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FIESTAS DE PUEBLO DE SALINAS 1999(Publicado por el periÛdico PRIMERA HORA)

Pelean por Tetas de Cayeyel barrio Palmas. Adem·s, ase-

gurÛ que desde ya se planifica "la caravana de las Tetas" para una vez la JP los certifique como ju-risdicciÛn oficial, salir a la calle "en una gran fiesta y plantar la ban- dera de Salinas en las Tetas".

Sin embargo, el alcalde de Aibonito, JosÈ Alberto DÌaz Robles, ad- virtiÛ que su pueblo no se que-dar· cruzado de brazos porque "la cresta de las

Tetas le pertenece a Aibonito". Lo que ocurre es que la parte

superior de las Tetas de Cayey son propiedad de William ColÛn, de Aibonito, y el Alcalde insistiÛ en que esa parte queda en el barrio CuyÛn del pueblo.

"Si la controversia es donde nacen las Tetas, obvia-mente eso est· en Salinas, pero la cresta de las Tetas queda en el barrio CuyÛn de Aibonito, donde todas las personas de ese sector son electores de Aibonito y pagan todas sus contribuciones en Aibonito. De eso estamos convencidos y no vamos a dejar de ejercer nuestros derechos como pueblo", sentencio DÌaz Rob-les, quien, adelantÛ que el prÛximo 21 de agosto se har· una gran actividad en la que plantar·n una ban-dera gigante de Aibonito en la parte m·s alta de las Tetas.

Pero, el Alcalde de Salinas contestÛ tranquilamente que a "Aibonito no le toca ni el broche del 'brassier' de las Tetas" y le recomendÛ a DÌaz Robles que no se apresure a plantar una bandera de su pueblo "porque tendremos que sacarla cuando la Junta haga su deter-minaciÛn".

MABEL M. FIGUEROAPRIMERA HORA

SALINAS est· feliz de la vida, Aibonito no se da por vencido y plantar· bandera en lo alto de los picos, en tanto Cayey mantuvo silencio.

Mientras, la Junta de PlanificaciÛn (JP) sigue adelante con su plan de trabajo para evaluar a cual de los tres pueblos finalmente se le otorga el honor de ser la jurisdicciÛn oficial de las Tetas, hasta hace poco exclu-sivamente de Cayey.

Ivellise Prado, portavoz de la JP, dijo que toda la evidencia se estudiara "en sus meritos", incluyendo la versiÛn de don Rafael Aragunde, uno de los dueÒos de los montÌculos, originalmente llamados Las Piedras del Callado; que toda la vida ha pagado contribuciones al municipio Salinas.

"Estoy muy contento por la informaciÛn que dio el seÒor Aragunde, que corrobora lo que siempre hemos catalogado como un error histÛrico. De todas formas vamos a esperar por la decisiÛn de la Junta de Planifi-caciÛn para que enmiende este error y le vamos a enviar evidencia adicional como una certificaciÛn registral de la finca de Aragunde y un mapa de uno de los vecinos en los que aparecen los lindes y demuestra que las Tetas est·n en Salinas", recalcÛ el alcalde de Salinas, Basilio Baerga.

De hecho, Baerga anticipÛ que tambiÈn estar· solic-itando que se le reconozca a Salinas la jurisdicciÛn del Monumento al JÌbaro, levantado cerca de las Tetas en

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FIESTAS DE PUEBLO DE SALINAS 1999

(Publicado por el Nuevo DÌa)

"Son mÌas", dice el alcalde de CayeyPor Raymond PÈrez

CAYEY - Para el Alcalde de Cayey no hay nada m·s que hablar sobre el asunto.

"Son mÌas....", dijo a nombre de cada uno de los cayeyanos que representa bajo el palio de su administraciÛn cuando se le tocÛ el tema de los montÌculos conocidos como las `T.... de Cayey' y que ahora reclaman adem·s los alcaldes de Salinas y Ai-bonito.

Rolando Ortiz, abogado y actual incumbente cayey-ano, sabe que el municipio de Salinas lleva un ti-empo reclamando que los famosos montÌculos est·n ubicados en una finca que colinda entre ambos pueb-los y que Salinas reclama como de su. propiedad.

"Seg˙n mi apreciaciÛn, esa finca se encuentra dentro de los lÌmites de Cayey, adem·s est· el punto histÛri-co: todo el mundo sabe y reconoce a las montaÒas de Cayey", dijo Ortiz.Ambos montÌculos, cuyo nombre oficial son los Picos Collado, est·n rodeados de la mÌstica que trae consigo la leyenda pueblerina.

Cuentan que cada uno de los montÌculos que se ven all· arriba, bien arriba, seg˙n se sube para Ponce vÌa Cayey, lo formÛ un romance. Una historia de amor, como muchas otras se han vivido antes, una historia de amores imposibles, pero que a la larga subsisti-eron.

UNA INDIGENA y un soldado espaÒol se enam-oraron perdidamente. Pero, el romance no fue aprobado por los indÌgenas ni por los mismos espa-

Òoles. El resultado fue que ante el rechazo de ambas partes, los enamorados se fugaron, se internaron en las montaÒas y llegaron a Cayey.

All·, en lo alto de las montaÒas, hicieron su vida familiar. Al morir ambos, dos montÌculos se forma-ron, los cuales hoy dÌa son reconocidos como Los Picos Collado o las T.... de Cayey.

"Esa es la leyenda y ese es el reconocimiento que no es de hoy, sino por aÒos, que nos ha dado el pueblo de Puerto Rico a nosotros los cayeyanos al reconocer a nuestros Picos Collado", indicÛ Ortiz.

"Quitarnos esos montÌculos es atentar contra nues-tros principios culturales de pueblo, nuestra idiosin-crasia de pueblo, yo espero que si hay una controversia se adjudique a favor de Cayey", seÒalÛ.

ORTIZ DIJO que uno de sus sueÒos como administrador de Cayey es convertir el lugar en donde ubican los Picos Collado en un ·rea turÌstica.

"AllÌ existe el cerro Las Planadas, muy adyacente a los Picos Collados y en donde antes hubo una comu-nidad. Hoy dÌa esa comunidad no est·, hubo proble-mas de infraestructura, era un lugar de difÌcil acceso, etc..., pero allÌ est·n las casas, el ventorrillo, es como visitar un pueblito de dÈcadas pasadas. Mi sueÒo es crear un museo-barrio y desarrollar un telefÈrico desde el Monumento del JÌbaro para visitar el cerro Las Planadas con fines de visitas turÌsticas", explicÛ Ortiz.

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FIESTAS DE PUEBLO DE SALINAS 1999

Publicado por EL NUEVO DIA

Disputa "pasional" en CayeyPor Mario Santana

PONCE - Como si el paÌs no enfrentase sufi-cientes polÈmicas, tres alcaldes reclaman que sus municipios albergan las dos famosas mon-taÒas que resaltan desde la autopista y que llevan el nombre popular del busto femenino. La Junta de PlanificaciÛn (JP) eval˙a el asunto para poder terciar en el desacuerdo, confirmÛ ayer la agencia.

"La Junta lo est· evaluan-do", dijo ivelisse PadrÛ, portavoz de prensa de la JP, cuando El Nuevo DÌa preguntÛ en cu·l municipio se encuentran los dos picos en esfuerzo por esclarecer cu·l alcalde tiene la razÛn: si el de Cayey, Rolando Ortiz; el de Salinas, Basilio Baerga Paravisini; o el de Aibonito, JosÈ Alberto DÌaz.

PadrÛ explicÛ que la JP decidiÛ investigar la ubicaciÛn exacta del famoso par de picos tras recibir una carta del alcalde Baerga Paravisini en la que afirma que Èstos quedan dentro de los lÌmites territoriales de Salinas y solicita que asÌ lo certifique la agencia.

"Se va a hacer una inspecciÛn de campo", dijo

PadrÛ. "Ahora mismo no tenemos nada que certifique que (los dos picos) son de un muni-cipio o de otro", aÒadiÛ.

UN EQUIPO de agrimensores y otros tÈcnicos de la DivisiÛn de Planes de Uso de Terreno de la Junta -seg˙n detallÛ PadrÛ- estar· encargado

de hacer mediciones en las dos montaÒas y comparar esos cÛmputos con los datos con-tenidos en la red de infor-maciÛn geogr·fica desarrollada por la JP.

Baerga Paravisini dijo hace pocas semanas a El Nuevo

DÌa que las dos famosas montaÒas est·n en una finca que perteneciÛ a sus bisabuelos, en el barrio Vertero de Salinas. "Estamos esperando la certificaciÛn (de la JP)", indicÛ entonces. TambiÈn dijo que tenÌa proyectado un desarrollo turÌstico para los picos.

El Alcalde no contestÛ ayer las llamadas de El Nuevo DÌa. Una empleada del municipio, que no se identificÛ, al explicar las razones por las que Baerga Paravisini no se encontraba, dijo: "No; si Èl ya vino ayer".

Salinas y Aibonito se pelean ahora los famo-sos picos de Cayey con

el pueblode los Toritos

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FIESTAS DE PUEBLO DE SALINAS 1999

Herederos tributan en Salinas

Tetas de Cayey tienen dueÒoMABEL M. FIGUEROA

PRIMERA HORA SE ENTERR” la controversia: las tetas de Cayey

tienen dueÒos privados, herederos y, al menos para efectos contributivos, son de Salinas.

Desde 1925 la familia Aragunde de Cayey es propi-etaria de estas tierras, con tetas y todo, y desde esa fecha paga contribuciones sobre la propiedad al muni-cipio de Salinas.

Por eso, don Rafael Aragunde no entiende por quÈ se ha levantado esta agria pugna entre los alcaldes de Cayey, Rolando Ortiz; el de Salinas, Basilio Baerga Paravisini, y el de Aiboni-to, JosÈ DÌaz, reclamando con firmeza la jurisdicciÛn de los famo-sos montÌculos.

"Lo que tienen que hacer es sentarse conmigo, ver las escrituras y las contribuciones que pago al muni-cipio de Salinas desde . siempre", dijo don Rafael muy tranquilamente desde su casa en Cayey.Resulta que un tÌo de su abuelo, don Manuel Otero

Varela, adquiriÛ en 1925 1,200 cuerdas de terrenos que llegaban a las jurisdicciones de Cayey, Aibonito y Sali-nas. Con el tiempo su pap·, Angel Aragunde, desarrollÛ plantaciones de cafÈ en el ·rea y m·s tarde Èl siguiÛ con la ganaderÌa hasta 1986.

Actualmente, don Rafael posee 400 cuerdas de terreno, que es la finca que abarca toda la parte de abajo de las Tetas de Cayey y le paga aÒo tras aÒo al Centro de Recaudaciones e Ingresos Municipales (CRIM) las contribuciones sobre sus tierras, las que le correspon-den a Salinas. La parte de arriba de los montes le pertenece a la familia de William ColÛn. M·s a˙n, las 400 cuerdas de terreno que incluyen la parte de abajo de las Tetas de Cayey tiene cuatro herederos, los hijos de don Rafael y doÒa Aida: Rafael de 47 aÒos, Angel Antonio (46), Aida (45) y Gloria (40). Don Rafael prefiere que a los picachos se les sigan

llamando con su nombre original, Las Piedras del Col-lado (tierra que se levanta como cerro, menos elevada que el

monte) y explicÛ que la asociaciÛn de las Tetas con Cayey surgiÛ porque su pap· era de ese pueblo. -Las tetas de Cayey, øson de Cayey, Aibonito o

Salinas? -De Salinas. -øY por quÈ se le puso el nombre de Tetas de

Cayey si son de Salinas? -Resulta que pap· era dueÒo de esa finca, eran 1,200

cuerdas, y casi no habÌa carretera para Salinas y como pap· era de Cayey, Las Piedras del Collado, que era como se llamaba, la gente comenzÛ a llamarla como las tierras que

eran de Cayey. Pero yo siempre he pagado las contribuciones en Salinas. -O sea, que no debe haber con-

troversia alguna... -Ninguna, si hubiesen hablado con-

migo, eso es lo que tienen que hacer. No hay controversia, son de Salinas.

Si quieren saber a dÛnde pertenecen yo les digo que desde el 1925 estamos pagando contribuciones sobre la propiedad a Salinas. -øUsted quÈ cree de la pelea entre los tres pueb-

los?- -Que no deben pelear por eso. Lo que tienen que

hacer es bien sencillo, ver la escrituras de las tierras, ir al CRIM y ver que yo pago a Salinas.

Don Rafael hizo un llamado a las autoridades para que en vez de perder el tiempo discutiendo la jurisdicciÛn de los montÌculos se pongan de acuerdo para limpiar y darle mantenimiento a la carretera # 1, que bordea este famoso paisaje natural. PRIMERA HORA pudo consta-tar que el ·rea, que defienden para desarrollo turÌstico, est· convertido en un vertedero de carros quemados y cha-tarra. En las tierras de don Rafael se han encontrado

yacimientos de los indios taÌnos, uno de los fundamentos para darle fuerza a esa rom·ntica leyenda que rodea los picos y que protagonizan una india y un espaÒol persegui-dos por su amor: A Èl lo matan por los montes de esas tierras y ella muere a su lado. Con el tiempo nacen las dos piedras.

Los alcaldes se envolvieronen una polÈmica in˙til en lugar de limpiar el ·rea,

dice don Rafael Aragunde

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PUEBLO POR PUEBLO / EL NUEVO DIA /miÈrcoles, 01 de septiembre de 1999

Ante RossellÛ el casode las Tetas de Salinas Por Sandra CaquÌas CruzEspecial El Nuevo DÌa

PONCE - El alcalde de Salinas, Basilio Baerga Paravisini, le pidiÛ formalmente al gobernador Pedro RossellÛ, que intervenga en el caso de la venta de las conocidas Tetas de Cayey o Tetas de Salinas, como usted quiera llamarlas.

Salinas pide que elGobernador intervenga en

el caso de la venta de lasTetas de Salinas

Alegadamente, la parte del frente de los montÌcu-los que da para la autopista vÌa Cayey-Ponce, se vendiÛ a un desarrollador de proyectos. Pero, Baerga Paravisini no se ha dado por vencido en adquirirlos, ahora que la Junta de PlanificaciÛn decidiÛ que le corresponden a su municipio. La pugna que antes tenÌan los pueblos de Cayey, Aibonito y Salinas por las pintorescas Piedras del Colla-do, tal parece que pasar· a ser entre el gobierno y el desarrollados que recientemente firmÛ un precontrato formal de compra, a juzgar por el empeÒado interÈs del Alcalde salinense en quedarse con ellos. El que ahora los montÌculos tengan dueÒo "no descarta que el gobierno sea el que las adquiera un poquito m·s adelante", dijo Baerga Paravisini."Nosotros hicimos una carta al gobernador de Puerto Rico (Pedro RossellÛ Gonz·lez) pidiÈndole que buscara la forma en que el gobierno pudiera adquirir los mismos, de forma tal que se pudieran preservar y mantener para el disfrute de todos", indicÛ el aferrado Alcalde.

ASIMISMO, RECONOCIO que "habÌa que es-perar el proceso, a ver quÈ el gobierno decide", por lo que no opcionaron para la adquisiciÛn de los montÌculos, indicÛ. Baerga Paravisini dijo que su municipio no har· gestiones para comprar las Piedras del Collado, "a menos de que el gobierno nos indique que no podrÌan adquirirlos. Sino pueden adquirirlos por alguna razÛn, entonces no-sotros estarÌamos en disposiciÛn de buscar los fondos para adquirir la finca", dijo Baerga Paravisini, aunque aceptÛ que el dinero para adquirir ese terreno no lo tienen. Sin embargo, el interÈs del Alcalde en estos momentos se limita a la parte baja de los montÌculos que quedan en el lado sur, o sea mirando para Salinas. Luego de que en dÌas pasados visitaran el lado norte de los montÌculos, (mirando para Cayey) y se percatara de que en la ˙nica ·rea llana de los montÌculos actualmente se construyen unidades de viviendas. "Esa ·rea (lado norte) nos interesaba mucho, pero estuvimos por allÌ y nos encontrarnos que en la misma est·n haciendo construcciones, o sea que tambiÈn est·n casi inutilizadas la parte de atr·s, lo que nos queda es la parte del frente que es lo que nosotros estamos pidiÈndole al gobierno de Puerto Rico que la adquiera", dijo el Alcalde. AUNQUE LOS montÌculos fueron vendidos, "en caso de que el gobierno compreî Baerga Paravisini indicÛ que se estar· reuniendo con el ingeniero Esteban de Jes˙s, quien durante sus estudios de ingenierÌa en el Colegio de Agricultura y Artes Mec·nicas de Mayag¸ez, realizÛ una propuesta para el desarrollo de un ·rea de recreaciÛn pasiva en los terrenos de los montÌculos, los que podrÌan incluir un telefÈrico.

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FIESTAS DE PUEBLO DE SALINAS 1999

Nos escriben sobre las Tetas

Vega Baja, P. R.

a 25 de agosto de 1999

Sr. Basilio Baerga Paravisini Al-caldeSalinas, P. R.

Estimado Cholito:Hemos leÌdo con mucho interÈs la polÈmica que se ha desar-

rollado y que apareciÛ en varios rotativos del paÌs, sobre quÈ pueblo es el dueÒo de Las Tetas de Salinas.

Pap· siempre nos dijo que Las Tetas, enclavadas en el Barrio Lapa de Salinas, eran patrimonio de este pueblo. De hecho, en el siglo pasado se conocÌan como "Las Tetas de Don Miguel del Rosario", quien fue nuestro bisabuelo y tu tatarabuelo. Se les llamaba tambiÈn "Las Piedras del Collado".

Don Miguel del Rosario Aponte fue un espaÒol que vino a Puerto Rico en la primera mitad del Siglo XIX. AdquiriÛ una gran cantidad de terrenos, casi todos ubicados en el barrio Lapa, en CuyÛn y otros sitios aledaÒos entre Aibonito, Cayey y Coamo y con ellos se convirtiÛ en un hombre rico. CasÛ con Da. Manuela S·nchez y tuvo tres hijos: Luz MarÌa, PelegrÌn y Alejandrina. Esta ˙ltima fue nuestra abuela y tu bisabuela.

De hecho en nuestro poder hay un sinn˙mero de copias de documentos relacionados con sus tierras, ya que Luz MarÌa, aparentemente se encargÛ de hacer una mensura de Èstas. No sabemos si se incluyen todas. Los documentos originales se encuentran en el Archivo HistÛrico de Puerto Rico.

De acuerdo con Pap·, Alejandrina heredÛ la finca de Las Tetas y alrededor de 530 cuerdas en Lapa Abajo, donde hoy se ubican Las Parcelas V·zquez y que fue expropiada a los herederos por el Gobierno de Puerto Rico en la dÈcada del 1940.

Alejandrina casÛ en el 1873 con Don Epifanio V·zquez V·zquez, oriundo de Lapa y continuaron adquiriendo terrenos colindantes, hasta llegar a ser unos terratenientes importantes. Tenemos copia de varios de estos protocolos notariales. Tuvieron trece hijos y su casa principal estaba enclavada en la finca de Las Tetas, detr·s de Èstas, en la planicie que allÌ existe. Nosotras conocimos la casa, en la cual viviÛ m·s tarde TÌo Miguel y luego TÌo PelegrÌn. Los hijos mayores de Elo y Ela (como les decÌan a los abuelos), pasaron toda su infancia en esa finca de Las Tetas; estudiaban en Aibonito durante la semana y regresaban a su casa los fines de semana. TenÌan otra vivienda en la finca de Lapa Abajo, (donde se

encuentran Las Parcelas), casa que tambiÈn conocimos y que luego viviÛ TÌo Miguel y su familia.

En el 1892, Elo y su familia se mudaron al pueblo de Salinas, en donde construyeron su casa en la Calle de Ponce (hoy Calle UniÛn). Compraron un solar y dos m·s aledaÒos. En el 1895 y luego de ocupar varios cargos en el Gobierno Municipal, Don Epifanio fue nombrado Alcalde de Salinas, cargo que ejerciÛ hasta 1898, cuando renunciÛ, por enfermedad. (Tenemos tambiÈn docu-mentos de todo este proceso, incluyendo una carta de Don Luis MuÒoz Rivera, entonces Secretario de Gracia y Justicia, lamenta-ndo esta decisiÛn de Elo). A˙n eran suyas las tierras de Las Tetas y de Lapa Abajo. Si Elo, quien viviÛ hasta 1892 en la finca de Las Tetas, no hubiese sido salinense y sÌ cayeyano, no lo hubiesen elegido Alcalde de Salinas.

No supimos nunca que hubiese conflicto con la ubicaciÛn de Las Tetas, hasta despuÈs de la dÈcada del 1930. Para entonces, las personas que viajaban entre Cayey y Salinas, asÌ como entre Ponce y San Juan tenÌan que hacerlo vÌa Guayama, por la carretera de J·jome. Desde Salinas a Cayey se podÌa viajar en coche o carro sÛlo hasta Sabana Llana y luego a caballo. Al abrirse la carretera San Juan - Ponce, a fines de esa dÈcada y con el auge de la transportaciÛn de tropas militares, debido a la guerra, Las Tetas ganaron visibilidad y se convirtieron en un paisaje conocido. Su proximidad a la zona urbana de Cayey y Aibonito, hizo pensar a la gente que pertenecÌan a uno de estos dos pueblos. Muchas veces hemos tenido que corregir este error a personas que las consideran ajenas a Salinas.

Ignoramos cu·ndo la familia vendiÛ la finca de las Tetas, pero si sabemos que la familia de Tonita, la esposa de TÌo Pin adquiriÛ parte de la misma y viven allÌ.

Nos alegrÛ sobremanera el que hayas salido en defensa de nuestro patrimonio del pueblo de Salinas. SerÌa importante para el pueblo el que el Municipio adquiera la finca y desarrolle allÌ un proyecto turÌstico.

Con nuestros mejores deseos de Èxito, te enviamos un caluroso saludo y estamos a tu orden para cualquier cosa que estimes pertinente.

CariÒos de tus primas,

Ligia V·zquez de RodrÌguez Nelly V·zquez de Rivera

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