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SECRETARIA DISTRITAL DE SALUD DE BOGOTÁ
Y CORPORACIÓN ACCIÓN TÉCNICA SOCIAL
CONVENIO DE COOPERACIÓN 1229 DE 2015
DISPOSITIVO DE ATENCIÓN, INVESTIGACIÓN Y ACCIÓN, QUE GENERE EVIDENCIAS PARA LA SUSTITUCIÓN1 DEL CANNABIS
CON BASUCO
Programa Socio-‐sanitario de reducción de riesgo y daño para población usuaria de basuco en situación de habitabilidad de calle.
NODO B
Por: Equipo Acción Técnica Social
Bogotá marzo de 2016
1 Podemos empezar por reflexionar sobre el término “Sustitución” que a la luz de acertados tecnicismos farmacológicos, explican que el cannabis no tiene posibilidad de sustituir al basuco como si lo hace la metadona con la heroína por ejemplo, por tanto proponemos en el texto regresar a la categoría del uso terapéutico del cannabis, como alternativa al tratamiento del consumo de basuco para la mitigación del daño o apaleamiento de los efectos derivados del consumo de basuco, para nosotros pueda ser más acertado.
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ......................................................................................................................................... 3
Nota aclaratoria: .................................................................................................................................... 4
ANTECEDENTES Y CONTEXTO .................................................................................................................... 5
- Semana Psicoactiva Bogotá Humana 2015. ..................................................................................... 7
- Taller internacional para la construcción de lineamientos para la utilización del cannabis como terapia alternativa al consumo de basuco y otras drogas. ..................................................... 7
- Decreto 2467 del 22 diciembre de 2015 reglamentario del uso y producción de cannabis medicinal. ......................................................................................................................................... 8
DOCUMENTOS PREVIOS ............................................................................................................................ 9
Lineamiento para el desarrollo de un protocolo de tratamiento alternativo para la dependencia a la cocaína fumable, tipo basuco. ................................................................................... 9
PROGRAMA SOCIO -‐ SANITARIO DE REDUCCIÓN DE RIESGO Y DAÑO PARA POBLACIÓN USUARIA DE BASUCO EN SITUACIÓN DE HABITABILIDAD DE CALLE. Protocolo de intervención en salud pública para implementar y sistematizar una sala de consumo higiénico supervisado de marihuana, con autosuministro dirigido a usuarios con síndrome de dependencia grave al basuco en situación de habitabilidad en calle. .................................................................................... 11
NODO B .................................................................................................................................................... 12
1. Proponer una ruta para crear un “Programa Sociosanitario de reducción de riesgo y daño para población usuaria de basuco en situación de habitabilidad de calle”. ........................................ 12
2. Una propuesta para vincular las sociedades médicas, académicas y científicas. ......................... 14
3. Esquema de proyecto de investigación científica sobre los tipos de cannabis que existen en el país .............................................................................................................................................. 15
4. Propuesta de acceso a tejidos de cannabis .................................................................................. 18
5. Estrategia de comunicación para la difusión del conocimiento sobre el cannabis como alternativa al tratamiento de basuco. .................................................................................................. 19
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES. .................................................................................................. 24
BIBLIOGRAFIA .......................................................................................................................................... 25
INTRODUCCIÓN
Este documento cierra un proceso técnico, político y científico que durante los últimos años intentó formalizar una práctica cotidiana de los consumidores de basuco, que es usar el cannabis para paliar los efectos adversos del consumo de basuco. Aunque aquí se cierra esta primera exploración, en ningún momento se debe considerar como un fracaso, sino por el contrario este documento y el proceso llevado hasta ahora se debe considerar como un gran logro de articulación nacional, internacional y de la sociedad civil para avanzar en la búsqueda de alternativas para el abordaje del consumo de drogas en un contexto mundial de cambio de enfoque y fracaso de la guerra contra las drogas.
En el siguiente documento, que responde a un producto del convenio entre la Secretaria Distrital de Salud de Bogotá y la Corporación Acción Técnica Social se hace un recuento de los antecedentes y el contexto de esta propuesta, los principales insumos técnicos, científicos, académicos, legislativos y experienciales que dieron forma y cuerpo a la propuesta. Tomando como base el documento que esbozó el modulo A de esta propuesta, el documento se centra en desarrollar el modulo B de la propuesta y hace reflexiones y recomendaciones al respecto.
El documento presenta tres partes principales, la primera se encarga de dar a conocer los antecedentes y contexto de esta propuesta, de donde surge y porque se llevó a cabo, allí se hablará del origen del CAMAD, el origen de la propuesta del uso del cannabis como alternativa al tratamiento del consumo de basuco, de la misma manera se abordan los insumos arrojados por la Semana Psicoactiva 2015, el taller internacional sobre el uso del cannabis como alternativa al tratamiento del consumo de basuco y sus evidencias a nivel mundial. Los resultados obtenidos de este proceso en los documentos elaborados para la creación de salas de consumo supervisado también alimentan este documento. Por último se hace un comentario general del decreto que regula la producción y uso medicinal del cannabis en Colombia.
La segunda parte hace el recuento y destaca los dos principales documentos elaborados como antecedente a este escrito, el primero es “Lineamientos para el desarrollo de un protocolo de tratamiento alternativo para la dependencia de la cocaína fumada, tipo basuco” aportado por la corporación ATS como parte de sus obligaciones en el convenio y “Protocolo de intervención en salud pública para implementar y sistematizar una sala de consumo higiénico supervisado de marihuana, con autosuministro dirigido a usuarios con síndrome de dependencia grave al basuco en situación de habitabilidad en calle”. Estos dos documentos entregan insumos importantes que dan pie y orientan lo que aquí se desarrolla.
La tercera parte de este documento, se centra en proponer una ruta de trabajo para las cinco acciones que debe contener el nodo B de la propuesta los cuales son, 1) Proponer una ruta para crear un “Programa Sociosanitario de reducción de riesgo y daño para población usuaria de
basuco en situación de habitabilidad de calle”, 2) Una propuesta para vincular las sociedades médicas, académicas y científicas, 3) Esquema de proyecto de investigación científica sobre los tipos de cannabis que existen en el país. 4) Propuesta de acceso a tejidos de cannabis y 5) Estrategia de comunicación para la difusión del conocimiento sobre el cannabis como alternativa al tratamiento de basuco.
La cuarta y última parte de este documento se concentrará en las conclusiones y las recomendaciones para actuar frente al escenario cambiante que se nos presenta hoy y que era muy diferente al que se presentaba a la hora de emprender la propuesta. Por último y dado que este es el primero borrador de este documento final, solicitamos el acompañamiento constructivo y propósito del texto haciendo honor a los objetivos solidarios de un convenio de cooperación como lo son coadyuvar al cumplimiento de los objetivos, nuestra propuesta y conocimiento desde la sociedad civil tiene unos alcances que esperamos se vean complementados por el conocimiento que tienen los técnicos y profesionales de la Secretaría de Salud. No esperamos una evaluación critica del documento, esperamos una construcción colectiva, un complemento técnico para llevar más lejos esta propuesta y dejarla como un insumo válido a la hora que se decida retomar.
Nota aclaratoria:
La solicitud de la Secretaria Distrital de Salud para el desarrollo de Nodo B incluía de manera expresa hacerlo a la luz del decreto 2467 del 22 de diciembre de año 2015 por medio del cual:
“El presente decreto tiene por objeto reglamentar el cultivo de plantas de cannabis, la autorización de la posesión de semillas para siembra de cannabis, el control de las áreas de cultivo, así como los procesos de fabricación, exportación, importación y uso de éstas y sus derivados destinados a fines estrictamente médicos y científicos.”
No obstante si nos regimos a lo enunciado en el decreto no tendría oficio el desarrollo de esta propuesta, pues en el parágrafo 2 del artículo 1 de dicho decreto dice claramente que:
“Los productos derivados del cannabis a los que se refiere el presente decreto no podrán ser suministrados en los tratamientos de orden pedagógico, profiláctico, o terapéutico que se prescriban a las personas adictas a sustancias estupefacientes o sicotrópicas, en los términos de los dispuesto en el Acto legislativo 02 de 2009, salvo que por disposición legal
así se autorice2.
El anterior parágrafo derivado posiblemente de la ingenuidad técnica y el poder político para bloquear iniciativas como la que veníamos desarrollando durante los últimos años, este parágrafo no nos limita a continuar con nuestro objetivo, pues en primer lugar la practica cotidiana del uso del cannabis para paliar los efectos del consumo de basuco se sigue dando y con mayor frecuencia, en segundo lugar porque la evidencia de estudios y observaciones presentada por nuestra organización durante los últimos años es contundente en demostrar la efectividad de este tipo de propuesta, en tercer lugar porque en Uruguay la Doctora Raquel Peyraube ha iniciado con éxito el primer estudio científico bajo los estándares de la FDA3 para validar esta practica, en cuarto lugar porque este aspecto si esta contemplado en la propuesta de proyecto de Ley que cursa en el congreso de la republica y que pretende regular el cannabis medicinal con fuerza de ley que supera al decreto, además el mismo decreto indica que es posible la “disposición legal que lo autorice”.
Por último hace parte de nuestra función como sociedad civil, avanzar en el desarrollo de propuesta innovadoras con la fuerza de la evidencia, por esta razón es que desarrollamos los aspectos contemplados en el Nodo B, con la plena confianza que el panorama normativo seguirá cambiando a favor de las reformas que el mundo está pidiendo.
ANTECEDENTES Y CONTEXTO
La propuesta del uso del cannabis como alternativa al tratamiento del consumo de basuco surge de una conversación sostenida entre el Dr Carlos Arturo Carvajal reconocido consultor de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en Colombia (UNODC) y Julián Andrés Quintero director de la corporación ATS, donde compartían el testimonio de muchos usuarios basuco que usaban el cannabis para reducir los riesgo derivados de la cocaína fumable. Esta conversación se da en el CEACSC (Centro de Estudios en Convivencia y Seguridad Ciudadana) de la Alcaldía de Bogotá, mientras evaluaban el primer año del CAMAD (Centro de Atención Móvil a la Drogadicción) y llegaban a la conclusión que el CAMAD no había cumplido sus objetivos como una estrategia de reducción de riesgo y daño para consumidores de drogas en habitabilidad de
2 Decreto 2467 del 22 de diciembre de 2015. Que regula el cannabis medicinal en Colombia. http://wp.presidencia.gov.co/sitios/normativa/decretos/2015/Decretos2015/DECRETO%202467%20DEL%2022%20DE%20DICIEMBRE%20DE%202015.pdf
3 http://www.fda.gov
calle, sino que se había convertido en un centro de salud móvil para habitantes de calle4.
En el marco de la discusión y bajo el auspicio del Dr Rubén Darío Ramírez el entonces director del CEACS, se dio vía libre de manera informal para recolectar información empírica y documental que pudiera dar solidez a una propuesta para el uso del cannabis como alternativa al consumo de basuco, no obstante y en el afán político de la polémica, la idea –aun cruda-‐ se filtró de manera politizada a los medios de comunicación, siendo herida de muerte desde el principio5. Fue así como en la construcción de un marco de estudio para este objetivo los dos principales insumos fueron “Auto suministro de cannabis en población habitante de calle en Bogotá: Complejidades en torno al tráfico y consumo de bazuco, efectos y alternativas para su tratamiento en el contexto de la salud pública, la convivencia y la seguridad ciudadana.”6 Producido por el equipo del CEACS en el año 2014 que recogía de manera ordenada las experiencias de los habitantes de calle, reclusos de la cárcel Distrital, jóvenes del IDIPRON y otros consumidores de basuco en el autosuministro del cannabis.
El segundo insumo fue el documento que elaboró Julián Quintero con el equipo de investigaciones del CEACS en el que recogía las experiencias de Canadá, Jamaica y Brasil en la que se documentaban casos donde el uso del cannabis reducía el consumo de otras drogas, se sustituía por otras drogas de mayor daño y donde el cannabis reducía considerablemente los efectos secundarios de la adicción a otras drogas7. Con estos insumos la administración distrital de aquel entonces, se propuso convocar un debate social abierto donde se pudieran dar a conocer estos avances nacionales e internacionales, esto ocurrió en la “Semana Psicoactiva Bogotá Humana 2015. Análisis y debate sobre las políticas de sustancias psicoactivas” así mismo se convocó un debate cerrado “Taller internacional para la construcción de lineamientos para la utilización del cannabis como terapia alternativa al consumo de basuco y otras drogas” donde gran parte de su éxito radicó en que se logró el debate entre expertos internacionales, sociedad
4 Los CAMAD de Bogotá. Entre el discurso político y la acción técnica. https://www.tni.org/es/publicacion/los-‐camad-‐de-‐bogota
5 MARIHUANA ¿La Receta contra el basuco? http://www.elespectador.com/noticias/bogota/marihuana-‐receta-‐contra-‐el-‐bazuco-‐articulo-‐407916
6 CEACSC. Auto suministro de cannabis en población habitante de calle en Bogotá: Complejidades en torno al tráfico y consumo de bazuco, efectos y alternativas para su tratamiento en el contexto de la salud pública, la convivencia y la seguridad ciudadana. 2014 7 CEACSC. Auto suministro de cannabis en población habitante de calle en Bogotá: Complejidades en torno al tráfico y consumo de bazuco, efectos y alternativas para su tratamiento en el contexto de la salud pública, la convivencia y la seguridad ciudadana. 2014
civil colombiana, consumidores, Ministerio de Salud, Ministerio de Justicia y Alcaldía de Bogotá representada por diferentes secretarias como la de Salud, Integración Social, Gobierno y representantes de IDIPRON y CAMAD entre otros.
- Semana Psicoactiva Bogotá Humana 201589.
La Semana Psicoactiva se consolidó en los años 2014 y 2015 como el principal evento público y gratuito de carácter técnico y académico para la innovación y debate sobre políticas públicas de drogas en Colombia, alternativas al consumo, presentación de nuevos enfoques y reforma de políticas. Allí tuvo espacio el panel “Cannabis como terapia alternativa al consumo de basuco y otras drogas”10. Se pueden leer su relatoría y recomendaciones de políticas públicas para el distrito en el documento elaborado por la Dra Inés Elvira Mejía Motta miembro de la Comisión Nacional Asesora en Política de Drogas.
- Taller internacional para la construcción de lineamientos para la utilización del cannabis como terapia alternativa al consumo de basuco y otras drogas.
Este fue un evento cerrado realizado en el marco de la Semana Psicoactiva Bogotá Humana 2015, tenía como propósito invitar a actores claves para debatir sobre el uso del cannabis como alternativa al consumo de basuco. El desarrollo de este taller internacional se puede encontrar en la relatoría se realizó. Este taller que logró establecer canales de diálogo entre el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Salud, Expertos internacionales, la Sociedad civil en Colombia y la Alcaldía mayor de Bogotá frente a un tema de vanguardia, repercutió en otros dos encuentros que tuvo como documento final el texto titulado. “PROGRAMA SOCIO -‐ SANITARIO DE REDUCCIÓN DE RIESGO Y DAÑO PARA POBLACIÓN USUARIA DE BASUCO EN SITUACIÓN DE HABITABILIDAD DE CALLE. Protocolo de intervención en salud pública para implementar y sistematizar una sala de consumo higiénico supervisado de marihuana, con autosuministro dirigido a usuarios con síndrome de dependencia grave al basuco en situación de habitabilidad en calle”.
8 MEJIA MOTTA, Inés Elvira. Informe de relatoría. Semana Psicoactiva Bogotá Humana 2015. Julio 2015. http://www.semanapsicoactivabogota.com/memorias/ 9 MEJIA MOTTA, Inés Elvira. Implicaciones y recomendaciones derivadas de la Semana Psicoactiva Bogotá Humana 2015. Julio 2015. http://www.semanapsicoactivabogota.com/memorias/ 10 SEMANA PSICOACTIVA BOGOTÁ HUMANA 2015. Panel. Cannabis como terapia alternativa al consumo de basuco y otras drogas. http://www.semanapsicoactivabogota.com/cannabis-‐como-‐terapia-‐alternativa-‐al-‐consumo-‐de-‐basuco-‐y-‐otras-‐drogas/
- Decreto 2467 del 22 diciembre de 2015 reglamentario del uso y producción de cannabis medicinal.
Superando la nota aclaratoria de la introducción de este documento, podemos decir que el decreto convierte a Colombia en uno de los pocos países del mundo11 con un marco regulatorio que permita el cultivo de cannabis en el marco de los tratados internacionales de fiscalización de drogas, dando la posibilidad de producir e investigar esta planta y las sustancias derivadas de la misma.
No obstante es un decreto orientado al a la producción y uso el cannabis con fines “estrictamente médicos y científicos” por lo que se considera como una medicina que puede curar en enfermedades y no como un suplemento terapéutico que puede coadyuvar a apalear o mitigar el dolor o el sufrimiento derivado de una enfermedad, dolencia o adicción. No obstante la misma norma indica que la misma autoridad podrá autorizarlo.
Incluiremos para el análisis platear una interpretación que en Colombia tanto el uso terapéutico como el medicinal están al mismo nivel (lo que no pasa en otros países) y les aplican las mismas normas indistintamente. Bajo nuestro régimen sanitario se clasifican como medicamentos, sustancias tales como anestésicos o analgésicos que solamente quitan el dolor sin curar la enfermedad o causa del mismo y en un escenario futuro más allá de la investigación, el suministro y acceso continuo de una sustancia para este propósito, aún cuando se trate de una preparación herbal, requerirá del registro INVIMA como medicamento, autorización del FNE por ser estupefaciente y su prescripción por parte de un médico.
El abastecimiento de cannabis herbal (moño) estabilizado y sin que se le considere como medicamento, podría ocurrir si a los consumidores en lugar de suministrarle semillas (pepas), les entregan plántulas provenientes de una misma madre o madres estandarizadas y estabilizadas, las cuales deberán sembrar, cosechar y utilizar bajo la figura de autocultivo y aún así puede haber variaciones en el THC, CBD etc. dependiendo de las condiciones de cultivo de cada persona (mas luz, menos luz etc). El suministro de estas plántulas para este fin, es algo que no está del todo claro o contemplado en el decreto. Por ello, la vaporización de aceites es una opción que admite mayor control
11 Canadá, Israel, Holanda, Uruguay, República Checa y recientemente Jamaica, han expedido regulaciones que permitan, más allá del uso, el cultivo de cannabis para fines médicos y científicos.
sobre lo que se está administrando y conserva la posibilidad del ritual al rededor del consumo, además representa una fuente legal y posibilidad de suministro continuo de la sustancia en lugar de poner al paciente a cultivar su propia medicina y a parte de esto hacerlo bien. Dicho suministro lo podría hacer cualquier entidad pública o privada que obtenga los permisos y licencias.
En este sentido la mayoría del articulado del decreto se orienta en fundamentar una seria de definiciones, plantear las condiciones generales de las licencias, su denegación y condiciones regulatorias, así como desarrollar los requisitos para obtención de las licencias de posesión de semillas para la siembra, licencia de cultivo, licencia de producción y fabricación, licencia de exportación y derivados de cannabis. También el decreto incluye aspectos como el comité técnico, el sistema de verificación y control, los temas relacionados con la seguridad. Dos aspectos resultan relevantes para nuestra interpretación del decreto y es el vinculo con una organización de la sociedad civil o fundación para el desarrollo de la labor social de prevención, mitigación o atención del consumo, así como el aval o relación con una institución universitaria de reconocida trayectoria para adelantar proyectos de investigación. Es en este último aspecto donde el uso del cannabis como alternativa al consumo de basuco puede buscar un espacio previa autorización de la autoridad competente.
DOCUMENTOS PREVIOS
Lineamiento para el desarrollo de un protocolo de tratamiento alternativo para la dependencia
a la cocaína fumable, tipo basuco.
El documento que reposa en los archivos del convenio y que tiene fecha de creación del mes de julio de 2015, fue el que sentó las bases para el debate, este documento que tiene como insumos la relatoría de la Semana Psicoactiva Bogotá Humana 2015, la relatoría del taller internacional de cannabis como alternativa al consumo de basuco y otras drogas, y además cuenta con los aportes del profesor titular de la Universidad Javeriana Juan Daniel Gómez12, empieza por hacer
12 GOMEZ Juan Daniel. Lineamientos para construir un protocolo de investigación fenomenológica para la prescripción de cannabis medicinal como alternativa de tratamiento en condiciones clínicas asociadas a la dependencia de basuco. Bogotá Julio de 2015.
un recuento del debate y las investigaciones del CEACS antes citadas.
En su desarrollo el documento expone la problemática del consumo de basuco en las localidades de Mártires y Santa Fe, amplía los argumentos sobre el uso del cannabis como estrategia de mitigación del daño generada por los consumidores de basuco. “Los aspectos fundamentales de los reportes, a través de las narrativas de los adictos al basuco, son dos: primero es el inicio del llamado “cólico”, que es la respuesta fisiológica más fuerte en el proceso de condicionamiento causada por la adicción, se bloquea con la embriaguez por marihuana y segundo que el consumo de marihuana durante el curso del día les permite que no generen un plan para consumir basuco debido al estado de embriaguez por marihuana”13.
En el estado del arte, el documento habla sobre las estrategias para abordar el consumo grave de cocaína fumable y complejidad, muestra la experiencia de los centros de consumo supervisado, enuncia los registros de la estrategia CAMAD en lo que concierne al uso de cannabis para sobrellevar o reducir los efectos del basuco. Por último el documento nos guía en 5 acciones a seguir, que se han considerado como el Nodo B. Entendiendo que el documento de lineamientos fue el Nodo A, el Nodo B lo que busca es marcar una ruta que implica: 1) Poner en marcha el “Programa Sociosanitario de reducción de riesgo y daño para población usuaria de basuco en situación de habitabilidad de calle”, 2) Una propuesta para vincular las sociedades médicas, académicas y científicas, 3) Esquema de proyecto de investigación científica sobre los tipos de cannabis que existen en el país. 4) Propuesta de acceso a tejidos de cannabis y 5) Estrategia de comunicación para la difusión del conocimiento sobre el cannabis como alternativa al tratamiento de basuco.
13 ZULETA Pablo. Lineamiento para el desarrollo de un protocolo de tratamiento alternativo para la dependencia a la cocaína fumable, tipo basuco. Corporación ATS en Convenio con Secretaría Distrital de Salud de Bogotá. Bogota Julio de 2015.
PROGRAMA SOCIO -‐ SANITARIO DE REDUCCIÓN DE RIESGO Y DAÑO PARA POBLACIÓN
USUARIA DE BASUCO EN SITUACIÓN DE HABITABILIDAD DE CALLE. Protocolo de intervención
en salud pública para implementar y sistematizar una sala de consumo higiénico supervisado
de marihuana, con autosuministro dirigido a usuarios con síndrome de dependencia grave al
basuco en situación de habitabilidad en calle.
El documento hace una detallada introducción a la situación de consumo mundial para terminar en lo local, describe claramente los antecedentes normativos y de política pública que han permitido poder llegar a plantear alternativas como el cannabis para abordar el consumo de basuco. El documento continúa con una detallada descripción de la situación del consumo de basuco en Bogotá, el perfil de la población la composición del basuco, los efectos y daños derivados del consumo.
Desde una posición crítica de la realidad del consumo y en búsqueda de las alternativas el documento empieza a exponer tímidas y germinales situaciones de contexto sobre la reducción de daños en el consumo de basuco que se han llevado a cabo en Bogotá para terminar con la propuesta de crear salas de consumo supervisado. Paso seguido plantea un contexto normativo en el que hay que prestar especial atención y que desde el Ministerio de Justicia se plantea como una de los principales obstáculos para las salas de consumo supervisado y es que
“La ley 30 de 1986 en su Artículo 34, modificado por el art. 18 de la Ley 365 de 1997 define que “(…) El que destine ilícitamente bien mueble, inmueble, para que en él se elabore, almacene, transporte, venda o use algunas de las drogas a que se refiere el articulo 32 y/o autorice o tolere en ellos tal destinación, incurrirá en prisión (…)” de esto se excluyen las acciones de salud ya que el fin no es “ilícito” sino que se constituye en una estrategia de salud pública de reducción de daños conforme a lo que define la legislación anterior.”
Situación que se presente como bastante compleja para el desarrollo del objetivo de las salas de consumo supervisado y que debe ser subsanable. Antes de disponerse a plantear las salas de consumo supervisado para Bogotá con fines terapéuticos, el documento termina planteando los antecedentes de la reducción de daños en el mundo y el marco general de las salas higiénicas de consumo supervisado.
Por último el documento explica de manera detallada el objetivo, la metodología, le enfoque de reducción de daños, el perfil de las personas beneficiarias, el perfil del equipo humano para el programa, la descripción de la operación de la sala, el acceso, los espacios, el funcionamiento, los protocolos y hasta los formatos de atención se describen con gran detalle. Después de mas de dos años de trabajo este documento describe de manera práctica y sencilla la manera en como
operaría el proyecto.
NODO B
1. Proponer una ruta para crear un “Programa Sociosanitario de reducción de riesgo y
daño para población usuaria de basuco en situación de habitabilidad de calle”.
La ruta para implementar un programa sociosanitario debe integrar y retomar los avances que ya se han venido realizando en la construcción de los documentos y el debate. Estos son los siguientes pasos de la ruta para la implementación del proyecto. Esta es una ruta que no necesariamente requiere cumplir un paso para poder dar otro, muchas de las actividades se pueden dar simultáneamente, no obstante hay que subsanar aspectos centrales como el cambio de la norma o la autorización para uso de un bien inmueble para tal fin con permiso de la autoridad competente y sin infringir la ley.
a) Comité técnico institucional para el acompañamiento del proyecto. Desde el mes de junio del año 2015, en el seminario internacional sobre cannabis con alternativa al tratamiento del consumo de SPA y otras drogas se logró consolidar un grupo de representante de las instituciones nacionales, distritales, de la sociedad civil y expertos internacionales. Este grupo debe consolidarse como el Comité Técnico Asesor del proyecto y debe ser convocado por la Secretaria Distrital de Salud (que lleva la secretaría técnica) para que una vez se reactive el trabajo, observe estos nuevos avances, opine sobre su viabilidad y ponga en marcha un plan de trabajo para su desarrollo. Este Comité Técnico es la máxima instancia técnica del proyecto.
b) Superar los obstáculos legales y hacer gestiones políticas para el desarrollo del proyecto. Tres aspectos se presentan como obstáculos próximos que deben ser necesariamente superables para el desarrollo del programa.
Primero: Obtener la autorización de la autoridad competente para usar un bien inmueble para el consumo regulado de cannabis, esta tarea está en manos de las oficina jurídicas de las instituciones involucradas y es conocido que el Ministerio de Justicia ya ha trabajado al respecto. “La Ley 30 de 1986 en su Artículo 34, modificado por el art. 18 de la Ley 365 de 1997 define que “(…) El que destine ilícitamente bien mueble, inmueble, para que en él se elabore, almacene, transporte, venda o use algunas de las drogas a que se refiere el articulo 32 y/o autorice o tolere en ellos tal destinación, incurrirá en prisión (…)” de esto se excluyen las acciones de salud ya que el fin no es “ilícito” sino que se constituye en una estrategia de salud pública de reducción de daños conforme a lo que define la legislación anterior.”
Segundo: Obtener la autorización de la autoridad competente para poder usar el cannabis medicinal del que habla el Decreto 2467 de 2015 o usar otro cannabis con fines terapéuticos orientados al tratamiento del consumo de otras drogas. “Los productos derivados del cannabis a los que se refiere el presente decreto no podrán ser suministrados en los tratamientos de orden pedagógico, profiláctico, o terapéutico que se prescriban a las personas adictas a sustancias estupefacientes o sicotrópicas, en los términos de los dispuesto en el Acto legislativo 02 de 2009, salvo que por disposición legal así se autorice”.
Tercero: El actual Decreto para el desarrollo del cannabis medicinal no prevé la comercialización y uso del cannabis en flor, es decir en su presentación natural. El decreto regula la cadena productiva desde el acceso a semillas hasta la fabricación de derivados de cannabis, que pueden ser aceites, resina o extractos, pero no establece la ruta y mecanismo de acceso a estos derivados, o la flor, por parte de su usuario final en Colombia sino que se enfoca más en la exportación. En la medida que la licencia de cultivo exige en todo caso una previa licencia de fabricación de derivados, se entiende que toda la flor cosechada debe ser transformada en aceite o resina. Para este estudio donde el autosuministro es una de los elementos y que además se piensa en una segunda fase donde pueda haber suministro de cannabis estandarizado, el uso de la flor (moño) como forma de consumo ha sido estimada, el encuentro, el ritual, el diálogo entorno al consumo se ha considerado en diferentes bibliografías como elemento importante para la reducción del daño. Por tanto es necesario indagar sobre esta prohibición que puede también obstaculizar el desarrollo del proyecto.
Por último es necesaria una gestión política, social y mediática que despolitice el proyecto y muestre a la sociedad a la sociedad las evidencias que es posible usar el cannabis como una droga de salida frente a otras adicciones.
c) Gestión de recursos físicos, humanos, técnicos y financieros para el desarrollo del proyecto. Como proyecto piloto de investigación, este debe contar con un marco de política pública y debe estar integrado al plan de desarrollo del gobierno distrital, desde allí se debe desprender la destinación presupuestal para su funcionamiento, los recursos humanos, los espacios físicos para funcionamiento etc. Es necesario establecer un equipo logístico de operación del proyecto.
d) Nuevos aliados y pedagogía del proyecto. El proyecto debe contar con 3 aliados importantes que hacen falta, por un lado las sociedades médicas y científicas que han sido dejadas a un lado en el debate formal del proyecto y opinan –muchas veces desde el desconocimiento-‐ en los medios de comunicación, ellas deben hacer parte integral del proyecto. En segundo aspecto la academia desde las universidades y los centros de
investigación y el trabajo docente, pues constantemente estos aspectos salen a flote, por último los medios de comunicación, quienes fácilmente caen en el anzuelo de la polémica inmediatista sin construir un debate social solido. Es fundamental invitar a estos tres actores al comité técnico.
e) Esquema de proyecto de investigación científica sobre los tipos de cannabis que existen en el país. Como se explica más adelante hay que iniciar no solo un proyecto de caracterización del cannabis que se da en Colombia, sino además los protocolos de la estandarización de estos. De la misma manera es importante indagar en la oferta mundial de cannabis estandarizados y de experiencias similares a este proyecto, todos los elementos que la practica ya ha demostrado que funcionan y que para nuestro proyecto piloto pueden ser viable. Realizar un mapa nacional y mundial de los cannabis y sus derivados que podrían ser usados para el programa y por qué.
2. Una propuesta para vincular las sociedades médicas, académicas y científicas.
La vinculación de las sociedades médicas, académicas y científicas a la investigación sobre los tipos de cannabis que se consumen y cultivan, en el marco del Programa Sociosanitario de reducción de riesgo y daño para población usuaria de basuco en situación de habitabilidad de calle se puede dar de muchas formas.
Se puede realizar convocatoria o convenio para la presentación de la propuesta metodológica de la investigación y se pueden vincular directamente aquellas universidades, grupos académicos o instituciones que estén en capacidad de prestar los servicios de análisis fisicoquímico y taxonómico así como de interpretación de resultados y elaboración del informe.
Podría también convocarse un comité asesor externo experto en diferentes áreas del conocimiento tales como la medicina, la farmacia, la botánica y la bioquímica para que se encarguen de validar y aprobar el proyecto de investigación, acompañar la ejecución del mismo y hacer recomendaciones al respecto. Dicho comité asesor externo podría convocarse y aprobarse por parte del Consejo Distrital de Estupefacientes, presidido por el alcalde mayor, con el propósito de darle mayor compromiso o relevancia a nivel político.
El debate académico en contextos universitarios es otra manera de vincular a las comunidades científicas a este proceso y las publicaciones genéricas o especializadas pueden aportar al debate desde la academia y las comunidades académicas. La Semana Psicoactiva y su taller internacional de cannabis fueron claros ejemplos de la manera en cómo se pueden vincular estos actores.
3. Esquema de proyecto de investigación científica sobre los tipos de cannabis que existen
en el país
Pertenecen al género denominado Cannabis tres especies: C. Sativa, C. Índica y C. Rudelaris, cuyas características taxonómicas están ampliamente reseñadas en la literatura científica. De cada especie se han identificado un importante número de variedades que, especialmente en el caso de la sativa, se han adaptado a varios países americanos, incluido Colombia. Adicionalmente se han acumulado a la fecha una gran cantidad de nuevas variedades desarrolladas por medio de cruces entre individuos selectos de la misma especie o entre ellas, que han dado lugar a un amplio y creciente espectro de cepas con diversas propiedades y composición química, en la mayoría de ocasiones con el respaldo de banco de semillas en Holanda, España, Israel y el Reino Unido que las desarrollan y ponen en el mercado legalmente por cuanto las semillas no están sometidas a fiscalización internacional.
Para el años 2005, según ElSohly, se habían identificado más de 480 sustancias diferentes en las plantas de cannabis dentro de las cuales los más numerosos son los terpenos y le siguen los denominados cannabinoides, que para la fecha sumaban 70 tipos y de los que actualmente se reconocen más de 100. Entre estos, los más importantes y conocidos son: el tetrahidrocannabinol (THC), que es el responsable del efecto alucinógeno, y el cannabidiol (CBD) que no es psicoactivo y es el componente al que se le atribuyen, en conjunto con el THC, las propiedades medicinales y terapéuticas; no obstante se reconoce que el conjunto de sus componentes son responsables por los efectos globales de la droga.
Acorde con Sáenz, la marihuana llegó a Colombia hacia los años 30 y su cultivo se inició en la zona norte del país, extendiéndose luego a otras zonas y departamentos tales como el Cauca, Meta, Tolima, entre otros. Acorde con la información de varios autores, editada por Téllez, por décadas, el país se ha abastecido de los cultivos locales de esta planta, de la cual se reconocen empíricamente algunas cepas o variedades que se han adaptado a las condiciones propias de nuestra geografía, entre estas las denominadas “punto rojo” “corinto” “mango biche” y “santamarta golden”. Además, se reconocen dos categorías de producto de acuerdo a su calidad: la denominada regular o cafuche, y la cripi o cripa que se caracteriza por su diferente olor, color y textura así como por la ausencia de semillas y de la cual se dice que proviene de invernaderos o cultivos hidropónicos. Ningún estudio botánico, químico o de otro tipo se ha realizado para validar la existencia de dichas variedades.
De la marihuana que se produce y consume en el país se sabe poco, según cálculos preliminares del Observatorio de Drogas de Colombia, su mercado alcanza cifras cercanas
a las mil toneladas anuales. En 2009 Florián et al, determinaron el contenido de THC en muestras de plantas provenientes de cuatro regiones del país, encontrando que en promedio contenían menos del 3% y del 2% en Magdalena, y Caldas, respectivamente mientras que en el Meta con 15% y Cauca con 10%, se alcanzaban altos contenidos de esta sustancia evidenciándose una tecnificación posiblemente por uso de cepas mejoradas y cultivos bajo techo o con condiciones controladas.
Cabe mencionar que para la investigación fitoquímica de esta planta y sus componentes, se requiere de equipos de laboratorio relativamente sofisticado y costoso. La literatura científica (Giese) recomienda el uso de la cromatografía líquida de alta eficiencia (HPLC) o de la cromatografía de gases con detección FID o con acople a espectrometría de masas. Para la óptima cuantificación de los cannabinoides de interés, se precisa la validación de la metodología y el acceso a patrones de referencia de las sustancias; el acceso a estas sustancias controladas y a las muestras, adicionalmente exige el permiso previo del Ministerio de Salud a través de inscripción ante el Fondo Nacional de Estupefacientes. Muy pocas universidades, entre ellas la UIS, la Nacional y la de Antioquia poseen dichos equipos y permisos.
La correcta planeación y ejecución de un estudio de caracterización química de cannabis, requiere de un proyecto que contenga como mínimo las siguientes etapas.
• Diseño metodológico: se deberán definir los objetivos y alcance de la investigación y con base en ellos determinar el número y tipo de muestras a recolectar, la logística y articulación con las autoridades competentes para la recolección, su recepción y alistamiento, la selección y validación de la metodología analítica a emplear para la identificación de los cannabinoides de interés, los laboratorios o entidades que serán contratados y vinculados para realizar los análisis fisicoquímicos, el presupuesto y fuente de financiación, las contrataciones y gestiones administrativas y el plazo de ejecución.
• Ejecución del trabajo de campo y de laboratorio. Incluida la recolección, recepción, clasificación, registro y alistamiento de las muestras así como de la logística para su transporte, almacenamiento y análisis fisicoquímico.
• Análisis de resultados, elaboración de informe y estrategia de divulgación. Se requerirá la disposición de las herramientas y personal idóneo para el análisis de los resultados de laboratorio, que deberán cruzarse con la información recolectada en campo. En el informe se deberán emplear métodos de análisis para determinar correlaciones y conclusiones.
En la actualidad, paralelo a la expedición del Decreto 2467 de 2015 y a las necesidades de evidencia técnica, se ha despertado interés en investigar las variedades locales de
marihuana así como la adaptabilidad de las variedades con más posibilidades hacia la exportación. El gobierno ha iniciado un proceso de recopilación de evidencia sobre diferentes aspectos de la marihuana producida y consumida en el país, en medio de lo cual se contempla la caracterización química del contenido de THC, CBD y CBN en muestras de droga provenientes de los mercados de consumo interno de las principales ciudades capitales así como la clasificación taxonómica simple de plantas provenientes de zonas de cultivo. Es importante tener en cuenta la información que sea generada en el marco de esas investigaciones, promoviendo acciones coordinadas con el nivel nacional, no obstante es posible que el alcance de la investigación requerida para el denominado módulo B, deba abarcar mayores variables tales como la identificación y cuantificación de otros cannabinoides o de los terpenos, así como clasificación taxonómica a nivel molecular. A partir de esto se podrá avanzar en el establecimiento de un estándar oficial de medición y clasificación de las marihuanas en general.
En todo caso, un proyecto de investigación científica sobre las características fitoquímicas del cannabis en Colombia, en el marco de su potencial uso dentro del “Programa Sociosanitario de reducción de riesgo y daño para población usuaria de basuco en situación de habitabilidad de calle” debería partir de un previo reconocimiento y selección, como mínimo, de las siguientes variables: tipo de droga o sustancia a utilizar, método de consumo, cantidad y frecuencia de uso. Respecto del tipo de droga o sustancia a utilizar, deberá tenerse en cuenta la viabilidad legal y práctica del futuro uso y disponibilidad de flores de cannabis para fines médicos y terapéuticos o en su lugar, el uso de aceites, resinas y derivados.
En el caso de aceites y resinas se facilita la estandarización de la droga a utilizar por cuanto se pueden fabricar lotes del tamaño deseado mezclando derivados de varios cultivos o cosechas, que al final se analizan y ajustan al contenido deseado de cannabinoides. Este tipo de preparaciones no están disponibles comercialmente y necesariamente tendrían que ser de producción local a través de un titular de licencias de cultivo de cannabis y de producción y fabricación de derivados.
Si se eligiera el uso de cannabis herbal, se requiere de un proceso previo de estandarización para asegurarse que todas las flores de todas las plantas de un lote o cosecha determinados, tienen las mismas propiedades fitoquímicas. En el mercado internacional, únicamente Holanda, a través del Ministerio de Salud y la compañía Bedrocan, tienen productos disponibles que cumplen con dicha estandarización. El proceso se puede realizar localmente, seleccionando las especies y realizando una propagación por trasplante de esquejes, lo cual puede tomar varios años para su ejecución y se requerirá: la creación de un equipo de trabajo, la dotación con materiales y recursos necesarios y el trámite de las licencias correspondientes ante el Consejo
Nacional de Estupefacientes y el Ministerio de Salud.
Además de las anteriores entidades, como consecuencia del trámite de las licencias se vincularán también el ICA y la Policía Nacional al control operativo que contempla el Decreto 2467 de 2015, sumándose a las entidades estatales que se involucrarían en el proceso.
4. Propuesta de acceso a tejidos de cannabis
En el documento de lineamiento y sin haber conocido el decreto que reglamente la producción y uso del cannabis medicinal, la propuesta era que los tejidos de cannabis certificados fuera adquirido por el Ministerio de Justicia con la participación del Ministerio de Agricultura entre otros actores. Ahora que conocemos el decreto reglamentario de la producción y uso del cannabis medicinal, esta labor podría quedar en quienes obtengan las licencias para tener semillas, cultivar, procesar y comercializar los productos del cannabis, previa autorización para el uso de este tipo de proyectos y las presentaciones en las que se necesita. Este procedimiento será mucho más expedito y podrá tener el control y la supervisión requerida en el marco del decreto con la participación de una universidad reconocida y la sociedad civil para su uso específico.
5. Estrategia de comunicación para la difusión del conocimiento sobre el cannabis como
alternativa al tratamiento de basuco.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.
• El recorrido y debate que ha tenido la idea para el uso del cannabis como tratamiento alternativo al consumo de basuco no es improvisado y cuenta con suficiente evidencia y discusión que le permite llegar a un punto sólido de interpretación. Como dice la Dra Raquel Peyraube “Hemos señalado el cannabis como una droga de entrada y ahora podemos aprovecharla como una droga de salida”. El punto al que hemos llegado y la documentación obtenida sienta las bases para retomar el debate con hallazgos importantes y avanzar sobre una ruta definida.
• La reforma de políticas de drogas es un tema polémico que se presta para variadas interpretaciones, la politización de los discursos hacia tendencias extremas dificulta su debate amplio, por tal razón y como experiencia, es necesaria la mesura y la construcción del argumento técnico antes de hacer públicas las propuestas. En un contexto donde la visibilidad política y mediática es considerada como una señal de poder propuestas como estas se prestan para beneficios personales dejando a un lado el interés colectivo.
• Se requiere la claridad legal sobre la posibilidad de uso médico y científico del cannabis o sus derivados dentro de la estrategia de reducción de riesgo y daño en población usuaria de basuco, en vista de lo establecido en el parágrafo 2 del Decreto 2467 de 2015. Debe tenerse como precedente que antes de la expedición del Acto Legislativo 02 de 2009, en Colombia ya existe el uso de un estupefaciente, la metadona, para el tratamiento de la dependencia a otra droga, la heroína, y que en línea con las sentencias de las altas cortes, no es respecto de las sustancias, su uso o su cadena de abastecimiento que se requiere reglamentación por parte del poder legislativo del mencionado Acto, por cuanto la Ley 30 de 1986 y sus normas reglamentarias ya disponen lo necesario.
• Se debe definir el objetivo y alcance de la investigación científica sobre la marihuana producida y consumida en Colombia, en el marco de su potencial uso dentro del “Programa Sociosanitario de reducción de riesgo y daño para población usuaria de basuco en situación de habitabilidad de calle” en articulación con las entidades del orden nacional y distrital que se requieran, partiendo de los resultados de las investigaciones actuales en cabeza del gobierno nacional y como anticipación a las dificultades que pueda haber para que en la práctica se pueda dar el uso autorizado de la flor, se pueden orientar las investigaciones sobre la obtención y estandarización de derivados para métodos de consumo de menor riesgo y mayor control, tales como las vaporizaciones. En tal sentido, si bien se puede tener prioridad por investigar y darle uso a las variedades que se han adaptado localmente, en la medida que la evidencia lo oriente, se recomienda la investigación sobre otras variedades, aún de origen extranjero.
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