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POR QUE CUESTA

C-/1utomotivarseMientras los estimulos nos llegan de fuera, estar motivado es mas faeiL El problemaempieza euando las fuerzas, las ganas y la voluntad tienen que partir de uno mismo y senota que nos falta praetiea en est a disciplina. Par Xavier Guix. Ilustraci6n de Sonia Pulido.

Pronto harei un ano cuando en Navi-dad nos hicimos unos cuantos pro-p6sitos que, se suponia, nada ni na-die impediria su ejecuci6n desde ese

lugar Hamado 'leI mundo de las posibilida-des". Puede que el tema no consistiera enpropositos, sino en autenticas necesidadesque no admitian demora: bajar ese sobrepesopara evitar indicios de enfermedad. Hacerleshue co a esos estudios imposibles de resolversi se dejan para ultima hora. Ponerse las pilasen el trabajo para no quedar fuera de servicio0, incluso, apostar definitivamente por esa re-

lacion que, de tanto darle tumbos, se encuen-tra a un paso del precipicio.

Todas estas situaciones apelan a una delas caracteristicas mas importantes de la inte-ligencia emocional: la automotivacion.

0, 10 que es 10 mismo, esa capacidad demotivarse por uno mismo, de encontrar lasfuerzas movilizadoras en nuestro interior, sintener que esperar a que estirnulos extemosnos pongan las pilas. Acostumbrados a unasociedad altarnente sofisticada precisarnenteen el arte de proporcionarnos ese tipo de esti-mulos; a un sistema educativo que premia los

Tu elo quier

il Hidrataci6n

~~Fuerza

~l Suavidad

~IBrillo Sano

f.t1 Puntas Reparadas

resultados finales y a la competitividad; a unsistema productivo basado historicamente enel palo y la zanahoria ..., es facil deducir queno hemos sido entrenados en la tolerancia ala frustracion, ala espera paciente y al esfuer-zo disciplinado.

INTENCIONESSINESTRATEGIANadie se desembaraza de un habitoo de un vicio tinlndolo de una vezpor la ventana; hay que sacarlopor la escalera, peldafio a peldafio(Mark Twain)

iPor que fallan los propositos? La respuestarequiere una observacion y otra pregunta:iCuando nos hacemos esos propositos? Cuan-do una parte de nosotros reconoce 10que de-beria estar haciendo y no hace. Dicho de otromodo, un proposito suele ser una obligacionque nos imponemos. Pero no nos gusta hacernada por obligacion, y menos aUn si es por ypara nosotros mismos. Ahi es donde se echaen falta la automotivacion.

Este aiio sere puntual; voy a dedicar mastiempo a la familia; hare mas deporte; apren-dere ingles; me tomare las cosas con mastranquilidad ... Todas son frases que apuntana un escenario futuro, al que pretendemos ac-ceder por mero convencimiento. Sinceramen-te, la cosa asi no funciona. Las intenciones sinestrategia son meros brindis al sol.

Si a todo ello Ie aiiadimos que los proposi-tos se suelen plantear coincidiendo con epo-cas de inicio, ese recomenzar se asemeja a unmarcador que se pone a cero, como si el tiem-po se aliara con nuestros propositos para dar-nos un empujoncito. Se trata de un espejismomas. Volveremos a nuestros habitos adquiri-dos a no ser que pongamos en ello algo masque buenas intenciones.

La capacidad de motivamos tiene muchoque ver con nuestra autentica voluntad. PeroieS 10mismo la voluntad que la intencion?Muchas personas dicen, por ejemplo, quequieren dejar de fumar. Esa es su intencion.Se han cargado de excelentes motivos paradejarlo, pero al mismo tiempo reconocen queno tienen suficiente fuerza de voluntad. Portanto, voluntad e intencion son cosas diferen-tes. Quiza sea util distinguir entre aquello quehemos convertido en un deseo y aquello queen realidad estamos dispuestos 0 no a hacer. >

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ELVIVE1.-i'·'·;J:i:Z·1IjroCHAMp(J RECONSTITUYENII

(~a vo/untad no-es innata. 8/proceso correcto•.para automotivarse se basa en inhibir e/ impulso)

de/iberar, decidir y mantener e/ esfuerzo~

> Para san Agustin, la voluntad era el cen-tro vital, la vida misma, "Ia incomprensiblecertidumbre intima, la firme seguridaddel querer irrevocablemente enderezadoa su meta". Pero nuestras mentes tienen

el defecto del enredo; nuestroscuerpos se cHien a la inme-diatez del deseo; nuestrosestados de animo nosadormecen ante 10 ina-petente, desalojando a lavoluntad del primer pia-no de nuestra vision.

EI filosofo Jose Anto-nio Marina observa la vo-luntad como la motivacioninteligentemente dirigida.Marina va mas alIa de aque-lla vieja volun tad, entendidacomo una facultad innata, yla redefine mas como un pro-

ceso que como un concepto: in-hibir el impulso, deliberar, decidir ymantener el esfuerzo. Ese podria serel proceso para automotivarse.

cion con una golosina encima de la mesa. Lesdecian: "Si quieres, te la puedes comer ahoramismo y ya esta. Pero si tienes un poco de pa-ciencia, mas tarde te daremos dos. Las irnage-nes fueron muy reveladoras entre aquellosninos que no resistian la tentacion y aquellosotros que desplegaron un sinfin de estrategiaspara aguantar. Eso diferencia a unos de otros,la capacidad de tolerar la ansiedad de la espe-ra, de postergar la gratificacion en lugar deresponder al primer impulso.

De mayores seguirnos haciendo 10mismo,luchamos entre hacer 10 que nos da la gana 0

adaptarnos alas exigencias del medio cuandonos irnpone un esfuerzo personal. Eso cuestamas mientras circulen mensajes publicitariosdel tipo "Lo quieres, 10tienes". Hace falta mu-cho auto control y tener muy claras nueStrasmotivaciones si queremos sobrevivir a la vo-ragine social, haya mas 0 menos crisis. Que lamotivacion venga de fuera es 10mas facil. Encambio, nos fortalecemos cuando somos ca-paces de motivarnos por nosotros mismos.

MAs FLUIR,MENOSSUFRIR£1 pesimismo conduce a 1adebilidad;el optimismo, al poder (WilliamsJames)Que sentido puede tener hacerse propositosque no vamos a cumplir, si no es para autocas-tigarnos un ratito y retomar ese viejo discursoque nos acompafra hace afros, consistente endemoler nuestra identidad por nuestras inca-pacidades. Nos infligimos un cierto sufrirnien-to como para expiar la culpa de no tener masvoluntad a mano. Entonamos un mea culpapor el des<inirnoque sentimos ante el esfuerzoque nos hemos ahorrado.

Automotivarse, como todo, es un aprendi-zaje. Y aprendemos entrenandonos. Y nadamejor para lograrlo que unas cuantas peque-nas frustraciones, para darnos cuenta de quepodemos sobrevivir al ataque de nuestrascompulsiones. La automotivacion se ejercitacuando somos capaces de orientarnos haciaellogro, obteniendo como beneficio la satis-faccion por el esfuerzo realizado, por la ilu-sian y el optimismo que hemos generado enla aventura de conquistar nuestros retos coti-dianos. Cuando, en definitiva, fIuimos con 10que hacemos. Ese fIuir es impagable .•

SATISFACCIONDEL ESFUERZOLPELfCULAS

- 'EI guerrero pacifico: de VictorSalva (imprescindible).

- 'Forrest Gump: de RobertZemeckis (increible ejemplode f1uir).

- 'Jerry Maguire: de CameronCrowe (interesante cambio demotivacion).

RACERLOQUENOSDALAGANAiPor que aguardas con impaciencia1as cosas? Si son inUtiles para tu vida,inutil es tambien aguardarlas. Si sonnecesarias, ellas vendran, y vendrana tiempo (Amado Nervo)

Dice Abraham Maslow que estamos motiva-dos cuando sentimos deseo, anhelo, voluntad,ansia 0 carencia. 0, 10 que es 10 mismo, cuan-do necesitamos resolver nuestras necesidades.Algunas son basicas, pero muchas otras se ge-neran por nuestra capacidad de crearnos todotipo de expectativas. Dicho de forma menoselegante: vamos detras de 10que nos da lagana aunque probablemente no nos haga fal-ta alguna. Pero se nos ha metido entre ceja yceja y ahora solo queda consumirlo, de 10contrario nos parecera morir de un ataque deangustia. Ese problema se llama inmediatez eincapacidad de controlar los impulsos, muypropio de nuestra contemporaneidad.

En una investigaci6n sobre la motivaci6nhumana, propusieron a unos ninos un curio-sa dilema. Los dejaban solos en una habita-

Z.L1BROS- 'La practica de la inteligenciaemocional: de Daniel Goleman(capitulo VI). Kairos.

- 'EI hombre autorrealizado:de Abraham Maslow. Kairos.

- 'EI misterio de la voluntadpenlida: de Jose Antonio Marina.Anagrama.