curanderismo indígena y an- timodernidad en los espacios

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1. Introducción: Los espacios urbanos se han constituido por lo general como los epicentros de l¡i sociedad moderna en sus diversas manileslüciunes, entre las cuales tina muy impártante la consliluyc la presencia de las tecnologías médicas de tipo facultativo alrededor de una amplia gama de centros y entidades públicas y privadas con sus diferentes niveles profesionales y especializados. Aunque queda mucho ñor ampliar la cobertura de una serie de programas desalud de tipo facultativo, particularmente los que caen en el campo de la atención primaria, es un hecho que ya se cítenla con una relativa presencia de estos programas en las áreas urbanas de una región como el Sirrocct- dente Colombiano, en particular en la ciudad de Cali. Curanderismo Indígena y An- timodernidad en los Espacios Urbanos del Suroccidente Colombiano Fernando Urrea Giraldo* ' Profesor Departa memo de Sociología, Pac. de C. Soc.y Económicas, con la colaboración de Carlos II. Jiménez, Nury Loza no, Diego Zapata, monitores del proyecto de mvcsl i gacíó it COUCSA - U NI VALLE, "Mod a I ¡dad es d e Curanderismo Urbano de Tradición Ingano-Kamsá en el Swroccideníc Colombiano". Tvsle pToycctocucntACon la nmiiicrark>iironjiinl¡ifOI.('lliNCIAS-UNIVAIJ.r.. Sin embargo, los avances en técnicas y en cobertura in- stitucional del sistema médico facultativo DO han podido neutralizar otras formas de curación o atención de la problemática de la salud por parte de extensos grupos de la población urbana en una región como el Sumccidcntc del p¡n's, pesar del desalió <|ue ellas producen con su presencia. Este artículo pretende describir una modalidad de prácticas de curación pupular de tradición indígena con capacidad de inser- ción en los espacios urbanos, configurando a partir de las "otras culturas" una imagen ur- bana de a ni i modernidad en el campo de la salud. La descripción está encaminada hacía una primera caracterización sobre la presencia ur- bana de los curanderos indígenas o mestizos de procedencia inga y o kamsá, de la región del Alto Putumayo (Valle de Sibundoy), en las ciudades del Suroccidenle colombiano (Cali, Popayán, Buenaventura, Pasto, y en general centros urbanos y poblaciones pequeñas en los departamentos del Valle, Cauca y Ñariño). Esla caracterización se apoya en el trabajo de campo que el equipo del proyecto CEUCSA- UNIVALLE linsla el momento ha llevado a

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Page 1: Curanderismo Indígena y An- timodernidad en los Espacios

1. Introducción:Los espacios urbanos se han constituido por

lo general como los epicentros de l¡i sociedadmoderna en sus diversas manileslüciunes, entrelas cuales tina muy impártante la consliluycla presencia de las tecnologías médicas de tipofacultativo alrededor de una amplia gama decentros y entidades públicas y privadas con susdiferentes niveles profesionales yespecializados. Aunque queda mucho ñorampliar la cobertura de una serie de programasdesalud de tipo facultativo, particularmente losque caen en el campo de la atención primaria,es un hecho que ya se cítenla con unarelativa presencia de estos programas en lasáreas urbanas de una región como el Sirrocct-dente Colombiano, en particular en la ciudadde Cali.

Curanderismo Indígena y An-timodernidad en los EspaciosUrbanos del SuroccidenteColombiano

Fernando Urrea Giraldo*

' Profesor Departa memo de Sociología, Pac. de C. Soc.yEconómicas, con la colaboración de Carlos II. Jiménez,Nury Loza no, Diego Zapata, monitores del proyecto demvcsl i gacíó it COUCS A - U NI V ALLE, "Mod a I ¡dad es d eCuranderismo Urbano de Tradición Ingano-Kamsá en elSwroccideníc Colombiano". Tvsle pToycctocucntACon lanmiiicrark>iironjiinl¡ifOI.( ' l l iNCIAS-UNIVAIJ.r. .

Sin embargo, los avancesen técnicas y en cobertura in-stitucional del sistema médicofacultativo DO han podidoneutralizar otras formas decuración o atención de laproblemática de la salud porparte de extensos grupos dela población urbana en unaregión como el Sumccidcntcdel p¡n's, i» pesar del desalió <|ue

ellas producen con su presencia.

Este artículo pretende describir unamodalidad de prácticas de curación pupular detradición indígena con capacidad de inser-ción en los espacios urbanos, configurando apartir de las "otras culturas" una imagen ur-bana de a ni i modernidad en el campo de lasalud.

La descripción está encaminada hacía unaprimera caracterización sobre la presencia ur-bana de los curanderos indígenas o mestizos deprocedencia inga y o kamsá, de la región delAlto Putumayo (Valle de Sibundoy), en lasciudades del Suroccidenle colombiano (Cali,Popayán, Buenaventura, Pasto, y en generalcentros urbanos y poblaciones pequeñas en losdepartamentos del Valle, Cauca y Ñariño). Eslacaracterización se apoya en el trabajo de campoque el equipo del proyecto CEUCSA-UNIVALLE linsla el momento ha llevado a

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HOLIiTINSOaOl'.CONOMICON'l') AtMUL DE 1989

cabo, a parlir de los contactos que se han es-lahleciclo eon los mismos indígenas, personalmestizo o blanco con influencia indígena delPulumayo.

El grueso de los contados llevados a caboluí sillo con indígenas y incsli/os de la elnia ingareside ii I es urbanos, pailiculanncnlc en lasciudades de Cali y Popayán y en poblacionesmcnorescn el Cauca y Valle. Los contactos conindígenas kamsás se ha dado a través de lasferias arlesanales que en forma continua sedesarrollan en las ciudades (Cali, Popayán,Tuina, Buga, Buenaventura, ele.) del Surocci-dciitc, ya que hay más de un grupo de ellos queviaja permanentemente a estos eventos por todoel país, si bien su residencia y la de sus familiassigue siendo Sibundoy (Putumayo). En estasferias los indígenas venden sus plantas yotros productos, así como también ofrecen susservicios de curanderos. Los indígenas han sidocontactados en sus puestos de venta y en suslugares de residencia y consulta (cuartos dehoteles e inquilinatos).

En este primer informe se pretende haceruna descripción de varios elementos sobrelas características sociodemográficas y cul-turales de los curanderos, los tipos de agen-tes de salud y su jerarquización, sus espaciosurbanos de circulación y residencia, lasclases de pacientes y clientes y los tipos de en-fermedades y trabajos que llevan a cabo, al igualque algunas técnicas de diagnóstico, y lasrelaciones que mantienen con la medicinafacultativa y sus agentes; también se entrega unlistado de productos vegetales típicos en unpuesto de un curandero ingano y kamsá urbano.Finalmente, se anotan una serie de hipótesisprovisionales sobre este tipo de curanderis-mo indígena!/ con fuerte presencia urbanaen la dirección que interesa al artículo: lasmanifestaciones urbanas de la anlimodernidad.

2. Características Sociodemo-gráficas y Culturales:

Un aspecto sobresaliente que llama la aten-ción en este conjunto de curanderos es lapresencia de redes familiares, ya sean extensaso nucleares. Usualmente participa la familia enel negocio de ventas que se compone de plan-

tas medicinales, en su mayor parte plantassecas, productos animales y minerales, folletosde oraciones y libros de magia y eso! crismo eimágenes religiosas y miscelánea, al igual queen las actividades relacionadas directamentecon la atención de pacientes y clientes, paraefectos tic. curación y llevar a c;ibo un trabajoen el campo de l;ss relaciones inlerper-sonalcs, afectivas o laborales. Los dos tipos deactividades sin embargo no pueden separarsecompletamente, ya que en el momento deuna venta ambulante en un puesto puedetambién desarrollarse una consulta.

En unas familias liemos encontrado una cier-ta especializaron de roles: el jefe de hogarhombre puede desempeñarse como curanderomientras la esposa o uno de los hijos, mujeru hombre, como vendedor; también algúnmiembro de una familia extensa, generalmenteel más viejo, mujer u hombre, hace decurandero y los otros miembros como ven-dedores; hay casos en que los dos espososson sólo vendedores, sin el desempeño de con-sullas a pacientes y pacientes y clientes; hayotros en los que ambos, marido y mujer, ven-den y curan; finalmente también es factible en-contrar casos de jóvenes de ambos sexos quellevan a cabo actividades de curanderismo bajoel aprendizaje de un familiar, generalmente unode sus padres, abuelos o tíos. Estos últimos conel tiempo tienden a independizarse. Como hapodido observarse en todos los casos la familiajuega un papel central en la organización yaprendizaje del negocio de ventas y curación.

Aparente mente los ¡líganos^/ que se hancasado o conviven en unión libre con personasde fas áreas urbanas serían una excepción, yaque en este caso la esposa-o o compañera-orealizan trabajos o actividades no vinculados alas prácticas de curanderismo, si bien puedenser vendedores ambulantes. Pero en los casosde uniones o matrimonios con personal blancoo mestizo que se hayan llevado a cabo en laregión de origen o procedencia (AltoPutumayo) sí es posible encontrar a los dosmiembros involucrados en la misma ac-tividad; al igual que cuando la unión omatrimonio de una joven ingana (menor de 20años) ha sido no sólo aceptada por lospadres de ella sino que al cónyugue se ¡e busca

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CURANDERISMO URBANO Y ANTtMODERNIDAD

dar una base de apoyo económico en la ac-(¡vidad de venta de plañías, trabajando para lossuegros en el seno de una familia extensa.Por esta razón algunos puestas de veniasLimbk'n pueden ser ale tul idos por personalIllanco u mestiy.o no i «gano, pero i|iic licuénexos con una familia extensa ingana. DeOtro lado, se encuentran casos de curanderosformados en la tradición inga; aquí tía jugadou n papel impórtenle el factor de la socializacióncon la medicina tradicional indígena por partedel personal blanco o mestizo en las áreas deorigen, por lo general colonos o hijos decolonos.

Entre los contactos con familias inganashemos encontrado hasta el momento lossiguientes apellidos: Jacanamijoy, .lansasoy,Chasoy, Tisoy, Mavisoy, Mojomboy, Tandioy yGuatimbioy; en el caso de los kamsás el apel-lido Chindoy y Jamioy. Sin embargo, lodos estosapellidos se repiten y cruzan en unoy otro grupoindígena en el Valle de Sibundoy. Por oiráparte, son de procedencia lingüística kanisa,debido a su terminación "oy", lo cual revela laexistencia de una comunidad cultural entre ín-ganos y kamsás, no obstante que se a u leuden-tifican como diferentes unos de otros a partirdel lenguaje {dos idiomas completamente dis-tintos). Algunos de los contactos tienencomo primer apellido ct tic la madre, en lamedida ([iré el padre haya abandonado a lamadre o no haya convivido con los hijos. Debidoa las frecuentes repeticiones del primer apel-lido con el mismo nombre, el segundo apellido(de uno de los padres) o el del esposo (para lasmujeres) ayuda a la diferenciación entre las per-sonas.

Triana (1907) hacia comienzos del siglo,comenta que los hombres por lo regular tomanel apellido del padre y las mujeres el de lamadre. Algunos de ios contactos inganos,hombres y mujeres, en la Ciudad de Cali hancorroborado que esta tradición aún hoy en díase mantiene en algunas familias inganas.

En los inganos y kamsás, tanto en el Vallede Sibundoy como en las áreas urbanas, el sis-tema de compadrazgo con la presencia con-línuade padrinos y alujados (de bautismo y con-firm.-icióii), así como de padrinos de

matrimonio ha permitido la sobrevivencia defuertes lazos de solidaridad y de un especialsentido de comunidad: el ahijado es un hijo muyespecial que se apoya y protege y con el com-padre u la ve?, se mantienen vínculos especiales.Como complemento de la rclución de com-padra?go también es posible encontrar en lasciudades la sobrevivencia de la figura del "lío-a" para designar a las personas mayores al-legadas a la familia. En las prácticas decuranderismo observadas participan los dossexos en diferentes edades, desde los jóvenesadolescentes (15-16 años de edad) liasla los másviejos. Por supuesto, existe una jerar-quizacióndel oficio decuranderosegúnlaedad,ya que las personas más respetadas y buscadasson también las de mayor edad, hombres ymujeres. La iniciación en el oficio parece serdesde la adolescencia a través de unmiembro adulto de la familia (padres, tíos,abuelos), o incluso en edades más tempranas (9-12 años).

Otro aspecto importante que en-contramosen el interior de la práctica decuranderismo es el papel de la mujer comocurandera. Se presenta entre los ingas y kamsáscontactados la opinión de que la mujer no estállamada a ejercer, como el hombre, el ejerciciode la curación. La explicación que dan a dichaopinión es que la "mujer resulla impura"para este oficio, dadoqucsusciclos menstrualesy el embarazo afectarían la capacidad decuración; es por esta ra7.ón, según algunos deellos, que en la mujer el ejercicio del curanderis-mo debe darse pero a partir de determinadaetapa de su vida, es decir, llegada lamenopausia. A pesar de esta aparente restric-ción encontramos muchas mujeres en edadesmenores a los cincuenta años practicando elcuranderismo; es más, hemos encontrado casosde adolescentes que han comenzado desdeya su desempeño como curanderas. Parece serque en el contexto urbano esta restricción nofuncionara, pues es numeroso ei grupo demujeres que subsisten en base a su profesiónde curanderas en edades menores a los 40 años,aunque el mayor prestigio en esta materia lotengan los hombres adultos y las mujeres enedades avanzadas. Ahora bien, las mujerescuranderas de mayor experiencia en el oficio

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BOLCTINSOCIOECONOMICO N"19 ABRIL DE 1989

son viudas de anteriores curanderos quellevaban muchos años en esa práctica en losmismos centros urbanos, aunque sus con-ocimientos ya los habían obtenido, antes decasarse o unirse, en la región de origen (AlioPudimayo) a IraviSs de un curandero cíe pres-tigio, ya fuese o no familiar ("curaca" o "caci-que", scgíin lo denominan) o habían (cuido unproceso de iniciación o especializactón en elBajo Pulumayo con curanderos aun máspoderosos, generalmente ingas del picdcmonteo llanura de selva.

Basándonos en los datos que hemos ob-tenido de losdiferentes curanderos contactadosen lo referente al tiempo que llevan residiendoen la ciudad, se podría establecer qucsu presen-cia continua y visible, por el número de ven-dedores-curanderos inganos así como por teneruna residencia habitual en las áreas urbanas es-tudiadas, es de 25-30 años para las familias conmayor tiempo de migración desde el Valle deSibundoy. En el caso de los kamsás su presen-cia es mucho más reciente,en los últimos 10-15años, manteniendo una presencia en lasciudades de tipo ambulatorio.

De otra parte, podría decirse que la granmayoría de familias ingas y hamsás contactadasen lasciudadcs maní ¡enen estrechas y continuasrelaciones con sus lugares de procedencia. Al-gunas de estas familias tienen a sus parientes opropiedades en dichos sitios. En el primer casovisitan al pariente en mención, generalmente setrata de padres o hijos, en muchas ocasiones lesllevan dinero o alguna remesa; en el caso de al-guna pequeña finca (chagra) se venobligados a viajar pues deben estar al tanto dela administración, generalmente a cargo de unfamiliar (padres, hijos, hermanos). También escomún encontrar, en la mayorfa de casos, eldesplazamiento hasta los sitios de origenpara traer algunas plantas medicinales cuyaconsecución procede del Alto y BajoPutumayoy las cuales son características de la tradiciónbotánica y médica ¡ngano-kamsá. Cada año hayademás un gran motivo para encontrarse en sulugar de origen y renovar sus fuertes lazos decomunidad: la celebración de los carnavalestradicionales los días inmediatamenteanteriores al miércoles de ceniza. Es este elmomento cuando se encuentran las familias de

aquí y allá con los miembros que residen endiferentes ciudades de Venezuela, Panamá, yColombia, es el encuentro de la "diáspora"étnica de la comunidad ingana del AltoPutumayo.

Los ing;mos residentes en los diferentescentros urbanos (Cali, Popayán, Pasto, Píen-damÓ, Santander de (Juilichao, Buenaventura)proceden de Santiago, Colón, San Andrés y SanPedro, ubicados en el Valle de Sibundoy(Pulumayo), al igual que lodos los inga nosmigrantes en las diferentes ciudades del país.Curiosamente no se encuentran inganosmigrantes del Bajo Putumayo (por ejemplo deMocoa y demás municipios con población ingaen los alrededores del rio Caquetá, depar-tamentos del Cauca, Caquetá e intendencia delPutumayo), a pesar de su gran fama comocuranderos, al igual que los sienas y los kofanes,entre los indígenas del Valle de Sibundoy y susfamiliares en los centros urbanos del Surocci-dente. En el caso de los kamsás todos provieneny residen en Sibundoy.

Lo anterior refuerza la hipótesis quevarios investigadores (Taussig, 1982 y 1987;Arocha, 1982; Ramírez y Pinzón, 1986) han sos-tenido sobre la importancia de eslas dos com-unidades del Valle de Sibundoy en su relacióncon el conjunto de la sociedad nacional y ur-bana a través de la medicina vegetalista obotánica que manejan en una dinámicamigratoria que posee una larga tradición, desdecomienzos de este siglo, murho antes de darseel proceso de desplazamientos con familias alas áreas urbanas a partir de los años sesenta,particularmente en el caso de los inganos;Yepcs, 1953, se refiere a los "médicos indígenassantiagueños" que recorren el pafs.

En las familias inganas contactadas en loscentros urbanos, aún las que llevan más tiem-po residiendo, es frecuente entre ellas el empleode la lengua inga para las diversas ac-tividades de la vida cotidiana. Los más viejos,especialmente las mujeres, mantienen al-gunas prácticas culturales en su vestimentaen los puestos de venta y residencias (uso defaldas, collares, chumbes, etc. elaborados en elValle de Sibundoy).

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3. Tipos y Jerarquización deAgentes de Salud:

Entre los agentes de salud inga nos en loscentros urbanos es posible detectar difcreu-les tipos y jerarquías. En un primer nivel sepodrían considerar aquellos ¡nganos encar-gados de vender sus producios a los clicnles,sin estar en condiciones de atender pacientesen consulta, pues su fundón es la de expen-dedores en loniKi similar a lu que jiconlcec cuuna farmacia o diogucría, de acuerdo a los re-querí mié ni os de los clientes. En un segundonivel su encuentran aquellos agentes tngjmosque aparte de expender sus producios están encapacidad de efectuar diagnósticos y atendereventual mente a los pacientes que los soliciten;éstos poseen un repertorio de conocimientosmíis amplío que les permite resolver consult-as rápidas y ambulatorias en los mismos pues-tos de ventas para recetarles algún tipo deproducto o preparación que pueden ofrecerles.En tercer lugar están propiamente loscuranderos especializados, aquellos inganos demás edad, hombres y mujeres, dedicados aatender a clientes y o pacientes a domicilio, ensus casas, negocios, fincas, etc., o en los cuar-tos de los hoteles e inquilinatos y en las casasdonde residen los curanderos. Esle grupo, elde los especialistas, no siempre atiende ven-tas en puestos ambulantes en los mercados; encaso de tener un puesto lo puede compartir conotro miembro de la familia o también simple-mente delegárselo, ya que su principal actividades la de realizar trabajos de curación según lasnecesidades del cliente y/o paciente.

Hay personas y familias que son más ven-dedores de plantas y productos animales yminerales, además de la literatura e imagineríamágico-religiosa y esotérica, otras familias com-binan la venia, con la consulta y la atenciónespecializada a pacientes o clientes. Nonecesariamente sólo los jóvenes son ven-dedores, pues como se comentó conanterioridad es frecuenle encontrarlosrealizando tareas de consulta y curación, asícomo también hay personal adulto, por ejemplomatrimonios dedicados sólo a la venta am-bulante de sus productos medicinales.

Entre ellos hay reconocimiento de las per-sonas con mejor capacidad de curación, demayor jerarquía en el oficio, en la medida queson individuos (hombres y mujeres) no sólo demás edad sino experiencia en la práctica decurar y hacer trabajos especializados; por lomenos asi nos In han referido los diferentes in-forma ntcs.Sin embargo, este reconocimiento noobsta para que se presenten competencia yrecelo particularmente entre los especialistas.En cslc caso si>s|>eeluimos que existe preven-ción y envidias, dando como resultado quepuedan denigrar unos de otros. En resumen, dala impresión de una jcrarquización aceptada altiempo que es muy competido el prestigiodel ejercicio de los especialistas.

Los curanderos más respetados o de mayorprestigio son aquellos consultados para llevara cabo trabajos relativamente difíciles, comohacer una limpieza de un negocio, casa,finca; neutralizar una acción de envidia que haafectado las condiciones de salud del cliente,como también su situación familiar, económicao laboral. Son adem'as curanderos especialis-tas en tratar dolencias orgánicas vinculadas arelaciones interpersonales de tipo afectivo,familiar, laboral, y comunitario (barrio, vecin-dario, vereda).

Un aspecto interesante a tener en cuenta esla ambivalencia que presentan las personas paralos curanderos que requieren de sus ser-vicios, la cual se da en el doble carácter de pa-ciente- cliente, debido a la combinación quepuede darse entre una consulta sobre unadolencia y la venta de un producto determinadoen el mismo puesto del curandero. En la medidaque venden diferentes clases de producios(plantas, imágenes, estampas, collares, etc.)tienen tas características de vendedores am-bulantes con diversos tipos de clientes, peroa la vez establecen relaciones con esas personasen el campo de la salud,a la manera de consult-as médicas, lo cual las convierte para loscuranderos en pacientes y éstos a la vez asumenel rol de pacientes con diferentes cuadros deenfermedad. También está presente estasituación en los casos de diagnosticar y trataruna enfermedad por una parte, y llevar a caboun "trabajo", por otra; lo que es frecuente enlas actividades corrientes de los curanderos más

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especialislas,de mayor prestigio. De esta forma,aunque los límiles entre cliente y pacienteson difusos para los curanderos, en la mayoríade los informantes hay una identificación conel papel que desempeñan como agentes desalud que saben de las distintas enfer-medades que aquejan a quienes les consult-an, con un conocí miento apoyado cu loq «cellosdenominan la curación a I ni ves de las plañ-ías, lisie elemento lia oslado présenle en (míoslos informantes, como un factor muy importantede su identidad cultural en el contexto urbano.

4. Espacios Urbanos de Cir-culación y Residencia:

La principal presencia de los curanderosingas y kamsás se observa en los espaciospúblicos de las plazas de mercado, general-mente afuera de ellas sobre una calle, en tasáreas satélites a las mismas, y en los lugares deconcentración de ventas ambulantes populares,dondesea posible encontrar una miscelánea deproductos y vendedores, al igual que enferias artesanales en terminales de transporteo pasajes peatonales y en las entradas a toscementerios durante días de la semana o delmes dedicados a [a devoción de los difuntos.

En la ciudad de Cali el espacio de con-centración es el área de la antigua galería oplaza de mercado del centro, entre las c;illes 13y 15, y las carreras 6 y 10. Hoy en día ya no ex-iste allf una plaza de mercado pero elespacio ha sub.sUl ido como un sitio de venia deplantas frescas en carretillas y tic plantas secasy otros productos en "tendidos", con usosmedicinales. Los inganos son los especialistasen plantas secas. Se tiene conocimiento que haypresencia de inganos en otras plazas de mer-cado de la ciudad, si bien en forma menosvisible.

En la ciudad de Popayán la presencia de losinganos y del kamsá contad ados se registra enlas tres galerías o plazas de mercado más im-portantes (Bolívar, Alfonso López y La Es-meralda). En las otras poblaciones del Cauca yValle los sitios son las plazas O galerías durantelos días de mercado; en algunos de ellos comoen Puerto Tejada hay un puesto fijo de un mes-

tizo inga no que combina las plantas frescas conlas secas.

Aparentemente habría una distribución deesos espacios por parle de los curanderos, nosolamente por calles y puestos en una calle, sinode visitas a las plazas de las poblaciones yciudades pequeñas durante los días de mercadoy ferias o ficslas patronales a lo largo delaíio. Entre Cali y Popayán hay un circuito devisitas a poblaciones y ciudades pequeñas:curanderos ingas que residen en Popayánvisitan por ejemplo el Sur del Cauca, otros vana Santander de Quilichao y poblaciones delNorte del Cauca; de Cali se desplazan haciaBuenaventura, Palmira, y ciudades y pueblosdel Valle, así como del Norte del Cauca (Puer-to Tejada). Tuluá es otro centro urbano con ungrupo de familias inganas que tienen sus ten-didos de plañías medicinales en la famosa calleSarmiento. Piendamó (Cauca) es también unepicentro de curanderos que cubrenpoblaciones del Cauca. En resumen, Cali yPopayán y Buenaventura, son los epicentros im-portantes de la red. En Buenaventura hay ungrupo de familias inganas con residencia per-manente y atención en la galería Pueblo Nuevo,que además hacen frecuentemente correríaspor diversos tugares de la Costa Pacífica (Guapial Sur y liada la desembocadura del SanJuan al Norte y más arriba), llevando susproductos vegetales y medicina a laspoblaciones de pescadores negros. La oiráciudad del Suroccidente bien importante enesta red es Pasto, desde la cual cubren variaspoblaciones de Nariño, entre otras el puerto deTumaco. Algunos de los kamsá contactados semueven directamente a través de las ferias ar-lesanales en buena parte de las ciudades delpaís. Lo interesante es que ellos combinan laventa de artesanías con la "medicina indígena"en los puestos de venta. Se trata de curanderosque han ganado un espacio de mercado enlas ferias como artesanos de motivos"indígenas" (arcos, flechas, tambores,esteras, máscaras de carnaval y estatuillas demadera, etc.) para ejercer su práctica médica.

Los sitios cíe residencia en las ciudades (Cali,Popayán, Pasto, Buenaventura) son piezas enhoteles y casas de inquilinato cercanos oadyacentes a los espacios de venias principal-

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mente, aunque también algunos viven en casapropia o alquilada en barrios populares. La im-portancia cíe los hoteles e inquilinatos comoresidencia radica no sólo en la facilidad de ac-ceso a los sitios de venta sino en lasposibilidades de atender allí a Eos pacientes oclientes que requieren un diagnóstico o untratamiento. Las piezas donde residen loscuranderos funcionan también como lugares deconsulta y tic preparación cíe remedios queelaboran mediante encargo o para tener unpeque ño stock, según la frecuencia de las dolen-cias que tratan.

En un cuarto o pieza de hotel o in-quilinato puede vivir una familia (padres e hijospequeños), o sólo algunos miembros (porejemplo abuela y niela-lo). Es posible enconlrarun altar y seguramente plantas o productosbotánicos (extractos), además de collares,chumbes, pomadas, estampas, etc., en fin,una parte del stock de productos que expendeel curandero en su puesto. Sin embargo, el ten-dido o la carretilla cuando se recogen son guar-dados pagando alquiler en otros puestos deventa de la plaza de mercado o en negocios conalgfin espacio, próximos al sitio donde tienenlos tendidos.

Los ¡líganos y mcsti/os que llevan más tiem-po residiendo en ciudades como Cali y Popayánposeen casa propia en un barrio popular, aun-que no en todos los casos viven allí porque lapueden tener alquilada y residir en un in-quilinato. Pnr otro lado están los ¡líganos queconviven ton personal blanco o mestizo ytambién pueden residir en un barrio popularpagando arriendo. Es posible encontrar cu elcaso de inquilinatos que varios de los cuartoslos ocupen familias inganascon lazos de paren-tesco entre ellas, o por lo menos muy conocidasdesde el lugar de origen. Los kamsás sehospedan en hoteles próximos a las ferias ar-tesanales. Allí también, en los cuartos, atiendenconsultas a sus pacientes y preparan losremedios.

Las observaciones anteriores permitenasumir como hipótesis la existencia de unaamplia red de familias indígenas inga ñas en lasáreas urbanas del Suroccidente dedicadas ala medicina vegetalista con una importante in-

fluencia sobre poblaciones menores, áreasi u rales y la Costa Pacífica. En tal sentido podríaafirmarse que el curanderismo de tradición in-ga na-ka msá es el más influyente a nivel regionaldel Suroccidente y posiblemente constituye elaporte más dinámico en las prácticas popularesde salud tanto en los espacios urbanos comorurales, por lo menos usí se capta entérminos de su cobertura sociogeográfica yde los numerosos individuos de distintos grupossociales y étnicos que demandan sus servicioscomo lo veremos más adelante.

5. Aprendizaje de los Curanderos:Los curanderos contactados, ast como los

indígenas o mestizos que sólo se dedican a laventa de plantas y otros productos, hombresy mujeres, han tenido un aprendizaje principal-mente a través del medio familiar. En la mayoríade los casos otro miembro de la familia enlos lugares de origen (Santiago, Sibundoy)había sido curandero (curaca o cacique^1) o loera, si la persona aún vive. No obstante, pareceser muy importante para varios de ellos, espe-cialmente los especialistas, que hayan tenido unaprendizaje a través de un "cacique" defama, ya sea en el Bajo o el Alto Putumayo. Loscuranderos inganos, hombres y mujeres, demásde 30-35 años de edad nos manifestaron haberaprendido sus técnicas y conocimicnlos en elBajo Putumayo con "caciques" inganos en laregión de Mocoa y Puerto Asís, pero algunostambién con indígenas kofanes, corejuajes ysimias. Un curandero de Popayán lia comen-ladoque su "cacique" se encuentra a varios díasadentro del río Putumayo. Parece que la for-mación de tos curanderos más jóvenes hasido en Santiago (Sibundoy) con "caciques" deallí mismo.

Los informantes le dan mucha importan-cia a su "cacique", quien les ha ensenado sussecretos. Algunos consideran que cuandorealizan una curación difícil establecen unacomunicación con su "cacique" para ayudarlesen su labor. Para ellos sus "caciques" son per-sonas de muchos conocimientos en el campode la botánica, con gran capacidad de curaciónde toda clase de enfermedades.

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Í1OLPT1NSOC1OECONOM1CONSI9 At)RJL DE 1989

6. Características socio-culturalesy económicas de los pacientes-clientes:

Aunque todavía el equipo del proyecto noh;i U'.nido ii|iorlimid;id (|t- llevar a calxi unscguiniicnlo complclo can pacientes decuranderos luganos <i kamsás, sí es posiblepresentar una primera caractcrii'.acióii de ellos.En primer lugar llama la atención de la par-ticipación en las consultas y trabajos de per-sonal blanco, mestizo, ntgro y mulato, aligual que indígenas de oirás etnias (paeces,guambian os, coconucos, yanaconas, cholos)como es factible encontrar en las ciudades yáreas rurales del Suroccidenle colombiano,según los diferentes espacios inlraregionalcssocíucu llura les y socioeconómicos^/; porejemplo, Norle del Cauca en Santander deQuilichao o Puerto Tejada; Popayán y Pien-damó en el Cauca; Buenaventura y diversaspoblaciones de la Costa Pacífica; lasciudades de Cali, Popayán y Pasto, tan diferen-tes una de oirá; las ciudades intermedias delValle del Cauca y las de los departamentoscafeteros del Viejo Caldas.

En segundo lugar es un hecho que el gruesode la clientela son personas tic sectorespopulares, desde lrakij;idorcs de la construc-ción, trabajadores de ingenios a/ucarcros,obreros industriales, otros vendedores am-bulantes, servicio domestico, policías, soldadospagando el servicio, suboficiales, etc., hastapequeños empresarios y dueños tic negocios ur-banos. También un componente de la clientela,en especial en las pequeñas poblaciones, soncampesinos y jornaleros agrícolas, aunque esfrecuente encontrar campesinosacomodados, terratenientes y empresariosagrícolas que los contraían para "limpiar" lasfincas. Los clientes rurales pueden resultaren el Valle, Cauca, Nariño y el Viejo Caldas.

A pesar del mayor peso de los clientes-pa-cientes de seclores populares urbanos, tambiénse registra una clientela de clase media y mediaalta compuesta por empleados, profesionales yposiblemente dueños de empresas o negociosacomodados. Eslo es más característico de loscuranderos en ciudades como Cali y

Popayán, las cuales permiten un mercado deacceso a estos sectores.

Los pacientes observados son de ambossexos y de diferentes edades. Un grupo bien im-portante es el de niños pequeños Nevadospor sus madres para Iralamienlo de "mal deojo". Un este grupo predominan sectorespopulares.

7. Tipos de enfermedades y clien-telas, modalidades dediagnósticos:

Por las informaciones suministradas por loscuranderos tentativamente podrían clasificarselas clientelas en cuatro grandes grupos: pa-cientes con enfermedades orgánicas debido aprocesos naturales; pacientes con enfer-medades orgánicas debido a que han adquiridoun "mal" por factores interpersonales, afec-tivos, laborales, u otras dimensiones de la vidacotidiana; pacientes que pueden expresaruna sintomatología orgánica la cual es el resul-tado de factores ambientales de tipo sociocul-tural ("mal aire", "mala hora", presencia dedifuntos, etc.); clientes que requieren una "lim-pieza" en su cuerpo o en sus propiedades ynegocios (fincas, casas, empresas) para con-trarestar acciones tic enemigos suyos queamena/un su bienestar individual o familiar.

Las enfermedades, aún las que se basanen un proceso natural, tienen un componente"espiritual" inseparable de los factoressomáticos, el cual es más importante para elcurandero en los diferentes casos comen-tados de diagnósticos y tratamientos. El uso delas plantas medicinales y otros produciosestá asociado al "don" de curación, a lacapacidad del curandero de conocer el "malespiritual" del paciente y las plantas ypreparaciones de las mismas para tratarlo.Aunque en varias de las entrevistas los inform-antes reconocían la capacidad curativa de unproducto vegetal por sus propiedadesbotánicas, luego advertían que era preciso con-ocer "el espíritu", "el secreto" de la planta. Nohabría entonces una separación entre laspropiedades físicas y "espirituales" de las plan-tas, como tampoco entre el campo somático

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CURANDERISMO URBANO Y ANTIMODERNIDAD

o corporal y el "espiritual" en el manejo de unadolencia.

Otro elemento interesante lo constituye laimagen de "limpieza" del cuerpo y de los ob-jetos y espacios (fincas, casas, negocios) dondecirculan las personas. A la "limpie/a" está vin-culada !a prevención de una dolencia si se; Iraladel cuerpo o de una adversidad cu el caso deu luí propiedad.

Las técnicas cié diagnó.slicos i|iic nosmanifestaron los i u forma ules más comunes son¡¡i del pulso, la de la orina, y la del cuarzo.La del pulso consiste en tomar el r i tmo delmismo y sobre esa base inferir qué clase dedolencia Liene el paciente; la de la orina por elcolor y olor de la misma; mientras que con lapiedra cuarzo es por las impresiones que capiael curandero al apretarla con la mano, una vezse le ha pasado por el cuerpo del paciente. Lasmujeres Usan más las dos primeras técnicas,mientras los hombres pueden emplear unade las tres. Pareciera que en el caso de lasmujeres el manejo del cuarzo culturalmenle noles estaría permitido, al igual que el yagé, porl;i misma razón que se describió conanterioridad (flujos menstruales y embarazo).

Un aspecto importante para resaltar entrelas comunidades urbanas ingano-kamsás es lacontinuidad en la clasificación de las enfer-medades y en los sistemas de prevención ycuración respecto a la región de proceden-cia, el Valle de Sibundoy, lo cual reflejaríano sólo la permanencia de los factores cul-turales étnicos entre los inganos y kamsásmigrantes en las áreas urbanas, sino también lacapacidad de seducción que ofrece en los con-textos urbanos un discurso antimoderno en elcampo de la salud.

8. Relaciones con otrasModalidades de Curanderismosy con la Medicina Facultativa:

Los curanderos inganos y kamsás son con-sultados por pacientes de otras modalidades decuranderismo, así sea para despacharles unafórmula de plantas medicinales. Tanto enPopayán como en Cali hemos conocido de pa-cientes de centros espiritistas que usan laCiliik'iiipia que frecuentan los puestos de Icis ¡lí-

ganos para que les atiendan las fórmulas or-denadas por los curanderos espiritistas.Curiosamente los productos que les envían sonde la tradición inga na, lo mismo ciertas mezclas,lo cual hace pensar que han tenido influenciasde indígenas del Pulumayo.

Da la impresión <jue entre los grupos quepractican las orientaciones espiritistas hay unuso creciente de plañías medicinales. Esto Uirevela los diversos informantes que liemostenido alrededor du este tipo de tradición enlas ciudades de Cali y Popayán.

Por otra parte, en el lenguaje de algunoscuranderos inganos y karnsás que hemos con-tactado es frecuente el uso de una terminologíade corte esotérico y gnóstico; por ejemplo elempleo de conceptos como "los elementales delas plantas"; también el uso del término"homeopatía" para asociar los preparados deplantas que elaboran con un tipo de medicina.

En relación con una serie de productos quetambién venden en los puestos callejeros,imágenes y estampas religiosas, extractos"mágicos" o pomadas, folletos de magia blan-ca o negra, etc., pareciera que son importantespara la obtención de ingresos adicionales consus ventas al igual que lo pueden serartículos de miscelánea y cacharrería. Sin em-bargo, su principal actividad está alrededor delas plantas y productos minerales y animales,vinculado a su conocimiento en eldiagnóstico y tratamiento de las enfermedadesy su capacidad de hacer "limpiezas". Se trataentonces de un complemento a su actividadprincipal.

Quizás uno de los artículos que más loscaracterizan en los puestos callejeros son los"azabaches" para colocarle a los niños en formade pulsera, tobillera o también de collar.Esto es un elemento que está asociado altratamiento y prevención del "mal de ojo", en-fermedad que también comparten otrasmodalidades de curanderismo rural y ur-bano.

Pero con los "azabaches" se venden otrosartículos como anillos para la "buenasuerte", collares especiales, pulseras, etc.Hay aquí una combinación con la parafemalia

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HOLIZT]NSOCIOF,CONOMICONe!9 AHRILDF, 1989

encontrada en oirás modalidades decuranderismo.

En relación con la medicina facullaliva,sus instituciones y agentes, droguerías, hospi-tales, médicos, bohemios, ele., llama la alen-dó» que en una ciudad como Cali compar-ten el mismo espacio cu las calles de la antiguaplaza de mercado de la Tona cenlto de ladudad: al Trente de la antigua Clínica Ig-nacio Rcngifo, hoy en día un centro delI.S.S., hay varios puestos de inganos o mestizos,lo mismo que al frente de las droguerías dela zona (en su mayor parle son depósitos dedrogas con precios más red u e idos a los del restode las droguerías comerciales). Según los con-tactos algunos boticarios remiten a sus clientesdonde ellos para la consecución de plantas ypreparación de remedios con base a plantas.En Popayán nos informa un curandero que al-gunos médicos del hospital le han remitido pa-cientes deshau ciados.

Pero por oirá parte los curanderosutilizan la medicina facultativa: según varios in-formantes de puestos en la zona del centro,cuando alguno se enferma va donde un médicoque tiene consultorio en la misma área. Elesposo de una curandera, curandero respetado,al sentirse muy enfermo hace dos años decidióque los médicos facultativos y las drogas de far-macia le podían ayudar. Después de unos díasde padecimientos falleció, cuando estababajo tratamicnlo médico facultativo, a pesar dela insistencia de su esposa para que abandonaraese tratamiento y siguiera el de plantas.

Es interesante observar a través de laanterior descripción que se presenta unjuego recíproco entre elementos de moder-nidad y antimodernidad en el campo de la saluden forma de un "collage" que mezcla compor-tamientos y prácticas de las más diversastradiciones, de modo que la misma poblacióncon distintos niveles de escolaridad y hasta lospropios curanderos utilizan una y otra"medicina". Se trata de una coexistencia demensajes simbólicos completamente opuestoscon sus diversas interpretaciones eliológicasy tratamientos terapéuticos en los contextos ur-banos y rurales en el Suroccidcnlc donde se ha

hecho el seguimiento de esta modalidad decuranderismo indígena.

9. Algunos Productos TípicosVegetales, Animales y Mineralesen Tendidos Callejeros deCuranderos Inganos o Puestosde Ferias Artesanales de Kamsásen las Ciudades de Cali yPopayán:

-Para la "limpieza" orgánica en forma depurgantes. En Iodo tratamiento usual mentese recomienda primero "limpiar" el organismo.Este es uno de los aspectos básicosde casi todaslas terapias. Las siguientes plantas se sum1

nislran acompañadas de dietas:Yuco cusumbo; Byrsonima crassifolia L,HBK, Malpighiaccae.Flor azul o azuítocto; Plumbago capensis L.,Plititibaginaceae.Avellanas o piñones de purga; Jatropha cur-cas L., Eupho'biaceae.Tigrehuasca o Zaragoza; Aríslotocliia ríngeiiso sp., Aríslalochiaceae.Helécho de páramo; Dryopteris paralldogram-nia Kzci, PdfypmliaccaeYagc; (dependiendo de la forma depreparación como purgante sin ver "pintas", osea, sin efecto alucinógeno); Baniesteropsiscaiijii Spntce, Malpiftftiaceac.Chiricaspi; Bnmfelsia gmndiJJtffa D.,Solanaceac.Borrachera; Altenianíliera íeltmannii Hiero»,Amaranlaceae.Raíz de cabalonga o bejuco rayo; posiblementese trate de Tlteveiia pentviana y T. ahouai L.,Apocynaceae.

-Para la "limpieza" o purificación de lasangre y de una serie de órganos (hígado,vesícula, ríñones, etc.). El estado de la sangrey su calidad (pesada o suave) es otro de los prin-cipios básicos de esta medicina. Los curanderosingano-kamsás son especialistas en lapreparacín de reme dios-j árabes para eltratamiento o purificación de la sangre, loscuales son la combinación de diversas plan-tas según recela que cada curandero posee,entre las cuales se mencionan las siguientes:

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CURANDERISMO URBANO Y ANT1MODERNIDAD

Zarzaparrilla; Smilax regeHi HBK,Smilacaceae.Chuchuguasa-si; Maytenus laevis Reiss,Celasíraceae.Raíz de china; Dioscorea vifíosa L., Dios-corcaccac.(¡uayabillade páramo; Myrtus oxycoides Bcnlli,Mytlaccac.Mataratón; Clirícidia sepilan ¡act\.,Paiñlioiíaceac.Cordoncillo; fípcr aunciun var. Airela-barrida,Piperáceas.Sábila; Aloe sp. HBK, Liliaceac.Palo de ámbar; Tetracera sessiliflora Tr. elPL, Dilleniaceae.Raíz de cabulla; Fucracea cabuya Truéase,Amaiyllidaceac.Cuasia; Quassia amara L., Simanibaceae.Palo de arco; Tabebuia serratiflia Vahl, Big-noniaccae.

-Infeccionescicatrizaciones:

externas, granos,

Caraña; Prolittm heplapliyllum March, Bur-seraceae.Cascara y flor de gualanday; Jacaranda cancanaPillier, Bigiioniaceae.Flor a/ul o HZtilloclo; ya citadoClionlarú; podría ser el misino guaco, lasespecies Mikania granúlala y M. Icliiiiiiuiiü,Compuesta.Vira-vira; Gnapiíalium elcgans HBK y pur-pureiim L., Compuesta.

-Plañías o piedras para "conocer" n "ver":para tener capacidad adivinatoria y con-ocimiento de enfermedades "espirituales" o demaleficio, y orgánicas.

Yagé; dependiendo de la preparación, B.caapi, B. inebríans Morlón, B. msbyana Mor-ton, Malpighiaceac. Esta es la bebida más im-portante para el conocimiento médico en latradición ingano-kamsá, ya que le permite alcurandero conocer la clase de enfermedad ysugerir un tratamiento para la misma.

En los centros urbanos se suministra en al-gunos casos muy particulares a determinadospacientes, cuando a juicio del curandcro-a lorequiera.

Lengua de lígrc; Metítysticodcntranamesianum Sctiitites, Solanaccae. Esia plantaes de uso más restringido que la anterior; essuministrada en casos muy especiales cuandose requiere hacer un "trabajo" bien difícil,debido a que es un potente alucinógcno.

Producto mineral:

Piedra rayo o cuarzos; oxidiana, para eldiagnóstico de la enfermedad (colocada en lafrente, el pecho, la quijada). Es usada única-mente por el curandero hombre.

• Plantas para neuralgias, artritis, reumatis-mo e inflamaciones musculares y coyunturas:

Diversas clases de borracheros; degéneros daluras y bnignansias, fam.Solanaceae. Su uso es externo en forma debaños, cataplasmas y emplastos.Chiehaja; Gaiilíheiia insípida Benth., fam.Erícaceae. Potente antinflamatorio y analgésicoen casos de reumatismo, usualmenle ingeridala infusión de las hojas. Contiene posiblementeen forma adicional una fuerte substancianarcótica.Manteca de oso (animal); Mymtecophagairídaclyla.

-Plañías para el sistema respiratorio, ungeneral afecciones bronquiales:

Encenillo de páramo; Weimniannia lamen-tosa L.f., Cnnoniaceae.Gramcillo de páramo; Hedoyosmunt botirgoiniiEnixt., Clilorantliaceae.Guayusa;7/íivf,iíj'».«í Loes, Aquifoliáceas.

-Plantas o productos para los "nervios", con-vulsiones, insomnio, corazón. Generalmente setrata de plañías y productos animales con unpotente alcaloide que actúa sobre el sistemanervioso,(central o periférico) de acuerdo a tasreferencias existentes (García Barriga, 1975):

Coquindo-bo; sin determinar aún entérminos botánicos.Azabaches; Pitheolobium dulce Ravb.,Mimosaceae.Chochos y pionías; Eryíhrína ntbiinen'iaHBK. yAbnts precatorius L., Papiüonaceae (losdos).Pesuña de la "gran bestia" (danta); Tapiña ter-restris. Se raspa la pesuña y se da en agua.

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UOLETINSOCiOüCONOMlCON''!? AURILDB1W9

Cabalonga blanca; Tlievetia amiai L.,Apocyiiaceae.Meclia o nccha; Fevtllea cordifolia L., Citciir-bilaceae.Cócora o pepa de cedrón; Simaba cedrónFlanch., Simantbaceae.

•Plantas o productos animales de "misterio"o con "espíritu": generalmente para hacertrabajos que tienen que ver con maleficios,buena suerte, "ligar" a una persona con otra,en luí lodos aquellos aspectos que locan conlas dimensiones inlerpersonal, afectiva, laboraly de la vida cotidiana, en forma de riegos,sahumerios, baños y perfumes, o simple-mente para facilitar la acción de "chupar y/osoplar" el cuerpo del paciente para extraer oprevenir la enfermedad, generalmentemezclados con aguardiente. Las plantas yproductos que a continuación se citanpueden acompañar también los tratamientos dedolencias orgánicas:

Ruda; Tagetes erecta L., Compuesta.Altamisa; Ambrosia arteniisifolia L., Autaryl-¡idaceae.Yagé; ya citado.

Diversas clases de chondurcs; del géneroCypcnts (fam. Cyperaceae). Los chondurcs soniiiliillablcs en I oda la medicina ingano-kainsá.Cualquier clase de t ra tamiento , <irg;ími-o o"espiritual", tiene como componente algunaespecie de chondur, inclusive en la composiciónde los remedí os-jarabes de purga y o lim-pieza del cuerpo y la sangre.

Diversas clases de vinancs; casi todos delgenero Peperomia (fant. Pipcraceae), con al-gunas excepciones.

Diversas clases de cu y a ngu i I los; unos son delgénero Justicia (fam. Acantliaceae), otros sonPeperoiitias (Pipcraceae)

(juagóte; Peperomia vil/osa (fam.Pipcraceae), para hacer maleficios y defendersede los enemigos.Azabaches; para proteger a los niños contra el"mal de ojo" rezado con el nombre del niño yusado en pulsera o collar, antes diado.

Chochos y pionías; para el "mal de ojo",la buena suerte y como protectores contra

maleficios, rezados debidamente, antes citados.Ojo de buey y ojo de venado; Enfadaphaseoloides L., Mimosaccac, y Mticunamiitisianay M. mollis HBK., Pamlionaceae.Flor de seguidora; Polygoitum pernearía L.,Poligonáceas.Flor de quereme; Cavendefliia qtteremeHBK., Erícaceae.Cabalonga negra; Strychnos panamensts Seem.tLt>i>ini<icc.iw.Cabalonga blanca; Thcvctiu ahimi L.,Apocynaceae.

Productos vegetales para hacer sahumerios,para la "limpieza" del cuerpo y de los espacios(casas, negocios, lugares cerrados). Los inganosy kamsás son expertos en la elaboración desahumerios con la combinación de los siguien-tes producios:

Tache; Myroxylon balsamum var. Pereirae,Papilionaceae.Copal; Hymenaea caiirbaril L., Caesalpinaceae.Estoraque; Styrax bogotensis Pekins,Styracaceae.Benjuí; Stírax benzoin Dryandcr, Styracaceae.Incienso; Boswellia carian y freerana Birdwood,Bnrseraceae.Mirra; Conwiipliora schimperi y abyssinaEngicr, Bwscraccac.Brotes de pino; Finas .?/>., Pinuccac.

Productos animales (para preparaciones deperfumes de buena suerte y "ligar" personas):

Cantil idas (insecto); Canlharis vesicatoria(L), De Gt'cr, Coleópteros.

Además hay lodo un repertorio de produc-tos anlifebrífugos de origen vegetal y mineral,antihipertenstvos y a nt i diabéticos, lo mismoqueanticonceptivos o para favorecer la fertilidadfemenina o masculina, reducir la sinusitis, etc.

Como puede observarse se trata de unaamplia batería de remedios vegetales, animalesy minerales usados de acuerdo a un modelocognitivo médico sobre el cuerpo, la salud y laenfermedad, que si bien llene una base com-pletamente diferente al modelo facultativo detradición alopática, expresión por excelencia dela modernidad urbana, sin embargo trabajaempíricamente con una serie de componen-tes activos (a nivel fitoquímicoy farmacológico)

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CURANDERISMO URBANO Y ANTIMODRRNIDAD

con propiedades terapéulicas que no permitensuponer que se Irate simplemente de substan-cias plascebos en una buena parte de lassituaciones. El desafío antimoderriizante deesta medicina también se apoya en el manejoempírico de la tradición curandera indígenaque maneja im conjunto de plantas y produc-tos animales y vegetales con propiedades(vriipc'iilicíiK eficaces, resullado de centurias denños de UNO en lítennos riisns y como resultadode su papel <Jc inlcrcambio lio produciosmedicinales vegetales entre las e (nías deselva y las andinas.

10. Algunas Hipótesis de Trabajo:La experiencia desarrollada hasta el

presente en el trabajo de campo nos permiteafirmar que es preciso superar la imagen inter-pretativa de un modelo puro preexistente decuranderismo ingano-kamsá. Serta por tantoimpreciso hablar de un sincrelismo e» los con-textos urbanos en la relación que esta clase decuranderismo tiene con otras modalidades.Podría ser más útil la imagen de un mestizajecultural en el espacio de las prácticas popularesde salud a partir del uso de las plantasmedicinales y las diversas terapias botánicas, yasea mediante baños, infusiones, cataplasmas,cíe, con sus múltiples preparaciones. Lo ciertoes que los inganos y kamsás son Ixislanlcrespetados en el conjunto de los agentes infor-males de salud que usan distintas formas de lafitotcrapia. En lodo caso, como se anotó conanleriotidad, no hay diferencias sustancialesentre las prácticas médicas del Valle de Sibun-doy (área de procedencia de estos grupos) y loencontrado en las áreas urbanas.

A pesar de lo anterior, a medida que la per-manencia y experiencias urbanas sonmayores para algunos de los curanderos con-tactados (los que llevan por ejemplo más de 10-.15 años) es posible encontrar en ellos elemen-tos prestados de otras tradiciones decuranderismo, de tipo esotérico-gnóstíco yespiritista, en sus discursos verbales sobre sucapacidad curativa. No obstante, afín enestos casos liay una permanencia del modelocognitivo 'digo similar al del Valle de Sibundoy,ya sea en el diagnóstico como en los tratamien-tos.

También es bien importante en todos loscasos la incorporación de elementos delcatolicismo popular, a nivel de iconografía ytradiciones de imaginería milagrosa, lo cualforma parte de la misma tradición de origendebido a la fuerte presencia de la IglesiaCatólica a través de las misiones capuchinas enla región de procedencia de los curanderos. Sinembargo, aquí ya existen variaciones contem-poráneas (¡ue rcí lf j i in la permanente moucr-nidiid y cosmopolitismo religiosos tic cslccuranderismo en los medios urbanos (porejemplo la devoción a José GregorioHernándezy la presencia de iconos como MaríaLionza, las Siete Potencias, el Negro Felipe, etc.en los puestos de ventas).

Llama la atención en este tipo de curanderis-mo del importante papel de la familia, ya seaextensa o nuclear, no sólo en el aprendizaje através de la socialización familiar sino en lamisma práctica del oficio. Se podría decirque es casi un oficio familiar o desarrolladodentro de una familia, tanto por el hombrecomo por la mujer, los padres y los hijos, lomismo que en varias generaciones (abuelos,tíos, nietos, sobrinos, padrinos y ahijados). Poreste último factor la familia extensa puede con-stituir el secreto de la reproducción de estamodalidad.

Las familias inanias contactadas por his in-formaciones preliminares proceden de distin-tos sectores socioeconómicos en su región deorigen (Santiago, San Andrés, Colón). Ten-tativamente se podría sugerir que los quellegaron hace más de 10-15 anños poseen al-guna propiedad en la región (finca con casa),además que algunos de ellos ya han conseguidoconsolidar pequeñas inversiones (lote, casa,carro) en el medio urbanogracias a su experien-cia en el oficio con una clientela numerosa. Losmás recientes, últimos 10 años, estarían máscerca de migrantes sin tierra, en peores con-diciones. En Cali y Popayán esta últimacategoría en apariencia sería menosnumerosa que en una ciudad como Bogotá, conuna presencia demográfica de familias inganasalta (según Carlos Pinzón del Instituto Colom-biano de Antropología pueden pasar de 200familias).

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JK)I.ETINSOCIOCCONOM1CON*!9 AORIL DE 1989

La residencia en hoteles e inquilinatos en lasciudades de Cali y Popayán no necesariamentesignifica en lodos los casos pobreza, ya quees posible que parle de los recursos loshayan destituido h;ici;i las áreas de origen pararealizar alguna mejora en su finca o chagra. Sinembargo, sí es posible afirmar que una buenaparle vive en condiciones de precariedad y ex-trema pobrc/a, sobre lodo para los cjue residenen los hoteles.

Aunque todavía el contacto con pacientes espreliminar, por las observaciones inicialespodemos sugerir que la población de diferen-tes estratos socioeconómicos y culturales com-bina esle tipo de curanderismo con la medicinafacultativa a nivel de sus necesidades de salud.En este sentido Ja población urbana noviviría como contradictorio la utilización de unay otra medicina en la medida que le sirva pararesolver los problemas prácticos de salud y en-fermedad. No obstante este fenómeno,parecería que cobramayor fuerza el uso deplantas medicínales en las prácticaspopulares de salud en las ciudades. Por supues-to no hay que olvidar que en la sociedad colom-

biana la medicina casera tradicional se habasado en este tipo de tradición.

Las dinámicas de urbanización y modern-ización en el país han integrado en losúltimos 30 anños en el campo de ta salud unaserie de prácticas populares de tradiciónindígena a partir de la residencia míís per-manente en las cí u iludes de miembros de com-unidades cínicas, que no han perdido su vin-culación eon su tradición cultural. Paradójica-mente en el medio urbano donde seríahegcmónica la medicina facultativa se en-cuentran prácticas que subvierten sudominación, entre las que encontramos lasde los grupos indígenas aquí descritos, allado de otras de corte gnóstico, espiritista,santero y de diversa idiosincracia esotérica(Urrea, 1988). La pretendida verdad de la razónpositiva que acompa miaría la senda delprogreso y de la modernidad, con los adelan-tos de la tecnología en materia de métodosde diagnóstico y tratamiento de las enfer-medades, es inca paz de imponer su modelo cog-nitivo sobre el cuerpo en la vida cotidiana deamplios sectores de la población urbana.

NOTAS:

1. Sobre el concepto de curanderismo,consúltese Urrea, 1988.

2.Los grupos de familias contactados en lasciudades han sido inganos. Los Kamsascontactados a través de las ferias viajansolos y en su mayor parte se (rata defamilias jóvenes con las esposas, aten-diendo la crianza y educación de los hijosen Sibundoy, mientras el esposo hace lascorrerías.

3. En los grupos étnicos del Bajo Pulimiayo(inganos, cofanes, sionas, corejuajes, etc.)la asociación entre el personaje que teníaa su cargo las actividades de curación, entodas sus dimensiones, y el poder políticoen la comunidad; fue bien importante; sin

embargo, todavía algo de esto se conservaen los grupos ingas del Bajo Putumayo;por esta razón se lo denomina cacique(Seijas, 1969). En el Valle de Sibundoy(Alto Pulumayo) hasta comienzos delsiglo también se presentaba esta vin-culación.

4. Por espacio intraregional se entiende elámbito socio-geográfico que configuraUna región con algunas característicassociocult urales^ socioeconómicasrelativamente similares, en cuyo interiorcirctilan determinados grupospoblación a I es, que en nuestro caso seríanlos curanderos y en general familias in-ganas y kamsás dedicadas a la actividadde las plantas y otros productosmedicinales.

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