deville - resumen de el capital

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  • 8/13/2019 Deville - Resumen de El Capital

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    RReessuummeennddeeEEllCCaappiittaall

    GGaabbrriieellDDeevviillllee

    Edicin: Editorial Claridad, Buenos Aires, 1966.Lengua:Castellano.Digitalizacin:Koba.Distribucin: http://bolchetvo.blogspot.com/

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    ndice

    Seccin I. Mercanca y moneda. ................................1Captulo I. La mercanca. ..........................................1Captulo II. De los cambios. ......................................4Captulo III. La moneda o la circulacin de lasmercancas. ................................................................6Seccin II. Transformacin del dinero en capital. ...10Captulo IV. Formula general del capital. ...............10Captulo V. Contradicciones de la formula generaldel capital. ................................................................11Captulo VI. Compra y venta de la fuerza de trabajo..................................................................................12Seccin III. Produccin de la plusvala absoluta. ....14Captulo VII. Produccin de valores de uso y

    produccin de la plusvala. ......................................14Captulo VIII. Capital constante y capital variable..17Capitulo IX. Tipo de plusvala.................................18Captulo X. La jornada de trabajo............................21Captulo XI. Tipo y masa de la plusvala................24Seccin IV. Produccin de la plusvala relativa. .....25Captulo XII. Plusvala relativa. ..............................25Captulo XIII. Cooperacin. ....................................26Capitulo XIV. Divisin del trabajo y manufactura. .28Captulo XV. Maquinismo y grande industria. ........32Seccin V. Nuevas consideraciones de la produccinde la plusvala. .........................................................42Captulo XVI. Plusvala absoluta y plusvala relativa..................................................................................42Captulo XVIII. Expresiones del tipo de la plusvala..................................................................................45Seccin VI. El salario. .............................................46Captulo XIX. Transformacin del valor o del preciode la fuerza de trabajo en salario. ............................46Captulo XX. El salario a jornal. .............................47Captulo XXI. El salario a destajo. ..........................48Captulo XXII. Diferencia en el tipo de los salarios

    nacionales. ...............................................................49Seccin VII. Acumulacin del Capital. ...................50Capitulo XXIII. Reproduccin simple. ....................50Captulo XXIV. Transformacin de la plusvala encapital. .....................................................................53Captulo XXV. Ley general de la acumulacincapitalista. ................................................................57Seccin VIII. La acumulacin primitiva. ................66Capitulo XXVI. El secreto de la acumulacin

    primitiva. .................................................................66Captulo XXVII. Origen del capitalismo industrial. 67Captulo XXVIII. Tendencia histrica de laacumulacin capitalista. ...........................................69

    Captulo XXIX. Teora moderna de la colonizacin................................................................................. 70

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    Seccin I. Mercanca y moneda.Captulo I. La mercanca.La mercanca, esto es, el objeto que en lugar de

    ser consumido por el productor, se destina al cambioo la venta, es la forma elemental de la riqueza de lassociedades en que impera el rgimen de produccincapitalista. As, pues, el punto de partida de nuestroestudio debe ser el anlisis de la mercanca.

    I. Valor de uso y valor de cambio.Consideremos dos objetos; por ejemplo: una mesa

    y una cantidad de trigo. Merced a sus cualidadesparticulares, cada uno de esos objetos sirve parasatisfacer necesidades diversas. Luego ambos sontiles al hombre que los emplea.

    Para transformarse un objeto en mercanca, debeser, en primer trmino, una cosa til que ayude asatisfacer necesidades humanas de cualquier especie.La utilidad de una cosa que depende de suscualidades naturales y aparece en su uso o consumo,hace de ella un valor de uso.

    Destinado por quien lo forja a satisfacer lasnecesidades o las conveniencias de otros individuos,el productor lo entrega a persona que le es til, aquien desea usarlo, en cambio de otro objeto, y poreste acto se trueca en mercanca. La proporcinvariable en que las mercancas de especie diferente secambian entre s, constituye su valor de cambio.

    Valor, su sustancia.Consideremos la relacin de cambio entre dos

    mercancas; por ejemplo: 75 kilogramos de trigoigualan a 100 kilogramos de hierro. Qu quieredecir eso? Que en esos dos objetos distintos, trigo y

    hierro, hay algo de comn.Este algo no puede ser una propiedad natural delas mercancas, ya que no se tienen en cuenta suscualidades naturales sino en cuanto les dan unautilidad que las convierte en valores de uso. En sucambio -y esto es lo que caracteriza la relacin decambio-, no se tiene en cuenta su utilidad respectiva,y slo se considera si se encuentran respectivamenteen cantidad adecuada. Como valores de uso lasmercancas son, ante todo, de cualidad distinta, perocomo valores de cambio, slo pueden ser diferentesen cantidad.

    Si se prescinde de las propiedades naturales -delvalor de uso de las mercancas-, slo les queda unacualidad: la de ser productos del trabajo.

    En este concepto, puesto que en una mesa, una

    casa, un saco de trigo, etc., debemos hacer prescindirde la utilidad respectiva de tales objetos, de su formatil particular, no tenemos para qu preocuparnos deltrabajo productivo especial del ebanista, del albail,del labrador, etc., que les han dado esa forma

    particular. Abstrayendo as de esos trabajos sufisonoma propia, slo nos queda su carcter comn,y desde ese momento todos quedan reducidos a ungasto de fuerza humana de trabajo, es decir, a undesgaste del organismo del hombre, sin relacin conla forma particular en que se ha gastado esa fuerza.

    Resultantes de un gasto de fuerza humana engeneral, muestras del mismo trabajo indistinto, lasmercaderas revelan solamente que en su produccinse ha gastado una fuerza de trabajo. De otro modo:que en ellas se ha acumulado trabajo. Las mercancasson valores en tanto que son materializacin de esetrabajo, sin analizar su forma. Lo que se observa decomn en la relacin de cambio o en el valor decambio de las mercancas, es su valor.

    Magnitud del valor, tiempo de trabajosocialmente necesario.

    La sustancia del valor es el trabajo. La medida dela cantidad de valor es la cantidad de trabajo, que asu vez se mide por la duracin, o sea por el tiempo detrabajo.

    El tiempo de trabajo que determina el valor de unproducto, es el tiempo socialmente necesario paraproducirlo; mejor dicho, el tiempo necesario, no enun caso particular, sino considerado como trminomedio; esto es: el tiempo que exige un trabajoejecutado conforme el grado medio de habilidad y deintensidad y en las condiciones ordinarias con

    respecto al medio social convenido.La magnitud del valor de una mercanca nosufrira alteracin, si el tiempo necesario para

    producirla continuara siendo el mismo: pero stevara cada vez que se modifica la productividad deltrabajo, es decir, con cada alteracin que se introduceen la actividad de los procedimientos o de lascondiciones exteriores en que se manifiesta la fuerzadel trabajo. La productividad, pues, del trabajodepende, entre otras cosas, de la habilidad media delos trabajadores, de la amplitud y eficacia de losmedios de producir y de circunstancias

    exclusivamente naturales; por ejemplo: la mismacantidad de trabajo est representada en ocho fanegasde trigo, si la estacin ha sido favorable, y en cuatroen el caso contrario.

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    Por regla general, si la productividad del trabajoaumenta disminuyendo el tiempo necesario para la

    produccin de un artculo, el valor de este artculodisminuye, y recprocamente, si la productividaddisminuye, el valor aumenta. Mas cualesquiera quesean las variaciones de su productividad, el mismotrabajo crea siempre el mismo valor, funcionando

    durante igual tiempo, slo que suministra en untiempo determinado una cantidad mayor o menor devalores de uso u objetos, segn que aumente odisminuya su productividad.

    Aunque gracias a un aumento de productividad seproduzcan en el mismo tiempo dos vestidos en vezde uno, cada vestido seguir teniendo la mismautilidad que antes de duplicarse la produccin; perocon dos vestidos se pueden vestir dos hombres enlugar de uno; as, pues, hay aumento de riquezamaterial. Sin embargo, el valor del conjunto deobjetos tiles sigue siendo el mismo: dos vestidos

    hechos en el mismo tiempo que antes de hacer uno,no valen ms de lo que precedentemente uno solo.

    Cualquier modificacin en la productividad quehaga ms fecundo el trabajo, aumenta la cantidad deartculos que ese trabajo proporciona. Y por lo tanto,la riqueza material; pero no modifica el valor de esacantidad de ese modo aumentado materialmente, sicontina siendo idntico el tiempo total de trabajoempleado en su fabricacin.

    Sabemos ya que la sustancia del valor es eltrabajo. Tambin sabemos que su medida es laduracin del trabajo.

    Una cosa puede ser valor de uso sin ser un valor.Basta para ello que sea til al hombre, sin que

    provenga de su trabajo. As sucede con el aire, losprados naturales, la tierra virgen, etc. Un valor de usoslo tiene valor cuando se le acumula cierta cantidadde trabajo humano. Por ejemplo: el agua que corre enun ro, aunque til para muchas necesidades delhombre, carece, sin embargo, de valor; mas si pormedio de cntaros o tubos se la transporta a un quinto

    piso, adquiere inmediatamente valor, pues parahacerla llegar se ha gastado cierta cantidad de fuerza

    humana.Una cosa puede ser til y producto del trabajo sinser mercanca. Todo el que con su producto satisfacesus propias necesidades, slo crea un valor de uso

    por su propia cuenta. Para producir mercancas hayque producir valores de uso, con el designio deentregarlos al consumo general por medio delcambio.

    En fin, ningn objeto puede convertirse en valorsi no es til. Un objeto intil no crea valor, porque seha gastado intilmente el trabajo que contiene.

    II. Doble aspecto de trabajo.El trabajo del ebanista, del albail, del labrador,

    etctera, crean valor por su condicin comn detrabajo humano; pero forman una mesa, una casa,

    una cantidad de trigo, etc.: en suma, diversos valoresde uso, porque poseen cualidades diferentes.

    Cada clase de trabajo implica, por una parte, gastofsico de fuerza humana, siendo en este sentido deigual naturaleza y formando el valor de lasmercancas, y por otra parte todo trabajo implica ungasto de fuerza humana en una u otra forma

    productiva determinada por un fin particular, y eneste concepto de trabajo til diferente, producevalores de uso o cosas tiles.

    Doble carcter social del trabajo privado.Al conjunto de todos los objetos tiles requeridos

    por la variedad de las necesidades humanas,corresponde un conjunto de obras o trabajosigualmente variados. Para satisfacer las diversasnecesidades del hombre, el trabajo, pues, se presenta

    bajo distintas formas tiles, y de ah resultaninnumerables industrias.

    Aunque ejecutadas independientemente y sinrelacin ostensible -segn la voluntad y designio

    particular de sus productores-, las diversasespecialidades de trabajos tiles se manifiestan como

    partes -que se completan mutuamente- del trabajogeneral destinado a satisfacer la suma de necesidadessociales. Cada uno de los oficios individuales, quecorresponde a lo sumo a una orden de necesidades, ycuya variedad indispensable no resulta de ningnconvenio previo, forman en su totalidad los eslabonesdel sistema social de la divisin del trabajo, que seadaptan a la diversidad infinita de las necesidades.

    De esta manera, trabajando los hombres unos paraotros, sus obras privadas revisten, por esa sola razn,un carcter social; pero tales obras tambin tienen uncarcter social por su semejanza en concepto detrabajo humano en general, apareciendo la semejanzanada ms que en el cambio, es decir, en una relacinsocial que los coloca frente a frente y en una base deequivalencia, a pesar de su diferencia natural.

    Reduccin de toda clase de trabajo a ciertacantidad de trabajo simple.

    Las mltiples transformaciones de la materianatural y su adaptacin a las distintas necesidadeshumanas, que constituyen toda la tarea del hombre,son ms o menos penosas de realizar, y por lo tanto,las diferentes clases de trabajo de donde resultan sonms o menos complicadas.

    Mas cuando hablamos del trabajo humano desdeel punto de vista del valor, slo consideramos eltrabajo simple, es decir, el gasto de la simple fuerzaque cualquier hombre sin educacin especial poseeen su organismo. Es verdad, que el trmino mediodel trabajo simple vara segn los pases y las pocas,

    pero siempre se encuentra determinado en unasociedad dada, es decir, en cada sociedad. El trabajosuperior no es otra cosa que trabajo simple,multiplicado, pudiendo reducirse siempre a una

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    cantidad mayor de trabajo simple; por ejemplo: unda o jornada de trabajo superior o complicado,

    puede equivaler a dos das o jornadas de trapajosimple.

    La experiencia ensea que esta reduccin decualquier trabajo a determinada cantidad de una solaespecie de trabajo, se hace todos los das y en todas

    partes. Las mercancas ms diversas encuentran suexpresin uniforme en moneda, es decir, en unacantidad determinada de oro o plata, Por eso slo losdiferentes gneros de trabajo, cuyo producto son lasmercancas -y por complicados que ellos sean-, sevan a reducir en una proporcin dada al producto deun trabajo nico: el que suministra el oro o la plata.Cada gnero de trabajo solamente representa unacantidad de este ltimo.

    III. El valor, realidad social, solo aparece en elcambio.

    Las mercancas lo son por ser al mismo tiempoobjeto de utilidad y un porta-valor. As, pues, slo

    pueden ingresar en la circulacin si se presentan bajodoble forma: la suya natural y la de valor.

    Considerada una mercanca aisladamente, comoobjeto de valor, no puede apreciarse. En vanodiremos que la mercanca es un trabajo humanomaterializado; pues la reduciremos a la abstraccinvalor sin que la ms tenue partcula de materiaconstituya este valor. En ambos casos slo tendr unaforma palpable: su forma natural de objeto til.

    Si recordamos que, en concepto de valores, larealidad de las mercancas consiste en que son laexpresin varia de la misma unidad social, es decir,del trabajo humano, aparecer evidente que esarealidad, puramente social, slo puede manifestarseen las transacciones sociales. El carcter de valor semanifiesta en las relaciones de las mercancas entre sy slo en esas relaciones. Como valores, los

    productos del trabajo revelan en el cambio unaexistencia social bajo idntica forma, distinta de suexistencia material, y bajo formas diversas, comoobjeto de utilidad. Una mercanca expresa su valor

    por la circunstancia de poderse cambiar por otra. Enuna palabra, por el hecho de presentarse como valorde cambio, y slo de ese modo.

    Si el valor se revela en la relacin de cambio, steno engendra el valor. Al contraro, el valor de lamercanca es el que regula sus relaciones de cambioy determina sus relaciones con los dems. Esto secomprender mejor con una comparacin.

    Un piln de azcar es pesado; pero su aspecto nolo indica, y menos an su peso. Consideremosdiferentes pedazos de hierro de peso conocido. Laforma material del hierro, como la del azcar,

    tampoco es por s misma una indicacin de supesantez; los pedazos de hierro, puestos en relacincon el piln de azcar, nos darn a conocer el peso deeste ltimo. As, pues, la magnitud de su peso, que no

    aparecera considerado el piln de azcaraisladamente, se revela al ponerlo en relacin con elhierro; pero la relacin de peso entre el hierro y elazcar no es la causa de la existencia del peso delazcar. Al contrario, este peso es quien establece larelacin.

    La del hierro con el azcar es posible, porque

    ambos, aunque tan diferentes por su uso, tienen unapropiedad comn: la pesantez. En esta relacin, elhierro slo se considera como un cuerpo querepresenta peso; se prescinde de sus dems

    propiedades, y sirve nicamente como medida depeso. Anlogamente, al expresar un valor cualquiera-por ejemplo, veinte metros de tela valen un vestido-,la segunda mercanca slo representa valor: lautilidad particular del vestido no se tiene en cuentaen este caso, y slo sirve como medida de valor de latela. Pero ah concluye la semejanza. En la expresindel peso del piln de azcar, el hierro representa una

    cualidad comn a ambos cuerpos, pero es unacualidad natural: su pesantez. En la expresin devalor de la tela con el vestido, ste representafijamente una cualidad comn a ambos objetos: peroya no es una cualidad natural, sino de origenexclusivamente social: su valor.

    La mercanca que tiene un doble aspecto -objetode utilidad y valor- no aparece, pues, tal como es,sino cuando se deja de considerarla aisladamente,cuando por su relacin con otra mercanca, por la

    posibilidad de ser cambiada, adquiere su valor unaforma apreciable: la de valor de cambio, distinta desu forma natural.

    Forma del valor.En concepto de valores, todas las mercancas son

    expresivas de la misma utilidad -trabajo humano-, ypueden reemplazarse mutuamente. Por consiguiente,una mercanca puede cambiarse por otra mercanca.En realidad hay imposibilidad de cambio inmediatoentre las mercancas. Una sola de ellas reviste laforma apta del cambio inmediato con todas lasdems. Bien sabido es que las mercancas poseen una

    forma especial de valor: la forma moneda, que tienesu fundamento en la simple forma de la relacin decambio. Tal es: 20 metros de tela valen un vestido, 75 kilogramos de trigo valen 100 kilogramos dehierro, etctera.

    En primer trmino, con arreglo a esta frmula,cualquier mercanca se cambia por otra mercancadiferente de cualquiera clase que sea. As ocurre enlos cambios aislados, en que una sola mercancaexpresa accidentalmente su valor en otra mercancatambin sola.

    En segundo lugar, una misma mercanca se

    cambia, no ya al azar con otra, sino regularmente conotras varias; por ejemplo: 20 metros de tela valenalternativamente un vestido, 75 kilogramos de trigo,100 kilogramos de hierro, etctera. En este caso, una

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    mercanca expresa su valor en una serie demercancas, mientras que en el caso anterior lorevelaba en una sola.

    En la frmula precedente hemos visto que 20metros de tela valen un vestido, 75 kilogramos detrigo, 100 kilogramos de hierro... etc. No cambiandolamercanca cuyo valor se quiere expresar -que es la

    tela-, varan las que expresan su valor; ahora unvestido, luego el trigo, despus el hierro, etc. Lamisma mercanca -la tela- puede tener tantasrepresentaciones de su valor cuantas sean lasdiferentes mercancas. Y, por el contrario, siquisiramos que una sola representacin reflejase elvalor de todas las mercancas, tendramos queinvertir nuestro ejemplo de este modo: un vestidovale 20 metros de tela; 75 kilogramos de trigo valen20 metros de tela; 100 kilogramos de hierro valen 20metros de tela, etc. Esta frmula, que es la precedenteinvertida, la cual era a su vez el desarrollo de la

    forma simple de la relacin de cambio, nos da,ltimamente, una expresin uniforme de valor para elconjunto de las mercancas. Todas ellas tienen ya unamedida comn de valor -la tela-, que siendosusceptible de cambio inmediato con ellas; es paratodas las formas de existencia de su valor.

    Desde el punto de vista del valor, las mercancasson cosas puramente sociales, y, por lo tanto, suforma valor debe revestir una forma de validezsocial. Y la forma valor slo ha adquiridoconsistencia, desde el punto en que se ha unido a ungnero especial de mercancas, es decir, a un objetonico universalmente aceptado. En principio, esteobjeto nico, forma oficial de los valores, podra seruna mercanca cualquiera; pero la especial, con cuyaforma propia se ha confundido paulatinamente elvalor, es el oro, y obtendremos la forma moneda delvalor: todas las mercancas se reducen a ciertacantidad de oro.

    Antes de conquistar histricamente estemonopolio social de forma del valor, el oro era unamercanca como todas las dems, y slo porquerepresenta previamente el papel de mercanca al lado

    de las otras, hoy acta como moneda frente a lasdems. Como cualquier mercanca, el oro se presentprimero, accidentalmente, en cambios aislados, ypoco a poco funcion despus y en una esfera ms omenos limitada, como medida general del valor.Ahora los cambios de productos se realizanexclusivamente por mediacin suya.

    La forma moneda del valor aparece hoy como suforma natural. Al decir que el trigo, un vestido, un

    par de botas, se refieren a la tela como a la medida devalor, como a la encarnacin general del trabajohumano, salta inmediatamente a la vista lo peregrino

    de la proposicin; pero cuando los productores deesas mercancas las refieren al oro o a la plata, en vezde a la tela, lo cual, en el fondo, es lo mismo, la

    proposicin deja de sorprenderles. No parece que una

    mercanca se haya convertido en moneda, porque lasdems expresen en ella su valor, sino al contrario,que las mercancas expresan en ella su valor, porquees moneda.

    IV. Apariencia material del carcter social deltrabajo.

    Esta forma, moneda o dinero, contribuye, pues, asugerir una idea falsa de las relaciones de los

    productores. Esas relaciones ponen a los productosen mutua presencia para cambiarlos comparando susvalores, es decir, comparando el trabajo de diferentegnero que cada cual contiene en concepto de trabajohumano semejante, y prestando as a ese trabajo y asus productos, un aspecto social distinto del natural.

    Y los productos del trabajo que en s mismos soncosas sencillas y fciles de comprender, se tornancomplicados, llenos de sutilezas y enigmticos encuanto se les consideran como objetos de valor,

    prescindiendo de su naturaleza fsica; en una palabra,desde que se convierten en mercancas.

    El valor de cambio, que no es en puridad otra cosaque la manera social de contar el trabajo invertido enla fabricacin de un objeto, y que, por lo tanto, slotiene una realidad social, ha llegado a ser tan familiar

    para todos, que parece ser -como la forma monedapara el oro y la plata- una propiedad intrnseca de losobjetos.

    Habiendo aparecido en el perodo histrico en quedomina el sistema mercantil de produccin, esecarcter de valor ha asumido el aspecto de unelemento material de las cosas, inherente a ellas yeterno; mientras que existen sistemas de produccinen que la forma social de los productos del trabajo seconfunde con su forma natural -en vez de ser distintade ella-, y en que los productos se presentan comoobjetos de utilidad bajo diversos conceptos y nocomo mercancas que se cambian recprocamente.

    Esa apariencia material que se da a un fenmenopuramente social, esa ilusin de que las cosas tienenuna propiedad natural y que por virtud de ella secambian en proporciones determinadas, convierte a

    los ojos de los productores su propio movimientosocial, sus relaciones personales para el cambio desus productos, en movimiento de las cosas mismas,que los arrastra, sin que puedan dirigirlo ni muchomenos. La produccin y sus relaciones -creacinhumana- dominan al hombre en lugar de estarlesubordinadas.

    Hecho anlogo se observa en la nebulosa regindel mundo religioso. En esta regin los productos delcerebro humano se convierten en dioses, toman elaspecto de seres independientes, dotados de cuerpos

    propios, que se comunican entre s y con los

    hombres. Lo mismo sucede con los productosmanuales en el mundo mercantil.

    Captulo II. De los cambios.

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    Relaciones de los poseedores de mercancas;condiciones de esas relaciones.

    No pudiendo las mercancas ir por s solas almercado ni cambiarse entre s, para ponerlas encontacto sus poseedores, tienen que establecer a suvez mutuas relaciones; de modo que cada cual seapropia la mercanca ajena entregando la propia, por

    medio de un acto voluntario comn. As, pues, paraque la enajenacin sea recproca, los poseedoresdeben reconocerse tcitamente como propietarios

    privados de las cosas enajenadas. Esa relacinjurdica, cuya forma es el contrato, no es otra cosaque la relacin de las voluntades en que se refleja larelacin econmica. En tal caso, las personas sloexisten a ttulo de representantes de la mercanca que

    poseen.Para el dueo de una mercanca que quiere

    cambiarla por otra, esa mercanca no es un valor deuso, un objeto de utilidad, pues entonces no

    procurara deshacerse de ella. La nica utilidad queel mercader cambista encuentra en su mercanca esque puede ser til a otros, y que, por lo tanto, es uninstrumento de cambio y un portavalor. Desde ese

    punto aspira a enajenada por otras mercancas, cuyovalor de uso puede satisfacer sus necesidades

    personales.Todas las mercancas son lo contrario de valores

    de uso o valores negativos para quienes las poseen, yvalores de uso positivo para quienes carecen de ella,siendo, pues, necesario que varen de dueo. Esavariacin constituye precisamente su cambio. Peroste no las relaciona entre s, sino en el concepto devalores, y slo despus del cambio vienen a servalores de uso para el nuevo poseedor que las haadquirido considerando su utilidad. Es necesario,

    pues, que las mercancas se manifiesten como valoresantes de que puedan realizarse como valores de uso.

    Tambin es preciso que su valor de uso estdemostrado antes de que las mercancas puedanrealizarse como valores; pues slo se realizan comotales, a condicin de que se demuestre que el trabajoinvertido en producirlas lo haya sido en forma til a

    otros; y esta condicin slo se prueba cuando hayalguien que quiere adquirirlas atendiendo a suutilidad. En suma, la utilidad de las mercancas slose demuestra por su cambio.

    En conclusin, slo cuando son tiles lasmercancas pueden presentarse como valores; aunquedeben haberse presentado como valores antes demanifestar su utilidad. Cmo quedarn satisfechasestas condiciones contradictorias para los poseedoresde las mercancas?

    La relacin de cambio engendra la forma

    moneda.En esta situacin las mercancas slo pueden

    manifestar su carcter de valor y la cantidad de stesi se colocan sobre una base de igualdad con una

    cantidad determinada de cualquier cosa til, cuyovalor est ya demostrado. Dos mercancas revelan suvalor por su comparacin con una tercera, cuyautilidad, ya reconocida, da consistencia al valor delas otras dos. Esta tercera mercanca se convierte enmoneda, segn hemos visto en el captulo

    precedente. La relacin de cambio es quien origina,

    necesariamente, la forma moneda.El desarrollo histrico de la produccin y del

    cambio ha impreso cada vez ms a los productos deltrabajo el carcter de mercancas; de productos paraotros; una parte cada vezmayor de objetos tiles seha producido intencionalmente para el cambio, esdecir, que hasta en su produccin los objetos no seconsideran sino como valores desde el punto de vistade su utilidad. Para realizar el cambio, era necesario

    poder comparar su valor respectivo, y no pudiendohacerse esta comparacin sino mediante otramercanca, la necesidad de comercio ha dado as

    origen a una forma palpable que permite compararlos objetos desde el punto de vista del valor.

    Esta forma palpable que al principio se asocia auna u otra mercanca, acaba por asociarseexclusivamente a una especie particular demercanca. Una mercanca especial que se separa delas otras, sirve de comn acuerdo para exponer susvalores recprocos. La forma natural de esamercanca queda establecida socialmente como laforma de existencia del valor y funciona comomoneda, transformndose en dinero.

    La forma moneda se asocia a los metalespreciosos.

    Originariamente es la casualidad quien decidesobre el gnero de mercancas en que ha de fijarse laforma moneda; pero esa forma no tarda en asociarsea las mercancas que por sus cualidades naturales sonms aptas para esta funcin social, es decir, a losmetales preciosos. En efecto, todas las muestras deestos metales son idnticas en el concepto de lascualidades, y slo tales materias podan tener forma

    propia para manifestar el valor y servir de imgenes

    palpables del trabajo humano. Adems, como lasmercancas, en concepto de valores, slo difieren porsu cantidad, la mercanca moneda debe sersusceptible de diferencias cuantitativas, a fin deadaptarse a las variaciones de cantidad.

    El valor de uso del oro y de la plata, convertidosen mercanca moneda, es doble. Adems de suutilidad como mercanca, pues sirven de materia

    prima para fabricar numerosos artculos, poseen unautilidad particular por su funcin como moneda.

    La relacin social de cambio, que transforma eloro y la plata en moneda, no les da su valor, pues ya

    lo tenan antes de ser moneda, sino esa formaespecial de valor. La circunstancia de saber que eloro tiene esa forma especial de valor, la formamoneda que lo hace susceptible de cambio inmediato

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    con las dems mercancas, arguye el conocimiento decunto valen veinte pesos oro, por ejemplo. Comocualquier mercanca, el oro no puede expresar su

    propia cantidad de valor sino en otras mercancas, ybasta leer en sentido inverso una tarifa de precioscorrientes, para encontrar la cantidad de valor del oroexpresado en todas las mercancas imaginables.

    Captulo III. La moneda o la circulacin de lasmercancas.

    I. Medida de los valores.Supongamos, para mayor claridad, que el oro es la

    mercanca moneda. Realmente, en los pases en quedos mercancas, el oro y la plata, desempeanlegalmente la funcin de medida de valor, slo unade ellas se sostiene en su lugar.

    La primera funcin del oro consiste en suministraral conjunto de las mercancas la materia en queexpresen sus valores como productos de cualidad

    igual y comparables, por consiguiente, en el conceptode cantidad. Desempea, pues, el papel de medidauniversal de los valores.

    Mas no es el oro convertido en moneda lo quehace a las mercancas conmensurables; al contrario,

    porque son conmensurables -siendo de igual calidaden concepto de valores y fuerza materializada detrabajo-, pueden hallar juntas su magnitud de valoren una mercanca convertida en medida comn. Estamedida de los valores, merced a la moneda, slo es laforma que debe revestir necesariamente su medidaefectiva, que ser siempre el tiempo de trabajo.

    La forma precio.La expresin en oro de la magnitud de valor de

    una mercanca, es su forma moneda, o su precio.El precio de las mercancas no es cosa visible por

    s misma. El poseedor se ve obligado a ponerles unasetiquetas para anunciar su precio, para representar suigualdad con el oro. No hay comerciante que no sepa

    perfectamente que no necesita ni un gramo de oroefectivo para estimar en oro el valor de millones demercancas. Aunque en su funcin de medida de los

    valores slo se emplea la moneda como monedaimaginaria, no por eso la fijacin de los precios dejade depender completamente de la materia de lamoneda. Si esta materia fuese cobre en vez de oro,los valores estaran representados por cantidades decobre diferentes de las cantidades de oro; en otrostrminos, por precios diferentes.

    Como cantidades distintas de una misma cosa -deloro- las mercancas se comparan y se miden entre s,y de ah surge la necesidad de referirlas a unacantidad de oro que se fija como trmino decomparacin o como unidad de medida. Como esa

    cantidad de oro ha de poseer una autenticidad social,la determina la ley. Dividida en partes iguales, lacantidad fija de metal se convierte en el tipo de los

    precios.

    Por consecuencia, el oro desempea aqu unasegunda funcin. Sabemos que, como medida de losvalores, sirve para transformar el de las mercancasen supuestas cantidades de oro en precios. Ahora

    bien: como tipo de los precios, mide esas diversascantidades de oro por una cantidad fija y las refiere aun peso fijo de oro. Los precios o las cantidades de

    oro en que se transforman imaginariamente lasmercancas, se expresan desde este momento con losnombres monetarios de ese peso fijo, unidad demedida y de sus subdivisiones, por ejemplo: en

    pesos.Los precios indican, pues, dos cosas simultneas:

    la magnitud del valor de las mercancas y la parte delpeso de oro convertido en unidad de medida, por lacual pueden cambiarse inmediatamente.

    S el precio, como ndice de la magnitud del valorde la mercanca, es la indicacin de su relacin decambio con la moneda, no se ha de concluir que la

    indicacin de su relacin de cambio con la monedase confunde, necesariamente, con la indicacin de sumagnitud de valor.

    En efecto, la magnitud de valor expresa la ntimarelacin que existe entre una mercanca y el tiempode trabajo social necesario para producirla. Desdeque el valor se convierte en precio, esa relacinaparece como la relacin de cambio de la mercancacon la moneda. Perola relacin de cambio, lo mismo

    puede expresar el valor de la mercanca que el ms oel menos que su cambio produce, accidentalmente,en circunstancias dadas.

    Supongamos que un saco de trigo se produce en elmismo tiempo de trabajo que 13 gramos de oro, yque el nombre monetario de esos 13 gramos de orosea el de cinco pesos. La expresin moneda del valordel saco de trigo -o su precio- ser cinco pesos.

    Aunque las condiciones de la produccin novaren, siendo necesario el mismo tiempo de trabajosi se presentan circunstancias que permiten estimar elsaco de trigo en siete pesos y medio u obligan a

    bajarlo a dos y medio, en ese caso siete pesos ymedio y dos y medio, son expresiones que aumentan

    o disminuyen el valor del trigo y, sin embargo, sonsus precios, porque expresan la relacin de cambiodel trigo y de la moneda.

    Luego es posible que exista una diferenciacuantitativa entre el precio de una mercanca y sumagnitud de valor, y esa forma precio.

    En el precio, es decir, en el nombre monetario delas mercancas, su equivalencia con el oro an no esun hecho consumado. Para producir prcticamente elefecto de un valor de cambio, la mercanca debedejar de ser oro simplemente imaginado y convertirseen oro real y tangible para darle un precio, y basta

    con declararla igual a una cantidad de oro puramenteimaginaria; pero hay que sustituirla con oro efectivo

    para que preste a su poseedor el servicio deprocurarle las cosas que necesita por medio del

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    Resumen de El Capital 7

    cambio.La forma precio slo revela que las mercancas

    son alienables y en qu condiciones su poseedorquiere enajenarlas. Los precios son como miradasamorosas que las mercancas dirigen al dinero. Paraque ste se deje atraer por las mercancas es precisoque su valor til est reconocido. No hablamos de los

    errores ms o menos intencionados en que se incurreal fijar los precios. Esos errores se corrigen muy

    pronto en el mercado, por la tarifa de loscompetidores.

    II. Circulacin de las mercaderas.El cambio transporta las mercancas de manos en

    que son valores negativos de uso, a otras en quesirven de valores positivos de uso. Llegadas al puntoen que sirven de objetos de utilidad, desaparecen dela esfera de los cambios y caen en el dominio delconsumo; pero eso slo acaece despus de una serie

    de cambios de forma.Consideremos en el mercado un cambista

    cualquiera; un tejedor. Cambia su mercanca, 20metros de tela, por ejemplo, por cinco pesos de oro;despus de lo cual cambia este dinero por un vestido.Al operar as el tejedor, enajena la tela, que para lslo es un porta-valor, por el oro, y el oro -figura delvalor de la tela- por otras mercancas -el vestido- queva a ser para l valor de uso. De tal operacin resultaque el tejedor se ha proporcionado, en vez de su

    primera mercanca, otra de valor igual, pero deutilidad diferente, proporcionndose de este modomedios de subsistencia y de produccin.

    En ltimo anlisis, el tejedor no hace ms quesustituir una mercanca por otra o cambiar productos.Mas semejante cambio se realiza mediante dostransformaciones opuestas y complementarias;transformacin de la mercanca en dinero y nuevatransformacin del dinero en mercanca, cuyastransformaciones representan, desde el punto de vistadel poseedor de la mercanca, dos actos: venta -ocambio de la mercanca por dinero-, y compra -ocambio del dinero por la mercanca-. El conjunto de

    los dos actos contenidos en la operacin (tela-dinero-vestido), o lo que es lo mismo (mercanca-dinero-mercanca), se resume as: vender para comprar.

    El mismo acto que es venta para el tejedor, escompra para el que da cinco pesos por su tela: y estoscinco pesos eran ya el producto de una venta para elcomprador de la tela. Porque, aparte del cambio deloro en su fuente de produccin, es decir, en el puntodonde se cambia como producto inmediato deltrabajo por otro producto de igual valor, el ororepresenta, en manos de cada productor cambista, un

    precio de mercanca realizado.

    Supongamos que el comprador de la tela haobtenido los cinco pesos de la transformacin de unsaco de trigo en dinero, y veremos en tal caso que latela que, como cosa vendida, es el principio del

    movimiento de cambio (tela-dinero-vestido), comocosa comprada, es el trmino de otro movimiento decambio (trigo-dinero-tela).

    Por otro lado, el acto que es compra para eltejedor, es venta para el sastre, pues, a su vezconvierte los cinco pesos procedentes de la venta desu vestido en otra mercanca: un barril de vino, por

    ejemplo. El trmino del movimiento (tela-dinero-vestido) se convierte, de este modo, en principio deotro movimiento: (vestido-dinero-vino).

    Luego, la primera transformacin de unamercanca -la tela- es la ltima de otra -el trigo-. Laltima transformacin de la misma mercanca -latela- es primera de otra -el vestido-, y assucesivamente. El conjunto de estos movimientosconcatenados constituye la circulacin de lasmercancas.

    Como segn acabamos de ver, la circulacin delas mercancas conduce en cada uno de sus

    movimientos particulares, a un cambio de productos,esa circulacin de las mercancas se distingueesencialmente de su cambio inmediato. Es indudableque nuestro tejedor ha cambiado en definitiva sumercanca -la tela- por otra, que es el vestido; peroeste hecho slo es verdadero desde su punto de vista.El vendedor del traje, al cual se present el tejedorcon el oro, representacin del valor de su tela, nocrea probablemente que cambiaba su vestido portela. La mercanca del sastre ha sustituido a lamercanca del tejedor. Pero tejedor y sastre, en lascondiciones generales de la circulacin de lasmercancas, no cambian sus productosrecprocamente, slo la moneda, y las monedas no

    pueden decir por qu artculo les han trocado.La circulacin tampoco acaba, como el cambio

    inmediato, en el cambio de dueo de los productos.El dinero no desaparece. En el movimiento (tela-dinero-vestido), la tela vendida a quien quiere usarla,sale de la circulacin, sustituyndola el dinero, y assucesivamente. Cuando la mercanca de un cambista-que en este caso es el sastre- reemplaza a la de otro -el tejedor-, el dinero pasa siempre a un tercero -el

    vendedor de vino.La compra es el complemento obligado de laventa: pero no es forzoso que estas dos operacionescomplementaras se sucedan inmediatamente. Puedesepararlas un espacio de tiempo ms o menos largo.Si la separacin de las dos operaciones se prolongademasiado, su unin ntima se demuestra por la crisisque surge.

    Curso de la moneda.Desde el instante en que el vendedor completa la

    venta por la compra, el dinero huye de sus manos. En

    el ejemplo citado, la moneda pasa del tejedor alsastre y de ste al mercader de vino, realizando,sucesivamente, el precio de su mercanca.

    El movimiento que la circulacin de las

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    mercancas imprime a la moneda, la aleja, pues, de supunto de partida para transmitirla sin interrupcin demano en mano, y esto es lo que se llama curso de lamoneda.

    Trtase ahora de saber la cantidad de moneda queel movimiento de circulacin puede absorber.

    En un pas se realizan diariamente ventas ms o

    menos numerosas de mercancas distintas. El valorde las vendidas se encuentra indicado antes de suventa por su precio; es decir, por una cantidad de orosupuesta. La moneda realiza el precio de estasmercancas transmitindolas del vendedor alcomprador. De otro modo, representa realmente lascantidades de oro ya expresadas imaginariamente enel total de los precios. Por consiguiente, la cantidadde dinero exigida por la circulacin de todas lasmercancas que existen en el mercado, se halladeterminada por la totalidad de sus precios. Siempreque vare ese total, variar en la misma proporcin la

    masa de moneda circulante.En ltimo anlisis, ciertas variaciones de esta

    masa dependen de la moneda, del oro mismo.Antes de que ste funcione como medida del

    valor, el suyo propio se halla determinado, y sifunciona como tal, se debe a que es un producto deltrabajo, es decir, un valor variable. En este concepto,cada vez que su valor sufra alteracin, se alteraevidentemente la evaluacin del valor de lasmercancas, hecha con arreglo al suyo.

    Si el valor del oro aumenta -por ejemplo, seduplica--, un peso valdr lo que antes dos, y lasmercancas que valan dos, valdrn as uno. Sidisminuye, por ejemplo, en la mitad, los pesosvaldrn ahora cuatro. Naturalmente, hay que admitiren ambos casos que el valor particular de lasmercancas, es decir, que el tiempo necesario para su

    produccin, sigue siendo el mismo.As, pues, los precios, evaluacin del valor de las

    mercancas en oro, varan con el valor de ste; ycomo no hay alteracin en el valor de las mercancas,los precios bajan si aumenta el valor del oro y subensi disminuye.

    Estando determinada la cantidad de monedacorriente por el total de precios que deben realizarse,cualquier variacin en stos produce una alteracinen la cantidad de moneda circulante; y esta variacin

    puede depender, como ya hemos visto, de la mismamoneda, en su calidad, no de instrumento de lacirculacin, sino de medida del valor. Dicho esto,suponemos que el valor del oro se haya establecido,efectivamente, como lo est en el momento de fijarlos precios.

    Consideremos cierto nmero de ventas sinrelacin entre s; por ejemplo; las ventas aisladas de

    un saco de trigo, veinte metros de tela, un vestido yun barril de vino. Siendo el precio de cada artculocinco pesos, para efectuar el precio de los cuatrohabra que poner en circulacin 20 pesos.

    Recprocamente, si estas mismas mercancas formanla serie de transformaciones expuestas ms arriba: unsaco de trigo -5 pesos- o un vestido -5 pesos-, 20metros de tela -5 pesos-, un barril de vino -5 pesos-,los mismos 5 pesos que estn en poder del mercaderde vino ponen en circulacin las cuatro mercancas,realizando su precio sucesivamente. En este caso, la

    velocidad del curso de la moneda suple su cantidad.El cambio de lugar, cuatro veces repetido de los

    cinco pesos, resulta de las transformacionescompletas -su venta seguida de compra- yrelacionadas entre s, del trigo, de la tela y delvestido, que terminan con la primera transformacindel barril de vino. Los movimientos complementariosque forman esta serie, se verifican sucesivamente;necesitan ms o menos tiempo para realizarse y lavelocidad del curso de la moneda que, comoacabamos de ver, influye en su cantidad, se mide porel nmero de mutaciones de las mismas monedas en

    un tiempo dado. Supongamos que la circulacin denuestras cuatro mercancas dure un da, la masa demoneda corriente -5 pesos-, multiplicada por elnmero de mutaciones de las mismas monedas, esdecir, por cuatro, es igual al total del precio de lasmercancas, o sean 20 pesos.

    Durante un tiempo dado, la circulacin en un pascomprende las ventas o compras aisladas, es decir,las transformaciones parciales en que la moneda slocambia de lugar una vez, y la serie detransformaciones ms o menos extensas en que lasmismas monedas experimentan traslaciones ms omenos numerosas. Luego, cada una de las monedasque integran la suma total de dinero circulante,funciona con actividad diversa; pero el conjunto detales monedas realiza, en tiempo determinado, untotal de precios. Por lo tanto, se establece unavelocidad media en el curso de la moneda. Conocidaesa velocidad media, queda determinada la masa deoro que puede funcionar como instrumento de lacirculacin, ya que esa masa, multiplicada por elnmero medio de sus mutaciones, debe ser igual altotal de precios que han de realizarse.

    La velocidad del curso de la moneda slo indicala velocidad de las transformaciones de lasmercancas, la mayor o menor rapidez con quedesaparecen de la circulacin y su sustitucin pornuevas mercancas.

    En el curso rpido de la moneda aparece la uninde la venta y de la compra como dos actosalternativamente realizados por los mismoscambistas. Por el contrario, la lentitud del curso de lamoneda pone de manifiesto la separacin de ambasoperaciones, y la interrupcin en los cambios deforma ele las mercancas. Es muy frecuente la

    tendencia a explicar esa interrupcin por la cantidadinsuficiente de moneda circulante, siendo as que -yesto resulta de lo dicho- la cantidad de los medios decirculacin en un perodo de tiempo est determinada

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    por el precio total de las mercancas circulantes y porla velocidad media de sus transformaciones en dinero-por medio de la venta- y en otras mercancas -pormedio de la compra.

    El numerario o las especies y el papel moneda.El numerario tiene su origen en la funcin que

    desempea la moneda como instrumento decirculacin. El peso de oro adoptado como unidad demedida y sus subdivisiones, deben presentarse antelas mercancas en el mercado, en la forma denumerario o de especies acuadas. Del mismo modoque el establecimiento de la unidad de medida, laacuacin corresponde tambin al Estado. Enconcepto de numerario, el oro y la plata revisten asuna forma oficial, un uniforme nacional, del que sedespojan en el mercado del mundo.

    Las monedas de oro y de plata se desgastan ms omenos en su circulacin, y por lo mismo, pierden

    mayor o menor cantidad de peso. Especies de igualnombre, que vienen a ser as, de valor desigual, porcarecer del mismo peso, se consideran idnticas en lacirculacin, pues aunque pierden parte de su peso,conservan su valor nominal. Luego la circulacintiende a transformar el numerario en un smbolo desu peso metlico oficial.

    La funcin numeraria del oro, desprendida as desu valor metlico, por el roce mismo de sucirculacin, se puede desempear tambin por cosasrelativamente sin valor, como unos trozos de papel.Desde ese instante, como la moneda -en concepto denumerario o instrumento de circulacin- se reduce aser el signo de s propia, puede reemplazrsela enesta funcin con meros signos. Slo es preciso que elsigno de la moneda -el papel moneda- seasocialmente valedero como ella. Tal carcter loadquiere por la accin del Estado. Adems, ocupandoel lugar de la moneda, el papel moneda debe estar

    proporcionado en su emisin a la cantidad de monedaque represente, y que realmente debiera circular. Enel supuesto de que excediera de esta legtima

    proporcin, los hechos la reduciran al tipo indicado.

    Si la masa de papel moneda llegara a ser el doble dela proporcin debida, un billete de 100 pesos, porejemplo, no representara ms que 50. Slo se trataaqu del papel moneda puesto en circulacin por elEstado y con curso forzoso.

    III. Reservas de oro y de plata o tesoros.Al desarrollarse la circulacin de las mercancas

    se desarrollan tambin la necesidad y el deseo deadquirir y conservar lo que en el rgimen de

    produccin mercantil constituye el nervio de todaslas cosas: el dinero.

    Todo productor debe hacer acopio de dinero. Enefecto, las necesidades del productor se renuevanincesantemente y le imponen a cada momento lacompra de mercancas ajenas, mientras que la

    produccin y la venta de las suyas requieren ms omenos tiempo y dependen de mil contingencias. Para

    poder comprar sin vender, es necesario habervendido antes sin comprar. Las mercancas no sevenden, desde luego, para comprar otras en el acto,sino para reemplazarlas con dinero, que se conservay se va empleando segn las necesidades. La moneda

    detenida aposta en su circulacin, se petrfica, pordecirlo as, convirtindose en tesoro, y el vendedor setransforma en acumulador de dinero. As se forman,en todos los puntos que estn en relaciones denegocios, reservas de dinero en proporciones muydiversas.

    Ya hemos visto que la cantidad de monedacorriente se halla determinada por el total de los

    precios de las mercancas circulantes, y por lavelocidad de su circulacin. Esta cantidad aumenta,

    pues, al par que la circulacin de las mercancas, ydisminuyen con ella. Por lo tanto, unas veces debe

    entrar en circulacin una masa mayor de moneda yotras debe salir una parte de la circulacin. Estacondicin se cumple por medio de las reservas dedinero que entran o salen de la circulacin, esto es,en su forma tesoro.

    El dinero como medio de pago.En la forma de circulacin de las mercancas

    examinada hasta aqu, unos cambistas se presentancon la mercanca y otros con el dinero. Sin embargo,a medida que se desenvuelve la circulacin,desarrllanse tambin varias circunstancias que

    propenden a establecer un intervalo ms o menoslargo entre la venta de la mercanca y la realizacinde su precio.

    Algunas especies de mercancas requieren, parasu produccin, ms tiempo que otras; las pocas de

    produccin no son idnticas para todas, etc. Puedesuceder, pues, que uno de los cambistas estdispuesto a vender, mientras que el otro an carecede medios de comprar. Cuando las mismastransacciones se renuevan continuamente entre lasmismas personas, las condiciones de venta y compra

    de las mercancas reglanse segn las condiciones desu produccin. El uno vender una mercancapresente, el otro comprar sin pagar en seguida, en sucalidad de representante de dinero por venir. Elvendedor se convierte en acreedor, y el comprador endeudor. Si el dinero adquiriere una nueva funcin, sehace medio de pago. La aparicin simultnea en unaventa, de la mercanca y del dinero, deja de existir.Desde este momento, el dinero funciona, sobre todocomo medida de valor, en la fijacin del precio de lamercanca vendida. Establecido mediante contrato,este precio indica la obligacin del comprador, es

    decir, la suma de dinero de que es deudor a plazofijo.

    Funciona adems, como medio de compraimaginaria. Aunque slo existe en la promesa del

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    comprador, le transfiere, no obstante, la mercanca, yslo al finalizar el plazo entra como medio de pagoen la circulacin, es decir, que pasa de manos delcomprador a las del vendedor.

    Como medio de circulacin, el dinero se convertaen tesoro, porque el movimiento de circulacin sehaba paralizado en su primera mitad, no siguiendo a

    la venta la compra. Como medio de pago, slo entraen circulacin cuando ha salido ya de ella lamercanca. El vendedor transforma la mercanca endinero, para satisfacer sus necesidades mediante lacompra de objetos tiles; el acumulador de dinero,

    para conservarlo bajo su forma de permutabilidadcon cualquier clase de mercanca, es decir, en suforma de dinero; el comprador, para poder pagar. Sino realiza esa transformacin; si no paga alvencimiento, sobreviene una venta forzosa de suhacienda. El cambio de la mercanca en dineroconstituye, pues, una necesidad social que se impone

    al productor cambista, independientemente de susnecesidades y caprichos personales.

    Los pagos a efectuar pueden compensarse si envez de efectuarse de hecho, se saldanrecprocamente, anulndose. Teniendo en cuentaesto, se organizan instituciones para realizar lascompensaciones que disminuyen la masa denumerario empleado. Adems, circula en un tiempodeterminado -un da, por ejemplo- cierta cantidad dedinero, destinado a pagar las obligaciones que vencenese da y que representan mercancas largo tiempofuera de la circulacin. En estas condiciones, lacantidad de moneda que circula en cierto periodo,supuesta la velocidad de los medios de circulacin yde pago, es igual a la suma de los precios de lasmercancas a realizar, aadindole la suma de los

    pagos que cumplen en ese perodo y descontando,por ejemplo, la totalidad de los pagos que secompensan.

    La moneda de crdito -letras, pagars, etc.-, tienesu origen inmediato en la funcin del dinero comomedio de pago. Los documentos que acreditan lasdeudas contradas por las mercancas compradas,

    tambin circulan para transferir a otros los crditosque representan. A medida que se difunde el sistemade crdito, la moneda reviste, como medio de pago,formas de existencia especiales, y gracias a ellas seregulan las grandes operaciones comerciales mientrasque las especies de oro y plata quedan circunscriptas

    principalmente al comercio al detalle.En cada pas se establecen ciertos trminos

    generales y pocas determinadas en que los pagos seefectan en grande escala; y el papel del dinero como

    procedimiento de pago, exige el acopio de las sumasnecesarias para las fechas de vencimiento.

    La moneda universal.Cuando sale de la circulacin interior de un pas,

    el metal moneda abandona las formas locales que

    haba revestido, para recobrar su forma primitiva debarra o lingote.

    En el mbito nacional de la circulacin, puedeservir de medida de valor una sola mercanca; peroen el mercado universal hay una doble medida devalor: el oro y la plata.

    Seccin II. Transformacin del dinero encapital.

    Captulo IV. Formula general del capital.Circulacin simple de las mercancas y

    circulacin del dinero como capital.El punto de partida del capital radica en la

    circulacin de las mercancas. Ese capital sloaparece cuando la produccin mercantil y elcomercio, alcanzan cierto grado de desarrollo. Lahistoria moderna del capital comienza con lacreacin del comercio y del mercado de ambosmundos, en el siglo XVI.

    Hemos visto que la forma inmediata de lacirculacin de las mercancas-dinero-mercanca es latransformacin de la mercanca en dinero y nuevatransformacin en mercanca. Esto es: vender paracomprar.

    Pero al lado de esta forma, encontramos otracompletamente distinta: -dinero-mercanca-dinero-, osea, transformacin del dinero en mercanca y nuevatransformacin de la mercanca en dinero. De otromodo: comprar para vender. Cualquier dinero querealiza ese movimiento convirtese en capital.

    Conviene observar que ese movimiento -comprarpara vender- no se diferencia de la forma ordinaria dela circulacin de las mercancas, sino para quienimprime el movimiento al dinero: el capitalista. Enrealidad se compone de dos actos de la circulacinordinaria -compra y venta-, separados de los queregularmente los preceden y siguen, y se consideraque constituye una operacin completa. El primeracto -la compra- es una venta para la persona a quiencompra el capitalista; el segundo -la venta- es unacompra para la persona a quien el capitalista vende:slo existe aqu el encadenamiento ordinario de actos

    comunes de la circulacin. Comprar para vender,como operacin completa, distinta de la circulacinordinaria, slo existe desde el punto de vista delcapitalista.

    En cada uno de los dos movimientos, mercanca-dinero-mercanca y dinero-mercanca-dinero, se

    presentan cara a cara dos elementos materialesidnticos: la mercanca y el dinero. Pero, mientrasque el primer movimiento -la circulacin simple delas mercancas- principia por la venta y acaba por lacompra, el segundo -la circulacin del dinero comocapital- empieza por la compra y termina por la

    venta. En la primera forma, el dinero acaba porconvertirse en mercanca destinada a servir de valorde uso, de cosa til. Arrastrado por el acto de lacompra, el dinero se aleja de su punto de partida, y se

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    Resumen de El Capital 11

    gasta definitivamente. En la segunda, el compradorpone su dinero en circulacin para recobrarlo enltimo trmino como vendedor. Este dinero, quetorna a su punto de partida, fue sencillamenteanticipado, cuando se le puso, al principio, encirculacin.

    La plusvala.La satisfaccin de una necesidad -un valor de uso-

    . Ese es el objeto determinante del primermovimiento, que termina en un cambio de productosde igual cantidad como valores, aunque de cualidaddiferente como valores de uso; por ejemplo: tela yvestido. Puede ocurrir que la tela se venda en ms desu valor o el traje comprado en menos, resultando as

    perjudicado uno de los cambistas; pero esa posibledesigualdad de los valores cambiados es slo unaccidente en el caso supuesto. El carcter normal deesa forma de circulacin es la igualdad del valor de

    ambos extremos, es decir, de las dos mercancas.El segundo movimiento termina de anloga

    manera que empieza: por el dinero. Y su objetodeterminante es el valor de cambio. Los dosextremos -las dos sumas de dinero-, idnticos encuanto a su calidad y utilidad, slo difieren por sucantidad: v. gr.: cambiar 100 pesos por 100 pesossera una operacin intil; de consiguiente, elmovimiento dinero-mercanca-dinero, slo puedetener razn de ser en la diferencia cuantitativa deambas sumas de dinero. En fin, sale de la circulacinms dinero del que entr. La forma completa de estemovimiento es, por ejemplo, 200 pesos-2.000 librasde algodn-220 pesos; concluye en el cambio de unasuma de dinero, 200 pesos, por una suma mayor, 220

    pesos. A este excelente, a este acrecentamiento de 20pesos, es a lo que llamamosplusvala; es decir: sobrevalor o aumento de valor. Por lo tanto, no slo seconserva en la circulacin el valor anticipado, sinoque se hace mayor, y esto es lo que lo convierte encapital.

    El movimiento que consiste en vender paracomprar, que propende a la apropiacin de cosas

    aptas para satisfacer determinadas necesidades,encuentra, fuera de la circulacin, un lmite en elconsumo de las cosas compradas; esto es, en lasatisfaccin de las necesidades. Recprocamente, elmovimiento de comprar para vender, que tiende alaumento de valor, no tiene lmites; porque si seestanca el valor, que slo aumenta por su continuarenovacin, no se aumentar.

    El ltimo trmino del movimiento dinero-mercanca-dinero, 220 pesos en nuestro ejemplo, esel primero de un nuevo movimiento de igual linaje,cuyo trmino ltimo es mayor que aqul, y as

    sucesivamente.Como representante de ese movimiento, el

    poseedor del dinero se convierte en capitalista. Elmovimiento continuo de la ganancia constantemente

    renovada por el lanzamiento continuo del dinero enla circulacin -la plusvala creada por el valor- es sunico objeto. No se preocupa para nada del valor deuso, de la utilidad. Para l, mercancas y dinero slofuncionan como formas diferentes del valor que,cambiando incesantemente de forma, cambia tambinde magnitud y parece haber adquirido la propiedad

    de procrear. Bajo la forma de dinero, el valorprincipia, termina y vuelve a comenzar suprocedimiento de adquisicin de plusvala. Bajo laforma de mercanca aparece como instrumento paraforjar dinero. La frmula general del capital, talcomo se manifiesta en la circulacin, es sta:comprar para vender ms caro.

    Captulo V. Contradicciones de la formulageneral del capital.

    La circulacin de las mercancas tiene porfundamento el cambio de valores equivalentes.

    Vamos a analizar ahora si la circulacin de lasmercancas permite, por su naturaleza, el aumento delos valores que entran en ella, esto es, la formacinde una plusvala.

    Consideremos el cambio de dos mercancas, enque el dinero slo interviene de manera imaginaria,como expresin en moneda de las mercancas. Esobvio que ambos cambistas pueden salirgananciosos. Los dos se desprenden de productos queno son de ninguna utilidad para ellos, y adquierenotros que necesitan. Un individuo que posee muchotrigo y carece de vino, cambia con otro que tienemucho vino y carece de trigo, un valor de 500 pesosen trigo, por otros 500 en vino. Desde el punto devista del valor de uso -de la utilidad- hay un

    beneficio para ambos, siendo el cambio, en esteconcepto, una transaccin en que ganan las dos

    partes; mas desde el punto de vista del valor decambio, la permuta de 500 pesos en trigo por 500 envino, no representa aumento de la riqueza paraningn cambista, pues cada cual posea antes delcambio un valor idntico al que el cambio le ha

    proporcionado.

    Que intervenga ahora realmente el dinero,sirviendo de intermediario como instrumento decirculacin entre esas mercancas o separndose losactos de venta y compra del trigo y del vino, esindudable que tal intervencin no modificar en nadael problema.

    Si se eliminan las circunstancias accidentales queno dependen de las leyes mismas de la circulacin,slo hay en ella, amn del reemplazo de un productotil por otro, un mero cambio de forma de lamercanca; en el ejemplo citado, trigo en vez de vino.El mismo valor queda siempre en poder del mismo

    cambista, slo que retiene este valor sucesivamentebajo la forma de su propio producto puesto en venta -trigo, por ejemplo- bajo la forma dinero, preciorealizado de producto -500 pesos en nuestro caso-.

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    Gabriel Deville12

    En fin, bajo la forma de producto ajeno adquirido poresa misma suma -vino, por ejemplo-. Estos cambiosde forma no implican cambio de la cantidad de valor,como tampoco lo hay en cambiar un billete de 100

    pesos por 20 pesos oro, y de la circulacin, querespecto al valor de las mercancas slo es un cambiode forma, slo puede resultar regularmente un

    cambio de valores equivalentes.Por lo tanto, si con relacin al valor de uso, el

    cambio beneficia a los dos cambistas en su formams pura, ese cambio no puede ser, respecto al valorde cambio, un origen de beneficios para ninguno deellos. As, pues, la formacin de la plusvala no

    puede proceder, en ningn caso, de la circulacin ens.

    Aun admitiendo el cambio de valoresdesiguales la circulacin de las mercancas no creaplusvala o aumento de valor.

    Sin embargo, como en la realidad estamosobligados a admitir la formacin de la plusvala, y enla prctica las cosas se realizan escasas veces con

    pureza, supongamos, para explicar esa formacin,que el cambio se efecte entre valores desiguales.Aun as, en el mercado slo hay cambistas antecambistas. El motivo material del cambio, queconsiste en que los cambistas carecen del objeto quenecesitan y poseen el objeto necesario a otro, les

    pone en una situacin de mutua dependencia.Afirmar que la plusvala resulta para los

    productores de que venden sus mercancas en ms delo que valen, es tanto como decir que los cambistas,en su calidad de vendedores, poseen el privilegio devender demasiado caro. El vendedor ha producido

    por s mismo la mercanca o bien representa elproducto de ella; pero el comprador ha producidoigualmente o representa el que ha producido lamercanca convertida en el dinero con que compra.Por ambas partes hay productores: la diferencia sloradica en que el uno compra y el otro vende. Si el

    poseedor de mercancas vende las mercancas, con elnombre de productor o vendedor, en ms de lo que

    valen, y con el nombre de consumidor o decomprador las compra demasiado caras, gana por unlado lo que pierde por otro, y el resultado no sealtera.

    Lo mismo resultara si se supusiera, no ya en elvendedor, el privilegio de vender muy caro, sino enel comprador el de pagar las mercancas en menos delo que valen, siendo vendedor antes que comprador yvolvindolo a ser despus, perdera como vendedor el

    beneficio obtenido como comprador.Hemos considerado a vendedores y compradores

    en tesis general, prescindiendo de sus caracteres

    individuales. Supongamos ahora que el cambistaPedro, que es muy ladino, consigue engaar a loscambistas Pablo y Santiago. Pedro vende a Pablo, por500 pesos, una cantidad de vino que vale 400, y con

    esa cantidad compra a Santiago trigo que vale 600.Pedro realiza, pues, un beneficio de 200 pesos.

    Antes del cambio, tenamos 400 pesos de vino enpoder de Pedro, 500 en dinero en el de Pablo y 600en trigo en el de Santiago: total 1.500 pesos. Despusdel cambio tenemos 600 pesos de trigo en poder delladino Pedro, 400 pesos de vino en poder de Pablo y

    500 pesos en dinero en poder de Santiago; total.1.500 pesos. El valor circulante no ha aumentado uncentavo, pero ha cambiado su distribucin entrePedro, Pablo y Santiago. Es lo mismo que si Pedrohubiese robado 200 pesos. Una modificacin en ladistribucin de los valores circulantes no aumenta sucantidad.

    Dese a esto las vueltas que se quiera, las cosas novaran. Se cambian valores equivalentes? Pues no se

    produce plusvala. Tampoco se produce si secambian valores desiguales. La circulacin o elcambio de las mercancas no crea ningn valor. No

    pudiendo aumentar la cantidad de los valoreslanzados a la circulacin, debe ocurrir fuera de ellaalgo que haga posible la formacin de una plusvala.Pero, ser posible su formacin fuera de ella?

    Parece imposible que el productor cambista puedacomunicar a su producto, fuera de la circulacin, la

    propiedad de engendrar la plusvala, pues fuera deella slo se encuentra con la mercanca que contienecierta cantidad de su trabajo, la cual determina elvalor de su producto aadindole con un nuevotrabajo un valor nuevo; pero no se conseguir que esevalor aumente por su propia virtud, sin nuevo trabajo.

    Llegamos, pues, a esta conclusin: El poseedor dedinero debe comprar primero mercancas en su justovalor; venderlas despus en lo que valen, y, sinembargo, recoger al cabo un valor mayor que el queanticipa. Esta transformacin del dinero en capitaldebe operarse en el campo de la circulacin, y almismo tiempo no se ha de realizar en l. Tales sonlas condiciones del problema,

    Captulo VI. Compra y venta de la fuerza detrabajo.

    La fuerza de trabajo origen de la plusvala.El aumento del valor que convierte al dinero encapital, no puede provenir del dinero. Si es verdadque sirve de medio de compra o de medio de pago,no hace ms que realizar los precios de lasmercancas que compra o paga. Si queda como es,evidentemente que no aumenta. Es, pues, necesarioque la mudanza de valor provenga de la mercancacomprada y luego vendida ms cara.

    Esa mudanza no puede efectuarse en la compra nien la reventa, pues en ambos casos slo hay uncambio de valores equivalentes, segn nuestra

    hiptesis. Luego no queda ms que una suposicinposible: que la mudanza proceda del uso de lamercanca despus de su compra y antes de sureventa. Pero se trata de una alteracin en el valor

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    cambiable. Para obtener un aumento de ese valorcambiable por el uso de una mercanca, sera precisoque el capitalista tuviera la buena suerte de descubriren la circulacin una mercanca que poseyese lavirtud especial de ser, por su empleo, fuente de valorcambiable, hasta el punto que el acto de usarla -consumirla- equivaliera a crear valor.

    Y, en efecto, el capitalista encuentra en elmercado una mercanca que posee esa virtudespecial. La mercanca en cuestin se llama potenciao fuerza de trabajo. En esta denominacin secomprende el conjunto de facultades musculares eintelectuales que existen en el cuerpo de un hombre,y que debe poner en actividad para producir cosastiles.

    El cambio indica que los cambistas se consideranrecprocamente propietarios de las mercancascambiadas que obran libremente y con igualesderechos. La fuerza, pues, de trabajo, slo puede

    venderla su propio dueo; l debe gozarjurdicamente de los mismos derechos que el dueodel dinero con quien trata; debe ser rbitro dedisponer de su persona yvender su fuerza de trabajo

    por un tiempo determinado, y de manera que,transcurrido ese tiempo, recobre plena posesin deella. Si la vendiese de por siempre, se hara esclavo,y de mercader se convertira en mercanca.

    Adems, para que el dueo del dinero encuentrefuerza de trabajo que comprar, es preciso que el

    poseedor de ella, desprovisto de medios desubsistencia y produccin -materias primas, porejemplo, herramientas, etc.-, que le permitansatisfacer sus necesidades, vendiendo las mercancasque constituyen el producto de su trabajo, estobligado a vender su fuerza de trabajo comomercanca, por no tener otra cosa que vender ni otromedio de qu vivir.

    Es obvio que la naturaleza no produce por un ladoposeedores de dinero o de mercancas y por otroindividuos que slo posean su fuerza de trabajo. Estarelacin sin fundamento natural, tampoco es unarelacin social comn a todos los perodos de la

    historia. Y lo que caracteriza a la poca capitalista esque el poseedor de los medios de subsistencia y deproduccin encuentra en el mercado al trabajador,cuya fuerza de trabajo reviste la forma de mercanca,y el trabajo, por consecuencia, la forma de trabajoasalariado.

    Valor de la fuerza de trabajo.Como cualquier otra mercanca, la fuerza de

    trabajo posee un valor determinado por el tiempo detrabajo necesario para su produccin.

    Siendo la fuerza de trabajo una facultad del

    individuo viviente, es preciso que el ltimo seconserve para que la primera subsista. El individuonecesita para su sustento o conservacin, ciertacantidad de medios de subsistencia. La fuerza de

    trabajo, pues, tiene exactamente el valor de losmedios de subsistencia necesarios al que la pone enaccin para que pueda comenzar al da siguiente enidnticas condiciones de vigor y salud.

    Las necesidades naturales -alimentos, vestidos,habitacin, calefaccin, etc.- difieren segn losclimas y otras circunstancias fsicas de cada pas.

    Adems, el nmero de las llamadas necesidadesnaturales, como el modo de satisfacerlas, dependen,en gran parte, del grado de civilizacin. Mas para un

    pas y una poca determinados, la medida de losmedios necesarios de subsistencia tambin estdeterminada.

    Los dueos de la fuerza de trabajo son mortales, ypara que se la encuentre siempre en el mercado -como exige la transformacin continua del dinero encapital- es preciso que se perpeten, que reproduzcanen cantidad igual, por lo menos, la suma de fuerza detrabajo que el desgaste y la muerte restan. La suma

    de los medios de subsistencia necesarios para laproduccin de la fuerza de trabajo comprende, pues,los medios de subsistencia de los sustitutos; es decir,de los hijos de los trabajadores.

    Adems, para modificar la naturaleza humana demanera que adquiera habilidad y rapidez en ungnero determinado de trabajo; esto es, para hacer deella una fuerza de trabajo desarrollada en especialsentido, se necesita cierta educacin ms o menosextensa, que origina un gasto mayor o menor demercancas diversas; siendo la fuerza de trabajo iguala la suma de mercancas necesaria para su

    produccin, cuando la suma aumenta, como ocurreen el caso presente, su valor tambin aumenta.

    El precio de la fuerza de trabajo llega al mnimumcuando se reduce al valor de los medios desubsistencia que no podran disminuirse sin exponerla vida del trabajador. En este caso, el trabajador nohace ms que vegetar. Ahora bien, como el valor dela fuerza de trabajo se sustenta en las condiciones deuna vida normal, su precio entonces es inferior a suvalor.

    Convenido el contrato entre comprador y

    vendedor, resulta de la naturaleza especial de lafuerza de trabajo que su valor de uso no ha pasado enrealidad a poder del comprador. Si su valor, que harequerido el gasto de cierta cantidad de trabajosocial, estaba determinado antes de que entrase en lacirculacin, su valor de uso, que consiste en suejercicio, slo se manifiesta despus. La enajenacinde la fuerza de trabajo y su servicio como valor til,en otros trminos, su venta y su empleo, no seefectan al mismo tiempo. Ahora bien, casi siempreque se trata de mercancas de este gnero cuyo valorde uso enajenado por la venta no es en realidad

    transmitido simultneamente al comprador, elvendedor slo recibe el dinero en un plazo ms omenos lejano, cuando su mercanca ha servido ya decosa til al comprador. En todos los pases donde

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    reina la produccin capitalista no se paga la fuerza detrabajo hasta que ha funcionado durante ciertotiempo, fijado en el contrato, al fin de cada semana,

    por ejemplo. En todas partes deja, pues, el trabajadorque el capitalista consuma su fuerza de trabajo antesde obtener el precio de ella; en una palabra: le fija o

    presta en todos conceptos. Como ese prstamo, que

    no es un beneficio estril para el capitalista, nomodifica la naturaleza misma del cambio,supondremos provisionalmente, a fin de evitarintiles complicaciones, que el dueo de la fuerza detrabajo recibe el precio estipulado, desde el momentoen que la vende.

    El valor de uso entregado por el trabajador alcomprador, a cambio de dinero, slo se manifiesta ensu empleo, es decir, en el consumo de la fuerza detrabajo vendida. Este consumo, que es a la vez

    produccin de mercancas y de plusvala, efectase,como el consumo de cualquier mercanca, fuera del

    mercado, lejos del dominio de la circulacin. Por lotanto, debemos salir de ese dominio y penetrar en elde la produccin, para conocer el secreto de lafabricacin de plusvala.

    Seccin III. Produccin de la plusvalaabsoluta.

    Captulo VII. Produccin de valores de uso yproduccin de la plusvala.

    I. El trabajo en general y sus elementos.El uso o empleo de la fuerza de trabajo es el

    trabajo mismo. El comprador de la fuerza de trabajola consume haciendo trabajar al que la vende. Paraque ste produzca mercancas, su trabajo debe sertil, es decir, realizarse en valores de uso. Elcapitalista, pues, hace producir al obrero un valor deuso particular, un artculo til determinado. Laintervencin del capitalista no puede modificar ennada la naturaleza misma del trabajo, y por esa raznvamos a examinar, ante todo, el movimiento deltrabajo til en general.

    Los elementos simples de un trabajo son:Primero: La actividad personal del hombre -el trabajo

    propiamente dicho-. Segundo: El objeto en que seejerce el trabajo. Tercero: El medio por que se ejerce.Primero. La actividad personal del hombre es un

    gasto de las fuerzas de que est dotado el cuerpo. Elresultado de esta actividad radica; antes del gasto defuerza, en el cerebro del hombre, no siendo otra cosaque el propsito a cuya realizacin consagra asabiendas su voluntad. Adems del esfuerzo de losrganos en accin, la obra exige, mientras dura, unaatencin sostenida que slo puede resultar de unesfuerzo constante de la voluntad, y lo exige ms,cuanto menos atractivo ofrece el trabajo por su objeto

    y su modo de ejecucin.Segundo. La tierra es el objeto universal del

    trabajo, que existe independientemente del hombre.Todas las cosas cuyo trabajo se limita a romper la

    unin inmediata con la tierra -por ejemplo: la maderacortada en la selva virgen o el mineral extrado de suveta- son objeto de trabajo, por gracia de la

    Naturaleza. El objeto en que se ha ejercido ya untrabajo -como el mineral lavado- se llama materia

    prima. Toda materia prima es objeto de trabajo; perotodo objeto de trabajo no es materia prima, pues slo

    llega a serlo despus de haber sufrido unamodificacin cualquiera, efectuada por el trabajo.

    Tercero. El medio de trabajo es una cosa oconjunto de cosas que el hombre coloca entre l y elobjeto de su trabajo para ayudar a su accin. Elhombre convierte cosas exteriores en rganos de su

    propia actividad: rganos que aade a los suyos. Latierra es el almacn primitivo de sus medios detrabajo. As ella le suministra la piedra de que se vale

    para frotar, cortar, lanzar, comprimir, etc. Tan prontocomo el trabajo alcanza algn desarrollo, por leveque sea, ya no puede prescindir de medios trabajados.

    Lo que distingue una poca econmica de otra, ymuestra el desenvolvimiento del trabajador, no estanto lo que se fabrica, como la manera de fabricar, osea los medios de trabajo con cuyo auxilio se fabrica.Adems de las cosas que sirven de instrumentos oauxiliares a la accin del hombre, los medios detrabajo comprenden, en una acepcin ms alta, todaslas condiciones materiales que, sin entrardirectamente en las operaciones ejecutadas son, noobstante, indispensables, o cuya carencia haradefectuoso el trabajo, como los obradores, talleres,canales, caminos, etc.

    Por lo tanto, en la accin del trabajo, la actividaddel hombre efecta, con ayuda de los medios detrabajo, una modificacin voluntaria de su objeto.Esa accin tiene su fin en el producto terminado; esdecir, en un valor de uso, en una materia que haexperimentado un cambio de forma que la haadaptado a las necesidades humanas. El trabajo se hamaterializado al combinarse con el objeto de trabajo.Lo que era movimiento en el trabajador, apareceahora con el producto como una propiedad en reposo.El obrero ha tejido y el producto es una tela. S se

    considera el conjunto de ese movimiento conrelacin a su resultado -al producto-, que es entoncesmedio y objeto de trabajo, se presentan ambos comomedios de produccin, y el trabajo mismo comotrabajo productivo.

    Excepto en la industria activa -explotacin deminas, caza, pesca, etc., en que slo la Naturalezasuministra el objeto de trabajo-, en las dems ramasde la industria entran materias primas, es decir,objetos en que se ha efectuado ya un trabajo. El

    producto de un trabajo llega a ser, as, el medio deproduccin de otro.

    La materia prima puede constituir la substanciaprincipal de un producto o slo entrar en l la formade materia auxiliar. En ese caso queda consumida porel medio de trabajo -como la hulla por la mquina de

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    vapor o el heno por el caballo de tiro- o se une a lamateria prima para modificarla, en algn sentido -como el color a la lana- o, en fin, favorece larealizacin del trabajo - como las materias usadas enel alumbrado y calefaccin del taller.

    Como cada objeto posee propiedades diversas yse prestan por ellas a ms de una aplicacin, el

    mismo producto es apto para formar la materia primade diferentes operaciones. As, los granos sirven de

    primera materia al molinero, al destilador, alganadero, etc., y como semilla sirven de primeramateria en su propia produccin.

    En la misma produccin el mismo producto puedeservir de medio de trabajo y de materia prima. En laganadera, por ejemplo, el animal, materia trabajada,funciona tambin como medio de trabajo para la

    preparacin del estircol.Existiendo ya un producto en forma que le haga

    adecuado para el consumo, puede llegar a ser a su

    vez primera materia de otro producto. La uva es laprimera materia del vino. Hay tambin productos queslo sirven para primeras materias. En ese caso sedice que el producto slo ha recibido unasemielaboracin: el algodn, entre nosotros.

    Se ve que el carcter del producto -materiaprimera o de medio de trabajo-, cuando se trata de unvalor de uso u objeto til, depende del lugar queocupa en el acto de trabajo, y al cambiar de lugartambin cambia de carcter.

    Entrando todo valor de uso en operaciones nuevascomo medio de produccin, pierde, pues, su carcterde producto y slo funciona -en calidad decolaborador de trabajo en actividad- para la

    produccin de nuevos productos.El trabajo gasta sus elementos materiales -objeto

    de trabajo y medio de trabajo- y es, porconsecuencia, un acto de consumo. Este consuno

    productivo se distingue del individual en que elltimo consume los productos como medios desatisfaccin del individuo, mientras que el primerolos consume como medios de ejercicio del trabajo. El

    producto del consumo individual es el consumidor

    mismo; el resultado del consumo productivo es unproducto distinto del consumidor.El movimiento del trabajo til -segn como

    acabamos de analizarlo desde el punto de vistageneral, es decir, la actividad que tiene por objeto la

    produccin de valores de uso, la adaptacin de losmedios exteriores a nuestras necesidades- es unaexigencia fsica de la vida humana, comn a todas lasformas sociales. En general su estudio no puede, porlo tanto, indicarnos con arreglo a qu condicionessociales especiales se realiza en un caso dado.

    El trabajo ejecutado por cuenta del capitalista.El capitalista incipiente compra en el mercado

    todo lo necesario para la realizacin del trabajo -medios de produccin y fuerza de trabajo-,

    escogindolo de buena calidad y pagndolo en sujusto precio.

    La naturaleza general del trabajo que acabamos deexponer no se modifica, evidentemente, por laintervencin del capitalista. Como consumo defuerza de trabajo para el capitalista, el movimientodel trabajo ofrece dos particularidades.

    En primer trmino, el obrero trabaja bajo lainspeccin del capitalista a quien pertenece sutrabajo. El capitalista vigila asiduamente para que losmedios de produccin se empleen con arreglo al finque desea, para que la tarea se hagaconcienzudamente y para que el instrumento detrabajo slo sufra el dao inherente a su empleo.

    En segundo lugar, el producto no es propiedad delproductor inmediato -el trabajador-, sino delcapitalista. Este paga el valor cotidiano, por ejemplo,de la fuerza de trabajo. El uso de esta fuerza detrabajo le pertenece, pues, durante un da, como el de

    un caballo que se alquila diariamente. En efecto, eluso de la mercanca pertenece al comprador, y al darsu trabajo el poseedor de la fuerza de trabajo -elobrero- slo da en realidad el valor de uso que havendido: desde su entrada en el taller, la utilidad desu fuerza de trabajo pertenece al capitalista. Alcomprar ste la fuerza de trabajo ha aadido trabajo,como elemento activo del producto, a los elementos

    pasivos, o sea a los medios de produccin que posea.Es una operacin de cosas que ha comprado, que le

    pertenecen. Luego el producto resultante le pertenececon igual ttulo que el producto de la fermentacin ensu bodega.

    II. Anlisis del valor del producto.El producto propiedad del capitalista es un valor

    de uso, como tela, botas, etc. Pero, de ordinario, elcapitalista no fabrica por amor a la tela. En la

    produccin mercantil, el valor de uso -el objeto til-slo sirve de portavalor. Lo principal para elcapitalista es producir un objeto til que posea valorcambiable: un artculo destinado a la venta, unamercanca. Quiere adems el capitalista, que el valor

    de esa mercanca supere al valor de las empleadas enproducirla; es decir, superior al valor de los mediosde produccin y de la fuerza de trabajo en cuyacompra invirti el dinero. Quiere producir, no slouna cosa til, sino un valor, y no solamente un valor,sino tambin un supervalor o plusvala.

    Sabemos que el valor de una mercanca estdeterminado por la cantidad de trabajo que contiene,esto es, por el tiempo socialmente necesario para su

    produccin. Necesitamos, pues, calcular el trabajocontenido en el producto que nuestro capitalista hahecho fabricar: 5 kilogramos de hilados, por ejemplo.

    Para producir esa cantidad de hilados, se necesitauna materia prima. Supongamos 5 kilogramos dealgodn comprados en el mercado en su valor, quees, por ejemplo, 13 pesos. Admitamos que el

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    desgaste de instrumentos empleados, brocas, etc.,asciende a 3 pesos. Si una cantidad de oro de 16

    pesos, que es el total de las cifras anteriores, es elproducto de veinticuatro horas de trabajo, infireseque, siendo la jornada de trabajo de doce horas, hayya dos jornadas contenidas en los hilados.

    Sabemos ahora cul es el valor que el algodn y el

    desgaste de las brocas dan a los hilados: 16 pesos.Falta averiguar el valor que el trabajo del hilanderoaade al producto.

    En esto es indiferente el gnero especial detrabajo o su cualidad; lo que importa es su cantidad.

    No se trata, como cuando se considera el valor deuso, de las necesidades particulares que la actividaddel trabajador tiene por objeto satisfacer, sinonicamente el tiempo durante el cual ha gastado sufuerza en esfuerzos tiles. Por otra parte, no hay queolvidar que el tiempo necesario en las condicionesordinarias de la produccin, es el nico que se cuenta

    para la formacin del valor.Desde este ltimo punto de vista, la primera

    materia se impregna de cierta cantidad de trabajo,considerado nicamente como gasto de fuerzahumana en general. Cierto que esta absorcin detrabajo convierte la primera materia en hilados,gastndose la fuerza del obrero en la forma particularde trabajo que se llama hilar; pero el producto enhilados no sirve, por el momento, ms que paraindicar la cantidad de trabajo absorbido por elalgodn. Por ejemplo: 5 kilogramos de hiladosindicarn seis horas de trabajo, si para hilar 833gramos se necesita una hora. Ciertas cantidades de

    productos, determinadas por la experiencia,representan el gasto de la fuerza de trabajo duranteuna hora, dos, un da.

    Supongamos que al realizarse la venta de la fuerzade trabajo se ha sobreentendido que su valor diarioera de 4 pesos, suma equivalente a seis horas detrabajo, y, por lo tanto, que era preciso trabajar seishoras para producir lo necesario al sustento cotidianodel obrero. Pero nuestro hilado ha transformado enseis horas -media jornada de trabajo- los 5

    kilogramos de algodn en 5 kilogramos de hilados.Habindose fijado este mismo tiempo de trabajo enuna cantidad de oro -4 pesos-, ha aadido al algodnun valor de 4 pesos.

    Ajustemos ahora la cuenta del valor total delproducto. Los 5 kilogramos de hilados contienen dosjornadas de trabajo: algodn y brocas representan dosjornadas, y la operacin de hilar media jornada. Lamisma cantidad de trabajo existe en una masa de orode 20 pesos. El precio de 20 pesos expresa, pues, elvalor exacto de 5 kilogramos de hilados, y el precio,4 pesos, el de un kilogramo.

    En toda demostracin las cifras son arbitrarias,pero la demostracin es la misma, cualquiera quesean los guarismos y el gnero de producto que sehaya tenido en cuenta.

    El valor del producto es igual al valor del capitaladelantado. Ese capital no ha procreado, no haengendrado plusvala, y, por lo tanto, el dinero no seha convertido en capital. El precio de 5 kilogramosde hilados es de 20 pesos, y 20 pesos se han gastadoen el mercado en la compra de los elementosintegrantes del producto; 13 pesos para cinco

    kilogramos de algodn, 3 pesos por desgaste de lasbrocas, durante seis horas, y 4 pesos por la fuerza detrabajo.

    Diferencia entre el valor de la fuerza detrabajo y el valor que puede crear.

    Examinemos este punto ms de cerca. La fuerzade trabajo importa 4 pesos, porque esto es lo quecuestan las subsistencias necesarias para el sustentodiario de esa fuerza. El dueo de ella -el obrero-

    produce un valor equivalente en media jornada detrabajo, lo cual no implica que no pueda trabajar una

    jornada entera ni producir ms. El valor que la fuerzade trabajo posee y el que puede crear difieren, por lotanto, en magnitud: en su venta, la fuerza de trabajorealiza su valor determinado por sus gastos desostenimiento diario; en su uso, puede producir en unda ms valor del que ha costado. Al comprar lafuerza de trabajo, el capitalista ha tenido

    precisamente en cuenta esa diferencia de valor.Por lo dems, nada hay en todo esto que no se

    acomode a las leyes del cambio de las mercancas.En efecto, el obrero, vendedor de la fuerza de trabajo,como el vendedor de cualquier mercanca, obtiene elvalor cambiable y cede el valor de uso: no puedeobtener el primero sin entregar el segundo. El valorde uso de la fuerza de trabajo -es decir, el trabajo- no

    pertenece al que lo vende, como tampoco perteneceal tendero el empleo del aceite que ha vendido. Eldueo del dinero ha pagado el valor diario de lafuerza del trabajo, cuyo uso le pertenece por todo unda, durante una jornada entera. El hecho de que elsustento diario de esa fuerza slo cueste media

    jornada de trabajo, pudiendo, no obstante, trabajar lajornada entera