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Organismo Judicial
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FORTALECEMOS LA JUSTICIA CON EDUCACIÓN EN VALORES
Marquitos es un niño de 5 años, todos los días se despierta muy tem-
prano y con mucha alegría para ir a la escuela.
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A Marquitos le gusta mucho jugar con sus compañeros y compañeras
a la hora del recreo. Un día mientras jugaba con Carlos y Mario en el
patio de la escuela, le dieron un pelotazo en la cara y se puso a llorar.
Carlos y Mario corrieron a ayudarle y lo llevaron con la maestra Lupita.
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La maestra Lupita le pregunto: ¿Qué pasó Marquitos? ¿Por qué lloras?
Marquitos estaba muy enojado y respondió: ¡Me dieron un pelotazo
en la cara! ¡Deben de castigar al que lo hizo!
La maestra Lupita le explicó que la persona que lo hizo, no lo hizo con
la intención de golpearlo, que fue un accidente, que los otros niños es-
taban jugando y sin querer le dieron un pelotazo y debía perdonarlo.
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La maestra Lupita contó a los demás niños lo ocurrido con Marquitos y
les comentó que cuando sucede un accidente, lo justo es perdonar a
la persona que nos hizo el daño ya que no lo hizo con intención.
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Marquitos secó sus lágrimas y dijo: Perdono al que me dio el pelotazo.
Marquitos se sonrió y le dio gracias a la maestra Lupita.
FINDebemos actuar con justicia.
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Anita se preparaba para ir de paseo con sus padres a la granja de sus
abuelitos. ¡Qué alegría! sentía Anita, vería muchos animales, vacas,
caballos, conejos, patos, ovejas y muchos más.
Por el camino se veían hermosos paisajes y se respiraba aire puro, to-
dos iban cantando.
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Cuando llegaron a la granja, Anita bajo rápidamente del carro y co-
rrió al establo a ver a sus amigos los caballos. Cuando de repente es-
cuchó una vocecita que le decía ¡hola, aquí abajo! era una hormigui-
ta. Anita no le dio importancia y siguió viendo los caballos. De pronto
escucho de nuevo ¡hola, aquí abajo! ante la insistencia Anita le dijo:
¡qué quieres! quiero ser tu amiga, pero yo no quiero ser tu amiga eres
muy pequeña, nadie te mira y no eres importante. La hormiguita se
sintió muy triste.
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A la mañana siguiente Anita corrió de nuevo al establo y no encontró
ningún caballo, se sintió muy sola y triste. De pronto escuchó de nuevo
la voz: ¡hola, aquí abajo! Anita se acordó de la hormiguita, bajó hacia
ella y le pidió perdón por ignorarla y desde entonces son muy amigas.
FINNo debemos de hacer de menos a nadie, evita la
discriminación.
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Carlitos vive en la colonia “Prados” todos los días sale a caminar con
su papá, en su camino, se encuentra con Ana Cortesía quien es muy
amable y educada. Todos los días saluda a Don Maco Tolerancia,
quien es muy paciente y a su esposa Doña Ada quien es una persona
amigable.
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De pronto Carlitos dijo a su papá: ¡Papi mira! a Don Enrique Paz lo es-
tán atacando unos hombres.
El papá dijo: llámenos a Luis Policía, ¡Sí! dijo Carlitos, el se ocupa de la
seguridad de las personas.
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Don Luis Policía corrió en su auxilio, deteniendo a los hombres y lleván-
dolos al Juzgado de Paz con don Antonio Juez.
Carlitos le pregunta a su papá: ¿Papi qué pasará con esos hombres?
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El papá le responde: Don Antonio Juez trabaja en un lugar llamado
Juzgado de Paz, en el cual se imparte justicia, y por ser él, el juez, de-
cide si esos hombres van a una cárcel o quedan en libertad.
Carlitos dijo asombrado: ¡El solito debe decidir eso!
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El Papá le dijo: mira hijo, el Juez escucha a las personas que trabajan
en el Ministerio Público, quienes investigan lo que sucedió y presentan
pruebas que indiquen lo que hicieron esos hombres a don Enrique Paz,
los acusan y piden que se les lleve a la cárcel.
Carlitos dijo: ¿Cómo se defienden?
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El papá le responde: a los hombres que atacaron a Don Enrique, los
defiende un abogado que trabaja en un lugar llamado Instituto de la
Defensa Pública Penal –IDPP- y él lo que pide es la libertad de los hom-
bres que están acusando. Si don Enrique Paz es golpeado lo examina
un médico que trabaja en un lugar llamado -INACIF- (Instituto Nacio-
nal de Ciencias Forenses).
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Después de escuchar a todas estas personas el Juez decide si los hom-
bres acusados de atacar a Don Enrique son culpables o inocentes y
así se hace justicia.
Carlitos dijo: Bueno papi ya entendí el trabajo del Juez y espero que
sea justo en su decisión y don Enrique Paz recupere sus pertenencias.
FINEl cometer una falta, delito
o transgresión a la ley puede
llevarnos a prisión.
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Andrés es un niño de 6 años que estudia en la escuelita “Mis Peque-
ñitos Felices” el día de hoy se levantó muy contento porque irá de
excursión con sus compañeros y compañeras. La maestra les ha dicho
que conocerán un Palacio ¡qué emoción! piensa Andrés.
En la escuelita la maestra espera a los niños y las niñas con una sonrisa,
explicándoles que irán de visita a un Palacio, llamado Palacio de Jus-
ticia ¡eh! gritan todos de emoción y se suben al bus rumbo al Palacio
de Justicia.
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En el Palacio de Justicia todo está preparado para recibir a los niños y
las niñas, las personas que atienden los esperan llenos de alegría para
recibirlos. Cuando los niños y niñas llegan son recibidos por personal
que trabaja en la Unidad de Educación, les dan la más cordial bien-
venida y les brindan un recorrido por las instalaciones, explicándoles
que allí trabajan los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia que
son abogados y es el lugar donde se imparte justicia por los Jueces y
los Magistrados.
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Los niños y las niñas estuvieron muy contentos de conocer el Palacio
de Justicia y al llegar a su casa le contaron a sus papás la alegría que
sintieron al conocer la casa de la justicia.
FINEl Organismo Judicial impar-
te justicia por medio de los
Jueces y los Magistrados.
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