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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA
FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS
ESCUELA PARA GRADUADOS
INSTITUTO DE REPRODUCCIÓN ANIMAL CÓRDOBA (IRAC)
ESPECIALIZACIÓN EN REPRODUCCIÓN BOVINA
DETERMINACIÓN DE LA CICLICIDAD Y
EVALUACIÓN DE LA CONDICIÓN CORPORAL
EN UN PROGRAMA DE IATF EN VACAS DE CRÍA
EN MERCEDES- CORRIENTES.
M.V. BUBLE SERGIO DANIEL
M.V. SUAREZ FIGUEROA FACUNDO
CÓRDOBA, 2014
RESUMEN
El estado corporal de la vaca de cría es de gran importancia en el desempeño
reproductivo. Unas de las metodologías que nos permite medir la evolución de
las reservas corporales es la condición corporal. Mediante la palpación
transrectal o ecografía transrectal de los ovarios, se puede clasificar a las
vacas que han reiniciado su actividad cíclica de aquellas que permanecen en
anestro. De esta manera se puede recurrir a diversas herramientas de manejo
según corresponda. La mala nutrición y pobre condición corporal están
relacionadas con el bloqueo de la actividad ovárica y el alargamiento del
anestro posparto de las vacas de cría. La deficiencia energética tiene efectos
negativos en la liberación de GnRH y por lo tanto en los pulsos de LH. En
vacas de cría la mayor demanda de energía es debida a la lactancia. La mala
nutrición y pobre condición corporal incrementan los efectos negativos del
amamantamiento prolongando el periodo de anestro posparto. Con el objetivo
de evaluar la producción, en un rodeo de vacas de cría, multíparas, se clasificó
a las vacas por medio de ecografía en cíclicas, con anestro superficial y con
anestro profundo. Las vacas cíclicas del rodeo fue de 76% (224/292), y la IATF
fue un tratamiento con dispositivos con progesterona y estradiol , sin eCG y sin
enlatar a los terneros, con preñez de un 48% (108/224), las vacas con anestro
superficial, 17% (49/292) fueron a la IATF con el mismo tratamiento que las
cíclicas pero con la adición de 400 UI de eCG en el momento de remoción del
dispositivo y los terneros fueron enlatados por 14 días, con una preñez de 24%
(12/49) y las vacas de anestro profundo 6,5% (19/292) se destetaron
definitivamente y a partir de ese momento fueron excluidas del trabajo. Se hizo
repaso con toros (2%) desde los 15 días luego de la IATF, por 45 días. Al lote
testigo se le tomó la condición corporal y a sus crías lata masivamente, el
servicio fue con toros (3%) por 78 días. La ecografía para diagnóstico de
gestación en ambos grupos, se realizó 60 días de iniciados los tratamientos y el
tacto 90 días de retirados los toros. La preñez final fue del 74% para el dirigido
con IATF y 62% para el testigo. Los terneros fueron pesados en diferentes
etapas donde los sin lata tuvieron 12-13kg más que los con lata.
INTRODUCCIÓN
Unos de los objetivos que debe plantearse el productor dedicado a la
ganadería de cría es obtener un ternero por vaca por año. Los factores que
participan en el logro de esta meta son múltiples, pero el adecuado estado
nutricional (reservas corporales) de la vaca de cría debe considerarse como
unos de los de mayor importancia. Una de las metodologías que nos permite
medir la evolución de las reservas corporales en forma dinámica durante el año
es la condición corporal (Stahringer, 2003). El concepto de condición corporal
debe asimilarse al de estado corporal es decir al nivel de reservas corporales
que el animal dispone para cubrir los requerimientos de mantenimiento y
producción. Este método presenta como desventaja, que es subjetivo, y como
ventaja que no requiere ningún equipamiento especializado y es independiente
del tamaño corporal (Tríbulo, 2006). Esto se logra mediante una apreciación
visual, y esta imagen se compara con un patrón preestablecido que tiene
valores numéricos arbitrarios. De esta forma se intenta uniformar los criterios
de evaluación para que sean comparables en el tiempo y entre evaluadores. El
puntaje de condición corporal propuesto por Lowman et al (1976), conformada
por una escala que tiene un rango de valores del 1 al 9. De esta manera los
valores 1 a 3 representa a una condición flaca, la condición límite entre flaca y
optima es de 4, la condición optima es de 5 a 7, la condición de 8 a 9
representa un animal gordo. Dado que mediante la condición corporal
evaluamos las reservas corporales de la vaca, esta representa una vía indirecta
para controlar su estado nutricional. Animales en baja condición corporal o que
pierden condición corporal nos estarían indicando que la dieta de los mismos
no ha cubierto o no está cubriendo sus requerimientos nutricionales
respectivamente. Por otro lado, vacas en buena condición corporal nos
muestran que su dieta cubrió y/o excedió sus requerimientos nutricionales
(Stahringer, 2003).
La ingesta de nutrientes y los niveles de reserva corporal determinan la
concentración en sangre de los intermediarios de los procesos metabólicos, y
de las hormonas involucrada en estos. Dichos metabolitos se consideran a su
vez como las señales que recibe el eje hipotálamo-hipófiso-gonadal acerca del
estatus nutricional del animal. Esta establecido que una disminución en la
secreción pulsátil de LH está relacionada fuertemente con el anestro
nutricional, pero aún no está dilucidada la señal metabólica entre el estado
energético del cuerpo y la secreción de GnRH y LH, a su vez se cree que estos
mismos u otros mediadores actúan directamente sobre el ovario y el desarrollo
folicular (Cortes, 2011).
La nutrición es de gran importancia en el desempeño reproductivo. Debido que
el ganado adulto necesita mayores niveles de energía en la dieta, una ingesta
de energía insuficiente tiene un efecto negativo en la actividad reproductiva de
la hembra bovina. Cuando las vacas experimentan un balance energético
negativo, las concentraciones en la sangre de ácidaos grasos no esterificados
aumentan, al tiempo que disminuye las concentraciones de factor de
crecimiento tipo insulina tipo I (IGF-I), la glucosa y la insulina. Estos cambios en
los metabolitos y las hormonas en sangre podrían comprometer la fertilidad y la
función ovárica. La incidencia de anestro, y la fertilidad reducida, aumenta
debido a la pérdida de condición corporal durante el posparto. La reanudación
de los ciclos ovulatorios está asociada con el balance energético y con un
aumento de la concentración de plasmática de IGF-I, que a su vez está
relacionada con la condición nutricional y con las concentraciones de insulina
en sangre (Santos, 2007). En cuanto a la leptina, hormona que es secretada
principalmente por el tejido adiposo, se podría considerar que la reducción de
sus niveles, en el pos parto cae aproximadamente 50 % de la concentración
pre parto, tienen 2 consecuencia inmediata en la homeostasis energética de los
animales: 1) es promover el mayor consumo voluntario a fin de salir lo más
rápido posible del balance energético negativo y 2) la coordinación
neuroendocrina de la adaptación del organismo al balance energético negativo,
derivando la utilización de energía a funciones consideradas de mayor
prioridad. Cuando el animal comienza a revertir esta situación sin embargo, los
niveles de leptina continúan bajos, este desacople estaría dado por la
depleción del tejido graso que se produjo durante el balance energético
negativo (Cortes, 2011).
Por ello es posible asociar la actividad reproductiva de la vaca de cría con su
condición corporal. En este sentido hay dos momentos claves que permiten
predecir la performance reproductiva de una vaca de cría: la condición corporal
al parto y al servicio.
La condición corporal al parto se asocia con la duración del periodo de anestro
posparto (intervalo en días entre el parto y la aparición del primer celo
posparto). Si queremos que los intervalos inter partos no excedan los 365 días,
el anestro posparto deberá ser menor a 80 días. De esta forma tal la vaca
puede recibir uno o más servicios y quedar preñada antes de los 80 días
posparto. La vaca de cría debe tener una condición corporal al parto de 5 o
mayor para que su intervalo parto a primer celo no se prolongue más allá de 60
a 70 días. En la condición corporal al inicio del servicio, las vacas en condición
corporal baja se asocia con elevado porcentaje en anestro. Trabajos realizados
en EEA INTA Mercedes muestran que es necesario que las vacas tengan una
condición corporal superior a 3 al momento del servicio (Sampedro et al.,
1993).
Asimismo se ha determinado que mediante la palpación de los ovarios a través
de un tacto transrectal y/o ecografía transrectal de ambos ovarios al inicio de la
temporada de servicio, es posible clasificar a las vacas que han reiniciado la
actividad cíclica y aquellas que continúan en anestro. La clasificación de los
vientres se puede realizar a partir de los 60 días posparto, tomando en cuenta
simultáneamente la condición corporal y la evaluación de las estructuras
ováricas por ecografía transrectal. (Stahringer, 2003) l. Las vacas pueden ser
clasificada en tres grupos: según el status ovárico: 1) aquellas que tienen un
cuerpo lúteo; 2) las que no presentan cuerpo lúteo con folículos mayores a 8
mm de diámetro; 3) y las que no presentan cuerpo lúteo y con folículos
menores a 8 mm de diámetro (Chesta et al., 2007).
Dinámica folicular del ciclo estral:
El crecimiento folicular en el bovino ocurre simulando ondas. Este patrón de
ondas se repite en casi todos los estadios de la vida de la hembra bovina,
incluyendo el periodo pre púber (Evans et al., 1994), la preñez (Ginther et al.,
1989), y el periodo postparto (Murphy et al., 1990). Una onda de crecimiento
folicular involucra el desarrollo sincrónico de un grupo de folículos
individualmente identificables a partir de un diámetro de 4 mm, que ocurre al
mismo tiempo en los dos ovarios. Durante aproximadamente 2 o 3 días todos
los folículos crecen, luego uno de ellos es seleccionado, continúa creciendo y
se convierte en folículo dominante, mientras que el resto de los folículos,
llamados subordinados se vuelven atresicos y regresan. El folículo dominante
de la primera onda será anovulatorio, porque se desarrolla durante la fase
lúteal, tiene una fase de crecimiento, una estática y otra de regresión. Los
folículos subordinados en cada onda incrementan su tamaño, pudiendo el
mayor de ellos alcanzar un diámetro de 8 mm, tienen una pequeña fase
estática y regresan (Ginther et al., 1989). Cuando el folículo dominante alcanzó
8,5 mm y el subordinado 7,2 mm, en este momento los niveles de FSH se
encuentran por debajo de los niveles necesarios para el desarrollo de los
folículos subordinados que se atresian mientras que los folículos dominantes
adquieren la habilidad de seguir creciendo con bajos niveles de FSH (Ginther et
al., 2000). Para el establecimiento de esta dominancia se requiere que se
presente divergencia o desviación, que corresponde al tiempo en el cual el
folículo dominante y el (los) subordinado(s) más desarrollado(s) crecen a una
tasa diferente, antes que el subordinado muestre atresia. Durante esta etapa
llegan al folículo dominante estímulos hormonales que colaboran con el
aumento de su irrigación sanguínea. El folículo dominante alcanza un tamaño
superior a los demás (mayor a 10 mm de diámetro) y es responsable de la
secreción de estradiol. Esta actividad estrogenica está relacionada con el
incremento de enzimas aromatasas, receptor de FSH y la adquisición de
receptores de LH en las células de la granulosa. Igualmente esta actividad
estrogenica se correlaciona negativamente con las cantidades intrafoliculares
de las Proteínas de Unión del Factor de Crecimiento similar a la Insulina
(IGFBPS, IGFBP2, IGFPB5 e IGFBP5). El IGF-I presente en los folículos de
mayor tamaño, y su concentración va aumentando paralelamente con el
incremento de la receptividad de las células de la granulosa a IGF-I, lo cual
estimula el proceso de aromatización, así como el incremento de los receptores
de LH en las células de la granulosa (Tovío-Luna, et al., 2012).
Dinámica folicular postparto y condición corporal:
Existen varias hipótesis que tratan de explicar el mecanismo por el cual una
baja condición corporal puede afectar la ciclicidad. Una de ellas plantea que la
una mala nutrición haría que el estradiol ejerza efectos inhibitorios sobre la
secreción de GnRH del hipotálamo. Este efecto conduciría a pocos pulsos de
LH que afectarían el crecimiento del folículo dominante. También han asociado
la presencia de leptina, con los pulsos de GnRH y la ciclicidad. Se conoce muy
bien a la leptina como moduladora de la conducta alimentaria y altas
concentraciones plasmáticas se sabe que suprimen el apetito (Foster y
Nagatani, 1999). Los niveles de leptina producidos en vacas con buena
condición corporal resultarían en un aumento de pulsos de GnRH y LH que
estimularían el crecimiento del folículo dominante. La leptina en sangre, es
decir la leptinemia puede considerarse, reflejos de las reservas grasas del
cuerpo en donde establece un circuito de retroalimentación negativa, donde la
leptina inhibe la producción hipotalámica del neuropéptido Y (NY). Este
aumente la ingesta, el principal mecanismo por el cual la leptina regula el
apetito, es inhibiendo al NY. El NY es el mediador primario de la acción de la
leptina en el hipotálamo regulando la secreción de GnRH ya que mediante la
inhibición del NY por parte de la leptina se produce la secreción de GnRH. En
condiciones de estrés nutricional, la expresión de ARNm para la leptina es
suprimida y el NY se eleva a nivel central resultando en una disminución de la
secreción de LH. Por tanto el NY es inhibidor/regulador de la GnRH mientras
que la leptina inhibe al NY. Cuando la condición corporal es baja, disminuye la
concentración de adipocitos disminuyendo con ello la producción de leptina, lo
que permite que se incremente el NY causando un bloqueo de la GnRH (Cobos
Villavicencio, 2001). Los efectos de un nivel nutricional bajo son potenciados
por el amamantamiento y alargan el periodo de anestro. Por lo tanto una baja
condición corporal y el amamantamiento resultan en una reducción de los
pulsos de GnRH y LH, que hacen que los folículos no crezcan lo suficiente
como para alcanzar el tamaño preovulatorio y que pueda producir
concentraciones de estradiol necesarias para provocar un pico de LH y la
ovulación. Como se dijo anteriormente el animal tiene ondas foliculares con
folículos dominantes que superan los 8 mm de diámetro, llamada “condición
anovulatoria con crecimiento folicular superior a la desviación pero sin llegar al
tamaño preovulatorio “, también llamado “anestro superficial”. Si las
condiciones nutricionales son muy malas nos podemos encontrar con otra
condición anovulatoria definida como “condición anovulatoria con crecimiento
folicular hasta la emergencia” llamado comúnmente “anestro profundo”, en este
caso los folículos crecen solo hasta 6 mm de diámetro o menos (Wiltbank et al.,
2002).
Fisiología del anestro post-parto y reanudación de la ciclicidad:
El puerperio se define como el periodo que comienza al finalizar el parto y
termina con la aparición del primer celo en que la preñez puede ser posible.
Para esto, la involución uterina debe estar completa y el engranaje
neuroendocrino (hipotálamo-hipófisis-ovario) debe estar funcionando
normalmente. Esto implica que debe ocurrir estro y ovulación, seguido de un
cuerpo lúteo de duración normal. Esto último es fundamental para el organismo
materno sea capaz de reconocer la posible gestación (Alberio et al., 1984).
Luego de ocurrido el parto la hembra bovina presenta un periodo de infertilidad,
al cual se le denomina anestro posparto, que es el lapso de tiempo transcurrido
entre el parto el primer ciclo ovulatorio con manifestaciones de estro o celo.
Este periodo es de longitud variable sobre el cual se puede trabajar para logra
el objetivo de un ternero por vaca por año. La longitud del anestro posparto
depende de varios factores, ellos pueden ser de menor importancia como la
estación del año, raza, número de partos, edad, tipo de parto (presentación de
distocia), presencia de toros y otro relacionados con diferentes patologías. En
cuanto a los de mayor importancia podemos considerar el amamantamiento y
la nutrición (Cortes, 2011).
Durante el final de la gestación el eje hipotálamo-hipofisario responde a la
acción de un feed-back negativo de los esteroides placentarios y ováricos (P4 y
estrógenos). Esto resulta en una acumulación de FSH en la hipófisis anterior,
suprimiendo su liberación y agotando las reservas de LH provocando el
bloqueo de la actividad ovárica. Luego del parto los niveles de FSH aumentan
drásticamente mientras que los niveles de LH son muy bajos. Esto produce la
emergencia de la primera onda folicular entre los días 2 a 7 después del parto.
La dominancia folicular se observa entre los días 10 al 21 posparto, sin
embargo este folículo dominante es incapaz de ovular. Esto es debido al
agotamiento de las reservas de LH en la hipófisis anterior. Estas reservas se
reestablecen y se incrementan gradualmente luego del día 15 al 30 posparto y
es entonces cuando el efecto del amamantamiento es el principal factor que
evita la ovulación de las vacas con cría (Bó et al., 2005). Además, la
desnutrición inhibe el comportamiento del celo reduciendo la respuesta del
sistema nervioso central al estradiol, ya que reduce la cantidad de receptores a
de estrógeno en el cerebro (Santos, 2007).
La mala alimentación y pobre condición corporal están también altamente
relacionadas con el bloqueo de la actividad ovárica y el alargamiento del
anestro posparto en las vacas de cría. Se sabe que deficiencias nutricionales,
principalmente de energía, tienen un efecto negativo en la liberación de GnRH
y por lo tanto en los pulsos de LH. En vacas de cría en posparto, la mayor
demanda de energía es debida a la lactancia. Además, una mala alimentación
aumenta la sensibilidad del hipotálamo para los efectos de retroalimentación
negativa del estradiol. La mala alimentación y pobre condición corporal
incrementan los efectos negativos del amamantamiento extendiendo el periodo
de anestro en el postparto (Bó et al., 2005).
Tanto la secreción de GnRH por el hipotálamo, como la liberación de LH en
respuesta a GnRH están afectadas por la etapa del ciclo estral. Durante la fase
luteal, altos niveles plasmáticos de progesterona inhiben la liberación de GnRH.
Hacia el final del ciclo y al producirse la regresión del cuerpo lúteo, caen los
niveles plasmáticos de progesterona y el centro tónico libera pequeñas
cantidades de GnRH hacia la circulación portal. Esto promueve a nivel
hipofisario la secreción de pequeñas pero constante cantidades de FSH y LH.
Bajo la influencia de LH, el folículo comienza a madurar, produciendo y
liberando estrógeno. Los niveles de estrógeno circulantes aumentan
progresivamente hasta alcanzar un nivel crítico para activar el centro cíclico del
hipotálamo y promover la liberación de un gran pulso de GnRH. Los estrógenos
a su vez aumentan la capacidad de la hipófisis para responder a GnRH y
liberar entonces una gran cantidad de LH lo que se conoce como “pico
preovulatorio de LH” (Alberio et al., 1984).
Estrategias para disminuir el efecto del amamantamiento:
Hay varios factores que influyen en la duración del anestro posparto en vacas
de cría siendo lo de mayor relevancia el amamantamiento, el nivel nutricional y
la condición corporal. En la vaca de cría existe un mecanismo no asociado a la
estimulación de la glándula mamaria, dado que la vaca solo permite el
amamantamiento de su propio ternero se considera probable que las señales
exteroceptivas responsable por el amamantamiento de la supresión de la
liberación de LH eran el resultado del vínculo maternal vaca-ternero (Tribulo,
2006). Información recopilada por Sampedro et al., (1998) mostro que los
porcentajes de preñez en rodeos de cría estaban altamente correlacionado la
condición corporal previa al servicio. Para reducir aquellos efectos negativos se
realizan algunos procedimientos como:
Destete precoz;
Esta técnica permite volver a servir a las vacas sin los altos requerimientos
nutricionales asociados con la lactación. La desventaja de este sistema está
dada por el manejo del ternero destetado (Bó, et al., 2005). Se basa en la
separación prematura de los terneros de sus madres, esta práctica se realiza
con dos meses de edad y entre 60 y 70 kilos de peso, el ternero se encuentra
en una etapa de transición de monogástrico a rumiante (Monje, 1993).
Destete temporario;
Consiste en un destete por 48 a 72 h. Que se lo puede combinar con
protocolos de sincronización de celos, con resultados variables. Por ejemplo, el
destete de los terneros, entre la remoción del dispositivo con progesterona y la
IATF, (54 h) mejoro el porcentaje de concepción en vacas Bos indicus. Sin
embargo, el uso de destete temporario solo (sin tratamiento previo con
progesterona) para estimular la ovulación de las vacas en anestro es bastante
controvertido (Bó et al, 2005). En trabajos del E.E.A. INTA Balcarce se logró
mejorar los índices de preñez utilizando el destete temporario de 72hs. estando
afectado por diversos factores como el intervalo parto tratamiento, la condición
corporal y categorías (primíparas-multíparas), (Alberio et al., 1984).
Amamantamiento una vez por día;
Consiste en reducir el periodo de amamantamiento a 30 o 60 minutos por día.
Usado en vacas primíparas en pastoreo han mostrado que retornan al celo más
que las vacas alimentando ad libitum (Bó et al, 2007).
Restricción del amamantamiento con placas nasales; “enlatado”
Consiste en una restricción temporaria del amamantamiento mediante la
colocación en los ollares del ternero de una máscara plástica o metálica por
periodos variables, que van de los 7 a 21 días. Experiencias realizadas en
Corrientes, con un periodo de enlatado de 21 días mostraron incrementos en
los índices de preñez, especialmente en establecimientos con índices
reproductivos bajos (AACREA, 1991). Estas placas impiden al ternero mamar
pero no cortan totalmente la relación entre la madre y cría. Por esta razón
deben permanecer por 14 días para que sea efectivo y deben ser colocados
solo a terneros mayores de 60 días de edad y/o con peso superior a 75 kg. (Bó
et al., 2007). Esto es muy importante, ya que a partir de esa edad, el ternero
alcanza una maduración suficiente de sus pre estómagos que les permite
procesar alimentos groseros. El enlatado tiene un efecto negativo en los
terneros, sobre la ganancia de peso durante el periodo de tratamiento, el cual
puede prolongarse durante un periodo inmediatamente posterior al mismo. La
pérdida de peso totalizada entre 5 y 10 kg, y puede extenderse alrededor de
dos semanas luego de retirada la lata. Este hecho puede relacionarse con
trastornos digestivos (diarrea) al reiniciar la dieta láctea y/o una menor
producción láctea (Stahringer et al., 1995).
Tratamientos hormonales para mejorar el desempeño reproductivo de vacas
con cría:
Consiste en la inserción de dispositivos intravaginales que liberan
progesterona. Estos elevan las concentraciones plasmática de progesterona
por un periodo establecido, provocando un aumento de la frecuencia de los
pulsos de LH, promoviendo el crecimiento folicular, maduración del folículo
dominante y aumentando su capacidad ovulatoria luego del retiro del
dispositivo (Baruselli et al., 2003).
Tratamientos con dispositivos con progesterona (P4) y eCG:
El uso de dispositivos de P4 en combinación con eCG ha sido muy utilizado en
vacas en anestro posparto. La eCG es una glicoproteína de larga vida media
que tiene en la vaca un efecto similar a la FSH y que puede ser usada para
estimular el crecimiento de los folículos en el posparto. Tratamientos con eCG
han mostrado un incremento en el, porcentaje de preñez en vacas con cría con
alta incidencia de anestros. Sin embargo, cuando se ha usado en vacas en
buena condición corporal los porcentaje de preñez no se incrementaron con
respecto a los grupos que no recibieron eCG esto se debería a que estas vacas
no necesitarían del estímulo extra que ofrece la eCG para el crecimiento
folicular por encontrase en buena condición corporal y por lo tanto la adición de
eCG solo tendría resultados positivos en vacas con condición corporal
comprometida (Bó et al, 2005).
Priming de progesterona:
El fenómeno de ciclo estral corto fue una de las primeras anormalidades
observada en vacas que ovulan muy pronto en el posparto. Las ovulaciones
que siguen a un estro destinado a ser corto son normales y liberan óvulos que
pueden ser fertilizados. Sin embargo no se detecta preñez porque el cuerpo
lúteo se lisa antes de que el ovario reciba un signo desde el útero que le
informe de la concepción. Es un cuerpo lúteo que no es capaz de funcionar
normalmente .Una teoría relaciona al cuerpo lúteo del ciclo corto con la con la
exposición a niveles elevados de progesterona. Aparentemente esta exposición
a progesterona parece ser un pre requisito para una expresión normal de celo y
para una fase lútea normal. Los ciclos cortos se puede obtener induciendo una
ovulación con GnRH durante el anestro en ovejas y vacas (Troxel y Kesler,
1984), pero los ciclos normales se puede lograr administrando progesterona
exógena antes del tratamiento con GnRH (Rivera et al., 1998). Por lo tanto, la
exposición a progesterona exógena seguida por su declinación (priming de
progesterona), parece ser necesaria para una diferenciación normal de las
células de la granulosa y el desarrollo pos ovulatorio del cuerpo lúteo. El
mecanismo involucra el efecto del incremento de frecuencia de los pulsos de
LH sobre la producción de estrógenos foliculares, desarrollo de receptores de
LH y luteinizacion (Roche y Boland, 1991). La asociación entre periodos
anovulatorios largos y ciclos cortos en el posparto, puede ser atribuida a que
las vacas en el posparto están durante un periodo largo con bajos niveles de
progesterona (perdida al pre exposición a progesterona) comparado con vacas
con un periodo anovulatorio más corto y ciclos de duración normal.
HIPÓTESIS
El manejo de los vientres en forma individual de acuerdo a su condición
reproductiva es mejor que la aplicación de enlatado masivo debido a que
mejora los índices de productividad y el beneficio económico en un sistema de
cría.
OBJETIVO GENERAL
Mejorar la producción de terneros mediante el uso de ecografía y evaluación
de la condición corporal, en programas de IATF en vacas de cría con y sin
enlatado al inicio del servicio.
Los objetivos específicos son:
Evaluar la tasa de ciclicidad del grupo dirigido.
Evaluar la condición corporal de todas las vacas del grupo dirigido como
las del grupo testigos.
Evaluar el peso de los terneros al destete y su ganancia de peso al pie
de ambos grupos en el periodo de servicio.
Comparar el porcentaje de preñez de los tratados y los testigos.
Evaluar la distribución de las preñeces de inseminación artificial y
servicio natural.
Estimar económicamente la relación costo beneficio de las técnicas.
MATERIALES Y MÉTODOS
El trabajo se inició el 25 de octubre del 2012, en Mercedes (Corrientes), en un
establecimiento de ciclo completo, pastura natural donde predominan los
pajonales (loma), con una carga anual promedio de 0,65 EV/ha. Las vacas
fueron seleccionadas al azar, con cría de 65-110 días posparto, de raza
Braford, multíparas. El lote de tratamiento dirigido IATF estuvo conformado por
292 vacas a quienes inicialmente, se le evaluó la condición corporal y se le
realizo ecografía transrectal (Mindray Dp 2200 multifrecuencia) previa al
servicio. La condición corporal fue evaluada en escala del 1 al 9 y en relación al
estatus ovárico previo al servicio fueron clasificadas en 3 categorías: 1)
cíclicas, aquellas que tenían cuerpo lúteo, 2) anestro superficial aquellas que
no presentaban cuerpo lúteo sin embargo al menos un folículo de más de 8 mm
de diámetro y 3) anestro profundo, las que no presentaban cuerpo lúteo y con
folículos menores a 8 mm de diámetro. Luego de sacar, las que estaban en
anestro profundo, 19 vacas (6.5%), el grupo dirigido IATF quedo integrado por
273 vacas. El lote testigo fue de 142 vacas, que se encontraban en iguales
condiciones que el anterior. A estas vacas se les tomo la condición corporal y
las que fueron evaluadas con valor de 2 (18%) se destetaron de manera
definitiva y fueron excluidas del trabajo, quedando el lote testigo conformado
por 117 vacas, a quienes se les coloco “lata” de forma masiva a sus crías ya
que esta es una práctica frecuente en este establecimiento y en la región. Las
“latas” fueron colocadas durante 14 días al inicio del trabajo. Los terneros de
ambos grupos fueron nacidos en la misma época (julio-agosto 2012) y la
proporción macho-hembra fue homogénea (lote testigo 51,28% hembras y
48,72% de machos y lote tratado 49,45% y 50,55% respectivamente).
En el grupo dirigido IATF, recibieron en el Día 0 un dispositivo intravaginal (DIB,
0,5 g de progesterona, Syntex SA, Argentina) y 2 mg de benzoato de estradiol
(EB) intramuscular (IM), (Benzoato de estradiol, Syntex SA, Argentina). El Día 8
los dispositivos fueron retirados, las vacas recibieron 500 µg de cloprostenol
(IM), (PGF, Ciclase DL, Syntex SA), y 0,5 mg de cipionato de estradiol (IM), (
Cipiosyn, Syntex SA), fueron inseminadas a tiempo fijo (IATF) a las 52-56 hs de
retirado los dispositivos. Las crías continuaron amamantándose normalmente y
tenían un peso promedio de 127 kg.
Las vacas de anestro superficial, del grupo dirigido ITAF, recibieron el mismo
tratamiento que el grupo anterior con la diferencia en que el Día 8, recibieron
400 UI de eCG (IM), (Novormon 5000, Syntex SA, Argentina) y también fueron
inseminadas a las 52-56hs de retirado los dispositivos. A además a sus crías
se les coloco lata 5 días antes del Día 0 de la IATF y se les retiro el día de la
IATF. Al colocar las latas pesaron124 kg de promedio.
Los terneros que recibieron lata como los que no tuvieron lata, permanecieron
al pie de sus madres y sus pesos fueron registrados al colocar y retirar las latas
y al destete, tanto en el grupo testigo como los dirigidos o control (lata y no
lata). Todos fueron destetados con 7-8 meses de edad aproximadamente.
En el lote dirigido se realizó repaso con toros 15 días después de la IATF con 6
toros (2%) por 48 días para las cíclicas y anestro superficial.
El lote testigo recibieron 4 toros (3%) el día de colocación de las lata a todos
los terneros, por 78 días y fueron retirados en ambos grupos el mismo día (11
de enero de 2013).
Todas las vacas fueron examinadas por ecografía, en ambos grupos para el
diagnóstico de gestación 60 días de iniciado los tratamientos y luego fueron
palpadas a los 90 días de haber retirados los toros. Los resultados se muestran
en la tabla 4.
Análisis estadístico:
Los resultados de preñez entre los grupos testigos y tratados fueron
comparados mediante un test de Chi-Cuadrado. Se declara diferencia
significativa a P valor inferior a 0,05(α= 0,05).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La ecografía previa al servicio permitió identificar aquellas vacas que estaban
ciclando de las que no, con esto se logró manejarlas de manera diferenciada,
eCG o no eCG y lata o no lata a sus crías. Como se puede ver en la tabla 1 el
porcentaje de vacas en el grupo dirigido IATF, con cuerpo lúteo fue de 76,7 % y
el porcentaje de vacas en anestro superficial y profundo fue de 16.8 % y 6,5 %
respectivamente. Por otro lado, se vio que todas las vacas con condición
corporal 5 estaban cíclicas siendo estas el 23 %, así como también todas las
vacas de condición 2 se encontraban en anestro representado por el 2.4 %, a
su vez las de condición 3 fue la más variable presentando desde anestro
profundo el 4.1 %, anestro superficial el 7.2 % e incluso cíclicas el 9.2 %, en
cambio la condición 4 no presento tanta variación de todos modos el 9.6 %
estaban en anestro superficial mientras que el 44.2 % fueron cíclicas, lo que
refleja la importancia de la ecografía pre servicio.
Tabla 1; porcentajes de ciclicidad en función a su estatus ovárico y condición
corporal (C-C), cíclicas, anestro superficial (S) y anestro profundo (P).
Anestro P. Anetstro S. Cíclicas
C-C= 2 (7/2.4%) 7 (2.4%)
C-C= 3 (60/20.5%) 12 (4.1%) 21 (7.2%) 27 (9.2%)
C-C= 4 (157/54%) 28 (9.6%) 129 (44.2%)
C-C= 5 (68/23.3%) 68 (23.3%)
Total= 292 19 (6.5%) 49 (16.8%) 224 (76.7%)
El grupo dirigido IATF estuvo conformado por 82 % de vacas cíclicas y 18 % en
anestro, las primeras mostraron mejores resultados de preñez a la IATF y esta
diferencia se mantuvo también en servicio con toros.
Tabla 2: porcentaje de preñez en función a su ciclicidad grupo dirigido IATF.
Preñadas por
IATF (ecografía)
Preñez Toro
(tacto)
Preñez por grupo
Cíclicas n= 224
(82%)
108 (48%) 74 (33%) 182 (81%)
Anestro Superf. n=
49 (18%)
12 (24%) 9 (18%) 21 (42%)
Total n= 273 120 (44%) 83 (31%) Total preñez 203
(74%)
El siguiente grafico (1) describe la distribución de la preñez en el grupo tratado
donde P1, primer diagnóstico; P2, segundo diagnostico; y V vacías.
Tabla 3: porcentaje de preñez en función de su condición corporal en las vacas
del grupo testigo.
Condic. Corporal 1º Diagnostico
ecografía
2º Diagnostico
tacto
Preñez por
grupo
5= 11/9% 7/64% 2/50% 9/81%
4= 62/53% 28/44% 17/48% 45/70%
3= 44/37% 9/20% 10/28% 19/43%
Total preñez n=117 44/37% 29/22% 73/62%
El siguiente grafico (2) describe la distribución de la preñez en el grupo testigo
donde: P1, primer diagnóstico; P2, segundo diagnostico; y V, vacías.
Como se vio en las tablas 1 y 3 la condición corporal4 se presentó de manera
similar en ambos grupos, dirigido y testigo, 54 % y 53 %, respectivamente,
como se puede ver en la tabla 4.
El grupo dirigido IATF supero por un 7% (44 % vs 37 %) en cabeza de preñez
al grupo testigo y la preñez de cola supero en 9 % al testigo (31 % vs 22 %).
Aunque esas diferencias no fueron significativas (P<0,05), la preñez global fue
12 % superior en el grupo dirigido IATF (74 % vs 62 %; P<0,05).
Tabla 4: Comparación de las tasas de preñez a la ecografía (60 días de
comienzo del servicio) y al tacto (90 días de haber finalizado los servicios) en
las vacas del grupo dirigido IATF y el grupo testigo.
Grupo Preñadas a la
ecografía
Preñadas al final
del servicio
Total
Dirigido IATF
n=273
120/44% 83/31% 203/74%
Testigo n=117 44/37% 29/22% 73/62%
Evolución de pesos de los terneros
El peso inicial (tabla 5) fue tomado al momento de colocación o no de lata,
donde se registró que el los terneros del grupo dirigido no lata IATF (grupo a)
presentaba 3 kg más que sus compañeros de grupo lata IATF (grupo b) y 11 kg
más que los terneros del grupo testigo (grupo c) quienes recibieron lata
masivamente. El grupo b a su vez presento 8 kg más que el grupo c. El peso
intermedio fue registrado al momento de retirar las latas donde el grupo a
presento 7 kg más que al inicio y 10 y 17 kg más que los grupos b y c
respectivamente. Tanto en el grupo b y c no se observaron ganancias de peso
durante el periodo de enlatado. El peso final, al destete en el grupo a presento
15 kg más que el grupo b y 24 kg más que el c, y el grupo b 9 kg más que el c,
esta diferencia entre estos grupos de lata prácticamente se mantuvo al inicio
como al final. Esto es probable que se deba a que las madres del grupo a
resultaron ser cíclicas con una mejor condición corporal y posiblemente
produjeran más leche y su amamantamiento no fue interrumpido, que aquellas
que fueron clasificadas como anestro superficial y en general con menor
condición corporal. El lote testigo integradas por vacas de condición corporal
variable, probablemente muchas de ellas no estaban ciclando como las de
anestro superficial lo que se refleja en sus porcentaje de preñez. Si bien los
terneros del grupo a fueron inicialmente más pesados que el resto esta
diferencia se amplió al destete donde se vio que estos produjeron 12 kg más
que el grupo b y 13 kg más que el c en igual periodo de evaluación. Si se tiene
en cuenta que son 12-13kg mas por ternero, cada 100 animales seria 1200-
1300 kg más para la venta, considerando el precio de mercado, daría un mayor
margen de rentabilidad para el establecimiento. (1200kg x 12$= 14400$).
Tabla 5: Pesos iniciales (colocación de latas), intermedios (remoción de latas)
y finales (al destete) de los terneros con lata (grupo b y c) y sin lata (grupo a)
enlatado durante 14 días.
Peso inicial Peso
intermedio
Peso final
G.P.D.
Duración de la
evaluación días
a) No lata IATF 127kg 134kg 218kg/558 163
b) Lata IATF 124kg 124kg 203kg/490 163
c) Lata No IATF 116kg 117kg 194kg/478 163
A partir de los resultados obtenidos en este trabajo se puede realizar un breve
análisis económico: los kilogramos de los terneros fueron considerados desde
el momento de colocación o no de las latas hasta el destete (78 y 91
respectivamente). Se describió con 135 vacas porque el 74% de preñez en
este caso, da 100 terneros lo que es un número ideal para compararlo.
El promedio de preñez de la zona con enlatado es de 58%.
El 1º año el 58% de 135 vacas es de 78 terneros con 91kg (sin lata) por el valor
de mercado $12 = $85176.
Los terneros con lata de 135 vacas también son 78 con 78kg por $12=$73008,
lo que da una diferencia de: $85176 - $73008= $12168, a favor de los terneros
sin lata más IATF.
El 2º año cada 135 vacas correspondiente al grupo dirigido con 74% de preñez
produce 100 terneros con 91kg por el valor de mercado $12= $109200.
El grupo testigo o lata, cada 135 vacas con 62% de preñez produce 84 terneros
de 78kg por $12= $78624. Es decir $109200 - $74880= $30576 a favor del
grupo dirigido.
Relación costo-beneficio para 135 vacas: costo del dirigido $106 y del testigo
$2 (las latas son reutilizable), la diferencia entre sistemas es de $104.
Entonces para 135 vacas= 135 * $104= $14040.
Beneficios= 1º año $12168 + 2º año $34320= $42744
Diferencia= beneficio $42744 – costo $14040= $28704
Relación= $2.04 (rentabilidad).
Tabla 6: correspondiente a las precipitaciones 2012, zona de Mercedes (cts).
INTA Mercedes. (agro meteorología mercedes).
T E M P E R A T U R A
(ºC)
HUMEDAD
RELATIVA
(%)
LLUVIA
(mm)
Nº
DÍAS
LLUVIA
HORAS
SOL
MES Máxima Mínima Media
Enero 35.6 21.6 28.6 63.1 27.7 4 278.6
Febrero 35.0 21.0 28.0 70.5 131.0 4 261.5
Marzo 32.8 18.3 25.6 69.1 65.2 4 258.6
Abril 27.8 15.3 21.6 78.5 289.5 6 158.6
Mayo 25.4 12.2 18.8 80.0 58.8 5 141.2
Junio 22.2 9.4 15.8 78.0 35.7 6 148.9
Julio 20.7 3.8 12.3 56.4 10.5 2 199.2
Agosto 25.6 10.1 17.8 68.3 112.0 6 206.1
Septiembre 26.8 12.8 19.7 65.5 56.0 4 320.5
Octubre 26.1 14.8 20.4 78.7 488.1 17 169.3
Noviembre 29.9 17.1 23.5 69.5 63.0 2 248.1
Diciembre 31.4 18.9 25.1 74.6 240.0 14 201.8
Promedios y
Totales 28.27 14.60 21.43 71.02 1577.5 74 2592.4
Promedio
histórico (40
años)
25.6
14.3 19.7 72.8 1484.9 89 2725.3
Desvío 2012
con el prom.
histórico
2.67 0.3 1.73 -1.78 92.6 -15 132.9
Resumen de las precipitaciones del Año 2012 y su comparación con el
promedio histórico
Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Sep. Oct. Nov. Dic. Total
2012 27.7 131.0 65.2 289.5 58.8 35.7 10.5 112.0 56.0 488.1 63.0 240.0 1577.5
1951-
2008
131.4 145.5 169.6 167.5 92.4 76.3 53.6 55.2 87.0 149.2 130.8 130.1 1388.6
Desvío -103.7 -14.5 -104.4 122 -33.6 -40.6 -
43.1
56.8 -31.0 338.9 -67.1 109.9 188.9
Conclusiones:
Los resultados de este trabajo demuestran que al realizar ecografía previa al
servicio se puede identificar las vacas que han reanudado su ciclicidad
posparto de aquellas que no lo han hecho. Esto permite realizar tratamientos
dirigidos, logrando porcentajes de preñez aceptables en IATF y repaso con
toros por periodos cortos de tiempo, lo que concentra los partos. Además al no
usar lata se destetan terneros más pesados. En contraste cuando se realiza
enlatado de forma masiva, habrá vacas que aún sin enlatado tienen posibilidad
de preñarse por su buena condición corporal, así como también vacas con
pobre condición corporal no tendrán una buena respuesta y de todos modos
destetaran terneros más livianos. En este trabajo las vacas de muy mala
condición corporal se destetaron precozmente ya que se pensó que ni el
tratamiento hormonal ni el enlatado no podrían revertir su situación. Los
terneros sin lata obtuvieron 12-13kg más que los con lata lo que produce gran
beneficio económico más allá de la contribución genética o sanitaria que tiene
la IATF sobre el rodeo. El análisis de chi cuadrado arroja un P-valor menor a
0,05, se puede decir que el manejo de los vientres en forma individual de
acuerdo a su condición reproductiva es diferente que la aplicación de enlatado
masivo debido a que mejora los índices de productividad y el beneficio
económico en un sistema de cría.
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