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Ekonomiaz N.º 13-14 20 Desarrollo económico, cambio estructural y evolución de los servicios En las tres últimas décadas se han producido hondas transformaciones estructurales en las economías avanzadas que han transcurrido a través de una fase de crecimiento y otra de crisis. Visto el importante papel desempeñado por los modernos servicios y las nuevas tecnologías, el artículo trata de exponer y analizar el proceso de cambio estructural desde esa perspectiva. Así, en una primera parte se analiza la relación entre renta y estructura productiva; en una segunda la creciente interrelación entre industria y servicios y en una tercera el impacto de las nuevas tecnologías en dicha interrelación y en la estructura ocupacional de la economía. Ekonomia aurreratuek eraldakuntza sakonat jasan dituzte beren egituretan azken hiru hamarkadotan, hazkunde-fase batetik iragenez lehenbizi, eta krisialdi bat jasanez, gero. Eta kontu eginik zerbitzu modernoek eta teknologia berriek guzti horretan izan duten paper biziki garrantzitsua, agitura-aldaketako prozesua erakusten eta aztertze saiatzen da artikulua, ikuspegi horretatixe begiratuta. Horrela, lehen parte batean, errentaren eta produkzio-egituraren arteko erlazioa da; bigarren batean, industriaren eta zerbitzuen arteko gero eta harreman handiagoa, eta hirugarren batean, beriz, teknologia berriek harreman horretan eta ekonomiaren okupazio-egituran duen eragina. During the past three decades, profound structural changes have taken place in advanced economies, which have undergone a period of growth followed by a period of crisis. The aim of the article is to present and analyse the process of structural change in the light of the important role of modern services and new technologies. The first part of the article is devoted to analysing the relation between income and production structure; the second discusses the growing inter-relation between industry and services; and the third deals with the impact of the new technologies on this inter-relation and on the occupational structure of the economy.

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Ekonomiaz N.º 13-14 20

Desarrollo económico, cambioestructural y evolución de losservicios

En las tres últimas décadas se han producido hondas transformacionesestructurales en las economías avanzadas que han transcurrido a través de unafase de crecimiento y otra de crisis. Visto el importante papel desempeñado porlos modernos servicios y las nuevas tecnologías, el artículo trata de exponer yanalizar el proceso de cambio estructural desde esa perspectiva. Así, en unaprimera parte se analiza la relación entre renta y estructura productiva; en unasegunda la creciente interrelación entre industria y servicios y en una tercera elimpacto de las nuevas tecnologías en dicha interrelación y en la estructuraocupacional de la economía.

Ekonomia aurreratuek eraldakuntza sakonat jasan dituzte beren egituretan azkenhiru hamarkadotan, hazkunde-fase batetik iragenez lehenbizi, eta krisialdi batjasanez, gero. Eta kontu eginik zerbitzu modernoek eta teknologia berriek guztihorretan izan duten paper biziki garrantzitsua, agitura-aldaketako prozesuaerakusten eta aztertze saiatzen da artikulua, ikuspegi horretatixe begiratuta.Horrela, lehen parte batean, errentaren eta produkzio-egituraren arteko erlazioada; bigarren batean, industriaren eta zerbitzuen arteko gero eta harremanhandiagoa, eta hirugarren batean, beriz, teknologia berriek harreman horretan etaekonomiaren okupazio-egituran duen eragina.

During the past three decades, profound structural changes have taken place inadvanced economies, which have undergone a period of growth followed by a period ofcrisis. The aim of the article is to present and analyse the process of structural change inthe light of the important role of modern services and new technologies. The first part ofthe article is devoted to analysing the relation between income and production structure;the second discusses the growing inter-relation between industry and services; and thethird deals with the impact of the new technologies on this inter-relation and on theoccupational structure of the economy.

Ekonomiaz N.º 13-14 21

Clemente del Río GómezJuan R. Cuadrado RouraMiguel González Moreno

Fundación FIES - Universidad de Alcalá

1. Análisis y evaluación del cambio estructural: emergencia y consolidación delsector terciario

2. Las características del cambio estructural: algunos intentos de medición3. La creciente interrelación entre la industria y los servicios4. Las nuevas pautas de crecimiento económico: importancia creciente de los

servicios avanzados y de las modernas tecnologías5. ConclusionesBibliografía

Si se compara la situación quepresentan las economías más avanzadasen la actualidad con la correspondiente ala de hace tres décadas es fácil llegar a laconclusión de que en ellas se hanproducido cambios sustanciales decarácter, tanto cuantitativo comocualitativo.

Todas ellas han experimentado uncrecimiento más o menos fuerte entérminos de producción, renta, consumo,etc., y todas, sin excepción, han vivido unproceso de transformación sectorial delempleo y de la producción, conocidotradicionalmente como proceso de cambioestructural. A estos fenómenos o cambiosde tipo cuantitativo han ido unidos otrosde índole cualitativo —sociales, culturales,asistenciales, etc.— en virtud de loscuales puede hablarse de la presencia deun proceso de desarrollo económico endichos países.

Sin embargo, es bien conocido que esteproceso evolutivo de las economías hatranscurrido a través de dos fases muydiferenciadas: el crecimiento

y la crisis económica, que han dado lugara la sucesiva aparición de una serie defenómenos de carácter económicogeneral —paro, inflación, etc.— y sectorial—desagriculturización, industrialización,terciarización—, a cuyo estudio einvestigación se ha orientado unaabundante literatura, especialmente desdeel momento en que se comprobó elimportante papel desempeñado por losmodernos servicios y por las nuevastecnologías en el desarrollo de dichoproceso evolutivo, y sobre todo cara alfuturo de las economías.

Nuestro objetivo en este trabajo va aconsistir en llevar a cabo una exposición,necesariamente breve, de lascaracterísticas que han definido esteproceso de transformación económicageneral y sectorial y en un análisis de losprincipales factores determinantes delmismo, mediante la reseña y posteriorcomparación de algunos trabajos que hanabordado el tema en cuestión. Asimismo,trataremos de dar cuenta de lasimplicaciones que una serie

Palabras clave: Desarrollo, servicios, cambio estructural, nuevas tecnologías.Nº de clasificación JEL: E 32, L8, O33, R11.

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de fenómenos, como el avancetecnológico y la evolución de los servicios,entre otros, pueden tener en el futuro delas economías en su conjunto, si biendedicando una atención especial alcomponente del empleo.

Guiados por esta finalidad vamos asometer a consideración una serie deaspectos especialmente relevantes desdeel punto de vista del desarrollo de laseconomías como son, básicamente, elcambio estructural como resultado delproceso de transformación sectorial, laimportancia del sector terciario en generaly de los servicios a la empresas enparticular y la incidencia de las nuevastecnologías en el futuro del empleo a laluz de las nuevas funciones de servicioscuya aparición vienen propiciando dichastecnologías, al hacer posible que lasempresas se especialicen en laproducción industrial propiamente dicha, através de la externalización de una seiede funciones de tipo terciario que,tradicionalmente, se han desarrolladodentro y por las propias empresasindustriales.

Pero, esta especialización de lasempresas productivas en la fabricación enmodo alguno va a implicar, comoveremos, un distanciamiento efectivo delas actividades de tipo terciario; antes alcontrario, y como consecuencia delimpacto de las modernas tecnologías, vaa tener lugar un proceso de relaciónindustria/servicios, originado por lacreciente confusión entre bienes yservicios. La importancia de estefenómeno es tal que merecerá igualmenteuna consideración especial en nuestroanálisis.

1. ANÁLISIS Y EVALUACIÓN DELCAMBIO ESTRUCTURAL:EMERGENCIA Y CONSOLIDACIÓNDEL SECTOR TERCIARIOUn breve recorrido por la historia del

pensamiento económico revela que elcambio estructural es un fenómeno que vadirectamente unido a la propia evoluciónde las economías. Durante largo tiempo,únicamente las actividades relacionadascon la agricultura y con la industriacentraron la atención de los economistasa la hora de elaborar sus teoríaseconómicas, algunas de las cuales, comolas emanadas de la escuela clásica,siguen despertando en la actualidad unnotable interés. Pero, en paralelo con el

reconocimiento de estas actividades, hatranscurrido un desprecio manifiesto haciael sector terciario, hasta el punto de habersido, durante siglos, objeto de una seriede descalificaciones como las formuladaspor Smith y Marx, entre otros, quienes localificaron de parásito o improductivo, eincluso más recientemente —aunque conun tono mucho más moderado— por C.Clark, quien atribuyó a este sector deactividad económica un carácter de«residual», en el sentido de que seconsideraban servicios todas aquellasactividades que no tenían una cabidaclara ni en la agricultura ni en la industria.Sin embargo, es preciso subrayar que fueeste autor quien —basándose en unaserie de trabajos realizados en los años30 por O.B. Fisher— por vez primera dioentrada a los servicios en la clasificaciónde las actividades económicas —primarias, secundarias y terciarias—cuya formulación llevó a cabo acomienzos de los años 40.

Sin embargo, la historia delpensamiento económico pone demanifiesto igualmente que fue W. Petty elprimer economista en reconocer elpotencial económico de las actividadesterciarias —entonces reducidasprácticamente al comercio— basándoseen los resultados alcanzados a través deuna serie de trabajos estadísticosrelativos a un conjunto de paíseseuropeos.

Partiendo de estos trabajos el citadoautor escribía en 1681: «Hay mucho másque ganar en la manufactura que en laagricultura y más en el comercio que en laindustria...». Basaba Petty su afirmaciónen el hecho de que el nivel económico delos holandeses era mucho más elevadoque el de sus vecinos los ingleses y losfranceses, entre otros, debido, sobre todo,a que una gran parte de la poblaciónactiva holandesa estaba empleada en laindustria y el comercio. Lo que venía asignificar, en interpretación de C. Clarkque, a medida que transcurre el tiempo ylas comunidades se desarrollaneconómicamente, tiende a disminuir elnúmero de ocupados en la agricultura, enrelación con los empleados en laindustria, y el de ésta en relación con losempleados en los servicios.

La aportación de Petty, además decontener una definición bastante afinadadel cambio estructural, significó un primerprecedente en el estudio de estefenómeno ligado al desarrollo de la

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actividad económica. Sin embargo, sureconocimiento entre los estudiosos de laeconomía se hizo esperar, tal vez porqueel análisis económico siguió, durantemuchos años, una orientación muydiferente.

Fueron A.B. Fisher (1935) y C. Clark(1940) quienes, después de más de dossiglos, retomaron la preocupaciónmanifestada por Petty, y utilizando unametodología muy similar —basada enseries de datos extraídos de experienciasconcretas—, revalidaron la aportación dePetty, al tiempo que dieron—especialmente C. Clark— un pasoadelante de gran importancia en materiade identificación sectorial de lasactividades económicas, con laformulación de una triple clasificación—agricultura, industria y servicios—, cuyaimportancia en relación con el desarrollomoderno de las economías no ofrecedudas, a pesar de que, como veremosposteriormente, dicha clasificación hasufrido una importante transformación entérminos cuantitativos.

La aportación de Fisher-Clark despertóun gran interés entre los estudiosos de laeconomía, que vieron en la clasificaciónsectorial por aquéllos formulada uninstrumento de gran utilidad para elanálisis estructural de la economía, ysobre todo para poder llevar a cabo unainterpretación más afinada del proceso decrecimiento de las economías en elpasado.

La fase de fuerte crecimiento de unbuen número de economías en los años50 y 60, junto con el proceso detransformación sectorial al que dio paso,constituyeron un motivo suficiente paraque se revitalizase la aportación deFisher-Clark entre los teóricos de laeconomía, que vieron en la clasificaciónsectorial formulada por dichos autores uninstrumento de gran utilidad paracomprender el origen, alcance ysignificación de dicho crecimiento, y demanera especial para conocer con mayornivel de profundidad la fuerte dinámicaque había comenzado a poner demanifiesto el sector terciario, que hastahacía escasos años no había merecidosino descalificaciones, hasta el puntode que era considerado la verdadera«cenicienta» de la economía.

El primero en aplicar la nuevametodología del análisis estructural de C.Clark al estudio de esta nueva fase decrecimiento fue el estadístico y

economista francés J. Fourastié, quiencon su obra «Productividad: La granesperanza del siglo XX», publicada en1956, dio paso a toda una serie detrabajos realizados con una motivaciónsimilar: analizar el cambio estructuralinherente al proceso de crecimientoeconómico, si bien prestando unaatención particular al entonces emergentesector terciario. Son claros exponentes deesta nueva corriente del análisiseconómico los trabajos de Kuznets(1957), Stigler (1958) y Kindleberger(1958) entre otros, en los años 50; los deHoselit (1960), Kendrick (1961), Rostow(1966) y Fuchs (1968), principalmente, enlos 60; y los de Lanciotti (1971), O'Connor(1973), Frey (1975), Gershuny (1978) yStanback (1979), entre otros, en los años70. A lo largo de los ochenta, la literaturaen torno a este tema ha sido muyabundante, aunque más que detenerseen el análisis del cambio estructural se haorientado básicamente al análisis de susimplicaciones, especialmente en elterreno de los servicios y de las nuevastecnologías, como determinantes básicosdel futuro desarrollo de las economías.

2. LAS CARACTERÍSTICAS DELCAMBIO ESTRUCTURAL: ALGUNOSINTENTOS DE MEDIACIÓN

De lo expuesto anteriormente sedesprende que han sido muchos losintentos de explicación y medición delcambio estructural, inducido por elcrecimiento de la actividad económica,llevados a cabo a partir de mediados delos años 50. En una primera fase, lamayoría de los trabajos se limitaron aanalizar las relaciones entre los sectoresagrario e industrial utilizando para ellodatos de sección cruzada y/o seriestemporales. Los trabajos de Kuznets(1957) y Chenery (1960), entre otros, sonlos más representativos de este tipo deanálisis.

Posteriormente, la inclusión del sectorterciario en los análisis del cambioestructural ha cobrado un notable interés,sobre todo desde el momento en que seaprobó que era el principal beneficiario dedicho proceso y asimismo que sucontribución a la creación de empleoresultaba incuestionable. Entre losestudios llevados a cabo en este terrenopresentan un particular interés losrealizados por V. Fuchs en 1968

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y por N. Gemmell en 1982. Ambostrabajos, al considerar períodos distintosen lo que al crecimiento de las economíasse refiere, llegan a resultadossensiblemente diferentes, por lo quejuzgamos de interés realizar una reseñade los mismos. Con el fin decomplementar estos trabajos,recientemente hemos realizado un estudioguiado por idéntica finalidad y en el que,sometiendo a consideración un períodode tiempo más prolongado que elanalizado en los estudios anteriores, sealcanzan conclusiones en gran medidadiferentes, por lo que igualmentededicaremos una atención al mismo.

La consideración conjunta de estos trestrabajos proporciona, como veremos acontinuación, una explicación bastanteaceptable del cambio estructuralexperimentado por las economías másavanzadas en los últimos años—considerando siempre la variableempleo—, al tiempo que pone demanifiesto cómo han variado los patronespor los que se ha venido orientando elcrecimiento de las

modernas economías, en función de losdos grandes acontecimientos que se hansucedido a lo largo del período1960-1984: El crecimiento y la crisiseconómica.

El primero de los estudios aludidos es elrealizado por V. Fuchs. Este autor,utilizando datos de sección cruzadacorrespondientes a veinte países de laO.C.D.E. para el año 1960, partió de lasrelaciones lineales que aparecen en elgráfico n.° 1 y que relacionan el pesorelativo del empleo en cada uno de lostres sectores básicos de actividadeconómica con la renta per cápita de cadapaís. Dichas formas o relaciones linealeslas obtuvo mediante la aplicación de lafunción inversa Yit = ai + bi /Xt a cada unode los tres sectores —agricultura,industria y servicios— para los queencontró coeficientes altamentesignificativos. Por otro lado, introdujo ensu análisis como variable dependiente elpeso relativo de los sectores en el empleototal y no en el PIB, como se veníahaciendo hasta entonces en estudios deeste tipo.

Gráfico n.° 1. Pesos de los sectores Vs. Renta p. c. Fuchs (1968).

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De la observación del gráfico n.° 1,propuesto por Fuchs, se desprende contoda claridad cómo el empleo agrario caemás deprisa en las primeras fases deldesarrollo, para dar paso, a medida quese consolida dicho proceso, a incrementosen la participación de la industria y de losservicios en el empleo total. Se observaigualmente cómo la caída de laparticipación de la agricultura en elempleo total se amortigua sensiblementea medida que se pasa a niveles de rentap.c. más elevados. Fuchs dedujo que laagricultura se aproximaría asintóticamenteal nivel del 3 % del empleo, mientras laindustria y los servicios lo harían a nivelesrelativos del 57 y del 40 %,respectivamente.

En consecuencia, los resultadosalcanzados por este autor hacían preverla presencia, en el futuro, de unaeconomía altamente industrializada conun nivel de terciarización relativamenteelevado y con un peso del sector agrariomuy reducido. Estas conclusiones seapoyaban, obviamente, en la realidad delfuerte crecimiento industrial de laseconomías objeto de estudio y queaparecía ya claramente reflejado en lainformación estadística de base a partir dela cual abordó su análisis.

Ahora bien, si estos resultados seanalizan desde la perspectiva actual esevidente que, si bien es cierto que laagricultura ha seguido, en general, ladirección prevista, no ha sucedido lomismo con los otros dos sectores, como lorevela el hecho de que estemos en laactualidad y, desde hace varios años, enpresencia de una economía mucho másterciarizada que industrializada,considerando siempre el peso relativo delos sectores en el empleo total.

A este tipo de conclusiones llegaría N.Gemmell (1982) en un trabajo posterior enel que sometió a estudio el proceso decambio estructural experimentado por uncolectivo de treinta países, desarrolladoso en vías de serlo, y en el que utilizó datosde participación de cada sector en elempleo total correspondientes a los años1960 y 1970.

En su planteamiento, N. Gemmell diopor válida la forma funcional simplepropuesta por Fuchs para la agricultura y,hasta cierto punto, para la industria, perorechazó la validez de la relativa al sectorde los servicios que, en su

opinión, presentaba una pendiente ensigmoide correspondiente a una relaciónfuncional de tipo cúbico. Fundamentó suplanteamiento en los postulados de lateoría económica, así como en las propiascaracterísticas del crecimiento observadoen las economías por él consideradas,entre los años 1960 y 1970.

Por un lado, según Gemmell, la teoríaeconómica del desarrollo sugiere no sólouna transferencia de mano de obra y deotros recursos desde el sector agrario alos demás a medida que crece el ingresoper cápita, sino también —bajo lahipótesis de rendimientos marginalesdecrecientes— que la velocidad de dichatransferencia disminuirá a medida queaumenta el ingreso. Por otro lado, segúnel propio autor, la teoría económica puedeofrecer también la prueba de unatransferencia de recursos desde laindustria a los servicios, por el hecho deque la demanda de servicios posee unamayor elasticidad/renta que lacorrespondiente a la industria; razón porla cual «ceteris paribus» al tiempo que elingreso p.c. aumenta, la industria debecrecer más rápidamente que los serviciosal principio, para hacerlo más despaciodespués.

A todo lo anterior habría que añadir,entre el autor de referencia, la existenciade claros indicios que sugerían que laproductividad del sector servicios tenderíaa crecer más despacio que lacorrespondiente a la industria, por lo quese podría afirmar que, a niveles mayoresde ingresos y con un excedente de manode obra agraria prácticamente nulo, seríaprecisa una transferencia de mano deobra desde el sector industrial al de losservicios, incluso para mantener las tasasrelativas entre los sectores.

Basándose en este razonamiento,Gemmell mantiene en su estudio la tesisde que el proceso de cambio estructuralpara cualquier país que siga la senda deldesarrollo económico puederepresentarse por las líneas que aparecenen el gráfico n.° 2, en donde se pone demanifiesto cómo la industria y los servicioscrecen —en términos de empleo— amedida que aumenta el ingreso y aexpensas del sector agrario, si bien unavez que la participación de la agriculturase sitúa en un nivel de empleosuficientemente bajo, el sector terciariocomienza a expandirse con gran fuerza a

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Gráfico n.° 2. Pesos de los Sectores Vs. Renta p. c. Relaciones teóricasalternativas. Gemmell (1982).

expensas del sector industrialúnicamente, mientras continúeincrementándose el ingreso per cápita.

Esta nueva relación entre la industria ylos servicios a partir de un determinadonivel de la agricultura llevó a Gemmell alplanteamiento de nuevas formasfuncionales para los dos primerossectores, al tiempo que siguió dandocomo buena la forma simple utilizada porFuchs en relación con la agricultura.Consideró que era una forma funcional detipo cúbico la más apropiada paraexaminar la línea representativa del sectorservicios, mientras que en el caso de laindustria, en presencia de una formafuncional determinada, optó por tratar aeste sector como un residuo a efectos deestimación.

Asimismo, Gemmell, argumentandorazones de índole teórica desde el puntode vista de la economía y especialmentepor el hecho de no disponer de datos derenta p.c. fiables para muchos de lospaíses sometidos a estudio,

recondujo su análisis por la vía de lasrelaciones intersectoriales, separándosede este modo de la metodología utilizadapor Fuchs.

Realizadas las regresiones para losdatos de 1960 y 1970, de forma separaday conjunta, con las nuevas relacionesintersectoriales, Gemmell alcanzó lossiguientes resultados:

— Aunque los cambios en los procesosrelativos de la industria y los serviciosquizás no estén exclusivamenteasociados con niveles de renta p.c,los rasgos básicos del cambioestructural pueden ser seguidos ydistinguidos entre los países.

— La desindustrialización es unfenómeno que puede ser incorporadodentro de este modelo de cambioestructural.

— El peso relativo del sector serviciosempieza a crecer a costa del sectorindustrial en valores próximos al 37%, respectivamente.

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— La caída de la industria no es un fasetemporal, como a veces se afirma,resultado de una etapa de recesión.Los datos de la regresión indican queya en 1960 había hecho acto depresencia el fenómeno hoy conocidocomo «desindustrialización».

— Finalmente, el peso de los serviciossociales aumenta en mayorproporción que el total servicioscuando cae el peso del sectorindustrial: lo que, en opinión de esteautor, concuerda con las expectativasde una fase post-industrial dedesarrollo, que están asociadas conuna creciente provisión de serviciospúblicos, casi siempre con unaelevada elasticidad renta, de acuerdocon la hipótesis de Fisher-Clark.

En suma, el modelo de cambioestructural hallado por Gemmell incorporacomo principal novedad, respecto del deFuchs, la presencia del fenómeno de la«desindustrialización» y de lacorrespondiente eclosión del sectorservicios, a niveles elevados de renta p.c.Para niveles bajos de ingreso ambosmodelos revelan un comportamiento muysimilar de cada uno de los sectores,comparados entre sí. De donde sedesprende que fueron suficientes diezaños —los añadidos por Gemmell en suestudio— para que la actividad económicaexperimentara una alteración o cambioestructural, resultado de la fase dedesarrollo que una gran mayoría de lospaíses incluidos en uno u otro colectivoatravesaron entre 1960 y 1970.

En fechas más recientes y en un intentode contrastar si los resultados alcanzadospor Fuchs y Gemmell en relación con elcambio estructural se han mantenido conposterioridad al año 1970, hemos llevadoa cabo un estudio relativo a los 24 paísesde la O.C.D.E., tomando como base losdatos de empleo sectorial y PIB p.c.correspondientes al período 1960-1984, sibien nos hemos centrado en lainformación relativa a los años 1970,1977, 1979 y 1984, separando, por unlado, la fase de crecimientocorrespondiente al período 1960-73 y lacrisis económica entre 1973 y 1984. Lainformación básica utilizada para esteanálisis es la contenida en el cuadro n.° 1.

El método de análisis utilizado haconsistido en la estimación de lasfunciones lineales propuestas para

cada sector con un «pool» de datosprocedentes de sección cruzada y deseries temporales. Los resultados de esteanálisis son las relaciones funcionalesque aparecen en el gráfico n.° 3, en dondese pone de manifiesto lo siguiente:

— En primer término, que se ha llevadoa cabo la consolidación del procesode desagriculturización en el seno dela O.C.D.E. —media de la O.C.D.E.—,lo que reafirma las tesis de Fuchsy Gemmell.

— En segundo lugar, que a lo largo delperíodo en estudio, 1960-1984, laseconomías de la O.C.D.E. hanexperimentado un proceso deindustrialización seguido de otro dedesindustrialización, aunque en laseconomías más avanzadas seobserva un ligero repuntamiento de laindustria, que tal vez encuentre unaexplicación en la creciente confusiónentre bienes y servicios que estápropiciando el desarrollo y laaplicación de las tecnologías másavanzadas.

— En tercer lugar, que el proceso deterciarización ha estado presente a lolargo del período en estudio, si bienhay que subrayar que dicho procesoes más firme en la etapa deindustrialización y más atenuado enla de desindustrialización.

Resumiendo, según nuestro análisis, elcrecimiento de las economías de laO.C.D.E. en el período 1960-84 hadescrito unos patrones que presentanvariaciones más o menos sensibles conlos descritos hasta 1960 (estudio deFuchs) e incluso hasta 1970 (estudio deGemmell). Dichas variaciones semanifiestan, principalmente, en el terrenode la industria y de los servicios. Por elcontrario, en el caso de la agricultura,parece reafirmarse la tendencia yaobservada hasta el año 1970.

Si comparamos los patrones seguidospor la industria y los servicios es fácildeducir que la fase de industrialización delas economías ha coincidido con unaetapa relativamente fuerte deterciarización, mientras este proceso sedebilita —a pesar de su crecimiento— amedida que tiene lugar ladesindustrialización en términos deempleo.

Ahora bien, con el fin de situar en eltiempo cada uno de dichos procesos, enel estudio de referencia hemos llevado a

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Gráfico n.º 3. Relaciones lineales sectoriales correspondientes a laO.C.D.E. (1960-84).

cabo un análisis, por separado, de cadauna de las dos principales etapas queconfiguran o definen el período en estudio1960-1984. La fase comprendida entre1960 y 1973, caracterizada por el fuertecrecimiento de las economíasencuadradas en la O.C.D.E. y lacorrespondiente al período 1973-84,caracterizada por la presencia de la crisiseconómica. El resultado de este análisisaparece reflejado en los gráficos n.os 4 y 5,a cuyo comentario procedemos.

En el gráfico n.° 4 se observa uncomportamiento de los sectores bastantesimilar al que aparece reflejado en elgráfico n.° 3. Losprocesos de terciarización,industrialización/desindustrialización ydesagriculturización de las economíastienen lugar a lo largo de todo el período1960-73. Sin embargo, se compruebacómo la fase de más fuerte terciarizacióny desagriculturización se corresponde conel fuerte proceso de industrialización. Por

el contrario, cuando se inicia la caída delempleo en la industria, el empleo en losservicios crece de forma más débil yasimismo se modera de manera muysensible la caída del empleo en laagricultura.

Evidentemente, este desigualcomportamiento, en un períodocaracterizado, en general, por el fuertecrecimiento de las economías, tiene unaexplicación en el hecho de que no todaslas economías sometidas a estudio hanseguido la misma evolución en el tiempo,sino que, como es sabido, algunas deellas iniciaron su fase de crecimientoantes que otras.

Es conocido que algunos países comoEstados Unidos, Canadá, Australia y N.Zelanda, principalmente, vivieron su fasede fuerte crecimiento en los años 50,mientras otros —la gran mayoría de loseuropeos— lo hicieron básicamente enlos 60.

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Gráfico n.° 4. Relaciones lineales sectoriales correspondientes ala O.C.D.E. (1960-73).

Gráfico n.° 5. Relaciones lineales sectoriales correspondientes a laO.C.D.E. (1973-84).

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El gráfico que venimos sometiendo acomentario refleja claramente estedesigual comportamiento en el sentido deque el primer tramo de las relacionesfuncionales se corresponderíageneralmente con la evolución de laseconomías europeas en los años 60,mientras el segundo, indicativo de ladesindustrialización, se corresponderíacon el proceso seguido en el período1960-73, por las economías que ya en losaños 50 se configuraban como netamenteindustrializadas.

El gráfico n.° 5 presenta unascaracterísticas muy diferentes alcorrespondiente al período 1960-73,especialmente en el tercero de laindustria. La tónica general del período1973-84 es la desindustrialización enpresencia de una terciarizaciónrelativamente fuerte y de unaconsolidación del empleo agrario a nivelesrealmente bajos, especialmente enaquellos países que en 1973 superabanlos 2.000 dólares de PIB p.c. a precioscorrientes.

El repuntamiento que presenta la curvarepresentativa de la industria en su últimotramo, se corresponde con la posición deaquellas economías más desarrolladas,en las que la moderna innovacióntecnológica está dando lugar a unainterrelación creciente entre la industria ylos servicios, hasta el punto que, en nopocas ocasiones, se asiste a unaconfusión entre bien y servicio, comohemos apuntado anteriormente.

Si se comparan los resultados a los quehan llegado los tres trabajos anteriormentereseñados se pone pronto de manifiestoque el cambio estructural experimentadopor las economías encuadradas en el áreade la O.C.D.E. ha sido el resultado de unproceso que se ha prolongado en eltiempo y que ha estado especialmentedeterminado por la sucesión de dosfenómenos económicos tan dispares comoson el crecimiento y la crisis económica.Se pone igualmente de manifiesto que latradicional clasificación de C. Clark de laactividad económica en primaria,secundaria y terciaria, atendiendo al pesorelativo de cada sector en la economía ensu conjunto, se ha visto profundamentetrastocada como consecuencia de esteproceso. El sector primario y el terciariohan intercambiado sus posiciones departida, con clara ventaja para losservicios. Sólo la industria siguerespondiendo a su consideracióntradicional de sector secundario.

La comparación de los tres estudiosreseñados revela igualmente que eldesarrollo de las economías en los últimoscuarenta años han consistido en unasucesión de «etapas», desde una posiciónde partida con claro predominio de laagricultura, hasta una sociedad, como laactual, de elevado consumo, representadapor la preponderancia de los servicios,pasando por una fase caracterizada por elfuerte avance de la producción industrial.Esta secuencia, representativa de lastradicionales teorías del desarrolloeconómico, explica adecuadamente elproceso seguido por las economías de laO.C.D.E. en el pasado, y asimismo puedeservir de guía para todos aquellos paísesque decidan seguir la vía del crecimientoeconómico. Sin embargo, la validez dedicho modelo cara al futuro de los paísesmás industrializados en la actualidad esclaramente cuestionable, sobre todo si setoman en consideración una serie defactores cuya presencia en las modernaseconomías es más o menos reciente, yque sin duda alguna condicionarán suevolución en un futuro próximo. Entreestos nuevos factores ocupan unaposición destacada los relativos a lasmodernas tecnologías y a los serviciosavanzados, entre otros, en torno a loscuales se ha configurado la que se vieneconociendo ya como «sociedadpostindustrial» a la que aludiera D. Bell en1974.

3. LA CRECIENTE INTERRELACIÓNENTRE LA INDUSTRIA Y LOSSERVICIOS

El análisis del cambio estructural de laseconomías más avanzadas realizadoanteriormente, al tiempo que pone demanifiesto una alteración del peso relativoa los diferentes sectores de actividadeconómica a lo largo de los últimoscuarenta años, ilustra claramente lapresencia de una continuainterdependencia entre la industria y losservicios, si bien es cierto que lascaracterísticas de dicha relación no sonlas mismas en la fase de crecimiento queen la de crisis económica. Más aún, dichoanálisis pone de manifiesto que la relaciónindustria/servicios se hace mucho másfuerte a medida que las economíasacceden a posiciones más avanzadas dedesarrollo económico y que a ellocontribuye de un modo determinante lapresencia y la adopción de tecnologíascada vez más sofisticadas.

Desarrollo económico, cambio estructural y evolución de los servicios

Ekonomiaz N.º 13-14 32

Las relaciones funcionales relativas a laindustria y los servicios contenidas en elgráfico n.° 3 pueden ilustrar bastante bienla relación apuntada. Si nos detenemosen primer término en el análisis del tramoindustrial de dichas relaciones—representadas por las curvas Ys e Yi—caracterizado por el fuerte avance tantode la industria como de los servicios, ennuestro caso en términos de empleo, esfácil deducir que la industrialización de laseconomías se ha correspondido con unanotable terciarización de las mismas. Elempleo, tanto industrial como deservicios, se incrementa en este casoutilizando la mano de obra de un sectoragrario que cae de forma notable en estafase de crecimiento económico, activadabásicamente por la expansión de laindustria.

El ejemplo de España ilustra bien esteproceso. El crecimiento español de losaños 60 tuvo un marcado carácterindustrial, como es bien sabido. Elproceso industrial español hizo posible,por un lado, una fuertedesagriculturización de nuestra economía,al permitir que el excedente de mano deobra agraria generado en aquellasregiones con un mayor peso de lasactividades primarias se canalizase, enbuena medida, hacia aquellas otrasregiones en torno a las cuales giró elproceso industrializador español.

Por otro lado, el avance de la industria,al dar lugar a incrementos de renta o deingresos, hizo posible que el sectorterciario experimentase un notableavance, superior incluso al experimentadopor la industria, tal como aparecerepresentado en el cuadro n.°1. Ahorabien, cuando se alude al sector terciarioen su conjunto, hay que tener muypresente que en él se incluye un conjuntode actividades muy heterogéneas ydiversificadas cuya dinámica presenta, enno pocas ocasiones, notables diferencias.

Cuando se analiza la evolución de losservicios es cada vez más frecuenteestablecer una distinción entre actividadesde servicios orientadas al consumo final, yque vienen siendo agrupadas bajo ladenominación genérica de serviciostradicionales u ordinarios —transportes,comercio, crédito y seguros, enseñanza,sanidad y hostelería y restauración, entreotros— y aquellos servicios que,destinados al consumo intermedio o a laproducción propiamente dicha, vienen

siendo conocidos como modernosservicios, y en ellos ocupan una posicióndestacada y relevante los servicios a lasempresas.

Análisis llevados a cabo en una serie depaíses, y en particular en España, convistas a explicar el avance del terciario enesta fase de industrialización revelanclaramente que el crecimiento de estesector de actividad en dicha fase seapoyó de una manera determinante en elavance de los denominados serviciostradicionales o de consumo final y quedicho avance fue el resultado delincremento del nivel adquisitivo de losconsumidores. Se deduce, porconsiguiente, la presencia de una clararelación positiva entre servicios y renta enlas fases de crecimiento de laseconomías.

En el tramo del gráfico representativode la caída de la industria, en presenciade incrementos decrecientes de losservicios y de una agriculturarelativamente estabilizada en niveles muybajos de empleo, la explicación delavance de los servicios es diferente. Elejemplo de España, en este caso en losaños 70 y primeros 80, puede servir, unavez más, para ilustrar este proceso, queencuentra una correspondencia más omenos similar en un buen número deeconomías avanzadas, entre ellas lasinscritas en el marco europeo.

La crisis económica se manifiesta entodos los países como un fenómeno queafecta en primer término a la industria ysu resultado inmediato es la caída delempleo en este sector de actividad y enconsecuencia de la renta disponible delconjunto de los consumidores.

Los estudios de referencia, y enconcreto el relativo a España, ponen demanifiesto la presencia de una relaciónevidente entre la caída de los ingresos aque conduce la recesión industrial y laevolución de los servicios, que venatenuarse —cuando no reducirse— suavance. Ahora bien, cuando se analizacon mayor profundidad y detalle laevolución del sector terciario en esta fasede la economía, se observa que elcrecimiento neto que experimenta estesector de actividad es debidoprincipalmente al avance de una serie demodernos servicios vinculados, casisiempre, al entorno empresarial y cuyarelación con las modernas tecnologías semanifiesta cada vez más incuestionable.Estos servicios han hecho posible que elsector terciario creciera a lo largo de la

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etapa de crisis económica,contrarrestando la ralentización y a vecesla evolución negativa de los serviciostradicionales en su conjunto, si bien en elcaso de España aparece la nota particulardel fuerte avance de los servicios públicosen pleno proceso de crisis económica,algo que sólo tiene una explicación en lanecesidad perentoria de afrontar el graveproblema del paro que ha caracterizado, ylo viene haciendo, a nuestro país, frente alresto de los europeos.

Esta evolución de los servicios en lafase de crisis económica una vez máspone de manifiesto la clara relación entreel nivel de ingresos y la evolución de losservicios tradicionales o de consumo final.Pero añade, en este caso, un ingredienteexplicativo adicional: que los servicios deconsumo intermedio evolucionan de formaindependiente al nivel de ingresos. Sucrecimiento, al menos durante la etapa decrisis económica —básicamenteindustrial—, parece haber obedecido a lasnecesidades de las empresas de dar unarespuesta a la crisis a través delincremento de su productividad y sucompetitividad, especializándose en laproducción industrial propiamente dicha yexternalizando una serie de funciones noestrictamente industriales, cuya prestaciónse ha hecho posible, en mejorescondiciones de coste y calidad, porempresas especializadas incluidas en elsector terciario.

Evidentemente, este comportamientoexternalizador de servicios se ha vistonotablemente activado y favorecido por laadopción de modernas tecnologías—especialmente las relaciones con lainformación y la comunicación— cuyavinculación con este tipo de servicios es,como hemos subrayado, cada vez másclara. Los servicios a las empresas hansido —y todo parece indicar que loseguirán siendo cada vez más—, losprincipales beneficiarios de este nuevocomportamiento empresarial que la crisiseconómica ha venido, sin duda, aacelerar.

Algunos estudiosos del tema hancalificado esta fase de la economía comode «desindustrialización», dada laprogresiva reducción del empleo en laactividad industrial. Sin embargo, estecalificativo puede resultar un tanto fuerte yexagerado, sobre todo si se consideran deforma conjunta la evolución del empleo enlos servicios y en la industria, pues cadavez resulta más evidente que, más que

un aumento del empleo terciario y unareducción del industrial, lo que ha tenidolugar ha sido un trasvase entre los dossectores, al que ha contribuido de formaclara el comportamiento externalizador dela industria, como forma de respuesta asu problemática, especialmente en elterreno de los costes y de laproductividad. Esta especie de «ilusiónestadística» no oculta, sin embargo, elhecho de que las empresas industrialesse hayan visto obligadas a llevar a caboalgunas reducciones del empleopropiamente industrial, sobre todo desdeel momento en que comenzaron a ver enel reto tecnológico una respuesta a suproblemática de futuro.

Con todo, parece evidente que eltránsito a la sociedad post-industrial comosociedad terciarizada, a la que aludiera D.Bell en su conocida obra, se ha hechorealidad en la gran mayoría de los paísesque venimos considerando en eltranscurso de la fase de crisis económica.Pero este tránsito, en modo algunosupone que la industria haya perdidosignificación en la estructura global de laseconomías. Lo que ha sucedido es que laindustria ha elevado de maneraconsiderable su productividad y conmenos recursos humanos puede seguirproduciendo cada vez más comoconsecuencia de su apuesta por lainnovación tecnológica. Sin embargo,dicha interrelación entre la industria y losservicios como consecuencia de lainnovación tecnológica, ha suscitadoalgunas posturas bastante diversas.Algunos autores como I. Levenson (1985)se inclinan a favor de una mayorinterdependencia entre ambos sectoresde actividad económica, comoconsecuencia del impacto de lascomputadoras y de lastelecomunicaciones; los servicios se hanvuelto más dependientes de los procesosde información, incluyendo a algunas delas más importantes nuevas industrias dela información. Otros, como D. Gleave(1985), llegan en cambio a la conclusiónde que, en general, la tecnología hatenido un efecto neutral.

Al margen de estos puntos de vista, unaconclusión que podemos extraer denuestro análisis es que, generalmente, laseconomías más terciarizadas son tambiénlas más industrializadas. Y teniendo encuenta que la industrialización ha sidoprevia a la terciarización tendría sentidomantener la tesis de Noyelle (1983),según la cual los países más

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desarrollados seguirán siendo,posiblemente durante mucho tiempo,países industrializados.

Finalmente, en el último tramo delgráfico n.° 3 en estudio, elcorrespondiente a los países másdesarrollados —Estados Unidos yCanadá, principalmente—, se aprecia unaligera aproximación entre la curvarepresentativa de la industria y la de losservicios. Evidentemente, la evolucióneconómica de estos países no mantieneuna correspondencia en el tiempo con elgrueso de los países europeos. Mientraslos primeros experimentan su fase decrecimiento industrial en los años 50, lossegundos lo hacen en los 60; y mientrasla crisis económica se ceba en estosúltimos, aquéllos la padecen de una formamucho más atenuada y de aquí que denuevo sean los primeros en manifestar elimpacto de la nueva fase de crecimientoque la innovación tecnológica, entre otrosfactores, está propiciando en el conjuntode las economías encuadradas en el áreade la O.C.D.E.

La relativa aproximación entre laindustria y los servicios que parecehaberse dado en las economías másavanzadas puede tener una explicaciónen una serie de fenómenos diferentes: Enprimer lugar, en estos países el empleo enlos servicios está situado en cuotas muyelevadas —superior al 70 % del empleototal—, lo que hace pensar en laposibilidad de que el proceso deexpansión del sector terciario estépróximo a su consolidación y más aún sise tiene en cuenta que el empleo en laagricultura en estos países está yasituado, desde hace bastantes años, enniveles tan reducidos —en torno al 3 %—que dan pie a pensar que difícilmentepueda reducirse más.

Por otro lado, en estos países, y comoconsecuencia de su elevado niveltecnológico, cada vez resulta más difícil,en múltiples casos, establecer unadistinción clara entre bienes y servicios, eincluso a veces se produce una totalconfusión, por el hecho de que cada vezson más los servicios que se incorporan ala producción y sobre todo a la venta deun determinado bien. Esta relación entrebienes y servicios es tan fuerte quealgunos autores han comenzado a hablarya de la presencia en ellos de la sociedad«servoindustrial» o «metaindustrial», queviene a significar un cambio profundo detodo el sistema productivo, caracterizado

por la importancia de lo «inmaterial». Sinembargo, una vez más hay quesubrayar—y así lo ponen de manifiestouna serie de estudios— que ello nosupone que la industria retrocede, sinoque cambia de forma, tal como aparecereflejado en el diagrama n.° 1, siguiendouna tendencia natural, iniciada hacemuchos años. Es evidente que en el cursode los últimos cuarenta años laorganización de la empresa según elsistema tayloriano —fuerte componentelaboral en las funciones productivaspropiamente dichas— ha sido sustituidopor otro en el que la automatización estáhaciendo posible la producción de formacada vez más mecanizada y menosmanual.

Se ha pasado de una organizaciónvertical de la producción a otra de tipohorizontal, caracterizada por la sucesiónde tres procesos diferentes ycomplementarios: la preparación de laproducción, a partir de nuevas formas deorganización; la producción propiamentedicha, y la comercialización de losproductos. Sin duda alguna, la fase deproducción sigue —y seguirá— siendoimportante, pero lo serán cada vez más,dadas las dificultades que implican, lafase previa y la posterior a dichaproducción, sobre todo si se tienen encuenta una serie de fenómenos que sehan hecho ya presentes en las modernaseconomías como son, entre otros, losrelativos a la globalización de losmercados y a la creciente competitividadinternacional a la que sólo se podrá hacerfrente si se elaboran productos que aúnenuna gran calidad y un bajo coste, sinolvidar en todo caso el comportamiento deuna clientela que cada vez se muestramás exigente en el terreno de laasistencia comercial y de los serviciosposventa.

En definitiva, se está pasando de unsistema «estático» y de trabajo repetitivoen la fase de producción, a otro cada vezmás «dinámico», caracterizado por larápida renovación de productos y en elque el trabajo repetitivo, si existe —y esde suponer que así suceda—, se llevará acabo básicamente a nivel de despachos yde oficinas. El predominio de lo «material»está dando paso, cada vez a un ritmomayor, al papel preponderante de lo«inmaterial», debido a que de formacreciente la venta de cualquier productorequiere mayores dosis de servicios en lorelativo a su puesta en funcionamiento y asu mantenimiento. Por ejemplo, cada vezestá claro que cuando se vende

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Diagrama n.° 1. Evolución de las industrias manufactureras durante el sigloXX

Fuente: Danzin, A.: «Tehnologies de l'information et évolution sociale». Futuribles. Mars, 1986.

un automóvil lo que se vende es más bienun medio de transporte y que su ventaserá más factible si el comprador sabeque puede encontrar fácilmente un tallerde reparaciones, y que las piezasdefectuosas pueden ser fácil yrápidamente reemplazadas por originalesen buen estado.

Evidentemente, este panorama, queaparece de algún modo representado enel diagrama n.° 1, en modo alguno resultaimaginario en la actualidad, si bien serábastante más real a finales de siglo.Algunos exponentes de este

giro en el terreno de la producciónindustrial los hallamos ya en el «SiliconValley» americano, en algunas empresaseuropeas y en muchas fábricasjaponesas, en donde se observaclaramente que la clase obrera deltaylarismo ha desaparecido comoconsecuencia de la entrada de losprocesos productivos automatizados yrobotizados, en torno a los cuales hancobrado especial importancia una serie deservicios asistenciales a la produccióncomo los de l+D, organización y gestiónde la producción, estudio de mercado yasistencia al cliente, entre otros.

Desarrollo económico, cambio estructural y evolución de los servicios

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4. LAS NUEVAS PAUTAS DELCRECIMIENTO ECONÓMICO:IMPORTANCIA CRECIENTE DE LOSSERVICIOS AVANZADOS Y DE LASMODERNAS TECNOLOGÍAS

4.1. La evolución de las economías ylos servicios a las empresas

A la luz de lo que hemos expuesto en laspáginas que preceden resultaincuestionable que las economías másavanzadas han tenido que afrontar en losúltimos años una serie detransformaciones o cambios importantesque dan pie a pensar que dichaseconomías están inmersas ya en unanueva fase del crecimiento caracterizadapor la presencia de nuevos problemas quedemandan soluciones nuevas, mediantela puesta en práctica de mecanismos oinstrumentos ajustados a dichaproblemática.

Sin embargo, esta nueva fase delcrecimiento económico, en modo algunosupondrá una ruptura completa con laanterior, pues a lo largo de ella tenderán aconsolidarse algunos de los procesosevolutivos iniciados anteriormente, comolos relativos a la reorganización de lossistemas productivos y al cambioestructural, principalmente.

En el primer caso, es obvio pensar queel avance de las tecnologías, cada vezmás dinámico, contribuirá de formadeterminante a la consolidación de lareorganizacón de los sistemasproductivos en dirección a laautomatización anteriormente apuntada ya la progresiva invalidación del sistematayloriano, al tiempo que se potencia elavance de los servicios a la producción através del mecanismo de laexternalización.

En el segundo caso, cabe esperar queel cambio estructural, entendido comoproceso de transformación sectorial,alcance una consolidación definitiva en lamayoría de las economías avanzadas,dando entrada a otro proceso de cambio otransformación que afectará de maneraespecial al sector servicios a lasempresas, en donde cabe esperar unanueva estructuración del empleo, amedida que se desarrolla el actualproceso de innovación tecnológica.

Como consecuencia de todo ello, laconfusión entre bien y servicio, seacentuará de manera progresiva y ella

será, por otro lado, la más clara expresiónde la creciente interrelación entre laindustria y los servicios, que será, sinduda, una de las principalescaracterísticas del desenvolvimiento delas empresas en un futuro próximo,aunque hay que subrayar que dichaconfusión e interrelación ya está presente,especialmente en determinados ámbitosde las economías más avanzadas.

Pero a todos estos cambios iniciados enel pasado reciente, y que es previsible sesucederán e incluso se consolidarán enun futuro próximo, hay que añadir unomás, no menos importante, como es elrelativo a la política económica regionalque a raíz de la crisis económica se havisto enfrentada a una problemática muydiferente de la anterior, que demandanuevas soluciones y nuevos instrumentosque, a su vez, exigen planteamientos oenfoques nuevos.

Los primeros pasos hacia un cambio enel enfoque de la política regional ya hansido dados en la práctica totalidad de laseconomías avanzadas, que han hecho delos servicios a las empresas y de lasnuevas tecnologías —sin olvidar elcomponente de la infraestructura— losprincipales instrumentos de actuaciónfrente a las tradicionales ayudasfinancieras —directas o indirectas— a lasempresas, prioritarias en la fase anterior ala crisis económica. Por otro lado, elnuevo enfoque de la política regional seapoya en tres fundamentos básicos,alguno de ellos contrario a los vigentes enel anterior enfoque. Dichos fundamentosson:

— Orientación descentralizadora de lasdecisiones, a fin de que sean laspropias regiones las que asuman elprincipal protagonismo.

— Industrialización difusa, basada en lapromoción y desarrollo de pequeñasy medianas empresas.

— Carácter coordinado de lasactuaciones con el fin de no duplicargastos.

En este nuevo enfoque de la políticaregional las pequeñas y medianasempresas y el sistema de redes deinformación cobran una extraordinariaimportancia; de aquí que los servicios alas empresas y las tecnologías—especialmente de la información y lacomunicación— sean los instrumentosmás atractivos en esta nueva

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Cuadro n.° 2. Orientación de la Política Regional de la C.E.E. en materiade Servicios y Tecnología

Desarrollo económico, cambio estructural y evolución de los servicios

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Cuadro n.° 2. Orientación de la Política Regional de la C.E.E. en materiade Servicios y Tecnología (Continuación)

LINEAS BÁSICASDE ACTUACIÓN

NATURALEZA DE LA AC-CIÓN A DESARROLLAR

(Ejemplos)

TRADUCCIÓN EN TÉRMINOS DEACCIONES COMUNES (Servicios-Tecnología) PARA UNA POLÍTICA

DE SERVICIOS

EDUCACIÓN YFORMACIÓN

• Formación a los prestata-rios de servicios.

• Institutos regionales espe-cializados.

• Intercambio de investiga-dores.

• Cooperación Investiga-ción/Industria.

• Formación de un cuerpode nuevos conocimientos.

• Difusión de la información sobreservicios y tecnología.

• Programas ad-hoc (tipo COME-TO para las regiones periféricas.

• Formación de dirigentes de em-presa en materia de NICI.

• Formación de asesores en servi-cios de l+D para las PYME.

• Intercambios interregionales deinvestigadores; cooperación in-terregional investigación/indus-tria.

• Desarrollo de las ciencias del co-nocimiento hombre/máquina.

Fuente: C.E.E.: Technologies avancées, services et régions. Dossier Stratégique FAST. 1987.

fase. La propia C.E.E. se ha mostradoespecialmente sensible a la necesidad deafrontar este nuevo enfoque de la políticaregional tomando como base el triánguloformado por la infraestructura, losservicios y la tecnología tal como serecoge en el cuadro n.° 2.

Los cambios reseñados, tanto en elplano empresarial como en el de laevolución económica general o en el de lapolítica regional permiten, sin duda, hablarde nuevas pautas del crecimientoeconómico. Dichos cambios,considerados de forma conjunta, vienen asignificar, en cierto modo, una ruptura conel modelo anterior basado esencialmenteen la industria y asimismo el comienzo deuna nueva fase en la que los servicios y latecnología, siempre en relación con laindustria, están llamados a desempeñarun papel de primer orden, especialmenteen el terreno de la creación de empleo.

Pero, en paralelo con todos estoscambios y en gran medida comoconsecuencia de ellos vienendesarrollándose una serie detransformaciones en el plano normativo

—comercial, laboral, etc.— queigualmente vienen contribuyendo de formadeterminante a este proceso de creaciónde servicios, o nuevas funciones deservicios, que en muchos casos deben suaparición al progresivo avance de lasnuevas tecnologías cuyas repercusionesen los planes nacional e internacionalvienen siendo objeto de una granatención.

En consecuencia, el papel de lastecnologías en el moderno enfoque delcrecimiento económico es incuestionable,como lo es su creciente contribución a lacreación de nuevos servicios,especialmente en el plano «avanzado» delas economías. Servicios como los detelescopia, mensajería electrónica,telebanco, teletienda, videotex, teletex,etc., irán haciendo acto de presencia —yahan iniciado— en el nuevo panoramaeconómico, sumándose a los tradicionalesde asesoría, télex, control de calidad,diseño, etc. Todo ello implicará, sin duda,una transformación profunda en lasfunciones de servicios tanto en el planosectorial como en el profesional, tal comose pone de manifiesto a continuación.

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4.2. Nuevas tecnologías y funciones deservicios: su previsible incidenciaen el plano sectorial y profesional

La transformación en curso del empleoen el sector terciario, como consecuenciade su progresivo avance, ha dado pie, enlos últimos años, a que algunosestudiosos de la economía hayan puestode manifiesto un gran interés por conocerel comportamiento de este sector deactividad en el futuro, teniendo en cuenta,básicamente, la evolución prevista delcomponente tecnológico. Los estudiosllevados a cabo en este sentido ha llegadoa una serie de sustanciosas conclusionesque ofrecen un notable interés y de lasque entresacamos los siguientes puntos:

— Los trabajos de tipo terciario precisan,cada vez más, de las nuevastecnologías de la información. Es unhecho comprobado en las sociedadesmás desarrolladas que la «burótica»—tratamiento de textos, correoelectrónico, etc.— está comenzandoa estar presente en la casi totalidadde los servicios. Otro tanto sucedecon la «informática», cuya presencia,incluso en los servicios tradicionales—restaurantes, comercios, bancos—,es cada vez más visible.

— El sector terciario emplea, cada vezmás, a personas que conjuganconocimientos generales con unadébil información de base y, porconsiguiente, capaces de adaptarserápidamente a las nuevastecnologías, cuya evolución, por otrolado, es muy rápida.

— En este sentido, el contenidotecnológico de los empleos y lascualificaciones exigidas tienden, porconsiguiente, a elevarse con el pasodel tiempo.

— Pero, se constata al mismo tiempo latendencia a una ciertahomogeneización de las técnicasutilizadas en las diferentes ramas deactividad. Cara al futuro —más bienpróximo— lo más importante seráestar familiarizado con la informática.La especialización en cada tipo deservicio tiende a disminuir, y el agentede seguros especializado en lagestión de determinados tipos depólizas deberá ceder su puesto a untécnico polivalente.

— Los empleos en el terciario son, cadavez más, empleos que requieren un

contacto con el público, comoconsecuencia del reforzamiento de lafunción comercial. Así se explica—también en el caso de España,desde hace pocos años— que, porejemplo en los bancos, los puestosde trabajo relacionados con eltratamiento centralizado deinformación hayan sido reducidos,mientras tienen lugar aumentosrápidos de los empleos en losservicios comerciales.

— El resultado de todo ello es que lostrabajadores pueden cambiar conmucha más facilidad de puesto detrabajo que los mercados de trabajoson menos cerrados, y que losempresarios acuden a menudo aldespido más que a la promocióninterna del trabajador. La movilidaddentro de las empresas tiende adisminuir.

Esta nueva caracterización funcionaltendrá su reflejo —o lo está teniendo ya—en la nueva distribución del empleo en elterciario en general. En el caso concretode la economía americana se ha podidocomprobar que los empleos que vienenexperimentando un crecimiento másrápido son los que exigen conocimientosmás elevados: informáticos, juristas, etc.,lo que da lugar a que, considerada de unmodo global, la estructurasocioprofesional de la población activaamericana se deforme en beneficio de loscuadros, directores de empresa,profesiones liberales y técnicos, y endetrimento de los obreros no cualificados,de los empleados en oficinas y losagricultores.

En un interesante trabajo publicado en1986 bajo el título «El impacto futuro de laautomatización sobre el empleo», losprestigiosos economistas WassillyLeontief y Faye Duchin analizan lainfluencia del desarrollo de la informáticay la burótica en el nivel de empleo enEstados Unidos desde la perspectiva delaño 2000, tomando como base laevolución experimentada en los últimosaños.

Teniendo en cuenta tres escenarios enfunción del mayor o menor avance de lainnovación y su aplicación en el terrenode la tecnología, estos autores llevan acabo una valoración del fuertecrecimiento de los empleos de ingenieros,técnicos superiores, y algunasprofesiones liberales. Los resultados a losque llegan, contenidos en el cuadro n.° 3

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Cuadro n.° 3. Evolución prevista del Empleo por Grupos Profesionales enEstados Unidos entre 1978 y 2000

(En%)

Fuente: Leontief, W. y Duchin, F.: The impacts of Automation on Employment: 1963-1000. New YorkUniversity.

y expresados en tantos porcentuales porramas de actividad, son muy ilustrativosde cuanto hemos señalado anteriormente.

Aunque referidos a los tres sectoresbásicos de actividad económica, losresultados contenidos en dicho cuadro, enrelación con los servicios en particular,ponen de manifiesto dos hechosimportante. Por un lado, que el empleo enlos servicios —en este caso en laeconomía americana— seguirá creciendocualquiera que sea el nivel de latecnología, aunque es evidente que lasmayores tasas de crecimiento van a irligadas a los mayores avancestecnológicos en el terreno concreto de lainformática; y, por otro lado, el hecho deque este avance de los servicios en elfuturo tendrá un peso creciente —encoherencia con el avance tecnológico—

en los empleos que requieran una mayorformación de tipo técnico.

En un trabajo publicado a finales de1987 bajo el título «Los servicios contra elparo», M. Gaspard realiza, asimismo, unanálisis de prospectiva tomando comoreferencia igualmente el año 2000,basando su estimación en la evoluciónexperimentada en Francia por el empleoterciario entre 1969 y 1983. En dichotrabajo el autor considera como base dereferencia, en primer lugar, la evolucióndel empleo en los servicios por ramas deactividad, pasando a continuación a hacerlo mismo en el terreno de la cualificaciónprofesional. Los resultados alcanzados enuno y otro caso aparecen reflejados en losgráficos n.os 7 y 8, en donde se recoge, enuno y otro caso, la evolución real entre1969 y 1983, y la evolución prevista,

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Gráfico n.° 7. Evolución del empleo por ramas de actividad. Proyección hasta el año 2000

Fuente: Gaspard, M.: «Les services contre le chomage», Futuribles, Octubre 1987.

según estimaciones realizadas, entre losaños 1983 y 2000.

En el gráfico n.° 7, junto con la evoluciónreal y la prevista para la agricultura y laindustria, se representa la correspondientea algunas de la ramas de actividadterciaria más significativas desde el puntode vista del empleo. De la observaciónconjunto de dicho gráfico se desprendendos hechos evidentes: por un lado, que, sinos fiamos de las estimaciones llevadas acabo, el proceso de cambio estructuralreseñado en el apartado anterior, asícomo sus repercusiones en latransformación sectorial del empleo,muestran una tendencia a suconsolidación en un futuro relativamentepróximo, como el representado por el año2000. Por otro lado, en lo relativo a laevolución del terciario en particular, en elgráfico de referencia llama la atención lamarcada tendencia de algunos servicios«modernos» —servicios a los particularesy servicios a las empresas— hacia un

crecimiento sostenido, que es compartidaigualmente por el conjunto de los serviciosvinculados al sector público, tambiénconocidos como servicios «nocomercializables».

Por el contrario, se observa unatendencia al estancamiento en una seriede servicios «tradicionales» —comercio,construcción e ingeniería civil, crédito yseguros—, cuya positiva evolución, hastahace escasos años, ha sido el principaldeterminante del fuerte avance delterciario en su conjunto. Únicamente sepresenta una excepción en el caso de los«transportes y telecomunicaciones», quese manifiesta como la única rama deactividad —de las estudiadas— que se hasituado en vías de reemprender un ligeroascenso una vez superada la fase deestancamiento de que fue objeto entre1969 y 1983. La positiva influencia de lasmodernas tecnologías será, sin duda, elprincipal factor determinante delrelanzamiento de esta rama de actividadterciaria.

Desarrollo económico, cambio estructural y evolución de los servicios

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Gráfico n.° 8. Estructura del empleo según la cualificación profesional.Evolución y perspectivas

Fuente: Gaspard, M.: «Les services contre le chomage», Futuribles, Octubre 1987.

Por otro lado, en el gráfico n.° 8, en elque aparecen representadas lastendencias de las distintas profesiones, sepone de manifiesto que el avance delsector terciario en el horizonte del año2000 requerirá, más aún que en elpasado, un nivel de conocimientostécnicos y una cualificación profesionalmás elevados. Como consecuencia deello, la mano de obra, cualificada o no, esla que tiene ante sí un futuro mássombrío. Las economías másdesarrolladas se disponen, porconsiguiente, a adentrarse en la era de laespecializaron, a partir de una buenabase de conocimientos generales porparte de la población.

5. CONCLUSIONES

A lo largo de las páginas que precedenhemos tratado de poner de manifiesto quelos conceptos de desarrollo económico ycambio estructural constituyen las notasmás significativas de la evolución de laseconomías—especialmente de las

más avanzadas en la actualidad— a lolargo de los últimos cuarenta años. Si eldesarrollo económico es evidente cuandose considera la evolución de la renta p.c.correspondiente a cada país, también loes la realidad del cambio estructural. Elintercambio de posiciones entre laagricultura y los servicios a lo largo delperíodo estudiado, da buena cuenta deldesarrollo de este proceso de cambioestructural o de transformación sectorialde las diversas economías.

Entre los factores que han actuadocomo causa y al mismo tiempo comoefecto de este proceso se sitúan, por unlado, y desde una consideración generalde las economías, las fases decrecimiento y crisis económica que se hansucedido, sin lapso temporal alguno, en elperíodo sometido a análisis, 1960-84; y,por otro, una serie de fenómenos decarácter particular, como lareorganización de las empresas, lasnuevas formas de mercado, el avance delos servicios —especialmente de losdenominados avanzados— y lainnovación tecnológica, principalmente.

Clemente del Río Gómez, Juan R. Cuadrado Roura, Miguel González Moreno

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