX.

El presente trabajo aborda problemáticas de la cría masiva en laboratorio

tomando cuatro puntos esenciales dentro de una amplia gama de factores que se pueden

considerar en el proceso.

Para estudiar el efecto de la dieta artificial sobre la producción se llevaron a cabo

ensayos considerando once combinaciones de harinas y antibióticos incluidos en una

dieta base. Los resultados mostraron que dietas con harina de poroto y una dosis doble y

única de ampicilina como antibiótico se relacionan con una mayor supervivencia pupal

de D. saccharalis y una mayor cantidad y eficiencia en la producción de cocones de C.

flavipes.

El efecto de la abundancia y proporción sexual de D. saccharalis sobre la

fecundidad fue estimado mediante el conteo de adultos en jaulas de oviposición, en

relación al número de huevos para el total de posturas encontradas. Se observó que la

proporción sexual (número de hembras / número total) por jaula se relacionó

negativamente con el número de huevos predicho, mientras que el número de mariposas

por jaula mostró una relación no lineal con el número de huevos.

Para conocer el efecto del número de parasitoidizaciones sobre la producción de

cocones se realizaron experimentos considerando el efecto de una o dos

parasitoidizaciones de C. flavipes en larvas de D. saccharalis, realizadas en forma

manual y controlada. Los resultados sugieren el uso de parasitoidismo simple (una sola

oviposición).

Por último se estudió el efecto de la edad larval de D. saccharalis a la cual se

produce la parasitoidización, tomando como referencia cinco edades en días: 17, 18, 19,

20 y 21. Los resultados obtenidos mostraron que el éxito en la producción de cocones

fue más alto en larvas de 18 y 19 días, lo mismo que para el número de adultos y

hembras emergidas de C. flavipes. La proporción sexual de C. flavipes (H:M) fue

decreciente desde larvas de 17 a 21 días. Considerando un óptimo en larvas de D.

saccharalis de 17 a 19 días se encontró que larvas más jóvenes promueven una

2

proporción sexual sesgada a hembras, mientras que las de mayor edad favorecen la

producción de cocones. La combinación de resultados de éxito en producción de

cocones y proporción sexual sugiere el uso de larvas con 17 días.

3

SUMMARY

A tool of biological control of pests is the mass rearing of parasitoids and natural

enemies for release in the field. In this sense the mass rearing in the laboratory, both of

Diatraea saccharalis, a pest of great economical interest, and its parasitoid Cotesia

flavipes, has led to studies aimed at the adjustment and improvement, from the early

twentieth century.

This paper take up problems of mass rearing in the laboratory taking four

essential points in a wide range of factors that may be considered in the process.

To study the effect of artificial diet on production, trials were carried out

considering eleven combinations of flour and antibiotics included in a basal diet. The

results showed that bean meal diets and a double and single dose of antibiotic ampicillin

was associated with increased pupal survival of D. saccharalis and a greater number

and efficiency in production of C. flavipes cocoons.

The effect of abundance and sex ratio of D. saccharalis on fertility was

estimated by counting adults in oviposition cages in relation to the number of eggs for

total egg-layings found. It was observed that sex ratio (number of females / total of

butterflies) per cage was negatively related to the number of eggs predicted, while the

number of butterflies per cage showed a nonlinear relationship with the number of eggs.

To know the effect of number parasitoidism on the cocoons production

experiments were performed considering the effect of one or two ovipositions from C.

flavipes on D. saccharalis larvae, made by controlled form. Results suggest use of

parasitism simple (a single oviposition).

Finally was studied the effect of D. saccharalis larval age to which parasitoidism

occurs, with reference to five ages in days: 17, 18, 19, 20 and 21. Results showed that

success in cocoons production was highest in larvae of 18 and 19 days, as well as to the

number of adults and emerged females of C. flavipes. The C. flavipes sex ratio (H: M)

showed a decrease from larvae of 17 to 21 days. Considering an optimal larval D.

saccharalis 17 to 19 days it was found that youngest larvae promote a female biased sex

ratio, whereas oldest ones favored cocoon production. The combination of successful

results in cocoons production and sex ratio data suggest the use of 17 days larvae.

4

1. INTRODUCCIÓN GENERAL

1.1. Introducción

Las estrategias que el hombre ha desarrollado a lo largo de la historia frente a las

plagas que afectan los cultivos para su producción y consumo se vieron matizadas por

distintos tipos de control. Pero fue la generalización del uso de insecticidas,

especialmente desde la segunda mitad del siglo XX y atravesando una fase de control

químico indiscriminado, lo que planteó una creciente tendencia mundial a la reducción

y uso racional de los agroquímicos, como medida para disminuir los efectos nocivos

que pueden provocar tanto en el proceso productivo como en el medio ambiente y la

salud humana (Romero, 2004). De este modo, atravesando sucesivas etapas de control

químico, se fue gestando una nueva manera de concebir la fitoprotección,

desarrollándose el concepto de “Manejo Integrado de Plagas” (MIP). Este concepto fue

definido por la FAO en 1967 como “un sistema de manejo de plagas que, en el contexto

del medio ambiente asociado y las dinámicas de poblaciones de las especies plaga,

utiliza todas las técnicas y métodos adecuados de la manera más compatible posible y

mantiene las poblaciones plaga a niveles por debajo de aquellos que causan un daño

económico” (Dhaliwal et al., 2004). La Comunidad Económica Europea propone su

definición como “la aplicación racional de medidas biológicas, biotecnológicas,

químicas, de cultivo o de selección de vegetales que hacen que el uso de fitosanitarios

químicos se limite al mínimo necesario para mantener la población de la plaga en

niveles inferiores a los que producirían daños o pérdidas económicas inaceptables”

(Pérez Moreno, 2000).

Por su parte el control biológico es una práctica comprendida en el MIP y es

definida por la Organización Internacional de Lucha Biológica (OILB) como "la

utilización de organismos vivos, o de sus productos, para evitar o reducir las pérdidas o

daños causados por los organismos nocivos" (Guédez et al., 2008).

Se pueden distinguir tres tipos: el control biológico clásico comprende

frecuentemente la importación y colonización de parasitoides o predadores. Las

liberaciones se realizan con un pequeño número de insectos (inoculativas) como una

medida de control a largo plazo. Un segundo tipo es el control biológico natural referido

a la conservación de poblaciones de enemigos que ocurren naturalmente por medio de la

manipulación favorable de su ambiente cultural. El tercer tipo es el control biológico

5

aplicado, el cual se realiza por medio de liberaciones inundativas o aumentativas (Parra

et al., 2002). Es así que las liberaciones de agentes de control biológico (ACB) que se

realizan de esta manera en el campo requieren de una provisión abundante y constante

de estos organismos que en la mayoría de los casos se hace posible gracias a las crías

masivas de insectos en laboratorio. Este sistema ha sido adoptado en distintos países en

el contexto del conjunto de prácticas acordes a principios de desarrollo sustentable.

Enfocado en un caso particular de cría masiva de huésped-parasitoide, que ha

dado origen a distintos métodos de trabajo en diferentes países, en esta tesis se propone

investigar qué factores afectan el desempeño y la eficiencia de producción de Cotesia

flavipes Cameron (1891) a partir de su huésped Diatraea saccharalis Fabricius (1794)

en condiciones de laboratorio. Dado que la estabilidad de un sistema de control

biológico aumentativo basado en la cría masiva del ACB requiere que sea lo menos

costoso posible, es importante llevar a cabo un control de calidad y mejoramiento de la

eficiencia del proceso de cría masiva. Desde un enfoque biológico, este estudio

permitiría hacer más eficiente y rentable el proceso de producción del ACB C. flavipes,

de importancia para su uso como herramienta en el control biológico del gusano

barrenador de la caña de azúcar.

1.2. Sistema de estudio

1.2.1. Diatraea saccharalis: características

Diatraea saccharalis es un insecto lepidóptero que pertenece a la familia

Crambidae, se lo conoce comúnmente como el gusano perforador o barrenador de la

caña de azúcar, aunque éste no es el único cultivo que ataca. También causa daños en

cultivos de maíz, arroz, avena, sorgo y trigo. Es la especie más ampliamente distribuida

en América, prefiriendo zonas cálidas y húmedas, extendiéndose desde el sur de los

EE.UU. hasta el centro de Argentina (faja maicera). De las especies citadas para

Argentina, dos afectan a la caña de azúcar: D. saccharalis y D. dyari Box (1930)

(Kalnay, 1984).

Estos insectos, por ser holometábolos, cuentan con cuatro estados de desarrollo

en su ciclo de vida: huevo, larva, pupa y adulto. Los huevos de forma aplanada y

ovalada miden en promedio 1.15 mm de largo y 0.05 mm de ancho. El color crema

6

inicial de los embriones se torna más oscuro con la madurez (pasando por un color

amarillo hasta marrón) por efecto de la visualización de las cápsulas cefálicas de los

embriones en el interior. Las larvas son de tipo eruciforme, con tres pares de patas

torácicas, cuatro pares de pseudopatas abdominales y un par anal. Recién emergidas del

huevo tienen color amarillento, al crecer alcanzan 20 a 33 mm de largo y poseen dos

series de puntitos con pelos en el dorso. Las pupas son de tipo obtecta, de color marrón

y 16 a 20 mm de largo. Como característica poseen dos protuberancias cortas en la

cabeza. Esta polilla presenta dimorfismo sexual, siendo las hembras más grandes y con

un abdomen más voluminoso que el de los machos. La expansión alar es de 18 a 28 mm

en machos y 27 a 39 mm en hembras. Las alas anteriores son más pigmentadas en los

machos y poseen dos líneas oblicuas más destacadas que en las hembras, las alas

posteriores son blanquecinas (Layward, 1942; Willink, 1982; Pinto et al., 2006).

La duración de cada uno de los estados como del ciclo completo varía

principalmente de acuerdo a las condiciones climáticas. La cópula es nocturna, las

hembras oviponen luego de la misma durante tres o cuatro días depositando en las hojas

de plantas hospederas aproximadamente 300 huevos en grupos de 2 a 50 y de manera

imbricada. En estudios hechos en laboratorio, Linares (1987) señala un valor promedio

de 538,60 huevos por hembra a 26,06 ˚C. La duración de esta fase disminuye de seis a

cuatro días, con el aumento de temperaturas entre 26 a 30˚C. En el campo, una vez que

las larvas emergidas alcanzan el segundo estadio, perforan el tallo y abren una galería

donde se alimentan y crecen pasando generalmente por 4 estadios más. La etapa larval

dura de 25 a 30 días aproximadamente hasta alcanzar el estado de pupa. Luego de un

período de 5 a 9 días emerge el adulto que vive de 3 a 8 días (Willink, 1982; Capinera,

2001; Santillana et al., 2003).

1.2.2. Daños e importancia económica

Esta especie representa una plaga de gran importancia en el cultivo de la caña de

azúcar, debido a su amplia distribución y a la incidencia negativa en la productividad

del mismo (González, 1984). En las regiones cañeras de Argentina y en la provincia de

Tucumán, esta plaga adquiere una particular importancia si se toma en cuenta la

trascendencia económica y social que tiene este cultivo ya que la provincia es la

principal productora argentina de caña de azúcar, con el 66% de la producción nacional

(Pérez et al., 2007).

7

La acción primaria del gusano perforador de la caña de azúcar es la formación de

galerías (Fig. 1), que trae como consecuencia una reducción del peso y número de tallos

por hectárea. Además las perforaciones actúan como puerta de entrada de hongos y

bacterias que son los responsables del deterioro de los tejidos que inciden

negativamente en la calidad, pureza y contenido de sacarosa del jugo de caña extraíble.

Figura 1. Daños causados por Diatraea saccharalis en caña de azúcar.

Cañas variedad LCP 85-384. Infestación natural forzada en campos experimentales de la Estación

Experimental Agroindustrial Obispo Colombres. Tucumán. Febrero de 2009.

Además existen otros daños que afectan la calidad vegetativa, como la aparición

de brotes laterales, atrofia de entrenudos y muerte de la yema apical, síntoma conocido

como “corazón muerto” (Risco, 1971; Willink et al., 1999).

Se han detectado focos de ocurrencia de esta plaga en nuestra provincia, los

cuales presentan un índice de infestación promedio de 5 a 8%, de acuerdo a datos

relevados durante las campañas 2003 al 2007 (Salvatore et al., 2008), llegando en

algunos casos a un 60%. En términos de producción azucarera la pérdida estimada es de

650 gramos de azúcar por tonelada de caña por punto porcentual de infestación

(Salvatore et al., 2009).

Aunque se conocen en otros países variedades de caña que presentan diferentes

grados de resistencia a D. saccharalis, por ejemplo las variedades CP70-321 y CP65-

357 en Louisiana, EE.UU. (Bessin et al., 1990), las variedades comerciales más

difundidas en Tucumán, tales como LCP 85-384; TUC 77-42; CP 65-357; RA 87-3 y L

75-33, presentan escasa o nula resistencia a la plaga y la susceptibilidad al ataque es

semejante entre ellas (Salvatore et al., 2008). A estos datos se puede agregar el hecho de

8

que el uso de productos químicos (insecticidas) sólo puede hacerse efectivo en los

primeros estadios larvales, es decir, antes de que la larva penetre los tallos (Schexnayder

et al., 2001), debido al hábito barrenador de esta larva que la protege de los controles

químicos.

1.2.3. Cotesia flavipes: características

Cotesia flavipes es un microhimenóptero, gregario, originario de la región Indo-

Australiana. Fue introducido en más de 40 países de los trópicos y subtrópicos en Asia,

África y América como parasitoide de larvas de barrenadores del género Diatraea,

Chilo y Sesamia (Polaszek y Walker, 1991).

Esta avispa pertenece a la subfamilia Microgastrinae dentro de una familia

considerada la segunda más numerosa del orden Hymenoptera, Braconidae. La gran

diversidad de esta familia incluye 15.000 especies a nivel mundial, de las cuales se

encuentran 318 aproximadamente en la Argentina. Todas ellas de hábito parasítico no

manifiestando preferencia por regiones tropicales o templadas o por ambientes húmedos

o áridos (Berta y Ovruski, 2008).

El cuerpo es de color negro y mide en promedio 4 mm de longitud. El largo de

las antenas filiformes, situadas por encima de una repisa en medio de los ojos

compuestos, permite diferenciar machos y hembras. Ambos poseen el mismo número de

segmentos antenales (18) siendo en las hembras visiblemente más cortos (Cueva et al.,

1980; Achterberg, 1990).

El ciclo de vida dura en promedio 20 días. Las hembras introducen sus huevos

en el hemocele de larvas preferentemente de tercero a sexto estadio, desarrollándose en

su interior, es decir, son endoparasitoides como las especies de la mayoría de las

subfamilias de Braconidae (81%) (CAÑAMIP, 2000). Además son koinobiontes porque

permiten el desarrollo del huésped por un tiempo luego de ser parasitoidizado. El

período de incubación es de tres a cuatro días, pudiéndose desarrollar más de un

parasitoide por huésped parasitoidizado, por una única hembra o por hembras de la

misma especie, condición conocida como parasitoidismo gregario (Anento y Selfa,

1997). La larva madura se forma en ocho a diez días y luego de pasar por 3 estadios

emerge a través de la cutícula del huésped para formar la pupa dentro de un capullo

(cocón) construido por la larva. Este período tiene una duración de dos a tres días, luego

de lo cual emergen los adultos que viven aproximadamente cinco días. C. flavipes tiene

9

mecanismo haplodiploide de determinación del sexo (o arrenotoquia), las hembras

ponen huevos fecundados (diploides) que dan lugar a hembras y huevos no fecundados

(haploides) que se desarrollan partenogenéticamente en machos (Berta y Ovruski,

2008).

1.2.4. Antecedentes como agente de control biológico

A nivel mundial la búsqueda de agentes de control biológico para su utilización

en D. saccharalis ha sido exhaustiva. Por los logros obtenidos, el microhimenóptero C.

flavipes, se ha considerado exitoso como controlador natural en relación a otros

parasitoides (Smith y Bellotti, 1996).

La primera introducción de C. flavipes en América ocurrió en Florida, en la

década del 60 (Gifford y Mann, 1967). Posteriormente, en otros países tales como

Trinidad y Tobago, Colombia, Costa Rica, México, Venezuela y Brasil fue introducida

y liberada en forma experimental en ensayos de control biológico aumentativo o

inundativo. Como ejemplo de la alta eficiencia que posee como controlador del gusano

perforador de la caña de azúcar, se pueden citar las liberaciones masivas iniciadas en

1977, en San Pablo, Brasil, que lograron disminuir el porcentaje de infestación de la

plaga de un 7% a un 2% (Botelho y Macedo, 2002).

1.3. HIPÓTESIS GENERAL

El incremento de la eficiencia de producción de los ACB en sistemas de cría

masiva en laboratorio depende del desempeño del huésped en condiciones particulares

de desarrollo y de las técnicas de manejo empleadas.

1.4. OBJETIVOS GENERALES

1- Evaluar la variación de parámetros biológicos en D. saccharalis y C. flavipes

en condiciones de laboratorio.

2- Determinar los factores que mejoran la producción de C. flavipes y

promueven un ciclo de producción más eficiente.

10

1.5. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1- Examinar el efecto del tipo de dieta artificial sobre la línea de cría de D.

saccharalis y la producción de cocones de C. flavipes.

2- Evaluar el desempeño de D. saccharalis en función de la proporción sexual

en jaulas de cría.

3- Examinar el efecto del número de parasitoidizaciones de C. flavipes en larvas

de D. saccharalis sobre la producción de cocones y la proporción sexual de parasitoides

emergidos.

4- Examinar el efecto de la edad larval a la cual son parasitoidizadas sobre la

producción de cocones y la proporción sexual de parasitoides emergidos.

11

2. CICLO DE CRÍA MASIVA EN LABORATORIO

Los experimentos se llevaron a cabo entre los años 2008 y 2009, en

dependencias del CIRPON (Centro de Investigaciones sobre Regulación de Poblaciones

de Organismos Nocivos), en donde se mantuvo un pie de cría de D. saccharalis y la

producción de cocones de C. flavipes, como parte del Proyecto “Control biológico de

Diatraea saccharalis con Cotesia flavipes en extensiones cañeras del NOA”, en

convenio entre la Fundación Miguel Lillo y el Ingenio y Refinería San Martín del

Tabacal (2007-2010). Dicho proyecto surgió con el objetivo de implementar el control

biológico del taladrador con un parasitoide. La cría utilizada en este estudio se inició a

partir de huevos de D. saccharalis y cocones de C. flavipes procedentes de la biofábrica

“Biocontrol” ubicada en Sertãozinho, São Paulo, Brasil.

Cotesia flavipes fue criado a partir de su huésped D. saccharalis (Fig. 2).

Figura 2. Ciclo de cría de Diatraea saccharalis y Cotesia flavipes en laboratorio.

Imágenes tomadas de la cría masiva mantenida en el CIRPON - Tucumán.

Huevos

Siembra en DIETA artificial

Parasitoidización de larvas de D. saccharalis con C. flavipes

Cocones de Cotesia flavipesCotesia flavipesCotesia flavipesCotesia flavipes

DiatraeaDiatraeaDiatraeaDiatraea saccharalissaccharalissaccharalissaccharalis

Adultos

Pupas

Larvas

12

La cría de D. sacharalis comenzó con la siembra de huevos, la cual se realizó

cortando con una tijera las posturas contenidas en las hojas de papel provenientes de los

“tubos jaula”. Las posturas se sumergieron en un baño de solución de sulfato cúprico

(7g/1000cm3 de agua) por tres minutos para su desinfección y luego fueron adheridas a

las paredes de los frascos de vidrio. Estos contenían una dieta artificial para alimentar

las futuras larvas (Fig. 3).

Figura 3. Siembra de huevos de D. saccharalis

Los frascos sembrados con aproximadamente 100 huevos cada uno fueron

llevados a cámara de incubación con una temperatura de 28 a 30ºC y humedad relativa

de 60 a 70% (Fig. 4).

Figura 4. Cámara de cría en el CIRPON Tucumán.

Cada cajón contiene frascos con larvas de D. saccharalis

13

Una parte de los lotes de siembra de huevos (se denomina lote al grupo de

frascos sembrados el mismo día), se utilizó para la parasitoidización con C. flavipes a

los 18-19 días.

La parte restante del lote se mantuvo en la cámara de cría hasta los 21 días y fue

destinada al mantenimiento del pie o línea de cría de D. saccharalis. Esto consistió en la

selección de las larvas de acuerdo a su tamaño y calidad, se colocaron seis en cada

cápsula de Petri conteniendo una dieta de mantenimiento. Estas cápsulas fueron

mantenidas en la cámara de cría hasta que las larvas alcanzaron el estado de pupa.

Luego las pupas se colocaron sobre bandejas de telgopor de 22 cm x 17 cm en el

interior de jaulones de estructura metálica de 60 cm de ancho x 90 cm de alto x 30 cm

de profundidad. Los jaulones fueron cubiertos por una malla plástica sujetada por velcro

y ubicados en una habitación con una temperatura de 25-26ºC y humedad relativa de

60-70% (Fig. 5).

Figura 5. Jaulones con pupas para emergencia de adultos de D. saccharalis.

Una vez emergidos los adultos fueron colectados de los jaulones y colocados en

tubos de PVC (“tubos jaula”) recubiertos en su interior por una hoja de papel en donde

las mariposas hembras colocaron sus huevos luego de la cópula (Fig. 6).

14

Figura 6. Jaulas individuales (“tubos jaula”) con adultos de D. saccharalis.

Las hojas se retiraron y reemplazaron diariamente por hojas nuevas para evitar la

superposición de posturas. Estas hojas se almacenaron en las mismas condiciones de

temperatura y humedad relativa hasta la maduración de los huevos.

La parasitoidización de larvas de D. saccharalis con C. flavipes se realizó de

forma manual. Esto consistió en la extracción de larvas de los frascos y su selección por

tamaño. Luego se tomó cada larva con los dedos o con ayuda de una pinza colocándola

de tal manera que la parte posterior quedara libre para facilitar que la avispa se posase e

introdujera sus huevos (Fig.7).

Figura 7. Vaso de adultos de C. flavipes utilizado para la parasitoidización manual

de larvas. Se observa la manipulación individual de larvas ofrecidas a los parasitoides.

15

Las larvas parasitoidizadas fueron colocadas en cápsulas de Petri con dieta

artificial y llevadas a cámara con una temperatura de 26-28ºC por 14 días, al cabo de los

cuales se extrajeron los cocones de C. flavipes. Una parte de estos se separó para el

armado de vasos que fueron utilizados en el ciclo siguiente. Estos vasos plásticos de 100

cm3 fueron preparados con 25 masas de cocones y almacenados a 26ºC por 48 horas

para permitir la emergencia y cópula de adultos de C. flavipes.

16

3. EFECTO DE LA DIETA

3.1. Introducción

Los requerimientos nutricionales de un organismo son parte fundamental para el

crecimiento, desarrollo y desempeño de las funciones vitales. Recrearlos en el

laboratorio empleando sustitutos a partir de la mezcla de distintos ingredientes ha

resultado en el desarrollo de dietas artificiales para la cría de insectos, adecuándolas

para obtener una cantidad necesaria y permanente de individuos con el objeto de

emplearlos en estudios biotecnológicos y bioecológicos (Luna et al., 2004). Los trabajos

llevados a cabo para comparar los efectos de distintos tipos de dietas sobre lepidópteros

incluyen observaciones sobre su ciclo de vida, tasas de supervivencia, fertilidad,

proporción de sexos, tamaño y peso de larvas y pupas (Acatitla Trejo et al., 2004;

Bavaresco et al., 2004; Meneguim et al., 1997; Murúa et al., 2003). Estas dietas, que

incluyen la variación de sus componentes, sean estos naturales o artificiales, han

demostrado tener influencia en los parámetros de interés del ciclo de vida (Lastra y

Gómez, 1988; Magrini et al., 1995; Boiça et al., 1997).

Los componentes comúnmente adicionados a los formulados comprenden

fuentes de nitrógeno (proteínas o aminoácidos), lípidos, carbohidratos y minerales.

También vitaminas B, como biotina y ácido fólico entre otras, que actúan como factores

de crecimiento y vitamina C (ácido ascórbico) como fagoestimulante y antioxidante.

Además se incorporan estabilizantes que modifican el pH (ácido acético, ácido

benzoico) y gelificantes como agar y caragenato que dan consistencia al alimento

(Cohen, 2004; Marín et al., 2006).

En condiciones de cría masiva, lo que se espera de una dieta artificial es que,

además de cubrir las necesidades nutricionales, sea capaz de atenuar los riesgos de

enfermedades y contaminación por patógenos, cuyos efectos podrían disminuir

drásticamente la población manejada en el laboratorio. En este sentido para prevenir la

contaminación microbiana se emplean antifúngicos (ácido sórbico, metil

parahidroxibenzoato) y antibióticos (Calderón, 1987; Estrada Hurtarte, 1992; Vargas et

al., 2001; Botelho y Macedo, 2002; Cano et al., 2006). De este modo, la optimización

de una dieta artificial contribuye al mantenimiento de la cría del huésped D. saccharalis

y a una producción eficiente del parasitoide C. flavipes.

17

Hipótesis Particular 1: Modificaciones en la dieta artificial por la variación de

sus componentes influyen en el desarrollo del huésped y en la producción del

parasitoide.

Objetivo Específico 1: Examinar el efecto del tipo de dieta de D. saccharalis

sobre la línea de cría de D. saccharalis y la producción de cocones de C. flavipes.

3.2. Materiales y métodos

3.2.1. Composición de las dietas

Para la formulación de las diferentes dietas artificiales se trabajó tomando como

base la dieta desarrollada por la Dra. Carmen Reguilón y colaboradores (comunicación

personal), cuyos componentes y preparación se describen en los Anexos 1 y 2

respectivamente del capítulo 9. Sobre esta composición general se introdujeron las

variantes. Se trabajó con dos tipos de harinas: de poroto blanco y de soja. En el caso de

la harina de poroto blanco se utilizaron dos tipos de molienda: fino y grueso, de acuerdo

a la disponibilidad de los proveedores comerciales.

La elección de los antibióticos se basó en la función bacteriostática de la

oxitetraciclina y la capacidad bactericida de la ampicilina y estreptomicina. Estos se

utilizaban en forma alternada entre períodos del año, de acuerdo a los niveles de

contaminación con patógenos observados durante la producción en el CIRPON.

Las diferentes formulaciones de las dietas artificiales fueron:

-Harina de poroto blanco molido grueso con:

oxitetraciclina y estreptomicina (A)

ampicilina y estreptomicina (B)

ampicilina y oxitetraciclina (C)

ampicilina, oxitetraciclina y estreptomicina (D)

ampicilina (E)

-Harina de soja texturizada con:

ampicilina y oxitetraciclina (F)

ampicilina, oxitetraciclina y estreptomicina (G)

18

-Harina de poroto grueso y fino con:

oxitetraciclina y estreptomicina (H)

ampicilina y estreptomicina (I)

-Poroto grueso y soja texturizada con:

ampicilina y oxitetraciclina (J)

ampicilina, oxitetraciclina y estreptomicina (K)

En la Tabla 1 se describen las cantidades utilizadas para las 11 combinaciones

resultantes.

Tabla 1. Formulaciones de dieta artificial utilizadas en los ensayos de efecto de dietas.

3.2.2. Procedimiento en laboratorio

Los ensayos se llevaron a cabo entre los meses de enero y abril de 2008 en

laboratorios del CIRPON. Un total de 46.136 huevos de D. saccharalis fueron contados

con lupa y sembrados en 450 frascos, distribuidos en grupos, conteniendo cada uno 120

ml de la dieta artificial correspondiente para cada tratamiento. En la Tabla 1, se indica el

número de frascos utilizados por cada tratamiento. Como las posturas no contenían

igual número de huevos el total de los mismos por frasco fue variable. En la Tabla 2, se

muestra el número promedio de huevos sembrados por frasco para cada tratamiento.

Luego de la siembra de huevos se llevaron a una cámara de incubación mantenida

aproximadamente a 30ºC. Un grupo de larvas se utilizó en la parasitoidización con C.

flavipes a los 19 días, colocándose 5 larvas por cápsula. Las larvas restantes se

Dieta Nº deAmpicilina Oxitetraciclina Estreptomicina Resultante frascos

16 g 1 g A 601 g 1 g B 601 g 16 g C 301 g 16 g 1 g D 302 g E 301 g 16 g F 301 g 16 g 1 g G 30

16 g 1 g H 601 g 1 g I 601 g 16 g J 301 g 16 g 1 g K 30

450

P. grueso-Soja text. 190 g/190 g

Total de frascos

HarinasAntibióticos

Poroto grueso 380 g

Soja texturizada 380 g

Poroto grueso-fino 190 g/190 g

19

utilizaron como pie de cría a los 21 días, en número de 6 larvas por cápsula. El

procedimiento general fue el descripto para el ciclo de cría en el capítulo 2. En todos los

casos las cápsulas de Petri con larvas fueron identificadas para su seguimiento según el

tipo de dieta y destino (Fig. 8).

Figura 8. Identificación de cápsulas con larvas de D. saccharalis para su seguimiento.

Las variables evaluadas fueron definidas de la siguiente manera:

Para el pie de cría de D. saccharalis, los potenciales efectos de la dieta fueron

evaluados sobre la supervivencia de los estados huevo a larva (supervivencia larval) y

supervivencia de larva a pupa (supervivencia pupal).

Supervivencia larval: fue medida como número de larvas de D. saccharalis

aptas para parasitoidización dividido por el número de huevos sembrados por frasco.

Una larva apta fue considerada por su tamaño mediano a grande (20-25 mm de longitud

aproximadamente) y de comportamiento vivaz.

Supervivencia pupal: fue medida como número de pupas de D. saccharalis

sobre número de larvas aptas. En este caso se consideraron las mismas características

que para la parasitoidización a excepción del tamaño mayor y la menor vivacidad,

características de larvas próximas a empupar.

Para larvas destinadas a producción de C. flavipes, dichos efectos fueron

evaluados sobre la eficiencia de producción de masas de cocones o eficiencia de

cocones, considerando una unidad como masa de cocón producida por larva

parasitoidizada. Dado que sería deseable una combinación que incremente la eficiencia

de ambas líneas, se evaluó el efecto de la dieta sobre un estimador de eficiencia

combinando la supervivencia larval y pupal de D. saccharalis con la producción de

20

cocones. Esto se hizo multiplicando la supervivencia huevo-larva por la supervivencia

larva-pupa o la eficiencia de cocones. Esta idea se basó en los componentes

multiplicativos de éxito reproductivo (o fitness) a partir del artículo de Arnold y Wade

(1984). Definida como eficiencia global, se espera que esta variable sea máxima

significando que el proceso de siembra en una determinada combinación de dieta, fue

eficiente tanto para la línea de D. saccharalis como para la de C. flavipes en conjunto.

Por otro lado, la eficiencia global fue dividida por el costo de la dieta correspondiente,

constituyendo un índice de rentabilidad relativa . El costo fue calculado con base en

los precios de los insumos durante el período de estudio.

3.2.3. Análisis de datos

De acuerdo a cada modelo estadístico, se realizaron pruebas de normalidad de

Shapiro-Wilk. Cuando fue necesario, las variables de respuesta fueron transformadas

para alcanzar el supuesto de normalidad. El número de huevos por siembra fue

transformado como la raíz cuadrada de X, la supervivencia larval, la supervivencia

pupal, y la eficiencia de producción de cocones fueron transformadas como el arcoseno

de la raíz cuadrada de X. La eficiencia global y la eficiencia por unidad de costo no

fueron transformadas.

Dado que el número total de huevos por siembra puede afectar la supervivencia

larval por efectos de densidad, este fue considerado una covariable y además se estaría

controlando por un potencial efecto de la densidad inicial de larvas eclosionadas,

asumiendo que la variación en la proporción de eclosión fuera despreciable. Respecto

de las variables supervivencia pupal y eficiencia de producción de cocones, el efecto de

densidad fue fijo, ya que en la cría masiva se trabajó con 6 y 5 larvas por cápsula

respectivamente.

Se aplicó un modelo lineal general siendo el factor principal la composición de

la dieta, el número de huevos sembrados la covariable y las variables de respuesta la

supervivencia huevo-larva, la supervivencia larva-pupa, la eficiencia de producción de

cocones, la eficiencia global y la rentabilidad. Si bien se presume que estas variables

están relacionadas entre sí, a los fines de esta tesis se optó por aplicar modelos

univariados. Siempre que fue posible se evaluaron interacciones entre factores. Para

determinar diferencias significativas entre tipos de dietas, se aplicaron pruebas a

posteriori siempre que el factor principal fuera significativo. Para simplificar la

21

comparación entre los once tratamientos, en los resultados se referirá a los tipos de

dietas con los valores promedio más altos o más bajos. Todos los análisis fueron

llevados a cabo en STATISTICA 7.0 (StatSoft, Inc.; 2004).

3.3. Resultados

Un resumen de los valores promedio de cada una de las variables consideradas

por tratamiento se describe en la Tabla 2. La composición de la dieta afectó

significativamente todas las variables de respuesta consideradas (Tabla 3). Esto es, al

menos un tipo de dieta difirió significativamente de las demás.

En el caso de la supervivencia larval, hubo un efecto significativo del número de

huevos sembrados y un efecto significativo de la interacción entre el número de huevos

sembrados y el tipo de dieta (Tabla 3). Esto indica que la covariación entre la

supervivencia larval y el número de huevos sembrados dependió del tipo de dieta.

22

Tabla 2. Tamaño de muestra (n), promedio (ŷ) y desvío estandar (σ) de cada una de las variables implicadas por tratamiento de dieta artificial.

Tratamientos A H F J C B I G K D E

Número de huevos n 60 58 59 58 30 30 30 30 30 30 30

ŷ 111,05 124,16 102,49 102,43 85,33 82,87 74,50 105,17 104,67 106,27 95,87

σ 27,97 52,79 23,00 30,49 28,48 24,34 23,61 15,86 15,97 14,76 15,49

Supervivencia huevo-larva n 58 57 59 58 30 30 30 30 30 30 30

ŷ 0,29 0,22 0,24 0,28 0,30 0,34 0,38 0,20 0,32 0,29 0,34

σ 0,15 0,15 0,14 0,16 0,19 0,15 0,24 0,14 0,13 0,15 0,21

Supervivencia larva-pupa n 15 28 32 18 8 14 13 8 15 13 10

ŷ 0,59 0,46 0,55 0,65 0,39 0,40 0,53 0,44 0,38 0,45 0,73

σ 0,27 0,26 0,26 0,26 0,22 0,28 0,16 0,30 0,28 0,23 0,22

Eficiencia de cocones n 29 16 19 20 14 15 9 13 13 15 14

ŷ 0,50 0,46 0,42 0,54 0,21 0,25 0,24 0,40 0,27 0,33 0,62

σ 0,22 0,19 0,28 0,26 0,13 0,25 0,16 0,19 0,26 0,24 0,18

Eficiencia global n 43 44 51 38 22 29 22 21 28 28 24

ŷ 0,17 0,13 0,15 0,19 0,10 0,12 0,20 0,12 0,12 0,13 0,29

σ 0,13 0,12 0,12 0,14 0,09 0,13 0,13 0,08 0,12 0,12 0,17

Rentabilidad n 44 44 51 38 22 29 22 21 28 28 24

ŷ 1,81 1,42 0,98 1,41 0,87 0,73 1,14 0,54 0,59 0,71 1,43

σ 1,42 1,30 0,76 1,02 0,76 0,78 0,78 0,35 0,61 0,64 0,84

23

Tabla 3. Sumario de resultados de los análisis aplicando modelos lineales generales. SC: suma de cuadrados; gl: grados de libertad; CM: cuadrados medios; F:

valor del estadístico F; p: probabilidad asociada a la prueba estadística.

Variable de respuesta Fuentes de variación SC gl CM F p

Supervivencia huevo-larva Tratamiento 1,218 10 0,122 2,794 0,00233

Número de huevos 0,329 1 0,329 7,552 0,00625

Tratamiento*Número de huevos 1,022 10 0,102 2,343 0,01069

Error 18,314 420 0,044

Supervivencia larva-pupa Tratamiento 2,400 10 0,240 2,506 0,00794

Error 15,611 163 0,096

Eficiencia de cocones Tratamiento 4,567 10 0,457 5,550 0,00000

Error 13,659 166 0,082

Eficiencia global Tratamiento 0,699 10 0,070 4,510 0,00001

Error 5,258 339 0,016

Rentabilidad Tratamiento 56,927 10 5,693 6,257 0,00000

Error 309,345 340 0,910

24

La menor supervivencia larval fue observada en la dieta G, mientras que el valor

promedio más alto se observó en la dieta I (Fig. 9). Comparaciones a posteriori

mostraron que estas diferencias fueron significativas (p < 0.05; prueba de Tukey para

muestras desiguales).

A H F J C B I G K D E

Dietas

0,1

0,2

0,3

0,4

0,5la

rvas

apt

as /

hue

vos

de

D.

sacc

har

alis

sem

brad

os

Figura 9. Variación en la supervivencia huevo-larva de D. saccharalis entre tipos de dietas

artificiales. Los puntos indican la media, las barras verticales el error estándar.

Tanto la supervivencia pupal de D. saccharalis como la cantidad de cocones de

C. flavipes fueron mayores en la dieta E (Figs. 10 y 11). En ambos casos pruebas a

posteriori mostraron diferencias significativas entre tipos de dietas, siendo la dieta E

significativamente mayor a otros cuatro tipos de dietas para la eficiencia de cocones (p

< 0.05). En el caso de la supervivencia pupal la prueba de Tukey para muestras

desiguales resultó no significativa.

A H F J C B I G K D E

Dietas

0,3

0,4

0,5

0,6

0,7

0,8

pupa

s de

D.

sacc

har

alis

/la

rvas

apt

as

Figura 10. Variación en la supervivencia larva-pupa de D. saccharalis entre tipos de dietas

artificiales. Los puntos indican la media, las barras verticales el error estándar.

25

A H F J C B I G K D E

Dietas

0,1

0,2

0,3

0,4

0,5

0,6

0,7

coco

nes

/ la

rvas

apt

as

Figura 11. Variación en la eficiencia de producción de cocones de C. flavipes por larva de D.

saccharalis parasitoidizada entre tipos de dietas artificiales. Los puntos indican la media, las barras

verticales el error estándar.

La mejor eficiencia global también fue resultado de un efecto del tipo de dieta E,

que fue significativamente superior a otros ocho tipos de dietas (p < 0.05; Fig. 12).

A H F J C B I G K D E

Dietas

0,08

0,12

0,16

0,20

0,24

0,28

0,32

efic

ienc

ia g

loba

l

Figura 12. Variación en la eficiencia global (supervivencia larva-pupa multiplicada por la eficiencia

de producción de cocones) entre tipos de dietas artificiales. Los puntos indican la media, las barras

verticales el error estándar.

No ocurrió lo mismo con la rentabilidad, que evidenció que la dieta A fue más

rentable (basado en el costo de la dieta) respecto de otros seis tipos de dietas (p < 0.05;

Fig. 13).

26

A H F J C B I G K D E

Dietas

0,4

0,6

0,8

1,0

1,2

1,4

1,6

1,8

2,0

2,2

rent

abili

dad

Figura 13. Variación en la rentabilidad (eficiencia global/costo de dieta) entre tipos de dietas

artificiales. Los puntos indican la media, las barras verticales el error estándar.

27

3.4. Discusión

En este trabajo se evaluó el efecto de 11 combinaciones de harinas y antibióticos

sobre la supervivencia de D. saccharalis y la producción de cocones de C. flavipes en

condiciones de laboratorio.

Los resultados demostraron que las diferentes composiciones afectaron las

variables de estudio. Por una parte, respecto de la combinación de harinas utilizadas, los

mismos sugieren el empleo de harina de poroto como un componente más eficaz que la

harina de soja. Este punto sería contra-intuitivo si se considera que los productos de la

soja son ampliamente difundidos como componentes de la dieta en insectos, ya que de

ellos se destaca en la bibliografía un alto contenido proteico, vitamínico y mineral y un

perfil lipídico benéfico (Cohen, 2004).

En contraste con lo obtenido se encuentran las observaciones efectuadas por

Lastra y Gómez (1988), quienes compararon cuatro tipos de dietas con base en

zanahoria, soja, caseína y poroto sobre parámetros biológicos de D. saccharalis. Los

autores señalan como menos adecuada la dieta a base de poroto por proporcionar un

menor porcentaje de pupas y un menor número de larvas aptas para parasitoidización.

Una explicación a este hecho podría darse por un efecto en la variación de la textura

final de la dieta en las condiciones de los formulados utilizados. Teniendo en cuenta que

se parte de una textura muy fina en el caso de la harina de soja en comparación con el

poroto molido, ésta confiere una textura más compacta o menos aireada, que a su vez

puede incidir en la capacidad de captación de humedad. Un equilibrio en la textura de la

dieta con respecto a la humedad (dietas con exceso de humedad pueden ahogar larvas

recién emergidas y dietas secas dificultan la penetración de las mismas) es mencionado

por Murúa et al. (2003) y Luna et al. (2004) por jugar un papel importante en la

supervivencia de las larvas y en el aprovechamiento de los componentes nutritivos. Otra

posibilidad para explicar las diferencias observadas es la relación con el pH, el cual no

fue considerado como parte de los tratamientos en este estudio. Esta variable fue tomada

en cuenta en un experimento de Marín et al. (2006), quienes encontraron la mejor

relación rendimiento/costo en dietas a base de poroto para larvas del lepidóptero

Grapholita molesta Busck. Además señalaron que la dieta con óptima respuesta

biológica fue coincidente con un pH cercano al de la alimentación de las larvas en la

naturaleza.

28

Por otra parte, teniendo en cuenta los antibióticos incorporados, los mejores

resultados se obtuvieron con el empleo de ampicilina en diferentes dosis. Las

recomendaciones del uso de bactericidas o bacteriostáticos son variables dependiendo

del sistema de estudio y de los fines de la cría del insecto, incorporándose por lo general

un solo tipo de antibiótico. En trabajos de cría masiva de lepidópteros en laboratorio se

emplean bacteriostáticos que, al igual que la oxitetraciclina, pertenecen a la familia de

los tetraciclínicos. Es el caso de la tetraciclina en dosis de 5 g/1,6 L de agua para cría de

Spodoptera exigua Hubner y S. sunia Guenee (Estrada Hurtarte, 1992); clortetraciclina

0,3 g/0,85 L para Hypsipyla grandella Zeller (Vargas et al., 2001); aureomicina 0,39

g/L para D. saccharalis (Calderón, 1987). En biofábricas de Brasil se utilizan con éxito

para la cría masiva de D. saccharalis la terramicina 0,5 g/9,6 L, un equivalente a la

oxitetraciclina (Cano et al., 2006) o la estreptomicina 5 g/4,8 L (Botelho y Macedo,

2002), que al igual que la ampicilina posee actividad bactericida. Sin embargo no

existen registros del uso combinado de ambos o del empleo de ampicilina como único

antibiótico.

29

4. EFECTO DE LA DENSIDAD Y PROPORCIÓN SEXUAL SOBRE LA

FECUNDIDAD DE DIATRAEA SACCHARALIS EN CONDICIONES DE

LABORATORIO

4.1. Introducción

La obtención del parasitoide C. flavipes se realiza a partir de su huésped D.

saccharalis. Por este motivo, la disponibilidad de huevos de D. saccharalis es un punto

clave para la producción de larvas que serán parasitoidizadas con C. flavipes. Para

lograrlo sería deseable incrementar la eficiencia del sistema de producción. Promover el

éxito reproductivo de las hembras de D. saccharalis podría significar, para el sistema

productivo, un aumento en la calidad de las larvas, una disminución en el número de

adultos de D. saccharalis utilizados y/o un incremento en el número de huevos

disponibles.

Un factor relacionado a la fecundidad en las hembras de los insectos es el grado

de poliandria, esto es, su tendencia para copular varias veces con distintos machos. En

general la cópula múltiple eleva la fecundidad de la hembra por un incremento en la

cantidad neta de producto seminal recibido (Torres Vila et al, 2004; Torres Vila y

Jennions, 2005), además de tener un efecto benéfico sobre la oviposición y longevidad

de los adultos (Wedell et al., 2002). Si bien la poliandria es la estrategia reproductiva

más común para los lepidópteros existen algunas especies que, por el contrario tienden a

la monandria, es decir exhiben un solo evento de cópula. Entre estas últimas se

encuentra D. saccharalis (Pérez y Long, 1964; Walker, 1965; Linares, 1987).

Otro punto importante a tener en cuenta es la procedencia de los recursos que la

hembra utiliza para la producción de huevos. Estos pueden provenir principalmente de

reservas de la alimentación durante el período larval, o bien de la alimentación en la

fase adulta o de donaciones del macho durante la cópula (Boggs, 1986).

Milano et al. (2010) estudiaron el efecto de la alimentación de adultos sobre la

reproducción en seis especies de lepidópteros. Encontraron que las hembras de D.

saccharalis poseen una proporción alta de oocitos inmaduros al momento de emerger el

adulto. Este hecho hace necesaria la obtención de recursos posteriores para completar la

maduración de los oocitos. Sin embargo observaron que los adultos de esta especie no

se alimentan sugiriendo que las hembras utilizan los nutrientes adquiridos en la fase

30

larval para la reproducción y aquellos transferidos por los machos en la maduración de

nuevos oocitos.

Consecuentemente, cualquier variación en las condiciones de laboratorio que

favorezca la eficiencia sería ventajosa para el sistema de cría masiva de D. saccharalis y

C. flavipes. De aquí la importancia de evaluar el efecto de la proporción sexual y la

abundancia de adultos de D. saccharalis en tubos de oviposición sobre la fecundidad.

Hipótesis Particular 2: La densidad y proporción sexual de adultos de D.

saccharalis en jaulas de oviposición afecta la fecundidad.

Objetivo Específico 2: Evaluar el desempeño de D. saccharalis en función de la

abundancia y proporción sexual en jaulas de cría.

4.2. Materiales y métodos

4.2.1. Procedimiento

Los adultos de D. saccharalis emergieron en el interior de jaulones como se

describió en el capítulo 2. Diariamente fueron colectados y depositados en jaulas de

oviposición consistentes en tubos de PVC de 10 cm de diámetro y 18 cm de alto. Los

tubos fueron cubiertos en su interior por una hoja de papel de 80gr/m2 cuya función fue

oficiar de sustrato de oviposición en donde las hembras depositaron los huevos una vez

producida la cópula (Fig. 14). Los papeles con posturas fueron extraídos y marcados

para la posterior evaluación de la producción de huevos, que fue correlacionada con la

abundancia y proporción sexual de mariposas contenidas en las jaulas.

31

Figura 14. Jaulas individuales de oviposición.

La colecta de mariposas fue llevada a cabo por el operario con la ayuda de un

tubo de ensayo de 50 ml (Fig. 15), el cual fue llenado en sus 3/4 partes con mariposas y

vaciado tres veces consecutivas en las jaulas de oviposición. Es decir que los adultos no

se contaron individualmente ni se distinguieron por su sexo en el momento de armado

de las jaulas, esto respondió a una medida de practicidad para agilizar la tarea de quien

se encontraba a cargo de este sector, una medida típica en condiciones de cría masiva.

De otra manera requeriría mayor mano de obra, lo cual hace inviable en términos de

costo el trabajo en jaula de cría.

32

Figura 15. Recolección de adultos de D. saccharalis.

El trabajo se efectuó en condiciones de 26ºC y 60 % HR, tomando 25 jaulas

individuales, las que fueron etiquetadas para su diferenciación y seguimiento. En cada

jaula de cría se contó el número de mariposas distinguiéndose machos y hembras. Las

hojas con posturas retiradas llevaron la misma identificación de su jaula de origen. Sólo

se tomaron en cuenta las posturas del primer día posterior al armado de la jaula (jaulas

de 1 día). Esto permitió reducir el número de factores involucrados, asumiendo en base

a observaciones personales, que la fecundación del primer día sería un buen estimador

de la fecundación total.

Para estimar el número de huevos por hoja se utilizó un modelo de regresión

lineal en el que la variable de respuesta (número de huevos por hoja) se estimó a partir

de la relación entre el número de huevos contados por postura y el área de postura

correspondiente. Para esto se tomaron fotografías digitales de posturas individuales de

diferentes tamaños y se contaron los huevos que la conformaban utilizando como

herramienta el programa Image J (Rasband, 1997). Dado que las fotografías tenían

asociada una escala, fue posible estimar el área cubierta por cada postura en mm2. De

esta manera, el número total de huevos por hoja podría ser predicho por el área total

cubierta por huevos en la hoja de oviposición. Un análisis de regresión mostró que el

número de huevos puede ser estimado como: número de huevos = 3.93 (intercepto) +

33

2.55 (pendiente) * área cubierta por huevos (R2 = 0.81, F1,48 = 198.3, p < 0.00001)( Fig.

16).

0 10 20 30 40 50 60

área de postura (mm 2)

0

20

40

60

80

100

120

140

160

núm

ero

de h

uevo

s

Figura 16. Relación entre el número de huevos de D. saccharalis y el área medida por postura

individual. Y= 3,93+2,55*área de postura (R2 = 0.81, F1,48 = 198.3, p < 0.00001).

Consecuentemente, fue posible estimar el número total de huevos por hoja

midiendo solamente el área cubierta por huevos en cada hoja de jaula (Fig. 17).

Figura 17. Hoja con posturas de D. saccharalis.

Para cuantificar el número total de mariposas por jaula, una vez muertas, se

identificó el número de individuos por sexo. Con estos datos pudo estimarse la

densidad, la proporción sexual y relacionarlo con el número total de huevos por hoja de

jaula. La proporción sexual fue expresada como número de hembras/ número total de

mariposas.

34

4.2.2. Análisis de datos

Para estimar los efectos de la densidad y proporción sexual se aplicó un análisis

de regresión múltiple con los componentes lineales y cuadráticos del número total de

mariposas por jaula y de la proporción sexual. Previamente estas variables fueron

estandarizadas como (promedio de X) – Xi / (desvío estándar de X). La variable de

respuesta fue el número de huevos estimado sin transformar. Este análisis fue llevado a

cabo en STATISTICA 7.0 (Statsoft, Inc., 2004).

4.3. Resultados

El análisis de regresión múltiple aplicado sobre el número de huevos estimado,

mostró que la cantidad de huevos que las mariposas oviponen en una jaula depende

linealmente de la proporción sexual y no linealmente del número de mariposas (Tabla

4).

Tabla 4. Sumario de resultados del análisis de regresión múltiple aplicado al número de huevos

predicho por hoja de jaula, en función del número de mariposas por jaula y la proporción sexual.

SC: suma de cuadrados; gl: grados de libertad; CM: cuadrados medios; F: valor del estadístico de

prueba; p: valor de probabilidad. Valores de SC y CM expresados en notación científica.

Variable SC gl CM F p

Número de mariposas 4.82E+06 1 4.8E+06 0.058 0.81229 Número de mariposas^2 3.49E+08 1 3.5E+08 4.193 0.05395 Proporción sexual 3.94E+08 1 3.9E+08 4.740 0.04163 Proporción sexual^2 2.37E+08 1 2.4E+08 2.854 0.10668 Error 1.66E+09 20 8.3E+07

(R2 del modelo completo = 0.38; F4,20 = 3.011; p < 0.05).

La proporción sexual por jaula se relacionó negativamente con el número de

huevos estimado (Fig. 18).

35

0,10 0,15 0,20 0,25 0,30 0,35 0,40 0,45

Proporción sexual por jaula

0

5000

10000

15000

20000

25000

30000

35000

Núm

ero

de h

uevo

s es

timad

o

Figura 18. Relación entre la proporción sexual de D. saccharalis y el número de huevos estimado

por hoja de jaula.

El número de mariposas por jaula mostró una relación no lineal con el número

de huevos estimado, con valores intermedios de número de mariposas vinculados a los

mayores valores de número de huevos estimado (Figura 19).

0 100 200 300 400 500 600

Número de mariposas D. saccharalis porjaula

0

5000

10000

15000

20000

25000

30000

35000

Núm

ero

de h

uevo

s es

timad

o

Figura 19. Relación entre la densidad de D. saccharalis y el número de huevos estimado por hoja de

jaula.

Los mayores valores de número de huevos por hoja se obtienen con valores

intermedios de densidad.

36

4.4. Discusión

Se evaluó el efecto de la abundancia y proporción sexual de adultos de D.

saccharalis sobre la fecundidad en jaulas individuales de oviposición. Los resultados

del experimento demostraron que existe una disminución en el número de huevos a

medida que aumenta la proporción sexual y que esta relación es lineal. De esta manera,

una proporción sexual sesgada a hembras (mayor número de hembras) disminuye la

cantidad de huevos obtenidos por hoja de oviposición. Esta relación puede explicarse

por el hecho que, bajo condiciones de laboratorio, la ocurrencia de reapareamiento en

las hembras es con frecuencia elevado debido a la alta densidad de población y la

proximidad forzada de ambos sexos. Una condición contraria ocurre en observaciones

realizadas en la naturaleza en donde hembras de D. saccharalis muestran una alta

incidencia de una cópula (Pérez y Long, 1964).

Una proporción sexual sesgada a machos aumenta la posibilidad de encuentros

de hembras con machos vírgenes favoreciendo la fecundidad. En este sentido Torres

Vila y Jennions (2005) encontraron que en 22 de 25 especies de lepidópteros estudiadas

la producción de hembras que copularon con machos vírgenes fue más alta que la de

aquellas que se aparearon con machos no vírgenes. Este efecto se debió al tamaño del

espermatóforo, machos vírgenes produjeron un espermatóforo más grande que los que

copularon previamente debido a que sufrieron una depleción de los precursores de esta

estructura luego de cada cópula.

Por otra parte se conoce que los machos no son un recurso limitado debido a que

su tasa reproductiva es mayor que la de las hembras resultando en una proporción

sexual sesgada a machos (Wedell y Cook, 2002). Dato concordante con lo observado

por Linares (1987) quien determinó una proporción de sexos para D. saccharalis de

1:0,87 machos/hembras respectivamente. Por esta razón existen valores intermedios en

relación a la abundancia de mariposas por jaula de oviposición y que estarían dados por

un efecto de hacinamiento y competencia de los machos.

37

5. EFECTO DEL NÚMERO DE PARASITOIDIZACIONES

5.1. Introducción

La parasitoidización de larvas de D. saccharalis con hembras de C. flavipes,

para la reproducción masiva del parasitoide, es un proceso que se realiza manualmente

en condiciones de laboratorio. En el sistema huésped – parasitoide están involucrados

factores que determinan la dinámica del proceso. Algunos de estos factores se

relacionan con el ambiente, la densidad de individuos huésped o recurso, o la capacidad

de búsqueda que posee el parasitoide. En particular este trabajo se enfoca en aquellos

factores que pueden resultar de interés en la ocurrencia del proceso en laboratorio, en

donde la parasitoidización se realiza en forma manual y por lo tanto, a diferencia de lo

que ocurre en el campo, se pueden controlar algunos parámetros tales como el número

de individuos que parasitoidizan una larva.

El superparasitoidismo puede tener consecuencias en el número de adultos del

parasitoide emergidos, la proporción sexual de los mismos, su rendimiento y longevidad

(Cueva et al., 1980; Scaglia et al., 2005; Pexton et al., 2008).

Así también el número de huevos que ovipone el parasitoide en cada huésped y

la capacidad de este último para sustentar la progenie pueden afectar la producción de

cocones en términos de calidad (Acosta y Galán, 1999).

Yamauchi et al. (1997) demostraron que si larvas de D. saccharalis reciben dos

oviposiciones sucesivas por una misma hembra, la producción de adultos de C. flavipes

aumenta respecto de aquellas larvas que recibieron una sola oviposición, sin modificar

la proporción sexual, sin embargo evidencian la disminución de otros parámetros de

interés para el desempeño como agente de control biológico tales como búsqueda de

huésped, dispersión y longevidad. La decisión de trabajar con 1 ó 2 parasitoidizaciones

en el contexto de una cría masiva representa para el operario una inversión de tiempo

que puede ser utilizado tanto para aumentar el número de larvas parasitoidizadas como

para obtener una mayor cantidad de parasitoides y en consecuencia, favorecer la

eficiencia del proceso. En este sentido la forma de parasitoidización y el conocimiento

del efecto que ésta produce es importante en una producción masiva.

Hipótesis Particular 3: El nivel de parasitoidismo ejerce un efecto en la

producción del parasitoide y en su proporción sexual.

38

Objetivo Específico 3: Examinar el efecto del número de parasitoidizaciones de

C. flavipes en larvas de D. saccharalis sobre la producción de cocones y la proporción

sexual de parasitoides emergidos.

5.2. Materiales y métodos

5.2.1. Procedimiento

Este trabajo se llevó a cabo en Junio de 2008 en las instalaciones del CIRPON.

Las larvas de D. saccharalis y adultos de C. flavipes procedían de la línea de cría

desarrollada en el CIRPON y originalmente de la biofábrica Biocontrol de Brasil. Todas

las larvas utilizadas provenían de un mismo lote de cría (dieta, día de siembra, y

condiciones de cámara iguales) y de 19 días de edad, contados desde la fecha de

eclosión. El trabajo se realizó con tres operarios, y cada uno de ellos realizó la

parasitoidización manual de 30 larvas con una sola oviposición y 50 larvas con dos

oviposiciones consecutivas, cada una. El modo de realizar la parasitoidización fue el

siguiente: se extrajeron las larvas de los frascos de vidrio, se las separó de la dieta y al

mismo tiempo se realizó una selección por tamaño. Luego se tomó una larva con los

dedos o con ayuda de una pinza colocándola de tal manera que la parte posterior

quedara libre para que la avispa fuera capaz de posarse e introducir sus huevos en la

misma (Fig.20).

Figura 20. Operarios realizando la parasitoidización manual de larvas

de D. saccharalis con C. flavipes.

39

Los dos vasos utilizados por cada operario fueron identificados como A y B.

Esta distinción obedeció a que, si bien la línea de cría fue la misma, las masas de

cocones contenidas en cada vaso provinieron de diferentes hembras. Se estima que esto

permitió considerar el potencial efecto de arrenotoquia sobre la variación en la

proporción sexual derivado de la endogamia. De existir este problema, la utilización de

un único vaso podría haberlo solapado. Se realizaron dos parasitoidizaciones con un

mismo vaso conteniendo adultos de C. flavipes, o con dos vasos (una parasitoidización

por vaso, de manera consecutiva). De esta manera, se pudo evaluar la variación entre

vasos que podría afectar la producción de cocones derivada del número de

parasitoidizaciones. Así el experimento quedó conformado como se indica en la Tabla

5.

Tabla 5. Diseño experimental para el número de parasitoidizaciones manuales de C. flavipes sobre

D. saccharalis en condiciones de cría masiva.

Número de parasitoidizaciones

Número de larvas

Vaso con Cotesia

Grupo de análisis

1 15 A 1 1 15 B 1 2 15 A 1 y 2 2 15 B 1 y 2 2 20 A y B 2

Las larvas luego de ser parasitoidizadas se colocaron individualmente en

cápsulas de Petri y se mantuvieron en cámara de cría a una temperatura de 26±1˚C por

14 días, al cabo de los cuales se revisaron registrándose: larvas de D. saccharalis

muertas, pupas, éxito de producción de cocones, adultos de C. flavipes emergidos y

proporción sexual de C. flavipes emergidos por larva de D. saccharalis parasitoidizada.

5.2.2. Análisis de datos

Se realizaron dos grupos de análisis. El primero comparó el efecto del número

de parasitoidizaciones utilizando como fuente de datos las derivadas de un único vaso

(A ó B). El segundo grupo de análisis se realizó comparando sólo las larvas

parasitoidizadas 2 veces, utilizando como fuente de datos aquellas derivadas de un

único vaso (A ó B) o de la mezcla de los dos vasos (A y B) (Tabla 5). Esta última

40

comparación se realizó para examinar si la variación entre 1 y 2 parasitoidizaciones

podría haber sido afectada por el hecho de utilizar un único vaso para realizar dos

parasitoidizaciones.

El éxito de producción de cocones fue considerado una variable de respuesta

binomial (0= ausencia de cocones; 1= presencia de cocones). Para examinar el efecto

del número de parasitoidizaciones sobre el éxito de producción de cocones se aplicó un

modelo lineal generalizado (Dobson, 1990) con función liga LOGIT y corrigiendo por

sobredispersión de los datos. Un modelo lineal generalizado es análogo a un modelo

lineal general; pero mientras que un modelo lineal general puede ser aplicado a datos

continuos y la distribución de los errores debe reflejar una distribución normal, en un

modelo lineal generalizado se pueden considerar efectos lineales y/o no lineales, tanto

para variables continuas como discretas. Para evaluar el efecto del número de

parasitoidizaciones sobre el número total de C. flavipes adultos emergidos por larva,

total de hembras emergidas por larva, y proporción sexual, se aplicó el mismo modelo,

pero utilizando una distribución normal y función liga LOG.

En el modelo para el primer grupo de datos se incorporaron los factores Operario

(3 niveles) y Número de parasitoidizaciones (2 niveles). En el modelo para el segundo

grupo de datos se incorporaron los factores Operario (3 niveles) y Número de Vasos (2

niveles): dos parasitoidizaciones provenientes de un solo vaso y dos provenientes de dos

vasos diferentes. En ambos grupos de análisis, el factor Operario es incorporado para

considerar dicha variación, ya que es conocido que en sistemas de cría masiva la

eficiencia de parasitoidización de distintos operarios varía significativamente.

5.3. Resultados

5.3.1. Efecto de parasitoidismo simple o doble

El éxito de producción de cocones fue significativamente mayor en larvas de D.

saccharalis parasitoidizadas una vez (media = 0.906 ± desvío estándar = 0.293, N =

149) que en larvas parasitoidizadas dos veces (0.840 ± 0.368, N = 131; Wald = 4.691, P

= 0.03; Fig. 21).

La tabla 6 muestra un sumario de resultados del análisis lineal generalizado

(univariado) para examinar el efecto del número de parasitoidizaciones (1 ó 2) con C.

41

flavipes sobre D. saccharalis en cuatro variables que describen la producción de C.

flavipes.

Tabla 6. Efecto de parasitoidización (1 o 2) con C. flavipes sobre D. saccharalis. Se indican valores

del estadístico Wald y de probabilidad (P). Para las cuatro variables de respuesta los grados de

libertad fueron: Número de Parasitoidizaciones = 1; Operario = 2; Interacción = 2.

Variable de respuesta Fuente de variación Wald P

Éxito de producción de cocones Número de Parasitoidizaciones 4,691 0,03032 Operario 8,827 0,01211

Interacción Número de Parasitoidizaciones * Operario 1,083 0,58182

Adultos emergidos Número de Parasitoidizaciones 0,821 0,36484 Operario 5,571 0,06170

Interacción Número de Parasitoidizaciones* Operario 0,675 0,71353

Hembras emergidas Número de Parasitoidizaciones 0,177 0,67422 Operario 6,352 0,04176

Interacción Número de Parasitoidizaciones * Operario 0,116 0,94355

Proporción sexual de adultos emergidos Número de Parasitoidizaciones 1,678 0,19523 Operario 1,731 0,42081

Interacción Número de Parasitoidizaciones * Operario 0,236 0,88869

1 2

Número de parasitoidizaciones

0,80

0,85

0,90

Éxi

to e

n pr

oduc

ción

de

coco

nes

Figura 21. Efecto del número de parasitoidizaciones de C. flavipes aplicadas manualmente a larvas

de D. saccharalis sobre el éxito de producción de cocones de C. flavipes.

42

El éxito de producción de cocones también varió significativamente

dependiendo del operario que lo realizara (Tabla 6). Sin embargo, esta variación no

modificó la variación debida al número de parasitoidizaciones, es decir, aunque la

variación entre operarios es evidente, el patrón de diferencias entre una y dos

parasitoidizaciones se mantiene; i.e., no hay interacción significativa (Tabla 6; Figura

22).

A B C

Operario

0,6

0,7

0,8

0,9

1,0

1,1

Éxi

to e

n pr

oduc

ción

de

coco

nes

1 parasitoidización 2 parasitoidizaciones

Figura 22. Efecto del operario sobre el éxito de producción de cocones de C. flavipes de acuerdo al

número de parasitoidizaciones de C. flavipes.

Respecto de las demás variables indicadoras de producción de Cotesia, no se

detectó efecto significativo alguno del número de parasitoidizaciones sobre el número

total de adultos de C. flavipes emergidos, el número de hembras emergidas, ni sobre la

proporción sexual (Tabla 6). En la Tabla 7 se indican los estadísticos descriptivos para

cada una de las variables. La única variación significativa detectada fue un efecto del

Operario sobre el número de hembras emergidas (Tablas 6 y 7).

Se encontró una pupa de D. saccharalis sobre 358 larvas parasitoidizadas y no

fue tenida en cuenta para el análisis. Es decir, la resistencia y/o fracaso de la

parasitoidización por C. flavipes es despreciable.

43

Tabla 7. Tamaño de muestra (n), promedio (ŷ) y desvío estándar (σ) para cada una de las variables teniendo en cuenta el numero de parasitoidizaciones.

Número de

Parasitoidizaciones Operario A B C

1 2 A B C 1 2 1 2 1 2

Éxito de producción de cocones

n 149 131 90 103 87 47 43 54 49 48 39 ŷ 0,91 0,83 0,89 0,92 0,8 0,91 0,86 0,96 0,88 0,83 0,77

σ 0,29 0,37 0,32 0,27 0,4 0,28 0,35 0,19 0,33 0,38 0,43

Adultos emergidos n 149 131 90 103 87 47 43 54 49 48 39

ŷ 35,68 32,66 33,38 39,58 28,9 33,3 33,46 40,94 38,08 32,1 24,95

σ 30,95 32,79 33,01 33,7 27,26 30 36,38 32,27 35,48 30,19 22,93

Hembras emergidas n 149 131 90 103 87 47 43 54 49 48 39

ŷ 22,46 24,15 22,66 28,17 18,14 21,19 24,14 27,39 28,96 18,14 18,13

σ 26,35 27,39 29,09 28,69 20,57 27,59 30,89 28,03 29,67 22,5 18,21

Proporción sexual de adultos emergidos

n 135 110 80 95 70 43 37 52 43 40 30

ŷ 0,6 0,65 0,59 0,66 0,63 0,56 0,63 0,62 0,69 0,61 0,64

σ 0,34 0,28 0,35 0,29 0,32 0,39 0,3 0,31 0,25 0,34 0,3

44

5.3.2. Efecto del número de vasos utilizados para realizar dos parasitoidizaciones

La variación en el éxito de producción de cocones no fue modificada

sustancialmente por la procedencia de las C. flavipes utilizadas en parasitoidización.

En la tabla 8 se indica un sumario de resultados del análisis lineal generalizado

(univariado) para examinar el efecto del número de vasos utilizados (1 solo ó 2

diferentes), teniendo en cuenta dos parasitoidizaciones con C. flavipes sobre D.

saccharalis en cuatro variables que describen la producción del parasitoide. Se indican

valores del estadístico Wald y de probabilidad (P). Además de un efecto del Operario

sobre el éxito de producción de cocones y el número de hembras de C. flavipes

emergidas, el único efecto significativo del vaso de parasitoidización fue detectado para

el número de adultos de avispas emergidos (Tabla 8).

Tabla 8. Sumario de resultados del análisis lineal generalizado (univariado) para examinar el efecto

del número de vasos utilizados. Para las cuatro variables de respuesta los grados de libertad

fueron: Vaso de Procedencia = 1; Operario = 2; Interacción = 2.

Variable de respuesta Fuente de variación Wald P Éxito de producción de cocones Número de Vasos 0.902 0.34231 Operario 8.648 0.01324 Interacción Número de Vasos * Operario 1.180 0.55428 Adultos emergidos Número de Vasos 5.508 0.01893 Operario 4.910 0.08587 Interacción Número de Vasos * Operario 1.253 0.53438 Hembras emergidas Número de Vasos 2.924 0.08726 Operario 10.066 0.00652 Interacción Número de Vasos * Operario 2.803 0.24618 Proporción sexual de adultos emergidos Número de Vasos 0.303 0.58174 Operario 2.054 0.35815 Interacción Número de Vasos * Operario 0.170 0.91868

El número de adultos emergidos fue aproximadamente el doble cuando los

operarios utilizaron un solo vaso para parasitoidizar una larva dos veces que cuando

utilizaron dos vasos para el mismo procedimiento (Tabla 9).

45

Tabla 9. Tamaño de muestra (n), promedio (ŷ) y desvío estándar (σ) para cada una de las variables teniendo en cuenta los vasos de C. flavipes utilizados.

Vasos Operario A B C

único mezcla A B C único mezcla único mezcla único mezcla

Éxito de producción de cocones

n 240 120 120 120 120 80 40 80 40 80 40 ŷ 0,46 0,4 0,42 0,55 0,34 0,46 0,35 0,54 0,57 0,37 0,27

σ 0,5 0,49 0,5 0,5 0,48 0,5 0,48 0,5 0,5 0,49 0,45

Adultos emergidos n 240 120 120 120 120 80 40 80 40 80 40

ŷ 17,82 11,63 14,12 23,28 9,87 17,99 6,4 23,32 23,2 12,16 5,3

σ 29,16 23,18 27,59 32,82 18,39 31,39 15,32 33,37 32,1 20,26 12,96

Hembras emergidas n 131 78 68 83 58 43 25 49 34 39 19

ŷ 24,15 12,79 18,06 24,95 14,88 24,14 7,6 28,96 19,18 18,13 8,21

σ 27,39 20,43 27,17 28,25 17,4 30,89 14,48 29,67 25,38 18,21 13,74

Proporción sexual de adultos emergidos

n 110 48 51 66 41 37 14 43 23 30 11

ŷ 0,66 0,63 0,61 0,69 0,64 0,63 0,57 0,69 0,67 0,64 0,63

σ 0,28 0,28 0,31 0,25 0,3 0,3 0,34 0,25 0,24 0,3 0,31

46

5.4. Discusión

En este trabajo se evaluó el número de parasitoidizaciones de C. flavipes en

larvas de D. saccharalis sobre la producción y proporción sexual de parasitoides. Los

resultados obtenidos muestran que la producción de cocones en condiciones de cría

masiva es más eficiente cuando los operarios realizan una única parasitoidización con

C. flavipes sobre larvas de D. saccharalis. Estos resultados coinciden con los

encontrados por Scaglia et al. (2005) quienes estudiaron la secuencia de oviposición

(primera a tercera) de C. flavipes sobre D. saccharalis destacando que hay un

incremento en la encapsulación de los parasitoides con las sucesivas oviposiciones.

También fue observado por Acosta y Galán (1999), el efecto de competencia larval

intrínseca de C. flavipes en larvas de D. saccharalis. Los distintos tratamientos

comprendían de 1 a 5 hembras de la avispa por larva huésped. Recién a partir de la

incidencia de 5 parasitoides por larva se manifestó un efecto resultando en la

disminución del número de cocones y adultos emergidos. Así también se produjo un

aumento en la mortalidad de larvas de D. saccharalis sin la obtención de masas de

cocones, sugiriendo una capacidad sobrepasada de la larva como recurso.

Por otra parte se deriva de este experimento que el nivel de parasitoidismo (1 o 2

oviposiciones) no incide en el número de adultos emergidos, así como tampoco en el

número de hembras ni sobre la proporción sexual.

Pexton et al. (2008), encontraron que el número de huevos depositados en

larvas de D. saccharalis parasitoidizadas dos veces fue aproximadamente el doble que

el correspondiente al parasitoidismo por una sola hembra de C. flavipes, pero su

descendencia disminuyó en número durante su desarrollo en el interior del huésped,

mientras que permaneció constante en larvas parasitoidizadas por una sola hembra. De

manera que el número de adultos resultante fue similar en ambos casos. La explicación

a este hecho es la existencia de un efecto de competencia, tanto por la cantidad de

alimento como por el espacio disponible, que ocurre en el interior de la larva, lo que

provoca la mortalidad de un cierto número de larvas del parasitoide durante su

desarrollo. Otro dato coincidente con lo observado por Pexton et al. (2008) es la

inexistencia de diferencias significativas en la proporción sexual resultante en ambos

tratamientos. A diferencia de lo estudiado por Cueva et al. (1980) quienes concluyen

que, cuando una misma hembra de C. flavipes ovipone 1 o 2 veces, la proporción sexual

(macho/hembra) aumenta de 1:2,18 a 1:1,2 respectivamente.

47

Es importante tener en cuenta si las oviposiciones sucesivas fueron producto de

una misma hembra o de diferentes hembras del parasitoide. Esto sería una explicación

posible al hecho que en el experimento de Yamauchi et al. (1996) se registraran un

número mayor de adultos de C. flavipes emergidos de larvas de D. saccharalis

parasitoidizadas dos veces por una misma hembra. En la progenie de diferentes hembras

coexistiendo en un mismo huésped se podría dar un efecto de competencia mayor al

existente en una progenie o descendencia de una misma hembra. Por lo que, al respecto

coinciden en el hecho que el número de larvas del parasitoide que no completaron su

desarrollo dentro del huésped fue mayor en el tratamiento con dos oviposiciones,

además de presentarse una disminución en la longevidad de los adultos emergidos.

48

6. EFECTO DE LA EDAD LARVAL DEL HUÉSPED

6.1. Introducción

Desde el momento de la oviposición los parasitoides inducen cambios en el

huésped para evadir la reacción del sistema de defensa y promover condiciones

adecuadas para el desarrollo de sus larvas en el interior del hemocele (Scaglia et al.,

2005; Hegazi y Khafagi, 2007). Estos cambios se ven reflejados en alteraciones de la

composición bioquímica de la hemolinfa y disminución de macronutrientes que se

correlacionan con los requerimientos nutricionales de los individuos inmaduros del

parasitoide (Salvador y Cônsoli, 2008).

Los parámetros biológicos del parasitoide varían por factores abióticos como la

temperatura o por la condición del huésped o calidad (Jiang et al., 2004).

Uno de los estimadores de calidad del mismo, es su tamaño. Esta característica

puede afectar la supervivencia de la descendencia del parasitoide, el tamaño y número

de individuos adultos que emergen (Campos Farinha y Chaud Netto, 2000; Chow y

Heinz, 2007; Hernández, 2010).

En la práctica en el laboratorio y bajo condiciones ambientales controladas las

larvas de D. saccharalis adquieren un tamaño que resulta adecuado para ser

parasitoidizadas por C. flavipes, en un rango comprendido entre 17 y 21 días. Sin

embargo, como podría ser esperado, existe variación tanto en el tamaño como en las

condiciones fisiológicas que podrían afectar los resultados del parasitoidismo.

La producción de cocones de C. flavipes puede ser incrementada aumentando la

calidad del huésped. Así también, dado que el mantenimiento de las larvas es muy

costoso, sería esperable que se optimicen las técnicas de cría masiva mediante una

relación de tamaño de larva/tiempo en cámara que a su vez garantice una producción

óptima de cocones.

Hipótesis Particular 4: La edad de la larva huésped ejerce un efecto en la

producción del parasitoide y en su proporción sexual.

Objetivo Específico 4: Examinar el efecto de la edad larval a la cual son

parasitoidizadas sobre la producción de cocones y la proporción sexual de parasitoides

emergidos.

49

6.2. Materiales y métodos

6.2.1. Procedimiento

El experimento se realizó entre los meses de Julio y Noviembre de 2008. La

parasitoidización se produjo utilizando larvas de D. saccharalis y adultos de C. flavipes

de la línea de cría del CIRPON, con 17, 18, 19, 20 y 21 días, todas parasitoidizadas una

sola vez. Cabe destacar que se tomó en cuenta la edad del huésped en días y no se

especificó estadio de desarrollo larval por considerarse, el primero, un dato más

relevante a los efectos de este estudio (minimizar el tiempo de cría reduce costos en

sistemas de producción masiva). Por cada día de parasitoidización cada operario (tres en

total), recibió 2 frascos escogidos al azar, de los que extrajeron las larvas para

parasitoidizar con C. flavipes, separando previamente larvas de buen tamaño (20 mm o

más aproximadamente) consideradas “buenas” y larvas de tamaño menor, consideradas

“malas”. Esta selección es la que normalmente se llevó a cabo en el sistema de cría

masiva desarrollado en el CIRPON.

De esta manera se contó el número de larvas “buenas” y “malas”, cuyos valores

se consignan en la Tabla 10, las que luego de ser parasitoidizadas manualmente, se

colocaron en cápsulas de Petri y fueron llevadas a cámara de cría con una temperatura

de 26±1˚C por un período de 14 días. De los cocones extraídos de cada cápsula se

registró número de adultos de C. flavipes emergidos, una vez muertos para facilitar el

conteo de los mismos, distinguiendo machos y hembras para obtener la proporción

sexual.

Tabla 10. Diseño experimental para las cinco edades larvales del hospedero D. saccharalis.

17 días 18 días 19 días 20 días 21 días

Operario Frasco

A Frasco

B Frasco

C Frasco

D Frasco

E Frasco

F Frasco

G Frasco

H Frasco

I Frasco

J

b m b m b m b m b m b m b m b m b m b m

A 70 58 54 43 142 36 94 43 68 63 80 42 56 77 54 30 72 30 80 22

B 77 51 82 - 83 42 118 26 133 33 20 15 110 57 54 24 84 23 102 25

C 130 35 91 46 58 80 85 52 53 87 119 75 36 63 64 41 112 30 78 29

50

6.2.2. Análisis de datos

Las variables de respuesta correspondientes a la evaluación del efecto de la edad

larval del huésped son de naturaleza no-normal. El éxito de producción de cocones se

consideró una variable de respuesta binomial, el número de hembras y adultos

emergidos una variable de conteo y la proporción sexual un índice. Por lo tanto, es

esperable que la distribución de los errores de los modelos asociados no cumplan con el

supuesto de normalidad. En consecuencia, para evaluar el efecto de la edad larval del

huésped sobre las variables mencionadas en C. flavipes, se utilizaron modelos lineales

generalizados, permitiendo de esta manera la consideración de la naturaleza del error.

La distribución asociada para el éxito de producción de cocones fue de tipo binomial,

mientras que para el número de hembras emergidas, el número de adultos emergidos y

la proporción sexual, se asoció un error normal. Los factores considerados en el modelo

fueron: 1) días de vida de la larva huésped, 2) operario que realizó las

parasitoidizaciones, 3) interacción entre días de vida y operario. Los resultados del

modelo lineal generalizado se expresan en una tabla de ANOVA, considerando el

estadístico Wald como el estadístico de referencia para los criterios de significancia.

6.3. Resultados

Hubo un efecto significativo de la edad larval de D. saccharalis en días sobre el

éxito en la producción de cocones (Wald = 103.117, P = 0.00), el número de adultos de

C. flavipes emergidos (Wald = 95.481, P = 0.00), el número de hembras emergidas

(Wald = 41.371, P = 0.00) y la proporción sexual (Wald = 37.893, P = 0.00). (Tabla

11).

51

Tabla 11. Efecto de la edad larval de D. saccharalis.

Variable de respuesta Fuente de variación Wald P

Éxito de producción de cocones Días de vida 103,117 0,00000

Operario 61,597 0,00000

Interacción Días de vida * Operario 52,665 0,00000

Adultos emergidos Días de vida 95,481 0,00000

Operario 20,147 0,00004

Interacción Días de vida * Operario 111,86 0,00000

Hembras emergidas Días de vida 41,371 0,00000

Operario 8,359 0,01530

Interacción Días de vida * Operario 70,561 0,00000

Proporción sexual de adultos emergidos Días de vida 37,893 0,00000

Operario 0,971 0,61534

Interacción Días de vida * Operario 43,040 0,00000

El éxito en la producción de cocones fue significativamente más alto en larvas

de 18 días (media = 0.72 ± desvío estándar = 0.45, N = 572) y 19 días (0.70 ± 0.46, N =

468) como se muestra en la Tabla 12 y Fig. 23.

Tabla 12. Tamaño de muestra (n), promedio (ŷ) y desvío estándar (σ) para cada una de las

variables teniendo en cuenta la edad larval en días de D. saccharalis.

Días de vida

17 18 19 20 21

Éxito de producción de cocones n 474 572 468 371 376 ŷ 0,53 0,72 0,7 0,39 0,6

σ 0,50 0,45 0,46 0,49 0,49

Adultos emergidos n 474 572 468 371 376

ŷ 19,53 31,87 33,59 10,99 11,62

σ 30,84 34,29 37,33 19,24 19,20

Hembras emergidas n 434 568 468 371 367

ŷ 13,92 16,94 17,24 5,93 5,51

σ 25,94 23,20 25,13 13,00 11,93

Proporción sexual de adultos emergidos n 265 407 328 152 214

ŷ 0,54 0,49 0,41 0,45 0,35

σ 0,32 0,31 0,31 0,32 0,31

52

17 18 19 20 21

Edad de larvas de D. saccharalis en días

0,3

0,4

0,5

0,6

0,7

0,8

Éxi

to e

n pr

oduc

ción

de

coco

nes

Figura 23. Éxito en la producción de cocones.

Lo mismo ocurre si consideramos el número de adultos emergidos: los mayores

valores se presentaron para larvas de 18 días (31.87 ± 34.29, N = 572) y larvas de 19

días (33.59 ± 37.33, N = 468). Para el número de hembras se mantiene la misma

tendencia: larvas de 18 días (16.94 ± 23.20, N = 568), larvas de 19 días (17.24 ± 25.13,

N = 468; Tabla 12. Figs.24 y 25).

17 18 19 20 21

Edad de larvas de D. saccharalis en días

5

10

15

20

25

30

35

40

Núm

ero

de a

dulto

s de

C

. fla

vip

es e

mer

gido

s

Figura 24. Número de adultos de C. flavipes emergidos.

53

17 18 19 20 21

Edad de larvas de D. saccharalis en días

4

6

8

10

12

14

16

18

20

Núm

ero

de C

. fla

vip

es h

embr

as e

mer

gida

s

Fig. 25. Número de hembras de C. flavipes emergidas.

Cuando se tuvo en cuenta la proporción sexual (H:M) se encontró como

tendencia una disminución en la proporción sexual desde larvas de 17 a 21 días (Tabla

12. Fig. 26).

17 18 19 20 21

Edad de larvas de D. saccharalis en días

0,25

0,30

0,35

0,40

0,45

0,50

0,55

0,60

Pro

porc

ión

de s

exos

(C

. fla

vip

es)

Figura 26. Proporción sexual de C. flavipes.

Por otra parte, cuando se cruzaron resultados de proporción sexual y éxito en

producción de cocones se encontró una disyuntiva entre la producción de adultos y la

proporción sexual de C. flavipes. Si los resultados de este ensayo podrían tipificarse,

una producción que tenga por objetivo aumentar el número de adultos, se deberían

54

parasitoidizar larvas de 18 o 19 días. Sin embargo, si se tiene por objetivo sesgar la

producción a hembras (proporción sexual dominada por hembras), se deberían

parasitoidizar larvas de 17 días (Fig. 27).

17 18 19 20 21

Edad de larvas de D. saccharalis en días

0,25

0,30

0,35

0,40

0,45

0,50

0,55

0,60

0,65

0,70

0,75

Éxi

to e

n pr

oduc

ción

de

coco

nes

ypr

opor

ción

de

sexo

s

Figura 27. Disyuntiva entre el éxito en producción de cocones y la proporción sexual de C. flavipes.

55

6.4. Discusión

En este trabajo se evaluó el efecto de la edad larval del huésped sobre la

obtención de cocones de C. flavipes y la proporción sexual de los parasitoides. Se

encontró que tanto el éxito en la producción de cocones como el número de adultos

emergidos fue mayor para los grupos de larvas de D. saccharalis de 18 y 19 días.

Coincidente con lo encontrado en este experimento, es el trabajo de Hernández

(2010), quien observó una mayor emergencia de adultos de C. flavipes provenientes de

larvas D. saccharalis parasitoidizadas a los 18 días de edad que en larvas de 16 y 17

días. Campos Farinha y Chaud Netto (2000) proponen en su trabajo al considerar larvas

de tercero a quinto estadio, que un aumento registrado en el número de parasitoides

emergidos de C. flavipes se debería al aumento en el tamaño del huésped. Lo mismo

observaron Jiang et al. (2004), en el parasitoidismo de C. flavipes sobre Chilo partellus

Swinhoe, donde más parasitoides emergieron en larvas L4 que en L3. Además agregan

que la tasa de desarrollo de los parasitoides es más baja en larvas más pequeñas al

determinar que el tiempo de desarrollo de huevo a cocón fue mayor, dato que no fue

registrado en este ensayo.

Existen estudios que sugieren la dependencia del estadio larval con las

respuestas inmunes celular y humoral (Hegazi y Khafagy, 2007). Una disminución en la

producción de cocones y en el número de adultos observados para el grupo de larvas de

20 y 21 días podría deberse a los cambios internos en la larva relacionados a su

proximidad al estado de pupa, de tal manera que no hacen viable el desarrollo de los

parasitoides en su interior. Por otra parte la clara tendencia a la disminución en el

número de hembras a medida que aumenta la edad larval del huésped también tendría

que ver con este hecho y la capacidad que tendría la hembra de C. flavipes para inferir la

condición de sus huéspedes al momento de depositar los huevos. En relación a esta

situación, Chow y Heinz (2007) encontraron que hembras del parasitoide Diglyphus

isaea Walker (Hymenoptera: Eulophidae) produjeron una proporción sexual sesgada a

machos cuando se incrementó el tamaño del huésped.

56

7. CONCLUSIÓN GENERAL

Respecto de los cuatro puntos seleccionados como parte de los factores

inherentes a la cría masiva del parasitoide C. flavipes y su huésped D. saccharalis se

concluye que:

Composición de la dieta - La composición de la dieta suministrada a larvas de D. saccharalis tiene un

efecto sobre la producción de ambas líneas de cría, huésped y parasitoide.

- De los distintos tipos de dieta propuestos se obtienen los mejores resultados

con una combinación de harina de poroto y ampicilina como antibiótico, favoreciendo

la supervivencia de D. saccharalis y la producción de C. flavipes.

- De los resultados se puede inferir la posibilidad de adoptar un tipo de dieta de

acuerdo a las necesidades inmediatas en el estado de producción de la cría masiva. En el

caso de prevalecer un objetivo de levantar la línea de cría por sobre la necesidad de

obtención de los productos finales de la cría (cocones) se optaría por la dieta I, en donde

se obtuvo el valor promedio más alto para la supervivencia huevo-larva. Lo que sugiere

que en los primeros estadios larvales se puede reducir la dosis de ampicilina para

combinarla con otro antibiótico de efecto bactericida (estreptomicina). En caso de

optimizar los resultados para ambas líneas, es decir, pie de cría de D. saccharalis y

producción de cocones de C. flavipes la elección es a favor de la dieta E. La dieta A es

la opción si se toma en cuenta la rentabilidad, punto muy importante en el desarrollo de

la cría masiva con el objeto de su empleo en el control biológico. Por lo tanto, por

cuestiones prácticas la recomendación que se desprende de este estudio es realizar la

elección de la dieta teniendo en cuenta los costos y objetivos de la producción para

lograr ciclos de cría sustentables en el tiempo, y la capacidad logística del sistema de

cría masiva para producir varios tipos de dietas a la vez.

Cría de D. saccharalis - Existe una tendencia a la disminución de huevos de D. saccharalis con el

aumento de la proporción sexual expresada como número de hembras/número total de

adultos.

57

- La cantidad óptima de mariposas por jaulas individuales de oviposición es de

un promedio de 300 individuos.

- Un mayor número de machos aumenta la cantidad de huevos sugiriendo (como

se deriva de la figura 18), el armado de jaulas con una proporción sexual

hembras:machos de 1:3.

- Un futuro experimento podría realizarse controlando los niveles de densidad de

adultos, para estimar si existe además un potencial efecto de la interacción entre la

proporción sexual y el número de individuos por jaula de cría. Los resultados esperados

de un experimento de esta magnitud permitirían controlar y balancear la cantidad de

adultos de manera más eficiente para la obtención de huevos, permitiendo manejar

menos individuos con mejores resultados y con la consecuente disminución del tiempo

empleado en el proceso.

Número de parasitoidizaciones - Una parasitoidización única con C. flavipes sobre D. saccharalis realizada por

un operario es más eficiente para la producción de cocones del parasitoide, con respecto

a una parasitoidización doble.

- La parasitoidización manual doble o simple no tiene efecto sobre la proporción

sexual ni el número de adultos de C. flavipes emergidos.

- El adiestramiento de los técnicos en la selección de larvas que permitan el

normal crecimiento y desarrollo de los parasitoides hasta su emergencia es una medida

muy importante a tener en cuenta en una cría masiva para obtener resultados óptimos

que combinen eficiencia y calidad.

Edad de la larva para realizar la parasitoidización - La edad del huésped ejerce una influencia sobre la producción de parasitoides.

- El éxito en la producción de cocones así como un mayor número de adultos de

C. flavipes se obtienen a los 18 y 19 días de edad de larvas de D. saccharalis.

- La proporción sexual (hembras/machos) de individuos de C. flavipes

disminuye con el aumento de la edad larval del huésped D. saccharalis. Por lo tanto el

número de hembras de parasitoide emergidas es mayor en larvas más jóvenes.

58

- Para una línea de cría masiva se sugiere concentrar la parasitodización a los 18

días de edad larval del huésped, y a los 17 días cuando se requiera sesgar la proporción

sexual hacia las hembras.

59

8. BIBLIOGRAFÍA

1- Acatitla Trejo, C., N. Bautista Martínez, J. Vera Graziano, J. Romero Nápoles y H.

G. Calyecac Cortero. 2004. Ciclo biológico y tasas de supervivencia y reproducción de

Copitarsia incommoda Walker (Lepidoptera: Noctuidae) en cinco dietas artificiales.

Agrociencia 38: 355-363.

2- Achterberg, C. van. 1990. Illustrated key to the subfamilies of the Holarctic

Braconidae (Hymenoptera: Ichneumonoidea). Zoologische Mededelingen Leiden 64

(1): 1-20.

3- Acosta, S. y M. Galán. 1999. Efectos del superparasitismo de Cotesia flavipes Cam.

(Hymenoptera: Braconidae) sobre Diatraea saccharalis Fab. (Lepidoptera: Crambidae).

Revista de Protección Vegetal 14 (1): 55-58.

4- Anento, J. L. y J. Selfa. 1997. Himenópteros parásítica y control de plagas. En: Los

artrópodos y el hombre. Boletín de la Sociedad Entomológica Aragonesa 20: 151-160.

5- Arnold, S. J. y M. J. Wade. 1984. On the measurement of natural and sexual

selection: theory. International Journal of Organic Evolution 38 (4): 709-719.

6- Bavaresco, A., M. S. García, A. D. Grützmacher, R. Ringenberg y J. Foresti. 2004.

Adequação de uma dieta artificial para a criação de Spodoptera cosmioides (Walk.)

(Lepidoptera: Noctuidae) em laboratório. Ecology, behavior and bionomics. Neotropical

Entomology 33 (2): 155-161.

7- Berta, D. C. y S. M. Ovruski. 2008. Braconidae. En: Claps, L., Debandi, G., Roig-

Juñet, S. (Directores). Biodiversidad de artrópodos argentinos. Sociedad Entomológica

Argentina Ediciones. Vol. 2, 329-344.

8- Bessin, R. T., E. B. Moser y T. E. Reagan. 1990. Integration of management tactics

for Diatraea saccharalis (F.) (Lepidoptera: Pyralidae) populations in southern

Louisiana. Journal of Economic Entomology 83: 1563-1569.

60

9- Boggs, C. L. 1986. Reproductive strategies of female butterflies: variation in and

constraints on fecundity. Ecological Entomology 11: 7-15.

10- Boiça Jr., A. L., F. M. Lara y M. P. Bellodi. 1997. Influência de variedades de cana

de açúcar, incorporadas em dieta artificial, no desenvolvimento de Diatraea saccharalis

(Fabr.) e no seu parasitismo por Cotesia flavipes (Cam.). Anais da Sociedade

Entomológica do Brasil 26 (3): 537-542.

11- Botelho, P. S. y N. Macedo. 2002. Cotesia flavipes para o controle de Diatraea

saccharalis. En: Parra, J. R., P. S. M. Botelho, B. S. Correa Ferreira y J. M. S. Bento.

Controle biológico no Brasil. Parasitóides e predadores. Editorial Manole, São Paulo.

Cap. 25, 409-426.

12- Calderón, C. P. 1987. Cuatro dietas artificiales para la crianza masiva de Diatraea

saccharalis F. Revista Peruana de Entomología 29: 51-54.

13- Campos Farinha, A. E. de C. y J. Chaud Netto. 2000. Biologia reprodutiva de

Cotesia flavipes (Cameron) (Hymenoptera: Braconidae) V. Avaliação do número de

posturas, prole e razão sexual do parasitoide em relação ao tamaño do hospedeiro

Diatraea saccharalis Fabricius (Lepidoptera: Pyralidae). Arquivos do Instituto

Biologico, São Paulo 67 (2): 249-252.

14- Cano, M. A., E. M. dos Santos y A. de S. Pinto. 2006. Produção de Cotesia flavipes

para o controle da broca da cana. En: Controle de pragas da cana de açúcar. Boletim

Técnico Biocontrol 1. Cap. 3, 21-24.

15- CAÑAMIP. 2000. Manejo integrado de barrenadores en caña de azúcar.

CENGICAÑA, Guatemala. 26 pp.

16- Capinera, J. L. 2001. Sugarcane borer, Diatraea saccharalis (Fabricius) (Insecta :

Lepidoptera: Pyralidae). Document of Featured creatures. Entomology and Nematology

Departemnt, Florida Cooperative Extension Service. Institute of Food and Agricultural

Sciences, University of Florida. 5pp.

61

17- Chow, A. y K. M. Heinz. 2007. Use of host-size-dependent sex ratio theory in

parasitoid mass rearing. En: Hopper, K. R., K. M. Kester y K. A. Hoelmer.XIV

International Entomophagous Insects Workshop. Journal of Insect Science 7 (16), 25

pp.

18- Cohen, A. C. 2004. Insect diets. Science and technology. CRC Press. 324 pp.

19- Cueva, M., G. Ayquipa y V. Mescua. 1980. Estudios sobre Apanteles flavipes

(Cameron), introducido para controlar Diatraea saccharalis (F.) en el Perú. Revista

Peruana de Entomología 23 (1): 73-76.

20- Dhaliwal, G. S., O. Koul y R. Arora. 2004. Integrated pest management: retrospect

and prospect. En: Integrated pest management. Potential, constraints and challenges.

Cap. 1, 1-20.

21- Dobson, A. J. 1990. An introduction to generalized linear models. New York:

Chapman & Hall. 174 pp.

22- Estrada Hurtarte, R. E. 1992. Producción masiva de Spodoptera sunia y S. exigua.

CEIBA. Revista Técnica y Científica de la Escuela Agrícola Panamericana de

Zamorano, Honduras 33 (1): 161-175.

23- Gifford, J. R. y G. A. Mann. 1967. Biology, rearing and a trial release of Apanteles

flavipes in the Florida Everglades to control sugarcane borer. Journal of Economic

Entomology 60 (1): 40-47.

24- González, V. 1984. Perspectivas en la investigación sobre control del taladrador

(Diatraea spp.) y la candelilla (Aeneolamia spp.) en caña de azúcar. II Seminario sobre

los problemas de la candelilla y el taladrador en caña de azúcar y pastos. Barquisimeto,

Venezuela. 375 pp.

25- Guédez, C., C. Castillo, L. Cañizales y R. Olivar. 2008. Control biológico: una

herramienta para el desarrollo sustentable y sostenible. Academia. Trujillo, Venezuela.

7 (13): 50-74.

62

26- Hegazi, E. y W. Khafagy. 2007. Are the earlier instars better defended

immunologically tan later instars? A case study of immune dynamics in the Microplitis

rufiventris – Spodoptera littoralis system. En: Hopper, K. R., K. M. Kester y K. A.

Hoelmer.XIV International Entomophagous Insects Workshop. Journal of Insect

Science 7 (16), 25 pp.

27- Hernández, D. 2010. Estudio de algunos aspectos biológicos de Cotesia flavipes

Cameron (Hymenoptera: Braconidae) parasitoide de Diatraea saccharalis Fabricius

(Lepidoptera: Crambidae). Entomotrópica 25 (2): 69-81.

28- Jiang, N., M. Sétamou, A. J. Ngi Song y C. O. Omwega. 2004. Performance of

Cotesia flavipes (Hymenoptera: Braconidae) in parasitizing Chilo partellus

(Lepidoptera: Crambidae) as affected by temperatura and host stage. Biological Control

31: 155-164.

29- Kalnay, R. A. 1984. Diatraea spp. Lepidópteros minadores de la caña de azúcar.

Serie Didáctica. Ciencias Agrarias. Facultad de Ciencias. Agrarias. Universidad

Nacional de Jujuy. Publicación Nº1. 23 pp.

30- Lastra, L. A. y L. A. Gómez. 1988. Efecto de algunas dietas artificiales sobre la

biología del D. saccharalis F. (Lepidoptera: Pyralidae) y sus parásitos. Revista

Colombiana de Entomología 14 (2): 9-14.

31- Layward, K. J. 1942. El gusano chupador de la caña de azúcar (Diatraea

saccharalis F.). Revista Industrial Agrícola de Tucumán 32 (10-12): 315-325.

32- Linares, B. A. 1987. Influencia de la temperatura en el desarrollo de Diatraea

saccharalis Fabricius. Caña de Azúcar. Revista del Instituto Nacional de

Investigaciones Agropecuarias, Venezuela 5 (2): 43-66.

33- Luna, L. H., S. Vega Trompeta, A. Núñez y O. Carrazana. 2004. Elaboración de

uma dieta para la cria artificial de Utetheisa ornatrix venusta (Dalm.) (Lepidoptera:

Arctiidae). Revista Del Centro Agrícola, Cuba 31 (1-2): 9-12.

63

34- Magrini, E. A., J. R. P. Parra, M. L. Haddad y P. S. M. Botelho. 1995. Comparaçao

de dietas artificiais e tipos de milho, para criaçao de Anagasta kuehniella (Zeller, 1879)

(Lepidoptera: Pyralidae). Scientia Agricola, Piracicaba 52 (1): 60-64.

35- Marín, M. S., C. C. Sáez, A. E. Caballero y M. J. Quercetti. 2006. Grapholita

molesta. Evaluación de dietas larvarias artificiales. Revista de la Facultad de Ciencias

Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo 38 (2): 1-7.

36- Meneguim, A. M., J. R. P. Parra y M. L. Haddad. 1997. Comparação de dietas

artificiais, contendo diferentes fontes de ácidos graxos, para criação de Elasmopalpus

lignosellus (Zeller) (Lepidoptera: Pyralidae). Anais da Sociedade Entomológica do

Brasil 26 (1): 35-43.

37- Milano, P., E. B. Filho, J. R. P. Parra, M. L. Oda y F. L. Cônsoli. 2010. Efeito da

alimentação da fase adulta na reprodução e longevidade de espécies de Noctuidae,

Crambidae, Tortricidae e Elachistidae. Ecology, Behavior and Bionomics. Neotropical

Entomology 39 (2): 172-180.

38- Murúa, M. G., E. G. Virla y V. Defagó. 2003. Evaluación de cuatro dietas

artificiales para la cría de Spodoptera frugiperda (Lep.: Noctuidae) destinada a

mantener poblaciones experimentales de himenópteros parasitoides. Boletín de Sanidad

Vegetal. Plagas 29: 43-51.

39- Parra, J. R. P., P. S. M. Botelho, B. S. Correa Ferreira y J. M. S. Bento. 2002.

Controle biológico: terminologia. En: Parra, J. R., P. S. M. Botelho, B. S. Correa

Ferreira y J. M. S. Bento. Controle biológico no Brasil. Parasitóides e predadores.

Editorial Manole, São Paulo. Cap. 1, 1-16.

40- Pérez, D., C. Fandos, J. Scandaliaris, L. Mazzone, F. Soria y P. Scandaliaris. 2007.

Estado actual y evolución de la productividad del cultivo de caña de azúcar en Tucumán

y el noroeste argentino en el período 1990-2007. Publicación Especial Nº34. Estación

Experimental Agroindustrial Obispo Colombres. Tucumán. 22 pp.

64

41- Pérez, R. y W. H. Long. 1964. Sex attractant and mating behavior in the sugarcane

borer. Journal of Economic Entomology 57 (5): 688-691.

42- Pérez Moreno, I. 2000. Fundamentos teóricos del manejo integrado de plagas.

Boletín de la Sociedad Entomológica Aragonesa 27: 127-133.

43- Pexton, J. J., J. G. de Boer, G. E. Heimpel, L. E. M. Vet, J. B. Whitfield y P. J.

Ode. 2008. Competition and brood reduction: testing alternative models of clutch-size

evolution in parasitoids. Behavioral Ecology 403-409.

44- Pinto, A de S., M. A. V. Cano y E. M. dos Santos. 2006. A broca da cana, Diatraea

saccharalis. En: Controle de pragas da cana de açúcar. Boletim Técnico Biocontrol 1.

Cap. 2, 15-20.

45- Polaszek, A. y A. K. Walker. 1991. The Cotesia flavipes species-complex:

parasitoids of cereal stemborers in the tropics. Redia 74: 335-341.

46- Rasband, W. 1997. Image J. National Institutes of Health, USA.

http://rsb.info.nih.gov/ij/

47- Risco, S. H. 1971. Control biológico de los insectos de la caña de azúcar en el Perú.

Primer Congreso Latinoamericano de Entomología. Cusco. Perú. Boletín de la Sociedad

Entomológica del Perú 6 (2): 69-75.

48- Romero R, F. 2004. Manejo integrado de plagas: Las bases, los conceptos, su

mercantilización. Primera edición. Universidad Autónoma Chapingo, México. 103pp.

49- Salvador, G. y F. L. Cônsoli. 2008. Changes in the hemolymph and fat body

metabolites of Diatraea saccharalis (Fabricius) (Lepidoptera: Crambidae) parasitized

by Cotesia flavipes (Cameron) (Hymenoptera: Braconidae). Biological Control 45: 103-

110.

50- Salvatore, A. R., G. López, E. Willink, M. Ahmed y L. Varela. 2008. Ataque del

“gusano perforador de la caña de azúcar” Diatraea saccharalis en Tucumán: análisis

65

prezafra de las campañas 2003 a 2007. Revista Avance Agroindustrial. Estación

Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, Tucumán 29 (1): 12-13.

51- Salvatore, A. R., G. López y E. Willink. 2009. Plagas en el cultivo de caña de

azúcar. En: Romero, E., Digonzelli, P. A. y Scandaliaris, J. (Editores). Manual del

cañero. Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres. Cap. 11, 117-122.

52- Santillana, E. de L., H. Medrano, L. J. Galán Wong, K. Arévalo Niño, L. H.

Morales. 2003. Desarrollo y evaluación de formulados de B. thuringiensis contra

Diatraea saccharalis. Ciencia UANL. Universidad Autónoma de Nuevo León.

Monterrey, México. 6 (4): 484-490.

53- Scaglia, M., J. Chaud Netto, M. R. Brochetto Braga, S. A. Ceregato, N. Gobbi y A.

Rodrigues. 2005. Oviposition sequence and offspring of mated and virgin females of

Cotesia flavipes (Hymenoptera: Braconidae) parasitizing Diatraea saccharalis larvae

(Lepidoptera: Crambidae). Journal of Venomous Animals and Toxins including

Tropical Diseases 11 (3): 283-298.

54- Schexnayder, H. P. Jr., T. E. Reagan y D. R. Ring. 2001. Sampling for the

sugarcane borer (Lepidoptera: Crambidae) on sugarcane in Louisiana. Journal of

Economic Entomology 94 (3): 766-771.

55- Smith, L. y A. C. Bellotti. 1996. Proyectos acertados de biocontrol con énfasis

sobre el geotrópico. Proceedings Cornell Communications Conference on Biological

Control. Cornell University Press. 12 pp.

56- StatSoft, Inc. 2004. STATISTICA (data analysis software system), version 7.

www.statsoft.com.

57- Torres Vila, L. M., M. C. Rodríguez Molina y M. D. Jennions. 2004. Polyandry

and fecundity in the Lepidoptera: can methodological and conceptual approaches bias

outcomes? Behavioral Ecology and Sociobiology 55: 315-324.

66

58- Torres Vila, L. M. y M. D. Jennions. 2005. Male mating history and female

fecundity in the Lepidoptera: do male virgins make better partners? Behavioral Ecology

and Sociobiology 57: 318-326.

59- Vargas, C., P. J. Shannon, R. Taveras, F. Soto y L. Hilje. 2001. Un nuevo método

para la cría masiva de Hypsipyla grandella. Hoja Técnica N°39. Manejo Integrado de

Plagas, Costa Rica 62: 1-4.

60- Walker, D. W. 1965. Bionomics of the sugarcane borer Diatraea saccharalis (Fab.).

Adescription of the mating behavior. Proceedings of the Entomological Society of

Washington. 67 (2): 80-83.

61- Wedell, N., C. Wiklund y P. A. Cook. 2002. Monoandry and polyandry as

alternative lifestyles in a butterfly. Behavioral Ecology 13 (4): 450-455.

62- Willink, E. 1982. Especies de Diatraea en cañaverales del noroeste argentino.

Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres. Tucumán. Boletín Nº140. 38

pp.

63- Willink, E., H. Salas, G. Erimbaue y G. Olaiz. 1999. El gusano perforador de la

caña de azúcar, Diatraea saccharalis. Nuevos focos en Tucumán. Revista Avance

Agroindustrial. Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, Tucumán 13-

15.

64- Yamauchi, M. N., N. Gobbi, J. Chaud Netto y A. E. Campos Farinha. 1996.

Relationship between number of ovipositions of Cotesia flavipes (Cam.) and number of

descendants emerged from its host Diatraea saccharalis (Fabr.). Anais da Sociedade

Entomológica do Brasil 26(1): 87-91.

67

9. ANEXOS

9.1. Anexo 1: Dieta artificial. Composición

La composición de la dieta artificial básica utilizada en la cría masiva en

laboratorio del CIRPON fue la siguiente:

Harina de poroto (poroto molido)………………380 g.

Harina de maíz (polenta)………………………..420 g.

Harina de soja…………………………………...380 g.

Levadura………………………………………...352 g.

Germen de trigo…………………………………240 g.

Formol…………………………………………..12 ml

Complejo Vitamínico (vía seca): 2 dosis/litro de agua

Biotina 20 mg

Niacinamida 1000 mg

Pantotenato de calcio 1000 mg

Riboflavina 500 mg

Clorhidrato de tiamina 250mg 250 mg

Clorhidrato de piridoxina 250 mg

Ácido fólico 100 mg

Cloruro de colina………………………………...6 g

Vitamina B12……………………………………120 ml

Induvet ………………………………………….3 cdtas

Metil parahidroxibenzoato (Nipagín)……………95 g

Ácido sórbico……………………………………18 g

Ácido ascórbico…………………………………35,7 g

Caragenato (gelificante)…………………………95 g

Agua…………………………………………….6 litros

Antibióticos:

Oxitetraciclina…………………………………..16 g

Estreptomicina…………………………………..1 g

68

9.2. Anexo 2: Preparación de la dieta artificial

La dieta se preparó primero mezclando por separado ingredientes secos y

líquidos. El agua caliente a una temperatura de aproximadamente 60ºC fue utilizada

para cocinar las harinas, luego se agregaron los componentes líquidos. Al mismo tiempo

se calentó agua por separado para disolver el caragenato con ayuda de una batidora.

Estas dos preparaciones se juntaron y licuaron para obtener una consistencia cremosa.

Esta dieta líquida se virtió en frascos de vidrio de 200 ml de capacidad que fueron

previamente esterilizados en autoclave a 120ºC y 1 atm de presión durante 50 minutos.

Figura 28. Frascos de vidrio con dieta artificial para larvas de D. saccharalis

Una vez llenado cada frasco con 120 ml de dieta aproximadamente se taparon

con tapas ahuecadas cubiertas con algodón o malla de alambre con papel secante (de

acuerdo a la disponibilidad de material) y previamente esterilizadas en estufa a 200ºC

durante 30 minutos. Harina de poroto y germen de trigo también fueron esterilizados en

autoclave de la misma manera que los frascos de vidrio. Una vez que los frascos

conteniendo dieta se enfriaron a temperatura ambiente, la misma se solidificó, quedando

listos para la siembra de huevos de D. saccharalis.