del higienismo al taylorismo- de los modelos a la realidad urbanística de medellín, colombia...

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  • Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74811110

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y PortugalSistema de Informacin Cientfica

    Luis Fernando Gonzlez EscobarDel higienismo al taylorismo: de los modelos a la realidad urbanstica de Medelln, Colombia 1870- 1932

    Revista Bitcora Urbano Territorial, vol. 1, nm. 11, enero-diciembre, 2007, pp. 149-159,Universidad Nacional de Colombia

    Colombia

    Cmo citar? Fascculo completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

    Revista Bitcora Urbano Territorial,ISSN (Versin impresa): [email protected] Nacional de ColombiaColombia

    www.redalyc.orgProyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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    ResumenPara los historiadores e investigadores urbanos, el

    crecimiento de la ciudad de Medelln, Colombia, est ex-plicado desde dos modelos urbansticos: el inicial modelo en damero indiano colonial y el modelo haussmanniano del Segundo Plano de Medelln Futuro, planteado en la dcada de 1910. Pero ambos son mitos y simplificaciones similares a los planteados en los estudios de otras ciudades de Amrica Latina.

    Si bien es cierto que los presupuestos del embelle-cimiento o la esttica, la higiene y el inters del comercio se asemejan a lo planteado por Haussmann, tambin es cierto que llegaron por otros medios y con otras concep-ciones menores. En el perodo 1870-1932, se puede en-contrar una multiplicidad de aportes que van desde los presupuestos desarrollados por el movimiento higienista francs o ingls, el urbanismo cientfico de Cerd en Bar-celona, el pragmatismo tcnico de Baumeister en Alema-nia, los desarrollos del City Planning y del Town Planning norteamericano e ingls, la Garden City y el Garden Su-burb de Howard, Unwin y Griffin, hasta el Plan Directeur de Pars de Henry Prost y el arte urbano de Camilo Sitte.

    Este trabajo reconoce los distintos aportes y el proceso de transferencia de ideas urbansticas europeas y norteamericanas a Medelln, as como las recreaciones locales de esas ideas, y de otras no urbansticas como el taylorismo econmico, las cuales, amalgamadas en un va-riado campo de especulaciones tericas y de concrecio-nes fsicas en el territorio, impulsaron el desarrollo urbano y de una cultura urbana moderna singular en el perodo sealado.

    Palabras clave Historia urbana, teora urbanstica, urbanismo.

    From Hygienism to Taylorism: How the Projects became the Urban Reality of Medelln in 1870-1932

    AbstractThe growth the city of Medelln in Colombia, has

    been explained by historians and researchers from the perspective of two urban projects: the first one, which was made of the colonial Indian dammar, and the second one Haussmanns project, coming from the second version of Plans of the Future Medelln City in the begining of the XX century. However, both projects are just myths and simplifications, similar to those studied of other cities in Latin America.

    Even if some aspects of the Haussmanns project had been raised, as the beauty or the aesthetics, the hygiene and the interest of commerce, those also came from other sources and from some smaller projects presented by Haussmann. During the years betwen 1870 to 1932 there were plenty of plans developed from the French and English hygienist movement, from Cerds scientific urbanism in Barcelona, the technical pragmatism presented by Baumeister in Germany, from English and American issues of City Planning Town Planning and Howards Garden City and Garden Suburb, Unwin y Griffin, and even Henry Prosts Plan Directeur of Paris, and the urban art of Camilo Sitte.

    This essay recognizes different contributions and project ideas transfered from Europe and America into Medelln, their transformations and adaptationes, also ideas not directly related to urbanism, as Taylors economy for instance. The economical taylorism had been adapted to impulse the development of the city and to create the modern urban culture during the period.

    Key Words Urban history, urban theory, urbanism

    Recibido: 30 de agosto de 2007Aprobado: 30 de septiembre de 2007

    Luis Fernando Gonzlez Escobar

    Del HIGIENISMO al TAYLORISMO:

    de los modelos a la realidad urbanstica de Medelln, Colombia 1870-19321

    11 (1) 2007: 149 - 159

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    1. Ubicacin y contextoMedelln es la capital del departamento de Antio-

    quia. Est ubicada en el centro de una depresin profunda y alargada de la cordillera Central de los Andes colombia-nos llamada Valle del Aburr, que tiene una direccin nor-te-sur y cuyo eje es el ro Medelln. La ciudad se implanta en la parte ms ancha en el sentido este-oeste, partiendo del eje del ro para seguir suavemente hacia las laderas y rematar en las partes medias y altas de las montaas que hacen de contrafuerte a sus lados.

    Fundada hacia 1675, fue una pequea poblacin de relativa importancia hasta finales del siglo XVIII y prin-cipios del siglo XIX, cuando comenz a centralizar la di-nmica econmica y poltica regional de la provincia de Antioquia hasta convertirse en su capital en 1826. All se establecieron la lite intelectual, poltica y econmica, y hombres humildes, desconocidos y sin formacin acad-mica, provenientes, en su mayora, de la provincia, donde comenzaron su accionar en las actividades de explotacin aurfera. A partir de los aos cuarenta del siglo XIX invirtie-ron las ganancias de la actividad minera en el comercio de bienes y productos trados primero de Jamaica y despus directamente de Europa. En estos aos acumularon el ca-pital suficiente para el posterior desarrollo de la actividad cafetera y de la incipiente industrializacin entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

    Entre 1880 y 1930, el caf se convirti en el principal producto de exportacin de Colombia y sostn de la economa nacional. Nuevas reas agrcolas fueron incorporadas a la caficultura, fundamentalmente en las reas de la denominada Colonizacin Antioquea2. En esos territorios situados en los Andes colombianos surgieron nuevas ciudades favorecidas por las actividades financieras, de comercio, importacin, transformacin, exportacin y de servicios cafeteros. Con la construccin de las vas de comunicacin para el comercio y la exportacin se articul una red de centros urbanos, los cuales entraron a competir con los de antigua procedencia colonial, no solo rivalizando con ellos sino desplazndolos en la jerarqua urbana nacional, tal es el caso de Manizales

    1 Este texto fue presentado como ponencia en el 11th International Planning History Society Conference, IPHS 2004 Barcelona, entre el 14 y el 17 de julio del 2004.

    2 Fenmeno de migracin y poblamiento que tuvo como punto de dispersin el Valle del Aburr y regiones prximas. Una numerosa poblacin, primero de manera dirigida y luego espontnea, se des-plaz en busca de tierras hacia el sur del pas, en la regin centro andina, desde finales del siglo XVIII. Solo con la produccin de caf encontraron un producto que les permitiera consolidar su economa y, por ende, la apropiacin y el desarrollo territorial.

    o Medelln, esta ltima el principal epicentro, al punto que para del siglo XIX era la segunda ciudad del pas despus de Bogot, la capital nacional. Otras ciudades no directamente ubicadas en el rea de produccin cafetera tambin se beneficiaron por las actividades relacionadas con su comercio, transporte, almacenamiento y exportacin, como es el caso de Barranquilla, puerto fluvial sobre el ro Magdalena, en la costa Caribe.

    En Medelln, la nueva lite comercial se propuso la bsqueda del progreso y de la civilizacin, dando continuidad o relanzando los planteamientos de los ilustrados de finales del siglo XVIII (Gonzlez, 2003: 17). Se plante jalonar el progreso urbano en todos los mbitos. Uno de ellos fue el urbanstico y arquitect-nico, donde el recato y la asepsia castellana, propios de la villa republicana, dieron paso a las ideas del lujo y el refinamiento que fueran compatibles con las as-piraciones de la nueva burguesa dominante. Fue un proceso lento que apenas se abri paso desde 1870, con las nuevas dinmicas impuestas, no sin rechazos, resistencias o imposiciones entre las viejas lites y la nueva burguesa. Es, pues, a partir de esta perspectiva que la lite comenz a ilusionarse, discutir, pensar y hacer la ciudad: un nuevo ideal con un repertorio de formas y planteamientos con respecto a lo urbano que fueron entrevistos en lo francs o lo ingls, sin dejar de lado las apropiaciones resultantes.

    2. Los modelos urbansticos para la nueva ciudadPara los historiadores e investigadores urbanos, en

    los variados textos histricos y de divulgacin, el creci-miento urbano de Medelln puede explicarse a partir de dos modelos urbansticos: el modelo en damero indiano colonial y el modelo haussmanniano del Segundo Plano del Medelln Futuro, en la segunda dcada del siglo XX.

    El orden y la regularidad dispuestos por el trazado en damero (retcula ortogonal) de Medelln se suponen heredados de los siglos anteriores al XX; se asume sin ms como resultado del urbanismo colonial estipulado en las Leyes de Indias. Sin embargo, tal traza urbana solo se efectu cumplidamente cuando el alarife Agustn Patio deline en 1676 el germen de la Villa, partiendo de la pla-za y de unas pocas manzanas a su alrededor. En general nunca ms se cumpli, y el posterior desarrollo de la urbe fue ms obra de fuerzas y cada momento histrico que de una normatividad.

    Por otro lado, para entender la emergencia de la es-tructura urbana del Medelln actual se ha planteado como

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    explicacin bsica la haussmannizacin, el haussmannia-nismo o la aplicacin del modelo haussmanniano en esta ciudad con la propuesta del Medelln Futuro en 1913. El modelo de intervencin urbana del barn de Haussmann, prefecto de Pars entre 1853 y 1870 durante el rgimen de Napolen III, es visto con insistencia por los entendidos locales en la memoria, el aire, los planos diseados o la for-ma urbana resultante de Medelln. En cualquier calle con rboles filados se aparece la impronta del boulevard de Haussmann. Sin embargo, ms que el modelo de Hauss-mann es el fantasma del prestigio del hombre que plane Pars lo que se pasea por las explicaciones que se dan de nuestra ciudad, ya que no por la ciudad misma. Pareciera, segn muchos entendidos, que en nuestro urbanismo y no solo en Medelln, tambin en Latinoamrica, en gene-ral no existe sino la impronta conceptual de Haussmann: no ha habido otro modelo paradigmtico3.

    Una aproximacin ms cuidadosa muestra, sin embargo, que lo que en realidad se dio durante los ini-cios del desarrollo urbanstico del Medelln actual fue una multiplicidad de aportes heterogneos, amalgamados o yuxtapuestos de manera poco articulada, asociados a un variado campo de especulaciones tericas que en mayor o menor medida participaron en el debate y en las po-cas concreciones del urbanismo de Medelln entre 1870 y 1932.

    A partir de este enfoque, estudiaremos el surgi-miento urbanstico del Medelln moderno en tres momen-tos, y me centrar en el ltimo por ser este tanto el de mayores especulaciones tericas como el de realizaciones fundamentales que definieron el destino urbanstico sub-siguiente de la ciudad, en el cual fueron ms ntidos los aportes y transferencias europeas y norteamericanas, lo mismo que los aportes locales, sin que en todo ello poda-mos esperar una relacin directa entre los planteamientos tericos y las concreciones materiales.

    3. Primer momento: las ideas higienistas y las primeras representaciones urbanas

    El primer momento cubre el perodo comprendido entre 1870 y 1890. Va desde la creacin de las primeras Sociedades de Fomento hasta la propuesta de la realizacin del Plano para el Ensanchamiento Futuro de la Ciudad o

    3 Es el caso de lo planteado por Fernando Botero Herrera en su traba-jo Medelln 1890-1950. Historia urbana y juego de intereses (1996). Jos Luis Romero, en su libro Latinoamrica: las ciudades y las ideas (2001) haba sealado que el ejemplo Haussmann, con su modelo de Pars, haba sido una influencia decisiva sobre las nuevas burgue-sas; despus ha habido una aplicacin literal y descontextualizada en la historia urbana de muchas ciudades latinoamericanas.

    Primer Plano de Medelln Futuro, en 1890. Es el tiem-po en el que mdicos e ingenieros intentan organizar y sanear la ciudad, si bien no tenan plan previo, pero s las ideas asumidas en los estudios acadmicos, en algunos casos en el exterior.

    Los mdicos entraron a establecer pautas de una intervencin en la espacialidad urbana apoyados en inter-pretaciones de base cientfica, siguiendo los preceptos de los higienistas ingleses y franceses. Al planteamiento cientfico neohipocrtico de los mdicos coadyuv la tcnica aportada por la ingeniera. Las primeras repre-sentaciones cientficas de la ciudad fueron logradas por los estudiantes de ingeniera de las universidades locales, quienes en esos aos levantaron y dibujaron mapas de la estructura urbana. La nueva cartografa urbana mostr el avance en las tcnicas y en los mtodos de representacin geomtrica del espacio y una nueva visin del territorio en cuanto que es susceptible de ser ordenado y planificado.

    En la relacin de mdicos e ingenieros, el elemento primordial fue el agua: bien para eliminarla de los espa-cios estancos, bien para hacerla fluir por calles y casas. Desde esta ptica, la domesticacin del agua a gran escala es un planteamiento que comienza a jalonarse desde ese momento para convertirse en la iniciativa de mayores es-fuerzos, variados proyectos y ejecutorias. La desecacin de pantanos, el control de inundaciones o la conduccin de aguas desde las diferentes fuentes hasta el interior del recinto urbano son proyectos que concitan polmicas e ingentes esfuerzos econmicos y tcnicos en la poca.

    Si bien entonces no hubo un modelo urbanstico que determinara el crecimiento de la ciudad y esta fue creciendo en buena medida por las iniciativas particula-res, con sus abusos y arbitrariedades, desde esa poca se empieza un cuestionamiento a ese laissez faire, a someter lo privado al inters de lo pblico, a obligar a la institucio-nalidad a asumir las funciones que le correspondan y a regular algunos aspectos del crecimiento.

    Hasta 1888, el Cdigo de Polica provea muchas de las normas en torno a la conservacin y al manejo de higiene pblica, a la conservacin de vas, a la proteccin de habitaciones o a la comodidad y ornato de las mismas. Pero ese ao el Concejo asumi plenamente las funciones que el mismo Cdigo le atribua y determin el ancho de las vas, con lo cual quedaba atrs esa heredad espaola de los cdigos de polica en el control de lo urbano. Se or-den que ninguna calle podra tener menos de 16 metros de ancho. Este fue un logro de los higienistas que con

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    esta norma pusieron en funcionamiento los principios de fisiologa urbana. As, con las calles rectas de 16 metros de ancho se garantizaba el principio de que el aire y la luz deban circular en abundancia. No deba ahorrarse ni aire ni luz, sino que, por el contrario, deba procurarse que el viento eliminara los gases mefticos y miasmas, y que el sol impidiera las humedades, lo cual se pensaba no ocurra con las calles curvas y estrechas, proclives, por ende, a situaciones malsanas.

    4. Segundo momento: el Plano para el ensan-chamiento futuro de la ciudad

    Este momento va desde 1890 a 1910/13, el pero-do comprendido entre los proyectos del Plano para el Ensanchamiento Futuro de la Ciudad y el Plano del Me-delln Futuro. Es la oficializacin de la mirada higienista y el trnsito hacia una nueva concepcin ms enfocada desde la racionalidad econmica que, sin dejar de pensar en el higienismo, lo supedita a la comprensin de la ciu-dad como una empresa. Aqu se insina ya una especie de concepcin taylorista que se expresar plenamente en el segundo de los proyectos mencionados.

    En agosto de 1890, el Concejo determin la reali-zacin de un Plano para el Ensanchamiento Futuro de la Ciudad. Los motivos invocados eran, entre otros, el conside-rable desarrollo y crecimiento que la ciudad experimentaba; la estrechez de las calles, en su mayor parte incompatibles con el desarrollo del trfico y con las buenas condiciones higinicas que deba tener una poblacin numerosa; la necesidad de sentar las bases de una ciudad que con sus plazas, avenidas y calles satisficiera plenamente las exigen-cias del progreso y de la higiene (Acuerdo No. 4 de 1890). Obviamente, en el fondo se buscaba tambin evitar que la ciudad siguiera creciendo anrquicamente, controlar el inte-rs privado y someter los actos especulativos.

    El proyecto tena tres principios rectores: movi-miento, hermosura y salubridad. En otros trminos, ya se estaban incorporando los llamados tres principios rectores, o tres gracias, del urbanismo moderno: circu-lacin, belleza e higiene. Sin embargo, apenas se incor-poraban las nociones, mas no las tcnicas propias de la nueva concepcin del urbanismo, que segua apegado al plano grfico director o al plano geomtrico bsico, que haba nacido en Francia en la primera mitad del siglo XIX (Bassols, 1996: 23)4.

    4 El inicio para toda Europa, y despus para Amrica, de la actuaciones urbansticas como obras pblicas, con su tratamiento tcnico y jurdico, se debe a la elaboracin de planos geomtricos de alineacin de calles y vas ordenada por la Ley Napolenica del 1807, en la cual se prescriba

    Sin duda, la salubridad orient a las otras dos gracias. La higiene se asoci con la racionalidad cien-tfica y esta estaba en relacin directa con una propuesta urbana de calles regularizadas, tal como se ha sealado y como lo entendi claramente el propio mdico Ramn Arango, presidente del Concejo en 1890 y promotor de la iniciativa:

    La irregularidad se nota primera vista en las ca-lles, su estrechez, sus curvaturas y rinconadas, las casas que la cierran hacindoles cambiar de direc-cin, &c., son, sin duda, defectos muy respetables, se quiere, por su antigedad y por su origen neta-mente espaol; pero constituyen al mismo tiempo obstculo serio a la ventilacin, al fcil desage de las alcantarillas, y, en general a la higiene pblica y a la hermosura de la ciudad, por ms que piensen de otro modo los aficionados la novela de encru-cijadas (Arango, 1892: 22).

    Esta crtica del doctor Arango al trazado heredado reafirma la idea, ms o menos generalizada en la poca, sobre su falta de valor esttico, pero fundamentalmente so-bre su insalubridad, lo cual justificaba la adopcin de un trazado racional. Eso fue lo que se intent corregir con el proyecto iniciado en 1888, pero que nunca lleg a cumplir-se. Debe destacarse en esta propuesta la discusin sobre la medida del mdulo a emplear que, aparte de los intereses econmicos y personales que pudiese haber detrs, si bien fue uno de los puntos de discordia que dio al traste con esta propuesta, pero ella ilustra cmo ya se haba definido una manera de ordenar el crecimiento y el ensanche urbano fundamentado en esa racionalidad del trazado.

    La primera propuesta, trazada por Juan Lalinde, estaba basada en un mdulo de 60 metros para cada manzana cuadrada, pero el ingeniero Duque vari a una rectangular de 60 por 160 metros. Esta propuesta rectan-gular se aproxim a la iniciativa llevada a la prctica por la Commissions Plan para el desarrollo de Manhattan a principios del siglo XIX, que se tom como referencia histrica del origen del trazado en tablero de ajedrez o parrilla. En esa parte de Nueva York se aplic una retcula modular de 155 bloques de 60 metros de largo por 30 de ancho, con calles de 18 metros de este a oeste y 12 ave-nidas con 30 metros de ancho de norte a sur. Ese mdulo fue pensado para aprovechar en su totalidad el lote de 10 por 30 metros, en el que se subdivida, para aprovecharlo

    que todas las ciudades y pueblos debern elaborar planes generales de alineacin de sus calles y otorgar las correspondientes alineaciones singulares, de conformidad con lo establecido en los mismos.

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    al mximo con las edificaciones, principio que fue tambin invocado por Duque en su propuesta. En Nueva York, desde que el agrimensor Casimir Goeck hizo el trazado, represent el ideal de lo que era la mejor manera de vender y comprar terrenos (Moholi-Nagy, 1970: 227), algo que seguramente tambin fue referencia para los urbanizadores de Medelln, desde el ltimo decenio del siglo XIX.

    El segundo trazado, fundamentado en la propuesta presentada por Carlos Patin, estaba formado por mdu-los de manzanas cuadradas de 80 metros de lado. Esta propuesta era ms convencional, pero igualmente ilustra el deseo de realizar el trazado racional perseguido. Tanto los mdulos rectangulares como los cuadrados fueron im-plementados en los diferentes trazados que se realizaron desde entonces, hasta conformar esa nueva estructura ur-bana alabada por su orden, aseo y hermosura. Cualquiera que fuera el trazado a seguir, lo claro es que este plano correspondi a la idea general que sobre ensanche y or-nato circulaba en muchas ciudades americanas, inspirada en varios ejemplos desarrollados en Europa fundamen-talmente en los casos de Barcelona y Madrid, en Espaa, idea generatriz que se va a mantener en la propuesta del Segundo Plano de Medelln Futuro.

    5. Tercer momento: entre la ciudad taylorista y el City Planning

    Va desde 1910 a 1925. Abarca los aos entre la pro-mocin del concurso para la elaboracin del segundo de los grandes proyectos mencionados antes (Medelln Futuro), la adopcin del mismo en 1913 por el Concejo, y el reclamo de uno nuevo a mediados del decenio de los veinte.

    La Sociedad de Mejoras Pblicas, con el impulso de Ricardo Olano, se haba empeado desde aos atrs en formalizar la idea de un plano rector del crecimiento y de iniciativas que respondieran a las necesidades de una ciudad moderna. En el mes abril de 1910, aprovechando la celebracin del Centenario de la Independencia de Co-lombia que se realizara en julio con la denominada Expo-sicin Nacional Industrial y Artstica, la Sociedad convoc a concurso para premiar el mejor plano que se presentara sobre el Medelln Futuro (Revista El Centenario No. 3, 1910: 15). El proyecto presentado por el ingeniero Jorge Rodrguez fue declarado como ganador. Entre agosto de 1910 y marzo de 1913, el proyecto inicial del ingeniero Rodrguez fue sometido a estudio por una comisin5 que

    5 La comisin estuvo integrada por el mismo ingeniero Rodrguez, Alejandro Lpez, Enrique Olarte, Alejandro Londoo, Jos A. Aran-go, Horacio Marino Rodrguez y Mariano Roldn (La Organizacin, No. 923, 1913: 10 de marzo).

    le introdujo variaciones hasta que fue aprobado por el Concejo, con el argumento de que el considerable desa-rrollo de Medelln haca necesario sentar las bases de una ciudad moderna, que satisfaga plenamente las exigencias del progreso y de la higiene.

    Analizar quines fueron los personajes que concu-rrieron al concurso, los jurados y los miembros de la co-misin encargada de hacer el plano definitivo, sirve para entender cul fue el propsito perseguido y la ideologa que imper en dicho proyecto del Medelln Futuro, ms all de un reduccionismo de la lectura de la morfologa urbana. Este grupo estaba conformado mayoritariamente por personas que estuvieron o estaban vinculados con la Escuela Nacional de Minas6. ya en el jurado o en la comisin reformadora7. Con los ingenieros de la Escuela de Minas comenz a reclamarse una sociedad tecnocr-tica, ya fuera por las influencias de los planteamientos sociales de Saint-Simon o por la lectura directa, como realidad poltica, que hicieron en Estados Unidos los fun-dadores, directivos y profesores de la Escuela, en los di-ferentes momentos que estuvieron all como estudiantes o en viajes de aprendizaje como profesionales (Mayor, 1984: 48)8. Precisamente el movimiento tecnocrtico haba surgido a finales del siglo XIX en Estados Unidos como parte de un movimiento social ms amplio: el pro-gresismo norteamericano, que se fundamentaba en el mito del ingeniero que supona la separacin entre po-ltica y administracin, y el paso de la administracin de manos de los polticos a manos de los expertos, con cuyo concurso se podran solucionar los problemas sociales de manera ms eficiente y, supuestamente, ideolgicamente neutral (Lujn y Todt, 2000: 97).

    6 Principal centro educativo de la ciudad, enfocado a la formacin de ingenieros de minas y civiles.

    7 Jorge Rodrguez, Enrique Olarte y Alejandro Lpez fueron estudian-tes del primer perodo de la Escuela, y Mariano Roldn y Alejandro Londoo haban egresado en el segundo perodo (1904-1910); ade-ms, Rodrguez y Lpez eran profesores desde 1904 hasta el mo-mento del concurso y Roldn, luego de graduado, tambin asumi la docencia en la Escuela. Esto quiere decir que la gran mayora de responsables del Plano era parte de ese grupo con una formacin tcnica elevada, que se empe en sacar adelante la Escuela en esos aos y propuso una nueva fe en la tecnologa y en la organizacin racional, como plantea el socilogo Alberto Mayor Mora (2001).

    8 Tulio y Pedro Nel Ospina, trasladaron muchos aspectos de la edu-cacin recibida en los Estados Unidos, seala Alberto Mayor (1984: 48): Tulio Ospina pretendi dar a la Escuela de Minas el espritu de las escuelas profesionales y universidades americanas de la poca que al igual que las diversas asociaciones que florecieron en los Es-tados Unidos jugaron un papel clave y le dieron un rasgo distintivo al desenvolvimiento del capitalismo en ese pas mediante la difusin de las cualidades y principios de una conducta metdica. Alejan-dro Lpez fue enviado por el Ferrocarril de Antioquia a los Estados Unidos entre 1905 y 1906.

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    Bajo la tutela de Alejandro Lpez, un grupo repre-sentativo estuvo comprometido en la edicin desde 1903 del peridico La Organizacin, rgano de claro corte sansimoniano y tecnocrtico (Mayor, 1984: 76). Desde all, Lpez expona el pensamiento que luego llevara a la ctedra con el nombre de Economa Industrial, desde una perspectiva que conciliaba la racionalidad econmi-ca norteamericana con una visin sociolgica francesa9. Si bien tomaba presupuestos tericos de socilogos po-sitivistas como el francs Gabriel Tarde, de la psicologa social de Gustave Le Bon, o del pensamiento tecnocrtico francs va Henri Fayol, el mayor inspirador fue el ingenie-ro norteamericano Frederic Taylor, cuyo texto Economa industrial. Manejo cientfico fue traducido en 1912 para el peridico La Organizacin. Dentro del ideario de esta nueva disciplina entraban conceptos o nociones como pensamiento cientfico, racionalidad, eficiencia, produc-tividad, costos, beneficios, previsin, mtodos, organi-zacin, planificacin, entre otros. Los principios estaban dirigidos a ingenieros, pero claramente orientados hacia la administracin, que igual podra ser una empresa, una fbrica, una oficina oficial o una ciudad. Al igual que en Europa, la economa industrial fue otro de los dispositivos del saber cientfico que se incorpor al estudio de lo ur-bano, junto con la economa poltica y la estadstica, que se sumaron as a la ingeniera y a la medicina.

    Visto as el panorama, la participacin de estos an-tiguos alumnos y profesores de la Escuela en el desarrollo del Plano de Medelln Futuro tuvo una incidencia funda-mental. Se puede observar en el Plano la absoluta racio-nalidad y regularidad del trazado. Lejos estaba el modelo implcito de Haussmann en el Medelln Futuro: el urba-nismo quirrgico, es decir, la ruptura del ddalo urbano por numerosas calles y bulevares que concurran a las plazas y remataban visualmente en monumentos la monumentali-dad transversal, no aparece por ninguna parte. Morfolgi-camente no existe ningn rasgo que asocie a Medelln, ni an referencialmente, con el modelo haussmanniano, pues no hay ni transversalidad monumental, ni ruptura de teji-dos; por el contrario, lo que se pens y se plasm fue una serie de ensanches con trazos regularizados, con cambios de direccin debidos a los bruscos giros introducidos a la geometra general por ejes fundamentales preexistentes o que se previeron, tales como las rutas de los ferrocarriles, los antiguos carreteros o caminos que para el proyecto se ampliaron manteniendo su direccin o rumbo. La continui-dad de la malla, aparte de los giros, solo se vio interrumpida

    9 La ctedra la empez dictar en 1911, el mismo ao que F. W. Taylor pu-blic Los principios de la administracin cientfica, en Estados Unidos.

    por los accidentes naturales, tales como quebradas o zanjo-nes, pero jams por la pendiente de la topografa. Mas all de la antigua malla heredada del siglo XVIII y gran parte del XIX, lo que emerge es una traza ortogonal para configurar lo que despus se reconocer como el tablero de ajedrez, con una tipificacin cuadrada en algunos casos rectangular, con un mdulo que variaba de tamao en los diferentes sectores proyectados, al que en muchos casos se le intro-dujo el ochave en las esquinas, siguiendo el ejemplo de la propuesta de Cerd para Barcelona, con el fin de mejorar el trnsito, pues permite a los vehculos voltear fcilmente en las esquinas. De manera muy excepcional, esta traza no se cumple en cuatro manzanas al norte que configuran una especie de place royal en forma de estrella de ocho radios, y al suroeste el trazado de una diagonal que remata en una plaza semicircular rompe el trazo ajedrezado.

    Esta propuesta de plano urbano de Medelln se emparentaba ms con la visin positivista y cientificista del hecho urbano, desde la lgica funcional e higienista que procur Ildefonso Cerd para Barcelona, o con el esquematismo, la extrema simplicidad y rigurosidad, y la perfecta funcionalidad del trazado de la malla urbana de Berln realizada por Hobrecht (Gravagnuolo, 1998: 56)10. Adems hay que tener en cuenta que tanto en Barcelona, como en Berln o Medelln, se trataba de en-sanchar o extender la ciudad ms all de la antigua traza o centro histrico, en un proceso de continuo desarrollo y ampliacin, y no en una intervencin para el embelle-cimiento estratgico, como llamara Walter Benjamn al proyecto de Pars. Corresponde, pues, a lo que se llam los ensanches, que devino en sinnimo de urbanismo o teora del ensanche, muy generalizada en Europa y en Amrica, dentro de la cual Medelln hizo un primer intento en 1890.

    Para el profesor italiano Benedetto Gravagnuolo, Berln y Barcelona confluan en cuanto a ingeniera funcional de la mquina urbana; en tal sentido se puede pensar tam-bin al Medelln planteado en la segunda propuesta del Medelln Futuro: fue prefigurada desde estos momentos como una mquina urbana, en la cual la vialidad jugaba un papel fundamental la vialidad, a pesar del reducido parque automotor y del predominio de las sistemas tradi-cionales de locomocin de entonces.

    10 Hobrecht propuso su estrategia urbana en 1862, pero solo fue apro-bada definitivamente en 1873. Plante una traza urbana con m-dulos rectangulares, de 200 a 400 metros por 150 a 250 metros de profundidad. Pero ms que en las medidas del mdulo, es en la reiteracin del mdulo y en la simpleza funcional que se emparenta el trazo de Medelln con este trazo, en el crecimiento ms all de la forma orgnica del antiguo sector.

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    Racionalidad y manejo cientfico en su trazado y en el crecimiento de la ciudad, como lo reconoci para 1915 el propio Alejandro Lpez cuando era integrante del Concejo y luchaba por el cumplimiento y el desarrollo del proyecto del Medelln Futuro: La ciudad ya no crece ni se desarrolla al acaso, al vaivn de las voluntades aisla-das de su moradores: que un plan, un pensamiento y una voluntad comn existen para dirigir esfuerzos aislados al logro de un todo armnico. Ya se adivina la ciudad futura, amplia y de perspectivas calculadas. El acaso, lo indivi-dual, lo indeterminado, ceden al clculo y a la convenien-cia general (Mayor, 2001: 136).

    El plan y el clculo eran propios del pensamiento taylorista, que implement la organizacin racional del trabajo. En primer trmino estaba el trabajo en el estudio, que implicaba el trazo de los planos y la definicin de las operaciones necesarias para despus ser aplicadas por el personal especializado en la ejecucin. Este pensamiento aplicado a la planificacin fue sintetizado por el ingeniero Jos Mara Jaramillo Metz, en estandarizacin, racionali-dad y eficiencia, y se puede observar con absoluta clari-dad en el Plano de Medelln Futuro.

    Despus de su aprobacin inicial del plano, Ricar-do Olano fue un vido lector de los temas urbansticos, to-mando como referencia al Garden City y el Town Planning ingleses, formalizado este como nuevo mbito discipli-nar entre 1909 y 1914 (Gravagnuolo, 1998: 123)11, y preferentemente al City Planning, promovido desde Chi-cago en 1893 con el liderazgo de Daniel Hudson Burn-ham12, quien, renegando de la Escuela de Chicago que lideraba Louis Sullivan, asumi un corte neoacadmico monumentalista. Fue el mismo Olano uno de los prime-ros en reaccionar contra el Plano de Medelln Futuro, reconociendo cierta inocencia en su concepcin, redu-cido en un principio, como se ha sealado, al carcter de ornato y ensanche.

    Ricardo Olano tambin era un convencido taylo-rista que sealaba la importancia de la direccin cientfica de lo urbano y la aplicacin de las leyes de la economa industrial a la construccin de edificios, tanto por los ar-quitectos como por los maestros de obra (Olano, 1930:

    11 Va desde la redaccin del Housing and Town Planning Act (1909) a la creacin del Town Planning Institute en 1909, pasando por la Town Planning Conference, realizada en la Royal Academy de Londres en 1910.

    12 En el marco de la Exposicin Mundial de Columbia, en 1893, Daniel Hidson Burnham present el proyecto Pars on Lake Michigan.

    85)13, pero motivado desde los principios del City Plan-ning, sobre los cuales expuso un estudio en el Congreso de Mejoras Nacionales. En ese estudio entenda el City Planning bsicamente como una ciencia para guiar y an-ticipar el crecimiento de las ciudades con un plan previo, en el que se tenan en cuenta todos los factores, con el fin de mejorar las condiciones de vida de la poblacin tanto desde el punto de vista tanto fsico como mental y moral. Era adems una ciencia para formar constructores y admi-nistradores de ciudad. Para implementar un programa de City Planning eran necesarios tres elementos: propaganda de las ideas y creacin del espritu pblico; planeamiento de la ciudad, y conversin de los planes en obras. Esto tuvo una notable repercusin no solo en Medelln (donde para lograr que esto se diera, Olano hizo uso de rganos de informacin que fund los peridicos Progreso y La Ciudad Futura y la revista Progreso), sino tambin a esca-la nacional donde introdujo el City Planning a travs de la propuesta Mejoramiento de las Poblaciones Menores.

    Independientemente de si el Plano del Medelln Futuro se cumpli a cabalidad o no por los encontrados intereses pblicos y privados, lo cierto es que fsicamente sus huellas quedaron en la configuracin de la estructura urbana en sus aspectos ms generales como la morfologa, los ejes viales estructurantes y en la reaccin que su trazado e implementacin generaron, poniendo el tema del urbanismo como un tema de discusin permanente. En peridicos, libros y revistas, quedaron plasmadas las nuevas iniciativas reactivas y las polmicas generadas alrededor del tema del planeamiento, las trazas urbanas, los planes de ensanche y ornato o el urbanismo en general, en unos casos por parte de verdaderos conocedores del tema, en otros de enterados y en otros ms, de profesionales que quisieron asumir el urbanismo como una prctica desde el oficio del diseo. En la ciudad fueron conocidos, citados o traducidos, los textos de importantes urbanistas como Ebenezer Howard, Raumond Unwin, Patrick Geddes, Hermann Muthesius, Camillo Sitte, Daniel Hudson Burnham, Reinhard Baumeister, Frederick Law Olmsted; de otros menos conocidos como Nelson Lewis, Charles Mulford,

    13 Olano planteaba que la economa industrial es la reglamentacin de la inteligencia y del esfuerzo humano para producir eficiencia en el trabajo. Aplicando sus leyes, el americano Taylor, uno de los ex-positores del sistema, ha logrado multiplicar en casos determinados la eficiencia del trabajo humano sin aumentar los esfuerzos. Yo no podra hacer, ni en este estudio cabe, una exposicin de los princi-pios de economa industrial que se pueden aplicar a la construccin de edificios. Personas doctas en la materia hay en el pas que sabrn hacerlo. De ellos sacarn provecho no solo los constructores, sino tambin los obreros mismos, porque gastando menos energa pro-ducirn ms obra, y por consiguiente lograrn mejores salarios.

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    George Cadbury, representantes de escuelas tan diversas como la Garden City, el Town Planning, el mismo City Planning, el Urbanismo Tcnico, el Arte Urbano; tambin de ciertos autores clsicos como Ildefonso Cerd o Antonio Soria y Mata, con su proyecto de la ciudad lineal. El barn de Haussmann fue una referencia ms, incluso marginal, y Pars no fue la nica ciudad que se tom como modelo, porque tambin lo fueron Nueva York, Chicago, La Habana, Matanzas y aun las propias experiencias en ciudades colombianas como Barranquilla, de las cuales se retomaron elementos que despus fueron incorporados en la ciudad, fuera en cuanto al trazado, al modo de hacer ciudad desde lo administrativo, o a experiencias especficas puntuales. Ricardo Olano, por ejemplo, recordaba en sus memorias cmo en un viaje de ida hacia Estados Unidos en 1916 pas por La Habana, donde conoci los modernos sistemas de urbanizacin: Los dueos de las tierras abren calles y avenidas amplias, las siembran de rboles, establecen los servicios de alcantarillado, agua y luz, las asfaltan, hacen amplias aceras de concreto, y despus venden los lotes (Olano, 1989: 47), principio que aplic en buena medida en el proyecto del barrio Prado de Medelln a mediados de los aos veinte.

    Mirar el ejemplo de Estados Unidos era importante en el aporte que a la higiene pudiera hacerse, aspecto que para Luis M. Gaviria estaba incorporado all de manera severa en el planeamiento y el desarrollo de las ciudades, con controles a los que na-die escapaba, todo lo contrario de lo que suceda en Colombia y, particularmente, en Medelln. Si bien la higiene era un asunto tratado y manejado desde el siglo XIX, esta mirada hacia Norteamrica apuntaba a una concepcin diferente de la europea, como de hecho ocurri con la influencia de los mdicos que participaron en la construccin del Ferrocarril, quienes introdujeron algunos elementos de la medicina tropical en los aspectos urbanos y arquitectnicos, que en nada se emparentaron con las grandes obras higinicas de Haussmann en Pars, con sus grandes infraestructuras.

    Sin duda el tema que ms debate y controversias gener fue el de los trazados urbanos. La estandarizacin y modulacin reticulada que imper fue calificada como un abuso y un factor de monotona urbana. Si bien Ricardo Olano sealaba que los estudios de City Planning no aceptaban incondicionalmente este sistema y era solo preferible en terrenos planos, para este movimiento en Norteamrica la lnea recta era la preferida en el trazado de calles, por la facilidad de transporte, numeracin y organizacin de la ciudad, adems de las posibilidades rentsticas y especulativas que conllevaba.

    El ingeniero Luis F. Osorio fue uno de los introductores de la polmica y la crti-ca, que dej consignada en un artculo llamado La ciudad moderna, donde hizo un diagnstico de la ciudad y los logros del Plano del Medelln Futuro, pero tambin de las limitaciones que este impuso en trminos de la morfologa con un trazo rectangular obligatorio:

    Y eso s no est completamente bien, porque no se consultaron ni la topografa ni las condiciones especiales de cada parte nueva de la ciudad, pero ni siquiera se tiene en cuenta la esttica. Por desgracia la idea de la ciudad rectangular, especie de tablero de ajedrez, ha sido aceptada sin discusin y tal vez ya haya arraigado tanto que resulte inoficioso discutirla (Revista Colombia, No. 153, 1919: 4 de junio, p. 23).

    Muchos estuvieron de acuerdo con el ingeniero Osorio, desde el artista Marcos Tobn Meja, hasta el ingeniero Jaime Lalinde, quien en su tesis sobre urbanismo dira

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    aos despus que el sistema de tablero de ajedrez tiene como desventaja la monotona que presta a la ciudad. Es muy poca la variedad que se encuentra entre una calle y otra; por esta razn se dice que la ciudad de Turn es una de ms montonas del mundo. La monotona de Turn era ya famosa, y especialmente entre los urbanis-tas, empezando por el austriaco Camilo Sitte, quien en el clsico texto Construccin de ciudades, critic la pobreza de recursos de los urbanizadores modernos, el rgido ali-neamiento de casas y el bloque cbico de manzanas, el tedio de las calles y el abrumador efecto de masas de las modernas manzanas, yndose lanza en ristre contra las re-glas generales del urbanismo de ensanche de Baumeister que se haban puesto de moda, y, obviamente, contra ese ejemplo paradigmtico negativo de Turn.

    Osorio y Lalinde tenan como punto de partida de ese trazado montono las ciudades norteamericanas y, fundamentalmente, Nueva York, donde la poca superfi-cie obligaba a economizar terreno pulgada a pulgada, y los problemas de esttica no eran causa de desvelo, una ciudad cuya orientacin era unilateralmente hacia los ne-gocios, sin permitirse el ocio. Seguramente Marcos Tobn Meja tom como referencia los postulados de Sitte y su visita personal a la ciudad italiana para respaldar las te-sis del ingeniero Osorio y pedir a gritos desturinizar a Medelln, en una carta escrita desde Pars para la revista Colombia en 1919 de donde retom luego Lalinde ese concepto de Turn en su trabajo sobre urbanismo:

    ... que hagan en la capital crculos, estrellas, zig-zags, lo que se quiera, que su incomparable topo-grafa se presta no solo para crear belleza, sino para aprovechar la que posee. Pero, por Dios, no inflijan a los que vendrn despus de nosotros la angustia de la monotona de la ciudad de Turnajedrez. Esta ciudad tiene la especialidad de no retener a ningn visitante ms de una hora. De m s decir que ape-nas si la vea a travs del barandal de hierro de la estacin. Si el Nueva York moderno es espantable, Turn huele a tortura de inquisicin (Revista Colom-bia, No. 171, 1919: 1 de octubre).14 La rotunda crtica hacia ese trazado se acompa

    de la propuesta de mirar otras alternativas que fueran ms compatibles con las realidades locales, como las ciudades lineales de Soria y Mata, o las ciudades jardn, o Garden Cities, que eran las que ms acogida tena en el medio local.

    14 Revista Colombia nm. 171, Medelln, 1 de octubre de 1919.

    Mientras tanto el arquitecto Enrique Olarte haba esbozado algunos planteamientos en el Congreso de Me-joras Nacionales en 1917, en los cuales se perciban ele-mentos de la ciudad jardn y retomaba al urbanista ingls Raumond Unwin, teniendo como referencia la ciudad in-glesa de Port Sunligth (aunque en realidad esta fuera ms un pueblo industrial ingls que una ciudad jardn propia-mente dicha). Los argumentos con los que Olarte defen-di la importancia de la planeacin curiosamente podran alinearlo como un adelantado de lo que muchos decenios despus se llamara desarrollo sostenible: Proyectar un plano es hacer una obra de alta previsin social, porque impone a la generacin actual obligaciones poco onero-sas, relativamente, al mismo tiempo que trabaja por el in-ters de las generaciones futuras (Olarte, 1917: 20).

    De todas maneras, las ideas de Olarte se basaron en los principios de la ciudad futura a partir de ornato y ensanche, acogiendo los tres principios fundamentales del programa (es decir, higiene, comodidad y belleza), pero dando especial nfasis a los jardines, parques, amplias vas arborizadas, espacios libres, arborizacin y otros aspectos de la naturaleza como las corrientes de agua incorpo-rados como elementos estticos. Del Garden City reto-maba, entonces, no los presupuestos fundamentales, sino ciertos aspectos para reforzar el higienismo urbano con el establecimiento de reservas de aire y pulmones me-diante las reas verdes y un pintoresquismo naturalista: Las ciudades atravesadas por ros deben aprovechar esta circunstancia para su ornato. Algunas veces ser posible hacer pasar este o uno de sus derivados por un parque o por un jardn; se podr crear lagos en algunos sitios, y sus riberas podrn ornamentarse de mil maneras (Olarte, 1917: 25).

    Desde estas propuestas que tomaron a la naturaleza como un valor importante para la ciudad, la que ms cal y ms elementos introdujo fue la de los Garden Suburb, un planteamiento que se deriv de los presupuestos teri-cos de la Garden City, cuyo abanderado en Inglaterra fue el ya mencionado Raumond Unwin. Pueblos suburbanos que buscaron conciliar lo rural y lo urbano por medio de villas rurales conectadas con la ciudad y cierto grado de autonoma, con casas unifamiliares (cottages) en medio de grandes reas verdes; como ya se ha mencionado, son los barrios suburbanos que tambin participaron de la polti-ca de descentralizacin dependiente del centro urbano, con casas unifamiliares, pero creando unidades vecinales con cierta autonoma, que desarrollaron el sentido del ba-rrio, entre los cuales estaban los barrios obreros. Esta idea fue muy valorada en Medelln no con villages sino con

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    barrios perifricos conectados al centro urbano por vas carreteables y despus con el tranva, a los que se les dio, al menos en el diseo, esa idea buclica de naturaleza con arborizaciones, buenas aguas, aire y viviendas que imitaron los cottages. Dentro de esta idea estuvieron barrios como Aranjuez, al nororiente de la ciudad, o Les Chalets, al occidente.

    El barrio Aranjuez fue diseado por el arquitecto Flix Meja Arango en diciem-bre de 1919 para la Compaa Constructora del Barrio Aranjuez. El trazado rompa con todos los principios de la racionalidad y la ortogonalidad, con una trama que buscaba adaptarse a la topografa, como haban pedido los crticos de la trama en tablero de ajedrez. El propio arquitecto lo describi as: El trazado del barrio Aranjuez es capri-choso, verdadera configuracin de parque moderno cuyas plazas y avenidas tienen dimensiones distintas y formas variadas (Meja Arango, 1919). Como complemento al diseo urbanstico, los promotores realizaron el mismo ao de 1919 un concurso arquitectnico para los modelos de vivienda, dentro de la idea de cottage o chalets, pensado tanto por los promotores como por el mismo arquitecto del plan urbanstico, con lo cual se fortalecera la imagen que se quera proyectar.

    Curiosamente, las ciudades jardn y los suburbios londinenses pensados para obreros terminaron en refugios jardines para ncleos exclusivos y refinados de las cla-ses acomodadas (Gravagnuolo, 1998: 119) y en Medelln, paradjicamente, un barrio ideado y trazado por la Compaa para gentes pudientes, termin ofrecido barato al municipio para que fuera aprovechado por los obreros, es decir, el camino inverso a aquellos casos de Inglaterra.

    La idea de los barrios suburbios fue aplicada profusamente en la ciudad a me-dida que los nuevos sistemas de transporte se alejaron del centro de la ciudad e in-corporaron nuevas reas urbanizables. No es el Garden City, sino el Garden Suburb el punto de partida de muchos barrios, con su carcter autnomo, que va generando ese proceso de identidad barrial al imitar el carcter descentralizador que se impuso en las ciudades inglesas, especialmente en Londres y Liverpool.

    6. A manera de conclusinA mediados del segundo decenio del siglo pasado se consideraba ya que el Plano

    del Medelln Futuro era obsoleto; por eso se pidi la realizacin del Plano del Gran Medelln Futuro, con el cual se enfrentaran las nuevas problemticas producto de la ex-pansin urbana incluso hacia los centros rurales, el crecimiento incontrolado de las urba-nizaciones fuera del permetro urbano, el incremento de la circulacin vial y del parque automotor, o la demanda de nuevos espacios pblicos recreativos y de zonas verdes.

    Ya para estos aos la ciudad haba experimentado un cambio radical en su fisonoma, aunque la concepcin de un modelo urbanstico total nunca se cumpli a pesar de los esfuerzos con el Plano del Medelln Futuro de 1910-1913. La ciudad se ex-pandi ms all del lmite que el control urbanstico intent, debido a la especulacin de la finca raz. No obstante, se reorden el centro, se definieron ejes ordenadores, se desencaden un proceso urbanizador y se incorporaron muchas de las ideas del higie-nismo. Queda claro que, contrario a lo pensado, el barn de Haussmann fue apenas una referencia ms, con una significacin menor, y Pars no fue la nica ciudad que se plante como modelo. Fueron diversas las influencias que dejaron huellas, como es el caso del Garden Suburb, aplicado por primera vez estos aos y que luego sera el para-digma del crecimiento de la ciudad, en la parte occidental. En ese recorrido por tericos

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    y ejemplos a mirar y tener en cuenta no solo se recurri a Europa, sino a Estados Unidos, e incluso a lo que ocurra en ciudades americanas La Habana, por ejemplo y en las del propio pas.

    Un hecho singular que tal vez diferencia a Medelln de otras ciudades latinoamericanas es el traslado de los principios de la racionalidad y eficiencia del taylorismo al diseo y a la concepcin urbanstica. Si las formas mo-dernistas, cierta monumentalidad y la morfologa urbana pudieran emparentarse algo que incluso se sacrifica a nombre de los otros presupuestos, no lo es el proceso desencadenado para configurar el plano y luego para apli-carlo y administrarlo. Aqu hay una adecuacin al medio local de las formas de concebir lo social, lo econmico y lo poltico y plasmarlo en el diseo y el manejo de la

    ciudad. Si en un principio la burguesa se plante el lujo y el refinamiento, esto se trastoc por una racionalidad y la eficiencia que lind con la especulacin, el lucro y la monotona urbana.

    Quedaron tambin las experiencias de los aos diez y veinte en trminos del inters que despertaron las teoras de los urbanistas. Por eso, ms que las ejecutorias o con-creciones en el territorio, este perodo marc la apertura mental a las nuevas formas de concebir la ciudad, lo cual, tiempo despus, permitira la llegada los urbanistas Paul Lester Weiner y Jos Luis Sert, de la empresa Town Planning Associates de Nueva York, quienes realizaron el Plan Piloto de Medelln, cuando la ciudad viva un momento distinto, cuando la historia de la ciudad y la historia urbana ya eran diferentes en sus dinmicas y complejidades.