De cristianos y comunistas: rebeldas parecidas

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De cristianos y comunistas: rebeldas parecidas

Por Narciso Isa Conde

La semana pasada les coment parte del libro en el que el amigo puertoplateo Vicente Tapounet Brugal reivindica el ideal comunista desde la doctrina de Jess.

Entonces habl de los parecidos entre los opresores de pocas tan distantes y ahora deseo hablar de las similitudes entre luchadoes/as de aquel ayer remoto y de este nuevo batallar por la emancipacin de la humanidad.

Juan Bautista, Jess y los Apstoles salvando y saltando pocas- guardan un gran parecido con Marx, Engels, Lnin, Trosky, Rosa Luxemburgo, Mao, Ho Chi Ming y Fidel. El Che tiene una especial sintona con Jesucristo, y Chvez y Caamao la impronta de Espartaco.

El Che deca con razn que entre cristianismo y revolucin no hay contradiccin, mientras Jess entenda as lo enfatiza Tapounet Loinaz- que la causa de la injusticia era la riqueza en poder de unos pocos y que haba que cambiar un mundo que se presentaba al revs.

Marx, Engels y Lnin, fundadores del socialismo modernos, y sus esforzados continuadores por un espacio de 150 aos de historia, han colmado de ciencia, actualidad y prospectiva esas reflexiones y conceptos a lo largo de un duro e inconcluso batallar anticapitalista y antiimperialista, que ahora recobra energas.

Eduardo Galeano nos habla muchas veces de ese mundo todava -y ms ahora que antes- al revs, y nos convoca a impugnarlo.

Jess clamaba por la paz, por la abolicin de la propiedad privada sobre la tierra y la naturaleza, y por el fin de la esclavitud.

Es inocultable que esas ideas coinciden hoy con la condenas a las guerras imperialistas y con la necesidad de subvertir la esencia explotadora y excluyente del capitalismo.

Por eso acusaron a Cristo de atentar contra el Estado, de oponerse a la ley mosaica, de propiciar la rebelin de los/as de abajo.

Por eso nos acusan hoy de terroristas y nos condenan por subversivos.

Subversivos s, por que amamos la verdad y la justicia. Por negarnos como lo hizo Jess en su tiempo- a aceptar el dogma atribuido a la justicia de Dios que hablaba de darle al Csar lo que es del Csar.Al Csar nada! Porque todo se lo ha robado en forma de plusvala, atracando por dems, a lo Ladronel, a los contribuyentes de su Estado.

Al Csar y a los suyos nada! Porque apacible y gustosamente abrazados a Falcondo, a la Barrick y dems corporaciones chupa sangre, pretenden engullirse y corroer las entraas de la patria y de la humanidad. A lo Balaguer y ms tranquilo que Bobby y que Danilo.Es verdad veinte siglos despus el Planeta Tierra est lleno de maldades. Pero maldades que dominan Estados y estructuras de poder extra-estatales a derrotar. Maldades que el cristianismo liberador, distante del opio de los pueblos y de la teologa de la dominacin, de la mano de un remozado comunismo para el siglo XXI, tienen el reto de derrotar, convirtiendo la indignacin movilizada en poder de los parias y olvidadas/os de la Tierra, que equivale a la ausencia de un poder por encima y contra la humanidad.