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60:4
el boletín nº117
en el centro de su voluntad
www.acercatealavida.com.ar
Domingo 9 de Septiembre de 2012
elllamado
es:¡involucrate!
por DIEGO PENIZZOTTO
REUNIONDE
LIDERES
MARTES 11/9
20:30 HS. / ESPAÑA 460
Domingo 23/911:00 hs.Si querés bautizarte
y todavía no lomanifestaste
Hablá con Pr. Sergio.¡ESTAS A TIEMPO!
VIERNES 14/9
Reunión deIntercesión
20:30 hs.
Ig. ManantialesPr. Soto
Sta. Cruz 140Cipolletti
DADORES DE SANGREGrupo 0 RH NegativoPresentarse en av. Alem frente al sanatorio Río Negro en análisis clínico y hemoterapia, (dirigirse directamente a hemoterapia) a las 8 hrs. Donar para Lopez, Adriana Isabel Requisitos: de 18 a 65 años de edadCon DNI o documentación con foto Se puede ingerir una infusión, café, te , mate con azúcar o edulcorante No lacteos
CONFIRMAR DADOR AL 2994619016O HABLA CON NANCY
el llamado es: ¡involucrate!por DIEGO PENIZZOTTO
El niño se puso su ropa para el frío y le dijo a su
padre: “OK, papá, estoy listo”.
Su papá, el Pastor, le dijo, “listo para qué?”. “Papá, es hora
de ir afuera y repartir nuestros volantes”. El papá respondió,
“Hijo, esta muy frío afuera y está lloviznando”.
El niño miró sorprendido a su padre y le dijo, “Pero Papá, la
gente necesitan saber de Dios aún en los días lluviosos”. El
Papá contestó: ”Hijo yo no voy a ir afuera con este tiempo.”
Con desespero, el niño dijo, “Papá, puedo ir yo solo? Por
favor?”
Su padre titubeó por un momento y luego dijo, “OK, puedes
ir. Aquí tienes los volantes, ten cuidado.”
“Gracias papá!”
Y con esto, el hijo se fue debajo de la lluvia. El niño de 11
años caminó todas las calles del pueblo, repartiendo los
volantes a las personas que veía.
Después de 2 horas caminando bajo la lluvia, con frío y su
último volante, se detuvo en una esquina y miró a ver si
veía a alguien a quien darle el volante, pero las calles
estaban totalmente desiertas. Entonces él se viró hacia la
primera casa que vio, caminó hasta la puerta del frente,
tocó el timbre varias veces y esperó, pero nadie salió.
Finalmente el niño se volteó para irse, pero algo lo detuvo.
El niño se volteó nuevamente hacia la puerta y comenzó a
tocar el timbre y a golpear la puerta fuertemente con los
nudillos. Él seguía esperando, algo lo aguantaba ahí frente
a la puerta. Tocó nuevamente el timbre y esta vez la puerta
se abrió suavemente.
Salió una señora con una mirada muy triste y suavemente
le preguntó:
“Qué puedo hacer por ti, hijo”. Con unos ojos radiantes y
una sonrisa que le cortaba las palabras, el niño
dijo: “Señora, lo siento si la molesté, pero sólo quiero
decirle que *DIOS REALMENTE LA AMA * y vine para
darle mi último volante, que habla sobre DIOS y SU GRAN
AMOR”.
El niño le dio el volante y se fue. Ella solo dijo:
“GRACIAS, HIJO, y que DIOS te bendiga”.
El siguiente domingo por la mañana el pastor estaba en el
púlpito y cuando comenzó el servicio preguntó: “Alguien
tiene un testimonio ó algo que quiera compartir?”.
Suavemente, en la fila de atrás de la iglesia, una señora
mayor se puso de pie. Cuando empezó a hablar, una
mirada radiante y gloriosa brotaba de sus ojos:
“Nadie en esta iglesia me conoce. Nunca había estado
aquí, incluso todavía el domingo pasado no era Cristiana.
Mi esposo murió hace un tiempo atrás dejándome
totalmente sola en este mundo. El domingo pasado fue un
día particularmente frío y lluvioso, y también lo fue en mi
corazón; ese día llegué al final del camino, ya que no tenía
esperanza alguna ni ganas de vivir.
Entonces tomé una silla y una soga y subí hasta el ático de
mi casa. Amarré y aseguré bien un extremo de la soga a
las vigas del techo; entonces me subí a la silla y puse el
otro extremo de la soga alrededor de mi cuello.
Parada en la silla, tan sola y con el corazón destrozado,
estaba a punto de tirarme cuando de repente escuché el
sonido fuerte del timbre de la puerta.
Entonces pensé, Esperaré un minuto y quien quiera que
sea se irá.
Yo esperé y esperé, pero el timbre de la puerta cada vez
era más insistente, y luego la persona comenzó a golpear
la puerta con fuerza. Entonces me pregunté, QUIEN
PODRÁ SER?
¡Jamás nadie toca mi puerta ni vienen a verme! Solté la
soga de mi cuello y fui hasta la puerta, mientras el timbre
seguía sonando cada vez con mayor insistencia.
Cuando abrí la puerta no podía creer lo que veían mis ojos,
frente a mi puerta estaba el más radiante y angelical niño
que jamás había visto.
Su sonrisa, ohhh, nunca podré describirla! Las palabras
que salieron de su boca hicieron que mi corazón, muerto
hace tanto tiempo, volviera a la vida, cuando dijo con voz
de querubín: 'SEÑORA, sólo quiero decirle que DIOS
realmente la ama.'
Cuando el pequeño ángel desapareció entre el frío y la
lluvia, cerré mi puerta y leí cada palabra del volante.
Entonces fui al ático para quitar la silla y la soga.
Ya no las necesitaría más. Como la dirección de la iglesia
estaba en la parte de atrás del volante, yo vine
personalmente decirle GRACIAS a ese pequeño ÁNGEL
DE DIOS que llegó justo a tiempo y, de hecho, a rescatar
mi vida. Todos lloraban en la iglesia.
El Pastor bajó del pulpito hasta la primera banca del frente,
donde estaba sentado el pequeño ángel; tomó a su hijo en
sus brazos y lloró incontrolablemente.
Probablemente la iglesia no volvió a tener un momento más
glorioso.
La historia puede ser ficticia o real. Pero ilustra la diferencia
que existe entre INVOLUCRARSE y ACOMODARSE. Nada
hubiera pasado si el nene se quedaba jugando ese día en
casa. La noticia de la señora ahorcada hubiera salido en el
diario del lunes, y el Culto de Celebración se hubiera
llevado adelante sin problemas el domingo siguiente. Pero
el nene se INVOLUCRÓ y la historia cambió.
El momento que vivimos, nos pide a gritos que nos
involucremos.
1) INVOLUCRARSE SIN ESPERAR RECIBIR
NADA A CAMBIO (Lucas 17: 11-19)
Estamos impregnados de la cultura capitalista. Se nos ha
impuesto que las cosas siempre son a “a cambio de algo”.
Todas nuestras actividades son proselitistas. Deseamos
que más gente conozca del amor de Dios. Pero
inconscientemente solemos hacer todo “a cambio de…”.
Nos esforzamos para armar el mejor culto, la mejor
canción, la mejor actividad, para que la gente se sienta
cómoda y a gusto, y que se sienta motivada a volver. Luego
nos decepcionamos porque la gente “no responde”.
Deseamos ayudar y nos movemos para dar a los
necesitados, pero luego nos decepcionamos porque la
gente “es ingrata”.
Jesús dio sin pedir nada a cambio. Lo primero que hizo fue
enviar a los enfermos al lugar donde “se supone”, debían
atenderlos. A Jesús “no le correspondía” esa tarea. No era
eso lo que Jesús tenía planificado ese día en la agenda.
Sin embargo los enfermos aparecen. Y Jesús respeta los
códigos: los manda con los “capos” de la Iglesia. Sin
embargo se involucró: mientras los enfermos se iban, los
sano, “de lejos”. No les pidió “ofrenda de pacto”, ni les
impuso las manos, ni “les oró”. Simplemente los sanó. Casi
como que los sano “de onda”, sin pedir nada a cambio.
Al rato, uno de los diez volvió, y se tiró a los pies de Jesús.
Y vaya paradoja, el que volvió, era el único que no
profesaba la religión Judía, el único que no “conocía” a
Jesús. Podríamos decir que el que volvió era el único “in
converso”. Es la mejor enseñanza que deja este pasaje.
Jesús se involucró sin pedir nada a cambio, y ese fue el
mejor acto “evangelistero”. El remate de la historia es: “tu fe
te ha salvado”. Es decir que primero lo sanó, y a raíz de
eso, lo salvó (y no al revés).
Jesús se INVOLUCRÓ con la gente simplemente por amor,
sin pedir nada a cambio y a pesar de sufrir la ingratitud.
2) INVOLUCRARSE A PESAR DEL “QUE
DIRAN” (Lucas 19: 1-9)
Jesús se preocupo bastante poco por el “que dirán”. Tenía
bastante claro el propósito de su ministerio, como para
preocuparse de lo que dijeran “los medios” de esa época.
Tal es así, que llega a la ciudad de Jericó (uno de los
centros económicos mas importantes de la época), y lo
primero que hace es ir a parar a la casa del tipo mas
corrupto de la ciudad. Zaqueo estaba involucrado en todas
las causas de corrupción que figuraban abiertas en los
Tribunales Federales de Jericó”. Al otro día, los medios de
comunicación de la época explotaban con la noticia. El
diario FARISEOS NEWS titulaba: “Jesús involucrado en
la causa por las coimas de Zaqueo”.
Sin embargo, a Jesús le preocupaba mas la llegada de la
salvación a la casa de Zaqueo, que los complejos de los
que criticaban mirando desde afuera. Jesús SE
INVOLUCRÓ con las personas más allá de su fama, o su
prontuario. Simplemente miró el corazón.
¿Quien es el tipo más corrupto de nuestro país hoy? Se me
ocurren varios nombres. Seguramente Jesús en su visita
exclusiva a Buenos Aires, habría cenado en su loft de
Puerto Madero, y hubiera estallado el escandalo. Pero que
es más importante hoy, la fama o la salvación. ¿Irías a la
casa del corrupto?
3) INVOLUCRARSE AUNQUE ESO IMPLIQUE
ROMPER ESTRUCTURAS (Marcos 2: 1-11)
Evidentemente no era posible para esta gente llegar a
Jesús por el camino habitual. La lógica era decirle al
paralítico: “ya fue, vamos al culto de la semana próxima…”.
Pero la fe de los amigos del paralítico los movió más allá, y
buscaron un camino donde no había nada. Rompieron
literalmente una estructura, y llegaron a Jesús por otro
camino. Estaban seguros de llegar, dice que Jesús vió “la
fe de ellos”. Y esa fe que rompió estructuras, salvó y sanó
al paralitico, y fue “la historia contada acerca de esa
reunión”. Nadie sabe de qué otra cosa habló Jesús esa
noche, pero la fe que rompe estructuras, quedó para
siempre plasmada en la Biblia a través de esta historia.
Es fácil elogiar la actitud de estos hombres sabiendo el final
de la historia. Pero si alguien hubiera visto lo que querían
hacer, si los hubieran visto romper el techo, seguramente
los hubieran tratado de locos, trasnochados, o quizá
hubieran sido denunciados y encarcelados.
Una frase popular dice que “lo posible nunca se habría sido
alcanzado, si no se hubiese intentado una y otra vez lo
imposible”.
Solemos basar nuestras acciones en aquellas cosas
conocidas, que nos dan seguridad y comodidad. Como el
pastor de la historia que decidió no salir por la llovizna,
generalmente no nos imaginamos yendo un poco más allá
de lo lógico.
Si de verdad queremos afectar la ciudad, y cambiarla,
transformarla, habrá INVOLUCRARSE aunque eso
signifique romper estructuras. Habrá que desafiar las
“reglas de lo conocido”. Habrá que atreverse a romper
moldes y costumbres, para que la historia el día de mañana
cuente la transformación que vivió la ciudad en nuestros
días. Habrá que saber que quizá no seamos entendidos
hasta el final de la historia, pero debemos saber que
nuestra fe finalmente dará fruto.
4) INVOLUCRARSE AUNQUE CUESTE PONER
EL CUERPO (Mateo 27:27-34)
No hay otro ejemplo mejor que el de Jesús para este punto.
La historia la sabemos de memoria. Tan de memoria que
quizá no reparamos en el hecho de que Jesús se dio
entero, cueste lo que cueste, y eso implicó mucho sacrificio
y sufrimiento. Jesús se INVOLUCRÓ de tal manera en la
causa que tenia entre manos, que dio su vida por la causa.
Su causa era la gente, salvar a la gente por amor.
Los discípulos de Jesús siguieron el ejemplo de su
maestro. Pedro tuvo una muerte aun mas cruenta que
Jesús. Pablo fue ejecutado en cautiverio. Todos dieron su
vida por la causa.
A lo largo de la historia de la humanidad, las personas que
han marcado las distintas épocas en el mundo, son
aquellas que se dieron por completo, al punto de dar su
vida por la causa.
Los que somos amantes de las historias épicas,
conocemos la historia de Sir William Wallace, quien dio su
vida por la libertad de Escocia en el Siglo XI.
Martin Luther King, pastor bautista, fue un activista contra la
discriminación a la raza negra, hasta ser asesinado en
1968. Dio su vida por sus convicciones.
Ernesto “el che” Guevara, medico argentino, dio su vida,
intentando equivocadamente o no, lograr la revolución en
América Latina. Murió por aquello que creía era la justicia
para todo un pueblo.
Cada uno de estos personajes, supo que lograr un cambio
implica dar la vida. Implica INVOLUCRARSE hasta el
extremo, darlo todo.
En nuestros días infinidad de héroes anónimos, dan su vida
en forma silenciosa, invirtiendo cada gota de su sangre en
aquello que saben que es su causa. Personas a nuestro
alrededor, que destilan amor, desinteresadamente,
invirtiendo toda su vida en los demás.
No hay otra forma de lograr trascender, y Jesús nos dio la
formula. INVOLUCRARSE es PONER EL CUERPO. Horas
de nuestra vida, sacrificios, e incluso la vida.
COMO CONCLUSION
Hemos estado ocho meses escuchando acerca de la
necesidad de recibir la sanidad, el toque y el trato del
Espíritu Santo. Y hemos sido tratados y visitados por Él.
Hemos hablado sobre la necesidad de santificarnos, y
hemos trabajado aquellas cosas que Dios necesitaba
corregir en nosotros.
Sin embargo, si de verdad queremos ver a Dios
manifestado en nuestra ciudad, eso costará bastante caro.
Será bastante más difícil que orar y ayunar. Saldrá mucho
mas caro que una ofrenda. Será mucho mas complicado
que pararse a esperar una palabra profética un domingo. El
precio es INVOLUCRARSE. Es meterse. Es darse uno
mismo. Es sacrificarse por el otro sin esperar nada a
cambio. Es expresar el amor de Dios de manera práctica.
De manera sincera y sin especulaciones.
Es nuestro llamado real. Es nuestra misión.
contratapa
Lunes 20 a 22:30 (M.Muñoz 529)
COMUNIÓN - Alicia de Roa - 4777394QUEREMOS ESTAR - Diego Penizzotto - 154619530 MUJERES - ADOLESCENTES - Pato Principato Trosso - 154619891ADORACION - Walter Dellabarca - 154602184 CLUB DE AMIGOS DE JESÚS - Andrea de Candia - 155287259 COLEGIO PABLO BESSON - Virginia de Penizzotto - 154249908 BOLETIN - Nancy Herensperger - 155287248 - [email protected] PASTORAL -
Virginia de Penizzotto - 154249908 - Elida Riffo de Pereyra 154555399
Nancy Herensperger - 4785166 -
Miguel Fuentealba - 154198662 Elena Padua - 154711189
Juana Sepulveda - 4790037 - 15319857HOMBRES - Jaime Candia - 155287254TEATRO - Christian Weber -
154619056
SANIDAD INTERIOR Y LIBERACION - Marcela de Penizzotto - 154247221UJIERES -FAMILIA - Ruben Gasparini - 4426280INTERCESIÓN -