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Dirección de Centros
Educativos
Sesión # 7 Toma de decisiones directivas. Parte I.
Contextualización
¿Por qué es importante la toma de
decisiones en las instituciones
educativas?
La toma de decisiones es la base de toda
planeación institucional, en ella se
fundamenta el principio de
implementación de las estrategias y su
validez ante la comunidad escolar.
Por medio de la participación de todos los
actores de la comunidad escolar es
posible realizar la identificación de las
alternativas escolares viables.
La construcción de la verdad es un rasgo
que no debe descuidarse, la verdad se
construye sobre la base del dialogo y la
comprensión de las múltiples opiniones.
Introducción
En términos organizacionales una decisión
racional está en torno al cumplimiento de
objetivos. Sería ambiguo sólo decir que una
decisión debe estar tomada por objetivos sin que
estos deban ser replanteados o quizá hasta
revisados por el Órgano Colegiado para que se
tenga cabida a todas las opiniones de los
diversos actores escolares.
En este contexto es donde la racionalidad es
cuestionada y por lo general no supera la simple
pregunta sobre:
¿Qué es racional?
¿El objetivo buscado es racional?
De encontrarnos en esta disyuntiva filosófica y si
se pretende la reciprocidad de las partes, es
importante regresarnos a las cualidades de
racionalidad que deben construirse en un entorno
plural y democrático.
Explicación
¿Qué es la racionalidad y cómo influye en la toma
de decisiones?
Racionalidad en la toma de decisiones
En latín la palabra razón tiene dos connotaciones
diferentes, por un lado el término “ratio” significa
“pensar” en su lengua original, sin embargo, en sus
orígenes también se le dio un uso matemático en el
cual implicaba un “cálculo”.
Para los pensadores griegos el logos o “estudio” era
una cualidad inherente al ser humano, una especie de
razonamiento que lleva a comprender la realidad
circundante y que le permite al ser humano superar
aspectos incomprensibles para otra especie animal.
Durante la época del renacimiento se retomó este
término para indicar el “conocimiento conceptual”.
Kant decía que la razón es la capacidad
“formuladora” que supera al simple
“entendimiento”, por lo tanto el término
razón en su acepción Kantiana es una
acción restringida a quienes poseen el
conocimiento para ello.
Para tener la razón no es suficiente sólo
el entendimiento de las cosas, hay que
argumentar partiendo del estudio de los
hechos o cosas. Someter el
entendimiento común a los procesos
rigurosos de conocimiento con el
propósito de desarrollar una
argumentación que conduzca a la verdad.
Es importante considerar que la racionalidad
en sí misma implica un reto deseable al
querer aproximarnos a la realidad de lo que
sucede en una organización o institución.
Por ello es importante cuidar las formas de
aproximación a esa realidad, lo que implica
una técnica de acercamiento entre los
diferentes actores escolares, para que estos
en lo sucesivo sean capaces de formular
argumentos que permitan encontrar
alternativas a las complejas situaciones
educativas.
Esto implica la formulación de un proceso de
análisis de las situaciones planteadas por los
diversos actores escolares en sus múltiples
dimensiones.
Proceso de toma de decisiones
Un argumento es una afirmación
provista de razonamiento que busca
probar algo. Al argumentar se exponen
las razones que justifican una idea,
hecho, conducta, interpretación o
significado, con la intención de que sea
creíble o aceptada.
En este sentido la argumentación será
puesta a prueba en todo momento, sin
embargo, la argumentación no implica
mostrar las pruebas irrefutables de la
afirmación vertida, por el contrario se
busca sólo convencer o persuadir al
receptor del mensaje.
Para algunos autores es indispensable
tomar en cuenta la visión de la verdad
como “realidad consensual”, es decir un
hecho verdadero está en función del
consenso entre los sujetos con los que se
discuten y presentan los argumentos en
cuestión. Para lograr esto se pueden
apoyar en estructuras lógicas y aceptables
para validar las afirmaciones expuestas.
Sin embargo, el éxito de los argumentos
está relacionado en función de la relación o
correspondencia entre lo que se afirma y
los hechos, es decir entre el lenguaje y las
cosas concretas e históricas.
Existen dos tipos de
argumentación que abarcarán la
línea del lenguaje que se
empleará para una negociación
posterior.
En primer lugar encontramos los
argumentos demostrativos
que se pueden apoyar
propiamente en técnicas y
métodos científicos que
describen los hechos y sus
consecuencias.
Para que exista un argumento demostrativo debe haber
una correspondencia entre el lenguaje y los hechos, de
otra manera no podrá considerarse apegada a la
realidad.
A este tipo de lenguaje podemos nombrarle: lenguaje
analítico debido a que toma en consideración la manera
en que se puede realizar la explicación del hecho en
cuestión.
Los argumentos persuasivos que estarán enfocados a
convencer a los interlocutores de tomar un consenso o
decisión.
Para que exista el argumento persuasivo debe existir una
estructura lógica del argumento que pueda ser susceptible
de no caer en contradicción. Esto demanda un examen del
lenguaje desde la lógica formal o material.
El análisis dialéctico nos enseña a no
adelantar conclusiones cuando se presentan
afirmaciones, debido a que éstas pueden ser
contradictorias entre sí. A partir del análisis de
tres características es posible identificar estas
contradicciones.
La afirmación puede argumentar varios tipos
de conclusiones y no necesariamente el que
se presenta en la argumentación; ninguna
afirmación es demostrativa, se basa
únicamente en probabilidades y la supuesta
veracidad de la afirmación o idea no está
sustentada de forma evidente en un tópico
trillado o poco creíble.
En la retórica los emisores pueden valerse de
diferentes herramientas para persuadir a sus
interlocutores. Por ello es muy común decir que
alguien está teniendo una actitud retórica,
incluso sin tener argumentos convincentes.
El emisor no se limita a la argumentación del
caso que se trate, sino que puede utilizar
diversos temas aunque no sean pertinentes. Su
objetivo es persuadir, sin importar los medios
para conseguirlo. Simplemente quiere que se
acepte su argumento.
Busca persuadir por medio de un método o
camino definido que puede estar explícito o
implícito.
Conclusión
Es importante considerar que la argumentación es
el proceso escrito y oral que los actores escolares
pueden utilizan para persuadir a sus interlocutores
respecto a sus interpretaciones de la realidad.
Es indispensable tomar en cuenta la visión de la
verdad como “realidad consensual”, es decir un
hecho verdadero está en función del consenso entre
los sujetos con los que se discuten y presentan los
argumentos en cuestión.
Por ello es indispensable tener en consideración
que existen dos tipos de argumentación, aquellos
analísticos que buscan demostrar algún hecho en
particular y aquellos que tratan de persuadir al
interlocutor, tomando en consideración que para la
argumentación de una afirmación será necesario
hacer uso de ambos, si se pretende ser
convincente.
Para aprender más
Para aprender más del tema de elección racional te invito a leer los documentos
siguientes:
Martínez, G. J. S. (2004). Tipos de elección racional. Revista internacional de
sociología, número 37. Pp. 139-173. Documento obtenido de:
http://josamaga.webs.ull.es/Papers/tipos-rat.pdf
Vidal, De la Rosa, G. (2008). La teoría de la elección racional de en las ciencias
sociales. Revista sociológica, año 23, número 67. Pp. 221-236. Documento
obtenido de:
http://www.revistasociologica.com.mx/pdf/6709.pdf
Para aprender más
Para aprender más del tema de tipos de argumentos te invito a leer los
documentos siguientes:
Rodríguez J. G. (s/f). Argumento inductivo. ENP. Documento obtenido de:
http://www.objetos.unam.mx/logica/razonamientos/pdf/argumento_inductivo.pdf
Vergara, F. V. (2009). Tipos de argumentos según el modo de razonamiento.
Lenguaje y comunicación. Documento obtenido de:
http://vivivergaraf.comuv.com/lenguaje/modorazonamiento.pdf
Bibliografía
Cante F. (2008). Argumentación, negociación y acuerdos. Argentina,
López Ma. (2008). El arte como racionalidad liberadora. México DF. UNED.
Rosado R. (2012). Argumentación. México. CONACULTA.
Universidad del Rosario. Boudon R. (2008). La racionalidad en las Ciencias
Sociales. Argentina, Nueva Visión.