culturas juveniles en mÉxico -...

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CULTURAS JUVENILES EN MÉXICO Barias Saucedo Ana Paulina, Contreras Arias Dafne Valeri Profesores asesores: Solis López Mayra Karina Liceo Británico de México, Puebla Área Ciencias Sociales, Nivel Secundaria ANTECEDENTES CONCLUSIÓN FUENTES DE CONSULTA OBJETIVO Identificar las culturas juveniles que prevalecen dentro de la Secundaria Liceo Británico de México así como lo que los estudiantes, maestros y autoridades educativas piensan con respecto a ellas. HIPÓTESIS Los adolescentes del Liceo Británico de México han construido culturas juveniles al interior del plantel educativo. Los maestros y las autoridades educativas muchas veces no comprenden la importancia de las culturas juveniles. METODOLOGÍA RESULTADOS El estudio se llevo a cabo en los meses de febrero y marzo. La muestra se conformo por alumnos de 6° de primaria, 1°, 2° y 3° de secundaria. El enfoque de la investigación fue mixto y se utilizo la entrevista y la observación directa. Se aplicaron dos diferentes cuestionarios para la colecta de datos, uno para alumnos y otro para maestros y autoridades educativas, ambos con seis preguntas. El cuestionario para alumnos se dividió en tres apartados: la primera relacionada con las variables de grado y edad; la segunda diseñada para conocer las actividades que realizan los alumnos en su tiempo libre (entrada, recesos y salida); y la tercera para conocer lo que piensan acerca del tiempo libre. El cuestionario para maestros se dividió en dos apartados: uno para colectar información acerca de la materia que imparte así como los años de experiencia en la docencia, y el otro para conocer su opinión acerca de las culturas juveniles dentro del plantel. Mediante la observación directa se identificaron las principales actividades y sitios de convivencia de los estudiantes en horas libres dentro de la secundaria. Se logro identificar la presencia de grupos juveniles dentro de la escuela destacando los grupos de alumnos que utilizan “tecnología”, los que practican algún deporte y los que escuchan música. Los pequeños grupos formados dentro de la escuela son importantes porque representan espacios para la sociabilización pero a la vez resultan totalmente desafiantes a los modelos educativos que actualmente prevalecen en nuestro país por lo que las escuelas y los profesores deben buscar una forma de adaptación y convivencia entre dichas identidades juveniles y los modelos actuales. Los jóvenes pasan gran parte de su tiempo en la escuela interactuando con otros jóvenes y en este proceso construyen diferentes formas de expresarse como adolescentes dependiendo del ambiente en el que viven y de las relaciones que establezcan con la sociedad (Reyes, 2009). Las culturas juveniles son las experiencias sociales y valores de los jóvenes y su expresión colectiva construidas a partir de los estilos de vida y llevados a cabo en el tiempo libre (Feixa, 1998). Las culturas juveniles se ven influenciadas por condiciones de género, clase, etnicidad, generación, y la situación rural y/o urbana. El concepto de culturas juveniles fue utilizado por primera vez en 1920 como consecuencia de la aparición de una nueva cultura adolescente en el ambiente escolar. Tras la II Guerra Mundial los sociólogos ya habían identificado “microsociedades juveniles” en países occidentales. El concepto de culturas juveniles se relaciona con el de de tribus urbanas el cual se comienza a utilizar con mayor frecuencia a mediados de los años 90 (Portzio et. al. 2004). El estudio de las culturas juveniles en México ha dirigido su atención identidades juveniles como la del rock en el trabajo de Arteaga (1998), la de los neojarochos estudiados por Ávila (2012) y la del uso de las tecnologías como muestra el estudio de Hernández (2016). En referencia a esta última Ballesteros (2016) afirma que los adolescentes desde los once años invierten buena parte de su tiempo en el uso de redes sociales. En general, se ha tendido a menospreciar la diversidad de identidades juveniles presentes en México por lo que es necesario la construcción de una educación secundaria pertinente y significativa, que no borre, subordine, ni excluya la realidad adolescente ni su diversidad sociocultural e identitaria de los procesos educativos que se desarrollan en las escuelas de este nivel educativo (Reyes,2009). Es bien sabido que la alimentación y la salud que posee una persona están estrechamente relacionadas. La actividad física también influye en la salud, por lo que una alimentación adecuada y la actividad física constante son fundamentales para mejorar la salud física y mental de las personas (Carcamo, 2006). Dependiendo de la etapa en que se encuentre, el ser humano requiere de una alimentación especial. La adolescencia es definida por la OMS como la etapa en la cual hay cambios biológicos, psicológicos y sociales. Este periodo tan importante en la vida de los seres humanos requiere de cuidados especiales sobre todo en la alimentación. Cada adolescente es único y aunque su dieta pudiera ser individualizada, es posible seguir las recomendaciones del ISSTE generales que servirán de orientación, por lo que se recomienda para el varón 2,700 a 3,000 kcal/día y en la mujer de 2,100 a 2,500 kcal/día (ISSTE, 2017). Además la FAO (2010) sugiere que durante la etapa de la adolescencia se eviten alimentos que llenan sin nutrir, como los refrescos de botella o de colorantes artificiales, churros, bombones y confites; y se procure que la alimentación sea suficiente, variada y equilibrada; y que en la medida de lo posible se realicen 4 comidas diarias, evitando saltarse el desayuno. La obesidad es un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético. Las causas inmediatas de la obesidad se deben a los cambios en la cultura alimentaria tradicional, la alta disponibilidad y accesibilidad de alimentos industrializados con alta densidad energética y bebidas azucaradas, la abundancia de alimentos procesados, los precios de alimentos y el medio ambiente sedentario (Rivera, 2013). La obesidad es determinante en la aparición y desarrollo de trastornos metabólicos, en la presencia de presión arterial sistólica y diastólica, misma que resulta superior en adolescentes con obesidad (Marcos et. al, 2007). Según la Encuesta Nacional de salud y nutrición 2016 la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad fue de 36.3%, en áreas urbanas esta prevalencia paso de 37.6% en 2012 a 36.7% para 2016. En la actualidad los estudiantes de nivel medio en ocasiones por la falta de tiempo y lo fácil que es adquirir productos chatarra no se alimenten de forma adecuada. Ballesteros, L. Esquivel, E. García, J. González, J. Pinedo, C. ¿Y si mejor leyeras? Ponencia presentada en el XXVII CONGRESO DE INVESTIGACION CUAM-ACMor. Feixa Prampols, Carles (1988), La tribu juvenil. Una aproximación transcultural a la juventud, Turín: Edizioni L’Ochiello. Hernandez, G. Arellano, M. Cordova, N. Cuahonte, L. (2016) Identidades juveniles a partir del uso de las tecnologías en los alumnos de la licenciatura en Mercadotecnia de la Universidad Juarez Autonoma de Tabasco. Revista Iberoamericana de Educación Superior, Num. 18 Vol. VIII pp. 144-153 Landa, H. (2012) De rockeros y neojarochos. Culturas juveniles y lógicas de desarrollo cultural en la Xalapa contemporánea. LiminaR. Estudios Sociales y Humanisticos. Vol X, num. 2, pp. 90-105 Porzio, L. Gutierrez, I. Bordonada M. (2004) Culturas Juveniles en España 1969-2004 Feixa, C. (coord.), Edicion Injuve. Reyes Juarez, Alejandro (2009) La escuela secundaria como espacio de construcción de identidades juveniles. Revista mexicana de investigación educativa 14(40):147-174. Urteaga, M. (1998). Por los territorios del rock. Identidades juveniles y rock mexicano, Jóvenes, revista de estudios sobre juventud, cuarta época, num. 3.

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CULTURAS JUVENILES EN MÉXICOBarias Saucedo Ana Paulina, Contreras Arias Dafne Valeri

Profesores asesores: Solis López Mayra Karina Liceo Británico de México, Puebla

Área Ciencias Sociales, Nivel Secundaria

ANTECEDENTES

CONCLUSIÓN

FUENTES DE CONSULTA

OBJETIVOIdentificar las culturas juveniles que prevalecen dentro de la Secundaria Liceo Británico de México así como lo que los estudiantes, maestros y autoridades educativas piensan con respecto a ellas.

HIPÓTESISLos adolescentes del Liceo Británico de México han construido culturas juveniles al interior del plantel educativo. Los maestros y las autoridades educativas muchas veces no comprenden la importancia de las culturas juveniles.

METODOLOGÍA

RESULTADOS

El estudio se llevo a cabo en los meses de febrero y marzo. La muestra se conformo por alumnos de 6° de primaria, 1°, 2° y 3° de secundaria. El enfoque de la investigación fue mixto y se utilizo la entrevista y la observación directa. Se aplicaron dos diferentes cuestionarios para la colecta de datos, uno para alumnos y otro para maestros y autoridades educativas, ambos con seis preguntas. El cuestionario para alumnos se dividió en tres apartados: la primera relacionada con las variables de grado y edad; la segunda diseñada para conocer las actividades que realizan los alumnos en su tiempo libre (entrada, recesos y salida); y la tercera para conocer lo que piensan acerca del tiempo libre. El cuestionario para maestros se dividió en dos apartados: uno para colectar información acerca de la materia que imparte así como los años de experiencia en la docencia, y el otro para conocer su opinión acerca de las culturas juveniles dentro del plantel. Mediante la observación directa se identificaron las principales actividades y sitios de convivencia de los estudiantes en horas libres dentro de la secundaria.

Se logro identificar la presencia de grupos juveniles dentro de la escuela destacando los grupos de alumnos que utilizan “tecnología”, los que practican algún deporte y los que escuchan música. Los pequeños grupos formados dentro de la escuela son importantes porque representan espacios para la sociabilización pero a la vez resultan totalmente desafiantes a los modelos educativos que actualmente prevalecen en nuestro país por lo que las escuelas y los profesores deben buscar una forma de adaptación y convivencia entre dichas identidades juveniles y los modelos actuales.

Los jóvenes pasan gran parte de su tiempo en la escuela interactuando con otros jóvenes y en este proceso construyen diferentes formas de expresarse como adolescentes dependiendo del ambiente en el que viven y de las relaciones que establezcan con la sociedad (Reyes, 2009). Las culturas juveniles son las experiencias sociales y valores de los jóvenes y su expresión colectiva construidas a partir de los estilos de vida y llevados a cabo en el tiempo libre (Feixa, 1998). Las culturas juveniles se ven influenciadas por condiciones de género, clase, etnicidad, generación, y la situación rural y/o urbana. El concepto de culturas juveniles fue utilizado por primera vez en 1920 como consecuencia de la aparición de una nueva cultura adolescente en el ambiente escolar. Tras la II Guerra Mundial los sociólogos ya habían identificado “microsociedades juveniles” en países occidentales. El concepto de culturas juveniles se relaciona con el de de tribus urbanas el cual se comienza a utilizar con mayor frecuencia a mediados de los años 90 (Portzio et. al. 2004). El estudio de las culturas juveniles en México ha dirigido su atención identidades juveniles como la del rock en el trabajo de Arteaga (1998), la de los neojarochos estudiados por Ávila (2012) y la del uso de las tecnologías como muestra el estudio de Hernández (2016). En referencia a esta última Ballesteros (2016) afirma que los adolescentes desde los once años invierten buena parte de su tiempo en el uso de redes sociales. En general, se ha tendido a menospreciar la diversidad de identidades juveniles presentes en México por lo que es necesario la construcción de una educación secundaria pertinente y significativa, que no borre, subordine, ni excluya la realidad adolescente ni su diversidad sociocultural e identitaria de los procesos educativos que se desarrollan en las escuelas de este nivel educativo (Reyes,2009). Es bien sabido que la alimentación y la salud que posee una persona están estrechamente relacionadas. La actividad física también influye en la salud, por lo que una alimentación adecuada y la actividad física constante son fundamentales para mejorar la salud física y mental de las personas (Carcamo, 2006). Dependiendo de la etapa en que se encuentre, el ser humano requiere de una alimentación especial. La adolescencia es definida por la OMS como la etapa en la cual hay cambios biológicos, psicológicos y sociales. Este periodo tan importante en la vida de los seres humanos requiere de cuidados especiales sobre todo en la alimentación. Cada adolescente es único y aunque su dieta pudiera ser individualizada, es posible seguir las recomendaciones del ISSTE generales que servirán de orientación, por lo que se recomienda para el varón 2,700 a 3,000 kcal/día y en la mujer de 2,100 a 2,500 kcal/día (ISSTE, 2017). Además la FAO (2010) sugiere que durante la etapa de la adolescencia se eviten alimentos que llenan sin nutrir, como los refrescos de botella o de colorantes artificiales, churros, bombones y confites; y se procure que la alimentación sea suficiente, variada y equilibrada; y que en la medida de lo posible se realicen 4 comidas diarias, evitando saltarse el desayuno. La obesidad es un desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético. Las causas inmediatas de la obesidad se deben a los cambios en la cultura alimentaria tradicional, la alta disponibilidad y accesibilidad de alimentos industrializados con alta densidad energética y bebidas azucaradas, la abundancia de alimentos procesados, los precios de alimentos y el medio ambiente sedentario (Rivera, 2013). La obesidad es determinante en la aparición y desarrollo de trastornos metabólicos, en la presencia de presión arterial sistólica y diastólica, misma que resulta superior en adolescentes con obesidad (Marcos et. al, 2007). Según la Encuesta Nacional de salud y nutrición 2016 la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad fue de 36.3%, en áreas urbanas esta prevalencia paso de 37.6% en 2012 a 36.7% para 2016. En la actualidad los estudiantes de nivel medio en ocasiones por la falta de tiempo y lo fácil que es adquirir productos chatarra no se alimenten de forma adecuada.

Ballesteros, L. Esquivel, E. García, J. González, J. Pinedo, C. ¿Y si mejor leyeras? Ponencia presentada en el XXVII CONGRESO DE INVESTIGACION CUAM-ACMor. Feixa Prampols, Carles (1988), La tribu juvenil. Una aproximación transcultural a la juventud, Turín: Edizioni L’Ochiello. Hernandez, G. Arellano, M. Cordova, N. Cuahonte, L. (2016) Identidades juveniles a partir del uso de las tecnologías en los alumnos de la licenciatura en Mercadotecnia de la Universidad Juarez Autonoma de Tabasco. Revista Iberoamericana de Educación Superior, Num. 18 Vol. VIII pp. 144-153 Landa, H. (2012) De rockeros y neojarochos. Culturas juveniles y lógicas de desarrollo cultural en la Xalapa contemporánea. LiminaR. Estudios Sociales y Humanisticos. Vol X, num. 2, pp. 90-105 Porzio, L. Gutierrez, I. Bordonada M. (2004) Culturas Juveniles en España 1969-2004 Feixa, C. (coord.), Edicion Injuve. Reyes Juarez, Alejandro (2009) La escuela secundaria como espacio de construcción de identidades juveniles. Revista mexicana de investigación educativa 14(40):147-174. Urteaga, M. (1998). Por los territorios del rock. Identidades juveniles y rock mexicano, Jóvenes, revista de estudios sobre juventud, cuarta época, num. 3.