de malaprte a hejduk
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de la casa malaparte a la casa muroTRANSCRIPT
CASA MALAPARTE, CAPRI, ITALIA 1937ADALBERTO LIBERA-CURZIO MALAPARTE
JUAN PABLO MORENO BOHORQUEZ
Factores externos al proyecto - Modulo II Actividad
La soledad de Malaparte, equiparable quizá a la
soledad de Asterión, el que juega con otro Asterión
imaginario, en los infinitos patios de su casa de infinitas
puertas; con el laberinto en la cabeza, en la
ambigüedad de una bifurcación, entre el fascismo o el
comunismo, entre el fusil o la pluma, entre el maoísmo
o el catolicismo, así las vicisitudes, de capitán a
prisionero, de militante a exiliado…
…cuando el reflejo del pasado y la memoria del horror,
de una “gran guerra” sin ganadores parece atormentar
y el aislamiento deviene en necesidad, en un soberbio
acto de poiesis, el “poeta hiperindividualista” construye
sobre el acantilado las laberínticas prosas de la
soledad…
El sendero del ermitaño - la escalera al cielo… un
diagrama para el aislamiento:
Todo ser humano ha experimentado la necesidad de
una búsqueda interior, el ermitaño, indiferente a la
religión que profese, plantea como propósito dicha
búsqueda, experimenta en el aislamiento el camino a
dicho propósito.
Una arquitectura para la soledad resulta toda una
búsqueda, contradictoriamente a las enseñanzas de la
escuela, el problema se torna en como plantear un
espacio para el aislamiento que no llegue a ser un
laberinto?; Borges solía decir que el peor laberinto
resulta ser una línea recta. La casa Malaparte parece
ser el diagrama de esta ambigüedad.
Acceso solo en bote, dependiendo de la naturaleza,
solamente mar en calma, desde la rocosa playa
noventa y nueve escalones hacia arriba, al parecer no
es lo suficiente para estar aislado. La puerta
deliberadamente mimetizada con las ventanas, ¿acaso
para evitar interrupciones a dicha soledad?. Una vez
dentro una sorpresiva escalera, un pasillo y una serie
de puertas podrían desconcertar.
El diagrama de laberinto en línea recta para el
aislamiento continua, una escalera y dos umbrales mas
allá un gran espacio con una extraña simetría antecede
una nueva serie de umbrales, ahora con una
disyuntiva, ¿izquierda o derecha?, si la elección es
derecha un umbral mas, después de traspasar la
estancia intima de la casa, llevara a la tan anhelada
soledad.
Un lugar en pausa, un lugar donde las tensiones y la
p r i s a p a r e c e n d e s a p a r e c e r , a l m e n o s
momentáneamente, hasta que una intención
maquiavélica respecto al paisaje parece dejar un cierto
sabor de impotencia, un cierto apetito no saciado, una
cierta curiosidad… entonces una nueva búsqueda, el
retorno, el hilo de Ariadna, el sentido contrario parece
ser la condición para quien busca mayor soledad. Cual
monje en meditación el peregrinaje continua con el
sendero de la búsqueda del aislamiento, una escalera
al cielo promete la ya codiciada soledad.
Una vez en la terraza …la imaginación puede no ser
suficiente para advertir la experiencia, la tele-
fenomenología como metodología no permite una
mejor aproximación pero, puede inferirse que surgirán
preguntas, quizá de tipo existencialista…
(
Posterior al sendero, tras superar el laberinto, después
de ascender al cielo por una escalera, la casa
Malaparte parece confrontar el encuentro a dicha
búsqueda, confronta aquella insinuación misantrópica,
¿retirarse del mundo?, ¿retirarse?, ¿del todo?, ¿liberar
el alma en la soledad del vacío?, ¿poner al minotauro
las alas de Ícaro? ó ¿continuar la búsqueda en el
laberinto?...
De la reclusión a la búsqueda de la soledad:
Vale la pena resaltar que no es la primera vez que la
casa se ve sometida a modificaciones, de Adalberto
Libera (el arquitecto diseñador inicial) a Cruzio
Malaparte, la transformación de un esquema de
prisión a un diagrama de laberinto, hace posible la
mudanza del encierro hacia el ensimismamiento; el
equivalente arquitectónico parece ser entonces
prescindir del pasillo lateral, quizá un pasillo
dictatorial, lineal, anticipatorio y predeterminado, para
dar paso a una intrincada secuencia de espacios con
un objetivo claramente definido: soledad.
Proyecto de Adalberto Libera, que Malaparte rechazó por
semejarse a una prisión.
Modificaciones realizadas por Malaparte.
La casa sugiere una serie de inquietudes, acerca de la
soledad en arquitectura, acerca de la delgada y sutil
línea entre el encierro y el aislamiento, entre el
ensimismamiento como un acto voluntario y la
reclusión, que podría no serlo, inquietudes sobre la
noción de libertad en arquitectura.
Diagrama para habitar otra soledad, una soledad
desmembrada…
Trasladar el carácter de una casa a otra casa, a otra
lógica, a una lógica inversa; el diagrama de aislamiento
como laberinto, pero esta vez con cabeza de humano
en cuerpo de toro. “malapartizar” la casa muro de
Hejduk, implica poner encrucijadas a un diagrama de
flujos, dos diagramas de aislamiento aparentemente
diferentes que coinciden en la soledad como
búsqueda, coyuntural pero de manera inversa en el
espacio del estudio.
Estudio cercenado, el “muro” de Teseo separa (aísla) la
cotidianidad del resto del cuerpo, para recomponer el
motivo del diagrama se ha de invertir también el sentido
del final, lo que implica buscar el inicio en otro lado,
primera encrucijada y táctica de Malaparte, esconder el
acceso. Una vez en el interior la disyuntiva entre la
cocina y la escalera, hacia arriba una alteración
arquitectónica a la secuencia, luego se retomará. Mas
arriba la sala, con chimenea, pero con un intento fallido
de la extraña simetría que recrean las nuevas
ventanas, mejor no seguir hablando de ventanas,
¡como ha de extrañar Malaparte la visual en esta casa!.
Hacia abajo nuevamente, ahora la narrativa
recompone el orden de la secuencia, (cosa que en
arquitectura supone subir para volver a bajar), un
nuevo dilema, habitación a un lado, al otro lado
después un extenso umbral, finalizando un diagrama
reconstruido desde la cabeza, desde el lugar del
laberinto, el lugar de la soledad… el estudio.
De manera similar a la casa Malaparte, el hermetismo
del interior acarrea el recorrido en sentido contrario
hasta el exterior, para tomar la escalera hacia la
cubierta de un estrecho corredor que hace las veces de
terraza, de frente al muro, se traza imaginariamente
una escalera ¿al cielo?, su proyección en un vano que
perfora el concreto, tras el muro, ¿la promesa del
infinito?…
(convención de color: rojo: Malaparte, azul: invitada, verde: servicio.)
FACHADAS
FACHADAS